Pressbook Siempre a tu Lado
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ESTRENO EN CINES JULIO 30 DE 2010 CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 1 HISTORIA HACHIKO, EL PERRO QUE ESPERO A SU AMO CADA DIA DURANTE 10 AÑOS La historia de Hachiko es realmente conmovedora, no te la puedes perder... Hachiko (lo puedes ver en la foto superior) nació en Noviembre de 1923 en la provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco. La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar, cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba. Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya. El perro observaba como su dueño compraba el billete y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde. Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho. Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, Hachiko esperaba enfrente de la estación. Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos. A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, esperaba el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció. CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 2 La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso. En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. La estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko. Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón. Hachiko acudio todos los dias, durante los diez años que sobrevivio a su dueño, a buscarlo entre la multitud en la estacion... Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor. La nueva escultura se inauguro en 1947. Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño o los no tanto. El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya. Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio. Incluso se realizo una pelicula en homenaje a Hachiko. Se estreno en 1987, y su titulo es "Hachiko monogatari". CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 3 SINOPSIS Esta reconfortante película es una adaptación norteamericana de un célebre cuento japonés acerca de un leal perro de raza Akita llamado Hachiko. Cada mañana, este can tan especial apodado «Hachi» acompaña hasta la estación de tren a su amo, el profesor universitario Parker, para despedirle, y luego, cada tarde, regresa a la misma estación para recibirle al final de la jornada. Cuando esta rutina sin complicaciones sufre una interrupción, la naturaleza emocionalmente compleja de cuanto se desata es lo que convierte la historia de Hachi en un cuento eterno; la devoción fiel de un perro por su amo expone el gran poder del amor y cómo el más sencillo de los actos puede tornarse el mayor de los gestos. FICHA TECNICA Título: Siempre a tu lado (Hachiko) Título original: Hachi Dirección: Lasse Hallström País: Estados Unidos Año: 2009 Duración: 94 min. Género: Drama, Familiar Calificación: Apta para todos los públicos Reparto: Richard Gere, Joan Allen, Sarah Roemer, Jason Alexander, Cary-Hiroyuki Tagawa, Erick Avari, Davenia McFadden, Robert Capron, Bates Wilder, Robbie Sublett, Kevin DeCoste, Gloria Crist, Forest, Tora Hallstrom, Donald Warnock, Gary Roscoe, Denece Ryland, Michael Kelly, Roy Souza, Adam Masnyk, Martin Montana, Vincent J. Earnshaw, Oscar J. Castillo, Rich Tretheway, Donna Sorbello, Ben Skinner, Joanne Fanara, Frank S. Aronson, Luke Allard, Shane Farrell, Rob Degnan, Thomas Tynell, Ian Sherman Guión: Stephen P. Lindsey CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 4 Web: www.widepictures.es/siempreatulado Distribuidora: Wide Pictures Productora: Scion Films, Inferno Distribution, Grand Army Entertainment, Opperman Viner Chrystyn Entertainment Agradecimientos: Caspar von Winterfeldt, Steven Feinberg Casting: Anne Mulhall, Deb Green, Jason James Rick Montgomery Coproducción: Dean Schnider Coproducción ejecutiva: James Mancuso, Merv Davis, Timothy Patrick Cavanaugh, Tom Luse Departamento artístico: Aimee Butterfield, Bill Wieters, David C. Romano, Doug Cluff, Elizabeth Fisher, Jaima Fogg, Jason Case, Jason Mayoh, Jeremy M. Pereira, Jessica Case, John Ryder, Katrina Parsons, Meaghan E. Stone, Melissa Cooperman, Michal Rebibo, Mimi Coleman, Paul Peabody, Sam Stone, Stefan Couture, Tim Payson, Zack Gorman Departamento de transportes: Eugene O'Neill, John Canavan, Stephen Silva Departamento editorial: Chris MacKenzie, Gilbert Carreras, Joe Gawler, John Potter, Mitchell Ferm, Victoria Lang Departamento musical: Liz Gallacher, Marek Szpakiewicz Dirección: Lasse Hallström Dirección artística: Jordan Jacobs Diseño de producción: Chad Detwiller Efectos especiales: Adam Taylor, John A. McGrath, John Ruggieri Efectos visuales: Chris Gelles, David Isyomin, Molle DeBartolo Fotografía: Ron Fortunato Guión: Stephen P. Lindsey Guionistas de "Hachiko monogatari": Kaneto Shindô Maquillaje: Cheryl Daniels, LuAnn Claps, Lyndell Quiyou, Nichole Pleau Montaje: Kristina Boden Música: Jan A.P. Kaczmarek Producción ejecutiva: Jim Seibel, Paul Mason, Stewart McMichael, Warren T. Goz Producción en línea: Robert Ortiz Sonido: Anton Gold, Damian Volpe, Derek Casari, Gioia Birkett-Foa, Jay Peck, Kevin Jette, Kevin S. Parker, Mary Ellen Porto, Matthew Haasch, Robert Fernandez, Ryan Baker Vestuario: Alyson MacInnis Deborah Newhall Hillary Derby, Sheila Gentile CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 5 DIRECTOR Lasse Hallström Nació el 6 de junio de 1946, en Estocolmo (Suecia). imparte clases de piano y otros instrumentos en el The Music School de Estocolmo; realiza diversos cortometrajes en 8 mm, como The Lady of the Tulips, Una Martina of Fausta; ingresa en la televisión sueca, donde filma y monta insertos de película; accede a la dirección del programa de la televisión danesa Shall We Dance?; realiza para televisión el programa The Love Seeker y Shall We Got to My or to Your Place or Each Go Home Alone?. Nominado al Oscar al Mejor Director por Mi vida con un perro (1986) y por Las normas de la casa de la sidra (1999); Nominado al Oscar al Mejor Guión Adaptado por Mi vida como un perro(1986), junto con Per Berglund, Reidar Jönsson y Brasse Brannstron. Casado con la actriz Lena Olin. A diferencia de Bo Widerberg y Jan Tröell, Lasse Hallström es el director sueco contemporáneo que ha accedido al cine americano con mayor fortuna. La revelación de Mi vida como un perro motivó el salto a los Estados Unidos de Hallström quien en su país de origen es aún considerado el relevo natural de los cineastas citados, por encima de la valoración de directores de su generación (Per Oscarsson, Stig Björkman, etc.). El camino a la popularidad se inició con una comedia dramática sobre la juventud de Estocolmo, A Lover and His Lass, convertida en un título emblemático que le posibilitó filmar el docu-mental por excelencia del grupo ABBA cuyos ecos hoy en día aún resuenan en países como Australia. Los posteriores films suecos de Hallström se corresponden con la mentalidad neoliberal de un país presidido por Olöf Palme, impulsor de un nuevo concepto de socialdemocracia en Europa, enfrentando temas tales como el reparto de funciones de hombres y mujeres en la educación y en la maternidad (Father-to-Be), al tiempo que muestra una especial atracción por personajes atípicos, estrafalarios -un bohemio, seductor y conductor de coches en una pequeña localidad del país escandinavo durante la Segunda Guerra Mundial (The Rooster)-, que tendría continuidad en su paso al cine americano. Aunque no estuvo seleccionada para el Oscar como mejor película extranjera, Mi vida como un perro obtuvo dos nominaciones, en una edición en que sorprendentemente ninguno de los cinco candidatos a la mejor dirección, en la que figuraba Hallström, nació en los Estados Unidos. Mezcla de tragedia y de comedia, Mi vida como un perro adapta una obra de Reidar Jönsson en la que se describe el itinerario de un muchacho abocado a un drama familiar pero que sin embargo intenta dar un sentido de esperanza a su vida. La voz en off que acompaña el desarrollo de la narración otorga un CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 6 carácter autobiográfico a Mi vida como un perro, aspecto que el propio director reconoce parcialmente. Si bien la infancia del protagonista de Mi vida como un perro no se corresponde a la del propio Hallström -hijo de una familia acomodada, cuya madre, poetisa, le inculcó estudiar música-, desde joven el director desarroló una especial sensibilidad que con el paso del tiempo fue ganando terreno a sus dotes cómicas y paródicas mostradas en sus primeros trabajos en cintas de 8 mm y en su incipiente experiencia televisiva al frente del programa Shall We Dance?, entre otros. A tenor de sus films realizados en los Estados Unidos hasta la fecha, Lasse Hallström conserva gran parte de la fisonomía de su obra desarrollada en Suecia siendo ¿A quién ama Gilbert Grape? una sorprendente propuesta dentro de la cinematografía actual norteamericana, junto con Benny & Joon / El amor de los inocentes (1993), otro film protagonizado por Johnny Depp que apuesta por dar un relieve dramático a unos personajes marginados que viven en un ignoto pueblo, Endora, entre lo cómico y lo trágico, un difícil juego de equilibrios que caracteriza al realizador escandinavo. Pese a la irregular carrera americana de Hallström, Querido intruso -cuyo perfil del personaje interpretado por Richard Dreyfuss se corresponde sobremanera con el de The Rooster-, Algo de que hablar, ¿A quién ama Gilbert Grape? y Las normas de la casa de la sidra -adaptación de la novela de John Irving-- avalan el nombre de un director cuyas obras mayores parecen aún por llegar. SUS ACTORES RICHARD GERE Nació el 31 de agosto de 1949, en Filadelfia, Pennsylvania (Estados Unidos). cursa estudios secundarios en el North Syracuse Central High School (1967); tras finalizarlos estudia filosofía y cine en la universidad de Massachussets, pero acaba abandonando para dedicarse al mundo de la interpretación; inicia su carrera en los escenarios teatrales de Nueva York y Seattle, y paralelamente comienza una carrera como músico de rock que no acaba de cristalizar; se traslada a Londres y obtiene su primer éxito con la representación del musical Grease , y también participa, junto al prestigioso Young Vic Theater, en la obra The Taming of the Shrew (1973). Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia o Musical por Chicago (2002); Nominado al Globo de Oro al Mejor Actor Dramático por Oficial y Caballero (1982) y por Pretty Woman (1990); Premio Donostia del Festival de San Sebastián al conjunto de su carrera (2007). CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 7 Casado y divorciado de la actriz y modelo Cindy Crawford (1991-1995); casado con Carey Lowell (2002) (hijo: Homer James Jigme); profesa la religión budista. Asimilado al perfil de Adonis de nuevo cuño, limitado en sus inicios a ofrecer un semblante de joven rebelde e inconformista, enfrentado a un entorno hostil dentro de una producción norteamericana netamente progresista surgida a finales de los años setenta (Buscando al señor Goodbar, Días del cielo, Stony, sangre caliente, American gigoló), Richard Gere, empero, ha sabido mantenerse en un privilegiado escalafón de la industria estadounidense a lo largo de más de un cuarto de siglo. La mayoría de las producciones en las que ha intervenido hasta la fecha han manejado presupuestos medios o altos, clave para entender una pervivencia laboral y una dimensión popular que precisamente no nace de sus registros monocordes —una vez abandonados sus años de aprendizaje al amparo de directores(guionistas) del talante y de la sensibilidad de Terrence Malick, Robert Mulligan o Richard Brooks—, ampliados y potenciados por su casi nula tendencia a la caracterización, al «disfraz» con la excepción de producciones de corte histórico-religioso como El rey David o Primer caballero, en el papel de Lancelot. En cambio, prima en su ya considerable singladura profesional un perfil de hombre romántico, el modelo de seductor por excelencia de nuestros días, cuyo cabello cada vez más encanecido proyecta una imagen de madurez y de atractivo adicional entre un público femenino que rebasa la treintena. Suyas son algunas de las interpretaciones que mejor sintetizan el modelo a seguir por nombres propios como George Clooney o Brad Pitt, ubicadas en un dilatado espacio temporal —las dos postreras décadas del siglo XX—, ya sea ataviado con un traje militar —el oficial Zack Mayo en Oficial y caballero, de ejecutivo —Vincent Eastman en Entre dos mujeres, Edward Lewis en Pretty Woman—, de médico —Dr. Sullivan Travis en El doctor T y las mujeres— o de abogado defensor —Martin Vail en Las dos caras de la verdad. Despejada cualquier duda sobre su dominio de las escenas en las que se requiere las dotes de seducción inevitables en cualquier historia con trasfondo romántico —la lista de actrices con las que ha compartido cartel es ciertamente encomiable y espectacular (Debra Winger, Julie Christie, Julia Roberts, Jodie Foster, Sharon Stone, Winona Ryder, etc.), productores y directores parecen seguir obstinados en que Richard Gere no abandone, cuanto menos, a corto plazo esta línea de conducta —incluso a fuerza de repetir la fórmula de la exitosa Pretty Woman con respecto a Novia a la fuga, que congregaría a idéntica pareja protagonista y realizador (Garry Marshall)—, dejando un estrecho margen para la experimentación en composiciones a priori antagónicas a las desarrolladas hasta entonces (el terrorista ex convicto del IRA Declan Mulqueen en Jackal o del investigador John Klein en La última profecía) o en el campo del musical. Si bien en Cotton Club puso a prueba sus dotes como bailarín, y en el dramático de la HBO En el filo de la duda hacía las veces de coreógrafo, su verdadera asimilación al género musical se la ofrecería su recreación del pérfido abogado Billy Flynn en Chicago, un film que una vez más ha puesto de manifiesto el buen olfato de Richard Gere por participar en producciones que conjugan el valor de lo comercial con la calidad artística, aunque en ocasiones el equilibrio de fuerzas entre ambos aspectos haya decantado en exceso la balanza hacia lo primero. CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 8 Sarah Roemer Comenzó como modelo a los 15 años, destacando por su atractivo. Actualmente reside en Los Ángeles. Saltó al cine en 2006, a los 22, con la película The Grudge 2 de Takashi Shimizu. Su papel más importante hasta ahora ha sido el de Ashley, en Disturbia, junto a Shia LaBeouf. Joan Allen Nació el 20 de agosto de 1956, en Rochelle, Illinois (Estados Unidos). Estudia en la Eastern Illinois University y en la Western Illinois University; debuta en los escenarios en 1983 con la obra And a Nightingale Sang; trabaja regularmente en el cine a partir de 1985 con el film Compromising Positions. Nominada al Oscar a la Mejor Actriz por Candidata al poder (2001). La nominación al Oscar por Nixon completó, en la persona de Joan Allen, un registro difícilmente igualable en el caso de una actriz que contaba por aquel entonces con tan sólo cuarenta años: recibir o ser candidata a todas las distinciones importantes dentro del mundo del espectáculo en los Estados Unidos. A la nominación a los Emmy por su trabajo televisivo en Say Goodnight, Gracie, a los Tony recibido por su interpretación en la pieza teatral Burn This y una nominación por The Heidi Chronicles, a la obtención del premio Obie (estatuilla otorgada a las representaciones en el offBroadway) por The Marriage of Bette & Boo, entre otras, Joan Allen pudo añadir un nuevo reconocimiento en su debe, en este caso en el cine, un ámbito donde hasta mediados los años noventa no se había mostrado especialmente CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 9 prolífica ni afortunada. No en vano, su sobriedad y elegancia natural tan sólo habían sido utilizadas en momentos puntuales para este medio, a menudo relegada a actuar como soporte o contrapunto dramático dentro de una determinada historia. Este es el caso de los papeles que desarrollaría en Tucker, el hombre y su sueño y Peggy Sue se casó, en los que Allen encarna al prototipo de abnegada esposa de un "soñador" --Preston Tucker (Jeff Bridges), alter ego del propio Coppola-- y de la amiga de una rejuvenecida Kathleen Turner, respectivamente. El éxito alcanzado por su recreación de Pat, como apoyo emocional de otro "soñador" y "visionario", Richard M. Nixon, ha servido para abrir las puertas de la gran pantalla a Joan Allen, confiándose a partir de entonces a mostrar distintos registros interpretativos en función de la variedad de propuestas genéricas puestas a su alcance: Elizabeth Proctor en El crisol --a partir del célebre texto teatral Las brujas de Salem escrito por Arthur Miller--; la doctora Eve Archer en Cara a cara; la ama de casa Betty Parker en Pleasantville; la cleptómana madre de familia Elena Hood en La tormenta de hielo --film cuyo trasfondo sociopolítico remite inequívocamente a la era Nixon, con discurso del controvertido ex presidente de los Estados Unidos incluido-- o la senadora Laine Hanson en Escalada al poder, una de sus cumbres interpretativas. En esta variante inconfensa del clásico de Otto Preminger Tempestad sobre Washington (1962), Joan Allen volvería a pasearse por los pasillos de la Casa Blanca tras su experiencia en Nixon, y a reencontrarse con Jeff Bridges, el que fuera su pareja sentimental en Tucker, el hombre y su sueño, producción inserta en un periodo de tanteo y de incertidumbre para una actriz que atesora un magnetismo especial una vez descubierto el velo de frialdad y distanciamiento que esconde tras de sí. CIE | Material para prensa disponible en www.cie.com.co/prensa o Lizeth Ricaurte - directora de prensa en [email protected] o Móvil 3118738207 10