El poder de las asociaciones: Forjar alianzas para una
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El poder de las asociaciones: Forjar alianzas para una
Dar a la población rural pobre la oportunidad de salir de la pobreza 2013 Consejo de Gobernadores El poder de las asociaciones: Forjar alianzas para una agricultura sostenible en pequeña escala El poder de las asociaciones: Forjar alianzas para una agricultura sostenible en pequeña escala “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, ve acompañado”. – Proverbio africano Introducción El entorno en el que se desarrolla la agricultura está cambiando profundamente en todo el mundo debido a la integración de nuevos participantes y al planteamiento de nuevos retos, alianzas y riesgos. Además de alimentar a una población en constante aumento, hoy se espera que la agricultura atienda a una serie de objetivos mundiales diversos y cada vez mayores, como ayudar a restaurar un medio ambiente frágil, administrar unos recursos naturales en disminución, afrontar el cambio climático y proporcionar medios de subsistencia decentes para los agricultores de hoy y de mañana. A medida que los mercados agrícolas se transforman y atraen a nuevas entidades y personas, las nuevas configuraciones de poder y oportunidades de desarrollo hacen necesario establecer nuevas alianzas y métodos de trabajo más eficaces. Esto apunta a la necesidad de encontrar nuevas o mejores formas de asociarse. El entorno en el que los donantes tradicionales operan también ha cambiado, con la integración de nuevas entidades públicas y privadas, nuevas modalidades de interacción entre donantes y receptores y un nuevo sentido de mutua responsabilización. La Alianza de Busan para la Cooperación Eficaz al Desarrollo, concertada en el Cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda (noviembre y diciembre de 2011), demuestra este nuevo compromiso y establece el marco necesario para fomentar las asociaciones.1 Ya sean formales o informales, las asociaciones se basan en un objetivo común. Se trata de un acuerdo de cooperación destinado a promover los intereses mutuos de los asociados, aprovechando sus fortalezas y recursos de manera transparente y equitativa. Para establecer asociaciones es necesario abandonar los planteamientos y modelos verticales y aceptar que no existe un conjunto único de participantes ―ni los agricultores, ni los inversores privados, ni los investigadores, ni los gobiernos, ni los donantes― que tenga la solución a las dificultades con que se enfrenta actualmente la agricultura. Las asociaciones en el ámbito de la agricultura y el desarrollo rural pueden adoptar la modalidad de proyectos de inversión cofinanciados, sistemas de subcontratación, agricultura por contrata, programas de compras públicas o planes de participación en el capital. Para que los pequeños agricultores puedan beneficiarse, deben unir fuerzas con otros pequeños productores en el marco de asociaciones y cooperativas y, seguidamente, establecer asociaciones con otras entidades del sector privado. La creación de las condiciones adecuadas que permitan vincular a los pequeños agricultores con mercados dinámicos requiere 1 Después de prolongadas negociaciones, 18 sherpas (emisarios) elegidos para representar a un amplio grupo de partes interesadas llegaron a un acuerdo sobre la Alianza de Busan para una Cooperación Eficaz para el Desarrollo. En ella se establece por primera vez un marco acordado de cooperación para el desarrollo, que abarca a los donantes tradicionales, los cooperantes Sur-Sur, los países del grupo BRIC (el Brasil, Rusia, la India y China), grupos de la sociedad civil y financiadores privados. Esto marca un punto de inflexión para la cooperación internacional al desarrollo. El proceso ha sido orientado por el Grupo de trabajo sobre la eficacia de la ayuda, que reúne a representantes de más de 80 países y organizaciones. Véase: <www.aideffectiveness.org/busanhlf4/en/about/busan-partnership.html>. 2 la capacitación y organización de los agricultores, así como su acceso a investigación y tecnología, un entorno normativo propicio y un sector comercial receptivo, además de una facilitación efectiva de las asociaciones.2 Aunque las diversas entidades que trabajan en la esfera del desarrollo ven la colaboración cada vez más como una necesidad, el establecimiento de asociaciones mutuamente beneficiosas no deja de plantear dificultades. El éxito de las asociaciones y los beneficios que de estas se derivan a los pequeños agricultores y comunidades rurales depende de que haya una distribución equitativa de los riesgos, las responsabilidades, los recursos y los beneficios. Depende asimismo de la capacidad del Estado para hacer cumplir el estado de derecho. Las asociaciones son de utilidad para la agricultura en pequeña escala de múltiples maneras. Permiten a los agricultores pobres ampliar sus operaciones de manera eficaz en función de los costos y conseguir entrar en mercados y cadenas de valor que, de lo contrario, serían inaccesibles; fomentan la formulación de políticas que tienen en cuenta las necesidades de todas las partes interesadas, grandes y pequeñas; respaldan la protección de los recursos naturales; brindan acceso a los conocimientos, la investigación y la tecnología; promueven el intercambio de experiencias entre los países que se enfrentan a dificultades similares, y mejoran el acceso a la financiación. Como se indica en el Marco Estratégico del FIDA (2011 2015), el FIDA está participando cada vez más en asociaciones con el sector privado3 en su empeño por dar a la población rural la oportunidad de salir de la pobreza y lograr la seguridad alimentaria.4 Asociaciones para una agricultura sostenible en pequeña escala Aumento de la producción en pequeña escala Si se pretende que los pequeños agricultores amplíen sus operaciones y aprovechen las oportunidades generadas por la creciente demanda de productos agrícolas, deben forjar asociaciones sólidas. El mejor acceso a los mercados nacionales e internacionales anima a los agricultores a invertir y a aumentar la cantidad, calidad y diversidad de los bienes que producen. Las asociaciones ayudan a superar los obstáculos con que se enfrentan los pequeños productores a la hora de ampliar sus actividades, por ejemplo, los altos costos de transacción y la falta de información. Por medio de organizaciones y cooperativas de agricultores, los pequeños productores pueden acceder a recursos, activos y mercados que no están disponibles individualmente a los productores que trabajan de forma aislada. Gracias a estas organizaciones es también posible que los productos de los agricultores estén más accesibles a otras entidades del sector privado a lo largo de la cadena de valor. Además, las asociaciones público-privadas en las que participan los pequeños agricultores, los gobiernos, el sector privado y las organizaciones donantes pueden ayudar a los agricultores a aumentar sus iniciativas empresariales, como demuestra el caso de Santo Tomé y Príncipe (véase el recuadro 1). Tales iniciativas subrayan la importancia de promover las asociaciones público-privadas con empresas con conciencia social y ecológica dispuestas a invertir y permanecer en un país dado a largo plazo. Acceso a los mercados y servicios Prácticamente en todas partes, la integración de las cadenas de valor es cada vez mayor. Existen grandes elaboradores y minoristas que a veces controlan directamente cada paso del proceso de elaboración hasta la explotación agrícola. Para participar en estas cadenas de valor, los pequeños agricultores necesitan organizarse y fortalecer su capacidad para cumplir los 2 En Berdegué, J., E. Biénabe y L. Peppelenbos (2008): “Innovative practice in connecting smallholder producers with dynamic markets”, en Regoverning Markets: Small-scale producers in modern agrifood markets se encuentran ejemplos de relaciones de colaboración innovadoras y entre múltiples actores. 3 Por sector privado se entiende los agricultores y las organizaciones y asociaciones de productores, las empresas multinacionales, las fundaciones privadas, los institutos de investigación y otras organizaciones privadas. 4 FIDA (2011): Estrategia relativa al sector privado: Intensificación de la actuación del FIDA en relación con el sector privado y FIDA (2012): Estrategia de asociación del FIDA. 3 Recuadro 1. Ampliación de la producción de cacao en Santo Tomé y Príncipe El Programa de Desarrollo Participativo de Pequeñas Explotaciones Agrícolas y de la Pesca Artesanal tiene por finalidad mejorar el acceso a los mercados de las personas pobres que trabajan en la agricultura y la pesca en Santo Tomé y Príncipe. Gracias a la asistencia del FIDA, los agricultores que cultivan cacao, café y pimienta se han organizado en 78 asociaciones principales y 4 cooperativas de exportación, lo que les permite producir un mayor número de productos de mejor calidad que pueden obtener la certificación de productos orgánicos o de comercio justo. En 2005, el FIDA estableció una asociación con la empresa de chocolate francesa Kaoka. Mediante dicha asociación se brinda conocimientos técnicos y comerciales y acceso a los mercados europeos a los pequeños agricultores organizados y, al mismo tiempo, se les compran granos secos de cacao a buen precio, en función de contratos negociados. Gracias a esta fructífera colaboración, se formaron otras tres asociaciones —con Malongo y Hom&Ter, de Francia y con Café Direct, del Reino Unido— a través de las cuales el cacao de comercio justo y el café y la pimienta orgánicos se exportan a Europa. Como resultado de ello, unos 5 500 agricultores disfrutan de un acceso estable a mercados especializados y exportan más de 600 toneladas de productos de calidad cada año, por los que obtienen un rendimiento justo. Además, con estas asociaciones también se logró un alto grado de desarrollo comunitario y el empoderamiento social de los cultivadores de cacao y sus familias. requisitos de calidad y cantidad de tales cadenas integradas. Las cooperativas agrícolas son un excelente instrumento que permite brindar este acceso. Como se ilustra en el recuadro 1, las cooperativas y asociaciones de productores hacen posible que los pequeños productores amplíen sus operaciones, aumenten su poder de negociación, saquen mayor provecho de las oportunidades comerciales mundiales, reciban una mayor proporción de valor añadido y utilicen mejor los recursos naturales. Las cooperativas también hacen que los pequeños agricultores estén más accesibles para otros agentes privados, lo que reduce sus riesgos y el costo de sus transacciones.5 Además, estas instituciones ayudan a sus miembros a acceder a insumos y servicios tales como créditos, capacitación, instalaciones de almacenamiento y tecnología, lo que mejora la rentabilidad de la agricultura en pequeña escala. Por otra parte, las cooperativas dan a los agricultores una voz en la toma de decisiones en todos los niveles y les ayudan a intercambiar ideas transnacionalmente. Una asociación de esta índole —la Unión de cooperativas de cultivadores de café de Oromia, en Etiopía, que representa a más de 22 000 pequeños productores de café— exporta ahora directamente, evitando la subasta central y dando más control y participación en el mercado a los productores. Ha abierto una cafetería en Londres, lo que ha creado un vínculo directo entre productores y consumidores.6 Por su propia naturaleza, las cooperativas ofrecen inclusión social. Reducen la vulnerabilidad de los agricultores e impiden que se vean atrapados en la pobreza. Las cooperativas también han sido una herramienta importante para combatir las desigualdades que afectan a las mujeres y los grupos indígenas. Las cooperativas de mujeres ayudan a estas a crear negocios en donde se tienen en cuenta sus necesidades y realidades, y les brindan asistencia para superar los prejuicios que con frecuencia limitan su desarrollo económico.7 Las cooperativas también proporcionan una estructura que ayuda a empoderar a jóvenes de ambos sexos, lo que les permite tener acceso a distintas posibilidades en el marco de la economía rural y agrícola, que a menudo se ven truncadas por barreras tradicionales en relación con la edad. El Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua 5 Para obtener más información sobre la manera en que las organizaciones de productores eficaces permiten a los pequeños productores establecer una serie de asociaciones beneficiosas, véase Good Practices in Building Innovative Rural Institutions to Increase Food Security (FAO, 2012), en: www.fao.org/docrep/015/i2258e/i2258e00.pdf. 6 Véase: www.oromiacoffeeunion.org/aboutUs.php. 7 En un estudio sobre mujeres capataces de ganadería realizado por el FIDA en Bangladesh, la India, Kenya, Nepal, el Senegal, Sri Lanka y el Sudán se señalaba que la única manera en que las mujeres pobres de las zonas rurales podían obtener suficientes recursos para poner en marcha y manejar con rentabilidad empresas ganaderas era adoptando un planteamiento grupal. Los grupos permiten a las mujeres ahorrar y compartir material, capital y trabajo. Niamir-Fuller, M. (1994): Women Livestock Managers in the Third World: Focus on technical issues related to gender roles in livestock production. Documento de trabajo del personal núm. 18. Roma. FIDA. 4 que recibe apoyo del FIDA, por ejemplo, ha logrado resultados particularmente satisfactorios en materia de creación de nuevos empleos y oportunidades empresariales para jóvenes del medio rural. A tales efectos ha fomentado la inclusión de estos en cooperativas a las que se ha brindado la posibilidad de ofrecer capacitación empresarial concebida especialmente para los jóvenes y acceso a financiación y conocimientos técnicos orientados al entorno empresarial local.8 Sin embargo, pueden plantearse problemas si las cooperativas no son verdaderamente democráticas o participativas o si no están arraigadas en la comunidad.9 Las cooperativas están mostrando un crecimiento alentador a escala internacional. En el Brasil, por ejemplo, el 37,2% del producto interno bruto (PIB) agrícola y el 5,4% del PIB global correspondió, en 2009, a las cooperativas; además, estas generaron aproximadamente USD 3 600 millones en concepto de exportaciones.10 Participación en la cadena de valor agrícola La cadena de valor agrícola es un continuo que incluye una diversidad de actores que desempeñan diferentes funciones para que los productos pasen de las explotaciones a los puntos de venta. La creación de asociaciones a lo largo de este continuo puede producir crecimiento económico y ayudar a los hogares rurales a aumentar su seguridad alimentaria y sus ingresos. La eficacia de las asociaciones se basa en sólidas relaciones comerciales entre pequeños agricultores productivos y orientados a los negocios y empresas, en el marco de cadenas de valor agrícolas modernas. Estas relaciones, bien manejadas, pueden generar crecimiento económico y ayudar a millones de hogares rurales a aumentar sus ingresos y su seguridad alimentaria. También pueden proporcionar los incentivos y recursos que los pequeños agricultores necesitan urgentemente para administrar y reconstruir la base de recursos naturales de la que dependen. En Uganda, por ejemplo, un proyecto cofinanciado por el FIDA tiene como objetivo desarrollar la industria nacional de aceite vegetal a través de una asociación entre los pequeños productores de aceite de palma y Bidco Uganda Limited y Wilmar Plantations, una multinacional indonesia. El proyecto constituyó una de las primeras grandes asociaciones público-privadas de la agroindustria en Uganda. Planteó por primera vez nuevas formas de cooperación entre el sector privado, los gobiernos locales y nacionales y las organizaciones de agricultores. Se prestó asistencia a más de 200 000 familias y se incrementaron los ingresos de los hogares, la productividad agrícola y la matrícula escolar en zonas del país que se habían visto gravemente afectadas por la insurgencia, la sequía y las inundaciones.11 El éxito de la primera fase del proyecto ha permitido apoyar la introducción y expansión de la palma de aceite en otras regiones de Uganda.12 El establecimiento de asociaciones eficaces entre los pequeños agricultores y otros participantes en las cadenas de valor agrícola es un elemento fundamental para que los pequeños productores puedan beneficiarse de condiciones equitativas de participación y recibir una recompensa justa por su trabajo. Hay numerosos intermediarios que participan en la agrupación, limpieza, almacenamiento, transporte y elaboración de los productos básicos, esto es, los pasos esenciales para vincular a los productores con los consumidores. 8 FIDA y OIT (2012): Promoting Decent and Productive Employment of Young People in Rural Areas: A review of strategies and programmes. Ginebra. OIT. 9 En un estudio realizado sobre AmazonCoop se critica el modelo de cooperativa con el fundamento de que no se basa en la participación, en el control democrático de los miembros y en la autonomía de sus miembros. Para obtener más información véase: Burke, B. J. (2010): Cooperatives for ‘Fair Globalization’? Indigenous people, cooperatives, and corporate social responsibility in the Brazilian Amazon. 10 Por otra parte, en Mauricio, a las cooperativas les correspondió más de un 60% de la producción nacional de alimentos mientras que en Kenya, las cooperativas de ahorro y crédito tienen activos por valor de USD 2 700 millones, esto es, el 31% del ahorro bruto nacional. Fuente: Alianza Cooperativa Internacional: Statistical Information on the Co-operative Movement, disponible en: www.ica.coop/coop/statistics.html. 11 FIDA (2010): República de Uganda: Proyecto de Fomento de la Producción de Aceites Vegetales – Fase II, documento de diseño del proyecto, documento de trabajo 4. 12 Ante el gran éxito logrado por el aceite de palma para generar ingresos rurales deben tenerse en cuenta también las preocupaciones en cuanto al alto rendimiento de los árboles que, en muchas partes del mundo, provocó la eliminación de los bosques para hacer espacio para el monocultivo de la palma de aceite, lo que lleva a la pérdida de los hábitats de plantas y animales. Véase: www.foei.org/en/resources/publications/pdfs/2012/land-life-justice. 5 Recuadro 2. La colaboración con el sector privado en Egipto y Sri Lanka En Egipto, el Proyecto de Desarrollo Rural de Nubaria Occidental ha demostrado el valor de vincular a los agricultores pobres con el sector privado a través de la agricultura por contrata. Se establecieron seis asociaciones de comercialización de agricultores, con un total de 12 500 miembros. Los miembros reciben una sólida formación en temas que van desde la contabilidad hasta el cultivo en invernaderos. Venden sus productos a través de asociados para la exportación, cuyo número totalizó 28 empresas en 2010. Desde 2003, el número de productos agrícolas ha aumentado de 2 a 18, y el área dedicada a la agricultura por contrata ha aumentado de 28 feddans a 9 600 feddans (un feddan es una unidad ligeramente superior a un acre). En Sri Lanka, el Programa Nacional de Fomento de Agroindustrias aprovecha la cofinanciación de los sectores público y privado para apoyar el desarrollo de cadenas de valor agrícolas que benefician a las mujeres, los trabajadores sin tierra y los jóvenes. Promueve el establecimiento de empresas mixtas con compañías privadas y organizaciones de base comunitaria. Esta modalidad de trabajo los alienta a asociarse con pequeños productores por medio de las cadenas de valor, de forma total o parcial, o bien mediante la agricultura por contrata. El programa prioriza la financiación de estructuras que promuevan la propiedad parcial de toda la cadena de valor o parte de ella por el grupo objetivo. Ofrece financiación a largo plazo, tanto participación en el capital como préstamos. La respuesta a la primera solicitud de propuestas, emitida en marzo de 2011, fue contundente: USD 60 millones frente a una asignación de USD 23,9 millones de un total de 30 propuestas, 16 de empresas privadas y 14 de organizaciones de base comunitaria. Esta respuesta indica que la prestación de financiación a través de instrumentos adecuados puede despertar gran interés del sector privado. Estos intermediarios comerciales son especialmente importantes para los agricultores más pobres y aislados, por lo que debe reconocerse y respaldarse la función que desempeñan en la cadena de valor. Debe cuidarse el que tanto los agricultores como los intermediarios reciban una parte equitativa de los beneficios. En Egipto y Sri Lanka, varias organizaciones de pequeños agricultores han establecido asociaciones de mutuo provecho con los comerciantes locales y otras organizaciones de base comunitaria (véase el recuadro 2). Las empresas multinacionales y transnacionales llevan años haciendo negocios en los países en desarrollo, y ellas son quienes han proporcionado la mayor parte de la inversión extranjera directa. En ocasiones, esas inversiones han creado nuevos medios de subsistencia y beneficios reales, mientras que, en otras, el efecto en las economías y recursos rurales ha sido menos positivo. Las inversiones de multinacionales tienen el potencial de contribuir de manera más amplia al desarrollo económico13 y la reducción de la pobreza a través de asociaciones con los pequeños agricultores; existen varias iniciativas en todo el mundo que están empezando a mostrar estos beneficios. A título ilustrativo: • El programa “Trade not Aid” (Comercio y no ayuda) de Body Shop International, que abastece de materias primas y productos locales de poblaciones indígenas de la Amazonia brasileña. • La compra de cebollas y frijoles directamente de los pequeños agricultores en Guatemala por parte de Walmart, lo que aumenta la participación de estos en los beneficios. • El apoyo prestado por las cervecerías SABMiller a la capacitación y asistencia técnica de los pequeños agricultores en Sudáfrica, la República Unida de Tanzanía, Uganda y Zambia para producir varios cultivos necesarios a un buen precio negociado previamente. Varias grandes empresas de alimentación y bebida están cooperando con los pequeños agricultores de forma mutuamente provechosa. En algunos casos, como el de Unilever 13 En reconocimiento de este potencial, las Naciones Unidas lanzaron la iniciativa del Pacto Mundial para alentar a las empresas de todo el mundo a adoptar políticas sostenibles y con responsabilidad social, y para actuar como una plataforma para que las Naciones Unidas intervengan en negocios de vanguardia a nivel mundial. 6 Recuadro 3. Asociaciones de Unilever con los pequeños agricultores Unilever, una empresa alimentaria multinacional, se ha abastecido durante muchos años de productos tales como el té, la yuca, las especias, las frutas y las hortalizas de los pequeños agricultores. Hoy en día trabaja con 100 000 pequeños agricultores y, recientemente, se fijó el objetivo de incorporar a 500 000 productores y distribuidores en pequeña escala a su red de suministro para el año 2020. En el proceso, la intención de Unilever es ayudar a esos agricultores a mejorar sus prácticas agrícolas y prepararlos para abastecer los mercados mundiales a precios competitivos.14 La empresa se asocia con otros grupos a fin de proporcionar capacitación, acceso a los mercados, equipos y otras ayudas prácticas.15 Los agricultores, a su vez, deben cumplir con el Código de agricultura sostenible de Unilever. Unilever, en cuanto mayor vendedor mundial de té, se ha comprometido a que el 100% del té que vende se produzca de manera sostenible para 2020. Para ello será necesario que sus filiales productoras de té se abastezcan de este producto de explotaciones que tengan la certificación de Rainforest Alliance, una organización sin fines de lucro que establece normas en relación con la biodiversidad y los medios de vida sostenibles.16 (véase el recuadro 3), esta modalidad de trabajo representa una parte cada vez más importante del modelo operativo de las empresas mientras que, en otros, se trata de una actividad específica enmarcada en el proceso de responsabilidad social institucional. Sin embargo, la principal lealtad de las empresas con fines de lucro es hacia sus accionistas. En la colaboración con estas empresas, las organizaciones de agricultores necesitan conocimientos y habilidades para proteger sus propios intereses. Además, la mayoría de los pequeños agricultores no interactúan en general con las empresas sino mayormente con sus intermediarios y con empresas locales pequeñas y medianas. Muchos de estos compradores tienden a asignar todo el riesgo a los agricultores y conservan una parte importante del valor añadido. En última instancia, la naturaleza de estas transacciones entre los pequeños agricultores y otros agentes del sector privado es lo que determina la rentabilidad de las operaciones de los pequeños productores y los medios de vida de la inmensa mayoría de las familias rurales en los países en desarrollo. Resulta fundamental asegurarse de que, en su establecimiento, las asociaciones se basen en condiciones justas y transparentes, y que los pequeños agricultores tengan la capacidad y los medios necesarios para representar sus intereses. La función de los gobiernos, los grupos de la sociedad civil y las organizaciones de desarrollo es, en todos los casos, importante a este respecto. Creación de políticas adecuadas Contar con un entorno normativo propicio es un requisito necesario para mejorar la productividad de los pequeños productores. Las políticas inclusivas, que atienden a las cuestiones de género y tienen en cuenta los intereses de mujeres y hombres jóvenes, garantizan los derechos sobre la tierra, eliminan los obstáculos a la gestión de la tierra y promueven el acceso a servicios financieros y redes de seguridad, alientan a los pequeños productores a asumir riesgos y dificultades. Las asociaciones son un mecanismo indispensable para lograr vínculos económicos y políticos y crear oportunidades para los grupos que enfrentan limitaciones particulares. Sin embargo, a los pequeños agricultores se les ha dejado en gran medida fuera de las fases de diseño y ejecución de las políticas. A raíz de ello, las organizaciones campesinas están uniendo fuerzas en todo el mundo para que su presencia se haga sentir en los debates sobre políticas. Para promover esta participación, el FIDA estableció una asociación con la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del Mercado Común del Cono Sur (MERCOSUR), que permite a los agricultores participar en el diálogo sobre políticas de alto nivel. Otra reacción 14 Hebebrand, C. (2011): Leveraging private sector investment in developing country agrifood systems, serie de documentos sobre políticas encargada por Global Agricultural Development Initiative, Chicago Council on Global Affairs. 15 Unilever: Smallholder Farmers: Helping smallholder farmers, Unilever Sustainable Living Plan. Véase: www.sustainableliving.unilever.com he-plan/better-livelihoods/smallholder-farmers. 16 Ibid. 7 fue la creación de instituciones de apoyo a la agricultura familiar, como la Dirección Nacional de Desarrollo Rural en el Uruguay. Los gobiernos y los organismos de desarrollo desempeñan una función importante para que esas asociaciones sean equitativas y permitan acceder a posibilidades reales de mejorar los medios de vida de los pequeños productores. También pueden ayudar a mitigar los riesgos que corren las empresas privadas al invertir en las comunidades rurales. Los gobiernos deben asegurarse de que la función de las políticas públicas y las inversiones en la formación de asociaciones, incluidas las público-privadas, sea catalizadora, garantizando así que atiendan a los intereses de los pequeños agricultores. Protección de los recursos naturales y adaptación al cambio climático El cambio climático está afectando profundamente a los pequeños agricultores, y la financiación disponible actualmente para hacerle frente casi no resulta suficiente. Las asociaciones tienen potencial para mejorar la conservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. Individualmente, los agricultores carecen de los incentivos adecuados para garantizar la preservación de los recursos comunes —como los pastizales, los bosques y las cuencas hidrográficas— para las generaciones futuras. Pero las asociaciones entre usuarios de recursos brindan la oportunidad de establecer mecanismos de seguimiento que ofrecen incentivos para que las comunidades cooperen en la preservación del capital natural del que dependen. Los grupos de la sociedad civil, otros agentes privados, las organizaciones de desarrollo y los gobiernos pueden ayudar a facilitar estas asociaciones. Para manejar el cambio climático, el Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP) ha centrado sus esfuerzos en un establecimiento eficaz de asociaciones. Mediante dicho programa se está procurando aumentar la capacidad de resistencia al clima de ocho millones de personas en comunidades de pequeños agricultores pobres. La finalidad del ASAP es contribuir a que se empiece a aplicar una gestión de la tierra resistente al clima en un millón de hectáreas de tierras agrícolas, y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático y preparación para las catástrofes debidas a fenómenos meteorológicos en 1 200 comunidades. El ASAP está financiado por un fondo fiduciario de múltiples donantes y se ha constituido gracias a las contribuciones de los gobiernos de Bélgica, el Canadá, los Países Bajos y el Reino Unido. Fomento de la investigación, la innovación y la tecnología Ante el crecimiento demográfico y urbano mundial, que aumenta la demanda de alimentos, las innovaciones y nuevas tecnologías agrícolas resultan fundamentales para la seguridad alimentaria en todo el mundo. Por “innovación” no solo se entiende elaborar nuevas técnicas y tecnologías, sino también difundirlas a todos los agricultores, adaptarlas a las condiciones locales y garantizar que los agricultores tengan las aptitudes y conocimientos necesarios para emplearlas. Las nuevas técnicas agrícolas, sumadas a los conocimientos locales, dotarán a la nueva generación de agricultores de las herramientas necesarias para afrontar los retos que plantea el cambio climático y la necesidad de ampliar la producción de alimentos. Las mujeres y hombres jóvenes, creativos y dispuestos a asumir riesgos, pueden influir en gran medida en este sentido. Es vital que las asociaciones sean un mecanismo de facilitación de modo que los jóvenes tengan posibilidades de aportar sus conocimientos y energía al desarrollo de innovaciones agrícolas. Muchas entidades del sector privado e institutos de investigación colaboran entre sí o con entidades públicas en el marco de asociaciones, a fin de que los pequeños agricultores tengan acceso a las nuevas tecnologías. Con arreglo a la iniciativa Nuevo Arroz para África, por ejemplo, una asociación entre investigadores africanos y asiáticos, se está elaborando una nueva variedad de arroz de alto rendimiento, cuyo uso se ha propagado a varios países africanos. Otro ejemplo es la Fundación de tecnología agrícola africana, por la que se facilitan 8 las asociaciones público privadas con miras a elaborar una variedad de maíz tolerante a la sequía. En un nivel más amplio, los 15 centros de investigación del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional —asociación de entidades públicas y privadas— promueven la agricultura sostenible en pro de la seguridad alimentaria en los países en desarrollo, centrándose en los cultivos que proporcionan el 75% de sus necesidades en materia de alimentos y proteínas. En las asociaciones de conocimientos se combinan la opinión de expertos y los conocimientos locales. Un ejemplo de colaboración de esta índole es el manejo integrado de plagas entre el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz y los pequeños agricultores en Viet Nam. Por medio de la investigación participativa entre agricultores, estos experimentan en sus propios campos e intercambian sus constataciones y nuevas técnicas con otros agricultores.17 Las multinacionales dedicadas a las agroindustrias también están creando nuevos servicios en asociación con entidades del sector público e institutos de investigación. En el Perú, PepsiCo ha colaborado con el Instituto Latinoamericano de Ciencias para crear el certificado de agricultura ecológica, un programa a distancia de nueve meses de duración sobre técnicas de agricultura moderna dirigido a los agrónomos de la compañía. Ellos, a su vez, lo extenderán a los proveedores agrícolas, entre los que se cuentan los pequeños agricultores. Las empresas multinacionales dedicadas a la tecnología de la información también están colaborando con los pequeños agricultores. La iniciativa Ovi Life Tools de Nokia en China, la India, Indonesia y Nigeria se asocia con negocios basados en la comunidad para proporcionar información agrícola adaptada a las necesidades de los agricultores que viven en zonas aisladas. La información se personaliza a fin de adaptarse a la ubicación, los cultivos y el lenguaje de los agricultores, e incluye consejos sobre el cultivo y previsiones meteorológicas. Asociaciones para la inversión Las pequeñas explotaciones y las explotaciones familiares del mundo entero están en excelentes condiciones para ayudar a abastecer los mercados urbanos en auge. Con el debido apoyo en materia de políticas y las inversiones correspondientes pueden atender esos mercados en mejores condiciones y con mayor capacidad, al tiempo que incrementan sus ingresos y su seguridad alimentaria. La importancia de aumentar la inversión agrícola para ayudar a los pequeños agricultores se reconoció claramente en las reuniones del G-8 de L’Aquila, celebradas en julio de 2009, donde los líderes se comprometieron a aportar más de USD 20 000 millones para la seguridad alimentaria, y en Camp David en mayo de 2012, con la creación de la Nueva alianza para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional. En los últimos años se ha trabajado con el fin de ampliar y coordinar las inversiones en desarrollo agrícola. Iniciativas tales como la asociación Grow Africa (en la que participan la Unión Africana, asociados del sector privado y organismos internacionales, entre ellos el FIDA) son herramientas innovadoras para generar inversiones. La cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular están surgiendo como asociaciones eficaces para promover el desarrollo agrícola.18 Las fundaciones y empresas filantrópicas privadas, especialmente las dedicadas a la agroindustria, están interviniendo cada vez más en la promoción de la inversión agrícola responsable que incluye a los pequeños agricultores como verdaderos asociados. Los gobiernos del Sur colaboran cada vez más en el intercambio de recursos, tecnología y conocimientos, y se ayudan mutuamente para abordar objetivos de desarrollo comunes. El Brasil, China, la India y Sudáfrica se están convirtiendo en importantes actores en la cooperación 17 París, T.R. y M.Z. Abedin (2010): IRRI’s Approach to Participatory Research for Development: Advances and limitations. Para obtener más información sobre la investigación participativa entre agricultores, véase: www.knowledgebank.irri.org/extension/index.php/fpr. 18 La cooperación triangular supone la adición de una tercera parte a la cooperación Sur-Sur. 9 Recuadro 4. El Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas En 2006, el FIDA, el Banco Mundial y los gobiernos del Canadá, Finlandia, Italia y Noruega establecieron el Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas. Este fondo apoya asociaciones entre las comunidades de pueblos indígenas, las organizaciones de base y las organizaciones no gubernamentales en África, América Latina y Asia. Se trata de un fondo impulsado por la comunidad que busca innovaciones y proyectos piloto que puedan ser ampliados. Procura asimismo intensificar el diálogo intercultural sobre las políticas que afectan a los pueblos indígenas. Sur–Sur, especialmente en el desarrollo agrícola en África, tanto mediante la asistencia técnica como mediante actividades e inversiones comerciales. El Brasil está especialmente interesado en compartir su experiencia de reducción de la pobreza con los países con que se ha asociado. La estrategia de China recalca el apoyo al desarrollo de capital humano de los países, lo que supone la capacitación de técnicos agrícolas y el desarrollo del sector de exportación.19 La necesidad de aumentar el apoyo financiero para la agricultura en pequeña escala también está generando nuevas formas de asociación y colaboración, entre ellas, el desarrollo de nuevas modalidades de inversión. El Fondo Africano para la Agricultura, por ejemplo, proporciona capital social a empresas agrícolas pequeñas y medianas, y el Fondo de desarrollo económico rural de Armenia —un fondo de capital que cuenta con apoyo del FIDA— aporta capital a empresas para vincular a los agricultores con cadenas de valor. El Fondo Fiduciario de España para el mecanismo de cofinanciación de la seguridad alimentaria de EUR 300 millones, establecido por España y el FIDA en 2010, permite al FIDA aumentar los recursos externos disponibles para los Estados Miembros. Hasta 2011 había concedido préstamos y donaciones a 10 países, con lo que se beneficiaron más de 4 millones de hogares pobres. Otro ejemplo es el marco de cofinanciación de USD 1 500 millones entre el FIDA y el Banco Islámico de desarrollo (BIsD), establecido en 2010. Por medio de esa asociación, el FIDA y el BIsD financian conjuntamente proyectos de interés prioritario en la región del Cercano Oriente y África del Norte. Hasta ahora se han cofinanciado tres grandes proyectos, uno en Azerbaiyán y dos en el Yemen, de los que se beneficiaron más de 475 000 personas pobres de zonas rurales. Las asociaciones también han sido utilizadas con éxito para financiar iniciativas de creación de oportunidades para los pueblos indígenas (véase el recuadro 4). Perspectivas futuras Si cuentan con un apoyo eficaz, los pequeños agricultores pueden aumentar su productividad, incluso ante el cambio climático y la degradación ambiental. Podrían aportar una importante contribución al logro del objetivo de aumentar un 60% la disponibilidad de alimentos, porcentaje que se estima necesario para el año 2050, lo que requerirá una inversión de alrededor de USD 83 000 millones anuales, más como mínimo entre USD 7 000 millones y USD 12 000 millones anuales para la adaptación al cambio climático.20 En El futuro que queremos, documento preparado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20, junio de 2012), se describe una visión renovada para el desarrollo sostenible. En esa publicación se considera a la agricultura, la seguridad alimentaria y los pequeños agricultores esenciales para un “futuro sostenible desde el punto de vista 19 Hasta la fecha, China ha capacitado a casi 150 000 técnicos y funcionarios de más de 170 países y regiones en desarrollo, entre ellos, 874 técnicos agrícolas desde 2009, y ha enviado a más de 700 expertos agrícolas a 8 países africanos. En 2010, las importaciones de China de países menos adelantados alcanzaron USD 43 200 millones, cifra que representa alrededor de una cuarta parte de las exportaciones de estos países. 20 Fuentes de las cifras: USD 83 000 millones - Estimaciones del Centro de Inversiones de la FAO. Para obtener más información véase: www.fao.org/investment/whyinvestinagricultureandru/en/; USD 7 000 millones IFPRI (2009): Climate Change: Impact on agriculture and costs of adaptation, Washington, D.C.; USD 12 millones - Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) (2008): Investment and Financial Flows to Address Climate Change. Bonn. 10 económico, social y ambiental para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras”. A fin de mantener el impulso generado en Río+20, los formuladores de políticas, los profesionales del desarrollo y los agentes del sector privado tienen que trabajar juntos con los siguientes objetivos: • forjar asociaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones de productores y el sector privado a fin de aumentar el acceso de los pequeños agricultores a servicios y mercados, especialmente de las agricultoras y los jóvenes agricultores; • crear un entorno normativo propicio para apoyar la inversión responsable del sector privado que haga intervenir a los pequeños agricultores en la ampliación de las iniciativas agrícolas; • promover medidas para proteger la seguridad de la tenencia de la tierra de los pequeños agricultores; • promover políticas y medidas que empoderen a los jóvenes de zonas rurales a fin de que puedan acceder a posibilidades de empleo decentes; • mejorar la colaboración con los pequeños agricultores a fin de promover prácticas agrícolas sostenibles, y • establecer asociaciones sólidas que permitan movilizar recursos para invertir en desarrollo agrícola y rural. El compromiso renovado con la agricultura que prevé el programa mundial es una oportunidad que no debe perderse. Debemos ahora asegurarnos de que también se inviertan convicción y entusiasmo para forjar asociaciones sólidas que permitan a los pequeños agricultores aumentar su productividad, acceder a los mercados y recibir una recompensa justa por su trabajo. Preguntas para orientar los debates del Consejo de Gobernadores 1. ¿Cómo pueden promoverse las asociaciones público-privadas de modo que los pequeños agricultores, especialmente las agricultoras y los jóvenes agricultores, se sitúen en una posición justa ante la mayor competencia por los escasos recursos agrícolas y el impacto del cambio climático? 2. ¿Cómo pueden reforzarse las organizaciones de agricultores de modo que vinculen mejor a los pequeños agricultores con los mercados? 3. ¿Qué condiciones se necesitan para asegurar unas asociaciones entre los pequeños agricultores y otras entidades del sector privado que redunden en mutuo beneficio? 4. ¿Qué papel concreto pueden desempeñar los gobiernos para facilitar las asociaciones entre los pequeños agricultores y otros agentes del sector privado sin comprometer los intereses de los agricultores? 5. ¿Cómo pueden el FIDA y sus asociados forjar alianzas más eficaces y facilitar la ampliación de las iniciativas agrícolas de los pequeños productores? Se invita a los Gobernadores a compartir ejemplos de asociaciones de sus respectivos países, centrándose en las mejores prácticas y en las enseñanzas extraídas. 11 ©FIDA/GMB Akash Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola Via Paolo di Dono, 44 - 00142 Roma (Italia) Tel: (+39) 06 54591 - Fax: (+39) 06 5043463 Correo electrónico: [email protected] www.ifad.org www.ruralpovertyportal.org ifad-un.blogspot.com www.facebook.com/ifad www.twitter.com/ifadnews www.youtube.com/user/ifadTV Información de contacto: Rosemary Vargas-Lundius Coordinadora Superior de Investigaciones Oficina de Estrategia y de Gestión de los Conocimientos Tel: (+39) 06 5459 2350 Fax: (+39) 06 5459 3350 Correo electrónico: [email protected]