Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático Isabel Maurer

Transcripción

Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático Isabel Maurer
Salvador Dalí – un fenómeno cultural
y mediático
Isabel Maurer Queipo (Siegen)
En general, Salvador Dalí es conocido por su obra genial como pintor,
ignorando su papel como artista universal con sus relaciones e interferencias entre los diferentes medios artísticos y de comunicación: la pintura, la
ilustración, el cine y el teatro, los decorados de escenarios, la fotografía,
igual que sus trabajos creativos en cuanto a la moda, el diseño, la publicidad, etc. Entre otros, ha creado el diseño tan famoso de Chupa Chus y
diseños de moda como para los sombreros Scapiarelli. Ha rodado películas
como Un chien andalou (1929) y L’âge d’or (1930) con Luis Buñuel e inventado proyectos fílmicos como Babaouo (1932), otros no concluidos como
Giraffes on horseback salad (1935) con los Marx Brothers, secuencias no realizadas para Moontide (1942, Archie Mayo), la secuencia onírica en Spellbound
(1945) y Destiny (1945, ambos de Hitchcock). Ha diseñado escenarios para
obras de teatro como la trilogía Bacanal – Laberinto – Sacrificio1 y los decorados para el espectáculo “Café de chinitas” basado en los textos de Federico
García Lorca y puesto magistralmente en escena por el Ballet Nacional de
España.
Pero Salvador Dalí también era escritor que comentaba y criticaba su
propia obra, sus cuadros, sus esculturas, sus espectáculos. Durante su vida
ha publicado ensayos, aforismos, cuentos, poesías y ‘egodocumentos’,
entre estos, sus impresiones y recuerdos íntimos (Les meves impressions i
records íntims. Un dietari: 1919–1920) y su seudoautobiografía La vie secrète de
Salvador Dalí (1942).2 Esta última se considera como “una de las obras
1
2
Para más información sobre el teatro surrealista de Dalí véase Scarlett Winter (2007).
Gerhard Wild analiza en su estudio los textos tempranos de Dalí destacando que
comentan el desarrollo del auténtico ‘ego-documento’ hasta el género mixto seudobiográfico – empezando por los comentarios ingenuos en su diario (Les meves impressions i
records íntims). Wild ha destacado que sobre todo las Bellas Artes han malentendido La
vie secrète de Salvador Dalí como texto autobiográfico y metacomentario de su obra pictórica, aunque se trate más bien de un producto novelístico que igual que las ficciones
audaces de las novelas, está lleno de elementos fantásticos; cf. Wild (2007).
Zeitschrift für Katalanistik 21 (2008), 151–166
ISSN 0932-2221
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cumbre de la literatura daliniana”. Según Antonio Astorga, “se trata de un
singular ejercicio autobiográfico en el que se mezclan los recuerdos intrauterinos, los delirios paranoico-críticos y las vivencias personales. En sus
páginas asoma el Dalí genio, el Dalí personaje que se crea a sí mismo y que
habla de su infancia, su juventud y su primera madurez” (Astorga, 2003: s.p.).
No obstante, sus numerosos textos siguen siendo poco conocidos y
permanecen desatendidos. En su estudio sobre la prosa temprana de Dalí,
Wild menciona consecuentemente también la escasez de la literatura secundaria. Así, no es de extrañar que, hace pocos años, Ediciones Destino y la
Fundación Gala-Dalí hayan “trabajado codo con codo, palabra a palabra,
párrafo a párrafo para publicar la obra literaria íntegra del artista, que
constará de ocho volúmenes ordenados temáticamente” (Astorga, 2003: s.p.).
Dalí era uno de los artistas (surrealistas) más extrovertidos y con un
deleite excepcional por experimentos en varios campos artísticos, culturales y comerciales. Nos presenta una especie de ‘juego mediático’3 que hay
que estudiar también en su contexto cultural. Se trata además de analizar
las relaciones entre texto e imagen que suponen un elemento constitutivo
para el conjunto de la obra del genio español. Dalí emplea varios de sus
textos como comentario, suplemento o explicación de otras de sus obras.
Como ejemplo paradigmático se podría mencionar el óleo La metamorfósis
de Narciso (cf. Roloff, 2007) y la poesía con el mismo título. Por otra parte,
para Wild, los textos del genio español significan más bien una especie de
alternativa estética, ya que Dalí descubrió de nuevo la escritura como medio de expresión artística durante su exilio estadounidense, época de consolidación de procesos estético-formales.
Además, tendrían que ser revaluadas sus variantes –muchas veces irónicas, parodísticas, grotescas, patéticas y enigmáticas– de los diversos géneros literarios –(seudo-)autobiografía, ensayos, artículos (seudo-)científicos,
etc.– y teatrales, de los mitos clásicos (Narciso, Dionisos, Eros, Tanatos),
su punto de vista sobre el sicoanálisis de Freud y sobre todo la conexión
con y la continuación de las tradiciones españolas del Siglo de Oro, de la
Generación del 27, del surrealismo, de artistas contemporáneos. Las imágenes y textos de Dalí reflejan y sobrepasan los límites de la percepción,
del lenguaje y de la visualización y relativan las oposiciones corrientes de la
realidad y la imaginación, de los sexos, de la razón y de la locura.
En este sentido, el método paranoico-crítico de Dalí –que también ha servido al sicoanalista Jacques Lacan como fuente de inspiración– se revela
3
Sobre los juegos mediáticos de Dalí, véase Maurer Queipo / Rißler-Pipka (2007).
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como fundamento e instrumento básicos para su obra universal evocando
el sueño, las quimeras y figuras del deseo de cada uno de nosotros– oponiéndose al mismo tiempo a los automatismos surrealistas propagados por
André Breton.
En lo siguiente quisiera mostrar la conexión entre imágenes, textos y su
método paranoico-crítico basándose en su entorno cultural como fuente
de inspiración.
„ 1 Fuentes de inspiración y referencias intermediales
Según Ferran Sáez Mateu, el repertorio de Dalí se reduce a pocos campos
básicos: su propia vida, el método paranoico-crítico, Freud y el sicoanálisis,
vaguedades sobre la física cuántica, valoraciones y comentarios sobre
artistas como Pablo Picasso, Jan Vermeer, Diego de Velázquez (Sáez-Mateu, 2007: 34). Pero hay que añadir el repertorio notable de las fuentes inspirativas e intermediales que incluye –como ya mencionado– los campos
del arte, de la filosofía y la sicología, de las ciencias naturales (Ferreira,
2003 : 24),4 de los nuevos medios de comunicación y de la literatura. Además, varios de sus estudios seudocientíficos están repletos de un humor
negro e irónico que constituye otro elemento más en la obra del artista.
Dalí investiga p. ej. sobre la proyección del trasero de un rinoceronte y nos
sorprende con el resultado ‘paranoico-crítico’ de que el rinoceronte lleva
en su trasero una especie de nebulosa espiral de curvas logarítmicas en
forma de girasol (Decharnes / Néret, 2005: 206).
En cuanto a las obras pictóricas se deben mencionar sobre todo los
artistas españoles (Luis de Morales, El Greco, Francisco de Zurbarán,
Diego de Velázquez, Francisco de Goya), italianos (de Giotto di Bondone,
Piero della Francesca, Andrea Mantegna y Sandro Botticelli, Raffael, Leonardo da Vinci y Michelangelo, Tintoretto, Caravaggio, Alessandro Magnasco), pero también los mundos misteriosos de El Bosco, las alegorías
fantásticas del holandés Pieter Bruegel, el mayor, y el arte de Jan Vermeer.
En este sentido, Haim Finkelstein (2007) subraya que lo barroco y el manierismo fascinaban a Dalí por sus técnicas de desproporción, del ángulo
visual y de las perspectivas invertidas que proponen nuevos aspectos del
4
En este sentido resultan ser de gran interés los artículos seudocientíficos sobre la física
nuclear y atomar, la matemática, la topología y la óptica, la biología, la bioquímica y la
holografía en la revista Minotaure. Véase también el estudio sobre la revista Minotaure en
Maurer Queipo / Rißler Pipka / Roloff (eds. 2005).
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tamaño, energía y dinamismo y fomentan la manipulación del campo visual. Las representaciones religiosas y místicas juegan un papel importante en
toda la obra daliniana como la hagiografía (Santa Teresa de Jesús, San Juan
de la Cruz, San Sebastián), al igual que ciertos personajes como Raymond
Russel y el filósofo catalán Francesc Pujols al quién dedicó en 1960 el óleo
Cielo Hiparxiológico y en 1974 el libro Pujols per Dalí, inspirado en las muchas
conversaciones con el filósofo. Además sentía una especial fascinación por
el poeta italiano Gabriele d’Annunzio con las puestas en escena de sí
mismo y el dramaturgo, poeta y novelista Ramón María del Valle Inclán,
creador del esperpento, el famoso género literario anárquico que presenta
otra forma de ver la realidad e imágenes detrás de un mundo deformado y
desfigurado.5 Wild subraya además que lo que más le atraía a Dalí del
mundo intelectual del siglo diecinueve tardío era sobre todo el fenómeno
de la decadencia y la substitución de la vida externa por paraísos artificiales
(artes, drogas, prácticas espirituales), la acentuación de formas exóticas del
erotismo que marcan el momento de negación del yo (narcismo, sadomasochismo, satanismo), así como la mediatización de todas las formas de
comunicación y percepción (Wild, 2007: 214–227).
Todas estas fuentes de inspiración convierten las creaciones de Dalí en
una obra intermedial e intercultural en la que, como ya hemos mencionado,
se combinan sobre todo imágenes y textos, su obra pictórica con su obra
literaria– siendo esto un rasgo decisivo del fenómeno daliniano: Reflexionar su obra, comentarla, analizarla en sus varios escritos convirtiéndose así
en su propio crítico. A causa de esta estrategia de “autohermeneútica o
autoexégesis” (Sáez Mateu, 2007), se trata de un proyecto artístico perfectamente construido en todos los formatos posibles: retratos, fotografía,
actuaciones en la televisión, entrevistas escritas, (seudo)autobiografías (cf.
Amossy, 2007). Según Ferran Saéz Mateu existen siete formatos mediales:6
•
•
5
6
“el teorético o especulativo, en forma de ensayo o artículo largo, en
revistas de prestigio como Minotaure o Cahiers d’Art, […]
los manifestos y las conferencias,
De D’Annunzio le fascinaba su forma de ponerse en escena en el público por medio de
la fotografía y el cine. Otra persona de gran importancia era también Antoni Gaudí a
quien dedica el libro La visió artística i religiosa d’n Gaudí (1927).
Según Saéz-Mateu (2007), esta forma de situarse e instalarse en el mercado condujo por
otra parte el interés a los diferentes artistas del mencionado repertorio daliniano como
Vermeer, Raffael, Bosch.
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•
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las entrevistas ante medios prestigiosos (programas culturales, revistas
de arte, etc.,
• las apariciones televisivas en programas generalistas y populares,
• la publicidad,
• las declaraciones informales,
• otros formatos (como por ejemplo el disco de vinilio de la ‘ópera’ Dalí:
Être Dieu.” (Saéz-Mateu, 2007: 33–34)
Así la obra de Dalí está siempre entrelazada y conectada entre sí misma por
la repetición de formas, ideas y objetos en los diferentes medios, en los que
han sido puestas en escena de una forma bien definida y dosificada sus
ideas y creaciones. Su propio mito y la reduplicación infinita de este
(Amossy, 2007) siempre ha sido perfectamente integrado en los medios de
comunicación. Ya desde muy pronto, el genio había reconocido el poder y
los mecanismos de los (mass)media y su potencial de escenificación, de
ponerse a sí mismo en escena. Estas puestas en escena se realizaban siempre en tres pasos manteniendo así el poder absoluto sobre su obra y también sobre las reacciones del público el cual de ésta manera sutil podía ser
perfectamente manipulado. Dalí mismo se convertía en su propio objeto y
producto que lanzaba al mercado, lo interpretaba, comentaba y criticaba
(irónicamente) en sus textos, entrevistas, actuaciones, etc. En el Diario de un
genio que cubre los años 1952–1964 “aparece un Dalí cotidiano, que se
contempla a sí mismo y a sus contemporáneos, con agudeza, con humor y
con genialidad daliniana, mientras crea con paroxismo su obra pictórica”
(Astorga, 2003: s.p.). En otros dos textos “escritos en colaboración, a partir
de largas entrevistas con Dalí: «Las pasiones según Dalí», junto con Louis
Pauwels, y «Confesiones inconfesables», en complicidad con André Parinaud […] Dalí da rienda suelta a sus opiniones, a sus provocaciones, boutades y agudezas verbales. Rememora su vida, opina sobre la pintura y los
pintores, se recrea en su universo mental y crea a su mejor personaje: él
mismo” (Astorga, 2003: s.p.).
Los mecanismos publicitarios (cf. Minguet Batllori, 2007), los efectos
posibles, la recepción y reacción del público le eran previstos, estaban programados conscientemente. Todo era una construcción y escenificación
perfectas y bien pensadas, nada resultaba espontáneo. Así, con sus referencias retro- y prospectivas se producen tensiones entre lo verbal y lo visual,
entre lo literario y lo pictórico hasta que, por fin, el público crea una ‘imagen completa’ (Epps, 2007) que se determina en la fantasía de cada uno.
Sobre todo los juegos mediáticos entre imagen y texto crean las cualidades
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intermediales y narrativas de su obra pictórica y las cualidades visuales de
su obra narrativa. Se trata de imágenes narrativas y textos pictóricos, ya
que, según Winter (2007), al escribir, el lenguaje del pintor se produce en
los intersticios entre texto e imagen, entre lenguaje y sonido, entre palabra
y locura. A estos juegos ópticos e idiomáticos propagados por la mirada
análoga sobre lo cinematográfico y fotográfico pertenecen además los
científicos y lingüísticos como las anamorfosas, la camera obscura, la estereoscopia y la holografía, la estencilización, los rayos X, la polisemía, el hiperbol y el hiperbaton (Epps, 2007).
„ 2 El cerebro paranoico de Lidia Noguer
“Lidia poseía el cerebro paranoico más magnífico,
aparte del mío, que nunca haya conocido” 7
Ya de niño, Dalí se interesaba por todo lo que pasaba en su entorno e integraba esta memoria infantil en su obra, en su seudoautobiografía, en su
obra temprana catalana. A esta pertenecen textos como el Manifest Groc,
con sus aspectos radicales y críticos sobre la vanguardia y el ámbito artístico parisino de esa época. En “Un diario redactado entre 1919 y 1920, […]
aparece un Dalí adolescente, políticamente revolucionario y en busca de su
identidad como persona y como artista, que ya demuestra un insólito
talento como escritor” (Lazcano, 2004: 12). A parte de sus ‘impresiones
catalanas’, dominaban las implicaciones interculturales (Epps, 2007) como
muestran sus comentarios sobre los sucesos internacionales que leía con
avidez cada día en los periódicos.
De esta forma, a parte de las inspiraciones artísticas, Dalí obtenía el
potencial imaginativo de su propio entorno, de la naturaleza misma y transformaba lo cotidiano en obras de arte híbridas y ambivalentes. Así, Lidia
Noguer (una habitante de Cadaqués) se había transformado, a causa de su
locura, en su modelo inspirativo. Como cada forma de locura y delirio es
un fenómeno subversivo, inconformista, éste se convertía en elemento de
fascinación y de obsesión para los surrealistas. Entonces, con la figura de
Lidia, Dalí continúa una genealogía surrealista de la paranoia y de la locura
la cual se refleja en numerosos estudios sobre las supuestamente ‘locas’:
Designaban a Germaine Berton, Violette Nozières o a las hermanas Papin
como modelos antiautoritarios contra una moral sexual hipócrita de la
7
Dalí cit. en Lazcano (2004: 12).
„ Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático
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bourgeoisie, al igual que musas eróticas de la subversión.8 A Lidia Noguer
la tomaban por hija de bruja, por ‘paranoica’ que había inspirado también a
otros artistas como Eugeni d’Ors, Federico García Lorca y Pablo Picasso.
La fascinación de Dalí por esta denominada loca se manifiesta en sus
escritos y pinturas como en el cuadro siguiente que sintomáticamente se
llama El espectro y el fantoche y en el cual Lidia aparece como una de las figuras típicas del genio español:
Fig. 1: Salvador Dalí: Le spectre et le fantôme,
1934; Osaka City Museum of Modern Art,
Osaka (© Salvador Dalí, Fundació GalaSalvador Dalí / VG Bild-Kunst, Bonn
2009).
Con sus delirios, visiones y asociaciones extravagantes, Lidia se convierte en fuente de insinuaciones místico-paranoicas. En su artículo, Worthmann (2004) confirma este hecho, pero añade adecuadamente que lo paranoico (y también lo surreal) en la obra, en las actividades y producciones de
Dalí era más bien estudiado y cultivado que experimentado por él mismo.
Dalí había temido toda su vida “el agotamiento de su inspiración”, y para
nutrirla, se había inyectado, en cierto modo, ‘dosis controladas de locura’.
8
Cf. sobre las hermanas Papin el estudio de Lacan („Motifs du crime paranoïaque – Le
crime des sœurs Papin“), la obra de teatro Les bonnes de Jean Genet (1947) y La Cérémonie de Claude Chabrol (1995), sobre Violette Nozières la película con el mismo título de
Chabrol (1978) y Femme complète (1933) de E.L.T. Mesens. Se trata de un escrito colectivo en defensa de Nozières de Hans Arp, Victor Brauner, André Breton, René Char,
Salvador Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Alberto Giacometti, Maurice Henry, René Magritte, E.L.T. Mesens, Benjamin Péret e Yves Tanguy. Sobre Germaine Berton véase
sobre todo el texto de Louis Aragon del mismo nombre. Pero hay que mencionar también qué esta forma lúdica de tratar a estos casos criminales y patológicos resulta muchas veces inadecuada, inoportuna e insensible porque se olvida el aspecto humano
sustituido por el aspecto estético.
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Worthmann sigue constatando que el artista se había servido de la pesquera Lidia de Cadaqués, alabada por su ‘imbecilidad iluminada’ y hasta
que finalmente la había convertido en objeto de sus obras. Ya que, Dalí,
como (auto)crítico comentaba su obra mediante sus textos analíticos e
auto-irónicos, en este caso subraya que Lidia poseía el cerebro paranoico
más magnífico, aparte del suyo, que nunca había conocido y que Lidia era,
junto a Lorca y Gala, su diosa tutelar (ibid.). Asís Lazcano, por su parte,
destaca que “sobre todo Lidia le enseñó a realizar las más increíbles asociaciones de ideas, es inspiradora del famoso ‘método paranoico-crítico’ en
que se basa la pintura de Dalí” (Lazcano, 2004: 12).
Fig. 2: Salvador Dalí, Sin
título, 1927 (Estudio para
“La miel es más dulce que la
sangre); Museo Dalí,
St. Petersburg / Florida
(© Salvador Dalí, Fundació
Gala-Salvador Dalí / VG
Bild-Kunst, Bonn 2009).
Las visiones paranoicas de Lidia finalmente han servido a Dalí como
paradigma de su mencionado método paranoico-crítico, ese método
espontáneo de cognición irracional que se basa en la asociación crítica de
fenómenos delirantes.9 Así, ha escogido también una de las frases de Lidia
como título de uno de sus famosos cuadros: La miel es más dulce que la sangre.
Con esta frase, la supuestamente loca se había defendido delante de su hijo
que le había reprochado que ella se preocupaba más de su huésped Eugenio d’Ors (la miel) que de su propia familia (la sangre) (Lazcano, 2004: 12).
Cuando el escritor D’Ors –después de haber estado algún tiempo en casa
de los Noguer– se había ido de Cadaqués, Lidia en su especie de “delirio
paranoico” siguió todas las publicaciones de él en la prensa, pensando que
de esta manera d’Ors comunicaba y entraba en contacto con ella.10
9 Cf. Dalí en: Musidlak-Schlott (1982: 12).
10 Cf. Lazcano (2004: 12).
„ Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático
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Fig. 3: Salvador Dalí, La
miel es más dulce que la sangre,
1941; Santa Barbara
Museum of Art, Santa
Barbara / California
(© Salvador Dalí,
Fundació Gala-Salvador
Dalí / VG Bild-Kunst,
Bonn 2009).
„ 4 Cadaqués
Al igual que seiscientos años antes, Leonardo da Vinci se había inspirado
en las formas de las nubes que se transforman continuamente, Dalí se inspiraba en el paisaje salvaje y extraño de su país natal, en las formas de las
rocas, en las manchas de las paredes y muros, percibiendo cada vez nuevas
formas, imágenes, cuerpos y figuras que se mezclaban unos con otros. Ya
desde pequeño le fascinaban los peñascos de Cap Creus con sus siluetas
que también se transformaban continuamente al contemplarlas en imágenes a primera vista invisibles.11
Fig. 4: Salvador Dalí, La
metamorfósis de Narciso,
1937; Tate Gallery,
London (© Salvador Dalí,
Fundació Gala-Salvador
Dalí / VG Bild-Kunst,
Bonn 2009).
11 Para más información sobre la vida de Dalí véase: Gibson (1998).
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Isabel Maurer Queipo „
Fig. 5: Salvador Dalí, El
enigma sin fin – El paisaje de
Cap Creus, 1938; Museo
Reina Sofía, Madrid
(© Salvador Dalí,
Fundació Gala-Salvador
Dalí / VG Bild-Kunst,
Bonn 2009).
Mostrando una vez más su afán de analizar su propia obra, en cuanto a
estas imágenes (in)visibles, Dalí escribió que el descubrimiento de las imágenes (in)visibles había influido en su destino. Con seis años sorprendió a
sus padres y a sus amigos con su dote como medio de ver las cosas de otra
manera que la mayoría de las personas. Siempre veía lo que los otros no
veían y lo que veían ellos no lo veía él.12 Una vez, le habían dado una
revista para jóvenes con rompecabezas y acertijos gráficos. El joven genio
no solamente encontró el objeto buscado sino que veía numerosos otros:
Pero el hecho de ver varias liebres, mientras que los otros –después de buscar mucho
tiempo torciendo la página de un lado al otra– solo veían una, todavía no era suficiente:
En la misma imagen podía ver una mosca, un , una bañera o algo diferente también de
manera tan clara como la liebre y esto era en realidad el aspecto fenomenal. Más tarde
encontré en la sicopatología la explicación para este talento misterioso, de ver todo lo
que quería y –en cierto sentido– lo que quiero. Era paranoico. Uno de los juegos de mi
infancia más fascinantes y preferidos era concretizar cada vez más las imágenes fantásticas cuando focalizaba las manchas causadas por la humedad en un muro viejo. Al igual,
en las formas de las nubes que se transformaban continuamente podía ver casi todo –
talmente filiada es la fuente de las visiones paranoicas. (Dalí cit. en: Descharnes /
Néret, 2003: 36; traducción de I.M.Q.)
También contemplaba las manchas húmedas en las paredes de su escuela:
Después de cierto esfuerzo, acerté cada día más re-encontrar las imágenes que había
visto el día anterior y perfeccioné mi trabajo de alucinación (Halluzinationsarbeit).
Cuando una de las imágenes por rutina se convertía en algo demasiado conocido, perdía
12 Cf. Dalí cit. en: Descharnes / Néret (2003: 36); traducción de I.M.Q.
„ Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático
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pronto el interés emocional y se transformaba rapidamente en “otra cosa” –de manera
que la misma forma podía ser interpretada por las más diversas y contrastivas figuraciones– y además infinitamente. Lo sorprendente de este fenómeno (que formaría la clave
de mi estética futura) era que una vez visto la imagen, la podía ver de nuevo con la
ayuda de mi voluntad y no solamente en su forma principal, sino casi siempre talmente
cambiada y enriquecida que resultaba una mejora inmediata y automática. (Dalí, 1984:
84, 63 s., 55; traducción I.M.Q.)
Basándose en estas impresiones y modelos artísticos, en 1930, Dalí proclama definitivamente la mencionada “estética futura” que llamó pensamiento paranoico-crítico.13
„ 5 El método paranoico-crítico
Como muchos surrealistas relacionaban lúdicamente ciencia y arte, también el excéntrico español integraba los avances del sicoanálisis freudiano
en su obra– intentando descubrir con su propio método imagénes del subconsciente que p.ej. una paranoica como Lidia Noguer podía redescubrir
en su entorno. Para Dalí, cada uno es capaz de redescubrir sus imágenes
internas, proyectar sus mundos interiores, sus propias proyecciones (paranoicas), en su entorno, en el paisaje, en las nubes, las manchas, en obras de
arte, textos, fotografías, pinturas.
Freud intentaba encontrar lo que estaba detrás de las imágenes de sus
pacientes. Esperaba descubrir las pulsaciones, deseos y traumas escondidos
en el subconsciente e intentaba descifrar el enigma del mundo interior para
poder sanar a los supuestamente enfermos. Al contrario, Dalí (y los surrealistas) intentaban mantener el enigma del subconsciente, de esa sub-realidad,
gozando de las imágenes paranoicas, irreales, oníricas y surreales, de lo
enigmático y misterioso. Pero, por otra parte, y en contra de las opiniones
corrientes hay que mencionar también que fue justamente Dalí quien
explicó claramente que él también quería entender el mundo, destapar lo
que se hallaba detrás de las cosas, descubrir el mundo invisible. En su manifiesto místico declara que usaba el método paranoico-crítico y el ‘arma
del misticismo’ para indagar este mundo, que quería distinguir y entender
las fuerzas y leyes ocultas de las cosas para poder dominarlas:
Ich wandte meine paranoisch-kritische Methode an, um diese Welt zu ergründen. Ich
will die verborgenen Kräfte und Gesetze der Dinge erkennen und verstehen, um sie zu
beherrschen. Ich habe die geniale Eingebung, daß ich über eine außergewöhnliche
13 Gibson (1998: 270ss. y 34). Cf. Dalí (1930).
162
Isabel Maurer Queipo „
Waffe verfüge, um zum Kern der Wirklichkeit vorzudringen: den Mystizismus, daß
heißt die tiefe Intuition dessen, was ist, die unmittelbare Kommunikation mit dem
Ganzen, die absolute Vision durch die Gnade der Wahrheit, durch die Gnade Gottes.
Stärker als Zyklotrone und kybernetische Rechner vermag ich, in einem einzigen
Augenblick in die Geheimnisse des Realen einzudringen… Mein die Extase! rufe ich
aus. Die Extase Gottes und des Menschen. Mein die Perfektion, die Schönheit, auf daß
ich ihr in die Augen sehe! Tod dem Akademismus, den bürokratischen Formeln der
Kunst, dem dekorativen Plagiat, den schwachsinnigen Verirrungen der afrikanischen
Kunst! Mein, heilige Theresia von Avila!... In diesem Zustand intensiver Prophetie
wurde mir klar, daß die bildnerischen Ausdrucksmittel ein für allemal und mit der
größtmöglichen Perfektion und Wirkung in der Renaissance entwickelt wurden und daß
die Dekadenz der modernen Malerei dem Skeptizismus und dem Mangel an Glauben
entspringt, den Folgen des mechanistischen Materialismus. Durch die Wiederbelebung
des spanischen Mystizismus werde ich, Dalí, mit meinem Werk die Einheit des Universums beweisen, indem ich die Geistigkeit aller Substanz zeige. (Dalí cit. en: Decharnes /
Néret, 2003: 407)
Los surrealistas alababan la creatividad imaginativa de los ‘paranoicos’.
Según Irmer (2003: 46s.), en esos momentos de éxtasis, histeria o paranoia,
se elogiaba sobre todo la espontaneidad excepcional y la libertad de las
reglas normativas. Con la ayuda de diversos métodos surrealistas (automatismos, escritura/pinturas automáticas, pensamientos hablados, juegos
surreales [cf. Convents, 1996]), los surrealistas intentaban imitar esos estados creativos para poder transportar lo subconsciente a lo consciente
como es el caso en los dibujos ingenuos y primitivos de los niños y de los
enfermos psíquicos (p. ej. el art brut).14 A estos métodos automáticos, más
bien pasivos, Dalí opone su método paranoico-crítico activo que se basa en la
ambigüedad de las cosas que se pueden percibir activamente con la ayuda
de “obesiones paranóicas” (Husmeier, 2003: 28).
Para el artista español se trata de un método que se puede aplicar a toda
su obra, textos, moda, teatro, cine y pintura y que invita al espectador a
esos juegos mediáticos de la percepción alucinatorios, lúgubres y crueles:
Desgraciadamente sólo el nombre alemán Vexierbild –que viene del latino
vexare y que significa atormentar, atosigar, agitar, embromar– refleja una
vez más esa incomodidad, esa ambigüedad de las obras que se transforman
en imágenes fantásticas, figuras irreales y fantasías que irritan y fascinan al
mismo tiempo. Dalí mismo hace hincapié en este fenómeno declarando
que las inquietantes imágenes paranoicas tendrán físicamente un efecto
diestro y mordiente.15
14 Cf. como fuente de inspiración también Prinzhorn (1922).
15 Cf. Dalí (1930: 131).
„ Salvador Dalí – un fenómeno cultural y mediático
163
Declaró una y otra vez más en sus escritos que se trata de objetos que al
mismo tiempo –sin ninguna transformación figural o anatómica– representan otros objetos totalmente distintos y libres de toda deformación y
anomalía que podría indicar que se trate de un arreglo o una manipulación.16 A primera vista, este concepto parece convincente. Pero, no obstante, se trata de otra trampa más del genio español en la cual caemos
fácilmente. Hay que tener siempre en cuenta que todas sus obras son precisamente arreglos bien pensados. Con estos constructos, sus comentarios,
simplemente con los títulos sugestivos de las imágenes, es capaz de manejar, o más bien irritar, nuestra mirada, nuestra fantasía. Esto se manifiesta
también en el siguiente ejemplo– y no es de extrañar que esté inspirado en
un paisaje de su querido Cap Creus.17 Con este cuadro perfectamente
construido –y tantas veces citado– El enigma sin fin de 1938, Dalí invita al
espectador a mirar como un paranoico, pero al mismo tiempo nos desvela
y explica claramente las imágenes intercaladas en el cuadro en una revista
de arte rompiendo así con el enigma: un filósofo tumbado, un lebrel, una
mandolina, el frutero con peras, y dos higos en una mesa y una figura mitológica.
Otro ejemplo sería la mencionada metamorfosis de Narciso. Aquí el
texto debería leerse contemplando al mismo tiempo el cuadro. Según Dalí,
se trata del primer poema y el primer cuadro que se obtienen totalmente
mediante la aplicación integral del método paranoico-crítico. Declara que el
texto indica el modo de observar el proceso de la metamorfosis de Narciso
representada en el cuadro. La metamorfosis tiene lugar cuando la imagen
de Narciso se transforma en la imagen de una mano que surge de su propio reflejo. Esta mano tiene en la punta de los dedos un huevo, un bulbo
del cual nace el nuevo Narciso– la flor (que además para Dalí es Gala).
A pesar de sus trampas paradójicas, Dalí nos inspira a realizar viajes
imaginativos y delirantes.18 En estas aventuras imaginativas se manifiesta la
falibilidad de la percepción, el engaño visual, el rol extraño de la ilusión, de
la memoria, de la asociación y del orden cultural de lo que vemos y leemos,
el desencadenamiento de las imágenes hipnagógicas al dormirse, la interpretación delirante del mundo con paranoia (cf. Ades, 2004: 122). Además,
con la producción de la mencionada inseguridad inquietante textual/pictórica (Ades, 2004: 128), los juegos delirantes de la percepción invitan al
observador a afilar y reflexionar sobre su forma de ver, a ejercitar su apti16 Cf. Dalí (1974: 132 ss.).
17 Cf. Finkelstein (2007).
18 Cf. Husmeier (2003: 24).
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Isabel Maurer Queipo „
tud de mirar y de percibir, a cuestionar la realidad y lo supuestamente normal y de crearlo de nuevo. Finalmente, Dalí nos invita a percibir y ver
como medio los objetos de otra manera y a insistir en su derecho a un
poco de locura como lo exigió ya en 1939 en su texto Declaración de independencia de la fantasía y de los derechos del ser humano a su locura.19„
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Isabel Maurer Queipo „
„ Isabel Maurer Queipo, Universität Siegen, Fachbereich 3, Adolf-Reichwein-Straße 1,
D-57068 Siegen, <[email protected]>.
Zusammenfassung: Salvador Dalí ist berühmt für sein herausragendes Werk als Maler.
Weniger bekannt ist er als Universalkünstler für seine Buchillustration, seine Drehbücher und seine Bühnendekorationen, wie auch für seine kreativen Arbeiten im
Bereich der Modebranche, dem Design, der Werbung. Dalí war zudem auch Schriftsteller, der seine Werke, seine Bilder, seine Skulpturen, seine öffentlichen Auftritte und
Inszenierungen in seinen zahlreichen Texten kommentierte und kritisierte. Als paradigmatisches Beispiel sei hier auf das Ölgemälde La metamorfósis de Narciso (1937) und
das gleichnamige Poem und El Enigma sin fin (1938) verwiesen.
Seine Texte werden seltener rezipiert und sind dem gängigen Publikum eher unbekannt. Als einer der extrovertiertesten Künstler des Surrealismus mit einer außergewöhnlichen Freude an Experimenten in künstlerischer, kultureller und kommerzieller
Hinsicht präsentiert er uns mit seinen Bild-Text-Kombinationen eine Art von Medienspielen. Von besonderem Interesse sind dabei die intertextuellen, intermedialen, aber
auch interkulturellen Referenzen. Aus diesem Medienensemble heraus hat Dalí schließlich seine so genannte paranoisch-kritische Methode entwickelt, die auch dem französischen Psychoanalytiker Jacques Lacan als Inspirationsquelle diente und eine Alternative
zu den passiven Automatismen des Surrealismus bieten sollte.
In diesem Beitrag wird die kreative Verknüpfung dieser Methode mit den Bildern
und Texten des katalanischen Künstlers als Provokateur des Traumes, der Chimären,
der Halluzinationen und Wünsche eines jeden von uns vorgestellt.„
Summary: Salvador Dalí is most famous as a painter. He is less known for his role as
universal artist, for his illustrations, his screenplays, his sceneries, his works in the areas
of fashion, design and advertising. Dalí was also an author who commented and analysed in his numerous texts his own artistic products like his paintings, his sculptures,
his public entrances and productions. La metamorfósis de Narciso (1937) and the poem of
the same title may function as paradigmatic examples in this respect.
The texts are less considered and rest rather unknown for the common audience.
As one of the most extroverted artists of the surrealist movement, with an extraordinary pleasure for artistic, cultural and commercial experiments, Dalí offers us with this
combination of painting/text a kind of media-game. In this sense, the intertextual,
intermedia and intercultural references play an important role. Based on this mediaensemble, Dalí created his famous so called ‘método paranoico-crítico’ which also
inspired the French psychoanalyst Jacques Lacan and offered an alternative to the passive automatisms of surrealism.
This article intends to present the creative relations between this method and the
paintings and texts of the Catalan artist as provocateur of dreams, nightmares, hallucinations and desires that each of us has. [Keywords: surrealism, media-games, artistic
experiments, intertextuality, intermedia, interculturality, método paranoico-crítico,
dreams, nightmares] „

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