I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres

Transcripción

I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres
Deseño: Adrián Lamosa, Satho.
Organiza:
Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
I CURSO de MAMÍFEROS
CARNÍVOROS:
ecoloxía, bioloxía e conservación
30 de abril e 1, 2, 7, 8 e 9 de maio.
UNIVERSIDADE
DE SANTIAGO
DE COMPOSTELA
Santiago de Compostela CONVENTION BUREAU
I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
PROGRAMA
7 ó 9 de maio
VENRES
7
DE
MAIO
16:00-16:30: Exposición sobre mamíferos carnívoros a cargo da Sociedade Galega de Historia
Natural e G.E.A.S. (Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes). Exposición sobre o Lobo Ibérico
(ASCEL).
16:30- 18:30: “O lobo(Canis lupus signatus) en Galicia”. D. Pedro Alonso. Licenciado en
Bioloxía.
18:30-19:00: Descanso.
19:00-21:00: “O lobo (Canis lupus signatus) na Península Ibérica”. D.Luis Llaneza. Licenciado
en Bioloxía.. A.RE.NA. (Asesores en Recursos Naturales, S.L.)
21:00:Fin da Xornada.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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SÁBADO
8
DE
MAIO
9:00-11:00: “Métodos de Estudio de Carnívoros”. D. Emilio Virgós. Doutor en Bioloxía.Titular
interino en Universidade Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid). Área de Biodiversidad y
Conservación.
11:00-11:30: Descanso.
11:30-13:30: “O Gato Bravo (Felis silvestris) na Península
Ibérica”. D. Jorge Lozano.
Licenciado en Bioloxía.Realizando o doutorado sobre gato bravo. Universidad Complutense,
Madrid.
13:30-16:00: Comida.
16:00- 18:00: “Bioloxía do Teixugo (Meles meles)”. D. Julián G. Mangas.Licenciado en
Bioloxía. Realizando doutorado
sobre ecoloxía de Teixugos. Área de Biodiversidad y
Conservación. Universidade Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid).
18:00-18:30: Descanso.
18:30- 20:30: "Dispersión de Sementes e Papel ecolóxico dos Mamíferos Carnívoros". D. José
Guitián Rivera. Doutor en Bioloxía. Departamento de Bioloxía Fundamental i Ecoloxía,
Facultade de Bioloxía, Universidade de Santiago de Compostela.
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DOMINGO
9
DE
MAIO
9:00-11:00: “Bioloxía do Oso Pardo (Ursus arctos)”. D. Francisco Purroy. Doutor en Bioloxía.
Catedrático na Facultade de Bioloxía. Universidade de León.
11:00-11:30: Descanso.
11:30-13:30: “Modelo de Conservación dun mamífero carnívoro: o Oso Pardo (Ursus arctos)”.
D. Roberto Hartasanchez. Presidente del F.A.P.A.S (Fondo para la Protección de los Animales
Salvajes).
13:30-14:00: Entrega de Diplomas.
14:00: Fin do Curso.
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O LOBO NA PENÍNSULA IBÉRICA
EL LOBO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
Luis LLANEZA
A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L.
c/ Perpetuo Socorro Nº 12 - Entresuelo 2-B
27003 Lugo
e-mail: [email protected]
El lobo a mediados del S. XIX ocupaba la práctica totalidad de la Península Ibérica. Durante
todo ese siglo y hasta la década de los 70’ del S. XX el lobo fue objeto de una fuerte
persecución, auspiciada por la administración a través de las Juntas Provinciales de Extinción de
Animales Dañinos. Así, por ejemplo, entre 1855 y 1859 se llegaron a abatir 1321 lobos en
Badajoz, 1271 en Cáceres, 836 en Jaén, 656 en Lugo. Más recientemente, a mediados del S. XX
se capturaron 79 lobos en Badajoz y 375 en Cáceres entre los años 1954 y 1961, 6 lobos entre
1958-1961 en Jaén y 99 lobos entre 1956-1961 en Lugo. Esta implacable persecución tuvo
como consecuencia una drástica reducción del área de distribución y de la población que supuso
a principios de los 70’ (S. XX) los mínimos históricos en los efectivos poblacionales del lobo en
la Península Ibérica. A partir de la inclusión del lobo en la Ley de Caza y su Reglamento de
1971, deja de ser considerado como una alimaña y, por tanto, no se caza a lo largo de todo el
año, ni mediante cualquier método. Con ello se inicia una lenta pero constante recuperación de
la población.
En la década de los 70’ varios investigadores aportan datos sobre la situación del lobo en la
Península, pero es a partir de los años 80’ cuando comienzan a efectuarse estudios a nivel de
Comunidades Autónomas, realizándose a finales de esta década el primer estudio, en
profundidad, sobre el lobo en España, coincidiendo también con la realización de estudios sobre
la situación del lobo en Portugal. En la década de los 90’ se generalizan los estudios sobre la
distribución y aspectos poblacionales del lobo, tanto en España como en Portugal. En la
actualidad, casi todas las Comunidades Autónomas de España y las diferentes regiones de
Portugal, incluidas en el área de distribución del lobo ibérico, cuentan con seguimientos
recientes sobre esta especie.
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El lobo en la Península Ibérica ocupa el sector noroccidental (tercio norte de Portugal, Galicia,
Asturias, Cantabria, puntualmente Euskadi, Castilla y León [presente en las nueve provincias] y,
recientemente, Guadalajara), existiendo la presencia puntual y aislada del resto de la población
de varias manadas en Sierra Morena. Existen datos puntuales sobre observaciones y animales
abatidos en Navarra y en las provincias de Zaragoza y Teruel. Recientemente se ha confirmado
la presencia del lobo en los Pirineos Catalanes, procedente de los Alpes Franceses.
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MÉTODOS DE ESTUDO EN CARNÍVOROS
MÉTODOS DE ESTUDIO EN CARNÍVOROS
Emilio VIRGÓS
Doutor en Bioloxía.
Titular interino na Universidade Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid).
Área de Biodiversidade e Conservación.
Los carnívoros son especies difíciles de detectar en el campo por varias razones: 1) son
normalmente de actividad nocturna; 2) son esquivos y 3) habitualmente son escasos (aunque
algunas especies puedan llegar a ser abundantes). Por estos motivos, su estudio ha resultado
elusivo durante muchas décadas y, todavía resulta una tarea difícil simplemente conocer si
existe o no una determinada especie en una zona. En las Últimas décadas se han mejorado
sensiblemente los métodos usados para detectar y estudiar a los carnívoros en el campo. En las
siguientes secciones desarrollaré brevemente algunos de los principales métodos aplicados tanto
al estudio de la distribución de las especies como a aspectos relacionados con los
requerimientos de hábitat, uso del tiempo o interacciones entre los individuos.
1. MÉTODOS PARA ESTUDIAR LA ABUNDANCIA Y DISTRIBUCIÓN DE LAS
ESPECIES.
a.
Métodos basados en captura y recaptura de individuos: Varios trabajos tanto en Europa
como EEUU han estudiado la abundancia de distintas especies a partir de la captura, marcaje y
posterior recaptura de individuos, aplicando procedimientos matemáticos (que varían según si
se considera que la población es abierta o cerrada) que permiten. A partir de la tasa inicial de
captura y la posterior tasa de recaptura. Calcular el tamaño de población Aunque este método
podría ser el más adecuado para estimar la densidad real en una zona, cuenta con varios
problemas que hacen su uso muy restringido 1) muchas especies son tan escasas que no
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permiten tasas de captura apropiadas; 2) otras especies aunque comunes responden mal a las
trampas y pueden no entrar en las mismas; 3) su uso se circunscribiría a zonas muy concretas,
no pudiendo ser usado simultáneamente sobre grandes regiones; 4) incluso cuando puede
aplicarse, siguen existiendo problemas ligados a las diferencias en la probabilidad d.e captura en
función del hábitat, sexo, edad, época, etc. que hacen que las comparaciones entre sitios deban
ser tomadas con mucha cautela.
b.
Métodos basados en la aplicación de captura-recaptura usando isótopos radiactivos:
Algunos autores han considerado que dada la dificultad de marcar un número suficiente de
individuos para aplicar las técnicas de cálculo de densidad, una alternativa válida podría ser el
marcaje radiactivo (ej. Zn65) de algunos individuos y su posterior detección en los excrementos,
de manera que se evitaría la recaptura del individuo (sustituido por sus excrementos). La
aplicación de esta técnica lleva implícito algún conocimiento sobre aspectos tales como tasas de
defecación, uso de} espacio por los individuos, etc., muchas veces no conocidas. Por otra parte,
el uso de compuestos radiactivos puede ser peligroso tanto para las especies estudiadas como
para los investigadores (aunque sean de vida corta y baja radioactividad). Estas razones, junto a
su fuerte costo económico impiden que esta técnica pueda ser de amplio uso.
c.
Métodos basados en captura-recaptura con trampas fotográficas: Su filosofía es la
misma que en el caso a y b, sólo que en este caso la captura se consigue a través de una foto.
Para obtener las fotos, es necesario que el animal sea atraído hacia la cámara fotográfica (a
través de cebos de distinto tipo). El problema de este método es que sólo es aplicable en
especies Que presenten la suficiente variabilidad morfológica como para permitir individualizar
e identificar a individuos concretos. Por otra parte,.costos económicos aunque se han rebajado
considerablemente siguen siendo importantes como para permitir trabajos extensivos.
d.
Métodos basados en estaciones de olor: Este método se popularizó en EEUU y ha sido
escasamente utilizado en Europa, aunque en España ha sido usado por distintos equipos con
cierto éxito. Consiste en la colocación de un atrayente (normalmente sintético) en el centro de
un círculo (de diámetro variable) de arena u otro material que permita una buena impresión de
las huellas de la especie que se acerque al cebo. Sus principales inconvenientes son sus costos
logísticos (son necesarias varias personas para muestrear superficies amplias) y la diferente tasa
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de visita por especie en función del cebo utilizado. Existen también diferencias en las tasas de
visita entre estaciones o hábitats, por lo que este factor también debe ser considerado cuando se
hacen comparaciones entre diferentes sitios o épocas del año. Por otra parte, el método puede
ser útil para detectar con cierta rapidez a especies tales como la garduña o la gineta en lugares
donde las condiciones del hábitat impiden un muestreo adecuado por otros métodos.
e.
Métodos basados en la búsqueda de excrementos y huellas: Un método rápido,
económico y eficaz consiste en la búsqueda de excrementos, huellas o madrigueras de las
especies de interés. Los principales inconvenientes de este método son: posibles confusiones de
los indicios entre distintas especies, diferencias en la detectabilidad según hábitats, dificultad en
relacionar de una forma directa la abundancia de indicios con la densidad real de la especie. En
lugares con fuerte innivación, los censos de huellas se han revelado como sumamente eficaces
para obtener índices de abundancia. Los censos de huellas (identificando incluso los individuos)
han sido utilizados recientemente para censar poblaciones de pumas o linces rojos en hábitats
que no presentan buenas condiciones de nieve En cuanto a los excrementos, han sido utilizados
para obtener índices de abundancia en martas, zorros o garduñas (siempre que se controle el
tiempo del muestreo) Los conteos de madrigueras (ej. Tejón), parecen un método rápido y muy
ajustado de calcular una densidad aproximada de tejones en una zona dada (los británicos lo
utilizan profusamente en sus censos nacionales). Probablemente y como sustituto de métodos
más costosos, este conjunto de técnicas (denominadas por los anglosajones 'sign surveys') sean
las que permitan obtener una información de la forma más rápida y sobre una superficie mayor.
La aplicación de técnicas moleculares para la correcta asignación de los excrementos puede
ayudar a relanzar este método en el futuro.
MÉTODOS PARA ESTUDIAR EL USO DEL ESPACIO Y EL TIEMPO, INTERACCIONES
INDIVIDUALES Y REQUERIMIENTOS ECOLÓGICOS.
Hasta ahora hemos revisado algunas de las metodologías que permiten estudiar la distribución y
cambios en la abundancia de las distintas especies, sin embargo, muchas veces el objetivo del
estudio es conocer cómo los distintos individuos de una población seleccionan los lugares de
descanso, de alimentación o interaccionan entre ellos y con otras especies. Estos objetivos
requieren habitualmente conocer con cierto detalle: la posición en el espacio de los distintos
individuos a lo largo del día. Dado que los carnívoros son difíciles de observar directamente, se
hace necesaria alguna técnica que permita obtener esta información sin la necesidad de la
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observación directa. La técnica más habitualmente utilizada en estos casos es el
radioseguimiento de individuos previamente capturados. Los animales son equipados con unos
collares que llevan incorporado un emisor de ondas que pueden ser captadas por un aparato
receptor. Por lo tanto, es posible localizar a cada individuo marcado a 10 largo del día y las
estaciones, de manera que podemos finalmente conocer con bastante detalle aspectos tales como
1) áreas de campeo, 2) solapamiento espacial; 3) ritmos circadianos; 4) áreas de descanso y de
alimentación; 5) lugares de cría; 6) dispersión juvenil y otros de gran interés tanto teórico como
aplicado.
El método se ha popularizado en todo el mundo y son ya muchas las especies que han sido
estudiadas con esta técnica en distintas partes del mundo. Sin embargo, es necesario considerar
que la técnica presenta algunas desventajas frente a los métodos basados en la búsqueda de
indicios o similares. En primer lugar, es sumamente costosa en tiempo y dinero, por lo que cae
fuera del alcance de programas rutinarios de seguimiento. Por otra parte, es muy improbable
poder obtener con este método información sobre los cambios en los requerimientos de hábitat
en zonas amplias, lo que implicaría marcar un número muy elevado de individuos sobre una
superficie muy grande de terreno.
Cuando estudiamos la selección del hábitat sobre grandes superficies es necesario utilizar otro
tipo de metodologías basadas en la localización de indicios indirectos, estaciones de olor u otras
vistas en el apartado anterior. Posiblemente, cuando se quiere conocer cómo las especies
seleccionan determinados recursos a diferentes escalas espaciales sea necesario considerar a la
vez estudios intensivos en zonas reducidas (radio-tracking) junto a otros que estudien cómo la
especie se distribuye sobre el conjunto de hábitats y paisajes en una región (métodos indirectos).
NUEVOS AVANCES EN EL ESTUDIO DE LOS CARNÍVOROS: ESCATOLOGÍA
MOLECULAR.
Con este nombre tan peculiar se conoce una serie de técnicas nuevas que usan los excrementos
para multitud de fines relacionados tanto con el estudio de la distribución y abundancia como
con aspectos ligados a las relaciones de parentesco, estructura de poblaciones, sistemas de
emparejamiento, tamaños efectivos de población, etc.
Para aplicar estos métodos se usan fracciones de ADN altamente repetitivo y variable para
diferenciar de manera fina los individuos (ADN microsatélite especialmente). De esta manera se
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pueden establecer relaciones de parentesco, calcular la densidad de población, etc. En otros
casos se usan otro tipo de marcadores moleculares (ADN mitocondrial o de los citocromos) para
diferenciar especies de manera fina, este método puede servir tanto para estudios filogenéticos
como para diferenciar los excrementos de especies muy similares (ej, gato montés y lince
ibérico). Este conjunto de técnicas ha revolucionado los estudios de campo sobre los distintos
aspectos de la ecología y la distribución de las distintas especies de carnívoros. En estos
momentos, sólo hace falta recoger las heces con un protocolo determinado y aplicar las técnicas
para conocer al tiempo una gran cantidad de aspectos que habían permanecido elusivos a los
científicos hasta ahora, o bien, implicaban el manejo de muchos individuos (costoso en tiempo y
dinero). Ahora se puede obtener la misma información a partir de una muestra muy pequeña de
las heces.
A pesar de lo bien recibidas que han sido estas técnicas, es necesario recalcar que no es la
panacea, sigue siendo recomendable el uso de muestras menos degradadas (como tejidos o
sangre donde d ADN es más fácil de extraer) para realizar estos mismos estudios.
Un aspecto interesante es que estas mismas heces pueden ser utilizadas para estudiar otros
aspectos complementarios tales como estado sanitario, condición física, estado reproductivo,
etc. A través del estudio de diferentes tipos de hormonas que pueden ser detectadas en las heces
por distintos procedimientos.
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BIOLOXÍA DO GATO BRAVO (Felis silvestris, Schreber, 1777)
BIOLOGÍA DEL GATO MONTÉS (Felis silvestris, Schreber, 1777)
Jorge LOZANO
Universidad Rey Juan Carlos. Escuela Superior de Ciencias Experimentales y
Tecnología.
Depto. Matemáticas, Física Aplicada y Ciencias de la Naturaleza.
Área de Biodiversidad y Conservación.
C/ Tulipán s/n, E-28933 Móstoles (Madrid).
El gato montés es un carnívoro de tamaño medio perteneciente a la familia de los
Félidos. Tradicionalmente se le considera más grande y robusto que el gato doméstico; menos
variable en su patrón de coloración, presentando un pelaje gris o pardo grisáceo con bandas
transversales oscuras, que forman una raya vertebral contínua desde la cruz hasta la base de la
cola, dándole en general un aspecto atigrado (Sthal y Leger, 1992). En Escocia existe no
obstante una curiosa población de individuos melánicos, a los que denominan gatos "Kellas"
(Kitchener y Easterbee, 1992).
Algo sumamente característico del gato montés es la cola, que en vez de ser delgada y
acabar en punta como en la forma doméstica, es gruesa y acaba en una ancha borla negra,
precedida de tres a cinco anillos oscuros. Otros autores, como Rodríguez (1993), indican como
características propias de los gatos monteses una nariz de color rosado, orejas pequeñas y
redondeadas; también se señalan a veces los bigotes densos y de apariencia caída como una
diferencia respecto al gato doméstico. No obstante, estos caracteres no son exclusivos, y existe
cierta variabilidad.
El peso varía estacionalmente, presentando una media de 5 kg en los machos y de 3 a 4
kg en las hembras; con una longitud media para cabeza y cuerpo de 585 mm y de 310 mm para
la cola, presentando las hembras valores algo inferiores, no hay gran variación entre las
diferentes poblaciones europeas. Aparte del tamaño, no hay prácticamente dimorfismo sexual y
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los jóvenes son muy parecidos a los adultos (Sthal y Leger, 1992; Aymerich, 1993; Castells y
Mayo, 1993).
Actualmente se reconoce que Felis silvestris se distribuye irregularmente alrededor de
la cuenca mediterránea, incluyendo las grandes islas. Presente en África, se desconocen muchos
datos sobre su distribución en muchos países africanos, de igual forma que sobre una amplia
región de su distribución europea. En general el gato montés se extiende desde la Península
Ibérica hasta los países del Este en forma muy fragmentada, Escocia, Mesopotamia, Ucrania, el
Cáucaso, el oeste de China y la India (Sthal y Artois, 1991).
En el caso particular de España, hasta la publicación del Atlas de Mamíferos en el 2002
no se tenía una idea básica de su distribución, que parece abarcar toda la península aunque
también de forma fragmentada. Los datos disponibles (posiblemente insuficientes para reflejar
la realidad) indican que la porción ocupada del territorio español por el gato montés no llegaría
al 50% (Palomo y Gisbert, 2002).
La posición taxonómica del gato montés europeo, las formas africana y asiática, y la del
gato doméstico ha sido tremendamente polémica. Consideradas tradicionalmente como especies
diferentes (Felis silvestris, Felis lybica, Felis ornata y Felis catus respectivamente) en base a
caracteres morfológicos, anatómicos, osteológicos, etológicos, etc, los estudios basados en
técnicas bioquímicas aportan sólidos argumentos para considerar a todas estas formas miembros
de una única especie polimórfica. A esta conclusión llegó Randi y Ragni (1991), después de
comprobar también que F. catus se encuentra en el linaje de F. lybica, lo que apoya la hipótesis
de la domesticación del gato africano, y que la forma africana, europea y doméstica se separaron
hace solamente 20.000 años, de tal manera que la distancia genética entre ellos no es suficiente
como para considerarlas especies diferentes.
Por tanto, el Consejo de Europa (Sthal y Artois, 1991), considera a las poblaciones
euroasiáticas pertenecientes a la subespecie Felis silvestris silvestris y las poblaciones africanas
a Felis silvestris lybica; el gato doméstico pasaría a ser igualmente Felis silvestris catus.
Poco se sabe de la biología reproductiva del gato montés, y los datos que disponemos
provienen en gran medida de individuos en cautividad (Condé y Schauenberg, 1969). Parece
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que el celo tiene lugar entre enero y febrero en Europa, pero en la península puede aparecer de
diciembre a junio. El gato montés presenta poliestría estacional, y si la hembra pierde la camada
puede alargar su actividad reproductora hasta agosto, pero sacando solo una camada al año
según Blanco (1998). Sin embargo, parece que hay datos de varias camadas al año,
postulándose que sean hembras híbridas con gato doméstico las que las presentan (hasta tres
camadas; Castells y Mayo, 1993). Esto supone que los híbridos existen, idea actualmente
abandonada, por lo que sería posible considerar que los gatos monteses tengan más de una
camada al año.
En cualquier caso, tras dos meses de gestación las hembras paren alrededor de cuatro
cachorros en un refugio que puede ser de muy variada naturaleza. A los cinco meses los jóvenes
gatos se independizan y pueden recorrer en dispersión decenas de kilómetros. Alcanzan la
madurez sexual a los diez meses de vida y las hembras se reproducen ya en su primer año.
Muchos de los trabajos existentes sobre el gato montés se refieren a su alimentación,
siendo este el aspecto mejor conocido de su biología y en el que más coinciden los diferentes
autores. Realizados en principio a través del análisis del contenido de los tractos digestivos, y
después analizando sus excrementos, los estudios muestran que el gato montés es un depredador
que se alimenta fundamentalmente de conejos y micromamíferos (Corbett, 1979; Aymerich,
1982; Hewson, 1983; Sarmento, 1996; Gil-Sánchez et al., 1999; Moleón y Gil-Sánchez, 2003).
Si los conejos abundan se convierten en parte esencial de su dieta. De hecho, tal y como
hemos demostrado recientemente (Malo et al., en prensa), puede afirmarse que el gato montés
es un especialista facultativo en conejo. Cuando este desaparece o es inexistente en su territorio,
entonces se especializa en la caza de topillos y ratones. Y cuando ni conejos ni roedores
abundan, se comporta como un generalista que consume todo tipo de pequeños animales en
función de su disponibilidad, cobrando importancia los insectívoros (musarañas y topos), los
reptiles y los insectos.
El gato montés mata a sus presas mordiéndolas en la base del cráneo, y en general
parece que utiliza dos técnicas diferentes de caza, según el tipo de presa: campea en zig-zag
para cazar ratones y practica el acecho para capturar conejos o presas de tamaño similar
(Corbett, 1979; Sthal y Leger, 1992).
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Existen pocos trabajos que estudien a fondo el uso del espacio de esta especie, arrojando
resultados no siempre coincidentes: Sthal et al. (1988) encontró que el área residencial de los
machos solapa con el de 3 a 6 hembras, utilizando las mismas zonas para cazar y descansar
(noreste de Francia, siendo los roedores las presas principales); mientras que Corbett (1979)
descubrió en el este de Escocia, donde la presa principal era el conejo, que los sexos mantenían
territorios separados. Parecería entonces que el tipo y distribución de las principales presas
condiciona el uso del espacio, pero esta hipótesis todavía no ha podido ser demostrada.
Los resultados sobre el tamaño del área residencial son también variados: en Escocia
oscila alrededor de 175 hectáreas (Corbett, 1979), aunque los últimos datos apuntan valores más
altos para los machos (hasta 459 ha; Daniels et al., 2001); en Francia supera las 300 ha (Artois,
1985; Sthal et al., 1988); en Alemania se obtuvo un valor medio de 1662 ha (Wittmer, 2001) y
en el norte de España se ha llegado a recoger un valor de 4500 ha (Urra, 1997). Aunque se sabe
que el área residencial varía entre estaciones y de un individuo a otro, tan enormes diferencias
resultan cuanto menos extrañas, sin que hasta la fecha se sepa a qué responden realmente.
Con la técnica del radio-seguimiento se ha podido constatar también que el gato montés
es una especie generalmente nocturna, con un máximo de actividad a primeras horas de la
noche, aunque tampoco es raro que se mueva de día. Pueden recorrer hasta 12 km dependiendo
del tamaño del territorio y de la época del año, descansando después en cualquier lugar que
considere seguro.
Tampoco es bien conocida la selección de hábitat del gato montés. Realmente se le ha
encontrado en todos los medios posibles (Sthal y Leger, 1992; Blanco, 1998), incluso en zonas
paisajísticamente degradadas (aunque con baja densidad humana; Aymerich, 1993). Hasta hace
muy poco se le venía considerando como una especie típicamente forestal, debido sobre todo a
ciertos estudios pioneros realizados en centroeuropa, como el de Parent (1975), en el que se
enfatiza la importancia para el gato montés de las grandes masas boscosas. Así, la idea de que
esta especie es forestal se ha repetido hasta la saciedad tanto en medios divulgativos (guías de
campo, artículos periodísticos, etc) como en la literatura científica posterior, y ello a pesar de
que ya entonces algunos autores albergaban dudas al respecto (Langley y Yalden, 1977).
Corbett (1979) comprobó que el hábitat donde más se capturaba gatos monteses en
Escocia era el bosque de pinos. No obstante, ya había advertido que los pinares maduros con
poco estrato arbustivo eran abandonados por la especie. Dos años después, Schauenberg (1981)
afirmó que el hábitat preferido del gato montés es el bosque mixto de caducifolios,
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contribuyendo de forma importante a afianzar la idea de que el gato montés es una especie
forestal. De hecho, finalmente el Consejo de Europa redactó unas líneas básicas para la
conservación del gato montés en donde se contempla la buena gestión de las áreas boscosas,
explicitando así un tipo de hábitat concreto para el gato, así como el mantenimiento de un
paisaje agrícola tradicional, referencia que resulta bastante más ambigua (Council of Europe,
1992).
Posteriormente Easterbee et al. (1994) realizaron un buen estudio en toda Escocia,
basado en encuestas, cuyos resultados mostraron que los hábitats preferidos por los gatos
monteses allí eran medios heterogéneos abiertos, y no precisamente los bosques. Otros estudios
también permitían intuir la importancia de hábitats diferentes al forestal, especialmente los
matorrales (Artois, 1985; Sarmento, 1996). Así pues, existían dudas razonables sobre el
supuesto carácter "típicamente forestal" del gato montés, que llevó a nuestro equipo a realizar
un estudio de autoecología de la especie en la provincia de Madrid y alrededores.
Nuestro estudio (Lozano et al., 2003) utilizó el muestreo de excrementos para calcular
un índice de abundancia del gato montés en las diferentes zonas de la región, y analizar después
su relación con el tipo y estructura de hábitat. Para ello hubo que establecer un criterio que nos
asegurara que los excrementos que contabilizamos no eran de gato doméstico, puesto que en la
práctica son indistinguibles (Lozano y Urra, en prep.). Así pues, el criterio seguido fue el de la
localización de los excrementos: en zonas de simpatría, el gato montés marca su territorio
depositando sus excrementos sobre lugares conspícuos a lo largo de los caminos, mientras que
el gato doméstico esto no lo hace y, además, generalmente estierra sus heces (Corbett, 1979).
Después de muestrear 78 km de caminos por la región, los resultados fueron bien
concluyentes: en el centro peninsular, el gato montés abunda más en los mosaicos de matorral
con pastos, con presencia de conejo y cursos de agua, que en los bosques. Esto no significa que
en los bosques no se encontrara, ni por tanto que no tengan cierta importancia, pero desde luego
demuestra que en lugares con alta disponibilidad de hábitat los bosques no son los medios
preferidos por el gato montés, negando así la supuesta, y largamente repetida, naturaleza forestal
de la especie.
Se proponen tres fenómenos como amenazas fundamentales para el gato montés (Sthal
y Artois, 1991). Por un lado, la generalizada alteración de los hábitats en Europa seguramente
fragmentó y aisló muchas poblaciones. Se supone que la especie sigue un ligero descenso en
efectivos, o incluso que podría existir una cierta estabilización de las poblaciones. Pero la falta
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de información precisa sobre distribución, abundancias, hábitat, etc, hace que esto no sean más
que meras especulaciones. En España se postula igualmente que el abandono rural y la menor
presión sobre los depredadores ha podido favorecer al gato montés.
Por otro lado, el 50-60% de las muertes de gatos monteses en Europa que se conocen se
deben a causas humanas directas, persecución la mayor parte y atropellos la menor proporción.
En España, como suele pasar, no hay datos, pero es de esperar valores parecidos, dada la
extensión del control de predadores en nuestros cotos de caza.
El tercer problema en su conservación consiste en la hipotética pérdida de pureza
genética por introgresión de genes de gato doméstico en las poblaciones de montés, al hibridarse
entre sí (el gato doméstico se introdujo en Europa en la Edad Media). Sin embargo, quizá este
problema solamente tuviera sentido si consideráramos a estos gatos como especies diferentes;
en cualquier caso, la incidencia del problema tampoco está clara: algunos opinan que ya casi no
existen gatos monteses puros (French et al., 1988), mientras que otros creen que la hibridación
solo tiene lugar bajo determinadas condiciones.
Así, Fernández et al. (1992), utilizando índices craneanos, afirmó que el 80% de los
gatos monteses de Extremadura son puros, en donde no existiría hibridación con el doméstico al
ocupar áreas de difícil orografía; un estudio con marcadores moleculares de gatos domésticos y
gatos monteses capturados en Albacete parece mostrar que la hibridación no se produce (RuizGarcía et al., 2001); pero Hubbard et al. (1992), a través de varias técnicas bioquímicas, asegura
que en Gran Bretaña solamente aquellos gatos muy aislados serían más o menos puros, mientras
que todos los gatos monteses que viven en zonas humanizadas (la mayoría), presentan
caracteres de domésticos (incluso los que morfológicamente parecen puros). En Escocia los
resultados posteriores de Beaumont et al. (2001) parecen respaldar esta situación, pero otros
autores han encontrado que en lugares diferentes la hibridación no parece ser tan importante,
siendo más bien un fenómeno que no esta generalizado (Wiseman et al., 2000; Randi et al.,
2001).
El gato montés (Felis silvestris) se incluye en Cites II, es declarada especie
estrictamente protegida por el Convenio de Berna y de “interés especial” por el Decreto 439/90
de Especies Amenazadas así como en varias Comunidades Autónomas. En la nueva propuesta
del Libro Rojo aparecerá bajo la categoría de "Vulnerable".
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
Es mucho lo que se desconoce todavía de esta especie, a pesar de que en los últimos
años ha habido un importante avance en su estudio. Las medidas a tomar para su conservación
pasan por investigar más sobre diferentes aspectos de su biología, la preservación de sus
hábitats naturales y la eliminación de la persecución ilegal, con métodos de control no
selectivos, de la que esta siendo objeto.
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
ECOLOXÍA E COMPORTAMENTO SOCIAL DO TEIXUGO
(Meles meles, Linnaeus 1758)
ECOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO SOCIAL DEL TEJÓN (Meles meles, Linnaeus 1758)
Julián F. G. MANGAS
Licenciado en Bioloxía.
Realizando doutorado sobre ecoloxía de teixugos.
Universidade Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid).
Área de Biodiversidade e Conservación.
La diversidad de especies de Carnívoros de la Península Ibérica es grande en
comparación con otras zonas geográficas de Europa. Uno de los carnívoros que participa de esta
gran diversidad es el tejón, animal muy desconocido para la gran mayoría de la sociedad
española. Este desconocimiento se traduce en la clasificación que se otorga al tejón el Libro
Rojo de los Vertebrados: insuficientemente desconocida.
Consideramos al tejón como tejón eurasiático, dentro de la Familia Mustelidae, y con
una amplia distribución en la región paleártica. Presenta unas características físicas de tamaño
medio, junto a unas adaptaciones corporales preparadas para alimentarse y vivir en el suelo y
bajo tierra.
El tejón eurasiático está presente en casi cualquier hábitat templado. En la península
Ibérica lo encontramos en todos los hábitat, pero presentando marcadas diferencias en cuanto a
abundancias relativas se refiere, entre los diferentes hábitat. Así pues, en el PN de Doñana
encontramos las poblaciones de tejones en densidades de 0’6 indiv./Km2, y en la Sierra de
Guadarrama (Madrid) podemos llegar a tener 3 – 4 indiv./Km2.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
Estas diferencias en abundancia de tejones podemos explicarlas desde dos puntos de
vista: el primero de ellos se debe al lugar donde pueden establecerse las tejoneras, ya que no
todos los suelos son favorables para excavar estas madrigueras; la otra explicación la podemos
encontrar en la diferente disponibilidad de alimento, ya que en lugres donde las lombrices están
más disponibles, las abundancias de los tejones son más grandes.
El lugar que presenta una o varias tejoneras con lugares donde se pueden obtener
lombrices es lo que se denomina territorio que es defendido por un conjunto de tejones
denominado clan. La defensa del territorio se realiza mediante un marcaje de borde de territorio,
en lugares determinados denominados letrinas. Este patrón de territorio – clan es muy claro en
tejones ingleses y centroeuropeos, pero no está muy claro en la península Ibérica, llegando
incluso a desaparecer en el PN de Doñana.
La reproducción de estos carnívoros está muy influida por la cantidad de alimento que
pueden tomar en los periodos del año donde más abundante es su alimento principal, las
lombrices en Oxford y el conejo en PN de Doñana. A lo largo de la península Ibérica
encontramos otras presas principales en las dietas pero no se sabe cuál es su influencia en la
reproducción.
Por último, se describen cuales son las amenazas directas e indirectas sobre las
poblaciones de tejón, destacando los atropellos de tráfico y los cazadores furtivos. Y también
cuales son las principales medidas de conservación sobre esta especie, entre las que destacamos
el gran desconocimiento sobre la biología de este carnívoro.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
CARNÍVOROS, FROITOS E DISPERSIÓN DE SEMENTES EN ECSISTEMAS DO
NOROESTE DE ESPAÑA
CARNÍVOROS, FRUTOS Y DISPERSIÓN DE SEMILLAS EN ECOSISTEMAS DEL
NOROESTE DE ESPAÑA
José GUITIÁN
Ecoloxía, Dpto de Bioloxía Celular i Ecología.
Universidade de Santiago.
Algunas especies de carnívoros dispersan las semillas de plantas que producen frutos
carnosos obteniendo a cambio alimento. Los carnívoros obtienen una recompensa basada, sobre
todo, en carbohidratos y agua, aprovechando un alimento estacional muy abundante y fácil de
conseguir. Las plantas mueven sus semillas colonizando nuevos hábitats, escapando de la
depredación y, en ocasiones, aumentando la capacidad de germinación. En el noroeste de
España, al menos 8 especies de carnívoros consumen frutos y dispersan semillas: oso pardo,
zorro rojo, marta, garduña, tejón, turón, armiño y gineta. Al menos 40 especies de plantas
utilizan estos vectores para dispersarse. En las floras locales, las plantas dispersadas por
carnívoros pueden representar el 30-60% de las plantas productoras de frutos carnosos. Los
frutos pueden estar presentes en una parte sustancial de la dieta de otoño de algunas de estas
especies (30%-100%). La dispersión por carnívoros se caracteriza por (1) la abundancia de
semillas trasladadas por unidad de excremento, (2) el aumento del tiempo de tránsito de las
semillas en el digestivo y de la extensión espacial de la dispersión.
Esta comunicación describe algunos rasgos del mutualismo en tres áreas del noroeste de
España: Montaña de Riaño-Picos de Europa, Sierra de Ancares y El Bierzo. En la primera
destaca el papel del zorro rojo, la marta y el oso pardo, en la segunda, el papel de la marta y el
zorro rojo y en la tercera, el papel de la gineta, la garduña, el zorro y el tejón.
Los carnívoros son capaces de seguir las fluctuaciones temporales de la abundancia de
frutos. En las áreas en las que los frutos cultivados son abundantes, el consumo y la dispersión
se dirige especialmente a este tipo de plantas en perjuicio de las especies silvestres. Existe un
cierto solapamiento entre las plantas que se dispersan a través de aves y a través de mamíferos
carnívoros, de tal manera que es difícil identificar grupos de plantas (o características
morfológicas y nutricionales) propias de uno u otro tipo de dispersión.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
BIOLOXÍA DO OSO PARDO (Ursus arctos)
BIOLOGÍA DEL OSO PARDO (Ursus arctos)
D. Francisco PURROY.
Doutor en Bioloxía. Catedrático na Facultade de Bioloxía.
Universidade de León.
Hábitat
La vasta repartición del oso pardo (Ursus are tos) en Europa, Asia y Norteamérica, la más
extensa de las especies de Úrsidos, explica el que podamos encontrarlo desde la tundra ártica a
ambientes xéricos de desierto (meseta de Qinghai-Xizang, en China). El hecho de campear en
un extenso dominio vital le permite atender sus exigencias de hibernación, alimentación,
búsqueda de tranquilidad y participación en la reproducción, actos que no ocurren en el mismo
paraje y que varían según el sexo y la edad del ejemplar, requisitos que suponen el precisar de
un hábitat variado.
En América, residencia de las dos subespecies gigantes, el grizzly -u a .horribilis- y el oso de
Kodiak - U a. middendorffi -, el uso del medio por la especie ha llevado a establecer el concepto
de "componentes del hábitat", un paisaje constituido por mosaicos de tipos de vegetación en
diferentes etapas sucesionales (MEALEY et al. 1977) y con una fisonomía particular. Entre
estos componentes los considerados más adecuados son las malezas riparias, los rodales
maduros de bosques mixtos, las alamedas silvestres, la orla superior de los abetares montanos,
los corredores de avalanchas y las landas subalpinas ricas en arbustos frutescentes (ver, por
ejemplo el análisis del hábitat del grizzly ideado por CRAIGHE1\D y colaboradores, 1982, y los
resultados del simposio editados por CONTRERAS y EV ANS, 1986).
El oso en Europa es más forestal y arborícola que el grizzly, evolucionado en ambientes
glaciares semiabiertos. Los habitantes de macizos montañosos del centro y sur europeos suelen
preferir el piso montano de hayas y robles, del que incursionap tanto a dominios colinos como
subalpinos, en un rango altitudinal preferido entre 800 y 1.400 m. La montanera con sus frutos
secos (bellota, hayuco, castañas, avellanas) es la base alimentaría de estos núcleos cordilleranos.
El área continua que desde Escandinavia y Rusia alcanza Siberia y Kamchatka, de unos dos
millones y medio de kilómetros cuadrados de hábitats oseros, oftece ambientes boscosos de
pinos y abetos en la taiga y el cinturón de abedules y sorbales aledaño a las estepas, siendo
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
básicas las arandaneras como factor trófico clave. Una síntesis adecuada puede consultarse en el
trabajo de PARDE y CAMARRA (1992).
En el núcleo oriental cantábrico la selección ursina del hábitat (CLEVENGER et al. 1992) se
decanta por bosques ftondosos a moderada altitud (1.200 - 1.400 m) en rodales alejados de
carreteras y pueblos (distancias medias mínimas a la carretera y al pueblo más cercanos de 3.9 y
4.5 km respectivamente). La ~plicación de un modelo de idoneidad del hábitat utilizando como
variables los cuatro parámetros citados -altitud, cobertura boscosa, distancia a carretera más
próxima y distancia al pueblo más cercano) sobre celdas UTM de un kilómetro cuadrado ha
resultado en solo un 13.5 % del areal osero oriental con calidad de hábitat buena (CLEVENGER
et al. 1997).
Sobre 4.029 Ha de Somiedo (Asturias), en el núcleo occidental cantábrico,
MARQUÍNEZ et al. (1992) establecen una valoración del hábitat tras combinar presencia de
alimentos preferidos por el oso (Umbelíferas y Poáceas en primavera, arándano en verano y
montanera y manzanas en otoño) y oferta de refugio y cobertura (máximo valor, de 25 puntos,
para las áreas rocosas recubiertas por arbolado y arbustos). Establecen cinco categorías de valor
del hábitat y encuentran que un 93 % de la zona solo dispone de tipos de hábitats de baja
calidad. Desde la perspectiva trófica anual, el castañar es el ambiente más interesante, seguido
del hayedo ,los brezales ricos en biércol y arándano y los robledales de umbría.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. CENSOS Y TENDENCIAS POBLACIONALES.
SERVHEEN (1990) pone al día el estatus y estado de conservación de los osos del
mundo. y declara que el oso pardo solo tiene su futuro asegurado en el nordeste y noroeste de la
antigua Unión Soviética, Alaska y Canadá.
Las estimas máximas de poblaciones norteamericanas las encabeza Alaska (43.000
ejemplares), seguida de Canadá (22.780 grizzlys) y con núcleos reducidos en otros puntos de
Estados Unidos (700 en Montana, 200 en Wyorning, 30 en Idaho y 20 en Washington) que
suponen aquí 6 subpoblaciones amenazadas, en las que la muerte ilegal de un oso se castiga con
más de 20.000 dólares y 5 años de cárcel.
En Rusia y nuevos estados escindidos de la URSS, al oeste de los Urales, hay un plantel
de 33.000 osos pardos sobre un área ocupada de 1.7 millones da kilómetros cuadrados. Desde
Kazakhstán al extremo oriental de Siberia el censo rinde un pUmtel de unos 100.000
ejemplares. Las poblaciones asiáticas más en riesgo son las de Siria-Líbano (en montañas de Al
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
Sheikh, probablemente ya extinta), Irak (en Kurdistán) y Japón (subespecie yesoensis, en la isla
de Hokkaido ).
La Europa del sur, aparte de la población balcánica todavía importante y que presenta
continuidad con Eslovenia, presenta relictos aislados confinados en las regiones montañosas
más inaccesibles. En Grecia hay dos núcleos (Pindo y Rhodope) con un total de 110 a 130
individuos. Albania aloja unos 250, con una deforestación en auge que promete efectos
negativos. En la ex-Yugoslavia, unos 2.000 plantígrados se extienden por la Cordillera Dinárica,
con este reparto nacional: Eslovenia (400), Croacia (400), Bosnia-Herzegovina (800),
Yugoslavia actual (200) y Macedonia (250). En Italia se reparten en tres núcleos: 80 osos en los
Abruzzos, representados por la subespecie marsicanus ; menos de 5 en los Alpes del Trentino y
presencia regular en Tarvisio, junto a la frontera eslovena. En Austria, a partir de animales en
dispersión natural y de reintroduciones desde el este, hoy se cuenta con 25 plantígrados, sobre
todo en Carintia y Estyria. En los Pirineos quedan 6 osos nativos, con el último osezno nacido
en 1995, entre los valles de Axpe, Roncal y Ossau; tres osos eslovenos han sido reintroducidos
en 1996-97 en el sector central, ejemplares que también se han movido por el valle de Arán y al
Alto Pallars leridano.
En Escandinavia (C.E.,1998), la reglamentación de caza y las leyes de protección han
terminado con el declive de los años 50 y la especie ha recuperado buena parte del territorio
boscoso perdido. Noruega ha pasado de los 25 osos de 1965 a unos 200 actualmente. El censo
de Suecia , con areal en expansión, cifre su población entre 685 y 770 individuos.En Finlandia
se estiman otros 400, con fuerte incremento ligado a un flujo de animales dispersivos
procedentes de la Carelia rusa. En estos tres países hay permisos para cazar al oso pardo, sobre
todo en las zonas con renos para limitar los daños a sus rebaños.
La Europa central y oriental ofrece un extenso terreno montañoso poblado por la
especie entre los Cárpatos y los Montes Tatras, aparte de las colinas boscosas de Bielorusia y las
extensiones de coníferas y abedules entre la Rusia septentrional y la cadena de los Urales. En
general, la población se halla estabilizada o incluso en alza importante en algunas regiones
(Polonia, Eslovaquia, Bulgaria) gracias a una reglamentación estricat de la caza y a la creación
de reservas y parques nacionales. Los fefectivos por países son: 750 en Bulgaria, 6.000 en
Rumania, 90 en Polonia, 700 en Eslovaquia y unos 30.000 en el ámbito de la Rusia europea,
Ucrania y Bielorusia. Hay nueva presencia recolonizadora de la especie en Chequia y Hungría.
En la Cordillera Cantábrica (CLEVENGER y PURROY, 1991; NAVES y
PALOMERO, 1993) la estima numérica es de 50 - 65 osos en el núcleo occidental y de 20 en el
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
oriental, cada sector con unos 2.500 kilómetros cuadrados de extensión, separados por un
corredor de unos 30 km de anchura en la zona de V algrande- Pajares- Villamanín.
NAVES y otros (1999) afirman que la población cantábrica occidental ha sufrido entre
1982 y 1995 una merma anual de aproximadamente un 5 %, pasándose de aproximadamente 90
ejemplares en 1982 a 50 en 1995. A partir de indicios de preSencia obtenidos en itinerarios fijos
recorridos sistemáticamente en el areal cantábrico, FERNÁNI>EZ V ALERO (2000) detecta un
porcentaje de descenso medio anual del 29 % entre 1989 y 1994 en el sector occidental y
mantenimiento del oriental, aunque con rarefacción local en la comarca de Riaño y Picos de
Europa. El estudio genético realizado por REY et al. (1996) a partir del ADN procedente de
muestras de heces y pelo y 8 microsatélites seleccionados, ha permitido identificar 17 osos en el
núcleo oriental, dos de ellos abatidos por cazadores furtivos, con valores de heterozigosis
observada (Ho = 0.361) inferiores a los datados en poblaciones consideradas en riesgo de
extinción (Ho = 0.559, en Yellowstone) e incluso por debajo del encontrado para la población
occidental cantábrica usando solo cinco individuos (Ho = 0.538).
METODOLOGÍA DE CENSOS.
El método más común para estimar la densidad ursina es el del marcaje intensivo de los
osos residentes, cuya posterior información telemétrica documenta la tasa de solaparniento de
dominios vitales en el área de estudio, y también las clásicas técnicas de captura y recaptura
aplicando el Úldice de Lincoln-Petersen (ver, por ejemplo, comentarios generales sobre pros y
contras de los métodos y problemas de precisión de los resultados en "MILLER et al. 1997). Es
decir, resulta muy dificil lograr una estima total fiable sin utilizar métodos intrusivos que
conllevan la captura de una parte significativa de la población. En poblaciones oseras de
pequeño tamaño no hay un procedimiento de censo satisfactorio (SERVHEEN, 1989) y suelen
combinarse aproximaciones variadas: encuestas, evolución de los censos anuales de osas con
crías del año, uso de cámaras fotográficas automatizadas para individualización de ejemplares,
frecuencia de hallazgo de indicios de actividad en itinerarios fijos recorridos a pié y las recientes
aproximaciones(MOW AT 2000) de recoger pelos en cebos rodeados de alambre de espino,
individualizar su ADN mediante los microsatélites de la raÍZ pilosa y analizar el marcajerecaptura de las muestras de pelo para estimar patrones de distribuciQn y abundancia.
En la Montaña Cantábrica se disponen de ejemplos de aplicación de estos métodos. Con
las encuestas a expertos (guardas y naturalistas) CLEVENGER y PURROY (1991 b) detectan el
declive acusado de la especie y el peso que tanto el envenenamiento como la mortalidad por
furtivismo tienen en este proceso. NAVES et al. (1999) definen una subpoblación occidental de
25 hembras de más de un año de edad, con una tasa de incremento anual del 0.6 % Y un riesgo
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
que supera el 5% de probabilidades de extinción en los próximos 100 años. La estimación de los
parámetros demográficos situó la mortalidad en un rango de 0.19 - 0.22 para los subadultos; de
0.13 - 0.17 para los adultos de 5 a 16 años; y de 0.28 - 0.31 para las clases de edad de 17 a 24.
El estudio piloto de recorrer dos veces por año en el trienio 1990-92 un lote de 70 itinerarios de
registro de indicios, individualizando 950 segmentos de 1.6 km de longitud en una extensión
anual de 1.500 km, no ha rendido suficiente potencia estadística para obtener tendencias
poblacionales significativas, pero valida esta metodología no intrusiva si se aumenta la
intensidad de muestreo, dada la bajísima densidad poblacional encontrada (CLEVENGER y
PURROY, 1996). FAPAS tiene individualizados fotográficamente a 9 osos en el núcleo
occidental, entre ellos al macho muerto en Somiedo a resultas de la captura para radiomarcaje.
Aunque T A YLOR y GERRODETTE (1993) afirman que a baja densidad una aproximación
demográfica es más potente que estimar la tendencia poblacional a partir de muestreos, el
método demográfico implica especular sobre las tasas de cambio poblacional tras conocer las
tasas de mortalidad y natalidad, necesitado en intervenir, manipular y tener los sufiéientes
fondos para conseguir un número aceptable de ejemplares marcados, evento dillcil en e1'núcleo
osero español, en el que el monitoreo del oso pardo debe apostar por procedimientos extensivos.
ETOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO SOCIAL.
Habitualmente el oso pardo se comporta como animal solitario, salvo las hembras
acompañadas por sus esbardos. Se distribuyen en dominios vitales solapados, mucho más
extensos en los machos que en las hembras. A pesar de su propensión a la vida solitaria pueden
congregarse en alta densidad allí donde se concentran alimentos abundantes, caso de los arroyos
salmoneros, los basureros y los puntos de cebadero artificial, con organización jerárquica
encabezada por los machos más vigorosos.
Una serie de síntesis sobre la historia natural del oso pardo (CRAIGHEAD y
MITCHELL, 1982; PARDE y CAMARRA, 1992; STIRLING, 1993) destacan su agudeza
olfativa, versatilidad alimentaria, moderada longevidad (20-25 años), pauta de actividad
bimodal -al alba y al crepúsculo-, peculia fisiología en la hibernación (ritmo cardíaco de 8
pulsaciones por minuto, temperatura corporal de 32 o y función digestiva bloqueada, con
metabolismo de las grasas almacenadas que incide en tasas de colesterol elevadas) y capacidad
para realizar desplazamientos de gran envergadura, aparte de una biología reproductora singular
entre los Carnívoros por la diminuta talla y peso de las crías (350 gramos al nacer) y su crianza
inicial en una osera sin que la madre se alimente ni beba.
El tamaño del dominio vital depende de la calidad del hábitat, la densidad de la
población y el sexo. Dominios de 3000 km. cuadrados son propios de machos habitantes de
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
zonas de hábitat pobre (caso de la Cordillera Cantábrica y la taiga boreal) con las hembras, en
promedio, ocupando áreas de campeo de un tercio del tamaño típico de los ejemplares
masculinos. Pequeños dominios, de unos 50 km. cuadrados, caracterizan hábitats ricos (como
los de la isla Kodiak, abundante en salmones y carroñas) y poblaciones oseras muy densas. Las
hembras con oseznos intentan mantenerse alejadas de los machos dominantes, capaces de
practicar el canibalismo hacia las crías, a pesar de la defensa activa de la madre, como se ha
observado en mayo de 2000 en Degaña (Asturias), donde un oso macho mató una camada de
tres osinos.
PAUTAS ALIMENTARIAS.
Dentro de un omnivorismo extremo, atento a la oferta ambiental de alimentos de alto
valor energético, suelen distinguirse en el oso pardo cuatro períodos metabólicos asociados a los
cambios estacionales: a) hibernación o letargo; b) transición o hipofagia; c) actividad normal;
y,d) hiperfagia, asociada con la voracidad y el engorde otoñales previos a encuevarse.
En los Pirineos y en la Cordillera Cantábrica la dieta la componen un 85 % de materia
vegetal y un 15 % de materia animal (básicamente, carroña de ungulados salvajes y domésticos
e insectos). El estacionalismo alimentario de los osos cantábricos se tipifica así: 1) Primavera hierba (sobre todo brotes tiernos de Gramíneas) -84 %- y carroña de ganado y caza mayor - 8
%-. 2) Verano - plantas verdes (dominio de Umbelíferas) -41 %- con un 22 % de frutos
carnosos (arándano y pudio, dominantes), insectos -22 %- y restos de ganado -12 %-.3) Otoño frutos secos, en especial bellotas -61 %-, frutos carnosos -17 %-, hierba -11 %- y ungulados -7
%-. 4) Invierno - montanera -50 % -, plantas herbáceas - 32 % - ,frutos carno~os (predominio de
maíllos) - 12 %y carroña de ganado - 5 %-.
Entre las 11 especies de Carnívoros más comunes en la región cantábrica, BRAÑA y
otros (1993) señalan que el oso y el tejón son los que más proporción de vegetales y artrópodos
consumen en comparación con la ingesta de consumo de mamíferos, colocándose ambas
especies en el extremo hipo carnívoro del espectro, encabezando el extremo opuesto el armiño
yellobo. Uno oso pirenaico viene a consumir al año una media de 144 kg de carne de reses
domésticas, el 8 % del peso seco del total de alimentos consumidos (BERDUCOU et al. 1982).
La norma en esta especie es el carácter vegetariano de la dieta, el consumo masivo de
hierba y frutos en verano y otoño, la necrofagia ocasional y la afición a devorar himenópteros
sociales (abejas en zona templada y hormigas en el cinturón IDO). La capacidad de engorde es
extrema y un oso pardo antes de invernar puede pesar el doble que en primavera al emerger de
su cubil. Se han datado en osos radiomarcados en Yello)Vstone tasas de engorde diarias de 1.65
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
kg mantenidas durante más de un mes. Los enclaves más productivos en alimento constituyen
centros de actividad en los dominios vitales de cada ejemplar, cuyos movimientos anticipan las
fases de producción efimeras que acompañan a la cosecha de frutos y al máximo proteínico de
la vegetación verde antes de embastecerse.
FACTORES LIMITANTES.
El oso pardo es un especialista de la estrategia demográfica tipo K que supone una vida
larga, una madurez sexual tardía, espaciamiento entre producción de camadas, crianza
prolongada de los jóvenes y una tasa de supervivencia natural alta en los adultos. Los factores
clave reguladores son de índole alimentaria y social.
En Alaska (1vfILLER et al. 1997) la densidad del grizzly según sectores exhibe
diferencias de hasta 80 veces entre los ambientes pobres y los ricos (aquí con cifras de 290 osos
por 1000 kilómetros cuadrados), enorme variabilidad que responde a diferentes condiciones
ambientales que regulan las fuentes alimenticias que a su vez regulan la densidad. Por eso,
aconsejan el manipular estas condiciones para ayudar a conservar pequeños núcleos vestigiales
refugiados en reservas de poca extensión, decantándose más por acciones inmediatas (caso del
aporte de alimentación suplementaria) combinadas con las tácticas tradicionales de mejorar el
hábitat y reducir la mortalidad de la especie.
La regulación externa, climática y trófica, actúa en las temporadas de penuria mediante
la malnutrición que influye en los ciclos reproductores: retraso de la pubertad, descenso del
número de camada y fuerte mortalidad infantil. Cuando la comida escasea los osos se mueven
sobre espacios más amplios, desplazamientos que aumentan la probabilidad de muertes
causadas por el hombre (PRIMM, 1996).
Los fenómenos de regulación social son variados entre ellos la depredación de machos
adultos contra oseznos y subadultos, la dispersión forzada de los subadultos y la limitación del
acceso a enclaves de concentración de comida que los ejemplares dominantes en la jerarquía
ejercen contra los dominados. Estos mecanismos son denso dependientes (TAYLOR .1994) y
los efectos de la regulación social pueden influir tempranamente en la mortalidad de las crías,
pues se han datado bastantes pruebas de muerte intraespecífica en la temporada de celo.Los
parámetros más disminuidos por efectos de la densidad son a la vez los más afectados por las
variaciones ambientales, sobre todo la producción y supervivencia de los esbardos y la
mortalidad de los subadultos.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
El modelo demográfico propuesto por NAVES et al. (1999) expone una alta tasa de
mortalidad de los osos cantábricos que puede favorecer comportamientos de emancipación
temprana de las crías y de precocidad reproductiva, posible respuesta a una falta de estabilidad
en la estructura de la población y, en una perspectiva histórica, como una adaptación a una
fuerte presión selectiva contra el tamaño y la agresividad.
MÉTODOS DE LOCALIZACIÓN Y SEGUIMIENTO.
En poblaciones amenazadas de oso pardo los planes de recuperación contemplan
actividades de control y seguimiento y actividades de investigación. El plan vigente en Castilla
y León (B.O.C. y L. 122, de 26 de junio de 1990) contempla en el primer epígrafe citado Objetivo 6 :"Disponer de información actualizada y continua sobre la evolución del núcleo
poblacional de osos pardos asi como sus factores limitantes inmediatos" - estas líneas de
actuación:
-Establecer mecanismos de control de la población y de sus individuos y promover la
realización de censos.
-Localizar, individualizar y seguir periódicamente los grupos familiares de osas con crías, así
corno evaluar el tamaño medio de las camadas. -Evaluar anualmente la mortalidad de
ejemplares de oso y sus causas. -Evaluar anualmente la disponibilidad de recursos tróficos
naturales previa a la hibernación, corno base del programa de alimentación suplementaria.
-Establecer para las actividades de control y seguimiento mecanismos de coordinación con la
Administración Central y las Comunidades Autónomas afectadas.
Entre las actividades de investigación se incluyen:
-Realización del inventario abierto de áreas críticas especificando zonas de refugio, ubicación
de oseras, áreas de campeo, corredores y zonas de alimentación.
-Cartografiar las formaciones vegetales, en especial aquellas zonas que porten alimentos básicos
para la especie, bien por su utilización actual o potencial.
De acuerdo con las recomendaciones de SERVHEEN (1989), el monitoreo, para ser
efectivo y científicamente creíble, debe de repetirse y desarrollarse anua1mene en la mayoría de
los casos. La obtención anual del número mínimo de osas con crías del año, la recogida de
indicios de presencia en una red fija de itinerarios de muestreo, la localización de las zonas que
actúan corno fuentes y las que funcionan corno sumideros poblacionales , los sistemas
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
fotográficos para el control de individuos y las técnicas de individualización de muestras de pelo
aliadas a modelos de rnarcaje-recaptura en programas de simulación, son en este momento los
métodos de seguimiento osero más aconsejables en España (ver FERNÁNDEZ V ALERO,
2000).
REPRODUCCIÓN.
El rasgo que diferencia a los Úrsidos de los demás rnarnífero~ euterios es la pequeñez
de las crías, sin que se cumpla la norma que relaciona el peso de los neonatos con el peso de su
madre. En el oso pardo la paridera de una a cuatro crías (dos, de número de camada más
frecuente) solo supone entre e11 y el 4 % del peso materno, cuando en las otras familias de
Carnívoros la tasa es del 1 O al 20 %. Otro carácter específico es una preñez con momento de
gestación activa y ulterior inicio de la lactancia en un cubil, sin comer durante la hibernación.
La biología reproductora del oso pardo europeo en cautividad ha sido revisada por
DITTRICH y KRONBERGER (1962). Estos autores indican un período de apareamiento de
unos 72 días, de finales de abril a mediado Julio, y estro de dos a cinco semanas en el que la
hembra acepta numerosas cópulas de diferentes machos.
El comportamiento de celo y cópula del oso cantábrico ha sido descrito por
CLEVENGER y otros (1992). WIMSATT (1963) fue el primero en definir a esta especie corno
ovuladora inducida, hecho que condiciona un período interactivo de la pareja previo a la monta.
Las observaciones de CRAIGHEAD el al. (1969) en el eco sistema de Yellowstone sugieren
que la hembra del grizzly tiene dos ciclos estrales durante el mismo celo: durante el primero
atrae machos con los que copula varios días, seguido de un momento solitario de entre 4 y 18
jornadascoincidente con el desarrollo folicular posterior a la ovulación- y , después, nueva
receptividad a las montas. El parto en Europa, tanto en la naturaleza corno en zoológico, ocurre
en enero o febrero. Un osezno pirenaico pasa de los 300-500 gramos al nacer a alcanzar en
mayo un peso de 5 a 6 kg, y entre 10 y 12 kg al alcanzar el año de edad (COUTOURIER, 1954).
La información reproductiva sobre el núcleo occidental cantábrico estudiada por
NAVES Y otros (1999) entre 1982-1995 da un tamaño medio de camada (a los 5 meses de
edad) de 2.37 oseznos. La mortalidad de las crías, antes de los 17 meses de edad, supone
alrededor del 40 %. La edad media de la primera reproducción se estimó en un rango
comprendido entre los 4.79 y 4.93 años de edad y el intervalo medio entre camadas entre los
2.94 y 3.25 años.El número de osas con crías osciló entre un máximo de 8.12 en 1984 y un
minimo de 2 en 1994.
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I Curso sobre Mamíferos Carnívoros Terrestres: ecoloxía, bioloxía e conservación.
La leche del oso pardo tiene más contenido en grasa y proteína y menor cuota de
carbohidrato s que la de otros Carnívoros, con contenido energético triple al de la vaca y muy
similar a la propia de cetáceo s y focas. Todas las hembras de Úrsidos amamantan a su prole
hasta que se disuelve el vínculo familiar, por lo que resultan frecuentes los esbardos que lactan
durante tres años.
Está demostrada la dependencia de la paridera de la calidad del hábitat y su oferta
nutricia. En el grizzly de Alaska las osas residentes en el litoral occidental, pródigo en ríos
salmoneros donde comen, son más corpulentas y producen más crías que las que viven en las
montañas interiores con dietas frugales herbívoras (CRAIGHEAD y MITCHELL, 1982). Las
cifras de hembras adultas muertas aumentan considerablemente durante los años de escasez de
alimentos (MATTSON y RElD, 1991).
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MODELO DE CONSERVACIÓN DUN MAMÍFERO CARNÍVORO: O OSO PARDO
(URSUS ARCTOS)
D. Roberto Hartasanchez. Presidente do F.A.P.A.S (Fondo para la Protección de los Animales
Salvajes).
La charla versa sobre las actividades de FAPAS dentro del P.N. de Somiedo con la
conservación del Oso pardo.
El FAPAS desarrolla una estrategia de trabajo basada en dos lineas:
Conocimiento de la población y desarrollo de actuaciones prácticas de conservación.
Con este trabajo pretendemos crear un modelo que puede ser exportado a otras
áreas de la C. Cantábrica dentro del marco de la conservación del oso pardo.
G.E.A.S., Grupo de Estudio dos Animais Salvaxes
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