características de género de la novela

Transcripción

características de género de la novela
RLF-2013
CARACTERÍSTICAS DE GÉNERO DE LA NOVELA
La palabra novela deriva del italiano “novella” (noticia, pero también relato corto).
En español el uso del vocablo en su sentido actual no se generaliza hasta el siglo XIX.
La novela es un subgénero del denominado “género narrativo” que cuenta las acciones
de unos personajes en un marco espacio-temporal concreto. En la novela hay una acción
ficticia en todo o en parte, durante la cual se describen ambientes, se cuentan hechos y
se analizan las conductas y los sentimientos de los personajes.
La novela se caracteriza frente al cuento y los relatos cortos, por su extensión y
complejidad. La extensión de la novela y la necesidad de crear un mundo cerrado que
atrape al lector exige cierta minuciosidad y detallismo.
La prosa es la forma preferida de la novela. Esta prosa se carga en algunas ocasiones
de un cierto elemento poético, como es el caso de las Sonatas de Valle-Inclán. A veces,
sobre todo en la novela de los últimos tiempos, pueden aparecer textos de diversa
naturaleza que enriquecen o dan verosimilitud a la historia: relatos secundarios, cartas,
actas, informes, documentos judiciales (La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo
Mendoza).
En toda novela suelen estar presentes los siguientes elementos:
ACCIÓN O TRAMA NARRATIVA
La acción o el argumento son los sucesos o acontecimientos que se narran
en la novela y que, organizados por el autor, forman la trama de la obra. En una
narración se suelen suceder varias acciones a la vez, las primarias y las secundarias, que
se entretejen entre sí para formar el cuerpo de la novela y dotarla de verosimilitud o de
lógica interna.
La estructura externa de la obra dependerá de cómo queden organizados dichos
acontecimientos: estructura lineal (presentación, nudo y desenlace) o estructura no
lineal (tema con variaciones, estructura circular, orden “in media res” (la narración
comienza por el nudo, luego pasa al comienzo de la historia, vuelve al sitio donde
comenzó y acaba con el desenlace), o la ordenación “in extrema res” o estructura
inversa (la narración comienza por el final de la historia). Estas alteraciones
estructurales provocan anticipaciones, sucesos que anticipa el narrador, o
retrospecciones, saltos al pasado.
Del mismo modo, los autores también disponen de varias estrategias para la
finalización de la trama:
- Final cerrado: con él el narrador nos dice que no hay nada más que contar. La
acción se da por concluida y resuelta.
- Final abierto: la historia acaba en un punto medio, sin resolver el conflicto. Deja al
lector la posibilidad de decidir lo que pueda pasar, lo que el escritor quería contar
ya ha sido narrado.
NARRADOR
Un rasgo característico del género narrativo es la presencia de un narrador, es decir de
una voz que pueda coincidir o no con la del autor, que cuenta los hechos narrados. Hay
varios tipos de narrador:
 El narrador en primera persona. Puede ser un narrador protagonista o un
narrador testigo. En ambos casos transmite una percepción parcial e individual
de los acontecimientos.

El narrador en tercera persona: puede ser de dos tipos: narrador
omnisciente el cual tiene conocimiento de todo lo que sucede en el relato y
además introduce sus propios juicios de valor, y narrador testigo que tiene un
conocimiento limitado de los personajes, solo narra lo que observa y lo que oye
sin emitir juicios de valor ni adentrarse en el mundo interior de los personajes.
 Narrador en segunda persona: menos frecuente. El narrador crea el efecto de
estar contándose la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.
 Narrador múltiple: la presencia de varios narradores, que enriquece la historia
aportando distintas visiones de los hechos (perspectivismo narrativo), es muy
frecuente desde la renovación de la novela a mediados del siglo XX.
También se suele distinguir diferentes niveles narrativos como:
 Narración enmarcada: es una historia dentro de otra historia. Se produce
cuando un personaje relata a su vez una historia.
 Narrador- editor. El narrador finge que no ha creado la historia, sino que la ha
encontrado escrita y se limita a editarla o traducirla, por ejemplo en la segunda
derrota o “Manuscrito encontrado en el olvido” de Los girasoles ciegos, el
narrador transcribe los diarios del protagonista.
En ocasiones, el autor de una novela no dirige su historia directamente al lector, sino
a un personaje de ficción. Este personaje recibe el nombre de narratio.
PERSONAJES
Son los seres de ficción en torno a los que gira la narración. En una novela puede
intervenir un número variable de personajes o caracteres, dependiendo de la extensión y
complejidad que tenga.
Hay que distinguir, según el peso de la acción que soportan, entre personajes
principales y personajes secundarios. Los personajes secundarios acompañan a los
protagonistas, dialogan con ellos y son necesarios aunque suelen ser personajes
sencillos Puede hablarse también, de acuerdo con una distinción heredada del teatro
griego, de protagonista y antagonista (el que se enfrenta al primero).
En función de la complejidad suele distinguirse entre personajes planos (no
experimentan cambios significativos a lo largo de la obra) y personajes redondos
(resultan profundos y complejos, y evolucionan a lo largo de la obra).
En lo tocante a la profundidad de la caracterización de los personajes, cabe
hablar también de los arquetipos, seres de ficción que no encarnan a un individuo
concreto, sino a un modelo determinado de comportamiento: el avaro, el solterón, la
bella dama, el caballero andante...No hay que olvidar tampoco a los símbolos, aquellos
personajes que se convierten, precisamente por la fuerza con que han sido dibujados, en
un modelo absoluto; es el caso de don Quijote o don Juan.
También hay obras de protagonista colectivo: participan muchos personajes sin
que ninguno destaque sobre los demás, así sucede por ejemplo en La colmena de Cela.
Al proceso de crear los personajes se le llama caracterización. Puede ser
directa, cuando el autor mismo nos informa sobre el modo de ser del personaje, e
indirecta, el autor deja que la personalidad del personaje se vaya haciendo a lo largo de
la obra. La caracterización de los personajes puede ser física (prosopografía),
psicológica (etopeya) o mixta (retrato). Y, para introducir su pensamiento y sus
palabras, puede emplear varios procedimientos: estilo directo, indirecto, indirecto libre,
monólogos, monólogos interiores, etc.
ESPACIO
Es el lugar o lugares en que se desarrolla la acción. Se suele reflejar mediante
descripciones, objetivas o subjetivas, intercaladas en la acción y realizadas por el
narrador o por los personajes. Se puede hablar de espacios abiertos o cerrados, rurales o
urbanos; reales o ficticios, fantásticos, misteriosos… cuya finalidad esencial es dar
credibilidad a la historia, contextualizar a los personajes o producir efectos ambientales
y simbólicos.
TIEMPO
El desarrollo argumental de una narración suele evolucionar a través del tiempo.
Este tiempo de la novela no tiene por qué presentarse de manera lineal u ordenada, sino
que puede ser alterado libremente por el autor con finalidad estilística, argumental o
estructural. Esta técnica, consistente en alterar el orden lógico de la narración se llama
temporalización anacrónica y cuenta con dos recursos:
 Retrospección o analepsis (flash-back): es un salto hacia atrás en el tiempo de la
historia.
 Anticipación o prolepsis (flash-forward): el autor adelanta acciones que aún no
se han producido en el relato primario de la novela; es decir, es un salto hacia
delante.
Puede hablarse también de tiempo externo, la época en la que transcurre la historia (la
Edad Media, la actualidad, el futuro); o tiempo interno, la duración de la acción: un día
un mes, veinte años.
En cuanto al ritmo de la narración se pueden distinguir varios conceptos:
pausas descriptivas, en las que la historia no avanza (un hecho mínimo analizado con
detalle); resúmenes, donde la acción avanza rápido (varios años que transcurren en
pocas páginas); y elipsis u omisiones de parte de la historia.
Por otro lado como es normal en la mayoría de los textos narrativos, en la novela se
combinan varias formas textuales: narración, descripción y diálogo. En los pasajes
descriptivos el narrador aporta detalles sobre el ambiente y sobre los personajes.
Mediante el diálogo el relato se hace más vivo y verosímil, pues estos cobran
protagonismo. El lenguaje se adapta a las características de los personajes.
Los subgéneros novelescos son numerosos: novela histórica, de aventuras, rosa,
policíaca, negra, psicológica, de aventuras, de caballerías, de amor, de tesis, social, etc.
Es el género literario que más se ha desarrollado en los últimos siglos. La mayoría de
los lectores solo leen novelas, lo cual se ve favorecido por un potente mercado editorial
que en la actualidad se ha volcado con esta modalidad literaria.

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