Diagnóstico Regional - SEREMI de Salud Región del Bío Bío

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Diagnóstico Regional - SEREMI de Salud Región del Bío Bío
Diagnósticos regionales de salud con enfoque de Determinantes Sociales de la Salud
DIAGNÓSTICO REGIONAL
REGIÓN DEL BIOBÍO
I. LA REGIÓN DEL BIOBÍO Y SUS PRINCIPALES DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD
1. Antecedentes demográficos
La Región del Biobío se encuentra en la zona centro sur del país, con una superficie de 37.068 km 2, lo que
corresponde al 4,9% de la superficie nacional1. Para el año 2009 el INE estima una proyección poblacional de
2.022.995 habitantes, lo que corresponde al 11,9% de la población del país, y la sitúa a nivel nacional como la
segunda región en tamaño poblacional2. De las 54 comunas de la región, 6 concentran el 49% de la población:
Concepción, Los Ángeles, Chillán, Talcahuano, Chiguayante y Coronel2. La densidad poblacional corresponde a 54,6
habitantes por Km2, indicador que en la región Metropolitana es de 442,4 (la mayor densidad regional), mientras que
en el país llega a 22,43. La región tiene algunas de las comunas con mayor densidad del país: Talcahuano 1.860,
Chiguayante 1.614 y Hualpén 1.610 hbtes/km2. Respecto al año 2002 la densidad poblacional aumentó un 8,8% en la
región y un 12% en el país3. El 16,7% de la población regional y el 13,1% de la nacional residen en zonas rurales. La
mayor ruralidad está en la región del Maule con 32,9% y la menor en Antofagasta con 2,5%2. En las comunas de la
región, la ruralidad llega a 91,5% en Ñiquén, 82,6% en Alto Biobío y 78,7% en Ranquil, 42 de las 54 comunas de la
región presentan mayor ruralidad que el país4.
La composición de la población según sexo se traduce en un Índice de Masculinidad (IM) de 97,2 hombres por cada
100 mujeres, siendo 98 para el país. Al interior de la región hay comunas con IM extremadamente altos, como Alto
Biobío (226,7) y San Fabián (118,4) y Cobquecura (117,9)5. La distribución según grandes grupos de edad es similar a
la observada a nivel nacional: 22,9% de población menor de 15 años, 68% de 15 a 64 años y 9% de 65 años y más 5.
Las comunas con mayor porcentaje de población menor de 15 años son: Tirúa (28,9%), Chillán Viejo (27,7%) y Los
Álamos (27,1%)5. Las comunas con mayor porcentaje de adultos mayores son: Quilaco (15,9%), Ranquil (14,4%) y
Cobquecura (13,9%)5. El Índice de vejez regional, de 39,5%, levemente mayor al nacional, revela una población
envejecida; el mayor índice se observa en la región de Valparaíso 48% y el menor en Tarapacá 24,5%5. La
composición por sexo y edad en el grupo de 65 años y más, evidencia un mayor envejecimiento en la población
regional femenina: 9,8% v/s 8,0% en población masculina5.
El 3,9% de la población regional afirma pertenecer a un pueblo originario4, a nivel país este porcentaje asciende a
6,6%. Los valores extremos se observan en Araucanía con 27,7% y O’Higgins con 1,3%. Al interior de la región hay
comunas con muy alto porcentaje de población étnica: como Alto Biobío con un 71% y Tirúa con un 39,9%. En la
provincia de Biobío el 98% de las personas que dicen pertenecer a un pueblo originario se considera mapuche 4.
La tasa de crecimiento exponencial en el país –para el período 2005-2010- fue de 10 por 1.000 habitantes; en la
región fue de 6,7 por 1.000 personas y esto la ubica como una de las regiones con menor crecimiento6. La región de
Iquique registra la mayor tasa de crecimiento exponencial, de 24 por 1.000, mientras que Arica y Parinacota presenta
un decrecimiento de –3,9%.
La tasa general de fecundidad en la región es de 51,2 por 1.000 mujeres de 15 a 49 años, dato que para el país es de
55,6. La tasa de fecundidad en mujeres de 15 a 19 años de la región (48,7) es la más baja del país, mientras que el
promedio a nivel país es de 53,4. La tasa global de fecundidad para la región es de 1,8 similar a la nacional de 1,9 7.
2. Principales determinantes sociales de la salud
2.1. Determinantes de carácter estructural
En el año 2007 el 22% del gasto público regional correspondió a salud, lo que significó $115.548 por habitante8. Al
comparar entre regiones, Biobío se ubica en la sexta posición nacional, en orden descendente, en gasto destinado a
salud.
La región presenta un Índice de Vulnerabilidad y Condiciones de Vida Total (IVT: 0 peor situación, 1 la mejor) de
0,724, ubicándose como la cuarta región con mayor vulnerabilidad del país 9. 43 comunas están bajo el valor regional;
la comuna de Ninhue presenta el IVT más bajo, 0,6037 y Chiguayante el más alto, 0,776. Dentro de los componentes
de este índice el mejor puntaje corresponde a ocupación: 0,8693 y el menor a ingresos: 0,4618, donde la región ocupa
el segundo peor lugar del país. Por otro lado el Índice de Inequidad Territorial de Género (IDG: 0 mayor inequidad
mujer/hombre, 1 menor inequidad) para la región es de 0,80210, ubicándose en el peor tercio del nivel país.
Observando la situación por comunas, sólo 6 de ellas están sobre el valor regional, la comuna de Alto Biobío muestra
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el IDG más bajo: 0,697. Dentro de sus componentes: familia y empleo evidencian la mayor inequidad, con 0,480 y
0,590 respectivamente. Por otro lado los componentes educación, pobreza y salud, con valores cercanos a 1,
muestran que en esos ámbitos no existe gran inequidad de género.
El promedio de ingreso monetario total (IMT) para la región fue $458.360, cifra bajo el promedio nacional ($620.476) y
muy por debajo de la región Metropolitana, que presenta el IMT más alto del país, con $799.6684. La región está entre
los cuatro IMT más bajos del país. Al observar por comunas, 45 de éstas no alcanzan el promedio regional y sólo 2 de
ellas superan el nacional4.
La población urbana tiene un IMT 1,7 veces mayor que la población rural, siendo esta brecha la mayor de todo el
país4. La población que no se declara perteneciente a alguna etnia tiene 1,4 veces mayor IMT que la población que
declara pertenecer a algún pueblo originario4, es interesante destacar que esta brecha es menor que la observada
entre población urbana y rural. El quintil de mayor ingreso tiene un IMT casi 11 veces mayor que el quintil de menores
ingresos4, a su vez el Coeficiente de Gini para el IMT es de 0,514, vale decir, evidencia una gran inequidad en la
distribución del ingreso monetario al interior de la población regional.
La misma fuente muestra que el 20,7% de la población regional vive en situación de pobreza, la más pobre del país 4.
35 comunas superan el porcentaje de pobreza regional. No existe diferencia importante entre los niveles de pobreza
urbana y rural, 20,9 y 19,4% respectivamente, sin embargo, sí existe una importante brecha según pertenencia o no a
una etnia: quienes declaran pertenecer a etnia tienen 1,5 veces mayor pobreza que quienes no pertenecen4. Según
grupos de edad la pobreza es mayor en los menores de 15 años (30,7%) disminuyendo hasta los adultos mayores que
presentan un 10,8%4.
En la región el alfabetismo en mayores de 14 años es de 94,1%, bajo el promedio nacional de 96,1%4; se observa una
brecha de 9,8 puntos porcentuales entre el alfabetismo de la población urbana y rural, mientras que la brecha según
pertenencia o no a alguna etnia es de solo -2,4 puntos4. El promedio de años de escolaridad en la región es de 9,7
años, 45 comunas se encuentran bajo esta cifra, siendo Alto Biobío la que muestra el valor más bajo, 6,1 años, y sólo
7 comunas se posicionan sobre el promedio nacional (10,1 años)4. La diferencia entre hombres y mujeres es de solo
0,3 años. El quintil de mayor ingreso en la región tiene en promedio 4,9 años más de escolaridad que el quintil más
pobre, a nivel país esta diferencia es similar4. La cobertura de educación media en la región es de 94,4%, luego, en
educación superior, desciende a 40,2%, cifras levemente superiores a las nacionales4.
2.2. Determinantes de carácter intermedio
En relación a los determinantes intermediarios referidos a las condiciones de vida de las personas, los hogares de la
región con nivel de saneamiento deficitario llegan a 13%, cifra mayor a la observada a nivel nacional (8,7%) 4. En
zonas rurales se eleva a 54,1% (Alto Biobío 72,1% y Ninhue 59,1%)4. Esta variable presenta una clara gradiente
según quintiles de ingreso: 27,7% en quintil I y 2,5% en quintil V4. Según ENCAVI 2006 la región se sitúa como la
tercera con mayor percepción de microbasurales en su barrio (36,8% de percepción en la población)11.
En relación a las condiciones de trabajo 21,8% de las personas ocupadas trabaja por cuenta propia y 68,4% son
asalariados12. 21,1% de los asalariados señala no tener contrato4, porcentaje que sube a 32,8% en áreas rurales (el
más alto del país). Las comunas con los más altos porcentajes de asalariados sin contrato son: 61,4% en San Ignacio,
49,1% en Coihueco y 48,7% en El Carmen. El porcentaje de hombres asalariados sin contrato es de 18,2%, en
mujeres este valor se eleva a 26,2%. El 37,8% de la población activa (15-64 años) no cotiza, cifra mayor a la nacional
(35,3%), y que al interior de la región llega hasta 74,1% en El Carmen, 71,4% en San Ignacio y 68,2% en Tirúa4.
Las áreas de actividad económica que concentran el 84% de la población ocupada de la región en el último trimestre
del año 2008 son: servicios sociales (27,5%), comercio (18,9%), agricultura/ pesca (14%), industria/ manufactura
(13,8%) y construcción (9,5%)12. El porcentaje de trabajadores que labora más de 8 horas diarias en la región es de
34,3%, a nivel urbano este valor sube a 37,3% y a nivel rural es de 17,2%, en los tres casos los porcentajes
corresponden a los más bajos del país. En los hombres este porcentaje es de 38,8% y en mujeres 24%11.
En lo relativo a aspectos conductuales y estilos de vida en la región el consumo de tabaco (10) es mayor en hombres,
(42,2 v/s 30,4 en mujeres) y es el más alto en el grupo de 20-44 años, con prevalencia de consumo en último mes de
46,5%. Se observa, además, una gradiente de consumo en hogares según nivel de ingresos, siendo más alto el
consumo en hogares con mayores ingresos (32,0% en el primer grupo I v/s 45,5% en el cuarto grupo y 41,2 en el
quintil V). La mayor parte de estas cifras de consumo son más bajas que las observadas a nivel nacional11. En
relación al consumo de alcohol la región presenta cifras de bebedores problema por sobre el nivel nacional, ocupa el
tercer lugar del país en población general, con 19,4% de bebedores problema, el cuarto lugar en hombres (29,7%) y el
segundo lugar en mujeres (9,6%). Se observa un aumento de bebedores problema al incrementarse la edad, siendo
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más alto entre los 20 y 44 años, con 23,7%. Es importante destacar que a temprana edad, 15 a 19 años, los
bebedores problema son ya un 11,5% del total11.
Se registra un consumo año de marihuana de 4,2% en población total, aumentando a 6,8% en hombres y llegando
sólo a 1,7% en mujeres. En el grupo de 12-19 años el consumo año es de 5,5%. Todas estas son cifras menores a las
registradas a nivel país13. El consumo de pasta base año es de 0,5% en población total, 0,8% en hombres y 0,3%
mujeres, todas cifras menores a las nacionales, sin embargo, el consumo de pasta base en el grupo de 12-19 años,
de 0,7% en la región, es mayor al nacional (0,4%)13. El consumo año de cocaína es menor que a nivel país, 0,7 v/s
1,8%13. El 87,5% de la población regional es sedentaria, valor más alto en mujeres que en hombres y con cifras
menores a la nacionales. Se observa una gradiente de menor sedentarismo a mejor quintil de ingresos, sin embargo,
el mayor quintil sigue presentando muy altos porcentajes de sedentarismo: 81,1%. El grupo de 15-19 años es el que
presenta menor sedentarismo: 77%11. La edad de iniciación sexual es 18,6 años, levemente superior al nivel país
(18,1), mayor en mujeres (20,1) que en hombres (17,0)11. Solo el 52,1% de la población sexualmente activa usa algún
método no natural para prevenir embarazo11. En el grupo de 15-19 años el 41% se declara sexualmente activo y, de
ellos, el 67,5% usa algún método para prevenir embarazo y sólo 14% afirma usar siempre condón11. El porcentaje de
embarazadas en control en el sistema de salud público menores de 15 años en la región es de 0,9%, similar al
nacional; sin embargo, hay comunas como: Bulnes, Curanilahue y Hualqui cuyo porcentaje se triplica (2,8%) 14. El
porcentaje de lactancia materna exclusiva a los 6 meses es de 51,7%, superior al nacional de 49,1%14. En la región un
23% de los menores de 6 años en control en el sistema público tiene sobrepeso y 10,1% obesidad, cifras que
aumentan a 30% de sobrepeso en las comunas de Tucapel y Cobquecura; y 13% de obesidad en Quilaco, Lebu y
Tirúa14.
Respecto a aspectos psicosociales la región presenta la más alta tasa de participación en organizaciones sociales del
país, con 59,2% en población general11. La región tiene una muy elevada tasa de denuncias por violencia intrafamiliar,
785,1 denuncias cada 100 mil habitantes, mayor a la nacional de 677 15. Así también, el porcentaje de hogares
victimizados es de 38,1%, mayor al nacional de 35,3%16. Un 59,9% de las personas afirma contar siempre o casi
siempre con alguien en quien confiar y acudir en caso de emergencia 11, y un 26,6% de las personas afirma sentirse
angustiado, nervioso o estresado siempre o casi siempre11.
2.3. Sistema de Salud
La región concentra el 14,4% del total de establecimientos de salud públicos del país (la mayor concentración está en
la región metropolitana con un 17,5%); la población rural dispone de 0,5 establecimientos por mil habitantes valor
similar a lo observado en el país17. Existen 7,4 médicos por 10 mil habitantes (como referencia la Araucanía tiene 1,8 y
la región de Aysén 13,3)18. La disponibilidad de pabellones quirúrgicos es de un 11,9% del total del país, sólo
superada por la región Metropolitana que concentra el 35,4%; mientras que la disponibilidad de pabellones por cada
mil habitantes en la región (119,6) es inferior a lo observado en el país (126,7) y a lo observado en la región de Aysén,
donde se encuentra la mayor disponibilidad (361,3)19.
El 66,3% de la población regional es beneficiaria de FONASA, menor a lo registrado a nivel nacional (74,5%), y el 15%
de esta población pertenece al tramo A de FONASA, sólo superada por la región de la Araucanía que concentra un
18%, siendo de 12,2% a nivel país20.
El 51,2% de las mujeres de 15 a 64 años de la región afirma haberse hecho el PAP en los últimos 3 años, la cobertura
más alta se observa en la región de Magallanes con 56,2%. Esta cobertura mejora en la población de 25 a 64 años,
donde alcanza un 63,1%, igualando la cobertura nacional, pero manteniendo la brecha con la región de Los Ríos que
presenta un 67,1%4.
La población menor de 6 años en control en el sistema público representa un 77,4%, superior a lo observado a nivel
nacional (69,1%) pero muy por debajo de los niños bajo control en la región del Maule (90,3%)14. La región presenta la
cobertura más alta en el control de personas de 65 años y más, con un 55,0%, superior a lo observado en el país que
es de 44,8%14.
II. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE SALUD DE LA REGIÓN
En el trienio 2004 – 2006 la esperanza de vida al nacer de la Región del Bíobío se estima en 77,03 años, ubicándose
en el décimo segundo lugar nacional, con diferencias de -2,32 años respecto a la esperanza de vida más alta y sólo
de 0,07 años en relación a la esperanza de vida más baja del país. La evolución temporal de la esperanza de vida al
nacer indica un aumento de 1,43 y 0,33 años al compararse el período 2004 – 2006 con los trienios 1998 – 2000 y
2001 – 2003, respectivamente21.
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Otro indicador es la mortalidad infantil (MI), donde la tasa regional ajustada del trienio 2004 – 2006 llega a 9,2 muertes
por 1.000 nacidos vivos (NV), ubicándose en la sexta posición más alta de mortalidad infantil a nivel nacional, con
diferencias de 1,0 muertes respecto a la tasa nacional y de 3,1
INDICADORES DE SALUD TRIENIO 2004 - 2006
Mejor
muertes por 1.000 NV sobre la tasa más baja del país. En el tiempo
INDICADORES
Región
País
región
la región siempre ha mantenido tasas de MI superiores a las
77,03
78,09
79,35
nacionales, presentando un descenso de –2,4 muertes al EV nacer
EV a los 20 años
58,05
59,10
60,36
compararse el trienio 2004 – 2006 con el período 1998 – 2000
9,2
8,4
6,1
(tasa de 11,6) y de -0,1 en relación al trienio 2001 – 2003 (tasa de Mortalidad infantil
Mortalidad general
544
528
472
9,3)22.
La mortalidad general en el trienio 2004–2006 fue
de 544 muertes por 100 mil habitantes, superando
en 16 muertes por 100 mil habitantes a la tasa
nacional y en 73 muertes a la región de Coquimbo,
que presenta la más baja del país22. La evolución
temporal de la mortalidad entre los trienios 1998–
2000 y 2004–2006 muestra una disminución de la
tasa ajustada de 95 muertes por 100 mil habitantes,
lo que corresponde a una reducción de un 14,9%.
El análisis comparativo de la mortalidad general
durante el período 2004–2006 muestra una razón
de tasas respecto al país de 1,03 y de 1,15 en
relación a la Región de Coquimbo, es decir, quienes
viven en la región del Biobío tienen un 3% de
exceso de mortalidad respecto a la población del país y un 13,3% en relación a la población de la Región de
Coquimbo.
En el trienio 2004-2006, la tasa ajustada de mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV) es de 157 por 100
mil, superando la tasa de mortalidad por tumores (130 por 100 mil). En las ECV la tasa por enfermedad
cerebrovascular y de enfermedad isquémica del corazón llegan a 58 y 49 muertes por 100 mil, respectivamente 22.
En relación a las enfermedades del sistema circulatorio la región supera en 8 muertes por 100 mil habitantes a la
mortalidad país y en 30 muertes a la mortalidad de la región con la tasa más baja (Arica y Parinacota) 22, lo que se
traduce en un 5,2% de exceso de mortalidad por estas causas respecto al país y un 19,1% respecto a Arica y
Parinacota. La Enfermedad Cerebrovascular presenta un exceso de mortalidad de 17,9% respecto al país (ubicándose
como la segunda región con mayor exceso de mortalidad por enfermedad cerebrovascular). En relación a la
mortalidad por enfermedad isquémica del corazón la región tiene una mortalidad similar al país, sin embargo, presenta
15 muertes más por cada 100 mil habitantes que la región con la tasa más baja, Atacama22. La mortalidad por tumores
(130) es similar a la nacional (131), y supera en 7 muertes por 100 mil habitantes a la región con menor tasa,
Tarapacá (123)22. La mortalidad regional por traumatismos supera en 8 muertes por 100 mil a la nacional (47) y en 19
muertes a la región con tasa más baja, Coquimbo (36) 22. La región presenta un exceso de mortalidad por
traumatismos de 14,5% respecto al país y de 34,1% respecto a la Región de Coquimbo. En relación a la mortalidad
por accidentes de tránsito, la región registra un exceso de mortalidad de 16,9% respecto al país; es decir, los
habitantes de la región tienen 1,2 veces el riesgo de morir por accidentes de transito de la población del país 22.
En el análisis de la situación de salud según sexo se observa que la esperanza de vida al nacer del período
20042006 presenta una brecha de 6,50 años entre hombres y mujeres, brecha que disminuyó sólo 0,06 años respecto del
trienio 1998-2000, ubicándose en la séptima posición más alta del país. En relación a la esperanza de vida nacional,
los hombres y mujeres presentan la quinta y cuarta tasa más baja a nivel nacional21.
Las tasas de mortalidad general ajustadas tanto en hombres como mujeres para el trienio 2004-2006 superan la tasa
nacional diferenciada por sexo, encontrándose entre las tasas más altas del país; 594 por 100 mil en hombres y 496
por 100 mil en mujeres22, obteniéndo una razón de tasas de 1,20 lo que indica que los hombres de la región tienen 1,2
veces más riesgo de morir que las mujeres22. Ambas tasas han disminuido desde el trienio 1998-2000: 13,7% las
mujeres y 15,7% los hombres. En el trienio 2004–2006 las tasas ajustadas de mortalidad de hombres superan a las de
mujeres en todos los grupos de causas analizados: enfermedades cardiovasculares, tumores y traumatismos. La
mortalidad por enfermedades cardiovasculares en hombres es 6 muertes por 100 mil más alta que en mujeres
(diferencia similar a la observada a nivel nacional)22, con un exceso de mortalidad por esta causa de 3,74% en los
hombres, porcentaje levemente inferior al registrado en el país, donde el exceso de mortalidad es de 5,6%. La
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mortalidad por accidente cerebrovascular es similar en hombres (58 por 100 mil) y mujeres (57 por 100 mil) 22. En
cambio la mortalidad por enfermedad isquémica en hombres supera en 16 muertes por 100 mil habitantes a la
mortalidad de mujeres (brecha similar a la observada a nivel nacional)22, por lo que los hombres de la región
presentan un 27,7% de exceso de mortalidad por esta causa respecto a las mujeres. La brecha regional en mortalidad
por tumores es de 5 muertes por 100 mil más alta en hombres que en mujeres22, lo que se traduce en un 4,1% de
exceso de mortalidad en los hombres, siendo esta brecha mayor a nivel nacional (11 muertes por 100 mil). La
mortalidad por traumatismos en hombres supera en 73 muertes por 100 mil a la de las mujeres22, esto es un 79,7% de
exceso de mortalidad en los hombres por sobre las mujeres, esta brecha es mayor a la observada a nivel nacional (57
muertes por 100 mil). La mortalidad por accidentes de tránsito es 25 muertes por 100 mil mas alta en hombres que en
mujeres22, esta brecha es la tercera más alta a nivel nacional y representa un 83,2% de exceso de mortalidad en los
hombres por esta causa.
Complementariamente, puede señalarse que la brecha de Años de Vida Perdidos Prematuramente (AVPP) entre
hombres y mujeres es de 49,3 por 1.000 personas de cada sexo en el trienio 2004-2006, cifra que ha disminuido
desde 58,0 AVPP respecto al trienio 1998-2000,manteniéndose siempre una mayor mortalidad prematura en
hombres21.
Una segunda perspectiva de análisis se refiere a las
inequidades observadas en relación a la escolaridad. Al
revisar la mortalidad infantil (MI) según escolaridad de la
madre se aprecia una gradiente, disminuyendo la tasa
de MI al aumentar los años de escolaridad de la madre.
En el trienio 2004–2006 esta gradiente muestra una
brecha de 6 muertes por 1.000 nacidos vivos al
comparar los grupos de madres de menor (0 a 8 años) y
mayor (13 y más años) escolaridad22. La razón de tasas de MI entre estos grupos es de 1,98 lo que indica que los
nacidos de madres con menor escolaridad tienen 1,98 veces el riesgo de morir durante el primer año de vida de
aquellos hijos de mujeres con 13 o más años de escolaridad. Al comparar estas cifras con el país, se observa que la
brecha regional es superior a la nacional (5,5), con razón de tasas similares. La región ocupa la séptima posición
nacional más alta en la brecha de MI según escolaridad. Temporalmente se observa una disminución de la brecha
respecto al trienio 1998–2000, en 2 muertes por 1.000 NV22.
INDICADORES 2004-2008
EV nacer
Tasa AVPP (por mil)
Mortalidad general (por 100 mil)
Mort. Por tumores (por 100 mil)
Mort. Por Enf. Cardiovasculares
Mort. Por traumatismos
Mort. Por Enf. Isquémica
Mort. Por enfermedad cerebrovascular
Mort. Por accidentes de tránsito
Hombres
73,84
106,2
594
132
160
92
57
58
29
Mujeres
80,34
56,9
496
127
154
19
41
57
5
Por otro lado, al comparar la esperanza de vida a los 20 años según escolaridad, en el periodo 2004–2006, la región
tiene una brecha de 8,56 años de vida entre quienes tienen 13 años y más y quienes tienen hasta 8 años de estudio
(con EV temporarias de 63,2 y 54,6 años, respectivamente), que resulta inferior que la brecha nacional (10,72) 21. La
brecha regional de EV a los 20 años según nivel educacional es mucho mayor en hombres (11,93) que en mujeres
(5,05). En cuanto a su evolución temporal se observa un leve aumento de la brecha respecto al trienio 1998-2000
donde era de 8,48 años, aumentando para el trienio 2004–2006 a 8,56. Al considerar conjuntamente las inequidades
por escolaridad en la MI y la EV temporaria, se generó un Índice de Equidad en Salud para el decenio 1997–2006, que
va de 0 (completa inequidad) a 1 (completa equidad), en el cual la región se ubica en la sexta posición nacional más
alta con un índice de 0,6890, siendo la región de Coquimbo la que presenta la mayor equidad con un índice de 0,7530
y la Región de Tarapacá la más baja con 0,533023.
III. COMPARACIONES Y PROFUNDIZACIÓN DE PROBLEMAS DE SALUD REGIONAL
1. Síntesis comparativa de la situación de salud regional
Desde una perspectiva comparativa, la región del Biobío presenta una situación de salud más deteriorada que el resto
de las regiones del país. Dentro de los 20 indicadores de daño analizados, en 8 la región se encuentra en el peor
tercio, estos indicadores son: consumo de alcohol (19,4% de bebedores problema) 11, percepción de depresión
(24,3%)11, porcentaje de discapacitados (15,1%)24, nivel de satisfacción en materia de salud (nota promedio 5,2) 11,
mortalidad infantil (9,2 por mil NV)22, tasa de ingresos de niños de 0 a 4 años a las salas IRA (16,3%) 25. La tasa de
mortalidad por enfermedad cerebrovascular ocupa el segundo lugar a nivel nacional y es la primera causa específica
de muerte en la región, a diferencia de lo que ocurre a nivel país donde es el infarto agudo al miocardio. La esperanza
de vida al nacer es la cuarta más baja del país21.
En el tercio medio, en relación al resto de las regiones del país, Biobío presenta 7 indicadores: nota promedio de
bienestar mental (5,4, igual a la nota país)11, malnutrición por exceso en menores de 6 años en control en el sistema
público (22%, similar al país)14, mortalidad por enfermedad isquémica (49 por 100 mil, similar a la tasa país) 22,
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mortalidad general, mortalidad por enfermedades cardiovasculares, mortalidad por traumatismos y mortalidad por
accidentes de tránsito (544,157, 55 y 17 por 100 mil, respectivamente, tasas más elevadas que las del país) 22.
En 5 indicadores la región se sitúa en el mejor tercio, estos indicadores son: mortalidad materna (14,4 por mil NV,
más baja que la tasa país)26, mortalidad por tumores (130 por 100 mil, similar al país)22, tasa observada accidentes
laborales fatales (8,6 por 100 mil, más alta que la tasa país de 7,8) 27, notificaciones por TBC (18,4 x 100 mil)28 y
notificaciones acumuladas por VIH (31,5 x 100 mil)29.
2. Análisis de problemas de salud específicos de la región
2.2. Mortalidad por accidente cerebrovascular
En la región existe una alta mortalidad por accidente cerebrovascular (58 muertes por 100 mil habitantes)22 que, como
se ha señalado, representa la primera causa específica de muerte en población general y por sexo. Excede en un
21,8% al promedio país y en 47,7% a la región con la tasa de mortalidad más baja. Al contrario de lo que sucede en el
nivel país, en la región del Biobío la tasa es ligeramente mayor en hombres que en mujeres (58 y 57 por 100 mil
respectivamente), sin embargo, en ambos sexos las tasas de mortalidad por ACV son superiores a las nacionales: en
12 muertes adicionales por cada 100 mil en hombres y 8 en mujeres. La evolución temporal de la mortalidad por ACV
evidencia una disminución progresiva, reduciendo 18 muertes por 100 mil habitantes entre los trienios 1998-2000 y
2004-2006; a nivel nacional también se observa esta disminución, aunque en menor magnitud. Al interior de la región,
la provincia de Ñuble destaca con una tasa de mortalidad de 76,0 por 100 mil, concentrando el 30% de la mortalidad
total regional por esta causa, la provincia que le sigue es Biobío con una tasa de 59,2.
En la región los resultados del Programa de Salud Cardiovascular, a diciembre de 2007, muestran que solo el 46% de
las personas en control por hipertensión arterial alcanzan normotensión, el 35% de las personas en control por
diabetes mellitus logran niveles adecuados, según norma, de hemoglobina glicosilada y solo el 31% de quienes están
en control por hipercolesterolemia logran bajar sus niveles de colesterol total a menos de 200 mg/dl. Considerando
que el 80% de quienes ingresan al programa presentan riesgo cardiovascular alto o máximo, es necesario reflexionar
sobre la efectividad del control de factores de riesgo para ACV30.
El ACV está estrechamente relacionado con los niveles de pobreza y la región del Biobío es la que presenta los mas
altos índices de personas en situación de pobreza del país4, así también se ubica en el tercio de regiones con mayor
nivel de indigencia y de hogares pobres. La región presenta también un alto porcentaje de ruralidad, y en población
rural los niveles de ingreso monetario son significativamente menores que en población urbana. La provincia de Ñuble
es la que concentra el mayor porcentaje de población rural de la región, con comunas que llegan a 91,5% de
ruralidad2. La región presenta, además, una alta proporción de población que se considera parte de alguna etnia, en
quienes los niveles de pobreza son mayores que en la población no étnica.
Otro determinante social relacionado con pobreza es educación, donde la región presenta indicadores bajo la media
nacional (analfabetismo de 5,9% y promedio de años de escolaridad de 9,7)4. Los altos niveles de pobreza, que no se
han reducido significativamente según la última encuesta CASEN 200931, la alta ruralidad, acompañada de bajos
niveles de ingreso, la dificultad de acceso debido a la lejanía de las zonas más rurales de toda la región, los escasos
logros en el control de los factores de riesgo en quienes están diagnosticados y que pertenecen al Programa de Salud
Cardiovascular, así como la alta prevalencia de inactividad física, consumo de alcohol en población general, de
sobrepeso y obesidad en menores de 6 años, contribuyen a que la región del Biobío presente una de las tasas más
altas de mortalidad por ACV del país.
El terremoto que afectó a la región en febrero de 2010 generó en la población, especialmente en el borde costero, una
situación de mayor estrés y vulnerabilidad, manifestándose en mayor deterioro de salud mental, dificultad en el acceso
a atención y control por factores de riesgo de ACV. Es una realidad que los niveles de pobreza y cesantía han
aumentado y que las condiciones de vivienda se han visto seriamente deterioradas. Adicionalmente, los
establecimientos hospitalarios redujeron su capacidad de atención y disminuyeron el número de camas críticas debido
a daños estructurales, lo que podría incidir en la atención adecuada a quienes sufren un ACV.
2.2. Consumo problemático de alcohol
El alcohol constituye uno de los mayores problemas de salud pública en la región del Biobío, como ya se ha señalado,
el porcentaje de bebedores problema es de 19,4%11 y se ubica en el peor tercio en comparación con el resto de las
regiones del país, después de Araucanía y Maule. La proporción de bebedores problema en población general
disminuyó en 3 puntos respecto al año 2000; en los hombres disminuyó 7, pero en las mujeres aumentó en 6
puntos11. La dependencia al alcohol constituye la cuarta causa de AVISA en ambos sexos y la segunda en hombres a
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nivel país; en el grupo de 20 a 44 años ocupa el tercer lugar. En mortalidad asociada al consumo de alcohol la
provincia de Ñuble aparece con la mayor tasa de la región (26,2 por 100 mil habitantes), superando a la tasa regional
de 6 muertes por 100 mil habitantes.
De acuerdo a datos regionales la prevalencia del consumo de alcohol ha aumentado significativamente desde el año
1994 (33,8%) al 2002 (53,2%), en 19 puntos porcentuales. El abuso de alcohol afecta cuatro veces más a los hombres
que a las mujeres (19,6% y 4,9% respectivamente), siendo los grupos de 12-18 y 19-25 quiénes concentran el mayor
nivel de abuso (24,5% y 18,4 respectivamente).
La prevalencia de bebedor problema es mayor en hombres que en mujeres, con una brecha de 20 puntos
porcentuales. Según grupo etáreo, ésta se concentra entre los 20-44 años (23,7%) seguido del grupo de 45-64 años
(21,9%). Se observa una gradiente de consumo según quintil de ingreso, aumentando el consumo al disminuir los
ingresos11.
Contribuyen a esta situación la alta concentración de pobreza (20,7%), indigencia (5,2%), desocupación (7,9%) e
inestabilidad laboral (35,1%)4, que se adicionan a una baja percepción del nivel de salud y un alto porcentaje en
síntomas depresivos, todas estas variables situadas en el peor tercio en comparación con el resto de las regiones del
país. Se suma a esta problemática la producción vitivinícola desarrollada en la provincia de Ñuble, en la zona del
secano costero, cuya producción artesanal es de menor calidad y menor precio, lo que favorece el acceso al alcohol a
sectores de menores ingresos. Esta oferta se asocia a expendio clandestino de alcohol.
IV. SITUACION DE SALUD REGIONAL DESDE UNA
PERSPECTIVA TERRITORIAL
La situación de salud regional también puede ser analizada
desde una perspectiva territorial, orientada a identificar las
similitudes y diferencias que se registran entre las distintas
comunas que integran la región. Un primer indicador a
considerar es la esperanza de vida al naceri que en el
decenio 1997-2006 se estima en 74,7 años variando de 80,3
en la comuna de Chillán Viejo a 66,8 en Alto Biobío32. En el
mapa se divide a las 54 comunas de la región en cuartiles
según su EVN. En el cuartil con menor EVN (66,8 – 73,8
años) se ubican 14 comunas, 9 de ellas pertenecientes a la
provincia de Ñuble, dos a Concepción, dos a Biobío (donde
está Alto Biobío con la EVN más baja) y una a Arauco. En el
otro extremo, en el cuartil con las más altas EVN (75,7 –
80,3 años) se ubican 14 comunas: 5 de ellas pertenecientes
a la provincia de Concepción, cuatro a Biobío, cuatro a
Ñuble (donde está la comuna de Chillán Viejo con la mayor
EVN de la región, con 13,5 años de brecha en relación a la
comuna con más baja EVN), y una a Arauco32.
i Para analizar la situación a nivel comunal todos los cálculos se realizaron para el decenio 1997-2006, recalculando las tasas nacionales y regionales, por
lo cual éstas difieren de los datos trienales presentados en los capítulos anteriores.
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Otro análisis relevante para la situación regional se refiere a las
inequidades de salud, para lo cual se elaboró un índice de
equidad en salud (IES) que, como se ha señalado en las
secciones precedentes de este documento, considera las
inequidades por escolaridad de la madre en la mortalidad
infantil (MI) y la esperanza de vida a los 20 años, con valores
que van de 0 (completa inequidad) a 1 (completa equidad). El
puntaje alcanzado en este índice para el período 1997 al 2006
es de 0,69, variando de 0,94 en la comuna de Florida a 0,40 en
Alto Bíobío23, comuna que, como se ha señalado, también
presenta la menor EVN de la región. El mapa divide a la región
en cuartiles, donde en el cuartil con menor IES, se ubican 14
comunas: ocho de la provincia de Ñuble, cuatro de Biobío
(donde esta la comuna de Alto Bíobío) y dos comunas de la
provincia de Concepción. En el otro extremo, en el cuartil con
los más altos IES están cinco comunas de la provincia de
Ñuble, cuatro de Arauco, dos de Biobío y dos de Concepción.
Al analizar la EV al nacer y el Índice de Equidad en Salud conjuntamente, las comunas pueden ser clasificadas en
cuatro cuadrantes divididos por las medianas regionales de dichos indicadores. Trece comunas ubicadas en el “peor
cuadrante”, que registra una baja esperanza de vida y bajos índices de equidad en salud. También es posible
identificar comunas que tienen altos niveles de EVN pero bajo IES tales como Ñiquén, Santa Bárbara y Antuco. Por el
contrario, las
comunas de Hualpén y Florida presentan baja EVN y alto IES.
Al revisar la clasificación de las comunas según cuadrantes en el mapa, se observa una agrupación de comunas al
norte de la provincia de Ñuble, todas ellas con color oscuro, indicativo de pertenecer al peor cuadrante. Por otro
lado, la provincia de Arauco no presenta comunas ubicadas en el peor cuadrante, la provincia de Concepción una
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sola comuna (Lota) y cuatro comunas en la provincia de Biobío: Alto Biobío, Yumbel, San Rosendo y Nacimiento,
ubicadas ellas en un mismo eje norte-sur.
A continuación se analizan solamente a las trece comunas de la región que se ubican en el “peor cuadrante”. De la
provincia de Concepción: Lota, de la provincia de Biobío: Alto Biobío, Yumbel, San Rosendo y Nacimiento, y de la
provincia de Ñuble 8 comunas: Pemuco, San Fabián, Portezuelo, Trehuaco, Ranquil, Ninhue, Coelemu y Quirihue.
Estas 13 comunas, a excepción de Lota (48.000 habitantes) y Nacimiento (26.000 habitantes), son en general
pequeñas en tamaño poblacional (3.000 a 20.000 habitantes)2. El porcentaje de menores de 15 años es inferior al
regional en 10 de las 13 comunas y el porcentaje de adultos mayores es más elevado que el regional también en 10
de las 13 comunas; estos dos indicadores evidencian que en estas comunas la población económicamente activa es
proporcionalmente menor que el promedio regional5. La ruralidad es mayor que la regional en todas las comunas
excepto en Lota que no presenta población rural; en promedio, el 50% de la población de estas comunas es rural4.
El ingreso monetario total de los hogares de estas 13 comunas es en promedio $293.593, muy por debajo del
promedio regional de $458.3604. El porcentaje de población pobre en estas comunas es de 27%, siendo el
porcentaje regional 20,7%4. Solo la comuna de Ranquil presenta pobreza menor a la media regional. Todas las
comunas tienen promedio de años de escolaridad menor al regional4. En cuanto al porcentaje de hogares con
saneamiento deficitario, sólo la comuna de Lota presenta un promedio menor al regional, registrando como grupo un
porcentaje de 31,6%, v/s 13% a nivel región4.
La situación de salud en estas comunas puede analizarse considerando la mortalidad infantil registrada, indicador
que para el decenio 1997-2006 fluctúa entre 9,93 y 11,02 muertes por 1.000 NV, en donde nueve de las trece
comunas presentan MI superior a la tasa regional (10,3)32.
En cuanto a la mortalidad general, las tasas ajustadas varían entre 439 y 723 muertes por cada 100.000 habitantes,
y diez de las trece comunas obtienen tasas más altas que la tasa regional (553)23. El análisis de razón de tasas
muestra que quienes viven en Quirihue (comuna que presenta la tasa de mortalidad general más alta del cuadrante)
tienen 1,72 veces el riesgo de morir de los habitantes de la comuna de Chillán Viejo (comuna con la mortalidad
general más baja de la región) y 1,31 veces el riesgo de morir del promedio de la región, lo que se traduce en un
42,1% de exceso de mortalidad respecto a Chillán Viejo y 23,5% respecto a la región.
La tasa de Mortalidad por ECV de las comunas de este cuadrante varía entre 89 y 211 por 100.000 habitantes,
donde nueve de las trece comunas superan la tasa regional (155)32. El análisis de razón de tasas muestra que
quienes viven en Ninhue (comuna que presenta la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares más alta
del cuadrante) tienen 1,72 veces más riesgo de morir que los habitantes de la comuna de Chillán Viejo y Talcahuano
(comunas con la mortalidad por ECV más baja de la región) y 1,36 veces más riesgo de morir que el promedio de la
región, lo que se traduce en un 42,1% de exceso de mortalidad respecto a Chillán Viejo y Talcahuano; y 26,5%
respecto a la región.
La tasa de Mortalidad por Tumores de las comunas de este cuadrante fluctúa entre 63 y 164 por 100.000
habitantes, en donde cinco comunas se ubican sobre la tasa regional (129)32. El análisis de razón de tasas
muestra que quienes viven en Lota (comuna que presenta la tasa de mortalidad por cáncer mas alta del cuadrante)
tienen 1,95 veces más riesgo de morir que los habitantes de la comuna de Treguaco (comuna con la mortalidad por
cáncer más baja de la región, ubicada también en este cuadrante) y 1,27 veces el riesgo de morir del promedio de la
región, lo que se traduce en un 48,7% de exceso de mortalidad respecto a Treguaco y 21,3% respecto a la región.
La tasa de Mortalidad por Trauma de las comunas del peor cuadrante varía entre 54 y 119 por 100.000 habitantes,
donde doce de las trece comunas están sobre la tasa regional (59)32. El análisis de razón de tasas muestra que
quienes viven en Quirihue (comuna que presenta la tasa de mortalidad por traumatismos más alta del cuadrante)
tienen 4,4 veces más riesgo de morir que los habitantes de la comuna de Santa Bárbara (comuna con la mortalidad
por trauma más baja de la región) y 2,0 veces más riesgo de morir que el promedio de la región, lo que se traduce
en un 77,3% de exceso de mortalidad respecto a Santa Bárbara y 50,4% respecto a la región.
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Instituto Geográfico Militar. IGM.
INE. Proyecciones de población 2009. www.ine.cl.
3 Cálculo en base a datos IGM e INE. 2009.
4 Ministerio de Planificación Nacional (MIDEPLAN). Encuesta CASEN 2006.
5 Cálculo en base a datos INE. 2009.
6 INE. Indicadores demográficos 2005-2010.
7 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia en base a DEIS, Base de datos de natalidad 2007.
8 MIDEPLAN. http://infopais.mideplan.cl/download/series/Gasto_Publico_Social_Total_Final(SIR).xls.2007.
9 MINSAL, Departamento de Epidemiología. Elaboración propia en base a datos CASEN 2006 y metodología adaptada del IDH 2003.
10 MIDEPLAN, SERNAM y la Asociación Chilena de Municipalidades. 2009.
11 MINSAL. II Encuesta de Calidad de Vida y Salud 2006.
12 INE. Encuesta de empleo. Trim. Oct - dic 2008.
13 Ministerio del Interior, CONACE. Octavo Estudio Nacional de Drogas en Población General de Chile. 2008.
14 MINSAL, DEIS. REM 2008.
15 Ministerio del Interior, División de Seguridad Pública. Estadísticas Delictuales. 2009.
16 Ministerio del Interior – INE. Quinta Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) 2008.
17 MINSAL, DEIS. 2009. Se consideran los hospitales de la red de salud pública.
18 MINSAL. Informe de Profesionales Funcionarios 2008 (Médicos cirujanos afectos a las leyes 15.076 y 19.664).
19
MINSAL. DEIS. 2008.
20 FONASA. 2009.
21 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia según datos DEIS - INE/CELADE. 1998-2006.
22 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia según datos DEIS. 1998 – 2006.
23 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia en base a datos DEIS - INE/CELADE. 1997-2006.
24 FONADIS. Primer Estudio Nacional de la Discapacidad. 2004.
25 Cálculo en base a datos MINSAL. DEIS, REM 2008.
26 MINSAL, DEIS. Base de Datos de Natalidad 2007.
27 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia en base a datos DEIS, Estadísticas Vitales e INE, Encuesta de Empleo año
2006.
28 MINSAL. Programa de control de tuberculosis. 2008.
29 MINSAL. Departamento de Epidemiología. 1984 – 2008.
30 MINSAL. DEIS. Indicadores del Programa de Salud Cardiovascular en Atención Primaria. 2009.
31 Ministerio de Planificación Nacional (MIDEPLAN). Encuesta CASEN 2009.
32 MINSAL. Departamento de Epidemiología. Elaboración propia según datos DEIS. 1997 – 2006.
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