Exposición «Arte de raíz judía 2012» en el CIS

Transcripción

Exposición «Arte de raíz judía 2012» en el CIS
WWW. LAPALABRAISRAELITA. CL
COMUNITARIAS
VIERNES
15 DE
JUNIO DE
2012
7
Exposición
«Arte de raíz judía
2012» en el CIS
La muestra, que se llevará a cabo en agosto de este año, ya prepara las
postulaciones de todos los artistas de la comunidad que quieran participar.
Conversamos con Daniela Rosenfeld, Directora de Extensión Cultural de la
Pontificia Universidad Católica de Chile y de Sala Gasco Arte
Contemporáneo, quien será jurado de la convocatoria que se extenderá hasta
el 17 de junio.
POR
MICHELLE BERSTEIN
—Para comenzar y poder conocerte un poco más,
¿qué estudiaste y cómo se fue desarrollando tu carrera?
—Soy Licenciada en Arte, mención Estética, de la
Pontificia Universidad Católica. Me especialicé en
Teoría porque noté que podía expresarme mejor a través de la investigación y la escritura. Tuve suerte en
el desarrollo de mi carrera, pero creo que lo que más
aportó fue mi pasión por lo que hago y mi
perfeccionismo. Siempre encontré donde volcar mis
sensibilidades. Comencé en la galería de arte de
Enrico Bucci –en calle Huérfanos– como
relacionadora pública. Luego trabajé en la revista
Ladeco redactando artículos de actualidad en arte y
otros temas afines. Posteriormente me fui a Nueva
York y tomé algunos cursos de educación continua
en apreciación del arte e hice una pasantía en el
Brooklyn Museum, una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Al volver a Chile trabajé en
los inicios de la galería ArtEspacio y paralelamente
comencé a realizar curatorías en otros lugares, a escribir catálogos para artistas y finalmente me convertí
en columnista estable del diario El Mercurio, primero en la revista El Sábado y luego en Artes y Letras.
Desde hace 14 años trabajo en Extensión Cultural de
la PUC y desde hace casi ocho presto asesoría cultural a la Sala Gasco Arte Contemporáneo.
—¿Desde niña estuviste ligada al arte? ¿Tenías
algún familiar relacionado con el arte?
—No. Fue una cosa muy posterior a mi infancia y
primera juventud. De hecho mis dos padres son médicos y el arte no era un tema que se tocara a diario
en mi casa. Aunque efectivamente tengo un familiar
artista, mi tía Lotty Rosenfeld, curiosamente ello no
tuvo nada que ver con mi vocación. Es una mera coincidencia.
—¿Pensaste en dedicarte a otra cosa o siempre
quisiste arte?
—Al salir del colegio no tenía muy claro qué hacer. Lo único que sabía era que me inclinaba a las
humanidades. Me gustaba leer, escribir. Era negada
para las matemáticas o las ciencias duras. Al principio pensé en arquitectura, pero terminé en arte, y creo
que le di en el clavo porque he logrado realizarme
plenamente como profesional.
—¿Qué es para ti el arte y qué ha significado en
tu vida?
—El arte es importantísimo en mi vida, pero no
desde el punto de vista romántico que se le suele asignar o con el que se le suele estigmatizar. Para mí es
un lenguaje único y particular, que sólo algunos pueden hablar. Es provocativo, estimulante, motivador,
a veces denunciante. El poder contribuir a generar
plataformas para su difusión y entendimiento es mi
objetivo primordial. Creo que el arte es un aporte y
una necesidad fundamental para que las personas
sean más completas.
—¿Nos podrías contar un poco sobre la historia
de la Sala Gasco, ¿cómo nació, cuál es su misión y a
qué público va dirigido?
—El año 2000 se remodeló el edificio corporativo
de Gasco de calle Santo Domingo, quedando un gran
espacio vidriado en su fachada. El entonces presidente de la compañía, Matías Pérez, apostó por convertirlo en una galería de arte, lo que resultó de forma
muy positiva y fue ampliamente agradecido por la
gente. La Sala funciona desde el año 2001 y es operada por la Fundación Gasco. Su misión es la de ofrecer
un espacio cultural gratuito a la comunidad, abierto
a un público no necesariamente especializado en arte
e inserta en un barrio tradicional del casco histórico
de Santiago.
—¿Qué tipos de obras y exposiciones presenta
esta sala?
—La sala favorece obras de corte contemporáneo;
es decir, aquellas realizadas por artistas activos, sin
importar su edad ni su formación académica, que
estén vigentes –chilenos o extranjeros–, que estén produciendo obra contingente y que aporten con ella a
la reflexión, sin importar la disciplina, pudiendo ésta
variar desde la pintura, la fotografía a las instalaciones, etc. La Sala Gasco es un espacio de encuentro,
promoción y difusión del arte y la cultura, con acceso abierto y gratuito para toda la comunidad. Privilegiando siempre la calidad, sus exposiciones pretenden reflejar las diversas expresiones del arte contemporáneo, poniéndolas al alcance de nuevos públicos:
estudiantes, profesionales, turistas, vecinos y transeúntes del centro de Santiago.
—Sabemos que Sala Gasco también cuenta con
un programa educativo gratuito. ¿De qué se trata
esta iniciativa y cuántos alumnos han podido formar parte de esta iniciativa?
—La sala posee un programa de visitas guiadas
para escolares desde tercero básico a segundo medio
que incluye un recorrido guiado y actividades artís-
DANIELA ROSENFELD
Datos
La selección de las obras para la exposición –que tiene
como fin conocer y difundir de manera constante a los
artistas de la colectividad– estará a cargo del jurado
compuesto por Daniela Rosenfeld, los artistas visuales
Samy Benmayor y Mariana Kaplún, y la fotógrafa Pilar
Cruz. La temática y la técnica son libres y la edad para
participar es a partir de los 18 años. Los interesados
deben enviar una fotografía de la obra a:
[email protected]. Las postulaciones se recibirán hasta el
domingo 17 de junio.
ticas. Funciona desde 2003 y recibe cerca de 1.500 niños al año. Gasco tiene también un Centro de Extensión llamado Gascoeduca, que funciona desde 2008.
También es gratuito y orientado a escolares. Está inserto en otro edificio de la compañía y está relacionado con el tema del gas y la energía. Alberga una muestra permanente de la historia de la industria del gas
con énfasis en Chile y una muestra tecnológica con
procesos de producción y distribución de gas natural y licuado, además de una sala de experiencia.
—Y ahora centrándonos en la exposición de Arte
de raíz judía 2012, ¿cuál será tu rol?
—Me invitaron a ser parte del jurado. Esta es la
primera vez que participo de una exposición en el
CIS.
—¿Qué te parece la iniciativa de fomentar una
exposición con artistas exclusivamente de la comunidad?
—Me parece interesante, ya que quizás podremos
ver si existe o no algún común denominador.
—¿Hay alguna diferencia que tú notes entre el
arte de raíz judía y las demás muestras de arte en
general?
—Pienso que hay artistas judíos u obras que pueden hablar de judaísmo, pero se me hace difícil hablar de un «arte judío». Ahora, el que un artista sea
judío no necesariamente influirá en su obra. El mundo está demasiado globalizado para pensar en esas
categorías. Dependerá de la orientación y motivación
de los intereses de cada autor. Es decir, según yo lo
veo, la obra de un artista atraviesa y va más allá de
su condición religiosa. Es posible que sus raíces
identitarias afloren de alguna manera en su obra, pero
también es posible que no. Prefiero no encasillar.
—Para finalizar, ¿en qué aspectos te fijarás, cuál
será el criterio para seleccionar las obras que lleguen para la exposición?
—En el aspecto formal, un buen manejo de la
praxis, que se note un verdadero interés, rigor y dedicación. Por otro lado, la obra debe ser sugerente,
abrirse a múltiples lecturas y debe seducir la mirada
del espectador, sea esta sencilla o compleja.

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