Manifestaciones y secuelas cutáneas de la drogadicción

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Manifestaciones y secuelas cutáneas de la drogadicción
Manifestaciones y secuelas cutáneas de la drogadicción
Juan M. Aldasoro1
RESUMEN: Las lesiones dermatológicas producidas por la administración de drogas ilícitas y
sus eventuales secuelas, tienen implicancias médico-legales y sumo valor para el diagnóstico
retrospectivo de adicción. Estas lesiones son de origen multífactorial: combinan la reacción
del huésped ante agentes químicos sensibilizantes e irritantes, traumatismos reiterados por
técnicas de aplicación incorrectas e infección sobreagregada. Clínicamente, se observan como
hiperpigmentaciones sobre trayectos vasculares indurados, cicatrices atróficas en áreas de
inyección subcutánea, abscesos sépticos y granulomas por cuerpo extraño, en su mayoría
provocados por excipientes y adulterantes, como lesiones más características.
Se presentan casos clínicos y se hace revisión de estos procesos, enfatizando la situación
particular en Argentina en relación a la bibliografía consultada, proveniente de países del Pri­
mer Mundo. Asimismo, se ilustra brevemente el léxico tan particular de los adictos, cuyos rudi­
mentos se vuelven imposibles de obviar cuando se avanza en el estudio de estos pacientes.
Palabras clave: pigmentación - granulomas - adulterantes - diluyentes.
ABSTRACT: Skin lesions and sequelae derived from ilicit drug abuse have important legal im­
plications besides its value for retrospective diagnosis of addiction.
Drug-addicts self-induced lesions are due to a wide range of chemical compounds with
irritating and/or sensitizing actions as well as traumatic techniques of injection and superimpo­
sed infection. Clinically, they appear as hyperpigmented areas over sclerosed veins, atrophic
scars as stigmata of subcutaneous shots, septic abscesses and toreign body granulomas rela­
ted to adulterants or drug diluents.
Clinical cases are presented and the broad aspects of this subject are reviewed, tocussing
on Argentina's particular situation, compared with uses and customs extracted from the First
World countries bibliography consulted. We include a brief review of the truly sui-generis slang
of addicts and dealers, which as the study of this patients deepens, becomes impossible to be
left aside.
Key words: Pigmentary changes - granu/oma - adu/terants - di/uents.
Arch. Argent. Dermatol. 53:99-106, 2003
INTRODUCCION
El consumo de drogas ilícitas es un fenómeno
social muy complejo. Vinculado por su poder econó­
mico con los más altos niveles de decisión política
mundial, su crecimiento y expansión han sido cons­
tantes desde la segunda mitad del siglo XX. Dentro
de los múltiples factores que lo explican se encuen­
tran una progresiva desestructuración familiar, la
falta de referentes sociales válidos y la ansiedad y
el aislamiento que padece el individuo en una reali­
dad cada vez más competitiva y demandante. En
otros casos, la insatisfacción y el hastío conducen a
las drogas como búsqueda de nuevas sensaciones,
incitadas por sofisticadas técnicas de publicidad su­
bliminal, o se las ha empleado como instrumento
motivador de rebelión y social. Tal fue el caso del
movimiento "hippie" de los años '60 en los Estados
Unidos. Surgido como expresión colectiva de pro-
' Médico Dermatólogo. Cruz Roja Argentina - Filial Villa Ballester.
Recibido: 4·6·2002.
Aceptado para publicación: 26-8-2002.
testa bajo las premisas de "paz y amor libre", las
drogas alucinógenas o "psicodélicas" se introduje­
ron como un elemento de alienación. Timothy Lea­
ry, un controvertido psiquiatra de la Universidad
de Harvard fue uno de sus mentores, proponiendo
el uso del LSD para recrear una "nueva percepción"
de la realidad, contrapuesta al consumismo y a la
creciente militarización de la sociedad norteameri­
cana.
En la actualidad, las estadísticas referidas a la
prevalencia y preferencias de consumo en distintas
sociedades y grupos dentro de una misma sociedad,
varían considerablemente: en el Hemisferio Norte,
los psicoestimulantes (cocaína y anfetaminas) y los
opiáceos (morfina y heroína) son las drogas de uso
más difundido y por su forma de preparación y ad­
ministración las más frecuentemente relacionadas
con manifestaciones dermatológicas1•
La Argentina, si bien ha experimentado un no­
table incremento en el consumo, conserva su cate­
goría histórica de país de tránsito y no productor.
En nuestro medio, la droga de iniciación es la ma-
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Juan Martín Aldasoro
rihuana (el 90% de lo incautado es para consumo
interno) y luego la cocaína bajo las formas de pasta
base, "crack" y clorhidrato que se consumen fuman­
do o por inhalación. Según datos extraídos del Estu­
dio Nacional sobre Sustancias Adictivas del año
1999, los productos inyectables son empleados en
una proporción mucho menor (no llega al 3% del to­
tal) y de este porcentaje lo utilizado por razones de
disponibilidad y costo no son la morfina, morfino­
símiles y heroína sino la cocaína y las anfetaminas
disueltas para ser inyectadas, por lo que no son es­
tadísticamente significativos en el contexto global2•
Químicamente, la gran mayoría de estos com­
puestos son "alcaloides", término con el que se defi­
ne a toda sustancia alcalina, aromática y adictiva.
La expresión "estupefaciente", más abarcativa, se
refiere a todo producto ilícito que altera la percep­
ción y disminuye el estado de conciencia hasta el
estupor.
Algunos de los pacientes estudiados pertenecen
a Centros de Rehabilitación de la Provincia de Bue­
nos Aires y otros son particulares. Tanto en ellos
como en la bibliografía consultada se procuró selec­
cionar no infectados con el HIV, para que los hallaz­
gos cutáneos inherentes a su adicción fueran "pu­
ros", es decir, ni superpuestos ni modificados por
infecciones oportunistas u otras patologías asocia­
das a la evolución del SIDA.
CASOS CLINICOS
Caso 1:
R. A. Masculino. 29 años.
Comenzó fumando marihuana esporádicamente a los
12 años. A partir de los 15 su adicción se hizo constante
junto con el abuso de alcohol y poco después con la inges­
tión de "pastas" (ansiolíticos). Para no estar "arriba" (sig­
nifica que le resultaba más placentero un estado de se­
dación que de exitación) "colaba" (disolvía) los comprimi­
dos en una jarra con vino o cerveza. A los 18 años comen­
zó a inhalar "merca" (cocaína) y la administración endo­
venosa de la misma fue a partir de los 19, "picándose" los
fines de semana cuando se "saturaba" con alcohol, disol­
viendo la droga en cualquier líquido que tuviera a mano
(vino, agua corriente y hasta aguas servidas) e inyectán­
dose en fosa antecubital.
El paciente es un reincidente que abandonó varios tra­
tamientos de detoxificación. El primero lo inició a los 21
años y 4 meses después "se pegó el palo" (lo abandonó
para volver a drogarse). Durante un año se estuvo "pi­
cando full" y lo mismo ocurrió en otras oportunidades.
En la actualidad se encuentra nuevamente bajo trata­
miento.
Al examen dermatológico presenta lesiones pigmen­
tarias en fosa antecubital izquierda (Figs. 1 y 2) y a la
palpación se pudieron percibir trayectos lineares de dis­
posición arrosariada e indurados compatibles con trom­
bosis venosas. El resto de la inspección fue irrelevante.
Fig. 1: Lesiones pig men tarias suprayacentes a trayectos venosos
("lracks") en fosa antecubital izquier da por administración IV reite­
rada de cocaína rebajada con sustancias de corte desconocidas.
,
La persistencia o desaparición de estas lesiones luego de abando­
nar el hábito adictivo no parece guardar relación con el tiempo y la
frecuencia de administración, sino con características idiosincráti­
cas del paciente.
cialmente" marihuana y cocaína durante su residencia
en Francia y Dinamarca, pasando a inyectarse heroína
poco después. Refiere que desde hace varios años la in­
yección IV le resulta dificil y dolorosa, pero por ser adic­
ta al "ritual del pinchado" se convirtió durante un tiem­
po en "skin popper" (inyectora subcutánea) de cocaína y
ocasionalmente heroína en miembros inferiores. En la
actualidad consume marihuana y cocaína por vía inhala­
toria, por lo que presenta episodios frecuentes de obs­
trucción nasal, rinorrea y epistaxis.
Al examen dermatológico se percibieron induraciones
a nivel de ambas fosas antecubitales y cara anterior de
antebrazos, más palpables que visibles, con piel supra­
yacente normal. En miembros inferiores, ílebectasias ais­
ladas y algunos trayectos varicosos que según refiere fue­
ron tratados en el exterior con inyecciones esclerosantes.
En tercio medio de pierna derecha existen lesiones blan­
Caso 2:
A. A. Femenino. 34 años.
Adicta desde los 22 años. Comenzó a consumir "so-
100
quecinas, redondeadas y de aspecto atrófico, que de acuer­
do con lo manifestado por la paciente coincidieron con
los sitios de inyección y en algún momento fueron am-
Arch. Argent. Dermatol.
Manifestaciones y secuelas cutáneas de la drogadicción
Fig. 2: Imagen histopatoló·
gica correspondiente a la
Fig. 1. Se observa inconti­
nencia pigmentaria con pre­
sencia de melanófagos en
dermis papilar. (HE X400}.
pollares y hemorrágicas, resolviéndose con una costra que
dejó las marcas actuales (Figs. 3 y 4). A nivel suprama­
leolar externo de la misma pierna se observó un trayecto
vascular duro-elástico y ligeramente sensible a la palpa­
ción, resultado de un intento infructuoso para inyectar
cocaína.
Caso 3:
O. R. C. Masculino. 23 años.
Desde los 13 años comenzó a fuma1· marihuana y a
"jalar" (inhalar) pegamentos. A los 16 años "conoció" la
cocaína por vía inhalatoria y a los 19 ya estaba "pinta­
do" (hecho al hábito adictivo) fumando pasta base aun­
que la mayor parte de la "merca" se la "picaba". Según
refiere, se produjo reiterados hematomas e n brazos cuan­
do hacía torniquete con el cinturón o la manga de la re­
mera para "registrar" (hacer la vena ostensible) e inyec­
tarse con mayor seguridad.
Actualmente refiere padecer de rino-sinusitis a repe­
tición y se encuentra en estudio cardiológico por una pro­
bable valvulopatía.
Al exámen dermatológico los trayectos venosos apa­
recen normales y sólo se palpa una discreta induración
en cara anterior de antebrazo izquierdo. En tercio medio
de cara anterior de muslo derecho, en donde el paciente
refiere haberse inyectado "profundo" en 2 ó 3 oportuni­
dades se palpan dos induraciones circunscriptas, indolo-
Fig. 3: "Pop scars" localizadas en tercio medio de cara externa de
pierna derecha, producidas por la inyección se de heroína y cocaína.
La paciente optaba por esta forma de administración cuando era aque­
jada por episodios recurrentes de flebitis y periflebitis muy dolorosas.
Las lesiones se observan circunscriptas, marfilinas y a la palpación dis­
cretamente deprimidas e induradas.
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Juan Martín Aldasoro
Flg. 4: Microscópicamente las lesiones
de la Fig.
3 mostraron hiperqueratosis,
atrofia epidérmica con desaparición de
crestas interpapilares, hiperpigmentación
melánica basal y fibrosis dérmica con in­
filtrados inflamatorios perivasculares (HE
X400).
Fig. 5: Granuloma constituido por célu­
las epitelioides. histiocitos y do s células
gigantes multinucleadas en dermis reti­
cular media. El examen con luz polari­
zada fue negativo (HE
X400).
ras y cubiertas por piel casi normal, con un muy discreto
a bigarr a mie nt o superficial. Interrogado en relación a
ellas no recuerda qué se inyectó pero señaló que durante
un tiempo sintió la piel "caliente e i nfla mad a .
La fotografía no es contributiva dado el cal"ácter casi
"
inapal"ente de la lesión clínica. Se realizó biopsia de la
misma (Figs. 5 y 6).
COMENTARIOS
Antes que la droga llegue aJ adicto, ha sido "cor­
tada" varias veces por los intermediarios involucra­
dos en el proceso de distribución callejera. Este "cor­
te" implica la adición de sustancias adulterantes de
similares propiedades físicas como lactosa, almidón,
sacarosa, silicato de magnesio, procaína y manito!
102
que "estiran" la droga aumentando el volumen co­
mercializable y disminuyendo la concentración del
principio activo hasta no más de un 10 a 15% en un
"raviol" ("bag") de cocaína o heroína3.;;. Es impor­
tante entonces señalar que las lesiones y estigmas
cutáneos producidos por el uso parenteraJ de dro­
gas ilícitas guardan mayor relación con la vía y téc­
nica de administración y con los diluyentes y sus­
tancias de "corte" que con los principios activos de
la droga misma (Cuadro 1).
La heroína es una sustancia cristalina y traslú­
cida que se obtiene por la modificación de la molé­
cula de morfina (es el éter diacético de Ja morfina),
la cual a su vez es un alcaloide natural del opio ex­
traído de la flor de la amapola (Papaver somní­
ferum). Se prepara diluyéndola en un medio líqui-
Arch. Argent. Dermatol.
Man ifestac io nes y secuelas cutáneas de la drogadicción
Fig. 6: Una de las células gigantes examinadas
con inmersión mostró en uno de sus extremos una
vacuola con un elemento particulado en su inte­
rior (¿cuerpo extraño?). (HE X1000).
do y dada su condición de ser poco miscible, se ca­
lienta sobre una cuchara a la llama de un encende­
dor para acelerar su disolución. A ésto le sigue un
filtrado que elimina las partículas en suspensión
más gruesas (se suele usar algodón o se absorbe la
mezcla a través de un filtro de cigarrillo) para lue­
go inyectarse67•
La cocaína, otro alcaloide natural, proviene de
las hojas del Eritroxilon coca. Es un polvo blanco y
aromático de sabor picante y acción anestésica so-
CUADRO 1
SIGNOS CUTÁNEOS MÁS FRECUENTES EN DROGADICTOS Y SUS CAUSAS
Signo cutáneo
Producido por
Máculas lineares hiperpigmentadas ("tracks")
Melanodermia post-inflamatoria por inyección intravenosa
repetida en el mismo lugar ("mainlining")
Trombosis por sustancias de "corte" o adulterantes.
Uso de solventes no convencionales.
Inyección por vía subcutánea ("skln popplng")
Trayectos venosos indurados y palpables
Cicatrices deprimidas, atróficas, redondeadas o elípticas
melanofleucodérmicas ("pop scars")
Excoriaciones
Prurito Inducido por heroína y anfetaminas.
Tatuajes en áreas de Inyección o fuera de ellas
Códigos de fraternidad ("brotherhood marks")
Intento de encubrir el hábito por conveniencia.
Edema acral o generalizado
Síndrome nefrótico.
Abcesos y celulitis
Ampollas y úlceras
Uso de solventes no convencionales.
"Pseudo" acantosis nigricans
Queilltls
Foliculitls
Erupciones acneifornes
Púrpuras, telangiectaslas y pigmentación "en torniquete"
Eritema fijo
Angeítis necrotizante
Fotosensibllldad y pigmentación "melasma-like"
Urticaria transitoria
Cicatrices hipertróficas o queloides, hipo o
hiperplgmentadas
Tomo 53 n2 3, Mayo-Junio 2003
Neurosis I ansiedad.
Personalidad sociopática.
Linfangitis crónica I tromboflebitis
Sobrelnfecclón bacteriano-mlcótlca o por precipitados
de sustancias de "corte", contaminantes o adulterantes.
Administración IV de barbitúricos y por heroína y
cocaína por vía se.
Causa desconocida.
Causa desconocida
Septicemia por Candida
Respuesta alérgica a inyectables o a la ingestión de
"designer drugs" como éxtasis o similares
Compresión enérgica y reiterada con lazos para exponer
los trayectos venosos.
Alergia / hipersensibilidad.
Mezcla de drogas contaminantes y adulterantes, por
inyección lntraarterial e infecciones sobreagregadas
Causa desconocida.
Hipersensibilidad. Particularmente frecuente en
heroinómanos.
Traumatismo reiterado en los sitios de Inyección.
103
Juan Martín Aldasoro
los adictos definen como "crujiente" o "crepitante"
("skin popping"). Las sustancias usadas para reba­
jar o "cortar" la droga, muy numerosas y general­
mente desconocidas por el adicto y los solventes para
vehiculizarlas (agua corriente, jugos, leche, bebidas
alcohólicas, mezclas de todo tipo) cumplen un rol
fundamental en la etiopatogenia de las lesiones.
Pueden precipitar originando gran ulomas por cuer­
po extraño, úlceras y lesiones flictenulares que lue­
go se sobreinfectan. Se ha especulado que la inyec­
ción se de estos productos contaminados y adulte­
rados induciría la producción de anticuerpos anti­
epiteliales con formación de ampollas en las áreas
de inyección11• Citron y cols.12 presentaron casos de
angeítis necrotizante por anfetaminas y Bickley y
cols. t3 la existencia de vasculitis leucocitoclástica
bajo la forma de púrpura palpable consecutiva a
inyecciones SC en miembros inferiores. El uso rei­
terado de esta vía de administración da lugar a la
aparición de cicatrices varioliformes conocidas como
"pop scars" en muslos, piernas, hombros y antebra­
zos3 7 11•
Los abcesos, celulitis y las septicemias por Es­
cherichia coli, Staphylococcus aureus y estreptoco­
cos son frecuentes3 8 14 y si bien su incidencia por
jeringas y agujas compartidas ha disminuido signi­
ficativamente, se relacionan con la contaminación
de las drogas, la piel y los elementos de "cocina"
bre las mucosas. Estas propiedades han inspirado
la conocida escena televisiva en la que los trafican­
tes y/o policías huelen la droga o la "prueban" con
la punta de la lengua como control de calidad. En la
realidad no ocurre así, ya que al desconocerse el
potencial alucinogénico que la droga pueda tener,
las pruebas de identificación y pureza se realizan
con reactivos químicos que viran de color según el
tipo de molécula testeada (narcotest).
Una vez extraídas de la planta, las hojas de coca
se someten a una refinación química de varias eta­
pas, cada una de las cuaJes da "derivados" trafica­
bles: de la primera resulta la "pasta base" (freeba­
se) que se consume mezclada con tabaco o marihua­
na. El "crack" es el penúltimo subproducto en el pro­
cesamiento de la cocaína que culminará en la for­
ma de clorhidrato. Se fuma en pipas y debe su nom­
bre al característico "crujido" que el polvo produce
cuando es calentado, aunque otros lo atribuyen a la
congestión intensa que el adicto siente en su cabe­
za, acompañada de la sensación que algo "cruje" y
se fragmenta dentro de ella6 8 9. La inyección IV se
realiza con la misma técnica que para la heroína y
lo mismo ocurre con las anfetaminas, compuestos
sintéticos derivados de la molécula del fenil amino
propano ("cocaína de los pobres") que se expenden
en cápsulas o comprimidos que se trituran y se di­
suelven en agua corriente para ser inyectados6•
El sitio favorito de inyección son las venas de la
fosa antecubital. La administración por esta vía
("mainlining'') produce efectos rápidos por no me­
diar proceso de absorción3 7 10• La hiperpigmenta­
ción post-inflamatoria sobre los trayectos vascula­
res, conocida como "track" no parece guardar rela­
ción con el tiempo que la vena ha sido inyectada,
sino con el fototipo cutáneo, la eventual extravasa­
ción y a una técnica traumática410 11• La frecuencia
de inyección en algunos casos suele ser superior a
cinco "piques" ("shots") diarios, por lo que la palpa­
ción de venas induradas y esclerosadas bajo los
"tracks" suele notarse en adictos crónicos, particu­
larmente si los productos inyectados contienen qui­
nina, sustancia irritante del endotelio vascular y
promotora de trombosis y en aquellos que usan como
diluyentes jugos frutales, por su contenido de ácido
cítrico y azúcares en alta concentración que tam­
bién son esclerogénicos. La inyección IV en sitios
no convencionales (cara anterior y laterales de pier­
nas, dorso de manos, dedos, cuello, senos y pene)
puede dar lugar a trombosis isquémicas con gan­
grena o a procesos de neoformación vascular y de­
sarrollo de circulación colateral. Los edemas pue­
den ser locaJizados, por fibrosis y bloqueo linfático
regional o generalizados. Estos últimos, de causa
renal por síndrome nefrótico, han sido descritos solo
en heroinómanos y parecen tener origen inmunoló­
gicoº 9·11.
ser inyectada: cucharas, filtros usados, agua u otros
solventes). En sociedades desarrolladas, las cam­
pañas anti-adicciones buscan concientizar a los adic­
tos respecto a la gravedad de estas complicaciones,
instruyéndolos con medidas higiénico-asépticas para
minimizar los riesgos de infección y contagio19.
Las foliculitis y las erupciones acneiformes ocu­
rren en heroinómanos y en consumidores de éxta­
sis. Las primeras pueden ser bacterianas o por una
candidiasis sistémica y son particularmente seve­
ras. Se han descrito en adictos promiscuos consu­
midores de "brown sugar" ("heroína iraní"), produc­
to desconocido en nuestro país pero utilizado en
Europa y Asia. Son cuadros que asocian un síndro­
me febril con endoftalmitis, endocarditis y manifes­
taciones osteoarticulares y cutáneas que constan de
pápulas eritematosas, pústulas y nódulos dolorosos
que asientan en áreas pilosas. Se consideran pro­
ducto del desarrollo de colonias de Candida en la
misma droga, que ofrecería un medio químicamen­
te favorable para ello o a la contaminación de agu­
jas o del jugo de limón o vinagre necesarios de agre­
gar para que la droga se disuelva15•18• Las lesiones
faciales relacionadas con la ingestión de éxtasis,
muy inusuales, fueron descritas por Wollina y cols.
y se las vincula etiopatogénicamente con una toxi­
dermia mediada por hiperestimulación serotoninér­
gicat9.
La inyección subcutánea y en menor medida in­
tramuscular, produce una sensación particular que
Más allá de las lesiones cutáneas, la principal
complicación sistémica por la administración IV es
104
(aquellos que se utilizan para preparar la droga para
Arch. Argent. Dermatol.
Manifestaciones y secuelas cutáneas de la drogadicción
la hipertensión pulmonar por arteritis y trombosis,
que puede evolucionar al cor pulmonale.
La muerte súbita por colapso cardiovascular, ede­
ma de pulmón e hipertensión endocraneana, cono­
cida como "Narcotismo intravenoso agudo" o "Cri­
sis coloidoclástica" se atribuye a una reacción de hi­
persensibilidad por la gran cantidad de elementos
particulados en suspensión en la mezcla inyectada,
o a una descompensación por acción tóxica directa
o sobredosis. Este cuadro fue descrito en 1966 por
Siegel y cols. de la Oficina General Forense de la
Ciudad de Nueva York luego de estudiar por más
de 10 años casos de muerte caratulados como "Re­
acción aguda por sobredosis" en adictos a la heroí­
na, sola o combinada con anfetaminas o cocaína, en
cualquiera de sus grados de pureza14• En otros ca­
sos, el excipiente de los productos disueltos para ser
inyectados puede producir hipertensión pulmonar
por microémbolos: el talco transportado hasta la
microcirculación pulmonar induce una reacción gi­
gantocelular con proliferación endotelial que lleva
a los vasos a la trombosis. Con el almidón, la trom­
bosis se produce por oclusión mecánica directa sin
que medie reacción por cuerpo extraño20•
Desde un punto de vista histopatológico, las le­
siones pigmentarias en piel suprayacente a venas
constituyen una melanodermia residual, con mela­
nófagos en dermis papilar que serán más o menos
conspicuos según el tipo racial, susceptibilidad in­
dividual y hasta cierto punto, con la frecuencfa con
la que esa zona es inyectada. En áreas de compre­
sión por lazos y de inyección relativamente nuevas
suelen observarse púrpuras traumáticas con ecta­
sias vasculares y extravasación eritrocitaria8.
La presencia de granulomas por cuerpo extraño
en áreas de "skin popping" o "tracks" es general­
mente desencadenada por partículas de talco, vi­
drio, azúcares o polvo de carbón proveniente del fla­
meado de las agujas compartidas en un intento de
esterilizarlas, o con el ocasional "implante" de frag­
mentos de queratina en la dermis relacionado con
el uso de agujas defectuosas y una técnica de apli­
cación traumática. Constan de un infiltrado infla­
matorio linfo-histiocitario y la presencia de células
gigantes es frecuente51º.
Los abcesos micóticos suelen ser prominentes en
dermis reticular y tejido celular subcutáneo. Se ob­
servan circunscriptos, con linfocitos, macrófagos y
neutrófilos perifoliculares con formación de pústu­
las. La técnica de PAS pone en evidencia esporos y
pseudohifas de cándida en las pústulas y tallos pi­
losos 1u· li.
Las lesiones ampollares y nódulos ulcerados, fre­
cuentes en "skin poppers" de heroína sola o combi­
nada con anfetaminas o barbitúricos suelen eviden­
ciar necrosis epidérmica con despegamiento ampo­
llar infrabasal, vasodilatación, trombosis, edema e
infiltrados difusos de neutrófilos y eosinófilos y las
lesiones cicatrizales muestran atrofia epidérmica o
Tomo
53 ng 3, Mayo-Junio 2003
acantosis reactiva si fueron precedidas por una úl­
cera y abundante tejido fibroso hialinizado, engro­
samiento de las paredes vasculares e infiltrados
inflamatorios aislados 8 13 15•
Se concluye señalando que el común denomina­
dor de las lesiones descritas es su etiología impreci­
sa. Ninguna guarda relación directa con alguna dro­
ga en particular ni tampoco existen hallazgos histo­
patológicos patognomónicos en igual sentido. Son
sugerentes en su correlación con la lesión clínica y
los antecedentes de consumo, guardando relación
causal con una técnica de inyección traumática y
reiterada en lugares inapropiados y con excipien­
tes que "cortan" y adulteran el producto final que
se inyecta.
No se ha pretendido con este trabajo investigar
en profundidad la problemática de la drogadicción
y sus implicancias médicas sino la descripción de
aquellas sustancias que por su composición y forma
de administración dan lugar a lesiones de interés
para el dermatólogo clínico.
Agradecimientos:
A los pacientes que hicieron posible este trabajo.
A las Autoridades de la Secretarla de Programa­
ción para la Prevención de la Drogadicción y la Lu­
cha contra el Narcotráfico y de la Superintendencia
de Drogas Peligrosas de la Policta Federal Argenti­
na, por su asesoramiento técnico.
A los Directivos del Centro de Rehabilitación de
Drogadependientes "Nueva Historia", en particular
a Juan José B., Julio A., Horacio M. y Juan Domin­
go P.S. por su amplia colaboración.
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E-mail: [email protected]
Arch. Argent. Dermatol.

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