el de los motores

Transcripción

el de los motores
Utiempos modernos / MODERN TIMES
Divas del cine, como Monica
Vitti, en un Ferrari, adoraron los
coches de lujo. A la izquierda, el
Lamborghini Gallardo.
EL
Movie stars like Monica Vitti,
seen here in a Ferrari, adore
luxury cars. Left, a Lamborghini
Gallardo.
DE LOS MOTORES
Los apasionados de los coches míticos –esos cuyos nombres se identifican
con diseño, lujo y velocidad–, deberían viajar a Italia, a la cuna de esos automóviles apellidados Ferrari, Lamborghini o Maserati. Exactamente, al Valle de los
Motores, una tierra situada a caballo entre el mito y la tecnología.
T
F
/T
P
: PEDRO GRIFOL
.
exto y
82 excelente
otografías
ext and
hotographies
excelente 83
De izquierda a derecha y de arriba abajo,
estatua de Neptuno en Bolonia, la Galleria
Ferrari, el Duomo de Módena, interior de
Maserati, una bodega de Lambrusco y la
tienda de la fábrica Maserati.
From left to right and from top to bottom:
Neptune statue in Bologna,
the Ferrari Gallery, Modena’s Duomo,
inside Maserati, a Lambrusco wine
cellar and the Maserati factory shop.
El Valle de los Motores
Ferrari, Maserati, Lamborghini...
La cuna de los míticos supercoches
La Vía Emilia es el nombre con el que se conoce la
calzada romana que une el norte de Italia con el mar
Adriático en el este central de la península. Hoy se la
identifica como Strada Statale nº 9 Via Emilia; y es aquí,
al final del tramo que atraviesa las ciudades de Módena y
Bolonia, en la región Emilia Romana, en plena llanura padana y abarcando un radio de no más de 50 kilómetros a
la redonda, donde se encuentra la mayor concentración
del mundo de fabricantes, expertos y coleccionistas de los
automóviles más prestigiosos y exclusivos que nunca se
hayan creado.
En el museo-colección de Autos Stanguellini, a las afueras de Módena, Arturo Vicario es el mantenedor de una
colección desde hace más de 40 años y un coche histórico: el bellísimo Berlinetta 1100 , del que solo se fabricaron
nueve unidades en los años 50.
84 excelente
Ferrari
El logotipo del Cavallino Rampante, el famoso escudo de
Ferrari, fue originariamente el símbolo de las fuerzas aéreas italianas durante la Primera Guerra Mundial, ya que
el héroe nacional, el piloto Francesco Baracca, lo pintaba
en el lateral de sus aviones porque tenía fama de ser el
mejor cavaliere de su equipo.
En 1923, el piloto Enzo Ferrari ganó una carrera en el
circuito Savio de Ravena, y allí conoció a la condesa Paolina, madre del aviador Baracca, quien le pidió que usara
el cavallino rampante en sus coches, sugiriendo que le
traería buena suerte. Ferrari accedió y conservó el caballo negro tal cual y como lo había pintado Baracca, pero
añadió el fondo amarillo porque era el color representativo de su lugar de nacimiento, Maranello.
Maranello, a 20 kilómetros de Módena, es el ombligo
del mundo para todos los aficionados a la Fórmula 1,
donde todo gira en torno a la Galeria Ferrari, galería y
no museo porque está concebida como un espacio dinámico donde se suceden varios acontecimientos, con
un auditorio donde se proyecta en directo la disputa de
los grandes premios internacionales de la temporada y
donde se dan cita los apasionados del automovilismo
de todo el mundo.
Cuando Enzo Ferrari fundó la Scuderia Ferrari en
1929 nunca pensó en producir coches de calle. Su verdadera pasión fueron siempre los bólidos de carreras;
cuando empezó a fabricar modelos de “paseo” comenzó a experimentar la desagradable sensación de que la
mayoría de ellos compraban sus coches por prestigio y
no por sus prestaciones.
Maserati
En Módena también está la fábrica Maserati. Su alta torre
coronada con el Tridente (emblema inspirado en la estatua de bronce de Neptuno que adorna la Plaza Mayor de
Bolonia), es ya la referencia visible más alta de la ciudad,
superando a la torre del campanario –la Ghirlandina– de la
imponente catedral.
En tiempos de Juan Manuel Fangio, que conquistó el
título mundial de Fórmula 1 (1957) con un Maserati, la
firma tenía buena reputación en la especialidad, pero su
fama llegó en los 70, cuando de la mano de Alejandro
de Tomaso y del diseñador Ghia creó algunos de los
automóviles más interesantes de todos tiempos, bautizados con nombres de evocadores vientos exóticos:
Ghibli, Khasmin, Bora, Kyalami... Ahora, la casa del tri-
excelente 85
dente arrasa en el mercado de coches de alta gama con
el Gran Turismo y el GT Quattroporte.
Lamborghini
La factoría y museo Lamborghini, equidistante 25 kilómetros de Módena y Bolonia, está situada en una pequeña
localidad llamada Sant ‘Agata Bolognese.
Ferruccio Lamborghini, fabricante de tractores, apasionado por los deportivos y propietario de varios Ferrari
notó que algunos componentes del embrague de sus autos eran los mismos que usaban sus tractores, causando
algunas complicaciones técnicas al utilizarse en coches
deportivos. Un día fue a ver a Enzo Ferrari para “discutir
sobre el tema”. Pero Ferrari menospreció sus conocimientos diciendo que un fabricante de tractores no podía criticar a su empresa.
Lamborghini decidió entonces construir coches mejor
que Ferrari, contrató a algunos de sus ingenieros (Dallara,
Wallace y Bizzarrini) y en 1966 fabricaron el famoso Lamborghini Miura, uno de los animales más bellos del mundo,
mezcla de agresividad, fuerza, originalidad y clase, a tono
con la leyenda de la ganadería española. A partir de ahí,
cada nuevo modelo es bautizado con el nombre de un toro
bravo: Islero, Diablo y Murciélago.
El último coche de serie salido de la factoría Lamborghini
se llama Gallardo, un pura sangre robotizado. Pero el bicho
favorito es una exclusividad llamada Reventón, nombre del
toro que segó la vida del mexicano Félix Guzmán en los
años 40. Hay 20 ejemplares iguales, todos vendidos desde
que se anunció su llegada, y no se van a construir más.
Muy exclusivos
Si le gusta pasar desapercibido, no compre un Zonda. Se
trata de un dos plazas convertible de apabullantes prestaciones. La Pagani Zonda es la última incorporación al
Valle de los Motores. Debutó como fabricante en 1999 y
continúa hasta el presente en la pequeña villa de San Cesario sul Panaro, a 20 kilómetros de Módena, donde se
construyen no más de 15 coches por año. “La perfección
técnica requiere lentitud”, dice Pagani
De regreso a Módena, conviene visitar algunos talleres
mecánicos donde se revisan y restauran los automóviles
que forman parte de las cosas entrañables de familia (Candini, Carrozzeria Campana, Auto Sport Modena y Carpi) y
echar un vistazo a una de las más importantes colecciones
de coches históricos: la colección Panini.●
La Gallería Ferrari es el gran
templo de los aficionados a la
Fórmula 1 y a la mítica marca
automovilística, cuya imagen es
el Cavallino Rampante.
86 excelente
The Ferrari Gallery is a temple
for fans of Formula 1 and of this
mythic automobile brand, whose
image is the rearing horse.
excelente 87
The
of the motors
Enthusiasts of legendary cars – those
whose names are identified with design,
luxury and speed – should travel to Italy,
the cradle of those automobiles called
Ferrari, Lamborghini or Maserati. Precisely
to the Valley of the Motors, a territory
striding mythology and technology.
The Vía Emilia is the Roman road which links the
north of Italy with the Adriatic Sea in the eastcentral part of the peninsula; currently, it is known as
Strada Statale No. 9 Vía Emilia. And here, at the end
of the stretch which crosses Modena and Bologna, in
the Emilia Romana region at the heart of the Padana
Plain and encompassing a radius of 50 kilometres,
is the greatest concentration in the world of
manufacturers, experts and collectors of the
most prestigious and exclusive cars ever
made.
In the Autos Stanguellini
Collectors Museum, on the
outskirts of Modena, Arturo
Vicario has been the caretaker
of a collection of vehicles for
more than 40 years and which
includes an exquisite Berlinetta
1100, of which only nine units
were manufactured in the 1950s.
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Página anterior, Juan
Manuel Fangio. A la
izquierda, un Maserati.
Sobre estas líneas, una
barqueta construida
por Stanguellini.
Previous page, Juan
Manuel Fangio. Left,
a Maserati. Above, a
sports car built by
Stanguellini.
excelente 89
Ferrari
The “cavallino rampante” logo, Ferrari’s famous shield,
was originally the symbol of the Italian Air Force during
World War I because the national hero, Franceso
Baracca, used to paint it on the sides of his aircraft; he
was said to be the best cavaliere of his team. In 1923,
racing driver Enzo Ferrari won the race at Ravena’s
Savio circuit and there he met Countess Paolina,
mother of the airman Baracca, who asked him to use
the rearing horse on his cars, suggesting that it would
bring him good luck. Ferrari agreed and kept the black
horse just as Baracca had painted it, but adding a
yellow background because that colour represented his
birthplace, Maranello.
Maranello, 20 kilometres from Modena, is the centre
of the world for all Formula 1 fans, where everything
evolves around the Ferrari Gallery; a gallery and not a
museum, it should be noted, because it is conceived
as a dynamic space where several events occur, with
an auditorium where the GP competitions are screened
live and where automobile aficionados from all over the
world gather.
When Enzo Ferrari founded the Scudería Ferrari in
1929 he never thought of making street cars. His real
passion was for racing cars. When he started to make
ordinary cars he began to experience the unpleasant
feeling that most people bought his vehicles for
prestige rather than for performance.
Maserati
The Maserati factory is also in Modena. Its tall tower
crowned with the Trident (the emblem inspired by the
bronze Neptune statue which adorns Bologna’s Main
Square), is the city’s most visible landmark, higher than
the Ghirlandina belfry of the imposing cathedral.
In the era of Juan Manuel Fangio, winner of the
world Formula 1 championship title in 1957 at the
controls of a Maserati, the manufacturer had a good
reputation in this speciality, but its fame came in the
1970s when it created some of the most interesting
cars of all times with the help of Alexander de Tomaso
and designer Ghia. They were named after evocative
and exotic winds: Ghibli, Khasmin, Bora, Kyalami and
so forth. Currently, the house of the trident is sweeping
the high-powered car market with the Gran Turismo
and the GT Quattroporte.
En Módena se puede visitar
una de las más importantes
colecciones de coches
históricos que hay en el mundo:
la colección Panini.
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Modena has one of the most
important collections of historic
cars in the world: the Panini
collection.
excelente 91
A la izquierda, un
Lamborghini Islero. A
la derecha, un modelo
Zonda. Debajo, el
perro Lupo guarda
antiguos modelos.
Left: a Lamborghini
Islero. Right: a Zonda
model. Below: the
dog Lupo guards old
models.
Lamborghini
The Lamborghini factory and museum is 25 kilometres
from both Modena and Bologna, in a small town called
Sant ‘Agata Bolognese.
Ferruccio Lamborghini, a manufacturer of tractors,
and a sports car enthusiast who owned several Ferraris,
noticed that some of the parts of these cars’ clutches
were the same as those he used in his tractors, and that
they caused some technical complications when used
in sports cars. One day he went to see Enzo Ferrari to
“discuss the issue”. But Ferrari dismissed his expertise,
judging that a tractor producer couldn’t criticise his
company.
Lamborghini then decided to make better cars than
the Ferraris. He contracted some of its engineers (Dallara,
Wallace and Bizzarrini) and in 1966 they produced the
famous Lamborghini Miura, one of the most beautiful
animals in the world, a mixture of agressivity, power,
originality and class, in line with the fame of the Spanish
bull breeding ranch. From then on each new model was
named after a fighting bull: Islero, Diablo and Murciélago.
The last standard car to come out of the Lamborghini
92 excelente
factory is called Gallardo, a robotised
thoroughbred. But the favourite beast is an exclusive
vehicle called Reventón, named after the bull which killed
the Mexican matador Félix Guzmán in the 1940s. There
are 40 identical units, all sold after the announcement of
their release, and no more are to be made.
Very exclusive
If you like to drive without being noticed, don’t buy a
Zonda. It’s a convertible with incredible performance.
The Pagani Zonda is the latest entry to the Valley of the
Motors. Pagani made his debut as a manufacturer in 1999
and the factory has remained until now in the small town
of San Cesario sul Panaro, 20 kilometres from Modena,
where no more than 15 cars a year are produced.
“Technical perfection requires slowness,” says Pagani.
Returning to Modena it is worth visiting some
mechnical family workshops (Candini, Carrozzeria
Campana, Auto Sport Modena and Carpi) where cars are
checked and overhauled, and take a look at some of the
major collections of historic cars of this kind: The Pagani
Collection.●
excelente 93

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