ruta del batallador - Comarca Cinco Villas
Transcripción
ruta del batallador - Comarca Cinco Villas
Biel ruta del batallador Alfonso I, el Batallador, (1073 - 1134), fue rey de Aragón y de Navarra (1104 - 1134) al morir su hermano sin descendencia. Se hizo llamar (1109-1114): "Rey y Emperador de Castilla, Toledo, Aragón, Pamplona, Sobrarbe y Ribagorza". Los ecos de sus victorias traspasaron fronteras; en la Crónica de San Juan de la Peña del siglo XV podemos leer: "clamabanlo don Alfonso batallador porque en Espayna non ovo tan buen caballero que veynte nueve batallas vencio”. Sus primeros años los pasó en el monasterio de Siresa, (Valle de Hecho). Siendo Infante se formó en las tareas de gobierno como señor de Biel, Luna, Ardenes y Bailo. Conquistó Zaragoza en 1118 y la convirtió en capital de su reino. Más tarde recuperó Calatayud, Tudela y Tarazona, entre otras ciudades. En 1120 derrotó en Cutanda al ejército musulmán que trataba de reconquistar Zaragoza. Legó sus reinos a las órdenes del Temple y del Santo Sepulcro. En los 30 años que duró su reinado duplicó los límites del Reino de Aragón. La Ruta del Batallador que en estas líneas proponemos, nos conduce a través de castillos, torreones e iglesias; edificios defensivos y religiosos que el monarca alzó en estas tierras desde finales del siglo XI hasta principios del XII, bajo el lema de la restauración del cristianismo en una zona ocupada por musulmanes. Esta ruta nos permitirá descubrir la posición estratégica de todos los edificios que la integran, ayudándonos a comprender así la importancia de la ubicación para una favorable defensa y comunicación entre localidades, un punto relevante para la supervivencia y la evolución, que durante años tuvo lugar en Cinco Villas. La Ruta del Batallador empieza en la localidad de Biel ya que se cree que fue precisamente en el castillo del mismo nombre que la población, donde nació Alfonso I. El Castillo de Biel está situado en lo alto de una formación rocosa donde también se distribuye la iglesia y el caserío de la localidad. Las primeras noticias del castillo son de la época de Sancho el Mayor. Fue a partir del 1071 cuando aparece citado como palacio del rey. Se han barajado varias posibilidades que pueden ser la causa de que el castillo fuera construido con tal envergadura y calidad, pero la que más fuerza toma es la situación estratégica de dicho emplazamiento. La primera parte de la construcción se desarrolló durante la mitad del s.XI y la segunda parte de ampliación para unir su condición militar a la de residencia palaciega, hacia las décadas 1070-1080. A COM CA DE L A S R El Frago Luna ruta del batallador Desde Biel partimos hacia Luna por la A-1103, pasando por la localidad de El Frago, municipio relevante, testimonio de intensos episodios medievales de conquista y reconquista. El conjunto artísticoarquitectónico de esta población está compuesto por importantes joyas monumentales de visita obligada como pueden ser la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, y también el urbanismo medieval que configura la localidad y que está integrado por el peculiar trazado de sus calles, el caserío antiguo de piedra, el Arco de Terrau y la judería. Los centenarios bosques de álamos que pueblan las riberas del río Arba, enaltecen los encantos de El Fargo. Continuamos por esta carretera, y antes de llegar a Luna, en medio de este paisaje de ensueño se alza a pie de carretera, desafiando el paso del tiempo, el torreón y la muralla del castillo de Villaverde; edificación datada del siglo XIV, aunque cabe destacar que posee sillares que podrían ser de época musulmana. La ruta continua, y el castillo de Luna, situado en lo alto del municipio, nos aguarda. Durante la Edad Media fue el castillo más importante de la villa, por su situación y envergadura. Conserva todavía la iglesia de San Gil, la de Santiago y la Torre del Reloj. La edificación defensiva perteneció a Alfonso I el Batallador a partir de 1907, en siglos posteriores los miembros de los Luna ocuparon su puesto. A dos kilómetros de esta localidad se levanta, junto al despoblado núcleo de Obano, el castillo del mismo nombre. Situado junto al río Arba, fue mandado contruir por el rey Sancho Ramírez, junto al antiguo camino de Ejea de los Caballeros a Huesca, importante ruta comercial. Su torre, de 15 metros, es una de las más impresionantes de la zona. El castillo fue comprado, en la primera mitad del s.XII, por el orden del temple para convertirse en el centro de una comienda templaria para posteriormente incluirse en los bienes de los condes de Luna. Cerca del castillo de Obano resurge, en un montículo rocoso, el castillo de Yéquera, datado de finales del siglo XI, época en la que esta zona se estaba rehabitando gracias a las cartas de puebla que Alfonso I concedió a los límites territoriales para atraer nuevos pobladores. La torre que hoy podemos admirar no es la original; la actual fue construida durante la segunda mitad del s.XIV. A COM CA DE L A S R Erla Castejon de Valdejasa ruta del batallador Dejamos atrás Luna para llegar a Erla, localidad que alberga una interesante arquitectura civil, la casa natal del tenor Aramburu, y diferentes casas de piedra de los siglos XV al XVII. En cuanto a la arquitectura militar, destacan el Torreón señorial de los López de Gurrea, el Castillo de Paules y el Castillo de Santía. Su iglesia parroquial dedicada a Santa María la Mayor, alberga retablos góticos hispano-flamencos del siglo XV, uno de San Juan Bautista y otro de la Virgen de la Corona. Es interesante visitar la ermita de la Virgen de la Corona. De Erla partimos hacia Castejón de Valdejasa para visitar el castillo de Sora. Antes de llegar al municipio descubrimos, sobre el monte Guarizo, dominando la extensa llanura, el imponente castillo de Sora. Data del siglo XIII y restaurado en el siglo XVI. Cabe destacar que ya se tiene referencia de la existencia de esta edificación, en la reconquista a los árabes de la ciudad de Zaragoza en el año 1181, durante la cual, el rey Alfonso I el Batallador pasó por el Castillo de Sora. El castillo de Sora pone punto final a esta ruta del Batallador, el personaje que tantas hazañas vivió y batallas libró en las tierras cincovillesas. A COM CA DE L A S R