24-27 FOB Fashion AVS.indd
Transcripción
24-27 FOB Fashion AVS.indd
Moda Something to hide? When it’s time to present a collection in New York, Paris or Milan, competition between the big brands ranges from the audience they invite to the models they get to show off their creations on the catwalk. Yet some designers fly in the face of convention, covering the high-priced faces of the models they employ. Alexander McQueen was the first to use masks in his shows, in collaboration with master milliner Philip Treacy and hair stylist Guido Palau, one of his first creations being a silver mesh mask attached to a long metallic dress. He presented it as part of his eponymous Spring/Summer 1996 collection, and in future years he always returned to the idea. In his Autumn/Winter 2009 season he designed a long-sleeved chainmail mask with a top to be worn under a brightly printed dress. This theatrical look was emulated by others such as Maria Grazia Chiuri and Pier Paolo Piccioli, who cast translucent and delicate lace over the faces of their Autumn/Winter 2009 haute couture collection. Rick Owens was another, sending models to the catwalk this season with metallic make-up by MAC Cosmetics and gold and silver scales covering their ears and part of their hair. kim cáceres colaboradora de elle méxico y harper’s bazaar en español @KimCaceresUSA El (no) rostro de la colección 24 reglas, elevando el encaje traslúcido y delicado al rostro de las modelos, en la propuesta de alta costura para el otoño-invierno de 2009 de Valentino. Otro ejemplo es el de Rick Owens, que subió este año a la pasarela maniquíes con maquillaje metalizado en forma de escamas en oro y plata, cubriendo sus rostros. Presentar una colección con modelos enmascarados genera debate. Lo que no se puede cuestionar, en mi opinión, es que, en el caso del belga Raf Simons, hacerlo –en su propuesta para la próxima primavera– haya conseguido redirigir la atención del modelo a las propias prendas, que se perciben sin ruidos ni distracciones. Su logro va más en la línea del objetivo de Maison Martin Margiela, que escondió a sus musas tras elaboradas máscaras repletas de diamantes en su colección Carnevale. A ellas extendió su obsesión por el anonimato –son escasísimas las fotografías del creador. Tras un primer impacto visual al contemplar a las modelos saliendo casi “a ciegas” con sus máscaras, el público no tiene más remedio que concentrarse en lo que llevan puesto. ¿Terminará esta nueva tendencia con el conocido combo modelo-celebridad? The wisdom of presenting a collection with masked models may be debatable; what no one can argue with is that it successfully draws attention to the garments and the details of their construction, without the distraction of the beautiful people wearing them. Belgian designer Raf Simons just did it again in his collection for next Spring. Most famous of the masked men is Martin Margiela, who hid the faces of his muses during the era of the supermodels, extending his personal obsession for anonymity – he appears in few photos – to the most celebrated visages of the day. After the initial visual impact of seeing models’ individuality erased by their masks, with a single stroke the audience is focused on the fashion. And yet, traditionally designers rely on the beautiful faces of their models. Could it be they want to distract us? Rick Owen: Richard Bord/WireImage Llegado el momento de presentar muestrario en Nueva York, París o Milán, la competencia entre las grandes marcas se mueve entre el poder de convocatoria –y quién se sienta en el front row– y lo conocidos que sean los modelos que desfilan para ellas. Sin embargo, algunos diseñadores desafían su suerte cubriendo los cotizados rostros de las it girls y boys del momento. Esta tendencia la inició Alexander McQueen, quien incorporaba el uso de máscaras en sus shows, colaborando con el maestro de la sombrerería Phillip Treacy y el estilista de cabello Guido Palau. Una de sus primeras creaciones fue una máscara parecida a la de esgrima, que la modelo llevaba con un traje metálico. La presentó como parte de su colección homónima de primavera-verano 1996 y, a través de su carrera, siempre volvió a revivir la idea de esconder las caras de sus modelos hasta sus últimos shows, como el de la temporada otoño-invierno 2009, para el que diseñó un top de manga larga en malla metálica y una máscara, debajo de un traje vanguardista con estampado gráfico. La brecha teatral que abrió McQueen la siguieron otros como Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli que, en versión clásica, jugaron bajo sus propias Kim Cáceres writes for Elle México and Harper’s Bazaar en Español Modelos enmascaras en oro y plata para la colección de Rick Owens Models masked in gold and silver for Rick Owens 25 No te pierdas/Don’t miss Yves Saint-Laurent THE BOWES MUSEUM, BARNARD CASTLE thebowesmuseum.org.uk Bajo el título Yves Saint-Laurent: Style is Eternal, este museo, a una hora de Newcastle, ofrece la primera retrospectiva sobre el diseñador en el Reino Unido. La muestra, que reúne 50 vestidos como el icónico Mondrian, gira en torno a la famosa frase que pronunció el creador: “La moda pasa, el estilo es eterno”. Under the title Yves Saint Laurent: Style is Eternal, this museum near Newcastle offers the UK’s first retrospective of the iconic designer. The display revolves around the famous phrase, ‘Fashion fades, style is eternal’, with 50 dresses that, like the Mondrian, have found a place in history. Saint Laurent: Maurice Hogenboom ©Fondation Pierre Bergé - Yves Saint-Laurent, Paris; vestido: Fondation Pierre Bergé - Yves Saint-Laurent, Paris; Les Danseurs: Matthew Brooks/ARTBOOK HASTA/UNTIL 25/10 Noticias/News Pureza formal El fotógrafo Matthew Brookes ha dirigido su objetivo hacia los bailarines profesionales de ballet de París. Durante un año, les ha sacado de su ambiente de ensayos y representaciones, para fotografiarles en espacios neutros, en los que pudieran explorar la física de la danza en su forma más pura. El resultado ha sido publicado en el libro titulado Les Danseurs (Artbook), que acaba de ver la luz. 26 corps de ballet Photographer Matthew Brookes has turned his lens upon the professional male ballet dancers of Paris. Over the course of a year, he took them out of their regular environment of rehearsals and performances and photographed them in a neutral space in which they were allowed to explore the physicality of dance in its purest form. The result has been published in Les Danseurs, just released by Artbook. 27