la gran ley del karma

No existe nada por accidente o por casualidad en el Universo Cósmico. El destino humano
esta gobernado por la gran Ley de Causa y Efecto.
Quien tiene un buen karma, cuando se cae encuentra un diamante.
La vida de ayer nos marcó el hoy; y la vida de hoy esta condicionando nuestro mañana.
LA GRAN LEY
DEL KARMA
Por Magnum Astron
Cuando el karma cobra no da más plazos.
Cada uno es responsable de lo que haga con su propia vida.
Únicamente los que no esperan nada del azar son los dueños del destino.
Cada impulso mental y físico
dado por es alma, produce una
chispa o energía que ocasionará
de inmediato, o posteriormente,
un resultado de igual proporción
al impulso inicial.
Esta ley, considerada filosófica,
concuerda exactamente con la
ley física o científica de “Causa y
Efecto” enunciada por la ciencia
moderna.
(En
física
ver
termodinámica)
La única diferencia es que la Ley
del karma fue enunciada por los
sabios antes que la ciencia actual
diera los primeros pasos.
NUESTRO KARMA
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Karma quiere decir “Los frutos de las acciones”. Toda acción genera karma; por tanto, nuestro
karma es el efecto de nuestras acciones anteriores.
Karma es la ley por medio de la cual nuestro presente influye sobre nuestro futuro . No se
debe entender como un castigo o recompensa divina si no como una consecuencia física y natural
que obra por sí misma.
Los frutos del destino caen por su propio peso cuando están maduros; por eso el bien o el mal que
nos vienen son, simplemente, ecos o respuestas, no castigos. Nuestro bien o nuestro mal solo
proceden de nosotros mismos.
En consecuencia, no hay quien pueda perdonar o detener los efectos del Karma, por que nadie
los impuso. El karma no es el destino ni la casualidad ni la mala o buena suerte. Karma es el
fruto de nuestras acciones.
Lo bueno de esta ley es que, al poder
controlar nosotros nuestras acciones,
podemos, nosotros mismos, controlar
nuestro destino: Nuestro futuro está
en nuestras manos.
Todo lo que hacemos física o
mentalmente es karma y nos traerá
consecuencias, buenas o
malas,
según la acción buena o mala que
hayamos ejecutado.
EL Karma Es el poder más valioso que el ser humano puede y debe manejar; porque el hombre es
una antena que atrae hacia sí todos los poderes del Universo y los vuelve a emitir de nuevo.
Por efecto del Karma todo lo que somos ahora es el fruto de nuestras acciones anteriores hechas
en esta vida o en la anterior; y veremos mañana el resultado de lo que estemos haciendo ahora.
En el Universo no existen premios ni castigos sino consecuencias. Nadie recibe nada de lo
que no se haya ganado.
Cuando algo nos sucede, pensamos que es cuestión de suerte o del destino; en realidad fuimos
nosotros mismos quienes, en tiempo anterior, desatamos las fuerzas para que esas cosas
sucedieran
Aquel que nació pobre mereció ser pobre y el que nació rico mereció ser rico. Mas, el rico podrá
merecer más adelante la pobreza y el pobre podrá merecer en un futuro la riqueza.
Alcanzamos la sabiduría del karma cuando ya no necesitamos culpar a otras personas o al destino
de lo que nos sucede.
Los pensamientos son cosas, son partículas de energía que ponemos en movimiento. La energía
que producen moverá mecanismos que nos controlarán a nosotros mismos. De ahí la importancia
de cuidar la calidad de nuestros pensamientos.
2
Todo lo que nos suceda en adelante depende de las acciones que cada uno este realizando
ahora. Seríamos mejores si pensáramos que nuestro futuro será estrictamente lo que estamos
haciendo en estos momentos.
BUENAS Y MALAS ACCIÓNES
Buen o mal Karma: Buenos o malos resultados
Lo anterior es lógico claro y sencillo de entender; lo que es muy difícil de comprender es qué son
buenas y malas acciones.
Es increíble que, quizás las mayorías, lleguen a la tumba si darse cuenta que, durante su estancia
aquí en la Tierra se mantuvieron haciendo el mal.
Pero la ley del Karma sí tuvo muy en cuenta la ignorancia en cuanto al bien y al mal y con el fruto
de los errores generará funestas consecuencias en las almas que no se preocuparon por
encontrar la verdad.
Dicen que “Aquel que inocentemente peca, inocentemente se condena”; y esto ocurre cuando “Un
ciego se deja guiar por otro ciego”, cayendo ambos a un hoyo de sufrimientos.
En consecuencia, vale la pena buscar aquí y allá afanosamente la verdad mediante el poder de
raciocinio que hemos logrado conservar.
LOS TRES KARMAS
(Correspondientes a las tres gunas*)
Hablando en términos occidentales, diremos que existe Karma blando, medio y duro. El “blando”
lo tienen las personas (*Sátvicas) que han desarrollado la compasión y lo adquieren en su diario
vivir por el hecho de alimentarse y servirse de los demás seres.
Este Karma se “paga” o cancela con trabajo desinteresado —“Karma yoga”—, como veremos en
capítulos posteriores, y aplicando ya el conocimiento que tenemos de *las 3 gunas.
El Karma medio es el que tienen las personas (Rajásicas) que viven en el mundo de la pasión y el
interés. Este se origina por los placeres sensoriales (sexo), el apego, la ambición desmedida el
derroche...
Se cancela o se “paga” con incertidumbre, miedo, perdidas materiales, y enfermedades y dolores
soportables.
El Karma duro, es terrible; lo tienen las personas (Tamásicas) que carecen de compasión. Son
aquellas que, de alguna forma, matan o mandan a matar seres humanos o animales.
A estos últimos, ya sea para alimentarse, para utilizar el cuero u con fines de experimentación en
centros de estudio.
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Las consecuencias de este karma son el sufrimiento extremo y prolongado, la humillación, y la
pérdida de toda visión espiritual que lleva a los seres tamásicos al desespero (primeros o
segundos mundos evolutivos, ver libro “vida en 7 Mundos”). Por ello debemos tenerles compasión
a los que no tienen compasión.
Es increíble que existan seres
humanos, tan extremadamente
involucionados
espiritualmente,
que todavía creen que estos
mansos y tiernos hermanos
nuestros son comida.
La civilización ha avanzado mucho
en
tecnología;
mas, en
lo
concerniente a la alimentación, aun
mantiene la lógica de la jungla.
Debieran saber que los ojos del
Karma no tienen párpados.
EL DESTINO
Cada hombre, por sus propios
pensamientos y sus actos, se
convierte en forjador de su propio
destino.
Toda energía que él ponga en movimiento, prudente o imprudentemente, tendrá que volver a él,
su punto de partida, como un círculo que inexorablemente se cierra.
El Universo es una ecuación matemática la cual, en cualquier forma que se esboce, se
equilibra por sí misma. Por eso no hay plazo que nos e cumpla ni deuda que no se pague.
Todo secreto se revela; todo crimen encuentra su castigo; toda virtud su recompensa; todo agravio
se desagravia, en silencio y sin falta, y sin la intervención de ningún dios que juzgue o condene, si
no por la propia fuerza de el impulso inicial que recibe su eco.
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Todo se compensa: a nadie en el
Universo le ocurre un mal o le
sobreviene un bien sin haberlo
merecido.
Así como todo el que ha quebrantado
la ley del mar esta en su fondo, de
igual forma quinen se endeuda con la
ley del karma recibirá sus amarga
consecuencias.
Ni en lo más profundo del océano,
ni en la cumbre de la montaña más
alta, podrá refugiarse alguien
donde
escaparse
de
las
consecuencias
sus
malas
acciones. (Buda)
Vinimos a este mundo a recoger los frutos que sembramos en un pasado, y, a la vez, estamos
sembrando lo que cosecharemos en un mañana.
Al comprender que el Karma es la ley de la justicia infinita, los sabios se liberan del rencor y
emprenden la búsqueda de Dios por diferentes caminos acordes a su naturaleza.
Al comprender como opera la ley del Karma, nos damos perfecta cuenta que nuestro destino no
es inamovible: Podemos cambiar nuestro futuro y hacerlo más luminoso.
Si quieres conocer el pasado, mira el presente
que es su resultado. Si quieres conocer tu futuro,
mira tu presente que es la causa. (Buda)
“Cuando mal obras no pienses: —esto no traerá
consecuencias para mi—: las pequeñas acciones
malas se van acumulando y, cuando se
desbordan, te ocurrirá una gran catástrofe”.
“Cuando bien obras no pienses: —esto no traerá
consecuencias para mi—: las pequeñas acciones
buenas se van acumulando y, cuando se
desbordan, te sobrevendrá una gran dicha”.
Buda
5
¿Por qué unas personas que obran malviven
vidas placenteras sin aparente castigo?
Buda explica:
Aun el malo disfruta en sus maldades
mientras no le maduren sus faltas;
pero, cuando sus malas acciones den
fruto, será amargo y encontrará el
dolor extremo en un mundo
terrorífico, y encarnará en el cuerpo
que, por Ley de Afinidad, mereció.
Quienes concientemente forman parte de la
cadena alimenticia comiéndose a las demás
criaturas, no se podrán liberar de esa cadena
cuando la Ley del karma gire la rueda y les
corresponda el turno de servir de alimento a
otras criaturas carnívoras.
Buda explica:
Aun el bueno sufre pacientemente, mientras
no le maduren sus buenas acciones; pero
cuando le maduran, el bueno encuentra su
felicidad.
“Es tan grande el bien que espero, que en
las penas me recreo”
Santa Teresa de Jesús”
El anterior tema fue extractado del libro: VIDA EN 7
MUNDOS
Muchas gracias por haber leído
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