¿Qué es el Neolítico
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¿Qué es el Neolítico
¿Qué es el Neolítico? En 1865 J. Lubbock bautizó este nuevo período de la Prehistoria que vamos a conocer, con el nombre de Neolítico: del griego neo, "nuevo" y lithos, "piedra", para referirse a la piedra pulimentada, que sustituía a la piedra tallada (Paleolítico) en los instrumentos, armas y herramientas. Por tanto, Neolítico significa "Edad de la Piedra Nueva". Aparte de esta definición, basada en el tipo de útiles que fabricaban, el verdadero significado del término "Neolítico" se completa diciendo que es el periodo de la Prehistoria en el que aparecen las actividades productoras: agricultura y ganadería. Hasta entonces los seres humanos se dedicaban a la caza, la pesca o la recolección con vistas a garantizar su supervivencia, mientras que ahora serán capaces de producir sus propios alimentos. Este cambio radical de una economía depredadora otra productora fue denominado por Gordon Childe como Revolución neolítica. Hace unos 10.000 años (8000 a.C.) el Homo sapiens, nuestra especie, inicia este cambio de enorme trascendencia histórica. Las sociedades humanas comienzan a abandonar progresivamente su forma de vida de cazadores y recolectores nómadas para sustituirla por una forma de existencia sedentaria, basada en el cultivo de la tierra y en la domesticación de los animales. Los seres humanos se convierten en los únicos capaces de controlar la reproducción de las especies vegetales y animales de las que va a obtener sus alimentos. Es decir, el ser humano se convierte en productor de alimentos, y al mismo tiempo en transformador de su medio natural. En este sentido, desde el Neolítico hasta hoy, los cambios han sido muy rápidos, y algunos de consecuencias muy negativas para el medio ambiente. 1 ¿Por qué aparece el neolítico? En primer lugar, tenemos que decir que ningún cazador o recolector paleolítico en su sano juicio estaría dispuesto a cambiar voluntariamente su forma de vida. En efecto, los seres humanos del Paleolítico tenían garantizada su supervivencia mediante los recursos naturales que les ofrecía su medio ambiente: Bayas, frutos, raíces y vegetales que recolectaban y animales que capturaban mediante la caza y la pesca. Cuando la caza, la pesca o la recolección escaseaban en un lugar, se desplazaban a otro sitio en busca de alimentos. Esta forma de vida funcionaba siempre que no se rompiera el equilibrio entre las necesidades de los seres humanos y la disponibilidad de los recursos naturales. Por tanto, las razones del cambio las vamos a ver por la aparición de un estado de desequilibrio o de necesidad, motivado por un aumento de población y un cambio climático. Aumento de población: La economía depredadora garantiza la supervivencia siempre y cuando se mantenga un bajo número de seres humanos que permita la renovación natural de los recursos. Cuando la población comienza a crecer, por encima del nivel máximo que la economía depredadora permite, los alimentos comienzan a escasear y los seres humanos ven deteriorarse poco a poco sus condiciones de vida. La supervivencia se complica ya que no pueden marcharse a otro lugar, debido a que las regiones que están alrededor están viviendo la misma situación. La producción de alimentos, mediante la agricultura y la ganadería, se convierte en la única salida para restablecer el equilibrio poblaciónrecursos. Cambio climático: Hace unos 10.000 años se produce el paso del Pleistoceno al Holoceno. Con él, cambió el clima del planeta, haciéndose más benigno y aproximándose progresivamente al que hoy tenemos. Subieron las temperaturas, terminaban las glaciaciones y los hielos permanentes quedaron reducidos a las regiones polares y a las zonas de alta montaña, y las lluvias disminuyeron. Se produjeron modificaciones en la vegetación y en la fauna. Muchas especies vegetales desaparecieron, algunos animales emigraron y otros se extinguieron. Estos cambios alteraron el equilibrio de la economía depredadora y favoreció el inicio de una economía productora. 2 Pastores y agricultores Como ya hemos apuntado, hace 10.000 años, los seres humanos inician el abandono de una economía depredadora, y adoptan otra economía productora de alimentos, basada en la agricultura y en la ganadería. A lo largo del Neolítico, la práctica de la agricultura y la ganadería provocarán un aumento de la población, al mejorar la dieta de los seres humanos. Estas dos actividades, agricultura y ganadería, implican la domesticación de especies animales y vegetales. Ahora bien, la domesticación implica la modificación genética de las especies domesticables. Durante el Paleolítico se fue produciendo un paulatino fenómeno de simbiosis entre el ser humano y las especies tanto animales como vegetales. Se fue generando un aumento de la dependencia mutua entre el ser humano y las especies domesticables que tanto el uno como las otras obtenían ventajas reproductivas, al tiempo que se producía el fenómeno darwiniano de selección natural mediante el proceso de adaptación. Expresado de otra forma: la preferencia y el interés de ciertos seres humanos del Paleolítico por la explotación de algunas especies silvestres o salvajes supuso un aumento de las posibilidades de supervivencia en éstas, o más bien, de los individuos que presentaran determinados caracteres favorables al consumo humano. El ser humano mediante su conducta alimentaria estaba favoreciendo el desarrollo de determinadas especies y los cambios genéticos y adaptativos de las mismas, lo que hacía posible el proceso de domesticación de vegetales y animales. ¿En qué lugar del planeta se produce el nacimiento de la agricultura y la ganadería? Se produce en una región del Próximo Oriente bautizada por H. Breasted como Creciente Fértil o "Media luna fértil", y que corresponde a un área que va desde Palestina, a través de Líbano, Siria, Anatolia, Norte de Mesopotamia hasta los Montes Zagros y que describe vagamente la forma de un media luna. Desde el Próximo Oriente, se extendió más tarde hasta Europa (La expansión del Neolítico por Europa: Sigue dos caminos: el Mediterráneo, a través de todas sus costas, y el Continental, a través del río Danubio y el resto de los grandes ríos europeos: Vístula, Oder, Elba, Wesser y Rhin) y al resto del mundo. La agricultura Sin duda, la agricultura fue una consecuencia de la actividad recolectora, que no se abandonará totalmente durante el Neolítico. Las sociedades recolectoras de semillas, bayas, raíces, frutos y vegetales conocían a la perfección los ciclos reproductivos de las plantas y las condiciones físicas que les resultaban beneficiosas y perjudiciales para su desarrollo. En el desarrollo de la actividad recolectora, durante el transporte de los 3 alimentos hacia los lugares donde vivían, se perderían por el camino algunos granos y frutos. El efecto de la repetición de esta operación sería la emigración progresiva de estas plantas hacia la proximidad de los lugares donde vivían los seres humanos, aumentando las ventajas de su consumo. Además, los suelos cercanos a los asentamientos humanos eran fertilizados con excrementos y basuras, con lo que se favorecía el desarrollo de determinadas plantas. Entre las plantas que en primer lugar van a ser cultivadas se encuentran los cereales. Las razones son que los cereales son productivamente muy rentables, no necesitan excesivos cuidados, pueden resistir bastante tiempo almacenados y ocupan un lugar primordial en la nutrición humana. Las especies cultivadas de cereales descienden de sus antecesores silvestres, que se caracterizan por su carácter cizañoso y su resistencia a las condiciones desfavorables. Por tanto, cuando la voluntad humana favoreciera su crecimiento, la producción de los mismos iba a ser más fecunda y más rentable. En el Próximo Oriente y Europa los cereales más cultivados serán el trigo, la cebada, el centeno, el mijo y la avena. En el continente americano, el cultivo del maíz se iniciará en los altiplanos de México y se extenderá hacia el Sur, llegando hasta el Perú. En China, surgirá el arroz, y se extenderá hacia Japón y el Sureste asiático. En el cultivo de cereales, se piensa que era frecuente la utilización de un sistema similar al de rozas o cultivo itinerante, consistente en quemar la maleza y las malas hierbas, para limpiar el terreno a sembrar. Una vez agotados estos suelos, quedaban en barbecho y se buscaba otro lugar para aplicar el mismo sistema. Otras especies vegetales que van a ser cultivadas durante el Neolítico son la lenteja, el guisante y el lino en Europa, el fríjol, el chile y la calabaza en América y el ñame y distintos tipos de tubérculos en las diferentes áreas tropicales. La ganadería La ganadería fue una consecuencia de la caza, además con la domesticación de los animales seguirán practicando la caza y la pesca. No olvidemos que en nuestro entorno la caza y la pesca se siguen practicando hoy como actividades deportivas. Al igual que en el caso de la agricultura, los cazadores del Paleolítico tenían un conocimiento bastante completo de los distintos tipos de animales. Los cazadores seguían el rastro de las manadas, mediante la observación de los brotes de hierba mordisqueados, el seguimiento de los excrementos y las pisadas que dejaban en la tierra. Conocían sus ciclos reproductivos, sus costumbres y sus alimentos preferidos. Una posible evolución de la domesticación de ciertas especies animales pasaría por estas tres fases: a) Caza controlada: Los humanos del Paleolítico realizarían un control de los recursos de caza, consistente en el análisis del número de animales de la manada y de sus costumbres, en una protección de la misma contra otros depredadores naturales y en una caza selectiva de determinados individuos, principalmente animales heridos o viejos, o bien los machos no imprescindibles para la reproducción o para la defensa de la manada. b) Custodia animal: Sería la fase siguiente a la de caza controlada. En esta fase los cazadores capturarían un cierto número de animales salvajes, unos serían sacrificados, pero los otros restantes se guardarían en empalizadas o corrales, para ser consumidos a medida que los necesitaban. Era una forma de almacenamiento de la caza en vivo. 4 c) Crianza animal: Sería la fase propia de la ganadería, de la domesticación completa de animales. Esta fase incluye la alimentación de los animales, una selección por sexo y edad de los individuos del rebaño, así como un cálculo de la cantidad y calidad del alimento que se puede obtener de ellos y del necesario para los grupos humanos; en definitiva un control del cuidado y de la reproducción de los animales con el fin de mejorar su productividad. El perro fue el primer animal domesticado. Otras especies domesticadas en el Neolítico fueron la cabra, la oveja, el buey, el caballo, el asno y el cerdo. ¿Dónde vivían? Como ya hemos visto, el Neolítico trae consigo cambios en las formas de vida de los seres humanos, entre ellos está el hecho del sedentarismo. Los grupos humanos se hacen sedentarios, construyen sus casas y aparecen los primeros poblados o aldeas. Es el inicio de la arquitectura. Analicemos primero las viviendas de estas primeras aldeas y, después, cómo las viviendas se organizaban en poblados. Las viviendas Las viviendas podían ser circulares (por ejemplo, en Jericó, Palestina), cuadradas (en Sesklos, Grecia), rectangulares (en Jarmo, norte de Irak) o trapezoidales (en Lepenski Vir, Yugoslavia). Solían tener las paredes y los pilares hechos de adobe. En este caso, los zócalos eran de piedra. En algunos casos, las paredes y muros de las casas se construían de piedra. En otros, se trataba de cabañas hechas de troncos y ramajes, revestidos con barro. A veces, tenían los suelos de tablas de madera, para resguardarse del frío y la humedad. En ocasiones, las viviendas se construían semisubterráneas. El tamaño de las casas era variado. Las había, pequeñas, con una sola habitación, y otras bastante compartimentadas de gran tamaño, con vivienda, cuadra y cobertizo. En las viviendas se disponía de lo necesario para vivir. A veces situaban los hornos y las hogueras en los pequeños patios de comunicación entre las viviendas (en Ras Shamra, Siria), disponían de despensas adosadas (en Chatal Hüyük, Turquía) o altillos (en Sesklos, Grecia) para almacenar o secar la cosecha, tenían repisas en las paredes para trabajar o dormir, o establos para el ganado (en Köln-Lindenthal, Alemania). En general, las cubiertas de las casas estaban hechas de troncos y ramajes, enlucidos con barro. 5 Los primeros poblados Los primeros poblados son una consecuencia de la vida sedentaria, que las actividades productivas de la agricultura y la ganadería traen consigo. Las aldeas podían ser de tamaños variados: Poco más de media hectárea la aldea de Lepenski Vir (Yugoslavia), dos hectáreas la de Kolomishchina (Ucrania), cinco hectáreas la de Jericó (Palestina), cuarenta hectáreas la de Bylany (Checoslovaquia). En cuanto a la población que albergaban estos poblados oscilaban entre apenas un centenar, como el de Karanovo (Bulgaria), hasta los cerca de 5000 habitantes de Chatal Hüyük (Turquía). Los poblados suelen estar situados en algún cerro o montículo para facilitar la defensa del mismo. Además, se construían otras medidas defensivas como eran fosos, murallas de piedra o empalizadas. En Jericó, Palestina, se construyó una muralla circular de piedra de más de 800 m de longitud y una altura de más de 5 metros, además aparece reforzada al situarse en posición adelantada una torre de 8 metros de diámetro. En algunos casos, estas murallas no cumplían ningún fin defensivo, sino que se trataban de cercas para el ganado o para evitar inundaciones en las aldeas. En los poblados turcos de Hacilar y en Chatal Hüyük, las viviendas se dispusieron adosadas entre sí, formando una gran manzana, lo que hizo innecesaria la construcción de murallas defensivas, y el acceso a las viviendas se realizaba por el techo, donde tenían las puertas. Las viviendas se construían a veces sin ningún orden prestablecido, pero en otros casos sí existía una ordenación. Es el caso del poblado de Karanovo, Bulgaria, donde 18 casas de 6 x 7 metros aparecen agrupadas en dos barrios separados por una calle. O bien, el caso de la aldea de Kolomishchina, Ucrania, donde sus grandes viviendas rectangulares forman un círculo de unos cien metros de diámetro en torno a dos casas, perfectamente centradas. Además, con frecuencia todas las viviendas tenían la misma orientación. 6 Los primeros artesanos Durante el Neolítico se seguirán fabricando instrumentos y herramientas de piedra, que será ahora pulida o pulimentada. Como materias primas, se seguirán utilizando el sílex y la cuarcita, y aparecerán dos nuevos materiales: la obsidiana y el basalto. Instrumentos De piedra se fabricará la mayoría de los primeros instrumentos que se utilicen en las tareas agrícolas. Para arar o desbrozar la tierra se emplearán, a modo de azadas, las hachas pulimentadas, enmangadas en un palo de madera; para recoger la cosecha se fabricarán hoces, a base de dientes de sílex engarzados en un cuerpo de madera; y para moler el grano se utilizarán rudimentarios molinos de mano, que constaban de dos piedras: una piedra plana con una concavidad en la parte central, donde se echaba el grano, y otra piedra más pequeña, para friccionar el grano fuertemente contra la otra piedra, hasta producir, primero, el descascarillado del grano, y después, la obtención de la harina. De piedra van a seguir fabricando las puntas de flecha, en un momento en el que se ha generalizado el uso del arco, los raspadores y los cuchillos. Seguirán utilizando el asta o el hueso para realizar otros instrumentos: agujas para coser, punzones, arpones para pescar y azagayas para la caza. De madera se debían fabricar cuencos, peines, cucharas, espátulas…, lo que ocurre es que tan sólo en las zonas muy húmedas se han conservado restos de este tipo de utensilios. Primeros oficios En el Neolítico surgirán los primeros oficios. Las personas se especializarán en 7 determinadas técnicas y utilizarán determinadas materias primas para fabricar objetos o prendas de uso cotidiano. De esta manera, aparecerán la cerámica, el tejido y la cestería. Cerámica La cerámica es una de las innovaciones más destacadas del Neolítico, si bien nos encontraremos sociedades agrícolas y ganaderas que no utilizaban recipientes realizados de este material. Es un material que se conserva con el paso del tiempo y se utiliza para fechar otros restos encontrados en una excavación. Mientras se desconocía la rueda (base del torno del alfarero), la cerámica se modelaba a mano y se decoraba con pinturas e incisiones. Después se cocía en una simple hoguera. Con la cerámica se fabricaban vasijas para guardar, conservar y proteger de los animales los granos y los líquidos, y toda una serie de útiles para cocinar y comer, tales como platos, cuencos, vasos, etc. Tejido Para la elaboración del tejido, utilizaban como materias primas la lana, el lino y el esparto. Primero, con los husos de hueso (que se han encontrado en las excavaciones), hilaban el hilo y después lo tejían en unos telares muy primitivos. De los telares, dada su difícil conservación por su estructura de madera, se han encontrado en las excavaciones las pesas de los mismos, realizadas normalmente en piedra o barro. En ocasiones, por tratarse de yacimientos con unas determinadas condiciones de temperatura y humedad, se han podido conservar hasta la actualidad restos de tejidos. Cestería Al estar realizada con materiales de origen vegetal, se han conservado pocos vestigios de la cestería, técnica que se debió utilizar para fabricar recipientes con los que acarrear 8 y guardar alimentos y utensilios. En otros casos, los cestos o canastos eran utilizados para introducir los cuerpos de los difuntos, a modo de ataúdes. Comercio Aparte de estas actividades artesanas, hay que señalar la aparición del comercio entre las diferentes regiones. Podemos detectar la práctica de la actividad comercial al encontrar en determinadas excavaciones instrumentos realizados con materias primas que no son del lugar, o determinados tipos de cerámica propios de otras regiones. El control de determinados productos de interés comercial, como la sal, el betún, el sulfuro o la obsidiana, proporcionaban riqueza a sus poseedores. Por último, la actividad comercial hace suponer la existencia de un sistema mínimo de comunicaciones terrestres, fluviales o marítimas. En este sentido, podemos decir que contribuyó a lo inicios de la navegación. Organización social En los poblados neolíticos era necesaria una organización social. Se observan toda una serie de construcciones y obras públicas (murallas, santuarios, riego artificial) que exigen una organización, una distribución de las tareas y una dirección de las mismas. En las sociedades neolíticas se produce una división del trabajo según el sexo y la edad. Parece ser que la agricultura fue en sus inicios una actividad propia de las mujeres, los ancianos y los niños, mientras que se piensa que el pastoreo fue una actividad a la que se dedicaron los hombres jóvenes y adultos. La presencia de los oficios artesanos implicaba también la existencia de unas sociedades que organizaban las tareas. En determinados poblados no se encuentran grandes diferencias sociales entre sus habitantes, como por ejemplo en Sesklos (Grecia) o Karanovo (Bulgaria), donde todas las viviendas son prácticamente iguales, o en Jericó (Palestina), donde los ajuares funerarios no muestran diferencias de riqueza. 9 Sin embargo, en otros poblados alguna vivienda destaca por su singular tamaño. Es el caso del poblado de Dímini (Grecia) que, situado en lo alto de un cerro y protegido por cinco círculos concéntricos de murallas, presenta en lo más alto un edificio mucho más grande que los restantes y que podría albergar algún jefe o alguna divinidad. Estamos ante una sociedad en la que comienzan aparecer diferencias sociales: jefes, guerreros, sacerdotes, campesinos, pastores… En las etapas finales del Neolítico, la construcción de los monumentos megalíticos, que llegarán a su plenitud durante la Edad de los Metales, van a exigir los esfuerzos de numerosas personas, tal vez la cooperación entre comunidades vecinas. En todo caso, era necesaria una dirección capaz de unificar y coordinar todos esos esfuerzos diversos. Por tanto, debía existir alguna distribución de la autoridad y el poder entre aquellas comunidades neolíticas. Las creencias Podemos clasificar las creencias de las sociedades neolíticas en: Rituales funerarios y culto a los muertos Como ya hemos apuntado, en la etapa final del Paleolítico existen testimonios que nos hablan de la práctica de rituales funerarios, que van a continuar en el Neolítico. En la mayoría de los casos, solían enterrar a sus muertos bajo sus casas, en posición encogida y la cabeza con una determinada orientación. Los cuerpos se depositaban dentro de pieles, telas, cestos o cajas de piedras, acompañados de ajuares funerarios muy variados: puñales, anillos, broches, collares de conchas o pizarra, espejos de obsidiana, recipientes de cerámica que había utilizado para alimentarse en vida, etc. En ocasiones, (por ejemplo, en Chatal Hüyük, Turquía) se enterraban los cadáveres bajo las casas sólo cuando sus partes blandas habían desaparecido en un pudridero por acción de los agentes naturales o las aves carroñeras. Entonces se metían los restos en pieles, telas o cestas y se enterraban bajo las repisas que utilizaban para dormir. Todo este tipo de rituales funerarios demuestran la creencia en una vida de ultratumba. Además, de los rituales funerarios, existen pruebas de la existencia de un culto a los muertos o a los antepasados. En Jericó (Palestina) y otras aldeas de Siria y Líbano, bajo las casas se han encontrado cráneos recubiertos de arcilla reproduciendo los rasgos faciales, con los labios pintados y conchas en el lugar de los ojos. Igualmente, bajo los pisos del poblado de Hacilar (Turquía) se han encontrado restos de cráneos. 10 A finales del Neolítico y durante las primeras etapas de la Edad de los Metales, aparecen otro tipo de tumbas de carácter colectivo: son los dólmenes, que estudiaremos en la siguiente etapa. Cultos a determinadas divinidades En el Neolítico surge el culto a la diosa madre o a la señora de los animales, que podríamos identificar como la "señora de la naturaleza", que protegía los ganados y las cosechas y fertilizaba las tierras. Esta divinidad se solía representar mediante estatuillas femeninas de arcilla, bien como una joven, bien como una madre dando a luz. Se han encontrado también divinidades masculinas, asociadas a determinados animales, como el toro o el leopardo, y representadas en estatuillas de arcilla como un joven o como un adulto con barba. Todas estas estatuillas se denominan ídolos, que si tienen forma, más o menos esquematizada, de seres humanos, se denominan ídolos antropomorfos. Aparecen determinados lugares de culto o santuarios, en las habitaciones de las casas o en edificaciones específicas. Tal es el caso de los santuarios del poblado de Chatal Hüyük (Turquía), en los que aparecen pinturas representando seres humanos, escenas de caza, buitres devorando cadáveres, o bancos de piedra o arcilla en los que se incrustan cuernos de toro, seguramente provistos de un carácter protector contra el mal. 11 En los poblados de la isla de Chipre y en el poblado de Shanidar (Irak), bajo las casas, se han encontrado cráneos, voluntariamente deformados en vida mediante cintas desde la niñez. Estos curiosos hallazgos hacen pensar en prácticas mágicas o religiosas. La abundancia de pruebas que demuestran la existencia de un mundo simbólico y de creencias mágico-religiosas durante el Neolítico, debía ir acompañado de la aparición de chamanes, brujos, hechiceros y sacerdotes, que ocuparían un lugar importante en estas sociedades. 12