CONSEJO DE SEGURIDAD – Situación en Sudán

Transcripción

CONSEJO DE SEGURIDAD – Situación en Sudán
CONSEJO DE SEGURIDAD – Situación en Sudán
Los tres estados sudaneses que conforman la región de Darfur: Shamal Darfur (Darfur Septentrional),
Gharb Darfur(Darfur Occidental) y Janub Darfur (Darfur Meridional).
CONFLICTO ARMADO EN SUDÁN: LUCHA ENTRE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL Y LA OBTENCIÓN DE
LOS RECURSOS NATURALES
El 9 de julio de 2011 el Sudán del Sur se convirtió en el país más joven en el mundo. Sudán es un
país ubicado en el este de África. Su población se aproxima a los 42 millones de habitantes.
Geográficamente es el país más grande de África Este país, afectado por un largo conflicto armado,
enfrenta una situación de población desplazada interna de tal magnitud, que lo sitúa en el primer
lugar a nivel mundial en esta problemática
Sudán constituye una de las crisis humanitarias más alarmantes del momento.
El conflicto de Darfur es un conflicto militar por causa racial en curso en la región de Darfur, en el
oeste de Sudán, principalmente entre los yanyauid, un grupo de milicianos formados por miembros de
las tribus Baggara de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los pueblos de raza negra,
no Baggaras y principalmente agricultores. El gobierno sudanés, aunque públicamente ha negado su
apoyo a los yanyauid, les ha proporcionado armas y asistencia, y ha participado junto con ellos en
varios ataques contra los pueblos fur, zaghawa y masalit. El inicio del conflicto suele situarse en
febrero de 2003.
A diferencia de lo que ocurrió en la Segunda Guerra Civil Sudanesa, no se trata de un conflicto entre
musulmanes y no musulmanes dado que la mayoría de los habitantes de Darfur son musulmanes, si
no que se trata de un conflicto racial entre árabes y negros.
No existe acuerdo en cuanto al número de muertes producidas por el conflicto. Generalmente se
considera creíble la cifra de 400.000 víctimas dada por la organización no gubernamental Coalición
para la Justicia Internacional, que ha sido también implícitamente dada por válida por la ONU. Se cree
que más de dos millones de personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa del
conflicto.16
El conflicto ha sido descrito como un genocidio hacia los habitantes de raza negra por los medios de
comunicación internacionales y por el gobierno de Estados Unidos, aunque no por la ONU.
El 31 de julio de 2007 la ONU decide el envío de 26.000 soldados a Darfur en una decisión calificada
por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como "histórica". Sólo unos meses atrás, el 25 de
abril, Mohamed y Amida, un matrimonio sudanés testigo del genocidio que se estaba viviendo en la
región, habían aportado en una comparecencia en Madrid su testimonio de la masacre, apoyado por
las imágenes obtenidas de forma clandestina -con la colaboración de un equipo de reporteros
españoles- que mostraban la existencia de fosas comunes, así como testimonios de víctimas.
1. INTRODUCCIÓN
Sudán se dividió en dos Estados el 9 de julio de 2011, en aplicación de un referéndum celebrado en
enero del mismo año en el que el 98% de la población votó por la independencia del sur del país. Así,
dejo de ser el país más extenso de África, para dar paso a la República de Sudán (con Jartum como
capital) y a la República de Sudán del Sur (con Juba). Sin embargo, esta decisión no ha llevado la paz
a una zona sumida en una guerra civil que ha dejado cerca de 2 millones de víctimas, millones de
desplazados y afectados por otros tipos de violaciones a sus derechos.
Generaciones de sudaneses no conocen más que las terribles consecuencias de una guerra que no
acaba.
Desde que lograra la independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán se ha visto envuelto en dos
guerras civiles como consecuencia de los continuos enfrentamientos de carácter étnico y religioso
entre el norte, islámico y árabe, y el sur, cristiano y formado por comunidades negras. Junto a una
permanente lucha por el poder se ha registrado, asimismo, una competencia a menudo violenta por
controlar sus recursos naturales. Desde su descubrimiento a finales de los años setenta del pasado
siglo, la pelea por el control de las riquezas petrolíferas ha sido una constante de la agenda nacional.
La clave de la disputa deriva del hecho de que la mayor parte de los yacimientos están ubicados en el
sur (o en zonas fronterizas entre ambos Estados), pero la salida del petróleo hacia los mercados
mundiales solo puede garantizarse a través de oleoductos que desembocan en Port Said, en manos de
las autoridades del norte. Todo ello concede a Jartum una notable ventaja (transitoria en todo caso)
sobre Juba, tan interesado en hacerse con los territorios fronterizos ricos en hidrocarburos como en
abrir nuevas vías de comercialización hacia el sur y el este, contando con la colaboración de sus
vecinos.
El conflicto en Sudán se caracteriza por una multiplicidad de actores, no sólo participantes directos,
sino también actores externos que han logrado permear e influenciar su destino. En primera instancia,
tenemos líderes de gobierno como Omar Hasán Ahmad al Bashir, presidente de la República de Sudán
y líder del régimen islamista del norte, quien subió al poder mediante un golpe militar en 1989 y que
durante su gobierno ha aplicado la sharia, por lo que ha sido acusado de patrocinar el terrorismo dada
su política fuerte de islamización Al Bashir fue reelegido en 2000 en criticadas elecciones por sospecha
de fraude. Detrás de él se encuentra Hasán al Turabi, considerado el ideólogo del gobierno y mentor
de Al Bashir quien, por diferencias con el gobierno, fundó en 2001 un nuevo partido político. En la
otra orilla, esta John Garang, líder cristiano de las fuerzas rebeldes del sur, que fundó el EPLS en
1983, y antes de rebelarse integró las Fuerzas Armadas de Sudán
Los terceros actores de este conflicto abarcan desde países de la región como Chad y Kenia que se
han visto directamente afectados por el conflicto por migraciones e incluso por la extensión del
conflicto,
Los grupos armados involucrados en el conflicto son principalmente el Ejército Popular de Liberación
de Sudán, grupo rebelde fundado en 1983 por John Garang. Se creó para luchar contra el gobierno de
AlBashir, buscando la unidad nacional y la instauración del socialismo, en un marco de respeto de la
autonomía del sur y de la libertad religiosa. También participan las milicias árabes Janjawid, autoras
de salvajes incursiones en Darfur, de quienes se especula tienen vínculos con el Gobierno de Jartum.
Otros grupos armados parte son el Ejército de Liberación de Sudán, el Movimiento por la Justicia y la
Igualdad, y la Alianza Nacional Democrática.
Este informe se centra en analizar la situación actual del conflicto, a partir de la proclamación de la
República de Sudan del Sur en julio de 2011, teniendo en cuenta el rol de Naciones Unidas y sus
múltiples esfuerzos en pos de encontrar la paz, las sucesivas escaladas de tensión entre los diversos
actores del conflicto y los principales obstáculos que subyacen en él. Asimismo, se explora el conflicto
de Darfur, que estalló en 2003 entre el gobierno central y los grupos de liberación en la provincia
sudanesa occidental de Darfur y ha sido descrito como el primer genocidio del siglo veintiuno.
2. BREVE CRONOLOGIA DEL CONFLICTO HASTA LA INDEPENDENCIA DE SUDAN DEL SUR
2.1. Primera Guerra Civil (1956-1972)
En Sudán la crisis comenzó a desarrollarse desde 1953, año en que el país surgió como un Estado
independiente por medio de la firma en Jartum de un documento entre los antiguos colonizadores
egipcios e ingleses mediante el cual obtuvo la independencia al término de 3 años. Poco después se
inició la primera guerra del país cuando prácticamente se cumpliría el término para implantar la nueva
política independiente en Sudán, el Gobierno se negó y recibió varias presiones por parte de sus
opositores del norte, lo que desencadenó una guerra entre las dos regiones. La guerra se prolongó
por causa de dos golpes de Estado, uno en 1958 y el siguiente en 1964, lo cual generó un ambiente
de inestabilidad política que dio lugar a la conformación y el fortalecimiento de un gobierno rebelde en
la zona sur en oposición al Gobierno de la República.
El panorama cambió un poco en 1972 gracias a la firma de un acuerdo de paz entre las partes en
conflicto. Este acuerdo se firmó en Adís Abeba –capital de Etiopía- y proponía básicamente el alto al
fuego y la posibilidad de autodeterminación de la región del sur de Sudán. El acuerdo estaba previsto
para durar 11 años, pero en 1980 Sudán se enfrentó a una nueva guerra, esta vez entre el Partido
Islámico Nacional y el Gobierno en cabeza de Nimeri, un oficial que se había tomado el poder desde
mayo de 1969 y proclamado al país como la República Democrática de Sudán. La crisis se intensificó
con la división del sur en las tres regiones de Bahr al-Ghazal, Equatoria y el Alto Nilo, las cuales
gozaban de cierta autonomía establecida por medio del acuerdo de Adís Abeba, uno de los principales
motivos de disputa para esta nueva lucha. Ante tal propuesta, el norte reaccionó con la derogación de
la autonomía del sur, y en 1983, el general Omar al-Bashir, presidente del Sudán del norte, promulgó
para todo el país las “leyes de septiembre ”que preveían castigos como la amputación de las
extremidades en caso de robo, y que producirían un nuevo estallido de guerra civil".
2.2. Segunda Guerra Civil
La segunda guerra civil entre el norte y el sur comenzó en 1983, tras la ruptura del acuerdo de Addis
Abeba de 1972.
En 1989, Omar Hasán al Bashir, al frente del Consejo del Mando Revolucionario, dio un golpe de
Estado e impuso la ley islámica en todo el territorio. Asimismo, reprimió a todo aquel que se opusiera
a sus designios, encarcelando a la fragmentada oposición política, eliminando la libertad de prensa y
doblegando la independencia del sistema judicial. A ese abierto ejercicio de violencia y represión se le
han ido sumando las hambrunas y sequías, que han terminado por convertir a ese territorio en uno de
los más atrasados del continente, sumido en el autoritarismo, la violencia y una casi permanente crisis
humanitaria de la que todavía no ha podido recuperarse
Durante años, varios estados vecinos, donantes afectados, otros estados y las partes involucradas han
intentado alcanzar la paz. Uno de esos intentos, que comenzó en 1993, fue una iniciativa de paz
regional bajo el auspicio de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD). Durante años,
las Naciones Unidas siguieron de cerca y apoyaron esta iniciativa.
2.3. El Protocolo de Machakos
El proceso de paz en el Sudán progresó notablemente durante el año 2002, bajo el auspicio de la
IGAD. El 20 de julio de ese mismo año, las partes involucradas en el conflicto firmaron el Protocolo de
Machakos, por el que se alcanzaron acuerdos concretos dentro de un amplio marco, y se
establecieron los principios de gobernanza, el proceso de transición y las estructuras de gobierno, así
como el derecho a la libre determinación para la población de Sudán del Sur y asuntos relacionados
con el estado y la religión. Ambas partes acordaron proseguir con el diálogo sobre temas pendientes
como la distribución del poder y de la riqueza, los derechos humanos y la cesación del fuego.
2.4. Misión de Avanzada de las Naciones Unidas (UNAMIS)
Con el fin de intensificar los esfuerzos y dar impulso a los progresos alcanzados, entre los que se
encuentran la firma del Acuerdo sobre la distribución de la riqueza el 7 de enero de 2004 y la del
Protocolo sobre la distribución del poder el 26 de mayo de 2004, el gobierno de Jartum firmó con el
Secretario General de las Naciones Unidas un comunicado en el que se comprometía a mejorar cuatro
aspectos: “1) facilitar el acceso de organizaciones humanitarias a las zonas afectadas; 2) respetar los
derechos humanos; 3) proporcionar seguridad a la población civil; y 4) conseguir una solución política
del conflicto.
En este sentido, el Consejo de Seguridad, por recomendación del Secretario General, estableció
mediante la resolución 1547 (2004), el 11 de junio de 2004, una misión política especial, la Misión de
Avanzada de las Naciones Unidas en el Sudán (UNAMIS) cuyo mandato era facilitar los contactos
entre las partes afectadas y de organizar una operación de las Naciones Unidas de apoyo a la paz.
A pesar de estos esfuerzos, Jartum no cumplió con sus compromisos y la profundización de la crisis en
Darfur fue más evidente. En consecuencia, la ONU decidió adoptar la Resolución 1556 del 30 de julio
de 2004 mediante la cual se reiteraba la preocupación por el incumplimiento a los compromisos y la
continuación a las violaciones y se implementó una misión de contingencia para cooperar con la ya
existente en Darfur en manos de la Unión Africana.
2.5. El Acuerdo Comprensivo de Paz de 2005.
El 9 de enero de 2005 tuvo lugar un acontecimiento decisivo para la historia del Sudán: el Gobierno
del Sudán y el SPLM/A firmaron el Acuerdo General de Paz en Nairobi, Kenya. Este pacto, aspiraba a
poner fin a la Segunda Guerra Civil sudanesa (1983-2005), que enfrentó al Gobierno de Sudán con el
Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLA, por las siglas en inglés).Como parte importante de
este acuerdo, se planteaba la necesidad de fijar la adscripción de los Estados en disputa entre Jartum
y Juba, con Abyei, rica en hidrocarburos, o las montañas de Nuba y el Nilo Azul como referencias más
visibles.
Aunque las partes dieron prioridad a la unidad del Sudán en conformidad con el Acuerdo, decidieron
fijar un periodo transitorio de seis años y medio durante el cual las instituciones provisionales
gobernarían el país y se establecerían y ejecutarían mecanismos internacionales de supervisión.
2.6. Establecimiento y Despliegue de la UNMIS
El Consejo de Seguridad estableció la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS) el 24 de
marzo de 2005 mediante su resolución 1590 (2005). El Consejo decidió que el cometido de la UNMIS
sería, entre otros: apoyar la aplicación del Acuerdo General de Paz firmado por las partes; facilitar y
coordinar, en la medida de sus posibilidades y en las zonas en que esté desplegada, el regreso
voluntario de los refugiados y los desplazados internos y el reparto de la ayuda humanitaria; ayudar a
las partes en la remoción de las minas; colaborar con la labor internacional para proteger y promover
los derechos humanos en el Sudán. La misión se ha centrado en los compromisos pendientes de las
partes, como el redespliegue de fuerzas, una solución para la disputa de la región de Abyei, rica en
petróleo, y la organización de elecciones nacionales en 2010 y del referéndum en 2011, mediante el
cual había de decidirse el destino del Sudán Meridional.
El mandato de la Misión de Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS) finalizó el 9 de julio, al cumplirse el
plazo provisional de seis años y medio establecido en la firma del Acuerdo General de Paz de 9 enero
de 2005 por el Gobierno del Sudán y el Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés.
2.7. El proceso de referéndum
El referéndum para decidir sobre la condición del Sudán Meridional se celebró en enero de 2011,
como estaba previsto. Una abrumadora mayoría, el 98,83% de los participantes, votó a favor de la
independencia. El Secretario General celebró el anuncio de los resultados finales afirmando que
reflejaban la voluntad del pueblo del Sudán Meridional.
El Secretario General afirmó que la pacífica conducta mostrada durante el referéndum significaba un
gran logro para todos los sudaneses, y elogió a las partes del Acuerdo General de Paz: el Gobierno del
Sudán, encabezado por el Presidente Omar Hassan al Bashir, y el Gobierno de Sudán Meridional,
liderado por el Presidente Salva Kiir Mayardit, por ser fieles a su compromiso de mantener la paz y la
estabilidad durante este periodo decisivo.
El referéndum se celebró bajo la responsabilidad de las autoridades sudanesas. Las Naciones Unidas,
bajo la dirección del Secretario General, brindaron apoyo técnico y logístico a las partes firmantes del
Acuerdo General de Paz en los preparativos del referéndum, a través de sus misiones de
mantenimiento de la paz sobre el terreno en el Sudán y de la función de buenos oficios
proporcionados por el grupo del Secretario General para garantizar la imparcialidad, la independencia
y la eficacia del proceso, y por la División conjunta de apoyo a los referendos y las elecciones
(UNIRED).
2.8. Una nueva Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur(UNMISS):
El 9 julio de 2011, el Consejo de Seguridad creó la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la
República de Sudán del Sur (UNMISS) por un periodo inicial de un año. La resolución 1996 (2011)
asignaba a la UNMISS el mandato de consolidar la paz y la seguridad y contribuir a establecer las
condiciones para el desarrollo de la República de Sudán del Sur, con miras a reforzar la capacidad del
Gobierno de la República de Sudán del Sur para gobernar eficaz y democráticamente y entablar
buenas relaciones con sus vecinos.
2.9. Una nueva Misión de las Naciones Unidas en la disputada zona de Abyei
El referéndum independiente para determinar si el futuro de la zona de Abyei radicaría en el norte o el
sur de Sudán no se celebró en enero de 2011, como se había previsto inicialmente, debido a la
incapacidad para establecer una comisión de referéndum y a la falta de acuerdo sobre el derecho al
voto. A principios de marzo de 2011 estallaron nuevos enfrentamientos en la zona, dejando sin hogar
a unas 20.000 personas, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).
El Consejo de Seguridad, en su resolución 1990 de 27 de junio de 2011, dio respuesta a la situación
de la región con la creación de la Fuerza Provisional de Seguridad de las Naciones Unidas para Abyei
(UNISFA), cuya misión estaba centrada en controlar la frontera, y eventualmente, emplear la fuerza a
fin de proteger a los civiles y los trabajadores humanitarios de Abyei.
3. TRAS LA INDEPENDENCIA DE SUDÁN DEL SUR
El nacimiento de Sudán del Sur ha supuesto un hito inédito en la historia contemporánea de África y
es, en parte, consecuencia muy tardía del pasado colonial de la antigua República de Sudán. Más de
cincuenta años de lucha armada, tan sólo interrumpida por una exigua tregua entre 1972 y 1983,
precedieron a esta fecha histórica para la región y para el continente africano. Sin embargo, la
independencia no ha sido suficiente para establecer una convivencia pacífica entre ambos países.
Desde aquella fecha histórica, los asuntos pendientes del Acuerdo General de Paz de 2005 han
provocado una enorme escalada de la tensión bélica entre ambos países, y se han convertido en el
principal obstáculo para alcanzar la paz.
La independencia de Sudán del Sur fue consecuencia directa del proceso de paz firmado, el 9 de
enero de 2005, por el fallecido John Garang, líder legendario del Movimiento Popular por la
Liberación del Sur, y el por entonces vicepresidente del Gobierno de la República de Sudán, Ali Osman
Taha. El Acuerdo Global de Paz2 (CPA) fijaba un periodo provisional de seis años, al término del cual
debían celebrarse dos referéndums populares para, por un lado, decidir la emancipación de la región
del sur; y, por otro, para determinar la pertenencia al norte o al sur de la región petrolera de Abyei.
Además, este tratado recogía –como base esencial para una paz estable– la necesidad de determinar
una frontera común sobre la base de la “Línea 1956” , con especial atención a los estados de
Kordofan del Sur y Nilo Azul, que reclamaban su inclusión histórica en la región sur del país. Así
mismo, el Acuerdo exigía fijar la distribución de los beneficios del petróleo y los pagos y las tasas por
su producción y explotación, que quedaría mayoritariamente en el sur en un escenario de futura
independencia.
Sin embargo, la independencia llegó sin acuerdos firmes en ninguno de estos ámbitos, que se
convirtieron en los principales obstáculos para conseguir una convivencia pacífica entre Sudán y
Sudán del Sur como países soberanos. La tensión entre Sudán y Sudán del Sur se incrementó desde el
9 de julio de 2011, y la razón principal fue que, en la implementación del proceso de paz, prevaleció el
cumplimiento estricto del calendario del referéndum por la independencia antes que cerrar todos los
aspectos transcendentales pactados en 2005.
En 2011, se llegó a la separación sin fijar una frontera, fundamental para establecer los límites de la
soberanía nacional y la integridad territorial de Sudán y Sudán del Sur; la región de Abyei no celebró
su propio referéndum; no se acordaron los aspectos relativos al recurso petrolero, base económica de
ambos países; y tampoco se abordó una solución definitiva respecto a los estados fronterizos de
Kordofán del Sur y Nilo Azul. Todos estos asuntos son hoy infinitamente más complicados de acordar
y cumplir, porque han pasado de ser problemas nacionales de la antigua República de Sudán a
convertirse en conflictos internacionales entre dos países soberanos. Además, los enfrentamientos
armados internos dentro de Sudán y Sudán del Sur no han hecho más que agravar enormemente la
situación y, por tanto, su resolución.
3.1. RADIOGRAFIA DE DOS PAISES:
♦Sudán del Norte
Su nombre oficial es Republica del Sudan, un país geográficamente africano y políticamente del Medio
Oriente. Está situado al noreste de África, tiene capital en Jartum que sirve de centro político, cultural
y comercial. La mayoría de la población profesa el Islam.
Es una Estado Islámico y su forma de gobierno es una República Federal Presidencialista, y su
Presidente es Omaral-Bashir.
Es miembro de la Organización de las Naciones Unidas, de la Unión Africana, de la Liga de Estados
Árabes, de la Organización para la Cooperación Islámica, del Movimiento de Países no Alineados y
Observador de la Organización Mundial del Comercio.
♦Sudán del Sur
Superficie: 640.000km, Población 8.6 millones. Capital: Juba, Forma de Gobierno: Republica
Presidencialista, Presidente: Salva Kiir Mayardit, Producción petrolífera 375.000 barriles al dia
(75%total de 500.000 barriles que se producen en todo Sudan)
Este nuevo país pasa a ocupar los últimos puestos en las clasificaciones internacionales de desarrollo
humano y económico. Cuenta con uno de los peores índices de mortalidad maternal del mundo. Su
capital, Juba, presenta edificios medio en ruinas, mezclados con cabañas entre edificios oficiales y
hoteles de lujo. El 90% de la población es analfabeta.
La mayoría de los 9 millones de habitantes forman unas 500 tribus con más de 100 grupos lingüísticos
que viven en pequeños poblados disperses, casi todos se dedican a la agricultura de subsistencia
Sólo algunas calles están asfaltadas (el 20%, con datos de 2005), y cabras y vacas se entremezclan
con los ciudadanos por las calles de tierra y barro. No hay sistema de agua corriente y la red eléctrica
cubre solo parte de la ciudad. Esta es la radiografía de Juba. El resto del país, aún está menos
desarrollado. Tiene 9 millones de habitantes y unas 500 tribus con más de 100 grupos lingüísticos que
viven en pequeños poblados dispersos.
Sudán y Sudán del Sur después del 9 de julio de 2011
Fuente; Map No. 4458 Rev.2 UNITED NATIONS, March 2012
3.2. ASUNTOS PENDIENTES EN LA ACTUALIDAD TRAS EL ACUERDO DE PAZ DE 2005
3.2.1. LA CAUSA DEL PETROLEO
Tras la independencia, Sudán del Sur se quedó con el 75% de la producción del antiguo Sudán unido,
pero necesitaba de la colaboración del vecino del norte para explotar, refinar y exportar el petróleo,
ya que el único oleoducto atraviesa todo Sudán hasta Port Sudán, y también están en el norte las
únicas refinerías de crudo. Por todo ello, era necesario renegociar los acuerdos para fijar las tasas por
el tránsito del petróleo por territorio sudanés, así como el pago, por parte de Sudán del Sur, de la
deuda pendiente por beneficiarse de la infraestructura petrolera, que fue sufragada íntegramente por
Jartum en las últimas décadas.
De forma paralela, y como solución a largo plazo de este conflicto, Sudán del Sur anunció en marzo el
inicio de las obras del macroproyecto que unirá los yacimientos sursudaneses con Puerto Lamu –
situado en el archipiélago de Lamu, en Kenia–, lo que permitirá la salida del petróleo al mar, sin
necesidad de usar las infraestructuras sudanesas, para su exportación exterior .
En enero de 2012, Sudán del Sur decidió cerrar la producción y exportación de petróleo, tras
denunciar que Jartum había expoliado millones de barriles de crudo provenientes del sur en cobro a
presuntas cuotas de transporte.
El cierre de la producción agravó ostensiblemente la convulsa situación en la región fronteriza, que
alcanzó su momento más crítico el 10 de abril, con el ataque y la ocupación de la población de Heglig,
en el estado sudanés de Kordofán del Sur, por fuerzas militares de Sudán del Sur.
Una vez más, la mediación de la comunidad internacional fue determinante para paralizar un conflicto
que se preveía inminente. La Unión Africana exigió la retirada inmediata de la zona ocupada y el
máximo respeto a la integridad territorial y a la soberanía nacional por parte de ambos países.
3.2.2 INTERVENCIÓN INTERNACIONAL: LA RESOLUCIÓN 2046 DE NACIONES UNIDAS
La grave crisis de Heglig concluyó al límite de una guerra internacional, y aunque nunca se
interrumpieron los enfrentamientos, la Unión Africana y las Naciones Unidas redoblaron sus esfuerzos
de forma inmediata y aumentaron la presión sobre ambos países.
En el seno de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad respaldó sin fisuras a la Unión Africana, y el 2
de mayo aprobó su Resolución 2046 , por la que condenaba la ocupación de Heglig por fuerzas
sursudanesas, los bombardeos aéreos de las Fuerzas Armadas de Sudán sobre poblaciones del sur, y
el apoyo mutuo a los grupos rebeldes internos de cada país. En virtud del Capítulo VII de la Carta,
exigía además a ambos países poner fin inmediato a las hostilidades; asegurar la frontera y retirar las
tropas a sus respectivos territorios; cesar el apoyo a los grupos rebeldes del otro país; y reanudar de
forma inmediata las negociaciones para llegar a un acuerdo final en un plazo máximo de tres meses.
Unas negociaciones que debían incluir inexorablemente “arreglos sobre el petróleo y los pagos
conexos; el estatuto de los nacionales de un país residentes en el otro; la resolución sobre la
condición de las zonas fronterizas en controversia y objeto de reclamaciones y la demarcación de la
frontera; y la condición definitiva de la zona de Abyei”.
A partir de entonces, y bajo la presión de las exigencias internacionales, Sudán y Sudán del Sur
reanudaron las conversaciones y llegaron a los primeros acuerdos parciales el 4 de agosto, dos días
después de que expirara el plazo impuesto en las resoluciones internacionales. A pesar de que el
presidente Al Bashir condicionaba cualquier acuerdo a la seguridad en la frontera, accedió finalmente
a firmar las condiciones sobre el pago de tasas e indemnizaciones por la producción y exportación del
crudo, lo que supondría el reinicio de la extracción en las plataformas petrolíferas de Sudán del Sur.
Sin embargo, no se avanzó en la demarcación de la frontera ni en la cuestión de Abyei, aunque
indudablemente los acuerdos sobre el petróleo –pendientes de ratificación– suponían un gran avance
en el proceso de paz.
3.2.3. 27 DE SEPTIEMBRE DE 2012: NUEVO ACUERDO DE PAZ
En septiembre se reanudaron las negociaciones en Addis Abeba. La Unión Africana presentó un mapa
de desmilitarización de la frontera, y exigió a los presidentes Al Bashir y Salva Kiir llegar a acuerdos
concluyentes en todos los aspectos pendientes, en especial en la delimitación de la frontera entre
ambos países. El 27 de septiembre, los presidentes Omar Al Bashir y Salva Kiir- a través de la
Resolución 2045 firmaron un nuevo compromiso sobre la seguridad fronteriza y el comercio del
petróleo. Sin embargo, la disputada región de Abey y la soberanía sobre los estados de Kordofán del
Sur y Nilo Azul siguen dinamitando una hoja de ruta que, a pesar del enorme esfuerzo internacional,
tiene aún un final impredecible.
El 2 de mayo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la Resolución 2046, que exigía
poner fin inmediato a las hostilidades, asegurar la frontera y retirar las tropas desplegadas en esta
región, para crear así una zona desmilitarizada. Además, daba un plazo de tres meses a ambos
presidentes para alcanzar un acuerdo global, que debía incluir compromisos sobre el comercio del
petróleo, la delimitación definitiva de la frontera y la condición de la disputada región de Abey.
Sin embargo, ninguno de los compromisos se vieron materializados en el terreno; y los
enfrentamientos, los ataques y las denuncias mutuas socavaron cualquier esperanza de paz definitiva.
Asimismo, los ministros de Defensa de ambos países no consiguieron llegar a ningún compromiso
firme para retirar a las tropas de la frontera y crear una zona desmilitarizada, condición previa y
necesaria para avanzar en la resolución del conflicto.
3.2.4. EL ACUERDO POR LA RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO DE ABYEI
El 5 de enero de 2013 en Etiopía, tras dos intensas jornadas de debate entre las delegaciones de
ambos países, los presidentes de Sudán y Sudán del Sur firmaron un nuevo y escueto acuerdo de paz,
cuyo objetivo fundamental es desbloquear todos los compromisos adquiridos en septiembre de 2012
y, al menos, sentar las bases para resolver la disputa principal entre ambos países: la soberanía sobre
la región de Abyei.
El informe sobre la reunión elaborado p*r el Panel de Alto Nivel de Implementación de la Unión
Africana que ejerce la mediación en este proceso y está liderado por el ex presidente de Sudáfrica,
Thabo Mbeki– recoge, en muy pocas líneas, los resultados de los acuerdos referentes a las
controversias fundamentales entre ambos países :
•
En cuanto a la instauración de una administración temporal de Abyei, los presidentes
acordaron determinar áreas específicas y provisionales, así como comisiones para la administración, el
gobierno y la seguridad de estas zonas. Una vez establecidas estas comisiones, y cumplidos todos los
acuerdos pendientes a través de un calendario previo y cerrado, volverán a retomar la resolución final
del estatus de Abyei;
•
Además, ambos presidentes subrayaron la importancia de establecer una comisión para el
futuro referéndum sobre esta región petrolera, que sigue siendo el asunto pendiente del Acuerdo
General de Paz de 2005 y el mayor obstáculo para solventar el conflicto fronterizo;
•
Por último, el acuerdo establece la necesidad de crear de forma inmediata una zona
desmilitarizada en la frontera como condición previa para concluir su delimitación, con el apoyo del
Equipo de Expertos sobre la Frontera. En este ámbito, urge resolver las disputas sobre los dos estados
en litigio, Kordofán del Sur y Nilo Azul, actualmente bajo soberanía de Sudán. En estos dos territorios,
la acción del Movimiento Popular de Liberación de Sudán –Norte (SPLM-N, por sus siglas en inglés)
contra el gobierno de Jartum sigue siendo incesante. Desde 2011, tras la división de Sudán, este
grupo rebelde exige al gobierno de Jartum que cambie su política centralista y autoritaria, y atienda a
los derechos de todos sus ciudadanos, con independencia de su religión y origen étnico. Además, esta
milicia armada no renuncia a sus reivindicaciones sobre la pertenencia histórica de ambos estados
fronterizos –o parte de ellos– a Sudán del Sur.
La resolución definitiva de este largo conflicto de más de cinco décadas, que concluyó con la
independencia de Sudán del Sur, sigue siendo enormemente complicada. Sólo la determinación de
ambos líderes, Omar Al Bashir y Salva Kiir, y de la Comunidad Internacional pondrán fin a una
situación que condiciona inexorablemente la estabilidad de toda la región, y que tiene repercusión
geopolítica en todo el continente africano
Sin duda, la cuestión de Abey –región fronteriza extremadamente rica en petróleo– es el gran
obstáculo que hay que salvar para establecer unas relaciones pacíficas entre Sudán y Sudán del Sur.
Además, supone la constatación de que el referéndum sobre la autonomía sobre esta región, previsto
y consensuado en el Acuerdo General de Paz de 2005 pero suspendido de forma indefinida, sigue
siendo la única salida viable para establecer la paz y la estabilidad, e in801+17la viabilidad de ambos
países.
4. SITUACION HUMANITARIA
4.1. Acciones de las Naciones Unidas
La situación humanitaria es alarmante
La situación de los refugiados en Sudán del Sur es una de las operaciones más críticas a las que
ACNUR está haciendo frente en estos momentos.. La situación de los refugiados que huyen de los
estados sudaneses del Nilo Azul y de Kordofán del Sur se ha vuelto preocupante, con más de 200.000
personas desplazadas a los vecinos Sudán del Sur y Etiopía; los esfuerzos realizados en Sudán del Sur
están llegando a un punto crítico.
La mayor presión de este flujo humano se encuentra en Sudán del Sur, con 62.000 personas en el
estado de Unidad y 113.000 en el estado del Alto Nilo, la mayoría en zonas remotas donde carecen
incluso de una estructura básica. Los niños y los adolescentes conforman el 52% de los refugiados en
Assosa, el 44% en el estado del Alto Nilo y el 65% en el estado de Unidad. Un gran número de niños
necesitan una intervención urgente para hacer frente a la desnutrición
En Sudán del Sur, el abastecimiento de agua para esta población se ha convertido en un agudo
problema, incluso con la recién comenzada estación de lluvias. En la mayor parte del campamento
Jamman en el Alto Nilo el agua llega a los tobillos y, aún así, la cantidad de agua potable está muy
por debajo de lo que se necesita. Se han cavado varios pozos en este y otros campamentos, pero
muchos refugiados siguen recibiendo sólo un tercio, o incluso menos, de la cantidad diaria de agua
necesaria.
Un gran número de refugiados se localiza en zonas realmente peligrosas y los desprendimientos de
tierra provocados por la lluvia bloquean las carreteras, con lo que se hace imposible el traslado de
estas personas a otras zonas, incluso cuando se han localizado mejores emplazamientos.
Los refugiados que huyeron a través de la frontera hacia Chad llegaron a una remota y desértica
región donde recursos como el agua son muy escasos. Ubicados a pocos metros de la frontera los
refugiados enfrentaron incursiones de la milicia. En respuesta a esto, a principios de 2004 el ACNUR
comenzó una importante operación logística para trasladar a la mayoría de los refugiados a
campamentos ubicados a una prudente distancia de la frontera, construyeron pequeñas aldeas con
servicios sanitarios, clínicas, escuelas, pozos y demás infraestructura necesaria.
ACNUR ha solicitado a los gobiernos y a la población en general que aporten más fondos para la crisis
de refugiados de Sudán. La agencia anunció que las contribuciones recibidas para dicha crisis ya se
habían agotado y que se necesitaban unos 219 millones de dólares para cubrir en 2012 las
necesidades de los refugiados sudaneses que se encuentran en Sudán del Sur y Etiopía. (UN Refugee
Agency UNHCR. “Refugees and Asylum Seekers in Sudan, as of November 2007”, 2007. Disponible en
la página Web http://www.unhcr.org/publ/PUBL/48a53e702.pdf).
Documentos de las Naciones Unidas
- Informe de la misión del Consejo de Seguridad a Uganda y el Sudán, 4 a 10 de octubre de 2010 de
7 de enero de 2011;
- Informe de la misión del Consejo de Seguridad a Djibouti (para tratar la cuestión de Somalia), el
Sudán, el Chad, la República Democrática del Congo y Côte d’Ivoire, 31 de mayo a 10 de junio de
2008 de 15 de julio de 2008;
- Informe de la misión del Consejo de Seguridad en Addis Abeba, Jartum, Accra, Abidján y Kinshasa
del 14 al 21 de junio de 2007 de 11 de julio de 2007;
- Informe de la misión del Consejo de Seguridad en Addis Abeba, Jartum, Accra, Abidján y Kinshasa
del 14 al 21 de junio de 2007 (Corrección) de 13 de julio de 2007;
- Informe de la misión del Consejo de Seguridad al Sudán y el Chad, 4 a 10 de junio de 2006 de 22
de junio de 2006.
Declaraciones del Consejo de Seguridad
Informes del Secretario General sobre Sudan. El Consejo de Seguridad exige que todas las partes
cesen sus operaciones militares en las zonas fronterizas y pongan fin al ciclo de violencia.
(S/PRST/2012/5).
Informes del Secretario General
Informe del Secretario General sobre Sudan del Sur (S/2012/140) 7 de Marzo de 2011.
Informe del Secretario General sobre la situación en Abyei (S/2011/678) 29 de septiembre de
2011.

Documentos relacionados