Flamenco: fusión de culturas
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Flamenco: fusión de culturas
Flamenco: fusión de culturas Escrito por Stephanie Rumierk Briceño Ilustraciones de El Chaval Hablar acerca del origen del flamenco es algo complicado de hacer, en realidad se convierte en una aventura de suposiciones y realidades difícilmente comprobables por los historiadores, ya que no existen muchas referencias escritas conocidas hasta ahora. Por el contrario toda la historia cultural del flamenco se ha transmitido de manera oral a través de los siglos. Se dice que el flamenco tuvo sus inicios alrededor de los siglos XV y XVIII, gracias a la fusión de culturas que se estaba dando en Andalucía (España), allí se encontraban los ingredientes necesarios para la formación de este arte: hindúes, griegos, bizantinos, persas, árabes, hebreos, judíos, y por supuesto los gitanos quienes más adelante serian los encargados de difundir por todo lugar este nuevo tipo de cultu- ra, todos ellos hicieron parte de la formación del flamenco cuando se combinaron, siguiendo los sedimentos de la música oriental almacenada en Andalucía. Cuentan los historiadores que los cantos que se interpretaban tenían unos contenidos altamente nostálgicos y llenos de protesta pues quienes los cantaban habían tenido que sufrir varias cosas a lo largo de la historia, los árabes por ejemplo, fueron expulsados de España en 1492 y los judíos se estaban viendo obligados a convertirse al cristianismo para poder escapar de las persecuciones de las cuales estaban siendo sometidos. En este marco de ideas se fue forjando poco a poco el flamenco y es por eso que en sus cantos existe un trasfondo de pena y dolor que alude al desencanto de los pueblos. Entre 1765 y 1860 el flamenco comienza a tomar fuerza y a tener un espacio entre los españoles. Eso debido a que en 1983, Carlos III difundió una pragmática que regulaba la situación social de los gitanos y abrió paso trascendental en la historia de los gitanos españoles que tras siglos de marginación y persecuciones, se vio cómo su situación jurídica mejoraba. Se empiezan a permitir con frecuencia las representaciones de los bailes en patios, salones privados e incluso en fiestas privadas. Al igual que todos los movimientos, el flamenco tuvo sus opositores. Por ende se creó el Antiflamenquismo de la generación del 98. Uno de los grandes líderes de este movimiento fue el escritor madrileño Eugenio Noel, quien atribuyó al flamenco y la tauromaquia el origen de los males de España. A su entender, la ausencia de estas manifestaciones culturales en los modernos estados europeos, parecían traducirse en un mayor desarrollo económico y social. Entre 1860 y 1910 se llega a La edad de oro del flamenco, en esta época florecen los lugares, los espacios para el desarrollo total del fla- menco en todas sus facetas, la instrumental, la del canto y la del baile, esta última adquiere un valor sin precedentes. Por los años de 1920 a 1955, los espectáculos flamencos pasaron a ser celebrados en plazas de toros y teatros, bajo el nombre de “Ópera flamenca”. Esta denominación fue una estrategia económica de los promotores, pues la ópera sólo tributaba el 3% mientras que los espectáculos de variedades pagaban un 10%. Igualmente esta faceta del flamenco ayudo a extender los espectáculos por toda España y algunas partes del mundo. En los años 50 del siglo XX, el flamenco comenzó a florecer y a encajar en la cultura de la sociedad. Los concursos y presentaciones, abrieron grandes caminos a todos los amantes de este arte. A partir de 1970 en España se respiraban aires de cambio social y político, y así mismo este movimiento artístico se abría a grandes fusiones. El representante musical José Antonio Pulpón fue un personaje decisivo en esa fusión, pues instó al cantaor Agujetas a colaborar con el grupo sevillano de rock andaluz Smash, la pareja más revolucionaria desde Antonio Chacón y Ramón Montoya, iniciando un nuevo camino para el flamenco. Asimismo propició la unión artística entre el virtuoso guitarrista algecireño Paco de Lucía y el largo cantaor isleño Camarón de la Isla, quienes dieron un impulso creativo al flamenco que supondría su definitiva ruptura con el conservadurismo de Mairena. En 1980 surgió una nueva generación de artistas flamencos que ya han recibido la influencia de Camarón, Paco de Lucía, Morente, etc. Estos artistas tenían un mayor interés por la música popular urbana que en aquellos años estaba renovando el panorama musical español. Hoy en día el flamenco sigue evolucionando para convertirse en un arte universal, cada día se crean más tendencias con todo tipo de estilos musicales los cuales son aplicables a cualquier tipo de cultura.