el pasillo - Colegio Mayor Loyola

Transcripción

EL PASILLO
BOLETÍN DEL CD. COLEGIO MAYOR LOYOLA DE GRANADA
Resumen de la actividad del segundo cuatrimestre académico del curso 2012-2013
Nuestra portada nos remite a los orígenes del rugby en el Colegio Mayor. Nuestro invitado en la sección
de veteranos es, en este número, José Barber, más conocido como “el Portu”. Hoy profesional dedicado
a la cirugía pediátrica, que tuvo a bien introducir, junto a otros compañeros, nuestro deporte.
Las fotografías dan testimonio de la precariedad de condiciones en las que dicha afición se desenvolvía.
Algo, no sabemos si mucho, hemos avanzado en cuanto la situación de instalaciones, material, etc.
Esta vez hemos invitado en la sección ‘HABLANDO DE …’ a nuestro compañero, Francisco Sánchez
Jiménez, “Kiko”, para que nos cuente su experiencia recorriendo el Camino Mozárabe de Santiago ¡a la
inversa! Sirva como muestra de la afición deportiva que algunos todavía profesamos. Y es que para la
mayoría de nosotros el rugby ha sido una experiencia corta aunque intensa, y nuestra vida, también la
deportiva, ha proseguido por otros derroteros. Tras los años de Colegio Mayor han sido muchas veces
las ocasiones en las que te has encontrado compartiendo afición deportiva, cultural, etc. con otros
excolegiales. A veces, esa afición e interés común incluso se inició en la etapa del Colegio Mayor.
El partido VIEJAS GLORIAS volvió a celebrarse por decimosexta vez, desde el año 1997. Hemos
conseguido reunirnos todos los años salvo el año 2005, pues en el curso 2005-2006 el evento lo
trasladamos desde noviembre a marzo. Por segundo año consecutivo y tercero en total, los actuales
colegiales nos volvieron a superar. Es una costumbre que corre el riesgo de perpetuarse si no se produce
un rejuvenecimiento y renovación de las huestes veteranas.
Han colaborado en este número: Manuel de Castro Nogales, Francisco Sánchez Jiménez, José Barber, Ismael Robles Godoy.
Boletín del Club Deportivo Colegio Mayor Loyola de Granada. Octubre de 2013
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HABLANDO DE……UNA AVENTURA EN BTT
Cuando llegué a marbella y crucé esa meta imaginaria que escenificaba el punto de encuentro con nuestras familias,
noté una sensación agridulce; los sentimientos encontrados que significaban la alegría de llegar al ansiado descanso
con el sinsabor de terminar esa maravillosa aventura que había implicado la ruta desde Villanueva del Carnero
(León) hasta Marbella en bicicleta de montaña. Culminábamos 940 kilómetros en 9 días, por caminos rurales o
carreteras secundarias. Días de esfuerzo, cansancio y dolores, pero también de anécdotas, risas y sobre todo, de
mucho compañerismo.
Cruzando la dehesa salmantina.
Partimos, mi amigo Nacho y yo, desde Villanueva del Carnero un sábado día 25 de mayo, uniéndonos a los que
habían salido de Santander solo tres días antes. El heterogéneo grupo de 9 ciclistas lo formábamos los meritados
Nacho y yo, tocando con los dedos ya la cuarentena, y el grupo de belgas compuesto por Jef y su hermano Hendrik
también de nuestra edad, su padre Eugene con 68 años, y sus tíos Johan con 54 y Herman, con la friolera de 76 años
y unos 300 kilómetros semanales de entrenamiento en sus piernas desde hace unos cincuenta años
ininterrumpidamente. En las últimas 2 etapas, desde Sevilla a Marbella, también se unió mi hermano Gonzalo.
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¡No hay arroyo que pare a un joven ciclista de 76 años!
Para quien tenga la tentación de releer lo escrito no hace falta que lo haga, he escrito 76 años y 300 kilómetros
semanales desde hace 50 años. El ejemplo de un compañero de esa edad pedaleando a tu lado con una sonrisa
perenne y sin signos de fatiga es difícilmente explicable. También lo es el orgullo que se siente cuando los belgas se
rendían en alabanzas hacia nuestro país, loando sus paisajes, su gastronomía o su gente.
Recorrimos gran parte de la vía de la plata que enlazaba antaño Sevilla con Astorga y que hoy día compone en parte
el Camino de Santiago Mozárabe. Lo hicimos, no obstante, de Norte a Sur, a la inversa, lo que dio pie a varias
anécdotas como el tener que interpretar al revés los mojones con las famosas indicaciones que a base de conchas
dirigen el camino o como aquellos peregrinos que alarmados nos gritaban “¡eh! ¡qué os habéis equivocado! ¡¡qué
vais al revés!!”
Equivocarnos desde luego lo hicimos en varias ocasiones, pero no en el sentido de la ruta, si no en aquella senda o
aquel cruce o esa otra vereda en la que interpretábamos mal el GPS. Aún cuando esos errores son intrínsecos a la
propia aventura, era difícil asumir la frustración al desandar lo que tan duramente habíamos recorrido, a veces
después de una hora en dirección incorrecta. Pero eso, como los pinchazos, las pequeñas hinchazones o rozaduras o
ampollas, son como digo parte de la aventura y sin ellas, quizá los nueve días no hubiesen sido más que insulsa
suma de kilómetros sin más interés que el de anotarlos en el haber del entrenamiento de cada uno.
El viaje lo planificamos y ejecutamos sin coche de apoyo ni ningún otro tipo de ayuda externa. Cargamos las alforjas
con todos los útiles de la bicicleta, además de la ropa, repuestos, botiquín y algo de comida. Los aproximadamente
10 kilos extra lastraban más de lo que imaginábamos y hacían que las subidas fuesen más empinadas de lo que su
nivel indicaba. Con ello, con la suma de kilómetros y sobre todo de días, van apareciendo achaques nuevos y los
detalles mas pequeños se vuelven trascendentales, como por ejemplo un dolor perenne en la parte superior de la
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rótula de ambas rodillas causado al parecer por llevar el sillín ligeramente adelantado, algo a buen seguro
insustancial en una marcha de un día pero grave en una ruta por etapas. Fundamental también es protegerte de las
quemaduras de sol y del rozamiento a base de buenas dosis de vaselina.
Estampa no tan extraña en la España rural.
Recuerdo como especialmente duras la subida a la Cruz de Santiago o la escalada corta pero asesina desde la
estación al pueblo de Olvera y la etapa de casi 140 kilómetros de Baños de Montemayor a Cáceres con unos
interminables últimos 40 de subida; también las etapas llanas en las que el viento te maltrata o alguna bajada, como
una notablemente suicida tras pasar por Calzada de Béjar. En cualquier caso el propio camino también se encarga
de ponerte trabas y nos vimos en la necesidad de cruzar algún que otro arroyo o incluso el río Esla bicicleta (y
alforjas) al hombro.
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El camino pone dificultades siempre salvables trabajando en equipo.
Me sería muy difícil destacar un lugar o un paisaje ya que la diversidad de nuestro país hace incomparable las
distintas, tan distintas entre sí, zonas geográficas. Me decanto quizá por la dehesa salmantina, en la que pedaleas
acompañado por la mirada de los toros bravos separados de ti por unos simples y a la vista endebles alambres;
también, no por ser conocida me resulta menos impresionante la bajada de Ronda a Marbella a través de la llamada
puerta verde pasando al lado del nacimiento del Río Verde y del Castaño Santo; o el imponente acueducto romano
a su paso por Mérida o el paso por el arco de Cáparra. Pero sobre todo me quedo con la extraña sensación que
implica saber que cada una de tus pedaladas te aparta de la salida y te acerca a la llegada; como cada mañana te
sientas sobre el sillín preguntándote cómo responderá tu cuerpo, oxidado al alba y como cada tarde te bajas de él
con la satisfacción de saber que sí has cumplido; como al llegar cada día y tras buscar albergue u hotel, miras hacía
atrás y piensas que hace unas ocho horas y unos cien kilómetros tu temeroso subconsciente dudaba si serías capaz
de hacer lo que has hecho y entonces brindando con una cerveza en mano y rodeado de tus compañeros de ruta,
ríes y bromeas y empiezas a planificar el próximo día y, más allá, el próximo viaje.
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El grupo en la Plaza Mayor de Salamanca, de izq a dcha: Kiko, Nacho, Hendrik Herman, Jef, Johan, Eugeen
Etapas.1.- Villanueva del Carnero (León)– Montamarta (Zamora) 123 km;
2.- Montamarta – Salamanca 89 km;
3.- Salamanca – Baños de Montemayor (Cáceres) 93 km;
4.- Baños de Montemayor – Cáceres 137 km;
5.- Cáceres – Almendralejo (Badajoz) 100 km;
6.- Almendralejo – Monesterio (Badajoz) 85 km;
7.- Monesterio – Sevilla 111 km;
8.- Sevilla – Olvera (Cádiz) 137 km;
9.- Olvera- Marbella 85 km.
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ACTIVIDADES DEPORTIVAS
RUGBY
Durante este tiempo hemos viajado a Motril y a Almería, hemos promovido con gran acierto el rugby
entre los colegiales de primer año (con 11 jugadores nuevos), hemos realizado un par de cenas de equipo, aparte de
los terceros tiempos, hemos iniciado una nueva tradición con el colegio mayor Loyola de Madrid (llamado
interloyola) en el que cada año disputaremos a ida y vuelta un partido de rugby XV, hemos ofertado un curso de
árbitro de la IRB a los jugadores (con 4 nuevos árbitros en el equipo), hemos aprendido grandes lecciones del rugby
y finalmente hemos podido continuar con la mejora del equipo otro año más pese a las dificultades en número de
colegiales.
Lista de los partidos del segundo cuatrimestre:
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Loyola 5 – 0 Gerencia (amistoso)
Loyola 17 – 20 Gerencia (liga provincial)
Loyola 19 – 17 Viejas Glorias
Loyola 31 – 12 Loyola de Madrid
Loyola 43 – 19 Dominicos (liga provincial)
Loyola 14 – 12 Bosones (liga provincial)
Loyola 24 – 19 Motril (liga provincial)
Loyola 0 – 21 Isabel (trofeo rector)
Loyola 26 – 5 Albaycín (trofeo rector)
Loyola 21 – 7 Dominicos (trofeo rector)
Loyola 45 – 0 Bartolos (trofeo rector)
Loyola 42 – 24 Gerencia (final de la liga provincial)
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Ismael Robles Godoy. Coordinador de rugby.
VIEJAS GLORIAS
La jornada del VIEJAS GLORIAS volvió a ser un éxito, a pesar del irregular tiempo, que la deslució sólo parcialmente.
Nos convocamos quince jugadores y otros más espectadores antiguos, algunos de ellos "provistos" de sus
respectivas familias. El resultado volvió a ser adverso a nuestros "intereses", pero, al fin y al cabo, eso es lo de
menos. El objetivo de rejuvenecer algo nuestros castigados cuerpos y mentes durante la jornada se vio cumplido
con creces. Un año más viejos, volvimos a escuchar las voces y los motes de siempre, las instrucciones de uno, las
palabras del capitán, el arriquitifó y otros cánticos. Incorporamos a algún hiperveterano como "Biafra", que se
atrevió durante unos minutos a vestirse de corto, ensayo incluido, antes de retirarse diciendo "vais muy fuertes".
Gracias por el cumplido, pero más fuerte se ve que es la juventud, que lleva algunos años subiéndosenos a las
barbas.
Eso sí, nos hemos propuesto rejuvenecer nuestro grupo mediante la incorporación o fichaje de nuevos integrantes,
uno de los cuales, ("Sin chan", espero haberlo escrito bien, pues esa serie no la ven mis hijos), sumó sus fuerzas a las
precarias nuestras. Realizaremos alguna acción con el Colegio Mayor para tal menester, pues pretendemos volver a
conquistar el VIEJAS GLORIAS en un futuro no muy lejano.
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EL RINCÓN DEL VETERANO: JOSÉ BARBER, “PORTU”.
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JOSÉ BARBER (El Portu)
1º. ¿De dónde provenías cuando ingresaste en el colegio?
De Lisboa, Portugal, el año 1975. Estudié todo el Bachiller en el Colegio de Jesuitas de Lisboa. A pesar de pacífica, la
transición política fue por la Revolución de los Claveles. La situación social inestable no era propicia para estudiar
una carrera. Sin saber donde estaba Granada, aterricé un día en nuestro Colegio Mayor.
2º. ¿Durante cuantos años estuviste en el Mayor?
Seis años. El último año me fui a un apartamento cerca de la plaza de San Miguel Bajo, en el Albaycín.
3º. ¿Qué estudiaste?
Estudié Medicina, luego me formé en Cirugía Pediátrica en el Hospital de San Juan de Dios de Barcelona con el
fundador de la especialidad, Prof. Dr. Isidro Claret.
4º. ¿A qué te dedicas actualmente?
Ejerzo la especialidad de Cirugía Pediátrica, mi pasión vocacional, desde hace 29 años. Es un acto sublime, el de
entregar a los padres su hijo curado. Trabajo en Lisboa y en Cascais (ciudad donde resido). Opero una media de 30 a
40 niños por mes.
5º. ¿Sabías algo del deporte antes de entrar en el CM?
En cuanto al Rugby, estaba muy divulgado, por la tradicional alianza que Portugal tiene con Inglaterra. Ponían
mucho Rugby en la Tele, todos sabíamos sus reglas, normalmente se practicaba en la época universitaria.
6º. ¿Cómo conociste el rugby?
En Portugal hay una larga tradición de este deporte. Al llegar a Granada me apunté al Granada Rugby Club, “el
Hipica”, equipo recién creado por Bruce (ex talonador de Inglaterra), y que trajo por temporadas a varios jugadores
del Reino Unido. Trasmitiéndonos una genuina mentalidad del Rugby. En la liga, además del Universitario de
Granada, jugaban otros equipos de Sevilla. ¡Cómo recuerdo los partidos de “Chapina”!
Cuando jugábamos en Casa, recibíamos a los forasteros en el bar de Bruce & Jenny, el “Sporting Tavern” de la calle
Elvira, para los épicos tercer tiempo.
7º. ¿En qué puesto jugabas?
Siempre jugué en la “melé”. En el Hípica jugaba de nº. 5, y en el Loyola de nº 8, como primer capitán de nuestro
equipo era un puesto de transición a la línea, que permitía orientar los inexpertos muchachos del equipo.
8º. ¿Cuál es tu mejor recuerdo?
Cuando se nos ocurrió formar el equipo a partir de cero. Nadie sabía o había oído hablar de Rugby, a no ser Joaquín
Alarcón “el Biafra”. Escogimos los más pesados para Pilar, los delgaditos y rápidos para la Línea… Muchos no eran
deportistas. Éramos los anti-héroes. Me acuerdo que bajaban al campo los demás colegiales, solo para reírse de las
palizas que nos daban. Perdíamos por 120 a cero. En la pizarra del Aula 2 dábamos la teoría y como “la letra con
sangre entra” en el campo los árbitros corregían todas las “burradas”.
Al tercer año el Hermano Martínez nos compró una equipación. La noche antes del partido recluté a unas niñas del
Chus-Mary, para coser los números y el escudo en las camisetas. Que los habíamos recortado previamente de un
trozo de Napa.
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9º. ¿Con qué jugadores de tu época coincidiste en el equipo que te marcaron?
Las sensaciones y momentos vividos con tantos compañeros del Mayor, tanto dentro como fuera del campo son
imborrables. Pero lo que mas me ha marcado es el espirito rugbista tan potente que ha perdurado hasta los días de
hoy. Mi generación se marchó y podría perfectamente haber desaparecido. Pero el entusiasmo de aquellos
primeros jugadores dejó huella, como he comprobado con la continuidad del equipo, así como la organización de
los Veteranos en “Las Viejas Glorias”, evento al que pienso acudir cada vez que pueda. ¡Es que hablamos del 33º
aniversario!
10º ¿Qué enseñanza crees que te aportó?
El Rugby, practicado actualmente en más de 120 países, cuya Copa del Mundo es el tercer evento deportivo del
Planeta. Es una escuela para la vida. Así como en el campo, sus lecciones valen igualmente para la posterior vida
Familiar, Professional y Social.
Publicó Andrew Wyns, 5 lecciones que pueden estar presentes en nuestra “manera de estar”:
1) Todo equipo necesita un Capitán.
2) El trabajo de equipo es Vital.
3) Firmeza es esencial.
4) Si te has caído, levántate y sigue en frente.
5) Comprométete con el juego por completo.
http://artofmanliness.com/2010/12/09/5-lessons-rugby-taught-me-about-fatherhood
En su día, edité en Facebook para nuestro grupo:
“YO JUGUÉ AL RUGBY............
Del Rugby aprendí una preciosa lección, útil para el resto de mi vida cotidiana.
Aprendí que 15 empujan más que 1, pero si 1 no empuja, los otros lo notaran.
Aprendí a callar, a bajar la cabeza con respeto, sin sentirme menos que nadie.
A ser honesto y a "vaciarme" para sentirme "completo".
A comprender que por el simple hecho de formar un círculo abrazando a tus compañeros y repitiendo la palabra
Humildad, humildad una y otra vez, ya has vencido, independientemente de que te quedes o no a Cero.
Aprendí que los "pasillos" son importantes, sobretodo cuando has ganado y debes valorar y recompensar el
esfuerzo del otro equipo.
YO JUGUÉ AL RUGBY, aprendí ,saber aceptar sin protestar; a trabajar para saber lo que cuesta saber ganar 1 metro
en silencio, y lo fácil que es perder 10 por no saber callar.
A respetar las decisiones con firmeza, a aceptar los errores de mis compañeros, que también son los míos y
sobretodo a levantarme 100 veces.
Este deporte de " chorizos" practicado por caballeros, me enseñó valiosas lecciones. Muchas incomprendidas a los
ojos de los que nunca lo han jugado. Al día siguiente, molido de dolores y lleno de cardenales, feliz y realizado por la
entrega, el compromiso y muchas otras cosas que mi Madre nunca entendió. Entre las cuales el valor de una áspera
camiseta de rayas hecha de valor y deber.
La importancia de un 3º tiempo, donde todo se resume a abrazos, compañerismo, rigor y hasta la próxima.
SI ALGUNA VEZ JUGASTE AL RUGBY, siempre serás miembro de una familia sin fronteras, con un idioma un
pensamiento y una visión común.
El país? Da igual el lugar del mundo, ya no existen barreras. Incluso cuando dejes de jugar, las "rayas" te
perseguirán, reconocerás una camiseta en alguien desconocido, y si le preguntas - Has jugado a Rugby?
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Cuanto menos te lo esperas, estas compartiendo una cerveza.
Y........... Pude que dejes de ser muchas cosas. Pero serás siempre un jugador de Rugby enfrentando la vida.”
AUTOR: DESCONOCIDO
11º. ¿Has tenido contacto con el mundo del rugby, y del deporte en general después de la Universidad?
Cuando me fuí a Barcelona, me apunté al equipo de Rugby del Español. En el primer entrenamiento me torcí el
tobillo con rotura de ligamentos. Estuve de baja laboral 15 días.
Me di cuenta que era incompatible con la Cirugía. Nunca más podría practicar este deporte.
Pero claro que sigo asistiendo a partidos en un campo cerca de mi casa así como todos los torneos televisados.
Otros Deportes: juego 9 hoyos de Golf todos los Sábados de 8H00 a 11H00, que me permite llegar a casa temprano
evitando posibles “broncas”; una vez a la semana juego al Padel con Fifi (mi mujer), donde las discusiones son
inherentes al juego “ esa bola era tuya” y nos sirve de quiebra y relajación de la rutina laboral.
12º. Cuéntanos alguna anécdota de tu paso por el equipo del C.M.
Era un partido contra Derecho !en el que nos jugábamos medalla! Las gradas atiborradas de seguidores. El
marcador estaba muy igualado. Nuestro equipo muy concentrado, daba frutos de tantos entrenamientos. Al final de
la primera parte, Pedro Carrillo nos adelanta con un tiro a palos bien sucedido. El árbitro (un Guru del Universitario)
conchabado con el Capitán opuesto (un gigante con pantalones amarillos porque no le cabían los de su equipación),
no estaban dispuestos a que un humilde “Loyola”, le pudiera ganar, ¡da por nulo el puntapié, alegando que la vio
fuera! Tuvimos que acatar, sin protestar la injusta decisión, testimoniada por todo el mundo. Ya en la segunda
mitad, en una disputa de balón, al derrumbarse un ruck, me encuentro con un enorme trasero vestido de amarillo.
Mi reacción instantánea fur pegarle un tremendo mordisco, para desahogar mi furia y rabia. La imagen siguiente fue
hilarante, sin nadie saber porqué, !un “Goliat” sale corriendo detrás de mi por todo el campo! Calmados los ánimos,
seguimos jugando y con todo el equipo más motivado, dejamos clara nuestra superioridad, marcando 2 ensayos
que nos dieron la victoria.
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BAÚL DE LOS RECUERDOS.
Cartel del aviso para el próximo partido. Con los nombres de los jugadores. (Dibujado por José).
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Moldura con el primer equipamiento.
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Así todo empezó... donde vas “Polaco”? que tu sítio no es ese...
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Los Pioneros. ?donde está el cesped?
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Que no daría yo por empezar de nuevo...
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Loyola en movimiento. Partido contra Empresariales.
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En este partido se convocó sólo los que habían entrenado. Y ganámos ! (vaya mosqueo de los que se
creian “fijos”).
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Trofeo Rector. 1983. Medalla de Plata. –
Tardio, Willi, Santiago, Moya, Santi, Portu, Chori, Risueño, Fresqui, Oscar, Huesa, Zambomba.
José Ignácio, Carlos Sopo, Carazo, Vasco loco, Agujero, Cento, Cristo.
Esponja.
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Carrillo las metía todas. " ! FÁCIL, FÁCIL ! "
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Con nuestras camisetas. Vaya EQUIPAZO. Temblad, que baja la “Caballeria” del Loyola.
Por aquel entonces, la Touch era sin apyos.
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El Árbrito y " el pantalón amarillo".
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