Anexo 1: El Presidente Calderón en el Día Internacional del

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Anexo 1: El Presidente Calderón en el Día Internacional del
Anexo 1: El Presidente Calderón en el Día Internacional del Migrante
Lunes, 17 de Diciembre de 2007 | Discurso
Tijuana, Baja California.
Muy buenos días, amigas y amigos.
Licenciado José Guadalupe Osuna Millán, Gobernador del Estado de Baja California.
Diputada Gloria María Loza Galván, Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso.
Magistrada María Esther Rentería Ibarra, Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del
Estado.
Licenciado Jorge Ramos Hernández, Presidente Municipal de Tijuana.
Distinguidos integrantes del presídium, señoras y señores legisladores bajacalifornianos
federales y locales, amigas y amigos todos:
Me alegra mucho estar nuevamente aquí en la puerta de México y de América Latina, en la
frontera que resiste en la historia y en el presente.
Saludo con mucho afecto a toda la gente de Tijuana, así como a nuestros paisanos que están
de paso en esta ciudad.
Saludo también con afecto a los líderes de las principales organizaciones que atienden o
trabajan en los intereses de los migrantes, particularmente los migrantes mexicanos en
Estados Unidos.
Y celebro, amigas y amigos, que estemos reunidos hoy para conmemorar un día tan especial,
como el Día Internacional del Migrante.
Sé además que esta fecha tiene un significado particular para Tijuana, porque se ha forjado
con el trabajo de migrantes de todo el país, que han constituido una buena parte del espíritu
combativo y trabajador del tijuanense.
Es muy especial para Tijuana porque aquí se registran alrededor de 25 millones de cruces
fronterizos al año, el punto más importante de cruces fronterizos en América y, desde luego,
muy probablemente en el mundo.
Aquí en Baja California además, y cerca, muy cerca de las zonas montañosas o desérticas,
donde por desgracia cada año siguen muriendo cientos de mexicanas y mexicanos tratando
de cruzar la frontera con rumbo a los Estados Unidos.
Me da mucho gusto también que sea aquí, en esta ocasión, donde estamos dando el
banderazo de arranque al Programa Paisano, con el cual queremos darle la bienvenida a más
de un millón 200 mil mexicanas y mexicanos que regresan al país para reunirse, para darse
un abrazo con sus familiares, con sus amigos en esta temporada de vacaciones.
Yo le he dado órdenes ya a las 20 dependencias que participan en el Programa para que en
coordinación con los gobiernos locales y municipales garanticen a los paisanos un regreso
tranquilo y seguro a sus lugares de origen.
Particularmente para que nos esmeremos y borremos de una buena vez esa idea de que en
algunos puntos del país, ciertamente no en Baja California, pero en otros sí, los migrantes
mexicanos son a veces peor tratados por las policías mexicanas que por las del otro lado.
Les he pedido en especial que faciliten su ingreso, su tránsito, su salida del país, los trámites
aduanales y los fiscales, y sobre todo que vigilemos entre todos el que quede perfectamente
erradicada la corrupción y el trato vejatorio sobre los paisanos.
Me alegra además, el compromiso y el trabajo de legisladores, del Programa Diputado
Amigo, que seguramente estarán ellos al pendiente, como lo estaremos nosotros, de que haya
siempre alguien que escuche, que atienda y que ayude a los paisanos que viven y a veces
padecen esas circunstancias.
Tengo la certeza de que así no toleraremos actos de corrupción en la atención a nuestros
compatriotas, ni admitiremos estafas, abusos o vejaciones.
Por ello es importante que nos hagan saber cualquier chantaje, cualquier extorsión, cualquier
mordida, cualquier atropello que sufra la gente. La denuncia es vital para cerrarle el paso a la
impunidad.
Los trabajadores migrantes, más allá de su nacionalidad o de su calidad migratoria, son
mujeres y hombres con sueños y aspiraciones que merecen un trato humano.
Por eso los mexicanos hemos defendido siempre los derechos y la dignidad de quienes
abandonan sus comunidades de origen en busca de trabajo y de un futuro mejor.
Estoy convencido de que ninguna política migratoria, ninguna, puede estar encima de los
derechos de la gente.
Esta convicción es hoy más fuerte que nunca ante el clima de encono, de animadversión, de
intolerancia que algunos irresponsables comienzan a gestar en Estados Unidos en contra de
nuestros paisanos.
Con el argumento de que los migrantes, los trabajadores mexicanos representan un problema
económico, social o incluso de seguridad para los estadounidenses. Nada más falso.
Esta percepción no sólo es errónea porque genera tensiones innecesarias en la relación
bilateral, sino porque debilita el desarrollo de América del Norte en su conjunto.
Se equivocan quienes por ignorancia, por mala fe, por interés político o económico buscan
presentar a los migrantes mexicanos o incluso a los mexicanos en general como enemigos de
Estados Unidos.
Los trabajadores mexicanos son gente de paz y son una raíz cada vez más importante de la
economía e incluso de la política de aquel país.
Hace poco más de una semana me reuní con los embajadores y cónsules de México en
Estados Unidos y Canadá con un objetivo claro: enfrentar y neutralizar la radicalización de
posturas y el trato vejatorio o discriminatorio en contra de los migrantes mexicanos.
Los instruí a asumir una posición activa, a fin de hacer, entre otras cosas, a hacer visibles los
enormes aportes de la migración mexicana a la economía de América del Norte.
Les pedí que usaran todos los foros, todos los medios a su alcance para difundir lo que varios
estudios señalan, como es el caso de los estudios del Consejo de Asesores Económicos de la
Casa Blanca que acreditan la contribución de la fuerza laboral mexicana al desarrollo y el
engrandecimiento de los Estados Unidos.
Por ejemplo, ese estudio dice que los inmigrantes constituyen ya el 15 por ciento de la fuerza
laboral de Estados Unidos y de ellos la gran mayoría son migrantes mexicanos.
Demuestra también que lejos de desplazar a los trabajadores nativos norteamericanos
complementan su capacidad productiva, se ubican en nichos laborales disponibles donde
existe demanda de trabajo, si no, no encontrarían trabajo nuestros nacionales.
Y se ha encontrado, se ha demostrado que los migrantes mexicanos incrementan la
productividad y el ingreso de los trabajadores nacidos en Estados Unidos.
Esta complementariedad genera beneficios para la economía americana y para los ingresos
de sus trabajadores que se calculan en más de 30 mil millones de dólares por año.
Además, nuestra gente tiene un efecto positivo en las comunidades a las que se integran,
muchos de estos inmigrantes son emprendedores, ponen su negocio, generan a la vez
empleos para los demás, e incluso, son más emprendedores que la mayoría de los
trabajadores nacidos en Estados Unidos.
Así lo demuestra el índice empresarial de actividad empresarial de la Fundación Kauffman,
que dice que los migrantes mexicanos son 40 por ciento más emprendedores que los nativos.
También se dice falsamente que los inmigrantes y sus hijos ponen en peligro la cultura de
Estados Unidos, falso también, está demostrado que la segunda generación de inmigrantes
latinos, que ya es mayoría, sólo siete de cada 100 utilizan el español como idioma principal.
Por otra parte, la tasa de criminalidad entre los migrantes mexicanos es menor que entre la
gente nacida en Estados Unidos.
Contrario a lo que se piensa, los migrantes mexicanos tampoco son una carga para la
economía, ni para las finanzas de los norteamericanos.
Por el contrario, población mexicana fuerte, trabajadores mexicanos fuertes, jóvenes,
activos, están ya financiando una buena parte del sistema de retiro de los adultos mayores
norteamericanos.
Y hay otros estudios como el National Research Council, que estima que los migrantes y sus
descendientes tendrán un impacto positivo en el presupuesto público en el largo plazo, es
decir que los impuestos americanos que pagan son mucho mayores a los beneficios que
reciben en educación o salud.
Cuánto estima este National Research Council, estima que el impacto positivo para el fisco
americano es de 80 mil dólares por migrante en promedio, respecto a lo que reciben por
concepto de servicios públicos.
Así que yo quiero exhortar a todos, a los medios de comunicación, a las organizaciones
civiles no gubernamentales, a los propios gobiernos locales, a todos los funcionarios
mexicanos del Gobierno Federal, que con hechos, con argumentos sólidos, demostremos que
nuestros paisanos no son un problema, sino son una solución para Estados Unidos.
Estoy convencido, además, que mientras más hostil y más discriminatoria sea la política
migratoria en Estados Unidos, menos competitividad y menos productividad económica
tendrán los americanos.
Los trabajadores migrantes no sólo realizan una aportación sustantiva al crecimiento, la
productividad y el avance tecnológico de ese país, sino que generan, como he dicho, un
efecto positivo en los ingresos de los propios trabajadores estadounidenses.
Es innegable que la economía mexicana y la norteamericana son complementarias; Estados
Unidos es intensivo en capital, México lo es en mano de obra, trabajo y capital son dos caras
de una misma moneda que se llama crecimiento económico, de ahí la importancia del
trabajador mexicano para elevar la productividad y la competitividad de América del Norte.
Por todas estas razones y muchas más, empezando por las razones que apelan a la dignidad
humana elemental en cada persona, estoy convencido de que la solución no es levantar
muros ni aplicar razias, que debemos abordar el tema migratorio desde una perspectiva
integral y desde una dimensión económica, política social y cultural, y no desde una óptica
policiaca o persecutoria.
Hoy reafirmo ante todos ustedes amigas y amigos el compromiso del Gobierno Federal de
seguir luchando por una migración legal, segura, ordenada y respetuosa de la dignidad
humana.
Como he dicho antes, para mi Gobierno México no termina en esta frontera, donde quiera
que haya un mexicano, ahí está la patria y ahí está la solidaridad de México con su gente.
Por eso trabajamos intensamente para defender los derechos de los mexicanos en el exterior,
también actuamos como en el Programa Paisano para recibirlos con la dignidad que merecen
cuando vistan a su gente y más aún, cuando son deportados por las autoridades americanas.
En particular prestamos y prestaremos especial atención a los niños, a las niñas mexicanas
que son deportados sin sus padres.
Por eso yo quiero anunciar que he instruido al Instituto Nacional de Migración, para que
ponga en marcha un programa al que hemos llamado Repatriación Humana, Repatriación
Humana, garantizará un trato humanitario y digno al medio millón de mexicanos que cada
año son deportados.
Se trata de una estrategia que va a privilegiar la coordinación de esfuerzos entre los tres
órdenes de Gobierno y la sociedad civil organizada.
Este programa iniciará el próximo año a través de un proyecto piloto que arrancará aquí en
Tijuana y se extenderá gradualmente a todas las ciudades fronterizas.
Con este esfuerzo nos aseguraremos que nuestros compatriotas reciban comida y cobijo
cuando así lo requieran, que cuenten con atención médica en casos de emergencia, que
puedan validar formalmente los conocimientos adquiridos mediante su experiencia laboral
en Estados Unidos, que tengan acceso a ofertas de trabajo temporal y, desde luego, que
puedan comunicarse con sus seres queridos.
Yo estoy seguro que Repatriación Humana tendrá el éxito que esperamos porque se funda en
la experiencia de varios equipos de trabajo dedicados a la atención del migrante.
En especial me refiero a las Organizaciones No Gubernamentales hoy presentes y, desde
luego, a los Grupos Beta que hoy nos acompañan.
Su labor ha sido clave, por ejemplo, para la buena operación del Programa Paisano, pero no
sólo para este programa, ha sido clave para rescatar a la gente en el desierto, en la montaña,
para evitar mayor número de muertes, para evitar también el trato abusivo, persecutorio
contra ellos por parte de otras autoridades.
Es por eso que para mí, además, va a ser muy grato entregar, dentro de unos momentos, el
reconocimiento muy merecido a destacados miembros de los Grupos Beta.
Amigas y amigos tijuanenses, amigas y amigos:
Yo reitero mi aprecio, mi reconocimiento, diría yo mi cariño a la gente de Tijuana y también
a la gente que es repatriada, a todos los paisanos que visitan el país.
Válidamente puedo decirles a nombre de todos los mexicanos que los extrañamos mucho y
que esperamos tener en el futuro una Patria que ya no expulse a ninguno de sus hijos por
hambre, nosotros seguiremos trabajando intensamente para crear las condiciones que
permitan a cada mexicana, a cada mexicano encontrar aquí, aquí en su tierra y con su gente
las oportunidades de empleo digno y bien pagado que merecen.
Que permitan sumar su esfuerzo y su talento a la transformación de México, seguiremos
luchando sin descanso para que lo que más cruce la frontera sea la inversión y el turismo a
nuestro país y no a nuestros trabajadores hacia los Estados Unidos.
Para que la migración sea una elección personal y no la única opción de vida, para que en
suma México sea una Nación fuerte, competitiva, ganadora, a la altura de nuestras
aspiraciones y de la dignidad de los mexicanos.
Enhorabuena para todos, muchas gracias.
Anexo 2: El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Felipe
Calderón, durante la Visita de Supervisión al Programa Paisano
Miércoles, 20 de Diciembre de 2006 | Discurso
Muy buenos días a todos, amigas y amigos.
Me da mucho gusto estar el día de hoy en Sonora y particularmente en Nogales, una tierra
entrañable y con la cual estaba comprometido a regresar lo más pronto posible, y aquí estoy
con muchísimo gusto.
Nogales es la puerta de entrada al país; desde aquí saludo con muchísimo afecto a todos los
amigos sonorenses y, desde luego, empezando por su gobernador, el ingeniero Eduardo
Bours.
Muchísimas gracias por su hospitalidad y sus palabras gobernador.
Vengo aquí a reconocer el gran esfuerzo de superación de nuestros paisanos, desde luego, los
mexicanos que viven en Estados Unidos y su enorme voluntad de mantener firmes los lazos
con México.
Y, desde luego, a cumplir con nuestro deber de supervisar que están recibiendo la atención
oportuna, cálida y digna que merecen.
Hoy la migración es un fenómeno mundial; el movimiento de personas entre fronteras se
debe a las aspiraciones que tienen las mujeres y los hombres de vivir mejor, de asegurar un
presente digno y un mejor futuro para sus familias y no hay delito alguno en esa aspiración.
El bienestar personal y familiar de nuestros migrantes se sustenta con esfuerzo y con trabajo
e implica, también, enormes sacrificios.
Mi Gobierno está comprometido con una política de defensa de los migrantes, con una
política en la relación bilateral con Estados Unidos que entienda a la migración como un
fenómeno natural que requiere ser regulado y que reclama esfuerzos de sociedad y Gobierno
en ambos lados de la frontera para generar la única solución de fondo y de largo plazo al
problema de la migración; la generación de empleos bien pagados aquí, en el territorio
nacional, no hay otra alternativa.
Entre los sacrificios de los migrantes está, desde luego, el hecho de partir, de dejar la casa
propia, de despedirse en algunos casos para siempre de la familia y de dejar la tierra por
todos querida.
No obstante la tierra llama, las raíces de los migrantes mexicanos son la Patria misma; en
esta temporada de vacaciones en la que un millón 200 mil mexicanos regresan a sus
comunidades para reunirse con sus familiares y amigos, pienso que en esta temporada de
alguna manera también se reunifica México.
Todos reconocemos su esfuerzo de superación, su lucha por abrirse camino de progreso lejos
de la tierra y lejos de los suyos.
Conozco su historia de trabajo, de valentía y de sacrificio; sé de los problemas y desafíos que
enfrentan fuera del país, pero también sus hazañas y sus ganas de salir adelante.
Como autoridades tenemos la obligación de garantizar un viaje seguro y tranquilo a los
lugares de origen, proteger su vida, la integridad de su patrimonio y garantizar desde la
autoridad una feliz estancia merecida en el territorio nacional.
Por eso he instruido a las 21 secretarías y dependencias que participan en el Programa
Paisano y a todos los servidores públicos responsables del mismo, para que de manera
conjunta con los gobiernos locales y en particular con el Gobierno de Sonora, brinden
información oportuna, agilicen trámites, prevengan y eviten actos de corrupción y, sobre
todo, ofrezcan el trato digno que la gente merece.
La orden, que ningún paisano tenga problemas al ingresar al país y al transitar por las
carreteras y los caminos de México. La consigna es simplificar y transparentar los trámites
aduanales y fiscales para que no pierdan tiempo innecesariamente y, sobre todo, que no sean
objeto de extorsiones.
Para orientar a los mexicanos que regresan en esta temporada sobre sus derechos y
obligaciones, tenemos unidades de atención en consulados, en aeropuertos, en terminales de
autobuses y puentes internacionales.
Y también estamos ofreciendo servicio informativo en presidencias municipales, casetas de
peaje, garitas y, desde luego, en centros de importación temporal de vehículos.
Quiero reconocer el esfuerzo que hace, en este caso, el gobierno de Sonora por brindar
mejores espacios de descanso o de estancia mientras el jefe de familia realiza los trámites
necesarios para su integración e ingreso al territorio nacional.
Y quiero enfatizar, yo estoy seguro que en esto me acompañan todos ustedes, que no
toleraremos actos de corrupción en la atención a nuestros paisanos, que no podemos admitir
estafas, abusos ni vejaciones, que dañan sensiblemente no sólo a la integridad y los derechos
del migrante que regresa sino, sobre todo, dañan a México.
Tenemos que erradicar la idea de que México es un país de corrupción. Eso no corresponde
al espíritu genuino de los mexicanos, eso no corresponde al futuro que merecen nuestros
hijos.
Por eso las irregularidades deben ser y serán severamente sancionadas, y estaré
personalmente atento a que se cumplan estas disposiciones.
Los servidores públicos debemos ser los primeros en cumplir y en hacer cumplir la ley, con
razón y con justicia los ciudadanos nos exigen integridad, honestidad y rectitud a toda
prueba.
Uno de los grandes objetivos de mi Gobierno es hacer que el respeto a la ley sea la verdadera
norma de convivencia entre los ciudadanos.
Yo convoco desde aquí a toda la población para que evite y nos haga saber cualquier intento
de chantaje, de extorsión y de atropello.
La cultura de la denuncia es un paso fundamental para abrirle espacio a la cultura de la
legalidad, es un paso fundamental la denuncia para acabar con los abusos.
Y quiero agradecer a los mil 100 observadores voluntarios que están trabajando para apoyar
el buen funcionamiento del Programa Bienvenido Paisano.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Solidaridad Humana, también
quiero reconocer el trabajo que ustedes realizan en favor de los mexicanos que regresan.
La solidaridad significa ser responsable, no sólo del destino propio, sino responsable del
destino de los demás.
La solidaridad es un valor universal que refleja la grandeza de las personas y también la
grandeza de los pueblos.
El lunes pasado también se celebró otra fecha muy especial, el Día Internacional del
Migrante, y en México, como en muchos países, la migración es un fenómeno que divide a
las familias y a los pueblos. Tan sólo en Estados Unidos hay, por lo menos, 10 millones de
mexicanos y otros 17 millones más son estadounidenses de origen mexicano.
Yo quiero aprovechar la oportunidad para decirles a todos los paisanos que mi Gobierno
tiene un firme compromiso con los migrantes y sus familias.
Les reitero que no están solos en la defensa de sus derechos humanos y laborales en Estados
Unidos.
Y por eso he instruido a todos los consulados para que los orienten, los protejan y los
defiendan.
Y, por ello, a partir del 2007 cumpliremos, tal y como lo he propuesto en el Presupuesto de
Egresos del año 2007, cumpliremos con el compromiso de destinar en su totalidad los
recursos recaudados por trámites consulares en Estados Unidos, a fortalecer la red consular
mexicana y proteger y defender así los derechos de todos los paisanos que viven y trabajan
en ese país.
Esto implica destinar un monto equivalente al 15 por ciento del presupuesto de la Secretaría
de Relaciones Exteriores a la atención de los migrantes.
Tampoco están solos en su esfuerzo para que sus familias vivan mejor, para que puedan
avanzar por el camino de la tranquilidad, la seguridad y el bienestar, por el camino del
progreso.
Mi Gobierno está trabajando en colaboración con los gobiernos locales para garantizar
intensamente la seguridad pública en todo el país, para rescatar nuestras ciudades, nuestros
parques, nuestras escuelas y centros laborales, para fortalecer la seguridad de nuestras calles,
caminos y carreteras.
Quiero comprometerme, además, a trabajar con las instituciones financieras a fin de ampliar
oportunidades de crédito para construir o mejorar la casa donde viven sus hijos en México,
mientras los padres o las madres de familia están trabajando en Estados Unidos.
Y, también, estoy decidido a dar la batalla para que las instituciones bancarias y financieras
reduzcan los costos de transacción y de envío de remesas de mexicanos en el extranjero a sus
familias aquí en México.
Amigas y amigos:
Cuando un mexicano cruza la frontera para ir al norte, nuestro país pierde personas muy
valiosas y nuestra economía pierde lo que más importa: el valor humano.
Una obligación ética y política para nuestra generación es crear las condiciones para que la
gente pueda quedarse en sus comunidades. La única solución de fondo al problema de la
migración es multiplicar las oportunidades de empleo en todo el país y así abrir las puertas al
desarrollo en todo México.
Necesitamos crear los empleos dignos y de calidad que exigen nuestros jóvenes aquí y ahora.
Necesitamos mejorar el ingreso de las familias en todas las comunidades y en todos los
estados.
Necesitamos hacer que lo que más cruce la frontera sea la inversión hacia México y no la
mano de obra a los Estados Unidos.
Necesitamos hacer que la gente que va allá, al otro lado a buscar trabajo, mejor lo encuentre
aquí donde está su familia, donde está su casa y donde está su tierra.
Necesitamos hacer de México uno de los mejores destinos de inversión en el mundo.
Necesitamos buscar, de manera decidida, que nuestro país pueda prosperar y ser una
economía capaz de generar oportunidades para sus hijos.
Para lograrlo, mi compromiso es trabajar fuerte al lado de ustedes, al lado de los mexicanos
que viven en otras partes del mundo, al lado de las empresas, al lado de los productores, al
lado de la sociedad, al lado de los gobiernos locales, como el gobierno de Eduardo Bours; al
lado de los Poderes Legislativo y Judicial.
Sólo sumando esfuerzos, como lo estamos haciendo en el Programa Paisano, vamos a poder
construir un México justo, competitivo; un México fuerte que ofrezca oportunidades de
superación para sus habitantes.
Este es el México por el que luchan día tras día, estoy seguro, los sonorenses.
Este es el México ganador que queremos para el futuro, este es el México ganador que está
bien representado, simbólicamente representado en sonorenses de la talla de Ana Gabriela
Guevara, orgullo de Nogales y orgullo de todos los mexicanos.
Yo reitero mi aprecio y mi reconocimiento a todos los paisanos que regresan a la tierra,
sepan que los extrañamos y los queremos; y que para el Presidente de la República, México
no termina en esta frontera, para mí donde quiera que haya un mexicano, ahí está la Patria.
A todos les digo que nos esforzaremos como Gobierno para que puedan reunirse en paz y
tranquilidad con sus seres queridos y puedan también retornar a su lugar de trabajo sin
contratiempos.
Que esperamos que algún día ese lugar de trabajo vuelva a ser nuestro querido país.
Con su compañía estoy seguro de que sus familias que los esperan con ansia pasarán fiestas
verdaderamente felices.
Yo les deseo a quienes regresan, les deseo a los ciudadanos de Nogales y sus familias, a
todos los sonorenses y a todos los mexicanos una muy Feliz Navidad y un Próspero Año
Nuevo.
Que el 2007 sea un año de salud, de alegría y de plena realización.
Que sea, el 2007, el mejor año de nuestras vidas.
Muchas felicidades y muchas gracias a todos.
Anexo 3: El Presidente Calderón en la Recepción al Presidente de los
Estados Unidos de América, George W. Bush
Martes, 13 de Marzo de 2007 | Discurso
Hacienda Temozón, Municipio de Abalá, Yucatán.
Excelentísimo señor George W. Bush, Presidente de los Estados Unidos de América, señora
Laura Bush; distinguidos miembros de la comitiva que le acompañan.
Sean ustedes muy bienvenidos a México.
Nos congratula esta visita porque refleja su interés por nuestro país y porque nos permite
dialogar sobre nuestra compleja agenda bilateral.
Por muchas razones la relación con Estados Unidos es la más importante para México, pero
también la relación con México es la más importante para Estados Unidos.
Así lo expresó usted, señor Presidente, en una reunión como esta cuando manifestó hace
algunos años que no existe una relación en el mundo de mayor importancia para los Estados
Unidos que aquella que tenemos por México.
Desafortunadamente los cobardes atentados contra el pueblo norteamericano hicieron que de
manera comprensible cambiaran las prioridades.
Sin embargo, es tiempo ya de retomar el espíritu de aquellas palabras y darle cauce a nuestra
relación hacia un camino de mutua prosperidad.
Somos países y pueblos amigos, con la mirada puesta en un futuro compartido que estoy
seguro podremos alcanzar en mutuo beneficio.
Soy originario de Michoacán, uno de los estados que más ha sufrido por la migración y sé
del dolor de las familias al separarse y de los pueblos donde los ancianos se van quedando
solos.
Sé también que los mexicanos perdemos en cada migrante lo mejor de nuestra gente, gente
joven, gente trabajadora y audaz, gente fuerte, gente que se va porque no encuentra aquí las
oportunidades para salir adelante.
Por eso queremos generar empleo para los mexicanos aquí en México, porque esa es la única
manera de resolver de fondo el tema migratorio, esa es una solución que nos conviene a
todos y en consecuencia que debemos resolver en común, porque mientras haya dos
economías tan complementarias y desiguales, una intensiva en capital y otra intensiva en
mano de obra, la migración no podrá detenerse, ni mucho menos por decreto.
Por eso estamos trabajando intensamente para que en lugar de que nuestra mano de obra
vaya a donde está el capital, mejor venga a México la inversión donde está la mano de obra y
no se sigan dividiendo nuestras familias y nuestros pueblos.
Los mexicanos respetamos plenamente el derecho que tiene el pueblo y el Gobierno de los
Estados Unidos de decidir en su territorio lo que mejor convenga a sus preocupaciones y a su
seguridad.
Pero al mismo tiempo consideramos, de manera respetuosa, que puede ayudar más a detener
la migración un kilómetro de carretera en Michoacán o en Zacatecas, que 10 kilómetros de
muro en Texas o en Arizona.
Queremos que se respeten los derechos de todos y, desde luego, de nuestra gente.
Por eso también reconocemos y apoyamos el esfuerzo que usted está haciendo, señor
Presidente, por impulsar una reforma migratoria integral en el Congreso de los Estados
Unidos y le deseamos el mejor de los éxitos.
Por eso también queremos seguir trabajando juntos y ahora con más intensidad para acelerar
el desarrollo de nuestros pueblos, porque estoy seguro que no hay nada mejor para la
seguridad y la prosperidad de la región que la prosperidad en México.
Por otra parte, compartimos el propósito de mantener una frontera segura, porque quienes
viven de ambos lados así lo merecen, tanto americanos, como mexicanos.
Mi Gobierno hace la parte que le corresponde: recupera las calles y las plazas públicas de las
garras de la delincuencia y de las drogas; hemos acreditado con hechos nuestro firme
compromiso en la batalla contra quienes quieren envenenar el cuerpo y el alma de nuestros
jóvenes.
Pero para tener éxito en esta lucha necesitamos la colaboración y la activa participación de
nuestro vecino, a sabiendas de que mientras no se reduzca la demanda de drogas en su
territorio será muy difícil reducir el suministro en el nuestro.
Señor Presidente:
No tengo duda de que juntos, nuestros gobiernos, avanzarán en la generación de nuevas
oportunidades de bienestar y de prosperidad para nuestras naciones.
Sean ustedes, muy bienvenidos a México.
Anexo 4: Mayor Assails Bill in Congress on Immigration
Mayor Michael R. Bloomberg, in unusually pointed and broad language, criticized Congress
yesterday for parts of a comprehensive immigration bill now being debated in the Senate.
Speaking after a Memorial Day parade in Laurelton, Queens, which has a thriving
Caribbean community, Mr. Bloomberg said in response to a reporter‘s question, ―Shame on
Congress, who can‘t get together‖ on the immigration issue.
The Senate bill has come under partisan attack even before the House of Representatives can
propose its version.
Lawmakers ―should all look back on their history,‖ said Mr. Bloomberg, a small American
flag draped on his lectern as he spoke to reporters, ―and realize that if we had had the laws
that they are proposing in many cases, they wouldn‘t be here because their parents or
grandparents would not have been here.‖
The mayor spoke near what is known as Veterans Memorial Triangle, a patch of green
maintained at 225th Street, 143rd Avenue and North Conduit Avenue by the Veterans of
Foreign Wars, Post 5298.
The teenage musicians of the Elite Marching Band of St. Albans, Queens, performed an
earnest rendition of the national anthem. Cub Scouts fiddled with their kerchiefs during the
grown-ups‘ speeches. Toddlers covered their ears and cried during a four-gun salute.
Mr. Bloomberg was especially critical of the guest-worker provision of the Senate bill,
strongly supported by many in his own Republican Party. Immigrants would enter the
country for three stints of two years each, going home for one year between each stint and
returning home permanently after the third.
―The guest-worker program is a joke,‖ he said. ―Nobody‘s going to go home for a year and
come back. Nobody could ever enforce that. Nobody in their right mind would ever try to do
it.‖
He reiterated his praise for the bill‘s rejection of mass deportations of the country‘s
estimated 12 million illegal immigrants. About 400,000 undocumented immigrants are
thought to be in New York City.
―We don‘t have an army big enough to deport them,‖ Mr. Bloomberg said. ―It would destroy
the economy if you deported them. They are here, yes, against the law, but they‘re here with
the complicity of the U.S. government. The U.S. government deliberately looked away since
1986, the last time we had immigration reform.‖
He praised the bill‘s citizenship provisions as a promising start. ―Having something that
gives them permanent status and some road to citizenship is a big step forward,‖ Mr.
Bloomberg said. ―You don‘t want that road to be so impossible that they can‘t do it.
―On the other hand,‖ he continued, ―you don‘t want to also make that road something that
doesn‘t include learning to speak English, learning the culture of this country, the laws of
this country and the history of this country.‖
"It is as if we expect border control agents to do what a century of communism could not:
Defeat the natural forces of supply and demand and defeat the natural human instinct for
freedom and opportunity. You might as well sit on the beach and tell the tide not to come
in."
(http://www.americanapparel.net/contact/legalizela/)
Anexo 5: Enforceable, Sustainable, Compassionate
In every decade there is a critical domestic issue that shapes our political life for decades to
come. In the 1960s, it was civil rights; in the 1970s, the Watergate crisis; in the 1980s, crime
and drugs; and in the 1990s, welfare dependency. Today, it is immigration.
In New York City, 500,000 of our more than three million immigrants are here illegally.
Although they broke the law by illegally crossing our borders or overstaying their visas, our
economy would be a shell of itself had they not, and it would collapse if they were deported.
The same holds true for the nation. Yet in a post-9/11 world, the federal government can no
longer wink at illegal immigration. To ensure our national security and keep our economy
growing, it is essential that immigration reform embody four key principles:
1. Reduce Incentives. As a business owner, I know the absurdity of our existing
immigration regulations all too well. Employers are required to check the status of all job
applicants, but not to do anything more than eyeball their documents. In fact, hypocritically,
employers are not even permitted to ask probing questions. As a result, fake "green cards"
are dime a dozen, and illegal immigrants can easily qualify for jobs.
It is encouraging that a growing number of Democrats and Republicans in Congress
recognize the need for a federal database that will allow employers to verify the status of
those applying for jobs. The database must identify all job applicants in America based on
documentation that cannot be corrupted--fingerprints or DNA, for example. (Social Security
cards are just too easy to falsify.) In addition, there must be stiff penalties for businesses that
fail to conduct checks or ignore their results. Holding businesses accountable is the crucial
step, because it is the only way to reduce the incentive to come here illegally. Requiring
employers to verify citizenship status was the promise of the 1986 immigration reform law,
but it was an empty promise, never enforced by a federal government pressured to look the
other way while workers were exploited. This allowed illegal immigration levels to
overwhelm our border control. We must not make the same mistake again.
2. Increase Lawful Opportunity. Baby boomers are starting to retire, America's birthrate
continues to slow, and our visa quotas remain too low. As a result, we need more workers
than we have, and that's exactly why so many people want to come here. In most cases, those
here illegally are filling low-wage, low-skill jobs that Americans do not want. Recent studies
put the lie to the old argument that immigrants take jobs away from native-born Americans
and significantly depress wages. Global economic forces are responsible for the declines in
the real wages of unskilled workers and occur regardless of whether immigrants are present
in a community. Moreover, any slight wage decline is more than offset by substantial
increases in productivity.
To keep people and businesses investing in America, we need to ensure that we have
workers for all types of jobs. That means increasing the number of visas for overseas manual
workers, who help provide the essential muscle and elbow grease we need to keep our
economy running, as well as the number of visas for immigrant engineers, doctors, scientists
and other professionally trained workers--the brains of tomorrow's economy. And it means
giving all of them, as well as foreign students, the opportunity to earn permanent status, so
they can put their knowledge and entrepreneurial spirit to use for our country. Why shouldn't
we reap the benefits of the skills they have obtained here? If we don't allow them in, or we
send them home, we will be sending the future of science--and the jobs of tomorrow--with
them.
3. Reduce Access. Controlling our borders is a matter of urgent national security. As
President Bush recognizes, in some areas, particularly in border towns, additional fencing
may be required; in open desert areas, a virtual wall--created through sensors and cameras-will be far more effective. However, even after doubling their numbers, border security
guards will remain overwhelmed by the flood of people attempting to enter illegally. Only
by embracing the first two principles--reducing incentives and increasing lawful opportunity-will the border security so desired by the House become a manageable task.
4. Get Real. The idea of deporting 11 million people, nearly as many as live in the entire
state of Illinois, is pure fantasy. It is physically impossible to carry out, though if it were
attempted, it would devastate both families and our economy. The Senate's tiered approach
requiring that some people "report to deport" through guest worker programs--while leaving
their spouses, children and mortgages behind--is no less ridiculous. If this approach becomes
law, there can be little doubt that the black market for false documentation would remain
strong and real enforcement impossible.
There is only one practical solution, and it is a solution that respects the history of our
nation: Offer those already here the opportunity to earn permanent status and keep their
families together, provided they pay appropriate penalties. For decades, the federal
government has tacitly welcomed them into the workforce and collected their income and
Social Security taxes, which two-thirds of undocumented workers pay. Now, instead of
pointing fingers about the past, let's accept the present for what it is by bringing people out
of the shadows, and focus on the future by casting those shadows aside, permanently.
As the debate continues in Washington, it is essential that Congress recognize the need for
an immigration policy that is enforceable, sustainable and compassionate--and that enables
the American economy to thrive in the 21st century. But if one principle is abandoned, we
will be no better off than we were after passage of the 1986 law. A successful solution to our
border problems cannot rest on a wall alone; it must be built on a foundation strong enough
to support it, and to support our continued economic growth and prosperity.
Anexo 6: Viaje a la tierra prometida Movimientos migratorios mexicanos
Susanne Käss
“Tan lejos de Dios – tan cerca de los Estados Unidos‖, suelen ironizar
los mexicanos sobre su país. Sienten estar eternamente en la sombra del
poderoso vecino del Norte y, no obstante, Estados Unidos ejerce una enorme
atracción sobre los mexicanos. La corriente migratoria desde México
hacia Estados Unidos es la más fuerte entre dos países en todo el mundo.
Anualmente emigran a la tierra prometida del Norte unos 400.000 mexicanos.
En el período entre 2000 y 2005, México se convirtió así en el país
de mayor emigración del mundo, seguido por China, con un promedio
anual de 390.000 emigrantes, e India, con una emigración de 280.000
personas por año. También es interesante destacar que, salvo una minoría
escasamente relevante, los emigrantes tienen un único destino: Estados
Unidos de Norteamérica. El 98,7% de todos los mexicanos que residen
en el exterior ha elegido a Estados Unidos como nueva patria. Según datos
oficiales del gobierno mexicano, suman 30.300.000 las personas de origen
mexicano que viven hoy en Estados Unidos. Aproximadamente 11 millones
son ciudadanos mexicanos, en tanto que uno de cada tres extranjeros
en Estados Unidos es mexicano. Según datos del Pew Hispanic Center, los
hispanos constituyen el 13% de la población de Estados Unidos, por lo
que son la primera minoría de extranjeros. En 2005 superaron en número
a los afroamericanos. El 63% de los hispanos es de origen mexicano. Por
el contrario, el fenómeno de inmigración a México es ínfimo. Según datos
del Centro Latinoamericano para Demografía, en el año 2000 los inmigrantes
constituyeron el 0,5% de la población mexicana, en tanto que ese
mismo año un 9,4% de la población nacida en México había emigrado.
La migración tiene masivos efectos económicos sobre México. Según datos
provistos por el Banco Mundial, en 2007 las remesas enviadas por mexicanos
que viven en Estados Unidos ascendieron a más de 24.000 millones
de dólares. De este modo, los giros desde el exterior se constituyeron en la
segunda fuente más importante de divisas del país, superadas sólo por los
ingresos derivados de las exportaciones de petróleo.
I. La evolución de la migración hacia
Estados Unidos
Para los mexicanos, el vecino del Norte tiene dos caras: por un lado,
Estados Unidos es el país de los opresores y explotadores; por el otro, el
paraíso, en el que vivir promete un máximo de felicidad. Esto último está
avalado por las corrientes migratorias desde el Sur hacia el Norte que a
lo largo de las décadas ha llevado a que hoy el 98% de los mexicanos
que viven en el exterior se encuentran en los Estados Unidos. Migrantes
temporarios, definitivos y quienes cruzan la frontera todos los días para
trabajar, impulsados por factores de atracción y expulsión, no tienen, sin
embargo, sólo efectos negativos sobre la economía de ambos países. En
México, las remesas de los emigrantes se han convertido en un factor económico
importante y Estados Unidos se beneficia de los inmigrantes que
pagan impuestos pero rara vez utilizan las prestaciones sociales. Para que el
problema de los emigrantes, que tampoco pudieron ser disuadidos mediante
el refuerzo de las fronteras, pueda solucionarse de manera definitiva,
se necesita encarar una reforma integral del sistema migratorio que incluya
los actores de ambos países y contemple sus necesidades específicas.
La historia de la migración entre México y Estados Unidos se remonta
al siglo XIX. Luego de la derrota sufrida a manos de Estados Unidos,
México se vio obligado a ceder el 55% de su territorio en el marco del
Tratado de Guadalupe Hidalgo. Como contrapartida, Estados Unidos
pagó a México 15 millones de dólares en concepto de indemnización por
los daños causados durante la guerra. La superficie de dos millones de km2
cedidos a Estados Unidos comprende los actuales estados de California,
Arizona, Nevada, Utah y partes de Colorado, Nuevo México y Wyoming.
En este territorio vivían, al momento de la firma del tratado, 100.000
ciudadanos mexicanos, que constituían el 4% de la población mexicana.
La mayoría de ellos optó por quedarse en su lugar de origen y adoptar la
ciudadanía norteamericana. Texas ya se había independizado de México
luego de la guerra de 1935-1836 y adherido poco después a la Unión
Norteamericana. No obstante, se mantuvieron fuertes lazos entre México
y los estados sureños de Estados Unidos, que comenzaron a manifestarse
en movimientos migratorios hacia el Norte.
Hasta los años 40 del siglo XX, se reclutaban en menor escala trabajadores
mexicanos para actividades en la construcción de ferrocarriles y el
agro. El primer programa de migración de importancia fue el Programa
Bracero, concebido para trabajadores extranjeros, vigente entre 1942
y 1964. Para anticiparse a la falta de mano de obra durante la Segunda
Guerra Mundial se contrató a trabajadores mexicanos para cumplir con
tareas agropecuarias. En general, estos trabajadores permanecían sólo temporalmente
en Estados Unidos y luego de la cosecha regresaban a México.
El programa fue lanzado por el gobierno norteamericano, pero a lo largo
de su existencia despertó creciente interés del gobierno mexicano. En 1964
Estados Unidos lo dio por finalizado. La herencia más importante de esta
época es la gran demanda de trabajadores mexicanos en el sector rural
norteamericano.
La siguiente etapa, de 1965 a 1985, se caracterizó por cierta falta de
regulación en las relaciones migratorias entre ambos países, con la consecuencia
de una creciente inmigración ilegal de trabajadores mexicanos a
Estados Unidos que siguieron trabajando fundamentalmente en el agro.
El período desde 1986 hasta la fecha se caracteriza por la búsqueda
de instrumentos que le permitan a Estados Unidos controlar la masiva
corriente inmigratoria desde México. A pesar de que las condiciones de
la inmigración en Estados Unidos se vieron dificultadas luego de la finalización
del Programa Bracero, a partir de 1970 comenzó a intensificarse la
corriente migratoria. En 1986 se sancionó la Ley de Reforma y Control de
la Inmigración (Inmigration Reform and Control Act) como primer intento
serio de limitar la inmigración ilegal. Por un lado se reforzaron los controles
en la frontera y se introdujeron penalidades para empleadores que
88 Susanne Käss
contrataran a inmigrantes ilegales; por el otro, se dieron las condiciones
para que dos millones de mexicanos radicados en Estados Unidos pudieran
regularizar su situación. En lugar de frenar la inmigración, la radicación
permanente de los mexicanos afectados en Estados Unidos provocó más
bien lo contrario.
En 1996 se sancionó la Ley de Reforma de la inmigración ilegal y
responsabilidad del inmigrante (Illegal Inmigration Reform and Immigrant
Responsibility Act), que contenía regulaciones muy restrictivas. No obstante,
la década del 90 fue la década de más emigración hacia Estados Unidos,
que llegó a sumar hasta 500.000 mexicanos por año.
En 2001 el presidente mexicano Vicente Fox y su par americano
George W. Bush negociaron un acuerdo bilateral de migración que debía
reforzar la movilidad de los trabajadores mexicanos y al mismo tiempo
fomentar el desarrollo económico de las regiones más afectadas por la emigración
en México. Sin embargo, debido a los atentados terroristas del 11
de septiembre de 2001, este acuerdo tuvo una vigencia efímera. El tema de
la seguridad interior cobró prioridad frente a la política de inmigración.
En Estados Unidos se esparció un temor colectivo de que los terroristas
pudieran ingresar al país a través de la frontera mexicana. La política de
inmigración, que hasta entonces dependía del Ministerio de Justicia, fue
transferida al Departament of Homeland Security. En virtud de las leyes
que se sancionaron en los años subsiguientes, la frontera entre México y
Estados Unidos se vio masivamente reforzada y la migración retrocedió en
comparación con la década del 90 del siglo pasado.
II. Razones de la decisión de emigrar y perfil
socioeconómico de los migrantes
En la sociología de la migración se distingue entre factores de expulsión
(push factors) y factores de atracción (pull factors), que influyen sobre
la decisión de emigrar. Los primeros se refieren a la situación en el país de
origen, en tanto que los últimos se refieren a la del país de destino. Si un individuo
ve pocas posibilidades de desarrollo en su país y si su situación de
vida es particularmente difícil, estará más dispuesto a emigrar. Los factores
de atracción se refieren a la situación en el país de destino; posibilidades
de trabajo e ingresos especialmente interesantes atraerán a inmigrantes.
Viaje a la tierra prometida 89
En el caso de los migrantes mexicanos se conjugan ambos factores. Por
un lado, la oferta del mercado laboral para trabajadores menos calificados
en muchas regiones de México es muy poco atractiva debido a salarios
extremadamente bajos; por otro lado, seduce el mercado de trabajo norteamericano,
con posibilidades de ingresos atractivos en el agro, en el sector
de la construcción, la industria y los servicios. Es interesante destacar que
la mayoría de los que emigran no vivía anteriormente en una situación de
absoluta pobreza, sino que en general proviene de sectores que viven en
condiciones humildes pero con capacidad económica suficiente para generar
ciertos ahorros. No se debe olvidar que la migración exige una inversión
inicial importante, ya que deben afrontarse elevados costos de viaje y los
beneficios sólo se hacen sentir al cabo de cierto tiempo.
En las ciencias económicas se habla de asimetrías entre dos países, en
particular en lo referido a diferencias en los niveles salariales. Por la misma
actividad, el salario en Estados Unidos es hasta diez veces más alto que en
México.
También cobran creciente importancia los factores sociales. En las últimas
décadas surgieron complejas redes familiares y sociales que unen el
lugar de origen con el lugar de destino y que muchas veces determinan la
emigración de familiares y amigos de México.
El movimiento migratorio se ve favorecido, asimismo, por la extensa
frontera de 3.200 kilómetros de largo que separa México de Estados
Unidos.
Se distinguen tres tipos de migración:
1. Migración temporaria, en la que los trabajadores trabajan durante
una temporada en Estados Unidos para luego regresar a su patria y en la
que la duración promedio de la estadía se ubica entre cinco y siete meses.
2. La migración definitiva, en la que ciudadanos mexicanos se radican
en forma permanente en Estados Unidos.
3. La migración pendular diaria, en la que ciudadanos mexicanos que
viven en las ciudades limítrofes mexicanas cruzan a diario la frontera de
Estados Unidos para trabajar allí y regresar por la noche a México.
La edad promedio de los mexicanos en Estados Unidos es de 35 años.
Tienen menos educación escolar que otros inmigrantes latinoamericanos.
Sólo el 15,2% tiene un estudio secundario o universitario. El 45% de los
mexicanos en Estados Unidos son mujeres. Según datos de la CONAPO,
emigran con mayor frecuencia en forma legal (39%) que los hombres
90 Susanne Käss
(24%). Sólo el 51% de las mujeres indica como principal motivo para la
emigración la búsqueda de trabajo, en tanto que el 92% de los hombres
indica el trabajo como principal móvil. Este hecho subraya la importancia
de las redes sociales entre los motivos que llevan a la emigración.
Los salarios de los mexicanos en Estados Unidos se ubican un 38%
por debajo del promedio nacional y también son inferiores a los de otros
inmigrantes. Los mexicanos trabajan fundamentalmente en el sector de
bajos salarios, en especial en el agro y en la gastronomía, así como en calidad
de fuerza de venta en el comercio, en los servicios, como personal de
maestranza o personal de enfermería en hospitales o en el servicio privado
de cuidados a enfermos.
III. Cambios en la migración y situación
Actual
Originalmente, la migración temporaria de México a Estados Unidos
fue el fenómeno predominante. Hombres jóvenes, generalmente solteros,
trabajaban durante una temporada en Estados Unidos para regresar luego
a México. Con frecuencia repetían el procedimiento varias veces. Se
trataba sobre todo de trabajadores rurales. Con el correr de los años, este
perfil cambió radicalmente. Las estadías se prolongaron cada vez más y el
número de migrantes que se radicaron en forma permanente en Estados
Unidos aumentó en forma continua. También la estructura del empleo sufrió
una importante diversificación. A los trabajadores rurales se agregaron
trabajadores de la construcción, operarios industriales y trabajadores en el
sector de los servicios. En el pasado, los migrantes provenían casi exclusivamente
de las zonas rurales. Hoy, por el contrario, se observa una migración
mayoritaria de las ciudades (52%); se habla también de una urbanización
del fenómeno. Durante mucho tiempo la migración se limitó sobre todo a
las llamadas regiones tradicionales de emigración. Actualmente, por el contrario,
el fenómeno se ha extendido a todo el territorio nacional. También
se han diversificado los estados que son el destino de la migración. En
29 estados federales, los mexicanos constituyen hoy el mayor grupo de
inmigrantes. Casi todos los mexicanos se ven afectados por el fenómeno
de la emigración; uno de cada diez hogares mexicanos tiene familiares en
Estados Unidos.
Viaje a la tierra prometida
Según estimaciones del Pew Hispanic Center, alrededor del 50% de los
trabajadores mexicanos vive de manera ilegal en Estados Unidos. También
esto constituye un cambio. Mientras que para el período entre 1980 hasta
1985 las estimaciones señalan que sólo el 18% de los mexicanos ingresaba
sin papeles a los Estados Unidos, en el período entre 2000 y 2004 sumaron
el 85%. El 97% habla español en la casa y sólo el 2,9% habla inglés. En
primer lugar se sienten mexicanos y en segundo término, norteamericanos.
No hay indicios de la existencia de la tan mentada ―mentalidad latina‖ que
uniría a los inmigrantes latinoamericanos de diversas nacionalidades. Las
redes sociales y familiares que unen el país de origen México y la nueva
patria funcionan como mecanismos de protección y solidaridad que fomentan
la preservación de la identidad cultural y social. En muchos lugares
han surgido hometown associations institucionales que facilitan el encuentro,
el intercambio de informaciones y la ayuda recíproca de migrantes del
mismo pueblo e inician programas de promoción económica en la región
de origen.
IV. Inmigración y transmigración
México es un país de origen, tránsito y destino de la migración. La
inmigración hacia México en principio es insignificante en comparación
con la emigración a Estados Unidos. La principal minoría que vive en
México proviene de Estados Unidos. Según datos del censo realizado en el
año 2000, en México vivían ese año 343.591 estadounidenses que representaban
el 69,7% de los extranjeros. Sólo el 9,5% de los inmigrantes que
vivían en el año 2000 en México provenía de América Latina: el 34,8% del
total provenía de Guatemala, el 8,7 de Cuba, el 8,2 de Colombia, 7,9 de
Argentina y 7,2 % de El Salvador. El nivel educativo de los guatemaltecos
residentes en México es muy bajo; el 69,6% de ellos no ha completado
la escuela primaria. Los cubanos, colombianos y argentinos, en cambio,
tienen un nivel educativo igual o superior al de los inmigrantes europeos
y estadounidenses.
Los inmigrantes de Centroamérica ingresan sobre todo a través de la
frontera sur de México con Guatemala y Belice, que tiene una longitud
total de 1.149 km. En especial en la década de 1980, numerosos guatemaltecos
huyeron de la guerra civil que asolaba a su país. La mayoría de
92 Susanne Käss
ellos retornó a Guatemala luego de la firma del tratado de paz de 1996.
Pese a que la migración de guatemaltecos a México, tal como dijimos, no
juega un papel importante, el 15% de los mexicanos apoya la idea de
construir un muro en la frontera sur con Guatemala para impedir la
inmigración ilegal. No obstante, la mayoría de los mexicanos rechaza la
construcción de un muro en la frontera con Estados Unidos.
En los últimos años aumentó sensiblemente la inmigración de cubanos,
lo que guarda relación con el fortalecimiento de bandas que trafican con seres
humanos. Según datos del Instituto Nacional de Migración, en los últimos
siete años se registró un incremento en el ingreso de cubanos de 500%.
Otro fenómeno reciente es la transmigración. Inmigrantes utilizan
México como trampolín para llegar a Estados Unidos. Según datos del
diario Crónica, anualmente más de 350.000 ciudadanos no mexicanos ingresan
a través de México al país vecino del Norte. Mayormente se trata
de centroamericanos y sudamericanos así como cubanos y, en menor medida,
asiáticos y africanos. Según datos de la Universidad de Miami, unos
77.000 cubanos ingresaron entre 2005 y 2007 a Estados Unidos, de los
cuales 27.350 eligieron hacerlo vía México.
V. Símbolo de esperanza y temor a la vez: la
frontera mexicano-norteamericana
La frontera de 3.200 kilómetros entre México y Estados Unidos es
única. En ninguna otra parte del mundo existe una frontera comparable
entre un país emergente y un país desarrollado. Hace años que la frontera
viene siendo reforzada en forma continua. En 2006 se sancionó en
Estados Unidos una ley que establece la construcción de un alambrado
fronterizo de 1.125 kilómetros de largo por un costo de 1.200 millones de
dólares. Prevé, además, el incremento del personal de seguridad de fronteras
a 18.000 policías. El gobierno mexicano se mostró indignado por este
proyecto. El todavía presidente Vicente Fox comparó la obra planeada con
una atrocidad como el muro de Berlín. Actualmente, el límite está siendo
reforzado por un ―muro virtual‖ con utilización de las tecnologías de vanguardia,
como sistemas de radar y cámaras.
Quienes logran superar la frontera esperan que el sueño americano también
se haga realidad para ellos. Hasta la fecha, el refuerzo de los controles
Viaje a la tierra prometida
fronterizos no ha generado un retroceso importante de la inmigración ilegal.
Anualmente siguen ingresando a Estados Unidos más de 400.000 mexicanos.
No obstante, la mayor seguridad en la frontera ha hecho más peligroso
tratar de sortearla. Según datos de la Comisión Mexicana de Derechos
Humanos, mueren más de 400 personas por año en el intento de llegar a
Estados Unidos. El crimen organizado es un beneficiario de la política restrictiva
de Estados Unidos. Crece el número de personas (un 56% en 2007)
que recurren a la ayuda de las organizaciones de traficantes de personas y
pagan hasta 15.000 dólares para franquear la frontera. El año pasado, la policía
fronteriza descubrió varios túneles kilométricos entre ambos países que
son utilizados por el crimen organizado para el contrabando de personas y
drogas. Dado que los controles en los puntos fronterizos tradicionales son
muy severos, crece el número de migrantes que eligen caminos alternativos
más complejos y más largos, aun poniendo en juego su vida.
En 2007, personal de seguridad estadounidense detuvo unas 850.000
personas que intentaban franquear la frontera. Estos mexicanos son devueltos
a México luego de quedar encarcelados durante algunos días o también,
directamente, después de ser detenidos. La mayoría realiza de inmediato
un segundo intento y muchas veces tienen éxito en este emprendimiento.
VI. Implicancias económicas
La migración tiene consecuencias masivas para la economía mexicana y
estadounidense. Las remesas de los mexicanos que viven en Estados Unidos
sumaron en 2007 el 2,7% del producto bruto interno de México. En las
últimas décadas han aumentado fuertemente. En la década de 1980, el
envío de remesas creció a un ritmo anual del 12,7%; en la década de 1990
aumentó al 16% y en la presente década aumenta a razón del 30% anual.
México se convierte así en el principal país receptor de remesas en todo
el mundo y supera incluso a India y China. Según el Instituto Nacional
para Estadísticas y Geografía, el 7% de todos los hogares mexicanos recibe
remesas. Casi la mitad de los receptos son económicamente inactivos.
Paradójicamente, la migración tiene repercusiones muy negativas y positivas
a la vez sobre la mayoría de las regiones afectadas en México.
Entre las consecuencias negativas cabe señalar el éxodo de población
activa en vastas zonas y la consiguiente polarización de la población, el
estancamiento de la producción local. La pérdida de las inversiones del
Estado en educación y salud de los individuos, la pérdida de la bonificación
demográfica por la emigración de la población joven, la desestructuración
y destrucción de las familias, la inseguridad de los que quedan
y el endeudamiento de familias que buscan pagar el viaje de familiares a
Estados Unidos.
Como implicancia económica positiva para México cabe mencionar en
primer lugar las remesas. A menudo se las considera el motor económico
de regiones estructuralmente débiles. La mayoría de las familias receptoras
son pobres. Las remesas les brindan la oportunidad de ahorrar e iniciar
pequeños emprendimientos productivos. Aquí intervienen también las
mencionadas hometown associations, que en sus pueblos de origen financian
proyectos de infraestructura urgentemente necesarios. En los pueblos de
origen también se incentiva el sector de servicios, dado que los migrantes
radicados en Estados Unidos pasan sus vacaciones en su pueblo natal, lo
cual demanda más servicios de hotelería y gastronomía allí. Debido a la
mayor capacidad de consumo de los hogares se reduce la desigualdad de
ingresos. También hay cambios en los hábitos de consumo de estos hogares
y existe una mayor demanda de productos de telecomunicaciones como
teléfonos, teléfonos móviles e Internet para facilitar la comunicación con
los familiares en el país vecino. Además, como consecuencia de las remesas
se ha incrementado en forma vertiginosa la densidad de instituciones bancarias
en las regiones rurales.
La migración reduce la presión sobre el mercado de trabajo mexicano y
en épocas de crisis económica actúa como válvula de escape. Por otro lado, en
muchas regiones apenas quedan personas en edad activa, lo que hace imposible
la reactivación de la economía local.
El Estado mexicano intenta establecer incentivos para un uso productivo
de las remesas. El ―Programa 3 x 1‖ fomenta proyectos sociales
y económicos iniciados por mexicanos radicados en Estados Unidos para
sus pueblos natales. Por cada dólar ingresado desde el exterior, el Estado
mexicano aporta tres dólares provenientes de fondos federales, estaduales y
recursos del municipio afectado.
A la vez, las remesas constituyen un problema. Debido a su efecto
compensatorio, demoran reformas económicas y sociales de tipo estructural.
Dado que muchos migrantes se radican en forma permanente,
en un plazo más largo debe esperarse un fuerte retroceso de las
Viaje a la tierra prometida 95
remesas, ya que con el tiempo los lazos con la región natal comienzan
a debilitarse. Por lo tanto, muy bien puede tratarse de un fenómeno
transitorio y, por ende, de una rama económica insegura y, sobre todo,
improductiva.
La debilidad de este pilar económico quedó demostrada en el marco
de la crisis económica generada en Estados Unidos, que afectó al sector
de la construcción con especial dureza. Según datos proporcionados por
el Banco Central, durante el primer semestre de 2008 las remesas disminuyeron
por primera vez en diez años en comparación con el año anterior.
Con 11.800 millones de dólares, fueron unos 2,5% inferiores a los giros
realizados en igual período del año anterior por el mismo concepto. El 20%
de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos lo hace en el sector de la
construcción. En el último año, el índice de desempleo se incrementó de
5,5% a 8,4% en este rubro de la economía.
Para Estados Unidos, las consecuencias económicas de la migración
arrojan un saldo positivo. Según un estudio de la Universidad de California
en Berkeley, los mexicanos sin permiso de trabajo representan el 16% de la
fuerza laboral en Estados Unidos y aportan 220.000 millones de dólares al
producto bruto interno. A menudo se reprocha a los inmigrantes mexicanos
ser una carga para la economía norteamericana y los sistemas sociales.
El estudio desmiente este prejuicio. Muchos inmigrantes pagan impuestos
pero apenas utilizan las prestaciones que ofrece el Estado, como las del
sistema de salud, dado que, por un lado, son más sanos que los norteamericanos
de igual edad y, por el otro, tienen miedo de ser expulsados. El 90%
de los inmigrantes ofrece su fuerza laboral en el mercado de trabajo y sin
su aporte laboral la industria de la construcción, el agro y el sector de servicios
colapsarían en muchos estados. Los mexicanos ejecutan trabajos que
muchas veces los estadounidenses u otros inmigrantes se niegan a hacer por
sus bajos salarios y escaso estatus social.
VII. Política de migración y sus
Consecuencias
Ya hemos abordado algunas de las medidas de la política inmigratoria.
Las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos se caracterizan
por un rol activo de Estados Unidos en el diseño de la política y un rol
96 Susanne Käss
reactivo por parte de México. Desde la década de 1980, Estados Unidos
intenta frenar la corriente inmigratoria con medidas políticas y una política
inmigratoria restrictiva. Sin embargo, hasta la fecha no se aprecia el
efecto deseado. La Ley de Reforma y Control de la Inmigración de 1986
ha permitido que dos millones de mexicanos radicados en Estados Unidos
regularicen su situación y ha favorecido en el largo plazo la radicación
permanente de inmigrantes.
En 1994, y en el marco del acuerdo de libre comercio NAFTA, se
intentó frenar la inmigración con medidas de tipo estructural. El objetivo
era lograr una convergencia económica y, por ende, una equiparación
de los niveles salariales y en las condiciones de vida en ambos países. Sin
embargo, aun 14 años después de la entrada en vigor del acuerdo de libre
comercio no se aprecia una equiparación en las condiciones económicas.
No se puede hablar de un verdadero libre comercio entre Estados Unidos,
Canadá y México, porque si bien se busca garantizar el libre comercio de
bienes, no existe por parte de Estados Unidos mayor interés en la libre
circulación de la mano de obra.
En 1996, el gobierno mexicano reaccionó ante las regulaciones muy
restrictivas de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad
del Inmigrante, advirtiendo a Estados Unidos acerca de la necesidad de
preservar los derechos humanos de los ciudadanos mexicanos. El gobierno
mexicano aprobó la doble nacionalidad, lo que permitió que mexicanos
radicados en Estados Unidos pudieran legalizar su estatus sin tener que
renunciar a la propia nacionalidad.
Tampoco el refuerzo de la frontera tuvo el efecto deseado. En lugar
de frenar la migración se produjo una derivación de la misma, con riesgos
claramente más altos. Además, se creó una lucrativa fuente de ingresos para
el crimen organizado.
En opinión de muchos expertos, el problema de la migración sólo
podrá solucionarse con una reforma integral del régimen de migración,
que debería atacar los efectos de expulsión en México, para promover el
desarrollo económico de las regiones más afectadas. Al mismo tiempo, la
reforma debería garantizar en Estados Unidos la aplicación efectiva de las
leyes inmigratorias en el lugar de trabajo, ofrecer más posibilidades para
acceder a ingresos legales, por ejemplo a través de programas para trabajadores
extranjeros, y aclarar el tema del estatus de los mexicanos que viven
en forma ilegal en Estados Unidos.
Viaje a la tierra prometida 97
Pero los intereses de los gobiernos de Estados Unidos y México no son
coincidentes. La presión pública sobre los políticos en Estados Unidos es
grande para frenar fuertemente o incluso detener la inmigración ilegal.
Sobre todo en la actual coyuntura recesiva, son muchas las voces que reclaman
poner fin a la inmigración, con el argumento de que los mexicanos
quitarían los puestos de trabajo a los norteamericanos.
A la vez, el gobierno mexicano no tiene interés en poner fin al flujo
migratorio en lo inmediato. Las remesas constituyen un factor económico
irrenunciable. La migración alivia la presión sobre el mercado laboral. La
mejor política migratoria sería una buena política económica. Sin embargo,
en tanto no se produzcan cambios estructurales en el mercado laboral
mexicano, la migración seguirá persistiendo como fenómeno masivo. Las
remesas realizan un aporte importante al desarrollo económico regional.
Son mucho más importantes que los recursos de todos los programas sociales
estatales juntos. Sin embargo, dado que se puede tratar de un fenómeno
temporario, las reformas estructurales son absolutamente necesarias.
Desde fines de la década de 1990 existen esfuerzos políticos por aprovechar
el potencial electoral de los ciudadanos mexicanos radicados en
Estados Unidos. En 2005 se sancionó una ley que les permite votar en las
elecciones presidenciales mexicanas. Por eso se intensificaron los esfuerzos
de los partidos por posicionarse también en el tema de la política de
migración.
VIII. Los hispanos como fuerza política en
Estados Unidos
En 2006 se planteó un duro debate sobre migración en el Congreso
norteamericano, que generó masivas protestas por parte de los inmigrantes
radicados en Estados Unidos. El 1 de mayo de 2006 los latinoamericanos
convocaron a un ―día sin inmigrantes‖ para demostrar la dependencia
económica de su fuerza laboral. Tan sólo en Los Ángeles, unos 500.000
hispanos abandonaron sus puestos de trabajo para manifestarse en la calle.
El debate desencadenó la movilización política de los latinoamericanos que
viven en Estados Unidos.
Pese a que la política de inmigración es un tema que ha quedado en
cierta medida relegado en la campaña electoral, el 70% de los norteameri98
Susanne Käss
canos señala que el tema los preocupa. En las elecciones parlamentarias de
2006, la dura retórica anti-inmigratoria de los republicanos no se tradujo
en más votos. En 2004, el 44% de los latinos votó a Bush; en 2006 lo hizo
sólo el 30%.
En las primarias del presente año, Tom Trancredo y Mitt Romney,
ambos defensores a ultranza de una política de inmigración restrictiva, no
lograron imponerse frente a John McCain, que aboga por una política
de migración integral. En última instancia, las posiciones que sostienen
Barack Obama y John McCain respecto de la política de inmigración son
muy similares. Ambos abogan por una reforma que les permita a los inmigrantes
legalizar su estatus. Durante mucho tiempo los medios difundieron
la idea de que Obama tendría dificultades para ganar el voto hispano
que previamente había apoyado a Hillary Clinton. Como principal razón
se mencionaban los conflictos entre hispanos y afroamericanos, que compiten
sobre todo en las regiones más pobres por los mismos empleos y que
con frecuencia se trenzan en guerras de pandillas. Sin embargo, una encuesta
realizada por la consultora Gallup en junio de 2008 desmiente este
supuesto. Dos tercios de los latinos prefieren a Barack Obama, contra un
tercio que se expresa a favor de John McCain. Entre el 18% de los hispanos
que se define como republicano, McCain lidera claramente. El 36% de los
hispanos afirma tener una visión conservadora. En este grupo, Obama y
McCain se reparten las simpatías por igual.
Si se observa la aprobación de un candidato en relación con la preferencia
partidaria, se obtiene el siguiente resultado: entre los latinos que se
denominan demócratas, el 78% votaría por Obama y el 13% por McCain.
Entre los republicanos, el 21% votaría a Obama y el 75% lo haría por
McCain. Entre los independientes, el 55% tiende a Obama y el 30% se
expresa a favor de McCain.
Diferente es el resultado cuando se relaciona la preferencia por el candidato
con la ideología de los votantes. En este caso, entre los liberales el
78% votaría a Obama y el 14%, a McCain; entre los moderados, el 60%
apoya a Obama y el 28%, a McCain; y entre los conservadores, el 46% se
expresa a favor del candidato demócrata y el 45% a favor del republicano.
En estos momentos John McCain se ve obligado a realizar un verdadero
acto de malabarismo. Dado que su voto en el Senado a favor de
una regularización de la situación de los migrantes ilegales casi le cuesta la
nominación como candidato a presidente por el partido republicano, se
Viaje a la tierra prometida 99
vio obligado a endurecer su discurso para conformar a la base partidaria.
Por otro lado, sus asesores en la campaña temen que este cambio en su
posicionamiento respecto de la inmigración le podría costar votos entre el
electorado hispano. Con el propósito de llegar al voto hispano, McCain ha
instalado ahora una homepage en español.
La importancia de los hispanos para las elecciones de noviembre es
alta. En Nuevo México constituyen el 37% del electorado; en Florida, el
14%; en Nevada, el 12%; y en Colorado, también el 12%. En algunos
swing states podría ser definitoria.
IX. Perspectivas
Por ahora no es posible anticipar cuál será el impacto de la actual
situación económica en Estados Unidos sobre los inmigrantes mexicanos
y, por ende, sobre la economía mexicana por su dependencia de las
remesas. Primeros indicios hablan de que podría producirse un retroceso
masivo de las transferencias desde el exterior. Muchos de los migrantes en
el sector de la construcción parecen haber regresado a México. En caso de
reforzarse esta tendencia, seguramente tendrá graves consecuencias para
el mercado laboral mexicano.
En el debate público, las remesas muchas veces se definen como una
conquista económica y motor económico de regiones estructuralmente
débiles. Sin embargo, no debería olvidarse que es muy posible que su
afluencia disminuya de aquí en más. Sin duda es deseable que programas
estatales ofrezcan incentivos para canalizar las remesas hacia proyectos
que fomenten el desarrollo regional. Sin embargo, las medidas políticas
deberían enfocar sobre todo la causa del problema. Una buena política
económica es la mejor política migratoria. En la medida en que no existan
mejoras en la estructura económica de las regiones afectadas, el éxodo
masivo va a continuar. Esto no puede ser deseable para el país en el más
largo plazo. Ya se hizo referencia en el presente artículo a las consecuencias
negativas de la migración.
Dado que el fenómeno afecta por igual a Estados Unidos y México, sería
conveniente integrar en una reforma migratoria a los actores de ambos
países. Por un lado, el Estado mexicano debe fijar incentivos para que sus
ciudadanos permanezcan en el país. Por el otro, Estados Unidos también
100 Susanne Käss
debe presentar propuestas de solución para la problemática de los derechos
humanos y de la frontera, además de la cuestión del status de los mexicanos
que viven en el país. Sólo así será posible implementar una reforma integral
de la política migratoria.
RESUMEN
Estados Unidos ejerce una enorme atracción sobre los mexicanos.
La corriente migratoria desde México hacia Estados Unidos es la
más fuerte entre dos países en todo el mundo. Por ahora no es
posible anticipar cuál será el impacto de la actual situación económica
en Estados Unidos sobre los inmigrantes mexicanos y, por
ende, sobre la economía mexicana por su dependencia de las remesas.
Dado que el fenómeno afecta por igual a Estados Unidos
y México, sería conveniente integrar en una reforma migratoria a
los actores de ambos países. Por un lado, el Estado mexicano debe
fijar incentivos para que sus ciudadanos permanezcan en el país.
Por el otro, Estados Unidos también debe presentar propuestas
de solución para la problemática de los derechos humanos y de la
frontera, además de la cuestión del estatus de los mexicanos que
viven en el país. Sólo así será posible implementar una reforma
integral de la política migratoria.
Diálogo Político. Publicación trimestral de la Konrad-Adenauer-Stiftung A. C.
Año XXVI - Nº 2 – Junio, 2009
Anexo 7: Claves: el muro México/EE.UU
l Senado estadounidense aprobó por abrumadora
mayoría, 80-19, el proyecto de ley que estipula la
construcción de un muro de 1.126 kilómetros a lo largo
de la zona fronteriza entre México y Estados Unidos,
que busca frenar la inmigración ilegal.
Tanto en México como en América Central se alzaron voces
en contra del proyecto.
BBC Mundo le presenta algunas de las preguntas y
respuestas clave en torno a este tema
¿De qué se trata la ley del muro?
La ley del muro aprueba la construcción de una doble barda
en 700 millas (1.126 km.) de las 2.100 millas (3.379 km.) de
la frontera con México.
Fue aprobada el 14 de septiembre por la Cámara de
Representantes y el 29 del mismo mes por el Senado, sin
ninguna modificación.
Ahora falta que la promulgue el presidente George W. Bush,
pero se desconoce cuando lo va a hacer.
Sin embargo, los expertos la han llamado una ley de
"cascarón" porque no se incluyen fondos para la construcción
del muro.
¿Cuánto cuesta?
Para que el muro pueda ser construido, hace falta dinero.
Los republicanos, que contemplan un costo superior a los
US$2.000 millones.
Los demócratas aseguran que la cerca tendrá un costo de
US$7.000 millones, tomando en cuenta la información del
Departamento de Seguridad Interna, que hizo el cálculo de lo
que costaría la construcción de la doble cerca por cada milla
(1,6 Km.)
¿De dónde pueden salir los fondos?
El muro podría ser financiado con la Ley de Asignación
Presupuestaria para el Departamento de Seguridad Nacional
para el año fiscal 2007.
Esta ley fue la que promulgó Bush el 4 de octubre de 2006.
(La firma de esta legislación creó confusión con la ley del
muro, que todavía no ha sido promulgada).
Esta ley incluye más de US$33.000 millones para programas
de seguridad, de los cuales US$1.200 millones "pueden" ser
destinados a la construcción del muro o para otras medidas
de seguridad en la frontera.
¿Por qué hace falta un muro?
Para los críticos, el muro es como tratar de tapar el sol con
un dedo. El muro sólo cubrirá un tercio de la frontera con
México.
En la actualidad, apenas 75 millas, unos 120 kilómetros
están delimitados por cercas. Según los defensores del muro,
estas vallas han resultado efectivas.
A pesar de que se vende como un muro para proteger a
EE.UU. tras el 11 de septiembre, la ley no contempla la
construcción de un muro con Canadá. Una investigación del
Centro de Investigación Pew, señala que casi el 50% de los
indocumentados, no entran a EE.UU. por la frontera, sino con
visas de turista o trabajo temporal.
¿Cuál es la posición de la Casa Blanca?
El presidente George W. Bush quería una reforma migratoria
mucho más amplia, que incluía la legalización de los 12
millones de indocumentados que viven en el país.
El ala conservadora de su partido calificó la legalización como
una amnistía a personas que quebraron la ley (al pasar
ilegalmente). El presidente nunca logró que el Congreso, con
mayoría republicana, se pusiera de acuerdo para pasar una
reforma migratoria.
¿Y el lado humano?
A pesar de que no se ponen de acuerdo, ambas partes del
debate insisten en la necesidad de una solución al problema.
¿Qué hacer con los 12 millones que viven en la ilegalidad?
¿Qué hacer con el continuo flujo migratorio que aumenta día
a día?
Según el Instituto de Política Migratoria, el gasto de Estados
Unidos en control fronterizo ha crecido de US$700 millones
en 1986, acerca de US$3,000 millones este año.
Pero esos dólares no han ayudado a parar la inmigración
según los datos del mismo instituto, ya que el número de
inmigrantes indocumentados ha crecido de 4 millones (en
1986) a cerca de 12 millones en la actualidad.
Asimismo, la gente se arriesga cada día más. Si se llega a
construir el muro, se dejarán abiertas sólo rutas más
peligrosas, con lo que los casos mortales pueden aumentar.
Según la patrulla fronteriza, en 2005, 460 inmigrantes
perecieron en el intento, lo que superó el récord de 383 del
2000. Sin embargo esta cifra es poco precisa. En un esfuerzo
por ayudar a los familiares a encontrar señas de sus seres
queridos existe una página de Internet, llamada Muerte en la
frontera. En ese sitio sólo se registran las muertes en el
desierto de Arizona.
¿Y el lado político?
Si el problema no se soluciona con el muro y si es difícil que
otorguen los fondos para la construcción, ¿por qué se firmó
la ley del muro?
Para los analistas no cabe duda que es una medida electoral.
Los republicanos quieren mostrar una mano dura para
resolver el problema de la inmigración ilegal. Pero no fueron
los únicos. Algunos demócratas (incluyendo Hillary Clinton)
apoyaron la ley. La medida paso por dos tercios del senado y
una mayoría en la Cámara de Representantes.
Anexo 8: Migración mexicana hacia Estados Unidos
JUSTIFICACIÓN
La migración de mexicanos a Estados Unidos es un fenómeno que involucra dos sociedades y
que tiene lugar en momentos concretos del desenvolvimiento histórico de ambas. Al estudiar el
fenómeno se deben tomar en cuenta las situaciones Mexicana y Estadounidense, así como las
interrelaciones entre ambas en cada etapa histórica.
Es ampliamente aceptado que el fenómeno se relaciona en cuanto a los elementos de carácter
interno se refiere, con la situación que guarda el empleo. El origen del problema es el escaso
nivel de desarrollo alcanzado en muchas zonas del país y la baja posibilidad de crecimiento.
Es un problema heredado de tiempo atrás en el que el rezago económico obligaba a buscar un
lugar en la industria ferrocarrilera, minera, agrícola, etc. De un país ene l que esos empleos no
eran ocupados por nacionales (de EEUU).
Es este tema el que he escogido porque representa una problemática de primer orden, es decir,
el principal tema a tratar por jefes de gobierno de ambos países es el migratorio, desplazando
otros como los tratados internacionales como el NAFTA; además es importante señalar que
actualmente las divisas provenientes del vecino del norte constituyen la segunda fuente de
ingresos del país.
1. INICIO Y EVOLUCION DE LA MIGRACION MEXICANA
1.1 Inicios de la Migración
El movimiento de población mexicana hacia los Estados Unidos se inició desde el siglo pasado
cuando una parte del territorio de México pasó a ser posesión de los Estados Unidos por
circunstancias históricas que no es este el lugar para reseñar. E1 hecho es que de pronto la
frontera se traslada hacia el sur y México se queda con su actual territorio. Físicamente, la
frontera es inexistente en ese momento y los mexicanos no encuentran obstáculo alguno para
pasar al país vecino; sobre todo a partir de que se amplía la red de vías de comunicación de
México, la gente puede moverse con relativa facilidad, En particular los ferrocarriles hicieron
posible que muchas personas pudieran viajar desde la Meseta Central del país hasta la frontera
con Estados Unidos, sobre todo al suroeste de ese país, región que empieza a experimentar un
fuerte desarrollo económico basado en la agricultura. Durante las dos últimas décadas del siglo
XIX y 1as dos primeras del presente, los inmigrantes mexicanos jugaron un papel muy
importante en la construcción de las vías férreas en el suroeste de Estados Unidos, en especial
las de las empresas Southern Pacific y Santa Fe. Los trabajadores mexicanos llegaron a
representar el 70 % de las cuadrillas y tan sólo en 1908 fueron contratados más de 16 000 de
ellos con destino a los ferrocarriles. Incluso después de que se terminaron las vías principales,
los mexicanos continuaron siendo contratados para construir las líneas secundarias y para el
mantenimiento y reparación de las mismas. La construcción de vías férreas llevaron a los
mexicanos a Montana, Wyoming, Utah, Colorado, Idaho, Illinois y Washington.
Tres fueron los principales elementos que hicieron del suroeste norteamericano el gran
abastecedor de los Estados Unidos: los ferrocarriles, que aseguraron un transporte confiable
para la distribución de productos agrícolas a las ciudades los nuevos sistemasde riego, que
hicieron posible la apertura de miles de hectáreas al cultivo, y, finalmente, la mano de obra
mexicana, que abundante y mal pagada limpió terrenos, sembró, regó y cosechó los productos
agrícolas, que en 1929 llegaron a representar el 40% de todas las frutas y vegetales cultivados en
los Estados Unidos.
La lucha de facciones que se desató en México después de la revolución de 1910, así como la
prolieración de gavillas de bandoleros hicieron que el campo fuera un sitio envuelto en la
inseguridad económica, política y social. En ese momento la industria y el campo
estadounidenses necesitaban suplir a sus trabajadores que habían marchado a la Primera Guerra
Mundial: de esta manera, los migrantes mexicanos resolvieron su problema de ocupación y
seguridad y el capital norteamericano obtuvo fuerza de trabajo. El gobierno de los Estados
Unidas legalizó el flujo en 1917 estableciendo un programa especial para admitir temporalmente
a la mano de obra mexicana, programa que finalizó en 1921. Junto con estos trabajadores
mexicanos que entraron bajo la protección de este programa, también ingresaron miles de
indocumentados, aún después de 1921.
1.2 La Crisis de 1929
La crisis de 1929 propició que surgieran y se desarrollaran algunos grupos que proponían
restricciones a la inmigración y por lo tanto que se oponían al empleo de mano de obra
mexicana, aduciendo que los mexicanos ocupaban puestos que deberían corresponder a los
ciudadanos norteamericanos agobiados por los crecientes índices de desempleo. El gobierno
norteamericano encontró entonces a quien culpar de por lo menos parte de la crisis y organizó
repatriaciones masivas de mexicanos. Esto coincidió con la política del gobierno mexicano
respecto al campo y a los campesinos, pues fueron los años de auge del reparto agrario. Ambos
acontecimientos arraigaron por algunos años a los emigrantes en sus propios asentamientos.
1.3 La sustitución de importaciones
A partir de la década de los cuarenta México comenzó un proceso de desarrollo acelerado basado
en una industria manufacturera que sustituyendo importaciones satisfacía la demanda del
mercado interno y aun generaba excedentes de producción; por ello se vio en la necesidad de
exportarlos. Entre 1939 y 1945 las exportacionesaumentaron un 100% incluyendo tanto las
manufacturas como los productos agropecuarios. La Segunda Guerra Mundial vino a ser la
coyuntura que propició este espectacular crecimiento económico, que se ha dado en llamar "el
milagro mexicano" y que permitió que en esos años el producto nacional creciera a un ritmo
promedio anual de 7%.
Las grandes ciudades, particularmente la ciudad de México, centralizaron la vida del país; su
dinamismo atrajo a los pobladores rurales y de ciudades menores básicamente a empleos no
muy estables como, por ejemplo, la construcción. La mayoría de las ocupaciones disponibles se
encontraban en esa rama; es decir, eran empleos no duraderos, pues aunque la construcción de
la infraestructura necesaria para la modernización del país requería grandes contingentes de
mano de obra, una vez concluida la carretera, la presa, el puente o el edificio, allí quedaban sin
necesitar más trabajadores. El dinero obtenido por las exportaciones se destinó a inversiones
que llevaban a sustituir a la mano de obra en la producción. Después de esto empezó a declinar
la tasa de creación de empleos en los centros urbanos e industriales lo cual, junto con la
explosión demográfica y la Revolución Verde que polarizó a los productores agrícolas en muy
ricos por un lado y en muy pobres por el otro, volcó la demanda de empleos hacia el sector
servicios, el que desde luego fue incapaz de absorberla.
1.4 Migración en la Segunda Guerra Mundial
En esta misma década los Estados Unidos entraron a la Segunda Guerra Mundial por lo que su
fuerza de trabajo fue enviada a los frentes de guerra o absorbida por la industria bélica, que
pagaba los salarios más altos. De esta manera los Estados Unidos y México firmaron un acuerdo
mediante el cual trabajadores mexicanos podían ingresar a los Estados Unidos con la finalidad
de suplir temporalmente a los obreros norteamericanos. Este acuerdo, que se conoce con el
nombre de Programa Bracero, se mantuvo vigente desde i942 hasta 1964 y puede decirse que fue
literalmente la salvación para muchas familias rurales que en ese entonces se encontraban sin
tierra y compitiendo por los jornales en una economía que se ocupaba poco de la crisis agrícola,
menos por los empleos y mucho por las ganancias.
El modelo económico de desarrollo, la Revolución Verde, el riego, los cambios en los patrones de
cultivo y en el uso del suelo supusieron cambios en la división del trabajo rural, en la
organización de la producción, en el ofrecimiento de empleos, además del crecimiento
demográfico, la insuficiencia de tierras, el impacto de la sociedad moderna que impele hacia un
mejor nivel de vida. De aquí partió el éxodo rural, como lo denominan algunos científicos
sociales. Pero hablar de éxodo rural es generalizar demasiado, porque evidentemente no todos
los habitantes del campo han emigrado, y los que lo han hecho tienen entre si diferencias en
cuanto a lugares de destino, recurrencia, ocupación, lugar en la estructura social de su pueblo y
demás antecedentes demográficos y personales. Por ello se hace necesario que se realicen
estudios que vean la migración en pueblos y regiones a un nivel de generalización limitado.
2. PERSPECTIVA ACTUAL
Mientras que Estados Unidos ha promovido mayores lazos comerciales, políticos y de inversión
con México, ha tratado en vano de contener el flujo de mano de obra a través de la frontera.
Empezando con las medidas drásticas contra la inmigración ilegal tomadas a mediados de los
ochenta, el gobierno norteamericano ha impuesto pesadas regulaciones sobre los patronos
estadounidenses y ha aumentado dramáticamente el gasto en patrullaje fronterizo. A pesar de
dichos esfuerzos agresivos, la política fronteriza estadounidense ha fracasado en detener el flujo
de trabajadores indocumentados que ingresan al mercado laboral de Estados Unidos.
Hoy en día 8 millones de personas viven en Estados Unidos sin documentos legales, y cada año
el número aumenta en un estimado de 250.000, conforme más personas entran al país o
permanecen una vez que sus visas expiran. Más de la mitad de los inmigrantes que ingresan y los
que ya están aquí vienen de México.
Una consecuencia trágica de la supresión policial ha sido el desvío de los flujos migratorios de
unos pocos puntos de paso tradicionales y urbanos a zonas rurales más esparcidas-para
frustración de los residentes de dichos lugares y peligro mortal de los inmigrantes. Antes de
dichas medidas enérgicas, la gran mayoría de los mexicanos entraban a través de tres puertas
urbanas: San Diego, California, y El Paso y Laredo en Texas. En respuesta a las nuevas
imposiciones fronterizas de la administración Clinton en 1993, los patrones migratorios
cambiaron a áreas rurales remotas, tales como la frontera entre México y Arizona, en donde las
patrullas están más dispersas pero las condiciones son más peligrosas.
El desvío del flujo le ha provocado dolores de cabeza a los estadounidenses que viven en esas
áreas, ya que los inmigrantes invaden sus fincas, perturban al ganado y destruyen la propiedad.
Sin embargo, las consecuencias han sido mortales para más de 2.000 inmigrantes que han
perecido desde 1995 debido al calor y la deshidratación en áreas remotas del desierto o en
camiones sellados.
Las leyes inmigratorias estadounidenses chocan con la realidad económica, y ésta última está
ganando la batalla. La inmigración desde México es conducida por una disparidad fundamental
entre la demanda creciente por mano de obra poco calificada en Estados Unidos y la
disminución de la demanda doméstica para llenar dichas labores. El Departamento de Trabajo
de Estados Unidos estima que el número de trabajos en la economía de este país que requieren
de poca capacitación incrementará de 53.2 millones en el 2000 a 60.9 millones en el 2010, un
incremento neto de 7.7 millones.
Mientras tanto, la oferta de trabajadores estadounidenses dispuestos a realizar dichas labores
continúa cayendo, en parte debido al envejecimiento de la fuerza laboral y al aumento de los
niveles educacionales. Para el 2010, la edad media del trabajador estadounidense será de 40.6
años, mientras que la proporción de hombres adultos nativos sin título colegial continua
desplomándose: de más de la mitad en 1960 a menos del 10% hoy en día. Es de entender que
estadounidenses más viejos y educados tengan mejores cosas que hacer con su tiempo laboral
que lavar ventanas, ser meseros o trabajar en lavanderías.
Los inmigrantes mexicanos proveen un recurso listo para llenar dicho vacío. Aún así, la ley
migratoria no provee de un canal legal mediante el cual trabajadores inmigrantes poco
calificados puedan entrar a Estados Unidos a satisfacer la demanda. El resultado predecible es la
inmigración ilegal y todas las patologías del mercado negro que vienen con ésta.
3. ESFUERZOS GUBERNAMENTALES
En febrero del 2001 se reunieron en Guanajuato, México, dos presidentes recién inaugurados,
George W. Bush y su contraparte mexicano Vicente Fox, quienes acordaron trabajar juntos para
solucionar el problema. La reunión llevó a la creación del grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre
Migración, compuesto por el Fiscal General estadounidense, los secretarios de estado y trabajo y
sus contrapartes en México, con el propósito de frenar el flujo ilegal de mano de obra a través de
la frontera. El 7 de septiembre del 2001, luego de una reunión de tres días en Washington, Bush
y Fox "renovaron su compromiso de forjar planteamientos nuevos y realistas para que la
migración sea segura, ordenada, legal y digna." Apoyaron una política de inmigración que
incluye "hacer que coincidan los trabajadores dispuestos con las compañías dispuestas, servir las
necesidades sociales y económicas de ambos países; respetar la dignidad humana de todos los
inmigrantes, sin importar su estatus; reconocer la contribución que los inmigrantes hacen al
enriquecimiento de ambas sociedades; y compartir la responsabilidad de que la migración se
lleve a cabo a través de canales seguros y legales."
En ese momento las expectativas de que se llegara a un acuerdo que confiriera algún tipo de
estatus legal a los 4.5 millones de mexicanos que se estima viven de forma ilegal en Estados
Unidos, y de que se abriese un canal para que trabajadores mexicanos entraran legalmente al
mercado laboral de Estados Unidos eran bastante altas. Sin embargo, los ataques terroristas al
World Trade Center y al Pentágono tan sólo cuatro días después arrasaron también con esos
planes.
La inmigración sigue siendo la pieza más evidente de negocios inconclusos entre Estados Unidos
y México, pues sus relaciones en otros aspectos han progresado dramáticamente en años
recientes.
El resultado más obvio de la apertura mexicana ha sido la continua integración económica con
Estados Unidos. México es ahora el segundo socio comercial más grande de Estados Unidos,
superado únicamente por Canadá, y el flujo de inversión extranjera directa entre nuestros países
ha crecido tan rápido como el comercio. El número de mexicanos que cruzan la frontera, la
mayoría como visitantes temporales, ha incrementado constantemente. El movimiento de
bienes, servicios, capital y personas ha sido facilitado por mejoras en la infraestructura de
carreteras, aeropuertos y telecomunicaciones. Además, las reformas económicas han preparado
el terreno para las reformas políticas.
La gran excepción a esta tendencia ha sido la política de inmigración. A la vez que ha promovido
comercio más cercano, inversión y lazos políticos con México, el gobierno estadounidense ha
trabajado en vano para mantener un freno al flujo de mano de obra que llega a través de la
frontera. A partir de los ochenta, en su esfuerzo por parar la inmigración ilegal, el gobierno de
Estados Unidos ha impuesto nuevas y onerosas regulaciones sobre empleadores
norteamericanos y ha incrementado dramáticamente el gasto en el control fronterizo. Sin
embargo, a pesar de sus esfuerzos agresivos, la política fronteriza de Estados Unidos ha
fracasado en su principal objetivo: frenar el flujo de trabajadores indocumentados a su mercado
laboral.
La presencia de una gran fuerza laboral indocumentada crea problemas políticos y económicos
en ambos lados de la frontera. Para los Estados Unidos la presencia de tantos trabajadores
indocumentados representa un mercado negro en el sector laboral, con todo lo que implica como
es contrabando, documentos fraudulentos, distorsiones salariales, y abusos que lo acompañan.
También enfrenta sensibilidades comunes sobre la obediencia a la ley y el control de nuestras
fronteras, además de complicar la guerra del gobierno estadounidense contra el terrorismo tras
el 11 de septiembre. Para México, la negación de estatus legal significa que millones de
ciudadanos mexicanos vivan en un inframundo legal sin todas las protecciones y vulnerables al
abuso de empleadores y traficantes ilegales. Más de 300 mexicanos mueren cada año tratando
de cruzar ilegalmente la frontera en lugares remotos.
4. REALIDAD DE LOS INMIGRANTES
4.1 Migrantes en la historia de EE UU
La inmigración siempre ha sido controversial en Estados Unidos. Hace más de dos siglos
Benjamín Franklin se preocupaba de que muchos inmigrantes alemanes abrumarían la cultura
predominantemente británica de Estados Unidos. A mediados del siglo XIX los inmigrantes
irlandeses eran despreciados como borrachos y perezosos, sin mencionar a otros grupos
católicos. A principios del siglo XX se creía que una ola de "nuevos inmigrantes"-polacos,
italianos, rusos judíos-eran muy diferentes como para alguna vez ser asimilados en la vida
norteamericana. Hoy en día, los mismos temores son esgrimidos contra los inmigrantes de
Latinoamérica, principalmente, México, pero los actuales críticos están equivocados, tal y como
lo estuvieron sus contrapartes en épocas anteriores.
La inmigración no está acabando con el experimento estadounidense, sino que es una parte
integral de éste. Estados Unidos es una nación de inmigrantes. Olas exitosas de inmigrantes han
mantenido a ese país demográficamente joven, han enriquecido su cultura y han contribuido a la
capacidad productiva de la nación, aumentando su influencia en el mundo.
4.2 Posición Real
Contrario al mito popular, los inmigrantes no le quitan el trabajo a los estadounidenses. Los
primeros tienden a ocupar puestos que los segundos no pueden o no quieren tomar,
especialmente en las partes alta y baja del espectro de la mano de obra calificada. Los
inmigrantes están representados desproporcionalmente en áreas sumamente calificadas como la
medicina, la física, la ciencia de las computadoras, pero también en sectores poco calificados
como la hotelería y restaurantes, los servicios domésticos, la construcción y la manufactura
ligera.
Los inmigrantes tampoco drenan las finanzas gubernamentales. El estudio de ANC encontró que
el típico inmigrante y su descendencia pagarán $80.000 netos en impuestos durante su vida,
contribuyendo más en tributos de lo que reciben por servicios estatales. Para los inmigrantes con
grados universitarios, el retorno fiscal neto es de $198.000. Es cierto que los inmigrantes poco
calificados y los refugiados tienden a utilizar más la asistencia social que los estadounidenses
"nativos", pero la Ley de Reforma a la Beneficencia Pública de 1996 dificultó en mucho a los
recién llegados el acceso a los fondos de asistencia. Como resultado, el número de inmigrantes
utilizando beneficencia pública ha disminuido en años recientes.
Tampoco se puede culpar a los inmigrantes por causar "sobrepoblación." El crecimiento
poblacional del 1% de Estados Unidos se encuentra por debajo de la tasa promedio de
crecimiento mundial del siglo pasado. De hecho, sin la inmigración, la fuerza laboral
norteamericana empezaría a encogerse dentro de dos décadas. De acuerdo al censo del 2000, el
22% de los condados estadounidenses perdieron población entre 1990 y el 2000. Los
inmigrantes podrían ayudar a revitalizar áreas demográficas deprimidas del país, tal y como lo
hicieron con la ciudad de Nueva York y otros centros urbanos que anteriormente estaban en
declive.
4.3 ¿Por siempre inferiores?
Una preocupación mayor es que los inmigrantes mexicanos recién legalizados e incluso sus
descendientes no van a poder asimilarse a la sociedad norteamericana. Patrick Buchanan, crítico
de la inmigración y ex-candidato presidencial, advierte que "la inmigración mexicana es un reto
a nuestra integridad cultural, a nuestra identidad nacional y potencialmente a nuestro futuro
como país". En términos puramente económicos, los hogares mexicanos inmigrantes como
grupo no alcanzan paridad en ingreso con otros estadounidenses sino hasta después de varias
generaciones. Los niveles de ingreso y educativos suben dramáticamente de la primer a la
segunda generación, pero ahí el progreso parece estancarse con relación al resto de la sociedad
estadounidense. De hecho, el estudio del NRC encontró que la disparidad de sueldos entre
inmigrantes en general se hizo menor con el tiempo, pero que no ocurrió lo mismo con los
mexicanos. La razón más obvia es el nivel de educación. Los inmigrantes mexicanos son los
menos educados; el inmigrante promedio entra al país con 12 años de educación pero los
mexicanos lo hacen con sólo 7.7 años. Los hijos de los mexicanos completan en promedio 11 años
de educación, lo cual lleva directamente a ingresos mayores, pero luego los niveles no aumentan
con la tercera generación.
Sin embargo esto no debiera descalificar el ingreso de mexicanos a Estados Unidos. Los
inmigrantes mexicanos y sus hijos no están predestinados a ganar ingresos bajos. Aquellos que
invierten en su educación y destrezas alcanzan mayores ingresos y mejores oportunidades.
Millones de inmigrantes mexicanos han tenido éxito en alcanzar ingresos de clase media y todos
los indicadores que van con ello, como por ejemplo el tener casa propia. De nuevo, la respuesta
correcta no es impedir sistemáticamente el ingreso de mexicanos a Estados Unidos, sino
motivarles para que quienes lo hacen incrementen su educación y la de sus hijos.
4.4 La asimilación
La asimilación ha sido un tema importante en la historia de la inmigración estadounidense. Las
olas previas de inmigrantes han tenido que sostenerse a sí mismas en la economía, aprender
inglés y convertirse en participantes activos de la sociedad norteamericana. Como regla, los
inmigrantes han hecho precisamente eso a lo largo de nuestra historia—a pesar de las dudas de
los críticos contemporáneos acerca de cada ola de "nuevos" inmigrantes. Los irlandeses de
mediados del siglo XIX, alemanes de fines de ese siglo e italianos, polacos, austro-húngaros,
griegos y judíos rusos durante la "Gran Migración" de hace cien años eran considerados
demasiado distintos cultural e incluso racialmente como para ser asimilados.
Mientras que el español ha crecido dramáticamente como segundo idioma en Estados Unidos,
no hay evidencia de que los inmigrantes mexicanos no estén aprendiendo inglés. Con el inglés
creciendo como lenguaje global en los negocios, transporte, ciencia, cultura popular y espacio
cibernético, parece poco probable que un grupo dentro de Estados Unidos pueda aislarse del
resto del mundo. De hecho Estados Unidos ha sido considerado históricamente un "cementerio
de idiomas" por el casi irresistible incentivo de los inmigrantes, y especialmente de sus hijos, por
aprender inglés.
Entre todos los inmigrantes de largo plazo en los Estados Unidos, sólo 3% reporta hablar inglés
"no bien" o para nada, y virtualmente todos los inmigrantes de segunda y tercera generaciones
reportan buenos niveles de inglés. Los inmigrantes hispánicos no son la excepción. En 1998, en
un estudio longitudinal de miles de familias inmigrantes, el sociólogo Ruben Rumbaut de la
Michigan State University encontró que el 88% de los hijos de inmigrantes en California y
Florida preferían hablar inglés a pesar de que el 90% hablaba otro idioma en casa. Al llegar a la
tercera generación, la mayoría hablaba sólo inglés. Rumbaut concluyó que "Este patrón de
asimilación lingüística rápida es constante a través de nacionalidades y niveles socioeconómicos
y sugiere que, con el tiempo, el uso y fluencia en idiomas foráneos declinará inevitablemente—
resultados que directamente refutan los temores nativos de que existan enclaves de idiomas
extranjeros en comunidades de inmigrantes".
Finalmente, a pesar de que se afirme lo contrario, los mexicano-estadounidenses no exhiben las
características de una subclase que resiente al país donde han decidido residir y trabajar. De
hecho, al igual que la mayoría de inmigrantes en la historia de E.E. U.U., los mexicanos aprecian
la libertad y las oportunidades que les presenta la sociedad norteamericana. Según el Estudio
Binacional de Migración, "muy pocos inmigrantes mexicanos creen que han sido víctimas de
racismo o discriminación; los mexicano-estadounidenses parecen deseosos de ser parte de la
visión meritocrática de la sociedad estadounidense".
5. POSIBLES SOLUCIONES
El avance de soluciones para solucionar el problema de la inmigración ilegal fue descarrilado por
los ataques del 11 de septiembre, aunque la mayoría de los miembros del Congreso
estadounidense reconocen que la inmigración mexicana no constituye una amenaza a la
seguridad nacional. La Ley para Aumentar la Seguridad Fronteriza y Reformar el Ingreso con
Visas que el Congreso aprobó en mayo del 2002 representa la respuesta apropiada al terrorismo.
La ley se enfoca en identificar a los sospechosos de terrorismo en el extranjero y en mantenerlos
fuera de Estados Unidos. Es notable que en la ley no hay ningún tipo de provisiones para
disminuir los niveles de inmigración legal o para endurecer los controles sobre la inmigración
indocumentada desde México.
5.1 Repatriación Forzosa: Fallida
La repatriación forzosa de Mexicanos que viven en Estados Unidos, es una obra importante que
se ha presentado muchas veces con anterioridad y que puede ser ofrecida otra vez como solución
concluyente al problema de la emigración ilegal, sin embargo, el tiempo mismo se encargo de
demostrar que nunca significo una solución concluyente, ya que las emigraciones se volvieron a
dar, es decir, la persecución de ilegales logro dar una solución parcial y temporal, ya que era
imposible repatriar a todos y evitar que volvieran a entrar a Estados Unidos es entonces que se
deja al descubierto que las políticas de repatriación han derivado de crisis como la de 1929 en la
que se separaron familias y amigos para una expulsión masiva de un pueblo y proteger así los
intereses económicos de otro. Una nueva expulsión masiva no es viable en estos días ya que es
imposible localizar a la mayoría de los ilegales y el gasto hecho seria inútil ya que seria cuestión
de meses o semanas para que volvieran a internarse.
5.2 Legalización
De hecho, el crear un canal legal para el movimiento de trabajadores a lo largo de la frontera
estadounidense-mexicana aumentaría la seguridad nacional de Estados Unidos. Antes del 11 de
septiembre el gobierno norteamericano había estacionado más de cuatro veces el número de
agentes en la frontera con México que en la de Canadá, aún cuando la última es más del doble de
larga y ha sido preferida por árabes para entrar a Estados Unidos ilegalmente. Un sistema que le
permita a los trabajadores mexicanos el entrar legalmente liberaría miles de trabajadores
gubernamentales y ahorraría un estimado de $3.000 millones anuales-recursos que estarían
disponibles para combatir al terrorismo.
Los presidentes Bush y Fox deberían reafirmar su compromiso previo de hacer "segura,
ordenada, legal y dignificante" a la inmigración a lo largo de la frontera. Dicho sistema debería
incluir una nueva visa de trabajo temporal que le permita a los trabajadores mexicanos entrar
legalmente y por un período definido al mercado laboral estadounidense, así como facilitarle a
los obreros indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos el ganar el estatus legal
basado en los años laborados y otros comportamientos productivos.
La ley migratoria actual hace criminales a millones de empeñados trabajadores-inmigrantes y
empleadores estadounidenses por igual cuyo único "crimen" es el deseo de trabajar juntos en la
economía de mercado para beneficio mutuo.
Legalizar la migración mexicana traería a la superficie un enorme mercado subterráneo,
permitiría a los productores norteamericanos en sectores importantes de nuestra economía
contratar a los trabajadores que necesitan para poder crecer, mejoraría los sueldos y condiciones
laborales de millones de trabajadores poco calificados, estimularía la inversión en capital
humano, y liberaría recursos y personal para la guerra contra el terrorismo.
Contrario a las objeciones que comúnmente se hacen, la evidencia no sugiere que un sistema
propiamente diseñado de migración mexicana legal vaya a desatar una ola de nuevos
inmigrantes a Estados Unidos, perjudicar a estadounidenses poco preparados, crear una carga
para los contribuyentes, motivar la violación de la ley, o comprometer la seguridad fronteriza.
5.2.1 Una solución viable
Coincido con Daniel T. Grisworld en su solución para el problema migratorio, creando visas de
trabajo temporales(VTT) y un sistema distinto de ajuste merecido a los ya residentes(ilegales o
no) de EE UU:
5.2.1.1 Visas Temporales de Trabajo
Una visa temporal de trabajo (VTT), que sea efectiva, debe crearse para permitir a los
ciudadanos mexicanos permanecer en Estados Unidos para trabajar durante un período
limitado Como la ya creada en años recientes, pero todavía a un nivel con mas concesión de
derechos, como la posibilidad de renovarse. La visa autorizaría trabajar durante un período
definitivo, como lo es el de tres años, y como ya mencione sería renovable para un período
adicional; permitiría entradas múltiples ilimitadas mientras fuese vigente; permitiría movilidad
completa entre empleados y sectores de la economía y le daría al portador derecho a recibir
"trato nacional", algo que la creada no ha concedido.
La movilidad sería esencial para que los trabajadores ejerzan completa libertad de cambiar
trabajos para obtener mejores ingresos, bajo la teoría de que la mejor protección en contra de
sueldos inferiores al mercado y de malas condiciones de trabajo es la libertad de buscar una
mejor oferta. En el ámbito general, la movilidad permitiría que la oferta de trabajo fluya para
satisfacer los cambios en la demanda. El tratamiento nacional consistiría de la misma protección
bajo la ley que reciben los trabajadores nacionales. Esto aseguraría que los trabajadores
extranjeros temporales no disfruten de ventajas legales injustas ni que sufran de desventajas.
La movilidad y el tratamiento nacional protegerían a los trabajadores inmigrantes de los abusos
que se dieron con programas de "trabajadores invitados" en el pasado. La falla fatal del
programa de Bracero y de otros programas propuestos es que amarran al trabajador a una
industria o empleador, dejándolos a la merced de sus jefes. El mejor modelo para las VTT
debiera ser el documento estándar de autorización de trabajo conocido como Formulario I688B, que se emite a residentes nacidos en el extranjero que pueden trabajar en Estados Unidos.
El número de visas emitido debe ser suficiente para satisfacer la demanda en el mercado laboral
estadounidense. Usando el estimado actual de ingreso de trabajadores indocumentados,
300,000 visas anuales sería un punto de partida razonable. La distribución de las visas puede
racionarse a través de una cuota de solicitud. La cuota debe ser lo suficientemente alta como
para cubrir los costos y regular la demanda, pero lo suficientemente baja como para sacar del
mercado a traficantes ilegales, talvez en el vecindario de los $1,000. Si reapareciese o persistiese
un mercado negro, sería un indicador de que hay que bajar la cuota o aumentar el número de
visas emitidas. Estos ingresos serían usados para sostener el programa y todo superávit debe ser
distribuido entre los gobiernos estatales y locales para cubrir los gastos en que incurran por la
presencia de trabajadores poco calificados. Si se emiten 300,000 visas a $1,000 cada una, se
tendría un ingreso de $300 millones. Las visas debieran ser colocadas basándose en precios, no
en agencias gubernamentales expuestas a la corrupción.
5.2.1.2 "Ajuste Merecido" por Trabajo Honesto
Un programa debe ser creado para permitir que los trabajadores indocumentados que ya están
en el país obtengan estatus legal basado en los años de trabajo y en otro comportamiento
productivo. Los trabajadores indocumentados que ya están allá deben de recibir VTTs
inmediatamente siempre y cuando se registren con el gobierno y no sean una amenaza a la
seguridad interna o nacional. Aquellos que han vivido y trabajado en Estados Unidos por más de
un tiempo determinado deben poder solicitar a residencia permanente y finalmente la
ciudadanía. El estatus legal debe estar condicionado a no haber cometido crímenes serios. El
líder de la minoría en la Casa de Representantes, Dick Gephardt prometió una propuesta de ley
demócrata que "provea legalización merecida a inmigrantes indocumentados que han residido
acá por más de cinco años, trabajado allá dos años y se han atenido a las reglas".
Al igual que los nuevos entrantes, los trabajadores indocumentados que ya están en el país
tendrían que pagar la cuota de solicitud; si 4.5 millones de mexicanos reciben estatus legal, y
cada uno paga una cuota de $1,000, el gobierno federal recibiría un pago de $4.5 mil millones.
De nuevo, el dinero se usaría para cubrir costos y para distribuirlo a otros niveles de gobierno
que incurren en costos relacionados aunque no tan directos.
Esta legalización no sería una simple repetición de la amnistía de los ochenta. Los trabajadores
no obtendrían residencia permanente en forma automática. Todos los inmigrantes podrían
recibir visas temporales validas por un período limitado. Para obtener residencia tendrían que
solicitar a través de los canales existentes; no recibirían trato especial, pero serían procesados
junto a candidatos legalmente calificados. Las solicitudes tendrían que ser procesadas en forma
oportuna y eficiente, siguiendo el lineamiento de 180 días propuesto por el Presidente Bush.
5.3 ¿Por qué empezar legalizando a México?
Por razones prácticas, la legalización debiera empezar con inmigrantes mexicanos; dada su
ubicación y el número de sus trabajadores ya presentes en Estados Unidos, México es por mucho
el país de origen más importante de inmigración. El gobierno mexicano está ansioso por trabajar
con el estadounidense para implementar un programa exitoso, y su cooperación va a ser
necesaria para que el programa funcione mientras se resguarde la seguridad nacional de Estados
Unidos, y la seguridad económica y social de México. Nuestra larga frontera terrestre con
Estados Unidos y el tráfico comercial creciente estimulado por TLCAN argumentan a favor de
legalizar lo que ya es un mercado laboral integrado de Norteamérica.
6. CONCLUYENDO
A pesar de todos los esfuerzos coercitivos de mantener afuera a los trabajadores mexicanos
dispuestos a trabajar han engendrado una cultura subterránea de fraude y contrabando, han
causado centenares de muertes innecesarias en el desierto, o en lugares inimaginables y han
desviado la atención y recursos que serían útiles en materias reales de seguridad fronteriza. Esos
esfuerzos alteraron el flujo tradicional de migración circular, incrementando la cantidad de
mexicanos ilegales en Estados Unidos.
"Los encargados de hacer política pública en Estados Unidos se enfrentan a tres posibles
opciones en respuesta a la inmigración ilegal. Una sería caerle encima una vez más. El gobierno
federal podría construir un cerco triple de 2,000 millas de San Diego a Brownsville y reasignar o
contratar a decenas de miles de agentes para patrullarlo. Podría enviar internamente a miles de
agentes gubernamentales adicionales para hacer redadas en negocios, multar a empleadores y
cazar y deportar a los millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos—sin
importar lo profundo de sus lazos a sus trabajos, familias y comunidades. Podría obligar a todo
ciudadano y no-ciudadano estadounidense a llevar consigo una tarjeta de identificación nacional
o a registrarse en una base de datos nacional como requerimiento previo para ganarse la vida.
Pero esa opción impondría un alto costo en términos de gastos gubernamentales, producción
económica y libertad. Desviaría recursos del esfuerzo nacional por combatir el terrorismo y, al
igual que esfuerzos similares hechos en el pasado, fracasaría.
Otra opción sería aceptar el status quo. Podríamos continuar indefinidamente con millones de
personas viviendo acá sin documentos oficiales y cientos de miles entrando cada año. Millones
de trabajadores y sus familias podrían seguir viviendo en las sombras legales, temerosos de
presentarse ante las autoridades, incapaces de disfrutar de todos los frutos de su trabajo y
dudosos de regresar a su patria. El status quo perpetuaría una economía dual en la que una
demanda creciente de trabajadores sería satisfecha por medio de una oferta subterránea, sueldos
artificialmente bajos, y malas condiciones de trabajo para todos aquellos que están en los
escalones más bajos de la pirámide laboral. El status quo se burla del Estado de Derecho al
mantener un sistema migratorio en conflicto fundamental con las leyes de economía y de
aspiraciones legítimas de millones de personas.
Una tercer opción sería arreglar el fallido sistema de inmigración para que se conforme a las
realidades de una sociedad libre y una economía libre y eficiente. Un sistema legalizado de
migración mexicana podría, de un plumazo, traer a la superficie un enorme mercado
subterráneo. Le permitiría a productores estadounidenses en sectores importantes de la
economía contratar a los trabajadores que necesitan para crecer. Mejoraría los sueldos y
condiciones laborales de millones de trabajadores poco calificados e impulsaría la inversión en
capital humano. Liberaría recursos y personal para la guerra contra el terrorismo. Promovería el
desarrollo económico en México y mejores relaciones con un vecino importante."
El Presidente Bush, los líderes de ambos partidos en el Congreso de EE UU, así como las
autoridades mexicanas deben regresar a la tarea de reformar el disfuncional sistema migratorio
de Estados Unidos para hacerlo económico, humano, y compatible con la manera en que los
estadounidenses viven sus vidas, y realizar políticas internacionales conjuntas que cambien esta
situación.
También creo es necesario campañas de culturización o sensibilización a ciertos sectores de la
población estadounidense que dejándose manipular por ciertos "lideres", van por la tarea fácil
de culpar a los inmigrantes de los problemas de su nación, como un día lo hiciese Adolf Hitler
con los judíos.
Un ejemplo de lo anterior es el siguiente fragmento del libro "El Cambio de Poder" de Alvin
Toffler: "el sentimiento en contra de la inmigración esta al rojo vivo, fomentado por
ecoextremistas que achacan al influjo de la inmigración mexicana el deterioro del medio
ambiente de Estado Unidos".
Anexo 9: El Movimiento Masivo de los Braceros
La agricultura norteamericana siempre ha dependido de la mano de obra mexicana para su
desarrollo y prosperidad y esta zona fronteriza de El Paso-Ciudad Juárez, ha jugado un papel
muy importante en este movimiento histórico de trabajadores agrícolas migratorios.
Durante el programa bracero , de 1942 a 1964, casi cinco millones de mexicanos entraron a
laborar en los campos agrícolas de los Estados Unidos. Estos braceros convirtieron a la
agricultura americana en la más rentable y avanzada de todo el planeta. Se trataba de
campesinos de los zonas agrícolas rurales más importantes de México, como Coahuila,
Durango, Chihuahua, etc., quienes además habían jugado un papel muy importante en la
Revolución Mexicana de 1910. A pesar de que más de dos millones de campesinos perdieron
su vida en la Revolución Mexicana de 1910, el gobierno nunca les proporcionó los medios
necesarios para sobrevivir trabajando sus tierritas en sus comunidades rurales. Así que para
fines de los años treintas, cuando los campos no rindieron lo suficiente, hubo hambre y
escaseó el trabajo. El campesino tuvo que buscar otras formas de subsistencia.
Esta grave situación coincidió con la repentina demanda de mano de obra en los EUN debido
a la Segunda Guerra Mundial. El 4 de agosto de 1942, los gobiernos de Franklin Roosevelt,
de los Estados Unidos y de Manuel Avila Camacho, de México, instituyeron el Programa
Bracero. El campesino mexicano tuvo entonces una alternativa a su pobreza al enrolarse de
bracero , y al mismo tiempo, se satisfacía la necesidad de brazos para trabajar los campos
agrícolas nortemericanos.
Millares de empobrecidos mexicanos abandonaron sus comunidades y se trasladaron al norte
buscando enrolarse de braceros. La mayoría eran experimentados trabajadores del campo
que venían de lugares como "La Comarca Lagunera", la más importante región productora
de algodón y de otras áreas agrícolas altamente productivas.
En unos cuantos años, muchos campesinos mexicanos dejaron de sembrar sus tierras y de
producir comida para sus familias con la ilusión de ganar muchos dólares como braceros .
Firmaron contratos de braceros que no entendían, pero que se les presentaba como la salida a
sus problemas y a sus angustias.
Muchísimos candidatos a braceros llegaron por tren al norte, donde se localizaban los
principales centros de reclutamiento de braceros. Fue un movimiento humano único en la
historia de los dos países. Este movimiento y la presencia misma de los esperanzados
campesinos mexicanos, alteró el ambiente social y la economía de la frontera.
Ciudad Juárez, Chihuahua, enseguida de El Paso, Texas, se convirtió en un sitio histórico del
enganche y reclutamiento de la fuerza laboral agrícola mexicana.
Casi una cuarta parte de los braceros pasaron por El Paso. Se les transportada en camiones a
Fabens, Texas, al Centro de Procesamiento de "Río Vista", donde los bañaban, los
desinfectaban con extraños polvos blancos y luego los entregaban a sus patrones. De ahí,
partían a las distintas regiones agrícolas del suroeste y el norte de los Estados Unidos.
En Texas, Colorado, Nuevo México y prácticamente por toda la nación, fueron los que
plantaron y piscaron el algodón, el betabel de azúcar y muchísimos otros cultivos y recibían
de pago menos del 50 por ciento de lo que ganaban los americanos.
Una vez en los ranchos, los braceros estaban a merced de sus patrones. Los rancheros de
Texas y Nuevo México, tenían la fama de ser los peores explotadores. "Son los más perros",
decía la raza.
El programa duró más de dos décadas. Fueron años de duro trabajo, pero también de
angustia y muchos sufrimientos.
Los braceros trataron de organizarse en los cincuentas para protegerse de tanto abuso y
discriminación. La campaña organizativa tuvo lugar en El Paso, pero fueron reprimidos y
hostigados y el esfuerzo no prosperó. Los braceros sufrieron todo tipo de abusos y
agresiones no solamente de patrones explotadores y de autoridades racistas. También fueron
víctimas de grupos blancos extremistas como el Ku-Klux-Klan.
Con la introducción de la piscadora mecánica y debido a la abundancia de mano de obra
agrícola "indocumentada" (o "espaldas mojadas"), en los sesentas terminó este programa
bracero. Los Mexicanos, una vez que ya no fueron necesitados, tuvieron que regresarse a su
tierra sin que siquiera se les hubiera reconocido su valiosa contribución a este país.
Muchos de ellos volvieron a los EUN y continúan laborando en este país, muchas veces
sufriendo los mismos abusos y vejaciones que padecieron durante el programa bracero. Y
todavía continúan siendo marginados por la sociedad que se beneficia de su esfuerzo y de su
trabajo.
Anexo 10: Mexico
Economy – overview
Mexico has a free market economy in the trillion dollar class. It contains a mixture of
modern and outmoded industry and agriculture, increasingly dominated by the private sector.
Recent administrations have expanded competition in seaports, railroads,
telecommunications, electricity generation, natural gas distribution, and airports. Per capita
income is roughly one-third that of the US; income distribution remains highly unequal.
Trade with the US and Canada has nearly tripled since the implementation of NAFTA in
1994. Mexico has free trade agreements with over 50 countries including, Guatemala,
Honduras, El Salvador, the European Free Trade Area, and Japan, putting more than 90% of
trade under free trade agreements. In 2007, during its first year in office, the Felipe
CALDERON administration was able to garner support from the opposition to successfully
pass pension and fiscal reforms. The administration passed an energy reform measure in
2008, and another fiscal reform in 2009. Mexico's GDP plunged 6.5% in 2009 as world
demand for exports dropped and asset prices tumbled, but GDP is expected to post positive
growth late in 2010. The administration continues to face many economic challenges,
including improving the public education system, upgrading infrastructure, modernizing
labor laws, and fostering private investment in the energy sector. CALDERON has stated
that his top economic priorities remain reducing poverty and creating jobs.
GDP (purchasing power parity):
$1.482 trillion (2009 est.)
country comparison to the world: 12
$1.585 trillion (2008 est.)
$1.565 trillion (2007 est.)
note: data are in 2009 US dollars
GDP (official exchange rate):
$1.017 trillion (2009 est.)
GDP - real growth rate:
-6.5% (2009 est.)
country comparison to the world: 196
1.3% (2008 est.)
3.3% (2007 est.)
GDP - per capita (PPP):
$13,500 (2009 est.)
country comparison to the world: 83
$14,400 (2008 est.)
$14,400 (2007 est.)
note: data are in 2009 US dollars
Anexo 11: Mexico – økonomi
Mexicos økonomi er Latinamerikas største og har en struktur som de rige landes, idet kun
4% af BNP skabes af landbruget, men 70% af servicesektoren (2005). Landets ulige
udvikling illustreres imidlertid af det forhold, at landbruget beskæftiger 18% af de
erhvervsaktive. 1970'erne var kendetegnet ved en stærk økonomisk vækst, som fulgte i
kølvandet på opdagelsen af Chiapas-oliefelterne og en massiv låntagning i udlandet.
Internationale rentestigninger og dollarens himmelflugt i begyndelsen af 1980'erne
resulterede imidlertid i, at Mexico ligesom en stor del af de øvrige latinamerikanske lande
oplevede en alvorlig gældskrise og i 1982 måtte anmode Den Internationale Valutafond,
IMF, og sine kreditorer om økonomisk støtte. Den økonomiske afmatning varede til
slutningen af 1980'erne, og Mexico måtte i de år hyppigt genforhandle lånebetingelserne for
sin gæld.
Staten havde traditionelt spillet en stor rolle i samfundsøkonomien, men i 1988 indtraf et
radikalt skifte i den økonomiske politik, da Carlos Salinas overtog præsidentembedet.
Salinasregeringen lagde vægt på at modernisere økonomien og lade den fungere på
markedsøkonomiske vilkår i langt videre udstrækning end tidligere. Samtidig tilstræbte
regeringen med stor succes at nedbringe inflationen og budgetunderskuddet. Liberaliseringen
af økonomien, som også omfattede den tidligere totalt regeringskontrollerede finansielle
sektor, har bl.a. resulteret i et betydeligt fald i antallet af statsejede virksomheder, et langt
større engagement i udbygningen af infrastrukturen og frem for alt i Mexicos deltagelse i den
nordamerikanske frihandelsaftale, NAFTA, sammen med USA og Canada fra 1994.
Reformpolitikken banede også vejen for, at Mexico i 1995 som det første latinamerikanske
land blev optaget i OECD.
USA er langt den største handelspartner, hvorfor valutakurspolitikken historisk har været
rettet mod at knytte pesoen mere eller mindre fast til dollaren. Efter at de sidste restriktioner
på kapitalens frie bevægelighed blev afskaffet i 1991, knyttede regeringen pesoen fast til
dollaren i forholdet 3,1 peso pr. dollar, selvom inflationen i Mexico var betydelig højere end
i USA. Den efterfølgende forringelse af konkurrenceevnen betød i kombination med en høj
økonomisk vækst og den lettere adgang til udenlandske varer efter handelsliberaliseringerne,
at Mexicos underskud på de eksterne balancer voksede dramatisk. Finansieringen af
underskuddet fandt i stigende omfang sted gennem kortfristet og spekulativ kapital, og i
slutningen af 1994 kom Mexico igen i en dyb krise, da fastkurspolitikkens troværdighed
brød sammen. Investorerne flygtede fra landet, og pesoen måtte devalueres med næsten 50%
over for dollaren. Gældssituationen blev på ny uoverskuelig, og regeringen måtte atter
henvende sig til IMF for at få økonomisk støtte. Sammen med USA, hvis økonomiske
interesser i Mexico var steget efter dannelsen af NAFTA, iværksatte fonden herefter
historiens hidtil største finansielle redningsaktion til en værdi af over 30 mia. dollar.
Modkravet var en stram økonomisk genopretningspolitik, som resulterede i et kraftigt fald i
BNP på lidt over 6% i 1995, da inflationen steg dramatisk til 38% fra 8,5% året før.
Devalueringen førte imidlertid til en kraftig eksportfremgang, og allerede i 1996 var den
mexicanske økonomi igen i stærk vækst.
Landet ramtes af recessionen i 2001, men havde i 2004 og 2005 pæne vækstrater (4% og
3%). Arbejdsløsheden var i 2005 officielt så lav som ca. 3%, men der er dels stor
underbeskæftigelse, dels en udbredt sort økonomi. Korruption og anden kriminalitet,
herunder på narkoområdet (90% af USAs kokainimport menes at komme fra Mexico), er
fortsat store samfundsproblemer sammen med en, selv efter latinamerikanske forhold,
voldsom indkomstulighed. Den økonomiske vækst er regionalt ulige fordelt, hvilket betyder,
at den illegale emigration af arbejdskraft til USA fortsætter, og at der er stigende politisk uro
i de fattigere regioner i landet.
Mexicos udenrigshandel er ganske domineret af USA, som i de senere år har aftaget ca. 80%
af eksporten, hvilket gør den mexicanske økonomi følsom for kunjunkturudsving i USA.
Derimod er den mere robust i forhold til prisen på olie, som nu kun udgør ca. 8% af
eksporten mod 80% i 1982. Denne består nu for 90%'s vedkommende af færdigvarer, i stort
omfang produceret af udenlandsk ejet industri (maquiladora), der udnytter de lave lønninger
og den lemfældige miljølovgivning. Underskuddet på handelsbalancen modsvares af en stor
turistsektor og af overførsler fra mexicanere med arbejde i USA.
Danmarks eksport til Mexico var i 2005 på 1053 mio. kr., og importen derfra på 456 mio. kr.
Anexo 12: La pobreza en México
La Constitución Política Mexicana garantiza los derechos sociales elementales a los que
la población tiene acceso y que el Estado está obligado a proporciona. Un gobierno que
genera pobreza es un traidor a la patria
La Constitución Política Mexicana garantiza los derechos sociales elementales a los que la
población tiene acceso y que el Estado está obligado a proporciona. Un gobierno que genera
pobreza es un traidor a la patria.
Diferentes organismos internacionales han desarrollado instrumentos de medición de la
pobreza, el método de línea de pobreza, se refiere al nivel de ingreso que un hogar necesita
para satisfacer necesidades de alimento y no alimentarias, existen otros desarrollados por
Organismos especializados de la ONU, que toman en cuenta el nivel de ingreso y la
obtención de medios adecuados para el desarrollo como la alimentación, la educación, y la
salud.
En los próximos meses la pobreza en México afectará directamente a 60 millones de
personas, es decir, al 55 por ciento de la población, debido a que la crisis ha ocasionado un
aumento catastrófico en los índices de desempleo, ya que en el último trimestre perdieron su
trabajo 250 mil mexicanos. Tan solo en el 2009 habrá mas de un millón de desempleados y
mas de un millón de mexicanos van a necesitar trabajos nuevos.
La pobreza se encuentra directamente relacionada con la capacidad para
generar fuentes de empleo
La Secretaría de Desarrollo Social considera que 54% de los mexicanos (57.8 millones) vive
en pobreza de patrimonio, lo que indica que vive con menos de 4 dólares diarios, ($53.00)
mientras que el 32% (34.3 millones) lo hace con menos de 2.5 dólares ($33.00), y 24% (25.7
millones) con menos de 2 dólares ($27.00). Bajo esta perspectiva, los Estados de mayor
pobreza en el país son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Durango, y en ellos se
concentran altos porcentajes de población indígena.
La pobreza se encuentra directamente relacionada con la capacidad para generar fuentes de
empleo, y el potencial de desarrollo basado en educación, profesionales, técnicos e
investigación que dotan a una región de medios para la creación de productos y servicios
comercializables e infraestructura que permita a la región relacionarse económica y
laboralmente con otros sectores.
Con los sexenios de Fox y Calderón, el numero de pobres se incremento del 2000 (39
millones) al 2009 (60 millones) en mas de 21 millones de mexicanos que cayeron en pobreza
de los cuales 25.7 millones viven en pobreza extrema.
Todo lo anterior es un caldo de cultivo para la violencia, para que el narco pueda
incrementar a sus militantes, ya que el pobre no tiene nada que perder. Esta es la verdadera
razón de la violencia en el MEXICO HOY. Y todo generado por las políticas clientelistas de
Calderón, que se ha llevado todo su sexenio en pagar los favores recibidos en el 2006. La
realidad y los números macroeconómicos nos indican que Felipe Calderón es el verdadero
peligro para el MEXICO HOY
Anexo 13: El flujo MIGRATORIO INTERNACIONAL de México hacía los Estados
Unidos
Resumen Ejecutivo.
Los factores que explican la migración de México hacia Estados Unidos se
agrupan en tres categorías:
a) La oferta-expulsión de fuerza de trabajo, dada por la insuficiente dinámica
de la economía nacional para absorber el excedente de la fuerza de trabajo y
la necesidad de buscar salarios más atractivos;
b) La demanda–atracción, dada por la evolución de los sectores agrícola,
industrial y de servicios de la Unión Americana y la demanda de fuerza de
trabajo inmigrante; y
c) Los factores sociales, que ligan a los inmigrantes con la familia, los amigos,
las comunidades de origen y destino, y que son determinantes para reducir los
costos y riesgos asociados con el movimiento migratorio hacia los Estados
Unidos.
Respecto a los factores asociados con la oferta-expulsión, se analizan dos
rigideces que actualmente enfrenta el mercado laboral mexicano: la escasa
generación de empleos y el bajo nivel salarial.
En materia de empleos; con base en la información de los Planes Nacionales de
Desarrollo, el INEGI y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se observó que
para el periodo 2000-2007 se debieron haber creado 8 millones 200 mil nuevos
empleos, sin embargo, únicamente se crearon 4 millones 862 mil 200, lo que
generó un déficit laboral de más de 3 millones 337 mil empleos. Una proporción de
la población desempleada tomó la decisión de migrar hacia los Estados Unidos.
También se infirió que para detener el proceso migratorio de la nueva fuerza
laboral mexicana, la economía nacional tendrá que crecer a un ritmo de 5.5%
anual en promedio durante el periodo 2005-2010,5 cuando se estima que se
incorporarán al mercado laboral del país 1 millón 100 mil personas por año.
Adicionalmente al déficit laboral, existe un amplio diferencial salarial entre México
y Estados Unidos que profundiza el fenómeno de la oferta-expulsión. En el
comparativo del pago por hora en la industria manufacturera entre ambos
países se observó lo siguiente:
Anexo 14: Políticas de salud – perfil demográfico
Perfil demográfico de los migrantes mexicanos en
Estados Unidos
Verónica F. Gutiérrez, Steven P. Wallace, Xóchitl Castañeda
Población Octubre de 2004
• De los 39.9 millones de latinos in en Estados Unidos, el 67% es de origen mexicano.1,2
• Hay un total de 9 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos.3
• Los migrantes mexicanos suman el 40% del total de la población de origen mexicano.4
o La distribución por género de la población de migrantes mexicanos es el 54% hombres y el
46% mujeres.4
o La mitad de los migrantes mexicanos son menores de 32 años.5
o En promedio, los migrantes mexicanos llegan a Estados Unidos a los 21 años.3
o El 44% de los migrantes mexicanos tienen casa propia.4
o Una cuarta parte de los migrantes mexicanos están naturalizados como ciudadanos
norteamericanos.3
• El promedio de los hogares de migrantes mexicanos está compuesto de 4.5 personas.3
o De más de la mitad de los niños latinos del país, por lo menos uno de sus padres es
migrante.5
o Entre los casi 2 millones de familias (con niños) cuya cabeza es un migrante, el 79% es de
familias con
ambos padres.6
Localización geográfica
• La población de migrantes mexicanos tiene la más alta concentración en el Oeste y en el
Sur de Estados Unidos, pero el Centro-Oeste y la Costa Este también tiene una población
considerable.3
• Doce estados tienen 100,000 o más migrantes mexicanos. (ver Tabla 1)3
• Florida y Georgia, dos estados que generalmente no se asocian con los migrantes
mexicanos, tienen una población emergente de migrantes mexicanos.3
• En California vive el 43% de los migrantes mexicanos.3
Participación en la fuerza laboral
• El 76% de los varones migrantes mexicanos (de 18 a 64 años de edad) forma parte de la
fuerza laboral de Estados Unidos.4
• Los trabajadores migrantes mexicanos tienen una alta participación en los siguientes
empleos: 29% en manufactura, transporte, y movimiento de materiales, 25% en servicios,
19% en construcción, extracción y mantenimiento, y 13% en ventas y empleos de
oficina.6
• Los migrantes mexicanos son una parte vital de la fuerza laboral del sector agrícola de
Estados Unidos.7
o El 77% de los trabajadores de las granjas en Estados Unidos son migrantes mexicanos.7
o Un número creciente de migrantes mexicanos (y guatemaltecos) que trabajan en granjas
son jóvenes de minorías étnicas
indígenas (p. ej. Zapotecas, Mixtecas y Maya) que tienen diversas necesidades lingüísticas y
culturales particulares.8
Seguro médico de los migrantes mexicanos en Estados Unidos
• Dos tercios de los niños migrantes mexicanos no tenía seguro médico en 1998-2001.9
• Más de la mitad de los migrantes mexicanos de 18 a 64 años de edad no tenía seguro
médico en 2000.10
Tabla 1. Estados con 100,000
Datos Relevantes
Situación de la salud de los migrantes mexicanos en Estados Unidos
Niños, menores de 18 años
• Situación de salud: 1 de 4 niños migrantes mexicanos tiene una salud regular o
deficiente, según la estimación de sus padres. (ver Tabla 2)11
• Salud dental: Más de la mitad de los niños migrantes mexicanos mayores de seis años
tiene los dientes en condiciones regulares o deficientes, según la estimación de sus
padres. (ver Tabla 2)11
• Mortalidad: En total, las tres causas principales de muerte de todos los niños latinos
entre 1 y 17 años fueron debido a lesiones por accidente, cáncer y homicidio.12
• Las tres causas principales de muerte de todos los niños latinos son:
o Entre 1 y 12 años: lesiones por accidente, deficiencias de nacimiento, y cáncer.
o Entre 13 y 17 años: lesiones por accidente, homicidio y suicidio.
Adultos, de 18 a 64 años
• Auto-estimación de la salud: El 9% de los migrantes mexicanos reportan tener una salud
regular o deficiente.10
• Enfermedades crónicas: Los dos padecimientos crónicos más comunes que reportan
tener los migrantes mexicanos adultos son hipertensión (9%) y diabetes (4%).10
• Mortalidad: Cáncer, lesiones por accidente, y enfermedades cardiacas son las tres causas
principales de muerte de todos los
latinos adultos.
Adultos mayores, de 65 años en adelante
• Auto-estimación de la salud: El 44% los adultos mayores migrantes mexicanos reportan
tener una salud regular o deficiente.10
• Enfermedades crónicas: Los tres padecimientos crónicos principales que reportan tener los
adultos mayores migrantes mexicanos
son hipertensión (48%), diabetes (30%), y problemas cardiacos (11%).10
• Mortalidad: Las tres causas principales de muerte entre todos los adultos mayores latinos
en 2001 fueron enfermedades cardiacas,
cáncer y enfermedades cardiovasculares. Diabetes es la cuarta causa principal de muerte
entre todos los adultos mayores latinos.
Oportunidades de seguro médico
• La escasa cobertura de seguro médico y la falta de acceso regular a los servicios salud son
los obstáculos principales para la salud
de un número significativo de niños y adultos migrantes mexicanos.
• Ninguna estrategia enfocada a satisfacer las necesidades de salud de los migrantes
mexicanos en los Estados Unidos puede
ignorar los lazos sociales, culturales, políticos y económicos que los migrantes mexicanos
tienen con México. Para ser
verdaderamente efectivos, los programas tienen que aumentar y reforzar los esfuerzos de
promoción de la salud y de educación en
ambos países. Por consiguiente, la salud de los migrantes mexicanos debe considerarse como
una responsabilidad binacional.
Anexo 15: ENCUESTA A MIGRANTES MEXICANOS
En el 2004, el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) y el Pew Hispanic Center (PHC) –
centro de investigación independiente- acordaron desarrollar un estudio que permitiera al gobierno
mexicano, conocer más sobre el perfil de los migrantes que acuden a los consulados mexicanos a
tramitar su matrícula consular.
El Director del Pew Hispanic Center, Roberto Suro, acordó con el IME financiar el estudio con
recursos propios, publicar las conclusiones derivadas de la encuesta de manera independiente y
asumir responsabilidad exclusiva sobre el contenido de los cuestionarios. Con base en esta
información, el PHC ha publicado una serie de reportes derivados de las encuestas:
1. Actitudes hacia la migración y características demográficas
2. Actitudes hacia el voto en el exterior y lazos con México
3. Transición económica de los migrantes hacia Estados Unidos
El trabajo de campo fue llevado a cabo en los consulados mexicanos de Los Ángeles, Nueva York,
Chicago, Atlanta, Dallas, Raleigh y Fresno del 12 de julio de 2004 al 28 de enero de 2005. Un total
de 4,836 personas respondieron un cuestionario de 12 páginas en español mientras tramitaban su
matrícula consular.
Las sedes para este sondeo fueron elegidas tomando en cuenta diferentes factores. El primero,
cubrir la mayor concentración de migrantes mexicanos, para lo cual se eligieron California, Illinois y
Texas. En segundo lugar, se buscó una mezcla de locaciones con una mayor población de
inmigrantes, como Los Ángeles y con una relativamente nueva comunidad de inmigrantes, como lo
es Raleigh. Esta encuesta también buscó una combinación de factores demográficos y de
urbanización: diversas áreas metropolitanas, ciudades pequeñas y al menos un lugar donde una
buena cantidad de inmigrantes mexicanos trabajasen en agricultura, como es el caso de Fresno.
El compromiso entre el IME y el PHC fue que una vez concluida la encuesta, los datos arrojados de
ella serían compartidos de modo que el gobierno mexicano pudiera estudiarlos a profundidad. En
este contexto, en el 2005 el IME solicitó el apoyo del Consejo Nacional de Población (CONAPO)
para
procesar y seleccionar información relevante.
Las personas candidatas a responder el cuestionario fueron todas aquellas que contestaron
afirmativamente a la siguiente pregunta:
¿Está usted pidiendo la matrícula consular hoy?

A los candidatos potenciales se les informaba que habían sido seleccionados y se solicitaba completar
el cuestionario mientras esperaban para hacer su trámite o mientras les entregaban su documento de
identidad.


Los participantes recibieron una explicación verbal sobre el cuestionario, su contenido, la naturaleza
de las preguntas y sobre el tiempo necesario para completarlo, así como una explicación detallada
respecto del anonimato y secreto de sus respuestas. Además, se les informó que al concluirlo recibirían
una tarjeta de teléfono como símbolo de gratitud por su tiempo y paciencia.
Los participantes recibieron un documento explicativo del propósito e implicaciones del cuestionario.
Algunos datos relevantes arrojados por la encuesta son los siguientes:
I. Perfil sociodemográfico de los migrantes mexicanos que tramitan su matrícula
consular:
o El 58.7% son hombres y el 41.3% mujeres
o El 48.9% tiene entre 18 y 29 años de edad.
o El 37.1% cuenta con nivel de escolaridad de preparatoria o equivalente.
o El 66.7% habla algo o poco inglés
o El 45.9% ingresó a Estados Unidos hace 5 años o menos
o De este porcentaje, el 76.2% de quienes ingresaron hace 5 años o menos cuenta con
algún documento expedido por el gobierno de ese país, mientras que de quienes
ingresaron hace más de 15 años, dicho porcentaje se incrementa a 83.5%
o El 59.5% cuenta con seguro médico.
o De requerirlo, el 36.8% asistiría a una clínica comunitaria a obtener servicios de salud
y
el 39.4% iría a un hospital.
II. Presencia de parientes en Estados Unidos dentro del hogar:
o El 56% de las familias de los migrantes tiene de 4 a 6 miembros viviendo en Estados
Unidos.
o El 70% tiene entre uno y tres parientes de su hogar que trabajan.
o El 72% tiene hijos. De ese porcentaje el 72.7% vive con sus hijos en Estados Unidos y
el 17.9 tiene a sus hijos viviendo en México.
o El 45.7% de las personas con hijos en Estados Unidos acude a la escuela.
o El 63.9% paga alquiler por habitación.
o El 83.6% tiene parientes que viven en el mismo pueblo o ciudad
III. Uso de la matrícula consular
o El 68% aspira a usar la matrícula consular como documento de identificación, más del
31% aspira a usarla para alguna transacción económica y el 43.3% para viajar a México.
o El 45% cuenta con algún tipo de identificación con fotografía emitida por alguna oficina
de gobierno de Estados Unidos.
o Se enteran de la matrícula consular hablando con conocidos en México o Estados
Unidos 56.8%
IV. Características en su lugar de Origen
o El 76% de los mexicanos que tramitan su matrícula consular provienen de las regiones
Centro y Tradicional
o El 66% tenía trabajo en México al momento de viajar a los Estados Unidos
o El 36.4% cuenta con alguna propiedad en México
o El 43.7% cuenta con credencial de elector
o El 89.7% manifestó la intención de votar desde el exterior
V. Experiencia migratoria en Estados Unidos
o El 50.6% tiene experiencia migratoria. De este porcentaje, el 39.1% ha estado en los
Estados Unidos tres veces o más.
VI. Asuntos sociales, comunicación y diversión
o Sólo el 36.4% pertenece a alguna organización cívica, club social o equipo deportivo.
o El 56% se comunica a México al menos una vez a la semana,
o El 98.7% cuenta con televisión en su casa y de ellos, el 92.9% prefiere ver estaciones
en español
o El 63.8% cuenta con teléfono celular
VII. Remesas y uso de servicios bancarios
o El 85.3% envía remesas a México. De este porcentaje el 14% lo hace una vez a la
semana
o El 35% envía entre 100 y 199 dólares
o El 74.7% utiliza alguna compañía como Western Union o Money Gram
o Sólo el 24.1% tiene una tarjeta de crédito
o El 45.3% señala no contar con la documentación suficiente para abrir una cuenta.
VIII. Programa de empleo e inmigración
o El 68.3% estaría dispuesto a participar en algún programa de ahorro.
o El 80% estaría dispuesto a participar en un programa temporal de trabajadores.
o El 86.1% conoce a algún pariente o amigo que estaría dispuesto a participar en un
programa temporal de trabajadores.
IX. Características Laborales en Estados Unidos
o El 77.7% se encuentra ocupado en Estados Unidos.
o El 20.4% se emplea en labores de construcción, el 21.7% en labores de producción.
o El 32.1% gana entre 200 y 299 dólares por semana, el 27.3% entre 300 y 399 y el
27.4% gana 400 dólares o más.
Los nueve temas mencionados se encuentran analizados en 150 tabulados que arrojan datos
numéricos, porcentuales, absolutos y relativos de acuerdo a las siguientes variables: Consulado,
región de origen, documento de identificación emitido por alguna oficina de gobierno y periodo de
ingreso a los Estados Unidos.
Anexo 16: Alcanzan cifra récord migrantes mexicanos en EU.
WASHINGTON.- Los mexicanos siguen siendo el colectivo de inmigrantes más numeroso en
Estados Unidos, según un estudio del Centro Pew publicado hoy, que revela que una de cada diez
personas nacidas en México emigra al país vecino. Los inmigrantes mexicanos que residen en
EE.UU. alcanzaron en 2008 los 12,7 millones, una cifra récord que se ha multiplicado por
diecisiete desde los años setenta.
"Ningún país en el mundo tiene una cifra total de inmigrantes procedentes de otros países
como EE.UU. tiene de México", indica el estudio.
El centro publicó estos datos un día antes de la visita de dos días que hará el presidente
Barack Obama a México, como parte del compromiso de la nueva administración para
luchar contra el narcotráfico y la violencia en la frontera.
Los mexicanos representan el 32 por ciento del total de inmigrantes que reciben EE.UU.,
muy por encima del segundo mayor grupo de población inmigrante, los filipinos, que son el
5 por ciento del total.
El 55 por ciento de los inmigrantes mexicanos asentados en EE.UU. residen de manera ilegal
en el país, según el estudio, que indica que aproximadamente seis de cada diez inmigrantes
indocumentados son de origen mexicano.
El Centro Pew calcula que en Estados Unidos hay 11,9 millones de indocumentados, una
cifra que según la institución permanece estable desde 2006 y representan el 4 por ciento de
la población estadounidense.
Del total de indocumentados, 7 millones son de origen mexicano (el 59 por ciento), aunque
también son la comunidad con mayor número de inmigrantes legalizados con 5,7 millones.
En los años setenta los inmigrantes de origen mexicano eran una colonia de 760.000
personas, que estaban en el séptimo lugar por detrás de italianos, alemanes, canadienses,
rusos, ingleses y polacos.
El trasvase de población de México a EE.UU. comenzó su ascenso en los años ochenta,
cuando alcanzaron los 2,2 millones, una cifra que se duplicó en una década.
Anexo 17: Perfil Socio-Demográfico
de losinmigrantes mexicanosen estadosunidos
Iniciativa de salud de las américas | uNIVersidad de cALIFORNIA(uc)
escuela de salud pública, uc berkeley
1950 ADDISON STREET, SUITE 203 | BERKELEY, CALIFORNIA 94704 | PHONE
510.643.6243 | FAX 510.642.7861 | HTTP://HIA.BERKELEY.EDU
Población
• De los 45.5 millones de latinos en Estados Unidos, 64% es de origen mexicano (del cual 40%
es primera generación de inmigrantes mexicanos).1,2
• Más de la mitad de todos los inmigrantes mexicanos recientes* tienen entre 18 y 34 años de
edad.4
• Los inmigrantes mexicanos entran a Estados Unidos a los 21 años de edad en promedio.5
• 44% de los mexicanos inmigrantes son dueños de su vivienda.3
• Una quinta parte de los inmigrantes mexicanos es ciudadano estadounidense.3
Estatus económico
• Más de 25% de las familias mexicanas que inmigraron recientemente vive con un ingreso
anual por debajo de la línea de pobreza federal (10,488 dólares para un adulto soltero y
20,444 dólares para una pareja con dos hijos en 2006).4
• 41% de los niños nacidos en México menores de 18 años y 21.9% de los adultos en edad de
trabajar, de 18 a 64 años, vive en la
pobreza.2
• El ingreso promedio de los inmigrantes mexicanos entre 18 y 64 años de edad que laboran en
empleos que dependen fuertemente de inmigrantes mexicanos es de 19,200 dólares anuales
para hombres y 13,900 dólares para mujeres.4
• En promedio, los inmigrantes mexicanos que trabajan tiempo completo ganan 45% menos
que un hombre nacido en Estados Unidos; las inmigrantes mexicanas ganan 40% menos que
las mujeres nacidas en Estados Unidos.4
• En California una familia de inmigrantes mexicanos con ambos progenitores trabajando en
empleos que dependen fuertemente de inmigrantes mexicanos, generalmente no pueden
satisfacer los estándares mínimos de vida para una familia de cuatro integrantes (50,000
dólares anuales).4
Ubicación geográfica
• Catorce estados tienen 100,000 o más residentes que son inmigrantes mexicanos.4
• 60% de todos los inmigrantes mexicanos viven en California o Texas.4
Participación en la fuerza detrabajo
• A nivel nacional, los inmigrantes mexicanos hombres constituyen:
• 50.3% de los operadores de máquinas de coser
• 43.4% de los trabajadores agrícolas
• 41.6% de constructores de cercas
• 41.4% de trabajadores de la construcción levantando y haciendo el acabado de muros
• 39.1% de lavaplatos4
• Los inmigrantes mexicanos equivalen a poco más de 80% de los trabajadores agrícolas
hombres en California.4
• En California las industrias que pagan los salarios más bajos dependen fuertemente de
mano de obra inmigrante mexicana (que comprende cerca de 20% de todos los hombres
empleados entre 18 y 64 años de edad).4
Mujeres
• 43.2% de las inmigrantes mexicanas recientes* entre 18 y 64 años de edad participan en la
fuerza de trabajo estadounidense.4
• A nivel nacional, las mujeres mexicanas inmigrantes constituyen
• 34.2% de las trabajadoras agrícolas, seleccionadoras y clasificadoras
• 26.3% de las trabajadoras en empacadoras de productos cárnicos
• 25.9% de empaquetadoras y empacadoras manuales
• 25.4% de operadoras de máquinas empacadoras
• 24.9% de lavaplatos.
310,000 inmigrantes mexicanas trabajan como trabajadoras domésticas, más que en
cualquier otra ocupación. 64,000 laboran cuidando niños.
Perfil de salud
Niños (menores de 18 años)
•condiciones de salud: 64.8% de los niños que nacen de padres mexicanos inmigrantes
reportan tener excelente o muy buena salud durante su primer año de vida, comparado con
88.4% del total de la población de Estados Unidos. 7
• Mortalidad: Las tres principales causas de
defunción entre todos los niños de origen
latino entre 1 y 17 años de edad son lesiones no
intencionales, cáncer y homicidio.9
• Entre 1 y 12 años de edad: lesiones por accidente, cáncer y defectos congénitos.
• Entre 13 y 17 años de edad: lesiones por accidente, homicidio y suicidio.
Adultos (18-64 años de edad)
• Condición de salud: 9% de los inmigrantes mexicanos adultos informó que estaba regular o
mal de salud.10
• Enfermedades crónicas: Las condiciones
crónicas más comunes que los mexicanos
inmigrantes adultos reportaron fueron prensión
alta (9%) y diabetes (4%).10
• Mortalidad: Cáncer, lesiones por accidente y
enfermedades cardíacas son las principales causas
de defunción entre todas las personas adultas de
origen latino.9
Adultos mayores (65 años de edad y mayores)
• Condición de salud: 44% de los inmigrantes
mexicanos mayores dijo estar más o menos bien
de salud o mal.10
• Enfermedades crónicas: Las tres principales
condiciones crónicas que las personas mayores
inmigrantes mexicanos reportaron fueron presión
alta (48%), diabetes (30%) y problemas cardíacos
(11%).10
• Mortalidad: Enfermedades cardiacas, cáncer,
enfermedades cardiovasculares y diabetes son las
cuatro principales causas de defunción para todas
los adultos mayores de origen latino.9
Cobertura deseguro médico
• Más de dos tercios de los inmigrantes mexicanos
que trabajan en empleos que dependen
fuertemente de la fuerza laboral de este grupo
carecen de cobertura de seguro médico.4
• Casi dos tercios de las mexicanas inmigrantes
que laboran en empleos que dependen
fuertemente de la fuerza laboral de este grupo
carecen de seguro médico pagado por el
empleador.4
• Sólo 5% de los empleados inmigrantes mexicanos
están cubiertos con Medicaid u otros seguros
públicos.4
Oportunidades depolíticas públicas
• La carencia de seguro médico y una fuente regular
de atención médica son los principales obstáculos
para atender la salud de los inmigrantes
mexicanos de todas las edades. Es necesario
ampliar los programas de salud pública para que
incluyan aquellos inmigrantes mexicanos que
carecen de seguro médico, haciendo hincapié en la
cobertura para los niños.
• Hay que reconocer que la salud de los inmigrantes
mexicanos es una responsabilidad binacional.
Cualquier estrategia que busque abordar las
necesidades de salud de los inmigrantes mexicanos
en Estados Unidos puede fortalecerse si se
consideran sus vínculos sociales, políticos,
culturales y económicos con México. Para ser
efectivos, los programas tienen que fortalecer las
acciones para promover la salud en ambos países.
Anexo 18: Her går grænsen
Mexicanere i millionvis forsøger hvert år illegalt at krydse grænsen til USA. De fanges
og sendes hjem, for så at forsøge igen med det samme.
Ciudad Juárez
En centimeter. Så meget skiller millioner af mexicanere fra lykken. Drømmen om USA lever
som aldrig før. Mange steder langs den 2500 kilometer lange grænse er et højt hegn den
eneste forhindring.
Andre steder er hegnet afløst af en flod. Den legendariske Rio Grande udgør den østlige
halvdel af den lange grænse mellem de to lande. Men da den stort set er løbet tør for vand, er
den heller ikke den store hindring. Bortset fra, at vandet i denne tid er iskoldt.
Horder af mexicanere og et ikke ubetydeligt antal centralamerikanere samler sig syd for
grænsen. De vil gøre alt for at komme til det forjættede land. I grænsebyen Ciudad Juárez
samles de mest forhutlede af dem i en park i den indre by. De er fattige og forhærdede.
Forefaldende arbejde
Den 30-årige Leonardo Farias er sluppet over fire gange. Hver gang er han blevet opdaget af
de amerikanske myndigheder efter et stykke tid. I alt har han været syv år i USA. På et
tidspunkt havde han forefaldende arbejde på et landbrug til en løn omkring halvdelen af den
officielle mindsteløn på 40 kroner i timen. Han har intet sparet op, og hans lykke blev langt
fra gjort. Alligevel tænker han ikke på andet end at komme tilbage.
»Jeg har ikke andre muligheder i mit liv. Min familie er fattige bønder i Michoacan. De kan
ikke hjælpe mig, og jeg kan ikke hjælpe dem,« fortæller han og tilbyder Explorerholdet en
kompressor for 500 pesos.
Leonardo Farias er beskidt, nervøs og sandsynligvis påvirket af narko. Han sover i parken
med mindst hundrede andre i samme situation. Om aftenen søger de mod floden øst for
byen. Virker bevogtningen sløset, kaster de sig ud i den.
»Tre gange er jeg kommet ind i USA gennem ørkenen ved Californien. Kun en gang før har
jeg krydset floden til Texas. Det er farligt. Den er iskold.«
Mexicanerne kommer som oftest fra kummerlige vilkår. Mange er fra landets fattigste
provinser i syd, hvor arbejdsløsheden er udtalt. De ønsker arbejde. Og har alle sammen en
ven eller bekendt, som har klaret sig godt i USA.
»De illegale flygtninge er utroligt kreative. Vi oplever fantastiske, men også skræmmende
eksempler på, hvad de vil gøre for at komme over grænsen,« siger Federico Velasquez,
kommandant i det mexicanske grænsepoliti.
Han og hans folk afslører omkring 4000 illegale flygtninge hver måned. Nogle skjuler sig i
dobbeltbundede trailere, andre gemmer sig i bagsædet på en bil. Men langt de fleste forsøger
at gå over grænsen. Eller betaler de såkaldte coyotes 300 dollars for at føre sig igennem
hemmelige tunnelsystemer under hegnet eller floden.
»Det får katastrofale følger for mange af dem. Lykkes det dem at komme over, befinder de
sig pludselig i ørkenen i Arizona eller New Mexico. De er slet ikke forberedt på de ekstreme
temperaturer med stegende tørke eller storm og frost,« siger Federico Velasquez.
Han har flere gange oplevet flygtninge, der var døden nær af dehydrering og udmattelse. Det
værste, han ved, er børnene, der hurtigst begynder at lide. Ifølge officielle vurderinger dør
flere hundrede mennesker hvert år i forsøget på at krydse grænsen, men det præcise tal
kendes ikke.
De fleste gengangere
I USA afslører grænsepolitiet årligt omkring en million illegale immigranter uden papirer.
Langt de fleste er gengangere. De sendes alle sammen retur over grænsen. Mange af dem er
blevet afsløret over 20 gange og sendt tilbage til Mexico hver gang.
»Det er meget sørgeligt. De fleste er fattige og desperate. Ser man på dem, virker det ikke til,
at de oplever lykken i USA,« siger kommandant Velasquez.
Det er tydeligt, at livet generelt er hårdt for mexicanerne på begge sider af grænsen. Men at
de åbenbart foretrækker at kæmpe for føden i det rige USA. Få andre steder i verden er
forskellen i levevilkår i to nabolande lige så stor som her. Gennemsnitsindkomsten er femseks gange højere i USA, der i disse år bugner af velstand, mens Mexico stadig regnes for et
tredjeverdensland på linje med det øvrige Latinamerika.
Billig arbejdskraft
Der er desuden en væsentlig detalje i historien. Mange steder i USA er arbedsløsheden nul.
De mexicanske flygtninge er populær - og billig - arbejdskraft.
Før ankomsten til Mexico var JP Explorer i det sydlige USA. I Miami mødte vi den smukke
24-årige nicaraguanske kvinde, Aida. Hun blev for fire måneder siden smuglet dertil af en
ældre ugift mand, der fløj hende til Bahama Øerne og derfra sejlede hende i sin speedbåd til
fastlandet.
Personlig hushjælp
Nu er hun installeret i hans lejlighed i et af Miamis rigmandskvarterer som hans personlige
hushjælp. Om dagen arbejder hun desuden i hans virksomhed som sekretær. Hun får 900
dollars om måneden, en årsløn i Nicaragua, men langt under mindstelønnen i Miami. Hvis
der da findes sådan en for arbejde syv dage om ugen.
Da hun ikke har nogen papirer, tør hun ikke gå uden for det beskyttede boligområde. Hun
siger:
»Måske om fem år har jeg tjent nok til, at jeg kan vende hjem til min familie og min søn.«
Anexo 19: Peligros de cruzar la frontera
Aquellos que se adentran ilegalmente a Estados Unidos por la frontera sur enfrentan un
sinnúmero de peligros, inclusive la muerte. Pero aún así siguen arriesgando la vida.
Veredas como una a 30 millas de distancia al norte de Nogales, Arizona y a una milla al
oriente de este retén de inmigración, son usadas por los indocumentados.
En lugares como ese que ofrecen un poco de protección debido a los arbustos, encontramos
desechos como una cajetilla de cigarros Delicados hechos en México, agua embotellada en
Nogales, Sonora y pantalones de niño Banda Boys, también hechos en México.
Cerca del retén en la interestatal 19, aparecieron unos mexicanos cansados y sedientos; pero
según ellos, con suficiente energía para llegar a Tucson, Arizona. Admitieron quebrantar la
ley.
―Su país es Estados Unidos, su deber es proteger su frontera. Nosotros somos los que
violamos las reglas de ellos‖, sostiene un inmigrante.
Otros pasan de noche escondidos entre los vagones de trenes de carga de "Union Pacific".
Muchos como ellos logran evadir la vigilancia de la Patrulla Fronteriza a lo largo de
aproximadamente 350-millas de distancia entre Sonora y Arizona. Pasan por tramos donde la
frontera es delineada con un alambre de púas.
Logran burlar también cámaras de televisión montadas, junto con sensores de movimiento,
en torretas.
Burlan la desolación del desierto... Pero en muchas ocasiones la muerte se burla de ellos.
Una inmigrante quien ha ingresado ilegalmente cuatro veces con la ayuda de coyotes dICE
ha visto a gente desplomarse frente a ella. En el 2001 cruzó por el desierto.
Angélica, indocumentada dICE: ―eran 14 personas. El guía los abandonó. Y el coyote que
venía con nosotros no los quiso traer con nosotros. Entonces los dejamos atrás. Al cruzarnos
donde estábamos escondiéndonos de las avionetas ellos fueron cayendo murieron los 14".
El caso fue conocido como los 14 de Yuma, sus cuerpos fueron expatriados a México.
Venían principalmente de Veracruz y Guerrero. El coyote quien los guiaba se perdió,
causándoles la muerte.
Según un agente de inmigración y aduanas, ICE, basado en Phoenix, Arizona aquellos que
no mueren pueden sufrir horrendos atropellos.
Armando García, agente de ICE dice: ―tuvimos información de que habían tenido
secuestrado a un grupo de ilegales, indocumentados, específicamente a unas mujeres, los
coyotes hablaron a los patrocinadores de las mujeres no me acuerdo si eran familias o
amigos. Por teléfono los coyotes les decían estamos violando ahorita a las muchachas y
escuchaban ellos por teléfono que las estaban violando, si no nos mandan esta cantidad de
dinero las vamos a seguir violando o matar‖.
Muchos más son arrestados y procesados en centros como uno ubicado en Nogales, de este
lado de la frontera.
José Luis Hernández, un mexicano del estado de Puebla en proceso de deportación quería ir
a nueva York, dice: ―salimos de Nogales, dando la vuelta y tres millas aquí al lado. O sea
nunca llegó el "raitero" que nos iba a levantar. Se supone que tiene amigos pero nunca
llegó".
Sus amigos no lo recogieron. Muchos otros dicen que ahora ya es más difícil cruzar debido
al refuerzo de la vigilancia y dicen que los coyotes ahora también cobran más.
Pero un enganchador de coyotes dijo que pasar a Estados Unidos no es problema alguno:
―200 es lo que cobramos. Va por la puerta. No va a caminar. Nada. No va a arriesgar nada‖.
Junto a su compañero, dijo que puede conseguir documentos y que solo hay que caminar una
cuadra.
―Va a cruzar en Nogales, Arizona. La misma gente de nosotros lo va a recoger. Ahí le van a
dar explicaciones sobre como la hora de entrar, ellos le van a decir como donde lo van a
recoger y como‖.
Funcionarios de inmigración dicen que disminuir el cruce ilegal de indocumentados es una
tarea difícil pero no imposible.
Roberto G. Medina, agente de ICE explica: ―básicamente prevenir este fenómeno requiere
aplicar las leyes e inmigración y sanciones en contra de empleadores que contraten
indocumentados y educarlos para que contraten solamente a individuos que tengan el
derecho legal de trabajar en Estados Unidos‖.
Y para los coyotes en el lado mexicano, tampoco hay imposibles: ―ya pa' que estamos hora?
Miércoles? Ya pa' el viernes mas tardar ya está en Chicago".
Una inmigrante mexicana fue recientemente detenida en una autopista de Chicago, Illinois
por agentes de inmigración y aduanas. Viajaba con su hijo y una veintena más de
indocumentados.
Horas después de su arresto fue puesta en libertad condicional, debido a que tenía que cuidar
de su niño: ―nos dijeron que no'mas se caminaba supuestamente ocho horas, resultó que
caminamos seis noches y siete días".
Llevaba más de 24 horas viajando desde Phoenix, Arizona en una camioneta pick up. Debido
al sobrecuro del vehículo, las autoridades sospecharon y los detuvieron. Detenciones
similares, según ICE ahora, ocurren con más frecuencia en todas partes de la nación.
Hace unas semanas el presidente George W. Bush admitió que el gobierno no tiene un buen
control de su frontera sur y añadió que hasta seis mil elementos de la guardia nacional serian
despachados a la frontera para ayudar a la Patrulla Fronteriza.
Los soldados ya han llegado y ahora asisten con diversas tareas a lo largo de la línea
divisoria internacional, especialmente en la zona de Arizona y Sonora, México.
México y Estados Unidos comparten una frontera de aproximadamente dos mil millas de
largo.
Aquellos que intentan cruzar a Estados Unidos de manera ilegal, usualmente lo hacen en
secciones demarcadas con alambres de púas y con la ayuda de coyotes.
Otros más se adentran a suelo estadounidense en zonas con mayor población como la de
Nogales, Sonora y Nogales, Arizona.
Además de lidiar con un muro metálico de aproximadamente 15 pies de altura, los
inmigrantes indocumentados tienen que atravesar el desierto su desolación, sus peligros,
violaciones, asaltos por parte de coyotes y además de todo eso, lidiar con los bajadores.
Los bajadores son grupos de coyotes armados que se forman y trabajan hacia el norte de la
frontera. Normalmente tienen diferentes tipos de tácticas, por ejemplo una de las tácticas que
usan es estar cuidando la autopista.
Llegando a Phoenix, si ven un mueble con gente hispana muchas veces llegan, matan al
chofer y se roban la carga.
El grado de la violencia se ve en los hoyos dejados por las ráfagas de disparos.
El supervisor de grupo del buró de inmigración y aduanas en Phoenix, Arizona dice que
estos sujetos son un fenómeno relativamente nuevo.
"Es un nuevo modus operandi que se creó hace cuatro, cinco años. Es una táctica se usó por
bastante tiempo en el narcotráfico".
Según las autoridades de inmigración, bajadores como estos sujetos que posaron mostrando
sus rifles AK-47 y pistolas semiautomáticas, no se tocan el corazón. Acaban con la vida de
otros criminales o coyotes como si se tratara de una guerra en el desierto.
En fotografías proporcionadas por ICE, las víctimas fueron esposadas y ultimadas a tiros.
―Otras tácticas que usan, cuidan los hoteles que normalmente se usan para albergue de
indocumentados. Otra láctica que usan, es mandan a alguien de su gente con el grupo de
ilegales y ya estando en Phoenix les habla el pollo, que es trabajador de ellos y les dice
donde están y van y se roban el grupo y cobran el dinero".
Otra agente de la Patrulla Fronteriza dice que donde sea que se encuentren los familiares de
los indocumentados, los bajadores llaman y cobran, digamos tres mil dólares, y si no
consiguen el dinero y amenazan con atentar contra la vida de los inmigrantes‖.
Los cuerpos de inmigrantes y coyotes son encontrados, por agentes de ICE, amordazados y
con los ojos vendados.
Este tipo de actividad criminal se ha palpado recientemente en las autopistas de Arizona
como la interestatal 10. Pero a veces las victimas no son coyotes. Tampoco son
indocumentados.
―Esto es un problema en Phoenix, en toda Arizona porque lo que ha pasado es que los
bajadores han identificado un carro que no son indocumentados si no familias que viajan,
hispanos que viajan a Disneylandia, a California, lo que sea de vacaciones y han tratado de
sacarlos de las carreteras‖.
Anexo 20: U.S.-Mexico Border: The Season of Death
The life of a border reporter in Arizona starts each day
with a single call.
"Any more bodies?" you ask the Border Patrol. This time
of year, surprise comes only if the voice on the other end
says no.
Little has changed in the two years since we filmed the
FRONTLINE/World story of Matias Garcia Zavaleta,
except that a lot more people are dying. Last year, a
A mother and her children ride in record 271 people died trying to walk across the
a truck to the Arizona border.
Arizona-Mexico desert. More than 500 died across the
Once there, they will cross the
entire U.S.-Mexico border. This year is keeping pace.
desert in a larger group with their
"coyote," or smuggler.
The deaths trickle in over the cooler months. A couple
here from a rollover. Four dead there during a cold snap.
They begin in earnest once the temperature spikes over 100 degrees sometime in May.
Often, a single event or weekend heralds what is known as the "season of death." In 2001, 14
died from one group. Last year, it was 12 dead over a single weekend.
For me, this year the curtain raiser came with the quiet death of a 3-year-old boy. David
Audiel Rodriguez Reyes died of heat exposure on May 14. He was the youngest person to
die so far this year.
David and his 25-year-old mother, Edith Rodriguez Reyes, came from Cancun, where
workers live in something akin to shanty towns kept hidden from the resorts and visitors they
service.
The deaths trickle in over the cooler months. A couple here from a rollover. Four dead there
during a cold snap. They begin in earnest once the temperature spikes over 100 degrees
sometime in May.
Rodriguez wanted to bring David across so they could join his father, who works
construction in Tennessee.
On Thursday, May 11, they set out walking across the Tohono O'odham Indian reservation.
It's a vast, saguaro-studded territory of searing heat and scant shade. David became ill after
two days of walking and could not continue. Their "coyote," or smuggler, abandoned them
and continued on with the group of about 10 other people.
The Border Patrol blames these deaths almost entirely on what they call "ruthless"
smugglers. It is a simplistic explanation. These people would cross even if smugglers weren't
available. The smugglers simply make it easier. But I have come to understand that there is a
cold calculation at play, which places little value on the life of a little boy.
Rodriguez and her son were a couple hours from a major highway. The smuggler probably
knew that and he probably could have gotten them there, where Border Patrol would have
found them, possibly in time to save David's life.
But that would have risked capture of the entire group, by bringing them dangerously close
to the heavily patrolled highway. And that would have meant the loss of tens of thousands of
dollars.
And so the smuggler traveled on, and left Rodriguez with
her son.
She sat with him for a day, searching for water, never
straying too far away for fear she could get lost. On
Sunday, her little boy died. She wandered the desert for
more than 24 hours before the Border Patrol found her
by the side of the road at 6 p.m. Monday night. She was
dehydrated and in shock. She said nothing about her son.
She came to an hour later at a processing station in
More than 30 people are crammed Nogales along the border, just minutes away from being
into the back of a truck for a ride deported to the other side. "My baby is out there," she
to the border south of Sasabe in
told them.
Western Arizona. There, they will
wait for the cover of night to
The Border Patrol agents sprung to action. Perhaps the
cross.
boy was alive, they thought. Maybe we can save him.
They scanned the bottom of Rodriguez's shoes and faxed
the scan to the station that patrols the reservation. Agents there sped through the darkening
desert and delivered the fax to search and rescue agents waiting by the highway where
Rodriguez had been found.
They set out in the darkness with the fax as their guide and followed the footprints over
rocky, rugged terrain. Rodriguez had staggered and zigzagged in her dehydrated state. At
one point, it took a half hour to track just 100 feet of her journey. Six hours later, they found
the boy's body under a mesquite tree. His mother had neatly place his shoes to his side and
carefully folded his arms across his chest. Authorities held Rodriguez for three days while
they contemplated charging her with child endangerment. She was finally released with no
charges and returned to Mexico.
At around the same time Rodriguez and her son were running out of
water, U.S. Senators in Washington D.C. were gearing up for a debate on immigration
reform. They passed a bi-partisan bill a week after Rodriguez was released. Immigration
advocates say the Senate bill is a step in the right direction, but doesn't go nearly far enough
to get people like Rodriguez out of the desert. It provides far too few guest worker visas, and
would deny millions of illegal immigrants already in the country the chance to legalize their
status. In any case, it is highly unlikely that conservatives in the House, who passed an
immigration bill in December that would criminalize the country's estimated 12 million
illegal immigrants, will allow any kind of compromise before the 2006 election.
People didn't used to die in the desert in such great numbers. It started around 10 years ago
when the U.S. crackdown on easier urban crossing areas, funneled people like Rodriguez and
her son, and Matias three years before them, into more dangerous, desolate terrain.
Ironically, the crackdown came at the same time as NAFTA, a trade agreement between the
United States, Canada, and Mexico, which made it easier for capital to cross the border, but
harder for human beings.
I look forward to the day when the deaths stop, and my job duties change. But as long as
people keep dying, I know how I'll be starting my day -- with a phone call to the Border
Patrol.
Anexo 21: Mexidata, info
Immigration, the United States and Mexico
Assumptions
Any discussion of the U.S.-Mexico illegal immigration
scene should take into consideration certain basic
assumptions:

Outflow from Mexico to the U.S. — ―the push‖ —
will continue at high rates until the Mexican
economy can provide sufficient work
opportunities and decent standards of living to a
far greater percentage of its population. The
most optimistic assumptions hold that the
outflow will continue for another generation.

The attraction of the U.S. — ―the pull‖ — as a
society in which working for wages well above
those available in Mexico and with a way of life
that offers greater economic security, personal
opportunities, and the rule of law will continue.

The draconian measures necessary to ―seal
the border,‖ e.g. national identity documents for
all, serious punishment for employers of
undocumented aliens, use of military force on
the border, 100 per cent inspection of all cargo,
etc., is unlikely to be acceptable to the American
public and important political and economic
interests.

The Mexican Government cannot and will
not use force to prevent its citizens from leaving
the country.
Given the above, it is unlikely that the immigration
problem can be ―solved‖ in the near or medium term.
The immigration debate in the United States may
become more heated and less enlightened. This will
make even more difficult the basic task for government
of managing the issue of undocumented aliens in a way
that serves U.S. national interests and provides for a
level of humane and just treatment for those who are
‗pushed‖ or ―pulled‖ northward. The U.S. and Mexico
do a relatively good job of managing any number of
potentially conflictive issues, but immigration is an
issue that falls easy prey to ideological and emotional
responses on both sides of the border that make
management very complicated.
Opposing Views
Immigration is currently the most divisive issue in the
U.S.-Mexican relationship. There is a fundamental
disconnect between the way most Mexicans and most
Americans look at the topic of illegal aliens. For most
north of the border the question of who gets to come to
the United States is, at base, a matter of law. There is
legislation, rules, regulations, criteria, waiting periods,
and bureaucracies that should be respected. Some can
come. Most can‘t. Too bad: immigration into the United
States is a privilege not available to all.
Most Mexicans have a different view: going to El Norte
to work is an accepted part of life and local culture, in
some cases generations old. There is clearly a need for
Mexican labor in the United States — otherwise how
would so many find employment there? And, if the U.S.
Government — which is generally seen as omnipotent
— were truly serious about keeping illegal aliens out, it
would only have to punish the employers who make the
flow northwards so attractive. It does not do so,
therefore, it is not serious.
Given the Mexican perspective, which comes close to
seeing the northward migration as a right, recent
efforts to harden the border that have made the
crossing more dangerous are perceived as noxiously
hypocritical. The tightening of controls around major
ports of entry, beginning with El Paso and San Diego in
the mid-90‘s, has resulted in more undocumented
aliens attempting to make the crossing in hazardous
areas. The numbers who die in the attempt to cross
the desert or mountains is between 300 and 400 a
year. The message, from the perspective south of the
border seems to be: ―we will do everything we can to
make it difficult – perhaps even deadly – to come to the
United States. But if you can make it to Phoenix, Los
Angeles or anywhere else, we will be pleased to look
the other way and let you find work.‖
And the numbers who do cross keep growing. The
growth of the Mexican population in the U.S. has been
exponential in recent years. In 1970, about 800,000
natives of Mexico lived in the United States. Thirty-plus
years later, there are ten million, about half in
undocumented status. The surge in the 1990‘s, which
continued past 2000, was particularly notable, with the
total increasing by an estimated 300-400,000 per year,
or, put differently, one million new Mexican-born
residents of the U.S. every three years or less. (Note:
This is the total of net ―stayers.‖ The total of temporary
crossers is much higher. By definition, almost all figures
relating to what is essentially clandestine flow of people
are estimates. The number of crossers decreased with
the economic downturn of post-2000 and seems to be
once again on the increase.)
Presidents Bush and Fox
The arrival of the two new presidents on the scene in
late 2000 seemed to herald the possibility for change in
the immigration scene. At their meeting in February
2001 at Fox‘s ranch in Guanajuato — Mr. Bush‘s first
meeting as president with a foreign leader — they
agreed that something had to be done.
The Mexicans placed five separate, but interrelated,
issues on the table: legalization for undocumented
aliens already in the U.S.; an expanded temporary
workers program; revision of U.S. visa policies so that
Mexicans eligible for legal permanent alien status could
get their green cards faster; funds for economic
development in Mexico that would provide alternatives
to emigration; and, cooperation on safety issues at the
border. The American side accepted all of the themes
as worthy of discussion, but made it clear that a fullscale amnesty, like the one enacted in 1986 was out of
the question. About 2 million Mexicans had taken
advantage of that law, and rather than ending the
illegal migration problem, it actually exacerbated it by
increasing the number of the resident community in the
U.S., better able to welcome new arrivals. But the
prohibition on an amnesty did not rule out discussion of
some process of legalization for some Mexicans already
in the United States.
It is now conventional wisdom that the hope
engendered by the Guanajuato meeting was terminated
by the events of September 11, 2001. The facts,
however, are that the discussions — the Mexicans
preferred the term ―negotiations‖ — made no real
progress during the spring of 2001. They had run into
the brick wall of domestic U.S. political concerns and
intra-administration differences well before the
September tragedy. Out of necessity, America‘s
attention focused elsewhere and the palpable euphoria
in Mexico dissipated.
In early 2004, President Bush publicly offered ideas for
an expanded temporary workers program, but the issue
was not seriously developed in Congress. In their most
recent meeting at the APEC conference in Chile in
November 2004, President Bush publicly committed to
reinitiate efforts on a temporary worker program.
The American Mood
Americans continue to prize the openness of their
society and do not wish to close their country to
newcomers. But there are signs that the national
consensus is under strain. The heavy focus on security
after 9/11 that has made life more difficult for many
undocumented aliens and their families has been
accepted without much public criticism or knowledge.
The debate on outsourcing on occasion ironically
translates into concern about foreigners coming to take
jobs here rather than the export of jobs to other lands.
The still sluggish economy makes the American people
less generous.
Public opinion leaders — even Harvard professor
Samuel Huntington — are casting doubt on America‘s
ability to withstand the immigrant surge. Huntington‘s
book Who Are We posits a United States unable to
maintain national unity in the face of a future crisis
because of a large body of unassimilated Hispanics. The
academic underpinnings of Huntington‘s work are weak,
partial, overly anecdotal, and simply incorrect. But his
elegant phrasing about the loss of Anglo-Protestant
domination — yet another volley in the ongoing battle
about multiculturalism — is frequently echoed in less
elegant tones by many Americans.
While important, the sense of cultural dislocation and
challenge is not as important in promoting antiimmigrant sentiment as the economic pressure that
many Americans, particularly in states along the border
are feeling. They see communities bearing heavy
financial pressure for more schools, clinics, and other
public services necessitated by large numbers of
undocumented Mexicans in residence. They feel their
government is not doing enough to protect them and
their family‘s budgets. The fact is that the benefits of
illegal immigration — larger labor pool, lower inflation,
higher levels of productivity — are felt at the national
level and so dispersed as to be generally imperceptible.
On the other hand, the negatives of increased illegal
immigration are frequently felt in real, budgetary terms
at the local level. The voters of Arizona, reportedly
including a significant minority percentage of Hispanics,
voted in favor of Proposition 200 in the November
elections. A watered-down version of California‘s
unconstitutional Proposition 187, the Arizona measure
will deny some public services to undocumented aliens.
The public‘s concern about homeland security is
frequently intertwined — sometimes legitimately and on
occasion for political or racist motives — with the
debate about illegal immigration. For example, the
ongoing legislative struggle in California about driver‘s
licenses for illegal aliens is frequently discussed in
terms of national security and the need to protect
against terrorism. In reality, the majority of support to
deny comes from those who see obtaining drivers
licenses — particularly in car-dominated California — as
the key to living freely in this country and as the most
important action — short of voting — that can
distinguish a legal from an illegal resident.
Many observers argue that by making it more difficult
to enter the United States, once in aliens will not take
the risk of leaving and re-entering, thus ending the
―circularity‖ which once characterized the flow. U.S.
immigration policy is not working well. If the criteria for
success is to keep undocumented aliens out, it is clearly
failing. If the criteria for success are an orderly, just,
and humane flow, the policy is similarly a failure.
Policy Considerations
The flow of migrants from Mexico to the United States
is a long-term problem that will require constant
management for sometime to come. It is not an
independent phenomenon, but rather the result of
Mexico‘s lack of sufficient development and
opportunities. Shorn of all complexities and nuances,
the answer to the problem is greater prosperity in
Mexico. As demonstrated in the poorer countries of the
European Union, when opportunities and wealth
increase emigration diminishes.
The fundamental policy question, given this, is whether
the United States could or should do more to promote
Mexican economic development beyond the substantial
advantage already enjoyed by Mexico by membership
in NAFTA. And very much associated with what the
United States might do, and indeed more important, is
what steps the Mexican government should take to
improve its economy, make itself more competitive,
attract greater levels of foreign and domestic
investment and produce the kind of opportunities that
will reduce the outflow. (It is very difficult to argue in
the United States to give support to Mexico when it
appears that Mexico is unwilling to make the necessary
reforms that could help its economy and reduce
migration). Finally, what role should or could the United
States play in encouraging the kinds of change
necessary in Mexico?
In the short and medium-run there are undoubtedly
steps that could be taken in the United States that
would make life better for those already residing here in
an undocumented status. A full amnesty, like that of
1986, is one such option, but though well received by
the beneficiaries it will do little to stop the flow of
newcomers. Temporary worker programs for both
agricultural and semi-skilled non-agricultural laborers
might put some order into the flow of people and help
to restore circularity by promoting ―goings‖ as well as
―comings.‖ An expedited process of green card issuance
for those already approved but waiting for their number
to come up could seriously reduce the rolls of the
undocumented.
Whatever programs that are devised should find ways
of giving incentives to undocumented aliens to
participate, rather than offering them a new opportunity
for deportation. And in constructing the programs, the
heterogeneous nature of the undocumented Mexican
community should be factored in: there is a big
difference between the man who crossed yesterday to
work in the fields and the family who has been here for
20 years, owns a business, and has children in college.
They may all be lumped together as illegal aliens, but
they certainly have different profiles that must be
considered.
There are no easy ways out of the migration mess. And
every suggestion for new policy or program generates
opposition, some unthinking and some thoughtful and
legitimate. What is clear is that among many
Americans there is a growing sentiment that
―something should be done.‖ The ―something‖ however
remains vague and contradictory when expressed. All of
which offers policymakers no simple answers and only
hard choices.
Anexo 22: Illegal Immigration from Mexico
The views expressed on this page are those of individual authors and may not reflect the
views of the U.S. government. The information contained herein should be used for
information purposes only.
For many generations Mexicans have illegally crossed the border into the United States.
Reasons for the high rate of migration from Mexico include the close proximity of Mexico to
the U.S. and the noticeable difference in the quality of life between the two countries. Many
individuals come from poverty-stricken towns in Mexico and desire to come to the United
States to achieve the "American dream." For many, just gaining employment at a low wage
job in the United States provides a much higher standard of living than in their home
country. During the 1980s, the United States saw a significant increase in illegal immigrants
from Mexico. The immigration influx was not limited to Mexicans from one specific region
but rather from communities all throughout Mexico.
Those from bigger cities such as Guadalajara, Monterrey, and Mexico City do not
necessarily have a higher quality of life than those Mexicans residing in rural communities.
However, individuals from larger cities do tend to have a greater access to opportunities.
Many who live in smaller towns tend to be employed in the agriculture sector or try to set up
a small business in order to make a living. The average Mexican wage is about $4.15 an hour
and those in the agricultural industry make even less. While an individual may be able to
survive on that wage alone, it becomes more difficult for those with families. Currently
about 40% of the Mexican population is below the poverty line. Unemployment is about 4%
but it is estimated that nearly 25% of those working are classified as underemployed.
Even when jobs are created, in many instances they are not sufficient to meet the growing
demand of the Mexican people. Their pay may be so low that they cannot afford to cover
even the most basic necessities. Thus, many Mexicans from both small and big cities find the
neighboring United States to be extremely attractive. Treaties such as the North American
Free Trade Agreement (NAFTA) have brought more American companies into the country.
However, the jobs that have been created are not enough and many wages are still relatively
low. Many dream of going to what is known as the "the North" to make more money.
However, illegal immigration to the United States is becoming increasingly difficult due to
advanced technology, infrastructure, and enforcement. Some illegal immigrants illicit the
assistance of a "coyote", or smuggler, to help them navigate through the land and cross the
border. Once they reach a certain destination on American soil, a vehicle is used to transport
them to another location. It is here that family and/or friends will pick them up and pay the
"coyote‘s fee." Sometimes the fee is paid beforehand and other times a deposit is given and
the rest is paid upon completion of their services. "Coyotes" generally have insider
knowledge about crossing the border, and know the best routes to avoid detection. However,
in order to help to deter "coyotes,"serious fines and penalties if someone is caught smuggling
illegal immigrants into the United States. For immigrants who are intercepted en route to the
United States, they are usually returned to Mexican soil.
Increasingly, illegal immigrants and "coyotes" have tried to cross the border through the
Arizona desert. This is due to increased security along the Mexico-U.S. border near
California. Especially during the summer months, there tend to be more cases of illegal
immigrants who try to cross the Arizona desert and die from dehydration. Throughout the
U.S. - Mexican border, more check points with U.S. border patrols have been added on the
American side of the border. At these checkpoints, individuals may be asked for
documentation in order to verify U.S. residency or citizenship. As stated previously, there
are an increasing number of security measures that have been implemented at and around the
Mexico-U.S. border. As a result, it has become more difficult to illegally cross the border.
As such, the assistance of "coyotes" is in high demand. The fees for a "coyote" easily runs
into the thousands per individual. Many illegal immigrants save up money or borrow money
to cover this fee. Once a Mexican immigrant successfully crosses the border into the United
States, they generally have two main goals. Their first aim is to send part of their earnings
back home to their family and their second goal is to bring more family members to the
United States. Eventually they hope to gain permanent residency (green card) and possibly
U.S. citizenship status. Other illegal immigrants come with a different purpose. They
emigrate to the United States with the sole intention of finding a job that will allow them to
save enough money to buy a house or set up their own business upon their return to Mexico.
Whatever the specific intentions of the Mexican immigrant are, many agree that their main
desire is to come to the United States in search of a better life.
Anexo 23: Proposal Would Fence Off Mexico
Congressman calls for a high-tech barrier at the U.S. border. Some like the idea, but critics
say it's a publicity gimmick.
WASHINGTON — House Armed Services Committee Chairman Duncan Hunter (R-El
Cajon) on Thursday called for constructing a high-tech fence along the nation's border from
the Pacific to the Gulf of Mexico as part of a sweeping crackdown on illegal immigration.
The proposal would also increase penalties on employers who hire undocumented workers,
step up deportation of illegal immigrants already living in the U.S. and deny citizenship to
U.S.-born children of illegal entrants, among a host of enforcement measures.
The bill, to be introduced soon, is a wish list for immigration control advocates in the
pending congressional debate over President Bush's plan to create a guest worker program.
"This legislation ... implements appropriate and necessary solutions to many of our nation's
immigration problems," Hunter said.
The call for a border fence drew immediate reaction.
"I predict the fence will be a hugely popular concept and there will be an enormous
groundswell of support," said Dan Stein, president of the Federation for American
Immigration Reform, which favors limits. "What it will really do is separate the true
reformers from those who want cheap labor."
Homeland Security spokesman Russ Knocke declined to comment on Hunter's bill, but the
Bush administration already has taken a stand against building a fence along the 2,000-milelong border with Mexico.
"Let me be clear: We will not build a giant wall across our border," Homeland Security
Secretary Michael Chertoff said this week in a speech in Houston. "But in areas where it
makes sense to do so, we will look at physical infrastructure and technical improvements to
deter illegal border crossing."
Chertoff, who recently approved the long-stalled completion of a 14-mile border fence near
San Diego, believes some additional barriers may be needed near urban areas, Knocke said,
but doesn't see the point of fencing in desert.
As envisioned by Hunter, two parallel reinforced fences would run along nearly the entire
length of the border. He acknowledged that there might be areas in rough terrain, however,
where it would not be feasible to build the fences. A 100-yard security zone would extend
north from the fences.
Under Bush's proposal, illegal immigrants already in the U.S. could apply for work permits.
Proponents of measures that would grant legal status to otherwise law-abiding workers
called the fence proposal a publicity gimmick.
Anexo 24: US border fence plan 'shameful'
Mexican President Vicente
Fox has described a US
proposal to build a fence along their 3,200km (2,000 miles)
border as "shameful".
He said the proposal - which Mexican officials have compared
to the Berlin Wall - was a "very bad signal" from a nation of
immigrants.
The US House of Representatives passed an immigration bill
last week, backing the building of a 1,130-km fence.
About 10m Mexicans are believed to live in the US, some 4m of
them illegally.
More than a million are arrested every year as they try to enter
the US to seek work.
The controversial bill - which the US Senate is due to debate in
February - also includes the use of troops and police to halt
migrants, and tighter employment controls.
"Changing needs"
Mexico has condemned the proposal saying it is too focused on
securing the border and does not acknowledge the "enormous
contribution" that Mexican workers make to the US economy.
Speaking at an event for migrants in his home state of
Guanajuato, President Fox said: "This wall is shameful."
"It's not possible that in the 21st Century we're building walls
between two nations that are neighbours, between two nations
that are brothers."
"When we look at their roots, the immense majority of
[Americans] are migrants, migrants that have arrived from all
over the world," he added.
The US has already built a wall between San Diego and Tijuana,
and now plans to fence off other parts of the border in
California, Arizona, New Mexico and Texas.
President George W Bush has said that "border security must
adapt to the nation's changing needs".
But critics of the US bill say some of the measures would be
impossible to enforce and would push illegal immigrants further
underground.
Anexo 25: Rechaza gobernador de Texas muro fronterizo
Señala Rick Perry, a través de su secretario adjunto, que la respuesta al problema de
migración no es cerrar las fronteras, sino al contrario, abrirlas
El Gobernador de Texas, a través de su Secretario de Estado adjunto, Buddy García,
comunicó esta noche en Monterrey ante el Secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto
Derbez, el Gobernador Natividad González Parás y representantes del Gobierno y de la
iniciativa privada su rechazo al muro que el Congreso de su país impulsa en su reforma
migratoria.
Durante la inauguración de los Talleres de Logística para la Competitividad Regional, en el
que participan el vecino estado norteamericano, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y
Chihuahua, García dejó en claro la postura del gobernador texano:
"Quiero hacer hincapié en algunos puntos que el gobernador Rick Perry me encargó que
recalcara. Mucho se ha dicho en los medios acerca de la propuesta de ley que existe en el
Congreso de los Estados Unidos para erigir un muro a lo largo de la frontera, para evitar la
migración ilegal.
"La respuesta del Gobernador Perry es simplemente no, la respuesta al problema de la
migración no es cerrar las fronteras, sino al contrario, abrirlas", dijo en su mensaje
pronunciado totalmente en español.
Buddy señaló que el Gobernador Perry considera que ante el problema de la migración se
debe hacer uso de las tecnologías modernas para tener un flujo de migrantes legal y seguro.
"Y un trato digno para todos los que cruzan la fronteras", señaló seguido de una ovación de
la concurrencia.
El encuentro que se prolongará este viernes en esta ciudad y que posteriormente continuará
en ciudades de Texas, de Tamaulipas y Coahuila buscará un avance en el intercambio de
bienes y servicios para el desarrollo de ambas regiones.
Romeo Flores Caballero, Coordinador del Programa para la Integración del Desarrollo
Regional del Noreste y su Vinculación con Texas (INVITE) en el Estado, informó que el
evento es organizado por la Corporación de Proyectos Estratégicos y la Coordinación que él
encabeza, en coordinación con la Asociación del Noreste de México y Texas, (NEMECTEX).
Anexo 26: Bush Signs Bill Authorizing 700-Mile Fence for Border
President Bush signed a measure Thursday authorizing the construction of a fence along 700
miles of the U.S.-Mexico border, an action that conflicts with his own stated vision of
immigration reform but one championed by many Republicans facing reelection in
November.
Speaking at a White House ceremony before a day of campaigning for GOP candidates in
Iowa and Michigan, Bush said the barrier will help the United States plug the porous
Southwest border.
"Unfortunately, the United States has not been in complete control of its borders for decades
and, therefore, illegal immigration has been on the rise," Bush said. "We have a
responsibility to address these challenges. We have a responsibility to enforce our laws. We
have a responsibility to secure our borders. We take this responsibility seriously."
Bush portrayed the measure as a key step toward comprehensive immigration reform, but the
fence bill passed by the GOP-controlled Congress put him in a tight squeeze with
international allies and his own immigration principles on one side, and the electoral needs
of his party on the other.
Bush has said that immigration reform would work only if stepped-up enforcement is
accompanied by a guest-worker program that would create a legal path for large numbers of
low-skill workers to enter the United States. The president has also endorsed providing the
estimated 12 million illegal immigrants already in the United States a chance at citizenship,
saying such a humane vision of immigration is in keeping with the nation's history and
traditions.
But those positions were rejected by congressional Republicans, who advocated tougher
enforcement to slow the flood of illegal immigration that is overwhelming many
communities, particularly in the West and Southwest. They passed legislation that would do
as much.
"Today marks another step forward in making America safer and in stemming the tide of
illegal immigration," House Speaker J. Dennis Hastert (R-Ill.) and Senate Majority Leader
Bill Frist (R-Tenn.) said in a statement. "The American people demand border security, and
this Republican Congress and President are committed to achieving operational control of
the border through an enforcement-first approach."
The government of Mexican President Vicente Fox made it clear that he wanted the bill
vetoed. A statement by Mexico, and signed by 27 other Organization of American States
members on Wednesday, expressed concern about the bill, calling it "a unilateral measure
that goes against the spirit of understanding that should characterize how shared problems
between neighboring countries are handled and that affects cooperation in the hemisphere."
Such concerns were outweighed by the pleadings of congressional Republicans eager to back
up their tough talk on border security with a legislative accomplishment. The president's
signing ceremony was followed by a blizzard of statements from GOP lawmakers hailing the
law.
House Majority Leader John A. Boehner (Ohio) called it "a major victory in Republicans'
efforts to make a real difference in securing our borders."
The fence bill is a far cry from the comprehensive measure that cleared the Senate, which
would have paired tough border security provisions with new paths to lawful work and
citizenship for foreign workers and the nation's illegal immigrants. It is a small piece of the
more modest House bill that included a fence and measures to crack down on the hiring of
undocumented workers.
Democrats dismissed the legislation as pointless. Only a fraction of the billions needed to
finance the fence has been appropriated, and much of the construction might not be feasible.
In swaths of Arizona, the fence would have to climb steep, desert crags and plunge into deep
ravines.
Without border agents to patrol the barrier, smugglers would blast holes in remote stretches,
some critics have said. "The bill the president signed today represents the worst in electionyear politics," said Rep. Silvestre Reyes (D-Tex.). "It is an empty gesture for the sole
purpose of sending a false message about the security of our nation."
Though he signed the measure into law, Bush emphasized that other immigration changes
are needed. "We have more to do," he said. ". . . We must reduce pressure on our border by
creating a temporary-worker plan. Willing workers ought to be matched with willing
employers."
Though the new law authorizes the construction of a 700-mile fence, it remains far from
clear how much fencing will be built.
Department of Homeland Security spokesman Russ Knocke declined to say if the
department is committed to building a 700-mile barrier. Instead, he cited the DHS
commitment to test by next year a $67 million, 28-mile "virtual fence" that includes physical
walls, vehicle barriers and remote monitoring south of Tucson.
Analysts, meanwhile, debate the effectiveness of a fence.
Since the United States began building a 66-mile barrier in San Diego in 1990, illegal
immigration has been rerouted to more remote areas, with many migrants now being
funneled through the treacherous desert south of Arizona.
Later in the day, Bush traveled to Iowa, where he campaigned for GOP congressional
candidate Jeff Lamberti, a state senator who is trying to unseat Rep. Leonard L. Boswell
(D). Campaign officials said the luncheon raised $400,000.
Bush then traveled to Michigan, where he headlined a fundraiser for GOP Senate candidate
Mike Bouchard, who is trailing incumbent Debbie Stabenow (D). That event raised
$700,000, officials said.
Anexo 27: Califica Fox al muro de inútil y vergonzoso
Afirma el mandatario mexicano que la idea de construir una barda fronteriza va en contra de
una nación que se precia de ser abierta y democrática.
El presidente Vicente Fox calificó aquí ―de inútil y de una vergüenza‖ el proyecto de
construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos, y dijo que en el
pecado llevarán la penitencia.
Dijo que la idea como va progresando este proceso para la construcción del muro va
totalmente en contra de una nación que se precia de ser abierta y democrática.
Recordó que Estados Unidos ha luchado a lo largo de su historia para derrumbar muros,
como fue el de Berlín, y que ahora sorprende que sea el gobierno de Washington quien está
construyendo bardas.
―A mí me parece que es una vergüenza para Estados Unidos y es una muestra de la
incapacidad que ha tenido de ver el asunto de la migración como uno de corresponsabilidad
y verlo como un asunto de visión de Estado‖, señaló Fox, quien realiza una gira por
Quintana Roo.
Aseguró que no se puede explicar sin la contribución de los migrantes en su éxito
económico, y que así ha sido desde la fundación de esa nación.
―Si ésta fue una decisión con sentido electoral, pues en el pecado llevarán la penitencia‖,
declaró Fox, quien consideró que esta decisión se tomó sin visión de futuro y que afectará a
las sociedades de ambos países.
Sostuvo que la posición de su gobierno es clara en que es inútil la construcción de ese muro,
y que por tanto se continuará defendiendo los derechos de los migrantes mexicanos que se
encuentran en ese país.
―Nos vamos a asegurar que sean respetados como personas productivas y esta lucha la
vamos a seguir ejerciendo siempre‖, expuso Fox.
Anexo 28: Border Fence to Divide Three Native American Nations
Criticism by Native Americans who Live along the Border
Three Native American nations and 23 tribes live in the borderlands between the United
States and Mexico. The construction of the border separation fence approved by Congress
will divide in two the ancient history of these peoples.
―The land is the place God put us from time immemorial. I can‘t imagine that now it will be
difficult to visit my family,‖ because of the construction of the fence, said Louis Gussac,
chief of the Koumeyaay nation located on both sides of the California border.
These sentences are repeated time and time again on the reservations‘ international limits.
The tribes‘ situation has been difficult since 2001 as a result of an increase in the Border
Patrol, the presence of National Guard troops in the last four months and narco-traffic
activities in some areas along the border.
O'odham, Cocopah and Kickapoo are the three Native American nations that will see their
culture and land divided by a fence that is at least five feet tall and, according to Congress, is
expected to be completed in May 2008.
―Although the project is meant to stop the undocumented, it affects our life,‖ said Gussac.
Texas Has its own History Too
The Kickapoo nation resides in the Eagle Pass area. These Native Americans see the fence
that will be built there as a tragic sign.
Congress approved a span of the fence that will go from five miles northwest of Del Río to
five miles southeast of Eagle Pass.
―The territory of this reservation will be permanently divided by the hand of man,‖ said
anthropologist and Kickapoo expert Rebeca Brush.
Throughout history, the Kickapoo have had to change their traditions. In the 17th century,
they lived in the Great Lakes region. A century later they were displaced to Kansas and
Texas.
―It‘s one thing to change where you live, but it‘s something else to have a fence separate the
members of a nation,‖ Brush explained.
―It‘s truly a tragedy. The construction of the fence doesn‘t make any sense,‖ says José
Aranda, a member of the Kickapoo in Eagle Pass.
―This isn‘t the way to solve a problem that‘s more complicated and needs a more intelligent
solution,‖ explained Jaime Loiácono, the priest of a church in Eagle Pass.
―Fifty percent of the high school students on the reservation are Black Rocks. What‘s going
to happen to them?‖ the priest asked.
The mayor of the city, Chad Foster, has expressed strong criticism of the fence. ―It‘s a cure
that is worse than the disease,‖ he said before Congress approved the bill.
The Kickapoo, despite living in the United States for centuries, were not recognized as a
nation until 1983.
Two decades later, various miles of fence will divide the land where they live, and the steel
beams will be nailed like a threat to the preservation of their unity, family and customs.
Anexo 29: US border fences 'an eco-danger'
Mexico has urged the US to
alter its plans for expanded
fences along their shared border, saying they would
damage the environment and harm wildlife.
The fences threaten unique ecosystems, Mexican
environment officials warned.
Mexico was ready to file a complaint with the International
Court of Justice over the matter if the US did not respond,
the environment minister said.
The planned barriers aim to curb illegal immigration, a highly
divisive and controversial issue in the US.
The fences, planned along a possible 700 miles (1,125km) of
the border, are to be equipped with hi-tech surveillance
equipment, including sensors and strong lights.
"The eventual construction of this barrier would place at risk
the various ecosystems that we share," Mexico's
Environment Minister Juan Rafael Elvira told a news
conference.
Those areas include Baja California, Sonora and Arizona,
home to one of the world's most important desert
ecosystems - the Sonora Desert.
Cactus fences
Officials said Mexico was prepared to file a complaint with the
International Court of Justice but wanted to explore
alternatives first.
A report prepared for the Mexican government by experts
and environmental activists from Mexico and the US said the
barriers could isolate border animals into smaller groups,
affecting their genetic diversity.
These include jaguars, Mexican black bears and the
endangered antelope-like Sonora Pronghorn.
The use of intense lights and radar could also affect nocturnal
species, they said.
The report suggested ways of minimising environmental
damage, including "green corridors" of wilderness without
roads.
These would allow wildlife to remain connected but not
provide an easy route for people trying to cross.
Another proposal was "live" fences of cactuses, or permeable
barriers to allow water, insects and pollen to cross the
border.
The US Homeland Security Secretary, Michael Chertoff, has
said that the fencing is needed. He has rejected arguments
that the Rio Grande provides an adequate barrier as water
levels in the river often drop, allowing people to wade across.
An estimated 12 million illegal immigrants are in the US,
where attempts at a comprehensive overhaul of immigration
law have repeatedly stalled in Congress.
Anexo 30: Rules waived for U.S. fence
Homeland Security says it will bypass environmental laws to finish 670 miles along the
border this year.
WASHINGTON — In an aggressive move to finish 670 miles of barriers along the U.S.Mexico border by the end of the year, the Department of Homeland Security on Tuesday
announced plans to waive federal and state environmental laws.
The two waivers, which were approved by Congress, will allow Homeland Security to slash
through a thicket of more than 30 environmental and cultural laws to speed construction.
Environmentalists and local officials have strenuously opposed some of the planned
infrastructure projects, saying they will damage the land and disrupt wildlife.
But Homeland Security Secretary Michael Chertoff said Tuesday that the department was
committed to minimizing the impact on the environment. The draft environmental
assessments, he said, show the projects will have only "insignificant impacts on the
environment and cultural resources."
"DHS is neither compromising its commitment to responsible environmental stewardship
nor its commitment to solicit and respond to the needs of state, local and tribal
governments," Chertoff said in a prepared statement.
Critics, however, said the waivers were intended to sidestep growing and unexpectedly fierce
opposition -- especially in Arizona and in Texas, where concerns have been raised about
endangered species and fragile ecosystems along the Rio Grande.
"The Bush administration's latest waiver of environmental and other federal laws threatens
the livelihoods and ecology of the entire U.S.-Mexico border region," said Sierra Club
Executive Director Carl Pope. "Secretary Chertoff chose to bypass stakeholders and push
through this unpopular project on April Fool's Day. We don't think the destruction of the
borderlands region is a laughing matter."
Environmentalists' concerns are that a fence could, among other things, disrupt the migration
corridors of butterflies and two endangered species of wildcats: the ocelot, which resembles
a miniature leopard, and the jaguarundi, an otter-faced relative of the puma.
In California, invoking the waivers clears the way for 4.5 miles of fencing and 6 miles of
roads on Otay Mountain, east of San Diego, a plan that has not met with significant
organized opposition.
Anexo 31: U.S. puts brakes on "virtual" border fence
(Reuters) - The U.S. government is pulling $50 million in funding from a problematic
"virtual fence" meant to secure stretches of the Mexico border and is freezing additional
funding for the project pending review, authorities said on Tuesday.
Homeland Security Secretary Janet Napolitano said an allocation of $50 million in funds
made under the Recovery Act would be taken away from the ill-starred SBInet program,
which seeks to mesh video cameras, radar, sensors and other technologies into a high-tech
system to detect smugglers.
Napolitano said the project, which started in 2006 and was being developed by Boeing Co,
has been beset by technical problems, missed deadlines and cost overruns.
"Effective immediately, the Department of Homeland Security will redeploy $50 million of
Recovery Act funding originally allocated for the SBInet ... to other tested, commercially
available security technology along the Southwest border," she said.
The SBInet program is focused on securing the areas between the ports-of-entry on the
Mexico border. Its goal is to integrate new and existing technologies to enable federal border
police to detect and respond to incursions at the border.
Criticism has centered on the project's development of costly new systems instead of using
available off-the-shelf technologies, as well as insufficient consultation with border police in
its development, among other issues.
Napolitano said funds allocated to the program would be diverted to acquire existing
technologies including mobile surveillance equipment, thermal imaging devices, ultra-light
plane detection systems, mobile radios, cameras and laptop computers for vehicles used by
Border Patrol agents.
She said the department also had frozen all funding beyond SBInet's initial deployment to
two areas south of Tucson and Ajo, Arizona, pending completion of an assessment ordered
in January.
MCCAIN WELCOMES RETHINK
Sen. John McCain, an Arizona Republican and a long-term critic of the SBInet program, on
Tuesday welcomed Napolitano's decision to divert funding from the program.
"After spending over $1 billion of taxpayers' dollars on a failed system of sensors and
cameras along the Southwest border ... I am pleased that Secretary Napolitano has decided to
instead turn to commercial available technology that can be used to immediately secure our
border from illegal entries," he said in a statement.
"I have been calling for congressional oversight and administrative action on this issue since
it became clear that SBInet was a complete failure."
Each year, Mexican smugglers haul thousands of tons of illegal drugs and guide hundreds of
thousands of undocumented migrants across the U.S. border, many through the heavily
trafficked desert corridor south of Tucson.
The government announced last year it had begun building the two new stretches of the
virtual fencing covering a total of 53 miles at a cost of about $100 million. The system
sought to use tower-mounted radars, cameras and other sensors to spot smugglers crossing
from Mexico.
Officials said at the time that, should it be accepted by the Border Patrol, the project could be
extended across the southwest border -- with the exception of the Border Patrol's Marfa,
Texas, sector -- by 2014 for an estimated $6.7 billion.
Anexo 32: NO: Immigrants have enriched American culture and enhanced
our influence in the world.
Griswold is the associate director of the Cato Institute's Center for Trade Policy Studies. His
articles on trade and immigration issues have been widely published.
Immigration always has been controversial in the United States. More than two centuries
ago, Benjamin Franklin worried that too many German immigrants would swamp America's
predominantly British culture. In the mid-1800s, Irish immigrants were scorned as lazy
drunks, not to mention Roman Catholics. At the turn of the century a wave of "new
immigrants" — Poles, Italians, Russian Jews — were believed to be too different ever to
assimilate into American life. Today the same fears are raised about immigrants from Latin
America and Asia, but current critics of immigration are as wrong as their counterparts were
in previous eras.
Immigration is not undermining the American experiment; it is an integral part of it. We are
a nation of immigrants. Successive waves of immigrants have kept our country
demographically young, enriched our culture and added to our productive capacity as a
nation, enhancing our influence in the world.
Immigration gives the United States an economic edge in the world economy. Immigrants
bring innovative ideas and entrepreneurial spirit to the U.S. economy. They provide business
contacts to other markets, enhancing America's ability to trade and invest profitably in the
global economy. They keep our economy flexible, allowing U.S. producers to keep prices
down and to respond to changing consumer demands. An authoritative 1997 study by the
National Academy of Sciences (NAS) concluded that immigration delivered a "significant
positive gain" to the U.S. economy. In testimony before Congress last year, Federal Reserve
Board Chairman Alan Greenspan said, "I've always argued that this country has benefited
immensely from the fact that we draw people from all over the world."
Contrary to popular myth, immigrants do not push Americans out of jobs. Immigrants tend
to fill jobs that Americans cannot or will not fill, mostly at the high and low ends of the skill
spectrum. Immigrants are disproportionately represented in such high-skilled fields as
medicine, physics and computer science, but also in lower-skilled sectors such as hotels and
restaurants, domestic service, construction and light manufacturing.
Immigrants also raise demand for goods as well as the supply. During the long boom of the
1990s, and especially in the second half of the decade, the national unemployment rate fell
below 4 percent and real wages rose up and down the income scale during a time of
relatively high immigration.
Nowhere is the contribution of immigrants more apparent than in the high-technology and
other knowledge-based sectors. Silicon Valley and other high-tech sectors would cease to
function if we foolishly were to close our borders to skilled and educated immigrants. These
immigrants represent human capital that can make our entire economy more productive.
Immigrants have developed new products, such as the Java computer language, that have
created employment opportunities for millions of Americans.
Immigrants are not a drain on government finances. The NAS study found that the typical
immigrant and his or her offspring will pay a net $80,000 more in taxes during their lifetimes
than they collect in government services. For immigrants with college degrees, the net fiscal
return is $198,000. It is true that low-skilled immigrants and refugees tend to use welfare
more than the typical "native" household, but the 1996 Welfare Reform Act made it much
more difficult for newcomers to collect welfare. As a result, immigrant use of welfare has
declined in recent years along with overall welfare rolls.
Despite the claims of immigration opponents, today's flow is not out of proportion to
historical levels. Immigration in the last decade has averaged about 1 million per year, high
in absolute numbers, but the rate of 4 immigrants per year per 1,000 U.S. residents is less
than half the rate during the Great Migration of 1890-1914. Today, about 10 percent of U.S.
residents are foreign-born, an increase from 4.7 percent in 1970, but still far short of the 14.7
percent who were foreign-born in 1910.
Nor can immigrants fairly be blamed for causing "overpopulation." America's annual
population growth of 1 percent is below our average growth rate of the last century. In fact,
without immigration our labor force would begin to shrink within two decades. According to
the 2000 Census, 22 percent of U.S. counties lost population between 1990 and 2000.
Immigrants could help revitalize demographically declining areas of the country, just as they
helped revitalize New York City and other previously declining urban centers.
Drastically reducing the number of foreigners who enter the United States each year only
would compound the economic damage of Sept. 11 while doing nothing to enhance our
security. The tourist industry, already reeling, would lose millions of foreign visitors, and
American universities would lose hundreds of thousands of foreign students if our borders
were closed.
Obviously the U.S. government should "control its borders" to keep out anyone who intends
to commit terrorist acts. The problem is not that we are letting too many people into the
United States but that the government has failed to keep the wrong people out. We can stop
terrorists from entering the United States without closing our borders or reducing the number
of hardworking, peaceful immigrants who settle here.
We must do whatever is necessary to stop potentially dangerous people at the border. Lawenforcement and intelligence agencies must work closely with the State Department, the
Immigration and Naturalization Service (INS) and U.S. Customs to share real-time
information about potential terrorists. Computer systems must be upgraded and new
technologies adopted to screen out the bad guys without causing intolerable delays at the
border. More agents need to be posted at ports of entry to more thoroughly screen for highrisk travelers. We must bolster cooperation with our neighbors, Canada and Mexico, to
ensure that terrorists cannot slip across our long land borders.
In the wake of Sept. 11, longtime critics of immigration have tried to exploit legitimate
concerns about security to argue for drastic cuts in immigration. But border security and
immigration are two separate matters. Immigrants are only a small subset of the total number
of foreigners who enter the United States every year. Only about one of every 25 foreign
nationals who enter the United States come here to immigrate. The rest are tourists, business
travelers, students and Mexican and Canadians who cross the border for a weekend to shop
or visit family and then return home with no intention of settling permanently in the United
States.
The 19 terrorists who attacked the United States on Sept. 11 did not apply to the INS to
immigrate or to become U.S. citizens. Like most aliens who enter the United States, they
were here on temporary tourist and student visas. We could reduce the number of
immigrants to zero and still not stop terrorists from slipping into the country on
nonimmigrant visas.
To defend ourselves better against terrorism, our border-control system requires a
reorientation of mission. For the last two decades, U.S. immigration policy has been
obsessed with nabbing mostly Mexican-born workers whose only "crime" is their desire to
earn an honest day's pay. Those workers pose no threat to national security.
Our land border with Mexico is half as long as our border with Canada, yet before Sept. 11 it
was patrolled by 10 times as many border agents. On average we were posting an agent
every five miles along our 3,987-mile border with Canada and every quarter-mile on the
2,000-mile border with Mexico. On the Northern border there were 120,000 entries per year
per agent compared with 40,000 entries on the Southwestern border. This is out of
proportion to any legitimate fears about national security. In fact terrorists seem to prefer the
northern border. Let's remember that it was at a border-crossing station in Washington state
in December 1999 that a terrorist was apprehended with explosives that were to be used to
blow up Los Angeles International Airport during the millennium celebrations.
At a February 2000 hearing, former Sen. Slade Gorton (R-Wash.) warned that "understaffing
at our northern border is jeopardizing the security of our nation, not to mention border
personnel, while in at least some sections of the southern border, there are so many agents
that there is not enough work to keep them all busy."
We should stop wasting scarce resources in a self-destructive quest to hunt down Mexican
construction workers and raid restaurants and chicken-processing plants, and redirect those
resources to track potential terrorists and smash their cells before they can blow up more
buildings and kill more Americans.
For all these reasons, President George W. Bush's initiative to legalize and regularize the
movement of workers across the U.S.-Mexican border makes sense in terms of national
security as well as economics. It also is politically smart.
In his latest book, The Death of the West, Pat Buchanan argues that opposing immigration
will be a winning formula for conservative Republicans. His own political decline and fall
undermine his claim. Like former liberal Republican Gov. Pete Wilson in California,
Buchanan has tried to win votes by blaming immigration for America's problems. But voters
wisely rejected Buchanan's thesis. Despite $12 million in taxpayer campaign funds, and an
assist from the Florida butterfly ballot, Buchanan won less than 0.5 percent of the
presidential vote in 2000. In contrast Bush, by affirming immigration, raised the GOP's share
of the Hispanic vote to 35 percent from the 21 percent carried by Bob Dole in 1996. If
conservatives adopt the anti-immigrant message, they risk following Buchanan and Wilson
into political irrelevancy.
It would be a national shame if, in the name of security, we closed the door to immigrants
who come here to work, save and build a better life for themselves and their families.
Immigrants come here to live the American Dream; terrorists come to destroy it. We should
not allow America's tradition of welcoming immigrants to become yet another casualty of
Sept. 11.
Anexo 33: De legale illegale
Mens USA vil bygge et 1.125 km hegn langs grænsen til Mexico, ser de amerikanske
virksomheder store muligheder i de 11-12 mio. illegale immigranter. Tre generationer
af familien Ronquillo lever illegalt i USA. Senest hoppede bedstemor over hegnet.
Los Angeles
Begynd i down town Los Angeles. Tag motorvej 10 Vest og kør af ved Lincoln.
Fortsæt så forbi Ocean Park og drej til højre ved Rose Avenue. Herfra er det til venstre af
8th. street, og til venstre igen af Sunrise Avenue.
Stop op. Du befinder dig nu i den mexicanske barrio.
Mød her Rufino Ronquillo og Minerva Ruiz Gomez.
To af USA's 11-12 mio. illegale immigranter, der er omfavnet af de amerikanske
virksomheder, men uønsket af det politiske USA, der allerede har taget mål til det 1.125
kilometer lange hegn, som skal holde mexicanerne, guatemalanerne, venezuelanerne og
andre latinamerikanere ude af et land, hvor hver fjerde i 2040 vil være latino af afstamning.
Hullet mod syd skal lukkes.
Med en slags fæstning fra Brownsville i Texas til San Diego ved Stillehavskysten.
Nogle hundrede kilometer derfra, i mexicaner-kvarteret i Los Angeles på Sunrise Avenue,
bor ægteparret Rufino og Minerva nederst i et hvidt toetagers betonbyggeri.
Her kommer knægte sjokkende med attitude lavet af guld og hængende løst om halsen, spæd
karse på overlæben og løse håndtegn i brysthøjde.
På midtersporet mellem to bygninger mikses salsaen med den dunkende bas fra et hard core
hiphop fremstød. Her er alle fra Mexico, fortæller beatet. Ja, nærmest fra den samme
provins, Oaxaca.
»Der er nok at tage af, vi er alle illegale,« siger 43-årige Rufino Ronquillo, der er tæt, skaldet
og rundhovedet, men udtryksløs i ansigtet. Når han går, gør han det med tøvende skridt og
hænderne i lommen.
Rufino arbejder på et hotel i byen.
Betaler skat, social sikring og alle de andre ting, gode amerikanske statsborgere skal. Men
han kan ikke selv bruge sikringen til noget. For skal mexicaneren på hospitalet, risikerer han
at blive deporteret.
Sådan er det for de illegale i Los Angeles. Ærgerligt for Rufino, men godt for de
amerikanske virksomheder, der er dybt af afhængige af arbejdskraften fra syd til at gøre rent
på hotellerne, sælge burgere, feje gaderne, klare opvasken og plukke vindruerne, når den tid
kommer.
Bryllupskager
Rufinos kone Minerva laver bryllupskager.
Hun har billeder af dem i en mappe.
Det er de høje af slagsen, i mange lag og med lange stiger, kringlede flødeskumsformationer
og små menneskefigurer i kjole og hvidt.
De koster 350-450 dollar stykket, kagerne, og Minerva vil gerne starte en forretning, men det
kan hun ikke så længe, hun er illegal, og derfor nøjes hun med at sælge til alle de andre
illegale. På Sunrise Avenue.
»Vi ville tjene penge hurtigt og så rejse hjem til Mexico. Men nu er vores liv her, og vi tager
ikke tilbage. Det stresser os, at vi skal leve illegalt. Vi føler os impotente. Vi vil starte vores
egen forretning, betale vores skat og blive en del af det amerikanske samfund,« siger Rufino
Runquillo.
Milliarder under puden
De amerikanske virksomheder er så småt ved at finde ud af, at Runquilloerne og de andre
mexicanere er kommet for at blive.
Mens erhvervslivet længe har nydt godt af den billige og villige arbejdskraft, er det nu også
begyndte at se på de mange millioner illegale som et oplagt marked for deres produkter.
Og hvor de illegale på Sunrise Avenue og andre steder i USA tidligere lagde milliarder af
dollars under deres hovedpuder, skal de nu lære at sætte penge i banken, låne flere - og
forbruge endnu flere.
Banker, kredit- og forsikringsselskaber er aggressivt begyndt at henvende sig til de illegale.
Hånden skal ind under puden.
I 2001 gav de amerikanske myndigheder grønt lyd for, at de illegale immigranter kunne
oprette bankkonti alene ved hjælp af deres matricula - et særligt latinamerikansk id-kort, som
intet har at gøre med amerikansk legitimation og statsborgerskab.
Siden er det gået stærkt med at omfavne de illegale.
Gigantbanken Wells Fargo nåede ved årsskiftet op på 525.000 kunder, der udelukkende har
præsenteret sit matricula for at få en konto.
Det er mere end en tredobling på tre år. Hver dag kommer 800 nye kunder til.
Og efter Wells begyndte festen, er en lang række andre banker, forsikringsselskaber og
kreditinstitutter også begyndt at sende indbydelser ud til de illegale, der tilfører markedet
omkring 700.000 nye kunder hvert år.
Grænseløst hævekort
Erhvervslivets manøvrer har fået immigrations-modstanderne op af stolen, og Washingtongruppen Friends of Immigration Law Enforcement (FILE) har truet med at sagsøge bankerne
og bedt dem om at holde nallerne væk fra de ulovlige kunder.
Men erhvervslivets kurs giver god mening for alle parter, mener fortalerne.
En af dem er Raul Hinojosa, tidligere rådgiver for Bill Clinton og professor ved University
of California Los Angeles (UCLA), der selv bor tæt på Oaxaca-lejren med Rufino og
Minerva og de andre mexicanere.
»Mexicanerne tjener hvert år milliarder af dollars i USA. Hvis pengene bare ligger under
hovedpuden, er der ingen, der får glæde af dem. Nu kan de få en konto, tage lån til hus og
bil, og det skaber vækst og udvikler økonomien. Det er en win-win situation for alle,« siger
Raul Hinojosa.
Professoren har selv startet en virksomhed, som skal hjælpe de illegale med at lave
pengeoverførsler og give milliarderne værdi både i USA og Mexico.
Hos "No Borders" kan man oprette et slags hævekort, hvor det er muligt at sætte penge ind,
sende dem hjem til Mexico, betale for videokonferenceopkald til landsbyen eller tilslutte sig
særlige sundhedsordninger som erstatning for den manglende sociale sikring, immigranterne
har i USA.
Raul Hinojosa vurderer, at over 90 pct. af mexicanernes penge stadig kører i en stor bue
uden om banksystemet, og der derfor er et kæmpe uudnyttet potentiale.
»Bankerne vil helst ikke møde de illegale kunder ansigt til ansigt. Sådan er det stadig. Men
med det her kort kan alle lave pengeoverførsler, blot de har en telefon. Det er globalisering
fra bunden. Pengene har det med at vokse og skabe enorm vækst, lige så snart de kommer i
arbejde,« siger Raul Hinojosa og sammenligner den potentielle effekt med
mikrokreditsystemet, der går ud på at låne små pengebeløb til fattige, så de kan starte mindre
virksomheder og dermed skabe et indtægtsgrundlag.
En metode, der tidligere i år udløste en nobelpris til opfinderen, økonomiprofessoren fra
Bangladesh, Muhammad Yunus.
Efter studierne
Tilbage til Sunrise Avenue.
Mød her Vicente Ronquillo. Illegal immigrant. Søn af Rufino og Minerva.
Den 22-årige mexicaner er netop optaget på California State University i Los Angeles og
skal læse jura. Som en af de få stater i USA tillader Californien, at de illegale får en
videregående uddannelse.
Til gengæld kan Vicente som illegal ikke søge de legater, der skal finansiere studierne, og
derfor arbejder han i en elektronikforretning tre-fire dage om ugen.
»Det motiverer mig bare. Når jeg arbejder, tænker jeg på, at jeg skal læse hårdt for at komme
videre i mit liv,« siger Vicente, der har sat sig på en stol i forældrenes køkken.
Når han taler, veksler han mellem engelsk og spansk. Mens sprogene for Vincent er noget,
man går ind og ud af med samme lethed, som man trækker vejret, vil Rufino og Minerva
endnu helst tale spansk.
Vicente kom til USA, da han var syv år. Med falske id-papirer, men ægte drømme om det
land, hans far allerede havde forladt ham for.
Ved grænsebyen Tijuana fattede vagterne mistanke. De blev ved at spørge Vicente og hans
bror om, hvad deres virkelige navne var. De sad i hvert deres rum, brødrene. Så kom
grænsevagten ind og kaldte Vicente for hans rigtige navn, og Vicente vidste, at broderen
havde sladret. At han var bukket under.
Men der kom penge fra "Coyoten" (prærieulven), som menneskehandlerne kaldes, og
drengene slap over grænsen, gennem hullet.
»Jeg skal være legal, inden jeg bliver færdig med mine jurastudier, for ellers
Anexo 34: EE.UU. atrae menos a los mexicanos
Florencio Cortés, campesino de Oaxaca, al suroeste de México, planeaba viajar sin visa
a Estados Unidos cuando supo que hay pocos empleos para los indocumentados.
Canceló el viaje. Sidronio Rivera también se quedó, porque tuvo miedo de ser detenido
por la Patrulla Fronteriza.
Como ellos, miles de mexicanos dejaron de cruzar sin documentos la frontera norte del país.
Un estudio elaborado para la BBC por el Instituto de Políticas Migratorias, MPI por sus
siglas en inglés, reveló que en los últimos tres años el número de nuevos migrantes de
México hacia Estados Unidos bajó considerablemente, al pasar de 653.000 entre marzo de
2004 y marzo de 2005, a sólo 175.000 en el mismo periodo de 2008 y 2009.
Es la cifra más baja de la década, y de acuerdo con el estudio la caída se debe, entre otros
factores, a la crisis económica en Estados Unidos, algo en lo que coinciden las autoridades
mexicanas.
―Hay pocas probabilidades de conseguir empleo y entonces desaparece el incentivo para
emigrar al norte‖, le dijo a BBC Mundo Félix Vélez, secretario general del Consejo Nacional
de Población (Conapo).
Según analistas, un elemento adicional es el endurecimiento de la política migratoria de la
Casa Blanca, que hizo más difícil cruzar la frontera sin documentos.
Balance cero
El estudio de MPI expuso además un dramático aumento en el desempleo de los migrantes
mexicanos y los originarios de Centroamérica.
La tasa de desocupación de los indocumentados fue, hasta junio, de 11,4%, mientras que el
promedio de desempleo entre los trabajadores estadounidenses fue de 9,5 puntos.
A pesar del adverso clima laboral, muchos decidieron permanecer en ese país, sobre todo los
originarios de México.
De acuerdo con el estudio, a partir de 2006 se registró un descenso en el número de
migrantes mexicanos.
El secretario de Conapo dijo que, este año, el flujo migratorio fue cercano a cero, es decir,
que la cantidad de personas que emigraron fue prácticamente igual a la de quienes volvieron
―No tiene precedentes, antes salían más personas de las que llegaban‖, recordó Vélez.
Estimados del Consejo Nacional de Población de México.
Círculo migratorio
Algunos especialistas han dicho que, tradicionalmente, la migración mexicana era como un
círculo: los indocumentados trabajaban una temporada en Estados Unidos, regresaban a sus
comunidades y luego emprendían camino al norte.
Ya no más. Desde hace varios años Washington aumentó la vigilancia en su frontera, ordenó
redadas en ciudades con alta población latina y aplicó sanciones a los empleadores de
indocumentados.
A esta política disuasiva se sumó, primero, el riesgo de cruzar por zonas peligrosas, como el
desierto de Arizona, y el aumento de secuestros de migrantes por bandas ligadas al
narcotráfico.
La migración se encareció. ―Antes cruzar la frontera costaba US$200, ahora pagas hasta
US$5.000, y los centroamericanos el doble‖, dijo Jorge Durand, investigador de la
Universidad de Guadalajara en conversación con BBC Mundo.
“¿A que me voy?”
El caso de los migrantes mexicanos es similar a los provenientes de Centroamérica, quienes
deben cruzan por México para llegar a Estados Unidos, explicó el secretario de Conapo.
Allá la gente junta botes de aluminio y botellas de vidrio para ganar unos dólares. ¿Para que
me voy entonces?
Florencio Cortés, mexicano.
Por eso bajó el número de capturas de indocumentados en territorio mexicano: si no hay
empleos en Estados Unidos, no hay razón para salir de sus países, añadió.
Es un nuevo círculo migratorio, señaló Durand: los migrantes latinos ya no regresan, no hay
empleos suficientes y se cierra la puerta a nuevos migrantes.
También bajan las remesas, que en muchos casos costeaban el viaje a otros indocumentados,
dijo el investigador.
Florencio Cortés sabe de eso. En su familia era tradición que los emigrados contrataran al
―coyote‖ (traficante de personas) para asegurar el viaje de sus paisanos.
Es historia. ―Allá la gente junta botes de aluminio y botellas de vidrio para ganar unos
dólares. ¿Para que me voy entonces?‖
Anexo 35: Mexicanos ilegales se quedan en EE.UU. pese a la crisis
Trabajadores ilegales mexicanos en Estados Unidos enfrentaron sus empleos y mayores
controles migratorios pero no han regresado de las Naciones Unidas su país pese a la peor
recesión de la economía norteamericana en décadas, de Acuerdo con Funcionarios e
investigadores.
No existe un registro de mexicanos que esten Abandonando Estados Unidos por tierra pero
reportes Sugieren que Algunas familias han regresado a México en vehículos por la Pérdida
de trabajos en el sector de la construcción, agrícola y de alimentos.
Unos 12,7 millones de emigrantes mexicanos trabajaban y vivian en Estados Unidos en el
2008, más de la mitad de ellos de Manera ilegal, según el Centro Pew Hispanic Center. La
mayoría ha elegido permanecer en Estados Unidos y resistir la crisis.
"No hay evidencia de un retorno masivo", dijo Adriana Valdés, portavoz del consulado
mexicano en Denver. "La gente Podría mudarse por la crisis, pero no se estan yendo a
México, donde la situación no está mejor", agregó.
También México sufre su peor recesión desde 1930 y los mexicanos que Trabajan en las
sombras en Estados Unidos aseguran que Aún así Pueden Tener mejores Ingresos que en su
país. "Si aquí está mal, en nuestro país está peor", dijo Christian Martínez de 21 años, Mart
afuera de una tienda Wal-en Phoenix Mientras buscaba trabajo.
Domínguez apenas gana 80 dólares la ONU comparte es una mala semana, departamento
con otros siete inmigrantes y Confía en las donaciones de alimentos que hacen grupos de la
iglesia local para sobrevivir. Pero dice que esto es mejor que su hogar en el Estado de
Chiapas, en el sureste de México.
Un estudio del Pew Hispanic Center dice que el número de personas que regresan a México
cada año ha sido estable en Alrededor de 450,000. "Hay un fuerte patrón estacional en los
datos migratorios pero no importa como se vean, no hay una Tendencia al alza", dijo Jeffrey
Passel, demógrafo del Centro Pew.
Los críticos aseguran que los trabajadores ilegales deprimen los salarios, recursos y empleos
arrebatan toman a los ciudadanos estadounidenses. Grupos defensores dicen que los
migrantes ocupan los empleos que los estadounidenses no quieren.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prometido buscar apoyo entre
Legisladores para reformar el sistema migratorio. Actualmente el mandatario busca la
aprobación de una reforma al Sistema de Salud y los Defensores de la iniciativa esperan que
se enfoque en el tema migratorio el año próximo.
Anexo 36: Calderón dice que la emigración de mexicanos a EE UU es "inevitable"
El mandatario ha instado de nuevo a los legisladores estadounidenses para que aprueben
una reforma migratoria integral
El presidente de México, Felipe Calderón, ha afirmado este viernes que la emigración de
mexicanos a Estados Unidos es un fenómeno "inevitable" por la complementariedad de las
economías de ambos países, aunque ha lamentado esa situación y ha prometido hacer un
mayor esfuerzo para combatirla.
En la IX Reunión del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior,
celebrado ayer a mediodía en la residencia presidencial de Los Pinos, el gobernante ha
exhortado de nuevo a los legisladores de EE UU para que aprueben una reforma migratoria
integral.
Reconocimiento de derechos
Calderón ha hecho "un exhorto respetuoso pero firme" al Congreso estadounidense para que
"analice y resuelva pronto el reconocer los derechos de los mexicanos, que ya se han ganado
a pulso, que se han ganado con sangre, sudor y lágrimas un lugar en la economía y en la
sociedad de ese país".
Ha indicado asimismo que, de concretarse la modificación legal, no sólo beneficiaría a los
inmigrantes mexicanos que viven allí, "sino también al propio pueblo de Estados Unidos".
"El pueblo y el Gobierno de ese país, y lo mismo el pueblo y el Gobierno de México,
debemos entender que la migración no es un fenómeno que se pueda iniciar o se pueda
cancelar por decreto", ha sostenido.
Ha aclarado, sin embargo, que las autoridades mexicanas no desean que esta situación se
mantenga para siempre. "No es nuestro objetivo enviar y enviar emigrantes mexicanos a
Estados Unidos, no nos da gusto que se vaya un mexicano, nos duele en el alma que un
mexicano tenga que dejar su tierra y su gente para ir a buscar sustento del otro lado", ha
señalado.
Polémico muro
Por eso, ha agregado, se puso como meta ser "el presidente del empleo", y ha expresado su
convencimiento de que México "está llamado a ser una de las cinco economías más grandes
del mundo para mediados de este siglo". En Estados Unidos viven 20 millones de personas
de origen mexicano, once millones de los cuales han nacido en el país latinoamericano, y de
estos la mitad son indocumentados.
Se calcula además que medio millón de personas intentan entrar ilegalmente cada año por la
frontera mexicano-estadounidense. Washington anunció el año pasado la construcción de un
muro de 1.126 kilómetros en la frontera entre los dos países, una opción que fue rechazada
con dureza por el Gobierno de México.
Según datos oficiales de EE UU, desde septiembre del año pasado descendió en un 30% la
cifra de inmigrantes ilegales interceptados en la frontera común, vigilada por 14.000
efectivos de la Patrulla Fronteriza y un contingente de 6.000 soldados de la Guardia
Nacional.
Anexo 37: PROTECCIÓN Y ASISTENCIA CONSULAR A MEXICANOS
EN LOS ESTADOS UNIDOS
Asimismo, tiene como objetivo coadyuvar a brindar la documentación consular y migratoria
a mexicanos y extranjeros requerida por mexicanos que se encuentran en dicho país. Los
principales componentes del Programa son:
Repatriación de cadáveres
Objetivo: Financiar el costo total o parcial del traslado de los restos de aquellos mexicanos
migrantes que fallezcan durante su intento por internarse de manera indocumentada a los
Estados Unidos de América, así como de aquellos mexicanos que fallezcan en el exterior y
cuyos familiares se encuentren en situación de indigencia. Se trata de recursos destinados
para apoyar las exequias de los mexicanos fallecidos en el exterior y/o la transportación de
sus restos mortales, o bien, su cremación.
Beneficiarios: Familiares indigentes de los migrantes mexicanos fallecidos en el exterior o
en su intento por llegar a Estados Unidos de América.
Requisitos: Que el fallecido haya sido mexicano y sus familiares lo acrediten
documentalmente. Que se presente solicitud por escrito por parte de los familiares. Que los
familiares del fallecido carezcan de los medios y/o recursos económicos suficientes para
sufragar el costo por el servicio funerario y/o del traslado del cuerpo a México.
Repatriación de personas vulnerables
Objetivo: Garantizar el retorno a territorio nacional de los repatriados que así la soliciten o
requieran, por cualquier medio de transporte y en condiciones humanas y seguras. Implica el
otorgamiento de apoyos para gastos de traslado que cubran las necesidades elementales de
los repatriados en el viaje de regreso a su localidad de origen. Adicionalmente, se proveerá
de ropa, medicinas y otros artículos para aquellos que lo necesiten.
Beneficiarios: Los migrantes mexicanos que vuelvan a territorio nacional,
independientemente de si su regreso al país es de manera voluntaria o como resultado de la
intervención directa de una autoridad extranjera, con énfasis en los menores de edad no
acompañados, mujeres embarazadas o con infantes, enfermos o accidentados, ancianos e
indígenas.
Requisitos: Que el solicitante sea mexicano Que el solicitante se encuentre en situación de
vulnerabilidad. El beneficiario deberá firmar un recibo por el apoyo otorgado
Protección al migrante en situación de indigencia
Objetivo: Recursos destinados para apoyar procesos legales que enfrentan mexicanos en el
exterior (casos no beneficiados por los programas de asistencia jurídica a mexicanos
sentenciados a pena de muerte y de asesorías legales externas), así como para apoyar a los
migrantes en la obtención de documentos oficiales (pasaportes, matrículas, menajes de casa,
poderes legales, actas de nacimiento, actas de defunción, etc.); en la compra de comida,
medicamentos, calzado y ropa, tarjetas telefónicas; en la renta de estancias o albergues; en
espacios en medios de comunicación para la localización de personas; y, en servicios de
telefonía 1-800.
Beneficiarios: Nacionales mexicanos en el exterior en condiciones de probada indigencia.
Requisitos: Nacionales mexicanos que, bajo protesta de decir verdad, manifiesten
encontrarse en alguna de las condiciones mencionadas anteriormente y/o que, en virtud de la
naturaleza del proceso judicial que enfrentan, requieran del apoyo económico de la
Cancillería.
Apoyo a mujeres, niñas y niños en situación de maltrato
Objetivo: Reafirmar la relevancia de la protección de los derechos de las mujeres y niños
como miembros vulnerables de la población, así como para ofrecerles asistencia legal y
económica en casos de abuso y/ explotación.
Beneficiarios: Las mujeres, niños y niñas que se encuentren en situación de riesgo por
explotación (prostitución, esclavitud, trabajos forzosos, pederastia, pornografía, etc.), de
violencia intrafamiliar y/o de adicciones. Estos servicios se podrían ampliar para la
prestación de asistencia en aquellos casos en lo que, debido a las leyes y/o costumbres
propias de otras culturas, los mexicanos se encuentren en condiciones adversas y de
potencial maltrato.
Requisitos: Nacionales mexicanos que, bajo protesta de decir verdad, manifiesten
encontrarse en alguna de las condiciones mencionadas anteriormente y/o que, en virtud de la
naturaleza del proceso judicial que enfrentan, requieran del apoyo económico de la
Cancillería.
Consulados móviles, visitas a cárceles y centros de detención
Consulado Móvil
Objetivo: La prestación de servicios consulares, in situ, a los mexicanos que residen en
poblaciones alejadas de las sedes consulares. Bajo este programa, los connacionales que
viven en estas comunidades tienen la facilidad de adquirir documentos de importancia, como
Pasaportes, Certificados de Matrícula Consular de Alta Seguridad y/o Cartillas del Servicio
Militar Nacional, entre otros. Asimismo, pueden recibir información sobre los diversos
servicios que se ofrecen en la Representación Consular y asesoría sobre casos de protección
en todos los ámbitos.
A través de los consulados móviles se proporciona material de protección preventiva sobre
qué hacer y a dónde dirigirse en caso de que un connacional requiera asesoría jurídica, así
como información relacionada con las actividades del Instituto para los Mexicanos en el
Exterior y del Programa Paisano.
Beneficiarios: Connacionales a los que se proporcionan servicios consulares en alguna
población localizada dentro de la circunscripción de una Representación Consular, a donde,
por motivos geográficos y de concentración de mexicanos, sea necesario desplazarse por vía
aérea o terrestre.
Requisitos: Ser nacional mexicano Solicitar el servicio expresa y personalmente dentro de
los horarios establecidos para tal efecto y, en su caso, pagar el costo de los derechos
correspondientes por la expedición de documentos.
Visitas a cárceles, centros de detención
Objetivo: Prestar asistencia consular a los connacionales recluidos en centros de detención
penal y/o migratoria y verificar sus condiciones de reclusión y que no existan abusos en su
contra.
Beneficiarios: Los mexicanos que se encuentren recluidos en cárceles o centros de detención
de condados, estatales, federales o de otro tipo, incluidos los centros de detención y/o
migratoria.
Requisitos: Que el solicitante sea mexicano. Que el connacional solicite el apoyo
(telefónicamente o por escrito, o a través de un tercero que lo represente).
Programa de Asistencia Jurídica a Mexicanos a través de Asesorías Legales Externas
Objetivo: A través de este programa los Consulados de México en Estados Unidos reciben
recursos extraordinarios, para suscribir contratos con abogados y/o firmas legales con el
propósito de brindar orientación, asesoría y/o representación legal hacia los connacionales
ubicados en dicho territorio en los ramas del derecho estadounidense: administrativo, civil,
familiar, laboral, migratorio, penal y derechos humanos.
Beneficiarios: En el caso de mexicanos encarcelados se atienden casos de migrantes que
enfrentan procesos jurídicos, esto es que aún no han sido declarados culpables. El programa
no aplica para mexicanos que purgan sentencia en penitenciarías estadounidenses.
Programa de Asistencia Jurídica a Mexicanos Sentenciados a Pena de Muerte
Objetivo: El Programa está encaminado a:
a) Lograr la suspensión de la ejecución de los mexicanos ya sentenciados a la pena capital o,
en su caso, la anulación de la sentencia y la reposición de los procedimientos jurídicos,
mediante la asistencia técnica y jurídica dirigida a los abogados defensores y a la red
consular para que cuenten con elementos legales en materia del Derecho Internacional,
Derechos Estadounidense e Investigación Mitigante.
b) Evitar que los mexicanos acusados por la comisión de delitos punibles con la pena capital
reciban dicha condena, mediante la intervención temprana y el apoyo técnico-legal del
Programa dirigido a abogados defensores y a las representaciones consulares en EU,
logrando que dicha intervención sea de carácter preventivo.
Protección preventiva dirigida al migrante
Objetivo: Reforzar la relación institucional con las autoridades locales; sensibilizar a dichas
autoridades acerca de la importancia del trato digno y respetuoso a los nacionales mexicanos,
e informar a las comunidades de mexicanos en el exterior y en México acerca de los peligros
que implica el cruce indocumentado por zonas de alto riesgo y sobre sus derechos legales,
así como de los servicios que ofrecen las Representaciones Consulares. Asimismo, hacer
recomendaciones útiles sobre el marco legal imperante, que favorezcan su mejor integración
a las sociedades en las que se encuentren.
Anexo 38: Patterns of Mexican migration to the United States
In addition to the economic factors, Richard Mines and Douglas Massey (1985) believe that
to understand the "phenomenon of international migration" one must understand how
immigrants form ties that develop and change over time (Mines and Massey 1985, 104).
This change helps make migration a social process. Sociologists have found that the process
begins when a country, such as the U.S. encourages or recruits from labor surplus countries
such as Mexico through guest worker programs. The process evolves because the social and
economic situations of migrants change over time. For example, the braceros closer to the
border could afford to move back and forth daily across the border without an increasing
expense burden. However, as migrants began to move toward the Pacific North, for example,
it was no longer feasible to travel as often to see their family. Thus, they began the process
of commuting seasonally to their country of origin. According to Mines and Massey and
Mines (1985) "the cost and benefits of migration become cleared and others are induced to
move�.the cost drops, slowly at first and them dramatically, as friend and relatives acquire
contacts and knowledge in the receiving society. They also point out that some migrants
choose to settle in a particular places and create a "ready made support network for further
migration" (Massey and Mines 1985, 105) The characteristics that influence individuals to
migrate depend on their own characteristics and vary from person to person and place to
place. These differences may lie in the different levels of education, work history, and prior
migration experiences. In addition, when deciding whether the risks, costs, and distance of
migrating are beneficial or not, the individual must also take into consideration
characteristics in the place of origin that also influence migration such as levels
employment/unemployment ages, speed of technological changes, economic and political
situations, socio-economic status, social networks, and local opportunities (Kanaiaupuni
2000). Studies find that people with a better economic situation are less likely to migrate
than are people of lower incomes. However, in the past few decades there has been a change
in the demographics of the people that migrate as well as an increase in more skilled, urban,
and educated individuals migrating from Mexico to the United States.
What makes migration a social network is the number of contacts that a person in Mexico
has with a migrant in the United States. The more contacts one has the more likely
individuals will migrate. The reason being that the contacts have the ability to reduce
migration costs. For example, new contacts in the U.S. can provide information that
facilitates new migrants experience such as providing information a place to stay,
information on employment opportunities, transportation, etc.
Mexican migrants find it necessary to migrate because they are unable to obtain the
economic stability in Mexico to obtain the necessary or desired things for their families.
Migrants begin to see the benefits of migrating as their purchasing power increases and find
they now pay for utilities, new furniture, and investment in small family owned business. It
is these benefits that motivate migrants to migrate and families to accept their absence. The
more benefits they see, the longer the migration process will continue within these families.
These benefits then lead Mines and Massey (1985) to find a correlation between the
increased numbers of trips made in direct relation to the changing goals of migrants.
Therefore the migration process changes as the goals of the migrants change. Initially they
move to obtain money that will provide immediate relief to their economic situation at home.
They then begin to enjoy the improved living standards and benefits that the migradollars
provide to the families in their place of origin. These remittances not only help the family
but the community as well when the family members utilize the money at local businesses
thus helping boost the Mexican economy.
Migradollars are not only important to the families but to the local community and country
as well. Migradollars help improve the quality of living for the families. Banco de Mexico
calculated that Mexican migrants working in the U.S. sent to Mexico US$6.5billion dollars
in 2000 and an estimated 10billion dollars in 2001. In October 2001, the remittances had
already been calculated at US$8billion (SourceMex 2001). The September 11, 2001
terrorists attacks slowed remittances down in the fourth quarter as many migrants became
unemployed in the service related sectors. The amounts that each person sends back home
will be different depending on their number of trips, line of work, expenses incurred for
travel and living expenses, and wages in their particular sector. Authors Verduzco and Unger
(1998) remind us that not all migrants are capable of sending money to family members. For
this reason, the money that the families receive is not always guaranteed. Families will make
the best they can with what money they receive. For example, many long time researchers of
migratory issues such as Juan Luis Orozco in 1992 calculated that remittances in particular
towns as having reached $86,464 or 13% of total community income but some towns had as
much as 28.4% of total income and some as low as 4.3% (Verduzco and Unger 1998, 416).
These numbers will vary according to the migration patterns of that community. Despite the
fact that migradollars are not always guaranteed, many communities have become
dependent on migradollars. as they see a decrease of work in the agricultural sector.
The benefit seen in communities are many. The local people experience an increase in wages
when compared to wages in other Mexican communities. In addition standards of living
increase. People now have access to products (i.e. medicine, food, etc.) and services (i.e.
health, electricity, education, housing, etc.) that they previously did not have or were limited.
Also, the money received has helped locals open their own businesses such as grocery shops,
tortillerias, furniture stores, beauty salons, small boutiques, crafts shops, etc. Money sent to
the families have helped contribute to new or improved technology in the community that
could be used in agriculture resulting in improved business for the area. When the
community benefits from the technology, even non-migrant families living standards
improve. As a result, many migrants reduce migrating or no longer migrate at all as the local
community provides the economic benefits they had sought by migrating to the U.S.
Negotiations over bilateral issues such as migration have been postponed as the U.S.
concentrates on its war on terrorism. We will have to wait and see where the U.S. economy
stands when the war on terrorism is over and migration bilateral talks resume. The
unemployment rate in the U.S. is currently at 5.8% (Department of Labor 2002). Bilateral
migration issues may receive a negative public opinion if the U.S. economy does not
improve and unemployment rates are high. It is vital that conditions are perfect in order to
avoid situations as occurred during the Great Depression and Operation Wetback. Studies
have determined that citizens own financial and economic situations influence their opinion
on issue of migration and can influence their feeling about immigrants (i.e. xenophobia,
discrimination..etc.)
As the American population becomes more educated, they are less willing to work in low
paying jobs such as agriculture, manufacturing or other service sector positions. It is the
migrants that are willing to work in these low paying jobs with minimum or no benefits.
Even as the Mexican economy is improving and the Mexican government introduces
programs to educate their citizens and employ citizens, Mexico remains a labor surplus
nation. Mexico still has a long way to go in improving wages, working conditions, and
benefits for its citizen. Therefore, legal migrants are willing to leave their families behind for
work in the U.S. and illegal migrants are willing to take higher risks to obtain employment in
the United States. Both legal and illegal wish to improve their opportunities and living
standards.
Politicians in Mexico and the United States face a difficult decision when it comes to
migration. Many critics of migration issues believe that President Fox and Bush
administrations proposals for immigration do not solve the migration problems. They believe
that more guest worker programs will only increase illegal migration and place a bigger
burden on the United States society to provide more funding for educational and health
services that these new migrants will need and cannot afford to pay. Government officials in
Mexico and the United States must understand that migration is a social process that cannot
be turned off and on like a light switch. Both countries must take responsibility for the
process that was begun in the 1900s.
No longer will Mexico have a "no policy" policy and no longer can the U.S. expect for make
unilateral decisions on issues that affect both countries. Both countries have determined that
migration issues are a priority even though each comes to the table with different reasons for
negotiating. Mexico wishes to improve conditions for Mexican migrants while the United
States wish to control illegal migration and provide labor for needing sectors.
Through this paper we can see how social, economic, and political factors explain the
process of Mexican migration patterns to the United States from the early 1900s to the
present. Legal and illegal migration continues to be an issue of priority to the Mexico and the
United States. Mexico and the U.S. must negotiate bilateral agreements that will benefit all
involved. It is vital that both countries come to an agreement because of their close
proximity in addition to being members of NAFTA. Complete integration of both countries
will not occur unless both countries cooperatively address migration issues.
Anexo 39: The Great Mexico Brain Drain: The other face of Mexican
immigration
Los Angeles, Alta California - January 23, 2004 - (ACN) The images that most Americans
have of Mexican immigrants are principally those created by the media and certain
immigration reform groups. These images are of Mexicans swimming across the Rio
Grande, jumping the iron fence at San Ysidro, dying in enclosed railroad box cars or of those
meeting death in the hot and arid Arizona desert. For many years, however, there has been a
constant flood of other types of Mexican immigrants. These are wealthy and well educated
Mexican immigrants that fly here in Mexicana and Areomexico airlines as students and
tourists and decide to stay here.
Americans, especially those in the border states of California, Texas, Arizona and New
Mexico have suddenly become conscious of the vast number of Mexican immigrants that
now reside here. To the typical Anglo mind, spotting Mexican immigrants is easy, or so they
think. Their criteria for identifying a Mexican immigrant, legal or undocumented, is that they
must first have brown skin, be wearing a sombrero and be standing at a bus stop. It is a rare
"gringo" that can spot a Mexican immigrant at a trendy store in La Jolla, Rodeo Drive,
Fashion Island, Santa Barbara or other exclusive shopping areas in California.
The immigration of middle and upper class Mexicans to the USA is increasing
exponentially. Most of these well to do Mexicans have bachelor, master and doctorate
degrees. The disturbing phenomena of the best-and-the brightest Mexicans emigrating to the
USA is caused by the present and worsening economic crisis in Mexico. Yesterday, the
Instituto Nacional de Estadistica, Geografia e Informatica (INEGI) released a study that
found that 684, 000 Mexicans with university degrees are presently unemployed. The IMEGI
study found that Mexico is not producing enough employment opportunities for the highly
skilled and educated sectors of Mexico.
A February 15, 2002 article by Natalia Vitela of Grupo Reforma, states that whereas 12% of
Mexico's labor force resides in the US, 30% of Mexicans with PHDs do so. Ms. Vitela also
says that 79% of all science students that the Mexican government funds to study in the USA
never return to work in Mexico. This "brain drain" can have nothing but bad consequences
for Old Mexico, however many here see this as a "loss for Mexico but a gain for Aztlan".
One perfect example of the "Great Mexico Brain Drain" is articulated by Texas Public Radio
commentator Kristina Ruiz-Healey in one of her radio essays at the TPR web site. Kristina
Ruiz-Healy was born and raised in Mexico City and is a daughter of a surgeon. She and her
family immigrated to the USA in 1985 during Mexico's economic crisis caused by the
devaluation of the peso. Kristina Ruiz-Healy still calls Mexico City home even though she
now lives and works in San Antonio. Her personal radio essay "Mexico Brain Drain" is one
in a series called "A View from Two Countries". Her spoken essay, which can be accessed at
the Texas Public Radio web site, gives an outstanding perspective of the Mexican
immigration trend that is not familiar to most "norte americanos".
Anexo 40: Immigration issues
Like the Ayala brothers, many Mexicans work in the United States to help support their
families south of the border. The money that these immigrants earn makes a huge impact on
the Mexican economy. The National Population Council of Mexico estimates that one in 10
Mexican families is dependent upon remittances (money sent home from Mexican workers
in the U.S.) as their primary source of income. Remittances are the third largest source of
income for Mexico, after petroleum and tourism, amounting to between six and eight billion
dollars each year, according to the Migration Policy Institute.
In October 1994, the Immigration and Naturalization Service (INS) launched Operation
Gatekeeper to crack down on people entering the country through San Diego, California.
Militarizing the border with more border patrol agents and resources has forced immigrants
to cross through the Imperial Desert or over the mountains north of Tecate. Global Exchange
states that the number of immigrant deaths has increased over 600 percent since 1994.
Several thousands have died along the U.S./Mexico border since Operation Gatekeeper
began. Mexicans have drowned in canals and rivers and have died of dehydration,
hypothermia and heat stress in the desert. Some have been shot by ranchers in Arizona and
Texas. In the year 2000 alone, 369 immigrants perished trying to cross the border - almost
half from exposure to heat or cold. Because of increasing amounts of border patrol officers
and equipment, many undocumented workers are staying longer in the U.S., unable to return
to see their families for long periods of time and
swelling the immigrant population.
Even as Congress sought to control immigration
through tough border controls, employer sanctions,
cutbacks in benefits to immigrants and the NAFTA
treaty promoting economic development in Mexico,
immigration has continued to rise. In 1998, the San Francisco Chronicle reported that there
are more immigrants - both documented and undocumented - in the United States than ever
before.
In July 2001, Mexican President Vicente Fox asked President Bush to consider granting
legal status to about three million undocumented Mexicans. U.S. Congressman Luis
Gutierrez backed a bill that would legalize immigrants who could prove U.S. residence since
1996. Others in Congress, business and labor pushed for a guest worker program, wherein
Mexican workers could freely come and go across the border but would not be allowed to
stay in the U.S. permanently.
After September 11, 2001, U.S. officials told the Mexican government that because of
terrorism fears, the immigration laws were unlikely to change anytime soon. At the same
time, there has been a big drop in Mexican immigration to the United States since the 9/11
terrorist attacks. Even before September 11, border crossing had been down, undoubtedly
due to the slowing economy and rising unemployment rate. Apprehensions of illegal
immigrants in California's two border patrol districts dropped an average of 57 percent
compared to October of 2000. Legal immigration has also fallen 29 percent compared to the
previous year, according to journalists at the University of Berkeley.
Anexo 41: The State of American Public Opinion on Immigration
The debate over immigration reform grew in intensity after the U.S. House of
Representatives passed an enforcement bill last December, the U.S. Senate began to take up
the issue in the spring and immigrant advocates took to the streets across the country. This
fact sheet offers a review of findings on immigration from some of the major public opinion
polls taken since January.
Although these polls pose questions in different forms, they cover some of the same
topics. Looking at this body of data as a whole indicates that the American public has
generally consistent views on the flow of immigrants and the major policy options under
debate. The polls do not suggest major shifts in public opinion over the spring as a result of
either the immigrant marches or the policy debate with one important exception: The share
of Americans who see immigration as a major problem has been increasing rapidly, and the
growing concern is especially notable among Republicans.
Some of the other major findings include:
• The public appears almost evenly divided on whether immigration overall is good for
the country or not.
• Americans are split over levels of legal immigration. Significant minorities of roughly a
third or more favor the opposite approaches of keeping legal immigration at its
present levels or decreasing it. A smaller share favors increasing legal immigration.
• A significant majority of Americans see illegal immigration as a very serious problem
and most others see it at least as a serious problem.
• A majority of Americans believes that illegal immigrants are taking jobs Americans do
not want.
• A majority of Americans appears to favor measures that would allow illegal immigrants
currently in the U.S. to remain in the country either as permanent residents and
eventual citizens or as temporary workers who will have to go home eventually.
When those options are presented, only a minority favors deporting all illegal
migrants or otherwise forcing them to go home.
• Americans generally express greater confidence in Democrats on immigration issues
than Republicans.
• A majority of Americans disapprove of the way that President Bush is handling
immigration issues.
The polls reviewed here were conducted between February 8 and May 14, 2006 by
major news media or research organizations. A full listing of the polls, their sample sizes and
margins of error can be found at the end of this report. The State of American Public
Opinion on Immigration in Spring 2006: A Review of Major Surveys
Immigration as a priority
Surveys that ask Americans to rank immigration as a priority in comparison to other issues
have generally shown in recent years that it is a second tier priority, falling behind major
national security and domestic concerns such as the war in Iraq or the condition of the U.S.
economy. That appears to have changed this year as immigration has rapidly gained in
priority.
The Pew Research Center for the People and the Press periodically asks survey
respondents ―What do you think is the most important problem facing the country today?‖
and records their verbatim responses. In a poll conducted May 2-14 the percentage of
Americans who volunteer immigration as the biggest problem confronting the country had
approximately doubled since a similar poll in March – from 4% to 10% – reflecting the
rising national profile of the issue. Republicans in particular view immigration as a major
concern. More Republicans (19%) in the May survey cite immigration as the most important
national problem than cite any other issue; energy and gas prices are next, at 14%.
Independents and Democrats mention the war most frequently (22% each); just 9% of
independents and 6% of Democrats cite immigration as the country‘s most important
problem.
Most Important Problems Facing the Nation The Pew Research Center for the
People and the Press
Do immigrants help or hurt?
Recent polls have taken various approaches to measuring how Americans measure the costs
and benefits of immigration generally.
FOX News/Opinion Dynamics Poll, April 25-26, 2006 (In general, do you think immigrants
who come to the United States today help the country and make it a better place to live or
hurt the country and make it a worse place to live?)
Help: 42%
Hurt: 30%
Pew Hispanic Center 2 May 17, 2006 The State of American Public Opinion on
Immigration in Spring 2006: A Review of Major Surveys Pew Hispanic Center 3 May 17,
2006
NBC/Wall Street Journal, April 21-24, 2006 (Would you say that: immigration helps the
United States more than it hurts it, or immigration hurts the United States more than it helps
it? )
Helps: 45%
Hurts: 45%
Pew Research Center for the People and the Press/Pew Hispanic Center 2006 Immigration
Survey, February 8-March 7, 2006. (Immigrants today strengthen our country because of
their hard work and talents or immigrants today are a burden on our country because they
take our jobs, housing and health care.)
Strengthen country: 41%
Burden on country: 52 %
Pew Research Center for the People and the Press/Pew Hispanic Center 2006 Immigration
Survey, February 8-March 7, 2006. (The growing numbers of newcomers from other
countries threatens traditional American customs and values or The growing numbers of
newcomers from other countries strengthens American society.)
Threaten traditional American customs and values: 48%
Strengthen American society: 45%
Should legal immigration be increased, kept at present level or decreased?
Americans are split over levels of legal immigration. Significant minorities of roughly a third
or more favor the opposite approaches of keeping legal immigration at its present levels or
decreasing it. A smaller share favors increasing legal immigration. The number of new
immigrants admitted for permanent legal residence has averaged a bit more than 900,000 a
year over the past decade compared to less than 600,000 in the 1980s and somewhat more
than 400,000 in the 1970s.
New York Times Poll/CBS News Poll, May 4-8 2006 (Should legal immigration into the
United States be kept at its present level, increased, or decreased?)
Kept at present level: 39%
Increased: 22%
Decreased: 34% The State of American Public Opinion on Immigration in Spring 2006:
A Review of Major Surveys Pew Hispanic Center 4 May 17, 2006
Quinnipiac University poll, February 21-28, 2006 (As you may know, immigrants to the
United States can be here legally -- that is, they have been legally admitted to the country
and are allowed to live and work here; or they can be here illegally. Such immigrants are
sometimes called 'undocumented' because they do not have papers allowing them to live and
work here. Should legal immigration into the United States be kept at its present level,
increased, or decreased?)
Kept at present level: 33%
Increased: 24%
Decreased: 39%
Pew Research Center for the People and the Press/Pew Hispanic Center 2006 Immigration
Survey, February 8-March 7, 2006 (Should legal immigration into the United States be kept
at its present level, increased or decreased?)
Kept at present level: 37%
Increased: 17%
Decreased: 40%
How serious a problem is illegal immigration?
A significant majority of Americans see illegal immigration as a very serious problem and
most others see it at least as a serious problem.
New York Times/CBS News Poll, May 4-8, 2006 (How serious a problem do you think the
issue of ILLEGAL immigration is for the country right now: very serious, somewhat serious,
not too serious, or not at all serious?)
Very serious: 59%,
Somewhat serious: 30%
Not too serious: 9%
Not serious at all: 2% The State of American Public Opinion on Immigration in Spring
2006: A Review of Major Surveys Pew Hispanic Center 5 May 17, 2006
FOX News/Opinion Dynamics Poll, April 25-26, 2006 (How serious a problem do you
believe the illegal immigration situation is in the United States today? Do you see it as a very
serious problem, somewhat serious, not very serious or not at all a serious problem?)
Very serious: 63%
Somewhat serious: 28%
Not very serious: 5%
Not serious at all: 2%
Time Magazine Poll, March 29-30, 2006 (Turning to problems with illegal immigrants
entering the United States -- How serious a problem is illegal immigration into the United
States: extremely serious, very serious, somewhat serious, or not very serious?)
Extremely serious: 32%
Very serious: 36%
Somewhat serious: 21%
Not very serious: 8%
Quinnipiac University, February 21-28, 2006 (How serious a problem is illegal immigration
into the United States: a very serious problem, a somewhat serious problem, not too serious a
problem or not a problem at all?)
Very serious: 57%
Somewhat serious: 31%
Not too serious: 9%
Not a problem: 2%
Do illegal immigrants take jobs away from Americans or do they take jobs Americans
do not want?
A majority of Americans believes that illegal immigrants are taking jobs Americans do not
want. The share believing that illegal immigrants are taking jobs away from American
workers is less than 40% in all the polls reviewed. The State of American Public Opinion
on Immigration in Spring 2006: A Review of Major Surveys Pew Hispanic Center 6 May
17, 2006
New York Times/CBS News Poll, May 4-8, 2006 (Do you think illegal immigrants coming
to this country today take jobs away from American citizens, or do they mostly take jobs
Americans don't want?)
Take jobs away: 36%
Take unwanted jobs: 53%
FOX/Opinion April 25-26, 2006 (Some people say that illegal immigrants are mainly doing
low-paying jobs that US citizens don't want. Other people say that illegal immigrants are
taking jobs away from U.S. citizens. Which is closer to how you feel?)
Take jobs away: 34%
Take unwanted jobs: 47%
ABC News/Washington Post Poll, April 6-9, 2006 (Overall do you think illegal immigrants
take jobs that other people want, or take jobs that other people don't want?)
Take jobs that other people want: 29%
Take jobs that other people don't want: 68%
Time Magazine Poll, March, 29-30, 2006 (Do you think that people who are here illegally
are taking jobs from United States citizens, or are they mostly taking jobs that U.S. citizens
do not want or cannot do?)
Take jobs away: 35%
Take unwanted jobs: 55%
Associated Press/Ipsos March 28-30 2006 (Which comes closest to your view? Illegal
immigrants take jobs that Americans don't want. Illegal immigrants take away jobs that are
wanted by Americans.)
Take jobs away: 29%
Take unwanted jobs: 65% The State of American Public Opinion on Immigration in
Spring 2006: A Review of Major Surveys Pew Hispanic Center 7 May 17, 2006
What should be done with illegal immigrants?
Several proposals are now before Congress for dealing with the estimated 11.5 to 12
million unauthorized migrants now living in the United States. A majority of Americans
appears to favor measures that would allow illegal immigrants to remain in the country either
as permanent residents and eventual citizens or as temporary workers who will have to go
home eventually. When those options are presented, only a minority favors deporting all
illegal migrants or otherwise forcing them to go home.
New York Times/CBS News Poll, May 4-8, 2006 (What do you think should happen to
illegal immigrants who have lived and worked in the United States for at least two years:
They should be given a chance to keep their jobs and eventually apply for legal status, or
they should be deported back to their native country?)
Chance to keep jobs: 61%
Deported to native country: 35%
NBC/Wall Street Journal, April 21-24, 2006
1) If you had to make a choice, would you favor deporting immigrants in America
who are not legal citizens and do not have work permits, or would you favor allowing these
immigrants to stay in America as long as they pass a security check, meet certain conditions
and pay taxes?
Deport them: 35%
Allow to stay: 61%
Anexo 42: Hvorhen Amerika?
Hvor er Amerika på vej hen? Den svenske forfatter og journalist Göran Rosenberg forsøger
at give nogle svar i tre roadessays om nationen, imperiet og civilisationen USA. Første del
dykker ned i den stigende modvilje mod spansksprogede indvandrere - og handler om
nationens grænser.
Det er lettere at komme ind i USA fra Mexico end fra Sverige. Fire hvide uskyldigt udseende
ansigter i en amerikansk indregistreret Chevy Suburban og en diskret viften med vore
bordeauxfarvede EU-pas, så har vi allerede krydset grænsen. For ikke så længe siden var det
nok at ligne en amerikaner, lyde som en amerikaner og sige American. Men i december
sidste år blev der pågrebet 1.517 mennesker, som nok sagde, de var amerikanere, men ikke
var det. Så nu går den ikke længere.
―Af hensyn til det amerikanske folks sikkerhed kan USA ikke længere acceptere et
tillidssystem ved grænsen,‖ erklærede lederen af USA‘s vidtforgrenede
sikkerhedsministerium, Department of Homeland Security (DHS), Michael Chertoff.
En af forklaringerne på den forholdsvis lemfældige kontrol ved grænseovergangen mellem
Tijuana i Mexico og San Diego County, Californien, USA, er, at der ikke findes praktisk
gennemførlige alternativer.
Alene over dette grænseafsnit, som ganske vist også er det mest trafikerede, passerede der
sidste år 63 millioner mennesker i 31,8 millioner biler. I samme periode faldt antallet af
biler, der blev kontrolleret, med otte procent, mens antallet af trusted travellers, som er
udstyret med elektronisk læsbare pas, steg med 30 procent.
Timer i bagende sol
Alligevel skal alle rejsende forvente at tilbringe en til to timer i en bilkø, hvilket muligvis er
til at leve med, hvis ens bil har aircondition i kabinen, men kan være livsfarligt, hvis man
befinder sig i bilens solstegte bagagerum.
Mellem rækkerne af bilkøer bevæger mexicanske sælgere af alle former for forfriskninger og
souvenirs sig rundt, men når aldrig så langt som til det gult markerede felt på asfalten
omkring 100 meter før checkpointet. Bag dette støder man kun på amerikanske
grænsepolitifolk med sniffende schæferhunde.
Det er det gule felt, som markerer grænsen.
Hvad disse hunde bl. a. har lært sig, er at snuse efter mennesker, som ikke sidder i bilens
passagerkabine, men er stuvet af vejen i bagagerummet, under bilens motorhjelm eller andre
tænkelige og utænkelige steder på en bil, hvor folk frivilligt måtte finde på at udsætte sig for
tortur for at få chancen for at prøve lykken i Amerika. Blandt de mere utænkelige steder er
indersiden af bil-sæder eller undersiden af et bilgulv.
―De havde sat en barnestol foran sædet med den indsyede person, for at det skulle være
mindre synligt,‖ fortæller Debra Crawford, vicechef for grænsestationen, da hun med saglig
stemme-føring guider os forbi de pædagogisk afskrækkende fotografier, der pryder
korridoren mellem administrations- og arrestlokalerne.
Mit filmhold fra TV4 får lov til at følge hundepatruljen i et par timer. I en eller flere af de
biler, som snegler sig gennem heden, vil der statistisk gemme sig personer, men kun de
færreste er der tid til at gennemgå og gennemsnuse.
―Det er som at lede efter nåle i en høstak,‖ siger vores guide ved grænseposten, Vincent
Bond, opmuntrende til fotografen, som ikke lader hundene ude af kamerafokus på noget
tidspunkt. Efter to timer og 50 minutter får en af hundene færten af sved og frygt gennem
karosseri og udstødningsgasser og begynder ellevildt gøende at hoppe op og ned af
bagagerummet på en mellemstor mørkeblå bil.
―Der var I heldige,‖ siger Vincent Bond.
Pakket som sardiner
Nålen i høstakken er fire voksne mennesker, der ligger pakket som sardiner i en dåse, tre
kvinder og en mand. Én ad gangen bliver de på stive og vaklende ben hjulpet ud af det
trange bagagerum. Jeg kan i første omgang ikke tro mine øjne. Så mange mennesker kan da
ikke klemme sig sammen på så lidt plads. Den sidste, som de mørkeblåt uniformerede
grænsebetjente gør sig klar til at hale ud, er en mand i rød skjorte, blå jeans og hvide
strømper. Jeg ser ham ligge sammenkrøbet og fastklemt op ad indersiden og misse mod
lyset. Først da begynder jeg at fatte, hvad jeg har set.
Endnu længere tid tager det mig at fatte, hvor dagligdags alt dette forekommer. Det er som
om, alle har været igennem rutinen før. Som om det er helt naturligt for fire personer at
presse sig ned i et steghedt bagagerum for at forsøge at komme ind i Amerika, og for politiet
ved grænseovergangene i San Ysidro at række dem en hjælpende hånd og sige et par
trøstende ord på spansk til dem, der var så uheldige at blive opdaget.
De fire sætter sig på en lav stenkant ved siden af bilen, genvinder pusten, føler efter på
fødderne, udveksler et par hurtige blikke, hvorefter de stille og roligt eskorteres væk for at
blive registreret, forhørt og irettesat.
Frivillig udrejse
Den mest almindelige sanktion er et tilbud. Hvis den eneste forbrydelse er at have forsøgt at
krydse grænsen til Amerika ulovligt, får gerningspersonen tilbudt en såkaldt frivillig udrejse,
voluntary departure. Det er med andre ord et tilbud om at tage turen tilbage frem for turen
gennem retsvæsenet.
Frivillig udrejse kan også blive tilbudt til personer, der har tilbragt det meste af deres liv i
Amerika, skabt sig en tilværelse og født deres børn der, men i forbindelse med en mindre
trafikforseelse eller tilsvarende lovovertrædelse på bagatelgrænsen har mistet deres
opholdstilladelse. Frivillig udrejse kan også tilbydes dem, som bliver pågrebet uden
opholdstilladelse ved nogle af de dramatiske razziaer mod arbejdspladser og boligområder,
som gennemføres af specialstyrkerne fra det forbundsstatslige agentur for immigrations- og
toldkontrol, Immigrations and og Customs Enforcement (ICE).
På politistationen ved San Ysidro kører to hvide busser med hvidmalede vinduer ind for at
tømme denne formiddags dystre og tyste last af frivilligt udrejsende. Den første bus kommer
fra lufthavnen i San Diego og indeholder mennesker, som ICE har pågrebet over hele det
vestlige USA. Den får vi ikke lov at filme.
Den anden bus indeholder mennesker, som er blevet taget på eller ved grænsen af
grænsepolitiet (som ikke er underlagt ICE, men CBP, Customs and Border Protection, som
dog begge for nemheds skyld sorterer under DHS), og forlader Amerika som de kom: med
løst hængende tøj på kroppen, sportssko på fødderne og plasticposer i hånden. Én for én
bliver de krydset af på en liste. Og én for én forsvinder de ud gennem porten i det høje
trådnethegn og ind i Mexico.
Grænsen fra San Diego i Californien ved Stillehavet til Brownsville i Texas ved Den
Mexicanske Golf er 3.200 km lang og helt umulig at kontrollere i sin helhed, endsige lukke
af med en mur eller et hegn.
De fleste mennesker, der kommer ulovligt ind i USA, gør det ved grænseovergangene, som
ikke kan lukkes effektivt af uden at man kvæler den legitime strøm af mennesker og varer.
En mur eller et hegn kan nok vanskeliggøre og forsinke, men ikke forhindre.
Jagten på drømmen
På dette tætbefolkede, stærkt kontrollerede og i hovedsagen indhegnede afsnit af grænsen
afløser begivenhederne hinanden. Blot et par hundrede meter vest for San Ysidros
grænsestation springer fire unge over hegnet og løber væk i retning af den amerikanske
drøms nærmeste manifestation, Plaza Las Americas, et overdådigt butikscenter, som af en
eller anden grund er blevet opført bogstaveligt talt et stenkast fra Tijuana. Tre af dem bliver
straks pågrebet af tililende patruljebetjente, men den fjerde gemmer sig med held
i shoppingmylderet.
Få kilometer længere mod vest i retning af havet stryger grænsen tæt forbi den højt
beliggende bydel Colonia Libertad på den mexicanske side, og vor ledsager fra
grænsepolitiet, Julius Alatorre, gør os opmærksom på alle de diskrete tegn på
rekognoscerings- og signalaktivitet fra hustagene, som lader skinne igennem, at smugleri
over grænsen er en væsentlig beskæftigelse i denne del af byen.
Kort før havets kyst gennembryder statsgrænsen et område med høje klipper og stejle
kløfter. Stedet her er kendt som Smuggler‘s Gulch, Smuglernes Slugt, og det er let at
se hvorfor.
Og her er det også let at forstå, hvorfor den amerikanske regering i 2006 besluttede sig for at
forsegle grænsen med en meterhøj, flere meter lang og på visse steder dobbelt fysisk
barriere. The Security Fence Act var en beslutning af bibelske dimensioner, eller i hvert fald
en beslutning, som indebærer, at man kan ―sænke bjerge og hæve dale‖ (Esajas 40:4).
Guds skaberværk
På Smuggler‘s Gulch ser vi, at bulldozere og vejfræsere er kørt frem for at afvikle Guds
skaberværk, høvle bjergtoppe af, udfylde slugter med 1,5 millioner kubikmeter af grus og
sten. Tallet siger mig ikke så meget, men slugterne i Smuggler‘s Gulch er overvældende, og
at forestille sig dem udfyldt er vanskeligt. Svimlende ser også omkostningerne ud til at blive
- 300 millioner kr. for en enkelt udjævnet grænsekilometer med tredobbelt hegn. Men heller
ikke dette tal siger mig så meget.
Hele det forbundsstatslige mur- og hegnprojekt er så langt, så uklart i sin rækkevidde, så
usikkert i sine omkostninger, så uforudsigeligt i sine konsekvenser, og så bogstavelig talt
grænseløst i sine prætentioner og forventninger, at det er svært at vide, hvad der er myte, og
hvad der er virkelighed.
Inden udgangen af i år, dvs. i Bush-regeringens sidste dage, siges projektet med 700 km
hegn, barrierer, patruljeveje og pigtrådsspærringer at skulle være afsluttet, men at dømme
efter, hvad vi har set her, er det svært at tro på, at den tidsplan kan holde.
Og endnu sværere er det at se nogen rimelig proportion mellem denne storstilede satsning og
dens tvetydige konsekvenser. Ulovlige grænseoverløb er helt sikkert blevet vanskeligere,
farligere og dyrere (og mere afhængige af Coyotes, menneskesmuglere, som tager sig dyrt
betalt) og dermed er der måske blevet færre af dem. Men det betyder ikke nødvendigvis, at
tilstrømningen af illegale indvandrere er faldet - kun at de, som har haft held til at trænge
ind, ikke længere risikerer at vove sig ud igen for at besøge venner og familie, som det
tidligere var tilfældet.
Fortsætter på næste side
―Den ultimative konsekvens af at lukke grænsen er, at den papirløse befolkningsgruppe i
USA er stigende og bliver gjort permanent,‖ noterer sociologiprofessor på Princeton,
Douglas S. Massey, i en undersøgelse.
Ingen ved hvor mange illegale indvandrere, der er i Amerika i dag. Gætterier varierer
mellem syv og tyve millioner, men undersøgelser viser samstemmende, at de er blevet flere i
årenes løb. Lige så entydigt viser undersøgelser, at flere amerikanere opfatter dem som en
byrde for skatteyderne (de belaster skoler og sundhedsvæsen), en trussel mod økonomien (de
tager job og boliger) og en fare for nationen (underminerer tradition og samhørighed).
Det sidste er det sværeste at sætte fingeren på, da det dækker alt fra frygten for terror til frygt
for de fremmede, eller i det mindste frygten for, at fremmede sprog, kulturer og værdier skal
slå rod, splitte nationen og dermed gøre det af med det Amerika, der eksisterer i dag. Ofte
glider argumenterne over i hinanden. Et argument mod ukontrolleret tilstrømning af
indvandrere kan i næste øjeblik forvandle sig til et argument mod den spansksprogede
kulturs uforenelighed med (anglo)-amerikanske traditioner.
Mellem kravene om øget kontrol med hvem der får lov at komme ind i USA og kravene om
større kontrol med, hvad der skal definere amerikansk identitet, er der en tynd skillelinje.
Åbent fremmedfjendske synspunkter er lige så lidt stuerene i USA som i det meste af i
Europa, men bag de stadig hyppigere opinionsstorme mod ‗illegale fremmede‘, illegal aliens,
eller mod andre eksterne trusler mod den amerikanske nation, virkelige eller uvirkelige,
fornemmer jeg frustrationer og frygt, som ikke bare har med ubevogtede ydre grænser at
gøre, men også med ubevogtede indre.
Det gælder f.eks. for grænsen mellem flertal og mindretal i Amerika, eller mellem mindretal
og minoriteter, eller om man vil, mellem ét Amerika - hvidt, veletableret og veldefineret - og
et andet Amerika - kulørt, foranderligt og fremmed.
Når man kører op gennem det sydlige Californiens støt voksende byer og villaområder, er
det vanskeligt at forestille sig, at denne del af Amerika så sent som i 1960 næsten
udelukkende var befolket af hvide mennesker med engelsksproget baggrund, og at Los
Angeles stadig var den storby i Amerika, som havde højeste andel af WASP‘s (White AngloSaxon Protestant).
Hvor vi end færdes i dag, vidner skilte på spansk og spanske stemmer om, at det er en fordel
selv at kunne spansk. Borgmesteren i Los Angeles hedder Antonio Villaraigosa, er søn af
fattige immigranter fra Mexico og blev valgt for tre år siden med 60 procent af stemmerne.
Og vicepolitichefen, Sergio Diaz, blev født i Havana, Cuba. Vi møder ham ud for den fra
film så berømte politiskole og hører ham forklare, hvorfor politiet i Los Angeles, LAPD,
hellere vil koncentrere sig om at jagte mistænkte kriminelle frem for at jagte illegale
indvandrere, ja hvorfor LAPD siden 1979 har haft en politik om ikke unødigt at undersøge,
hvordan mennesker er kommet hertil, og hvorfor. Og hvorfor dette princip er helt nødvendigt
i en by som Los Angeles, hvor næsten halvdelen af indbyggerne, 47 procent, er af latinamerikansk oprindelse, over en tredjedel, 36 procent, blev født i udlandet, og over halvdelen
af alle husstande, 54 procent, taler et andet sprog end engelsk (tallene er fra 2006 og
refererer til Los Angeles County, dvs. storregionen i Los Angeles med i alt 10 millioner
indbyggere). Der er mange mennesker, der har grund til at holde sig på afstand af
immigrationsmyndighedernes søgelys og endnu flere, der har interesse i, at det skal
lykkes dem.
―Hvis folk her i byen begyndte at opfatte os som agenter for la migra, var der ingen, som
ville samarbejde med os længere - så ville der opstå en kløft af mistillid mellem politi og
samfund,‖ siger Sergio Diaz.
Problemet i Los Angeles er den voksende mistillids-kløft, der allerede er opstået - mellem
den ene befolkningsgruppe og den anden. Angsten for de spansksprogedes magtovertagelse
af ikke blot Los Angeles, men hele Californien, bliver åbent udtrykt og er politisk
organiseret. Nogle taler sågar om la Reconquista, generobringen af de dele af USA, som
indtil 1848 tilhørte Mexico (herunder Californien). Bag kravene om, at politiet i Los Angeles
skal begynde at jage illegale indvandrere, skjuler sig den ene befolkningsgruppes frygt for
den anden. Kravets politiske base er de mennesker, som for 40 år siden tilhørte Californiens
helt overvældende og tilsyneladende urokkelige flertal af ‗ikke-spansksprogede hvide‘ (83
procent), men som i dag tilhører en hastigt svindende minoritet, i Los Angeles County 29
procent, i Californien 43 procent. Fra i 1930‘erne at have været Californiens indvandrere er
de i dag blevet til statens udvandrere.
―Den mexicanske indvandring er en enestående, foruroligende og presserende udfordring for
vor kulturelle integritet, vor nationale identitet og i sidste ende vor fremtid som et land,‖
hævdede for et par år siden Harvard-professoren Samuel Huntington i en bog med titlen
Who Are We? For denne og for lignende påstande fik han en hård og velunderbygget kritik.
Huntington blev med en vis rimelighed betegnet som kulturel nationalist, og hans tese fik
derfor langt fra samme gennemslagskraft i medierne som hans tidligere teori om
civilisationernes sammenstød.
Dermed være ikke sagt, at det spørgsmål Huntington stiller, ikke har politisk relevans eller
eksplosiv kraft. Og ej heller, at den radikale forandring i USA‘s befolkningssammensætning,
som Huntington opfatter som truende, er reel nok. Og som det forholder sig med Los
Angeles og Californien, forholder det sig i stigende grad også med det øvrige USA. Aldrig
før er så mange indvandrere, lovlige som ulovlige, på så kort tid trådt ind på det amerikanske
arbejdsmarked. Mellem 2002 og 2004 tegnede de sig for 60 procent af arbejdsstyrkens vækst
og udgjorde hovedparten af de mennesker, som var beskæftiget i usikre og lavtlønnede jobs
inden for landbrug og i servicesektoren. I mellem-tiden er kløften mellem rig og fattig vokset
hurtigt, mens den sociale mobilitet risikerer at falde yderligere.
Den voksende kløft er i hvert fald delvis et resultat af en skattepolitik, der tilgodeså de
rigeste, og den faldende sociale bevægelighed i det mindste delvis et resultat af en
arbejdsmarkedspolitik, som var til skade for de fattigste. Men det er samtidig uomtvisteligt,
at den delvist ukontrollerede tilstrømning af fattige og lavtuddannede indvandrere fra
Mexico har øget udbuddet af mennesker, der er parat til at tage usselt betalte job på usle
vilkår, og således har bidraget til at forværre betingelserne for alle, som konkurrerer om job i
dette segment af arbejdsmarkedet - og de er langtfra alle nyindvandrede eller spansktalende.
Det er på den baggrund måske ikke så sært, at der findes amerikanere, som sætter deres lid
til en solid mur mod Mexico, eller rettere sagt til enhver barriere imod omverdenen, som kan
beskytte og bevare ikke kun ‗deres‘ job, men også ‗deres‘ Amerika. Færre og færre mener, at
indvandring styrker Amerika. Og flere og flere, at den truer ―traditionelle amerikanske
skikke og værdier‖ (PEW Hispanic Center, 2006).
Åbent og stolt definerer Amerika sig selv som en nation af indvandrere. De fleste
amerikanere nedstammer jo fra indvandrere, de fleste amerikanere opfatter indvandring som
en del af den amerikanske drøm. Men samtidig har indvandring og indvandrere fra tid til
anden affødt amerikanske modreaktioner og ført til begrænsninger i USA, imod alt for mange
indvandrere, imod den forkerte slags indvandrere, imod indvandrere, som splitter nationen
frem for at opbygge den.
Sådan en periode befinder vi os i nu.
Lige nord for San Ysidros grænsestation, i nærheden af motorvejen til San Diego, står der et
trafikskilt med sorte silhuetter mod gul baggrund. Silhuetterne forestiller tre springende
personer, en far, en mor og et barn, og skiltet advarer mod indvandrere, der krydser vejen.
Igennem nogle årtier blev hundredvis af mennesker dræbt eller såret, når de sammen med
deres børn og bylter forsøgte at redde sig over den ottesporede motorvejs ubrudt tætte og
hurtige trafik. I dag har nyopførte mure og flere meter høje hegn tvunget silhuetterne til at
søge andre veje ind i Amerika, og skiltet er formentlig kun efterladt som en påmindelse om,
hvordan det engang var.
Det er et grafisk stærkt skilt, på en gang dagligdags og uvirkeligt, som minder om, hvad der
stadig er forfærdende virkelighed. Det minder om, at de tæt sammenpakkede mennesker i et
opvarmet bagagerum i San Ysidro, om de trodsigt beslutsomme mødre på et herberg ud for
Tijuana, om den triste leverance af ‗frivillige udrejsende‘ i en hvid bus med overmalede
vinduer fra ICE, om det menneskelige pres på en grænse, som uanset mure og hegn fortsat i
højere grad vil tiltrække end afskrække.
Og faktisk minder den os også om de overfyldte småbåde ud for Europas kyster (sådanne
fartøjer ses nu også ud for Californien), de tungt menneskelastede containere i Europas
havne, de voksende mure og hegn langs EU‘s ydre grænser. Det samme menneskelige pres,
de samme menneskelige dramaer, den samme provokerende og tiltrækkende nærhed mellem
en rig verden og en fattig.
Og indtil videre er vores svar den samme politik (eller mangel på politik): højere mure
udadtil og hårdere stramninger indadtil.
Efter en måneds rejse gennem et kulturelt og etnisk i stigende grad kalejdoskopisk
Californien fremstår dette i stadig højere grad som et forældet svar på et nyt spørgsmål.
Californien er den stat i USA, som har den største økonomi (den er verdens niendestørste) og
den mest globaliserede. Det er også delstaten med den største og mest etnisk blandede
befolkning, de fleste indvandrere, lovlige som ulovlige, de dybeste skel mellem rige og
fattige, den bredeste kløft mellem offentlige forpligtelser og de offentlige finanser, de
vanskeligste udfordringer for gamle politiske institutioner og magtstrukturer.
Det nye spørgsmål for Californien som delstat og i sidste ende for Amerika som nation og i
allerhøjeste grad også for Europas nationalstater er, hvilke nye institutioner og strukturer, der
bliver nødvendige for at etablere et samfund uden mure i en økonomi uden mure.
Muren mod Mexico er et tegn på, at USA‘s fiasko i denne henseende nærmer sig Europas.
Anexo 43: Programa Paisano – Misión, Visión, Objetivo
MISIÓN
Lograr que todas las acciones de las dependencias, entidades e instituciones, que integran
Paisano, se concreten en instrumentos orientados a garantizar a los connacionales que su
ingreso, tránsito y salida del país, sea con absoluta garantía de sus derechos, la seguridad en
sus bienes y personas y el pleno conocimiento de sus obligaciones.
Para cumplir con lo anterior, es necesario estimular en los servidores públicos el respeto,
atención y trato digno hacia los paisanos. Fortaleciendo así, su confianza en el gobierno de
México.
VISIÓN
Consolidar a Paisano como un sistema integral de información actualizado, eficiente y
oportuno para los connacionales.
Fortalecer la cultura de servicio del personal de las dependencias, entidades e instituciones
que integran Paisano, erradicando prácticas de corrupción y maltrato.
OBJETIVO
Asegurar un trato digno y apegado a la ley, para los mexicanos que ingresan, transitan o
salen de nuestro país, a través de las siguientes acciones:

Informar y difundir el cumplimiento de obligaciones y derechos.

Proteger su integridad física y patrimonial.

Sensibilizar y capacitar a servidores públicos y sociedad civil.

Atender y dar seguimiento a quejas y denuncias.

Paisano es permanente, opera bajo la figura de Comisión Intersecretarial, cuenta con
un Comité Técnico, una Coordinación Nacional, tres representaciones en Estados
Unidos y 29 Comités estatales a nivel nacional.
Anexo 44: Día Internacional del Migrante
El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General, teniendo en cuenta que existe un importante
número de inmigrantes en el mundo, y que ese número continúa incrementándose, proclamó
el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93). En ese día, en 1990, la Asamblea había
adoptado la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y de sus familiares (resolución 45/158).
Los Estados Miembros de la ONU, así como organizaciones intergubernamentales y
organizaciones no-gubernamentales, están invitados a observar el Día Internacional del
Migrante a través de difusión de información sobre los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los migrantes, el intercambio de experiencias y la formulación de medidas
para protegerlos.
Anexo 45: Narkokrigen sår splid mellem USA og Mexico
Beskyldningerne fyger over grænsen mellem de to store naboer: USA's efterretningsvæsen
hævder, at de mexicanske myndigheder har mistet kontrollen med landet. Og Mexicos
præsident er rasende på USA over landets mangelfulde kontrol med egne markeder for
våben og kokain
Tegucigalpa, Honduras - End ikke Hitchcock kunne have skabt et mere makabert billede.
Ganske få timer inden Mexicos præsident, Felipe Calderón, tirsdag i denne uge skulle
ankomme til Guadalajara, fandt politiet på hovedvejen til Mexicos næststørste og ellers
relativt fredelige by endnu en besked rettet direkte til myndighederne.
I fem kølebeholdere placeret under et figentræ ved hovedvejen lå fem afhuggede
menneskehoveder og to håndskrevne noter, der blandt andet lød: ―Som med disse, gør vi det
af med alle. Vi kommer efter jer‖.
Den slags trækker ikke længere de store overskrifter i Mexico. Narkokrigen, der i årets første
måneder allerede har kostet 1.300 personer livet, er blevet hverdag. Mexicos præsident,
Felipe Calderón, har nu indsat 40.000 soldater i kampen mod narkokartellerne - til
sammenligning har NATO samlet 70.000 soldater i Afghanistan.
Hvad der derimod skaber overskrifter, er de seneste angreb fra USA, hvor ledende skikkelser
i det amerikanske efterretningsvæsen advarer om, at den mexicanske narkokrig kan få
alvorlige følger for USA‘s nationale sikkerhed. Det har fået præsident Felipe Calderón til at
fare i flint:
―Vi forsøger her at bekæmpe et problem, der har sin rod på den anden side af grænsen. USA
udgør verdens største marked for kokainhandel, og det har myndighederne aldrig formået at
gøre noget ved. Det samme gælder våbenindustrien, der tilsvarende er verdens største, og
som forsyner narkokartellerne. Det er vores problem,‖ lyder den skarpe kommentar fra
præsident Calderón.
Det anslås fra både nordamerikansk og mexicansk side, at 90 procent af den kokain, der
konsumeres i USA, passerer igennem Mexico.
Narkobaron på Forbes
Præsident Felipe Calderón er ikke kun rasende over, at USA i en nylig militær
efterretningsrapport sammenligner Mexico med Pakistan og anfører begge lande som mulige
‗fejlslagne stater‘, eller over, at direktøren for USA‘s nationale efterretningsvæsen, Dennis
Blair, mener, at Mexico‘s regering ―har mistet kontrollen over eget territorium‖.
Calderón er også ganske stødt over, at magasinet Forbes på sin årlige liste over verdens 750
rigeste personer har valgt at inkludere Joaquín ‗el Chapo‘ Gúzman - én af Mexicos mest
eftersøgte narkobaroner og - ifølge Forbes - også indehaver af en personlig formue på
omkring én mia. dollar.
―At forherlige de kriminelle er noget, som vi i Mexico betragter som en forbrydelse,‖ siger
Calderón, der samtidig sender følgende meddelelse over grænsen:
―Sig mig, hvor det er (at regeringen har tabt kontrollen, red.) og jeg skal tage jer derhen. Det
eneste, jeg beder jer om, er, at I ikke kommer her for at holde ferie, som det lader til at visse
analytikere har gjort.‖
For at forstå omfanget af narkokriminaliteten har den nordamerikanske regerings kontor for
narkobekæmpelse sat tal på fænomenet. Det anslås, at der i Mexico er omkring 450.000
personer beskæftiget med transport, dyrkning og salg af narkotika. I grænsebyen Tijuana, der
er Mexicos hurtigst voksende by med godt tre mio. indbyggere, anslår de mexicanske
myndigheder, at der er omkring 3.000 kokainhandlere på gaden og mellem 15-20.000
tienditas - små butikker - som de faste kokainpushere kaldes. De skønnes at give arbejde og
indkomst til omkrig 70.000 personer.
Og det samlede beløb, der handles og transporteres narkotika for, er på minimum 25 mia.
dollar i Mexico alene. Til sammenligning omsætter Mexicos enorme turistindustri for knap
12 mia. dollar om året.
Men det er alene det, man slås om på den mexicanske side af grænsen. Hvad med den anden
side? spørger mange mexicanske politikere - heriblandt præsidenten.
―Hvordan forklarer man et så stort narkomarked - det største i verden - uden at det involverer
korruption blandt visse af USA‘s myndigheder? Det, der mangler, er en ordentlig omgang
oprydning på den anden side af grænsen.‖
Og præsident Calderón har da også en pointe. For når økonomien er så overvældende på den
mexicanske side af grænsen, hvor stor er den så i USA, hvor kokain på gadeplan koster tre
gange så meget som i Mexico?
Legaliser narkoen
Det mexicanske socialistparti, PRD, har længe talt varmt for, at Mexico burde legalisere
narkotika og dermed blive nationens største problem kvit. Og som noget nyt vækker den
slags forslag ikke længere forargelse. Senest har Mexicos tidligere præsident Ernesto Zedillo
tilsluttet sig koret af politikere, der seriøst mener, at en delvis legalisering af narkotika er en
farbar vej ud af problemet med organiseret kriminalitet.
Lignende kommentarer lyder nu fra den anden side af grænsen, hvor flere ledende
tænketanke som Brookings Institution og det partiuafhængige Business Executives for
National Security lufter ideen om, at når Mexico forsøger at bremse udbuddet, så skylder
USA at gøre noget ved efterspørgslen:
―For en meget høj pris i blod og penge forsøger Mexico at leve op til sit ansvar ved at
bekrige udbuddet. Men det nytter ingenting, før USA gør sin del af arbejdet og bekriger
efterspørgslen. Og det vil givetvis betyde en gradvis legalisering af visse narkotika som
cannabis,‖ lyder råddet fra Andrés Rozental, senioranalytiker ved Brookings Institution og
tidligere mexicansk ambassadør i Sverige og Storbritannien og FN.
Anexo 46: EL ALCALDE MICHAEL R. BLOOMBERG INAUGURA LA
SEMANA DE LA HISTORIA DE LOS INMIGRANTES CON UNA
CELEBRACIÓN EN GRACIE MANSION
Se les rindió tributo a cuatro destacados neoyorquinos
El alcalde Michael R. Bloomberg y el comisionado de la Oficina de Asuntos del Inmigrante
(MOIA, en inlgés) Guillermo Linares anunciaron hoy el comienzo de la Semana de la
Historia de los Inmigrantes, Año 2005 (Immigrant History Week 2005). La Semana de la
Historia de los Inmigrantes rinde tributo a las generaciones de inmigrantes cuya energía y
visión continúan a hacer de la Ciudad de Nueva York "El Segundo Hogar del Mundo". Este
año la Semana de la Historia de los Inmigrantes se celebra desde el 12 de abril hasta el 18,
donde se incluye el 12 de abril-el día en el 1907 en el que el mayor número de inmigrantes
pasaron por los trámites de entrada en Ellis Island. En la recepción, el alcalde Bloomberg
homenajeó a cuatro personas destacadas por el compromiso de las mismas de mejorar las
condiciones de los inmigrantes neoyorquinos. Al Alcalde se unieron la vicealcaldesa Carol
Robles-Román y la directora del Grupo de Asuntos Comunitarios del The New York Times
Diane McNulty. Líderes cívicos, religiosos y empresariales de la gama de las comunidades
inmigrantes también se unieron para celebrar las festividades.
"Desde los primeros pobladores holandeses, cada comunidad de inmigrantes ha dejado su
impronta en Nueva York", dijo el alcalde Bloomberg. "Es imposible imaginar a Nueva York
sin los inmigrantes que siempre han estado en el centro de nuestros vecindarios e industrias y
que continúan haciendo de Nueva York una encrucijada mundial. Todos estamos
agradecidos por las enormes contribuciones que los inmigrantes han hecho-y que continúan
haciendo todos los días-a nuestra Ciudad, y es un placer rendirles tributo a estas cuatro
personas extraordinarias".
"Si la Ciudad de Nueva York es la capital de mundo, es debido a la fortaleza y
contribuciones continuas de sus inmigrantes", dijo el comisionado Linares. "La historia de
los inmigrantes en esta Ciudad es una de lucha, éxito y sobre todo, inspiración. Me siento
privilegiado de trabajar con nuestros neoyorquinos más recientes".
"Los inmigrantes neoyorquinos están inextricablemente vinculados con el pasado, presente y
futuro de nuestra Ciudad", dijo Diane McNulty. "The New York Times se regocija en
desempeñar una función en registrar y rendirles honor a las contribuciones de los
inmigrantes aquí".
Una serie de acontecimientos por toda la ciudad explorarán las trayectorias de grupos de
inmigrantes y destacarán una variedad de tradiciones. Estos actos incluyen el coloquio de un
jurado en el Museo de la Ciudad de Nueva York (Museum of the City of New York) sobre
las perspectivas judías y dominicanas en el sector de Washington Heights; un festival de
películas de la India; y presentaciones de música y teatro griegos.
Anexo 47: New York mayor Michael Bloomberg shows real leadership on
immigration
Here's to New York City Mayor Michael Bloomberg for using the occasion of his recent
inaugural address to make a definitive pledge of leadership on the pressing issue of federal
immigration reform.
Managing to address the issue even within a brief speech, Bloomberg pledged:
With leaders from across the country, we will assemble a bipartisan coalition to support
President Obama's call for comprehensive immigration reform that honors our history,
upholds our values, and promotes our economy.
Bloomberg has also said:
New York's immigrant communities have driven America's economic engine for
generations.
The independent-minded mayor understands that immigration reform will enhance national
security and strengthen New York‘s economy, and as the leader of the nation‘s financial
capital (and home to thriving and diverse communities of immigrants), he knows that letting
the broken immigration system fester is not an option.
Furthermore, Bloomberg understands that inaction by Congress on this issue only serves to
make a bad situation worse for state and local officials throughout the nation.
Representatives in Washington would be wise to listen up to those on the frontlines, who
have to deal with the effects of a broken system day in and out. Most of all, they should
listen to voters who are sick of cynical politics as usual.
America's Voice Executive Director Frank Sharry applauded Bloomberg's speech, saying:
Immigration reform would remove these immigrants from the economic margins of society
and make them legal members of the mainstream economy. Additionally, an improved
immigration system would also act as a disincentive for unscrupulous employers to hire
illegal workers over legal workers for jobs with lower wages and unfair working conditions.
It would improve labor standards and earnings for all employees – immigrants and U.S.-born
alike. It would also allow state and federal authorities to better track who is entering and
leaving the country and ensure that immigrant workers and the companies that employ them
are paying their full and fair share of taxes.
Unless Congress steps up and acts now, the problem of illegal immigration will only get
worse – for anxious American workers, frustrated taxpayers, fair-minded employers,
frustrated local communities and hard-working immigrant families.
Anexo 48: The Economics and Policy of Illegal Immigration in the United
States
Policymakers across the political spectrum share a belief that high levels of illegal
immigration are an indictment of the current immigration policy regime. An estimated 12
million unauthorized immigrants live in the United States, and the past decade saw an
average of 500,000 illegal entrants per year. Until recently, the presence of unauthorized
immigrants was unofficially tolerated. But since 2001, policymakers have poured huge
resources into securing US borders, ports, and airports; and since 2006, a growing range of
policies has targeted unauthorized immigrants within the country and their employers.
Notwithstanding these efforts, no agreement has materialized on a system to replace the
status quo and, in particular, to divert illegal flows to legal ones. Policy inaction is a result
not
only of a partisan divide in Washington, but also of the underlying economic reality that
despite its faults, illegal immigration has been hugely beneficial to many US employers,
often
providing benefits that the current legal immigration system does not.
Unauthorized immigrants provide a ready source of manpower in agriculture, construction,
food processing, building cleaning and maintenance, and other low-end jobs, at a time when
the share of low-skilled native-born individuals in the US labor force has fallen dramatically.
Not only do unauthorized immigrants provide an important source of low-skilled labor, they
also respond to market conditions in ways that legal immigration presently cannot, making
them particularly appealing to US employers. Illegal inflows broadly track economic
performance, rising during periods of expansion and stalling during downturns (including
the present one). By contrast, legal flows for low-skilled workers are both very small and
relatively unresponsive to economic conditions. Green cards are almost entirely unavailable
to low-skilled workers; while the two main low-skilled temporary visa programs (H-2A and
H-2B) vary little over the economic cycle and in any case represent scarcely 1 percent of the
current unauthorized population, making them an inconsequential component of domestic
low-skilled employment.
Despite all this, illegal immigration‘s overall impact on the US economy is small. Lowskilled
native workers who compete with unauthorized immigrants are the clearest losers. US
employers, on the other hand, gain from lower labor costs and the ability to use their land,
capital, and technology more productively. The stakes are highest for the unauthorized
immigrants themselves, who see very substantial income gains after migrating. If we exclude
these immigrants from the calculus, however (as domestic policymakers are naturally
inclined
to do), the small net gain that remains after subtracting US workers‘ losses from US
employers‘ gains is tiny. And if we account for the small fiscal burden that unauthorized
immigrants impose, the overall economic benefit is close enough to zero to be essentially a
wash.
Where does this leave policymakers? Any new reform effort will have to take a stand on
preventing versus facilitating inflows of low-skilled foreign labor. Legislation is expected to
embrace aspects of two different strategies: enforcement strategies designed to prevent
illegal immigration, and accommodation strategies designed to divert illegal flows through
legal channels using legalization and expanded legal options for future prospective migrants.
2
Since US spending on enforcement activities is already very high, sizeable increases in
enforcement resources could easily cost far more than the tax savings they generated from
reduced illegal presence in the United States. Because the net impact of illegal immigration
on the US economy does not appear to be very large, one would be hard pressed to justify a
substantial increase in spending on border and interior enforcement, at least in terms of its
aggregate economic return.
A more constructive immigration policy would aim to generate maximum productivity gains
to the US economy while limiting the fiscal cost and keeping enforcement spending
contained. Effectively, this means converting existing inflows of illegal immigrants into
legal
flows. It does not have to mean increasing the total number of low-skilled foreign workers in
the labor force. Policies designed to achieve this would:
• provide sufficient legal channels of entry to low-skilled workers by expanding legal
options for immigration while maintaining reasonable enforcement of immigration
laws;
• allow inflows to fluctuate with the economy;
• create incentives for both employers and immigrants to play by the rules by ensuring
meaningful enforcement at US worksites and rewarding workers for their compliance
by giving them the chance to seek legal permanent residence; and
• mitigate the fiscal impact of low-skilled immigration by charging a fee for legal entry or
taxing employers.
Anexo 49: Immigration
Progress


The President signed the Children‘s Health Insurance Program Reauthorization Act,
which provides quality health care to 11 million kids – 4 million who were
previously uninsured -- and removes barriers preventing legal immigrant children
from being covered.
The American Recovery and Reinvestment Act provides over $400 million in funds
to strengthen security and infrastructure for ports of entry on the Southwest border.
Guiding Principles
President Obama believes that our broken immigration system can only be fixed by putting
politics aside and offering a complete solution that secures our border, enforces our laws,
and reaffirms our heritage as a nation of immigrants. He believes our immigration policy
should be driven by our best judgment of what is in the economic interest of the United
States and what is in the best interest of the American worker. President Obama recognizes
that an orderly, controlled border and an immigration system designed to meet our economic
needs are important pillars of a healthy and robust economy.
Strengthen Border Control
President Obama will protect the integrity of our borders by investing in additional
personnel, infrastructure, and technology on the border and at our ports of entry.
Improve Our Immigration System
President Obama will fix the dysfunctional immigration bureaucracy and enable legal
immigration so that families can stay together.
Remove Incentives to Enter Illegally
President Obama will remove incentives to enter the country illegally by preventing
employers from hiring undocumented workers and enforcing the law.
Bring People Out of the Shadows
President Obama supports a system that allows undocumented immigrants who are in good
standing to pay a fine, learn English, and go to the back of the line for the opportunity to
become citizens.
Work with Mexico
President Obama will promote economic development in Mexico to decrease the economic
desperation that leads to illegal immigration.

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