Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la

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Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la
Italia. Dossier www.sinpermiso.info Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la
situación debería ser excelente, pero en realidad es
una mierda”. Dossier
La izquierda italiana, nuevamente incapaz de hacerse popular
Alberto Toscano
No todos los días cita el Corriere della Sera, portavoz histórico del capitalismo italiano, a Mao
Zedong. El lunes pasado, al advertir el caótico escenario que se desprende de los resultados
oficiales de las elecciones generales italianas, uno de sus editorialistas recordaba, con tono de
agitación, la célebre máxima: "Gran desorden bajo los cielos: la situación es excelente".
Al día siguiente, el desorden está claramente a la vista de todos. Y hay dos hombres para los
que la situación es, desde luego, excelente. Berlusconi se ha recuperado de un modo que
parecía improbable acentuando su mensaje clave, ahora refundido para tiempos de
austeridad: desprecio por cualquier intento por parte de la ley de refrenar el individualismo
adquisitivo. Las disculpas habitualmente veladas sobre la evasión fiscal iban esta vez
acompañadas de una declaración, después de del escándalo en torno a las “mordidas” por la
venta de helicópteros a la India, según la cual los hombres de negocios italianos debían
sobornar a los funcionarios de "democracias incompletas". El gran gambito de su campaña ha
consistido en ofrecer a los votantes italianos la devolución del impopular impuesto de bienes
inmuebles, el IMU [impuesto municipal único], aprobado por el gobierno de Mario Monti.
Una vez más, Berlusconi ha interpretado lo que los psicoanalistas denominan el "padre
Italia. Dossier www.sinpermiso.info obsceno", el que te anima a saltarte la ley y divertirte sin consideración alguna por las
consecuencias. La respuesta de Berlusconi a las prescripción de austeridad de Monti fue una
retórica de libertinaje, acogiendo en lugar de disfrazar el personaje mismo que le hace blanco
de tanto desagrado fuera del país: el ejecutivo jefe misógino y corrupto. La brecha notable
entre votos previstos y reales a favor de Berlusconi da una pista de la vergüenza social residual
de identificarse con este tipo particular de figura de autoridad.
El vencedor indiscutido es, por supuesto, Beppe Grillo, líder y propietario único de la marca del
Movimiento Cinco Estrellas, que se ha elevado hasta convertirse en el mayor partido del
parlamento italiano, después de sólo tres años y medio de existencia. La obscenidad es una
arma central en el arsenal de Grillo: este es el hombre que llamó una vez “vieja puta” a la
científica Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina, y organizó un mitin masivo con el
lema de “Vaffanculo Day”. Pese a todas las diferencias en su política, muchos son los que han
observado los paralelismos de estilo entre Berlusconi and Grillo: por encima de todo, los dos
interpretan una forma extremadamente personalizada de política, en la que abundan las
declaraciones zafias.
Pero el enigma grotesco que supone esta elección italiana debería enfocarse desde la
dirección opuesta: ¿cómo ha conseguido la coalición de Pierluigi Bersani, construida en torno
al Partito Democratico (PD) de centro-izquierda, perder las elecciones después de lo que
parecía ser el declive terminal de Berlusconi?
Se ofrecen tres explicaciones entrelazadas: el euro, el desempleo y los mítines públicos.
Sumando los votos de Grillo y Berlusconi, más de la mitad de los italianos votaron en contra de
permanecer en la moneda común, o como mínimo, a favor de un referéndum. Inicialmente
acogido con alivio, como una suerte de dictador burgués – en el antiguo sentido romano de
gobernante durante un periodo de emergencia limitado –, Monti se reveló como portador de un
proyecto de "reformas", de las cuales el único beneficio posible era mantener a raya el
creciente diferencial en la valoración de los bonos alemanes e italianos y la ira fiscal de Berlín y
Bruselas.
La postura enormemente ambivalente del PD hacia el conjunto del programa de austeridad
europeo – presentando primero a Monti como un mal necesario, y criticándolo luego de modo
intermitente desde la izquierda – se vio complicada luego por la ausencia de una estrategia
para enfrentarse al desempleo masivo, especialmente entre los jóvenes. Eso vino a significar
que el PD fuera incapaz de canalizar algo de la ansiedad e ira que aprovechó el ecléctico
programa de Grillo.
Desde la desaparición del Partido Comunista Italiano a principios de los 90, el prolongado parto
fallido de un partido socialdemócrata se produjo siguiendo una declaración de objetivos
fundamentales centrada en convertir a Italia en un "país normal" (lema del partido que precedió
al PD, el PDS). Pero, ¿qué significa "normal" en medio de la crisis en curso en la que la
mayoría de los italianos reconocen que no hay "milagro económico" en lontananza?
Falto lo mismo de pasión política que de programa político, el Partido Democrático ha
dependido de un núcleo relativamente leal de votantes amedrentados hasta la cabina electoral
por Berlusconi, pero incapaces de verdadero entusiasmo por un partido que es capaz
simultáneamente de alabar la brutal reestructuración de la FIAT a manos de Sergio
Marchionne y declararse partido del trabajo.
Acosado por un complejo de inferioridad ideológico respecto al liberalismo, e incapaz de definir
algo que se parezca a una alternativa reformista a las reformas regresivas y penitenciales de
Monti, el PD, junto a la grupa derrotada de una izquierda no liberal de la lista Rivoluzione Civile,
le ha dejado a Grillo la movilización de masas de izquierda, así como una serie de temas de los
que ha hecho éste un atadillo incoherente, de la ecología al salario social.
Las plazas de las ciudades llenas de partidarios de Grillo son un triste recordatorio de la
respuesta verdaderamente popular a la crisis en España y Grecia. Son el síntoma de la imagen
negativa de la llamada incapacidad de la izquierda, en su deseo a largo plazo de
responsabilidad gubernamental, de movilizar energías públicas y acción colectiva. Siempre hay
Italia. Dossier www.sinpermiso.info que precaverse de la consigna antipolítica "ni izquierda ni derecha", que es clave en el
movimiento de Grillo. Pero a diferencia de una derecha que sabe muy bien valerse con un
electorado atomizado y resentido, una izquierda sin política de masas no es merecedora de
ese nombre.
Alberto Toscano, profesor de Sociología en Goldsmiths, facultad dependiente de la
Universidad de Londres, es autor de The Theatre of Production y Fanaticism: The Uses of an
Idea, y editor de la revista Historical Materialism.
The Guardian, 27 de febrero de 2013
Hagámonos daño
Andrea Fabozzi
Era justamente un tsunami. Una ola anómala anunciada que se abate, pero más devastadora
de lo que decían las previsiones. Bersani se ha ahogado. Berlusconi, una vez más, ha
sobrevivido milagrosamente. Grillo se desliza sobre la corriente, y no se sabe hacia dónde va.
El Senado está sin mayoría. Mucho peor que en las peores previsiones. El centroizquierda ha
perdido donde temía perder, en Lombardía, en Véneto y en Sicilia. Pero también donde tenía
seguro ganar: en Piamonte, en Calabria, en Campania y hasta en la Apulia de Vendola. En la
Cámara [de Diputados] la coalición de Bersani aferra con el último voto el premio de la
mayoría. El PD logra de milagro mantenerse como primer partido nacional respecto al
Movimiento 5 Estrellas. Debe dar gracias a la denostada ley electoral «porcellum» si gana una
mayoría de diputados que no se corresponde con el porcentaje de su aprobación. Sin embargo,
no podrá recurrir a ella. Sin el Senado, es una mayoría coja.
El partido no partido de Beppe Grillo se hace sitio con tal fuerza como para destruir lo mismo a
derecha que a izquierda. Explota de forma inédita para el panorama político italiano,
tradicionalmente viscoso y refractario a las turbulencias. La última fuerza política que debutó en
el parlamento rebasando directamente el 20% se llamaba Forza Italia. Conllevó también
entonces una renovación radical de la asamblea legislativa, pero para gobernar le hizo falta
aliarse con los postfascistas. Grillo excluye alianzas estables. Veinte años después de la
epifanía berlusconiana, la transición italiana no llega a nada constructivo. El centroizquierda,
aunque adaptado a todos los requerimientos del mercado, fracasa en la ocasión extrema. La
izquierda tendrá que reconstruirse desde las ruinas. Pero es la misma conclusión de hace cinco
años.
Con el 25% de los votos, el Movimiento 5 Estrellas marcha en triunfo. Ha humillado la
esperanza de victoria de Bersani. Pero le ha quitado muchos votos también al centroderecha.
Verdaderamente tantos a un lado y otro que no basta pararse a valorar los corrimientos
respecto al pasado. Grillo ha comenzado a escribir una nueva historia. De momento,
misteriosa. La comparación con cinco años atrás es despiadada. La coalición de
centroizquierda (estaba Di Pietro) resultó derrotada conquistando más allá del 37%. Ayer se
agarraba al 30%, con el PD muy alejado del umbral mínimo aceptable y SEL [Sinistra, Ecologia
e Libertà] en torno al 3%. Aun más ha perdido el centroderecha, que hace cinco años tenía casi
el 47% y ayer el 28,5%. Grillo no ha absorbido totalmente la abstención, que al inicio de la
campaña se preveía llegaría a doblarse. El no voto residual ha penalizado posteriormente al
PD y al PdL.
Para Berlusconi, la comparación con cinco años atrás es imposible. Del agujero negro en el
que se había metido, y había metido al país, ha vuelto a salir contando y prometiendo lo
imposible. Ha recuperado diez puntos en un mes y medio. Le han creído. No ha terminado
expulsado del panorama político, como tenía que ser hace sólo un año. Tiene más senadores
que el centroizquierda. En teoría, si se aliase con el centro montiano estaría a un paso de la
mayoría en el Palazzo Madama [sede del Senado]. Monti es el otro derrotado con Bersani.
Estaría en un tris de alcanzar el umbral del 10% en la Cámara, y sólo un poco más
tranquilamente el del 8% en el Senado. Con estos porcentajes, si la suya fuese de veras la
Italia. Dossier www.sinpermiso.info única propuesta política fiable, Europa debería aprestarse a invadir Italia. Sobre los mercados
en cambio pesará la incertidumbre del marco parlamentario, el terrible rompecabezas de la
mayoría que el profesor con su ambición ha contribuido a crear. Berlusconi, por tanto, está
exultante por el desastre esquivado. Pero no es un ganador. En el norte, donde el
centroderecha gana en tres regiones decisivas, Véneto, Lombardía y Piamonte, la coalición del
Cavaliere casi mengua a la mitad respecto a 2008. La Liga mengua más de la mitad (en
Véneto, del 26% al 11%; en Piamonte, del 12% al 5%). Grillo vuela recogiendo todos estos
votos de partida: en el Véneto es el primer partido, en Piamonte, casi.
Pero el Movimiento 5 Estrellas también cosecha entre la izquierda. El centroizquierda pierde 9
puntos en Piamonte, 6 en el Véneto y 3 en Lombardía. El resultado de Grillo en Valsusa [región
del norte donde se concentra la oposición al proyectado tren de alta velocidad Turín y Lyon],
donde llega al 40% y más allá, queda ahí para indicar en qué se ha equivocado la izquierda.
Bersani es el primer derrotado. Hace un año y medio aceptó no ir a elecciones para no entregar
el país al caos. Para qué ha servido lo descubre hoy. Todavía hace dos meses tenía el
entusiasmo de las primarias de su parte. Luego ha hecho una campaña electoral con la enseña
del acuerdo obligado con Monti. Cuando Monti, se reconocerá ahora, ha sido el mayor
responsable del impulso de Grillo. Además del reanimador de un centroderecha en coma.
Algunos aspectos del voto de ayer [lunes, 25 de febrero] y del domingo [24] habrá que
examinarlos en frío. Valen los datos de los votos absolutos. Parece que no hubiera funcionada
la llamada al voto útil al centroizquierda en el Senado, obteniendo directamente el efecto
contrario. En Campania Berlusconi se había visto obligado a saltarse su último mitin. El PD ya
organizaba las estrategias para la reconquista de la región y del municipio de Nápoles. Ha
vencido Berlusconi. Y ha vencido directamente el PdL, huérfano de [Nicola] Cosentino
[coordinador del PdL dimitido al ser investigado por corrupción y asociación criminal]. Pero
también los resultados de una región roja como Emilia delatan el desastre del PD. Los
demócratas han perdido 10 puntos respecto a hace 5 años. Y 5 sólo comparado con hace tres
años, en las regionales. Grillo ha recogido todo esto, aun siendo una región que – como decía
Bersani - «conocemos bien». Del 6% del 2010 el 5 Estrellas ha pasado al 25%. El PdL se ha
derrumbado a menos del 17%. Los más de cien electos del 5 Estrellas llegan al Parlamento
cargados de entusiasmo. Es un bien. No son una falange idéntica y compacta. En las primeras
declaraciones era quien excluía cualquier apoyo a cualquier gobierno y quien prometía sentido
de responsabilidad. Grillo ha hablado con un mensaje de audio sólo al final de la tarde. Ha
excluido todo apoyo a una mayoría estable. Ha dicho, sin embargo, claramente qué espera
para seguir creciendo. Bersani y Berlusconi, ha previsto en su blog, harán un apaño, un intento
de “governissimo” para seguir adelante algunos meses y después se vendrán abajo. Darle
gusto sería una locura.
Andrea Fabozzi es periodista del diario italiano Il Manifesto.
Il Manifesto, 26 de febrero
La encrucijada de Bersani
Norma Rangeri
Cuando en el otoño de 2011 pedíamos ir a votar contra quien, en cambio, preparaba la
solución nefasta del gobierno técnico, se nos reprochaba el escaso sentido de la
responsabilidad. Éramos la habitual izquierda radical, alejada de las exigencias del país,
viciada por el maximalismo, apegada al cuanto peor, mejor. «O Monti o el caos» era el estribillo
con el que se acallaban las voces que, por el contrario, polemizaban contra la sordera de quien
no lograba bloquear el sentimiento post-referéndum de una oposición larga, profunda, privada
ya de representación. Hasta Nichi Vendola, aun siendo aliado de Bersani, era considerado un
residuo extremista al que llevar al redil de la conciencia, un obstáculo en vez de un puente
hacia un descontento estelar alimentado por una crisis económica sin fin.
Ahora que las urnas han revelado toda la distancia existente entre los partidos y la sociedad,
ahora que el PD se ve obligado a hacer cuentas con los cuatro millones de votos perdidos,
Italia. Dossier www.sinpermiso.info sería de esperar una rápida vuelta a la cordura, un viraje decidido, un verdadero cambio de
rumbo.
Todavía turbado por el resultado del voto, Bersani ha declarado en la noche electoral querer
asumir la «responsabilidad» de indicar una dirección para el nuevo gobierno. Y ayer ha
explicado que respetará el papel de primer partido conquistado por los grillinos, anunciando
una agenda de gobierno centrada en temas de reformas institucionales y moral pública. Es un
primer paso. Tímido, como de quien debe tragarse una píldora amarga, a la vez que sería este
el momento para volverse con decisión hacia los intérpretes, de los Alpes a Sicilia, de la
protesta y de la propuesta de una nueva estación política.
¿Se siente el grupo dirigente del PD como para desafiar, e incluso desalojar a los diputados y
senadoras del 5 Estrellas para conseguir la confianza en una verdadera ley contra el conflicto
de intereses? ¿Está en condiciones el PD de garantizar un tajo efectivo a los gastos de la
«casta» [la clase política italiana], una campaña a favor del carácter público del agua, contra
las grandes obras, contra los F-35, y, a propósito de otra Europa, por la creación del ingreso
mínimo?
Pero hay otro aspecto, no menos relevante, de la agenda Bersani. Concierne a la naturaleza
del partido. Las primarias siguen siendo una excepción a la regla. El escándalo de la banca
Monte Paschi di Siena ha dejado coja la campaña electoral y ha aproximado la imagen del PD
al sistema político. Confirmando la actitud, siempre fuerte y de rechazo, de quien vive en una
posición de ventaja. Para el resto, forma y contenido, también en política, marchan juntas.
Una incapacidad de cambiar contagiosa. No obstante los apremios de un movimiento nuevo
como «Cambiar se puede», la izquierda, de SEL [Sinistra Ecologia e Libertà] a Ingroia
[Rivoluzione Civile], no ha sido capaz de acompañar estas batallas con una mutación
igualmente radical de las formas de representación, del modo de hacer política, quedando
prisionera de ideologías y partidillos que ya en 2008 habían fracasado. Ya se han agotado las
convocatorias.
Analizaremos y llegaremos a conocer mejor a esta nueva clase dirigente grillina. Un
crecimiento tan impetuoso cosecha a izquierda pero también, y mucho, a derecha, entre la Liga
que mengua a la mitad sus votos, en el mar del PdL [Polo delle Libertà berlusconiano] que
pierde siete millones de votos. Pero por lo que hasta ahora hemos seguido e indagado del
universo grillino, sabemos que una parte importante de las ideas y de las prácticas del
Movimiento 5 Estrellas insiste en el tema del ambientalismo, de la reconversión industrial según
los principios de la sostenibilidad, del carácter público del agua, del no al TAV [Tren de Alta
Velocidad] ... Y no por casualidad las primeras palabras de Vendola se han referido a estos
temas, dirigidas al único interlocutor que, en los territorios y en el Parlamento, los puede
compartir.
Naturalmente, el centroizquierda debe saber defenderse de los sirenas ensordecedoras que ya
están manos a la obra. Como en un juego de la oca, al día siguiente de la revolución electoral,
con el Movimiento 5 Estrellas convertido en primer partido, el presidente de la República (quién
sabe, tal vez esta vez más sensible al eco de la explosión grillina) ha volado a ver a la canciller
Merkel. Un viaje acompañado por la orquesta europea, que ya toca el baile de la prima de
riesgo, mientras el profesor Monti bate los tambores en el Palazzo Chigi [sede del gobierno
italiano] convocando un gabinete de guerra con Grilli (el ministro) y el Gobernador de
Bankitalia. Parece que hubiera vuelto a la casilla de partida, a los fatales meses de noviembre
de 2011, al principio del fin, cuando el jefe del Estado confió «al profesor Mario Monti el
encargo de formar un nuevo gobierno, abierto al apoyo y a la colaboración, bien de la coalición
que resultó vencedora de las elecciones de 2008, bien de las fuerzas que se sitúan en la
oposición». Errar es humano, perseverar sería diabólico.
Norma Rangeri (1951) es desde 2010 directora del diario italiano Il Manifesto, en el que lleva
trabajando desde 1974, primero como crítico de televisión, experiencia recogida en su libro Chi
l´ha vista? Tutto il peggio della tv da Berlusconi a Prodi (o viceversa), Milano, Rizzoli, 2007).
Italia. Dossier www.sinpermiso.info Il Manifesto, 27 de febrero
Elecciones, Europa y fin de un ciclo
Fabrizio Tonello
Terminada la larga noche electoral y digeridos los comentarios de políticos y periodistas, es
posible observar los resultados desde un punto de vista distinto. Estas elecciones han de
verse, a mi entender, en una óptica europea y una perspectiva de largo periodo. Comencemos
por este segundo punto: ¿a qué otras votaciones se puede comparar ésta del 24-25 febrero?
Entre 1945 y la actualidad, el sistema político italiano se había modelado mediante dos
elecciones: las del 18 de abril de 1948 y las del del 27-28 marzo de 1994. En 1948 se creó un
sistema de “bipartidismo imperfecto” que puso en el centro del sistema político a la Democracia
Cristiana, en 1994 se creó un nuevo acuerdo con el partido “personal” de Silvio Berlusconi
(primero Forza Italia y luego el PdL). Las elecciones del pasado fin de semana ponen fin a la
bipolaridad posterior a 1994 y dejan imaginar un futuro en el que los protagonistas políticos
serán al menos tres (centroizquierda, centroderecha+Liga, Movimiento 5 Estrellas) con el
posible añadido de Scelta Civica [Elección Cívica, coalición presidida por Mario Monti], si
demostrara que sabe perdurar.
Las elecciones de 1948 y de 1994 tuvieron lugar en un clima de fuerte condicionamiento
internacional: Italia, por mor de los acuerdos entre los vencedores de la Segunda Guerra
Mundial, “debía” permanecer en el campo occidental y, por tanto, las elecciones “debía”
ganarlas el partido que en ese momento representaba el vínculo con los Estados Unidos, la
Democracia Cristiana. La Guerra Fría hacía sentir sus exigencias también en el secreto de las
urnas.
En 1994 esta camisa de fuerza se había desgarrado: no sólo había caído el muro de Berlín en
1989, en 1991 se disolvía también la Unión Soviética. El resultado fue que las fuerzas políticas
que habían gozado de una posición de ventaja durante 46 años, la DC y el PSI ya no eran
necesarios. Y después de que las investigaciones de la judicatura de 1992 hubieran
demostrado la corrupción rampante de democristianos y socialistas, los electores dieron su
consenso a un nuevo sujeto político, un partido personal que podía presentarse como virgen al
haberse construido en un plazo de apenas tres meses, Forza Italia, y a un “sindicato territorial”
como era la Liga Norte.
Las elecciones del 24-25 de febrero sancionan el fin del ciclo político 1994-2013, caracterizado
por la alternancia entre centroizquierda y centroderecha (con predominio de esta última). En
2008, el PdL obtuvo el 37,3% de los votos y la Liga Norte el 8,3%, y en total el 46,8% de los
sufragios. En 2013, el centroderecha ha obtenido el 29,18%, más de 17,5 puntos menos; más
de un tercio de su electorado ha escogido otros partidos o, si no, la abstención. A su vez, la
coalición dirigida por el PD había obtenido el 37,5% el 2008, obtiene el 29,5% este año: vence
aunque perdiendo votos. Si en 2008 centroderecha y centroizquierda abarcaban conjuntamente
el 84% de los sufragios (cuatro votantes de cada cinco), hoy no reúnen el 60%, es decir, tres
electores de cada cinco.
La artificiosa bipolaridad creada por las leyes electorales posteriores a 1992 ha sido hoy
substituida por una competición a tres o a cuatro, que exige en primer lugar una nueva ley
electoral.
Los resultados de 2013 y la afirmación del partido de Grillo no son, sin embargo, un fenómeno
sólo italiano. Los comentarios sobre el “populismo” o sobre el “cómico que gana las elecciones”
ignoran la dimensión europea de este voto. Italia ha votado después de Grecia, Francia y
España que fueron a las urnas el año pasado [2011 en España] y, en los tres casos, los
ciudadanos han hecho lo que han podido– en el marco institucional disponible - por protestar
contra los gobiernos al mando que habían salvado primero a la banca y aceptado luego las
recetas económicas impuestas por Bruselas. Los socialistas españoles han sido eliminados,
pero el Partido Popular que ganó las elecciones hoy está en crisis de consensos como lo
Italia. Dossier www.sinpermiso.info estaba José Luis Rodríguez Zapatero al final del su mandato. En Francia, el abrazo de Angela
Merkel fue mortal para Nicolas Sarkozy, pero hoy el presidente socialista François Hollande es
impopular como su predecesor. En Grecia ha habido que votar dos veces en un plazo de poco
más de un mes (mayo-junio de 2012) y sólo una ley electoral que concede sus buenos 50
escaños de 300 al primer partido permitió al centroderecha formar gobierno, aun habiendo
cosechado apenas el 29,6% de los votos (coincidencia, el mismo porcentaje de la coalición del
PD).
El voto a Grillo, come el voto a Marine Le Pen en Francia y al partido neonazi Amanecer
Dorado en Grecia, es antes que nada una protesta contra la austeridad impuesta por las
instituciones europeas no sólo a los países mediterráneos sino también a Francia. Los
electores han abandonado a los partidos que hasta ayer habían gobernado, pero también a
aquellos que prometían hacer mañana las mismas cosas hechas hasta ayer: los mediocres
resultados de Scelta Civica y del PD son fruto de una campaña electoral que en el fondo ha
sido un referéndum sobre el gobierno Monti. Los electores han contestado: “No, gracias”.
Ahora el sistema político ha sufrido un terremoto y, en teoría, necesitará tiempo para que se
asiente sobre un nuevo equilibrio. Si no obstante, el PD y el PdL se sostuvieran el uno al otro,
tal vez con la muleta de Monti, el proceso sería sin duda mucho más rápido: nuevas elecciones
en breve plazo y triunfo de quien representa el nuevo ciclo político, es decir, del Movimiento 5
Estrellas. En estas horas, aunque no sea creyente, Beppe Grillo probablemente esté rezando
en la catedral de San Lorenzo de Génova para que se forme una “gran coalición” de los demás
partidos en su contra. El resultado supondría doblar sus votos en las próximas elecciones.
Fabrizio Tonello (1951) es profesor de Ciencia de la Opinión Pública en la Universidad de Padua. Especialista
además en la historia, instituciones y medios de comunicación norteamericanos, ha impartido también clases en las
universidades de Columbia (Nueva York) y Bolonia y en la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados
de Trieste.
Il Bo, Il Giornale dell´Università degli Studi di Padova, 26 de febrero
La última playa del PD: cambio, ahora o nunca
Ezio Mauro
Frente a la claridad, a la claridad de los resultados de ayer, creo que la primera cosa que es
justo hacer es decir la verdad. La verdad es que el PD se ha impuesto en los números, pero ha
perdido en el significado de las elecciones , se ha impuesto en los números y esto marca la
diferencia. Ciertamente tenemos ante los ojos, entre otras cosas, la distorsión que la ley
electoral provoca por partida doble: un partido que se impone por un 0,4% en la Cámara [de
Diputados], y que tiene un montón de escaños que le otorga la perversión de la ley electoral; y
en el Senado la distorsión regional buscada por el centroderecha para garantizarse la ventaja
competitiva del norte comporta una distorsión de los escaños respecto a los votos.
Pero no es esta la cuestión. Vamos a la substancia, vamos al significado: ¿por qué el PD ha
perdido, venciendo en los números, aun con un porcentaje escaso? ¿Por qué, después de
veinte años de berlusconismo y del fracaso del gobierno de Berlusconi –recordemos su salida
de escena, la merma de Berlusconi en la aprobación y la confianza, la pérdida de credibilidad
respecto al contexto internacional, a las cancillerías, a los mercados- la alternativa que era el
PD no ha sabido encajar nada de todo esto?
El PD se ha dejado por el camino cuatro millones de votos respecto a las pasadas elecciones.
Es verdad que había dos competidores más, pero también un Berlusconi mucho más debilitado
respecto al Berlusconi que había triunfado en las elecciones con una mayoría tan holgada.
Es verdad que Berlusconi ha perdido más, pero partía de un nivel tan bajo de aprobación, en el
estado de ánimo de su mismo partido, en el nivel de compatibilidad y gobernanza de su partido
que lo que ha conseguido es verdaderamente todo un milagro en el sentido de que ha
Italia. Dossier www.sinpermiso.info resucitado a un muerto.
Tenemos además el triunfo de Grillo, y las dos cosas están en todo caso ligadas: la
recuperación de Berlusconi, el seguir a la zaga del PD y el triunfo de Grillo forman parte de la
siembra, de la roturación que se ha llevado a cabo en estos años en el país. El terreno ha sido
arado, ha sido removido, ha sido sembrado, ha sido fertilizado, incluso ha nevado encima, y por
lo tanto el terreno era el adecuado para el desbarajuste que ha creado Grillo y también para la
siembra que ha hecho Berlusconi de una relación populista con la opinión pública. No querría
que esta palabra [“populista”] se convirtiese en un passe partout para esconder los significados
más profundos. Berlusconi ha sabido hablar a su opinión pública, la ha resucitado de algún
modo, con un muerto en la mano, que era su partido, lo ha vuelto a poner en estado de
caminar. Le ha dicho: “levántate y anda”, y la cosa ha funcionado.
El centroizquierda no ha sabido hablar a su gente. Ahora bien, aquí hay un dato que debemos
observar: algunos de los temas que ha blandido Grillo podrían haberse agitado con el lenguaje,
con el código, con las pinzas, con las tenazas propias de la izquierda. Grillo se ha puesto en un
lugar –para él era rentable electoralmente- que no es de derecha ni de izquierda; quien busca
la superación de derecha y de izquierda la puede encontrar en Grillo. Nosotros, personalmente,
nosotros, como periódico, quiero decir, en nuestro empeño, pensamos que derecha e izquierda
son dos opciones culturales, dos ideas de mundo y de país, de Italia muy diferentes entre sí,
que existen en todo el mundo y que se explican en la política, en los intereses legítimos de las
personas, se explican en la expresión de valores distintos.
Grillo es una superación de todo esto, pero algunos de los temas sobre los que Grillo ha
recogido una enorme aprobación, y en gran parte también en la izquierda, podrían ser temas
que la izquierda podría blandir legítimamente. Nosotros hemos dicho que es como si el PD se
hubiera sentado sobre el patrimonio de energía democrática que las primarias habían
suscitado.
Hasta ese punto, formidable…Bersani ha aceptado el desafío aun cuando los estatutos le
protegían, le daban la posibilidad de no poner en juego su liderazgo en las primarias y haber
aparecido automáticamente como candidato a la presidencia del Gobierno. Ha aceptado el
desafío y ha ganado las primarias, a caballo entre la fiesta de Navidad y Año Nuevo, y por ello
en un momento complicado para el escrutinio de la aprobación popular. Ha conseguido
también él movilizar a su gente.
Después, todo esto ha sido, como en la parábola de los talentos, enterrado, para que
permaneciese intacto, en el temor de que se disipase, y este miedo es un signo de
conservación. Y luego está el gran impulso de renovación, de cambio que Renzi ha puesto en
juego, y que era una energía positiva, que no ha convencido a todo el partido –Renzi no ha
vencido en las primarias, esto no hay que olvidarlo-, pero este impulso de cambio, en cualquier
caso, no se ha cultivado, no se ha acoplado, por parte del PD y del grupo dirigente del PD. Es
como si hubiera aparecido un reflejo de conservación, de autodefensa, de autotutela…La idea
del aparato ha prevalecido…Está claro que Bersani ha marcado una posición de
responsabilidad, no hay duda, la postura de Bersani en la campaña electoral era
probablemente la más responsable, pero no en el impulso de cambio, el empuje de renovación,
ese lanzar las velas al viento, ese poner viento en las banderas, que es lo que en política se
quiere cada tanto, porque ese viento es lo único que hace que se muevan las banderas de los
partidos.
Habíamos visto que de algún modo esas banderas se aquietaban en estas semanas y estos
meses. Lo que no hemos visto es la recuperación fuerte de Berlusconi, que estaba en parte
escondida en los pliegues de la opinión pública. También Grillo, lo hemos visto: yo pensaba
personalmente que Grillo llegaría al 22%. Pensábamos que le habían subestimado los sondeos
que le daban un 19 o 20%, y no había previsto yo que se convertiría en el primer partido, algo
que me ha pillado por sorpresa, lo que dice mucho de la situación de Italia.
Ahora no se trata de intentar acuerdos con Grillo, lo que Grillo llama “amaños”, no es esta la
cuestión. El problema consiste en desafiar, en competir positivamente con Grillo en algunos
temas de renovación del país, de pasar página -¡se puede, se puede!-, pero se puede hacer de
Italia. Dossier www.sinpermiso.info oposición de izquierda, no veo porque la izquierda ha de verse impedida a la hora de jugar la
carta del cambio, de la renovación, comenzando por sí misma, de poner verdaderamente en
juego todo: el liderazgo interno, la candidatura a premier del Gobierno, el juego abierto… y este
es un discurso que hay que hacer antes de la batalla naval de pensar qué sucede, por cuanto
lo que sucede, la situación…ayer mismo decían todos en televisión que la situación es
absolutamente confusa, los titulares de los periódicos hablan de “ingobernabilidad”…
¿Qué opciones son posibles? En la Cámara hay una mayoría neta gracias al predominio de
una ventaja pequeña, de un cuerpo, del 0,4% me parece, hay con todo una mayoría de
escaños. En el Senado no hay mayoría posible y, por lo tanto, no hay un gobierno de gran
acuerdo, que es lo que Berlusconi deja prefigurar en el discurso que ha hecho esta mañana en
el Canale 5. Si no, está el intento de llegar a un acuerdo con Grillo, que naturalmente
encontrará obstáculos en la temática europea, con el resultado de que el presidente del
Gobierno quedase bloqueado en todos los temas europeos, no podría acudir a la primera
cumbre europea que se celebrara, porque Italia se convertiría de inmediato en un país incapaz
de cumplir. O si no, elecciones, con los mercados que han reaccionado esta mañana. Se ha
visto con el destello de lo que era las primeras encuestas en las que recalcábamos la
posibilidad de una mayoría en la Cámara y el Senado,…No es que los mercados se hayan
enamorado de la izquierda, que es algo casi contra natura, es que los mercados buscan sólo
estabilidad, y la buscan tanto más en un país no creíble como Italia, en un país por naturaleza
inestable, incapaz de dotarse de un ordenamiento seguro. Ahora nos hacen pagar esta
inestabilidad. ¿Qué queremos hacer? ¿Entrar en otro periodo electoral? Corremos el riesgo de
que las elecciones sean la única salida posible si no se encuentra una vía de gobierno.
Pienso que Berlusconi jugará con alguna carta sorpresa, jugará con la candidatura de
Napolitano a la presidencia de la República, por ejemplo, como se confirma, buscando dar
pruebas de institucionalización, dar prueba de responsabilidad, dejando la pelota en medio del
campo, y pidiendo luego para él –como ha escrito Claudio Tito [redactor jefe de Política de La
Repubblica] hace dos meses- la presidencia del Senado, buscando de algún modo el acuerdo
con el PD determinando el programa, haciendo crecer desmesuradamente a Grillo en la
oposición, o si no, dejando que se forme un gobierno en minoría de aquello que en la Primera
República se llamaban “gobiernos en desbandada” sin mayoría preconstituida, con el derecho
a tenerlo agarrado por el cuello con dos dedos para jugar con él y dejarlo caer luego a placer,
algo por lo que el país no puede pasar, que no podría soportar.
Así que el camino pasa antes, pasa por un desafío de cambio, el verdadero desafío de estas
elecciones, si tenemos que encontrar una sola palabra: el desafío del cambio, de la
renovación…Es posible que la izquierda no quiera jugar esa carta. Berlusconi, en todo caso, ha
agotado su impulso de cambio. Ha jugado un campeonato aparte –es como para quitarse el
sombrero-, un campeonato para evitar que venciese la izquierda, y ese campeonato lo ha
ganado, lo ha ganado. Después se ha encontrado a un paso de ganar él mismo. Pero su
impulso de cambio se ha agotado en estos veinte años, es un impulso de conservación y de
prohibición en todo caso lo que puede poner en juego: el de decir al país: “no podéis prescindir
de mí”, de decirle a la sociedad política de algún modo: “no podéis prescindir de mí”. Y los
resultados le dan la razón. Pero la izquierda tiene entera por jugar la carta del cambio, si quiere
ponerla en juego…¿Cuándo? Si no es ahora ¿cuándo?
Ezio Mauro es director del diario italiano La Repubblica.
RepubblicaTV, 26 de febrero de 2013
Grillo™ for Dummies
Giuliano Santoro
Italia. Dossier www.sinpermiso.info Italia siempre ha tenido anomalías que, de diferentes maneras, han terminado infectando otros
países. Hace unos años, en el contexto de la crisis económica y de la crisis de la
representación política, en este país se empezó a difundir un partido populista liderado por un
cómico, que utiliza las redes y parte del lenguaje de los movimientos sociales para abrir una
brecha entre los electores que desconfían en los partidos tradicionales y que están
abandonados y aislados por el neoliberalismo. Es un fenómeno complejo que no queremos
liquidar con un eslogan. Sin embargo, aquì algunas razones para desconfiar de Beppe Grillo y
de su “Movimiento 5 Estrellas”.
1. La propiedad de la marca.
El Movimiento 5 Estrellas (Movimento 5 Stelle, M5S) fue fundado el 4 de octubre 2009 por el
cómico Beppe Grillo y por el empresario experto en web-marketing Gianroberto Casaleggio.
Cuatro años antes, basado en el éxito de los espectáculos de Grillo, surgieron los foros locales
de “Los Amigos de Beppe Grillo”, que utilizaron la plataforma de pago MeetUp. La manera de
funcionar de este movimiento está organizada por un reglamento escrito por Grillo y
Casaleggio, el llamado “No Estatuto” (Non Statuto). En el artículo 3 de este No Estatuto se
establece claramente la propiedad de la organización: “El nombre Movimiento 5 Estrellas es
una marca registrado a nombre de Beppe Grillo, que es el único titular de los derechos de uso
del mismo”.
2. Ausencia de democracia.
Desde la naturaleza de propiedad de la marca se llega a la estructura autoritaria del M5S. En
estos años, esta se ha mostrado de dos maneras. Primero, Grillo y Casaleggio trabajaron para
qué la pagina web www.beppegrillo.it fuera el único órgano de comunicación y organización de
su movimiento. Un órgano que permite a los lectores de intervenir únicamente escribiendo sus
comentarios contestando a los aportes, como un común sitio de información mainstream. El No
Estatuto, y después unas reglas dictadas por Grillo, establecieron que está prohibido abrir
sedes, construir herramientas comunicativas autónomas y participar en debates en televisión.
Por otra parte, los propietarios de la marca siempre evitaron que se pudieran haber realizado
asambleas nacionales del Movimiento. Quienes intentaron sacar adelante asambleas,
poniendo en relación varios territorios y debatiendo el tema de la organización, han sido
expulsados. La decisión sobre la expulsión la toma exclusivamente Grillo y su “personal” (que
no se sabe quien son) y realmente significa la prohibición de utilizar la marca, en una perfecta
lógica empresaria. Los que fueron purgados cuentan como recibieron un aviso legal, para que
no utilicen la marca del M5S, que es solo propiedad de Grillo.
3. La Red utilizada como si fuera la televisión.
Leyendo hasta aquí, alguien podría preguntarse como es posible que tanto autoritarismo puede
ser confundido con algo que tiene que ver con “democracia directa” o “democracia líquida”.
Para compréndelo, necesitamos ver el M5S en el contexto social y mediático en Italia. Beppe
Grillo tuvo éxito con su participación en los programas mainstream de la televisión en la noche
de lo sábados. Participó también en diversos anuncios publicitarios. En 1986, cuando obtuvo su
máxima notoriedad y el Partido Socialista lo atacó duramente por una broma sobre su
Secretario General Bettino Craxi, Grillo dejó de estar regularmente en la televisión y empezó a
una gira por todo el país con su espectáculo de teatro. En la década de los noventa, Grillo se
mantuvo en una situación de fama en los medios italianos gracias a una buena relación con
algunos programas de televisión (primeramente con “Stricia La Notizia”, el telediario cómico
inventado por Antonio Ricci – el primer autor de Grillo – que se emite todas las noches en
Telecinco, del grupo de canales de Silvio Berlusconi). En el 2004 se encontró con Casaleggio y
descubrió la web. Desde ese momento entra en la red reproduciendo el esquema vertical de la
televisión y utilizando plataformas de video on demand. Con Grillo, la televisión coloniza
Internet. Con él, millones de nuevos usuarios conocen internet en una manera ideológica y
dogmática. La hegemonía de la televisión, que caracteriza el corto ventennio de Berlusconi, se
muda al espacio web 2.0. La red se transforma en una máquina para construir consenso y
conformismo, en lugar de favorecer la participación y el intercambio entre diferentes sujetos.
Italia. Dossier www.sinpermiso.info 4. El liberalismo.
La base de la utilización de la Red por parte de Grillo tiene una visión fuertemente liberal: la red
para el cómico es el espacio donde se constituye la perfecta competencia entre las ideas,
donde se realizará la mejor asignación de los recursos y la justa redistribución de la riqueza, la
potenciación de “competencias” y el reconocimiento de la “meritocracia”. Todo esto, según la
ideología de Casaleggio, debería pasar sin conflicto social y sin relaciones de fuerza. Es lo que
Wu Ming 1, en un articulo del 2011, insertado en un contexto mas amplio ha llamado
“fetichismo digital” (http://www.wumingfoundation.com/giap/?p=5241).
5. La primacía de las elecciones.
Grillo ha puesto a disposición su fama, construida por medio de la televisión, en la red. La
fuerza de la representación puede llenar el vacío de la representación política. Esta enésima
anomalía explica que el Movimiento empezó con la idea de ir “mas allá de la representación”,
pero ha terminado legitimando la delegación, el mecanismo electoral, la confianza en el voto
como única herramienta para cambiar las cosas. Mirando las actividades y los debates del
M5S, puedes darte cuenta como todo en su interior está centrado casi totalmente con la
temática del voto y de las campañas electorales. Para quienes participan en el M5S, no se trata
de cambiar un sistema que no funciona, sino de sustituir a los gobernantes por “ciudadanos”,
los políticos de profesión por “personas normales”.
6. “Ni de derechas ni de izquierdas”.
Al inicio, más allá de las cuestiones organizativas y del estilo comunicativo, el M5S estaba
animado por temas principalmente “de izquierdas” como la ecología, la participación de los
ciudadanos o la lucha contra los abusos de la clase política. Muchas veces, sus militantes
utilizaban símbolos y lemas utilizados por los movimientos sociales globales, como la mascara
de Anonymous, las banderas contra el TAV en Val Susa o las imágenes de las calles de las
primaveras árabes o de las acampadas del Estado Español. Pero el M5S siempre se ha
definido “ni de derecha ni de izquierda”. No es una medida para tomar distancia de los partidos
mayoritarios, unificados en la adhesión a las políticas de austeridad. Los análisis del voto
demuestran que el M5S ha obtenido su boom electoral, en la primavera del 2012 en Sicilia,
recogiendo los votos de los electores de la derecha desilusionados por el partido empresa de
Berlusconi y el secesiónismo xenófobo de la Lega Nord. Esto sucede porque, en el nombre de
la representación de “todos los ciudadanos”, el M5S hace también suyos temas
tradicionalmente de derecha como la desconfianza hacia los migrantes, el rechazo de los
derechos de ciudadanía para los migrantes de segunda generación, la petición de la
restauración de la soberanía nacional, la protesta contra los impuestos y el gasto publico. En la
red hay imágenes de un diálogo entre un exponente de Casa Pound, organización neofascista,
y Beppe Grillo. “Los de Casa Pound quieren saber si tu eres antifascista” pregunta el militante
de extrema derecha. “Esto es un problema que no me compete”, contesta Grillo. Las
cuestiones importantes son otras, dice el socio de Casaleggio, así que uno de Casa Pound
podría ser parte sin problemas de este movimiento. No habría problemas: “Ustedes están aquí
igual que nosotros”.
Referencias:
Un #Grillo qualunque – WM2 intervista Giuliano Santoro [IT]
Beppe Grillo ou le populisme 2.0, par Giuliano Santoro et Wu Ming 2 [FR]
Giuliano Santoro es autor de “Un Grillo Qualunque. Il Movimento 5 Stelle e il populismo digitale nella crisi dei partiti
italiani” (Castelvecchi, edición actualizada al 2013).
Traducción por Dinamopress.
http://www.dinamopress.it/news/grillo-for-dummies/page-3?showall Italia. Dossier www.sinpermiso.info Selección y traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón
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