Polonia / Varsovia

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Polonia / Varsovia
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Geografía
Varsovia
Varsovia (en polaco: Warszawa) es la ciudad más grande de Polonia, su capital a partir del año 1596, cuando el
rey Zygmunt III trasladó la capital desde Cracovia. Varsovia es también la sede del Presidente de la República, del
parlamento y del resto de las autoridades centrales.
Cuenta con una población de 1,70 millones de habitantes y unos 2,37 millones en su área metropolitana. Está
situada en el centro del país, en la región Mazowsze (es también su capital), a las orillas del río Wisła (Vístula),
a unos 100 metros sobre el nivel del mar. La ciudad abarca 516,9 km².
El centro histórico de la ciudad, completamente destruido a raíz del Alzamiento de Varsovia en 1944, fue
reconstruido meticulosamente después de la guerra, y en 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO como "ejemplo destacado de reconstrucción casi total de una secuencia histórica que se extiende desde
el siglo XIII hasta el siglo XX".
Datos Generales
Varsovia es conocida internacionalmente por haber dado su nombre al Pacto de Varsovia, a la Convención de
Varsovia y al Tratado de Varsovia.
El nombre Warszawa viene del posesivo del nombre Warsz, es decir Warszewa, Warszowa. Según las leyendas el
nombre viene de un pescador pobre Wars y una sirena Sawa.
A partir de la segunda mitad del siglo XVII, el emblema de la ciudad es una sirena con la espada y un protector
en las manos, que representa la criatura que, según las leyendas, ordenó fundar la ciudad.
Tras el Acta de Varsovia (Ustawa warszawska) del 27 de octubre de 2002, el Presidente de Varsovia se encarga de
todas las tareas de gobierno de la ciudad. Entre otras, la prerrogativa del presidente es proteger el patrimonio de la
ciudad, que constituye la mayor parte de la misma. El cargo lo ocupa actualmente Hanna Gronkiewicz-Waltz.
El Acta de Varsovia abolió todos los antiguos condados alrededor de Varsovia para formar una sola ciudad con un
ayuntamiento unificado.
El poder legislativo lo ejerce un consejo unicameral llamado Rada Miasta, formado por 60 personas. Los miembros
del consejo son elegidos de manera directa cada cuatro años. Como la mayoría de las cámaras legislativas, el Rada
Miasta se divide en comités encargados de diversas funciones de gobierno. Los proyectos de ley se aprueban por
mayoría simple y se envían al alcalde (el presidente de Varsovia) que será el encargado de promulgarlos. Si el
Presidente veta un proyecto de ley, el Consejo tiene 30 días para superar ese veto por una mayoría del 66%.
Cada uno de los 18 distritos tiene su propio consejo (Rada dzielnicy). Sus funciones son ayudar al Presidente y al
Rada Miasta, además de supervisar distintas compañías municipales, patrimonio y escuelas. El dirigente de cada
consejo de distrito recibe el título de Alcalde (Burmistrz) y es elegido por los miembros del mismo de entre las
candidaturas propuestas por el Presidente de Varsovia.
La ciudad y su área metropolitana están representadas en el Sejm (Parlamento polaco) por 31 diputados de 460.
Dos de ellos fueron elegidos recientemente para el Parlamento Europeo.
El polaco es la lengua oficial de la nación, aunque no es extraño que los visitantes se encuentren con gente, en
especial los que trabajan en el sector empresarial o turístico, que hablen otros idiomas. En el pasado en las escuelas
era obligatorio aprender ruso y no aprenderlo era todo un motivo de orgullo, por eso no se aconseja hablar ruso, ya
que puede resultar ofensivo. La pblación está compuesta en su mayoría por polacos (98%), 1,3% alemanes,
0,6% ucranianos, 0,5% bielorrusos. La religión mayoritaría es el catolicismo con el 95% de la población.
Los principales recursos económicos son: maquinaria, hierro, acero, productos químicos, agricultura y sus
principales socios comerciales: Unión Europea (en especial Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) y Rusia.
La moneda oficial de Polonia es el zloty. Circulan billetes de 10, 20, 50, 100 y 200 zlotys (zł) y monedas de 1, 2,
5, 10, 20 y 50 groszy (gr.) y de 1, 2 y 5 zlotys.
El clima de Polonia es principalmente templado aunque las temperaturas varían dependiendo de la situación
geográfica. En invierno las temperaturas son bajas y suele nevar profusamente. Durante los meses de enero y
febrero, los más fríos, las temperaturas suelen descender por debajo de los 0 ºC llegando en los inviernos más
gélidos a los 30 grados bajo cero. En verano las temperaturas son cálidas con temperaturas medias de 23 grados
centígrados.
La hora local es GMT+1; la eectricidad: 220 Voltios a 50 Hz, para los pesos y medidas se utiliza el sistema
métrico.
De Compras
El mejor lugar de Varsovia para comprar souvenirs es el casco antiguo, entre las casas con fachada de colores y
los puestos de artesanía. Merece la pena visitar las tiendas Cepelia, que ofrecen artesanía de Polonia como
encajes, muñecas, joyería de ámbar y plata y artículos de cuero. Un buen lugar para comprar la bella
cerámica Boleslawiec se encuentra en ulica Prosta 2/14.
El mayor mercadillo de Europa, ubicado en el barrio de Praga, cerca del puente Poniatowskiego, ocupa el
perímetro del estadio Dziesieciolecia, el antiguo estadio nacional. Hay a la venta todo tipo de artículos, desde
pistolas de aire comprimido a abrigos de visón, compactos de música ilegales, artículos de cuero o
baratijas de la Unión Soviética. Merece la pena visitar el mercadillo, tanto por lo que se vende, como por el
mercadillo en sí. Además hay pequeñas casetas con sabrosos refrigerios. Por el recinto proliferan los carteristas y
ladrones, por tanto se aconseja estar alerta y no hacer ostentación de objetos de valor. El mercadillo abre
aproximadamente a las 06.00 todos los días (para comprar gangas se recomienda acudir a primera hora) y empieza
a vaciarse hacia el mediodía.
La mayoría de los comercios tienen horarios similares a los del resto de Europa, suelen abrir de lunes a viernes de
10.00-11.00 a 18.00-20.00 y los sábados de 10.00 a 13.00-16.00. Las tiendas de comestibles suelen permanecer
abiertas de 6 de la mañana a seis de la tarde en días laborables, los sábados de 7.00 h. a 13.00 h. y los domingos y
días festivos cierran.
Los establecimientos que ofrecen servicios o bienes de consumo abren los días laborables de 10.00 ó 11.00 h. a
18.00 ó 19.00 h. y los grandes almacenes de nueve de la mañana a ocho de la tarde.
En los últimos cinco años las principales empresas comerciales europeas han abierto en Varsovia unos 30 centros
comerciales e hipermercados. Abiertos los siete días de la semana, estos son los mejores lugares para comprar
productos polacos como arenques en vinagre, carne en conserva y por último, aunque no menos importante,
vodka. El IVA es del 3%, 7% y 22% según el tipo de artículo o servicio. Los visitantes no comunitarios pueden
realizar compras libres de impuestos siempre que el importe por compra sea como mínimo de 200PLN y se efectúe
en las tiendas adscritas a Global Refund. Para solicitar devoluciones en efectivo es necesario presentar los
documentos en la aduana de los aeropuertos.
Para Visitar
Palac Kultury I Nauki (Palacio de Cultura y Ciencias). Los varsovianos tienen opiniones encontradas sobre
esta maravilla del Realismo Socialista, construido entre 1952 y 1955 y que durante décadas fue el mayor y más alto
edificio (231 metros) de Polonia, a la vez que un recordatorio de las ambiciones de Stalin. De hecho, este edificio
fue un regalo de Stalin a Varsovia y la vista desde la plataforma de la planta 30 proporciona una magnífica
panorámica de la ciudad. Junto con las oficinas, el edificio alberga un auditorio, un cine, un teatro y una pista de
patinaje sobre .
La Ciudad Antigua. Declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, que alberga las principales atracciones
de la ciudad, además de contar con numerosas cafeterías, bares y restaurantes. La Ciudad Vieja es la expresión
física y simbólica del espíritu de la ciudad y la determinación de reconstrucción tras la destrucción al final de la II
Guerra Mundial. La mayoría de los visitantes pasan el primer día de visita paseando por la Ciudad Vieja, donde se
encuentra el opulento e impresionante Castillo Real, que albergaba a la realeza polaca. Fuera del centro histórico
se encuentra Wilanow, un inmenso palacio con gran encanto, cuya construcción se inspiró en el palacio de
Versalles.
Zamek Krolewski (Castillo Real). Al visitar el Castillo Real es difícil recordar que gran parte se reconstruyó entre
los años 1971 y 1984, aunque los elementos más oscuros del interior fueron rescatados de las ruinas. El castillo,
ubicado en una meseta que da al río Vistula, fue construido por los duques de Mazovia y se amplió cuando el rey
Segismundo III Vasa trasladó la capital a Varsovia. Fue la residencia de los reyes polacos desde comienzos del siglo
XVII hasta finales del siglo XVIII. Por tanto, albergó el parlamento y hoy en día es un museo que exhibe tapices,
muebles de época, retratos mortuorios y colecciones de porcelana y otras artes decorativas. Los jardines del
castillo, en las orillas del río Vistula, están siendo reconstruidos en la ctualidad, ya que los nazis nivelaron el resto
del complejo del castillo.
Palacio Wilanow. A mediados del siglo XVII, el rey Juan III Sobieski encargó a Augustyn Locci la construcción de
un palacio barroco y el jardín de Wilnow para su residencia de verano. La construcción continuó desde 1677 hasta la
muerte del rey en 1696 y siempre ha sido un sitio predilecto para los monarcas. Los visitantes pueden recorrer el
interior y la galería, que exhibe retratos de polacos célebres.
La ciudad ofrece una impresionante variedad de atracciones culturales. Destacan el Museo Nacional, el Museo de la
Insurrección de Varsovia, el Museo de Chopin y el inquietante Museo Pawiak, utilizado como una prisión durante la
ocupación nazi.
Narodowe (Museo Nacional). El Museo Nacional es una impresionante colección que abarca desde obras de la
antigüedad hasta el presente. Destaca la monumental obra de Jan Matejko, La batalla de Grunwald, que
conmemora la victoria polaca contra los caballeros teutónicos en 1410, y la colección de arte egipcio, única en
Europa. Sorprendentemente, el museo posee galerías de artes decorativas polacas y europeas.
También se organizan exposiciones temporales de obras galardonadas internacionalmente (desde Andy Warhol a
Caravaggio).
Museo de la Insurrección de Varsovia. Para los que estén interesados en la historia o en historias de valentía,
este museo es una cita ineludible. Para hacerse una idea de como fue la vida en Varsovia durante la II Guerra
Mundial, este nuevo y completo museo muestra cómo los ciudadanos resistieron las fuerzas de ocupación alemana a
través de imágenes, fotografías, entrevistas grabadas, dioramas de tamaño natural y placas informativas escritas
en polaco y el inglés.
Prisión Pawiak. La vieja y sobrecogedora prisión simboliza la opresión que ha perseguido a los varsovianos
durante los dos últimos siglos. Construida originalmente en la década de 1830 por mandato de los zares, la prisión
fue el hogar de muchas de las víctimas del régimen de terror nazi entre 1939 y 1944. Una tercera parte de los
100.000 detenidos murieron en esta prisión. Los nazis intentaron borrar las pruebas de sus crímenes al abandonar
el lugar, pero Pawiak se ha recuperado como un museo y testamento de la infinita capacidad de sufrimiento y
supervivencia de esta ciudad.
Cabe mencionar otros lugares de más que probado interés turístico como son:
Parque Lazienki. Además de varios palacios, el Parque Lazienki contiene el Monumento de Chopin, donde se
celebra cada año el Festival de Chopin (conciertos gratuitos en el parque dos veces los domingos de junio a agosto),
y el Orangerie, ubicado en un amplio jardín del siglo XVIII. En la Orangerie se exhibe artesanía local. En este
mismo lugar se encuentra el Muzeum Plakatu Wilanowie (Museo de los Pósters de Wilanow), el primero de su
especie en el mundo. La visita al palacio sólo se puede realizar con guía y para grupos de hasta 35 personas,
aunque el parque está abierto para los visitantes que acudan sin guía. Las obras de reconstrucción son permanentes
y apenas afectan a las visitas.
Las mejores vistas de Palac Na Wyspie (Palacio de la Isla) se obtienen desde el monumento Jan obiewski, en el
puente de ulica Agrykola.
Zamek Ujazdowski. Originalmente construido en 1624 para el rey Segismundo III Vasa, el Zamek Ujazdowski
(Castillo Ujazdowski) alberga en la actualidad el Centro Contemporáneo de Arte. El Palac Belweder (Palacio
Belvedere), que data de 1764, fue la residencia del rey Estanislao Augusto Poniatowski y más recientemente de
los presidentes polacos del siglo XX. En los días cálidos, los barcos ofrecen cortos paseos por el lago del parque.
Está prohibido montar en bicicleta en el parque.
Katedra sw Jana (Catedral de San Juan). La catedral de San Juan presume de ser la iglesia más antigua de
Varsovia. En su origen era una iglesia de estilo gótico mazoviano cuya construcción finalizó en el siglo XV. San Juan
pasó de ser una iglesia parroquial a una catedral en 1798. Destruida durante la II Guerra Mundial, se reconstruyó
en su estilo original y en la actualidad es una de las mayores obras góticas de Wit Stwosz. En 1764 la catedral fue el
escenario de la coronación del último rey polaco (Estanislao II) y del juramento del Sejm (parlamento polaco) tras
la Constitución de 1791. El puente cubierto que llega al Palacio Real se construyó a raíz del intento de asesinato del
rey Segismundo III.
Getto Zydowskie (Gueto judío). Todos los elementos que han desaparecido en Varsovia marcan la historia de la
ciudad en la misma medida que lo hacen los que se han conservado o reconstruido. Antes de la II Guerra Mundial,
Varsovia tenía, tras Nueva York, la mayor comunidad judía del mundo. Tras la invasión nazi, unos 400.000 judíos
fueron confinados y obligados a permanecer en el gueto judío. Una pared de 3 metros de altura, rodeaba la zona
desde el Palacio de Cultura y Ciencias hasta el monumento Umschlagplatz, esquina de ulica Stawki y ulica Dzika. El
austero monumento, erigido a finales de la década de 1980, marca el lugar donde los judíos eran deportados en
tren al campo de concentración de Treblinka tras la sublevación del gueto el 19 de abril de 1943. En el centro del
gueto se encuentra el Monumento a los Héroes de los Guettos, ulica L Zamenhofa, construido sobre las ruinas
en 1948. Otros monumentos conmemorativos son el Monumento de los Caídos y Asesinados, ulica
Muranowska, y el Monumento del Alzamiento de Varsovia de 1944 en plac Krasinskich. En la actualidad, sólo
siguen en pie tres secciones del muro del gueto.
Los centros de información turística ofrecen un folleto llamado "Varsovia judía" que indica los puntos de interés
judíos. Destacan los siguientes lugares: la sinagoga Nozyk, que fue la única sinagoga que siguió en pie tras la
guerra, en parte porque los nazis la utilizaban como almacén; el Instituto Histórico Judío, que incluye
exposiciones de arte y un fondo fotográfico y bibliográfico; el cementerio judío, fundado en 1806 y que todavía se
utiliza hoy en día.
También hay planes para construir un nuevo museo judío consagrado a la cultura judía, que será financiado por
diversos grupos judíos de todo el mundo.
Formalidades
Para entrar en Polonia tan solo se requiere pasaporte en vigor. No requieren de visado, para estancias inferiores a
90 días, los ciudadanos de Andorra, Argentina, los países de la CEI, de la CEE, Costa Rica, Croacia, Cuba, República
Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos, Hungría, Irlanda, Islandia, Letonia, Liechstenstein, Lituania,
Luxemburgo, Malta, Mónaco, Noruega, San Marino, Suecia, Suiza y Uruguay. Para estancias inferiores a seis meses,
sin necesidad de visado, los ciudadanos de Gran Bretaña, 14 días Hong Kong y hasta 30 días los de Bulgaria,
Estonia, Macedonia, Mongolia y Rumania.
Se pueden introducir en el país, libre de impuestos, 1/4 de litro de bebidas alcohólicas, 250 cigarrillos ó 50 puros ó
250 gr. de tabaco picado, cámaras de fotografía y video y equipos deportivos. Están prohibidas o existe limitación
para las armas, uniciones, explosivos, venenos, materiales radioactivos y drogas así como animales (excepto los
domésticos), plantas y determinados productos vegetales.
Se pueden sacar del país artículos sin fines comerciales. Los objetos cuya fabricación sea anterior al 9 de mayo de
1945 necesitan una autorización especial de la Oficina de Conservación de Monumentos Históricos.
Es obligatorio al llegar al país hacer una declaración si se entra con una cantidad superior a 10.000 euros.
Restauración y Diversión
En Polonia se efectúan cuatro comidas: un desayuno temprano, un almuerzo ligero a media mañana, una comida
copiosa después del trabajo, y una cena escasa antes de acostarse.
Con sus espesas sopas y salsas, la abundancia de patatas y de bolas de masa hervidas, el predominio de platos de
carne y la ausencia de verduras, la comida polaca resulta abundante y sacia. La lista de ingredientes más
característicos incluye el eneldo, la mejorana, el carvi y las setas silvestres.
Entre los platos más populares se distinguen el bigos (col fermentada y carne), el barszcs (sopa de remolacha),
kielbasy (salchichas) y patatas, otros platos tradicionales son las sopas, placki (tortitas de patata), golabki (col
rellena), pierogi (raviolis de patata con diferentes rellenos) y sledz (arenques). Si desea comer algo rápido y
ligero, pruebe zapiekanka (una especie de baguette al horno o calentada al microondas con queso, champiñones,
ketchup y mayonesa).
El té y el vodka son las bebidas más tradicionales en Polonia, y ambas se consumen con entusiasmo, aunque con
distintos efectos.
Varsovia ofrece bares y lugares de ocio nocturno para todos los gustos. Los lugares más de moda o que
merecen realmente una visita están llenos de bravucones, cuerdas de terciopelo en la entrada y gorilas sin cuello.
En los bares de moda se lleva el hacer pose, así que prepárese para ver mujeres bien vestidas (o casi sin vestir) y a
hombres en camisa y zapatos. En general las zapatillas y las deportivas no están bien vistas, aunque depende de
donde se vaya.
Los grandes DJs internacionales pasan por Varsovia y muchos bares en verano ofrecen terrazas en el exterior.
No existen restricciones horarias; muchos bares y discotecas abren hasta que se marcha el último cliente.
El senderismo se considera, y con razón, la principal actividad al aire libre. Los caminos más frecuentados se
hallan en los montes Tatra, aunque los de Pieniny, Bieszczady o Karkonosze se consolidan entre las opciones
más interesantes. Es posible practicar piragüismo en la mayoría de las vías fluviales, aunque los ríos principales
están muy contaminados. Los ríos Krutynia y Czarna Hancza, ambos en Mazuria, permanecen prácticamente
intactos y ofrecen algunos de los mejores enclaves de la nación para la navegación en kayak. Los lagos de
Mazuria resultan idóneos para los veleros y, como es lógico, durante el verano se encuentran repletos de
embarcaciones. Se pueden alquilar veleros en Gizycko, Mikolajki o en otros balnearios de Mazuria.
Polonia cuenta con unas mil cuevas, la mayoría situadas en las montañas próximas a Cracovia y en los montes
Tatra. Algunas cavernas se han habilitado para recibir visitantes que no desean adentrarse en una completa
oscuridad o que necesitan algo más de espacio; la cueva del Oso, cerca de Klodzko, y la cueva Paraíso, en las
inmediaciones de Kielce, constituyen dos de las más espectaculares.
Las pistas de esquí se concentran en los Cárpatos. Sin lugar a dudas, Zakopane, al pie de Tatra, se sitúa como la
zona predilecta de los esquiadores; Szczyrk, en Beskid Slaski, ha conseguido una gran popularidad
Excursiones
Parque Kampinoski. En el campo de los alrededores de Varsovia hay zonas boscosas, lagos y montañas. El Parque
Kampinoski tiene rutas de senderismo, centro educativos y una abundante vida silvestre justo al noroeste de la
ciudad. Se puede llegar en el autobús PKS desde la principal estación de autobús de Varsovia, también conocida
como Dworzec Zachodni, Jerozolimskie 144.
Es el mayor parque y el más cercano a la ciudad. Uno de sus características son las dunas interiores que contrastan
con los tremedales. El parque está abierto desde el amanecer al anochecer y la entrada es gratuita.
Zelazowa Wola. Frederic Chopin nació en esta población, a 54 km (34 millas) de la capital. Hay un museo
dedicado a su vida y obra en la casa solariega en la que pasó los primeros meses de vida. Polish Landscape ofrece
una excursión de un día que parte desde los principales hoteles de Varsovia. El viaje incluye el Nepokalanow, con
la Basílica de la Santísima Virgen María, el palacio Nieborow y la típica aldea medieval mazoviana de
Brochow, donde contrajeron matrimonio los padres de Chopin.
Torun. Este pueblo medieval amurallado es patrimonio de la humanidad de la UNESCO y también es conocido como
la Ciudad de Copérnico, debido a que Mikolaj Kopernik (Copérnico) nació aquí. Ubicado en la ribera del río Vistula,
los visitantes suelen pasear por las orillas hasta las ruinas del Castillo de los Caballeros Teutónicos, del siglo
XIII. En verano se puede pasear en barco por el río. El impresionante Consistorio de la ciudad y algunas partes de
la Iglesia de San Juan (donde Copérnico fue bautizado y educado) son testigos del antiguo esplendor de la
ciudad. La casa gótica donde nació Copérnico se sitúa en ulica Kopernika 17. Torun también es conocido por su
pan de jengibre, que aún se hornea en moldes medievales como indica la receta tradicional. La ciudad se encuentra
a 200 km de Varsovia y se llega en tren desde la estación Central de Varsovia (duración del trayecto: 3 horas) o
mediante el autobús Polski Express, que sale cada hora desde la parada de autobús próxima a la estación central
(duración del trayecto: 3 horas y 40 minutos).
Tatras. Los montes Tatra son los de mayor altitud de los Cárpatos, y constituyen la única cordillera de tipo alpino
de Polonia. Esta región ofrece imponentes picos y abruptos precipicios de cientos de metros que se asoman a lagos
glaciales. Los inviernos son largos; los veranos, cortos y no lo bastante calurosos como para derretir toda la nieve.
Las épocas idóneas para una visita se concentran en los últimos coletazos primaverales y el comienzo del otoño,
cuando el tiempo es agradable y escasean los visitantes.
Hacia el Norte, al pie de los Tatra, se encuentra la región de Podhale, salpicada de aldeas que aún conservan las
tradiciones propias de las montañas. Esta zona posee infinidad de senderos de todo tipo: cortos, para tranquilos
paseos; algo más largos, para excursiones; y los más difíciles, para los amantes de la montaña. Una de las
caminatas más espectaculares es la que conduce al paso Zawrat, en el este de la cordillera. Se accede en funicular
hasta el monte Kasprowy Wierch, lugar donde se originan varias rutas que atraviesan la cresta.
Zakopane aparece como el principal centro turístico de los Tatra polacos. Esta población resulta agradable,
especialmente si no se visita durante las vacaciones estivales o invernales, y exhibe unas características ideales
para esquiar y practicar el senderismo. Diariamente parte un tren hacia Varsovia, y circulan diversos autobuses
con destino a Cracovia y a otras poblaciones.
Cracovia. La capital durante medio milenio, ha presenciado y absorbido más historia que ninguna otra ciudad
polaca. Además, consiguió salir intacta de la última gran guerra y ha conservado abundantes muestras
arquitectónicas de diferentes épocas. Los efectos del siglo XX se han limitado a la lluvia ácida; las edificaciones más
elevadas del perfil de Cracovia no son rascacielos sino agujas de antiguas iglesias. Sin embargo, la urbe no
permanece como un monumento silencioso a los sucesos del pasado, sino como una población repleta de vida y
personalidad.
La ciudad vieja, de reducidas dimensiones y rodeada de jardines, resulta absolutamente encantadora. La plaza
del Mercado Principal se encuentra flanqueada por edificios históricos, museos e iglesias. La iglesia de San
Adalberto, que data del siglo X, es una de las más antiguas. Si se topa con un cura entusiasta en un momento de
generosidad es posible que abra los ataúdes de la iglesia de los Franciscanos Reformados, aunque podría provocar
problemas digestivos a quien observe boquiabierto algunos de los cuerpos momificados. Una de las mejores
instituciones culturales de la urbe, el Museo Czartoryski, acoge una impresionante colección de arte europeo, así
como de objetos de artesanía asiáticos y armaduras. Cracovia fue la tierra donde Oscar Schindler inició su labor
humanitaria para evitar el mayor traslado posible de judíos a los campos de exterminio; se organizan visitas
guiadas que permiten recorrer algunos de los enclaves relacionados con su vida, además de algunos lugares que
aparecen en la película de Steven Spielberg.
Grandes Lagos de Mazuria. En la zona central de Mazuria se encuentra la mayor concentración de lagos de
Polonia; de hecho, más del 15% de la región está cubierta de agua. Los principales lagos, el Sniardwy y el
Mamry, están unidos por medio de ríos y canales formando un extenso sistema de vías fluviales. De más está decir
que este paraje se ha convertido en uno de los destinos más populares para los amantes de los veleros y del
piragüismo. Alrededor de los lagos surgen algunas poblaciones; las mayores son Gizycko y Mikolajki. Esta última
concentra la mejor oferta gastronómica y de alojamiento, aunque la mayoría de los establecimientos cierran fuera
de temporada. Resulta factible recorrer la zona de los lagos en bicicleta, una opción altamente recomendable debido
al deplorable estado del transporte público de la región. Cada noche llegan trenes a Gizycko desde Gdansk. Otra
posibilidad supone desplazarse a Ruciane-Nida, en los lagos del sur, desde Bialystok y Varsovia.
Oswiecim. Esta población industrial, ni grande ni pequeña, se ubica a 60 km al oeste de Cracovia, y no puede
considerarse una atracción en el sentido estricto de la palabra. Aunque su nombre en polaco resulta poco familiar,
su traducción al alemán, Auschwitz, evoca una gran tragedia. Si bien en 1945, los nazis en retirada desmantelaron
parte de lo que fue su mayor campo de concentración, lo que queda de estas fábricas de destrucción en esta
tranquila zona rural resulta más que suficiente para mostrar la magnitud del Holocausto. Cuatro millones de
personas, de las cuáles dos millones y medio eran judíos, fallecieron en Auschwitz y en el cercano complejo de
Birkenau. Ambos enclaves están abiertos al público y se mantienen, básicamente, intactos desde que los nazis los
abandonaron. Las historias que aún susurran las cámaras de gas, los crematorios, los barracones y el alambre de
púas lo convierten en un lugar conmovedor y espeluznante.

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