Nivel de Daño Económico del Chacuatete

Transcripción

Nivel de Daño Económico del Chacuatete
59
9. Daño Económico del Chacuatete
Moreno et al.
Capítulo
9
Nivel de Daño Económico del Chacuatete
BENJAMÍN MORENO, JUAN F. BARRERA, ERIKA PINSON & JAVIER VALLE MORA
Tres Plagas del Café en Chiapas
Copyright  2002 por El Colegio de la Frontera Sur
p. 59-68
INTRODUCCION
Determinar la importancia económica del
Chacuatete del café, Idiarthron subquadratum
Saussure & Pictet, constituye una de las
primeras investigaciones a desarrollar antes de
intentar controlarlo. La generación de este
conocimiento podría definir con mayor exactitud
su peligrosidad como plaga del café, y orientaría
a los agricultores en la toma de decisiones para
un buen manejo. Uno de los aspectos que forma
parte de esta evaluación económica es el Nivel
de Daño Económico (NDE), concepto útil para
saber si una densidad de plaga causa suficiente
daño para que se justifique económicamente el
costo de implementar una estrategia de
combate, lo cual también permite racionalizar el
control de la plaga y reducir los posibles efectos
colaterales. Tomando como base estos
fundamentos del Manejo Integrado de Plagas,
se planteó el presente estudio a fin de
determinar la importancia económica del daño
del chacuatete del café en Siltepec, Chiapas,
donde se reportan altas infestaciones y daños.
El Chacuatete devora hojas, brotes y frutos.
Cuando las infestaciones son leves, las hojas
aparecen comidas en los bordes y en el centro,
los brotes tiernos se observan rotos y las
mordeduras en los frutos generalmente se
limitan a la pulpa. Sin embargo, con
infestaciones fuertes se aprecia la destrucción
completa de las hojas, brotes y ramas jóvenes,
mucho fruto tierno cae al suelo y los frutos
maduros se observan completamente comidos
de la pulpa. Con altas densidades también
pueden llegar a dañar la corteza de los cafetos y
el follaje de los árboles de sombra (Reyes de
Romero, 1986). Debido a estos daños, la
cosecha se afecta en volumen y calidad.
Topete (1966) reportó que la presencia del
chacuatete en cafetales de diversas regiones de
México adquiría cada vez mayor importancia
económica. Le Pelley (1973) menciona que el
chacuatete fue la plaga de café más dañina
durante 1951 y 1952 en El Salvador y en
Nicaragua. Según Villaseñor (1987), la pérdida
de la producción puede alcanzar el 40% en tres
infestaciones sucesivas de chacuatete.
El NDE es un parámetro de decisión para
efectuar un combate económicamente eficiente
de la plaga. La idea de este concepto es convivir
con una plaga determinada hasta un punto en
que cause el daño suficiente para que el
beneficio de reducir su población justifique el
costo de hacerlo (French, 1989). Este concepto
integra el daño y la densidad de la plaga con las
pérdidas económicas en la producción y/o en la
calidad de la cosecha de un cultivo (Benedict et
al., 1989). La definición clásica del NDE fue
dada por Stern et al. (1959), citado por Pedigo et
al. (1986), quienes lo definieron como “la más
baja densidad de población de la plaga que
causará daño económico”. Este concepto
teóricamente está relacionado con una densidad
de plaga que resultará en pérdida económica, y
por lo tanto, es una medida con la cual se
evalúa el estado destructivo y potencial de una
densidad de plaga. En otras palabras, la
aplicación de cualquier acción de control “salva”
la parte del rendimiento que se hubiera perdido
si no se hubiese implementado dicho control. Así
pues, el “rendimiento salvado” tiene un valor
monetario equivalente al costo de implementar
la medida de combate, siempre y cuando la
9. Daño Económico del Chacuatete
acción sea tomada antes o cuando la densidad
de la plaga alcance el NDE. Por lo tanto, el valor
del rendimiento salvado cubre exactamente el
costo del control, mientras que si la densidad de
la plaga es menor, no sería rentable llevar a
cabo el control (Hruska y Rossett, 1987).
Otro término relacionado es el Umbral
Económico (UE) que se define como “la
densidad de población de plaga donde la acción
de combate debe ser tomada para evitar que en
un futuro la población alcance el NDE” (Hruska y
Rossett, 1987). El UE es más difícil de estimar
porque depende de la dinámica poblacional de
la plaga y su proyección en el tiempo,
requiriéndose de varios años de investigación
para lograr predecir esta dinámica.
Considerando que el NDE es relativamente
más fácil de estimar, se ha usado como un “UE
provisional”. En este caso, las acciones de
control se podrían dividir en dos grupos, las que
se llevan a cabo por debajo del NDE que no son
rentables y las que se realizan del NDE hacia
arriba, que sí lo son. Este procedimiento no
indica la densidad “óptima” para iniciar el control,
pero permite por ejemplo eliminar las
aplicaciones de insecticidas no rentables, y
lógicamente innecesarias, “racionalizando” así la
estrategia de control (Hruska y Rossett, 1987).
El NDE está compuesto por dos tipos de datos,
los datos biológicos provenientes de la
experimentación y los datos económicos que se
pueden obtener consultando precios y
calculando costos (Hruska y Rossett, 1987).
El NDE en su forma más sencilla está dado
como la densidad de la plaga donde:
Costo = Beneficio
y Dent (1991) utiliza la siguiente fórmula, la cual
corresponde al modelo de Norton (1976):
NDE = C / PDK
donde: C = costo del control ($/ha), P = precio
de la cosecha ($/ton), D = pérdida de la
producción asociada a una unidad de plaga
([ton/ha]/insecto), y K = reducción en el nivel de
plaga por la acción del combate, o efectividad
del método de combate (porcentaje convertido a
proporción).
Si el método de combate no redujera la
población de plaga por debajo del NDE, o si es
deseada una reducción óptima para mejorar los
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beneficios del control, y la población de insectos
presentan una función lineal de daño, entonces
K (efectividad del método de combate) llega a
ser un componente crítico del modelo (Pedigo et
al., 1986). Obviamente, un cambio en cualquiera
de las variables de la fórmula hará cambiar el
valor del NDE (Pedigo et al., 1986). Para este
caso, D puede ser obtenido con un análisis de
regresión entre la reducción de cosecha y las
densidades conocidas de insectos, o de daño
simulado en el cultivo. Así, el valor de la
pendiente o coeficiente de regresión (β) obtenido
de la ecuación de regresión lineal será el valor
de D. Este método puede ser también utilizado
con insectos u otros organismos que remuevan
nutrientes de las plantas, tales como nemátodos
(Pedigo et al., 1986).
MATERIALES Y METODOS
Localización del área de estudio. Esta
investigación se llevó a cabo en el cafetal
propiedad de la Sra. Virginia Muñoz González,
en el barrio Vega de Guerrero del municipio de
Siltepec,
ubicado
en
las
coordenadas
15º34´12.4´´ latitud Norte y 92º20´45.9´´ longitud
Oeste de la Zona Sierra del estado de Chiapas.
Propósito del experimento. Con el objetivo
de estimar la cantidad de daño que ocasiona el
chacuatete, se realizó un experimento de
infestación artificial de plantas de café (C.
arabica) con diferentes densidades de este
insecto por cafeto.
Parcela
experimental.
Cada
parcela
experimental, consistente en una planta de café
de la variedad Bourbon, de aproximadamente 8
años de edad y de 2.0–2.5 m de altura, se
confinó en una jaula de malla fina de 2 × 2 × 2.5
(altura) metros, en la cual se introdujeron las
densidades conocidas de chacuatetes. Las
plantas de café del experimento estuvieron
ubicadas
bajo
un
60%
de
sombra
aproximadamente.
Diseño experimental. El experimento se
estableció en un diseño completamente
aleatorio donde se utilizaron cinco tratamientos y
cuatro repeticiones para cada uno.
Tratamientos. Los tratamientos consistieron
en diferentes densidades de adultos de
chacuatetes, siendo el testigo la densidad cero.
Las densidades utilizadas como tratamientos
fueron de 0, 5, 10, 15 y 20 chacuatetes por
parcela experimental.
Insectos. Se utilizaron solamente hembras
adultas del chacuatete para realizar la
infestación artificial. Con el objetivo de mantener
9. Daño Económico del Chacuatete
constante el número de insectos por tratamiento
durante todo el experimento, se reemplazaron
periódicamente
aquellos
individuos
que
escaparon de la jaula ó murieron. La liberación
de los insectos dentro de las jaulas se realizó en
el día. Después de la liberación, los chacuatetes
mostraron una rápida movilidad por encontrar el
cafeto y refugiarse.
Manejo de las parcelas experimentales. Se
efectuó continuamente la limpieza de malezas
alrededor de las plantas experimentales y no se
aplicó producto alguno (fertilizante o plaguicida)
durante el periodo que duró el experimento.
Periodo experimental. El estudio se realizó
cuando se observó la mayor abundancia de
insectos adultos en el campo, específicamente
del 29 de Octubre de 1999 al 9 de Febrero de
2000.
Daño en brotes. El daño en brotes se
cuantificó registrando el número de brotes
totales iniciales (incluyendo dañados), así como
los totales finales, para poder calcular el número
de brotes que fueron dañados por el chacuatete.
El daño se clasificó arbitrariamente en las cuatro
categorías que se ilustran en la Fig. 1 y son las
siguientes:
I. Sin daño = sin área foliar consumida por el
chacuatete (cero daño).
II. Daño leve = daño entre 1 y 20% de área
foliar consumida.
III. Daño regular = daño entre 21 y 40% de
área foliar consumida.
IV. Daño fuerte = daño mayor del 40% de
área foliar consumida.
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Daño en hojas. En el censo inicial se
contabilizaron las hojas que no presentaron
daño (hojas sanas), y para obtener el número de
hojas dañadas por planta y en cada tratamiento,
también se contaron al final del periodo de
exposición a los insectos.
Daño en frutos. Como en el caso de la
variable anterior, primero se contabilizó el
número total de frutos sanos posibles de
cosechar y posteriormente el número de frutos
que fue cosechado, para finalmente obtener el
número de frutos que se perdió en cada
tratamiento.
Rendimiento por parcela experimental. Los
frutos de cada unidad experimental que
presentaron madurez de corte en campo fueron
cosechados, contados y pesados con una
balanza granataria. En el mismo día de cosecha
estos frutos fueron despulpados manualmente,
escurridos y fermentados por 24 horas.
Después, los granos fueron lavados con agua
para eliminar el mucílago y secados al sol por
tres días o hasta cuando el grano tuviera 12%
de humedad. La humedad del grano se
determinó con un aparato lector de humedad
marca “Dole 400”. Enseguida se pesó el grano
seco (con 12% de humedad) para determinar el
peso de la cosecha en cada unidad
experimental.
Nivel de Daño Económico (NDE). Para el
cálculo del NDE se utilizó la fórmula de Dent
(1991), incorporando kilogramos perdidos en
este modelo en lugar de toneladas:
NDE = C / PDK
donde: C = costo de control ($/ha), P
= valor de la cosecha ($/kg), D =
reducción en el rendimiento por
unidad de plaga (kg/insecto), y, K =
efectividad del control (porcentaje
convertido a proporción).
El costo de control por hectárea se
obtuvo consultando los precios de
los insumos necesarios para hacer
una espolvoreación de paratión
metílico a una dosis de 20 kg/ha, de
acuerdo a la recomendación del
extinto Instituto Mexicano del Café
(1990), la cantidad de mano de obra
que se requeriría para hacer la
espolvoreación y el costo del bote
para espolvorear. Esta consulta se
hizo en las casas comerciales de
Tapachula y Siltepec.
9. Daño Económico del Chacuatete
El precio de venta de la cosecha “P” se obtuvo
consultando el precio al cual los productores
vendieron el café en el mercado regional, es
decir, con los intermediarios y casas comerciales
de la cabecera municipal de Siltepec, que es en
donde mayormente se oferta el grano producido
en el municipio. En la cosecha 1999-2000 el
precio osciló entre $670 y $900 por quintal de
café pergamino. Los cálculos se hicieron con el
promedio de ambos precios, es decir, $785. El
precio de un kilogramo se obtuvo dividiendo el
precio de venta del quintal entre 57.5 kg, o sea,
$13.65.
Antes de aplicar la fórmula del NDE fue
necesario obtener D en kilogramos perdidos de
café pergamino por unidad de plaga
(kg/insecto), para lo cual se determinó el número
de frutos perdidos en cada tratamiento con la
fórmula:
NFP = NFPC – NFC
donde, NFP = Número de Frutos Perdidos,
NFPC = Número de Frutos Posibles de
Cosechar (al inicio del experimento), y, NFC =
Número de Frutos Cosechados al final del
experimento.
Después, se obtuvo el Peso de la Cosecha
Perdida (PCP) por el chacuatete para cada
tratamiento por medio de la siguiente fórmula:
PCP = (NFP × PFTC) / NFTC
donde: PFTC = Peso de Frutos Totales
Cosechados en todo el experimento, en café
pergamino (kgs), y NFTC = Número de Frutos
Totales Cosechados en café uva.
Con los datos de PCP por tratamiento y las
densidades de chacuatetes, se calculó la
pérdida de café pergamino que un insecto
ocasiona. Se asumió que el grado de supresión
de la plaga “K”, es decir la eficiencia del
producto insecticida, fue de 98%.
Análisis estadístico. Dado que al iniciar el
experimento los totales de hojas, frutos y brotes
eran
desiguales
entre
las
unidades
experimentales, fue necesario analizar los datos
con Análisis de Covarianza (ANCO) (al 5% de
nivel de significancia) para determinar si existió
diferencia estadística entre los tratamientos.
Para las respuestas que presentaron datos en
cero, se hizo la transformación logarítmica ln
(x+1), donde x fue el valor de cada dato.
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Moreno et al.
Posteriormente, para los casos donde se
presentó diferencia estadística significativa, se
procedió a hacer la comparación de medias
ajustadas de las respuestas, para determinar las
relaciones de igualdad entre los tratamientos de
densidades por medio de la prueba de Tukey
(5% de significancia), utilizando el paquete de
diseños experimentales de Olivares (1994).
Se realizaron análisis de regresión lineal entre
las densidades de chacuatetes y las pérdidas de
café que ocasionaron, tanto en porcentaje como
en peso, para obtener el valor de D, la cual
equivale al coeficiente de regresión (β) obtenido
en el análisis.
RESULTADOS
Daño en Brotes. Hubo más brotes sanos al
inicio que al final del experimento, de acuerdo
con el análisis de covarianza (F= 4.78, g. l.= 4,
14, P<0.05). Asimismo, se observó que con la
presencia de chacuatetes en las plantas
experimentales disminuyó drásticamente el
número de brotes sanos con respecto al testigo
(sin chacuatetes). Esta disminución fue
significativa de acuerdo con la prueba de Tukey
(w= 44.47; g. l. e.= 14; P<0.05), aunque tal
disminución no se relacionó con las densidades
de los insectos, ya que no hubo diferencia
estadística entre éstas.
La Fig. 2 presenta los brotes dañados
clasificados por intensidad o categoría de daño.
En esta figura se aprecia que el número de
brotes dañados se incrementó en todas las
categorías de daño entre el inicio y el final del
experimento, sin embargo, el análisis de
covarianza por categoría de daño no registró
diferencia significativa (daño leve: F= 1.95, g. l.=
4, 14, P>0.05; daño regular: F= 2.98, g. l.= 4, 14,
P>0.05; daño fuerte: F= 3.05, g. l.= 4, 14,
P>0.05). La prueba de Tukey tampoco registró
diferencia significativa entre las densidades del
chacuatete al término del estudio para daño leve
(w= 24.42, g. l. e.= 14, P>0.05) y para daño
regular (w= 13.01, g. l. e.= 14, P>0.05), pero sí
para la categoría de daño fuerte (w= 21.60, g. l.
e.= 14, P<0.05) (Fig. 2b). Sin embargo,
solamente la densidad de 10 chacuatetes por
planta provocó un daño de categoría fuerte
significativamente mayor que el testigo. En el
testigo se observan daños que fueron atribuidos
al manejo de las unidades experimentales y a la
presencia de gusanos defoliadores, minador de
la hoja del café, roya, entre otros.
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Moreno et al.
significativamente en todas las
densidades de chacuatetes, con
excepción de la densidad de 20
chacuatetes (w= 222.57, g. l. e.=
14, P<0.05).
Daño en Hojas. El número de hojas sanas al
inicio del experimento fue significativamente
mayor que al final (F= 4.24, g. l.= 4, 14, P<0.05).
Se observó que con respecto al testigo el
número
de
hojas
sanas
disminuyó
Y con respecto a las hojas
dañadas, en la Fig. 3 se observa
que el número de éstas al iniciar el
experimento era significativamente
mínimo comparado con el número
que se presentó al final del
estudio, de acuerdo al análisis de
covarianza (F= 4.49, g. l.= 4, 14,
P<0.05). Sin embargo, solamente
en el caso de la densidad de 15
chacuatetes se observó una
diferencia
significativa
con
respecto al testigo, de acuerdo
con la prueba de Tukey (w=
222.76, g. l. e.= 14, P<0.05) (Fig.
3b). En el testigo también se
observa daño en hojas, pero como
se indicó anteriormente, éste fue
atribuido a otras causas.
Daño en Frutos. El número de
frutos al inicio y al final del
experimento se puede apreciar en
la Fig. 4. Aquí se puede observar
que, al igual que en brotes y hojas,
se presentaron significativamente
más
frutos
al
inicio
del
experimento que hacia el final del
mismo, según el análisis de
covarianza (F= 5.34, g. l.= 4, 14,
P<0.05). Al final del experimento,
la prueba de Tukey indicó que
conforme
aumentaron
las
densidades de chacuatetes por
planta, va disminuyendo la
cantidad de frutos, sin embargo,
no es sino hasta las densidades
15 y 20 donde se presenta
diferencia significativa con relación
al testigo. En el testigo se observó
daño en frutos causado por el
manejo
de
los
cafetos
experimentales y la incidencia de
antracnosis.
Rendimiento
por
parcela
experimental. Los rendimientos
promedios (± error estándar) obtenidos de las
plantas experimentales variaron ampliamente
entre densidades, siendo los cafetos del testigo
los que presentaron el mayor rendimiento, con
un valor de 0.28 ± 0.14 kg, mientras que el
rendimiento promedio fue de 0.17 ± 0.09, 0.03 ±
9. Daño Económico del Chacuatete
0.02, 0.01 ± 0.008 y 0.08 ± 0.08 kgs, en las
densidades 5,
10, 15 y 20 chacuatetes,
respectivamente. El rendimiento perdido varió de
0.01 ± 0.007, 0.10 ± 0.01, 0.17 ± 0.03, 0.23 ±
0.06 y 0.18 ± 0.07 kgs, para las densidades 0, 5,
10, 15 y 20 chacuatetes, respectivamente.
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Estos valores fueron utilizados para obtener el
valor de D (pérdida por insecto) antes de
calcular el NDE.
Costo del control (C). El costo del control del
chacuatete mediante una espolvoración de
paratión metílico, a una razón 20 kg/ha, dos
jornales y dos botes espolvoreadores fue de
$340.00 por hectárea.
Reducción en rendimiento por insecto (D). El
valor de D expresado en
kilogramos perdidos por
insecto se obtuvo con un
análisis de regresión lineal
entre las densidades de
insectos y la pérdida de café
uva en kilogramos de café
pergamino (PCP).
En la Fig. 5 se presenta la
relación
entre
las
densidades del chacuatete y
el
rendimiento
perdido
(PCP). Como se puede
apreciar, a partir de 15
chacuatetes por cafeto la
pérdida ya no se incrementa
de manera proporcional a
las densidades, por lo tanto,
para calcular el término D,
fue necesario eliminar del
análisis las densidades 15 y
20.
El análisis de regresión
entre las densidades y el
peso de la cosecha perdida
(PCP),
indicó
una
correlación
positiva
y
altamente significativa (r=
0.881; g. l.= 10; P<0.01), tal
como se indica en la Fig. 6.
D toma el valor del
coeficiente de regresión, es
decir, D= 0.0175, que se
traduce como una pérdida
de 0.0175 kg/insecto.
Cálculo del NDE. Una
vez obtenidos todos los
componentes del NDE, a
saber: C= $340, P= $13.65,
D= 0.0175 kg/insecto y K=
0.98 de efectividad del
insecticida, se procede a
sustituirlos en la fórmula de
Dent (1991) para calcularlo:
9. Daño Económico del Chacuatete
NDE = C / PDK
NDE = 340 / [13.65 × 0.0175 × 0.98]
NDE = 1452 insectos/ha
Esto significa que se requieren 1452
chacuatetes por hectárea para ocasionar una
pérdida en la cosecha equivalente al costo del
control.
Dinámica del NDE. El valor del NDE se
modifica de acuerdo a los cambios que se
presentan en los parámetros que se usan para
su cálculo. Por lo tanto se hicieron cálculos de
NDE utilizando diferentes valores del costo del
control y del precio de venta de la cosecha
(Cuadro 1). En este cuadro se puede apreciar
cuan dinámico es el NDE. Por ejemplo, se
puede observar que mientras aumenta el costo
de control, el valor del NDE también lo hace,
mientras que al aumentar el precio de la
cosecha, ocasiona un decremento en el valor
del NDE.
El Cuadro 1 puede tener una gran aplicación
práctica para técnicos y agricultores en el control
del chacuatete, ya que si se conoce el costo del
control y el precio del café, se puede determinar
fácilmente el NDE sin aplicar la fórmula de Dent
(1991).
Por ejemplo, para encontrar el valor del NDE
en este cuadro, se deben seguir los siguientes
pasos:
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1) Calcular el costo del control, por ejemplo
$340 /ha.
2) Consultar el precio de venta de la cosecha
al cual venderá el productor su café y
dividirlo entre 57.5. En este caso sería de
$785 /Qq, por lo que el precio de un
kilogramo de café sería de $13.65
(785/57.5).
3) En el Cuadro 1 se busca el valor de la
intersección
entre
la
columna del costo
del
control igual a 350 (valor
más próximo a 340) y el
precio del café igual a 14
(valor más próximo a
13.65), el cual nos da un
NDE = 1458 insectos/ha.
4) Enseguida se procede
a hacer un muestreo del
chacuatete. Solamente se
justificará
hacer
una
espolvoreación
del
insecticida si el muestreo
indica que hay más de
1458 chacuatetes/ ha.
DISCUSION
El chacuatete del café es un insecto que
raramente ocasiona daños. Esto se debe, según
Barrera (1998), al hecho de que sus poblaciones
son reguladas a tal grado por sus enemigos
naturales
que
prácticamente
pasa
desapercibido.
Sin embargo, cuando sus poblaciones crecen
sin el freno de los factores de mortalidad, los
daños llegan a ser de consideración (Instituto
Salvadoreño de Investigaciones del Café, 1989;
Asociación Nacional del Café, 1991).
Por ejemplo, en ciertas regiones de Oaxaca y
Chiapas se han reportado daños ocasionados
por el chacuatete, siendo la infestación de
algunos barrios del municipio de Siltepec,
Chiapas, la más notable en la década de los
noventa. En esta región de la Sierra de Chiapas
no son raras las pérdidas en la cosecha por
arriba del 40% (Barrera, 1998).
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9. Daño Económico del Chacuatete
Moreno et al.
Cuadro 1. Valores del Nivel de Daño Económico para el chacuatete (insectos/ha) con diferentes
costos de control (C, en pesos/ha), precio del kilogramo de café pergamino (P, en pesos),
con K = 0.98 y D = 0.0175 (kg/insecto).
C
100
150
200
250
300
350
400
450
500
2
2915
4373
5831
7289
8746
10204
11662
13120
14577
3
1944
2915
3887
4859
5831
6803
7775
8746
9718
4
1458
2187
2915
3644
4373
5102
5831
6560
7289
5
1166
1749
2332
2915
3499
4082
4665
5248
5831
6
972
1458
1944
2430
2915
3401
3887
4373
4859
7
833
1249
1666
2082
2499
2915
3332
3748
4165
8
729
1093
1458
1822
2187
2551
2915
3280
3644
9
648
972
1296
1620
1944
2268
2592
2915
3239
10
583
875
1166
1458
1749
2041
2332
2624
2915
11
530
795
1060
1325
1590
1855
2120
2385
2650
12
486
729
972
1215
1458
1701
1944
2187
2430
13
449
673
897
1121
1346
1570
1794
2018
2243
14
416
625
833
1041
1249
1458
1666
1874
2082
15
389
583
777
972
1166
1361
1555
1749
1944
16
364
547
729
911
1093
1276
1458
1640
1822
17
343
514
686
857
1029
1200
1372
1543
1715
18
324
486
648
810
972
1134
1296
1458
1620
19
307
460
614
767
921
1074
1228
1381
1534
20
292
437
583
729
875
1020
1166
1312
1458
21
278
416
555
694
833
972
1111
1249
1388
22
265
398
530
663
795
928
1060
1193
1325
23
254
380
507
634
761
887
1014
1141
1268
24
243
364
486
607
729
850
972
1093
1215
25
233
350
466
583
700
816
933
1050
1166
26
224
336
449
561
673
785
897
1009
1121
27
216
324
432
540
648
756
864
972
1080
P
Cap. 9. Daño Económico del Chacuatete
No obstante lo anterior, la información
disponible sobre la cuantificación de los daños
de este insecto es sumamente escasa. A
nuestro conocimiento, solamente existe un
estudio al respecto y éste se circunscribió a
evaluar el daño foliar provocado por los
diferentes estadios de desarrollo del chacuatete
en El Salvador, C. A. (Reyes de Romero, 1986).
Este estudio, como el nuestro, que también
consideró el daño a frutos, ponen de manifiesto
el poder destructivo de este insecto.
Si bien el estudio de Reyes de Romero (1986)
es un buen intento para evaluar el daño de I.
subquadratum en café, dicho estudio no registró
datos de cosecha, y por lo tanto, la información
que proporciona no permite estimar el Nivel de
Daño Económico (NDE).
Con la metodología utilizada en nuestra
investigación,
consistente
en
infestar
artificialmente cafetos en producción con
densidades conocidas del insecto en cuestión,
por primera vez se pudo estimar el valor de D
para el chacuatete en 0.0175 kg, es decir, la
pérdida que es capaz de ocasionar un solo
individuo en aproximadamente tres meses,
información esencial para utilizar el modelo del
NDE (Pedigo et al., 1986; Dent, 1991). A partir
de la densidad de 15 chacuatetes por planta, el
daño en brotes, hojas y frutos no disminuyó de
manera proporcional a las densidades de
insectos, lo cual hace suponer que se dieron
relaciones de competencia intraespecífica. Esto
concuerda con observaciones realizadas
durante el experimento, en el cual se
presentaron disminuciones en el número de
insectos que componían los tratamientos, se
encontraron individuos carentes de algunas de
sus extremidades, huellas de mordeduras e
insectos muertos, hecho que fue mas frecuente
en las densidades de 15 y 20 insectos. Estas
observaciones también concuerdan con estudios
realizados en los laboratorios de ECOSUR
donde se presentó canibalismo cuando el
insecto estaba confinado en recipientes con
sobrepoblación (J.A. Zúñiga, com. pers. 2000).
Este hecho sugiere que densidades superiores a
10 insectos por planta ya no representan
condiciones naturales, por tal razón es
recomendable
considerar
en
el
futuro
densidades inferiores por planta.
Tomando en cuenta un costo del control de
$340.00, un precio del café pergamino de
$13.65/kg y una D= 0.0175 kg/insecto, se pudo
estimar el NDE en 1452 insectos/ha.
67
Moreno et al.
Si consideramos una densidad de 1800
cafetos por hectárea (como es el caso de
algunas parcelas de Siltepec), y sabiendo que el
chacuatete se distribuye de manera regular
cuando se alimenta por la noche (Zúñiga, 2000),
esto significa que el NDE, para este ejemplo, se
alcanza con poco menos de un chacuatete por
planta de café.
Aunque el NDE no es igual al Umbral
Económico (UE), tal como lo aclaran varios
trabajos (Poston et al., 1983; Andow and Kiritani,
1983; Pedigo et al., 1986), éste puede ser
utilizado como un “UE provisional” (Hruska y
Rossett, 1987). Bajo esta consideración, se
propone una tabla práctica para la estimación
del NDE que pretende ayudar a los productores
a tomar decisiones clasificando la población del
chacuatete en dos grupos, uno en el cual se
llevan a cabo acciones por debajo del NDE, que
no son rentables, y otro en el que se realizan las
acciones por arriba del NDE, que sí lo son.
El muestreo del chacuatete se deberá realizar
de noche, ya que en el día se encuentran
escondidos en sitios muchas veces inaccesibles
para los muestreadores (Zúñiga, 2000). Y de
preferencia, se deberá muestrear cuando
aparecen las ninfas, posiblemente en Julio.
Dado que el estudio se hizo con adultos, la
aplicación de la tabla práctica es bajo el
supuesto de que la mortalidad de las ninfas es
imperceptible, por lo cual, la gran mayoría de
éstas pasará al estado adulto hacia el mes de
octubre.
Todavía
se
requieren
hacer
más
investigaciones para proponer un manejo más
eficiente del chacuatete, por ejemplo determinar
la eficiencia del método de control, maximizar
las ganancias, determinar el UE, sin embargo,
por medio de esta investigación se pretende
contribuir a eliminar las aplicaciones de
insecticidas no rentables e innecesarias, con lo
cual de acuerdo con Hruska y Rossett (1987), se
estaría racionalizando la estrategia de control.
CONCLUSIONES
De los resultados obtenidos a través de la
presente investigación se concluye lo siguiente:
La
cantidad de hojas y brotes dañados varió
con
las
diferentes
densidades
del
Cap. 9. Daño Económico del Chacuatete
chacuatete utilizadas en la infestación
artificial.
El
Chacuatete es capaz de causar
importante daño económico en la cosecha
de café.
Se encontró una correlación lineal positiva y
altamente significativa entre las densidades
de chacuatete y la pérdida que causa en
café pergamino, hasta la densidad de 10
chacuatetes por cafeto.
La pérdida en la cosecha ocasionada por un
chacuatete fue de 0.0175 kg de café
pergamino (valor de D en la fórmula del
NDE).
A densidades de 15 y 20 insectos por cafeto
se presentó una fuerte competencia
intraespecífica.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a los cafeticultores de los
barrios Vega de Guerrero y Vicente Guerrero
(Siltepec), por todas las facilidades otorgadas
para la realización de esta investigación, en
especial a Don Límbano González y a Doña
Virginia Muñoz. Se agradece también al
Proyecto SIBEJ-CONACYT-ECOSUR “Biología,
Ecología y Control de tres principales plagas del
café en Chiapas”, clave 19980501023, que
otorgó una beca a B. M. Muchas gracias al
presidente municipal de Siltepec, Ing. José
Trinidad por todo el apoyo concedido a esta
investigación.
LITERATURA CITADA
Asociación Nacional del Café. 1991. Manual de
caficultura. 2ª edición. Guatemala, C.A. SubGerencia de Asuntos Agrícolas. p. 136-137.
Barrera, J.F. 1998. Biología, Ecología y Control
de tres principales plagas del café en Chiapas.
Protocolo
de
proyecto
Sistema
de
Investigación Benito Juárez. Tapachula,
Chiapas, México. El Colegio de la Frontera
Sur. 54 pp
68
Moreno et al.
Dent, D. 1991. Insect Pest Management. UK,
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Centre
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cafeto en México. 1ª edición. México D.F.
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Tettigoniidae) in coffee plantations in Chiapas,
Mexico. Tesis de Maestría. Tapachula,
Chiapas. El Colegio de la Frontera Sur. 24 p.

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