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PARASHÁ VAERA 5773
CONFERENCIA SEMANAL ZOHAR Y AIN BEIS
Del shiur Ain Beis Parashat Shemot 28 de Tevet 5773, Ierushalaim
(Notas tomadas durante la clase, no han sido ni revisadas ni editadas por Harav Ginsburgh)
Dijimos que en esta semana podríamos enseñar Menujah Vesimjaj basado en el nigun de
jabad en el que se canta: Lejaim, Lejaim, matzal tov
Esto fue menuja vesimja en el nigún de Jabad. Ahora, entonémosla nuevamente, pero esta
vez con la melodía el nigún Nadborna que aprendimos la semana pasada.
Una vez más, esta vez con el nigún Jabad
Lejaim, lejaim.
Hoy estamos en la parashá Vaera, el primer verso es “Elokim habló a Moshe y le dijo: ‘Yo
soy Havaiá’”. Comienza con Elokim y termina con Havaiá. Hay numerosos comentarios y
muy diferentes, tanto en la dimensión revelada como en Jasidut, que hablan
exclusivamente del por qué de este cambio entre los Nombres de Dios –el verso comienza
con Elokim y termina con Havaiá, el Nombre esencial de Dios. La interpretación literal es
que en el final de la parashá anterior, Moshe vino con quejas ante Hashem sobre la
situación del pueblo judío, diciendo que ésta había empeorado desde que fue al Faraón.
Entonces, debido a que le habló con dureza al Todopoderoso, Dios lo reprendió con el
Nombre del juicio, Elokim. Esta es la explicación de Rashi basada en la lectura literal de la
Torá.
En jasidut, el Deguel Majane Efraim (el nieto del Baal Shem Tov) explica que en esta
parashá comienzan las 10 plagas dirigidas a someter a los egipcios. Para salir de nuestro
exilio tenemos que someter a la klipá, la cáscara de impureza que nos atormenta para así
poder liberarnos de ella. Para lograrlo necesitamos a Moshe Rabeinu, el poder que sabe
cómo golpear a Egipto para salir de él. Hay una enseñanza jasídica traída del Tania, un
dicho muy básico que dice “no hay rey sin pueblo”. El Todopoderoso es el Rey, pero aquí
Moshé Rabeinu es el rey terrenal y como tal necesita un pueblo, y existen diferentes
explicaciones para la palabra “pueblo”, ‫עם‬, am. En este caso, éste representa las 10 plagas
(‫)עשר מכות‬, “no hay rey sin 10 plagas”. Si el rey no sabe cómo golpear la kelipá 10 veces,
no es un rey.
El Shla”h dice y el Rebe repite esto en su nombre, que todo lo que leemos en la Torá se
corresponde con el tiempo en el que lo leemos. Comenzamos leyendo sobre las 10 plagas
en el mes de Tevet y continuamos en el mes de Shevat. El sentido de Tevet es la ira justa,
como dice el verso de los Salmos 4:5:
‫רגזו ואל תחטאו אמרו בלבבכם על משכבכם ודומו סלה‬,
“enójense pero no pequen, reflexionen en sus corazones sobre vuestros lechos y guardad
silencio para siempre”. Debemos enojarnos e indignarnos por la kelipá, con el Faraón que
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trata de hacernos trasgredir. El final del verso es ‫דומו סלה‬, domu sela, “guarden silencio por
siempre”, le hace recordar el día del fallecimiento, el día de su muerte. Así es cómo Moshé
Rabeinu comienza su advertencia, le dice de entrada al Faraón que el final será su muerte.
Esta nos es la forma en que la gente acostumbra hacer las cosas, revelando completamente
sus intenciones. Ahora, la palabra ‫דומו‬, domu, alude a ambas plagas: la primera de sangre
que es ‫דם‬, dam, y la plaga final de la muerte de los primogénitos, ‫דומו‬, el día de la muerte.
Así, este mes es el tiempo de enojarnos con nuestra inclinación al mal. Moshé Rabeinu
tiene este poder, pero Aarón no. Como está dicho: Moshé es el Elokim del Faraón, su
poder de juicio (no Aarón). Por eso Moshé es quien le dice a Aarón cómo realizar las 3
primeras plagas.
En Jasidut está explicado que cada día tenemos la tarea de castigar a la inclinación al mal
con 10 plagas. Desde el momento en que despertamos, con el Modé Aní, “reconozco yo”,
y el lavado de nuestras manos, alistándonos para el dávenen (las oraciones de la mañana)
todo el rezo hasta la Amida, la plegaria silenciosa y después el Nefilat Apaim, la confesión
(correspondiente a Adam Kadmón, el hombre primigenio). Todo este proceso de elevación
y acercamiento a Hashem es un momento de salida de Egipto, cada día en cada generación.
Y como dice el Tania, el momento principal es cuando decimos el Shemá.
Pero, otra vez, en particular, el partzuf de las plagas en cada día es que en ese punto
logramos llegar a la plaga de la mezcla de animales salvajes (‫ערוב‬, arov). ¿Cuál es la
conexión entre el shema y el Arov, la mezcla de los animales salvajes? Así como es
interesante para entender, también es interesante para ver cómo nuestro servicio de
oraciones de la mañana corresponde a las 10 plagas, permitiéndonos liberarnos de nuestro
propio Faraón interno y aferrarnos a Dios. Es muy apropiado para lidiar con este tema al
final del mes de Tevet, cuyo sentido es el sentido de la ira (dirigida hacia la inclinación al
mal).
El Rambam escribe que hay dos rasgos en el carácter de los que hay que alejarse
completamente: el enojo y el orgullo (exagerados). Pero, también existe la mitzvá de
asemejarse a Dios, y la canción del Mar dice: ‫אשירה לה' כי גאה גאה‬, ashira laHashem kigaó
gaá, “cantaré a Dios porque se enorgulleció sobre los engreídos”, Dios se enorgullece
sobre aquellos que están llenos de orgullo de sí mismos. Y, ya que debemos asemejarnos a
Dios, también nosotros como judíos debemos tener orgullo sobre aquellos que se
enorgullecen de sí mismos. Este es el punto del rey. Y aunque el amor propio es el peor
rasgo en el carácter, es necesario para ser usado de forma correcta en nuestro servicio a
Dios.
Y lo mismo con la ira (‫כעס‬, caás, 150). La relación entre estos dos rasgos es que el enojo,
la ira, es igual a 10 veces el valor en guematria de la palabra orgullo (‫גאוה‬, gaavá). El
Arizal escribe que una persona que tiene amor propio, está afligiendo las dos primeras
letras de Havaiá (cuya guematria es igual a 15, el valor de “orgullo”). Algunas veces, con
el fin de prevenir a un niño (o a un adulto) de transgredir, tenemos que mostrar que
supuestamente estamos enojados, pero por dentro tenemos que estar en calma. Pero eso no
es aun usar la ira en el servicio a Dios, más bien, así como a veces tenemos que usar el
orgullo, otras veces tenemos que enojarnos, aun si esto es un riesgo. Se dice de Moshé
Rabeinu que como se enojaba se equivocó, el más grande de todos los hombres. Mostró
enojó y probablemente realmente se enojó, entonces se arriesgó a los efectos del enojo,
aunque sabía que podía conducirlo a un error.
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Estos dos rasgos, ira y orgullo, en el servicio a Dios son como “jugar con fuego”. Así dice
el Tania, estos dos rasgos vienen del elemento fuego y por lo tanto no todos deberían jugar
con fuego. Pero un rey tiene que saber cómo jugar con fuego, cómo usar estos dos rasgos
en el servicio a Dios con el fin de santificarnos. Así que todo es santificación del Nombre
de Di´s. Pues sabemos que santidad, la santificación es ‫יקוד אש‬, iekud esh. El Rambam no
escribe esto. Él escribe la enseñanza literal, que el orgullo y la ira deberían evitarse
totalmente. Pero los sabios dicen que un sabio, un talmid jajam debería saber cómo tener
un octavo de un octavo de orgullo, '‫( ויגבה לבו בדרכי ה‬eso fue dicho de Iehoshafat, rey de
Israel).
Ahora regresemos al primer verso de la parashá: '‫וידבר אלקים אל משה ויאמר אליו אני הוי‬. Dice
el Deguel Majané Efraim, sobre las 10 plagas dice: ‫נוגף ורופא‬, “plaga y medicina”, cada
plaga era al mismo tiempo una plaga para Egipto y un bálsamo para el pueblo judío. El
pueblo en Egipto estaba enfermo, necesitaba ser sanado. Pero si existe algún germen que
esté en todo su cuerpo debemos pelear con él. Es el enemigo. Al plagar a Egipto (el
germen) curamos al pueblo judío (el cuerpo). Este es un riesgo que el rey debe tomar, debe
saber cómo sanar a su pueblo.
Para hacerlo, tiene que saber cómo usar de forma correcta y balanceada la izquierda y la
derecha, donde la derecha acerca y la izquierda rechaza. Cada uno de nosotros debe saber
cómo tratar a los demás de la manera correcta, especialmente cuando tratamos con un
enemigo, ahí debe haber mucha izquierda para alejarlo. Pero así como hay un rechazo de la
izquierda, en el mismo grado hay que acercar con la derecha. Hashem le ha dado a Moshé
Rabeinu el balance apropiado para esto: cómo aproximarse al Faraón de la manera
correcta, y al mismo tiempo cómo hablar al pueblo judío. Como dijimos, según el
entendimiento literal, Dios le estaba hablando a Moshé con el Nombre de Elokim, porque
Moshé había despertado la cualidad del juicio cuando se quejó. Pero de acuerdo con este
nuevo entendimiento, aquí Dios le está dando a Moshé Rabeinu el poder de Elokim, el
poder de plagar Egipto, justamente en este verso.
Pero después Dios le dijo: '‫אני הוי‬, Ani Havaiá, la meta final es que Yo soy Havaiá, el
Nombre de la misericordia que quiero tener con el pueblo judío. Primero Yo te doy
Elokim, el poder de la mano izquierda, y después te doy el poder de la mano derecha, para
sanar al pueblo judío y acercarlos. Está balanceado aunque la derecha está más
pronunciada. De acuerdo con esta interpretación entonces los dos Nombres: Elokim
(izquierda) y Havaiá (derecha) son un mismo propósito. De esto se deriva que esta parashá
es la mejor para rectificar una mala situación en nosotros mismos o, de otra forma, que a
través de la izquierda alejemos el mal camino y la derecha abrace el bueno, ascendiendo
más y más alto hasta alcanzar el nivel de Atika Kadisha, el nivel más elevado de la Corona
inconciente, donde no hay izquierda, todo es derecha. Pero aquí abajo, en nuestra realidad,
en Zeir Anpin, existen ambos: Elokim y Havaiá, pero deben ser balanceados.
Queremos llegar a una tercera explicación de este cambio de Elokim a Havaiá en este
verso, la interpretación más profunda de todas. Primero regresaremos al final de la parashá
de la última semana y a lo que Moshé Rabeinu le dijo a Hashem: “Adni ¿por qué
abandonas a este pueblo, por qué me has enviado. Porque desde el momento en que fui al
Faraón para hablar en Tu Nombre has perjudicado a este pueblo, pero no has rescatado a
Tu pueblo”? Esto se llama ‫להרהר אחר מדותיו של הקב"ה‬, dudar de la manera en que Di´s guía
el mundo. Podríamos decir que Moshé Rabeinu está enojado con Hashem. Otra vez, este es
el sentido del mes de Tevet.
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Hemos explicado en otra parte que la fuente de todo enojo negativo (el 99% de todo el
enojo es negativo) en una persona está en el enojo de la persona contra Dios. Después de
estar enojado con Dios la persona está enojada con otras cosas. Según Rashi, Moshé aquí
está enojado con Dios, y entonces Dios le responde: “Ahora verás lo que le haré al Faraón,
etc”. De acuerdo con Rashi esto estaba mal según Moshe, pues Moshé duda de la
providencia de Dios. El Rebe tiene una conferencia sobre cómo es posible que Moshé
Rabeinu dudara de la conducta de Dios, que aparentemente es el significado literal de sus
palabras.
Pero si vamos un poco más profundo vemos que Dios no está enojado con Moshé por lo
que dijo. Por ejemplo, vemos que al final de la visión de la zarza ardiente, cuando Moshé
aún no deseaba tomar la tarea de liberar al pueblo judío de Egipto, Dios se enojó con él y la
Torá dice literalmente. ‫ויחר אף ה' במשה‬, vaijar af Havaiá beMoshé. No está claro cuál es el
efecto que este enojo produjo en el mundo, pero siempre que Dios se enoja debe quedar
alguna marca (no son sólo “sentimientos” como los de una persona).
Los sabios dicen que el resultado fue que Aarón se suponía ser el levita y Moshé el cohen y
esto no fue así debido a la ira de Dios. Pero, aquí, no hay pista de que Dios se enojara en lo
absoluto por lo que Moshé dijo. Rashi toma su interpretación de los sabios, pero,
nuevamente, esto no es lo que literalmente parece haber pasado. Un niño de kínder no
entendería que Dios estaba enojado con Moshé por lo que dijo. Más bien, parece que Dios
sigue el ejemplo de Moshé y le dice: “espera un poco y verás lo que le voy a hacer al
Faraón, pues con mano fuerte El conducirá al pueblo judío fuera de Egipto.”
¿Cuál es el significado de esta comprensión simple de la lectura literal de estos versos?
Moshé Rabeinu aparentemente está enojado, entonces Dios debería estar enojado también.
Pero, paradójicamente esto es exactamente lo que Dios desea: si tú estás enojado conmigo,
eso es lo que Yo esperaba, toma tu enojo y con él destruye a Egipto con las 10 plagas.
Ahora que sabes cómo enojarte, eres digno de ser Elokim, ya sabes cómo gritar “hasta
cuando estaremos en el exilio” como gritó el Rebe. Hay un dicho famoso del Baal Shem
Tov, que sólo el médico más experto sabe cómo administrar veneno de la manera correcta.
Esto es jugar con fuego, y sólo una persona así es digna de ser rey.
Nuevamente, este es el mejor momento del año para aprender cómo hacer esto de forma
correcta, el sentido de Tevet es la ira y el significado de Shevat “la rama”, un palo para
golpear. Moshé Rabeinu es la rama con la que Dios abate a los egipcios.
Ahora, al final de Shemot está dicho: ‫הרע לעם הזה והצל לא הצלת את עמך‬, "has hecho mal a
este pueblo y no lo has salvado”. Existe una observación en Jasidut sobre estas palabras,
esta es la forma de aprender Torá, puede haber una situación peor para el pueblo, pero Dios
lo salva. Si se dice que la situación es la peor pero no has salvado a tu pueblo, entonces es
ciertamente posible que la situación haya sido peor pero había de todas maneras salvación.
Salvarse de la peor situación es ciertamente posible.
¿Cómo se explica esto en Jasidut? Cuando a una persona no le va bien hay dos opciones:
puede ser que has alcanzado un estado de profunda amargura porque has comprendido que
estás muy alejado de Dios. Si esta mala sensación causa en el judío un sentimiento de
lejanía de Dios y se siente amargura, que en definitiva es sentirse vivo, gracias a esa
amargura entonces la persona puede finalmente acercarse a Dios. En este caso, la salvación
se produce si la mala situación le causa amargura, y si esto nos fuerza a acercarnos a Dios.
Entonces, la salvación viene si la mala situación produce amargura. Pero, aquí Moshé se
está quejando de que el hecho de que la situación ha empeorado no les causa amargura, no
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les provoca buscar a Dios, al contario, les causa depresión, y esto les ocasiona toda clase
de pensamientos negativos.
Le rezamos a Hashem para que nos salve aunque nuestra situación no haya empeorado.
Pero, si alguien viene en busca de consejo y dice que su situación es muy mala, lo primero
que tenemos que decirle es que debe tomar ventaja de esta situación tan mala en la que se
encuentra (aun antes de que todo se resuelva para bien), y la utilice para acercarse más a
Dios. Lo importante es eliminar completamente la desesperación, que es el sentimiento de
que todo está perdido. ‫ומחבש לעצבותם‬, tenemos que curarnos sobre todo de la tristeza.
Como acostumbraba explicar el Rebe de Pershisja. Cuando sucede esto, aun antes de que la
persona sea sanada, la enfermedad o la fiebre, o lo que sea, puede ser utilizado de una
forma positiva.
Entonces, recapitulando, hemos visto dos explicaciones diferentes de la aparición de los
dos Nombres Elokim y Havaiá en el primer verso de la primera. Pero, dijimos que había
una explicación más profunda en Jasidut. De acuerdo con ella, necesitamos leer el verso de
la siguiente manera: que Elokim es quien dice “Yo soy Havaiá”. O sea que la esencia de
quien está hablando es llamada Elokim, y Él es quien dice “Yo soy Havaiá”. Elokim está
diciendo que una faceta de Su esencia es ser Havaiá. La idea en Jasidut es que Elokim es
aquí más grande que Havaiá, Havaiá sólo sirve al propósito de Elokim.
¿Qué es Havaiá? Es la unificación más elevada, es el Uno, y no hay nadie más que Él. ¿Y
Elokim? Es el nombre de la pluralidad, la multiplicidad, la infinita pluralidad. ¿Cuál es el
propósito final de toda la creación? Dice algo claro y conciso. ¿Por qué la persona posee
tanto intelecto como emociones, supra consciencia, etc.? ¿Para qué necesitamos la
voluntad, gozar y el intelecto y las emociones? El propósito de todo esto es la acción. La
acción es lo más importante. La Torá es la enseñanza primordial de Dios y el propósito de
la creación es que el hombre pueda realizar los mandamientos de la Torá. Dios nos dio
intelecto y emociones para que al final podamos cumplir los preceptos. Esta es una idea
muy sencilla que sólo un judío puede sentir y creer en ella.
El hecho de que siempre ubiquemos en la corina a la fe por encima del placer y la
voluntad, nos dice que primero tenemos que tener fe en que todo lo que está por debajo de
la fe, todas las características de nuestra alma, todas están allí con el fin de alcanzar el
propósito final que es la acción, ‫סוף מעשה במחשבה תחילה‬, “lo último en la acción está
primero en el pensamiento. La acción, en definitiva, es ingresar al espacio de Elokim, la
maravillosa pluralidad en la realidad, comprender que todas las criaturas son diferentes,
esto es el propósito final de todo lo que Dios creó.
Moshé necesita saber que la esencia de toda Divinidad al final es Elokim, la pluralidad, y
eso le está diciendo a Moshé Rabeinu que encontrarás la verdadera unidad, la verdadera
unicidad en Mí, en Elokim, en la naturaleza, no en lo alto. ¿Por qué decimos Shemá Israel,
Havaiá es nuestro Dios, Havaiá es uno? El primer Havaiá es el Havaiá que está en lo alto y
más allá de toda la pluralidad de la realidad. Este no es la meta final. Todo judío está
conectado allí, pero ese no es el propósito final. Esto es como explica el Baal Shem Tov, es
diferente tener fe sin investigación intelectual que con investigación intelectual Esto último
es el objetivo.
Hay quien dice no mires a la realidad en lo absoluto, Todo es Dios y listo. Eso está bien,
pero no es el camino, sino la meta final. El camino es ser sensitivo al sin número de
aspectos de la realidad. El camino en el que Havaiá puede ser revelado dentro de Elokim.
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Esta es también la base para entender siguiente verso. Los patriarcas creían en Havaiah
como el Uno sin ir a Egipto. El segundo verso dice que Dios no se les reveló a ellos con el
Nombre de Havaiá, pero nosotros sabemos que sí Él lo hizo. Entonces ¿cuál es el
significado? Que los patriarcas conocieron a ese Havaiá que está por encima de Elokim,
pero no sabía cómo Elokim es Havaiá. ¿Cuándo decimos que Havaiá es Elokim, dónde se
acentúa? En Elokim, para saber que existe Havaiá, el que conocieron los patriarcas. Pero
no supieron cómo revelar a Havaiá en Elokim, en la naturaleza, en la pluralidad de la
realidad, y esto es la meta final. Y ahora, Dios le está diciendo a Moshé que debe saber qué
desde ahora en adelante ellos están tras ese objetivo.
Entonces, ahora tenemos 3 diferentes explicaciones de '‫וידבר אלקים אל משה ויאמר אליו אני הוי‬,
“y Habló Elokim a Moshé y le dijo Yo soy Havaiá”. La primera, que Dios le está
respondiendo con su medida de juicio Moshé estaba enojado en Él. La segunda, que Dios
le está dando el poder del juicio para que con él aniquile a Egipto. Y la tercera, que el
objetivo del éxodo de Egipto es que Havaiá sirva a Elokim en el sentido de que la unicidad
de Dios debe ser revelada en los mundos inferiores. La unicidad está en los siete
firmamentos y en la tierra abajo. Aparentemente, podríamos pensar que este es Elokim, no
Havaiá (pluralidad de los 7 en 1). Todo el Shemá es igual a 13 veces Elokim, indicando
que la finalidad es Elokim, encontrar la unicidad en Elokim, en la pluralidad de la realidad.
Ahora, finalicemos esta parte con un lindo remez, alusión. En este verso hay 8 palabras,
Havaiá es la octava. Elokim es la 2ª palabra: Otra vez
‫וידבר אלקים אל משה ויאמר אליו אני 'הוי‬
El nombre de la parashá Vaerá, ‫וארא‬, suma 208, Itzjak (‫ )יצחק‬y 8 veces Havaiá. En toda la
primer aliá (la segunda aliá es el pedigrí de las tres primeras tribus, Reubén, Shimón, y
Leví, las tribus que corresponden a Jabad), escuchamos las 4 expresiones de redención y la
quinta. Como sea, Havaiá aparece 8 veces en la primera aliá. Entonces, este es un tercer
ejemplo de 8. Vaera es igual a 8 veces Havaiá. Havaiá es la 8ª palabra de la parashá y en la
primera aliá Havaiá aparece 8 veces. Y como Vaerá es igual a 208, está aludiendo a Itzjak
(208) incluso antes que a Abraham (en el segundo verso). De hecho, la idea es que Elokim
corresponde a Itzjak y por eso está aludido primero en esta parashá.
La Torá fue entregada de la boca del poder (la pluralidad). ¿Quién dijo “Yo soy Havaiá tu
Dios”? Fue Elokim, ese “Yo” que está hablando, y el verso que presenta los 10
mandamientos es ‫וידבר אלקים את כל הדברים האלה לאמר‬, “Y habló Elokim todas esas cosas
diciendo”.
Iosef es 6 veces Havaiá, Iaacov es 7 veces Havaiá, e Itzjak es 8 veces Havaiá. El 6 y el 7 se
relacionan con las cosas de la naturaleza, por eso para Iaacov y Iosef Elokim estaba
revelado. Pero cuando llegamos al 8º Havaiá, como en Itzjak que es igual a 8 veces Havaiá,
esto ya está por sobre lo natural, y con él comenzamos a ver esto revelado.
Ahora veamos otro punto. Tomemos sólo los dos primeros versos. En ellos encontramos
los siguientes nombres propios: Elokim, Moshé, Havaiá, Abraham, Itzjak, Iaakov, Kel,
Shakai, y finalmente, Havaiá. Si Kel Shakai forman un solo Nombre propio entonces
tenemos sólo 8, pero dividido en dos Nombres tenemos ahora 9 nombres propios en los
primeros dos versos de la parashá. El nombre de en medio es Itzjak, que sum igual a Vaera.
9 es el cuadrado de 3. Así que dibujemos esto como un cuadrado:
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'‫הוי‬
‫משה‬
‫להים‬- ‫א‬
‫יעקב‬
‫יצחק‬
‫אברהם‬
'‫הוי‬
‫ די‬-‫ש‬
‫ל‬-‫א‬
Una estructura hermosa. Las esquinas son Elokim, Havaiá, Kel, Havaiá (Todos Nombres
de Dios). Todos juntos suman: 86 más 13, más 31 más 26 = 169 o 13 al cuadrado. Los
nombres de en medio de cada lado son: Moshe, Abraham, Iaakov, Shakai, 345, 248, 182 y
314 = 1089 = 33 al cuadrado. Las esquinas más la mitad de los lados son ambos un
cuadrado en sí mismos, e Itzjak en el medio.
Ahora, dijimos que en la primera aliá (de la parasha) tenemos 8 veces Havaiá, igual a
Vaerá o Itzjak. La ubicación de estos Nombres es 8 (el primero es 8, auto-referencia,
diciéndome que van a haber 8 Havaiá), así el valor de las 8 ubicaciones es 699, el valor de
‫להים‬-‫¿ צחוק עשה לי א‬Qué dijo Sará cuando nació Itzjak? “Dios me ha hecho reir”. Otra vez,
refiriéndose específicamente a Itzjak, porque sólo dentro de su entendimiento de Elokim
puede ser revelada la verdadera identidad de Dios. Hay muchos jasidim por quienes la
trascendencia de la identidad de Dios (Todo es Di´s) es la cosa más importante. Para estas
personas no hay forma ver todos estos pequeños puntos (‫דקדוקי סופרים‬, detalles de los
escribas, contar toda clase de cosas de la Torá). Pero, para hacer esto, para encontrar todas
estas guematrias y todos estos detalles particulares, se requiere que uno busque la unicidad
de Dios en la pluralidad. Algunas veces esto es mufshat, es ‫מופשט‬, abstracto, y para él no es
algo claro, es ‫טשטוש‬, tishtush, borroso.
Otro punto. Ahora estamos en el año 200 desde la muerte del Alter Rebe. Si preguntas al
Arizal qué es 200, te respondería que es el reverso de Elokim: ‫א אל אלה אלהי אלהים‬. Hemos
agregado 114 a Elokim (86). Hay otra palabra que cuando la escribimos en reverso,
tenemos 200: Rey: ‫מ מל מלך‬. Aquí se agregó 110. 114 es el valor de “ciencia”, ‫מדע‬, madá.
Decimos esto porque esto se suma a lo que sabemos que Elokim es “la naturaleza”, (‫הטבע‬,
hateva). Elokim se refiere a saber cómo ser exacto acerca de la naturaleza.
En proverbios, “ciencia” (‫ )מדע‬es ciencia Divina, conocer a Dios. Nos está diciendo
justamente que esta es la palabra que hoy usamos para ciencia. Hoy en día, conocer a
Havaiá a través de Elokim es conocer a Dios tal como Él se revela a través de nuestro
actual conocimiento científico de la naturaleza, El Mashíaj brota desde abajo, del Nombre
Elokim, no sólo para poder conocer los puntos particulares acerca de la Torá, sino también
sobre la naturaleza. Moshé también es el más grande “mago” a los ojos de los magos de
Egipto. Él podría ser el más grande científico el día de hoy. Ellos sencillamente no saben
que esta ciencia viene de la Torá, la cual precede el mundo por 2000 años.
Estas tres explicaciones que vimos pueden corresponder a sumisión, separación y
dulcificación: la primera es someter a Moshé Rabeinu con palabras severas, la segunda es
separar, darle un poder sobrenatural para golpear a Egipto y sanar al pueblo judío. La
tercera es dulcificación, así como todo lo de la realidad, toda la pluralidad de la realidad es
revelada como la unicidad de Dios.
Lejaim, Lejaim. Tomemos un breve descanso y después continuaremos.
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