Los fondos buitre, capitalismo depredador

Transcripción

Los fondos buitre, capitalismo depredador
Juan Hernández Vigueras
Los fondos buitre,
capitalismo depredador
Juan Hernández Vigueras
Los fondos buitre,
capitalismo depredador
Actores políticos, judiciales y económicos
de un negocio global
Hernández Vigueras, Juan
Los fondos buitre, capitalismo depredador. Actores políticos, judiciales y económicos
de un negocio global. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Capital Intelectual, 2015.
304 p. ; 22x15 cm.
ISBN 978-987-614-478-0
1. Economía Argentina. I. Título
CDD 330.82
Fecha de catalogación: 26/05/2015
Diseño de tapa: Ariana Jenik
Coordinación: Inés Barba
Producción: Norberto Natale
© Juan Hernández Vigueras, 2015
© Capital Intelectual, 2015
1ª edición: junio de 2015
Capital Intelectual S.A.
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Índice
Introducción ................................................................................
17
Capítulo I. Los fondos buitre y el negocio de la deuda
soberana ................................................................................... 23
Fondos buitre y fondos inversores en deuda deprimida ..................25
La especulación de los fondos de inversiones en deuda
en apuros .......................................................................27
El desarrollo de los fondos buitre en acción .........................28
El mercado secundario de la deuda soberana, una innovación
de Wall Street ........................................................................31
Los préstamos bancarios se convirtieron en bonos
soberanos .......................................................................31
Financiarización y repercusiones sistémicas: oferta
y demanda .....................................................................33
Dependencia de los mercados y endeudamiento .................35
El mercado interconectado de los CDS: la prima
de riesgo .........................................................................36
Reestructuración de la deuda soberana y fondos buitre ..................38
¿Reestructurar o no reestructurar? .......................................39
El oportunismo de los fondos buitre ....................................41
Los CDS, un negocio adicional ............................................42
Los litigios de acreedores discrepantes .................................44
La búsqueda de rentabilidad mediante litigios ...............................45
Nueva York y Londres, centros financieros y de litigios
internacionales ...............................................................47
7
Rasgos básicos de los pleitos promovidos por
los fondos buitre ..................................................................48
La litigiosidad contra Estados deudores, una cuestión
política actual ................................................................52
Capítulo II. La deuda latinoamericana, negocio de fondos
buitre .......................................................................................55
La crisis de la deuda latinoamericana, una oportunidad para
Wall Street ...............................................................................56
El Plan Brady para salvar a los bancos estadounidenses .............58
Las deudas soberanas, valores bursátiles ....................................59
Todo un plan de reformas económicas y políticas .....................60
Financiarización y fondos buitre ...............................................62
El declive histórico de la inmunidad soberana vía litigios ...............63
El abandono del principio de cortesía internacional:
Costa Rica ...........................................................................65
La deuda soberana es actividad comercial de los Estados:
Argentina ............................................................................67
La litigiosidad como negocio financiero: Los Dart contra
Brasil ........................................................................................69
La familia Dart de Florida ........................................................69
Con qué deuda me quedo ........................................................70
Brasil se defiende de los Dart ....................................................71
CIBC Bank and Trust Co. (Cayman) Ltd. versus Banco
Central do Brasil .................................................................73
Perú, una presa de los fondos buitre ...............................................74
Endeudamiento y reestructuración de deudas: el Plan
Brady ..................................................................................75
El caso Pravin Banker Associates versus Perú .............................76
Elliot Associates inicia una línea de negocio financiero .............77
Paul Singer y su equipo de depredadores financieros .................79
Paul Singer, un personaje de la plutocracia
estadounidense ...............................................................79
Depredadores profesionales asociados con Elliot .................80
8
De Water Street Bank a Red Mountain Finance
Company .......................................................................82
La estrategia de negocio de un fondo buitre ..............................83
Demandas contra Panamá ...................................................83
“Perú pagará íntegramente o será demandado” .....................84
El abandono de la doctrina Champerty ...............................85
El actual entorno de la litigiosidad: a la caza de activos ..................87
Litigios de Paul Singer para embargar activos peruanos .............88
Los intentos de embargo de activos de Ecuador ........................91
El acoso de Nicaragua por el fondo LNC Investments ..............92
NLC Investment versus República de Nicaragua .................92
El bloqueo de los flujos de pagos internacionales .................93
La defensa de los activos de los bancos centrales .......................95
Capítulo III. Argentina afronta el acoso de los fondos buitre .........99
El endeudamiento infinito. La etapa neoliberal y del Plan
Brady ........................................................................................100
Por qué Argentina se declaró en suspensión de pagos en 2001 .......103
La influencia de los factores externos ........................................104
La crisis económica e institucional: el corralito..........................106
¿Deuda ilegítima? ..........................................................................107
La complicada reestructuración de 2005 y de 2010 .......................110
El problema de los holdouts.......................................................112
Las políticas del FMI y el reembolso de sus créditos ..................113
Los fondos buitre de Paul Singer y Kenneth Dart ...........................115
La Elliot Management Corporation de Paul Singer ...................115
El fondo buitre NML Capital Limited ......................................116
Los fondos Dart Management y EM Limited ............................117
Kenneth Dart, apátrida voluntario ............................................118
El error estratégico de Argentina ..............................................119
Por qué Argentina acusa a los fondos buitre ..............................121
El liderazgo de Paul Singer ..................................................121
Especuladores con influencia política ..................................122
9
Beneficios sin contrapartidas ...............................................123
Efectos dañinos para el país .................................................124
La agencia ATFA y el lobismo entre legisladores ............................125
Una agencia profesional de lobby .........................................126
Campañas de opinión y de presión internacional .................128
Los fondos buitre actúan en las cámaras legislativas
de los EE.UU. .................................................................129
Proyectos de ley contra Argentina en el Congreso
estadounidense ...............................................................130
Proyectos de ley contra Argentina en la Legislatura
del Estado de Nueva York .........................................................132
Presión internacional: el secuestro de la fragata Libertad
y los embargos ..........................................................................133
La fragata Libertad secuestrada por los fondos buitre ...........134
Las batallas de los embargos ................................................137
Demandas de arbitraje ........................................................139
De la sentencia del juez Griesa al “default selectivo
o restrictivo” .............................................................................141
Decisiones judiciales antisistema ..............................................141
La interpretación novedosa de la cláusula pari passu .................142
Una sentencia de imposible cumplimiento ...............................143
Repercusión en el sistema financiero ........................................145
Una decisión judicial más que polémica ...................................146
Los problemas políticos-financieros provocados .......................147
La difícil posición del Banco de NY Mellon
y la inquietud del mundo financiero ....................................148
El apoyo político de la OEA para Argentina y del IIIF
para la negociación ..............................................................149
Las respuestas del Gobierno argentino .....................................150
El negocio con los CDS soberanos argentinos ................................151
La decisión adoptada por la ISDA ............................................151
La intervención desde Argentina ..............................................153
10
Capítulo IV. África, presa de los buitres financieros .......................155
La explotación financiera de la pobreza africana ............................156
Las políticas de liberalización y desregulación en África............158
Las ayudas internacionales contra la pobreza: Los PPME ..........161
El mercado secundario de deuda soberana africana ...................163
El extraño comercio de las deudas de Liberia ......................164
Los efectos devastadores de los litigios internacionales ...................166
Cuatro fondos buitre sobre Camerún ............................................168
Elliot Associates y la corrupción del Congo-Brazaville ...................170
Los fondos buitre sobre la cleptocracia del Congo-Kinshasa: ...........172
Los fondos Themis y Des Moines .............................................173
El fondo FG Hemisphere de Peter Grossman ...........................174
La autoimagen del depredador financiero Peter
Grossman .......................................................................174
Cómo Peter Grossman “combatió” la corrupción
en Zaire ..........................................................................175
Los sucesivos intentos de embargo ......................................177
El fondo Red Mountain Finance y otros buitres ........................179
El escándalo de Zambia llegó al G-8 ..............................................180
La repercusión internacional .........................................................182
Capítulo V. Los fondos buitre buscan beneficios en la crisis
europea ....................................................................................185
Fondos buitre también sobre Europa .............................................187
Por qué a los fondos buitre les atrae la deuda en apuros ............190
Los fondos especializados ojean la deuda europea ....................192
Objetivos: los bancos, las grandes empresas y la deuda
soberana ..............................................................................193
Los fondos buitre rentabilizan las deudas de Grecia y Chipre ........195
El endeudamiento público griego tuvo otros responsables ........196
La deuda griega devaluada, oportunidad para buitres
financieros ...........................................................................198
11
La reestructuración de la deuda, gran negocio para la gran
banca ..................................................................................199
Los tratados bilaterales de inversiones, fuente de ganancias
privadas ...............................................................................200
Especuladores a cuenta de un país en bancarrota: Pôstovà ........201
Los fondos buitre Dart Management y Elliot Associates ...........203
La crisis de Chipre: rebote de la reestructuración griega ...........205
El Laiki Bank: el Grupo financiero Marfin contra
el gobierno chipriota ......................................................206
Demandas actuales: sólo la punta del iceberg ......................206
La Banca financiera-especulativa socializa las pérdidas ........207
Irlanda: el fondo Fir Tree se lucró con el Anglo Irish Bank ..............209
La nacionalización y venta del Anglo Irish Bank .......................210
La venta del banco nacionalizado ........................................211
El negocio del fondo buitre Fir Tree Partners ............................212
El Fondo Fir Tree Fund hizo caja con los bonos
del Anglo Irish Bank .......................................................214
Los negocios de los fondos buitre en España ..................................215
Elliot Management y otros fondos buitre de rebajas
por España ..........................................................................216
El negocio de las viviendas sociales protegidas ..........................219
Los activos seleccionados de la SAREB .....................................222
Bancos y plataformas inmobiliarias ...........................................223
Los fondos especulativos se posicionan en el mercado
inmobiliario ........................................................................224
Los litigios internacionales por las energías renovables ..............230
De la especulación a los pleitos de los inversores .................231
Los inversores demandantes ................................................232
La factura la pagarán los contribuyentes españoles ..............235
Capítulo VI. Medidas preventivas y regulacion multilateral
contra los fondos buitre ............................................................239
Las iniciativas legislativas contra los fondos buitre .........................241
El proyecto de ley francés ignorado ..........................................241
12
La ley belga contra los fondos buitre .........................................242
El desinterés del Congreso de EE.UU. por la regulación ............243
La ley británica de 2010-2011 sobre reducción
de la deuda ..........................................................................246
Medidas contractuales preventivas contra los fondos buitre ...........247
La interpretación polémica de la cláusula pari passu .................249
Las dos interpretaciones de la cláusula pari passu ................250
Las recomendaciones del FMI .............................................251
Las cláusulas pari passu, instrumento de los fondos
buitre .............................................................................252
Reestructuraciones vinculantes: las cláusulas de acción
colectiva (CAC) ..................................................................253
No son la panacea para la reestructuración de la deuda
soberana .........................................................................255
Acreedores discrepantes, oportunistas y fondos buitre .........256
¿Serán eficaces las Euro-Cac para prevenir litigios
de acreedores? ................................................................259
La regulación multilateral pendiente .............................................260
La propuesta de regulación multilateral del FMI....................... 261
El fallido proyecto de reestructuración de la deuda
soberana ..............................................................................264
La ONU aboga por la regulación multilateral de las quiebras
de Estado ............................................................................266
Hacia un verdadero régimen de reestructuración
de la deuda .....................................................................267
La ONU asume el problema y la solución impulsada
por los países deudores ...................................................268
Notas ............................................................................................ 271
13
CAPITULO III
Argentina afronta el acoso de los fondos buitre
En el verano de 2014, Argentina era calificada por las agencias de valoración crediticia en situación de “default selectivo”, a modo de alerta
de insolvencia frente a los mercados financieros, a causa del impago de
intereses a una parte de los bonistas impuesto por una sentencia de
imposible incumplimiento, dictada por un tribunal de Manhattan a
favor de un grupo de fondos buitre. Resultado de un enfrentamiento
con “los mercados”, que para entenderlo hemos de remontarnos a dos
decisiones históricas tomadas en los años setenta por la Junta Militar,
según el análisis crítico de Michael Hudson y James Henry, dos reputados expertos estadounidenses.1
La primera decisión se deriva de la sórdida historia de la deuda
argentina que comienza a partir de 1976, cuando los militares tomaron
el poder con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y establecieron
una dictadura cruenta. En aquella fecha, Argentina tenía una deuda
externa total de 18 millones de dólares, el 17 por ciento del PBI. Para
1983, la deuda había aumentado hasta los 48.000 millones de dólares,
siete años más tarde. Y nadie ha auditado nunca esa deuda sino que el
régimen democrático convalidó la existente al caer la Junta Militar. La
segunda decisión histórica que ha condicionado la política argentina
de las últimas décadas fue también adoptada en la etapa de la Junta
Militar, que eligió originariamente la jurisdicción de los EE.UU. para
los conflictos en materia de deuda externa ese año. Un ministro de la
época muy conservador como Martínez de Hoz, decidió que Argentina
renunciara a su inmunidad soberana a los efectos de cualquier recla99
Juan Hernández Vigueras
mación sobre toda la deuda externa que comenzaba a acumular, permitiendo que los tribunales federales del Distrito sur de Nueva York,
Manhattan, quedaran designados como sede judicial para todos estos
conflictos jurídicos sobre la deuda soberana argentina.
Así que esos dos cambios muy fundamentales introducidos sustancialmente por un gobierno militar, trajeron en primer lugar el súbito
incremento de la deuda del país fuera de toda proporción, y luego
reubicaron el poder judicial fuera de la Argentina. Dos decisiones trascendentales para explicar lo que ha sucedido hasta 2014. Los referidos
expertos estadounidenses subrayan que la dictadura militar apoyada
por Estados Unidos gestionó la deuda hasta 1983; pero luego, en 1989,
tuvo lugar otra toma neoliberal del poder en Argentina con el Consenso de Washington, que adoptó el dólar estadounidense como su moneda nacional y vinculó su suministro de dinero al dólar. Decisiones clave
que condujeron al país al endeudamiento que llevó a un colapso económico hacia 2001. Por eso cayeron cinco presidentes de la República
en unas semanas y el gobierno perdió las elecciones; y así se explica por
qué llegaron los Kirchner al poder. De modo que para comprender el
alcance del conflicto actual de Argentina con los fondos buitre, hay que
recordar cómo las políticas de gobiernos neoliberales condujeron el país
al endeudamiento, a la suspensión de pagos y a la reestructuración de
la deuda insostenible, fraguando una coyuntura de la que han sacado
provecho estos fondos de inversiones de alto riesgo.
El endeudamiento infinito de la etapa neoliberal
y del plan Brady
En 1983, la deuda externa heredada del régimen militar ascendía a
48.000 millones de dólares y la inflación crecía al 430 por ciento ese
año. Bajo estas durísimas condiciones a fines de ese año, tras las elecciones democráticas de octubre, asumía la primera magistratura del
país el Dr. Raúl Alfonsín, poniendo término a siete años de régimen
militar. Al año siguiente, en la Asamblea General de la ONU de 1984,
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Los fondos buitre, capitalismo depredador
el presidente Alfonsín planteaba la cuestión de la deuda externa junto
con Brasil y otros países latinoamericanos y pedía una reconsideración
de la misma, puesto que el gobierno argentino debía abonar cada año
un 8 por ciento de su PBI solamente por los intereses. Además, con el
alza de los tipos de interés a nivel internacional, la deuda se incrementaba permanentemente, mientras que se aceleraba el deterioro de los
términos del intercambio; como se describe en un estudio de la Universidad de Buenos Aires.2 La presión económica internacional se impuso. A fines de ese primer año, el gobierno concretó un nuevo acuerdo
con el FMI que implicaba desviar un elevado porcentaje para el pago
de intereses de la deuda. Hay que destacar que el gobierno de Alfonsín
avanzó en la reestructuración de las obligaciones de la deuda externa
por medio de la renegociación de los vencimientos, la implantación de
políticas para el logro de la estabilidad, y la apertura de la economía,
tratando de estimular la exportación de bienes nacionales y la reactivación de la actividad interna.
La nueva política económica argentina que puso en marcha la primera presidencia de Carlos Menem, tuvo su origen en el final de la
confrontación ideológica Este-Oeste, que consolidó los principios del
modelo del libre mercado y de economía abierta al exterior. En julio
de1989, a la llegada de Menem el Estado se encontraba en situación de
suspensión de pagos. En el orden externo se gestaron una serie de concertaciones con la banca acreedora privada y los acreedores institucionales (principalmente el FMI) que, con el apoyo de la banca particular
y el saneamiento de la economía argentina junto al Plan de convertibilidad, permitieron acordar en marzo de 1992 una reestructuración de
la deuda según el modelo del Plan Brady. Pero este Acuerdo Brady no
representó un alivio considerable al sobreendeudamiento heredado; la
quita obtenida fue insignificante y el principal impacto favorable se
verificó en la cartera de los bancos acreedores, que pudieron transformar en títulos bursátiles los créditos contra el país, incluyendo los intereses impagados acumulados.3
Para alcanzar tal acuerdo de reestructuración al comenzar 1992, el
entonces ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, proponía en
101
Juan Hernández Vigueras
Nueva York al comité de bancos acreedores el pago de dicha deuda con
bonos soberanos, una vez obtenida la bendición del FMI. Según el esquema previsto, la oferta argentina comprendía un menú integrado por
varias alternativas, de las cuales el banco acreedor elegiría la más conveniente a sus intereses. La contrapartida comprometida fueron las
trascendentes reformas económicas estructurales, como la convertibilidad de un peso por un dólar estadounidense; la apertura de la economía tanto al movimiento de bienes como de capitales; y la reforma del
Estado junto con las privatizaciones de las empresas y servicios públicos
y la desregulación. Inicialmente la deuda externa e interna se redujo en
cerca de 6.000 millones de dólares gracias a la financiación proporcionada por la política de privatizaciones, que produjo graves costes sociales como fue la pérdida de miles de empleos en el sector público y
la aparición de trabajadores excluidos del sistema laboral.4 Asimismo,
tuvo lugar un duro ajuste fiscal mediante el cual el gobierno logró corregir el déficit público. Desde luego, una de las medidas con mayores
consecuencias fue la introducción conjunta de la ley de convertibilidad
y la reforma del estatuto del Banco Central. La convertibilidad establecía una política monetaria predecible cuya prioridad absoluta era la
estabilidad de precios. La nueva regulación legal del Banco Central
tenía como objetivo establecer la independencia de la autoridad monetaria y bancaria del Poder Ejecutivo y fijándole un margen amplio de
autonomía. De manera que el gobierno de Carlos Menem consolidó
una tendencia neoliberal, que se iría afirmando con claridad a través de
medidas y de discursos públicos.
Todas las medidas aplicadas en la Argentina de Menem se encuadran dentro de las políticas ortodoxas recomendadas por el Consenso
de Washington que fundamentaron reformas ultraliberales que transformaron la estructura de Argentina, como sucedió en muchos otros
países que las aplicaron, como destaca el referido estudio de la Universidad de Buenos Aires. Contrariando los principios básicos del peronismo clásico, se llevó a cabo todo un programa de privatizaciones de
todos los servicios públicos y financieros así como de las pensiones, y
de las compañías estatales que fueron vendidas a inversores privados
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Los fondos buitre, capitalismo depredador
en procesos no exentos de acusaciones de corrupción. En junio de 1990,
se vendió ENTEL, la compañía telefónica estatal, a un consorcio de
inversores españoles italianos y franceses. Y en julio se vendía la empresa Aerolíneas Argentinas a Iberia, entonces empresa estatal española, anunciándose también la intención de proceder a la privatización
de la electricidad, el carbón y el gas natural, el ferrocarril y la flota
mercante del Estado. Asimismo, junto a esas privatizaciones, el gobierno Menem suscribió, paralelamente, decenas de tratados bilaterales de
inversión (TBI) con protecciones jurídicas para esos inversores extranjeros, que tras la crisis provocarían gran número de demandas arbitrales
que dañarían la imagen y la economía del país. Por entonces, la doctrina económica neoliberal parecía triunfante.
Desde luego, en particular, la convertibilidad produjo un éxito
inmediato reflejado en la inflación, que descendió del 4.900 por ciento anual en 1989 a menos del 4 por ciento anual en 1994, alcanzando
el crecimiento económico cercano al 6 por ciento anual, según el citado estudio de la Universidad de Buenos Aires. De ahí que calificaran
a este proceso los principales medios económicos internacionales de
“milagro económico argentino”; y fuera exhibido como prueba cabal
de la racionalidad de las medidas liberalizadoras del Consenso de
Washington. Durante muchos años Argentina fue considerada un
buen alumno del FMI, como destaca Joseph Stiglitz.5 Pero en toda
esta etapa neoliberal, se siguió acentuando el ritmo de crecimiento
de la deuda, que aumentó casi 30 puntos superando la tasa de crecimiento del PBI, a causa sobre todo del incremento de la deuda en
dólares.6 Argentina estaba inmersa en un ciclo infernal de “endeudamiento infinito”, como lo definiría Néstor Kirchner cuando liquidó la
deuda con el FMI.
Por qué Argentina se declaró en suspensión de pagos en 2001
A la crisis de la deuda de Argentina en 2001 se llegó como resultado
de muchos factores. En su mayor parte, Argentina estaba sobreendeu103
Juan Hernández Vigueras
dada y fue víctima de su propia política económica, pero esto se vio
agravado por préstamos cuestionables y el asesoramiento sobre políticas del FMI, asociada a una recesión mundial y a unos mercados de
crédito internacionales ávidos de comprar deuda de alto rendimiento
a pesar del riesgo. En conjunto, estos factores impulsaron a Argentina
hacia una posición de deuda insostenible que terminó en crisis financiera, en un default sin precedentes y un régimen de reestructuración
controvertido; es el resumen presentado en un informe de experto
para miembros y comités del Congreso de los EE.UU. en 2013.7
El impago de la deuda soberana argentina fue una parte inevitable
del colapso económico cuyas raíces se ligan a múltiples factores, que
pretende resumir un informe argentino publicado en los EE.UU.8
Desde luego una de las causas destacadas fue el plan de convertibilidad monetaria adoptado en los primeros años noventa. Con el fin de
contener la inflación históricamente crónica, el gobierno argentino
estableció un plan de estabilización económica que incluía la fijación
de la paridad peso-dólar estadounidense, un peso igual a un dólar; y
al Banco Central de Argentina se le exigía que respaldara al menos
dos tercios de su masa monetaria con reservas de divisas fuertes. A ese
marco macroeconómico se sumaron las mencionadas reformas estructurales neoliberales (la desregulación, la liberalización de los intercambios comerciales y las privatizaciones) que contribuyeron a hacer
a Argentina muy vulnerable a los choques exteriores; incitaron a una
sobrevaloración del tipo de cambio y generaron un crecimiento sin
empleo, al mismo tiempo que elevaba los déficit fiscal y exterior. Y
finalmente llevaron el endeudamiento público a niveles hasta entonces desconocidos.
La influencia de los factores externos
Más aún, los factores externos jugaron un papel clave porque en la
segunda mitad de los noventa se incrementó la vulnerabilidad financiera del país frente a los choques del exterior, que representaron
104
Los fondos buitre, capitalismo depredador
tanto la suspensión de pagos de Rusia en 1998 como la fuerte devaluación del real brasileño que presionaron sobre el tipo de cambio
argentino, aumentando la rentabilidad exigida a la deuda argentina y
los consiguientes costes financieros que cuestionaban la sostenibilidad
de las políticas argentinas. Entretanto, la recesión ralentizaba la economía conduciendo hacia una desaceleración de las inversiones y
empeorando la posición fiscal en su conjunto, precisamente cuando
iba a vencer la deuda emitida a comienzos de los noventa, reestructurada con bajo interés y habría que refinanciarla con unos costes
mucho más elevados, según los datos reflejados en el informe argentino citado.9
Fueron fracasando todos los paquetes de ajustes fiscales que buscaban mejorar la situación de déficit global, que apenas conseguían
seguir el aumento de la factura de los intereses. Las sucesivas políticas
de ajuste fiscal bajo la presión del FMI y sus préstamos condicionados,
solamente lograban amplificar el impacto negativo sobre la población
y sobre la economía. Y la recesión económica se fue profundizando con
los recortes salariales y los empleos junto al recorte del gasto público
en general. En suma, los tipos de interés real y el decrecimiento alzaron
el ratio de la deuda sobre el PBI; y hacia 1999 Argentina se había lanzado por un sendero de deuda insostenible.
El análisis económico independiente citado10 mostró que la violenta contracción de la actividad y el empleo se presentaron en gran medida antes de la cesación de pagos, mientras el gobierno sometía al país
a grandes esfuerzos para mantener al día el servicio de la deuda. El
colapso de la actividad y el empleo fue principalmente consecuencia
de la crisis financiera, la huida generalizada hacia activos externos y la
iliquidez (y, posteriormente, la devaluación real). El impago de la deuda resultó ser, en realidad, una de las condiciones para que fuera posible
la recuperación que tuvo lugar rápidamente después, no solamente por
el efecto fiscal de la suspensión de pagos, sino principalmente porque
liberó a la política económica de la necesidad de emitir señales para
facilitar la refinanciación de los pagos de deuda.
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Juan Hernández Vigueras
La crisis económica e institucional: el corralito
En 2001, la economía de Argentina se transformó en un caos. Pese al
sufrimiento de la recesión económica, el país no podía devaluar su
moneda, ya que el peso argentino estaba atado al dólar. Para sostener
el tipo de cambio y la economía, la Argentina siguió pidiendo prestado
más y más dinero, acumulando una carga de deuda insostenible. La liberalización y la carencia de controles sobre los movimientos financieros, trajeron consigo la fuga de capitales nacionales por un valor equiparable a la deuda externa, que fue a refugiarse en los paraísos bancarios
y financieros del Caribe y de EE.UU.11 Como el gasto público se recortó, las tasas de desempleo y pobreza se dispararon. Había hiperinflación
y los precios de los servicios básicos como la electricidad y el agua
habían aumentado enormemente debido a las privatizaciones. Después
de meses de protestas sociales, un nuevo gobierno aprobó una ley de
emergencia para desvincularse del dólar y devaluar la moneda para
impulsar las exportaciones. Argentina también dejó de pagar su deuda
y congeló las tarifas de servicios públicos para mantenerlos asequibles
a la gente.
Después de cuatro años de recesión en ascenso y de creciente agitación social, cayó el gobierno en diciembre de 2001 y eso mismo le sucedió al régimen del tipo fijo de cambio peso-dólar establecido una década
antes, el conocido como Plan de convertibilidad. En esa fecha, el gobierno de Fernando de la Rúa impuso lo que se denominó el corralito, la
restricción de la libre disposición de dinero en efectivo depositado en
plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros, que se prolongó durante prácticamente un año hasta que en diciembre de 2002 se restableció
la liberación de los depósitos retenidos. Estas polémicas restricciones
tenían como objetivo evitar la salida de dinero del sistema bancario, intentando evitar así una ola de pánico bancario y el colapso del sistema.
El PBI de Argentina bajó más de 20 puntos porcentuales entre 1998
y 2002; el desempleo superó el 25 por ciento, la pobreza se disparó
hasta el 50 por ciento de la población, quebraron los bancos y los depositantes perdieron sus ahorros. Como resultado, una agitación social
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Los fondos buitre, capitalismo depredador
sin precedentes sacudió al país, con docenas de muertos y cientos de
heridos en los motines callejeros mientras el país veía sucederse cinco
presidentes en unas cuantas semanas. La devaluación del peso empujó
la deuda pública Argentina hasta niveles insostenibles que rompían
todos los récords, desde el 63 por ciento del PBI a finales de 2001 hasta el 166,3 por ciento a comienzos de 2002. Desde entonces, era indiscutible la necesidad de una reestructuración integral de la deuda pública. De la noche a la mañana la fuga de capitales y la amplia devaluación del peso hicieron que casi se evaporara la riqueza de Argentina.
La magnitud y la escala de los problemas de Argentina hacia imposible cumplir sus obligaciones como país deudor. Argentina se enfrentó a una auténtica incapacidad para pagar. En realidad, el 60 por ciento de la deuda impagada la retenían los mismos argentinos. El citado
informe argentino concluye que el default de 2001 no fue una decisión
arbitraria ni una fácil salida destinada al repudio de sus obligaciones
contractuales. A la luz de la mayor de las crisis tanto económica como
social sin precedentes, nunca experimentada en su historia reciente, el
país no tenía ninguna otra opción sino que fue forzado al cese de los
pagos de la deuda con el fin de garantizar una mínima cohesión económica y social. En este contexto, los gobiernos argentinos han considerado que no existía ninguna otra elección posible que la reestructuración de la deuda externa.12 Y después del default, el hecho de no requerir fondos externos frescos, de origen privado o multilateral, permitió
desarrollar una política macroeconómica pragmática, enfocada en la
estabilización del mercado de cambios y en la rápida recomposición de
los ingresos fiscales. El éxito de esta política proporcionó el marco de
la recuperación, afirman los expertos citados.13
¿Deuda ilegítima?
El caso de Argentina suscita la cuestión de la posible declaración de
deuda odiosa al haber iniciado su acumulación por la Junta Militar.
Recientemente, con ocasión de la sentencia estadounidense a favor de
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Juan Hernández Vigueras
los fondos buitre en el litigio argentino, el periodista del canal independiente de la TV estadounidense RealNews aludía a la doctrina de
la deuda odiosa y le preguntaba a los dos expertos ya citados, James
Henry y Michael Hudson, por qué Argentina no la había planteado,
teniendo presente que hacia 1983, tras el paso de los militares argentinos por el poder, la deuda argentina había aumentado hasta los
48.000 millones de dólares desde los 18 millones en 1976; y que
nadie hubiera auditado nunca esa deuda. En su repuesta, el economista James Henry recordaba que cuando Raúl Alfonsín llegó a presidencia de Argentina en 1984, planteó la cuestión de la deuda odiosa
durante 21 días, y luego, al final de ese período se retractó, tras un
debate serio sobre la auditoría de la deuda argentina. De modo que el
presidente Alfonsín debió haber recibido el mensaje de los bancos
internacionales, que han tratado durante mucho tiempo a Argentina
como una enorme fuente no sólo de los malos préstamos sino también
de fuga de capitales, algo así que llegó a tener como 300,000 millones
de dólares de capital privado en paraísos fiscales offshore.14 Cuando se
aproximaba el default de 2001, el Tribunal Federal de Argentina mantenía que una porción sustancial de la deuda externa argentina era
fraudulenta e ilegítima, habiendo sido acumulada cuando el país estaba bajo el mando de la Junta Militar.15
La cuestión volvió a surgir en Argentina a comienzos de 2005 con
ocasión de la reestructuración de la deuda externa en que un sector de
la sociedad civil argentina planteó un debate sobre la ilegitimidad de
parte de la deuda.16 Al parecer, la nueva propuesta de canje de la deuda en esa fecha, estaba rodeada de un ambiente favorable y tenía grandes posibilidades de lograr un elevado porcentaje de adhesión; puesto
que los bonistas habían sufrido una gran desgaste, Argentina disponía
de superávit fiscal y las bajas tasas de interés internacionales conformaban un escenario más propicio para la defensa de los intereses argentinos desde una perspectiva financiera. Y reprochaba al gobierno argentino que hubiera olvidado los innumerables ilícitos que el juez Jorge
Ballestero había comprobado en materia de deuda externa desde la
dictadura militar en adelante, como se reflejó en la sentencia del caso
108
Los fondos buitre, capitalismo depredador
Olmos. Cuatro años antes, el citado juez había puesto a disposición del
Congreso un listado de todos los ilícitos cometidos en la constitución
de la deuda. Pero la mayoría legislativa había venido ignorando absolutamente esa denuncia solvente como si la deuda hubiera sido contraída de un modo normal y regular. En la defensa de esa situación, se señalaba que la deuda era ilegítima por haber sido gestada durante la dictadura militar, aunque después
fue legitimada por los gobiernos democráticos y lo que ya entonces se
estaba pagando era deuda emitida en democracia. Por parte del defensor de la aplicación de la doctrina de la deuda odiosa, se afirmaba que
la deuda era una sola que, como fenómeno político económico empieza con un ministro de la Junta Militar, José Alfredo Martínez de Hoz;
y que, “por corrupción, abdicación, falta de coraje y complicidad de los
gobiernos post-dictadura”, se había seguido pagando y renegociando.
Se sostenía que nunca hubo una legitimación, porque nunca el Congreso asumió la facultad de arreglar el tema de la deuda, habiéndose
producido una prolongación de las responsabilidades que contrajo
aquel ministro. Y se acusaba a los gobiernos democráticos de ser continuadores de la Dictadura en contra de los intereses colectivos del
pueblo argentino, manejando un criterio de contables que asumieron
la deuda como un mero hecho, como una relación fáctica, eludiendo
la cuestión jurídica de si esa deuda debía o no ser pagada.
Parece que en el caso de la Argentina, una parte sustancial de la
deuda era de origen privado transformada en deuda pública por exigencia del FMI durante la propia Dictadura militar; pero no fue una
deuda que tuviera como destino el bien público. Y quien considera
que en el caso del Fondo se debería aplicar el principio del derecho
romano de alterum non laedere, no dañar a nadie, del que se deriva la
obligación de reparar todos los daños que se causen a terceros con la
propia actuación; y sostenía que lo que ya se le ha pagado al Fondo
excede con mucho o que le correspondía después de descontar el daño
hecho a los argentinos. “Son muchos los que consideran que la deuda
es ilegítima, pero no son tantos los que creen que se puede iniciar una
revisión de todo el proceso”.
109
Juan Hernández Vigueras
Aunque este tema es objeto de debate en Europa últimamente,
tras la crisis de la deuda en la Eurozona y las injustas medidas mal
llamadas “de austeridad” aplicadas en la Unión Europea, lo cierto es
que resulta complicado cuando no arriesgado apelar a la misma en
estos tiempos de dominio de los mercados financieros globales.17 La
doctrina legal de origen estadounidense sostiene que el concepto de
deuda odiosa se refiere a la deuda contraída por una dictadura militar,
que no necesariamente tiene que ser honrada. Y esta idea fue invocada por los EE.UU. con respecto a Cuba en 1898, que había adquirido
una gran cantidad de préstamos concertados por España, y nadie podía
explicar de dónde provenían.
Es un hecho histórico que durante las negociaciones de paz después
de la Guerra de España con los EE.UU. de 1898, el bando vencedor
sostuvo que ni Estados Unidos ni Cuba debían ser responsables de la
deuda que los gobernantes coloniales habían acumulado sin el consentimiento de los cubanos y tampoco en su beneficio. Aunque España
nunca aceptó la validez de este argumento, Estados Unidos lo impuso
de forma implícita y España se hizo cargo de la deuda de Cuba en
virtud del Tratado de Paz de París. Este episodio inspiró a los juristas
para elaborar la doctrina jurídica de la “deuda odiosa”, argumentando
que la deuda soberana es odiosa y no debe ser transferible a un gobierno sucesor, si se contrajo sin el consentimiento de las personas y si no
ha sido en beneficio de la gente. Algunos estudiosos añaden el requisito de que los acreedores sean conscientes de estas condiciones por
adelantado. Sin embargo, la realidad es que esta doctrina rara vez ha
sido asumida dentro de la comunidad del derecho internacional, y los
países siguen siendo responsables por el pago de la deuda ilegítima bajo
la norma actual del sistema internacional.18
La complicada reestructuración de 2005 y de 2010
En 2002, el Gobierno de Argentina incurrió en la mayor cesación de
pagos de la historia con una deuda que se cifra en 85.000 millones de
110
Los fondos buitre, capitalismo depredador
dólares, aunque algunas fuentes apuntan cifras superiores. Y es una opinión consolidada la imposibilidad de pagar esa suma con sus intereses
crecientes salvo que los acreedores aceptaran una quita considerable de
la deuda. Sencillamente Argentina no estaba en posición de pagar dicha
deuda masiva, reconoce el citado informe para el Congreso estadounidense.19 La reestructuración fue un proceso largo y muy complejo pero
que logró canjes de bonos con quita, mayor plazo y menor retribución.
Uno de los problemas prácticos era la dispersión y la falta de organización de los múltiples acreedores y la carencia de un mecanismo internacional vinculante. El canje de bonos tenía que abarcar 152 emisiones
de bonos en siete monedas diferentes y en varias jurisdicciones.20
Tras años de intentos, Argentina volvió a abordar su problema de
la deuda argumentando que los bonistas tendrían que compartir la
miseria que afectaba a todo el país, y que el gobierno tenía el deber
moral de garantizar este resultado. Como muchos argumentaron, era
una cuestión de equidad que la quita de los bonos fuera históricamente elevada, sobre todo teniendo en cuenta que los continuos préstamos
del FMI, de los bancos de inversión, y de los gobiernos extranjeros solo
habían servido para agravar los problemas financieros, en un momento
en que estaba claro que Argentina se enfrentaba a una crisis inminente,
subraya el informe estadounidense citado. Para convencer a los acreedores de que aceptasen esa rebaja, se les prometió que nadie obtendría
mejores condiciones en el futuro, insertando la suscripción de la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), en virtud de la cual el Gobierno se comprometía hasta diciembre de 2014 a que en el caso de que
llegase a conceder mejores condiciones de pago a los bonistas holdouts,
los acreedores discrepantes, los nuevos bonistas tendrían derecho a las
mismas condiciones. O sea: si el Gobierno pagase a los fondos buitre la
deuda que demandan en su integridad, sin quita alguna, los acreedores
“de buena fe” podrían exigir también ante los tribunales el pago total
de sus deudas. Además el Congreso argentino aprobó la llamada Ley
Cerrojo, que prohibía al gobierno reabrir el canje o hacer cualquier tipo
de oferta futura en mejores condiciones, y suspendió cualquier futuro
pago de la deuda no canjeada.
111
Juan Hernández Vigueras
La reestructuración de la deuda a gran escala se necesitaba con
urgencia, ya que los bonos de alto interés se habían vuelto impagables.
Sin embargo, el gobierno argentino afrontaba graves desafíos intentando refinanciar su deuda. Los acreedores (muchos de ellos ciudadanos particulares en España, Italia, Alemania, Japón, los EE.UU., y
otros países, que habían invertido en bonos soberanos argentinos sus
ahorros y las pensiones de jubilación) denunciaron el incumplimiento; esto incluía a los tenedores de bonos de la propia Argentina, que
se estimaba que suponían una cuarta parte de los tenedores de bonos
afectados. Finalmente, la recuperación económica permitió que Argentina pudiera ofrecer el canje de deuda a gran escala en 2005 y
2010; el primer canje atrajo al 76 por ciento de los bonos impagados
y el segundo, logró la aceptación del 92,3 por ciento de los acreedores.
El canje se ofreció a la par a más largo plazo, cuasi a la par, y con los
bonos de descuento, el último con un valor nominal mucho menor
(25-35 por ciento del valor original). Desde entonces, la mayor parte
del mercado de bonos soberanos argentinos quedó vinculado al PBI,
es decir, al crecimiento de la actividad económica; y los inversores,
tanto extranjeros como nacionales, se anotaron rendimientos récord
al producirse la recuperación del crecimiento. Uno de los mayores
inversores individuales en bonos argentinos que vivió esta evolución
fue Venezuela, que compró un total de más de 5.000 millones en
bonos argentinos reestructurados de 2005 a 2007.21 Y desde entonces
hasta 2014 a los tenedores de bonos que participaron en la reestructuración se les ha pagado puntualmente y han visto subir el valor de
sus bonos.
El problema de los holdouts
Las condiciones de los swaps o canjes de deuda no fueron aceptadas
por todos los tenedores de bonos privados; y un reducido número de
éstos se convirtieron en “holdout creditors” o acreedores disidentes; un
7 por ciento aproximadamente. El FMI inicialmente presionó a favor
112
Los fondos buitre, capitalismo depredador
de los holdouts, hasta una suma global de reembolso de la Argentina
con el FMI en enero de 2006. Acreedores individuales en todo el
mundo, que representaban aproximadamente un tercio de este grupo,
se movilizaron para exigir el reembolso de los bonos por parte del
Estado argentino. Entre otros, podemos citar a la Task Force Argentina,
denominación abreviada de l’Associazione per la Tutela degli Investitori
in Titoli Argentini, una asociación de tenedores italianos minoristas de
bonos;22 y el ciudadano estadounidense Mark Botsford, considerado
el mayor tenedor minorista privado de bonos argentinos impagados,
según la propia declaración prestada ante el Senado de los EE.UU. en
2010.23 Dado el rendimiento superior en varios puntos sobre los bonos
del Tesoro estadounidense, en los noventa los bancos italianos se convirtieron en los mayores compradores de bonos argentinos, con unas
adquisiciones por valor de 14.000 millones de dólares que revendieron
a medio millón de jubilados y pequeños inversores italianos antes de
la suspensión de pagos.24 Algunos otros acreedores discrepantes se han
distinguido por su beligerancia y agresividad contra el gobierno argentino, mediante la continua presión de las campañas mediáticas, en
acciones de lobby en los EE.UU.; intentos de embargos de activos
argentinos en el extranjero; y mediante demandas para condicionar los
pagos futuros de la deuda reestructurada para recibir mejor trato que
los acreedores que habían aceptado el canje. Este grupo integrado por
fondos especulativos de origen estadounidense, los conocidos como
fondos buitre, han mantenido su guerra particular contra el gobierno
argentino durante los últimos trece años, un hecho que merece este
análisis por lo que representan respecto al poder actual de los mercados financieros.
Las políticas del FMI y el reembolso de sus créditos
Para completar el cuadro histórico que explica la situación actual, tenemos que referirnos al papel que jugó el FMI con relación a la estabilización y recuperación de la economía en crisis que fue en la práctica
113
Juan Hernández Vigueras
muy negativo, según el equipo de investigadores independientes citado.
Les resulta llamativo que la crisis y el default de magnitudes extraordinarias, se presentaran como un caso nacional, que por mucho tiempo
fue ponderado como ejemplo de éxito del Consenso de Washington.
Casi hasta el final de los años noventa, el FMI y gran parte de los analistas de los intermediarios financieros internacionales consideraba a la
experiencia argentina como uno de los casos exitosos de política macroeconómica y reformas estructurales en el contexto de globalización
financiera. El default de Argentina se produjo un año después de que
el FMI otorgara un apoyo importante para sostener el programa de
convertibilidad en crisis; hasta el punto que cuatro meses antes del
default, en agosto de 2001, el FMI facilitó un préstamo de 8.000 millones de dólares, que hizo efectivo. En ese momento la crisis estaba en su
apogeo; y la devaluación y el default se discutían abiertamente (en
particular en medios financieros y académicos de los Estados Unidos)
y había una extendida opinión de que la deuda y la convertibilidad eran
insostenibles. El apoyo a Argentina fue el último paquete de rescate
aprobado por el Fondo en el período de Administración demócrata en
Estados Unidos. Todas las circunstancias confluyeron para que constituyera un caso ejemplar para los críticos de la gestión del FMI.25
Durante el proceso de reestructuración, el Fondo Monetario Internacional fue considerado un “acreedor privilegiado”; es decir, toda la
deuda fue reconocida y pagada en su totalidad. Durante 2005, Argentina pasó de una política de negociación y refinanciación constante con
el FMI para el pago en su totalidad, aprovechando un gran y creciente
superávit fiscal debido al aumento de los precios de las materias primas
y la producción económica, con la intención reconocida de obtener la
independencia financiera del FMI. Durante el gobierno del presidente
Néstor Kirchner, Argentina redujo la deuda con el FMI y al terminar
2005 anticipó el reembolso de los créditos que vencían en 2006. El
anuncio inicial fue hecho en una conferencia de prensa sorpresa, en la
que el presidente Kirchner afirmó que con aquel pago, “enterramos un
pasado ignominioso de eterno, endeudamiento infinito”. El premio
Nobel de Economía Joseph Stiglitz, que había criticado reiteradamen114
Los fondos buitre, capitalismo depredador
te al FMI y su apoyo a las estrategias de Argentina sobre la reestructuración de la deuda, se opuso a la política de desendeudamiento, sugiriendo en cambio que el FMI debía recibir el mismo tratamiento que
los demás acreedores.
Los fondos buitre de Paul Singer y Kenneth Dart
En esas coordenadas esbozadas de crisis económica e institucional, hemos de situar el acoso interminable contra la República Argentina por
parte de un grupo de inversores discrepantes liderados por NML Capital, una filial de Elliot Management de Nueva York. Toda una serie
de acciones y litigios en relación con los bonos que emitió Argentina,
que representan “una muestra fascinante de lo que puede ocurrir cuando un acreedor disconforme bien financiado está descontento con el
acuerdo ofrecido por un deudor en apuros”, afirmaban en 2014 dos
relevantes profesionales de este sector.26 Del lado de los fondos buitre,
destacan dos protagonistas: los multimillonarios estadounidenses Kenneth Dart y Paul Singer, que encarnan el capitalismo depredador desarrollado a partir de los noventa y que, gracias a sus fortunas personales,
todavía siguen activos en los llamados mercados de la deuda en apuros,
corporativa y soberana.
La Elliot Management Corporation de Paul Singer
La disputa entre Argentina y los acreedores discrepantes o holdouts se
remonta al menos a la reestructuración de la deuda 2005, aunque las
carteras de acreedores disconformes representaban solamente el 6 por
ciento de la deuda, con unos 4.000 millones de dólares en bonos en
2013; de los cuales ese año 1.300 millones de dólares pertenecían al
fondo NML Capital, domiciliado en las Islas Caimán, y a los fondos de
inversiones de alto riesgo Aurelius Capital Management y Blue Angel
Limited con sede en EE.UU. Estos tenedores de bonos, que no habían
115
Juan Hernández Vigueras
aceptado el canje de 2005 (que lo fue por tres de cada cuatro bonistas)
vieron elevarse un 90 por ciento el valor de sus bonos, que siguió aumentando fuertemente.
En esa labor de acoso destaca Paul Singer, que es un donante importante del Partido Republicano y fundador de Elliott Associates en
1977; y un personaje de la plutocracia estadounidense, como vimos en
el capítulo anterior. Es el presidente ejecutivo (CEO) de Elliott Management Corporation, la filial de gestión de los hedge funds estadounidenses Elliott Associates L.P. y Elliott International Limited. El holding
Elliot dispone de la filial de gestión Elliot Management Corporation
que, a su vez, es la matriz de varios fondos de inversiones especulativas
como NML Capital y Kensington International Ltd.; y controla alrededor de 23.000 millones de dólares desde sus oficinas de Manhattan27
incluyendo una participación del 17 por ciento en la empresa británica
National Express. El principio de la estrategia de inversión de Elliott
fue siempre la adquisición de deuda devaluada y su venta con beneficio
o utilizarla para demandar el pago completo, así fueron sus operaciones
en Perú o en la República del Congo mediante su otro fondo buitre
Kensington International. Con la filial de Elliott, NML Capital está
tratando desde hace años de rentabilizar al máximo los 182 millones
de dólares en bonos comprados a Argentina antes del default de 2001,
oponiéndose a cualquier acuerdo de reestructuración.
El fondo buitre NML Capital Limited
NML Capital junto con otros fondos buitre rechazaron los canjes de
bonos en mora en 2005 y 2010; y en su lugar recurrieron a demandas
judiciales para bloquear los pagos a los tenedores de nuevos bonos y
otros intentos de apoderarse de activos del gobierno argentino en el
exterior, como examinaremos. NML Capital Limited, una unidad offshore de Elliott Management Corporation de Paul Singer con sede en
Islas Caimán, compró la mayoría de sus participaciones en 2008, con
un pago estimado de 49 millones de dólares para una serie de bonos
116
Los fondos buitre, capitalismo depredador
cuyo valor nominal era de más de 220 millones; con el posterior auge
de las cotizaciones de los bonos argentinos, este valor nominal creció
hasta 832 millones para el año 2014. A su vez, organizó y financió un
lobby ad hoc, la agencia American Task Force Argentina contra los esfuerzos de reestructuración de los bonos argentinos, del que daremos
una reseña. Durante la década de 2000, los abogados de Paul Singer
inicialmente obtuvieron varias sentencias importantes contra Argentina (que fueron confirmadas en apelación), pero pronto descubrieron
que debido a una serie de leyes sobre inmunidad soberana, les resultaba imposible hacer efectivas esas sentencias contra el puñado de activos
argentinos todavía al alcance de la jurisdicción estadounidense. Luego
volvieron a examinar su estrategia y decidieron embargar los pagos en
curso de la Argentina a los tenedores de bonos que habían participado
en las reestructuraciones de 2005 y 2010.
Los fondos Dart Management y EM Limited
Entre el grupo de fondos buitre, el otro protagonista ha sido Kenneth
Dart. Las operaciones de la familia Dart comenzaron en Brasil en los
noventa, una experiencia que el hijo Kenneth con su fondo Dart
Management continuó con Argentina y luego ha llegado a la crisis
griega de 2012, donde también logró altos beneficios. Con su fondo
Dart Management, registrado en las Caimán, invirtió en torno a 120
millones de dólares en bonos argentinos devaluados durante noviembre
y diciembre de 2001. La compra se hizo a veinte centavos el dólar de
valor nominal, precisamente unos días antes de que el país del Cono Sur
declarara la mayor suspensión de pagos de la historia hasta entonces.
Años después, durante las duras negociaciones que condujeron a la reestructuración de la deuda argentina en 2005, el ministro de economía
Roberto Lavagna declaró en una entrevista televisada que la compra
de bonos de Dart se había realizado con la única razón de demandar a
los gobiernos argentinos, añadiendo que no se pagaría un centavo a los
tenedores de bonos que suscribieran la demanda judicial.28
117
Juan Hernández Vigueras
El fondo buitre EM Limited de Kenneth Dart es uno de los más
activos en los litigios contra Argentina, aunque el más conocido sea el
fondo Dart Management, también propiedad de Kenneth Dart, que
ha seguido en todas sus operaciones la conocida estrategia de comprar
deuda pública a precios considerablemente reducidos cuando los gobiernos débiles están en crisis, y eventualmente obligar a estos gobiernos a pagar el monto de la deuda por su valor nominal. La familia Dart,
como vimos en el capitulo anterior, ya empleó esa estrategia con la
deuda de Brasil con sustanciales beneficios. En el curso de la resolución
de la crisis financiera argentina de 2001, respondiendo a la estrategia
de acreedor discrepante o holdout frente a una posible reestructuración, el entonces embajador argentino en los EE.UU., Jorge Argüello,
denunciaba las actividades de Kenneth Dart.29 Como tenedor de un
paquete adquirido de bonos impagados desde 2001, la demanda del
fondo buitre EM Limited de Dart, logró que el tribunal del Segundo
Circuito de Nueva York requiriera a Argentina para que pagara 750
millones de dólares.30 Y el periódico Clarín de Buenos Aires calificaba
a Dart de “el enemigo número uno de la Argentina”. La realidad es que
en 2005, Kenneth Dart era el mayor acreedor privado que tenía Argentina y el hombre que podía echar por tierra toda la operación de
canje de la deuda externa.31
Kenneth Dart, apátrida voluntario
Kenneth Dart es el típico milmillonario depredador financiero aparecido en los años noventa, uno de los herederos de William F. Dart, que
fundó la empresa Dart Container Corporation (originalmente el Dart
Manufacturing Company) en Michigan y cuya sede se trasladó luego
a Sarasota, Florida. Primero, como ingeniero mecánico se incorporó a
la empresa familiar Dart Container Corporation, convirtiéndose en
presidente de la compañía de fabricación de vasos plástico y otros contenedores térmicos para comidas, para dedicarse después al negocio
más lucrativo de apostar contra los Estados en quiebra.
118
Los fondos buitre, capitalismo depredador
Los Dart son probablemente los más ricos propietarios de inmuebles
de Sarasota, que atrajeron la atención mediática cuando trasladaron la
sede de Dart Container Corp., de Michigan a Sarasota. Es notorio que
Kenneth Dart renunció a la nacionalidad estadounidense en 1994 para
eludir impuestos, como ha reiterado la prensa estadounidense; y desde
entonces solo pasa unos dos meses al año en esa población de Florida y
reside en las Islas Caimán, donde adquirió un complejo urbanístico,
disponiendo de pasaporte de Belice y de la República de Irlanda; y su
familia tiene su base en el Condado de Sarasota. En las Caimán tiene
domiciliadas varias empresas para operaciones en el extranjero. Esta
situación le habría permitido una reducción notable en sus impuestos,
la posibilidad de disfrutar de su vida en los Estados Unidos como un
diplomático extranjero, como cónsul de Belice, evitando cualquier acción por parte de la Agencia tributaria Interna, aunque el Departamento de Estado rechazó tal acuerdo. Se dice que estos hechos escandalosos
produjeron un cierto endurecimiento de la legislación fiscal estadounidense, aunque es miembro del Consejo de Administración de Dart Neurociencia y de la Fundación Dart, entidades estadounidenses.32
El error estratégico de Argentina
La línea de las acciones seguidas por los fondos buitre contra Argentina
se ha montado sobre un error estratégico que acompañó a su endeudamiento, como fue transferir la emisión de bonos a Nueva York. La razón
alegada es que Argentina había sido históricamente tan inestable que
le habría sido difícil que los inversores compraran bonos bajo la jurisdicción argentina, ya que pocos inversores del exterior confiaban en los
tribunales argentinos para hacer cumplir obligaciones en contra de su
propio gobierno, más aún siendo militar. Y en abril de 1976, la Junta
Militar sancionaba la ley 21.305, cuyo único artículo habilitaba para
prorrogar la competencia territorial argentina “a favor de jueces extranjeros”. Era el primer precedente de renuncia a la soberanía jurídica,
reformulado posteriormente con la ley 22.434 y ratificado en los 54
119
Juan Hernández Vigueras
tratados bilaterales de inversión firmados entre 1992 y 2002. Y la renuncia se aplicó en la emisión de los bonos en mora que después pasarían a poder de los fondos buitre y en los sucesivos canjes de 2005 y
2010. La excusa para subordinarse a una justicia extranjera fue siempre
la misma: “hay que brindarle seguridad jurídica a los inversores”. Pero
el fallo del juez Griesa en Nueva York revelaría en 2012-2014 que la
justicia en Manhattan es permeable al lobby de los fondos buitre.33 Las
emisiones de bonos argentinos fueron, por lo tanto, bajo un tipo especial de contrato de emisión de bonos denominado Fiscal Agency Agreement (FAA), un acuerdo de agencia fiscal redactado por sus abogados
estadounidenses conforme a la legislación de Nueva York. Este acuerdo
estipulaba que los pagos de los bonos debían efectuarse por Argentina
a través de un administrador con sede en Nueva York (lo que significaba que los tribunales estadounidenses tenían jurisdicción sobre las partes en ese contrato para ordenar medidas cautelares).
En ese Contrato de Agencia Fiscal, los abogados de la Argentina
incluyeron una cláusula habitual conocida como pari passu, de igualdad de trato a todos los bonistas, pero no incluyeron una cláusula de
acción colectiva, que habría permitido acordar por mayoría una renegociación de la deuda pendiente. Como resultado, la Argentina no
podía obligar a NML Capital o a los otros acreedores disconformes a
participar en las reestructuraciones de 2005 y de 2010. Peor aún, la
cláusula pari passu fue interpretada por los tribunales de los Estados
Unidos en el sentido de que Argentina podría pagar bien fuera a todos
sus tenedores de bonos o a ninguno, pero no podía pagar sólo a los que
aceptaron la reestructuración de 2005 e ignorando el resto. Esto fue
considerado como justo por los tribunales de Estados Unidos porque
Argentina estaba obligada por las decisiones de sus abogados; pensaron
que tener acceso a los mercados de capital en Nueva York bien valía
la carga a soportar.
El alcance del poder de Paul Singer en el mundo de Wall Street se
expresa en el hecho de que Elliot Management Corporation es uno de
los miembros junto con los grandes bancos que integran el comité de
la ISDA, la organización gremial y lobby de los grandes bancos que
120
Los fondos buitre, capitalismo depredador
operan y controlan el negocio de las apuestas sobre precios o impagos,
conocidas como derivados financieros. Y que cuando se planteó el “default selectivo” de Argentina tras las decisiones judiciales en 2014, ese
comité gremial tenía que decidir si los bancos apostantes, como aseguradores, tenían o no que pagar las indemnizaciones a los bonistas que
no podían cobrar sus intereses por la decisión del juez Griesa.
Por qué Argentina acusa a los fondos buitre
En la primavera de 2012, la embajada del Argentina en Washington
difundió el informe en inglés ya citado y titulado “El default de Argentina en 2001: mitos y realidades”, todo un documento dirigido a la
opinión pública estadounidense sobre la evolución económica reciente y la política seguida por los gobiernos Kirchner. El objetivo evidente era aportar datos y razones de país para hacer frente a la intensa y
extensa campaña de descrédito y desinformación contra Argentina,
desarrollada desde años atrás por lobbies y medios de comunicación
afines a los fondos de inversiones disconformes con las reestructuraciones de la deuda ofrecidas por aquel país; informe que hemos utilizado como fuente solvente en algunos puntos. Bajo el título que hemos
tomado para este apartado, se apuntan los argumentos del largo combate contra estos depredadores financieros llevado a cabo por el país
del Cono Sur.34
El liderazgo de Paul Singer
Destaca que el fondo buitre Elliot de Paul Singer ha liderado el grupo
de fondos de inversión discrepantes, siguiendo una política de presión
política internacional sobre el gobierno argentino durante y desde los
canjes de 2005 y 2010. Una parte significativa de los bonos argentinos
impagados o en mora estaban (y en 2014 siguen estando) en manos de
los llamados fondos buitre. Desde el comienzo, su lucrativa táctica
121
Juan Hernández Vigueras
estaba clara como el cristal. Compraron deuda impagada con descuento en el mercado secundario, se negaron a participar en cualquier restructuración general en la que el valor de la deuda iba a ser reducido y
demandaron a Argentina para obtener una retribución superior. Esta
estrategia, sumada a una litigiosidad agresiva, realmente funcionó en
otros países que estaban desesperados por recuperar el acceso a los
mercados internacionales de capitales. Para ellos, compensar a una minoría de litigiosos tenedores de bonos era un precio razonable que
había que pagar por una vida tranquila. Y, sin embargo, ese nunca fue
el caso de Argentina, se sostiene en el documento referido.
Especuladores con influencia política
Los fondos buitre retienen varios miles de millones de los bonos impagados argentinos. Destaquemos que no fueron los prestamistas primarios sino que adquirieron esas deudas pendientes por centavos de dólar
con la única finalidad de demandar a Argentina por el valor nominal
de la deuda más intereses. A menudo estos fondos tienen como base
territorios o islas consideradas paraísos fiscales offshore; y frecuentemente utilizan los tribunales de los EE.UU. y del Reino Unido para embargar los activos del país deudor en cualquier parte del mundo. Se subraya la dimensión política del asunto, porque esos fondos ordinariamente amenazan e interfieren las relaciones comerciales establecidas
o intentan hacer mucho más difíciles los acuerdos con otros acreedores.
Los pleitos en los tribunales y las tácticas duras, como desacreditar
sistemáticamente al país deudor, son herramientas comunes para forzar
a los gobiernos a zanjar la disputa de modo ventajoso para ellos. De
modo tajante, Paul Singer, el fundador del hedge fund Elliot Management Corporation (cuyas filiales reclaman 2.000 millones de dólares
por los bonos impagados en 2001 por Argentina) revelaba en una ocasión su estrategia básica en referencia a las compañías en bancarrota:
“Nuestro objetivo primario es encontrar situaciones en las que el resorte para incrementar el valor sea nuestra capacidad para controlar o
122
Los fondos buitre, capitalismo depredador
influir en el proceso”. Irónicamente, cuando a principios de 2005 Argentina lanzó propuestas para la permuta de la deuda, muchos fondos
buitre la calificaron de “escandalosa, ofensiva y moralmente inaceptable”,35 sosteniendo que no había escapatoria para que Argentina pudiera evitar con esas ofertas a enfrentarse a reclamaciones judiciales.
Beneficios sin contrapartidas
Un ejemplo extremo de los beneficios extraordinarios en juego con esta
actividad lucrativa sobre la deuda soberana se refleja en los casos planteados contra Argentina ante los tribunales de EE.UU. por los fondos
buitre que poseen bonos conocidos como FRAN (Floating Rate Accrual
Notes). Estas demandas contra Argentina representaron un valor nominal de 289 millones de dólares, pero los juicios sumaron 2.800 millones. Los tribunales estadounidenses no aceptaron ninguna consideración basada en equidad para limitar en alguna medida los intereses
calculados al 101 por ciento anual. Según el citado documento, en 2012
los pleitos sobre los bonos FRAN representaban una ganancia para los
fondos buitre que los poseen, de más del 1.000 por cien sobre la cantidad reclamada originariamente en la demanda. Mientras estos fondos
buitre obtuvieron de Argentina bonos a un valor que presumiblemente no fuera mayor que el 20 por ciento; por tanto, es posible que la
ganancia estimada se haya elevado al menos al 5.000 por cien. Y sin
embargo, estos fondos no llegaron muy lejos con Argentina aunque
intentaron todo lo que pudieron para impedir una reestructuración
ordenada de la deuda. Como de costumbre, fueron los participantes
más activos y camuflaban sus verdaderos intereses actuando en nombre
de pequeños tenedores o incluso de profesores estadounidenses partícipes en fondos de pensiones, que poseían una mínima porción de los
bonos argentinos impagados. Por ejemplo, el fondo de pensiones TIAA/
CREFF poseía simplemente 58 millones de dólares de los bonos argentinos impagados de una cartera de 400 millones, es decir, digamos que
el 0,145 por ciento de esa cartera.
123
Juan Hernández Vigueras
Es interesante la mención del referido informe a la responsabilidad
de los propios aliados de la banca que engañaron a los originarios tenedores de bonos con su propio dinero, se afirma. Por ejemplo, los tribunales italianos han reconocido expresamente en docenas de casos la
responsabilidad de los bancos y los intermediarios financieros, que vendieron bonos argentinos a clientes minoristas no expertos, en su mayoría pensionistas. Estos tribunales hallaron que había habido una infracción de las reglas de conducta e impusieron sanciones a los miembros
de los respectivos comités ejecutivos y a otros directivos. La jurisprudencia “reflejaba un cuadro perturbador de ineficiencia y negligencia
en el modo en que los bancos plantearon el asunto”. Merece también
destacarse que cuando la cesación de pagos los tomó por sorpresa, los
bancos italianos tenían en su poder bonos argentinos por un valor en
torno a 473 millones de dólares, mientras los jubilados de clase media
tenían alrededor a 14.000 millones de dólares. El informe argentino
citado plantea el interrogante de quién defraudó a quien, como la pregunta correcta que sigue pendiente de respuesta.
Efectos dañinos para el país
Todas esas acciones arbitrarias han tenido un efecto perjudicial sobre
Argentina. A pesar de su fuerte base fundamental (principalmente su
ratio de crecimiento, sus robustos excedentes fiscales y exteriores, el
alto nivel de reservas) Argentina ha sido calificada como una inversión
de alto riesgo. Y sin embargo, hacer alegatos públicos sin fundamento
contra Argentina ha sido su juego, acusa el informe referido. A medida
que aquellos grupos de interés especial resultaron estar equivocados
frente al crecimiento de Argentina, el siguiente paso fue cuestionar la
“credibilidad” del planteamiento de las políticas argentinas. Tomados
en conjunto, los fondos buitre han intentado lo que hiciera falta para
lograr sus objetivos, incluso poner obstáculos a unas relaciones cada vez
mejores entre los EE.UU. y Argentina, particularmente mediante la
extensión de su lucha al Congreso estadounidense. La realidad es que
124
Los fondos buitre, capitalismo depredador
estos acreedores discrepantes tienen un grupo de lobby en Washington
D. C. (ATFA) que ha intentado utilizar el Congreso para meter presión
sobre Argentina, penalizándola al recurrir a una amplia gama de iniciativas, como examinaremos en detalle. Según el informe argentino citado, en torno al 90 por cien de todas las demandas existentes contra
Argentina ante los tribunales pertenece a individuos o entidades domiciliadas fuera de los EE.UU. En particular, si miramos a los 15 holdouts
que tienen más de 25 millones en reclamaciones sobre Argentina, encontramos que el 9 por ciento de ellos están domiciliados en las Islas
Caimán, entre ellos NML Capital Ltd. Más aún, casi el 80 por ciento
del importe total de las reclamaciones contra Argentina pertenece a los
fondos buitre (alrededor de 4.700 millones de dólares en litigio y 710
millones de reclamaciones pendientes).
En resumidas cuentas, los fondos buitre han intentado crear la falsa impresión de que la deuda a los acreedores disconformes es un impedimento para unas mejores relaciones EE.UU.-Argentina. Pero, de
hecho, únicamente actúan en su propio nombre intentando meter presión sobre Argentina con el fin de cosechar beneficios extraordinarios,
reitera el informe citado.
La agencia ATFA y el lobismo entre los legisladores
El caso de la organización privada American Task Force Argentina
(ATFA) (o Fuerza de Choque estadounidense contra Argentina) muestra hasta qué punto llega la defensa de los intereses de unos fondos de
inversiones de riesgo, incluso cuando se enfrentan a los de un país en
dificultades financieras.
“La American Task Force Argentina (ATFA) es una alianza de
organizaciones unidas para una conciliación justa y equitativa
del default de 2001 y la posterior reestructuración de la deuda
del gobierno argentino. Nuestros miembros trabajan con legisladores, medios de comunicación y otras partes interesadas para
125
Juan Hernández Vigueras
animar al gobierno de Estados Unidos a perseguir vigorosamente un acuerdo negociado con el gobierno argentino en interés de
los actores estadounidenses afectados”.
Esta definición de la ATFA que figura en el sitio web oficial, está
lejos de reflejar su propia realidad que supera con mucho ese modesto
objetivo de los fondos buitre que la financian y dirigen, puesto que
desde ese mismo sitio se ha denigrado a la Presidencia argentina; y se
han publicado datos totalmente falsos sobre la realidad financiera y
política del país con la finalidad palpable de desprestigiar la imagen
exterior del país y de su gobierno, como fácilmente se puede constatar.36
Una agencia profesional de lobby
El circuito de dinero que mueve esta agencia de lobby podría catalogarse como un tipo de corrupción y tráfico de influencia en países europeos, mientras que en Estados Unidos está legalizado bajo la figura
de agencia de lobby. Aplican su inmensa capacidad de influencia sobre
gobiernos e instituciones internacionales, siendo los grandes medios de
comunicación uno de sus principales canales. Si los lobbies financieros
han tenido éxito para frenar los intentos de regular las finanzas globales,37 nada indica que el caso argentino les resulte un desafío inquietante. La incesante actividad de esta organización ha consumido millones
de dólares en una persistente campaña de desinformación en la prensa
estadounidense, con ramificaciones en los medios argentinos para influir
en la opinión pública, en el Congreso estadounidense, en la Legislatura del Estado de Nueva York y en los tribunales de la ciudad, al amparo de Wall Street. También ha intervenido en las calles y en las redes
sociales: financió cacerolazos, movidas político-mediáticas y escraches
frente a la embajada argentina en Washington. Fueron algunas de las
acciones que ATFA realizó para desprestigiar a la Argentina.
Y este lobby está controlado por los fondos buitre EM Ltd. de
Kenneth Dart y NML Capital Ltd. de Paul Singer y otras firmas, que
126
Los fondos buitre, capitalismo depredador
desde 2007 han gastado casi 3 millones de dólares en campañas agresivas contra Argentina en los ámbitos mencionados e incluida una dura
campaña sobre datos considerados falsos por el embajador argentino
que acusaba públicamente a la ATFA de ser un lobby creado para la
defensa de los intereses económicos de estos fondos especulativos.38 La
ATFA es la principal agencia de relaciones públicas y de lobby de Elliott
Management Corporation que apoya su larga batalla legal contra Argentina ante tribunales de Estados Unidos para cobrar la deuda comprada en las postrimerías de 2001 poco antes del default del país. Aunque se presenta como una coalición, en el pasado ATFA tuvo que retirar a varios grupos de su lista de seguidores después de que el Wall Street
Journal descubriera que nunca habían oído hablar de tal organización,
y mucho menos la habían apoyado.
Esta fuerza de choque liderada por Paul Singer está acosando a
Argentina luego del exitoso primer canje de deuda en default en 2005,
que logró la aceptación del 76 por ciento de los acreedores y se elevó
al 93 por ciento con el segundo en 2010. Singer ha contratado para esa
tarea a demócratas, al tiempo que ha ganado influencia en el Partido
Republicano a través de donaciones millonarias para campañas electorales. En las últimas elecciones para presidente de los EE.UU. fue uno
de los mayores contribuyentes al comité de acción política del candidato Mitt Romney. Y esta agencia de lobby la conducen tres exaltos
funcionarios de la administración Clinton. El presidente Robert Raben
fue fiscal general adjunto del Departamento de Justicia y es presentado
en la página oficial como quien “dirige los esfuerzos de educación y
promoción de la American Task Force Argentina en el Capitolio, animando al gobierno de Estados Unidos a tomar medidas en nombre de
los contribuyentes, empresas y tenedores de bonos estadounidenses”.
El copresidente es Robert Shapiro, que fue subsecretario de Comercio
para Asuntos Económicos y asesor del presidente Bill Clinton. La tercera ejecutiva del ATFA es Nancy Soderberg, ex embajadora de Estados
Unidos en la ONU durante la gestión Clinton y asesora de política
exterior del exsenador Edward Kennedy.
127
Juan Hernández Vigueras
Campañas de opinión y de presión internacional
Con los años, esta fuerza de choque ha hecho todo lo posible para presionar y generalmente difamar a Argentina, alegando vínculos nefastos
con Irán, por ejemplo. Uno de sus principales objetivos ha sido desviar
la atención del hecho de que la lucha por cobrar el nominal de la deuda
de Argentina depende fundamentalmente de las tácticas de mano dura
de los grandes propietarios de fondos de alto riesgo, como el Elliot de
Paul Singer, para recolectar la máxima cantidad de dinero en las inversiones en deuda soberana en dificultades. Como estas tácticas no bastan,
estos fondos de alto riesgo se ganaron con razón el calificativo de buitres
mucho antes de que surgiera el caso de Argentina, como señaló el codirector del prestigioso Center for Economic Policy and Research (CEPR),
Dean Baker. Así que una de las estrategias de la ATFA ha sido poner de
relieve cómo las acciones de Argentina han perjudicado supuestamente
a las “personas corrientes” y que los fondos buitre de alguna manera
representan una lucha en defensa de estos desvalidos.39
En ese sentido, subrayaba el prestigioso periódico argentino Página 12, que no hay que ser muy perspicaz para descubrir la acción
de ese lobby desplegada en los grandes medios por financistas y economistas, creando confusión en la ciudadanía. Y ponía como ejemplo
de esas operaciones de lobby de la ATFA, el artículo publicado en The
Wall Street Journal y reproducido por otro periódico argentino La
Nación, que presentaba a una jubilada con bonos impagados por
valor de 45.000 dólares, integrante del grupo de trece inversores argentinos asociados a los fondos buitre que litigaron en Nueva York;
pero en ese relato sentimental se omitía cómo esos ahorristas llegaron
a ser parte del juicio, qué aportes habían realizado para financiar los
carísimos abogados que llevan adelante el caso, y cuál es el vínculo
con Singer & Cía.40
El citado periódico argentino contaba que la fuerza de choque
había publicado una página de publicidad solicitada en diarios argentinos, sumando confusión sobre la posición del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, y un día antes había enviado al país a Shapiro
128
Los fondos buitre, capitalismo depredador
y a Soderberg para reunirse con distintos “formadores de opinión” con
el objetivo de sumar información sobre la economía local, habiendo
almorzado ambos con un grupo de periodistas. En 2012, el gobierno
argentino seguía siendo acosado ante los tribunales neoyorquinos por
un grupo de fondos buitre que habían especulado con la vieja deuda
pública externa contraída durante los años de la cruel dictadura en el
país. Y por cuenta de esos especuladores actuaba ATFA, que en octubre
de ese año atraía la atención de la prensa que le atribuía la autoría de
detención en el puerto de Ghana de la fragata argentina Libertad, puesto que la gerencia de Elliott Management Corp. era uno de los firmantes de la reclamación judicial que había motivado tal hecho.
Los fondos buitre actúan en las cámaras legislativas de los EE.UU.
El referido informe de la Embajada de Argentina41 nos resume las actuaciones de lobbies contratados por estos fondos de inversiones llevadas a cabo en los EE.UU. contra el país del Cono Sur, que han tenido
su reflejo en la prensa; y que ejemplifican la capacidad de ataque descarado de los grupos financieros contra un país, aunque pertenezca al
exclusivo G-20. Todo ello a pesar de que los tenedores de bonos argentinos en ese país representaban en 2012 menos del 10 por ciento del
total de las reclamaciones pendientes contra Argentina planteadas ante
los tribunales de EE.UU., contrariamente a las informaciones de prensa sobre las consecuencias de la cesación de pagos de Argentina en aquel
país, como documenta el citado informe. En realidad, la mayor parte
de las demandas judiciales pertenecen a no-nacionales estadounidenses,
particularmente a los fondos buitre que, como es notorio, la mayoría
de ellos están domiciliada en las Islas Caimán y algunas de las entidades
demandantes se vinculan al fondo EM Limited de Kenneth Dart. Por
otra parte, la gran mayoría de los tenedores de bonos estadounidenses
han participado en los acuerdos de canje; y Argentina nunca colocó su
deuda entre inversores minoristas de EE.UU. Sin embargo, mediante
la labor de la ATFA y otras agencias de lobby contratadas, tanto en la
129
Juan Hernández Vigueras
actividad legislativa del Congreso de EE.UU. como en la Legislatura
del Estado de Nueva York se han dejado sentir los intereses particulares
de estos agresivos fondos especulativos disconformes con la restructuración de la deuda argentina, cuyos detalles ilustran como el poder financiero se ejerce sobre los legisladores.
Proyectos de ley contra Argentina en el Congreso estadounidense
Durante la primera sesión del 111 Congreso (enero de 2009 a enero
2011), el representante de Nueva York Eric Massa presentó un proyecto de ley42 con el objetivo, diseñado a la medida de la situación del
endeudamiento argentino, de impedir que los Estados catalogados con
arreglo a esa ley obtuvieran préstamos en los EE.UU. o el acceso al
mercado de capitales. Un proyecto que solamente obtuvo el 7 por
ciento de votos de los miembros y que ofrecía un cuadro inexacto que
Argentina se vio obligada a refutar porque ignoraba cualquier análisis
serio de la historia posterior al default argentino. Y en la segunda sesión
de ese Congreso, otro representante de Nueva York, Michael McMahon,
un primerizo que después perdió su reelección, presentó otro nuevo
proyecto de ley43 que reiteraba el contenido del anterior proyecto pero
apoyado por un número menor de miembros. Ambos proyectos nunca
llegaron al Comité de Asuntos Exteriores o al de Servicios Financieros
de la Cámara de Representantes; y en ambos casos el escaso número
de apoyos provinieron de los representantes del Estado de Nueva York,
que es la jurisdicción en la que los acreedores de Argentina plantean
sus demandas.
Nuevamente en mayo de 2011, durante el 112 Congreso (de enero de 2011 a enero 2013), un senador y un representante de la Cámara volvieron a presentar dos proyectos44 que eran una reedición básicamente de los proyectos mencionados de 2009 y de 2010. Aunque
fueron remitidos a los Comités de Asuntos Exteriores y al de Servicios
Financieros de la Cámara y al comité de banca y asuntos urbanos del
Senado, no dieron ningún resultado.
130
Los fondos buitre, capitalismo depredador
En el contexto del requerimiento de aumento de capital acordado
por el G-20 y por los bancos multilaterales de Desarrollo (Banco Mundial, Banco de Desarrollo Americano, etc.), el representante republicano
novato Robert Dold presentó un proyecto de ley45 destinado a condicionar los préstamos de estos bancos multilaterales a Argentina. A este
proyecto se mostraron favorables los informes de los comités competentes; pero en el transcurso de las discusiones parlamentarias unos cuantos
congresistas repitieron las mismas acusaciones sin fundamento que eran
utilizadas por la ATFA en sus campañas contra Argentina. Con ocasión
de tales sesiones, la secretaria adjunta para el Desarrollo y Mercados
Internacionales, Marisa Lago, anunciaba la nueva política de la Administración por la cual los directores ejecutivos estadounidenses en el Banco
Mundial y en el Banco Interamericano de Desarrollo votaría en contra
de préstamos a Argentina. Específicamente en este último proyecto se
incluyó una sección dedicada a Argentina por la que se establecía como
condición para conceder autorización para el aumento de capital, el secretario del Tesoro daría instrucciones a los directores representantes de
los EE.UU. en esos bancos para “oponerse a cualquier préstamo al gobierno de Argentina (distintos a los que sirvan a las necesidades humanas
básicas)” El objeto de esta sección era “abogar y promover vigorosamente esfuerzos para incentivar a Argentina normalizar las relaciones con los
acreedores oficiales y privados” y con los organismos internacionales.
Asimismo, en paralelo con este último proyecto46, el senador Marco
Rubio propuso una enmienda en un proyecto de ley sobre créditos para
el Departamento de Estado y Operaciones exteriores para financiar al
Departamento y a las organizaciones financieras internacionales, para
incluir una mención a Argentina con un lenguaje similar a las alusiones
en contenidas en los proyectos anteriores (the Rubio Amendment). Finalmente, las sesiones conjuntas de los Comités correspondientes del
Senado y de la Cámara de Representantes con el fin de reconciliar los
dos diferentes proyectos no produjeron ninguna mención ni alusiones
a Argentina en los textos resultantes.
Por otra parte, el congresista republicano de Florida, Connie Mack
IV, autor del último proyecto de idéntico título a los dos primeros re131
Juan Hernández Vigueras
feridos47 presentado en la Cámara, también introdujo una enmienda
(The Connie Mack IV Amendment) que incluía a Argentina en un grupo
de países para los cuales quedaba prohibida la asistencia bilateral por
parte de los EE.UU. Mención que desapareció de la versión final debido a la intervención de la secretaria de Estado Hillary Clinton, que
remitió una carta a la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de
la Cámara objetando este lenguaje.48 Sobre todos estos proyectos legislativos contra Argentina, podemos encontrar comunicados y referencias
en el propio sitio web del lobby ATFA.49
Proyectos de ley contra Argentina en la Legislatura del Estado
de Nueva York
Asimismo, la legislatura del Estado de Nueva York ha sido testigo de
intentos similares para meter presión sobre Argentina. En mayo de
2010, se presentaron tres proyectos de ley ante la legislatura del Estado
de Nueva York50 que en conjunto habrían impuesto ciertos tributos,
una exigencia de notificación y unos honorarios sobre los denominados
“Estados extranjeros que evaden deudas” y sus transacciones financieras
en el Estado de Nueva York; proyectos que también tenían como objetivo específicamente a Argentina y su oferta de canje de bonos de
2010. Como en el caso de los dos proyectos del Congreso, estos nunca
salieron de los comités donde quedaron pendientes. Incluso, la SIFMA,
the Securities Industry and Financial Markets Association, un influyente
lobby financiero51, “se opuso fuertemente” a la legislación propuesta por
razones diversas, incluidos los perjuicios que significaría para los inversores neoyorquinos.
Sin embargo, a pesar de los dos proyectos fracasados en 2010, al
año siguiente el lobismo de los fondos buitre en el Estado de Nueva
York se las arregló de nuevo para presentar una nueva serie de proyectos de ley que apuntaban a Argentina, de modo similar a los presentados en años anteriores. Toda esta legislación propuesta tenía
muchos elementos en común, como era la intención de pretender
132
Los fondos buitre, capitalismo depredador
abordar las obligaciones deudoras de Estados extranjeros pero basándose en falsas premisas. Más allá de los aspectos técnicos, esta legislación proyectada declaraba “que los ejemplos más egregios de un país
capaz de pagar su deuda pero que opta por no hacerlo es la República Argentina”. Uno de estos últimos proyectos52 pretendía hacer factible que un solo litigante con un determinado argumento contra
Argentina pudiera incluso pasar al Senado del Estado de Nueva York;
intentos que fueron derrotados en junio de 2011 al finalizar las sesiones del la Legislatura del Estado.
Como hemos explicado antes, muchos intereses creados han logrado poner obstáculos en el camino hacia un fortalecimiento de las relaciones entre los EE.UU. y Argentina, como destaca el referido informe,
al intentar difundir la falsa impresión de que el default es un impedimento para mejorar las relaciones bilaterales. Y han logrado que miembros individuales del Congreso, que representan intereses especiales,
presenten una legislación específica como la que hemos mencionado,
que se sobredimensionan al omitir el apoyo limitado que alcanzado
dentro del Congreso precisamente para socavar al Gobierno argentino;
pero sirven de apoyo a campañas mediáticas que logran el objetivo de
lograr el descrédito del gobierno o el país al que apuntan.
Presión internacional: el secuestro de la fragata Libertad y los
embargos
El fondo NML Capital de Paul Singer es considerado uno de los más
virulentos y a la vez de los más imaginativos para encontrar alternativas
que le permitan rentabilizar sus inversiones. En junio de 2014, el Tribunal Supremo de EE.UU. permitía a NML Capital y otros fondos
agrupados buscar activos de Argentina potencialmente embargables en
todo el mundo para cobrarse la sentencia a su favor por un importe de
unos 1.600 millones de dólares, amortización más intereses, como analizaremos. Meses después, este grupo de fondos buitre pedía que se
aplicara la cláusula “discovery” para que se retengan activos de las em133
Juan Hernández Vigueras
presas YPF y Chevron, petroleras con un acuerdo estratégico para la
explotación del yacimiento de Vaca Muerta, en territorio argentino.
Primero lograron la orden de un juez de Nevada para buscar y embargar activos de la familia Kirchner y del empresario Lázaro Báez. Ahora,
aspiraban a que se determinara si la petrolera estatal YPF tenía activos
físicos o financieros en California; y en caso contrario, la intención era
que se considerara a la empresa norteamericana como corresponsable
de las deudas argentinas y responda con sus propios bienes.53 Igualmente, se informaba que NML Capital examinaba los acuerdos firmados
entre Argentina y China, apuntando al embargo de los préstamos que
el país asiático podría otorgarle a la Administración argentina. Y por
entonces había emplazado al Bank of China para que le diera información sobre los contratos de financiación de las obras de infraestructura,
como las represas de Santa Cruz y el tren Belgrano Cargas, según la
prensa argentina.54 Y es que Argentina ha sido antes blanco de por lo
menos 28 intentos de embargo de propiedades en el mundo, en su
mayoría embajadas, y ha ganado los litigios en todos los casos.55
La fragata Libertad, secuestrada por los fondos buitre
El intento de embargo de mayor repercusión internacional, sin duda,
fue la retención en Ghana de la fragata Libertad, un hecho que conmocionó a la opinión pública en Argentina al revelar la enorme influencia
y poder global de estos fondos de inversión especulativa, capaces de
imponerse sobre los gobiernos más frágiles y enfrentarse a un gobierno
miembro del exclusivo G-20, que agrupa a los veinte países más importantes del mundo. Los detalles de este episodio complicado merecen
ser reseñados por el despliegue de gestiones diplomáticas que desencadenó, con su consiguiente coste, y el precedente que habría podido
establecer para las relaciones internacionales.
El buque-escuela de la Marina argentina, que había zarpado de Buenos Aires el 2 de junio de 2012 con más de 300 marinos a bordo, hacía
su viaje anual de instrucción y había recalado en diversos puertos de
134
Los fondos buitre, capitalismo depredador
América y África antes de arribar al puerto de Tema en Ghana, donde
estuvo retenido durante casi tres meses. Por orden del Gobierno local,
en aplicación de un embargo judicial decretado por un tribunal local a
instancias del fondo de inversiones NML Capital, uno de los fondos
buitre que, como hemos dicho, más se ha significado por su acoso al
gobierno argentino. Este secuestro de un buque militar muestra el alcance de estos grupos financieros depredadores a escala internacional,
capaces de humillar a un país y de conmover las estructuras institucionales de un Estado y las relaciones internacionales. Un mes después de
ser retenida en Ghana, el futuro de la fragata Libertad era una incógnita, pese a la intensa actividad diplomática desarrollada por el Gobierno
argentino en busca de aliados para conseguir el retorno del buque insignia de la Armada argentina. Hubo de acudir a las Naciones Unidas,
viéndose obligado a recurrir a todas las instancias internacionales posibles para recuperar el buque escuela y temiendo que una corbeta
argentina anclada en Suráfrica por un problema técnico corriera la
misma suerte que la fragata. Asimismo Argentina buscó también apoyos en la reunión del G-20 en México.
Ante la postura del Gobierno de Ghana de mantener retenido el
buque, el Gobierno argentino ordenó su evacuación días después, a
“falta de garantías para los derechos humanos de sus 326 tripulantes”,
dejando a bordo únicamente al capitán y una dotación mínima. En el
mismo comunicado, la cancillería también acusaba a la Justicia de Ghana de pretender que un país soberano negociara con una entidad dedicada a la piratería financiera desde su refugio fiscal en el Caribe, afirmando que aquella retención era “un secuestro, una extorsión y un acto
de piratería” contra Argentina56 y que el “Gobierno argentino se ha
visto obligado a tomar esta decisión ya que la decisión de Ghana, además de violar el derecho internacional, pone en riesgo la integridad de
la tripulación, ya que le niega el aprovisionamiento necesario para mantener un buque en puerto”. El singular secuestro exigió al Gobierno
argentino resolver complicados problemas de logística e incidencias,
disponiendo la permanencia a bordo de una dotación militar mínima
para el mantenimiento y que tuvo impedir los intentos de las autori135
Juan Hernández Vigueras
dades del puerto para mover el barco del amarradero donde se encontraba a otro lugar menos transitado; llegando las autoridades portuarias
a cortar el suministro de agua y electricidad a la fragata, para lograr su
traslado. Incidentes superados por la intervención diplomática que logró mantener al navío donde estaba anclado.57
Mientras se mantenía la retención de la fragata, el Gobierno argentino intensificó las gestiones para lograr su liberación. Argentina solicitó al Tribunal de Comercio de Ghana la inmediata liberación de la
fragata, argumentando que los barcos de guerra no eran sujetos de
embargo, invocando la inmunidad diplomática de la embarcación escuela, de acuerdo con la Convención de Viena.58 Petición que ese tribunal desestimó, argumentando no haber “bases suficientes expuestas
por el demandante para desestimar la sentencia del tribunal”. Ante la
negativa de las instancias judiciales de Ghana, se planteó el conflicto
ante la ONU puesto que afectaba directamente al sistema de inmunidad de los Estados, en este caso de una embarcación militar. El ministro
argentino de Asuntos Exteriores, Héctor Timerman se entrevistaba en
Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; y la
intervención de la Organización Marítima Internacional (OMI), dependiente de la ONU resolvía el caso el 28 de noviembre, puesto que
la fragata Libertad era un buque de guerra y, por tanto, contaba con
inmunidad frente al intento de embargo. Finalmente, el 15 de diciembre, transcurridos más de dos meses, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar ordenaba por fallo unánime que “Ghana debe liberar sin
condiciones la fragata, garantizando que el barco, su comandante y
tripulación puedan dejar el puerto de Tema, asegurando su aprovisionamiento” argumentado que el buque de guerra es una “expresión de
soberanía argentina” y que la decisión de Ghana de secuestrar y retener
la nave afectaba la inmunidad diplomática de acuerdo al derecho internacional; quedaba anulado el embargo del tribunal ghanés y la fragata Libertad abandonaba el puerto de Tema para llegar en enero de
2013 a la ciudad argentina de Mar del Plata.
La Justicia ghanesa había aceptado la demanda de embargo interpuesta por el fondo de inversión NML Capital, que reclamaba a Ar136
Los fondos buitre, capitalismo depredador
gentina el pago de una deuda de 284 millones de dólares más intereses
por bonos soberanos impagados a finales de 2001, en medio del colapso económico de un país, como vimos. Tenemos que subrayar la utilización perversa del orden jurídico internacional que supone el conflicto, desencadenado entre dos países tan alejados entre sí y una movilización diplomática incluyendo a los organismos de la ONU por una
reclamación económica por tal importe, provocado por un fondo de
inversiones domiciliado en las Caimán. En un mundo que se supone
dominado por una cultura economicista, resulta escandaloso calcular
el derroche de recursos, además del daño moral, infringido a un país
que intenta salir del pozo donde le había sumido el neoliberalismo
imperante.
Las batallas de los embargos
Como anticipamos, el secuestro de la fragata Libertad que tanta repercusión mundial tuvo, no ha sido el único intento de embargo por los
fondos buitre en litigio de activos extranjeros ubicados en el territorio
extranjero. Y en un estudio del profesor Wautelet de la Universidad de
Lieja se describen y analizan los principales intentos de embargos sufridos por Argentina.59 Según este estudio, la suspensión de pagos a
argentina de diciembre de 2001, el más grande default soberano (hasta
la crisis griega), que cifra en más de 85.000 millones de dólares en
deuda representada por más de 150 emisiones de bonos distintos, provocó la apertura de más 140 procedimientos judiciales por parte de los
acreedores. Con el interés añadido de que los acreedores exploraron
nuevas vías para obtener una sentencia y el cobro del crédito impagado,
además de los procedimientos tradicionales en Nueva York. Destacan
los intentos de los fondos EM Ltd. de Kenneth Dart y NML Capital de
Paul Singer, debido a la cuantía que implicaba y que obtuvieron el reconocimiento en una sentencia contra de la República Argentina de
una cantidad superior a los 700 millones de dólares60, aunque lograr su
cumplimiento resultara más difícil y muchos intentos fueran infruc137
Juan Hernández Vigueras
tuosos. Es evidente que los fondos buitre no se han detenido en la
búsqueda de activos embargables y han continuado intentando lograr
la satisfacción de sus pretensiones.
El fondo buitre Aurelius Capital Partners de Paul Singer intentó
embargar bienes en poder del sistema de Seguridad Social argentino
(“Administración Nacional de Seguridad Social”), que había sido nacionalizado. El Tribunal de Distrito de Nueva York permitió por primera vez que el acreedor fijara una cantidad sustancial en poder del
sistema de seguridad social en Nueva York, como parte de un fondo
para atender obligaciones de pensiones, sosteniendo que la renuncia
por parte de Argentina a su inmunidad soberana en la documentación
de emisión de bonos en su momento, también se aplicaba en este caso;61
pero esa decisión fue revocada por el Tribunal del Segundo Circuito
que sostuvo que los activos eran inmunes al amparo de la ley estadounidense (FSIA).62 Hubo también otro mayor intento del fondo Aurelius contra Argentina para embargar esta vez los fondos de la Seguridad
Social mantenidos en Argentina.
Otro intento más sofisticado de estos acreedores discrepantes, consistió en pretender embargar los activos que el Banco Central de Argentina mantenía en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y
que habían sido destinados por Argentina para el pago de su deuda con
el FMI. Aunque el Tribunal de Distrito emitió primero múltiples órdenes de embargo y de restricción dirigidas a propiedades de Argentina,
incluidos los activos mantenidos a través del Banco Central, posteriormente fueron revocadas por el mismo Tribunal de Distrito. Y el tribunal del Segundo Circuito confirmó esta decisión última del Tribunal de
Distrito considerando que eran inmunes al embargo estos fondos asignados al reembolso anticipado de la deuda al FMI.
Aprovechando la operación de reestructuración de la deuda argentina mediante el canje de deuda vieja impagada por nuevos bonos con
un descuento sustancial (el llamado megacanje Cavallo), algunos acreedores discrepantes trataron de embargar un número de bonos “viejos”
que se habían ofrecido por los tenedores de bonos que habían aceptado el canje y los habían confiado al Banco de Nueva York encargado de
138
Los fondos buitre, capitalismo depredador
realizar el canje, considerando que eran propiedad de la República de
Argentina. Afirmaban que si bien Argentina no tenía aún el control
sobre esas obligaciones, tenía derecho a los bonos recibidos, una vez
que el canje se había completado. Pero esta creatividad resultó infructuosa porque, después de emitir una orden de embargo a instancias de
parte, el Tribunal de Distrito la anuló.
En otro caso, el fondo buitre EM Ltd. de Kenneth Dart solicitó el
embargo de colateral (los bonos del Tesoro estadounidense y alemanes
en garantía) que Argentina mantenía en el Banco de la Reserva Federal
de Nueva York como parte de la aplicación de su Plan Brady.63 La moción para el embargo fue denegada por el Tribunal de Distrito, que
encontró que no había ninguna propiedad embargable, añadiendo su
preocupación por si el embargo pudiera perturbar el mercado durante
la oferta de canje presentada por Argentina.
Finalmente, el estudio del profesor de la Universidad de Lieja destaca, sobre todo, otro caso.64 en que admitida a juicio una demanda de
2.200 millones en contra de Argentina por el Tribunal de Distrito, los
demandantes intentaron embargar bienes de Aerolíneas Argentinas, una
compañía aérea Argentina que había sido nacionalizada en 2008. Sin
embargo, el Tribunal de Distrito sostuvo que la empresa no era el alter
ego de Argentina y, por tanto, denegó la petición de los demandantes de
que le entregaran los activos estadounidenses de la línea aérea.
Demandas de arbitraje
Por último, el referido estudio menciona asimismo que algunos tenedores de bonos individuales emprendieron acciones contra Argentina
utilizando el mecanismo de protección de inversiones que ofrece el
Convenio de Arreglo de Diferencias relativas a inversiones o CIADI
(ICSD en siglas en inglés), el sistema de arbitraje del Banco Mundial.65
Ningún país del mundo ha sido demandado con más frecuencia en
virtud de los tratados internacionales de inversión que Argentina, según
acredita la investigación de la Fundación CEO de Amsterdam. Y es que
139
Juan Hernández Vigueras
en la década de 1990 como apuntamos, el gobierno de Carlos Menem,
que privatizó todos los servicios públicos y financieros así como las
pensiones, firmó al mismo tiempo decenas de tratados bilaterales de
inversión (TBI) con protecciones de largo alcance para los inversionistas extranjeros; por ejemplo, con las empresas con una nueva participación en los servicios privatizados, una combinación mortal. Actualmente, se sabe de cincuenta y cinco demandas de arbitraje ante el
CIADI de Banco Mundial planteadas por inversionistas contra el Estado argentino; de las cuales las dos terceras partes tienen sus raíces en
las medidas de emergencia adoptadas por la Argentina durante su crisis
económica 2001-2002. Estas medidas de emergencia ayudaron a Argentina a recuperarse, pero dañaron las previsiones de ganancias de las
empresas extranjeras que habían invertido en el país, las cuales procedieron a iniciar demandas. Más de 40 demandas de inversionistas extranjeros de compañías como CMS Energy (Estados Unidos), Suez y
Vivendi (Francia), Anglian Water (Reino Unido) y Aguas de Barcelona
(España) exigieron paquetes multimillonarios de compensación por
las pérdidas de ingresos en las inversiones de las privatizaciones y la
congelación de los precios de los servicios básicos.66
El origen de estos casos, explica el informe argentino referido, se
encuentra casi exclusivamente en los efectos de la legislación de “pesificación”, de ruptura de la vinculación del peso con el dólar estadounidense, aprobado por el Congreso argentino inmediatamente después
del default así como a los impuestos aplicados a la operaciones extractivas.67 Desde luego, estas demandas arbitrales han supuesto el desembolso de cientos de millones de dólares para las arcas del país del Cono
Sur, una parte del precio pagado por recuperar soberanía. Aunque algunos tribunales arbitrales admitieron las razones extraordinarias para
las decisiones aplicadas por Argentina, lo cierto es que es un asunto
polémico en el que, entre otras cuestiones, resulta problemático distinguir aquellas empresas inversoras que aportaron un proyecto económico, de aquellas otras que simplemente se aprovecharon de las oportunidades de un país en subasta por la doctrina neoliberal de la globalización de los mercados.
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Los fondos buitre, capitalismo depredador
De la sentencia del juez Griesa al “default selectivo o restrictivo”
El recuerdo de las penurias de los años de la crisis económica e institucional de Argentina, permanece muy vivo entre la población. De ahí el
profundo impacto emocional que produjo la sentencia del juez Griesa
de Nueva York, que daba la razón a los buitres financieros y suscitaba
serios temores de una reedición del colapso económico. Desde la suspensión de pagos en 2001, Argentina no realizó pagos a los bonos soberanos hasta la reestructuración voluntaria acordada en 2005 y 2010
con canjes de bonos, mayor plazo, quita y menor retribución, que hicieron factible el pago de la deuda; pero que no fue aceptada por los
fondos buitre que optaron por recurrir a los tribunales. En 2012, la
victoria judicial de un grupo de acreedores disconformes contra Argentina difundió temores dentro y fuera, según el Financial Times, de que
el país pudiera hundirse otra vez en “otro default debilitador” con la
amenaza de compeler al gobierno a reestructuraciones más difíciles en
un futuro.68
Decisiones judiciales antisistema
Tres semanas después del secuestro de la fragata Libertad en Ghana, en
diciembre de 2011 el juez federal Thomas Griesa del Distrito Sur de
Nueva York dictaba una sentencia a favor de las demandas presentadas
por un grupo de acreedores discrepantes encabezados por los fondos
buitre NML Capital, Aurelius Capital y otros (caso NML Capital Ltd.
versus Banco Central de la República Argentina). En virtud de la sentencia de este juez de primera instancia, se obligaba a Argentina a pagar
1.500 millones de dólares a estos fondos demandantes, el valor nominal
más intereses de los bonos rebajados que habían adquirido años antes.
Decisiones que fueron ratificadas por el Tribunal de Apelación para el
Segundo Circuito en Nueva York en agosto de 2013, sin que el Tribunal
Supremo aceptara en octubre de 2013 entrar en el caso judicial resuelto. El fallo confirmado del juez de primera instancia fijaba para el pago
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Juan Hernández Vigueras
a los fondos buitre demandantes el plazo del 30 de junio de 2014, fecha
del próximo vencimiento de los intereses de la deuda reestructurada,
que se aplazaría hasta el 30 de julio.
De esos 1.500 millones de dólares a pagar, la sentencia del juez
Griesa le reconocía 832 millones al fondo NML Capital de Paul Singer,
que en 2008 había comprado por solamente 48,7 millones por bonos
viejos impagados en el mercado secundario; es decir, le otorgaba una
ganancia de 1.608 por ciento en solo 6 años, según los datos publicados
por el gobierno argentino.69 El poder judicial de Estados Unidos decidió
tratar un impago de deuda soberana como si se tratara de la quiebra de
un negocio corriente y moliente de Nueva York. Y favoreció a un minúsculo 1,6 por ciento de los bonistas especializados en pleitear, poniendo en riesgo la reestructuración de deuda aceptada voluntariamente por un 92,4 por ciento de los acreedores. La Justicia decidió ignorar
que se trataba de fondos buitre muy poderosos, que habían puesto en
práctica su astucia y su modelo de negocio basado en la compra de la
deuda vieja argentina impagada conseguida a precios muy baratos con
el fin de litigar por el valor nominal. Porque los fondos demandantes,
que habían conseguido la sentencia a su favor de los tribunales estadounidenses, no habían realizado préstamos directamente al Estado argentino sino que habían adquirido en el mercado secundario viejos
bonos soberanos de Argentina como una operación financiera especulativa. Habían comprado bonos impagados y devaluados después del
canje, con el único objetivo de litigar contra el país y conseguir un lucro
sustancioso.
La interpretación novedosa de la cláusula pari passu
Las decisiones del juez de Distrito Sur de Manhattan, ratificadas por el
Tribunal de Apelación en octubre de 2012, se basaban en la adopción
de una interpretación extensa y novedosa de la cláusula estándar pari
passu, de igualdad de trato de todos los bonistas, que encontramos en
muchos instrumentos de deuda soberana. Y los tribunales sostenían
que Argentina había violado la cláusula en los viejos bonos no canjea142
Los fondos buitre, capitalismo depredador
dos, y le ordenaban no efectuar ningún pago a los nuevos bonos recibidos de la reestructuración de 2005 y 2010, a menos que hicieran un
pago proporcional a los tenedores de los viejos bonos. Dicha violación
consistía en una combinación, entre otros elementos, de una ley aprobada en Argentina que impedía pagar a los tenedores de los viejos
bonos como acreedores discrepantes, declaraciones de Argentina de
que no pagaría a estos acreedores discrepantes y el persistente impago
a los mismos durante seis años.
Concluía la sentencia que Argentina había infringido esa cláusula
cada vez que había efectuado pagos a aquellos tenedores de bonos que
aceptaron las ofertas de canje, sin que simultáneamente pagara el importe total del principal y los intereses debidos a los acreedores discrepantes, los fondos buitre demandantes. A su vez, el juez requería que
se pagara el importe total debido a los demandantes siempre que se
hiciera un pago conforme a los términos de los bonos canjeados. Más
aún, el tribunal prohibía a terceros prestar asistencia a Argentina mediante pago de intereses o amortizaciones sobre los bonos canjeados
sin garantizar que se efectuaba también el pago íntegro a los demandantes. Finalmente, el tribunal prohibía a Argentina la alteración del
procedimiento mediante el cual Argentina hacía los pagos de los bonos canjeados sin obtener previamente la autorización del tribunal.
El resultado práctico de la interpretación de la interpretación de la
cláusula pari passu era que si Argentina pagaba a los tenedores de los
nuevos bonos, tenía que pagar una parte proporcional (ratable
amount) a los tenedores de los viejos bonos, es decir, a los fondos
buitre demandantes.70
Una sentencia de imposible cumplimiento
El fallo del juez de primera instancia de Nueva York, ratificado por el
Tribunal de Apelación, no solamente obligaba pagar 1.500 millones de
dólares a los fondos buitre demandantes el 30 de julio de 2014, fecha
del próximo vencimiento del pago de intereses de la deuda reestruc143
Juan Hernández Vigueras
turada, sino que obligaba a aplicar el mismo criterio de pago a los bonistas que aceptaron los bonos canjeados; es decir, ignoraba la quita
acordada en los canjes de bonos de 2005 y 2010, y obligaba a abonarles
el nominal más los intereses de ese valor nominal. Esta decisión basada
en su singular interpretación de la citada cláusula implicaba, según
cálculos del gobierno argentino, que el importe total de bonos en situación de impago que no entraron en los canjes ascendía a 15.000 millones de dólares, lo que equivalía a más del 50 por ciento de las reservas
del país.71 Por tanto, el cumplimiento del fallo de este juez habría empujado al país a una nueva suspensión de pagos, con recortes del gasto
público y empobrecimiento generalizado. Porque si Argentina pagaba
esos 1.500 millones, debería pagar en un futuro inmediato 15.000
millones. Con el agravante de que, conforme a la legislación argentina
(“ley cerrojo”) y a la cláusula RUFO, si le pagaba a los fondos buitre,
todos los demás bonistas reclamarían el mismo tratamiento, con un
costo estimado en más de 120.000 millones de dólares. En el caso
contrario de no pagar a los demandantes, la sentencia del juez Griesa
prohibía a Argentina pagar al 92,4 por ciento de los bonistas que aceptaron la restructuración, puesto que el juez había librado órdenes al
Banco Mellon de Nueva York y a las agencias de compensación para
que no pagaran los intereses debidos a los bonistas. Por tanto, el Gobierno argentino subrayaba en la citada página publicitada, el dilema
de que si pagaba a los fondos buitre tendría que declararse en default;
y si no les pagaba, la orden judicial implicaba poner en riesgo el derecho
de los bonistas a percibir la retribución correspondiente a la deuda
reestructurada con su conformidad en 2005 y 2010.
La sentencia también afectaba a la conocida cláusula RUFO (Rights
Upon Future Offers), “derechos sobre futuras ofertas”; en virtud de la
cual (también incluida en los acuerdos de reestructuración) se establece que si se produjera un acuerdo posterior con cualesquiera bonistas
para un pago mayor o en mejores condiciones, todos los bonistas que
aceptaron los acuerdos de canje en vigor, serían pagados conforme a las
nuevas condiciones. Con esta cláusula vigente hasta el 31 de diciembre
de 2014, se pretendía darle garantías a los tenedores de bonos para que
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Los fondos buitre, capitalismo depredador
dieran su conformidad a la restructuración, reduciendo el incentivo de
esperar una mejor oferta posterior. Y en esta situación creada por el
juez de Manhattan se obstaculizaba cualquier acuerdo con los fondos
buitre al margen de lo dictado por el juez.
Como resultado de las decisiones judiciales en Nueva York a favor
de los tenedores de bonos disconformes (los fondos buitre), en 2014
Argentina se enfrentaba a una situación en la que:
1. Aproximadamente el 7 por ciento de los bonos en poder de los
fondos buitre (holdouts) tendrían que ser retribuidos por su
valor nominal total, mientras que el otro 93 por ciento había
accedido a ser reembolsado con una rebaja en torno al 30 por
ciento del valor nominal de los bonos;
2. El casi 93 por ciento de los bonos renegociados no recibirían
pagos sin que también se hicieran reembolsos al 7 por ciento
de los holdouts, (en una escala mayor);
3. Los pagos a los acreedores disconformes o holdouts por el importe del valor nominal total de sus bonos, potencialmente
provocaría la demanda de todos los tenedores de bonos anteriores considerando que tienen el mismo derecho a los reembolsos en su valor nominal total; asimismo, se deshacían efectivamente todas los acuerdos de 2005 y 2010, y se generaba un
pasivo adicional de 100.000 millones de dólares que la Argentina no podría soportar sin graves consecuencias para su población; es decir, sin decretar el empobrecimiento generalizado de
su gente.72
Repercusión en el sistema financiero
Finalmente, para complicar más las cosas, en julio de 2014 el mismo
juez neoyorquino impedía al Banco Mellon de Nueva York, como gestor de confianza para los pagos argentinos en los EE.UU., el abono a los
tenedores de bonos de los 539 millones de dólares que Argentina había
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