UN METAL EN PLENO CRECIMIENTO, ESTADÍSTICAS. Desde
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UN METAL EN PLENO CRECIMIENTO, ESTADÍSTICAS. Desde
UN METAL EN PLENO CRECIMIENTO, ESTADÍSTICAS. Desde finales de los años 70, la demanda mundial de aluminio ha pasado de menos de 20 millones de toneladas a, aproximadamente, 24 millones de toneladas en 1989. De ellas, 17,3 millones de toneladas son de aluminio de primera fusión y 6,7 millones de toneladas de aluminio de segunda fusión. En 1989, se produjeron 14,5 millones de toneladas de aluminio de primera fusión en las fundiciones occidentales y más de 5 millones de toneladas de aluminio de segunda fusión fueron obtenidas por refundición. Europa Occidental no posee más que aproximadamente el 25% de la capacidad de producción de las fundiciones de aluminio occidentales. Consecuentemente, es preciso importar grandes cantidades de aluminio electrolítico de Estados Unidos, Canadá y la URSS. La tasa de crecimiento de la producción de aluminio de primera fusión en el mundo occidental, que era superior al 9% en 1960, cayó a una tasa cero a principios de los años 80. Tras una auténtica travesía del desierto para la industria del aluminio, esta tasa de crecimiento se ha estabilizado en aproximadamente el 3% desde 1984. Desde entonces se ha alcanzado el equilibrio entre capacidad de producción y la demanda creciente y se ha estabilizado a escala mundial. Dos hechos han producido un cambio apreciable en las estructuras de la industria del aluminio. En primer lugar, el aumento de los precios de la energía eléctrica, necesaria para la electrólisis, ha incitado a los productores a instalar fábricas en aquellos lugares que poseen grandes reservas de energía hidráulica. El segundo cambio esencial ocurrido en el mundo del aluminio es el espectacular incremento del consumo de aluminio de segunda fusión, procedente del reciclaje. Estas dos medidas contribuyen a economizar recursos no renovables, a reducir el consumo de energía y a reducir el impacto sobre el medio ambiente. El sector de productos semi-terminados está en expansión desde hace años. La demanda de productos laminados tales como chapas, bandas y hojas, y de productos extruídos y trefilados, registra en Europa un crecimiento anual del 2 al 3%, en cuyo origen se encuentra el crecimiento demográfico y la apertura de nuevos mercados para los productos acabados de aluminio. Las fábricas de Europa Occidental fabrican aproximadamente 4, 5 millones de toneladas al año de semi-productos, de los cuales 2,5 millones de toneladas son productos laminados y 1,6 millones de toneladas son productos extruídos. Una gran parte de los productos semi-terminados son sometidos , antes o después de su fabricación, a tratamientos de superficie por anodización o lacado. Los productos tratados de esa manera se utilizan normalmente en la edificación. Las perspectivas de futuro para el aluminio siguen siendo favorables, con sectores particularmente prometedores, tales como el transporte, el embalaje, y la construcción. La demanda puede ser incrementada especialmente en el campo de la construcción de automóviles, y la utilización del aluminio reciclado de segunda fusión que permite cuidar del medio ambiente. En otros sectores de aplicación, tales como el eléctrico o la construcción de máquinas y de aparatos, los materiales de aluminio continúan ocupando el lugar que han adquirido por méritos propios.