¡FELICES LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO!(Jn 20,29)

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¡FELICES LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO!(Jn 20,29)
DOMINGO, SEGUNDO DE PASCUA - 3 DE ABRIL 2016 - Nº 2284 – CICLO C
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¡FELICES LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO! (Jn 20,29)
Hoy celebramos la Octava de Pascua el
Domingo de la Divina Misericordia. Las lecturas
de la Palabra de este día nos hacen reflexionar
sobre la acción del Espíritu en la Iglesia.
El libro de los Hechos de los Apóstoles
describe a la Iglesia primitiva con dos temas
marcados: Por una lado, la Iglesia como una
comunidad bien constituida y, a la vez, diversa,
pero abierta y el otro, buscando el bienestar
del prójimo con acciones de misericordia
“sacaban a los enfermos a las calles poniéndoles en catres
camillas”, llegando a admirar el poder curativo de la sombra del
Apóstol Pedro: “por lo menos su sombra cubriera”; describiendo
una Iglesia servidora en continuo crecimiento.
En el libro del Apocalipsis: el autor sagrado se presenta no con
títulos oficiales, sino como hermano en la fe y como compañero
en la tribulación, sufrida por la fe, pasando por grandes pruebas
y persecuciones a causa del Evangelio, en su destierro en la
PREGUNTAS
DE
REFLEXIÓN
isla de Patmos. San Juan comienza con la
narración de su primera visión que tuvo lugar
en el Día del Señor, es decir, el día domingo, y
Jesucristo que tenía en su mano derecha siete
estrellas que representaban las siete iglesias.
En el Evangelio, san Juan describe a
Jesucristo Resucitado que se presenta a
los Apóstoles. El primer don que regala a
los discípulos es la paz y les da el poder de
perdonar los pecados. Estas apariciones son
destacadas por su excepcional importancia: el Resucitado es el
mismo que fue crucificado, les enseña las heridas, como signos
de triunfo sobre la muerte. Jesús no rechaza a Tomás por su falta
de fe, mas al contrario, irradia Misericordia al mostrarle estos
signos de su victoria. El mensaje central lo dice Jesús: alaba a
los que creen y creerán sin haberle visto.
Hoy domingo de la Divina Misericordia, fortalezcamos nuestra fe
en Cristo Resucitado.
• ¿Qué significa que la Resurrección de Jesús sea el fundamento de nuestra fe?
• ¿Es necesario ver para creer? ¿Por qué?
• En este Año de la Misericordia, ¿de qué manera soy testimonio de la Misericordia de Dios para los demás?
RITOS DE ENTRADA
M. Hermanas y hermanos: Hoy celebramos el segundo domingo
de Pascua, las lecturas nos presentan el amor sin límites de Cristo
Resucitado. Contemplando en Cristo el rostro misericordioso del
Padre, iniciamos nuestra celebración litúrgica con el canto.
1. CANTO DE ENTRADA: “Como una gran familia” (VSJ. 439)
Como una gran familia Señor,
hoy venimos a Ti, escucha el grito
de tu pueblo, oye su voz.
Danos tu Pan y tu Palabra;
guárdanos siempre en el Amor. (2)
Poco tenemos que ofrecer:
sufrimiento y dolor:
mucho tenemos que pedir, mucho, Señor.
2. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
C. Que el gozo y la paz de nuestro Buen Pastor Resucitado nos
acompaña en esta celebración y estén con todos ustedes.
T. Y con tu espíritu.
3. BENDICIÓN Y ASPERSIÓN DEL AGUA
C. Queridos hermanos, invoquemos, a Dios Padre todopoderoso
para que bendiga esta agua, que va a ser derramada sobre
nosotros en memoria de nuestro Bautismo, y pidámosle que
nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al
Espíritu que hemos recibido. (Silencio breve)
C. Dios y Padre nuestro que del Cordero inmolado en la Cruz
haces brotar una fuente de agua viva.
Todos: Bendice y purifica a tu Iglesia
C. Señor Jesús, que renuevas la juventud de la Iglesia en el
baño de la Palabra de la vida.
Todos: Bendice y purifica a tu Iglesia
C. Espíritu de vida, que nos haces renacer de las aguas del
Bautismo como primicia de la humanidad nueva.
Todos: Bendice y purifica a tu Iglesia
C. Dios todopoderoso que por medio de los sacramentos de
la fe renuevas las maravillas de la creación y de la redención
bendice (…) esta agua y concede que todos los renacidos por
el Bautismo sean mensajeros y testigos de la Pascua, que se
renueva incesantemente en tu Iglesia. Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén
(Se rocía el que Preside y al pueblo – Canto: Bautízame (VSJ. 381)
C. Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y por la
celebración de esta Eucaristía nos haga dignos de participar en
el banquete de su Reino. Amén
4. CANTO DEL GLORIA: “Gloria en el cielo, gloria en la tierra” (VSJ. 477)
Gloria, gloria, gloria al Señor,
gloria en el cielo, gloria en la tierra.
Te alabamos, Señor, te bendecimos,
te adoramos, oh Padre, Dios, y Rey celestial.
Eres Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú nos perdonas y salvas, nos ofreces tu amor.
Tú solo Santo y Señor, Tú Jesucristo
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios.
5. ORACIÓN COLECTA
C. Oremos. (Silencio) Dios de eterna misericordia, que en la
celebración anual de las fiestas pascuales reavivas la fe del
Pueblo santo, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia
para comprender, verdaderamente, la inestimable grandeza del
Bautismo que nos purificó, del Espíritu que nos regeneró y de la
sangre que nos redimió. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
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6. PRIMERA LECTURA.
M. Los Apóstoles con un mismo Espíritu y convencidos en el Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Señor expresan con signos y señales el amor de Jesucristo.
Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor:
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 5,12-16
el Señor es Dios, y Él nos ilumina. R.
Los Apóstoles hacían muchos signos y prodigios en el pueblo.
Todos solían congregarse unidos en un mismo espíritu, bajo el 8. SEGUNDA LECTURA.
pórtico de Salomón, pero ningún otro se atrevía a unirse al grupo M. Cristo resucitado no abandona a los que le siguen. A sus
de los Apóstoles, aunque el pueblo hablaba muy bien de ellos. discípulos, hoy como siempre nos dice: “No tengan miedo”.
Aumentaba cada vez más el número de los que creían en el Señor,
tanto hombres como mujeres. Y hasta sacaban a los enfer­mos a las Lectura del libro del Apocalipsis 1,9-11a. 12-13. 17-19
calles, poniéndolos en catres y camillas, para que cuan­do Pedro pa­ Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las tri­
sara, por lo menos su sombra cubriera a alguno de ellos. La multitud bulaciones, el Reino y la espera perseverante en Jesús,
acudía también de las ciudades vecinas a Jerusalén, trayendo enfer­ estaba en la isla de Patmos, a causa de la Palabra de Dios y
mos o poseídos por espíritus impuros, y to­dos quedaban sanados. del testimonio de Jesús. El Día del Señor fui arrebatado por el
Palabra de Dios.
Espíritu y oí detrás de mí una voz fuerte como una trompeta, que
Te alabamos, Señor.
decía: «Es­cribe en un libro lo que ahora vas a ver, y mándalo a
las siete iglesias que están en Asia».
7. salmo responsorial 117,2-4. 22-27a
R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno
su amor!
Que lo diga el pueblo de Israel:
¡es eterno su amor!
Que lo diga la familia de Aarón:
¡es eterno su amor!
Que lo digan los que temen al Señor:
¡es eterno su amor! R.
La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto ha sido hecho por el Señor
y es admirable a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo el Señor:
alegrémonos y regocijémonos en él. R.
9.
Me di vuelta para ver de quién era esa voz que me hablaba, y vi
siete candelabros de oro, y en medio de ellos, a alguien seme­
jante a un Hijo de hombre, revestido de una larga túnica que
estaba ceñida a su pecho con una faja de oro.
Al ver esto, caí a sus pies, como muerto, pero él, tocándo­me con
su mano derecha, me dijo: «No temas: Yo soy el Pri­mero y el
Último, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre
y tengo la llave de la Muerte y del Abismo. Es­cribe lo que has
visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá en el futuro».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
EVANGELIO
M. Jesús Resucitado se hace presente en medio de
sus discípulos. Él les regala el don de la paz, les da
el ministerio de perdonar los pecados y les abre la
mente y el corazón para vivir la verdadera fe.
Aleluia.
«Ahora crees, Tomás, porque me has visto.
¡Felices los que creen sin haber visto!»,
dice el Señor.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Juan 20,19-31
Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos
se encontraban con las puertas cerradas por temor a
los judíos. En­tonces llegó Jesús y poniéndose en
medio de ellos, les dijo: « ¡La paz esté con ustedes!»
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su
costado. Los discípulos se llenaron de alegría
cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: «
¡La paz esté con ustedes!
Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío
a ustedes».
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: «Reciban
el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a
los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos
a los que ustedes se los retengan».
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo,
no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros
discípulos le dijeron: « ¡He­mos visto al Señor!»
Él les respondió: «Si no veo la marca de los clavos
en sus ma­nos, si no pongo el dedo en el lugar de
los clavos y la mano en su costado, no lo creeré».
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los
discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos
Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas
las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «
¡La paz esté con ustedes!»
Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están
mis ma­nos. Acerca tu mano: métela en mi costado.
En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe».
Tomás respondió: « ¡Señor mío y Dios mío!» Jesús
le dijo: «Ahora crees, porque me has visto.
¡Felices los que creen sin haber visto!»
Jesús realizó además muchos otros signos en
presencia de sus discípulos, que no se encuentran
relatados en este Libro. Estos han sido escritos para
que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo
de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.
Palabra del Señor.
Gloria a Tí. Señor. Jesús
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA
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PLEGARIA EUCARÍSTICA
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión
de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna. Amén.
15. CANTO DE COMUNIÓN: “El Señor eligió a sus discípulos” (VSJ. 231)
El Señor eligió a sus discípulos,
los mandó de dos en dos.
Es hermoso ver bajar de la montaña
los pies del Mensajero de la paz. (2-2)
Los mandó a las ciudades
y lugares donde iba a ir El.
La cosecha es abundante,
les dijo el Señor al partir.
12. ORACIÓN UNIVERSAL
C. En este día del Señor, hermanas y hermanos, presentemos Pídanle al dueño del campo
nuestras oraciones al Padre de la Misericordia, para que en que envíe más obreros a la mies.
su infinito amor nos escuche. A cada petición respondemos,
diciendo: Por Cristo signo vivo de tu amor, óyenos.
RITO DE COMUNIÓN
Por la Iglesia, Esposa de Cristo, como sierva y mediadora 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
siga llevando al mundo entero el perdón y la misericordia C. Dios todopoderoso, concédenos que los frutos del sacramento
Dios. Oremos.
pascual que hemos recibido, permanezca siempre en nuestros
Por el Papa Francisco, por nuestros Obispos, Sacerdotes y corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Diáconos, para que continúen proclamando a la humanidad
RITO DE CONCLUSIÓN
la Buena Noticia del Evangelio, el amor de Dios que
consuela, perdona, transforma y cambia la vida. Oremos.
M. Hermanas y hermanos: vayamos a proclamar que Cristo
Por los gobernantes del mundo, para que ejerzan su ha resucitado y que la Misericordia de Dios es infinita.
ministerio con espíritu de servicio y defiendan la paz y la Aprovechemos el Jubileo para celebrar la Reconciliación con
nuestras familias, amigos y compañeros de trabajo.
justicia. Oremos.
Por las personas que viven en precariedad, por quienes
están postrados por la enfermedad, por los privados
de libertad, por quienes viven tiempos de angustia
y sufrimiento, para que reciban solidaridad de todos
nosotros. Oremos.
17. BENDICIÓN SOLEMNE
C. El Señor esté con ustedes
T. Y con tu espíritu
C. Dios Padre, que por la Resurrección de tu Unigénito los ha
redimido y les ha dado la gracia de la adopción filial los colme
Por cuantos participamos en esta Santa Eucaristía, para con el gozo de su bendición. Amén.
que seamos testigos de la fe en el Señor y portadores de
C. Cristo, que por su redención les obtuvo la perfecta libertad,
su misericordia. Oremos.
les conceda participar de la herencia eterna. Amén.
(La Asamblea hace sus intensiones observando el
C. Y ustedes resucitados con Él en el Bautismo por la fe, por
momento actual que vive)
medio de una vida santa puedan llegar a la patria celestial. Amén.
C. Padre, rico en misericordia, escucha las oraciones que te
presentamos y concédenos según tu voluntad, todo lo que te C. Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo (…) y
del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para
pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
siempre. Amén.
13. CANTO DE OFRENDAS: “El Señor nos ha reunido” (VSJ. 448)
El Señor nos ha reunido junto a Él.
el Señor nos ha invitado a estar con Él.
en su mesa hay amor, la promesa del perdón,
y en el vino y pan su corazón.
Cuando, Señor, tu voz llega en silencio a mí,
y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás, te sientas junto a mí
acoges mi vida y mi oración.
C. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
T. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
18. CANTO FINAL: “Aleluya porque Cristo nuestro hermano” (VS J. 278)
Aleluya, aleluya, aleluya.
aleluya, aleluya, aleluya.
Porque Cristo nuestro hermano
ha resucitado, María alégrate. (2-2)
Porque Cristo nuestro hermano
C. Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos (junto con los nos ha redimido, María alégrate. (2-2)
recién bautizados), y haz que, renovados por la confesión de tu
Nombre y por el Bautismo, lleguemos a la felicidad eterna. Por Porque en Cristo nuestro hermano,
hemos renacido, María alégrate. (2-2)
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
14. ORACIÓN OBRE LAS OFRENDAS
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN
4Adornar el Cirio Pascual, símbolo de Cristo Resucitado, presente entre nosotros.
4Solemnizar el rito de la Aspersión.
4Destacar el abrazo de paz, regalo de Cristo Resucitado.
4Al final se puede ofrecer agua bendita a los fieles que han participado en la celebración.
4Estamos en el año de la Misericordia, se pueden organizar actividades diversas para vivir este tiempo de Gracia.
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10. HOMILÍA - Silencio
11. CREDO
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EL NOMBRE DE DIOS ES MISERICORDIA
‘Seamos misericordiosos como el Padre’. Toda la Iglesia puede encontrar en
este Jubileo la alegría de redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios,
con la cual todos somos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada mujer
de nuestro tiempo. Confiamos, a partir de ahora, a la Madre de la Misericordia,
para que dirija a nosotros su mirada y vele en nuestro camino.
4 El Papa Francisco nos recuerda que Dios es un Padre que eternamente está lleno
de misericordia, siempre abre las puertas y concede el don gratuito del perdón
y del amor. Nos vuelve a recordar que la misión de la Iglesia es la de acoger,
proteger y no apartar, ni abandonar al pecador.
4Misericordia es la actitud divina que abraza, es la entrega de Dios que acoge, que se presta a perdonar. Jesús ha dicho
que no vino para los justos, sino para los pecadores. No vino para los sanos, que no necesitan médico, sino para los
enfermos.
4Por eso se decimos que la misericordia es el atributo principal de nuestro Dios. Dios de misericordia, Dios misericordioso.
La misericordia está profundamente unida a la fidelidad de Dios. El Señor es fiel porque no puede renegar de sí mismo.
Lo explica bien san Pablo en la Segunda Carta a Timoteo (2, 13): «Si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede
renegar de sí mismo». Tú puedes renegar de Dios, tú puedes pecar contra Él, pero Dios no puede renegar de sí mismo,
Él permanece fiel.
RECORDANDO ALGUNAS ENSEÑANZAS DE LA BULA “MISERICORDIAE VULTUS”
1. ¿Qué es la misericordia?
“Es la palabra que revela el misterio de la Santísima
Trinidad.”; “Es el acto último y supremo con el que Dios
acude a nuestro encuentro.”; “Es la ley fundamental
que habita en el corazón de cada persona
cuando mira con ojos sinceros el hermano que
encuentra en el camino de la vida.”; “Es la
vía que une Dios y el hombre, porque abre
el corazón a la esperanza de ser estimados
a pesar del límite de nuestro pecado.”
2. ¿Por qué el Papa ha convocado un
“signo vivo de cómo el Padre acoge a todo aquel que
busca el perdón” (MV.18)
4. ¿El Año Santo se vivirá sólo en la Iglesia católica?
La misericordia tiene un valor que sobrepasa los con­
fines de la Iglesia. Nos relaciona con el Judaís­
mo y el Islam. El jubileo invita a un diálogo con
otras religiones que permitan conocer mejor y
comprendernos para eliminar, de este modo,
cualquier forma de violencia, menosprecio y
discriminación. (MV.23)
5. ¿El Año Santo habla de la oración?
Para ser misericordiosos, en primer lugar,
debemos colocarnos a la escucha de la
Palabra de Dios. Esto significa recuperar “el
valor del silencio para meditar la Palabra que
se nos dirige” (MV.13).
Jubileo de la Misericordia justamente ahora?
El Papa responde: “he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz
el testimonio de los creyentes” (MV.3) en un momento en
que la Iglesia vive un tiempo de nueva evangelización. Se trata
de renovar el espíritu del Concilio Vaticano II en su quincuagési­
mo aniversario; con el concilio “la Iglesia sintió la responsabilidad
de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre”, ahora “la
Iglesia siente la necesidad de mantenerlo vivo. “(MV.4)
6. ¿Quién llega a cruzar la Puerta Santa de la misericordia?
La peregrinación es un signo peculiar en el año santo,
porque es imagen del camino que cada persona realiza en
su vida.
3. ¿Quiénes son los misioneros de la misericordia del
que habla la Bula?
Sacerdotes enviados por el Papa a quienes los ha dado
autoridad para perdonar pecados incluso aquellos reservados
a la santa sede; estarán presentes en todas las diócesis
Las peregrinación interior recorra este camino: "No juzguen
y no seran juzgados; no condenén, y no seran condenados;
perdonen, y seran perdonados. Den y se les dará: recibirán
una medida bien llena y repleta.
Con la medida que ustedes midan, serán medidos" (Lc 6,37-38).
Dios habla cada día: del 4 al 10 de abril
Liturgia de las Horas: II Semana
Lunes, la Anunciación del Señor: Is 7,10-14; 8.10; Salmo 39,7-8-11; Heb 10,4-10; Lc 1,26-38
Martes:
Hch 4,32-37; Sal 92,1-2.5; Jn 3,7b-15
Miércoles:
Hch 5,17-26; Sal 33,2-9; Jn 3,16-21
Jueves:
Hch 5,27-33; Sal 33,2.9.17-20; Jn 3,31-36
Viernes: Hch 5,34-42; Sal 26,1.4.13-14; Jn 6,1-15
Sábado:
Hch 6,1-7; Sal 32,1-2.4-5.18-19; Jn 6,16-21
Domingo, 3 Pascua: Hch 5,27b-32.40b-41; Sal 29,2-11.13b; Ap 5,11-14; Jn 21,1-19
ÁREA DE EVANGELIZACIÓN, SECCIÓN: LITURGIA • Casilla 7857 • Teléfono: 2406790- 2406908 • Fax: 2406817

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