LOS TRES CENTROS - crecimiento | interior

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LOS TRES CENTROS - crecimiento | interior
LOS TRES CENTROS: VIENTRE-CORAZON-CABEZA
Como ya se ha expuesto, los nueve tipos del Eneagrama están
conformando un círculo en el sentido de las agujas del reloj, y
cada tres tipos pertenecen a un grupo, respectivamente:
Ocho, Nueve y Uno corresponden al Vientre (sexual, hostil) Tienen
como centro de gravedad el abdomen, donde se encuentra
asentado el instinto de poder, la sexualidad y los instintos.
Reaccionan de forma inmediata y espontánea ante lo que se les
presenta, sin permitir que primero la realidad pase por el filtro de
su cerebro.
Dos, Tres y Cuatro son los considerados Seres del Corazón, o los
Tipos Sociales, los Dedicados.
Cinco, Seis y Siete conforman el grupo de la Cabeza, los Tipos de
Instinto de Conservación.
La psicoanalista Karen Horney, consideraba tres tipos humanos, o
sea que apuntaba a tres “soluciones neuróticas” de los conflictos
vitales: el grupo que desarrolla una actitud hostil contra sus
semejantes, otro grupo se aparta de los otros y un tercer grupo
orientado a los demás.
Por su lado Gurdjieff, distinguía tres zonas corporales: la cabeza,
el corazón y el vientre, a los que les asignaba diferentes tipos de
inteligencia.
A la cabeza le correspondería el centro mental; al corazón el
centro emocional y al vientre el centro motriz, sexual e instintivo.
El grupo de la cabeza, que los componen el Cinco, el Seis y el
Siete, se corresponde con los seres “apartados” de Horney. El
cerebro es su centro de control, siendo la energía cerebral, según
Horney una energía que se retrotae de las demás.
Quienes se hallan en este grupo, ante una situación diferente
necesitan reflexionar, por lo que se apartan. Los gobierna el
sistema nervioso Central y son, por sobre todo, muy visuales. Las
preguntas que se formulan tienen que ver con orientarse: ¿dónde
estoy?, ¿qué sentido tiene todo esto?
Tienen una visión de la vida cual si fuera un acertijo y un secreto a
develar. Disponen de un buen sentido del orden y el deber, con
una actitud de objetividad e inhibición. Parecerían tener pocas
necesidades y saben hacerles sitio a los demás.
Pueden preguntarse ante determinadas circunstancias si son
dependientes o independientes, y en general actúan luego de
haber recapacitado sobre el asunto que les preocupa. Sienten un
temor exagerado y esconden sus sentimientos más tiernos tras una
fachada de desinterés y objetividad.
Si bien hacia los demás aparecen como sabios, totalmente
convencidos y seguros, en su interior se sienten aislados,
confundidos y a veces sin sentido. Se focalizan más que nada en el
tiempo futuro; el pasado es poco importante y el presente está en
función del futuro.
Necesitan dar el paso desde el pensamiento hacia la acción y del
aislamiento a la comunidad. Puede servirles algún tipo de
meditación, o la práctica de la fe que profesen, para ayudarse a
encontrar la salida a su Rasgo básico en la medida que lo esté
inhabilitando en sus conductas para el buen vivir.
El grupo del corazón que se conjuga con los tipos orientados hacia
los demás de Horney, dirigen su energía hacia los otros. Manejan el
mundo de los sentimientos subjetivos y tienen como tema principal
las relaciones entre las personas, o sea que apuntan a la entrega.
Su centro corporal son el corazón y el sistema circulatorio y tanto
el gusto como el tacto son percepciones muy desarrolladas en
ellos.
Para ellos la vida representa una Misión que deben cumplir y
frecuentemente tiene que ver con el prestigio y la imagen, que en
este grupo son fundamentales, y que a su vez los vuelve muy
responsables.
Suelen creer que saben lo que es mejor para los demás
preguntan: ¿Me van a querer?, ¿Con quién estoy?.
y se
Viven sus preocupaciones exageradamente, pero con esto están
reprimiendo sus agresiones, escondidos detrás de una fachada de
bondad y actividad. El pasado es muy importante en sus vidas.
Hacia el exterior aparecen como seguros de sí mismos, alegres y
equilibrados, pero en su verdad interior en general se sienten
vacíos, inútiles, tristes y avergonzados.
Pueden atraerles grupos sociales donde se comparten rituales
(grupos de oración, por ejemplo). Sin embargo, estos en especial
deben aprender a estar solos y si practican alguna religión tratar
de hacerlo en la forma más conspicua posible, para hallarse a sí
mismos.
El grupo del vientre se corresponde con los hostiles de Horney. Los
gobierna principalmente el aparato digestivo y el plexo solar.
Reaccionan de manera instintiva y el olfato y el oído son sus
sentidos más pronunciados.
Buscan el respeto de los demás, por lo que ante una situación se
plantan diciendo: “aquí estoy yo”, “aprendan a respetarme” y a
su vez se preguntan, “¿cómo es que estoy yo aquí?”.
La vida se les representa como un campo de batalla. Buscan el
poder y la justicia. Son directos, abiertos y a veces ocultamente
agresivos. Ponen límites; son territoriales. Viven en el presente,
recuerdan el pasado y tienen alguna mirada esperanzada en el
futuro.
Son gobernados consciente o inconscientemente por la agresión, y
por el contrario nos les resulta fácil acceder a sus miedos y
temores, ocultándose tras una máscara de afirmación personal,
dando la impresión, generalmente, de mucha seguridad en sí
mismos y de fuerza, aunque internamente estén acosados por
dudas morales. Las prácticas meditativas en las que deban
concentrarse en sí mismos y en su cuerpo –zen, por ejemplo—le
resultan fáciles y de ayuda.

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