El arte redivivo - Retablo Cerámico
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El arte redivivo - Retablo Cerámico
EL ARTE REDIVIVO Exposición del I Centenario de la Fábrica de Cerámica Ruiz de Luna “Nuestra Señora del Prado” (8 de septiembre – 8 de diciembre de 2008) EXPOSICIÓN Institución organizadora Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina Institución patrocinadora Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha Excma. Diputación Provincial de Toledo Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina Caja Castilla La Mancha Empresa Pública Don Quijote de La Mancha 2005 Comisario Fernando González Moreno Comisión organizadora Ángel Ballesteros Gallardo Vicente Magaña Sánchez Francisco Castaño Clavero Pilar García de las Heras Lázaro Carlos García Corrochano Carlos Gil Sanz Coordinación, diseño y gestión Circa. gestión cultural .:. creatividad · Javier Alarcón Celaya · Julio Martín Sánchez Montaje Gamma 21 Restauración de piezas Arte Mar (Málaga) · ECRA. Servicios Integrales de Arte S. L. Instituciones colaboradoras Academia de Artillería de Segovia · Archivo Municipal de Talavera de la Reina · Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha · Casa-Museo Sorolla (Madrid) · Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina · Museo Comarcal de Daimiel (Ciudad Real) · Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”. Talavera de la Reina (Toledo) Colecciones privadas Abraham Rubio Celada · Alfredo Ruiz de Luna González · Amparo Ruiz de Luna Serrano · Ángel Carpio de los Pinos · Ángel Sánchez-Cabezudo Gómez · Antonio Medina · Artesanía Talaverana · Carlos Ruiz de Luna Sánchez · Fernando González Moreno · José María Núñez Narbona · Juan Antonio Ruiz de Luna González · Juan Antonio Ruiz de Luna Horcajuelo · Juan Manuel Arroyo Vidarte · Luis César del Puerto Martín · Mª Loli Ruiz de Luna Rada · Mª Rosa Ruiz de Luna Rada · Magdalena Ruiz de Luna González · Mercedes “Yeyes” Arroyo Vidarte · Mónica García del Pino · Pablo Adeva · Paloma Arroyo Vidarte · Rafael Ruiz de Luna Rada · Raquel Ruiz de Luna González · Vicente Carranza CATÁLOGO Dirección Fernando González Moreno Edición Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina Empresa Pública Don Quijote de la Mancha 2005 Maquetación y diseño de imagen Fernando Roncero Moreno Fotografía Vicente Canseco Javier de la Fuente Calderería 11 Estudio. Fotógrafos (Málaga) ISBN: 84-96827-02-X D.L.: Talavera de la Reina, 2008 Agradecimientos Los organizadores de la exposición desean mostrar su más sincero agradecimiento a cuantas personas e instituciones han querido participar desinteresadamente en la organización de esta muestra conmemorativa y en la edición del catálogo; y muy en especial a todos aquellos que han puesto a disposición de la misma piezas de gran valor tanto artístico como personal. ÍNDICE PRESENTACIONES 11 I – LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO POR JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS El resurgimiento de la cerámica talaverana: desafíos, adversidades y éxitos de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fernando González Moreno 15 17 II – EL TALLER El alfar de Ruiz de Luna: artífices y obras de loza Ángel Sánchez-Cabezudo Gómez 25 27 III – EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA La colección Ruiz de Luna, fuente de inspiración para el proceso de revitalización de la cerámica talaverana Cristina Manso Martínez de Bedoya 39 41 IV – LA SALA DE VENTAS Comercialización y publicidad de las cerámicas de la fábrica de “Nuestra Señora del Prado” en sus distintas etapas Abraham Rubio Celada 49 51 V – EL LEGADO Camino de maestros Ángel Ballesteros Gallardo Cien años de cerámica Ruiz de Luna Fernando González Moreno 59 61 65 VI – HOMENAJE A JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS El sueño que se plasmó con el fuego Alfredo Ruiz de Luna González 71 73 VII – DOCUMENTOS Y ANEXOS REGLAMENTO de orden interior para la Fábrica de Cerámica de Ntra Sra del Prado (Febrero de 1915) REGLAMENTO de órden interiór de la Fábrica de Cerámica NUESTRA SEÑORA DEL PRADO (Agosto de 1916) Instrucciones para representantes. Cerámica de Talavera Árbol genealógico de los Ruiz de Luna Cronología de la fábrica Bibliografía 81 83 84 85 86 88 94 VIII – CATÁLOGO 99 Hace justamente cien años que abría sus puertas la Fábrica de Cerámica Artística “Nuestra Señora del Prado”. No era un alfar más. Era el proyecto que lideraba Juan Ruiz de Luna, el hombre valiente e ilusionado que fue capaz de darnos el apellido, de hacer de Talavera la auténtica Ciudad de la Cerámica, rescatando técnicas y estilos que se encontraban olvidados, rompiendo moldes y abriendo sendas experimentales para el barro y los esmaltes, convirtiendo la fábrica en un auténtico laboratorio de investigaciones. Cien años después, Juan Ruiz de Luna sigue siendo referente obligado cuando se habla de Talavera y de cerámica, y la prueba es que celebramos el centenario de la inauguración de la fábrica como una de las fechas más importantes de este 2008 en que nos encontramos. Tenemos un Museo que nos recuerda al mayor ceramista de todos los tiempos, al que fue capaz de iniciar una edad de oro de la cerámica y de mantenerla hasta nuestros días. Pero sobre todo, tenemos el recuerdo de un alfar que por más de medio siglo repartió su arte por los cuatro puntos cardinales del mundo. Desafortunadamente, no se ha conservado el espacio original en el que desarrollo su arte, aunque esta exposición que ahora presentamos, nos dará una idea exacta de los métodos y forma de trabajo. Nos queda su colección, ubicada en el Museo, y nos quedan frases magistrales del libro de firmas de la fábrica, como la de Unamuno, que en 1909 dejaba escrito que “resucitar lo pasado, renovando la tradición, es una de las maneras más hondas de fraguar porvenir y hacer progreso”. La fábrica “Nuestra Señora del Prado” fraguó el porvenir de la cerámica y trabajó como pocas, por el futuro de la ciudad. JOSÉ FRANCISCO RIVAS Alcalde de Talavera La contemplación del espectacular retablo de Santiago que Juan Ruiz de Luna presentó en 1920 a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, y con el que obtuvo un Diploma de Honor, inspiró a Antonio Machado la denominación de “gran arte español redivivo” para referirse a la cerámica Ruiz de Luna. Efectivamente, era un arte redivivo, un arte resucitado, porque la cerámica artística talaverana había estado muerta a inicios del siglo XX. Desde el 8 de septiembre de 2008 celebramos el I centenario de la fundación de la fábrica “Nuestra Señora del Prado”. Juan Ruiz de Luna Rojas materializó en ella un proyecto que en la época sería calificado de gesta nacional y cruzada: el resurgimiento de la cerámica tradicional talaverana evocadora de la España del Siglo de Oro. Pero sin duda alguna, su mayor éxito fue el de aglutinar los esfuerzos de artistas como Enrique Guijo, Francisco Arroyo, sus hijos Juan, Rafael y Antonio, su nieto Juan Manuel y tantos otros pintores y ceramistas anónimos además de colaboradores de la talla de Mariano Benlliure para, subordinando sus nombres y sus personalidades artís- ticas a una empresa mayor, devolver a la cerámica de Talavera el renombre mundial de siglos atrás. Plasmar en una exposición la compleja historia de la fábrica, sus avatares, sus dificultades y sus éxitos, la vida de sus protagonistas y su producción durante cincuenta y tres años –con casi seiscientas piezas de catálogo– no es cosa sencilla y, por supuesto, no será ésta una muestra que agote el tema. Pretendemos que esta exposición, con la que el Ayuntamiento de Talavera de la Reina quiere conmemorar esta fecha crucial de la historia de la ciudad, sea un homenaje al gran orquestador de todo el proyecto; aquel sin cuya fe inquebrantable, sin cuya perseverancia constante ni hoy estaríamos celebrando este aniversario ni Talavera gozaría de su producción cerámica actual: Juan Ruiz de Luna Rojas. Se han buscado para la ocasión piezas que en la mayoría de los casos nunca antes habían sido expuestas públicamente; todas ellas de la excepcional calidad de la que siempre hizo gala la fábrica “Nuestra Señora del Prado”. Algo más de ciento setenta obras –incluyendo piezas de loza, escultura, azulejería, bocetos, dibujos, fotografías...– procedentes de las colecciones privadas de la familia Ruiz de Luna (González, Rada, Serrano, García del Pino), de importantes coleccionistas privados y de diversos museos. En total, algo más de veinte diferentes “donantes” para los que mi gratitud es infinita. Su presentación se hace en el nuevo Centro Cultural Rafael Morales, cuya cercanía a la antigua ubicación de la fábrica en la plaza del Pan lo hace más simbólico, a través de cinco diferentes espacios en los que se quiere abordar temáticamente la fundación del alfar y la figura de su director (I – La Fundación y el Resurgimiento), la labor de sus principales pintores a los largo de las tres épocas de la fábrica (II – El Taller), el diálogo establecido con la cerámica antigua a través de la creación de un museo propio (III – El Museo de Cerámica Antigua), las relaciones comerciales y publicitarias que mantuvo la fábrica en España, Europa y América (IV – La Sala de Ventas) y el gran legado que su labor supuso para Talavera una vez incluso cerrada en 1961 (V – El Legado). Han sido varios intensos meses de viajes, rastreo de piezas, negociaciones, desvelos y de “buceo” en el maravilloso archivo de Amparo Ruiz de Luna; la experiencia ha sido tan apasionante como abrumadora. Sólo espero que el resultado esté realmente a la altura de un acontecimiento que fue trascendental para Talavera y de un personaje, Juan Ruiz de Luna, al que he aprendido a admirar a lo largo de mis años de investigación sobre su figura y su trabajo por su capacidad para hacer de nuestra patria chica una Patria Grande. Vaya por adelantado mi agradecimiento personal al Ayuntamiento de Talavera de la Reina por depositar su confianza en mí para este proyecto, así como a todos aquellos que han colaborado sin condición alguna, a mis compañeros de catálogo, Ángel S.-C., Cristina, Abraham y Ángel B., y a mis compañeros Julio, Javier y Fernando. Y por supuesto, a mi familia. FERNANDO GONZÁLEZ MORENO Comisario de la exposición I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO POR JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS El resurgimiento de la cerámica talaverana: desafíos, adversidades y éxitos de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” FERNANDO GONZÁLEZ MORENO Cumplidos cien años del primer horno que inauguró el resurgimiento de la cerámica talaverana (8 de septiembre de 1908 – 2008), el estudio de este proceso crucial y complejo, lejos de agotarse, nos sigue deparando nuevos datos que nos permiten comprenderlo mejor y, sobre todo, hacernos una más completa idea de su dimensión. Los archivos de los descendientes de Juan Ruiz de Luna Rojas siguen siendo fuentes inagotables de información a través de los cuales continuamos descubriendo cómo se gestó y desarrolló todo el proyecto así como los numerosos avatares y dificultades por los que atravesó. En este sentido, es propósito de este estudio abordar aquellos momentos cruciales de la historia de la fábrica “Nuestra Señora del Prado”; momentos que supusieron duros reveses para la fábrica y que llevaron la empresa al borde de la continuidad; y momentos, por otro lado, que, vistos en comparación con los éxitos y aclamaciones obtenidos, nos hablan de la ingente e ímproba labor desarrollada por sus protagonistas y, muy especialmente, por su fundador, Juan Ruiz de Luna Rojas. Pero empecemos por el principio. {17} En 1905, año en el que el alfar de “La Menora” cerró sus puertas, en Talavera de la Reina sólo permanecía en funcionamiento una única fábrica de cerámica: “El Carmen”. Éste es el momento más crítico de una crisis que la cerámica talaverana arrastraba desde finales del siglo XVIII y que, acusada a lo largo de todo el siglo XIX a través de hechos como la Guerra de Independencia, provocó el cierre progresivo de los siete u ocho alfares que llegaron a existir a inicios del siglo XVIII. “El Carmen”, fundado en 1849 por Juan Niveiro, no era ninguno de esos alfares herederos de la tradición cerámica asentada en Talavera desde el siglo XVI, y su producción generó de manera temprana y ha seguido generando un importante debate acerca de si podía o no considerarse como propia de dicha tradición. Acusada de “valenciana” y PONZ, Antonio (1757): 1947, vol. 2, p. 377. Ponz no distingue entre alfares de cerámica y loza fina y alfares de ordinario. Hacia 1730 existen cuatro alfares de cerámica y loza fina, incrementándose en uno más hacia 1769. Manuel Pradillo, al reseñar el paso de la pintora Saturnina Alfaro Patavia por “El Carmen” pintando platos de rosilla, señala que “hacían cerámica {EL ARTE REDIVIVO} de producir sólo loza ordinaria por autores como Diodoro Vaca, “El Carmen” fue vista como heredera de aquella otra cerámica, la alcoreña, a la que se consideraba causante directa de la decadencia de la cerámica talaverana. En Alcora, desde 1727, se producía la nueva loza que, tratando de imitar a la nueva dinastía borbónica, demandaban la nobleza y las clases altas; una cerámica en la que –según palabras de Diodoro Vaca– la austeridad ornamental y los asuntos místicos y religiosos propios de la cerámica talaverana fueron sustituidos por frívolos temas mitológicos decorados con hojarascas y oropel, quedando corrompido “de tal modo el buen gusto por la imitación de las grotescas y disparatadas rocallas y las ridículas balumbas borrominescas de la Corte de Luis XVI, traídas en mala hora a nuestra Patria, que desaparece por completo aquel estilo viril, recio y castizo del Renacimiento español, para morir a manos de un exotismo afeminado y morboso”. Esta afirmación resulta exagerada y ya ha sido puntualizada debidamente en cuanto al papel de Alcora en la crisis de la cerámica talaverana y a la relación de “El Carmen” con Valencia, pero resulta de gran interés por cuanto es el perfecto reflejo de un proceso que se estaba fraguando en Talavera a inicios del siglo XX y que estaba permitiendo caracterizar su cerámica de los siglos XVI y XVII como parte esencial del arte patrio y castizo que desde otros ámbitos nacionales y bajo el espíritu del Regeneracionismo se estaba conformando a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Por influencia del Krausismo, de la Institución Li- basta y también traían de Valencia para vender”. PRADILLO, Manuel: 1997, vol. 2, p. 466. VACA, Diodoro y RUIZ DE LUNA, Juan: 1943, p. 152. Ídem, pp. 142 – 143 y 147. Véase GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 60 – 77; y NIVEIRO, Emilio: 1994, p. 115. bre de Enseñanza, de la Generación del 98 y de otros intelectuales y pensadores, éste periodo protagonizó la gestación de numerosos proyectos destinados a recuperar de entre nuestro pasado artístico y cultura aquellas manifestaciones que se entendían como más propias, castizas y esenciales, prestándose especial atención a las artes decorativas/artesanías por considerarse éstas como las más cercanas a nuestra verdadera esencia, a nuestra intrahistoria en palabras de Miguel de Unamuno. Este proceso afectó de manera general a todas las manifestaciones artísticas y de manera particular a la cerámica, experimentando un amplio desarrollo a través de numerosos procesos de revival o de recuperación de estilos y producciones del pasado que tendrían por protagonistas, entre otros, a Fernández Soto y José y Enrique Mensaque en Sevilla, a Sebastián Aguado en Toledo, a Daniel Zuloaga en Segovia y a Juan Ruiz de Luna y Enrique Guijo en Talavera. La unión de estos dos hombres, Juan Ruiz de Luna Rojas (Noez, 1863 – Talavera, 1945) y Enrique Guijo Navarro (Córdoba, 1871 – Madrid, 1954) [Figs. 1 y 2], es uno de esos hechos providenciales y cruciales para la historia de los pueblos. Como ya he señalado, a inicios del siglo XX existía en Talavera plena conciencia de la pérdida de una tradición –su cerámica artística– que había gozado de su mayor esplendor en los siglos XVI y XVII y que a partir del siglo XVIII había sido desplazada por la influencia de la cerámica alcoreña (al menos así se entendía y simplificaba). Este debate estaba alentado en gran medida desde Madrid, donde encontramos a toda una serie de intelectuales y ceramófilos –Francisco de P. Álvarez Osorio, director del Museo Arqueológico Nacional; Francisco Alcántara, que será el director de la Escuela de Fig. 2: Enrique Guijo (Archivo de Hijos de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna) Fig. 1: Juan Ruiz de Luna Rojas (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Cerámica de Madrid; Platón Páramo, boticario en Oropesa pero gran ceramófilo y estudioso de la cerámica antigua talaverana; los hermanos Antonio y Manuel Machado; etc.– con los que entró en contacto el pintor Enrique Guijo al trasladarse a Madrid hacia 1900. Guijo se había formado como pintor de cerámica en Sevilla en la fábrica de Mensaque y Soto, por lo que a su llegada a Madrid lo hace con el respaldo de uno de los proyectos de resurgimiento cerámico más importantes de la época. En 1907, “con un enjambre de ideas, y de estarcidos GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp 99151. {18} Fig. 3: Boceto para la decoración del camarín de la Virgen del Prado de Talavera de la Reina, Toledo, 1912 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO bajo el brazo” y con la recomendación de Serafín Falcó, Guijo llega a Talavera, entra en contacto con Juan Ruiz de Luna Rojas –pintor decorador, pintor cerámico ocasional y fotógrafo que también se muestra interesado por una empresa de resurgimiento cerámico aplicada a Talavera– y pinta una serie de platos y un tibor con motivos renacentistas italo-sevillanos en la fábrica “El Carmen” [Cat. 1 y 2]. El cordobés, sin llegar a ver las piezas cocidas, regresa a Madrid y queda a la espera de que Emilio Niveiro Gil, propietario de “El Carmen”, acepte formar parte de este proyecto; sin embargo, ni Platón Páramo ni su hijo Emilio Niveiro Romo logran convencerle. Afortunadamente, Juan Ruiz de Luna había decidido exponer las piezas pintadas por Guijo en su tienda de la calle Medellín (actual Mesones) y, viendo la grata aceptación generada entre el público, resuelve acometer él mismo el proyecto de resucitar la antigua cerámica talaverana. Juan Ruiz de Luna Rojas procedía de una familia de modestos artífices decoradores en pintura, talla y escultura [Cat. 3 y 4]. Instalado en Talavera desde 1880 junto a sus hermanos Jerónimo y Emilio Herráiz, Juan colabora con ellos en el diseño de escenografías y en la decoración de establecimientos, pero apenas cinco años después se produce la muerte de ambos por el cólera y Juan queda sólo al frente del negocio. Es éste el primero de uno de esos momentos de su trayectoria que demuestran la capacidad de Ruiz de Luna para afrontar momentos de crisis y superarlos con admirable éxito. Juan no sólo consigue sacar adelante el negocio por sí mismo, sino que además consigue encargos como la decoración del teatro de Navalmoral de Pusa (1903), del Convento de Santo Domingo, el telón de embocadura y decoraciones del teatro “La Unión” (El Liceo), del Camarín de la Virgen NIVEIRO, Emilio: 1994, p. 119 – 120. del Prado [Fig. 3] –todos en Talavera de la Reina– o del Palacio de las Cabezas del Marqués de Comillas en Navalmoral [Cat. 5 y 6]; éste último encargo marca además el inicio de una estrecha relación con el Marqués de Comillas, que se convertiría en un continuo mecenas para Ruiz de Luna, sufragándole un viaje a Roma y, en 1909, el envío de piezas de cerámica a Nueva York. Juan Ruiz de Luna demuestra además ser un artista movido por una continua curiosidad y ánimo de superación, lo que le lleva a asociarse con Juan José Perales para establecer en la plaza de Aravaca de Talavera el primer estudio fotográfico de la ciudad [Cat. 7 y 8]; ambos formaron sociedad hasta 1895, año a partir del cual Ruiz de Luna prosiguió en solitario su labor como fotógrafo –aún compaginada con la de pintor decorador– y como colaborador gráfico de numerosas publicaciones de la época: Castilla, El Castellano Gráfico, Toledo, etc. También se atribuye al ya mencionado Marqués de Comillas el intento por convencer a Ruiz de Luna para que entrara en contacto con los hermanos Lumière y comercializara en nuestro país el cinematógrafo, pero este sería uno de los pocos proyectos que Ruiz de Luna dejara escapar. Llegado el año de 1908, Juan Ruiz de Luna se encuentra con el gran reto que marcará el resto de su vida y de su carrera artística: poner en marcha una fábrica destinada a “hacer resurgir la Cerámica artística de Talavera tan famosa en los siglos XVI y XVII, época de su mayor florecimiento”10. El pri- Fig. 4: Francisco Arroyo Santamaría (Archivo de Hijos de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna) mer paso consistió en la creación de una sociedad –“Ruiz de Luna, Guijo y Cía.”– en la que, en un primer momento, iban a tomar parte el propio Juan Ruiz de Luna (con una acción de 4.000 pesetas y quedando a cargo de la dirección, gestión y administración de la fábrica), Platón Páramo y Sánchez (con una acción del mismo valor y poniendo a disposición de la fábrica su colección de cerámica antigua para que sirviera como modelo), Enrique Guijo (con otra acción de 4.000 pesetas como socio industrial y tomando el puesto de jefe de taller de decoración) y Juan Ramón Ginestal Maroto (con dos acciones de 4.000 pesetas cada una Véase PACHECO, César: 1997, pp. 43 – 54; y GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2006, pp. 140 – 147. Según su hijo Rafael Ruiz de Luna en una entrevista recogida en La Escuela Agustiniana. Madrid: nº 22, octubre-diciembre de 1985, pp. 2 [114] – 8 [120]. 10 Según palabras del propio Ruiz de Luna en la memoria de la fábrica de febrero de 1913 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). {19} y otra tercera del mismo valor en concepto del edificio de la antigua fábrica de paños de la plaza del Pan que proporciona para instalar los talleres). Sin embargo, la muerte de Ginestal obliga a replantear la sociedad; quedan Ruiz de Luna y Páramo, la viuda de Ginestal no toma parte en la sociedad pero ofrece el edificio a cambio de un alquiler y se incorporan Manuel Casas y Gallego y José Gallego y Benito. La sociedad definitiva quedó legalmente constituida el 9 de agosto de 1909 con estos cuatro miembros, a los que un año después se uniría Juan Andrés de Covarrubias y Laguna, Marqués de Villatoya (con una acción más). Guijo no tomó parte como socio capitalista11 [Cat. 11 y 13]. Los primeros años de la fábrica, fundada el 18 de junio de 1908 aunque el primer horno para venta no fue cocido hasta la simbólica fecha del 8 de septiembre del mismo año [Cat. 14], serían sin duda los más ilusionantes, pero también los más duros y arriesgados. Y aquí, una vez más, es cuando la personalidad perseverante de Juan Ruiz de Luna se impone por encima de las adversidades que hacían peligrar la continuidad del proyecto. El primer gran reto fue, sin duda, habilitar la propia fábrica, construyéndose en el tiempo récord de tres meses los talleres, hornos, charcas y demás dependencias auxiliares necesarias [Cat. 10]. No obstante, aún mayor problema suponía encontrar el personal necesario y cualificado. Según el propio Ruiz de Luna, 11 Según la misma memoria, en 1913 son cinco miembros, aunque no se menciona cuales (Ruiz de Luna, Páramo, Casas, Gallego y Covarrubias). En un borrador de la disolución de la sociedad, datable en 1915 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna), sólo se cita a cuatro para el reparto de capital: Juan Ruiz de Luna, Platón Páramo, Manuel Casas y José Gallego. El Marqués de Villatoya, que había comprado el edificio a la viuda e hijos de Ginestal, continuaría su relación con la fábrica hasta 1919 arrendando las instalaciones a Ruiz de Luna. {EL ARTE REDIVIVO} la fábrica se constituyó con seis obreros12, entre los que se encontraban Julián Romero (oficial de cerrado), su hermano Telésforo Romero (oficial de abierto), Juan Pérez (cobijero) –todos ellos procedentes de la clausurada “Menora”- y Francisco Franco (oficial de hornos); encargado de los talleres de decoración/director artístico era Enrique Guijo y como discípulo aventajado Francisco Arroyo Santamaría13 [Fig. 4]. Esta falta de operarios seguiría siendo una constante preocupación de Ruiz de Luna, contemplándola como uno de lo principales problemas que afectaban al desarrollo de la fábrica en la memoria de febrero de 1913 que dirige a los socios capitalistas: “en la actualidad no pasan de una docena los obreros empleados en el taller de pintura, siendo la mayoría mujeres y niños de 14 a 16 años; este reducido número de obreros es causa de que ninguno de ellos pueda dedicarse especialmente a un género o trabajo, único medio de ordenar y distribuir las operaciones con resultados satisfactorios. En el taller de rueda o torneado, solo hay cuatro oficiales y dos aprendices, los cuales no solo tienen que fabricar todos los objetos, sino que también han de atender al ahornado, quemado y desempaquetado de hornos”14. 12 “En la cerámica de Ruiz de Luna” en FERNÁNDEZ-SANGUINO, Julio: 2006, pp. 183 – 188. En el momento de la entrevista (10 de noviembre de 1928), el número de operarios se encontraba ya en 114 (90 hombres, que cobraban entre 4 y 10 pesetas, y 24 mujeres, que cobran entre 2 y 3 pesetas). Se señala además que la formación de un obrero de cerámica, dependiendo de las disposiciones artísticas de cada uno, suponía ocho años para los alfareros y diez para los pintores. 13 Francisco Arroyo era sobrino político de Juan Ruiz de Luna pues el padre de aquél, Manuel Arroyo Pinilla, era hermano de la segunda mujer de éste, Francisca Arroyo Pinilla. Además, desde 1911, se convirtieron en yerno y suegro al casarse Francisco Arroyo con la hija mayor de Ruiz de Luna, Tomasa. 14 Memoria del Archivo de Amparo Ruiz de Luna Fig. 5: Membrete de la fábrica de loza, azulejería y objetos artísticos “Ntra. Sra. del Prado” en la carta enviada a Huntington, 1909 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) La fábrica realizó un enorme esfuerzo para acometer los grandes proyectos con los que alcanzó sus primeros reconocimientos en Madrid, Santander, Bilbao, Valencia..., pero los operarios resultaban insuficientes para atender los encargos, quedando muchos pedidos sin cumplir o demorándose más de lo debido. Esta situación obligó a convertir la propia fábrica en una escuela de cerámica, actuando Guijo en un primer momento como maestro de pintores y, más adelante, Francisco Arroyo y Juan Ruiz de Luna Arroyo. “Hacían falta obreros –señala Santiago Camarasa15–, y los hacía; gracias a su iniciativa y a su concurso, fueron creadas unas escuelas nocturnas, en una modesta sociedad de obreros, de dibujo lineal y artístico, y de modelado, en los que su hijo político Francisco Arroyo y su hijo Juan, eran los encargados de la enseñanza”. Se trataba de “El Bloque”16, una sociedad de instrucción y recreo creada en 1916 en la que, hasta su cierre en 1939, se formaron algunos de los más destacables pintores de la fábrica, 15 CAMARASA, Santiago: año VI, 15 de julio de 1920, p. 105. 16 Véase GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 184 – 189. (Málaga). {20} como Florencio Martínez Montoya17. Volviendo a los años iniciales de la fábrica, otra de las grandes carencias que Juan Ruiz de Luna trató de hacer ver a sus socios capitalistas era la falta de inversión en publicidad. La fábrica no contaba ni tan siquiera con un catálogo y toda la propaganda se realizaba entre los propios amigos. Ruiz de Luna ve la necesidad de hacer llegar la información de esta cerámica a los arquitectos para que la contemplen en sus proyectos, de exhibir sus productos allí donde la demanda ha de ser segura –“donde hay gusto y dinero”18–, de conceder la venta exclusiva de sus productos a ciertos establecimientos nacionales y extranjeros y de participar en las Exposiciones Nacionales (pone el ejemplo de la publicidad que les ha aportado la de 1911 y el incremento de encargos tras su paso por ella). Resulta asombroso el trabajo desarrollado por Ruiz de Luna para hacer llegar noticias de la cerámica de la fábrica entre aquellos que más interesados podían estar en ella o que más podían ayudar a su divulgación en diferentes ámbitos. Destacan en este sentido los nombres del marqués de Comillas, de Archer M. Huntington –fundador de la Hispanic Society de Nueva York [Fig. 5]–, de Mariano Benlliure, de Sorolla [Cat. 35] y de numerosos arquitectos con los que se ejecutaron algunos de los proyectos que más temprana proyección dieron a la fábrica: L. Belllido en Madrid, con el que se trabajó para la Casa Cisneros; L. Rucabado, a través del cual la cerámica de Ruiz de Luna encontró 17 Florencio Martínez Montoya (1905 – 1976) fue discípulo de Francisco Arroyo en “El Bloque”, destacando en el dibujo artístico. Allí conoció a la que sería su mujer, Inocenta Salina Vals, también pintora de la fábrica. Tras Francisco Arroyo se convirtió en encargado del taller de decoración. PRADILLO, Manuel: 1997, vol. II, pp. 496 – 497. 18 Memoria de enero de 1912, p. 3 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO un amplio mercado en Bilbao; E. Daverio en Granada; Amós Salvador en Irún; J. Mª Mendoza y Ussía en Madrid; etc. No obstante, todo lo hasta ahora comentado no dejan de ser detalles concretos de una situación general de cierta apatía y desinterés por parte de los socios capitalistas de Ruiz de Luna y que era el verdadero problema de fondo al que el director-gerente de la fábrica trataba de poner remedio a través de las constantes solicitudes y recomendaciones –“lamentos y lloros”– que platea en sus memorias19. Ruiz de Luna señala una y otra vez que las inversiones de capital que se habían hecho eran “exiguas” e insuficientes tanto para las adecuadas instalaciones como para la compra de materias primas, y en consecuencia “su desarrollo comercial ha tenido que ser mezquino”. Lo hasta ahora realizado, “que pudiéramos llamar ensayo del renacimiento de esta industria”, requería nuevas inversiones que dieran estabilidad a la empresa. La falta de recursos, por el contrario, había llevado en apenas dos años a la fábrica al borde de su derrumbamiento, consecuencia de lo cual ya había sido la salida de la sociedad de Enrique Guijo y su marcha a Madrid para aceptar una plaza en la Escuela de Cerámica; “determinación tristísima puesto que ésta no era ocasionada por otras causas que la carencia de recursos para hacer frente a situaciones difíciles muy pasajeras. Esto solucionaba al parecer varios puntos: Primero, el ponerse a cubierto el señor Guijo ante el fracaso probable del cierre de esta Fábrica, puesto que en este caso él era el más perjudicado, y Segundo, que caso de seguir esta industria, serían muy beneficiosas para esta casa sus gestiones en Madrid”20. Las recomendaciones de Ruiz de 19 Tanto en enero de 1912 como en febrero de 1913 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). 20 Memoria de enero de 1912, pp. 5 y 6 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Guijo, además Fig. 6: José [Antonio] Arpa dibujado por Juan Ruiz de Luna Arroyo, 1916 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Fig. 8: Retablillo de la Virgen del Prado, J. Ruiz de Luna, 3 de septiembre de 1936 (Colección del Ayuntamiento de Talavera de la Reina) Luna como director-gerente se concretaron en las siguientes: 1) Gestionar del propietario de la casa-fábrica y socio de esta industria (Marqués de Villatoya), el que cediera en venta dicho edificio con el fin de que todos cuantos gastos de las obras de ampliación que necesita y de las ya verificadas quedaran a beneficio de la Sociedad. de su ocupación como profesor, mantuvo una asignación de 75 pesetas al mes por las gestiones en Madrid para Ruiz de Luna. Además, se ocupó de fundar una nueva fábrica en Carabanchel Bajo y, desde 1914, está al frente de la tienda en la calle Mayor, 80 como representante de la cerámica talaverana de Ruiz de Luna en Madrid. Fig. 7: Título de Caballero de la Orden de Alfonso XII a favor de D. Juan Ruiz de Luna, 1925 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) {21} 2) Aumentar el número de obreros. 3) Construcción de un catálogo colorido que diera idea de los objetos de esta fabricación. 4) Adquisición de Motor Eléctrico, Trituradora de Arcillas y Molinos modernos de esmaltes y colores. 5) Crear una sección de objetos modernizados con nuevos elementos artísticos y sin abandonar el cacharro típico talaverano. 6) Prescindir en lo posible de la fabricación de loza ordinaria o de rosilla. 7) El azulejo industrial de dibujos repetidos podría suplir con ventaja la fabricación de loza ordinaria. 8) Una ampliación de capital de 150.000 pesetas sólo para aumentar la producción de objetos imitación de lo antiguo de Talavera, azulejos y demás elementos decorativos de la misma época. La respuesta de los socios fue la no renovación de la sociedad en 1915, distribuyéndose el capital invertido de 21.666’27 pesetas entre los cuatro socios. Juan Ruiz de Luna, sin embargo, decidió continuar con la fábrica, concretando un plazo de cinco años para pagar su parte correspondiente a cada uno de los otros socios: Platón Páramo, José Gallego y Benito y Manuel Casas y Gallego. Concluido ese plazo, además, la fábrica ya habría pasado enteramente a manos de Ruiz de Luna, pues en 1919 compraría el edificio al Marqués de Villatoya21. Comenzaba así una nueva época en 21 Según documento manuscrito de Juan Ruiz de Luna conservado en el Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga); se trata de un borrador escrito en un papel con el membrete de “J. Ruiz de Luna Pintor y Fotógrafo. Medellín, 7”. Platón Páramo recibiría 5.416’57 ptas en objetos de cerámica artística; José Gallego y Benito ídem cantidad en créditos a su favor (4.796’88 ptas) y cerámica artística (619’69 ptas); Manuel Casas y Gallego ídem cantidad de efectivo de caja (791’80 ptas), objetos artísticos (80’03 ptas), objetos ordinarios (1034’48 ptas) y en primeras materias (3.510’26 ptas); y Juan Ruiz de Luna ídem cantidad en maquinarias y herramientas (2’038’86 ptas), mues- {EL ARTE REDIVIVO} la que Juan Ruiz de Luna continúa como director-gerente, Francisco Arroyo ocupa el cargo de apoderado general y encargado de todos los talleres, Antonio Arpa es el encargado del personal del taller de pintura artística –nunca antes se había mencionado a este pintor, posiblemente sevillano, que sirvió como transición entre Enrique Guijo y Francisco Arroyo22 [Cat. 36 y fig. 6]–, Antonia Arroyo la encargada del taller de pintura industrial y Julián Romero el encargado de tornos, hornos, de peones y demás obreros de movimientos de labores23. La fábrica vive a partir de estos momentos una época dorada; sin la rémora de sus socios, Juan Ruiz de Luna se ve libre para llevar a cabo todos los proyectos necesarios para consolidar la fábrica, ampliar su producción y expandir su mercado [Cat. 15 – 17]. Se cumplen ahora viejos proyectos como la ampliación tanto de la fábrica de cerámica artística como la de materiales de construcción “San Francisco de Asís” o la inauguración de una tienda-exposición en Madrid en la calle Floridablanca, 3 (1922) [Cat. 119]. La fábrica emprende sus más ambiciosos proyectos y, en justa recompensa, obtiene todo tipo de elogios, recompensas y premios (véanse en la cronología adjunta: 1915 – 1936) [Fig. 7]. Esta edad de oro se prolongaría hasta 1936, momento en el que la fábrica se enfrenta a un nuevo periodo crítico con motivo de la Guerra Civil. El Ayuntamiento de Talavera de la Reina conserva un retablillo trarios (1.916’92 ptas) y en primeras materias (1.460’78 ptas). 22 Los herederos de Juan Manuel Arroyo conservan una acuarela con una vista de Talavera dedicada por Antonio Arpa “Al amigo Paco” (1915), uno de los pocos testimonios conservados de la obra de este pintor además del ánfora presente en esta exposición. 23 Según distribución de cargos adjunta a un reglamento de 2 de agosto de 1916 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Figs. 9 y 10: Estado de las instalaciones de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” tras los bombardeos de 1936 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) [Figs. 9 y 10]. Siempre resulta tremendamente emotiva la descripción que Manuel A. García Viñolas ofrece de Ruiz de Luna durante esta trágica etapa; pero ante todo, una vez más, es un texto que manifiesta su inquebrantable voluntad de trabajo: cerámico de pared con la imagen de la Virgen del Prado fechado en 3 de septiembre de 1936 [Fig. 8]; se trata de la fecha en la que Talavera fue tomada por el ejército de Franco. Sin embargo, éste no fue el final de la guerra en Talavera y los bombardeos continuaron indiscriminadamente; la fábrica, situada en la primera línea de fuego frente a los obuses disparados desde el Cerro Negro, sufriría cuantiosos destrozos tanto en sus instalaciones (sala de ventas y almacenes superiores, almacén de bizcochos, almacén de azulejos y tejas esmaltadas, taller de tornos, fragua, etc.) como en la producción nueva y en la cerámica antigua, produciéndose pérdidas irreparables24 La vez primera que vi a D. Juan Ruiz de Luna fue una tarde de diciembre en sus talleres de cerámica; tenía que ser allí porque él no sale nunca de sus trabajos. Aquella tarde el cielo estaba removido de aviones, el pavor de las alarmas pasaba de vez en cuando, como un escalofrío, por el cuerpo doliente de la ciudad. Y sin embargo, un hombre caminaba lentamente por sus talleres y componían 24 Véase HURLEY, Mª Isabel: 1989, pp. 76 – 78. {22} con su presencia todo aquello que se había desconcertado al paso de la muerte. Verle allí, en sus setenta [y tres] años enjutos y fuertes; con los ojos grises, encendidos para toda una eternidad como provistos por Dios para un largo viaje por el mundo; las manos ágiles aún para darle al barro su toque de gracia; verle allí dirigir su obra con el entendimiento claro de quien no se ha dejado enmohecer la mente por ideas pobres; verle allí, en silencio, un hermoso silencio de autoridad, rodeado de sus hijos y de los hijos de éstos, que forman ya una próspera dinastía de maestros en el oficio de embellecer el barro. Nunca fue tan evidente para mí la nobleza natural de un hombre25. 25 Véase el texto completo en VACA, Diodoro y RUIZ DE LUNA, Juan: 1943, pp. 9 y 10. I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO La fábrica prosiguió su labor, pero acusa dos graves problemas; por un lado, la falta de materias primas, especialmente los óxidos para colores y el estaño para el esmalte; y, por otra parte, la pérdida de mano de obra. En cuanto a la primera cuestión, la falta de óxidos adecuados había sido una de las constantes inquietudes de Juan Ruiz de Luna, muy interesado en alcanzar una total perfección técnica al igual que después lo estaría su hijo Rafael. En las memorias de 1912 y 1913 que dirige a sus socios capitalistas, Ruiz de Luna ya hace referencia al elevado coste que suponían estas materias primas, pues no se compraban en los puntos productores ni en cantidades regulares. Algunas de las facturas conservadas nos hablan de las diferentes empresas a las que fue necesario recurrir para hallar los óxidos más adecuados, tanto en Francia, Manufacture de Couleurs Vitrifiables pour la céramique & la verrerie A. Lacroix & Cie., como en Inglaterra, The Blythe Colour Works26. La Guerra Civil, sin embargo, impidió continuar importando estas materias, resultando especialmente crítica la falta de estaño; la fábrica, al no poder seguir importando desde Inglaterra este metal básico para el esmalte, tuvo que recurrir a la compra de objetos elaborados con el mismo, como eran los mostradores de bares y tabernas27. 26 Facturas de 5 y 9 de octubre de 1917 (A. Lacroix & Cie.) y 16 de abril de 1924 (The Blythe Colour, la cual tenía depósitos en Onda) (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Los pedidos, acordes a la paleta talaverana, hacen referencia a óxido de cobalto, manganeso y cobre, además de naranja y amarillo. Éstos se solicitaban debidamente reformados para la fusibilidad de los fuegos de la fábrica. Durante la última época ya sí se contaba con proveedores en Barcelona, Valencia, Echávarri (Navarra), etc. 27 El estaño obtenido por este proceso, por estar mezclado con calamina que era imposible eliminar, generaba un esmalte entre amarillento y verdoso. riedad de colocaciones, si esto sigue así, será un problema de difícil arreglo que traerá la ruina de las industrias manuales. Podría remediarse algo con la ocupación de muchos de nuestros heroicos mutilados de guerra que desempeñarían los puestos sin merma de un cabal cumplimiento; esto haría que se reintegraran a sus puestos estos vigardos [sic] desertores del oficio, que con gran daño para la Patria regatean las horas al trabajo. Hoy, aquel gran taller de pintura que tú conocías, está reducido a la lavor [sic] de Juanito, Paco y dos ayudantes, si bien parece algo más con los 12 aprendices que se han metido, en nuestro tenaz afán de dar vida a esto, algo difícil si Dios no nos lleva de la mano28. La fábrica, pese a todas estas dificultades, emprende un nuevo resurgimiento gracias a encargos como los ingentes trabajos para el Hogar del Soldado de Segovia (1938 – 1939) [Cat. 21 y 22] o los del zaguán de la Diputación de Valladolid (1939 – 1940), pero la guerra, ya acabada, guardaba un último revés para el alfar: la marcha en 1939 de Francisco Arroyo, el que había sido jefe de talleres y director artístico durante una de las épocas más fecundas de la fábrica además del gran maestro de muchos de los pintores allí formados29. La fábrica no sólo perdió así un magnífico pintor, sino dos, pues su hijo, Juan Manuel Arroyo –ambos habían dejado un excelente testimonio de la valía de sus pinceles en el retablo y zócalos de la Iglesia Parroquial de Castillo de Bayuela (1930 – 1934)–, también deja Talavera para instalarse en Madrid. Como consecuencia del esfuerzo de reconstruir la fábrica y de re-encauzar la producción, Ruiz de Luna acusa un importante debilitamiento físico y de salud; en la anteriormente citada carta de 1938, con setenta y cinco años de edad, manifiesta: “estas pícaras piernas se niegan a sostenerme y me castigan al descanso sin descanso”. Llega así el momento en 1942, tres años antes de su muerte, de pasar la dirección del negocio a sus cuatro hijos: Juan, Rafael, Antonio y Salvador Ruiz de Luna Arroyo [Fig. 11]. Éste es el inicio de la tercera época de la fábrica, ya bajo la denominación de Cerámicas Ruiz de Luna, S.L.. Los hijos se enfrentan ahora a un nuevo reto: el de demostrar que bajo su dirección la producción de la fábrica puede mantener el nivel y el prestigio alcanzados con su padre; el listón, sin duda, estaba alto. En realidad, Juan, Rafael y Antonio tenían poco que demostrar; ya habían probado su capacidad de trabajo 28 Carta de Juan Ruiz de Luna desde Arenas (Ávila) a Manuel García Viñolas de 25 de agosto de 1938 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Mála- ga). 29 Ver RENEO, José Luis y GÓMEZ, José María (Coords.): 2003. Fig. 11: De izquierda a derecha, Antonio, Juan y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) En lo referente a la falta de obreros, el propio Ruiz de Luna explicaba así la situación a su amigo Viñolas en 1938: Estoy forzosamente retirado de toda actividad corporal, pero sigo con alma y vida la marcha de aquella casa, a la que mi perseverancia, no otra cosa, dió vida. Su nuevo resurgimiento se ha manifestado de manera potente y arrolladora, ¡lástima es que no halle elementos para que éste fuera rápido! No tenemos a nadie; el medio centenar de obreros artífices que esta casa había forjado desde muy niños, ha desaparecido víctima del veneno marxista, y los pocos que han quedado, víctimas también de otra especie de veneno que pudiéramos llamar del Empleo; todos prefieren un empleito al oficio, aunque ganen menos. ¿Por qué tendrán ese odio al oficio? Como hoy ha surgido tanta va- {23} {EL ARTE REDIVIVO} colaborando en la fábrica junto a su padre desde muy temprana edad. Juan como excelente pintor formado en la Escuela de Cerámica de Madrid y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando30; establecido a caballo entre Talavera y Madrid durante los años 20 y 30, Juan se encarga además de gestionar la tienda-exposición de Floridablanca, 3 en Madrid y de establecer desde allí contactos con los principales arquitectos y posibles clientes, diseñando los bocetos de las obras que después se harían en Talavera [Cat. 43 – 45]. Rafael como pintor, encargado de hornos y, por encima de todo, como gran experimentador de óxidos y esmaltes; marcado por una incansable curiosidad investigadora, Rafael desarrolló una labor menos pública, pero su trabajo de auténtico, obsesivo y profundo conocedor cerámico resultó fundamental para que la fábrica alcanzara la perfección técnica que tan buena fama le reportó [Cat. 46 – 48]. Antonio como elaborador de moldes y de vaciados; después, también cumpliendo una función menos pública pero no menos necesaria, como gerente-contable y “conservador” del museo de cerámica antigua. Y no debemos dejar de mencionar a Salvador, cuya carrera como músico le lleva por Sudamérica, pero, sin olvidar la labor de su padre, sirve como representante de la cerámica allá por donde pasa. Los hijos, al igual que hiciera su padre una y otra vez, cumplen con el desafío. La fábrica no deja de recibir encargos nacionales e internacionales (véase la cronología adjunta) y la crítica les continúa reconociendo su 30 Su presencia en las exposiciones nacionales y regionales fue elogiada de manera muy temprana; véase “Artistas toledanos: Juanito Ruiz de Luna” en Toledo, revista de arte (nº 185). Toledo: año VIII, 1922, p. 409; y CAMARASA, Santiago: “Homenaje a un gran artista y un gran toledano. La cerámica de Talavera. Labor del Sr. Ruiz de Luna (y suplemento)” en Toledo, revista de arte (nº 149). Toledo: año VI, 15 de julio de 1920, pp. 97 – 104. valía a través de numerosas distinciones y premios. Incluso, se cumple ahora un viejo sueño de Juan Ruiz de Luna Rojas y la producción de la fábrica se diversifica, ejecutándose una nueva cerámica de diseño moderno caracterizada por la perfección de sus esmaltes. Se trata de la llamada cerámica opalina, fruto de los ensayos de Rafael y motivo del Premio de Honor obtenido en Cannes en 1955 [Cat. 61 – 69]. Y se alcanzan así, a pleno rendimiento, los primeros cincuenta años de vida de la fábrica: vo, cumplido con creces, no había sido otro “que el hacer resurgir la Cerámica artística de Talavera tan famosa en los siglos XVI y XVII, época de su mayor florecimiento”. Cincuenta años de trabajo son un glorioso historial y a la vez la más clara demostración del acierto que tuvo su buen padre (que Dios tenga a su lado) al renovar el vigor de una tradición que iba camino de perderse. Cuando una cosa no tiene razón de ser, desaparece por falta de solidez en su base. La fundación Ruiz de Luna se mantiene en cambio, en plenitud de facultades, dando a Talavera y a España fama sonora y consistente. Les felicito muy de corazón, y que, por largos años, ustedes y sus sucesores puedan seguir gozando plenamente del fruto de su hermosa labor31. Nada hacía sospechar sin embargo que, apenas tres años después, la fábrica no podría afrontar el que sería su último reto. El 1 de abril de 1961, cincuenta y tres años después de haberse cocido su primer horno, la fábrica “Nuestra Señora del Prado” –ya Cerámicas Ruiz de Luna S.L.– cierra por suspensión de pagos. La noticia pilló a los obreros sentados en sus puestos de trabajo; las piezas que estaban elaborando fueron recogidas y así, algunas incluso a medio decorar [Cat. 152], se cargó y se coció el último horno de la fábrica cuyo objeti31 Carta dirigida por Ricardo Díez Campañá (Barcelona, Instituto Gallach de librerías y ediciones) a Juan Ruiz de Luna Arroyo el 25 de octubre de 1958 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). {24} II. EL TALLER El alfar de Ruiz de Luna: artífices y obras de loza ÁNGEL SÁNCHEZ-CABEZUDO GÓMEZ Durante poco más de medio siglo el alfar de “Nuestra Señora del Prado” realizó en el campo de la cerámica talaverana una labor ingente. Por un lado hizo resurgir de sus cenizas el gran legado cerámico de una ciudad que, durante siglos, había extendido su nombre por España y el Nuevo Mundo, por otro, puso las bases y formó a aquellos que habían de recoger el testigo de lo que sería esta actividad en la segunda mitad del siglo XX. Aún hoy, perviven en los pinceles los colores y diseños surgidos de aquellas manos y en aquellos talleres. Lo que constituyó la hazaña de Ruiz de Luna y de los sucesivos directores artísticos fue la capacidad de crear, desde la nada, un producto que llegó a superar en calidad técnica y artística a las piezas tradicionales, aunque sin apartarse de lo que fue el legado histórico talaverano. Artífices el resurgimiento de la cerámica antigua de Talavera conoció a Juan Ruiz de Luna, quien, tras su perplejidad por el planteamiento de un proyecto ajeno a su ámbito profesional, debió de sorprenderle positivamente, pues lo entendió atractivo. Con la lógica prudencia y curiosidad por conocer las habilidades de quien tal cosa le proponía pudo pedirle a éste una prueba de sus aptitudes, que incluso Guijo previamente se habría ofrecido a demostrar, para lo que solicitó a Emilio Niveiro el favor de poder cocer en su alfar unas piezas pintadas por él. El resultado fue tan sorprendente por la calidad y belleza de las mismas que desde ese momento Ruiz de Luna se pone al frente de aquel resurgimiento, y tras conversar con Guijo de la forma técnica de abordar el proyecto deciden su consecución, cosa que se inició con la búsqueda de unos socios que permitieran reunir el capital necesario. El 8 de septiembre de 1908 se inauguró el alfar propiedad de la Sociedad “Ruiz de Luna, Guijo y Cía”. Cuando en 1907 Enrique Guijo inició la búsqueda de una persona con la que acometer {27} Propietario del alfar del “Carmen” a quien Enrique Guijo se dirigió en primer lugar para acometer el renacimiento de las lozas talaveranas, proyecto no aceptado por éste, puesto que estaba contento con la marcha de su negocio. {EL ARTE REDIVIVO} En esta exposición podemos contemplar dos platos de aquella primera prueba que, junto con otro que hay en el Museo de Cerámica de Talavera y alguna otra pieza, fueron el impulso para el planteamiento de aquella empresa. Son dos platos polícromos con sendas cabezas de guerrero y dama [Cat. 1 y 2], al gusto renacentista, en los que Guijo hace alarde de buen dibujante y mejor ceramista, pues jugando con el contraste de brillo y mate origina un realce extraordinario de las figuras. En la vida del alfar de “Nuestra Señora del Prado” hay que distinguir tres etapas. La primera va desde la fundación en 1908 a 1915, año en que se disuelve la sociedad inicial y Juan Ruiz de Luna compra todas las acciones. Las causas de la disolución podemos suponerlas en la ausencia de Enrique Guijo y la necesidad de acometer nuevas inversiones que supondrían un desembolso que los demás socios, ante la incertidumbre de la rentabilidad del negocio, no estarían decididos a realizar. Ruiz de Luna, director de la fábrica, en la memoria de 1912 y 1913 dirigida a los socios, manifiesta la necesidad de nuevas inversiones para lograr la expansión y aumentar los beneficios, pero esto, de lo que él estaba convencido, pensamos que no era entendido de forma tan clara por los demás. Dentro de esta primera etapa hay que hacer una división temporal que se produce a finales de 1910, con la marcha a Madrid de Guijo, director artístico de la fábrica desde su fundación [Cat. 29, 30 y 33]. Había nacido Enrique Guijo en Córdoba en 1871. Se trasladó a Sevilla con tan sólo catorce años, donde empezó a trabajar en Creemos poder afirmar que el bizcocho de estas piezas no fue torneado en “El Carmen”, sino que lo trajo Guijo desde Madrid. En primer lugar porque éstos se apartan de las formas habituales en Talavera y en segundo lugar porque el tipo de arcilla que podemos apreciar es de una apariencia diferente a la empleada en esta ciudad. mica de Madrid y determinada por la carencia de recursos para el sostenimiento de la industria. En palabras de Ruiz de Luna ésta fue una “determinación tristísima no ocasionada por otras causas”, pues los dos años que permaneció Guijo en Talavera fueron claves para el resurgir de la cerámica y desarrollo y éxito posterior de este alfar. Guijo, tras su marcha a Madrid, formó parte del profesorado de la Escuela de Cerámica y regentó un establecimiento en la calle Mayor, nº 80, en la que se vendían piezas del alfar talaverano, actuando de representante del mismo según podemos intuir de una de sus cartas dirigida a Ruiz de Luna: Pongo en su conocimiento de que he hecho un convenio con el señor Barrié para servirle cacharros, a condición de no tener ningún objeto de Niveiro, para lo cual espero le remita un lote no muy grande y haciéndole un descuento del 16 %, pues son las condiciones que le he dado . Fig. 12: Taller de pintores en los primeros años de la fábrica (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) los talleres del escenógrafo Antonio Matarredoma, en el que tomó soltura con el dibujó. Poco después trabajó en la fábrica de cerámica artística de la familia Mensaque, y después en el taller del artesano Manuel Rodríguez, donde realmente se formó como ceramista. En 1898, con veintisiete años, se trasladó a Madrid donde, suponemos que con alguna carta de presentación, se introduce en el círculo de ciertos intelectuales interesados también por la cerámica. Fue precisamente el contacto con éstos y su deseo de iniciar algún proyecto cerámico lo que determina su viaje a Talavera, a proponer tales aventuras. Tras la negativa de Emilio Niveiro, propietario del único alfar que funcionaba en ese momento en la ciudad, se produjo el contacto con Juan Ruiz de Luna, que desembocaría en la fundación que en este año conmemoramos. Las causas que motivaron la marcha del cordobés a Madrid siempre han suscitado ciertas suspicacias, pero realmente si nos atenemos a la Memoria de 22 de enero de 1912, que el director de la fábrica dirige a los socios, señala esta marcha a finales de 1910 motivada por la aceptación de una plaza como profesor en la Escuela de Cerá {28} El original se conserva en el archivo de Amparo Ruiz de Luna, nieta del fundador. Posteriormente abrió su propio taller en Carabanchel, donde coció numerosos azulejos para anuncios publicitarios y portadas de establecimientos madrileños, así como fachadas y el revestimiento de la estación de metro de la red de San Luis, hoy desaparecida. Los últimos años de la vida de este gran ceramista fueron tristes por la pérdida de su visión y la gran soledad y olvido en el que se vio sumido. Los años siguientes a la marcha de Guijo fueron intensos en trabajo, pues su marcha pudo ser aceptada y solventada porque durante su permanencia había formado al que habría de sustituirle como director artístico Carta fechada en Madrid a 25 de octubre de 1915, con membrete del establecimiento de la calle Mayor, nº 80. Véase artículo: SÁNCHEZ- CABEZUDO, Ángel: “Enrique Guijo, un ceramista esencial en el siglo XX” en MAÑUECO SANTURTÚN, Carmen (Dir.): 2005, pp. 331 – 339. II. EL TALLER de la fábrica, Francisco Arroyo Santamaría, persona de unas cualidades artísticas extraordinarias, quien tuvo como uno de sus primeros retos la preparación de la Exposición Nacional de Artes Decorativas e Industrias Artísticas, celebrada en Madrid en 1911, por la que se obtuvo una mención honorífica. Los encargos de vajilla y azulejería fueron cada vez más importantes en esos años, y como ejemplos podemos citar los paneles para el patio y escalera principal del Ayuntamiento de Madrid –Casa de Cisneros–, dos fuentes para el jardín del estudio de Mariano Benlliure [Cat. 49], además de los numerosos encargos para la nobleza de toda España. En esta primera etapa los recursos humanos eran escasos en número y mucho más en formación. La apertura de la fábrica implicó la búsqueda de personas que trabajaran en otros alfares y que tuvieran conocimientos cerámicos, cosa difícil dado que el único alfar existente era “El Carmen”, en el que la producción de loza artística era muy escasa, además de algunos talleres pequeños dedicados a loza ordinaria. Los datos que tenemos sobre operarios de esta primera época son pocos. Sabemos por la Memoria de febrero de 1913 que en ese momento “no pasan de una docena los obreros empleados en el taller de pintura, siendo la mayoría mujeres y niños de 14 a 16 años; este reducido número de obreros es causa de que ninguno de ellos pueda dedicarse especialmente a un género o trabajo” [Figs. 12 y 13]. Sabemos también que el encargado de personal del taller de pintura artística fue Antonio Arpa [Cat. 36] y que la primera maestra de mujeres de esta época fue Antonia Arroyo Santamaría, hermana de Francisco, de Archivo de Amparo Ruiz de Luna. Fechada en Talavera en febrero de 1913 y firmada por el Director- Gerente. PRADILLO, Juan Manuel: 1997, tomo II, p. 468. Fig. 13: Taller de pintoras en los primeros años de la fábrica (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) quien sin duda recibiría la instrucción y formación para ese puesto. Los sueldos, según la memoria del año 1912, oscilaban entre los 0,50 céntimos y 1,25 pesetas diarias, este último sería el de los pintores y oficiales de rueda. 5 pesetas para el Director Gerente y 3 para el Director Artístico. En la memoria del año siguiente observamos como estos sueldos habían aumentado un poco. En cuanto al taller de barro nos dice Ruiz de Luna en el citado documento que “en el taller de rueda o torneado sólo hay cuatro oficiales y dos aprendices, los cuales no sólo tienen que fabricar todos los objetos Fig. 14: Taller del barro en los primeros años de la fábrica (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). {29} {EL ARTE REDIVIVO} sino que también han de atender al ahorneado, quemado y desempaquetado de hornos” [Fig. 14]. Como vemos, la fábrica en aquellos años tuvo una disponibilidad de personal muy precaria, cosa que irá cambiando paulatinamente. En cuanto a los operarios del barro sabemos que fueron Julián y Telesforo Romero Fernández, nacidos en 1861 y 1865 respectivamente, quienes asumieron desde el principio el puesto de oficiales de abierto y cerrado de la fábrica, y que ya provenían del taller de Francisco Julián de los Ríos. Según el Reglamento de orden interior de la fábrica el primero de ellos era el “encargado de tornos, hornos, de peones y demás obreros del movimiento de labores”. Hemos de destacar también a Julián Montemayor Carreño, quien estuvo desde el principio como oficial de rueda, el cual se había formado en el antiguo alfar de “La Menora” y provenía del “Carmen”. Dejó definitivamente la fábrica en 1912, año en el que decidió montar su propio taller. La segunda época del alfar comienza en 1915 al adquirir Ruiz de Luna Rojas toda la propiedad de la fábrica. Esta época fue la de consolidación y esplendor, cuya dirección artística recaía ya en Francisco Arroyo Santamaría [Cat. 37 y 38], quien había nacido en Talavera en el año 1885. Se formó como dibujante en las clases del Centro de Artes y Oficios y en 1900 se trasladó a Madrid para trabajar en el taller del escenógrafo Luis Muriel. En 1907 realizó el servicio militar destinado en el taller de dibujo de la brigada topográfica del ejército y en 1908, al fundarse el nuevo alfar, se incorporó al mismo. En 1911 contrajo matrimonio con la hija mayor del fundador. Tras su formación y destreza en el dibujo contactó en el taller con Enrique Guijo, quien le enseñó todos los secretos de PRADILLO, Juan Manuel: Op. cit. la técnica cerámica, por lo que siempre consideró al ceramista andaluz su principal maestro. Los dos años que trabajaron juntos fueron esenciales en su formación, lo que motivó un cariño y reconocimiento mutuo que perduró toda la vida. Su aptitud como dibujante se pone de manifiesto en 1913 con la elaboración del catálogo de piezas de la fábrica. Tres años después, en 1916, Juan Ruiz de Luna fundó la Sociedad de Instrucción y Recreo “El Bloque”, con la finalidad de instruir en las primeras letras y formación artística a los operarios, a la par que se realizaban actividades lúdicas y de ocio. Al frente de las clases de dibujo artístico y la técnica del carboncillo estuvo Arroyo, lo que unido a la práctica diaria en el taller le convirtió en el maestro de la mayor parte de los pintores de alfar del siglo XX. Sus obras cerámicas son muchas, pero destacaremos a modo de ejemplos algunas de aquéllas que ejecutó o en las que intervino más directamente, como la portada de la fábrica (1914) [Cat. 15], los zócalos del camarín y zaguán de la sacristía de la Basílica de Nuestra Señora del Prado (1914), el gran retablo de Santiago (1917), la decoración del patio del hoy colegio Juan Ramón Jiménez (1921), la fuente del Rosedal en Rosario de Santa Fe (Argentina, 1928), el retablo de la iglesia de Castillo de Bayuela (Toledo, 1930-34) y un sinfín de obra espléndidas que ponen de manifiesto la calidad de este artista cerámico que alcanzó la más altas cotas de perfección. La Guerra Civil supuso un importante quebranto en la actividad del alfar, aunque mayor debió ser el quebranto de la confianza entre Francisco Arroyo y su suegro, lo que determino la decisión del primero de abandonar la fábrica en 1939, cuyo timón artístico había llevado durante tantos años. Es todavía poco el tiempo transcurrido para conocer las razones personales y familiares que ocasionaron tal decisión. Fig. 15: Postal “Uno de los talleres de cerámica artística de la casa J. Ruiz de Luna. Talavera de la Reina” (Col. Sánchez-Cabezudo) A pesar de su marcha del alfar de Ruiz de Luna la actividad de Arroyo no podía apartarse de la cerámica y a principio de los años 40 inició una breve colaboración con “El Carmen”, donde elaboró un catálogo artístico. Posteriormente trabajó durante dos años en Puente del Arzobispo en el alfar de “Santa Catalina”, propiedad de Pedro de la Cal, para después instalarse en Madrid en 1943, donde permaneció hasta su muerte en 195210. 10 Véase el artículo: GÓMEZ GÓMEZ, José María: “Francisco Arroyo Santamaría y Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna” en RENEO, José Luis y GÓMEZ, José María (Coords.): 2003, pp. 15 – 86. {30} El único hijo de Francisco fue Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna, quien había nacido en 1911. Desde pequeño recibió junto a su formación académica la instrucción pictórica y cerámica de su propio padre, asistió a las clases de “El Bloque” y participó en la práctica diaria de la fábrica. Su obra más temprana, aún siendo adolescente, fue un panel de la Virgen del Prado fechado en 1927, dedicado a sus abuelos paternos, así como un conjunto de platos de gran fuerza pictórica en los que se observa la influencia del gran pintor Sorolla, alguno de ellos hoy en la exposición [Cat. 40 – 42]. Hay que destacar también su participación en las representaciones de algunos santos para el retablo de Castillo de Bayuela entre 1930 y 1934. Con posterioridad a la Guerra Civil marchó a Madrid donde fue profesor de la Escuela de Cerámica y donde continuó su obra como ceramista, aunque apartado ya de la tradición talaverana, ahora con la idea de innovar y buscar nuevas líneas de creación11. Si desde el punto de vista productivo es esta segunda etapa la de mayor esplendor y abundancia, ello llevó aparejado la existencia de unos talleres nutridos de abundante personal; así sabemos que en algunos momentos trabajaron más de un centenar de personas, entre ellos se dejó notar paulatinamente la influencia artística de Juan Ruiz de Luna Arroyo, hijo del fundador. Estos talleres repletos de actividad y operarios pueden contemplarse en las fotografías antiguas [Fig. 15]. Mas esto no siempre fue así, pues la década de los 30, con las turbulencias de la segunda República, nos confirman una reducción en los encargos; no olvidemos que la mayor parte de la producción iba destinada a la burguesía o clases adineradas. Posteriormente, la contienda civil de 1936, aún cuando tuvo 11 Ídem. II. EL TALLER una corta duración en la ciudad, produjo una conmoción en los talleres que muy gráficamente expresa Juan Ruiz de Luna en una carta dirigida a su amigo Manuel García Viñolas, con fecha 25 de agosto de 1938, cuando le dice: “no tenemos a nadie, el medio centenar de obreros artífices que esta casa había forjado desde muy niños ha desaparecido […]. Hoy aquel gran taller de pintura que tu conocías está reducido a la labor de Juanito, Paco y dos ayudantes, si bien parece algo más con los 12 aprendices que se han metido”. A continuación vamos a hacer referencia a los diferentes pintores y barreros de esta segunda época, según los datos que nos han llegado por testimonios orales y recogidos por Juan Manuel Pradillo en su obra Alfareros Toledanos. paneles de azulejos del alfar14. -Florencio Martínez Montoya. Nació el 22 de febrero de 1905. Se formó primero con Francisco Arroyo y posteriormente con Juan y Rafael Ruiz de Luna Arroyo, tenía una gran aptitud para el dibujo artístico y la cerámica, por lo que recibió distintos premios, entre ellos el del concurso provincial de cerámica promovido por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Permaneció en Ruiz de Luna durante la segunda y tercera época del alfar. En la nómina de 1948 aparece como encargado de taller, cargo que ocuparía durante veinte años. -Andrés Rodrigo Varela. Nació el 26 de enero de 1908. Entró en la fábrica en 1920, donde permaneció hasta su cierre definitivo. Fig. 16: Plato de la fábrica “Ntra. Sra. del Prado” firmado por Fernando Broncano (Col. de LópezGascó) Barreros: Pintoras: -Rosa Vargas. Había nacido hacia 1900 y enseñó a pintar a muchas mujeres. -Prado Corrochano. Nació hacia 1904. Estuvo toda su vida en la fábrica y se ocupaba de bañar la loza. -Carmen Fuentes Fernández. Nació el 10 de agosto de 1905. Comenzó a trabajar en la fábrica como pintora en 1919 hasta 1932. Después de la Guerra Civil volvería a trabajar 5 ó 6 años. -Justa Amigo. Nació hacia 1908. Abandonó la fábrica antes de 1936. Tenía el nº III de pintora. -Saturnina Alfaro Patavia. Nació el 3 de marzo de 1910. Empezó a trabajar como pintora en la segunda época y continuó en la fábrica durante la tercera. En 1947 era encargada de mujeres y enseñó a pintar a muchas. Tenía asignado el nº V de pintora12. Pintores: 12 Desconocemos a que época corresponde este número de pintora, o si tuvo el mismo en ambas. -Eugenio Sánchez Hernández. Nació en 1908, y trabajó en el taller desde 1920 hasta 1932. Enseñó a su hermano Andrés el oficio. -Andrés Sánchez Hernández. Entró a trabajar en 1934 y permaneció en el alfar hasta 1948. Ambos hermanos fueron excelentes barreros, especializados en grandes ánforas. -Alfonso Romero Mesa. Nació en 1882. Artista andaluz que trabajó brevemente en Talavera y que a lo largo de su vida probó con grandes obras su calidad como ceramista. -Fernando Broncano Márquez. Nació hacia 1890. Debió entrar en “Nuestra Señora del Prado” hacia 1915 [Fig. 16]. Sabemos que en 1925 tiene taller abierto con Ginestal y con Machuca13. -Casildo Rodrigo Gómez. Nació el 18 de agosto de 1899. Entró de muy joven en el alfar, fue pintor y estuvo hasta 1933. -Julián Sánchez Tapia. Nació el 6 de febrero de 1905. Fue pintor. -Tomás Tornero. Nació hacia 1905. Fue pintor en Ruiz de Luna en torno a 1925. De él se conserva una tela con una representación de la Virgen del Prado igual a algunos La tercera etapa se inicia el 1 de mayo de 1942 con la firma del contrato de arrendamiento de la fábrica por el fundador a cuatro de sus hijos: Juan, Rafael, Antonio y Salvador. El cierre de la misma el 1 de abril de 1961 pone fin a aquel ilusionante proyecto que en este año conmemoramos su centenario. Fueron años difíciles por la situación en que la Guerra Civil había dejado el país y la propia fábrica, que hubo de ser reconstruida sin ninguna ayuda en 193715. La situación 13 Según membrete de carta para felicitar a Juan Ruiz de Luna por la concesión de la Cruz de Alfonso XII. Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). 14 Información facilitada por su hija Sara Tornero. 15 Talavera tuvo un periodo corto de contienda, pero los bombardeos sobre la fábrica causaron {31} arrendaticia se prorrogó hasta la muerte de Juan Ruiz de Luna el día 25 de septiembre de 1945, en que pasó a ser propiedad de los hermanos que la dirigían, repartiéndose los cometidos dentro de la misma. El director artístico de esta etapa fue Juan Ruiz de Luna Arroyo, hijo del fundador, quien había nacido en Talavera en 1899. Cuando se abrió el alfar se implicó desde un principio en el mismo y vio la necesidad de obtener una formación dirigida al sector de la cerámica artística, por ello decidió matricularse en 1914 en la Escuela de Cerámica de Madrid, a la que la fábrica se sentía muy vinculada y había ayudado en no pocas ocasiones, dada la buena relación entre el fundador y el director de la Escuela, Francisco Alcántara [Cat. 43]. Posteriormente se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, entre cuyos profesores contó con Joaquín Sorolla, y completó su formación en París pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios del Ministerio de Educación Nacional (1925). Destaca en el taller por la elaboración de bocetos para azulejería aplicada a la arquitectura, de cuyas obras contamos en Madrid con bastantes ejemplos. En este tipo de bocetos, alguno de ellos en nuestra exposición [Cat. 19, 21, 23 – 26], se puede observar la soltura y calidad del artífice, así como el dominio de la técnica de la acuarela. Desde muy temprano participó en exposiciones por toda España. En 1920 concurrió a la colectiva del Circulo de Bellas Artes con distintas obras, una de la cuales fue un óleo con el patio del Convento de Santa Paula de Sevilla; este óleo fue llevado a la cerámica por el propio Juan en una placa que hoy podemos contemplar en la exposición [Cat. 44]. Esta placa reafirma lo dicho sobre su destreza y el carácter pictórico que supo infundir a muchas de sus realizaciones cegraves deterioros en su estructura e importantes pérdidas en el material y almacén de piezas. {EL ARTE REDIVIVO} rámicas. Otra de sus pinturas, también en nuestro catálogo, es el retrato al óleo que realizó a su padre [Cat. 3 y 4]. En 1928, fue galardonado con medalla de oro por el lienzo Telares de Talavera en el Círculo de Bellas Artes de Toledo. En 1922 se trasladó a Madrid para regentar la tienda que la fábrica abrió en la calle Floridablanca. Esta presencia le sirvió para establecer contactos de los que derivarían gran cantidad de encargos, así como las muestras a realizar en distintas ciudades de España y del extranjero, como se deduce de la correspondencia que dirigía a su padre en estos años16. Como ejemplo de sus muchas obras en esta tercera etapa [Cat. 45] citaremos el proyecto para la Fuente Monumental de Rosario de Santa Fe (Argentina), los zócalos de la Facultad de Letras de Valladolid y el púlpito para la Ermita de Nuestra Señora del Prado. En 1933 se traspasó la tienda y él y su familia se instalaron en Talavera17, donde volvió a trabajar en la fábrica hasta su cierre en 1961, momento en el que decidió trasladarse a vivir a Málaga; allí montó su propio taller de cerámica. Los otros dos hijos del fundador, Rafael y Antonio, desempeñaron también en esta tercera época un papel fundamental. Rafael Ruiz de Luna Arroyo nació en 1910 y pasó toda su vida en el alfar hasta su cierre. Destacó como buen dibujante, aun cuando no tuvo la soltura pictórica de su hermano Juan [Cat. 46 – 48]. Pintaba junto a éste y controlaba los hornos con su hermano An16 Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). 17 En los últimos años de la fábrica dio clases particulares de pintura en Talavera, según nos ha manifestado Sara Tornero, quien asistió a éstas junto a Amparo Ruiz de Luna Serrano, hija del ceramista, y a Carmina Planchuelo, quien después contraería matrimonio con Juanjo Ruiz de Luna Serrano. Sara Tornero conserva un cuadro en el que parte del mismo está realizado por su profesor, quien le mostraba como realizar unas frutas correctamente. tonio. Pero sin duda alguna, la labor en la que sobresale como creador único es en los esmaltes, ámbito en el que alcanza un dominio técnico y artístico absoluto; una faceta que le permitió además entablar colaboraciones con escultores como Juan de Ávalos [Cat. 55 – 58]. Hay que destacar su intervención en algunas obras como el Vía Crucis de la Basílica del Prado que realizó con su sobrino Juan Manuel Arroyo [Cat. 27], así como alguno de los paneles que reproducían cuadros célebres en la historia de la pintura española. En cuanto a piezas de forma sobresale como creador de una serie denominada opalina, a partir de la técnica del esmalte, las cuales fueron galardonadas en algunos certámenes y que hoy recordamos en nuestra exposición [Cat. 61 – 69]. Antonio Ruiz de Luna Arroyo nació en Talavera en 1912, al igual que sus hermanos se vinculó desde el principió al alfar, y como ellos también lo abandonó tras el cierre definitivo. Hubo de sacrificar su formación con los pinceles para cubrir otras parcelas menos lucidas pero igual de necesarias. Su actividad se centró en la administración y gestión burocrática, no obstante existe algún testimonio que le sitúa junto a su hermano Rafael en el control de los hornos y también en la sección de moldes, donde debió surgir su buena amistad con Restituto Martín Gamo [Cat. 51 – 54]. También realizó el inventario de piezas del museo, a la vez que llevaba toda la documentación relacionada con el mismo18. Gran parte del éxito de este alfar se debió a que todos sus directores artísticos estuvieron al más alto nivel y a que no se había ausentado el anterior cuando el siguiente estaba ya interviniendo en la actividad artística de la fábrica, lo que permitió una continuidad no sólo en la producción sino también en la calidad. Antes de pasar a la relación de pintores y artífices de esta tercera etapa hay que mencionar de forma especial, aunque ya lo hicimos, a Florencio Martínez Montoya, jefe de taller durante toda esta época, excelente dibujante y gran trabajador, que fue reconocido con la medalla al mérito en el trabajo en 1972 [Cat. 153]. Pintoras: -Teresa Rodrigo Rodríguez. Trabajó entre 1940 y 1949. Pintora con el nº II. -Elisa Gómez Fernández. Pintora con el nº IV. -Urbana Rodrigo Rodríguez. Trabajó entre 1942 y 1944. Pintora con el nº VI. -Amparo Hidalgo García. Pintora con el nº VII. -Josefa Fernández Fuentes. Entró a trabajar en 1938 y la enseñaron a pintar Francisco Arroyo Santamaría, Juan Ruiz de Luna Arroyo y su hermano Rafael. Fue la última maestra de mujeres. Pintora con el nº IX. -Josefa Carretero Salinas. Pintora con el nº XI. -Amparo Muñoz Delgado. Pintora con el nº XII. -Juana Luna Gil. Trabajó de 1945 a 1949. Su nº de pintora era el XIII. -María Sánchez Palomares. Pintora con el nº XV. Pintores: -Felipe Spínola Bernardo. Muy buen pintor. -Antonio González Durán. En 1948 con 32 años era oficial de primera, categoría que sólo tenía Rafael García Bodas. Fue un pintor de mucho detalle y preciosismo. Al cierre de la fábrica se estableció por su cuenta en la Cañada de Alfares nº 22. -Mariano Eugercios Manzano. Trabajó de muy joven saliéndose para montar una empresa con otros dos ceramistas y posteriormente se estableció por su cuenta. -Rafael García Bodas. Nacido en 1922, 18 Información recibida de su hijo Alfredo Ruiz de Luna. {32} empezó de 11 años en el alfar y permaneció en él hasta su cierre. Su maestro fue Francisco Arroyo y constituye con Durán y Spínola el triunvirato de pintores de esta tercera época, sin olvidar a Florencio Martínez Montoya. -Pablo Adeva. Nacido en 1932, entró a trabajar en la fábrica en 1947 –todavía durante el luto por la muerte del fundador–, permaneciendo en la fábrica hasta 1961. Después pasó a la “Nueva Menora” y a Artesanía Talaverana. En la actualidad sigue colaborando con sus hijos en Cerámicas Adeva. De todo lo expuesto hemos de concluir que los pintores en la fábrica no fueron sólo tres, sino otros muchos que dejaron su arte anónimo en cuantas piezas salieron de sus hornos. Las grandes obras, sobre todo de azulejería, correspondían sin duda a los maestros, pero muchas extraordinarias ánforas y bellos platos salieron de las manos de torneros y pintores anónimos que enseñaron a otros y dejaron muchos años de sus vidas en el alfar. A todos ellos, mencionados o no, quisiera desde estas líneas dedicarles mi sencillo homenaje. Las lozas del alfar El deshornado de las primeras cochuras representó un destello de luz en el sombrío panorama cerámico de esta ciudad. Esos destellos fueron cada vez más frecuentes hasta que volvió nuevamente a amanecer con la luz de los mejores tiempos. Lo que se labraba a principios del siglo XX era una producción carente de calidad ar- II. EL TALLER tística compuesta, al margen de lo basto, por platos de rosilla19 y cacharrería decorada al gusto pseudovalenciano. Los modelos traídos hacia 1860 por los operarios venidos de Valencia y Manises se habían ido adulterando y degenerando a lo largo del último cuarto del siglo XIX, mezclándose con lo que había pervivido de la tradición talaverana, como las jarras de la Virgen del Prado o los platos de pabellones. En 1905 se cerró el alfar de “La Menora” que, aunque de forma muy agotada, había mantenido en mayor medida el gusto antiguo, pues “El Carmen”, el único que aún subsistía, se había rendido al gusto levantino para ofrecer algo novedoso que conquistara el mercado. Vamos a realizar ahora un breve estudio sobre las lozas que salieron del alfar de Ruiz de Luna y que, al margen de la producción azulejera, han sido las que en mayor medida han llegado al gran público y extendido su nombre. Abordaremos este trabajo intentando agruparlas en series decorativas, puesto que, de forma individualizada sería imposible dada su extensión. Ya en el primer catálogo de la fábrica (1913/14) se recogían más de doscientas piezas de loza diferentes20 [Cat. 110 – 112]. Entendemos por serie el conjunto de piezas de distinta tipología que repiten los mismos motivos sobre un mismo tema. En base a esto, estableceremos las principales series en la producción de la fábrica. 19 Estos platos estaban esmaltados en blanco y sólo tenían como decoración una pequeña roseta en el centro y un filete azul en el borde. Eran de uso domestico y no ornamental. 20 Estamos utilizando el término loza no en un sentido genérico que lo puede equiparar a cerámica, sino referido a vajilla y cacharrería en sus diferentes ámbitos. Serie Caligráfica El nombre con el que la clasificamos tiene que ver con el dibujo que presenta, pues éste aparece con un trazado muy fino, casi caligráfico, que se rellena con diferentes colores, principalmente amarillo, ocre, azul y verde, sobre un buen esmalte blanco. Sus motivos son casi siempre florales, acompañados de grupos de tres hojas (trifolios) en verde y amarillo, los que utiliza para rellenar. A veces esta decoración tiene un motivo central que puede ser el de la Virgen del Prado o escenas de montería [Cat. 32 y 35]. Esta serie presenta dos notas características que consideramos influencia de la producción “levantina” que se realizaba en Talavera en el momento de la fundación del alfar. La primera es la utilización de un color verde oliva o pardo, el cual vemos ya en piezas de finales del siglo XIX y que nunca había sido utilizado en Talavera antes de la venida de los alfareros valencianos. En el alfar se le denominaba verde de las mujeres, pues no olvidemos que eran ellas y algunos niños los que dibujaban en aquel momento todos estos cacharros. Este color, obtenido por la mezcla de cobalto y antimonio, está presente siempre en las piezas de esta serie, si exceptuamos aquellas muy escasas decoradas sólo en azul. La mayoría no solían ser muy grandes, aunque a veces se hacían ánforas de gran tamaño, como es el caso de la jarra dedicada al pintor Sorolla, presente en esta exposición. La otra característica es la aplicación en las piezas “de cerrado” de pequeñas hojas en relieve, bellotas como asidero de las tapas o simplemente circulitos con puntos, también en relieve, que rodean las bocas y las bases. El origen de esta decoración hay que buscarlo en las producciones de Manises de la segunda mitad del siglo XIX [Fig. 17]. Fig. 17: Jarras de Pico. Serie Caligráfica (Col. Sánchez -Cabezudo) La tipología que empleó esta serie fue variada: botijos, botellas globulares, jarras de pico, bomboneras, ánforas y platos no de gran tamaño. Todas ellas sólo van marcadas con el nombre Talavera en manganeso, enlazado y con la R caída, aunque algunas ni siquiera llevan esta marca. Podemos circunscribirla dentro de los dos o tres primeros años de la primera época. {33} Serie de Pabellones y Guirnaldas En ella están presentes algunas de las producciones que se realizaban en la ciudad en los años anteriores a la apertura del alfar, aunque bajo una nueva versión. Los dos términos que aquí agrupamos pueden constituir decoraciones por separado, aunque a veces también aparecen de forma compuesta. Consisten en una secuencia de ondas que se sujetan en sus extremos a unas rosetas de las que cuelgan paños con los que simulan estar atados. Unas veces las forman hojas y flores (guirnaldas) y otras unas te- {EL ARTE REDIVIVO} las en forma de cortinas recogidas en draperie (pabellones). Esta decoración tiene su origen en el mundo clásico, recuperada en el Renacimiento y posteriormente en el Neoclasicismo. En España se extendió a las artes decorativas durante el reinado de Carlos IV, mientras que en Talavera empiezan a repetirse en la primera década del siglo XIX. Los ejemplos decorados por Ruiz de Luna con estos motivos, principalmente ánforas, centros y maceteros, presentan alguna peculiaridad que denotan esa influencia levantina de las primeras series. Así, las guirnaldas en las piezas más tempranas no se forman con flores y hojas, sino con una especie de plumeado que ocupa más espacio [Fig. 18]. Incluso encontramos este repertorio realizado en el color verde de las mujeres y que denota lo temprano del mismo. A medida que avanza la segunda etapa decaen estas decoraciones de guirnaldas y pabellones por el empuje de series más novedosas y atractivas. Serie de la Virgen del Prado Está inspirada en las piezas que con este motivo se produjeron durante todo el siglo XIX. La Virgen del Prado, patrona de la ciudad y titular del alfar, ocupa el espacio central, representada en su trono con corona y aureola, lo que estuvo presente en todas las etapas de la fábrica, tanto en pequeños retablos y placas como en paneles de azulejos [Cat. 14 y 77]. En la cacharrería fue centro de jarras, botijos, burladeras, benditeras y platos [Cat. 32]. El resto de la decoración mezcla motivos de otras series, como la caligráfica, la de guirnaldas y pabellones, puntillas esquemáticas o ramos de flores alcoreñas. En algunas jarras el cuello y la parte cercana a la base presentan aca- los jarrones o ánforas se decora el reverso con una arquitectura o castillete igualmente entre árboles. Estas decoraciones están basadas en series históricas talaveranas, fundamentalmente la serie polícroma y la azul de árboles de pisos, caso en el que las producciones del alfar reproducen los árboles cuyo tronco está formado por tres líneas, todo ello en diferentes gradaciones de azul. Serie de Batallas Fig. 18: Ánfora de guirnaldas plumeadas (Col. López-Gascó) Fig. 19: Jarra Virgen del Prado con decoración de pabellones (Col. Medina) naladuras en relieve, bien en paralelo o en espiga [Fig. 19]. Estas labores, así como la inscripción que a veces rodea la jarra aludiendo a su propietaria, son detalles traídos de la serie histórica. Serie de Montería Es la más numerosa en el conjunto de loza elaborada por la fábrica, a la vez que sus motivos se hicieron presentes en cualquier tipo de cacharros y a lo largo de las tres épocas del alfar. Se caracteriza por escenas de caza o ecuestres en un escenario campestre cerrado por grandes y viejos árboles [Cat. 132 y fig. 20]. En las piezas de menor tamaño el motivo se reducía a uno o dos animales en ese mismo ambiente. En Fig. 20: Fuente con motivo de montería (Col. Sánchez-Cabezudo) No tiene antecedentes en las lozas antiguas de Talavera, aunque su fuente de inspiración sí es talaverana. Hablamos de los zócalos de azulejería de la Sala Capitular baja del Ayuntamiento de Toledo, obra realizada por el alfarero talaverano Ignacio Mansilla del Pino en 1696. Esta obra se compone de un conjunto de paneles con asunto de paisajes de batallas, separados por pilastras con guerreros o alabarderos ataviados a la romana. Las escenas podrían corresponder a los tercios de Flandes, todas con una gran fuerza representativa y magnífica policromía21. Cuando Ruiz de Luna y Francisco Arroyo contemplaron esta obra debieron quedar fascinados y enseguida pensarían las posibilidades que ofrecía este repertorio para el alfar. Debieron sacar apuntes in situ que luego trabajarían, pues la identidad con las piezas cerámicas es total [Figs. 21 y 22]. En el primer catálogo del alfar ya aparece una acuarela con uno de los pasajes de la obra antigua y en las páginas de loza las piezas 1 y 2 están decoradas con estos temas. En esta exposición están presentes dos paneles de azulejos, fechados en 1919, que pintó Francisco Arroyo para la entrada de la 21 AGUADO VILLALBA, José y AGUADO GÓMEZ, Rosalina: 2004, pp. 160 – 175. {34} II. EL TALLER Fig. 21: Detalle del zócalo de azulejos del Ayuntamiento de Toledo, Ignacio Mansilla, 1696 casa del fundador [Cat. 37 y 38], así como varias ánforas con escenas de batallas [Cat. 39, 135 y 136]. Esta serie no ha sido muy abundante, pero siempre fue realizada sobre grandes piezas polícromas. Toda su producción hay que situarla en torno a 1920, aunque conocemos un gran plato que por su perfil y la forma de estar marcado correspondería a los primeros años del alfar, lo que nos indica la temprana introducción de esta serie. Serie Renacentista o de Guerreros No tiene su origen en ninguna serie histórica talaverana, pues fue creación del alfar tras la influencia de los dibujos o diseños traídos por Enrique Guijo, muy en relación con las producciones azulejeras renacentistas. Podríamos recordar los tondos de los zócalos del alcázar sevillano, firmados por Augusta en el último tercio del siglo XVI, de figuras zoomorfas y antropomorfas entre acantos y zarcillos adaptados a la forma circular del enmarque. En las ánforas el tondo ocupa el centro de ambas caras, rodeado de un herraje renacentista o de una cartela barroca de la que salen vegetales simétricos con hojas carnosas y frutas [Cat. 144]. Esta serie se realizó durante la primera y segunda etapa del alfar, y fue durante la década de los años 20 el momento en que se realizaron las mejores piezas. Para la exposición se han seleccionado importantes ejemplos, pues además de los dos platos de 1907 y los anteriormente citados, encontramos también una pareja de platos con guerrero y dama de muy cuidada ejecución, con orlas preciosistas al más puro estilo Ruiz de Luna [Cat. 145]. Como subgrupo, por la indumentaria clásica de sus personajes, podríamos incluir aquí un conjunto de piezas decoradas con soldados de cuerpo entero, ataviados a la romana, que portan instrumentos militares, siempre en un paisaje exterior de viejos árboles. Estos motivos se plasmaron sobre piezas grandes y en un momento temprano que no llega a la segunda década del siglo. Fig. 22: Centro de ánfora con motivo del zócalo de azulejos del Ayuntamiento de Toledo o los del presbiterio de la iglesia parroquial de Erustes (Toledo), obra talaverana de Antonio Díaz fechada en 1567. Tras los planteamientos del revisionismo historicista del último cuarto del siglo XIX y principios del XX se recuperó el discurso arqueológico a través de la mirada nostálgica hacia las formas y repertorios del clasicismo. Así fueron abundantes las orlas de grutescos, la decoración a candelieri, o los medallones con efigies renacentistas que imitaban los bajorrelieves que, a finales del Quattrocento y principios del Cinquecento, ocuparon las enjutas en múltiples ejemplos arquitectónicos. Los tondos con cabezas de guerreros y a veces de damas fueron un motivo perfecto para ocupar el centro de grandes platos y ánforas, siempre de esmerada ejecución. Estas cabezas aparecen en ocasiones tocadas con casco de guerrero, mientras que otras sólo evocan su aspecto clásico, sin más aditamento que una túnica sobre sus hombros [Cat. 33 y 34]. En el caso de los platos, el ala está recorrida por un grutesco Serie Barroca o de Roleos Es una de las señas de identidad del alfar de Ruiz de Luna, hasta tal punto que ha llegado a identificarse con lo talaverano. El origen hay que buscarlo en las grecas de roleos y acantos de las producciones polícromas del XVII o de las azules y blancas del mismo siglo y del siguiente. Esta inspiración en la mente y las manos de Francisco Arroyo dio lugar a un sinfín de combinaciones. De aquellos roleos brotaron tallos y hojas que engendraron flores y frutas, mezclados con herrajes y calabrotes, que a su vez se alargaron para formar candelieri {35} Fig. 22bis: Panel de Cervantes (Academia de Artillería de Segovia, 1939) o se mezclaron con figuras antropomorfas y zoomorfas en una nueva visión del grutesco a lo barroco. Todo ello con el sombreado perfecto, el dibujo preciso y el colorido que, aunque creado por ellos, se confunde con el “clásico” de Talavera. Esa mezcla de amarillo, azul y naranja no se ha ido de nuestras retinas, aunque hace ya casi cincuenta años que se apagaron aquellos hornos. Las composiciones se adaptaron perfectamente al planteamiento de grandes murales, bien para fachadas o para zócalos, de los que tenemos ejemplos excelentes en el primer catálogo del alfar dibujados por Arroyo. También se añadieron a la panza de grandes jarrones, bien como motivo único, a partir de un pequeño óvalo o camafeo en {EL ARTE REDIVIVO} el centro de un eje vertical, o como acompañamiento de otros motivos centrales: cuadros clásicos, tondos de guerreros, etc. [Cat. 34]. Estos roleos fueron utilizados durante toda la vida del alfar y se mezclaron frecuentemente con casi todas las series que estamos estudiando. de azulejos con el episodio de los molinos [Cat. 142] y una fuente ochavada en que don Quijote y Sancho preparan las caballerías [Cat. 143]. Serie de Lagarteranos Serie Alcoreña Los repertorios llegados a mediados del siglo XVIII de la ciudad castellonense llenaron gran cantidad de cacharros talaveranos durante la segunda mitad de la centuria, recreados posteriormente en el alfar de “Nuestra Señora del Prado”. El tema del ramito agrandado se utilizó en muchas piezas como complemento de otro motivo central, así por ejemplo lo encontramos en cantidad de jarras, botijos y benditeras del la Virgen del Prado. El tema del chaparro (árbol superpuesto sobre un puente) fue centro de muchos platos o jarras y gozó de gran éxito en vajillas [Cat. 79 y 80]. Otro motivo menos abundante, pero del mismo origen, es el que rellena la pieza de grupos de puntos y mariposas sueltas, donde el centro es un pájaro, todo ello utilizado normalmente en bandejas o jarras pequeñas. Las decoraciones alcoreñas se utilizaron en piezas de pequeño tamaño, sobre todo en juegos de café y vajillas, donde tuvieron una gran aceptación en la modalidad polícroma durante todas las etapas. Serie del Quijote La existencia de un plato de producción talaverana de mediados del siglo XVIII con el tema del Quijote en la colección de Ruiz de Fig. 23: Sorolla pintando lagarteranos. Fotografía de J. Ruiz de Luna (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Luna provocó, no sólo su copia, sino sobre todo la elección de las aventuras del ingenioso hidalgo como parte del repertorio decorativo del alfar. El momento era de lo más propicio para la adopción del tema si tenemos en cuenta que en 1905 se había celebrado el tercer centenario de la obra [Fig. 22bis]. Además el momento de regeneración nacional que se vivía en España era el idóneo, impulsado por los integrantes de la Generación del 98 y alentado por los miembros de la Institución Libre de Enseñanza. Fueron las ilustraciones del Quijote del centenario, obra del pintor andaluz José Jiménez Aranda, y las de la Edición Príncipe de 1863 de Gustave Doré las principales fuentes para las piezas cerámicas de la fábrica. La adopción de este tema debió de realizarse desde los primeros años, no sólo por la existencia de las copias de la pieza histórica [Cat. 71 y 72], sino por aparecer representado en la pieza nº 198 del catálogo I y en los siguientes. Igualmente se conservan bastantes bocetos para obras de azulejería con este tema22. En esta muestra están presentes, además de la pieza ya señalada, sendos bustos de Cervantes [Cat. 140 y 141], un panel 22 Véase GONZÁLEZ MORENO, Fernando: “El Quijote en la cerámica Ruiz de Luna” en MAÑUECO, Carmen (dir.): 2005, pp. 295 – 329. {36} Lagartera, pequeño pueblo toledano situado a 25 kilómetros de Talavera, ha tenido, al menos desde el siglo XVIII, una idiosincrasia que ha impregnado su forma de vestir, sus viviendas y sus propias costumbres y tradiciones. Estas peculiaridades han sido conservadas con celo por sus habitantes, de tal manera que a principios del siglo XX fue foco de atracción de pintores, fotógrafos y viajeros. Tenemos constancia de su paso por allí de Sorolla [Fig. 23], López Mezquida, Roca, Benlliure y fotógrafos como Ortiz Echagüe y Rodríguez. Ruiz de Luna, también fotógrafo, realizó múltiples visitas e instantáneas, principalmente de sus tipos populares. Si a esto unimos que Platón Páramo vivía en Oropesa, pueblo limítrofe, quien admiró dicho costumbrismo y lo difundió entre sus amigos y miembros de la Institución Libre de Enseñanza, entenderemos el auge de este pequeño pueblo en ese momento de regeneración nacional. Páramo hizo de anfitrión de muchos de estos artistas, pues sabemos que Sorolla se alojó en su casa en alguna de sus visitas, posiblemente en 1912 cuando acude a pintar una boda lagarterana. También conocemos una carta de 192423 dirigida a Juanito Ruiz de Luna en la que le comunica la próxima celebración de una boda de lujo, ofreciéndole su casa para alojarse. De todo lo anterior no es difícil pensar que quisieran plasmar estos tipos en sus cerámicas, y en efecto en el catálogo I aparece con el nº 51 una orza globular que repre23 Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). II. EL TALLER senta este tema y dos platos con los nº 176 y 177 que recogen respectivamente al hombre y a la mujer ataviados con el traje típico. En el catálogo II aparecen dos figuras de bulto con los nº 295 y 298 que representan un lagarterano y una lagarterana. Por último, el catalogo de la tercera época recoge con el nº 128 la orza del primero y con los nº 154 y 155 las dos figuras del segundo. Como vemos, este tema estuvo presente durante toda la vida del alfar e igualmente está presente en esta exposición [Cat. 146 – 151]. [Cat. 102], una cornucopia con Los Borrachos [Cat. 106] y una gran ánfora con El rescate de Moisés de las aguas del Nilo, obra original del italiano Orazio Gentileschi [Cat. 105]. Serie Heráldica Son muchas las piezas decoradas con escudos, unas veces corresponden a las armas concretas del comitente y otras son genéricos, así por ejemplo el de Toledo, el del Monasterio del Escorial o los de órdenes religiosas. El escudo de Toledo, generalmente encerrado en un águila bicéfala coronada, fue muy utilizado en todas las etapas. En color azul y grandes proporciones decoró en la primera muchas jarras-paragüero o bastoneras. En la segunda y tercera, también en grandes platos y paragüeros, tomó color y se situó en un escenario campestre de encinas. Los escudos de familia o con las armas de nobleza fueron uno de los motivos más recurrentes en los encargos del alfar [Fig. 24], bien en plafón de azulejos, para decorar escaleras u otros lugares de la casa, o bien utilizados en juegos de café o vajillas. De estas últimas tenemos referencias concretas en la Memoria de 1913 que Ruiz de Luna redacta para presentarla a los demás socios. Serie de Cuadros Históricos Fueron bastantes las piezas de loza que tuvieron como decoración la reproducción de cuadros célebres de la Historia de la Pintura, generalmente española, aunque también de artistas extranjeros presentes en el Museo del Prado. Igualmente se hicieron gran cantidad de placas y pequeños paneles de azulejos que recogían estas mismas telas. El sentimiento que da origen a estas copias es el mismo que el de ensalzar todo aquello que revele el esplendor de nuestra identidad nacional, por ello muchas de estas piezas se llevaban a certámenes internacionales. En 1929 concurrieron en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en el pabellón comercial junto a otras placas, paneles y ánforas cuyo motivo se centraba en la reproducción de cuadros de grandes maestros. Estas piezas tenían muy buena salida comercial, pues eran objeto de compra por muchos extranjeros. En este sentido conocemos lo expresado por Juan Ruiz de Luna Rojas a su amigo García Viñolas en carta, desde Arenas de San Pedro, de 25 Fig. 24: Azulejo heráldico individual (Col. Jaime Moraleda) de agosto de 193824. […] Rafael sigue bastante bien, […] ayer se fue a Talavera con la intención de hacer la Majas de Goya y otras copias de Zurbarán que han encargado militares alemanes. En el taller, Rafael Ruiz de Luna Arroyo mostró aptitud para estas copias históricas que realizaba solo o a veces con su hermano Juan y su sobrino Juan Manuel Arroyo, como fue el caso de los bocetos y paneles para el pabellón de Goya de la exposición del 29, llamado La Quinta del Sordo. Esta producción fue una constante en la vida del alfar como se prueba en los sucesivos catálogos. Habitualmente cuando estos temas ocupaban los centros de platos, cornucopias o ánforas eran de gran tamaño y gran calidad, como lo demuestran los ejemplos traídos a esta exposición: un jarrón con Las Hilanderas de Velázquez Serie de Opalinas En la última época de la fábrica, con los deseos de innovar y buscar nuevas formas, diseños y acabados, se elaboró un grupo de piezas denominada Opalinas, proyecto impulsado en mayor medida por Rafael 24 Ídem. {37} Ruiz de Luna Arroyo quien, como sabemos, era un apasionado de los esmaltes. En ellas las formas rompen con el pasado inspirándose en la sencillez de las porcelanas orientales. Los motivos son variados: hojas y frutas, paisajes o figuras con un toque de modernismo, cuyos bocetos eran realizados por Juan y Rafael. Éste último profundizaría, ya por separado, en el mundo de los esmaltes. Con estas Opalinas concurrieron a certámenes internacionales en los que obtuvieron destacados premios en reconocimiento a las mismas (Cannes), y dio lugar a un catálogo en concurrencia con el de piezas clásicas [Cat. 61 – 69]. Marcas de las piezas de loza Las producciones de Talavera nunca habían sido marcadas con anterioridad al alfar de Ruiz de Luna. Con la apertura de la nueva fábrica se estableció como costumbre la utilización de una marca que identificaría su producción, la cual fue variando según sus diferentes épocas, aunque de los primeros momentos existen piezas en las que aún no se incluye ninguna. Este deseo de señalar sus piezas fue emulado por las demás fábricas, lo que aún hoy se sigue manteniendo. {EL ARTE REDIVIVO} Primera época Segunda época Tercera época Fig. 28: Marca con número de pintora Fig. 32: Marca con número de catálogo Fig. 25: Primera marca utilizada posiblemente hasta finales de 1910 Fig. 29: Marca empleada a partir de 1925 con número de catálogo Fig. 33: Marca con número de pintora Marcas no identificadas Fig. 26: Marca con enlace de la luna y la inicial “G” de Enrique Guijo en piezas del alfar Fig. 30: Marca utilizada posiblemente en los años siguientes a la Guerra Civil Fig. 27: Marca utilizada posiblemente a partir de finales de 1910 Fig. 31: Marca utilizada en piezas de gran tamaño y calidad {38} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA La colección Ruiz de Luna, fuente de inspiración para el proceso de revitalización de la cerámica talaverana CRISTINA MANSO MARTÍNEZ DE BEDOYA Resucitar lo pasado, renovando la tradición, es una de las maneras más hondas de fraguar porvenir y hacer progreso. Miguel de Unamuno, 1909 La crisis que vivió España desde mediados del siglo XVIII, y que dominó la práctica totalidad del siglo XIX, propició la aparición de una corriente ideológica cuyo objetivo inmediato fue el de solucionar, mediante una serie de medidas pragmáticas, el declive no sólo de la economía y de las instituciones, sino del propio concepto de España, en lo que dio en denominarse, precisamente, “el problema de España”. Efectivamente, un grupo de intelectuales, sustentado ideológicamente a la luz de los principios postulados por Krause y, posteriormente, por la Generación del 98 y de la Institución Libre de Enseñanza, acometió la tarea de recuperar el esplendor perdido de los siglos XVI {41} I Álbum de firmas de la fábrica (Archivo Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Mediante la publicación de su obra más paradigmática Ideal de la Humanidad para la vida (1860). y XVII mediante la revitalización de sus valores, encarnados en la Literatura, el Arte y el Misticismo. En este contexto se comprende el surgimiento del Regeneracionismo como impulsor de la conciencia nacional. Varios fueron los intelectuales que aunaron esfuerzos para abanderar la recuperación del “casticismo” y de lo “castellano” –alma de España–, de lo “popular” –expresión íntima del pueblo– y del concepto espiritual derivado del misticismo de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, valores entendidos como la raíz misma de la historia de la nación. España se estudia a sí misma y, en base al concepto unamuniano de la “intrahistoria”, comienza en el campo del Arte una crítica hacia cualquier manifestación artística foránea y se inicia una recuperación sistemática de las antiguas tradiciones, representadas, en el ámbito de la cerámica, por la alfarería, cuyo elemento principal, el barro, materia primigenia y origen místico de la tierra y del hombre, eleva la técnica alfarera a la categoría de Arte. La situación en Talavera era igualmente nefasta. La cerámica que tanta fama había {EL ARTE REDIVIVO} dado a la ciudad se había sumergido en la más total de las penumbras desde mediados del siglo XVIII, salvo honrosas excepciones como el conjunto de la Sacristía de la Basílica del Prado (1726 – 1761), el que ejecutara Ignacio Mansilla para el Convento de las Madres Agustinas (1720) o el espléndido panel de la Imposición de la Casulla de San Ildefonso de Clemente Collazos (1790). En el siglo XIX, se documenta la existencia de dos alfares y en el XX tan sólo uno, con una producción enfocada al uso común lejos de cualquier pretensión artística; la elaboración de los grandes paneles de azulejería se había extinguido prácticamente. Las causas de tal decadencia, tantas veces estudiada, a saber, el fin del monopolio de Triana y Talavera en el comercio con las Indias, el encarecimiento de los óxidos, la fundación de la Fábrica del Conde de Aranda en Alcora (1727), la de la Real Fábrica de Sedas en la propia Talavera (1748), el trasvase inevitable de mano de obra, el agotamiento de los barros de la cantera de Calera, la falta de buenos dibujantes..., hundieron definitivamente la cerámica en la más honda de sus crisis. Se inicia entonces el proceso de revitalización y recuperación de la cerámica en todo el territorio nacional. Daniel Zuloaga reproduce piezas de reflejo metálico de estilo hispano-árabe en Segovia, Mensaque y Soto reviven para Sevilla el estilo Renacimiento andaluz, Sebastián Aguado se afana en Toledo en recuperar las técnicas de En referencia a los alfares de “La Menora” y “El Carmen” de Niveiro. PACHECO JIMÉNEZ, César: 1992. Sobre las causas de la decadencia de la cerámica de Talavera, véase GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 43 – 56. Especialmente interesante por el paralelismo con la labor de Ruiz de Luna fue la labor emprendida por Daniel Zuloaga en Segovia, que ha sido objeto de un reciente estudio. RUBIO CELADA, Abraham: 2007. Fig. 41: Entrada del antiguo Museo “Ruiz de Luna” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) “arista” y “cuerda seca” y, otros tantos artistas, también en el ámbito levantino, dan nueva vida a las antiguas técnicas cerámicas. Se adhieren todos así al proyecto común de recuperar lo mejor del arte español que defendían los intelectuales de la época como Ángel Ganivet, los hermanos Machado, Miguel de Unamuno, Azorín, Francisco y Hermenegildo Giner de los Ríos, Ortega y Gasset, etc,. quienes, en tantas ocasiones, manifestaron también su apoyo a la labor emprendida por el que consideraron como el “fiel continuador del prestigio de antaño”: Juan Ruiz de Luna Rojas. Pero para evaluar realmente cuáles fueron las circunstancias que propiciaron este proceso de revitalización de la cerámica en Talavera, el papel que jugó la colección particular de Ruiz de Luna en dicho proceso y en qué medida influyó ésta en la producción de la Fábrica de Cerámica Artística “Nuestra Señora del Prado” que él mismo fundó, habría que remontarse a los primeros años del siglo XX para comprobar que, tal vez, todo comenzó por la admiración que produjo la belleza de un plato “estilo Renacimiento”… o por el entusiasmo de un coleccionista de Oropesa… o por el atrevimiento de un hombre que supo unir todos los factores y lograr enaltecer la cerámica de Talavera, en pleno siglo XX, hasta lograr su recupe- “Un nuevo museo en Talavera...” (1925). GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2003, pp. 87 – 96. {42} ración y, lo que es más importante, la superación de las antiguas técnicas, formas, colores e iconografías que caracterizaron la cerámica de los siglos XVI y XVII. El punto de partida se remonta al año 1907. Desde Sevilla, había llegado el ceramista Enrique Guijo y, del alfar del “Carmen” surgió, a modo de prueba, un plato con la representación de un guerrero del Quattrocento que reproducía incluso la cartela de ferroneries típica del XVII para albergar el nombre de TALAVERA. Emilio Niveiro, el propietario del alfar, considerando demasiado arriesgada la aventura de producir cerámica artística, no se decidió, pero este plato, ¡el plato!, causó gran admiración en el coleccionista de Oropesa, Platón Páramo. La semilla para el inicio del proceso de recuperación de la azulejería talaverana ya estaba plantada. Pero faltaba un socio comprometido, alguien que realmente quisiera apostar por la recuperación del arte olvidado y ese, sin duda, fue Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945). Apenas un año después, se inauguraba la Fábrica de Cerámica Artística “Nuestra Señora del Prado” en la talaverana plaza del Pan en un solar proporcionado por la viuda de E. Ginestal y, desde este momento, resurge nuevamente el color unido al arte; “la paleta de gran fuego” donde amarillos, verdes, marrones y azules se unían para dar vida al barro. Era el año 1908, y este nuevo alfar empieza a producir en sus hornos gran cantidad de piezas de forma y azulejería muchas de las cuales tomaron como referencia y modelo la colección que su amigo Páramo había ido formando a lo largo de casi veinte años: Varias salas cuajadas de magníficas cerámicas de Talavera, la mejor colección de España […] esto le hizo ser conocido III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA en París, ciudad que visitaba con frecuencia […] llegó a reunir una colección importantísima, lo mismo en azulejería que en platos y potería, que fue el origen de su entrada en la sociedad pro-resurgimiento de la cerámica de Talavera, cuyos elementos para modelos puso muy gustoso a favor de esta nobilísima empresa […] su amistad y cariño hacia Ruiz de Luna llegó a constituir en él un culto, que fue creciendo a medida que se daba cuenta de la labor perseverante de este hombre. Esta vinculación entre los dos coleccionistas quedó establecida incluso legalmente mediante el contrato de formación de la Sociedad Ruiz de Luna, Guijo y Cª, en la que se especificaba la disponibilidad de una serie de objetos de la colección de Páramo con el fin de que sirvieran como modelo y para facilitar el aprendizaje directo de las formas y técnicas del Renacimiento que se pretendía recuperar. El nacimiento de la colección del propio Ruiz de Luna, que hoy constituye la parte esencial del Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”, surge antes de la fundación de la propia fábrica y crece paralelamente al desarrollo de ésta, como crecen todas las grandes colecciones, despacio, formada pacientemente por influjo de la de su amigo, el farmacéutico de Oropesa y uno de sus primeros socios junto con Guijo en la fundación del alfar. Con este referente, Ruiz de Luna, ya deslumbrado al llegar a Talavera por el esplendor de la cerámica antigua, empieza a coleccionarla, no duda en ir a testares, anticuarios, edificios e iglesias en ruinas, a cualquier lugar o contacto que le proporcionara las genuinas piezas cuyas formas va a reproducir posteriormente. El éxito, no exento de dificultades, fue abso Documento “Biografía de Platón Páramo” del Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga), facilitado por cortesía de Fernando González Moreno. Figs. 42 y 43: Entrada/folleto del antiguo Museo “Ruiz de Luna” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) luto. Gran número de premios y de títulos obtenidos en los más diversos certámenes y exposiciones lo avalan. Cuando en 1908 Ruiz de Luna inaugura la fábrica, establece su colección en las dependencias de la misma y, poco a poco, las va llenando de piezas pertenecientes a las más destacadas series cerámicas de los siglos XVI, XVII y XVIII [Cat. 96 – 101]. Si bien a finales del siglo XIX y principios del XX ya habían surgido los primeros museos con un particular enfoque hacia las artesanías, como el Museo Pedagógico Nacional (1882), el de Industria (1871) o el de Artes Decorativas (1912), la colección de Ruiz de Luna se distribuyó del mismo modo en que en el siglo anterior se habían dispuesto los gabinetes de reyes y personajes ilustrados. De forma casi paralela, surgen en el territorio español otras impor {43} Todos estos museos no hacen más que seguir los modelos europeos de Sèvres, Limoges y de otros importantes centros de tradición alfarera, especialmente, el South Kensington Museum (Victoria and Albert Museum) de Londres. GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 134 – 145. tantes colecciones, algunas de las cuales, constituyen parte de los fondos de destacados museos como el Museo Nacional de Cerámica “González Martí”10, el Museo de Cerámica de Barcelona, el de Zaragoza, Paterna, Alcora o el de Daniel Zuloaga en Segovia, entre otros. Así pues, la colección, cada vez más amplia, terminó por convertirse en museo, el Museo Ruiz de Luna de Cerámica Antigua, el cual se distribuía en una amplia sala de diferentes tramos por cuyas ventanas se filtraba la luz y en cuyos alfeizares se disponían cántaros y jarrones [Figs. 41, 42 y 43]. El tránsito por el museo se hacía de forma fácil, a través de arcadas de medio punto que comunicaban los espacios y se decoraban con platos de diferentes tamaños. Las paredes se cubrían no sólo de platos, sino también de especieros, tinteros, placas, paneles, benditeras, retablos y altares de azulejería, combinados con otros elementos para crear personales composiciones; sobre mesas y diversos muebles se disponían formas de otras épocas: mancerinas, escudillas, salvaderas, jícaras, aguamaniles, botes de farmacia, ánforas, etc. Blancas columnas hexagonales, chapadas de azulejos renacentistas en sus bases, intercalaban el espacio para soportar el peso de las vigas de madera y crear, sin duda, un ambiente muy especial, como el que consiguió para instalar el retablo de Santiago evocando una pequeña capilla11 [Cat. 99]. La noble mesa castellana y las butacas de tijera, donde Ruiz de Luna pasara tanto tiempo, se disponían en el centro, situando al artista, coleccionista y empresario en 10 Este museo surgió de forma parecida al de Ruiz de Luna tras la donación al Estado, en 1947, de la colección de Manuel González Martí y de su mujer, Amelia Cuñat. 11 Se trata del magnífico retablo de Santiago Matamoros con el que Ruiz de Luna obtuvo Diploma de Honor en la Exposición de Bellas Artes y Artes Decorativas de Madrid (1920). {EL ARTE REDIVIVO} su particular templo de arte “renacentista”. Ruiz de Luna, que había ejercido como decorador y fotógrafo, se situaba en el centro de un universo artístico creado por él y así, inmerso en el espacio repleto de “cacharros viejos”, quedó inmortalizado en más de una ocasión en las fotografías y postales que se conocen del antiguo museo. La exposición de la colección de cara al público fue objeto de una gran acogida de la que se hizo eco la prensa de aquellos años. La revista Toledo publicaba en 1925 un artículo dedicado a “Un nuevo museo en Talavera”, que hace referencia a la colección como lo más preciado por Ruiz de Luna, y la cita como una de las más interesantes y completas de la época. “El mejor aposento era para su museo; lugar no sólo de sus estudios, cuyas piezas sirviéronle de modelo, sino también de recreo espiritual, de placer para el alma”12. Un buen resumen de lo que fue este museo lo podemos encontrar entre la documentación de la propia fábrica que posee el archivo de Amparo Ruiz de Luna; se trata de una nota con el membrete de CERÁMICAS / RVIZ DE LVNA, S.L. / TALAVERA y titulada “El Museo Ruiz de Luna de Cerámica Antigua de Talavera”. En ella, en apenas unas líneas, se sintetiza el trabajo en pro del renacimiento de la loza talaverana, la labor complementaria de sus hijos como continuadores del incremento de los fondos de la colección y su proyección internacional. El contenido de la nota dice así: Este interesante Museo de cerámica antigua que contiene ejemplares valiosos de los siglos XV al XVIII, es para el turismo y toda persona amante de las artes pretéritas españolas el museo Talaverano por antonomasia. 12 En el mismo artículo se anuncia que el rey Alfonso XIII le va a conceder la Cruz de Alfonso XII como, efectivamente, sucedió en el mismo año. “Un nuevo museo en Talavera...” (1925). de todos los valores que en los tiempos pasados hicieron posible que la cerámica de Talavera se considerase señera entre todas las españolas. Sus hijos y continuadores de la obra, siguiendo la misma línea de inquietudes artísticas, han ido aumentando el interés de tan interesante colección, incorporando valiosos ejemplares representativos de diferentes épocas, logrando con tan notable ampliación de sus salas, un conjunto museal de gran prestigio, y que es admirado constantemente por el turismo internacional13. Las piezas que componían los fondos, cerca de dos mil, fueron inventariadas y, para mayor control, se les añadió un sencillo sello a cara vista en el que se sigue un mismo modelo: MVSEO RVIZ DE LVNA TALAVERA/ Nº___/. Muchos de ellos se conservan aún en los fondos del actual Museo, como se aprecia en dos de los ejemplares expuestos con figuras de animales de la serie azul14 [Cat. 84 y 86 y figs. 44 y 45]. En la actualidad, en las campañas anuales de restauración y limpieza, se mantiene el criterio de conservación de estos sellos como parte de la historia de la pieza, trasladándose a la parte posterior. Del mismo modo, estas campañas permiten descubrir restauraciones elaboradas en la fábrica; éstas se diferencian por su peculiar tonalidad y, en la mayor parte de los casos, por la mayor perfección técnica de las formas y el dibujo, que superan los de la pieza original como el caso del ánfora del siglo XVIII que forma parte de esta exposición15 [Cat. 89 y 90]. En cuanto al fin último de la colección, inde- Figs. 44 y 45: Sellos originales de catalogación del antiguo Museo “Ruiz de Luna”; nº 99 (actual Nº IG 4042) y nº 155 (actual Nº IG 4258) Su fundador, el Ilustre ceramista D. Juan Ruiz de Luna Rojas, puso en la formación del mismo la ilusión, el entusiasmo que es posible en un artista de gran temperamento. Simultáneamente, o como complemento de la gran batalla que diere a la incomprensión, al desconocimiento y desamor de principio de siglo por estas manifestaciones logrando con ella el efectivo resurgimiento de la cerámica talaverana completamente desaparecida y olvidada, fue formando este interesante museo de gran emotividad artística e histórica y que hoy constituye un exponente 13 Documento del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) proporcionado por Fernando González Moreno. 14 El nº 99 de Ruiz de Luna se corresponde actualmente con el Nº IG 4042 y el nº 155 con el Nº IG 4258. 15 Nº IG: 4481. {44} pendientemente del lógico deleite personal del coleccionista, fueron varios los motivos que justificaron plenamente su existencia: recuperación de tipologías renacentistas, publicidad para la fábrica, referente como modelo educativo, etc. No hay que olvidar que es éste el momento en el que en muchas provincias españolas surgen las Escuelas de Artes y Oficios poniendo en práctica el modelo pedagógico impulsado por la Institución Libre de Enseñanza y por las Misiones Pedagógicas en relación con el fomento de la educación de los obreros; “obreros sí, pero inteligentes y artistas”16. Con este mismo objetivo, el del dominio absoluto de la técnica y el arte, Ruiz de Luna puso en funcionamiento la Sociedad de Instrucción y Recreo “El Bloque”17, donde los propios Juan Ruiz de Luna, hijo, y Francisco Arroyo ejercerán como maestros de los operarios; allí imparten una serie de materias teóricas como complemento de las clases técnicas relacionadas con las pastas, el torno, los moldes, los hornos, etc. En este sentido, el museo de cerámica antigua fue vital para la culminación del proyecto de renacimiento cerámico, en cuanto que las piezas que la integraban sirvieron como modelo a imitar por los alumnos en un intento de reproducir no sólo las antiguas tipologías, sino de educar el gusto, “el buen gusto”, tan amenazado por la incipiente industrialización de las artes [Cat. 9, 89 y 90 y figs. 46 – 48]. Ya en 1885, M. B. Cossío insistía desde las páginas del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza en la importancia de la educación de los niños 16 “Del Toledo laborioso...” (1921), pp. 79 – 81. 17 Esta sociedad fue presidida por el mismo Juan Ruiz de Luna Rojas desde 1916 hasta 1936, año en que ha de cerrar sus puertas. En ella se pusieron en práctica los planteamientos libre-institucionalistas que había conocido de primera mano de Francisco Álcantara, fundador de la Escuela de Cerámica de Madrid, de Unamuno o de Mariano Benlliure, entre otros. III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA y del enfoque pedagógico que las salas de los museos debían tener18. Años después, Santiago Camarasa se hacía eco del éxito obtenido: “Su fábrica, la misma de antes, pero toda llena de talleres, es un modelo de fábricas, de escuelas deberíamos decir, que allí se han educado y se educan sus obreros desde niños, desde que empiezan las primeras nociones del dibujo, inculcándoles con acertada dirección, en el nutrido y valioso museo de obras de cerámica antigua que posee Ruiz de Luna”19 [Fig. 49]. Estas obras, que servirán como modelos para ser reproducidos, se detallan en una Nota de Precios bajo el significativo título de “Catálogo de reproducciones del Museo Antiguo”. Fechado en 1959, consta de 27 piezas cuyas tipologías abarcan jarras, tarros de farmacia, placas con imágenes… y hasta trece tipos de platos. También se incluye el azulejo denominado de “carabela” con las medidas tradicionales de 14 x 14 cms. En esta escueta relación figuran también tanto las medidas como los precios, los cuales, como dato curioso, oscilan entre las cuarenta pesetas del azulejo suelto hasta las cuatrocientas cincuenta de la jarra de 37 cms20. Pero además, este compendio de la mejor loza talaverana que fue su colección se utilizó como reclamo publicitario adicional para alentar las visitas a la fábrica, por lo que se elaboraron carteles anunciadores para la prensa: MUSEO RUIZ DE LUNA / CERÁMICA ANTIGUA TALAVERANA / SIGLOS XV AL XIX / ENTRADA LIBRE / TALLERES DE ARTESANÍA21 [Fig. 41]. Se trataba de evidenciar la posibilidad de adquirir obras 18 COSSÍO, M. B.: 1885. 19 CAMARASA, Santiago: 15 de julio de 1920. 20 Documento “Catálogo de reproducciones del Museo Antiguo” del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) proporcionado por Fernando González Moreno. 21 Cartel de la Imprenta Ébora. Fig. 47: Acuarela por Juan Ruiz de Luna Arroyo reproduciendo la escena de un jarro de la serie azul (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Fig. 46: Plato de la serie azul, siglo XVIII (Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”). similares a las producidas en los “Siglos de Oro” y se justificaba el deseo de adquirir piezas de lujo a la vista de los ejemplares mostrados en este museo de “entrada libre”. J. RUIZ DE LUNA / CERAMISTA / SU LABOR CONSTANTE Y LA POSESIÓN DE UN NUTRIDO MUSEO DE PIEZAS AUTÉNTICAS HACEN QUE SUS OBRAS SE CONFUNDAN CON LAS MEJORES DE SU MAYOR FLORECIMIENTO22 [Cat. 95]. En la Memoria de la Fábrica de 1913, se vuelve a afirmar que “no era aventurado pensar en imprimir en esta cerámica el carácter artístico de los buenos ejemplares que se conservan” y, aludiendo a la labor como iniciadores del renacimiento de la cerámica talaverana de Guijo y Ruiz de Luna, añade: “pueden gloriarse de haber llegado a un perfeccionamiento tal en esta clase de trabajos, que muchos de éstos se confunden con los mejores que se hicieron en la época del florecimiento de esta cerámica, así lo han reconocido eminentes artistas, arqueólogos y críticos de arte, como así Fig. 48: Acuarela por Francisco Arroyo Santamaría reproduciendo el mismo plato (Archivo de Yeyes Arroyo Vidarte) el haber sido premiados sus trabajos en la última Exposición Nacional de Artes Decorativas e Industrias Artísticas celebrada en Madrid en 1911”23. El hecho de mencionar que “muchos de los objetos se confunden”24 23 Documento del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) facilitado por Fernando González Moreno. 24 En cuanto a la confusión, especialmente en cuanto a su datación, resulta interesante el siguiente párrafo de GONZÁLEZ MORENO: “Aunque no puede hablarse de falsificación en este tipo de obras, ya que casi siempre aparecen datadas y nunca se comercializaron como tales, la 22 Anuncio presente en la revista Toledo desde 1922. {45} no se puede interpretar como una crítica o acusación de producir copias25, sino más bien como un halago hacia quien es capaz de recuperar técnicas y repertorios de color y estilo que se consideraban perdidos [Figs. 50 y 51]. Manuel Machado señalaba como elogio el hecho de dar lugar a obras que no sólo podrían confundirse con las renacentistas, sino superarlas; así dio en denominar la cerámica Ruiz de Luna como “el arte español redivivo”26 por lograr, de forma indiscutible, incrementar la calidad del dibujo en la producción de innumerables piezas. Durante los siglos XVI y XVII, los ceramistas ya se habían enfrentado a la acusación de ser meros copistas al reproducir los grabados flamencos e italianos de las obras de prestigiosos pintores; sin embargo, tanto entonces como posteriormente, es innegable que la adaptación de estos repertorios iconográficos a la cerámica presenta una dificultad añadida por cuanto en ella inciden factores técnicos derivados de la cocción, el baño en esmalte, la aplicación del color mediante óxidos, la temperatura capacidad de Ruiz de Luna para crear obras al estilo antiguo ha originado no pocos problemas para datar ciertas piezas. Sirva como ejemplo el caso del panel de San Blas que se conserva en el Museo Ruiz de Luna. La autoría de esta pieza, correspondiente al siglo XVI y atribuida a Juan Floris, fue asignada por Alice Frothingham (1969, p. 62) al propio Ruiz de Luna, quien habría recogido el modelo de San Blas que existe en el Casar de Talavera (Toledo). Del mismo modo, Balbina Martínez Caviró (1971, p. 29) señaló que los azulejos de ambos bancos en el Palacio de Viso del Marqués (Ciudad Real) corresponden al siglo XVI; sin embargo, éstos son obra de Ruiz de Luna (h. 1950-61), quien copió los zócalos con el desfile de los Tercios del pórtico de la Basílica del Prado”. GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 224 – 225. 25 Emilio Niveiro se lamentaba, de forma poco acertada, de que “tanto y tan cumplido trabajo, hecho con minuciosidad y escrúpulo, se limitase a copiar y reproducir los modelos de antaño, renunciando al riesgo y la aventura de la creación”. NIVEIRO DÍAZ, Emilio: 1994, p. 88. 26 MACHADO, Manuel: 26 de junio de 1920, s/p. {EL ARTE REDIVIVO} Fig. 50: Placa de Santa Bárbara, siglo XVIII (Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”) se encuentra en la Colegiata de Talavera. El frontal para el mismo ya transformado en el actual retablo del Cristo del Mar (1942) de la capilla de San Francisco en la misma Colegiata toma como modelo la estructura del altar de la Anunciación de la segunda mitad del siglo XVI. El panel de la Virgen del Prado (1956) responde al modelo del fechado en 1768 de su propia colección. Parte de los azulejos (estrella amarilla sobre fondo azul) del banco representativo de Toledo (1929) en la sevillana plaza de España se basan en los del retablo de Santa Ana en la Iglesia de Molbentrán de Ávila fechados en 1573. Las imágenes de los evangelistas de los años treinta pertenecientes al púlpito de la Iglesia Parroquial de Bayuela, en Toledo, se inspiran en el San Marcos de Alonso Figueroa Gaitán de 1570, actualmente en el Museo de Cerámica de Barcelona, mientras que la representación de Santa Sabi- Fig. 49: Acuarela por Juan Ruiz de Luna Arroyo reproduciendo una jarra “chinesca” de la serie alcoreña (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) de cocción en los hornos, la adaptación del dibujo a las diferentes formas, etc. La huida de la decadencia justifica sobradamente la vuelta al pasado a partir del cual surge un nuevo estilo con el que se identifica toda la cerámica actual, el estilo “Renacimiento Ruiz de Luna”. Por ello, en la portada de la Tarifa de precios del catálogo ilustrado de la casa abierta en la calle de Floridablanca de Madrid, el reclamo vuelve a ser el de la capacidad para elaborar “toda clase de potería estilo antiguo”27, mientras que en el interior se hace relación a una extensa gama de piezas “estilo Re27 Tarifa de precios del catálogo ilustrado (Archivo de Ángel Sánchez-Cabezudo). nacimiento”: chimeneas, zócalos, paneles, frisos, ánforas, jarras, cuencos, pilillas, platos, cántaros, tinteros, especieros, mancerinas, etc. De cualquier forma, señalar paralelismos entre las piezas “de época” y las piezas surgidas del alfar resulta inevitable. González Moreno ha establecido una interesante relación iconográfica para demostrar en qué medida muchas de las obras de Ruiz de Luna se inspiraron en otras ya existentes o en obras pictóricas de los grandes maestros; entre ellas, destacan las siguientes: El retablo sevillano de Santa Leocadia (1929) está inspirado en el cuadro atribuido a Blas de Prado de finales del siglo XVI que {46} Fig. 51: Panel de Santa Bárbara, 1939 (Academia de Artillería de Segovia) na en los zócalos de la misma iglesia toma por modelo a la Santa Catalina de Rafael que se encuentra en la National Gallery de Londres (h. 1507). De igual modo, se recurre para la elaboración de los zócalos de la Iglesia Parroquial de Noez (1924) a otro lienzo del mismo artista del Renacimiento italiano; en concreto, al Descendimiento Borghese, ubicado en la Galería del mismo nombre en Roma. En cuanto a la representación del San Francisco que decora el púlpito de la Epístola de la Basílica del Prado, el modelo responde a un grabado de Agostino Caracci de 1586 [Figs. 52 y 53]. El retablo de Santa Bárbara encargado para la capilla del cuartel de Artillería de Segovia (1939) reproduce el lienzo del mismo asunto de Palma il Vecchio de 1510 y se corona con un medallón que sigue el modelo de representación de III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA “la Virgen y el Niño enmarcados con una cenefa de frutas, al estilo de Lucca Della Robbia”28 [Cat. 21]. Este retablo fue ejecutado en parte con los mismos moldes del magnífico retablo de Santiago (1917), cuya imagen principal se inspiró en un panel con la figura de Santiago Matamoros de la Basílica del Prado. Esta pieza fue realizada con motivo de la Exposición Nacional de Bellas Artes y Artes Decorativas de Madrid y se creó a partir de los sepulcros de los padres del cardenal García de Loaysa, retomando así las trazas del arte funerario español del siglo XVI [Cat. 18]. El resultado es una obra en la que se sintetizan y se superan los modelos que la inspiraron. “Nunca la cerámica talaverana creó formas como la representada en este retablo, de descomunal estructura de barro y esmalte, que nunca existieron, ni se hizo uso de piezas de molde en relieve, hasta entonces se fingían pictóricamente las estructuras de los retablos sobre la base de los azulejos planos”29. Otro ejemplo del alarde en la reproducción de piezas “estilo Renacimiento” se pone de manifiesto en la selección de obras que se presentan para su participación en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929: placas esmaltadas que representan la Madonna de Memling; Jesucristo en los brazos de su Padre del Greco; la Coronación de la Virgen de Velázquez y el San Francisco de Zurbarán. Tibores, con las figuras de la Virgen y San Lucas y la Adoración de los Santos Reyes de Roger Van der Weiden (nótese la contradicción, pues éste es un pintor gótico); con el Divino Pastor de Muri28 Así se describe en el presupuesto para la Academia de Artillería remitido por la Fábrica (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). 29 Los datos sobre la comparativa de las obras de Ruiz de Luna con respecto a los modelos de inspiración son cortesía de F. González Moreno, de su artículo inédito “De la decadencia al Revival: Azulejería talaverana de los siglos XIX y XX” [Sin publicar]. Fig. 52: La estigmatización de san Francisco, Agostino Carracci, 1586 llo; la Sagrada Familia de Van Dick y Santa Catalina de Siena de Tiépolo. Además, un centro tallado representando al emperador Carlos V en marcha para Yuste de Schneider y una cornucopia con la Sacra Conversazione de Palma il Vecchio30. Asimismo, entre las “Placas, cornucopias y objetos esmaltes” que se llevaron a la Exposición de Palma de Mallorca, es constante la alusión a piezas inspiradas en las más famosas obras de Zurbarán, El Greco, Velázquez, Salviati, Hans Menling, Goya, Andrea del Sarto, Boticelli, Rafael, Rubens, etc.31 En Fig. 53: Detalle del púlpito de la epístola, 1954 (Basílica de Nuestra Señora del Prado, Talavera de la Reina) el año 1924, el padre Diodoro Vaca, coautor con Ruiz de Luna de la Historia de la cerámica de Talavera [Cat. 93], se maravillaba en una carta dirigida a su gran amigo con el lenguaje grandilocuente y apasionado que le caracterizaba de “¡Aquel panel de azulejos con el entierro del Conde de Orgaz! ¡Aquella Virgen que ni el mismísimo Luca della Robbia hubiera hecho mejor! [...] todo aquello es arte exquisito, sin trampa ni cartón”32. 30 PRADILLO MORENO, Juan Manuel: 1997, p. 461. 31 Documentos del archivo de Amparo Ruiz de Luna proporcionados por Fernando González Moreno. 32 Carta de Diodoro Vaca a Juan Ruiz de Luna (Valladolid, 23 de mayo de 1924) del archivo de Am- {47} Teniendo en cuenta este tipo de producción, tan lejana técnica y estilísticamente de la alfarería popular de uso común, la industria por él creada se definió desde su apertura como “artística” y se enfocó a un público con “gusto y dinero, amante del arte antiguo”33. En las “Instrucciones para representantes” recomienda, en primer lugar, el tipo de público que se debe buscar, e insiste en su condición de objetos de lujo, afirmando que “La cerámica de Talavera es un artículo de lujo y como tal sólo debe venderse en los locales que estén acreditados de buen gusto; es preferible que sólo la vendan una o dos casas […] la profusión hace perder estima entre el público adinerado que es el cliente que hay que buscar”. En cuanto a su condición como garante de los modos estilísticos del más genuino “estilo español”, en el punto tercero de las mismas Instrucciones se especifica lo siguiente: “La propaganda de la sección de azulejería debe hacerse mediante visitas a Arquitectos, Contratistas y Maestros de obras, a los que se indicará ser esta la única cerámica típica que se emplea en España para decorar en el estilo español de los siglos XVI, XVII y XVIII, independientemente del estilo sevillano que es cosa distinta, como lo prueba el hecho de ser Sevilla una de las ciudades españolas que consume más cerámica de Talavera”34. En esta exposición se pueden contemplar juntas, por primera vez, una pequeña selección de obras de la colección con otras surgidas de los hornos de la fábrica; platos de las series más tempranas, la de “mariposas” del XVI, la “tricolor” del XVII –meparo Ruiz de Luna (Málaga). 33 Conceptos con los que se expresa al referirse a su producción en la Memoria por él firmada del año 1912 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). 34 Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga); véase entre los documentos anexos. {EL ARTE REDIVIVO} nos representada en contraposición con las “azules” del XVIII, de las que Ruiz de Luna poseía numerosos ejemplares–, reproducciones de las del “chaparro”, la “adormidera” o la “puntilla de Berain”, de épocas más tardías que entran en contradicción con la tan criticada idea de representar motivos de la afrancesada fábrica de Alcora [Cat. 71 – 92]. A lo largo de la vida de la fábrica, ésta sufrió gran cantidad de altibajos que siempre parecía terminar por superar. Como consecuencia de la Guerra Civil, en la “Relación de daños” sufridos, se pone de manifiesto como, por vez primera, la colección ve disminuidos notablemente sus fondos al registrarse “sensibles pérdidas de ejemplares en el Museo de cerámica antigua, muy difíciles de reponer”35. Por otra parte, en las Memorias de 1942 se describe con mayor detalle la situación desoladora tras el ataque de 1938, cuando “sucumbieron [...] unas doscientas piezas del Museo Antiguo, ejemplares de los siglos XVI y XVII de gran mérito”36. Ruiz de Luna, ya anciano, decidió el traspaso legal de la fábrica a sus hijos en el año 1942 con toda la maquinaria, herramientas, semovientes y mobiliario industrial; sin embargo, tal y como se especifica en el contrato legal, excluyó de forma explícita la colección, prueba inequívoca del enorme aprecio personal hacia ella, aunque permitirá su utilización como referencia y modelo para la producción de la fábrica tal y como se venía haciendo desde su apertura: En la fábrica objeto de este arrendamiento existe un museo de cerámica 35 HURLEY MOLINA, Mª Isabel: 1989. 36 La descripción tras el bombardeo es descrita por Alfredo Ruiz de Luna basándose en las Memorias de 1942 de Juan Ruiz de Luna, perteneciente a su archivo particular; “Fulgor, muerte y resurrección de un museo: el Ruiz de Luna de Cerámicas Antiguas de Talavera” en SESEÑA, Natacha: 1989, pp. 45 – 47. nes temporales tanto en la sede del museo como en otros museos e instituciones, siendo continua fuente de inspiración para gran número de artistas. Podemos concluir, por tanto, que la colección de Ruiz de Luna representa el punto de inicio del resurgimiento de la cerámica talaverana y aunque la fábrica ofertó siempre la posibilidad de creación de los modelos más diversos “a petición del cliente […] pudiendo variarse a voluntad la decoración de cualquiera de los modelos”39, nunca se perdieron las referencias al esplendor de la loza talaverana de los siglos XVI y XVII porque los valores castizos, populares y místicos que representaba la cerámica casaban perfectamente con el ideario que los intelectuales desde finales del siglo XIX y principios del XX venían propagando: la recuperación del concepto de España mediante la vuelta a la tradición, entendida ésta como la esencia del pueblo. A Ruiz de Luna, le debemos, por tanto, la recuperación de este arte popular aun con la aparente contradicción de producir piezas que se convirtieron en auténticos objetos de lujo. Y le debemos, en definitiva, el resurgimiento de la más genuina tradición alfarera de Talavera. Sencillamente, la importancia de la labor emprendida por él es tal que sin ella, como sintetizaba en los años noventa Natacha Seseña, es probable que hoy no existieran alfares en Talavera40. antigua, de los siglos XVI al XVIII, que juntamente con un retablo allí instalado no son objeto de este contrato. Sin embargo, los arrendatarios podrán utilizar como modelos todas las piezas de este museo37. Sin embargo, en 1961, la fábrica ha de cerrar sus puertas por suspensión de pagos, a pesar de lo cual, las piezas permanecerán en las mismas dependencias hasta 1979. Afortunadamente, en 1963, el Estado junto con la Diputación Provincial de Toledo y el Ayuntamiento de Talavera de la Reina había comprado por orden Ministerial a los herederos la colección con el fin de evitar su dispersión como ya ha ocurrido con otras grandes colecciones. Hasta su definitivo emplazamiento en el antiguo convento de San Agustín, la colección vivió un peregrinaje que culminó con la apertura del actual Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” en 1996. El futuro del museo sigue siendo del interés de todos y, actualmente, ya se han finalizado las obras de restauración de la antigua iglesia agustina para albergar las grandes obras de azulejería que tan famosa hicieron a la cerámica talaverana en otros siglos y que tan grande impulso supo dar Ruiz de Luna en los albores del siglo XX38. Los objetivos están cumplidos y, actualmente, el museo integrado por los fondos de la colección, que con tan inmenso cariño formó Ruiz de Luna, despierta la admiración y el respeto de todos los que desde cualquier parte del mundo llegan a Talavera con el único deseo de poder contemplarla. Desde entonces, las piezas de la colección han sido objeto de numerosas exposicio37 HURLEY MOLINA, Mª Isabel: 1989, pp. 79 – 80. 38 Las obras de rehabilitación del convento se ejecutaron según proyecto de los arquitectos Manuel Serrano y Marta Rodríguez en 1996 y la de la iglesia por el equipo de Pedro Ponce de León en 2005. 39 De las Observaciones de la tarifa de precios del catálogo ilustrado. Archivo de Ángel SánchezCabezudo. 40 SESEÑA, Natacha: 1989, pp. 1 – 35. {48} IV. LA SALA DE VENTAS Comercialización y publicidad de las cerámicas de la fábrica de “Nuestra Señora del Prado” en sus distintas etapas ABRAHAM RUBIO CELADA A principios del siglo XX los medios para difundir las excelencias de los productos eran más limitados que en la actualidad, pero los empresarios ya eran conscientes de la importancia de la publicidad y en este sentido, desde los primeros años de la fundación de la fábrica “Nuestra Señora del Prado”, enseguida se pusieron en marcha medidas encaminadas a difundir y acercar las cerámicas a los posibles clientes: tiendas de venta y representantes, Exposiciones Nacionales e Internacionales, edición de catálogos de la fábrica de cerámica, anuncios en catálogos de exposiciones, periódicos y revistas ilustradas, y las fotografías y edición de postales. al ser visitada por intelectuales, artistas y miembros de la familia real, tal como queda reflejado en algunos artículos publicados por esos mismos visitantes en periódicos y revistas del momento, así como en las reseñas que dejaron en el Álbum I de firmas de la fábrica [Cat. 94]. En un momento determinado, en la fábrica de “Nuestra Señora del Prado”, se habilitó un espacio dedicado a la venta y exposición de las cerámicas, que conocemos por medio de algunas fotografías [Cat. 118 y fig. 54], y también en forma de postal, cuyo interior está decorado en estilo historicista, incluso con dos fraileros, y abarrotado de Las tiendas de venta y los representantes de las cerámicas de “Nuestra Señora del Prado” La propia fábrica “Nuestra Señora del Prado” funcionó en sí misma como un foco de atracción al que concurrían todo tipo de gentes, y sobre todo alcanzó renombre {51} Algunas fotografías se conservan en el archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). Todas las referencias que aparecen en el texto sobre este archivo están extraídas de la documentación que me ha proporcionado Fernando González Moreno, a quien también agradezco algunas aclaraciones que me ha hecho en relación con este capítulo. Una de estas postales se conserva en la colección de Ángel Sánchez-Cabezudo, dentro de un grupo de ocho. Agradezco a este historiador que haya puesto a mi disposición todas las piezas de su colección relacionadas con Ruiz de Luna, así como sus consejos sobre muchos aspectos que aparecen en este texto. {EL ARTE REDIVIVO} Fig. 54: Sala de ventas de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) cerámicas y azulejos, entre las que destaca una enorme chimenea. También en la ciudad de Talavera, en una época ya avanzada de la fábrica, las cerámicas se vendieron en la tienda “ARTE POPULAR ESPAÑOL”, situada en el número 18 de la calle Corredera del Cristo. Se conservan algunas fotografías de los años cincuenta del interior de este establecimiento, así como una tarjeta de publicidad, que en el reverso presenta un plano de la ciudad en el que se señala la fábrica de Ruiz de Luna [Cat. 121 y figs. 55 y 56]. En Madrid, la fundación de una tienda se hizo en fecha temprana. Según algunos historiadores a partir de 1912, aunque la licencia no fue pedida hasta el 7 de julio de 1914 por José Gallego y la concesión del ayuntamiento no la obtuvieron hasta el 17 de agosto del mismo año. Estaba situada en el número 80 de la calle Mayor y no está claro si perteneció a la sociedad de la fábrica o sólo a Guijo. Desde el primer momento funcionó como una representación Toda esta documentación se conserva en el archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). PERLA DE LAS PARRAS, Antonio: 1988, p. 123. Figs. 55 y 56: Anverso y reverso del folleto de la tienda “Arte Popular Español” en Talavera de la Reina (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) de la fábrica de “Nuestra Señora del Prado” y en esta exposición podemos contemplar un mural de azulejos que se encontraba en esta tienda [Cat. 109]. Aunque Guijo a partir de 1915 rompió con la sociedad, siguió como representante de la fábrica en esta tienda durante muchos años, tal como figura en los anuncios insertados en diversos medios gráficos, al menos hasta el año 1919. También servía cerámicas a otros establecimientos madrileños, como la tienda de Barrié en la Carrera de San Jerónimo, a quien permitió la venta de cerámicas de “Nuestra Señora del Prado” a cambio de que no vendiera las de Niveiro. Al mismo tiempo, Guijo también anunciaba su negocio cerámico en solitario en esta tienda, aunque legalmente recibió la licencia del ayuntamiento a su nombre el 25 de agosto de 1917. Pero, como tener una representación en la capital de España era de especial trascendencia para la publicidad de las cerámicas, en 1922 Ruiz de Luna volvió a abrir una nueva tienda, esta vez en el número 3 de la calle Floridablanca, que dirigió su hijo Juan Ruiz de Luna Arroyo [Fig. 57]. Se conservan fotografías del aspecto exterior e interior que ofrecía la tienda. Una de ellas, publicada por Mª Isabel Hurley, nos Carta de Guijo a Ruiz de Luna, conservada en el archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga), fechada el 25 de octubre de 1915. {52} PERLA DE LAS PARRAS, Antonio: 1988, p. 134. muestra la fachada con dos escaparates en los que se exponían variadas piezas y los paños de la pared forrados de azulejos con motivos decorativos en la parte superior y escenas con paisaje en los zócalos, así como el rótulo de la tienda en la parte más alta. Respecto al interior también se conservan algunas imágenes [Cat. 119], como dos vistas publicadas por Fernando González Moreno, que a su vez las extrae de la revista Toledo, y en la colección de GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 165 y 177. Revista Toledo, nº 184 y 189, 1922. En ellos Santiago Camarasa dedica elogiosas palabras a las cerámicas de Ruiz de Luna y su tienda IV. LA SALA DE VENTAS Fig. 57: “La cerámica de Talavera en Madrid” (16 de noviembre de 1922) Ángel Sánchez-Cabezudo se conserva una postal desde otro enfoque. En ellas se ve el gusto imperante en la época con muebles de estilo historicista, murales de azulejos pintados a modo de zócalo y una gran variedad de cerámicas colgadas en la pared o sobre estanterías. La tienda de Floridablanca cerró en 1933, alquilándola a Zenobia Camprubí, mujer del escritor Juan Ramón Jiménez, donde vendía artesanía española, además de las cerámicas de “Nuestra Señora del Prado”. Más tarde este negocio pasó a Inés Muñoz de Madrid. En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva una carta del 6 de octubre de 1924 dirigida a Juan Ruiz de Luna en la que señala que le adjunta un cheque por valor de 500 pesetas de las últimas facturas. con el nombre de “ARTE POPULAR ESPAÑOL / SPANISH PEASANT WORK” . En otras tiendas de Madrid también se vendían las cerámicas de Ruiz de Luna, bien como representantes10 bien de segunda mano, o de manera temporal por medio de exposiciones. Hemos localizado uno de esos establecimientos por una etiqueta que presenta en la base, una cerámica de la colección de Ángel Sánchez Cabezudo, y que nos remite a “JOYAS Y ANTIGÜEDADES” de Pedro López establecido en el número 15 de la calle del Pez. Otro establecimiento de Madrid en el que vendieron las cerámicas los hijos de Ruiz de Luna, Antonio, Rafael y Juan, y el hijo de este último, Juanjo, mediante una exposición en 1943 es la Sala Aeolian de Madrid, situada en el número 22 de la calle Conde Peñalver11. En Barcelona también hubo un representante exclusivo para Cataluña, Enrique Reig12, con tienda en el número 377 de la avenida de Alfonso XIII, entre Paseo de Gracia y Claris. Editaron algunos anuncios y folletos publicitarios [Cat. 124 y fig. 58], en Fig. 58: Membrete empleado por Enrique Reig en la tienda de Barcelona (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) los que los rótulos se presentan rodeados de elaborados diseños neorrenacentistas. En San Sebastián, las cerámicas se vendían en el establecimiento JORNET. En un plato de la colección Luis Peñalver aparece en el reverso una etiqueta de esta tienda13. Y en Jaén, en 1925, mantienen una relación comercial con Alfredo Cazaban, un comisionista que les debe vender los productos en la zona14. En cuanto a las relaciones comerciales internacionales, en Europa, A. Kish de Praga solicita en 1934 a Ruiz de Luna ser su representante para venta exclusiva en Checoslovaquia y Austria15. En América, en la etapa de Guijo asociado a Ruiz de Luna, ya consta en 1909 el ofrecimiento del marqués de Comillas para unas cerámicas que querían enviar a Nueva York16. En la década En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conservan unas cartas firmadas por Inés Muñoz. En una de ellas, recibida el 7 de febrero de 1936 y dirigida a Juan Ruiz de Luna, le hace unos comentarios, respecto a la factura 12683, referente a un pedido de escupideras para el casino de la GRAN PEÑA de Madrid. 10 En estas tiendas, los representantes debían atenerse a unas normas muy concretas escritas a máquina y que constaban de 17 puntos de sumo interés, aunque imposible de comentar en este espacio. Hemos podido consultar una de esas copias conservada en el archivo de Amparo Ruiz de Luna [véase entre los documentos anexos]. 11 HURLEY, Mª Isabel: 1989, p. 257. Este establecimiento ya había pedido en 1935 unas cerámicas con objeto de empezar con Ruiz de Luna una relación comercial, según consta en una carta del archivo de Amparo Ruiz de Luna escrita por Juan Ruiz de Luna Arroyo el 16 de junio de ese año. En esta sala también expusieron sus cerámicas los Zuloaga en los años 1933 y 1934. 12 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva una carta de este representante catalán enviada a Ruiz de Luna el 5 de junio de 1930. 13 En este establecimiento también se vendieron las cerámicas de los Zuloaga entre los años 1922 y 1940. 14 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva una factura con el membrete impreso de Juan Ruiz de Luna, por cerámicas vendidas entre marzo y agosto de 1925. 15 Carta del archivo de Amparo Ruiz de Luna, fechada el 20 de febrero. 16 Se conservan dos cartas en el archivo de Ampa- {53} del los años veinte, conocemos algunos representantes de las cerámicas de Ruiz de Luna. Las piezas que se exportaban, debían además llevar escrito o al menos pegada una etiqueta con “MADE IN SPAIN”17, pues si no se exponían a una multa, tal como cuenta Mariano Mier en una carta dirigida a los ceramistas Zuloaga18, a los que representaba en Puerto Rico, además de a otros ceramistas, entre los que se encontraban algunos de Triana y seguramente también los Ruiz de Luna, pues su nombre aparece en el Álbum I de firmas de la fábrica. En Perú, el representante de Ruiz de Luna fue Ventura Martínez de la Torre, tal como ro Ruiz de Luna, fechadas el 22 de octubre y el 19 de noviembre de 1909. 17 En la colección de Ángel Sánchez-Cabezudo se conserva una bandeja de Ruiz de Luna con la etiqueta “MADE IN SPAIN” pegada en la base [Cat. 143]. 18 “Es requisito indispensable que toda pieza tenga un rótulo que diga MADE IN SPAIN pues de lo contrario estas autoridades de aduana, después de hacer rotular pieza por pieza, aplican una multa equivalente al 10% del valor total de la factura. Este rótulo pueden ponerlo con un sello o en papel pegado”. Archivo del Museo Zuloaga de Segovia. Publicado en RUBIO CELADA, Abraham: 2005, doc. S. 9., pp. 1115 – 1119. {EL ARTE REDIVIVO} consta en un anuncio de la fabrica “Nuestra Señora del Prado” del catálogo de la Exposición de Lima de 1924: “Representante de esta cerámica en la República Peruana / DON VENTURA MARTÍNEZ DE LA TORRE / AVENIDA SÁENZ PEÑA, 8.- CALLAO”. En Argentina, la delegación de las cerámicas de Ruiz de Luna estuvo en manos de M. Martín Yañez, situada en Ribadavia 1956 de Buenos Aires. En esta ciudad, en el famoso salón Witcomb, también se expusieron las cerámicas para su venta en 193419 [Cat. 122 y 123]. En Uruguay, en la etapa de los hijos de Ruiz de Luna, las cerámicas se vendieron en “EL PARAISO DE LOS NIÑOS Y BAZAR LA SENSACIÓN”, situado en Sarandi 620 de Montevideo20 [Fig. 59]. En los años veinte y treinta recibieron, desde diferentes puntos de Estados Unidos, solicitudes de catálogo y muestras en la tienda de Floridablanca de Madrid, como la de “THE TILE SHOP” de Nueva Orleans en 1926 y la de “MÉNDEZ ART TILE CO” de Miami en 193421. Las Exposiciones Regionales, Nacionales e Internacionales Otra buena manera de dar a conocer las cerámicas fuera del medio local talaverano fue la presentación a todo tipo de muestras. Aunque las exposiciones Regionales no fueron las primeras a las que se presentó la fábrica “Nuestra Señora del Prado”, hemos comenzado el discurso expositivo por éstas debido a razones de proximidad geográfica. 19 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conservan algunas fotografías de esta exposición. 20 En el archivo de Alfredo Ruiz de Luna se conservan invitaciones tanto para la tienda de Buenos Aires como para la de Montevideo. Esta última con fecha de 1-VI-51. 21 Cartas del archivo de Amparo Ruiz de Luna. fue muy importante, pues aparte de la exhibición de sus cerámicas, también hizo el banco que representaba a la provincia de Toledo en la plaza de España y además la fachada del Pabellón de Castilla-La Nueva (fuentes de los tritones) [Fig. 60]. Entre marzo y abril de 1930 Ruiz de Luna presentó una gran exposición en Palma de Mallorca, en “VIDRIERAS GORDIOLA” en el número 8 de la calle Victoria, a la que llevó un gran conjunto de cerámicas22 [Cat. 120]. Además de a las Exposiciones Nacionales, Ruiz de Luna también se presentó a muchas Exposiciones Internacionales, entre las que figuran las de Lima, Milán, Lyon, Leipzig, Tampa, Filadelfia y Monza. En todas ellas Ruiz de Luna cosechó grandes éxitos, obteniendo algunas Medallas de Oro. Fig. 60: Pabellón de Castilla La Nueva en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla, 1929 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) Fig. 59: Folleto publicitario del “Paraiso de los Niños y Bazar la Sensación” de Montevideo, Uruguay (Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de luna Arroyo) de Bellas Artes de Madrid. Años más tarde, en la Exposición de Cerámica organizada por el Círculo de Bellas Artes en diciembre de 1919, el crítico Federico Leal da ya por hecho el renacimiento de la cerámica y alaba la instalación de Ruiz de Luna de Talavera de la Reina junto a otras producciones españolas. En la Exposición Nacional de Artes Decorativas de 1920 en Madrid, Ruiz de Luna recibió un Diploma de Honor por el retablo de Santiago. Otra fecha clave es la de 1929, cuando se celebró la Exposición Iberoamericana de Sevilla, en la que obtuvo Gran Premio del Jurado y Medalla de Honor por el retablo de Santa Leocadia (posterior del Cristo del Mar). Su representación en esta exposición En Toledo se celebraron dos Exposiciones Regionales de Bellas Artes, una en 1920 y otra en 1929. En ésta última, con el título de Exposición Regional de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Toledo, instalada en Santa María la Blanca, triunfó con sus cerámicas Ruiz de Luna. Dentro de las Exposiciones Nacionales, el año de 1911 es importante para la cerámica española al contar con dos exposiciones: una, la Nacional de Artes Decorativas, organizada por el Estado, y otra, la Nacional de Arte Decorativo, organizada por el Círculo {54} Los catálogos de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” El catálogo I, primer catálogo impreso conocido [Cat. 110], se editó cinco años después de la creación de “Nuestra Señora del Prado”, a finales de 1913 o inicios de 1914, después de que Guijo ya había dejado Talavera y estaba en Madrid. En el centro de la portada en formato rectangular apaisado, enmarcado por una cenefa neorrenacentista de roleos y grutescos, aparece el rótulo “CERÁMICA ARTIS/TICA DE RUIZ DE / LUNA – GUIJO Y CA / TALAVERA DE LA REINA”, y la firma de Francisco Arroyo aparece en el ángulo inferior izquierdo junto al año 1913. En las páginas siguientes se repite el mismo rótulo, un texto en francés e inglés dedicado a los arquitectos, una relación de las principales obras hechas por 22 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva una tarjeta de invitación para esta exposición y un listado a máquina de las piezas enviadas. IV. LA SALA DE VENTAS Figs. 61, 62 y 63: Láminas 1, 6 y 14 del catálogo I (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) la fábrica23 y el catálogo de piezas dibujadas, con el anagrama de Francisco Arroyo firmando cada una de las láminas. De la página 1 a la 13 se presentan obras en relación con la cerámica aplicada a la arquitectura y de la página 14 a la 20 todo tipo de piezas de forma, con excepción de una fuente adosada y otra exenta en la última página. En total 215 obras primorosamente dibujadas por Francisco Arroyo24, la mayo23 La última obra relacionada es la de “TALAVERA. Decoración del Camarín en la Ermita de la Virgen del Prado”. Éstos zócalos fueron pintados por Francisco Arroyo para Ruiz de Luna, Guijo y Cía. en 1914, por lo que, o bien el catálogo diseñado en 1913 no fue publicado hasta el año siguiente, pudiéndose incluir esta obra, o bien en 1913 ya se tenía el encargo de los zócalos. 24 Seguramente Francisco Arroyo se limitó a copiar tado [Cat. 111]. Todavía en 1928 seguía en uso el catálogo de la primera época, mandándolo a los clientes, aunque el número de ejemplares en circulación debía ser muy escaso, tal como se puede deducir de unos documentos de la colección Ángel Sánchez-Cabezudo25. Junto al catálogo I se editó una tarifa de precios, al menos con dos versiones sucesivas en el tiempo. Una de ellas se conserva en el archivo del Museo Zuloaga de Segovia y el diseño de la portada nos hace pensar que se podría corresponder con la primera que se editó en la fábrica “Nuestra Señora del Prado” después de romperse ría editadas en blanco y negro, a excepción de la 1, 6, 10 y 14 con exquisita policromía [Figs. 61, 62 y 63]. Este catálogo número I volvió a ser reeditado, en fecha que no hemos podido precisar, repitiendo exactamente igual el diseño de la portada, aunque esta vez ya sin el nombre de “GUIJO Y CIA” [Cat. 112]. A partir de 1915, después de haberse marchado ya Enrique Guijo, se seguía utilizando el antiguo catálogo, simplemente tachando la referencia “GUIJO Y CIA” o tapándola con un papel pegado, junto al nuevo edi- 25 En una carta mandada por Ruiz de Luna a Mariano Sánchez-Manzanera Pastor, representante o cliente de Lorca (Murcia), fechada el 23 de octubre de 1928, se refiere al primer catálogo que le había mandado con la carta y que también se conserva en la misma colección. la mayoría de los modelos que ya Guijo había diseñado y que se estaban haciendo en la fábrica. La marcha de Guijo a Madrid es posiblemente la causa de que Arroyo fuera el responsable de la composición final del catálogo. {55} la sociedad y antes de establecer Ruiz de Luna la tienda de la calle Floridablanca en Madrid, lo que nos lo fecha entre 1915 y 1922. En la portada en formato rectangular apaisado, enmarcado por unas cenefas geométricas de diseño todavía modernista, aparece el siguiente rótulo en la parte superior “CERÁMICA ARTÍSTICA / JUAN RUIZ DE LUNA”, en el centro una imagen de la virgen de Nuestra Señora del Prado con “NTRA. SRA.” a la izquierda y “DEL PRADO” a la derecha, en la parte inferior TALAVERA DE LA REINA / (ESPAÑA), y a los lados simétricamente “TARIFA DE PRECIOS / DEL / Catálogo Ilustrado / (salvo variación y existencias)”. En la parte inferior, debajo de la cenefa geométrica, aparece escrito “TIP. RUBALCABA-CORREDERA 32-TALAVERA”26. En las páginas del interior, un texto con las condiciones de venta, y un cuadro para las cerámicas aplicadas a la arquitectura con las siguientes entradas: número, referencia y metro cuadrado, y otro cuadro para las piezas de forma: número, referencia, tamaño en centímetros, azul y 26 Se trata de la Tipografía de Manuel Rubalcaba Niveiro, que era hermano del correspondiente de la Real Academia de la Historia Luis Rubalcaba, familia de los ceramistas Niveiro. {EL ARTE REDIVIVO} policromado. Las casillas con el precio están impresas en blanco para poder escribir los precios a mano. La otra tarifa de precios27 está editada después de 1922, ya que figura en la portada el nombre de la tienda de Madrid en la calle Floridablanca. Es idéntica a la del Museo Zuloaga salvo porque las casillas reservadas para los precios están rellenadas a mano, así como el diseño de la portada, que presenta un formato rectangular en disposición vertical, con un rótulo en el que destaca en la parte superior “J. RUIZ DE LUNA / CERÁMICA / ARTÍSTICA / TALAVERA DE LA REINA” y en la parte inferior “CASA EN MADRID / CALLE DE FLORIDABLANCA 3 / FRENTE AL CONGRESO”, todo ello enmarcado por una orla neorrenacentista de cueros recortados entre tallos carnosos y ramos de flores. En la parte inferior, fuera del marco, “TARIFA DE PRECIOS / DEL CATÁLOGO ILUSTRADO / (SALVO VARIACIÓN Y EXISTENCIAS). Aunque el catálogo I quiso ser pronto ampliado, y Francisco Arroyo hizo los diseños de las nuevas piezas en 191428 [Cat. 113 y fig. 64], no llegó a ver la luz tal como él lo diseñó. Cuando, después de 1922, se editó el catálogo II, se utilizaron gran parte de los dibujos que había hecho Arroyo, empezan27 Un ejemplar se conserva en la colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte. Otro ejemplar, que hemos consultado, es de la colección de Ángel Sánchez-Cabezudo y es muy interesante por la carta fechada el 1 de febrero de 1927, que se conserva junto a esta tarifa de precios, un catálogo de la época de Guijo y otra carta citada antes, ya que en ella le anuncia que ha decidido dar de baja una serie de números “aquellos que a mi juicio, tienen menos importancia y carácter talaverano…”, enumerando a continuación los modelos dados de baja del catálogo I y del catálogo II. 28 En el archivo familiar de Yeyes Arroyo Vidarte se conservan los diseños originales que no se llegaron a editar, firmados por Francisco Arroyo Santamaría, con fecha de 31 de diciembre de 1914. Fig. 64: Lámina 1ª de los diseños de continuación de catálogo por Francisco Arroyo (Archivo de Yeyes Arroyo Vidarte) do con el número siguiente al del catálogo I, el nº 216, y continuando hasta el nº 594 [Cat. 114 y fig. 65]. Juan Ruiz de Luna también confeccionó un catálogo-álbum de lujo con fotografías de buen tamaño, hechas por él, y pegadas a un papel soporte. Sin duda estaba pensado para clientes muy especiales. Otra hipótesis es que estuviera pensado como regalo para las personas reales que de vez en cuando visitaban la fábrica. Eso explicaría el escudo real en la portada, que de otra manera no tiene mucho sentido. La portada de este catálogo-álbum de lujo, posiblemente ilustrada por Francisco Arroyo, está enmarcada por roleos de estilo neorrenacentista. En el ángulo superior izquierdo figura el escudo de la Casa Real, y en la parte inferior “J. RUIZ DE LUNA / CERAMISTA. / TALAVERA DE LA REINA / (TOLEDO)”. Cada fotografía ocupa una página y debajo, a mano, el número y en el ángulo inferior derecho impreso “R. Luna / TALAVERA”. Está confeccionado después de 1922, pues se trata de una selección de piezas que aparecen en los catálogos hechos posteriormente a esa fecha. Otro catálogo-álbum, también confeccionado de forma manual, pegando fotografías a un papel soporte, presenta en la portada el título manuscrito “DECORACIÓN DE JAR- {56} DINES”29 [Cat. 116 y fig. 60]. Cada fotografía ocupa una sola página y en la parte superior se ha escrito el título de la obra y en la inferior el número. También hay ejemplos de obras ya ejecutadas, en las que sólo figura en la parte inferior el nombre, gracias a los cuales se puede fechar el álbum al menos a partir de 1929, ya que una de las fotografías representa la fachada con cerámicas del pabellón de Castilla la Nueva en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Algunas de estas fotografías ya no son de Ruiz de Luna, como la que representa un banco de azulejos del parque de Santa Isabel en Fernando Poo, firmada en el ángulo inferior derecho “Augusto”. Debieron encargar la fotografía a algún fotógrafo local, una vez estaba ya montada la obra. Por último, conocemos otro catálogo y un catálogo-álbum que se hicieron ya en la tercera época, después de que Juan Ruiz de Luna había dejado la fábrica en manos de sus hijos Antonio, Rafael y Juan. El catálogo III, editado a partir de 1945, presenta el repertorio típico de piezas de épocas anteriores [Cat. 115 y fig. 66]. La portada de forma rectangular en disposición vertical nos muestra en el centro un jarrón con asas decorado con un caballero. En la parte superior el rótulo “CERÁMICAS / RUIZ DE LUNA S. L. / TALAVERA” y en la parte inferior, a la izquierda el “Nº 1”30 y a la derecha “CLASICA”. En la última hoja figura la marca que distingue a la fábrica en esta tercera época, es decir, el escudete con la luna mirando hacia la izquierda y sobre él “TALAVERA” con las letras entrelazadas. 29 Se conserva en el archivo familiar de Amparo Ruiz de Luna. Otro catálogo para decoración de jardines estaba compuesto por acuarelas a mano de Juan Ruiz de Luna Arroyo [Cat. 117]. 30 Este Nº 1 no debe inducir a confusión con el catálogo I de la primera época, pues se refiere al catálogo de la tercera época, cuando la fábrica estaba ya bajo la dirección de los hijos de Ruiz de Luna. IV. LA SALA DE VENTAS apaisada, las fotografías van pegadas a un soporte secundario en un lado y en el otro figuran los precios33. Los anuncios en catálogos, periódicos y revistas ilustradas Son muchos los anuncios de los que se sirvió la fábrica “Nuestra Señora del Prado” en sus distintas etapas para publicitarse, a lo que no debió ser ajeno el hecho de que Ruiz de Luna fuera fotógrafo y mantuviera una fluida relación con la prensa34. El primer anuncio que conocemos data de 1911, cuando Guijo y Ruiz de Luna formaban sociedad, y lo insertaron en el Catálogo Oficial Ilustrado de la Exposición Nacional de Artes Decorativas, celebrada en Madrid, en la que la fábrica presentó sus cerámicas. Se trata de un rótulo rodeado de una sencilla cenefa geométrica con algunos pequeños toques modernistas, muy lejos aún de las típicas orlas neorrenacentistas. Ya establecido Ruiz de Luna en solitario, conocemos un anuncio diseñado por Francisco Arroyo, publicado en 1918 en la revista Toledo, en el que el rótulo se enmarca de manera asimétrica por una arquitectura con cerámicas aplicadas, en la que sobre un zócalo se han colocado un jarrón con flores y un bote con pinceles. Otro anuncio [Cat. 95], también diseñado por Francisco Arroyo, con la leyenda en el interior a imitación de los manuscritos y rodeada de una orla a modo de candelieri, fue publicado en la revista Toledo desde 1922, aunque se debió diseñar hacia 1920, pues no aparece Fig. 65: Lámina 7ª del catálogo II (Archivo de Fernando González Moreno) Una diferencia importante respecto a los catálogos anteriores es que esta vez, aparte del número inferior de piezas, 166, ya no están dibujadas sino que se trata de fotografías en blanco y negro, así como que en la última página se han escrito unos textos explicando las fases de elaboración de las cerámicas y el Museo Antiguo, acompañados de fotografías. La tarifa de precios iba aparte con el lugar para el precio en blanco, que después se escribía a máquina31. 31 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva uno de estos catálogos y tarifas de precios, que es el que hemos consultado. El catálogo-álbum se hizo para las piezas llamadas opalinas y las reproducciones de las cerámicas antiguas del Museo. La fecha de su elaboración debió ser a finales de los años cuarenta32. El formato es rectangular en disposición 32 Agradezco a Alfredo Ruiz de Luna los datos que me ha proporcionado referentes a este álbum de 13 x 25 cms, que se conserva en su archivo. La fecha más temprana que aparece escrita en él es de agosto de 1949 en la parte correspondiente a las opalinas, mientras que en la parte que se corresponde con las reproducciones antiguas figura la de 27-6-60, seguramente la última actualización. 33 En el archivo de Amparo Ruiz de Luna se conserva una tarifa de precios de las reproducciones del Museo, que consta de dos folios escritos a máquina, fechada en julio de 1959. 34 Para más información consultar GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 283 – 289. {57} Fig. 66: Lámina en color del catálogo III o “Nº 1 Clásica” de la tercera época (Archivo de Fernando González Moreno) el nombre de la tienda de la calle Floridablanca en Madrid. Otros anuncios fueron diseñados después de esa fecha, como uno donde el rótulo aparece en el interior de una orla de estilo neorrenacentista, insertado en el catálogo de la Exposición de Lima de 1924 y también publicado en la revista Toledo en 1927. Otro anuncio, que aparece en la misma revista de 1927 a 1929, presenta sobre el rótulo una escena de alfarería a la antigua dentro de una cartela de cueros recortados. Otro anuncio más, ya publicado por Antonio Perla, muestra el rótulo en el interior de una cartela mixta de motivos vegetales y cueros recortados [Figs. 67 y 68]. De los últimos años conocemos algunos anuncios, como uno publicado en la revista de Artes y Oficios en diciembre de 1944, {EL ARTE REDIVIVO} se difundieran en general en diversas publicaciones gráficas de la época como Castilla, El Castellano Gráfico o Toledo, revista de Arte. De la importancia que daba Juan Ruiz de Luna a la fotografía como medio de documentación sirvan estas palabras escritas en el libro publicado junto con Diodoro Vaca: “Allí donde sabíamos había una obra de cerámica, por modesta que esta fuese, allí estábamos nosotros con nuestro libro de apuntes y la cámara fotográfica…”37. También dio gran importancia a las fotografías en un álbum que confeccionó, que presenta en la portada el escudo real, y que ya hemos comentado antes detenidamente. Cada una de las fotografías presenta en letra impresa la firma del autor “R. Luna / TALAVERA”. En relación con la tarjeta postal, que, en Talavera como en toda España, conoció a principios de siglo un gran desarrollo, las primeras imágenes de la ciudad de Talavera editadas en este formato por Ruiz de Luna son de 190638 [Cat. 8]. Como ya hemos dicho antes, tras la fundación de la fábrica “Nuestra Señora del Prado”, también los espacios y talleres donde se hacían las cerámicas, así como las zonas de ventas y Museo, pasaron a formar parte de su repertorio como fotógrafo y también esas imágenes las editó en forma de postal. No sabemos exactamente de cuantas unidades se compone la serie, ni siquiera si se trata de una serie o de imágenes sueltas. Podemos decir que por lo menos hizo ocho, ya que en la colección de Ángel Sánchez-Cabezudo se conserva ese número. En el reverso sólo consta “Tarjeta Postal / CERÁMICA ARTÍSTICA DE JUAN RUIZ DE LUNA / Ánforas, jarrones y toda clase de decoración sobre azulejos y relieves esmaltados. / Decoración de jardines. Talavera de la Reina. Casa en Madrid: Floridablanca, 3”, lo que nos la fecha a partir de 1922, año en que se abre la tienda de la calle Floridablanca. A pesar del reducido número de este grupo de postales, los motivos son variados: El taller de alfarería, el taller de decoración, el interior de la tienda de ventas de Talavera, el interior de la tienda de ventas de Madrid, el zaguán de la casa particular, la instalación de la Exposición del palacio de Hielo y el Museo de Cerámica Antigua. César Pacheco y Benito Díaz han dado a conocer una de estas postales, la que presenta uno de los talleres de decoración enmarcado por una orla floral, fechándola en la década de 1910, dato con el que no podemos coincidir ya que en el reverso se menciona la tienda de Madrid, que no se fundó hasta 37 VACA, Diodoro y RUIZ DE LUNA, Juan: 1943, p. 13. Citado por GONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2006, p. 145. 38 La primera serie está impresa en tono sepia y comprende 42 imágenes. Figs. 67 y 68: Anuncios de la fábrica publicados en prensa en la década de 1920 donde ya se han olvidado las orlas neorrenacentistas y sólo figura un sencillo y austero rótulo35. Las fotografías y edición de postales Antes que ceramista, Juan Ruiz de Luna fue fotógrafo, y no nos ha de extrañar que, a partir de la creación de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” en 1908, las cerámicas estén doblemente en su punto de mira. Como fotógrafo o en todo caso como difusor de fotografías, aquí nos interesa más la labor que Ruiz de Luna desarrolló para dar a conocer la cerámica36, aunque no podemos obviar la importancia de que sus fotografías 35 Ídem. 36 La relación de Ruiz de Luna con la fotografía ha sido objeto de estudio por algunos historiadores, pero para profundizar en este tema hay que consultar el estudio de GONZÁLEZ MORENO, Fernando: “La cerámica talaverana a través de las fotografías de Ruiz de Luna”, 2006. Este historiador establece cuatro bloques temáticos por medio de los cuales analiza el estado de la cuestión: La fábrica Nuestra Señora del Prado y el proceso productivo, La colección de Platón Páramo, El antiguo Museo de Cerámica y Catálogo de piezas de la azulejería talaverana tradicional. {58} 192239 [Fig. 15]. Entre las ediciones de postales talaveranas que utilizaron clichés de Ruiz de Luna, una muy conocida es la que promocionó el librero José del Camino. Se trata de una serie de veinte imágenes, editadas por la fototipia de Hauser y Menet de Madrid. Precisamente una de las postales, la que cierra la serie con el número 20, representa el Museo de Cerámica Antigua40, cuya fotografía original podemos ver en esta exposición [Cat. 97]. 39 PACHECO JIMÉNEZ, César: “La tarjeta postal en Talavera” en PACHECO JIMÉNEZ, César y DÍAZ DÍAZ, Benito: 2005, p. 162. Esta postal parece ser la primera del conjunto, ya que el taller se presenta enmarcado por una orla floral rodeada de angelotes y en la parte inferior dentro de una cartela está escrita la siguiente leyenda “UNO DE LOS TALLERES / DE CERÁMICA ARTÍSTICA DE LA CASA / J. RUIZ DE LUNA / TALAVERA DE LA REINA”. 40 Un ejemplar en blanco de esta misma postal se conserva en el archivo del Museo Zuloaga de Segovia y otro en la colección de Abraham Rubio Celada, ésta última escrita y fechada en 1929. V. EL LEGADO Camino de maestros ÁNGEL BALLESTEROS GALLARDO Las fechas son un barco de papel sobre el río que cruza las ciudades. Luis García Montero En El Catellano del 31 de agosto de 1934 el Juez de Primera Instancia de Talavera, Pablo Guillén, publica un artículo titulado “La Cerámica de Talavera nuevos rumbos” en el que nos sorprende el análisis que hace sobre el quehacer de Ruiz de Luna: Un hombre, un verdadero artista de Talavera, recogiendo tradiciones y procedimientos perdidos, resucitó el arte del barro, reuniendo en su taller todo lo perdido, renovando formas y tonos, hasta conseguir en toda una vida de trabajo, llevar a las más modestas aplicaciones utilitarias del producto cerámico un ideal estético, permitiendo al pueblo que pudiera gozar de la armonía producida del conjunto de la utilidad del servicio del barro con la buena forma y decoro artístico; haciendo penetrar el gusto artístico hasta las más humildes mesas; abriendo camino a los maestros del arte cerámico; reconquistando la cerámica de Talavera su plaza, y teniendo la inmensa satisfac- {61} ción de ver su proselitismo al fin recompensado. Este gran maestro del barro, Ruiz de Luna, ha producido una excitación artística en un grupo de ceramistas, que tratan cada día de superar su arte. Resaltemos dos frases: “abriendo camino a los maestros del arte cerámico” y “ha producido una excitación artística en un grupo de ceramistas”. Ruiz de Luna y Guijo no se limitaron a producir obras en su fábrica, buscaron la continuidad y la enseñanza. Benito Díaz afirma: [...] con el resurgimiento de la industria de la cerámica empezó a extenderse la enseñanza de dibujo lineal y artístico. En 1908, Enrique Guijo y Ruiz de Luna establecieron en unas dependencias municipales una escuela para impartir nociones de dibujo. Para poder asistir a estas clases era necesario saber leer, estar vacunado y haber observado una buena conducta. Los dos empresarios ceramistas recibían una subvención municipal por el trabajo educativo que des El Castellano. Nº 7882, año XXX, 31 de agosto de 1934. {EL ARTE REDIVIVO} empeñaban. Sus promotores afirmaban que las clases eran gratuitas para todos los alumnos, aspecto este que no estaba del todo claro y que ocasionó una agria polémica entre los dos semanarios locales existentes en 1909: La Democracia y La Ribera del Tajo. Según este último, el asistir a clase no costaba nada. No opinaba lo mismo el otro rotativo, que decía que cada alumno debía abonar 1,50 pesetas al mes, limitándose con ello las posibilidades de acceso a esta enseñanza. En esta escuela dedicada fundamentalmente al dibujo y a la pintura decorativa, también se ofrecía a los alumnos la posibilidad de aprender lengua francesa y árabe, siendo continuadas estas clases en los años veinte por la sociedad recreativa y cultural El Bloque. El éxito de la cerámica producida en el alfar de Ruiz de Luna desencadena “una excitación artística”, la aparición de otras fábricas o talleres como los de Henche, Ginestal y Machuca o la fábrica de Montemayor. “El Carmen” de Niveiro renueva su producción y comienza a fabricar cerámica renacentista. Dentro de los diversos ceramistas que estuvieron vinculados con el alfar de Ruiz de Luna, nos encontramos con Julián Montemayor Carreño, hijo de Mateo Montemayor Gil; Julián aprendió –rueda y barro ascendiendo la forma– en su casa el oficio de alfarero como un juego. Después su padre DÍAZ DÍAZ, Benito: 1994, pp. 297 – 298. Con motivo de la concesión a Ruiz de Luna de la Cruz de Alfonso XII en 1925, Enrique Ginestal, Fernando Broncano y Francisco de la Cruz y Machuca –que por ese año conforman la sociedad “Ginestal, Machuca y Broncano” de pintores, decoradores y ceramistas– escriben a Ruiz de Luna una carta de felicitación en cuyo membrete se lee “Antiguos operarios de la casa Ruiz de Luna”, ejemplo de hasta qué punto el haberse formado con Ruiz de Luna se utilizaba como publicidad y referente de calidad. La carta se dirige a “nuestro querido maestro” (información facilitada por Fernando González Moreno del Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Fig. 69: Rafael García Bodas lo introdujo en “La Menora”, perfeccionándose en ese impulso bruto del girar de la rueda al que las manos troca en ánfora de risas, en oquedad de cuenco, en limpieza de plato. Casó Julián Montemayor con doña Beatriz Crismán Cangas. De este matrimonio nacieron Pedro, Julián, Tomás y José María. Al casarse pasó como oficial de rueda al alfar de “El Carmen”. Más tarde su arte se afincó en la fábrica de Ruiz de Luna, Guijo y Cía., pero hacia 1912 la suerte le cogió del brazo, tocándole una participación de lotería en el “gordo de Navidad”. La alegría le hizo abandonar la fábrica e invertir el dinero en la creación de una nueva fábrica. Con este fin alquiló el antiguo convento de los Franciscanos Descalzos. En los amplios corrales construyó dos hornos y, derribando tabiques de celdas, acopló en una amplia nave el taller de pintura. En el taller del barro estaba su hijo mayor, Pedro; en el taller de pintura su hijo Tomás, que había sido discípulo de don Francisco Arroyo Santamaría. Supo Julián Montemayor rodearse de buenos pintores entre los que destacaban Fernando Broncano Márquez y Salvador Montero. Éste se incorporó a la cerámica de Montemayor hacia el año veinte y procedía de la escuela del maes- {62} tro Arroyo. Obra de Salvador Montero fue la fachada que había en el número 9 de la Trinidad, construida en 1922. Hacia 1930 se le unió como socio Francisco Andrés Henche, quien en 1936 marchó a Madrid. Los apuros económicos le hicieron venderla en 1941 a don Elidio Sánchez Sosa, denominándola “La Purísima”. Su hijo, Pedro Montemayor Crismán, estuvo en el alfar de su padre hasta 1936, cuando pasó a “El Carmen” como maestro de rueda: murió en 1965. Su hermano Tomás, que nació hacia el año 1897, fue pintor aprendiz en los talleres de Ruiz de Luna y, aunque siguió pintando en el alfar de su padre, se especializó en hacer hornos. Casó en 1926 con doña Petra Robledo Gómez de Agüero. Por los años cuarenta estuvo un poco tiempo de pintor en el alfar de Sánchez Sosa. Cuando don Francisco Arroyo marchó a Puente del Arzobispo se llevó algunos pintores de Talavera, entre ellos iba Tomás Montemayor. Más tarde acompañó a don Francisco a Madrid, por haber puesto éste una fábrica en la carretera de Toledo, Campo de Comillas. Francisco Arroyo hizo un horno, sala de bañar y pintar y una casa para el hornero Tomás Montemayor. Allí vivió hasta su muerte, ocurrida en 1954. Siguiendo con estas pinceladas sobre los ceramistas que estuvieron relacionados con el alfar de Ruiz de Luna y siguiendo la escalera del tiempo, nos encontramos con Francisco Arroyo. Tras casar Francisco Arroyo Santamaría con la hija mayor de Juan Ruiz de Luna Rojas, Tomasa Ruiz de Luna Pérez, se había iniciado la rama Arroyo-Ruiz de Luna, fruto de la cual sería el primer nieto y uno de los más notables pintores de la fábrica: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna. Padre e hijo El párrafo sobre Francisco Arroyo me lo ha proporcionado Fernando González Moreno; al estar de acuerdo con lo que escribe, lo incorporo y lo hago mío (con permiso del autor). Véase HUR- V. EL LEGADO abandonaron la fábrica en 1939 para trasladarse a Madrid, pero Francisco Arroyo regresó a Talavera al año siguiente llamado por la fábrica del “Carmen” –sucesores de Niveiro– para proporcionar a esta fábrica un nuevo catálogo artístico; a estos momentos (1940) corresponde el Vía Crucis que pinta para la Iglesia de San Francisco de Talavera de la Reina. Finalizado el compromiso con “El Carmen”, en 1941 Arroyo marcha a Puente del Arzobispo, firmándose al año siguiente su contrato con Pedro de la Cal para convertirse en el nuevo director artístico y director de los talleres de rueda y de pintura de la fábrica “Santa Catalina”, “que se encontraba en la más lamentable decadencia consiguiendo en poco más de año y medio que ésta se pusiera a la altura que por sus trabajos tuvo en los siglos XVI y XVII como puede verse en infinidad de establecimientos de toda España”. Un año después, por motivos de salud, Francisco Arroyo regresa a Madrid junto con su hijo y allí prosigue su trabajo tanto en el estudio de su casa en la calle Narváez como en un horno en Caravanchel. Colabora con su hijo en numerosos trabajos e incluso ambos montan una nueva fábrica en la colonia “Comillas” de Madrid; no abandona el pincel hasta el mismo año de su muerte en 1952. Se conocen dos piezas de dicho año: el panel Venus surgiendo de las aguas de la colección de la familia Arroyo y el de San Uberto del Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” [Cat. 158]. LEY, Mª Isabel: 1989, pp. 125 y 126; y RENEO, José Luis y GÓMEZ, José María (Coords.): 2003, pp. 40 – 68, 69 – 86 y 147. Emilio Niveiro y Gil de Rozas y su hijo Emilio Niveiro Romo habían formado sociedad en 1919. Pese al paso de Francisco Arroyo por la fábrica, en 1943 “El Carmen” acusa dificultades que provocan su transformación en cooperativa. Así subsistiría hasta 1965, año de su cierre. Memoria autobiográfica de Francisco Arroyo (Archivo de Hijos de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna). Fig. 70: Pablo Adeva Martín El cierre de la fábrica de Ruiz de Luna hace buscar soluciones a los obreros que habían quedado sin trabajo. Aprovechan el auge del turismo y comienzan a funcionar nuevas fábricas; fábricas formadas por antiguos trabajadores del alfar de Ruiz de Luna como “La Purísima” (1961). Relacionadas con el estilo y producción propios del alfar “Nuestra Señora del Prado”, por contar con algún obrero o aprendiz del taller de Ruiz de Luna, están las fábricas de “Artesanía Talaverana” (1966), “Mave” (1969), “Talabricense” (1972) y Antonio González Durán. “MAVE”, su nombre surgió al unir las letras iniciales de los nombres de los cuatro fundadores: Mariano, Alfonso, Vicente, Emilio. Este alfar fue fundado en 1969 por Mariano Eugercios Manzano, Alfonso Fernández Barba y los hermanos Vicente y Emilio Ramos Sánchez. Más tarde, Mariano Eugercios, que fue aprendiz en los talleres de Ruiz de Luna, se separó para fundar la fábrica de cerámica “Talabricense”. En las piezas de “MAVE” abundan los pabellones, la puntilla Berain, el tema del ramito alcoreño –pero según la versión que hizo popular Arroyo–, el asa de cordón retorcido y, aunque también pinta el caballero renacentista y temas del Quijote, abundan sin embargo elementos florales y de animales. “TALABRICENSE”, esta fábrica fue fundada por Mariano Eugercios Manzano en 1972, tomando el nombre de TALABRICENSE “por considerar –afirma el fundador– que es la expresión más justa para representar a los nacidos o vecinos de Talavera de la Reina”. Mariano Eugercios comenzó de aprendiz en la fábrica de Ruiz de Luna, te- {63} niendo como maestro a Florencio Martínez Montoya. La huella de Ruiz de Luna estaba presente en su hacer y sus formas, pero, tal vez, el rasgo que le define es el uso de los colores de una manera suave; el naranja se tranquiliza, no sale a borbotones del azul de las grecas; el azul se adormece, se acalla, no se hace línea hiriente. Sus ánforas, sus jarras, sus cuencos, sus platos, relajan la mirada [Cat. 157]. “Artesanía Talaverana” se fundó el 30 de junio de 1966, siendo sus artífices Mauricio Delgado Muñoz, como ceramista, y Bernardo Corrochano Tornero, como comercial; dos amigos que se unieron con el intento de hacer una obra digna de la antigua cerámica de Talavera. Uno de ellos, Mauricio Delgado, conocido por “Mauri”, es veterano en el hacer alfarero, ya que desde los 10 años, en la fábrica de Ruiz de Luna y con Francisco Arroyo, está trabajando en este oficio de transformar el barro en arte. Su nombre: “ARTESANIA TALAVERANA, S.L. (CERAMICAS MAURI y CORROCHANO)” surgió al examinar cómo se hacía un plato, un jarro y en dónde se iba a hacer. Era una obra de artesanos y en la ciudad de Talavera. Natacha Seseña escribió en 1975 sobre esta fábrica: “la producción de este alfar tiene el aspecto peculiar de los Luna, pero también, influidos por el éxito alcanzado por Niveiro con la producción modernizada en las series en azul, naranja y manganeso, modelan vajillas y vasijas con iguales características, aunque el terminado ocre mate, bien logrado en ‘La Menora’, está aquí excesivamente pronunciado”. En 1997, Mauricio Delgado recibió la distinción de Maestro Artesano de Castilla-La Mancha [Cat. 154 y 155]. Antonio González Durán aparece en el alfar de Ruiz de Luna como oficial de 1ª en SESEÑA, Natacha: 1975, p. 182. {EL ARTE REDIVIVO} 1948. Su aprendizaje está relacionado con “El Bloque” y las clases de pintura y dibujo del maestro Francisco Arroyo. Su quehacer alfarero podemos definirlo como dominador del azul en todas sus gamas y del dibujo con máximas perfecciones, hasta llegar a una precisión caligráfica. “Si la cerámica no se cuida –manifestó en una entrevista– no se hace con amor, se consigue un estilo muy regular, no se llegan a hacer cosas muy dignas. Se trata de la cerámica de batalla, y eso no se debe permitir, porque Talavera, para los ceramistas y para mí en concreto es algo más que el sitio donde nací, es un mito”. El alfar de Ruiz de Luna fue escuela de maestros; unos, como hemos visto, llegaron a fundar fábrica propia; otros llevaron sus saberes a diversas fábricas donde trabajaron como pintores. José María Gómez, en un artículo sobre “Mauri” en La Voz de Talavera, escribe: “A lo largo de los años han sido varios los jefes de Taller de ‘Artesanía Talaverana’ y todos ellos magníficos pintores y artesanos. Florencio Martínez Montoya fue uno de los primeros y más afamados, que creó y diseñó la Medalla de la Ciudad de Talavera. Ganó numerosos y entrañables premios como artesano de la cerámica. Otro fue Rafael García Bodas, autor de la Gran Tinaja y de los mencionados cuadros de Velázquez y del Greco en el museo de la fábrica. Felipe Spínola fue el autor del Gran Plato…”10. Hablar de los buenos pintores que aprendieron en el alfar de Ruiz de Luna sería hacer un listado largo y amplio, aunque sería escribir la verdadera historia de la cerámica de Talavera durante el siglo XX, pero en este catálogo tan solo se pretende recono PRADILLO MORENO, Juan Manuel: 1997, tomo II, p. 492. RETANA, Alberto: 15 de mayo de 1990. 10 GÓMEZ GÓMEZ, José María: 8 de mayo de 2001. cer el buen enseñar que se logró en el alfar de “Nuestra Señora del Prado” y que una muestra sirva para descubrir el bosque que existió. Nombres y hombres que destacaron dentro del quehacer alfarero de Talavera y que les une el haber bebido su saber inicial en el alfar de Ruiz de Luna: Florencio Martínez Montoya, Felipe Spínola Bernardo, Pablo Adeva Martín y Rafael García Bodas. El alfar es una cadena de artesanos, cada uno juega su papel a la hora de realizar una obra; en “Artesanía Talaverana” estuvo de pintor el “gran maestro” Florencio Martínez Montoya; se distinguió por la perfección que conseguía en sus dibujos, la dulzura con que impregnaba a los rostros y la belleza lograda en sus composiciones [Cat. 153]. Felipe Spínola Bernardo (1926 – 1989), al acabar la Guerra Civil, entra a trabajar en la fábrica de Ruiz de Luna. En los años cincuenta figura como maestro pintor, al cerrarse la fábrica en 1961 pasó a trabajar en el alfar de González Durán, marchando después a trabajar en “Artesanía Talaverana”, donde permanece durante más de 20 años. Domina las grecas renacimiento y medallones, sobresale en los temas de montería. El fue el que pintó el gran plato, 155 cms de diámetro, que se conserva en el museo de “Artesanía Talaverana”. El 2 de abril de 1989, cuando pintaba el templete de la música de los jardines del Prado, moría de repente [Cat. 155]. Rafael García Bodas ingresó en el alfar de Ruiz de Luna en 1933, a la edad de 11 años; por el día aprendía en la fábrica y por la noche asistía a las clases del maestro Arroyo en “El Bloque”; en 1948 aparece como oficial de 1ª. En 1961, al cerrarse la fábrica de los Ruiz de Luna, pasó como pintor a “La Purísima”. Cuando se funda “Artesanía Talaverana”, García Bodas deja “La Purísima” y se marcha a la nueva fábrica, donde permanece 25 años (1962 – 1987). “En la historia de la cerámica talaverana –escribe José María Gómez–, Rafael García Bodas debe ser tenido por uno de los primeros que aplicó a la decoración artística vistas, paisajes y monumentos de Talavera. Y, sin duda, sigue siendo de los que con mayor perfección y gusto lo ha hecho”11 [Cat. 154 y fig. 69]. Pablo Adeva Martín, pintor en Ruiz de Luna hasta el cierre, después estuvo trabajado en “La Menora”, pasando de ésta a la fábrica de “Artesanía Talaverana”. Le enseñó a pintar Florencio Martínez Montoya y en 1948 figura como aprendiz de primer año12. Su quehacer alfarero ha continuado en sus hijos Pablo José y Francisco Javier al fundar la fábrica “Cerámica Adeva” [Cat. 156 y fig. 70]. Boceto, silueta, palabras para resaltar y engrandecer lo que representó el alfar de “Nuestra Señora del Prado” para Talavera y su cerámica. Termino con unos versos de Luis García Montero, “que cada cual elija sus dudas y sus llaves / para que las maletas al abrirse / no resulten vacías”. 11 GÓMEZ GÓMEZ, José María: 14 de octubre de 2003. 12 PRADILLO MORENO, Juan Manuel: 1997, tomo II, p. 466. {64} Cien años de cerámica Ruiz de Luna FERNANDO GONZÁLEZ MORENO Con motivo de la muerte de Juan Ruiz de Luna (25 de septiembre de 1945), Emilio Niveiro señalaba que “D. Juan tuvo, como había pedido Páramo al Señor, una dilatada y activa vida al frente de su fábrica, muriendo en una serena ancianidad, ante el respeto y la admiración de nosotros. De su tronco, fértil y poderoso, brotaron ramas notables. Parecía un Patriarca del Antiguo Testamento, rodeado de sus familiares y colaboradores entrañables”. Efectivamente, Juan Ruiz de Luna no sólo tuvo el excepcional mérito de legar a Talavera el resurgimiento de su cerámica, sino que también nos ha legado un apellido unido por y para siempre a la cerámica; un apellido que ha permitido la continuidad de la labor cerámica de esta estirpe más allá del cierre de la fábrica en 1961. Antes incluso de llegar a ese año, cabe hablar del primer nieto de Juan Ruiz de Luna e hijo de Francisco Arroyo, Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna, quien ya había abandonado en 1939 la fábrica y Talavera para instalarse en Madrid. Aquí, Juan Manuel se convierte en profesor de la Escuela Nacio {65} NIVEIRO, Emilio: 1994, p. 124. nal de Cerámica, pero simultanea esta ocupación con la ayuda que presta a su padre y con la ejecución de diferentes encargos; algunos de éstos para la tienda propiedad de Inés Muñoz Poey “Arte Popular Español” (la misma en la calle Floridablanca que hasta 1933 había estado arrendada a Ruiz de Luna). Los años cincuenta y sesenta fueron décadas de intenso trabajo para Juan Manuel, siendo especialmente destacable toda su labor para los Paradores Nacionales (Nerja, Guadalupe, Jaén, Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera, Alcañiz...) y para diversos hoteles e instituciones. Además, participa en exposiciones individuales, junto a su padre y colectivas que le deparan el título de Maestro Mayor del Gremio de la Cerámica. Se observa en sus obras la influencia del paso de su padre por Puente del Arzobispo, cobrando los verdes un papel predominante. Y también, como forma de distinguirse del estilo renacimiento que había marcado la producción de los Ruiz de Luna, su interés se orienta hacia formas de carácter neo-medieval. La mayoría de estas obras presentan escenas religiosas, de caza o montería, caballeros, {EL ARTE REDIVIVO} oficios..., pero también debe ser destacada la ciudad de Toledo como un motivo recurrente dentro de su producción por la fascinación que esta ciudad le suscitaba. A ella le dedicó varios paneles de excelente factura ejecutados en cuerda seca y esmaltes [Cat. 159]; misma técnica utilizada para uno de sus últimos proyectos antes de morir en 1982: los paneles de temática mallorquina para una exposición a celebrar en Palma de Mallorca. Volvamos ahora a 1961. Este año supuso para los tres hijos de Ruiz de Luna, Juan, Rafael y Antonio, el inicio de una nueva etapa. Ahora, por primera vez, por separado y dejando atrás un proyecto común mayor al que los tres habían subordinado sus propios intereses y carreras artísticas. Buen ejemplo de esta circunstancia había sido el rechazo de Juan a su nombramiento como Académico Correspondiente de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (23 de febrero de 1955) alegando que “al ser este nombramiento como supongo por mi labor en la cerámica, en este mismo caso y con los mismos merecimientos se encuentran mis hermanos Rafael y Antonio ya que esta labor es de conjunto, de los tres perfectamente compenetrados, pues de no ser así, no hubiera sido posible mantener el prestigio que nuestro querido padre diera a esta cerámica desde su resurgimiento, que a él fue debido”. Juan, el mayor de los hermanos, permaneció en Talavera durante un año encargado de gestionar el cierre de la fábrica y, sobre todo, la venta del museo de cerámica, la cual no se concretaría hasta el 6 de septiembre de 1963. Antes de que llegara esa fecha, en 1962, se traslada de Talavera a Málaga, instalando en la calle Bodegueros Carta manuscrita de Juan Ruiz de Luna Arroyo dirigida al pintor Enrique Vera (sin fechar, pero de 1955; Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). novedoso fondo de azulejos de repetición, pero los marcos ornamentales de las escenas, compuestos por gruesos recortes, veneras y frutos, están basados en los utilizados para la iglesia de Noez (Toledo, 1924) y el santuario de la Virgen del Puerto (Plasencia, Cáceres, 1942). Frente a estos trabajos, Juan demuestra a través de muchas otras obras su interés por crearse una nueva personalidad acorde con la ciudad que ahora habita. Así, explora nuevos temas –escenas costumbristas malagueñas y marineras, taurinas, vistas de pueblos de la zona, etc.– y una nueva paleta cromática marcada por los verdes, el marrón parduzco, el azul y el color sanguina [Cat. 160]. A lo largo de las décadas de los 60 y 70 su producción como pintor de paneles, placas, bancos, zócalos, fuentes, murales, escudos e incluso retablos –algunas de estas obras en colaboración con sus hijos Juanjo y Amparo– es constante e intensa, logrando que tras su muerte en 1980 el apellido Ruiz de Luna ya fuera sinónimo de cerámica no sólo en Talavera sino también en Málaga. La Diputación Provincial de Málaga lo reconocería así al organizar a modo de homenaje una exposición póstuma en 1983 y el ayuntamiento malagueño al conceder su nombre a una calle; además, esta institución ha proyectado un museo en su memoria [Fig. 71]. Acompañando a su padre en Málaga, también prosiguió allí y desarrolló su labor artística y cerámica Juanjo Ruiz de Luna Serrano [Fig. 72]. Nacido en Madrid en 1934, Juanjo tampoco pudo escapar al influjo de la cerámica e inició de manera muy temprana su formación como ceramista junto Fig. 71: Juan Ruiz de Luna Arroyo pintando un panel para Santiago de los Caballeros (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) un nuevo taller –todavía activo gracias a la labor de su hija Amparo y de su nieto Carlos– desde el que reconduce su carrera y su estilo. Algunas de sus primeras obras en Málaga mantienen conexión con Talavera, como la fuente de 1963 para un parque de la ciudad en la que se reproduce el bajorrelieve hecho años atrás para Gijón, o los zócalos para el camarín de la Virgen de la Victoria; éstos, ya de 1971, presentan un Mª Isabel HURLEY (1989, p. 253) señala esta fuente como “en la línea de la fuente para el estudio de Benlliure y la de Cádiz”, pero el bajorrelieve al que hace referencia no tiene nada que ver con esta fuente, sino con la proyectada para la Gota de Leche de Gijón; los modelos escultóricos de esta fuente, además, no corresponden a Benlliure, sino a Restituto Martín Gamo. {66} El ayuntamiento de Málaga le encargó uno para ser enviado a la ciudad de Mobile (Alabama, EEUU). También su hermano Rafael trabajó las cerámicas de la Plaza de Málaga de esta ciudad norteamericana hermanada con Málaga. Véase un listado de sus obras en HURLEY, Mª Isabel: 1989, pp. 251 – 157. a su padre y tíos en la fábrica de Talavera. Ya en 1943, con nueve años de edad, acude junto a éstos a la Exposición de la Sala Aeolian de Madrid, presentando una serie de figurillas en barro de valor infantil. Entre 1948 y 1952 acude a las I, II, III, IV y V Exposiciones de Bellas Artes de Talavera, siendo premiado con primer premio en tres de ellas. Al año siguiente, marcha a Madrid para estudiar Bellas Artes y prosigue su participación en diferentes muestras: III Bienal Hispano Americana de Arte en Barcelona, 1955; Exposición Homenaje a Goya en Madrid, 1955; Exposición Manchega de Artes Plásticas, 1955 – 1960; Exposición de Bellas Artes de Talavera, 1956 (galardonado con Primer Premio de escultura), 1957 (ídem); XIII Exposición de Arte de Primavera en Toledo, 1960; Exposición de escultura y cerámica en la Galería de Arte Lorca en Madrid, 1961; etc. Juanjo trabaja en la fábrica y pone su pincel al servicio de las obras más innovadoras de Cerámicas Ruiz de Luna, como son los murales sobre la historia del traje para el establecimiento Vargas de Talavera de la Reina (1959); sin embargo, su voluntad creadora pronto se muestra absolutamente independiente y desarrolla una carrera propia que le acerca a las Vanguardias y a la abstracción [Cat. 161]. Surgen así esculturas, plafones y murales de sugerentes y sugestivos nombres como Viento, Equilibrio, Desierto, Fuerza, Noche, Ritmo, Contrapunto, Galaxia, Estallido nuclear o Cosmos [Fig. 73]; piezas en las que Juanjo combina la cerámica y la terracota con el hierro, los es Su vinculación a las Vanguardias también se manifiesta a través de su participación en la fundación en 1958 del grupo talaverano del Teatro de Cámara y Ensayo “El Candil”. Juanjo realizó bocetos y escenografías para obras llevadas a escena por este grupo de Sastre, Criado, Mihura, García Lorca, Romains, Cervantes, Chejov, J. A. Castro y Gogol. Llegó a obtener el Premio Especial de Escenografía en el III Festival Nacional de Teatro de Cámara en Ciudad Real. V. EL LEGADO maltes –aprendidos junto a su tío Rafael y que denotan su gusto por la cerámica china y japonesa–, la piedra y la madera. Estas obras son su tarjeta de presentación a su llegada a Málaga junto a su padre en 1962, mismo año en el que expone en el Museo de Bellas Artes de la ciudad y en el que es seleccionado para la I Exposición Antológica de la Asociación Española de Críticos de Arte. En la ciudad andaluza alcanza un éxito inmediato y su presencia en exposiciones individuales y colectivas se multiplica: en el Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz de Tenerife junto al grupo Picasso (1963), en la Delegación de Información y Turismo de Melilla (1963), en la galería Tartessos de Torremolinos (1963), en la exposición “Arte Actual” del Museo Provincial de Málaga (1964), en el Instituto de Cultura Hispánica de Granada junto al pintor Bejarano. Desafortunadamente, su carrera se vio truncada por su temprana muerte en 1966. También en 1962 llega a Málaga junto a su padre y a su hermano Amparo Ruiz de Luna Serrano. Sevillana de nacimiento al igual que su madre, Amparo vivió en la fábrica “Nuestra Señora del Prado” durante los últimos años de actividad del alfar. Allí, desde niña, poco a poco, comienza a familiarizarse con las arcillas, la escultura y los colores bajo la mirada de su padre, su hermano Juanjo y sus tíos. Además, durante el último año de estancia en Talavera, se ocupa de guiar a los visitantes por el museo de cerámica “Ruiz de Luna”. El modelado de la arcilla y su transformación en figuras populares de todo tipo –muñecas, “bailaoras”, tunos, ángeles...– le cautiva desde un primer momento, convirtiéndose este gusto por el Datos tomados del catálogo Juan Ruiz de Luna publicado con motivo de su exposición en el Museo de Bellas Artes de Málaga de 1962. Véase también HURLEY, Mª Isabel: 1989, pp. 257 – 265. Fig. 72: Juanjo Ruiz de Luna Serrano posa junto al panel Navidad (1957), adquirido por la Japan Painting Society Gallery (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) valor plástico y escultórico del barro en una de las constantes de toda su carrera hasta la actualidad. En 1958 acude por primera vez a una exposición con una serie de miniaturas infantiles y de belenes, uno de los cuales fue adquirido para el Museo de Artes Decorativas de Madrid. Durante los últimos años en Talavera continúa exponiendo en Talavera y Toledo, siendo galardonada con Segundo y Tercer Premio de Pintura en los certámenes talaveranos de 1960 y 1961 respectivamente. Al año siguiente se produce el traslado a Málaga, uniéndose al trabajo de su padre y de su hermano en el estudio-taller de la calle Bodegueros. En el mismo año de 1962 marcha a París para ampliar estudios y lleva a cabo su primera exposición individual en el extranjero en el Chateau de La Batisse (Francia). A partir de aquí, y ya de regreso en Málaga, se suceden las exposiciones tanto nacionales (Málaga, Torremolinos, Mijas, Cáceres, Granada...) como internacionales (Muestra Internacional de Artesanía de Munich, Suiza...) y los galardones (Presidenta del Gremio de Artesanos de Málaga en 1985, Beca para la Monográfica Hispano-Americana de Belenes en Santa Cruz de Tenerife, Premio “Cerdán de Oro” de 1999 de la Galería Cerdán de Talavera de la Reina, Medalla de {67} Oro del Ateneo de Málaga, etc.). La muerte primero de su hermano Juanjo en 1966 y después de su padre en 1980 fueron sin duda dos duros golpes para esta infatigable ceramista, quien, sin duda haciendo honor al carácter perseverante heredado de su abuelo Juan Ruiz de Luna Rojas, se sitúa al frente del estudio-taller malagueño y afronta un creciente número de encargos; en gran medida, placas, rótulos, fuentes y murales para instituciones, ayuntamientos y urbanizaciones de toda Andalucía. Pero donde Amparo Ruiz de Luna demuestra su auténtico carácter es en sus murales modelados, en sus belenes, en sus esculturas perfiladas, en sus palomas... obras en las que la labor del ceramista-escultor-pintor se funde modelando la arcilla, creando los esmaltes y decorando las piezas con exquisita creatividad [Cat. 162 y 163]. Decía Joaquín Benito de Lucas: “Las manos de Amparo Ruiz de Luna transforman la materia primera –de la que Dios hizo al hombre– en una oración y un canto. Sus belenes son la gran metáfora del recogimiento y de la aventura. Del recogimiento en la intimidad de cada uno de nosotros que, aunque a veces la tengamos deshabitada, siempre la queremos poblar [...] Y la aventura representada en esos ‘viajeros magos’ que nos conducen a través del mar, las montañas o el desierto hacia un destino que, no por conocido, resulta menos misterioso”. Junto a Amparo trabaja hoy en día su sobrino Carlos Ruiz de Luna Sánchez. Hijo de la hermana de Amparo y de Juanjo, Carmen Ruiz de Luna, Carlos es ya ceramista de la cuarta generación de Ruiz de Luna. Nacido en Talavera de la Reina en el mismo año en Del catálogo Belenes y esculturas cerámicas de Amparo Ruiz de Luna y murales cerámicos de Carlos S. Ruiz de Luna. Exposición celebrada en la Navidad del 2002 en el Palacio de Benacazón (Toledo). Carlos cambió legalmente el orden de sus apellidos Sánchez Ruiz de Luna. {EL ARTE REDIVIVO} el que su abuelo y su familia la iban a abandonar, 1962, su formación como ceramista se desarrolló completamente en el estudiotaller de Málaga, aprendiendo dibujo junto a su abuelo Juan y las complejas técnicas de los esmaltes y de las cochuras con su tía Amparo. Carlos, siguiendo la tradición de su tía, entiende el trabajo del ceramista no sólo como pintor sino también como escultor, dando forma al barro, esmaltándolo, dotándolo de relieve, textura, volumen... [Cat. 164]; en este sentido, Carlos reconoce también a su tío Juanjo como un referente constante. Premiado desde muy temprana edad, ha participado en numerosas exposiciones tanto de manera individual (Sevilla, Málaga, Marbella...) como junto a su tía Amparo (Málaga, Toledo...). Destaca especialmente entre su obra el mural monumental realizado por encargo del ayuntamiento de Benalmádena para la ciudad china de Dong-Ying. La siguiente de las “ramas notables” de la que debemos ocuparnos ahora corresponde a Rafael Ruiz de Luna Arroyo [Fig. 74]. Hasta el año del cierre de la fábrica, su labor como ceramista estuvo subordinada al esfuerzo común junto a sus hermanos de proseguir el proyecto de su padre, proyecto que impedía cualquier tipo de personalismo. Rafael puso al servicio de la fábrica su habilidad como pintor “clásico”, faceta en la que muestra excelentes cualidades diseñando los paisajes con castillos, caballeros y trovadores que incluso a día de hoy se siguen repitiendo en la cerámica talaverana. Sin embargo, en parte por su propio carácter, en parte por la presencia brillante de su hermano mayor Juan, Rafael encuentra en la dirección técnica de la fábrica (hornos, esmaltes, óxidos...) el puesto en el que se siente más cómodo10. Se trata 10 Rafael había colaborado con su padre Juan en la dirección técnica de la fábrica desde edad temprana, ocupándose de ella en solitario desde los de una posición menos pública, menos manifiesta, pero es el espacio en el que Rafael descubre la posibilidad de dar rienda suelta a su genio experimentando con los óxidos, los hornos, los esmaltes... creando un laboratorio en los propios talleres. Estos experimentos son los que dieron lugar a los esmaltes de las cerámicas opalinas y al Diploma de Honor de la Exposición Internacional de Cerámica Moderna de Cannes (1955). Así, cuando llega 1961, “liberado” de la producción tradicional talaverana, Rafael marcha a Madrid e instala un taller en la calle Maurrás, nº 3 –en las proximidades de Plaza de Castilla– en el que poder centrarse exclusivamente en su gran pasión: la experimentación con esmaltes y la búsque- da de cromatismos insospechados [Cat. 165 y fig. 75]. En Madrid, además, Rafael prosigue la estrecha colaboración que ya iniciara años atrás con Juan de Ávalos, muchos de cuyos modelos escultóricos fueron esmaltados por Rafael tanto en los últimos años de Talavera como ahora en Madrid [Cat. 55 – 58]. Prosigue igualmente la relación con el continente americano, encargándose de las cerámicas de la Plaza de Málaga de Mobile (Alabama) en 1962 –un conjunto de bancos en los que se representan todas las capitales andaluzas11– y, algunos años después, de la decoración de los salones y despachos de la octava planta de un edificio del arquitecto Stone en Nueva Orleans; este proyecto, encargado por la Trade Mark Society y el embajador norteamericano, fue aceptado por Rafael con la condición de que todos los materiales necesarios (piedras, mármoles, hierros, maderas, puertas, rejas, alfombras, zócalos...) fueran llevados desde España. Esta obra supuso para Rafael uno de sus encargos más relevantes y uno de los que más elogios le reportaron, destacando su nombramiento en 1968 como Ciudadano de Honor de la Ciudad Internacional de Nueva Orleans. Desde este momento, además, Rafael será conocido entre los norteamericanos como “el caballero español”. Artista reconocido por su labor callada, constante y humilde, de verdadera modestia, propia del laboratorio de pura alquimia en el que había transformado su estudio, Rafael se muestra poco interesado en la organización de exposiciones. Apenas hemos podido documentar cinco: en 1976 en la Galería Quixote de Madrid, en el mismo año en la Grifé & Escoda en Madrid, en 1977 en la sala de Exposiciones de la Caja Municipal de Vigo –“donde se afianza su años previos al estallido de la Guerra Civil. 11 También su hermano Juan elaboró un banco para esta ciudad. Fig. 73: Equilibrio por Juanjo Ruiz de Luna, 1961 (Col. de Amparo Ruiz de Luna) {68} personalidad, que constituyó para muchos el impacto emocional de un arte nuevo e increíble”12–, en 1978 en el Claustro de la Colegiata de Talavera de la Reina –con setenta y nueve piezas que fueron vendidas en su totalidad– y en 1982 en la Sala de Exposiciones de la Caja Postal de Ahorros de La Coruña; ésta última muestra había sido preparada inicialmente para Miami, pero por motivos de salud la familia le desaconsejó salir de España. Entre sus obras, placas en las que la superposición de esmaltes –hasta en tres o más cochuras– cobra tintes fauvistas a través de rojos nunca vistos hasta el momento, paisajes sugerentes de intenso cromatismo o atmósferas veladas, cacharros de formas insólitas y texturas más insólitas aún [Cat. 166 y 167]; con “pasmosa acumulación de cromatismos insólitos, texturas sorprendentes, óxidos misteriosos y una fastuosa exaltación de los lustres hasta alturas esmálticas”13. Todo ello todavía más sorprende al descubrir que, lejos de la común idea de que en cerámica el fuego tiene siempre la última palabra, en las obras de Rafael no hay nada dejado al azar; y cada color, cada efecto, cada relieve, cada craquelado está logrado como consecuencia del más alto control y conocimiento que se pueda alcanzar. Todo ello aprendido además desde el más puro autodidactismo empírico; “Mi padre no quiso que yo estudiara Química y tuve que experimentar por mi cuenta. Los óxidos metálicos son como las personas, los hay pacíficos y los hay de una soberbia y agresividad tremendas. Observé sus reacciones ante el fuego, que es cuando sale su verdadero genio, el color, para apreciar los que se entienden bien y los que no se 12 Palabras de Francisco Fernández-Vegue en el catálogo La obra cerámica de Rafael Ruiz de Luna de la exposición de La Coruña (1982). 13 Palabras del crítico del Ya Antonio Cobos recogidas en el mismo catálogo de La Coruña (1982). V. EL LEGADO soportan. O si necesitan algún casamentero. Hay días en que actúan de forma muy distinta a la habitual”14. Han proseguido la labor de su padre, que murió el 20 de mayo de 1991, sus hijos Rafael y Mari Loli Ruiz de Luna Rada. El primero, por haber sido su principal ocupación laboral un puesto en la banca, ha colaborado con su padre siempre que el trabajo se lo permitía, aprendiendo los secretos de los esmaltes y las fórmulas por él desarrolladas. Sus obras denotan la influencia de su padre, creando paisajes de bosques en los que el esmalte modela las formas [Cat. 168]. Mari Loli sí ha desarrollado una carrera como ceramista. Formada inicialmente como pintora al óleo, no pudo escapar tampoco al influjo de los esmaltes y trabajó junto a su padre en el taller de la calle Maurrás. Desde la década de los años 70 expone de manera regular en Madrid (Galería Roma, 1974; Sala Grife & Escoda, 1976; Galería Artaller, 1983; Centro Cultural y Deportivo SEK, 1990 y 1991) y en otras ciudades españolas (Vigo, Marbella, Toledo, Santander, Talavera de la Reina...15), ganándose un nombre propio como ceramista y como pintora. El paisaje se convierte también en tema recurrente de sus obras y, más en concreto, las grandes composiciones florales [Cat. 169]. En éstas se desborda un cromatismo repleto de contrastes que rivaliza en su riqueza con la complejidad de la técnica; ésta, gracias a las enseñanzas de su padre, tampoco guarda secretos para Mari Loli y así sus obras se convierten en constante homenaje a su padre. “Mari Loli –señalaba Juan del Tajo en el diario Ya16– es el fruto 14 TORRIJOS: José Mª: 1985, p. 4 [116] – 5 [117]. 15 La exposición de Talavera de la Reina tuvo lugar en el Centro de Amigos (Casino) en 1987. 16 Cita tomada del folleto de la exposición del Club deportivo y cultural SEK (Villafranca del Castillo, octubre-noviembre de 1991). Fig. 74: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (Archivo de Mª Rosa Ruiz de Luna Rada) Fig. 75: Bosque nevado por Rafael Ruiz de Luna Arroyo (Col. Rafael Ruiz de Luna Rada) de una herencia y una tradición que acepta, recoge y supera, yendo mucho más lejos que sus antecesores. Y si su padre, Rafael Ruiz de Luna, fue para mí el primero y más importante miembro de su estirpe y abrió horizontes nuevos: si su malogrado y querido primo Juanjo no tuvo tiempo de alcanzar su pleno desarrollo, hete aquí que Mari Loli viene a plantar bandera en lo más alto de la técnica y del primor artístico”. Siguiendo en orden cronológico este repaso por los descendientes de Juan Ruiz de Luna Rojas, debemos mencionar ahora a su hija María Ruiz de Luna, aunque en esta “rama” el germen de la cerámica no afloraría hasta la cuarta generación con su nieta Mónica García del Pino Benéitez. Hija de Juan Alfonso García del Pino Ruiz de Luna, Mónica fundó en Talavera de la Reina el Alfar de San Ginés, taller que se ha convertido en esta ciudad en uno de los centros de referencia para la puesta en valor y actualización de la cerámica tradicional talaverana [Cat. 170]. Orientada su producción en gran medida a las vajillas, juegos de café y té, Mónica ha desarrollado un gran esfuerzo para que estas piezas, más allá del valor ornamental que poseen, recuperen su funcionalidad y sean requeridas por el público como piezas de uso cotidiano. Heredera de los repertorios ornamentales de la “Nuestra Señora del Prado” y del afán perfeccionis- {69} ta de su bisabuelo en cuanto a estándares de calidad técnica, Mónica ha sometido la antigua tradición cerámica a un proceso de actualización que, a través de continua experimentación con las arcillas, los hornos, los esmaltes y los colores, permite su convivencia con la vida moderna (lavavajillas, microondas, normativas de sanidad...). Así, se garantiza la vida y el futuro de la cerámica talavera más allá que como mera pieza expositiva. Finalmente, cabe referirse al linaje del cuarto de los hijos varones de Juan Ruiz de Luna Rojas, Antonio Ruiz de Luna Arroyo. Hasta 1961 Antonio había trabajado en la fábrica “Nuestra Señora del Prado” al frente de la dirección administrativa y, tras el cierre de ésta, marcharía a Madrid al igual que su hermano Rafael para comenzar a trabajar como director técnico de una fábrica de cerámica industrial. No desarrolló por tanto Antonio una carrera como ceramista, pero el testigo sí fue recogido por uno de sus hijos: Alfredo Ruiz de Luna González. Alfredo nació en el propio alfar talaverano en 1949 y con no más de siete años ya comenzó a formarse en dibujo y pintura junto a sus tíos Juan y Rafael; de 1957 datan sus primeras obras de cerámica. A partir de 1961, ya en Madrid, prosiguió sus estudios técnicos aprovechando las estancias veraniegas en Talavera para completar y perfeccionar su formación en algunos de los mejores talleres de la ciudad, como el Antonio González Durán17. Tras finalizar sus estudios universitarios, Alfredo inicia una carrera profesional que le aleja de la cerámica por unos años, pero una vez más el influjo de ésta es poderoso en los Ruiz de Luna y en 1980 aban17 Antonio González Durán fue uno de los dos pintores que alcanzaron la categoría de oficial de 1ª en la fábrica “Nuestra Señora del Prado”; el otro fue Rafael García Bodas. Tras el cierre en 1961 instaló un taller propio en la Cañada de Alfares. {EL ARTE REDIVIVO} dona esta carrera para instalar un taller en su domicilio de la calle Oltra de Madrid (más tarde en la plaza de Boston). Su labor se ha especializado en la pintura sobre azulejo, acometiendo desde trabajos muy personales en placas de pequeño tamaño de impecable dibujo –en las que se denota su gusto por el Modernismo y por la figura femenina–, hasta amplias composiciones en azulejo para fachadas e interiores [Cat. 171]. En este sentido, una de sus principales aportaciones ha sido la de recuperar en Madrid el uso de la cerámica en la arquitectura, las fachadas, los interiores, los establecimientos comerciales...; pero sus trabajos no pueden verse sólo en Madrid, sino también en muchas otras ciudades españolas muy especialmente gracias a los encargos que recibe de los talleres de decoración Alberán Internacional S.L., Benedicto y Asociados o la multinacional Heineken-Cruzcampo (cervecerías la Cruz Blanca). También destaca en esta línea el trabajo que viene realizando desde la década de los años 90 para el Ayuntamiento de Madrid consistente en la rotulación de la calles del casco histórico de la ciudad18. La rama de Antonio Ruiz de Luna Arroyo también ha llegado hasta la cuarta generación de ceramistas a través de uno de sus nietos: el hijo de Juan Antonio Ruiz de Luna Arroyo, Juan Antonio Ruiz de Luna Horcajuelo. Formado inicialmente con su tío Alfredo en Madrid en el complicado mundo de los baños, la pintura sobre azulejos, los esmaltes y las cocciones, Juan Antonio se estableció en Ibiza, cuyo encanto ocasionó en su obra una transformación absoluta. De la cerámica clásica pasa a la investigación y a la realización de obras novedosas, más adecuadas al entorno en el que vive [Cat. 172]. En la isla se transforma su estilo y se interesa muy especialmente por la es- cultura en cerámica –además de la pintura al óleo–, con la cual acude a exposiciones tanto en Ibiza como en otras ciudades españolas (Madrid, Conil de la Frontera...). Es un nuevo Ruiz de Luna con el que se demuestra que la cerámica es un vasto territorio que poco a poco se explora pero que nunca se agota y en el que siempre queda algo nuevo o diferente que descubrir y que ofrecernos. Aquí cada uno ha encontrado su propia forma de expresión. Es posible que dentro de otros cien años los Ruiz de Luna nos sigan sorprendiendo. ¿Habrá quinta, sexta, séptima... generación? Para entonces se encargará otro de contarlo. 18 Véase una muestra en Rótulos cerámicos...: 2002. {70} VI. HOMENAJE A JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS El sueño que se plasmó con el fuego ALFREDO RUIZ DE LUNA GONZÁLEZ Ruiz de Luna nació en Noez, provincia de Toledo, el 12 de julio de 1863, hijo de Ca- talina de Luna y Alfonso Ruiz Rojas y tuvo dos hermanos mayores habidos en el primer matrimonio de su madre llamados Emilio y Jerónimo Herráiz de Luna. Desde muy joven se vio inmerso en tareas artísticas, realizando pequeños trabajos de artesanía en su lugar natal impulsado sin duda por su complacencia y por una tendencia innata de la que él mismo nos habla: “La familia de los Luna ha constituido desde tiempo inmemorial una dinastía no interrumpida de modestos artífices decoradores en pintura, talla y escultura... que pudiéramos llamar genética, tan peculiar en los antiguos artífices” [Fig. 76]. Su marcha a Talavera, ciudad en la que transcurriría el resto de su existencia y donde desarrollaría todas sus actividades artísticas, tuvo lugar en el año 1880 reclamado por sus hermanos Emilio y Jerónimo, pintores decoradores, supuso el final de esos pequeños trabajos artesanales y el comienzo de su auténtica formación artística de manos de su hermano mayor Jerónimo que se encargó de iniciarle en los trabajos Un día de julio del citado año [1907] se presentó en casa [de Juan], tienda de objetos de dibujo, pintura y papeles pintados c/ Mesones nº 7, un señor menudillo y de acento marcadamente andaluz, quien preguntó: ¿Es usted D. Juan Ruiz de Luna? J. Ruiz de Luna, Memorias Tan sencillamente comienza el capítulo 5º de sus Memorias en el que Ruiz de Luna nos narra cómo se materializó el sueñoaventura que él denominó “El Resurgimiento de la Cerámica de Talavera”, sueño que habría de plasmar no sin grandes dificultades tras un complicado proceso que forzosamente resumido se va a pormenorizar en estas líneas. Juan Ruiz de Luna Rojas {73} Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. Juan Ruiz de Luna, apuntes de Memorias. Archivo de Amparo Ruiz de Luna. {EL ARTE REDIVIVO} de la pintura decorativa. Muy pronto, en el año 1885, debió hacerse cargo del taller de decoración familiar, ya que ese año fallecieron sus hermanos contagiados de cólera. Juan Ruiz de Luna se estrenó así, con 22 años apenas cumplidos, como responsable único de una empresa muy directamente relacionada con las actividades artísticas. Hombre permanentemente inquieto, quiso ampliar sus horizontes de expresividad artística y, muy interesado por el campo y las posibilidades de ese arte, se inclinó por la fotografía, arte y técnica que desconocía pero que le llamaba poderosamente la atención. Ante la imposibilidad material de abandonar Talavera, sus intereses y familia, envió becado a Madrid a un amigo para que aprendiera la técnica por él; a su vuelta aprendió rápidamente los secretos de este nuevo arte que llegó a entusiasmarle y junto con su amigo y “maestro”, Juan José Perales, instaló su primer estudio fotográfico en la Plaza de Aravaca. Juntos permanecieron algún tiempo hasta que los avatares de la vida les separaron siguiendo su labor en solitario durante largos años, ya que incluso después de haber encauzado su vida por el camino de las cerámicas continuó realizando fotografías. No iba mal orientado Juan Ruiz de Luna cuando decidió aprender tal arte, ya que en muy poco tiempo se convirtió en un maestro: “En el contexto de la fotografía castellana de su tiempo, su obra es una de las mas singulares y valiosas y muestra a un artista especialmente dotado para la iluminación y la composición. De una sensibilidad decididamente superior a la de la mayoría de sus colegas, el trabajo de Ruiz de Luna destaca en un contexto marcado, en general, por el adocenamiento, la rutina y la mediocridad”. Tanto esta sensibilidad como su talento para la composición y la iluminación LÓPEZ MONDÉJAR, Publio: 1984. Fig. 76: Juan Ruiz de Luna Rojas (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) habrían de salir nuevamente a la luz cuando se iniciara en un nuevo campo de expresión en el que habría de conseguir aún mayor prestigio como artista, las cerámicas de Talavera. Las inquietudes de Ruiz de Luna se extendieron a cualquier actividad artística que pudiera abarcar; así practicó la escenografía, la talla, la restauración y habida cuenta de que se hallaba en Talavera también su arte por excelencia: la cerámica, mucho antes de pensar en dedicarse a ella profesionalmente: “....el cual [Ruiz de Luna] no había podido sustraerse al deseo de hacer pruebas y ensayos en el modesto alfar que aún quedaba, en el que con frecuencia intervenía para decoración de algunas piezas de importancia que el Ayuntamiento u otra entidad tenían que regalar a personas influ- {74} yentes”. No era ajeno por tanto Juan Ruiz de Luna al mundo de las cerámicas antes de 1908 y es de fácil deducción que debía dominar en cierto modo la decoración cerámica, si no la técnica, cuando los organismos oficiales recurrían a él con frecuencia para trabajos especiales, protocolarios o de alto compromiso. No menciona el nombre del modesto alfar en que realizó aquellos encargos, pero todo hace suponer que se refiriera al “Carmen” (la “Menora” había apagado sus hornos en 1905, y aunque conoció bien a su último propietario, Julián González de los Ríos, nada hace pensar que le uniera a él una especial amistad). Hombre con un profundo sentimiento humanista, grandes inquietudes sociales y estricta moralidad, decidió desde muy joven compartir los conocimientos adquiridos en los terrenos del arte con sus nuevos paisanos, y así, en 1897 fundó y dirigió el “Centro de Artes y Oficios, Sociedad Recreativa”, entidad filantrópica en la que se impartían clases de diversas actividades artísticas, llevando Ruiz de Luna las de dibujo y pintura. De entre sus alumnos pronto destacó uno que más tarde habría de desempeñar una labor muy importante en las futuras actividades cerámicas talaveranas rescatadas por Juan, Francisco Arroyo Santamaría. Este Centro de Artes y Oficios surgió en Talavera, como tantos otros en toda España, a modo del que en 1876 fundaran Francisco Giner de los Ríos y otros intelectuales en Madrid, la Institución Libre de Enseñanza, y sirvió de embrión a otra Escuela de Artes y Oficios que habría de crear Ruiz de Luna en 1916, mas grande y ambiciosa que aquella primera: la Sociedad de Instrucción y Recreo “El Bloque” que estuvo instalada hasta 1939, fecha en la que cesó sus actividades, en el Palacio del Marqués de Villatoya, en la plaza del mismo nombre, y que antes había sido el taller de los Herráiz de Luna y de su hermano Juan en su época de pintor-decorador. Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. Sin embargo, no debemos considerar la creación de estas escuelas como la mera organización de clases para aprendices, lo cual hubiese supuesto reiterar estructuras semejantes a las gremiales. Estas escuelas le ofrecían a Ruiz de Luna la oportunidad de llevar a la práctica los planteamientos que los institucionistas, dentro del proceso de reivindicación de las artes manuales, habían desarrollado acerca de la educación de los industriales. Planteamientos [...] que Ruiz de Luna conoció gracias a las vinculaciones directas que mantuvo con algunos destacados miembros de la intelectualidad de la época; caso de Francisco Alcántara, íntimo amigo de Ruiz de Luna y con el que éste colaboraría para la Fundación de la Escuela de Cerámica de Madrid y la organización de Cursos de Verano en Arenas de San Pedro, de Miguel de Unamuno [...] o del escultor Mariano Benlliure. Conviene remarcar sin embargo que en estas clases en “El Bloque” que hubo de dirigir el ya yerno de Ruiz de Luna, Francisco Arroyo, secundado por su cuñado el primogénito de Ruiz de Luna, Juan Ruiz de Luna Arroyo, no se impartían exclusivamente las disciplinas de dibujo y pintura encaminados a la formación de los aprendices de la fábrica de “Nuestra Señora del Prado” como erróneamente es lugar común, labor que ya se realizaba en sus talleres, sino que esas clases iban encaminadas a perfeccionar lo que en el lugar de trabajo se aprendía, complementándose con disciplinas como el dibujo técnico, las matemáticas, el modelado, la ebanistería y la albañilería; eran graGONZÁLEZ MORENO, Fernando: 2002, pp. 185 y 186. VI. HOMENAJE A JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS tuitas y estaban abiertas a los talaveranos en general. Durante muchos años Talavera y su comarca se nutrieron de excelentes oficiales formados en sus aulas. Se ha dicho que colaboró de una manera esencial en la fundación de la Escuela de Cerámica de Madrid aportando no sólo ayuda económica en los mencionados Cursos de Verano, sino también piezas de alfarería y otras materias primas para los precarios arranques de la mencionada Escuela. Años después planificó Ruiz de Luna para Talavera una Escuela semejante a la madrileña, llegando a buscar emplazamiento y trazar los planos de la misma; sin embargo la Guerra Civil Española abortó sus intenciones que ya no pudo retomar después de finalizada la contienda. Con estos antecedentes humanos, intelectuales, sociales y artísticos, las bases para la ya inmediata odisea de este hombre en la titánica empresa del resurgimiento de las cerámicas talaveranas estaban ya firmemente asentadas, faltando únicamente el catalizador que sirviera de reactivo en este difícil proceso. Enrique Guijo Navarro No era otro el “señor menudillo y de acento marcadamente andaluz” con el que se comienza esta crónica y que hubo de servir de chispazo para arrancar el motor que pondría en marcha esta complicadísima maquinaria que llevaría a Ruiz de Luna a las mas altas cotas del arte español del siglo XX. Mucho se ha escrito sobre este artista andaluz, y mucho también se ha elucubrado, si bien las más de las veces sin documentación contrastada, sobre su trayectoria artística y su importancia en este intrincado proceso ya que la escasez de datos biográficos sobre este personaje es manifiesta; sin embargo, los testimonios aportados por alguien que le conoció muy bien y muy de cerca –que fue su socio y amigo durante algunos años y que a pesar de los múltiples desengaños que sufriría en su relación siempre conservó hacia él un sentimiento de gratitud, denominándole de continuo como “el enviado de la Divina Providencia” en sus escritos y memorias, y que no es otro que Juan Ruiz de Luna– son lo suficientemente relevantes como para confiar en ellos y utilizarlos como argumento para el desarrollo de este capítulo. Se ha dicho que casi todo se desconoce de su infancia, niñez y primera juventud, y todo hace pensar que esta falta de información no haya sido del todo accidental. Así y todo es notorio que nació en Córdoba en 1871 y que quedó huérfano de padre a muy temprana edad; que su educación primaria la hubo de realizar en las calles de su Córdoba natal “como pájaro suelto” y que con su madre se trasladó a Sevilla a la edad de 14 años (sin contrastar) donde pudiera ser que se iniciara en las técnicas del dibujo y la pintura en algún taller de decoración o “escenografía en el taller de Antonio Matarredona”. No hay fe de estos datos ni de su trayectoria artística sevillana, al margen de lo que comúnmente se ha escrito: “Tenemos noticias de su paso por una de las fábricas trianeras, probablemente por la de los Mensaque...”. Pero esto es mera cábala. Lo cierto es que su paso por los talleres de cerámica de Sevilla no dejó huella notoria alguna, lo cual hace sospechar que nunca ostentó categoría relevante en ningún taller trianero. Tal vez en su andadura por estos alfares nunca superase, al menos en estos años primeros, el de un anónimo puesto de oficial de segunda o “aventajado”. No es sino hasta el año 1898 que se puede fechar, sin lugar a ninguna duda, un trabajo propio brillante y de importancia como fue el frontón de la Casa Consistorial de Nerva (Huelva), ejecutado en la fábrica de Manuel Rodríguez, en Sevilla. De los tiempos pasados y de su trayectoria artística andaluza Ruiz de Luna nos cuenta: “En Sevilla se incubó en él la afición a la cerámica de la que cuando se trasladó a Madrid llevaba algunos datos que, aunque muy elementales, fueron lo suficiente para fomentar su afición y su propósito de dedicarse a ella con preferencia”. Lo cierto es que a falta de mejores datos, se le puede localizar en Madrid a principios de 1900 en donde hubo de ejercer actividades diversas no bien conocidas, sabiéndose, eso sí, que aprovechó los tiempos para relacionarse magníficamente, llegando a ser en muy poco tiempo un personaje muy conocido en tertulias y ambientes intelectuales de la capital. En esos círculos muy probablemente conociera y amistara con personajes de la talla de Francisco Alcántara, los hermanos Machado o Pedro de Répide, relaciones que le habrían de ser harto útiles en el futuro. Hombre despierto y de vivo ingenio, más temprano que tarde Enrique Guijo pudo apreciar que Madrid era un campo muy amplio, fértil y virgen donde poder desarrollar sus conocimientos y abrirse camino como ceramista. Así buscó y persiguió por la capital de España acomodo a sus inquietudes, encontrándose con una ciudad carente de historia y tradición en los temas cerámicos de los que siempre se nutrió otras ciudades de la periferia para cubrir sus necesidades; fundamentalmente de Talavera y Manises. En Madrid, y probablemente en los círculos Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. RENEO, José Luis y GÓMEZ, José María: 2003. PERLA, Antonio: 1988. {75} Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. intelectuales en los que se movía con gran soltura habida cuenta su natural desparpajo y desenvoltura, conoció a Francisco Alcántara, crítico de arte del Imparcial y profesor de Historia del Arte en una escuela de Artes y Oficios de la capital. Tal vez fuera Alcántara, conocedor de sus capacidades, quien animara a Guijo a realizar algunas muestras de sus trabajos como ceramista encaminados a abrirle la puerta y sentar plaza de profesor de esta especialidad artística en esa u otra escuela madrileña; sea como fuera lo cierto es que Enrique Guijo se vio en la necesidad de realizar algunos trabajos de cerámica que le sirvieran de credenciales para sus aspiraciones al empleo. No encontró ningún taller en la capital que reuniera las condiciones técnicas necesarias para elaborar esas piezas y que eran las comunes a la cerámica que él mejor conocía; es decir, las lozas sevillanas, tanto en su modalidad de “arista” como de “cuerda seca” o plana al estilo “pisano”, fundamentalmente estas dos últimas por ser de mayor facilidad de ejecución y en las que se desenvolvía con cierta soltura. Tuvo conocimiento de una fábrica de loza ordinaria en Valdemorillo que tampoco se ajustaba a sus necesidades por carecer de los elementos materiales básicos para la confección de estas técnicas cerámicas, pero allí su director le habló de la existencia de una fábrica en Talavera que sí disponía de medios para realizar el tipo de cerámica por la que Guijo se interesaba. Necesitado de un enlace que le introdujera en esa ciudad, se encaminó a un fabricante de papel pintado que él conocía y que sabía tenía relación con una tienda de Talavera que vendía sus productos. Ese negocio talaverano estaba regentado por Juan Ruiz de Luna. Y así ese “señor menudillo y con marcado acento andaluz” se presentó en aquella ciudad el tan trascendente día de julio de 1907. Aquella conversación continuó en los {EL ARTE REDIVIVO} siguientes términos: “Le traigo una visita de don Simeón Martínez, fabricante de papeles pintados, de Madrid, quien me habla de Vd. con frecuencia [...]. Soy pintor decorador como usted, establecido en Madrid y he venido a ver a don Emilio Niveiro, recomendado por don Serafín Falcó, fabricante de loza de Valdemorillo, para ver si puedo hacer algunas pruebas en su alfar, como las vengo haciendo en otros hace tiempo, para ver si puedo lograr una plaza de maestro de Cerámica en una escuela de Artes e Industrias”10. Sumamente importante es esta última frase que Ruiz de Luna anotó en sus Memorias cuidadosamente, pues por sí sola habla de las auténticas intenciones del ceramista andaluz en su traslado a Talavera. Sorprendentemente y cada vez con más frecuencia se viene repitiendo en los últimos tiempos la insólita noticia de que Guijo llevaría ya fraguada en su mente la idea de resucitar las antiguas cerámicas talaveranas, desaparecidas desde cien años atrás, y que con esa intención se trasladó a Talavera donde realizar esas pruebas. Puede que Enrique Guijo conociera aquellas antiguas cerámicas por haber visto sus trazas en Córdoba o en la capital de España, que no en Sevilla donde nunca las hubo a no ser en lugares muy restringidos y de difícil acceso, y puede que llamaran su atención por su belleza tan cercana y a la vez tan diferente a la sevillana, pero lo cierto es que nada hace pensar, a la vista de las pruebas que finalmente realizó en la fábrica de Niveiro y que fueron un plato y un tibor en estilo Renacimiento, en su interés por la cerámica talaverana, pues ambas piezas se decoraron con un marcadísimo estilo sevillano. “Ruiz de Luna, Guijo y Cía.” caparate de la tienda de Ruiz de Luna y vistas por un entrañable amigo, Platón Páramo, gran coleccionista de antigüedades, muy especialmente de cerámicas, que unido a la buena impresión que también le causó a D. Francisco Alcántara, fue lo bastante para pensar en el resurgimiento de esta famosa cerámica11. Tal vez si Enrique Guijo no hubiera vuelto a Madrid antes de ser cocidas sus cerámicas y si en aquel momento don Juan Ruiz de Luna no hubiera tenido la rara intuición que se manifiesta en el último párrafo de la anterior frase y la absoluta certeza de que él podía realizarla, con esa fe y ese tesón que fueron los motores que durante toda su vida le empujaron en cada una de las acciones que emprendió, Enrique Guijo hubiera recogido sus pruebas, las hubiera presentado en Madrid en “una escuela de Artes e Industrias” donde merced a sus evidentes méritos y a sus buenas relaciones hubiera sentado la plaza de maestro por él deseada y su nombre no hubiera significado para la historia de las cerámicas de Talavera sino un fugaz destello que no hubiera sacado del centenario letargo a estas afamadas cerámicas. No podía saberlo Guijo, pero merced a ese hombre que le encaminó a la calle Mesones de Talavera un día de julio de 1907, su nombre iba a figurar, aunque fuera por corto tiempo, junto a otro que le había de dar la suficiente fama que unida a sus méritos artísticos, habrían de ser suficientes para llegar a poder hacer una labor en las artes industriales mucho mas importante que la de la mera enseñanza en una oscura escuela de Madrid. Las pruebas salieron [del horno] a toda satisfacción y fueron expuestas en el es10 Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. 11 Ídem. {76} Regresado urgentemente Guijo a Talavera reclamado por Ruiz de Luna, fue informado por éste de sus intenciones. Seguramente le habló don Juan con el suficiente énfasis como para convencerle rápidamente y, ante la actitud positiva de Guijo, Ruiz de Luna se encargó de comenzar las gestiones para materializar el sueño, para lo cual inició conversaciones –que habían de ser numerosas y complicadas según sus propias palabras– con Niveiro encaminadas a crear una sociedad separada de la fabricación de loza ordinaria que este hacía, en la que Ruiz de Luna pondría el dinero necesario, Guijo sus conocimientos artísticos y técnicos y el dueño del alfar los elementos necesarios para “la fabricación y primera cochura, a los precios que él quisiera de todas las piezas, jarrones, ánforas, platos decorativos y demás objetos artísticos, siendo por cuenta de la Sociedad los esmaltes, pinturas y decorados, hasta ponerlos en condiciones de la segunda y última que habría de ser también por cuenta del señor Niveiro”12. No se avino a razones Niveiro, aunque sí que llegó a hacer a Enrique Guijo una proposición que éste rechazó con un gran sentido de la caballerosidad, quedando finalmente descartado este hombre y su industria de los planes de Ruiz de Luna y Guijo. Habida cuenta que necesitaban arrancar desde la nada y que por tanto la empresa habría de ser mucho mas onerosa de lo que hubiera sido de haber podido contar con las instalaciones de un alfar ya en funcionamiento, se hizo preciso disponer de mayor capital del que tenía don Juan y éste se lanzó en su búsqueda. No resultó difícil convencer a don Platón Páramo, el coleccionista de antigüedades y farmacéu- tico de Oropesa, hombre adinerado y que además de colaborar económicamente en la Sociedad se comprometió a aportar su magnífica colección de cerámicas antiguas de Talavera que habrían de servir de patrón a las que iban a ser creadas. Al llegar a este punto se hace preciso un inciso para aclarar malentendidos referentes a la gestación y formación del futuro Museo “Ruiz de Luna” y según los cuales la colección de Páramo fue la base de ese museo. Nos dejó dicho al respecto don Juan una vez más en sus memorias: Páramo “llegó a reunir una colección de cerámicas de Talavera importantísima, lo mismo en azulejería que en platos y potería, que fue el origen de su entrada en la Sociedad [...] cuyos elementos puso muy gustoso a favor de esta nobilísima empresa”13. Se evidencia que Páramo prestó sus piezas a la Sociedad para su estudio y reproducción y que en buena lógica retiró hasta la última pieza de su propiedad que permaneciera en las dependencias de la fábrica de Ruiz de Luna, Guijo y Cía. en el momento de la disolución de la tal sociedad. La colección del Museo “Ruiz de Luna” se formó íntegramente con los esfuerzos y dedicación de Juan Ruiz de Luna y de sus hijos. Siguiendo con la secuencia de la formación de la Sociedad, se constituyó ésta en primera instancia con la firma de un documento privado en el que se enumeraban las normas por la que había de regirse la tal sociedad, quedando establecida por un periodo de 10 años y con un capital social de 24.000 ptas. distribuidas de la siguiente manera: D. Juan Ramón Ginestal dos acciones de 4.000 ptas., más otra acción de 4.000 ptas. por el concepto del edificio en el que se instalará la fábrica; D. Juan Ruiz de Luna una acción de 4.000 ptas.; D. Platón Páramo Sánchez una acción de 12 Ídem. 13 Juan Ruiz de Luna, Memorias, cap. 7 (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. VI. HOMENAJE A JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS 4.000 ptas.; D. Enrique Guijo Navarro una acción (liberada, sin aportación de capital) de 4.000 ptas14. Esta primera Sociedad no llegó a ver la luz por motivos que hasta la fecha no han podido ser documentados, y sí sin embargo se constituyó otra, esta vez mediante escritura pública fechada el día 9 de agosto de 1909, cuando ya se llevaba un año fabricando cerámica en la sociedad, y en la que se desmenuza en 16 folios los cometidos, aportaciones y responsabilidades de los socios en unos términos muy semejantes al documento de la primera abortada sociedad. Según este documento (p. 6ª), la Sociedad se constituyó de la siguiente manera: un capital social de 28.000 ptas., aportado a partes iguales (7.000 ptas. cada socio) por don Platón Páramo y Sánchez, don José Gallego y Benito, don Juan Ruiz de Luna y don Manuel Casas y Gallego. Don Enrique Guijo y Navarro figura como socio industrial (liberado) y no aporta capital alguno. La duración se estableció en seis años, del 1 de enero de 1909 al 31 de diciembre de 1915. La dirección general correría a cargo de Ruiz de Luna y Guijo habría de llevar la dirección artística por lo que recibiría unos emolumentos de 3.000 ptas. anuales15. Desapareció como socio Ginestal y muy poco tiempo después entraría a formar parte de la misma don Juan Andrés de Covarrubias y Laguna, Marqués de Villatoya. Formalizada aquella primera Sociedad, definida la intención de la misma y ante la negativa ya expresada del propietario del alfar “El Carmen” a formar parte de la misma aportando sus instalaciones, se comenzó la búsqueda del asentamiento de los talleres y así, al muy poco tiempo, se entró en tratos 14 Documento privado, sin fecha (desaparecida). Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo. 15 Acta notarial, 9 de agosto de 1909. Archivo de Amparo Ruiz de Luna. el permiso de instalación del horno y fábrica, a lo que el señor Niveiro protestaba por todos los medios, invocando que las nuevas Ordenanzas Municipales se oponían a que hubiera hornos a menos de 500 metros de la población, sin querer reconocer que los suyos estaban enclavados casi en el centro de la Ciudad [...]17. Fig. 77: Juan Ruiz de Luna Rojas, su mujer Francisca Arroyo y sus hijos (de izquierda a derecha) Luisa, Francisca, Juan y Tomasa; en brazos de su madre el pequeño Salvador (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) con don Jorge Rodrigo, propietario de una finca en Talavera descrita de la siguiente manera: “En el sitio llamado ‘Ronda’ o calle de San Jerónimo, junto a la Iglesia de San Jerónimo, frente al río y a espaldas de la Colegial. Es un solar de 52 x 26 metros”16. El día 4 de abril de 1908 los “peritos” del Ayuntamiento emiten su informe, que sin ser del todo negativo, hacen mención a una necesaria aprobación de “todos los vecinos posiblemente afectados por las actividades de esta industria”, dejando en el aire un dictamen definitorio. Lo cierto es que ese lugar tuvo que ser desechado y se continuó con la búsqueda hasta localizar la finca que habría de ser la sede definitiva durante 53 años de las labores cerámicas de los Ruiz de Luna. Sin embargo las dificultades no habían terminado. El alfar “Nuestra Señora del Prado” No es para dicho la Odisea y luchas de Ruiz de Luna sostenidas con el Alcalde [Andrés de ¿Calatravo?] para conseguir 16 Documento de solicitud de licencia de obras y apertura al Ayuntamiento. 21 de marzo de 1908 (Archivo Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo). {77} El tesón y la perseverancia de Ruiz de Luna hubo no obstante de dar sus frutos y en muy corto periodo de tiempo se comenzaron las obras. La finca situada en el nº 5 de la plaza de la Libertad (actual plaza del Pan), con prolongación por la calle del Adalid Meneses, con vuelta a la antigua calle o callejón de los Siete Linajes (actualmente calle de José Luis Gallo) y con la Rondilla o Redondilla (hoy día calle de San Clemente) en la parte trasera, tenía una superficie mucho más extensa, de casi 8.000 metros cuadrados, y era propiedad de la viuda y los hijos de Juan Ramón Ginestal, al haber fallecido éste (muy probablemente fuera la causa de que finalmente no formara parte de la Sociedad definitiva). Esta finca y sus instalaciones habían sido anteriormente dedicadas a la fabricación de paños e incluían una casa anexa dedicada a vivienda con fachada y acceso particular desde la plaza de la Libertad, el caserón conocido de antiguo como el “Palacio de los Ayala”. En buena lógica la fábrica de “Nuestra Señora del Prado” arrancó sus producciones de una manera muy precaria, con muchísima escasez de medios y que no fue sino muy lento su crecimiento en dotaciones que se fueron incrementando según las necesidades de la producción, sobre todo tras la disolución de la Sociedad y de la compra por Ruiz de Luna de las instalaciones a su último propietario. 17 Juan Ruiz de Luna, Memorias, cap. 5º (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. {EL ARTE REDIVIVO} Se comenzó a funcionar: “[...] en cuya fecha [18 de junio de 1908] dio principio a la construcción de hornos, charcas y demás anejos a la fabricación [...]”18. No había personal cualificado en Talavera en temas de cerámica artística, ni técnicos de esmaltado ni de hornos y la primera tarea consistió en preparar a estos futuros artistas. Para ello contaba Ruiz de Luna con un ceramista como era Enrique Guijo que había de aportar sus conocimientos técnicos y un excelente artista que había de ocuparse en aquellos primeros y difíciles tiempos de las tareas más elementales en cuanto a la educación de los aprendices y su propia transformación de pintor escenógrafo en decorador ceramista. Ese hombre, ya mencionado anteriormente, era Francisco Arroyo Santamaría. Arroyo era sobrino de la segunda mujer de Juan Ruiz de Luna, Francisca Arroyo Pinilla, y con el tiempo habría de convertirse en yerno de Juan al casarse con Tomasa Ruiz de Luna Pérez, una de las hijas habidas del primer matrimonio de Juan Ruiz de Luna. Entró a formar parte de la plantilla de la fábrica desde el primer momento y comenzó a las órdenes de Guijo. Sus labores estaban enfocadas exclusivamente al taller de pintura. Por esos mismos tiempos ya empezó de aprendiz el joven Juan, hijo mayor de don Juan [Fig. 77]. A tenor de lo más arriba expuesto queda patente el ímpetu derrochado por Ruiz de Luna en lo referente a la puesta en marcha de la empresa, para lo cual no hay sino que ver el ágil desarrollo de los acontecimientos siguiendo el proceso documental pormenorizado: -Abril de 1908: informe dubitativo de los peritos sobre la primera finca propuesta y luchas posteriores con el Ayuntamiento. Búsqueda de otra finca. 18 Memoria dirigida a los socios. Febrero de 1913. Archivo de Amparo Ruiz de Luna. Fig. 78: Foto de “familia” de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) ca que las pruebas y ensayos practicados muy someramente”19. De una forma implícita nos habla Ruiz de Luna de que Guijo no era el ceramista –entendiendo como tal a la persona dominadora de los secretos técnicos de este arte– que presumió ser cuando aceptó las direcciones artística y técnica de la Sociedad, sino que sus capacidades se limitaban al aspecto artístico. En definitiva Guijo con toda seguridad era un excelente artista decorador cerámico, pero solamente eso. -Junio de 1908: comienzo de las instalaciones en la finca de la plaza del Pan. Se entiende que paralelamente se realizaron los primeros ensayos y cochuras de juaguetes para decorados posteriores. -8 de septiembre de 1908: apertura del primer horno con piezas ya terminadas. Sería muy prolijo enumerar todas las dificultades que se fueron acumulando en aquellos difíciles tiempos, unas perfectamente previsibles y asumidas, como la falta de personal cualificado, y otras sorprendentes: “Tuvieron [Ruiz de Luna y Guijo] que resolver problemas de técnica y fabricación, muchos de ellos desconocidos de los dos que no tenían más nociones de la cerámi- 19 Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. {78} En dos memorias sucesivas, fechadas en enero de 191220 y febrero de 191321, dirigidas a sus socios, Ruiz de Luna pormenorizó las circunstancias nada halagüeñas por las que atravesaba la empresa, proponiendo soluciones y reclamando un mayor apoyo económico, cosas que por desgracia no pudo conseguir de sus socios. Poco a poco la situación empeoró; para reducir gastos Ruiz de Luna se trasladó a vivir a una de las viviendas de la fábrica a finales de 1910. Además pudo convencer al Marqués de Villatoya para que adquiriera la finca a sus propietarios, por el temor de poder llegar a verse desahuciados ante las dificultades económicas apremiantes. La compra la realizó el Marqués en 1911 y pagó por ella 35.000 ptas.22 y desde ese momento este socio pasó a cobrar la renta que la Sociedad pagaba en concepto de alquiler a los propietarios de la finca. Como buen empresario, don Juan conocía que si quería vender sus productos tenía que hacer una promoción adecuada de los mismos y sabedor de que Talavera de ningún modo podría absorber la producción a la que él aspiraba, y aprovechando la marcha de Enrique Guijo a Madrid ante la doble circunstancia de haber conseguido éste una plaza de interino en la recién creada Escuela de Cerámica madrileña y de ya no ser necesario en Talavera ni técnica ni artísticamente, convenció a sus socios para abrir una “tienda-sucursal” en la capital de España desde la que poder dar a sus cerámicas una más amplia proyección nacional. Esta tienda estaba situada en el nº 80 (actual 74) de la madrileña calle Mayor y 20 Memoria dirigida a los socios. 22 de enero de 1912. Archivo de Amparo Ruiz de Luna. 21 Memoria dirigida a los socios. Febrero de 1913. Archivo de Amparo Ruiz de Luna 22 Documento notarial de compra-venta. 12 de abril de 1911. Archivo Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo. VI. HOMENAJE A JUAN RUIZ DE LUNA ROJAS pasó a ser regentada por Guijo. Este local permanecería en manos de la Sociedad primero y después de Ruiz de Luna hasta 1922 , año en que se la cedió a Guijo, abriendo Ruiz de Luna otra tienda en la calle Floridablanca nº 3 y que regentaría su hijo Juan hasta 1933, en que éste regresó a Talavera y se abandonaron definitivamente las representaciones en Madrid. La Empresa, con todo y con esto, no acababa de consolidarse, y ante tal estado los socios pensaron seriamente en abandonar habida cuenta de la finalización de los seis años establecidos en el contrato de formación de la Sociedad: “Llega el año 1915 y ante la perspectiva tan poco halagüeña, los socios ceden su participación a Ruiz de Luna mediante inventario del que resultaron pérdidas muy considerables con relación al capital desembolsado, pérdidas que concedieron a Ruiz de Luna pero éste, estimando en mucho la cooperación de sus compañeros y perseverando en su fe inquebrantable, les reconoció todo su capital desembolsado mediante el respiro de cinco años, capital que les fue reintegrado como en justicia merecía”23. Desaparecida la carga social y sintiéndose dueño absoluto de su destino, Juan emprendió la andadura con la que realmente soñaba en un principio. Volviendo a arriesgarse le propuso al Marqués la compra de toda la finca, con instalaciones y viviendas incluidas, cosa que consiguió, no sin grandes esfuerzos en 1919, pagándole al de Villatoya la desorbitada cantidad de 60.000 ptas., cifra en la que se incluía la parte de capital que como socio le correspondía24. Desde ese momento Ruiz de Luna fue dueño absoluto de todo, pudiendo finalmente 23 Juan Ruiz de Luna, Memorias (inédito). Archivo familia Ruiz de Luna. 24 Documento notarial de compra-venta. 24 de enero de 1919. Archivo Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo. Fig. 79: Juan Ruiz de Luna Rojas junto a sus hijos Juan y Rafael (Archivo de Amparo Ruiz de Luna) movimiento de labores: Julián Romero”25. Igualmente estipuló y reglamentó los derechos y obligaciones del resto del personal subalterno [Ver documentos anexos]. Guijo había dejado una profunda huella en Francisco Arroyo y en otros discípulos suyos en lo referente al estilo decorativo que introdujo en Talavera, y que no era otro que el Renacimiento Español en su versión sevillana, de grandes influencias italianizantes, remodelar las instalaciones fabriles y las viviendas a su acomodo [Fig. 78]. Comenzó por reestructurar los equipos, tanto artísticos como técnicos, y así distribuyó las responsabilidades internas de la siguiente forma: “Apoderado General y Encargado de todos los talleres: Francisco Arroyo; Encargado del personal de pintura artística: Antonio Arpa; Encargada del taller de pintura industrial: Antonia Arroyo; Encargado de tornos, hornos, peones y demás obreros del 25 Documento interno, 2 de agosto de 1916. Archivo de Amparo Ruiz de Luna. {79} que al fin y al cabo era el que dominaba. Ruiz de Luna, artista con un gran sentido del purismo hasta las últimas consecuencias, quiso imponer para sus futuras producciones desde aquel momento el Renacimiento Talaverano clásico de influencias más centro europeas, y para evitar más que probables dispersiones estilísticas futuras tomó las riendas de la dirección artística de su alfar imponiendo, primero a Francisco Arroyo que había ya elaborado el primer catálogo y posteriormente a sus hijos Juan y Rafael que fueron los encargados de los diseños de sus cerámicas, su personalísimo estilo: “Basta, en efecto, comparar las modernas obras de arte talaverano a las primitivas y antiguas para apreciar no solo la acomodación y adaptación de la vieja técnica, en cierto modo inmutable, a las necesidades y gustos actuales, sino la suma discreción y el supremo saber de arte con que esta evolución ha sabido llevarse”26. Impensable de no haber sido llevados los aspectos artísticos por una dirección única. Bajo la implacable batuta de don Juan, que siempre impuso su criterio, Francisco Arroyo en Talavera hasta 1939, y Juan en Madrid al principio desde la tienda de la calle Floridablanca (1922 a 1933) y después en Talavera junto a su hermano Rafael, se diseñaron estas cerámicas de las que nos habló Machado. Igualmente dedicó una muy importante parte de su tiempo a superar los problemas técnicos que la producción forzosamente artesanal de estos talleres necesariamente implicaban; si bien es cierto que en los primeros y más que heroicos tiempos sus estudios y experiencias tuvieron un marcado carácter empírico, estas investigaciones se perfeccionaron más adelante con la trascendental incorporación de Rafael a estos menesteres, dándole al desarrollo 26 MACHADO, Manuel: 1920, s/p. {EL ARTE REDIVIVO} Fig. 80: Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Archivo de Alfredo Ruiz de Luna) de las técnicas un cariz mucho mas científico: “Cuando llegó la República, mi padre me dejó las riendas de la dirección técnica, que compartía desde hacía seis años”27, que además hubo de impulsar una nueva y desconocida cerámica con la que don Juan soñaba: “Durante la época 1929-1961, la Sociedad Ruiz de Luna fabricó una nueva cerámica, rica en calidades, creada por mí y presentada en Cannes en el año 1955, sin dejar de hacer cerámica clásica. Fue distinguida ese mismo año en la Exposición Internacional y en la Academia Internacional de Cerámica”28. Esta cerámica nueva, con diseños creados por Juan Ruiz de Luna Arroyo, se conocería con el tiempo como Cerámica Opalina. 27 Palabras de Rafael Ruiz de Luna Arroyo en SESEÑA, Natacha y BLÁZQUEZ, Rafael: 1989. 28 Ídem. Al menor de sus hijos, Antonio, le encaminó don Juan hacia la dirección administrativa de la empresa, ocupándole además de la dirección del taller del barro, almacenes y de la conservación del Museo “Ruiz de Luna”. En 1942, y después del tremendo trauma de la Guerra Civil que dejó profunda heridas en su alma y en sus pertenencias, Ruiz de Luna traspasó mediante contrato de compraventa29 la propiedad del “Nuestra Señora del Prado” a manos de sus cuatro hijos, Juan, Salvador, Rafael y Antonio, aunque no por eso dejó de visitar y controlar los talleres, los hornos y el Museo, hasta el último día de su vida [Fig. 79]. Don Juan Ruiz de Luna Rojas falleció en Talavera de la Reina, después de haber visto nacer el mayor y mejor de sus sueños, crecer y convertirse en magnífica realidad, el día 25 de septiembre de 1945. Los talleres talaveranos de “Cerámicas Ruiz de Luna S.L.” apagaron sus hornos el día 1 de abril de 1961. El aliento del Maestro no se extinguió con su muerte ni con el cierre del “Nuestra Señora del Prado” y otros Ruiz de Luna, hijos, nietos y biznietos de don Juan Ruiz de Luna Rojas, continuaron y continúan haciendo y cociendo otras cerámicas en la actualidad [Fig. 80]. 29 Documento notarial de compra-venta. 5 de mayo de 1942. Archivo Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo. {80} VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS REGLAMENTO de orden interior para la Fábrica de Cerámica de Ntra Sra del Prado (Febrero de 1915). Transcripción respetando la ortografía original del documento procedente del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). Iº. Las horas de trabajo en esta casa serán las siguientes: De Iº. de Mayo á 30 de Septiembre, de 7 á 12 de la mañana y de 2 de la tarde hasta la terminación de la luz del día. Durante esta temporada se concede media hora de descanso de 5 á 5 y media, tiempo que no podrá ser empleado fuera del recinto de esta fábrica. De Iº. de Octubre á 30 de Abril, de 8 á 12 de la mañana y de I de la tarde hasta la terminacion de la luz del día. materiales y herramientas y todo lo que á los intereses de esta casa se refiera. 2º. En el caso de que las necesidades de la industria exigiesen recurrir á trabajos en horas extraordinarias, tendrían estas horas un aumento de 25% sobre el valor de las de trabajo ordinario. 6º. Como premio al buen comportamiento del obrero, esta casa concede una gratificacion que consistirá en un 5% de aumento á los jornales trabajados la cual será entregada al finalizar el año. 3º. Serán observadas las buenas formas y costumbres, quedando terminantemente prohividas las discusiones sobre ideas religiosas ó políticas y toda clase de conversaciones que pudieran molestar y ofender á presentes ó ausentes. [7º.] Si el mal proceder de un obrero motivara el despedirle de la casa, no tendrá derecho á exigir nada por lo que en concepto de gratificacion pudiera corresponderle en liquidacion del tiempo trabajado, como tampoco percibirá nada por este concepto el que voluntariamente dejase de trabajar en esta casa. 5º. Tambien está obligado á respetar al encargado y maestro de taller, obedeciendo sus mandatos referentes al trabajo y por ningun concepto podrá faltarle el respeto con acciones ó palabras, concretándose únicamente dicho obrero á exponer sus quejas al director quien procederá como en justicia corresponda. 4º. Es obligacion de todo obrero, no distraer tiempo fuera de su obrador sin causa que lo justifique, no abandonarse en el trabajo, tener muy en orden las labores á el encomendadas, cuido y buen aprovechamiento de 8º. La falta de puntualidad á las horas de entrada al trabajo expresadas en el articulo primero, serán multadas con un 10% del valor del jornal, que será desquitado de su haber {83} correspondiente á gratificación, o semanalmente si así lo estima el director, no eximiéndose de esta multa los que trabajen por tareas o destajo, salvo acuerdo con el director. 9º. El producto de estas multas, será distribuido al finalizar el año entre los que durante este tiempo no hubieran incurrido en ninguna falta de puntualidad, abandono, disciplina etc... etc, y en el caso de que no hubiese ningun obrero en estas condiciones, se dedicará al bien comun de todos los de esta casa en la forma que el director disponga. 10º. La falta de asistencia al trabajo por uno ó mas dias (no siendo por enfermedad) será comunicada con antelacion al director, quien concederá el permiso correspondiente si lo estima oportuno. Talavera de la Reina. Iº. de Enero de 1915. El Director Gerente [Firma de Juan Ruiz de Luna] {EL ARTE REDIVIVO} REGLAMENTO De órden interiór de la Fábrica de Cerámica NUESTRA SEÑORA DEL PRADO. Transcripción respetando la ortografía original del documento procedente del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). Iº La jornada de trabajo será de nueve horas en todo tiempo en los talleres que por la índole de sus labores se presten á suplír con luz artificial lo que falta de luz del día. En los trabajos que no sea adaptable esta clase de luz, se regirán los obreros por las costumbres antiguas, tanto en la entrada á los trabajos como en la duración de la jornada. Las horas de trabajo serán las siguientes: De primero de Mayo á treinta de septiembre, de siete á doce de la mañana y de dos á seis de la tarde. De primero de octubre á treinta de Abríl, de ocho á doce de la mañana y de una á seis de la tarde. En la época del año en que la luz naturál sea agotada antes de las seis de la tarde, se suspenderá el trabajo hasta la venida del fluido eléctrico con el cual se trabajará el resto de la jornada. 2º En el caso de que las necesidades de la industria exigieran recurrír á trabajos en horas extraordinarias, tendrán estas el mismo valór que las de la jornada cuando sean de luz naturál, y un 25% de aumento cuando el trabajo se efectúe con luz artificial, entendiéndose, que estas veladas no serán de más de dos horas y que solo podrán efectuarse en caso de necesidád y en los meses de Octubre á Febrero ambos inclusive. 7º Los encargados de tallér tienen obligación de hacér cumplir en todas sus partes el buén órden de los trabajos correspondientes á sus departamento y de ponér en conocimiento del jefe ó de su apoderado, toda falta de respeto con ellos cometida y de todo lo que pueda afectár al buen órden é intereses de esta casa. La puntualidad de entrada al trabajo en las horas marcadas en el presente reglamento, tendrá la tolerancia de cinco minutos siempre que el obrero no abuse de esta tolerancia: una vez pasados estos cinco minutos, se entenderá que el obrero es conforme en no hechár á trabajar hasta que transcurra el tiempo equivalente á un cuarto de día. Para evitar dudas respecto al horario, todos lo obreros se regirán por el relój del escritorio de esta fábrica, por el cual dará el listero la voz de entrada que será repetida á los cinco minutos. 3º Será respetado el descanso dominicál. 4º Se observarán las buenas formas y costumbres, quedando terminantemente prohibidas las conversaciones de todo género que no sean las necesarias para la buena marcha de los trabajos. 5º Es obligación de todo obrero, no distraér tiempo fuera de su obradór sin causa que lo justifique, no abandonarse en el trabajo, tenér muy en órden las labores á él encomendadas, cuido y buen aprovechamiento de materiales y herramientas y de todo lo que al buen régimen é intereses de la casa se refiere. 6º También está obligado á respetár á los encargados de tallér, obedeciendo sus mandatos referentes al trabajo y por ningún concepto podrá faltárle al respeto con acciones ó palabras, concretándose únicamente dicho obrero á exponér al Directór ó á su apoderado las quejas que considere oportunas, los cuales procederán como en justicia corresponda. 8º Queda sin efecto el reglamento hecho con fecha de Iº de Enero del corriente año. 9º La falta de asistencia al trabajo por uno ó mas dias será comunicada al director, quien concederá el permiso correspondiente si lo estima oportuno. {84} Distribución de cargos. Apoderado generál y encargado de todos los talleres D. Francisco Arroyo. Encargado del personál del taller de pintura artística D. Antonio Arpa. Encargada del taller de pintura industrial Antonia Arroyo. Encargado de tornos, hornos, de peones y demás obreros del movimientos de labores D. Julián Romero. Aceptadas las bases del presente reglamento lo firman por sí los encargados de tallér como también en nombre de los obreros de sus respectivos talleres. Talavera de la Reina 2 de Agosto de 1916. [Firmas de Juan Ruiz de Luna, Francisco Arroyo, Antonio Arpa, Antonia Arroyo y Julián Romero] VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS INSTRUCCIONES PARA REPRESENTANTES. CERAMICA DE TALAVERA. Transcripción respetando la ortografía original del documento procedente del archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga). De los diecisiete puntos que incluye, sólo se reproducen los ocho primeros; el resto recoge meramente información técnica sobre cuestiones relativas a las ventas de ultramar. 1º - La cerámica Talavera es un artículo de lujo y como tal solo debe venderse en los establecimientos que en cada población se dediquen a objetos de arte y estén acreditadas de buen gusto; es preferible que solo la vendan una o dos casas que reúnan estas condiciones a que sean varias de artículos similares; la profusión hace perder estima entre el público adinerado que es el cliente que hay que buscar. 2º - Aunque la mercancía resulte algo cara por los muchos gastos que tiene hasta su definitivo destino, ello no debe alarmar al comerciante, pues tratandose de obras de arte pintadas a mano y difíciles de obtener por no poder hacerlas mas que pintores educados en el estilo, su precio tiene que ser mayor que el de la cerámica de impresión mecánica y en ello puede argumentar el precio que ponga; aparte de que la mayoría del público pudiente aprecia las obras de arte no por su valor técnico sinó por el dinero que le cuesta, no pareciéndoles buena obra sino es de alto precio. 3º - La propaganda de la sección de azulejeria debe hacerse mediante visitas a Arquitectos, Contratistas y Maestros de obras, a los que se indicará ser esta la única cerámica típica que se emplea en España para decorar en el estilo español de los siglos XVI, XVII, y XVIII, independientemente del estilo sevillano que es cosa distinta, como lo prueba el hecho de ser Sevilla una de las ciudades españolas que consume mas cerámica de Talavera. 4º - Los Arquitectos Municipales y Provinciales no deben quedar sin visitar, por tener con frecuencia que hacer proyectos de urbanización de parques y jardines en los que tiene excelente aplicación esta cerámica para bancos, fuentes, motivos de aplicación, ecta... encargándose la casa de hacer dichos proyectos si se remiten los planos de los lugares a decorar. 5º - Es de todo interés visitar en cada población las casas dedicadas a la construcción de muebles de arte y decoración de interiores de lujo; no confundirse con los grandes almacenes de muebles en serie a los que no concurre el público distinguido. 6º - En cada población se procurará averiguar las obras de importancia que están en proyecto o ejecución y se visitará a sus Arquitectos o Contratistas invitándoles a examinar detenidamente los catálogos para buscar los motivos de decoración adecuados advirtiéndoles pueden reproducirse en cerámica esmaltada los bocetos o dibujos que deseen en todos estilos y variarse las composiciones dentro de cada uno para evitar la monotonía {85} del dibujo repetido. 7º - Habrá quien haga notar que las cerámicas sevillana y Valenciana son mas baratas, a ello debe objetarse que es otro estilo, y calidad, advirtiendo que esta es para decorar con gusto y arte, no con economía. 8º - Debe insistirse sobre el cliente para que aprecie el valor artístico y alta calidad de esta cerámica, mostrándole la última página del primer catálogo en la que se citan algunas obras ejecutadas por la casa para los mas selectos artistas españoles, tales como el escultor Don Mariano Benlliure exDirector General de Bellas Artes y hoy Director del Museo de Arte Moderno, escultor Don Miguel Blay Director de la Escuela de Bellas Artes de España en Roma, pintor Don Joaquín Sorolla cuya reciente exposición de cuadros en New York ha constituido un verdadero acontecimiento, Don Modesto Lopez Otero Director de la Escuela de Arquitectura de Madrid, además de otros arquitectos en los que figuran algunos de fama mundial, los que al emplear esta cerámica en sus decoraciones demuestran el pleno reconocimiento de su superioridad sobre las que producen otras fábricas españolas. {EL ARTE REDIVIVO} ÁRBOL GENEALÓGICO DE LOS RUIZ DE LUNA 1ª generación Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 -1945) Norberta Francisca Pérez Arroyo 2ª generación 3ª generación Tomasa Ruiz de Luna Pérez Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) 4ª generación Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Luisa Ruiz de Luna Pérez Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Francisca Arroyo Pinilla Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Carmen Serrano Díaz Carmen Ruiz de Luna Serrano Francisco Eusebio Sánchez Benítez Juan Francisco Ruiz de Luna Serrano Rafael Ruiz de Luna Serrano Juanjo Ruiz de Luna Serrano (1934 – 1966) Amparo Ruiz de Luna Serrano Luis Francisco Ruiz de Luna Serrano Francisca Ruiz de Luna Arroyo Salvador Ruiz de Luna Arroyo Nela Laugarou Prandi Marinela Ruiz de Luna Laugarou Ñusta Ruiz de Luna Laugarou Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Dolores de Rada y Campo Rafael Ruiz de Luna Rada Mª Dolores Ruiz de Luna Rada Mª Rosa Ruiz de Luna Rada {86} Carlos Ruiz de Luna Sánchez (1962 - ) VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS 1ª generación 2ª generación María Ruiz de Luna Arroyo Alfonso García del Pino 3ª generación Juan Alfonso García del Pino Ruiz de Luna Eva Benéitez Serrano 4ª generación Mónica García del Pino Benéitez Mª del Pilar García del Pino Ruiz de Luna Mª del Carmen García del Pino Ruiz de Luna Pedro Pablo García del Pino Ruiz de Luna Mª Eugenia García del Pino Ruiz de Luna Antonio Ruiz de Luna Arroyo Magdalena González Mexía Juan Antonio Ruiz de Luna González Mª Victoria Horcajuelo Corroto Alfredo Ruiz de Luna González ( 1949 - ) Raquel Ruiz de Luna González Pedro Ruiz de Luna González Magdalena Ruiz de Luna González Manuela Ruiz de Luna Arroyo Francisco Luque Poladura Mª Teresa Luque Ruiz de Luna Francisco Luque Ruiz de Luna Manuel Luque Ruiz de Luna Javier Luque Ruiz de Luna Piedad Luque Ruiz de Luna Rafael Luque Ruiz de Luna Carolina Luque Ruiz de Luna {87} Juan Antonio Ruiz de Luna Horcajuelo (1976 - ) {EL ARTE REDIVIVO} CRONOLOGÍA SIGLO XIX 1863 Nacimiento de Juan Ruiz de Luna Rojas 1899 Nacimiento de Juan Ruiz de Luna Arroyo SIGLO XX 1905 1912 1914 1914 Cierre del alfar “La Menora” 1ª Época 18-VI-1908 Fundación de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” destinada al resurgimiento de la cerámica artística talaverana 8-IX-1908 Primer horno de la fábrica de cerámica “Nuestra Señora del Prado” 1908 Panel de la Virgen del Prado del primer horno por Tomasa Ruiz de Luna Pérez 9-VIII-1909 Constitución de la sociedad “Ruiz de Luna, Guijo y Cía” 1910 Nacimiento de Rafael Ruiz de Luna Arroyo 1910 y 1912 Decoración del patio y de las tres escaleras de la Casa de Cisneros en Madrid (arquitecto L. Bellido) 1910 Enrique Guijo marcha a Madrid como profesor de la Escuela de Cerámica 1911 Mención Honorífica en la Exposición Nacional de Artes Decorativas a Juan Ruiz de Luna Rojas Nacimiento de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna 1912 Nacimiento de Antonio Ruiz de Luna Arroyo Zócalos del Asilo de San Prudencio en Talavera de la Reina (Toledo) Fuentes y decoración de la fachada para el estudio de Mariano Benlliure en Madrid Decoración de la casa del Tiro al Pichón de Madrid (arquitecto L. Bellido) 1913 Fachada del Teatro Victoria en Talavera de la Reina (Toledo) Friso y zócalo de azulejos del Caserío de Vicuña de Irún (Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” de Talavera de la Reina, Toledo) hasta 1913 Otros trabajos citados en la memoria de 1913 y en el catálogo I: Revestimiento exterior del pórtico del Hotel de Regina Abarca en Santander {88} 1917 VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS 1918 hasta 1913 1920 1924 1914 Zócalo del comedor del Conde de Retamoso para su casa en Tarancón Paneles de azulejos para un techo de vestíbulo de Tomás de Allende en Bilbao (arquitecto L. Rucabado) Decoración de azulejos de un salón en la Hostería Laurel (arquitecto L. Rucabado) Revestimiento exterior en azulejos del pórtico del Hotel del Conde de Gamazo en Santander y frente de chimenea para su casa en la dehesa de Oropesa Decoración en azulejos para una fachada estilo moderno de Gustavo Gallardo en Granada (arquitecto E. Daverio) Zócalo de azulejos para el comedor del Hotel del Marqués de Aldama en San Sebastián (arquitecto J. Mª Mendoza y Ussía) Friso del salón de máquinas de la Sociedad “La Electra” de Madrid Paneles para la fachada de “La Papelera Española” en Madrid (arquitecto J. Mª Mendoza y Ussía) Zócalo de azulejos y solería para un patio de la casa del Marqués de Momborbal en Almansa Juego de lavabo para los Marqueses de Comillas Aplicaciones de azulejos para fachadas y decorado exterior de una cúpula en una casa del arquitecto Carlos de Luque en la calle Trafalgar de Madrid Decoración completa de la fachada de una casa del arquitecto Carlos de Luque en la calle Antonio Acuña de Madrid Zócalo de patio y solado de olambrillas en Almansa para Fernando Núñez Robres Zócalo del vestíbulo del Sr. Kraes en Madrid Zócalo de azulejos de un saloncito y de la galería del patio del Hotel de Joaquín Sorolla en Madrid Decorado en azulejos de la fachada de la Biblioteca Popular de Oropesa (Toledo) Vajilla de mesa con sus armas y olambrillas para solado de la casa del Rey Moro de la viuda de Iturbe en Ronda. Cuadros heráldicos para la escalera del Hotel del Marqués de Cubas en Madrid (arquitecto J. Mª Mendoza y Ussía) Frente para chimenea del Sr. Cantal en Madrid Azulejos para restaurar un zócalo antiguo de la catedral de Salamanca Varias ánforas y otros objetos para S. M. el rey Alfonso XIII Fachada de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” en Talavera de la Reina (Toledo) firmada por Francisco Arroyo Santamaría Zócalos del zaguán y camarín en la Basílica de Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina (Toledo) Panel de San Prudencio del antiguo Asilo de San Prudencio de Talavera de la Reina (Toledo) {89} 1924 1926 1928 {EL ARTE REDIVIVO} 1914 Inauguración de la tienda-exposición de la calle Mayor, 80 en Madrid Chimenea para la finca “El Rincón” del marqués de Griñón en Aldea del Fresno (Madrid) 1915 Disolución de la sociedad “Ruiz de Luna, Guijo y Cía.”; Juan Ruiz de Luna Rojas queda como único propietario 2ª Época 1916 Fundación de la sociedad obrera de enseñanza “El Bloque” 1917 Retablo de Santiago Matamoros del Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” de Talavera de la Reina (Toledo) 1918 Fachada del antiguo edificio de Correos en Talavera de la Reina (Toledo) 1920 Fachada de la casa de Julio Moya (posterior bar “El Pilar” y actual Centro Polivalente) en Talavera de la Reina (Toledo) por Juan Ruiz de Luna Arroyo Diploma de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes por el retablo de Santiago Matamoros (1917) Nombramiento de Juan Ruiz de Luna Rojas como Hijo Adoptivo de Talavera de la Reina h. 1920 Azulejos para la restauración de zócalos del Monasterio del Escorial (Madrid) 1921 Pilastras y fachada del Colegio Juan Ramón Jiménez en Talavera de la Reina (Toledo) 1922 Inauguración de la tienda-exposición de la calle Floridablanca, 3 en Madrid (hasta 1933) 1923 Nombramiento de Juan Ruiz de Luna Rojas como Hijo Predilecto de Noez Juan Ruiz de Luna Rojas es nombrado Académico Correspondiente de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo 1924 Zócalos de la Iglesia Parroquial de Noez (Toledo) Lápida conmemorativa del Museo de Infantería de Toledo Fuente para el parque Gasset de Ciudad Real 1924-1926 Fuente monumental en estilo renacimiento y azulejos del Paseo del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) 1925 Concesión a Juan Ruiz de Luna Rojas de la Cruz de Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII Unión de los apellidos “Ruiz” y “de Luna” por Real Prerrogativa de Alfonso XIII h. 1925 Zócalo para la escalera de la casa de D. J. Fernández Rocha de Gálvez (Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” de Talavera de la Reina) 1926 Fuente para la plaza de Mina en Cádiz; reproduce la fuente con Niños de Mariano Benlliure (1912) 1928 1929 {90} 1929 1930-34 VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS 1939 1939 1927 Medalla de Oro en la Exposición de Filadelfia (EE.UU.) Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Milán (Italia) 1928 Frontal de Fray Alonso de Orozco en la Iglesia Parroquial de Oropesa (Toledo) Fuente Monumental del Rosedal en el Parque de la Independencia de Rosario de Santa Fe (Argentina) Fuente para el Hospital Español de Rosario de Santa Fe (Argentina) 1929 Vía Crucis de la Basílica del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) por Juan y Rafael Ruiz de Luna Arroyo y Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna Retablo de Santa Leocadia y fuentes de “tritones” del pabellón de CastillaLa Nueva en Sevilla para la exposición Ibero-Americana; premiados con Gran Premio del Jurado y Medalla de Oro Banco de la provincia de Toledo en la plaza de España de Sevilla 1930 Zócalos para el Instituto de Puericultura o la Gota de Leche de Gijón (Asturias) Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Monza (Italia) 1930-1934 Retablo mayor, zócalos y púlpito de la Iglesia Parroquial de Castillo de Bayuela (Toledo) por Juan Ruiz de Luna Arroyo, Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna y Francisco Arroyo Santamaría; proyecto y dirección de Juan Ruiz de Luna Rojas Zócalos de vestíbulos, andenes y escaleras del Metro de Buenos Aires (Argentina); bocetos de Juan Ruiz de Luna Arroyo 1932 Azulejos para el Colegio de España en Bolonia (Italia) h. 1933 Restauración de la cerámica mudéjar del Monasterio de Guadalupe con el arquitecto Luis Menéndez Pidal 1934 Exposición en la Sala Witcomb de Buenos Aires (Argentina) 1935 Fuente por el primer centenario Farroupilha para Porto Alegre (Brasil) 1936 Retablillo de la Virgen del Prado del Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo) Fuente para la Plaza de España de Chivilchoy (Argentina) 1936/37 Bancos de azulejos del parque de Antequera (Málaga) 1938 Panel de Santa Bárbara del Cuartel de Artillería de Segovia por Juan Ruiz de Luna Arroyo 1939 Retablo de Santa Bárbara y decoración del Cuartel de Artillería de Segovia; bocetos de Juan Ruiz de Luna Arroyo Reconstrucción con azulejería “árabe” de la fuente grande del Paseo del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) Decoración del comedor del Palacio Arzobispal de Toledo Francisco Arroyo abandona la fábrica “Nuestra Señora del Prado” {91} 1942 1942 {EL ARTE REDIVIVO} 1939-1940 Zócalo con episodios históricos de la ciudad de Valladolid para el zaguán del Palacio de Pimentel (Valladolid); bocetos de Juan Ruiz de Luna Arroyo 1942 Traspaso de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” de Juan Ruiz de Luna Rojas a sus hijos Juan, Rafael, Antonio y Salvador Ruiz de Luna Arroyo (Cerámicas Ruiz de Luna, S.L.) 3ª Época 1942 1942 Zócalos del Santuario de Nuestra Señora del Puerto en Plasencia (Cáceres) Retablo del Cristo del Mar y retablo de Santa Justa y Santa Rufina en la Colegiata de Talavera de la Reina (Toledo) Segundo proyecto de fuente para el jardín del Instituto de Puericultura o la Gota de Leche de Gijón (Asturias; actualmente en el Jardín Botánico Atlántico de Gijón); bocetos de Juan Ruiz de Luna Arroyo, esmaltes de Rafael Ruiz de Luna Arroyo y escultura de Restituto Martín Gamo 1943 Publicación por Diodoro Vaca y Juan Ruiz de Luna de Historia de la cerámica de Talavera de la Reina y algunos apuntes sobre la de Puente del Arzobispo. Madrid: Editora Nacional Exposición en la Sala Aeolian de Madrid 1944 Zócalos de la Facultad de Letras de la Universidad de Valladolid; bocetos de Juan Ruiz de Luna Arroyo Concesión de la Medalla al Trabajo y de la Cruz de Alfonso X el Sabio a Juan Ruiz de Luna Rojas Zócalos y bancos de la hacienda del Sr. Botana de La Habana (Cuba) h. 1942/45 Zócalos de la capilla de la Virgen de la Puebla en la Iglesia de San Juan Bautista en Mombeltrán (Ávila) 1945 Muerte de Juan Ruiz de Luna Rojas 1948 Paneles de la Imposición de la casulla a San Ildefonso, la Inmaculada Concepción y Nacimiento de la Virgen en la Basílica del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) Fuente del Mercado de Talavera de la Reina (Toledo) (actual Oficina de Información y Turismo); boceto de Juan Ruiz de Luna Arroyo 1949 Primer Premio de la Exposición Provincial de Artes Decorativas de Toledo y Primera Medalla del Concurso Provincial de Arte a los hermanos Ruiz de Luna Arroyo 1950-1961 Azulejería del Palacio de los Marqueses de Santa Cruz en el Viso del Marqués (Ciudad Real) 1952 Frontal de altar y testero de la Ermita de San Isidro en Talavera de la Reina (Toledo) Aplicaciones para el Centro de Fermentación de Tabaco de Talavera de la Reina (Toledo) {92} 1954 VII. DOCUMENTOS Y ANEXOS 1956 1953 Medalla de Honor de la Exposición Internacional de Artesanía en Madrid a los hermanos Ruiz de Luna Arroyo 1954 Púlpito de la Epístola de la Basílica del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) 1955 Premio de Honor en la Exposición Internacional de Maestros de la Cerámica en Cannes (Francia) por las cerámicas opalinas; esmaltes de Rafael Ruiz de Luna Arroyo y diseños de Juan Ruiz de Luna Arroyo 1956 Panel de la Virgen del Prado de la fachada norte de la Basílica del Prado en Talavera de la Reina (Toledo) 1957 Placas de calles para la ciudad de Nueva Orleans (EE.UU.) 1959 Murales para la sastrería Vargas de Talavera de la Reina (Toledo) por Juanjo Ruiz de Luna Serrano 1961 Cierre de Cerámicas Ruiz de Luna, S.L.. Juan Ruiz de Luna Arroyo prosigue su labor cerámica en Málaga y Rafael Ruiz de Luna Arroyo en Madrid 1966 Muerte de Juanjo Ruiz de Luna Serrano (Málaga) 1978 Muerte de Salvador Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 1979 Cierre del antiguo Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” 1980 Muerte de Juan Ruiz de Luna Arroyo (Málaga) 1982 Muerte de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (Madrid) 1991 Muerte de Rafael Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 1996 Muerte de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) Apertura del nuevo Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” de Talavera de la Reina (Toledo) en el antiguo convento de San Agustín 2008 I Centenario de la fábrica de cerámica Ruiz de Luna; tercera y cuarta generación siguen trabajando en la actualidad en Madrid, Málaga, Talavera de la Reina (Toledo) e Ibiza {93} 1959 {EL ARTE REDIVIVO} BIBLIOGRAFÍA AGUADO VILLALBA, José y AGUADO GÓMEZ, Rosalina: “Sombras del esplendor: Apuntes sobre la cerámica de las Casas Consistoriales de Toledo” en Archivo Secreto (nº 2). 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Forma parte también de este grupo el plato con cabeza de guerrero que se conserva en el Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”. La pareja compuesta por el “Guerrero” y la “Dama” –un esquema decorativo que será seguido en posteriores obras– reproduce modelos de bustos de perfil que rememoran el Quattrocento italiano más que la cerámica renacentista talaverana. Guijo se ha servido del azul (cobalto) y del blanco (esmalte estannífero) para los bustos, del verde oliva (cobalto y antimonio) para la parte superior de los mantos y del negro (manganeso) para las finas líneas de dibujo y el filete que enmarca la faz noble del plato; 2. Tipología: Plato Asunto: Dama Autor: Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: 1907 Técnica: Pintura sobre cubierta; fondo mate y figura en brillo Medidas: 28 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección Ángel Sánchez-Cabezudo {103} todo ello destacando sobre el fondo amarillo-anaranjado mate. La figura del guerrero es la misma que decora el plato del Museo “Ruiz de Luna” antes mencionado, aunque invertido; aquel, de mayor tamaño, cuenta además con un marco ornamental de figuras femeninas fitomorfas sustentando cornucopias, una tarjeta de ferroneries con la palabra TALAVERA y una greca de “clavos y ovas” que también sirve en ambos platos para decorar el yelmo del caballero. Guijo demuestra ser un hábil pintor cerámico al utilizar los azules para sombrear los bustos y el fino trazo de manganeso para delimitar el dibujo, creando dos figuras de gran rotundidad y volumen a la vez que de equilibrada delicadeza. Se fijan aquí ya también los colores que se entenderán por propios de la paleta talaverana: el azul, el blanco y el amarillo; el tono apagado con el que se presenta el verde será característico de las piezas más tempranas y tenderá a desaparecer para sustituirse por el cobre, más brillante. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 3. Tipología: Cuadro Asunto: Retrato de Juan Ruiz de Luna Rojas Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1930 Técnica: Óleo sobre lienzo Medidas: 104 x 160 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) Este retrato de Juan Ruiz de Luna Rojas, imagen poco o nada difundida hasta la fecha, cobra especial significancia por cuanto se trata de un retrato realizado por su propio hijo, Juan Ruiz de Luna Arroyo, conservándose además una fotografía que recoge el momento en el que uno posa ante el otro. Juan Ruiz de Luna Rojas, que cuenta en estos momentos con aproximadamente sesenta y siete años, se nos presenta sentado y ante un libro en el estudio de la casa-fábrica, pero, lejos de ser la imagen de un hombre enfrascado en la lectura, aparece meditativo y ausente al hecho de ser retratado. No se ha incorporado ningún elemento relativo a la labor de la fábrica, la ambientación es austera e incluso los muebles parecen elegidos con intencionada pobreza; únicamente la bata blanca que viste el retratado nos recuerda su profesión {104} de pintor. Así, el retrato evita todo elemento anecdótico y se centra en la profundidad de la mirada fatigada de un hombre dado al trabajo incansable y continuo. Formado en la Escuela de Cerámica de Madrid (1914) y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando como alumno libre (1919), Juan Ruiz de Luna Arroyo destaca ante todo como pintor capaz de enfrentarse con igual éxito a cualquier técnica (acuarela, óleo, cerámica...). Influido en gran medida por Joaquín Sorolla, del que fue alumno, Juan Ruiz de Luna Arroyo ha resuelto el retrato en consonancia con los realizados por el maestro valenciano, centrándose en la recreación minuciosa del rostro mientras que el resto de la figura se plantea con una concepción más impresionista y ágil y la ambientación queda relegada e inacabada. F. G. M. I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO La fotografía recoge el instante en el que Juan Ruiz de Luna Rojas posa ante su hijo Juan Ruiz de Luna Arroyo para la elaboración del retrato ya comentado. El padre cuenta aquí con aproximadamente sesenta y siete años y el hijo con treinta. La escena se desarrolla en el estudio de la casa-fábrica y en él podemos reconocer algunos de los bocetos utilizados para las obras de la “Nuestra Señora del Prado”. Así, sobre la pared de la derecha cuelga el boceto a tamaño real para el panel-tríptico en azulejos de la Virgen con el Niño, San Juan y San Leandro (1921) expuesto en esta muestra y el boceto con bodegón que se utilizaría 4. Tipología: Fotografía Asunto: Juan Ruiz de Luna Arroyo pintando a su padre Juan Ruiz de Luna Rojas Autor: Desconocido Fecha: h. 1930 Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {105} algunos años después para el panel de la cantina del Acuartelamiento de Los Leones en Segovia (1939; en la actualidad en el bar de oficiales de la Academia de Artillería de Segovia). Igualmente, en la pared del fondo podemos observar el boceto con racimos de uvas (1917) que también se ha incluido en esta exposición –comparándolos se deduce que el boceto se encuentra hoy en día falto de un lateral– además de varias escenas de lagarteranos, tema habitual en la cerámica Ruiz de Luna, y una vista de la iglesia del Salvador de Talavera de la Reina. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 5. Tipología: Boceto Asunto: Alegoría del triunfo literario de Calderón de la Barca Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: h. 1893 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 45 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 6. Tipología: Boceto Asunto: Alegoría de la medicina Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: h. 1905 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 28 x 57’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {106} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Queda aún mucho por conocer de la labor desarrollada por Juan Ruiz de Luna Rojas antes de 1908. Algo más estudiado ha sido su trabajo como fotógrafo en lo años previos a la fundación del alfar, pero no así como pintor-decorador más allá de los encargos bien conocidos de Talavera (Convento de Santo Domingo, Teatro “La Unión”, Camarín de la Virgen del Prado de 1912), de Navalmoral de Pusa (embocadura, bambalinas y telón de boca del teatro de 1903) y de Navalmoral (Palacio del Marqués de Comillas). A través de estos bocetos podemos descubrir algo más de la faceta de Juan Ruiz de Luna Rojas como pintor, que se nos revela como un artista de extraordinarias cualidades. Obsérvese la habilidad en el empleo de la acuarela para conseguir todo tipo de efectos de luz y de color, de matices, de veladuras, de riqueza cromática....; pero sobre todo la capacidad para idear y com- poner escenas con un tan alto número de figuras como el que aparece en el primero de ellos (casi cien figuras). Este boceto, Alegoría del Triunfo Literario de Calderón de la Barca, se ha resuelto siguiendo una tradición pictórica que en España alcanzó su mayor apogeo con Luca Giordano y que a lo largo de todo el siglo XIX gozó de gran éxito. La escena se divide en dos partes: en la superior, celeste, Apolo (centro) aparece junto a las alegorías de la Pintura (con un lienzo), Escultura (tallando un busto) y Arquitectura (con dos puti portando un capitel) y las nueve musas: Urania (Astronomía, con corona de estrellas), Euterpe (Música, dirigiendo un grupo de puti músicos), Erato (Poesía amorosa, con Cúpido y palomas), Calíope (Poesía épica, con corona de laurel y libro), Terpsícore (Danza, con una pandereta), Melpómene (Tragedia, con un puñal), Polimnia (Pantomima) y Talía (Comedia, con una máscara); estas dos últimas coronan de laurel a Calderón de la Barca. La figura del escritor, ya en la mitad inferior o terrenal, aparece flanqueada por toda una serie de personajes extraídos de sus obras literarias y ante una estructura arquitectónica en la que se asienta la alegoría de la Monarquía Española. Completan la parte inferior de esta compleja elaboración pictórica numerosos escritores españoles que se distribuyen a izquierda y derecha separados por la alegoría de un río y de unos puti que sujetan una filacteria en blanco. En el grupo de escritores de la derecha son reconocibles Quevedo (el más cercano a Calderón), Garcilaso de la Vega (en pie en primer plano), Lope de Vega (sentado junto a Lope), Tirso de Molina (sentado con hábito blanco de mercedario) y Jovellanos (en primer plano con ropas del siglo XVIII). En el lateral derecho, al fondo, se observa la representación del Templo de la Fama. Nada sabemos del origen o finalidad de este {107} boceto, aunque cabe lanzar la hipótesis de que fuera realizado para decorar el Teatro Calderón de la Barca de Motril (Granada); inaugurado hacia 1880, este teatro cuenta con un techo circular que bien pudiera haber alojado este proyecto, pero que no llegó a ser realizado. El segundo de los bocetos exhibidos reitera la capacidad de Juan Ruiz de Luna para concebir representaciones de tipo alegórico a través de un trabajo que refleja una alta cultura. Se trata de una escena concebida posiblemente para decorar una farmacia y para la que se ha optado por la imagen de Apolo (equiparado con Febo o Helios en el carro del Sol) por haber sido este dios el padre de Esculapio y al que se atribuye tanto el poder para enviar enfermedades como para sanarlas. En la parte inferior, tres puti se encargan de preparar las medicinas con las que sanar a un enfermo. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 7. Tipología: Cámara fotográfica propiedad de Juan Ruiz de Luna Rojas Fecha: Finales del siglo XIX Medidas: 140 x 24 x 50 cms (con trípode) Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {108} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO 8. Tipología: Juego de postales Asunto: Monumentos y calles de Talavera de la Reina Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: Finales del siglo XIX Técnica: Fototipia Medidas: 9 x 14 cms. Firmas: R. de Luna. [nº]. TALAVERA. [motivo]. Procedencia: Colección de Fernando González Moreno (Albacete) {109} {EL ARTE REDIVIVO} {110} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO {111} {EL ARTE REDIVIVO} {112} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO {113} {EL ARTE REDIVIVO} {114} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Las fotografías de Talavera de la Reina tomadas por Juan Ruiz de Luna Rojas sirvieron para elaborar las primeras series de postales que se comercializaron con vistas de esta ciudad. La primera serie conocida corresponde a 1902 y estaba integrada por diez postales impresas por Hauser y Menet por encargo del comerciante Norberto Vázquez, que poseía un negocio de librería y artículos de escritorio. En 1906 –cuando Juan Ruiz de Luna ya está instalado por cuenta propia como fotógrafo en la calle Medellín (Mesones)–, él mismo se encargó de la edición de una nueva serie con sus fotografías, ampliándola a cuarenta y dos postales. Esta serie, de gran valor documental, fue re-editada con posterioridad variando la numeración de las postales y reduciéndola a veinte; las postales aquí expuestas corresponden a esta re-edición: 1 – Ermita de Nuestra Señora del Prado 2 – Portiña de S. Miguel 3 – Colegiata {115} 4 – Molinos de abajo 5 – Isla de los molinos de abajo 6 – Ruinas del Alcázar [7 – Puente viejo] 8 – Plaza de la Constitución 9 – Río Tajo [10 – ¿?] [11 – Murallas] 12 – Calle de Carnicerías 13 – Orillas del Tajo [14 - ¿?] 15 – Calle de San Francisco [16 - ¿Trinidad?] 17 – Calle del Charcón [18 – Portiña] 19 – Molinos del Puente 20 – Isla del puente F. G. M. Ref.: PACHECO y DÍAZ (2005); GONZÁLEZ MORENO (2006). {EL ARTE REDIVIVO} Ninguno de los dos catálogos con los que la fábrica contaba en estos momentos incluye entre sus piezas los filtros de agua –no así el pie, que corresponde al nº 203 del primero– y, quizás, esta tipología no formaba parte de su producción habitual. Ésta puede ser la razón por la que más de un visitante de la casa-fábrica, al no poder adquirir uno en la sala de ventas pero encaprichado con el que veía en la casa de Juan Ruiz de Luna, acababa solicitando a su propietario que se lo vendiese. Ante esta situación, la mujer de Ruiz de Luna, Francisca Arroyo, tomaría la determinación de encargar a la fábrica uno con las iniciales del director (J R L entrelazadas en el cuello del filtro), poniendo así fin a la necesidad de tener que reemplazar el filtro de agua continuamente. La pieza, sin duda alguna, es un ejemplo de equilibrio en sus formas y en su decoración. El cuerpo del filtro se ocupa con una escena en la que un hombre armado con lanza está dando caza a un grifo acosado por un perro; todo ello, como corresponde a la tradición talaverana, enmarcado por dos frondosos árboles de tronco retorcido. La escena está directamente tomada de uno de los platos de la serie azul de la primera mitad del siglo XVIII que se conservaban en el antiguo museo de la fábrica (actual 9. Tipología: Filtro de agua Asunto: Caza de un hipogrifo / pareja de cazadores a caballo Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1920 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 60 x 32 cms (filtro) + 80 x 34 cms (pie) Firmas: TALAVERA, [(] (filtro) / TALAVERA (pie)* Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {116} colección del Museo “Ruiz de Luna”; nº IG 4233); ahora, la escena se ha invertido y se ha pasado de la bicromía azul-blanco a la policromía propia de la paleta de gran fuego del siglo XVII. Ambas escenas quedan delimitadas por las cenefas de grutescos que decoran el pie y el cuello del filtro y la base y el remate del pie. Predomina el uso del grueso grutesco blanco y azul claro sobre fondo azul oscuro que se impone en la fábrica con Francisco Arroyo, pero más interesante resulta la presencia en el remate del pie de una cenefa de roleos finos en azul sobre fondo blanco que, presente en las series azules de los siglos XVII-XVIII y con origen en las de helechos y golondrinas del XVII, fue muy habitual en las piezas de la primera época de Ruiz de Luna. F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera... (1943), lám. 66. * En la catalogación de las piezas, el símbolo [(] hace referencia al escudete con luna mirando a derecha (1ª y 2ª épocas); el símbolo [)] equivale al escudete con luna mirando a izquierda (3ª época). I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Plano del Alfar “Nuestra Señora del Prado” de Talavera de la Reina – Fundado por D. Juan Ruiz de Luna Rojas en 1908 – Dibujado por Salvador Ruiz de Luna en 1924 – Pintado por Alfredo Ruiz de Luna en 1984. Ubicada entre las calles de José Luis Gallo, Adalid Meneses y Rondilla o Redondilla (actual calle San Clemente) con fachada a la plaza de la Libertad (actual del Pan), hacia 1924 la fábrica “Nuestra Señora del Prado” ya había alcanzado uno de sus momentos de mayor prosperidad, bien reflejado en la multiplicación de las diferentes dependencias que la integraban: pilas para el batido y colado de barro, secaderos, depósitos de tierras y cuevas, salas de tornos de alfarero, taller de juaguete, salas para los moli- 10. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Plano de la Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Autor: Alfredo Ruiz de Luna (1949 - ) (a partir de dibujo de 1924 por Salvador Ruiz de Luna) Fecha: 1984 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 94’5 x 74 cms Firmas: ALFREDO RUIZ DE LUNA Procedencia: Colección de Alfredo Ruiz de Luna (Madrid) {117} nos de esmaltes, talleres de decoración, de pintores y de pintoras, leñeras, depósitos de cobijas, hornos –de llama invertida para esmaltes, de llama indirecta para loza, de azulejos, para calcinar el plomo y de planta cuadrangular para materiales de construcción–, sala de ventas, museo... además de las viviendas de Juan Ruiz de Luna Rojas y de su yerno Francisco Arroyo Santamaría. Cerrada la fábrica en 1961, el conjunto de casas y talleres que la conformaban pervivió hasta 1979, año en el que, debido a la amenaza de ruina del edificio y a la imposibilidad de adquisición por parte del Ayuntamiento talaverano para rehabilitarlo, fue condenado al derribo. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 11. Tipología: Documento / Contrato Asunto: Escritura de Constitución de Sociedad regular colectiva otorgada por D. Platón Páramo Sánchez, D. José Gallego Benito, D. Juan Ruiz de Luna y D. Manuel Casas Gallego Fecha: 9 de agosto de 1909 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {118} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Juan Ruiz de Luna, según recogen memorias de enero de 1912 y de febrero de 1913 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna), planteó a los socios capitalistas de la sociedad “Ruiz de Luna, Guijo y Cía” la necesidad de invertir en la producción de material de construcción, y especialmente de azulejo industrial de dibujos repetidos, como fórmula para incrementar los ingresos de la fábrica y poder seguir así sufragando los mayores costes que ocasionaba la producción de cerámica artística en estos primeros años. Mientras la sociedad siguió vigente, sin embargo, este proyecto no pasó de ser un complemento menor de la fábrica, y sólo tras 1915 Juan Ruiz de Luna desarrollaría esta segunda fábrica de materiales de construcción en la finca colindante de la calle Rondilla (San Clemente): la fábrica de material de construcción “San Francisco de Asís”. 12. Tipología: Documento / Plano Asunto: Emplazamiento general de la fábrica de cerámica para don Juan Ruiz de Luna (planta de horno tipo “Hoffmann”) Autor: José Padrós Fecha: 1 de abril de 1929 Medidas: 31’5 x 64’5 cms Procedencia: Archivo Municipal de Talavera de la Reina (Expediente de obras, sig. 610, 43/29) {119} En 1929 se proyecta el gran edificio de esta fábrica destinado a albergar un moderno horno continuo tipo “Hoffman” reformado según el sistema Daverio, las salas de máquinas, dependencias anexas, secaderos y depósito de tierras. El horno –con 38’60 ms de largo, 11’25 de ancho, 3’05 de alto y 1’10 por debajo del nivel del suelo– contaba con dos galerías paralelas unidas entre ellas en los extremos, dieciocho cámaras con una capacidad de 22 m³ cada una y una chimenea de 35 ms de altura. Según anuncio de junio de 1934, en la fábrica se producía teja árabe, ladrillo hueco doble y sencillo, rasillas, ladrillo macizo, pocero, ala de mosca y froga, baldosas, así como un novedoso tipo de piezas prismáticas para forjados de pisos. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 13. Tipología: Documento Asunto: Memoria de la Fábrica de Cerámica Artística de los Señores Ruiz de Luna, Guijo y Compa. Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: Febrero de 1913 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) “Fundada esta industria en 18 de Junio de 1908 en cuya fecha dió principio la construcción de Hornos, Charcas y demás anejos á la fabricación, y constituida legalmente en 9 de Agosto de 1909 por los cinco Srs. Socios que hoy la componen [Juan Ruiz de Luna Rojas, Platón Páramo y Sánchez, José Gallego y Benito, Manuel Casas y Gallego y Juan Andrés de Covarrubias], no fué otro su objeto que el hacer resurgir la Cerámica artística de Talavera tan famosa en los siglos XVI y XVII, época de su mayor florecimiento. A mediados del siglo XVIII se inició la decadencia artística de esta Cerámica, llegando al pasado siglo despojada de todo arte, viéndose reducidos los pocos Alfareros que aquí quedaron á la fabricación de cacharrería ordinaria, si bién con ese simpático aspecto que á esta clase de fabricación prestan las exquisitas é insustituibles primeras materias de que aquí se dispone, muy especialmente las arcillas y arenas silíceas. Contando con estos grandes elementos de fácil y económica obtención, con la reputación en Cerámica del nombre de Ta- {120} lavera, con las condiciones excelentes de estos obreros y con la afición despertada en el público á todo nuestro arte antiguo, no era aventurado pensar que imprimiendo á esta Cerámica el carácter artístico de los buenos ejemplares que aun se conservan como reliquias de arqueología, fuera esta una empresa de honra y provecho. Los iniciadores del renacimiento de esta industria, Don Enrique Guijo y Don Juán Ruíz de Luna, con tal perseverancia y cariño han aportado á esta causa sus conocimientos artísticos, que hoy pueden gloriarse de habér llegado á un perfeccionamiento tal en esta clase de trabajos, que muchos de estos se confunden con los mejores que se hicieron en la época del florecimiento de esta Cerámica: así lo han reconocido eminentes artistas, arqueólogos y críticos de arte, como así también el haber sido premiados sus trabajos en la última EXPOSICIÓN NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS E INDUSTRIAS ARTÍSTICAS celebrada en Madrid en 1911 [...]” F. G. M. I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Hija mayor de Juan Ruiz de Luna Rojas y Norberta Francisca Pérez Arroyo, Tomasa Ruiz de Luna da probadas muestras en su juventud de ser una hábil dibujante y pintora –numerosos retratos, vistas, bocetos y dibujos firmados por ella así lo atestiguan–, sin embargo su labor como pintora de la fábrica quedó abandonada desde que en 1911 se casara con Francisco Arroyo. En cualquier caso, el nombre de Tomasa ha quedado ineludiblemente ligado al nacimiento de la cerámica Ruiz de Luna en tanto que se debe a ella una de las piezas cocidas en el primer y simbólico horno del día de la festividad de la patrona talaverana, 8 de septiembre de 1908 (la fábrica se había fundado el 18 de junio del mismo año). Formada en la técnica de la pintura cerámica por Enrique Guijo al igual que lo sería Francisco Arroyo, Tomasa reproduce aquí el modelo de Virgen del Prado bien conocido en la cerámica talaverana desde el siglo XVIII (por primera vez presente en el panel “a devoción de Ignacio Mansilla” de 1691 de la Basílica del Prado). El panel, de hecho, sigue como modelo otro del último tercio del siglo XVIII (propiedad de Ana Mª Rodríguez Cortés). 14. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Virgen del Prado Autor: Tomasa Ruiz de Luna Pérez Fecha: 1908 (primer horno) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 102 x 72 cms Firmas: La pintó Tomasa Ruiz Procedencia: Colección de Paloma Arroyo Vidarte (Madrid) {121} La Virgen, vestida con un amplio manto triangular cuajado de lazos, cintas y bordados del que emerge la cabeza del Niño, se dispone sobre una peana/trono con la escena de los Desposorios de la Virgen y se corona doblemente (incluyendo creciente lunar, ángeles trompeteros y con otros instrumentos musicales, ráfagas con querubines y las figuras de Dios Padre bendiciendo y el Espíritu Santo). La imagen se presenta sobre una base de rocalla y grutescos con sendos jarrones de flores y se enmarca por una composición igualmente de rocalla y grutescos recorrida por una filacteria con las invocaciones marianas “Mater Purissima – Mater Castissima – Mater Inviolata – Mater Intemerata – Mater Amabilis – Mater Creatoris – Mater Salvatoris – Ora pro nobis” y la inscripción superior central “El día 8 de septiembre de 1908, se coció el primer horno de este nuevo Alfar que se fundó con el noble fin de renacer la hermosa Cerámica TALAVERANA por desgracia perdida hace mas de un siglo”. F. G. M. Ref.: Francisco Arroyo maestro de ceramistas (2003); La serie de la Virgen del Prado (2007). {EL ARTE REDIVIVO} 15. Tipología: Fachada de azulejos Asunto: Fachada de la Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1914 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 4’76 x 4’48 ms (puerta 3 x 2’27 ms) Firmas: FRANCISCO ARROYO. 1914 Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 19106 {122} I. LA FUNDACIÓN Y EL RESURGIMIENTO Disposición originaria de la fachada de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” –en la salida de la calle del Adalid Meneses a la plaza de la Libertad (Pan)– pintada sobre azulejos y firmada por Francisco Arroyo en 1914. Incluye aquí todavía el zócalo inferior de azulejos de repetición con motivos esquemático-geométricos que sería sustituido con posterioridad por otro con azulejos de “florón principal” inspirados en los de Juan Fernández para el Monasterio del Escorial. Francisco Arroyo ejecuta esta obra como jefe de talleres tras la marcha de Enrique Gujio, su maestro. En el cuerpo inferior, destacan a cada lado del arco escarzano de entrada las figuras de los dos jinetes sobre caballos en corveta; uno portando una paleta de pintor y otro con un laúd a la espalda. Entre ambos, sobre el arco y enmar- 16. Tipología: Fotografía Asunto: Fachada de la fábrica con niña (María Ruiz de Luna Arroyo) Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: h. 1920 Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {123} cado por una composición de grutescos, el medallón de la Virgen del Prado que da nombre a la fábrica de “CERÁMICA – ARTÍSTICA – RUIZ DE LUNA – CERAMISTA”. La fachada se completa con un cuerpo superior limitado al marco ornamental de una ventana “sostenido” por dos leones tenantes que recuerdan –ahora en policromía– los de las series azules de los siglos XVII-XVIII. La niña que posa junto a la puerta es una de las hijas de Juan Ruiz de Luna, María. La fachada se conserva en la actualidad en el Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Nº IG: 19106). F. G. M. Ref.: Francisco Arroyo maestro de ceramistas (2003). {EL ARTE REDIVIVO} 17. Tipología: Fotografía Asunto: Vista aérea de la fábrica Autor: Desconocido Fecha: posterior a 1930 Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) Vista de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” desde la torre de la Colegiata. Se observan en primer plano las fachadas de la casa de Juan Ruiz de Luna y su estudio de pintura (esquina) y de la entrada a la fábrica (incluyendo la fachada en azulejos de Francisco Arroyo, 1914). El edificio que se prolonga paralelo a la calle Adalid Meneses albergaba la citada entrada, la portería, el museo antiguo, la sala de ventas, el depósito de juaguete, el taller de alfareros y el de pintores. A continuación, en torno al gran patio-jardín central (el “embaldosao”), se distribuían el estudio de fotografía de Ruiz de Luna y la vivienda de Tomasa Ruiz de Luna y Francisco Arroyo (izquierda) –después de Juan y Rafael Ruiz de Luna {124} Arroyo–, los almacenes de plomo y arena fina, fragua, almacén de azulejos pintados, molinos, salas de prensas y de galleteras (fondo), el taller de pintoras, sala de embalaje y otros (derecha). Tras éstos, a la derecha, se aprecia otro patio-corral para depósito de tierras y leña con su característico edificio de arcos para almacén de leña, cuadra y pajar. Aparece ya también, al fondo, la fábrica “San Francisco de Asís” para materiales de construcción con el edificio proyectado en 1929 –longitudinal, de tres naves– y la imponente chimenea de su horno tipo “Hoffmann”. F. G. M. II. EL TALLER {EL ARTE REDIVIVO} 18. Tipología: Boceto Asunto: Retablo de Santiago Matamoros Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1916 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 41’5 x 33’8 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) Boceto para el retablo de Santiago realizado en 1917 y con el que la fábrica acudiría a la Exposición Nacional de Bellas Artes y Artes Decorativas de Madrid de 1920, siendo premiado con Diploma de Honor. El boceto presenta la misma estructura general que tendría el retablo final: mesa de altar con imitación de frontalera y caídas bordadas al igual que los frontales cerámicos del siglo XVII y un único cuerpo de retablo-cuadro sobre predella, enmarcado por columnas abalaustradas y coronado por un entablamento con cabezas de querubines y un tondo de la Virgen y el Niño estilo della Robbia. El panel principal, dedicado a Santiago Matamoros, está basado en uno de los paneles del siglo XVII del atrio de la Basílica del Prado y el marco arquitectónico que lo rodea (arco y pilastras) ha sido copiado de un panel de la Virgen del Prado de 1794 pintado por Ribera que se conservaba en el museo de la fábrica (actual colección del Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”). En cuanto a la arquitectura real del retablo (co- {126} lumnas abalaustradas y entablamento), fue copiada de la del sepulcro de Catalina de Mendoza de la Iglesia de Santo Domingo de Talavera a través de los moldes de Francisco Pina Sin embargo, a nivel de detalle, son numerosas las diferencias entre boceto y pieza final. Los motivos ornamentales del frontal se redujeron a composiciones de grutescos en espiral simétricas y al escudo de Santiago; y en cuanto al coronamiento, donde más diferencias hallamos, el tondo de la Virgen entre seres monstruosos fitomorfos, flameros laterales y cruz superior se sustituyó por otro siguiendo el del mencionado sepulcro, con un tondo sustentando por puti, flanqueado por pináculos y rematado por un jarrón-flamero. F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival... (2002); La serie de la Virgen del Prado (2007). II. EL TALLER 19. Tipología: Boceto Asunto: Retablo (para Castillo de Bayuela?) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1930 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 23’5 x 18 cms Firmas: J. Ruiz de Luna Arroyo Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {127} {EL ARTE REDIVIVO} 20. Tipología: Boceto Asunto: Retablo de la Iglesia Parroquial de Castillo de Bayuela (Toledo) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 48 x 40 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) Sendos bocetos nos muestran el proceso de diseño del retablo mayor de la Iglesia Parroquial de Castillo de Bayuela (Toledo), ejecutado en 1934. El primero nos muestra una estructura que no dista demasiado de la versión final del retablo, pero sí presenta una decoración y un colorido más ricos que le dota de una apariencia muy diferente. Cuenta con tres cuerpos: el inferior, de mayor tamaño, alberga tres calles-hornacinas separadas por pilastras para el sagrariotabernáculo (central) y esculturas de bulto (laterales); el segundo, de menor tamaño pero también dividido en tres calles por pilastras, cuenta sólo con una estructura arquitrabada, sin hornacinas, disponiéndose en el centro un medallón de la Virgen y el Niño –similar al proyectado para el retablo de Santiago– y en los laterales peanas para esculturas; el tercer cuerpo o ático, limitado a una única calle-hornacina, se une al inferior por sendos aletones con grutescos y puti y se remata con un sencillo coronamiento. El siguiente boceto muestra una versión más cercana a la definitiva; la división en tres cuerpos y tres calles para los dos cuerpos inferiores se mantiene y homogeneiza, {128} añadiéndose dos calles extremas ciegas que refuerzan la estructura piramidal del retablo. Se sistematiza también la ordenación de todo el retablo mediante estructura arquitrabada combinada con hornacinas y la decoración se simplifica –se eliminan los aletones de grutescos y puti–, de tal forma que la arquitectura en sí misma cobra mayor protagonismo. Sí se mantiene la mesa de altar –ahora con un diseño igual al del boceto del retablo de Santiago que en ningún caso llegaría a realizarse– y se potencia la estructura del tabernáculo. El retablo definitivo dista poco de este segundo boceto, a excepción de las calles inferiores extremas, que sí terminarían por abrirse para albergar también hornacinas. Todas cuentan con un fondo de azulejos de reflejo metálico que tampoco aparecía en estos dos diseños previos, donde se planteaba un diseño en azul y blanco que imitaba bordados. F. G. M. Ref.: CERRILLO: La Iglesia Parroquial de Castillo de Bayuela (2000); GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival... (2002). II. EL TALLER Descripción de la obra según carta-presupuesto de Juan Ruiz de Luna enviado el 20 de octubre de 1938 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna): “El boceto del Retablo representa una altura total de 4 metros, incluida la mesa de altar. Los relieves máximos son de treinta centímetros en el cornisamento y arquitrave [sic], y los demas, en las proporciones que acusa el plano de sección. Ademas de la importancia de estos relieves, en la parte arquitectónica lleva este retablo como coronamiento un medallón con la Virgen y el Niño enmarcados con una cenefa de frutas, al estilo de Lucca della Robbia, y la ornamentación complementaria de crestería, todo finamente policromado. El cuadro ó motivo central, con la imagen de Santa Bárbara, ejecutado en el procedimiento de cerámica mate para conseguir lo más posible toda la entonación y carácter de sabor antiguo, cuyo procedimiento ofrece una calidad de pintura al fresco muy interesante. La figura de la Santa representa una altura de 1’25 mts. El frontal de altar lleva como motivo central una cartela en relieve con el escudo ó emblema del Arma de Artillería sobre un fondo imitación a damasco y seda bordada y re- 21. Tipología: Boceto Asunto: Retablo de Santa Bárbara para la Capilla del Cuartel de Artillería del 13 Ligero de Segovia Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: 1938 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 63’5 x 45 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {129} camadas según el gusto del Renacimiento. Todos los elementos de decoración cerámica complementarios de esta capilla, como zócalo de un metro de altura; marco y repisa de relieve de la hornacina auxiliar para las vinajeras; y relieves para sobre-puerta de la sacristía, irán cuidados con el detalle y riqueza de toda la obra. Esta diversidad de procedimientos y técnicas, forman un contraste interesante, consiguiendo a su vez la necesaria armonía de conjunto. El importe total de los elementos decorativos de cerámica para esta Capilla es de PESETAS 15.000”. El cuadro central reproduciría la Santa Bárbara pintada por Palma il Vecchio h. 1510 para la iglesia de Santa María Formosa de Venecia. Entre los años 2001 y 2002 se realizó el proceso de restauración y traslado de este retablo desde su ubicación originaria (acuartelamiento de los Leones de Segovia) a la capilla de la Academia de Artillería. F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival... (2002); ídem: “De las armas y las letras...” (2004). {EL ARTE REDIVIVO} 22. Tipología: Boceto Asunto: Monumento de Daoiz y Velarde para el Hogar del Soldado del Regimiento nº 13 de Artillería Ligera de Segovia Autor: Juan y/o Rafael Ruiz de Luna Arroyo Fecha: h. 1938 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 32’5 x 45’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) La fábrica abordó desde 1938 un ingente proyecto para la decoración del Hogar del Soldado del Regimiento Nº 13 de Artillería Ligera: zócalos, azulejos y molduras para chimenea y bancos de la sala de Tertulia por valor de 5.203’05 pesetas, cincuenta escudos de las provincias de España (2.400 Pts.), zócalos, bancos y tríptico con asuntos regionales para la Sala de Visitas (4.556’65 Pts.), zócalos para la Biblioteca (1.309’25 Pts), zócalos, azulejos para mostrador y bancos, un cuadro con bodegón y dos con morteros para la Cantina –se conservan tres representando una bastida romana, un onagro griego y un mortero de las guerras Carlistas– (2.139’30 Pts.), cuadro de Santa Bárbara, zócalos, molduras y rótulos para el Zaguán (1.024’50 Pts.), el ya mencionado retablo de Santa Bárbara para la Capilla (15.000 Pts) y un Monumento a Daoiz y Velarde del que aquí se expone el boceto (1.978’50 Pts.) (según presupuesto de 14 de mayo de 1938; Archivo de Amparo Ruiz de Luna). Destacan además un gran panel con escena de batalla ante el Alcázar {130} de Segovia que fue pintado por Juan Ruiz de Luna Arroyo y un panel con el mapa de España ejecutado en cuerda seca. El monumento a Daoiz y Velarde, como aparece en el boceto, contaba con dos hornacinas para colocar los bustos de ambos héroes flanqueando el escudo-emblema de artillería; éste además tenía una cartela con las fechas 2-mayo-1808 y 18-julio-1936 (ésta última no aparecería en la pieza definitiva). En la actualidad, como consecuencia del proceso de traslado de todo este conjunto cerámico desde el Acuartelamiento de los Leones a la Academia de Artillería (y al Centro de Visitantes del Alcázar), el monumento no se ha vuelto a montar con su aspecto originario, pues se han eliminado las hornacinas y los grutescos que remataban los extremos laterales ahora aparecen flanqueandolos. F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival... (2002); ídem: “De las armas y las letras...” (2004). II. EL TALLER 23. Tipología: Boceto Asunto: Alzado, corte y planta de la Fuente Chica para el Hospital Español de Rosario de Santa Fe (Argentina) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1927 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 47 x 77 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {131} {EL ARTE REDIVIVO} 24. Tipología: Boceto Asunto: Vista de la Fuente Chica en el patio del Hospital Español de Rosario de Santa Fe (Argentina) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1927 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 23’5 x 29’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 25. Tipología: Boceto Asunto: Diseño de banco para la Fuente Monumental de los Españoles en el Parque de la Independencia de Rosario de Santa Fe (Argentina) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1927 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 46 x 31 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {132} II. EL TALLER La Fuente Monumental del Parque de la Independencia y la Fuente Chica del Hospital Español de Rosario de Santa Fe (Argentina) fueron dos de las obras de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” que alcanzaron una mayor repercusión en la prensa de la época. Así, Santiago Camarasa les dedicaría el artículo “La obra de cerámica artística más grandiosa del mundo”, donde no escatima los elogios. El propio Ruiz de Luna explicaba así la magnitud de la empresa: “-¿Sería Vd. tan amable que me indicase en síntesis todo lo relativo a la célebre fuente de Rosario de Santa Fe? -Su iniciativa fue de la colonia española de aquella población a la cual se la dona. Salió a concurso entre los ceramistas y se adjudicó a mí. Esta fuente se colocará en la plaza de la Independencia. Se pensó inaugurarla el día de la Fiesta de la Raza, pero no ha habido tiempo material para ello. Tiene un diámetro de 18 metros y una altura de cin- 26. Tipología: Boceto Asunto: Diseño de Puerta de España para el Parque de la Independencia de Rosario de Santa Fe (Argentina) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1927 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 34 x 50 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {133} co y medio. Es típicamente talaverana; las esculturas son de asuntos mitológicos; las complementan seis bancos de asuntos regionales españoles. Hace unos días habrá llegado a su destino; va con ella otra fuente destinada para el patio de Cervantes del Hospital Español. Ambas ocupan un total de 786 cajas de diferentes tamaños, y para la custodia y colocación, he enviado de aquí dos operarios” (Entrevista a Juan Ruiz de Luna Rojas para el Heraldo de Talavera, 10 de noviembre de 1928). En cuanto al boceto de la Puerta de España para el mismo parque, este proyecto no llegó a realizarse. F. G. M. Ref.: CAMARASA: “La obra de cerámica más grandiosa...” (1930); HURLEY: Talavera y los Ruiz de Luna (1989); FERNÁNDEZ-SANGUINO (2006). {EL ARTE REDIVIVO} 27. Tipología: Dibujo Asunto: Estación II (Cristo camino del Calvario) para el Vía Crucis de la Basílica del Prado de Talavera de la Reina (Toledo) Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980), Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) y Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: h. 1929 Técnica: Tinta china sobre papel Medidas: 24 x 33’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) Se conservan doce (del II al XIII) de los catorce dibujos preparatorios para el Vía Crucis que Juan Manuel Arroyo pintó junto a su tío Rafael Ruiz de Luna –aquel con dieciocho años y éste con diecinueve– para la Basílica del Prado de Talavera de la Reina en 1929. Los bocetos, posiblemente, fueron realizados por Juan y Rafael Ruiz de Luna Arroyo y dan muestra del carácter firme y rotundo de su dibujo, así como de la excelente capacidad de ambos para componer las escenas con gran acierto y claridad. Integran la serie: [I – Cristo flagelado, coronado de espinas y calumniado]; II – Cristo camino del Gólgota; III – Primera caída; IV {134} – Segunda caída y encuentro con la Virgen; V – Cristo ayudado por el Cirineo; VI – Cristo y la Verónica; VII – Tercera caída; VIII – Cristo consuela a las mujeres; IX – Llegada al Gólgota; X – El Expolio; XI – Cristo clavado en la cruz; XII – Cristo crucificado entre dos ladrones; XIII – La Piedad; [y XIV – Cristo depositado en el sepulcro]. F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival en la azulejería talaverana... (2002). II. EL TALLER 28. Tipología: Boceto Asunto: Estación XIV de Vía Crucis (Cristo depositado en el sepulcro) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Acuarela sobre cartón Medidas: 34’5 x 38’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) Boceto a acuarela para la estación XIV de un vía crucis alusivo a Cristo siendo depositado en el sepulcro. Se trata de una versión diferente a la empleada para el vía crucis de la Basílica del Prado de 1929 por Rafael Ruiz de Luna y Juan Manuel Arroyo, si bien también podría tratarse de un boceto pintado por el propio Rafael o por su hermano Juan. En este caso, la escena ha sido llevada completamente al interior del sepulcro, lo que permite potenciar los efectos de la {135} luz (antorcha) y de las sombras. Las figuras se han distribuido con gran equilibrio, resultando notable el conjunto que conforman san Juan sujetando el cuerpo del Cristo muerto, la Virgen y María Magdalena de espaldas al espectador. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 29. Tipología: Plato Asunto: Belmonte toreando Autor: Atribuido a Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: h. 1910 (1º época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 24 cms Ø Firmas: Talavera, luna con forma de G, R. S. Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Talavera de la Reina) La impronta de Enrique Guijo a su paso por la fábrica se observa en la incorporación de escenas de temática taurina tan típicamente sevillanas como es ésta del torero Belmonte. El torero que remata un pase al natural, al igual que el resto de la escena, está pintado a mano alzada, de forma abocetada y efectista, lo que encaja con su primera formación en el taller del escenógrafo Matarredoma. La “talaveranización” de la pieza viene dada por la decoración del ala {136} del plato con una greca de roleos tomada de la serie azul (siglo XVII en adelante). La producción de piezas con temática taurina sin duda gozó de cierto éxito, pues esta misma pieza fue incorporada al catálogo II con el nº 384. Algunos de los pocos azulejos originales de Ruiz de Luna que aún se conservan en los Jardines del Prado también muestran escenas taurinas. A. S.-C. G.; F. G. M. II. EL TALLER Esta tipología de pieza, caracterizada por las asas torsas y el cuerpo con aplicaciones en relieve, fue sin duda una de las que gozaron de mayor continuidad a lo largo de toda la producción de la fábrica. Corresponde a la serie caligráfica de los primeros años del alfar y cumple sus tres principales características: el trazo fino en flores y tallos, el empleo de un verde pardo (no puro de cobre) y la utilización de elementos en relieve, como son las hojas y pequeños botones en la base. El tema central es de montería, con una escena campestre de animales. La tipología, con asas sogueadas y boca acampanada rizada en su borde, comenzó a producirse desde los primeros años de la fábrica como atestigua la pieza aquí expuesta; atribuida al propio pincel de Guijo. 30. Tipología: Ánfora de asas torsas Asunto: Cérvido y animales Autor: Atribuido a Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 61 x 44 cms Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {137} El modelo estaba en una de las piezas del siglo XVII de la colección de Platón Páramo puestas a disposición de la fábrica (véase la referencia bibliográfica); sin embargo, el modelo original sólo se decoraba en azul. A esta misma tipología corresponde el ánfora regalada al pintor y ceramista Sebastián Aguado por “su discípulo y admirador” Enrique Guijo, así como las cuatro para el paso procesional de los alfareros. Ya aparece en el catálogo I (1º época) con el nº 5 y fue mantenida en la tercera época con el nº 3. A. S.-C. G.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera... (1943), lám. 73; La serie de la Virgen del Prado (2007). {EL ARTE REDIVIVO} 31. Tipología: Jarrón Asunto: Clavel y decoración de motivos vegetales Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 54 cms de altura Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Antonio Medina (Madrid) La paleta de colores que presenta esta pieza corresponde a la primera época de la fábrica, lo que corrobora el marcaje de la misma. Aparece recogida con el nº 47 de las piezas de loza del catálogo I. El color verde está compuesto por cobalto y antimonio, lo que origina una tonalidad suave que en el alfar denominaban verde de las mujeres. La greca del cuello y de la tapa es un roleo minucioso que se empleó en un momento temprano, mientras que la deco- {138} ración principal está formada por un gran clavel, donde la disposición de sus ramas y hojas carnosas nos recuerda las adormideras de la segunda mitad del siglo XVIII. En el pie se recurre a elementos alcoreños, lo que pone de manifiesto la recepción temprana de esta influencia. A. S.-C. G. II. EL TALLER El centro está ocupado por la Virgen del Prado, entronizada y con gran aureola de ángeles trompeteros. La decoración está realizada con trazado caligráfico y la policromía característica de esta serie, sobre un magnífico esmalte blanco. El perfil y el borde recortado corresponden a lo que se denomina “plato de castañuelas”. Por el trazo algo indeciso podemos pensar que esta pieza fue pintada por un adolescente o mujer que no había adquirido aún mucha pericia en el dibujo, pues sabemos 32. Tipología: Plato Asunto: Virgen del Prado Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32 cms Ø Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {139} por declaración de Ruiz de Luna, en la Memoria de 1912, que “el taller de pintura lo componen muy especialmente niños con los cuales se gasta más paciencia que para enseñarle las primeras letras”. Y en la Memoria de 1913 indicaba que “no pasan de una docena los obreros empleados en el taller de pintura, siendo la mayoría mujeres y niños de 14 a 16 años”. A. S.-C. G. {EL ARTE REDIVIVO} 33. Tipología: Plato Asunto: Cabeza de guerrero Autor: Atribuido a Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 49 cms Ø Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Vicente Carranza (Madrid) Los primeros años de la fábrica, en tanto que lo que se consideraba estilo puramente talaverano se iba depurando y configurando, estuvieron marcados por una fuerte influencia de los modelos cerámicos sevillanos e italianizantes llegados a través de Guijo. Prueba de ello son este tipo de platos de gran tamaño en los que el motivo central es un busto de caballero/guerrero netamente renacentista enmarcado por un círculo de ovas y una composición de grutescos entrelazados con grifos y angelotes. Sí se está sistematizando ya la paleta que dominará en la producción de la fábrica: amarillo-anaranjado, azul y blanco. A la vista de esta pieza se puede observar lo temprano de su ejecución, pues el enmarque de grutesco no ha perdido el carácter pictórico de las piezas sevillanas que le {140} sirvieron de modelo. La autoría de esta pieza nos lleva directamente a Enrique Guijo, quien en los primeros momentos de su producción talaverana hace palpable aquella influencia, así como por la calidad del motivo central. Ha conseguido tal perfección en la perspectiva que la cabeza clásica –perfectamente modelada y sombreada, enérgica– parece surgir del plano, haciéndonos recordar aquellos tondos esculpidos en piedra tan frecuentes en las arquitecturas del Renacimiento. Marcada sólo con la palabra Talavera, en la cartela inferior, sitúan la pieza en los dos primeros años del alfar; piezas de esta misma serie ya aparecen en el catálogo I con los nº 101 y 200. A. S.-C. G.; F. G. M. II. EL TALLER Pieza temprana en la producción de la fábrica –en el catálogo I fue recogida con el nº 213– y de cierta originalidad en su diseño por las asas a modo de veneras. La forma de este jarrón es la de un vaso clásico, utilizada por las manufacturas de porcelana a finales del siglo XVIII tras las excavaciones de Herculano y Pompeya. Dichas porcelanas debieron ser la fuente de inspiración para el modelo actual. Se mezcla aquí, una vez más, el tema de los guerreros renacentistas con el de los ro- 34. Tipología: Copa/jarrón Asunto: Cabeza de guerrero Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 63 x 38 cms Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {141} leos barrocos que lo rodean; pese a que su origen no corresponde a la tradición talaverana sino a la sevillana e italiana, la fábrica lo incorporó por completo. A través de obras de este tipo el estilo “Renacimiento” de la cerámica Ruiz de Luna queda plenamente conformado y adquiere la personalidad que la hará reconocible. El color verde empleado en el pie y la forma de estar marcada sitúan esta pieza en la primera época del alfar. A. S.-C. G.; F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 35. Tipología: Gran Jarra Asunto: Montería Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 1909 (1º época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 72 x 50 cms Firmas: TALAVERA Procedencia: Museo Sorolla. Nº Inv. 40233 Destacamos su temprana fecha de ejecución, 1909, así como la simbología de su dedicatoria, “al gran pintor Sorolla. Ruiz de Luna, Guijo y Cia”. El motivo central lo constituyen dos jinetes con indumentaria goyesca que lancean un toro en un paisaje de árboles y plantas. La parte baja de la jarra y la boca muestran acanaladuras con decoración caligráfica de flores, donde observamos el color verde característico de este momento y los adornos en relieve, en forma de botones. El asa, con forma sogueada, está decorada con trifolios y grupos de tres puntos, y por debajo de ella la marca TALAVERA. {142} La inspiración para esta pieza se tomó de una jarra de la colección de Platón Páramo que tiene la misma forma y decoraciones, si exceptuamos los relieves y el motivo central, pues en este caso se lancea un león. El jabalí de los lados de la escena está sacado de una pareja de jarrones de la misma procedencia. Como podemos apreciar, las piezas antiguas de este coleccionista fueron fuente de inspiración para las producciones del alfar desde un primer momento. A. S.-C. G. Ref.: PÁRAMO: La cerámica antigua de Talavera (1919). II. EL TALLER La figura del pintor Antonio Arpa continúa siendo una gran incógnita dentro de la sucesión de encargados del taller de pintura artística que tuvo la fábrica. Poco más sabemos de él que es mencionado por Juan Ruiz de Luna en tal cargo –encargado del personal del taller de pintura– en 1916 y que dos años antes había decorado esta pieza como regalo a Ruiz de Luna. Posiblemente, había llegado desde Sevilla a Talavera hacia 1910 llamado por Guijo para sustituirle y se mantuvo en el cargo hasta que Francisco Arroyo tuvo la formación suficiente como para tomar el puesto pocos años después. 36. Tipología: Ánfora de cuatro asas y cuello calado Asunto: Motivos vegetales y a candelieri Autor: Vicente Camps y Antonio Arpa Fecha: 1914 (1º época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 34 x 31 cms Firmas: TALAVERA. HECHA POR VICENTE CAMPS Y DECORADA POR ANTONIO ARPA PARA D. JUAN RUIZ DE LUNA: R.º 1914 Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {143} La decoración de esta pieza –de tipología poco habitual que tiene el valor añadido de estar trabajada por el escultor Vicente Camps, discípulo de Benlliure y uno de los más habituales colaboradores de la fábrica en estos primeros años– denota un gusto marcadamente italo-renacentista en el uso de camafeos y guirnaldas y no es difícil encontrar vínculos con los candelieri diseñados por Rafael Sanzio para las estancias vaticanas o con los frescos pompeyanos. Los colores pastel empleados dotan también a esta pieza de una personalidad muy propia que la diferencia del resto de la producción habitual de la fábrica. A. S.-C. G.; F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 37. Tipología: Panel y pilastra de azulejos Asunto: Escena de batalla y soldado con la inscripción “AÑO” (a partir de los zócalos del Ayuntamiento de Toledo por Ignacio Mansilla, 1696) Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1919 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 84 x 126 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {144} II. EL TALLER En 1919, Juan Ruiz de Luna Rojas encargó a su yerno Francisco Arroyo la ejecución de los zócalos que debían decorar el zaguán de entrada a la casa de los Ruiz de Luna en la propia fábrica. Todo este zaguán, que fue fotografiado por Ruiz de Luna y utilizado en postales como publicidad de la fábrica, debía servir como modelo de inspiración para los arquitectos que la visitaban. De este modo, se plantea como un espacio neo-renacentista –recuerda muy especialmente la portada de la escalera al camarín desde el claustro mudéjar en el Monasterio de Guadalupe– en el que la cerámica se emplea de manera profusa en olambrillas y aliceres del pavimento, zócalos, pilastras, enjutas, casetones, contrahuellas, columna abalaustrada (mismo modelo del retablo de Santiago) y techumbre. 38. Tipología: Panel y pilastra de azulejos Asunto: Escena de batalla y soldado con la inscripción “1919” (a partir de los zócalos del Ayuntamiento de Toledo por Ignacio Mansilla, 1696) Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1919 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 84 x 126 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {145} Los zócalos, que formaban parte del repertorio de arrimaderos del catálogo I (nº 2), fueron copiados a partir de los producidos por el alfar de Ignacio Mansilla del Pino en 1696 para la Sala Capitular Baja de las Casas Consistoriales de Toledo y en ellos se distribuyen escenas de batalla posiblemente inspiradas en los Tercios de Flandes y separadas por pilastras con figuras de alabarderos. La contemplación de estas escenas debió de impactar a Juan Ruiz de Luna por su fuerza, colorido y belleza y fueron empleadas por la fábrica de manera muy habitual para la decoración de ánforas y jarrones que rememoran la serie polícroma talaverana como puede verse en la siguiente pieza expuesta (modelo nº 3 del catálogo I de la fábrica). A. S.-C. G.; F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 39. Tipología: Ánfora con asas de estípites femeninos Asunto: Escena de batalla (a partir de los zócalos del Ayuntamiento de Toledo por Ignacio Mansilla, 1696) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1920 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 63 x 53 cms Firmas: TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {146} Las escenas ecuestres de batallas que ocupan ambas caras de este ánfora están sacadas de las escenas centrales de dos paneles de la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo. Su ejecución maestra y adaptación a las paredes curvas de la pieza nos hacen pensar en la autoría de Francisco Arroyo. A. S.-C. G. II. EL TALLER 41. Tipología: Plato Asunto: Niña con un plato de cerezas Autor: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: 1928 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 24 cms Ø Firmas: Anagrama de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna Procedencia: Colección de Paloma y Mercedes Arroyo Vidarte (Madrid) 40. Tipología: Plato Asunto: Escena de vendimia Autor: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: 1928 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 28 cms Ø Firmas: Anagrama de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna, [(] Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Talavera de la Reina) {147} {EL ARTE REDIVIVO} 42. Tipología: Plato Asunto: Valencianas Autor: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: 1928 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 24 cms Ø Firmas: Anagrama de Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna, TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Madrid) Nieto de Juan Ruiz de Luna Rojas, Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna se formó como pintor en la fábrica al amparo de su padre, Francisco Arroyo, y de sus tíos Juan y Rafael Ruiz de Luna. Las piezas aquí expuestas, pintadas con diecisiete años, corresponden a un momento de su producción ya superada la inicial etapa de formación, comenzada con once años. Denotan la habilidad de Juan Manuel como pintor bajo la influencia de Sorolla y de su tío Juan, que {148} había sido discípulo del pintor valenciano. El tratamiento del color es fluido y delicado, buscando efectos impresionistas, y los temas elegidos plantean el gusto por lo popular y costumbrista. F. G. M. Ref.: Francisco Arroyo maestro de ceramistas (2003). II. EL TALLER La fábrica “Nuestra Señora del Prado” colaboró con la Escuela de Cerámica de Madrid desde el primer momento de su génesis y fundación en 1910, siendo su primer director Francisco Alcántara. Esta relación se estrechó aún más a partir de 1914, año en el que Juan Ruiz de Luna Arroyo acude a la Escuela madrileña para proseguir la formación ya iniciada en la fábrica. Como discípulo de la Escuela hasta 1918, Juan participa en las estancias de verano que se organizaban en Arenas de San Pedro, donde los alumnos tenían la oportunidad de pintar del natural y elaborar bocetos y piezas que después eran cocidas en los hornos de la fábrica en Talavera. Juan destaca en estos trabajos por su capacidad para imitar los efectos de la acuarela y del óleo 43. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Melocotonero Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: 1916 (2ª época) Técnica: Pintura bajo cubierta Medidas: 105 x 95 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA A., ARENAS-MADRID, 1916, ESCUELA DE CERÁMICA Procedencia: Colección de Abraham Rubio Celada (Madrid) {149} y para conseguir gamas cromáticas nunca antes desarrolladas en cerámica, recibiendo todo tipo de elogios por ello. Sirva como ejemplo de la relación entre la fábrica y la escuela este fragmento de una carta dirigida por Francisco Alcántara a Juan Ruiz de Luna Rojas el 26 de noviembre de 1917 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga): “Es preciso que nos envíe Usted unos sacos de tierra con su cemento correspondiente. También aunque ya sé como anda Usted de baño, es preciso que nos envíe una buena cantidad, y del bueno y por último, también necesitamos que nos haga Usted las orzas o tinajillas que le dije según el dibujo adjunto y el tamaño que lleva señalado”. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 44. Tipología: Placa Asunto: Plaza de Santa Paula de Sevilla Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1919 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 43 x 60 cms Firmas: Juan Ruiz de Luna A. Talavera Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) En su afán por desarrollar las posibilidades pictóricas de la cerámica y por situarla al nivel de la pintura mediante otras técnicas como el óleo o la acuarela, Juan concurre a las Exposiciones del Circulo de Bellas Artes de Madrid (1919, 1929 y 1923) con lienzos al óleo que después reproduce en placas cerámicas en las que consigue efectos pictóricos muy similares. Esta placa fue realizada a partir del óleo presentado a la Exposición de Bellas Artes celebrada {150} en Santander en 1919 y organizada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid; misma exposición que contó con obras de pintores como Aureliano de Beruete, Francisco G. Cossío, José Moreno Carbonero, Antonio Muñoz Degrain, Gregorio Prieto y Joaquín Sorolla, entre otros. Juan estuvo presente con otras dos obras más: Un rincón del Alcázar: Sevilla y Fuente de Neptuno; jardines del Alcázar: Sevilla. F. G. M. II. EL TALLER Como pintor de la fábrica, el estilo de Juan Ruiz de Luna Arroyo se somete a los dictámenes y a las características neo-renacentistas propias de la producción “Ruiz de Luna”: figuras bien perfiladas, empleo de una paleta “clásica” de azul, blanco, amarillo y verde (en la que el rojo supone una novedad), aparición de elementos recurrentes como los grutescos, los medallones con bustos, el motivo de “florón principal” heredado de los diseños de Juan Fernández para el Escorial, etc. No obstante, la personalidad del pintor aflora en el tratamiento clasicista e italianizante de las figuras, que nos recuerdan el personal gusto de Juan por la pintura de Rafael Sanzio. El panel, de impecable ejecución, se encontraba entre las obras expuestas en la sala 45. Tipología: Panel de azulejos/tríptico Asunto: Virgen con el Niño, San Juan y San Leandro Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: h. 1921 (según boceto) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 1’68 x 1’97 ms Firmas: J. Ruiz de Luna Arroyo, Talavera Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {151} de ventas de la fábrica, sirviendo como pieza de muestra para posteriores encargos. En este sentido, es vinculable al diseño del zócalo del Hospital de la Fundación Valdecilla en Santander (hoy en día desaparecido). Ambos presentan una estructura arquitectónica fingida tripartita; en este caso para disponer las figuras de san Juan, la Virgen y el Niño y san Leandro, y en el de Santander para sendas escenas con enfermos y una central con san Roque. Obsérvense algunos detalles de gran interés, como el pie adelantado de san Juan con el que se potencia el efecto tridimensional de la arquitectura fingida que enmarca las figuras. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 46. Tipología: Plato Asunto: Bautismo de Cristo (a partir del Bautismo de Cristo de Francesco Trevisani, 1723) Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: 26 – VI – 1939 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 50 cms Ø Firmas: A Juan Manuel con todo cariño Rafael, 26 – VI – 1939 Procedencia: Colección de Yeyes Arroyo Vidarte (Madrid) 47. Tipología: Placa Asunto: Sibila de Eritrea (a partir de Miguel Ángel Buonarroti, 1509) Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 38 x 25’5 cms Firmas: RUIZ DE LUNA. TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {152} II. EL TALLER Resulta difícil rastrear la labor de Rafael Ruiz de Luna Arroyo como pintor de la fábrica dada la falta de firmas en las grandes obras, la presencia preeminente de su hermano Juan como pintor y su preferencia por el trabajo anónimo que suponían los hornos y la experimentación con colores y esmaltes. Algunas obras firmadas por él gracias al hecho de tratarse de regalos familiares nos muestran su excelente capacidad para pintar al igual que su hermano dentro de las pautas del estilo general “Ruiz de Luna”, siguiendo una paleta cromática y unos modelos tradicionales. En otros casos, también encontramos piezas que nos hablan de su interés por alcanzar efectos pictóricos en 48. Tipología: Placa Asunto: San Marcos Evangelista Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: h. 1950 (3ª época) Técnica: Esmaltes y cuerda seca Medidas: 40’8 x 30 cms Firmas: [)] Procedencia: Colección de Mª Loli Ruiz de Luna Rada (Madrid) {153} la cerámica similares a los de la pintura al óleo, a la acuarela o al fresco; aquí, su destreza como dibujante y colorista es digna de todo elogio. Pero sin duda alguna donde la personalidad de Rafael se desborda es en aquellas obras en las que plasma el resultado de sus ensayos y experimentos con los esmaltes. Durante la última etapa de la fábrica Rafael propició la elaboración de obras con un carácter más moderno gracias al desarrollo de nuevos esmaltes; son obras en las que los sistemas de pintura cerámica tradicionales se unen a esmaltes de texturas y efectos nunca antes vistos logrando resultados de absoluta originalidad. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 49. Tipología: Escultura Asunto: Niño Autor: Mariano Benlliure (1862 – 1947) Fecha: h. 1912 Técnica: Bizcocho Medidas: 50 x 50 x 45 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) El escultor Mariano Benlliure fue uno de los más tempranos colaboradores de la fábrica, así como uno de sus más notables defensores. El inicio de esta relación fue el encargo por parte del escultor de una fuente para su estudio en Madrid además de una serie de relieves policromados (capiteles con figuras y otras aplicaciones arquitectónicas). Para la fuente, Benlliure modeló ocho figuras de niños que simulan estar jugando al borde de la fuente; el aquí expuesto se situaba a la izquierda del grupo. Vicente Camps, discípulo de Benlliure, se ocupó de generar los moldes a partir de los cuales la fábrica ejecutó las figuras; moldes que serían utilizados con posterioridad para otra fuente en la Plaza de Mina en Cádiz (1926). En una carta dirigida por Benlliure a Juan Ruiz de Luna Rojas en noviembre de 1912 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga), {154} el escultor, además de informar de la rotura de una de las tazas de fuente enviadas, comenta sobre este proyecto: “no dudo que tendrá en cuenta que todo este trabajo es verdaderamente un capricho mío que puede darnos resultados mutuos para en adelante”; firma como “un buen amigo”. La relación con Benlliure prosiguió en la década siguiente. A fecha de 15 de noviembre de 1928 sabemos que el escultor y la fábrica estaban involucrados en la elaboración de otra nueva fuente “de niños” para Santander (carta de Mariano Benlliure a Juan Ruiz de Luna Rojas informando de que los moldes ya estaban acabados; Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). Desafortunadamente desconocemos de qué fuente se trata. F. G. M. II. EL TALLER Entre los diferentes repertorios a los que la fábrica “Nuestra Señora del Prado” recurrió para generar una actualizada cerámica de estilo Renacimiento están las obras de los della Robbia, si bien éstos no habían ejercido influencia alguna en la cerámica talaverana antigua. Característicos de la producción cerámica italiana quattrocentista son este tipo de tondos de la Virgen y el Niño enmarcados por una guirnalda circular de frutos y flores. La realización del modelo escultórico original del que se sirvió la fábrica ha sido atribuida a Mariano Benlliure, quien se sirvió del pequeño Juan Manuel Arroyo –nacido en 1911– y de una sirvienta de la casa de los Ruiz de Luna como mode- 50. Tipología: Tondo (según modelo “Della Robbia”) Asunto: Virgen y Niño Autor: Atribuido a Mariano Benlliure (1862 – 1947) Fecha: h. 1912 Técnica: Bizcocho Medidas: 57 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {155} los para el Niño y la Virgen. El discípulo de Benlliure, Vicente Camps, se encargó de elaborar los moldes a partir de dicha pieza. El boceto para el retablo de Santiago de 1917 muestra que éste era el tondo con el que en un principio se pretendía coronar dicho retablo, si bien fue finalmente sustituido por otro que reproducía el del ya comentado sepulcro de Catalina de Mendoza. Sí se utilizó una copia del mismo tondo para el coronamiento del retablo de Santa Bárbara de Segovia (1939), apareciendo en este caso con una intensa policromía. Esta pieza aparece en el catálogo II con el nº 401. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 51. Tipología: Placa con relieves escultóricos Asunto: Ninfas Autor: Restituto Martín Gamo (1914 - ¿?) Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Bizcocho Medidas: 32 x 47’5 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Mª Rosa Ruiz de Luna Rada (Madrid) {156} II. EL TALLER 53. Tipología: Escultura Asunto: Músicos Autor: Restituto Martín Gamo (escultura; 1914 - ¿?) y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (esmaltes; 1910 – 1991) Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 28 x 16 x 12 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) 52. Tipología: Escultura Asunto: Niña Autor: Restito Martín Gamo (1914 - ¿?) Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 40 x 10 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Mª Rosa Ruiz de Luna Rada (Madrid) {157} {EL ARTE REDIVIVO} 54. Tipología: Escultura Asunto: Rapto de Europa Autor: Restituto Martín Gamo (1914 - ¿?) Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Bizcocho barnizado Medidas: 31 x 18’5 x 13 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) El escultor Restituto Martín Gamo, a quien se debe uno de los bustos conservados del fundador de la “Nuestra Señora del Prado”, trabajó para los Ruiz de Luna de manera más o menos continuada desde los inicios de la década de los años 40 y a lo largo de toda la tercera época. A él corresponden las esculturas de la fuente para la Gota de Leche de Gijón (1942): matrona con niños (Caridad), niños sujetando conchas-surtidores, palomas y panel con niños jugando (las figuras de tritones de esta fuente no corresponden a Resti, pues se hicieron reaprovechando los moldes de la fuente para la exposición Ibero-Americana de 1929). A lo largo de la tercera etapa, sin embargo, la producción de grandes conjuntos de este tipo decayó y fue sustituida por la elaboración de esculturas de pequeño formato: relieves con escenas infantiles, grupos de músicos, figuras alegóricas o tomadas de {158} la mitología, escenas religiosas (Descendimiento), ect. El estilo escultórico de Resti, de formas severas y duras al tiempo que elegantes y de gran valor ornamental, encaja en la producción de los Ruiz de Luna en un momento en el que la fábrica está diversificando su obra hacia propuestas más modernas; de hecho, la Sala Aeolian de Madrid organizó en 1943 una exposición de estas esculturas junto a las novedosas cerámicas opalinas. Mantuvieron especial amistad con “Resti” Antonio Ruiz de Luna, pues él tomaba parte en los procesos de reproducción de estas piezas a molde, y Rafael Ruiz de Luna, quien las utilizó para probar los efectos de los esmaltes con los que experimentaba. De este modo, resulta fácil encontrar versiones de la misma escultura con diferentes esmaltes, barnices, texturas, etc. F. G. M. II. EL TALLER 55. Tipología: Escultura Asunto: Busto femenino Autor: Juan de Ávalos (escultura; 1911 – 2006) y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (esmalte; 1910 – 1991) Fecha: h. 1955 (3ª época) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 47 x 26 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {159} {EL ARTE REDIVIVO} 56. Tipología: Escultura Asunto: Busto femenino Autor: Juan de Ávalos (escultura; 1911 – 2006) y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (esmalte; 1910 – 1991) Fecha: h. 1955 (3ª época) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 47 x 26 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) 57. Tipología: Escultura Asunto: Busto femenino Autor: Juan de Ávalos (escultura; 1911 – 2006) y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (esmalte; 1910 – 1991) Fecha: h. 1955 (3ª época) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 47 x 26 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Mª Loli Ruiz de Luna (Madrid) {160} II. EL TALLER Entra las colaboraciones más sobresalientes con las que contó la fábrica se encuentra la del escultor Juan de Ávalos, quien estableció una estrecha amistad con Rafael Ruiz de Luna. La relación con este escultor había comenzado antes de la Guerra Civil, cuando Ávalos era director del Museo Arqueológico de Mérida. En una carta desde Madrid de Juan Ruiz de Luna Arroyo a su padre el 16 de junio de 1935 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga) se señala: “Supongo que habréis tenido la visita del amigo Ávalos, a quien me encontré el domingo, y que por cierto me dijo le habían nombrado director del museo de Mérida; Os diría algo, sobre una figura de barro, que quiere hacer para el poeta J. Carlos de 58. Tipología: Escultura Asunto: Busto femenino Autor: Juan de Ávalos (escultura; 1911 – 2006) y Rafael Ruiz de Luna Arroyo (esmalte; 1910 – 1991) Fecha: h. 1955 (3ª época) Técnica: Bizcocho esmaltado Medidas: 47 x 26 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Mª Rosa Ruiz de Luna (Madrid) {161} Luna. Yo le dije que vosotros le contestaríais las posibilidades de ello”. Ya pasada la guerra, Ávalos se sirvió de la fábrica para cocer los modelos en terracota que entre 1951 y 1955 preparó para el Valle de los Caídos. Aunque muchos de estos modelos no llegaron a ejecutarse finalmente –figuras de virtudes–, a partir de ellos se realizaron copias a molde sobre las que se realizaban variantes, cortando en unos casos las piezas a una altura u otra, esmaltándolas con diferentes tipos de esmaltes, generando diversas clases de texturas y acabados, etc.; el resultado es una serie de piezas de gran valor expresivo y de gran belleza plástica. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 59. Tipología: Escultura Asunto: Sagrado Corazón de Jesús Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1940 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 112 x 60 x 60 cms Firmas: J. RVIZ DE LVNA. TALAVERA Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) Buena parte de la labor escultórica de la fábrica continúa siendo anónima a día de hoy; obras de excepcional calidad artística como es este Sagrado Corazón que aparecía en el catálogo II de la fábrica con el nº 586. El modelo original de esta escultura debió de realizarse en la segunda época, en los últimos años de la década de los 20 o en los previos a la Guerra Civil; el aquí expuesto {162} sería una copia ejecutada a inicios de los años 40 que permaneció en el museo (parcialmente visible frente al retablo de Santiago en una fotografía del museo fechable h. 1944) y después en la sala de ventas hasta el cierre de la fábrica, siendo adquirida posteriormente por Artesanía Talaverana para su propio museo. F. G. M. II. EL TALLER Si bien esta pieza se conoce en la actualidad con la denominación de “pila bautismal”, se trata de uno de los modelos para fuente de taza más empleados por la fábrica. En 1926, este mismo modelo ya aparece como pieza central de la fuente del parque Gasset de Ciudad Real, conocida popularmente como “la Talaverana” y por desgracia desaparecida (nº 590 del catálogo II y también presente en el catálogo de Decoración de Jardines). En otros casos, se utilizaba junto a un pequeño pilón/brocal octogonal (nº 591 del catálogo II) o con un reducido pilón mixtilíneo (nº 594 del catálogo II; dicho pilón mixtilíneo, sin la taza central pero con un pequeño surtidor central y cuatro ranas, aparecía en el catálogo II con el nº 565) y también existía una variante sin las cabezas femeninas (nº 509 del catálogo II). La pieza central se completaba con todo un repertorio de surtidores de variadas formas, incluyendo ranas, galápagos, peces y ánades (nº 343 – 357 del catálogo II; reducidos a cuatro en el III: nº 159 – 162). F. G. M. 60. Tipología: Pila Bautismal / Fuente Asunto: Decoración de cabezas femeninas en relieve, hojas de acanto, grutescos y glifos Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 103 x 71 cms Firmas: TALAVERA, [(], ESPAÑA Procedencia: Museo Comarcal de Daimiel (Ciudad Real) {163} {EL ARTE REDIVIVO} 61. Tipología: Tibor Asunto: Racimos de uvas Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (a partir de diseños de Juan Ruiz de Luna Arroyo y esmaltes de Rafael Ruiz de Luna Arroyo) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica esmaltada Medidas: 50 x 34 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 62. Tipología: Boceto Asunto: Racimos de uvas Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: 1917 Técnica: Acuarela sobre papel Medidas: 67 x 61 cms Firmas: s/f. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {164} II. EL TALLER 64. Tipología: Vaso Asunto: Paisaje con árboles y pueblo Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica esmaltada Medidas: 23 x 18’5 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA, 1024 Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) 63. Tipología: Tibor pequeño Asunto: Bosque Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica esmaltada Medidas: 14’4 x 13 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {165} {EL ARTE REDIVIVO} 65. Tipología: Tibor Asunto: Paisaje con castillo Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica esmaltada mate Medidas: 18 x 15 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Mª Rosa Ruiz de Luna (Madrid) 66. Tipología: Copa Asunto: Pájaros Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica opalina Medidas: 12 x 14 cms Firmas: Ruiz de Luna, Talavera, [)] Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {166} II. EL TALLER 67. Tipología: Vaso Asunto: Peces Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica opalina Medidas: 17 x 12 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA, [)] Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 68. Tipología: Orza pequeña Asunto: Peces Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica opalina Medidas: 18 x 14 cms Firmas: TALAVERA, RUIZ DE LUNA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {167} {EL ARTE REDIVIVO} 69. Tipología: Vaso cónico Asunto: Peces Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” (esmaltes de Rafael Ruiz de Luna, 1910 – 1991) Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Cerámica opalina Medidas: 14’4 x 13 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, [)], nº 1012 Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) Las cerámicas opalinas fueron una de las creaciones más originales de la fábrica y responden al interés, especialmente fomentado por Rafael Ruiz de Luna Arroyo, por promover una producción más innovadora en paralelo a la clásica que se venía elaborando. Surgió así durante la 3º época de la fábrica una variada colección de piezas de innovadores perfiles y diseños, algunos realizados en colaboración con Restituto Martín Gamo, en las que se experimentan nuevos esmaltes –tanto en brillo como en mate– y nuevos repertorios ornamentales entre los que serán característicos los motivos de peces y pájaros. Estas piezas conformaron un catálogo propio que iniciaba su numeración en el nº 1.000 y alcanzaba hasta el 1.070. La Revista de las Artes y los Oficios (1945: 11-13) elogió esta moderna producción señalando que “en las horas actuales siente este ceramista talaverano, en unión de sus hijos y continuadores, la inquietud natural de renovación, evolucionando en formas y esmaltes, como igualmente en temas decorativos, a una orientación moderna sin olvidar su raíz, como acertadamente enjuicia el crítico de arte Enrique Azcoaga «Pudiera decirse que al tratar de actualizarse la cerámica talaverana –complicando su virtud en formas y grupos escultóricos interesan- {168} tes– prestigia su naturaleza, ya muy rica. Pero resulta más cierto considerar que se reencuentra en nuestro tiempo, a través de una expresión actual, determinada por una historia artesana sin precedentes, capaz de añadir a la sorpresa de un procedimiento cerámico rejuvenecido, toda su experiencia consistente y fundada». Tiene, por tanto, esta nueva manifestación cerámica de esmaltes opalinos, grandes posibilidades para la arquitectura actual, logrando conjuntos de bellos efectos con un equilibrado y justo concepto del lugar que ocupa como complemento decorativo”. Las palabras de Enrique Azcoaga recogidas en este artículo están tomadas del díptico publicado con motivo de una exposición de cerámicas opalinas en la Sala Aeolian de Madrid (1943). En dicho folleto, del cual existe ejemplar en el archivo de Amparo Ruiz de Luna, se insiste en los detenidos estudios y constantes ensayos que han permitido crear esta cerámica de orientación moderna, la cual destaca por su consistencia y sonoridad semejante a la de la porcelana dura y por las irisaciones y tonalidades de calidad y efectos que hacen de ella un elemento decorativo de extraordinarios contrastes. F. G. M. III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA {EL ARTE REDIVIVO} 70. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Rótulo del MUSEO RVIZ DE LUNA / CERAMICA ANTIGUA DE TALAVERA / SIGLOS XV AL XIX. Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1945 (3ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 60 x 46 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 71. Tipología: Plato Asunto: Penitencia de Don Quijote en Sierra Morena (reproduce la siguiente pieza) Autor: Atribuido a Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: h. 1910 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32 cms Ø Firmas: TALAVERA (anverso), A D (reverso) Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {170} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA Este plato de la serie azul representa la escena La penitencia de Don Quijote en Sierra Morena de la obra de Cervantes; “Y desnudándose con toda priesa los calzones, quedó en carnes y en pañales, y luego, sin más, dio dos zapatetas en el aire y dos tumbas la cabeza abajo y los pies en alto, descubriendo cosas que, por no verlas otra vez, volvió Sancho la rienda a Rocinante” (25:I). Con motivo de la celebración del IV Centenario de la edición de la obra y de la exposición La Cerámica Española y Don Quijote, Ángel Sánchez-Cabezudo lo presentó como “El primer Quijote en la cerámica de Talavera”, señalando como modelo para la pieza la estampa con el mismo tema aparecida en la edición de Madrid: Andrés García de la Iglesia, 1674 (grabada por Diego de Obregón con ligeras modificaciones a partir de la de Savery para Dordrecht: Savery, 1657 y posteriores). El dibujo del plato es suelto y de calidad, sombreado certero y perspectiva muy correcta. El minucioso estudio de la pieza realizado por Ángel Sánchez-Cabezudo permite datarla a mediados del siglo XVIII gracias al peculiar y atípico torneado/perfil que presenta, pudiéndose relacionar con otra pieza de perfil similar datable en estas fechas. La fábrica “Nuestra Señora del Prado”, en cuya colección se conservaba esta pieza, realizó al menos dos réplicas a partir de ella: una la ahora expuesta y otra la regalada a la Hispanic Society of America de Nueva York. Juan Ruiz de Luna entabló muy tempranas relaciones con Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society, como forma de publicitar la fábrica en Norteamérica. El 12 de febrero de 1909 (certificada el 26 de febrero), Ruiz de Luna envió una primera carta al “Sr. Untington” por su 72. Tipología: Plato Asunto: Penitencia de Don Quijote en Sierra Morena Autor: Desconocido Fecha: h. 1750 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 34’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina); nº IG 3527 {171} “acendrado cariño a las Artes Españolas” para informarle de que, tras la decadencia que había sufrido la cerámica talaverana –de fama Universal en los siglos XVI-XVIII y una de las más clásicas industrias artísticas de España– se había fundado una sociedad destinada a su renacimiento; “En tal situación los individuos que componemos esta sociedad en su mayoría artistas pintores, tenemos el gusto de ofrecerle hoy el renacimiento de esta hermosa cerámica en la seguridad de que los trabajos que ejecutamos tienen la misma belleza y factura castiza que las que en los mejores tiempos se hicieron. Usted que sabe los sacrificios que esto supone y más aun cuando se trata de verdaderos amantes del arte, sin grandes medios, nuestro reconocimiento sería grande si interpusiera su valiosa autoridad e influencia dando a conocer en esa importante población algún ejemplar de nuestra fabricación”. La carta adjuntaba además seis fotografías de objetos fabricados por la fábrica “Nuestra Señora del Prado” indicándose que “todos estos objetos como así también otros muchos que tenemos están fidedignamente copiados tanto en su forma como en colorido de la colección antigua que poseemos y de museos y colecciones particulares que nos han abierto sus puertas para hacer reproducciones [...] También nos encargamos de construir chimeneas, decorado de fachadas, paños y todo lo consecuente a aplicaciones de cerámica siempre bajo los procedimientos antiguos de cubierta estañífera” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga). C. M. M. B.; A. S.-C. G.; F. G. M. Ref.: MAÑUECO: La cerámica española y Don Quijote (2005). {EL ARTE REDIVIVO} 73. Tipología: Juego de batea, cafetera, lechera y azucarero (selección de vajilla completa) Asunto: Motivos de la serie “tricolor” Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1946 (3ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 41cms Ø (batea) Firmas: TALAVERA, [)], ESPAÑA, Nº V, XII... Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {172} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA El primer socio de Ruiz de Luna, Platón Páramo, cuando se refería a las piezas de la serie que hoy conocemos con el nombre de “tricolor”, como este plato hondo, con borde de espirales contrapuestas y red de rombos, las denominaba “polícromas”, en contraposición con la utilización exclusiva del azul y el blanco de otras lozas de reminiscencia mudéjar. No sería hasta los años setenta cuando Natacha Seseña pasó a agruparlas en una serie de nombre “tricolor”, en alusión a los tres colores predominantes: azul, naranja y manganeso. En este caso, el motivo central, de tipo vegetal, es un ramo de margarita de hoja grande y doblada con otras tres hojas más pequeñas del estilo de pluma, en azul con rayado en naranja y bordes en manganeso, que se inserta en un círculo. Otras series de la cerámica talaverana antigua, como la “azul” o la de “helechos y golondrinas”, fueron utilizadas por la fábrica “Nuestra Señora del Prado” de manera habitual, mientras que esta “tricolor” quedó bastante relegada; de hecho, aunque el museo de la fábrica sí contó con algunos ejem- 74. Tipología: Plato Asunto: Motivos de la serie “tricolor” Autor: Desconocido Fecha: Siglo XVII Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 25’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4301 {173} plares antiguos, debemos esperar hasta el catálogo de la tercera época (nº 66) para encontrar un plato inspirado en esta serie que sustituye la flor por un pájaro como motivo principal. La selección de piezas de vajilla que aquí se expone –regalo de bodas de la fábrica a Antonio Ruiz de Luna Arroyo y Magdalena González– resulta una muy interesante excepción, pues sí fue decorada siguiendo los característicos motivos en azul cobalto, manganeso y naranja. Además, nos muestra cómo la fábrica supo extraer y reutilizar motivos ornamentales de la cerámica antigua para decorar nuevos tipos de piezas (tazas, azucareros, cafeteras...) sin limitarse únicamente a la copia de obras antiguas. Los números romanos con los que se firman las diferentes piezas hacen referencia a las pintoras que las decoraron; entre otros, encontramos en esta vajilla el nº V, correspondiente a Saturnina Alfaro Patavia (1910 – 1997), y el nº XII, de Amparo Muñoz Delgado. C. M. M. B.; F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 75. Tipología: Jarro pequeño Asunto: Pabellones, guirnaldas y golondrinas (reproduce pieza siguiente) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1950 (3ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 33 x 25 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 33548 {174} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA Para la elaboración de esta pieza, catalogada actualmente con el nº 33548, Ruiz de Luna se inspiró en la del siglo XIX de su propia colección, la nº 3495; tanto una como otra forman actualmente parte de los fondos del museo. Es notable comprobar la similitud ornamental, si bien la de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” responde a un modelo tipológicamente más reducido pues se trata de una jarra en la que se disponen los motivos típicos de pabellones y guirnaldas a menor escala, con la originalidad de situar, en ambas versiones, un pájaro de formas redondeadas en azul. Los trazos son de gran finura y combina con elegancia los distintos tonos de amarillo, verde, azul y manganeso en contraste con el característico fondo blanco. 76. Tipología: Jarro pequeño Asunto: Pabellones, guirnaldas y golondrinas Autor: Desconocido Fecha: Siglo XIX Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 30 x 20 cms Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 3495 {175} El alfar de “Nuestra Señora del Prado”, por indicación de Ruiz de Luna, había desechado en principio como modelos de inspiración las piezas situadas cronológicamente en fechas tardías, como ésta del siglo XIX, defendiéndose que la cerámica talaverana digna de ser emulada era únicamente la de los siglos XVI y XVII; no obstante, la fábrica, no quiso evadirse a la tentación de representar todo tipo de formas y decoraciones, reproduciendo este jarro de gran vistosidad. Esta pieza fue producida tanto en azul y blanco como en policromía desde muy temprana época; ya aparece en el catálogo I con el nº 110 y se mantendría en la producción hasta la tercera época, en cuyo catálogo queda recogida con el nº 29. C. M. M. B.; F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} 77. Tipología: Placa Asunto: Virgen del Prado Autor: Atribuido a Tomasa Ruiz de Luna Fecha: h. 1912 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32’5 x 26 cms Firmas: TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {176} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA En cuanto a la pieza del siglo XVIII, nº 4511, cabe destacar que se trata de una placa en policromía en la que la imagen de Nuestra Señora del Prado se representa, a modo de espacio teatral, sobre pedestal posado directamente en el suelo y flanqueado por dos jarrones portadores de ramos de pureza, al estilo “flor de patata”. Las cortinas, de perfiles sinuosos y de intencionados claroscuros, parten de un dosel festoneado y se recogen en los laterales para enmarcar la figura de la patrona de Talavera. El nimbo de ráfagas se rodea, en el exterior, con querubines entre rayos y la representación de Dios-Padre en azul; en el interior, cuatro ángeles portadores de trompetas y panderetas se distribuyen a ambos lados de la paloma que alude a Dios-Espíritu Santo; finalmente, sobre los picos de la luna, dos ángeles trompeteros completan la escena. La Virgen, como Reina de los Cielos, aparece coronada con tocado en oro y cubierta con manto triangular, de gran barroquismo, que protege a Dios-Hijo, con profusión de adornos en referencia a todos los detalles que, tradicionalmente, cubrían los mantos bordados. Su policromía contrasta con el 78. Tipología: Placa Asunto: Virgen del Prado Autor: Desconocido Fecha: Siglo XVIII Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 20 x 16 cms Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4511 {177} azul del trono sobre el que se asienta, que representa de forma esquemática la escena de los Desposorios. La fábrica “Nuestra Señora del Prado”, como no podría ser de otra manera, prosiguió la elaboración de piezas decoradas con esta típica imagen de la patrona talaverana: jarras, placas, benditeras, retablillos de pared, paneles, ánforas, platos, bandejas...; al fin y al cabo, la propia fábrica se había inaugurado bajo su nombre. La placa aquí expuesta se conservó entre las piezas de la colección particular de Juan Ruiz de Luna Rojas en la chimenea del comedor de la casa. Tomasa Ruiz de Luna, a quien se atribuye la ejecución de la pieza, debió inspirarse tanto en esta placa como en otras piezas con representación de la Virgen pertenecientes a la colección de su padre, así como en el gran panel fechado en 1730, con el que comparte características cromáticas y formales evidentes. C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival en la azulejería talaverana (2002); La Serie de la Virgen del Prado (2007). {EL ARTE REDIVIVO} 79. Tipología: Fuente Asunto: Motivos de la serie del “chaparro” Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 39’5 x 32 cms Firmas: TALAVERA, [(], España, 167 Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {178} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA La fábrica, pese a que consideró desde un primer momento que el objetivo de su labor debía ser exclusivamente “el hacer resurgir la cerámica artística de Talavera tan famosa en los siglos XVI y XVII, época de su mayor florecimiento” (palabras de Juan Ruiz de Luna Rojas en la memoria de 1913; Archivo de Amparo Ruiz de Luna), no pudo dar la espalda a otras producciones cerámicas propias del siglo XVIII. Aunque esta centuria se consideraba como de crisis y decadencia, además de influenciada por modas extranjeras que habían corrompido el buen gusto nacional, series como la del “chaparro” formaban ya parte de la tradición cerámica talaverana y, por tanto, la fábrica las asimiló igualmente. Esta fuente se inspira en las numerosas piezas de la colección de Ruiz de Luna que reflejan las influencias francesas llegadas a través de la cerámica de Alcora. Nuevos motivos de flores y frutas inundaron la decoración de las piezas en vivos colores, con mayor influencia de naranjas y amarillos sobre el blanco de estaño, que se combinaron 80. Tipología: Plato Asunto: Motivos de la serie del “chaparro” Autor: Desconocido Fecha: Siglo XVIII, serie alcoreña Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 24’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 3464 {179} con los verdes y azules tradicionales. Todas ellas se encuadran en la denominada serie del “chaparro”, representada en multitud de ocasiones durante este periodo de “decadencia” de la cerámica talaverana. Se incluye como tema principal la escena de un puente, con arquitectura adosada en azul, sobre una corriente de agua separada por un árbol o “chaparro” de copa en verde sobre la que contrastan los frutos en naranja. En el ala, de perfil ondulado o festoneado, tres ramos en policromía alternan con otras tantas representaciones de motivos frutales agrupados en series de dos. En este caso, el virtuosismo del alfar de Ruiz de Luna se hace patente, superando con creces el modelo del XVIII –variante del nº 5 de la lámina 78 publicado por Vaca y Ruiz de Luna– no sólo por el cromatismo sino por la calidad y finura del dibujo. C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la Cerámica de Talavera de la Reina… (1943), lám. 78. {EL ARTE REDIVIVO} 81. Tipología: Plato Asunto: Motivos de la serie de “mariposas” y liebre (reproduce la siguiente pieza) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 34 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {180} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA El coleccionista y socio en la primera época de Juan Ruiz de Luna, Platón Páramo, fue precisamente quien, en 1919, dio nombre a este conjunto de piezas de aire mudéjar, casi todas platos, decoradas en azul intenso sobre base de esmalte blanco, normalmente con la representación de un motivo animal en el centro, denominándola de “mariposas” en alusión a los motivos decorativos del ala. En el catálogo I de la fábrica, con el nº 96, ya se incluyó la reproducción de un plato de esta serie de “mariposas” con un ave como motivo central que pertenecía a la colección de Ruiz de Luna; la pieza gozó de tal aceptación que se siguió manteniendo en el catálogo de la tercera época con el nº 18. El plato aquí expuesto, perteneciente a 82. Tipología: Plato Asunto: Motivos de la serie de “mariposas” y liebre Autor: Desconocido Fecha: Siglo XVI, serie “mariposas” Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 35 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 3335 {181} la tercera época, corresponde a la misma serie, pero copia otro de la colección de Ruiz de Luna en el que el motivo central es una liebre que corre entre un fondo de vegetación de trazos gruesos que alternan con otros más finos, casi filamentosos, que envuelven la figura; dos finos anillos concéntricos delimitan la abigarrada representación. El ala es plana y se decora con tres mariposas que alternan con motivos vegetales de acentuado esquematismo; el solero, sin anillo de asiento, se presenta plano como la mayoría de los de la serie. C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la Cerámica de Talavera de la Reina… (1943), lám. 61. {EL ARTE REDIVIVO} 83. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con jabalí (reproduce la siguiente pieza) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 23’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {182} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 84. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con jabalí Autor: Desconocido Fecha: Primera mitad del siglo XVIII, serie azul Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 22 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4042 Ruiz de Luna reprodujo de forma idéntica varios de los modelos de las series azules que abundaban en su colección particular. En este caso, un plato con anillo de asiento y esmalte lechoso, enteramente en azul y blanco, en el que se representa la figura de un jabalí, motivo frecuente en esta serie, que camina hacia la izquierda sobre terraza con pequeños arbustos. La escena, en ambos casos, aparece enmarcada entre dos árboles con ramaje en tres pisos y, en la {183} parte superior, por medio de una línea que define el horizonte con esquematización de arquitecturas. Catalogado por Ruiz de Luna con el nº 99 de su colección según se aprecia aún en el antiguo sello que se conserva en el reverso. C. M. M. B. {EL ARTE REDIVIVO} 85. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con caballo (reproduce pieza siguiente) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 23’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {184} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 86. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con caballo a partir de modelos de Tempesta Autor: Desconocido Fecha: Primera mitad del siglo XVIII, serie azul Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 22 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4258 No es de extrañar por la calidad de la pieza que Ruiz de Luna reprodujera este plato en el que destaca la magnífica representación de un caballo de tres cuartos en corveta, ejecutado a partir de los modelos tantas veces representados en las series de grabados de Tempesta. Un perro corre en la misma dirección girando la cabeza hacia atrás y una delicada mariposa remata, en la parte superior, la bella escena situada entre dos árboles con ramaje en pisos sobre {185} troncos rayados y terraza con arbustos de hojas punteadas. La decoración del ala se completa con celaje de aguadas en azul. C. M. M. B. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera de la Reina... (1943), lám. 68. {EL ARTE REDIVIVO} 87. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con ciervo y la inscripción “ZELDA PRIO.L” Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 23’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {186} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA Si bien la fábrica empleó principalmente la colección de cerámica antigua como un referente en el que buscar inspiración o diferentes motivos que después eran recombinados para generar piezas nuevas y con personalidad propia, también se realizaron copias muy fieles de las mismas, pues eran demandadas por el público. En esta línea se sitúan diferentes platos de la serie “azul” que responden a un mismo modelo compositivo y que la fábrica incluyó en su producción bajo el nº 157 del catálogo I. En este caso, se elige un modelo en el que un ciervo corre hacia la izquierda a la vez que se gira hacia atrás, lo que le confiere una mayor idea de movimiento. La figura 88. Tipología: Plato Asunto: Paisaje con ciervo e inscripción “ZELDA, PRIO.L,” Autor: Desconocido Fecha: Primera mitad del siglo XVIII, serie azul Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 23’5 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4043 {187} aparece rodeada por los característicos árboles de pisos sobre suelo o terraza con esquematizaciones vegetales. Se puede decir que es una creación fiel al original hasta el punto de reproducir con exactitud todos los motivos de éste, incluida la leyenda de la parte superior que alude a su destinatario y a su ubicación dentro del convento o monasterio: ZELDA PRIO.L. (celda prioral). C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera... (1943), lám. 68; 500 años de cerámicas de Talavera (2002); Cerámicas de Talavera. Arte y Patrimonio (2003). {EL ARTE REDIVIVO} 89. Tipología: Gran Plato Asunto: Escena de caza (reproduce la escena de la siguiente pieza) Autor: Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: 1910 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 57 cms Ø Firmas: Dedicatoria: “AL EXCMO. SEÑOR CANALEJAS PROTECTOR DE LA ESCUELA ESPECIAL DE CERÁMICA ARTÍSTICA. PRESIDENTE DEL GOBIERNO QUE LA CREÓ EN MCMX. MADRID” Procedencia: Colección de Abraham Rubio Celada (Madrid) {188} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA Estas dos piezas son un buen ejemplo del proceso de reutilización de los modelos antiguos por parte de la fábrica. El referente es un jarro con decoración en azul cobalto sobre fondo blanco de estaño, especialmente interesante en cuanto se observan dos diversas facturas que aluden a épocas muy diferentes. Tipológicamente, su forma responde a la de un cántaro de asa corta del siglo XVIII del que se conserva la totalidad del cuerpo con escena de un jinete sobre caballo en corveta que, girado sobre la montura, extiende su mano hacia el perro que le entrega entre sus fauces la presa cobrada. La representación se completa con arquitecturas en los laterales, separadas de la escena principal mediante los característicos árboles que se extienden hasta el asa que se remata, en la parte inferior, con mascarón y, en la superior, con motivos circulares en relieve. Sin embargo, el equilibrio de las formas, la finura en los dibujos de la decoración y la calidad del esmalte lechoso en boca, cuello y asa nos remiten a una restauración “típica” del alfar de Ruiz de Luna de principios de siglo, pues la misma técnica fue empleada en muchas otras piezas de su colección que se incorporaron con diversas faltas debido a su antigüedad y procedencia. La conveniencia de “completarlas” mediante restauración se justifica por la necesidad de mostrar, en las mejores condiciones posibles, este tipo de obras de calidad a los alumnos que se formaban en los talleres de la fábrica y como modelo a seguir con el fin de resucitar la cerámica artística. Puede atribuirse a Enrique Guijo o al propio Juan Ruiz de Luna Rojas la restauración/ 90. Tipología: Jarro Asunto: Escena de caza Autor: Desconocido Fecha: Siglos XVIII-XIX, serie azul (cuello, boca y asa añadido/restaurado en la fábrica “Nuestra Señora del Prado” en el siglo XX) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 48’5 x 17 cms Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4481 {189} añadido (cuello, boca y asa) que se realizó en la fábrica a este jarro. Enrique Guijo se sirvió de esta pieza para elaborar el gran plato que se presentó como regalo al presidente del gobierno José Canalejas y Méndez por su apoyo a la fundación de la Escuela de Cerámica en 1910; mismo año en el que el propio Guijo marcharía a Madrid para trabajar como profesor de dicha escuela. Plato de grandes dimensiones que adopta la forma de los tarjeteros sevillanos y del que sabemos que Guijo fue su autor por sendas cartas que Francisco Alcántara y su secretario dirigieron a Daniel Zuloaga. En la primera se dice que, debido al desastre ocurrido con el horno de la Escuela, se están haciendo en Talavera los dos platos, mientras que en la segunda misiva le comunican que ya tienen los platos pintados por don Enrique para Canalejas y Jimeno, y le piden que acabe el suyo para el Sr. Burell. El motivo principal del ánfora del siglo XVIII ha pasado aquí a decorar el centro del plato y la greca de roleos que limitaba el cuerpo de aquélla ha sido reutilizada para el ala del plato. La imitación de la pincelada y de los diferentes azules del original resulta perfecta. C. M. M. B.; A. S.-C. G.; F. G. M. (los autores agradecen a Abrahán Rubio Celada los datos de la correspondencia citada) Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera de la Reina... (1943), lám. 72; 500 años de cerámicas de Talavera (2002); Cerámicas de Talavera. Arte y Patrimonio (2003). {EL ARTE REDIVIVO} 91. Tipología: Plato Asunto: Motivos florales “chinescos”, castillo, fuente y pareja (reproduce pieza siguiente) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 46 cms Ø Firmas: TALAVERA, [)], 75 Procedencia: Colección de Mª Rosa Ruiz de Luna Rada (Madrid) {190} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA Plato de gran tamaño en cuya ala, de gran anchura, se distribuyen tres elementos de decoración figurativa –la fuente escalonada, la torre de piedra y una pareja galante– que alternan con ramilletes en azul sobre fondo de pequeñas flores y motivos vegetales en azul, naranja, amarillo y marrón. En la parte central toma protagonismo un ramillete con tres flores semejante a los del ala y en la parte inferior la leyenda: D, Fco, ANTo, DE S, XPTOBAL:. Hace pareja con otro de semejantes características pero con tres elementos de decoración diferentes: tres parejas de animales reales y fantásticos. Se trata de una de las piezas más sobresalientes de la antigua colección Ruiz de Luna por la calidad de su factura, de su esmalte y la originalidad de su decoración. Presente ya en dicha colección h. 1923 (aparece en una fotografía de Ruiz de Luna editada como postal por J. del Camino), no fue re- 92. Tipología: Plato Asunto: Motivos florales “chinescos” con castillo, fuente y pareja Autor: Desconocido Fecha: Siglo XVIII, serie chinesca de influencia de Alcora Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 43 cms Ø Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 4230 {191} cogida en ninguno de los dos primeros catálogos de la fábrica, pero sí en el III con el nº 75 (tercera época). A partir de este momento, este plato se convierte en uno de los más requeridos para ser copiados; además, como indicio de la especial relevancia que cobró esta pieza, es una de las nueve que se reproducen a color en la primera lámina del mismo catálogo. Otro plato, con la misma decoración, forma parte de la colección de cerámica de Talavera del Museo Lázaro Galdiano de Madrid. C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera de la Reina... (1943), lám. 69; 500 años de cerámicas de Talavera (2002); Cerámicas de Talavera. Arte y Patrimonio (2003). {EL ARTE REDIVIVO} 93. VACA, Diodoro y RUIZ DE LUNA, Juan: Historia de la Cerámica de Talavera de la Reina y algunos datos sobre la de Puente del Arzobispo. Madrid: Editora Nacional, 1943, 328 pp. Procedencia: Biblioteca de Ángel Sánchez-Cabezudo Hasta la fecha de publicación de Historia de la cerámica de Talavera ésta sólo había sido estudiada de manera específica por el ceramófilo Platón Páramo, cuya aportación en cualquier caso resultaba muy secundaria en comparación con lo que otros estudiosos e historiadores ya venían realizando con respecto a otros centros cerámicos; caso de José Gestoso Pérez para Sevilla, Font y Gumá para Cataluña o González Martí y Luis Tramolleres para Valencia y Manises. El propio Diodoro Vaca, padre agustino autor ya en 1911 de Algunos datos para la historia de la cerámica de Talavera de la Reina, sería además muy crítico con la labor de Platón Páramo y, frente a lo escrito por este autor, Vaca defiende su Historia como una obra bien documentada a través de una ingente labor de archivo; en una carta a Juan Ruiz de Luna de 20 de junio de 1927 (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga) señala que ese verano lo pasará “trabajando en nuestra obra a más y mejor. Vamos a ver si la doy tal metido que la dejo temblando y poco menos que finiquitada, para dar a cada uno lo suyo. ¡Menudo meneo que se van a llevar los niños pitiminís, con las ganas que los tengo a los tres, Platón, Niveiro y el otro...! Ya verán quien tiene fundamento para hablar de la cerámica de Talavera y quien no sabe ni la K de ella”. De la correspondencia que Vaca mantenía con Ruiz de Luna deducimos –además de {192} la estrechísima y profunda amistad que existía entre ambos– que la Historia debía de estar en un muy avanzado estado de redacción hacia 1928; “Esto no empece para que vuelva a mis cuartillas y siga desenmarañando la vida de los Mansillas. Ahora que ha terminado el curso y puedo disponer de tiempo ¡menudos atracones que me daré para ver si puedo acabar de una vez esta magna obra que será la estatua que yo pienso levantar al queridísimo amigo!” (carta de 5 de junio de 1928). Sin embargo, las obligaciones de Vaca para con el Colegio Calatrava de agustinos en Salamanca y su mal estado de salud retrasan el trabajo, que quedó finalmente inconcluso cuando se produce su muerte en agosto de ese mismo año. No será hasta 1942 cuando Juan Ruiz de Luna, ya traspasada la fábrica a sus hijos, retoma el trabajo de su amigo, lo ordena, completa y gestiona su publicación con Rogelio Pérez Olivares, director de la Editora Nacional. La obra apareció publicada al año siguiente, 1943, dividida en tres partes o libros: Consideraciones históricas; Los grandes maestros alfareros (incluyendo el famoso capítulo de los Mansilla); y Monumentos de azulejería talaverana. Las cabeceras y finales de los capítulos fueron diseñados por Juan y Rafael Ruiz de Luna Arroyo y las fotografías fueron obtenidas por Vicente Zubillaga y Antonio Ruiz de Luna Arroyo. F. G. M. III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA El primer álbum de firmas de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” se inauguró el 15 de febrero de 1909 por el Obispo auxiliar de Toledo Prudencio Melo; destacan en él las firmas de Miguel de Unamuno (1909), Mariano Benlliure, Pablo Iglesias, Joaquín Sorolla (1912), Santiago Ramón y Cajal, el torero Juan Belmonte, Santiago Camarasa, Joaquín Dicenta, Joseph Fortuny Barres, Andrés Fernández Mensaque, Susan D. Huntington, Isabel de Borbón, Manuel M. Queipo de Llano, Gregorio Marañón, la Reina de Rumanía (1929), el Obispo de Jaca 94. Tipología: I Álbum de dedicatorias y firmas de la fábrica Fecha: 15 de febrero de 1909 – abril de 1929 Medidas: 197 pp. Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {193} Francisco Frutos Valiente, Ignacio Zuloaga y Juan Zuloaga, José Calvo Sotelo (1924), etc. Se conservan otros dos álbumes; el primero abarca desde 1929 a 1955 y el segundo, perteneciente al Archivo de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid), desde 1955 al año del cierre de la fábrica, 1961. De las alabanzas recogidas en todos ellos se deduce que la producción gozó de la más alta calidad y reconocimiento hasta el mismo año del cierre de la fábrica. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} Nada hay pequeño en la vida de los pueblos. Esta insigne ciudad, que tantas glorias lleva unidas á su nombre, supo en tiempos pasados hacer de la fabricación de la loza una nobilísima industria que engrandeció su historia y enriqueció á sus hijos. Reproducción fidelísima y concienzuda de aquella antigua loza que á Talavera dió tan merecida fama y á la vez muestra gallardísima de obras que pueden competir con las más acabadas producciones de la cerámica moderna, son los objetos salidos de esta fábrica que nos hemos complacido en visitar y admirar. Los hombres de gran cultura artística, elevados ideales y fecundas iniciativas, que á ella consagran sus generosos esfuerzos, al hacer florecer de nuevo esta hermosa industria, honran su nombre con la aureola santa del trabajo, renuevan las glorias de esta histórica ciudad y abren un porvenir para sus hijos. ¡Dios bendiga tan hermosa empresa! ¡El haga que, siempre y en todas partes, encuentre el apoyo y protección y á que es acreedora! Al visitar los talleres y almacenes de esta Fábrica que empieza dando manifestaciones vigorosas de su vida próspera, al honrar hoy nuestra firma inaugurando este Álbum, imploramos las bendiciones del Cielo para esta empresa que tan poderosamente ha de contribuir al engrandecimiento de Talavera. Prudencio Melo, Obispo de Olimpo, Auxiliar de Toledo. Talavera de la Reina, 15 de febrero de 1909 Rendido, absorto y suspenso de admiración ante la maravillosa labor de resurgimiento de esta cerámica, y las bellezas acumuladas en este Museo por el mágico Ruiz de Luna. Tengo la seguridad que con la inteligencia y la tenacidad en el amor al trabajo en esta Fábrica con que los que están a su dirección y cargo volverá a ser lo que fue en sus primitivos tiempos honra del arte industrial en la cerámica española. José Calvo Sotelo, 1924 Admiro y felicito a los Ruiz de Luna por la magnífica armonía en la gama de colorido de sus cerámicas. Mariano Benlliure (firma como “un obrero de la fábrica”) y Lucrecia Arana, 28 de abril de 1911 Ataulfo Argenta, 1951 Yo no sé si España sabe suficientemente lo que tiene en Talavera y de Talavera en el Museo Ruiz de Luna, colección que reúne en colores y volúmenes varios siglos de fecunda historia de lo que fué Talavera índice excepcional. Respetar lo pasado renovando la tradición, es una de las maneras más hondas de fraguar porvenir y hacer progreso. Miguel de Unamuno, 1909 Federico Muelas, 1954 Ante este Museo y esta obra comprendo una vez más la gran fuerza de conquista de todo lo español. Archer Milton Huntington, 1911 Hay tan pocos hombres que sepan el valor del trabajo creador en arte, que al encontrarnos con Ruiz de Luna y sus magníficas cerámicas se ensancha el alma de auténtico patriotismo. Joaquín Sorolla, 1912 Ante la paleta de colores cerámicos de Ruiz de Luna me he quedado perplejo. Le admiro siempre con un fuerte abrazo. {194} Manuel González Martí, 29 de enero de 1957 Que no se pierda el rumor de sus ruedas por las acometidas de los extraños ni por la flaqueza de los españoles. Este arte Talaverano que pone una aureola más a Cervantes y al genio latino. Clemente Palencia, 1957 Con mucha, muchísima admiración ante este Museo y la labor de los Ruiz de Luna a quienes tanto debe Talavera. Saludo y aplaudo a los talleres Ruiz de Luna que hacen arte con la tierra de Talavera. ¡Gloria al que resucitó la poesía de la cerámica y Gloria a los artistas-obreros que hacen el Milagro!. Rafael Morales, 1956 Gloria Fuertes, junio de 1958 Pocas veces se puede ver un Museo vivo en donde se recoge la tradición artesana, se conserva y se transforma con arte. Felicito al Sr. Ruiz de Luna por la obra de su padre y por su continuación que deseo sea «por los siglos de los siglos. Amén». Siempre he sentido una gran admiración por nuestra cerámica clásica y es una gran satisfacción saber que gracias a los Sres. Ruiz de Luna esta gran tradición no se ha perdido. José Tudela, Director del Museo Etnológico y Subdirector del Museo de América, Talavera, 3 de Mayo de 1956 Ignacio Zuloaga, 1919 Con la inmensa emoción de contemplar la cerámica de Talavera en el lugar de origen con intensa admiración y reverencia. Fernando Chueca, noviembre de 1959 III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA LOS CONCIENZUDOS TRABAJOS QVE SE EJECVTAN EN ESTA CASA, A LA CVAL SE DEBE EL RESURGIMIENTO DE LA CERÁMICA TALAVERANA, TIENEN POR BASE EL PERFECTO CONOCIMIENTO DE LO QVE FVÉ ESTA FAMOSA INDVSTRIA ARTÍSTICA EN LOS SIGLOS XVI AL XVIII. SV LABOR CONSTANTE, LA POSESIÓN DE VN NVTRIDO MVSEO DE PIEZAS AVTÉNTICAS HACEN QVE SVS OBRAS SE CONFVNDAN CON LAS MEJORES DE LA ÉPOCA DE SV MAYOR FLORECIMIENTO. Entre los diferentes anuncios que la fábrica publicó en la prensa local y provincial de la época (Castilla, El Castellano Gráfico, Toledo, El Bloque...), éste destaca por la justificación explícita que se hace del museo de cerámica antigua como base para el éxito de su producción y como elemento distintivo frente a otros alfares. Resulta además de gran interés el hecho de que se incluya el siglo XVIII como parte de la época de mayor florecimiento de la cerámica talaverana, pues no siempre fue visto este siglo como tal, sino como parte de su decadencia. El diseño del anuncio corresponde a Francisco Arroyo Santamaría, quien en estos momentos (h. 1920/22) ya está trabajando 95. Tipología: Anuncio de la fábrica Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: h. 1920 (publicado en la revista Toledo desde 1922) Procedencia: Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha (Toledo) {195} como encargado del personal de los talleres de pintura artística de la fábrica. Destaca el cuidado diseño del marco ornamental a base de mascarones, jarrones, recortes, grutescos y cintas con ángeles, frutos y flores de inspiración renacentista; en el centro superior se dispone la marca de la fábrica en su segunda época (1915 – 1942): un escudete con la luna mirando a derecha y la palabra TALAVERA. F. G. M. Ref.: GONZÁLEZ MORENO: Decadencia y revival en la azulejería talaverana... (2002). {EL ARTE REDIVIVO} 96. Tipología: Fotografía Asunto: Museo de Cerámica Antiguo Autor: Antonio Ruiz de Luna Arroyo Fecha: h. 1944 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {196} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 98. Tipología: Fotografía Asunto: Museo de Cerámica Antiguo Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: Anterior a 1945 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 97. Tipología: Fotografía Asunto: Museo de Cerámica Antiguo Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) Fecha: h. 1923 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {197} {EL ARTE REDIVIVO} 99. Tipología: Fotografía Asunto: Museo de Cerámica Antiguo (detalle de la capilla del retablo de Santiago) Autor: Antonio Ruiz de Luna Arroyo Fecha: Anterior a 1945 Procedencia: Archivo del Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 100. Tipología: Postal Asunto: Museo de Cerámica Ruiz de Luna (ampliado) Autor: FITER Fecha: h. 1970 Medidas: 10’5 x 15 cms Procedencia: Archivo de Fernando González Moreno (Albacete) {198} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA La evolución del museo de cerámica “Ruiz de Luna” fue constante a lo largo de todos los años de vida de la fábrica. Para 1915, año de la disolución de la sociedad y, por tanto, de la marcha de Platón Páramo y con él de su colección, Juan Ruiz de Luna Rojas ya había creado una notable colección propia que instaló junto a la sala de ventas. Las primeras fotografías conservadas del museo muestran una disposición de las piezas y del espacio que debió de realizarse hacia 1920, año en el que, tras la participación en la Exposición Nacional de Bellas Artes con el retablo de Santiago, esta pieza fue instalada en el museo conformando una capilla. En esta década el museo ya cuenta con otras piezas tan significativas como el panel de San Blas, el de la Virgen del Prado de 1768 –ambos con fragmentos de zócalos a modo de frontales– o el de la Anunciación con el frontal de la Crucifixión; además, decenas de piezas de las principales series talaveranas que abarrotan muros y mesas. 101. Tipología: Postal Asunto: Museo de Cerámica Ruiz de Luna (ampliado) Autor: FITER Fecha: h. 1970 Medidas: 10’5 x 15 cms Procedencia: Archivo de Fernando González Moreno (Albacete) {199} Tras la muerte de Ruiz de Luna, sus hijos acometieron una notable ampliación del museo. El muro en el que había estado dispuesto el retablo/panel de la Anunciación se derribó para anexionar los espacios contiguos de la cocina, despensa y dormitorio de la portería y también se eliminó el pequeño muro central –pegado a la capilla del retablo– en el que había estado situado el panel de la Virgen del Prado. En esta ampliación se re-ubicó el panel de la Anunciación y se dispusieron el del Escudo de Santa Catalina (ya presente en la colección en 1943), el retablo de San Juan Bautista y frontal del Nacimiento de la Virgen, el panel de la Virgen del Prado de 1730, el de San Sebastián, el de Santiago Matamoros, etc.; todas las piezas de loza, además, pudieron ser re-distribuidas de una manera más ordenada y desahogada. Ésta fue la disposición del museo hasta su cierre en 1979. F. G. M. {EL ARTE REDIVIVO} La reproducción, como motivo principal, del cuadro Las Hilanderas de Velázquez y la calidad de ejecución en su torno, modelado y pintura, así como su espectacular tamaño, hacen pensar en un encargo importante o en una de las grandes piezas que se presentaban en exposiciones o ferias internacionales. Está ejecutada en el momento de plenitud de la fábrica, y en su decoración se mezclan motivos de diferentes series, pues además del cuadro histórico se completa con roleos carnosos vegetales, cenefas de grutescos, herrajes con mascarones en su cuello y el toque modernista de sus asas con forma de mujer alada. Como curiosidad sabemos que según la tarifa de 1928 el precio de esta pieza era de 585 pesetas. A. S.-C. G. 102. Tipología: Gran ánfora con asas de figuras femeninas aladas Asunto: Las Hilanderas o Fábula de Aracne (a partir de Diego Velázquez, h. 1657) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1925 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 105 x 49 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA. TALAVERA. ESPAÑA Procedencia: Colección de Antonio Medina (Madrid) {200} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 103. Tipología: Gran plato Asunto: Rapto de las Sabinas (a partir de Pietro da Cortona, 1629) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1915 (inicio de 2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 58 cms Ø Firmas: TALAVERA (en el anverso, sobre borde amarillo) / TALAVERA [(] (en el reverso) Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo Plato de gran tamaño en el que, partiendo de la tela del autor italiano, se ha creado una pieza de cerámica donde se ha conseguido una armonía de colores a partir de lo que en ese momento empezaba, con Francisco Arroyo, a configurarse como paleta de Ruiz de Luna. Nos recuerda también a las placas y platos de asunto mitológico realizadas en la ciudad italiana de Castelli. {201} Por sus marcas hay que situarlo cronológicamente al principio de la segunda época, cuando Arroyo ya había dado pruebas de su talento, de quien creemos que pudiera ser su autoría. A. S.-C. G. {EL ARTE REDIVIVO} 104. Tipología: Gran plato Asunto: Escena naval (a partir de Taddeo Zuccaro) Autor: Atribuida a Enrique Guijo (1871 – 1954) Fecha: h. 1909 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 43 cms Ø Firmas: TALAVERA (en el anverso, cartela inferior central) Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo El pintor de este plato ha sido extraordinariamente minucioso en los detalles, incluso en la orla renacentista que enmarca la escena central, en la que ha utilizado más de veinte niños y ángeles en distintas posturas, generando una profunda sensación de movimiento. Se trata de una pieza singular que situamos en el primer momento del alfar y con una atribución casi inequívoca a Enrique Guijo. Las razones que justifican esta hipótesis son tipológicas y de estilo. En cuanto a la primera señalamos el perfil correspondiente al de un plato tarjetero sevillano, como sucedía con el plato dedicado a Canalejas {202} [Cat. 89], o el reverso sin vidriar, como sucede con otros dos platos firmados por Guijo y con temática del Quijote. Estilísticamente ha utilizado para separar el centro y la orla una cenefa de ovas y clavos, recurso que también utilizó en el plato de 1907 que hay en el Museo “Ruiz de Luna”, así como en el adorno del casco del guerrero en el plato presente en esta exposición [Cat. 1], todos ellos obras indubitadas de Enrique Guijo. A. S.-C. G. Ref.: SÁNCHEZ-CABEZUDO: “Enrique Guijo, un ceramista esencial en el siglo XX” en MAÑUECO (dir.): 2005. III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 105. Tipología: Gran Jarrón Asunto: Moisés rescatado de las aguas (a partir de Orazio Lomi di Gentileschi, 1633) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1920 (2º época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 70 x 53 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA. TALAVERA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo Es un ejemplo de la perfección que se alcanzó en los momentos cumbres del alfar, así como del nivel artístico del pintor. Pensamos que estilísticamente es obra de Francisco Arroyo por el preciosismo y calidad de toda la pieza, pues si bien en la parte delantera la representación de la obra de Orazio Gentilleschi es magistral, no lo es menos la composición del reverso, en el que, en torno a un eje central rematado por un frutero clásico, nace una trama simétrica {203} de roleos que abrazan el herraje que enmarca la pintura central. En el eje trasero una tarja renacentista recoge el nombre de la tela, Sacando a Moisés del Nilo. Precisamente esta tarja y su grafía son idénticas a las del retablo de Santiago, lo que junto a otras razones de estilo nos permite hacer la anterior atribución de autor y fecha. A. S.-C. G. {EL ARTE REDIVIVO} 106. Tipología: Cornucopia Asunto: Los Borrachos o El Triunfo de Baco (a partir de Diego Velázquez, 1629) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1925 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 50 x 46 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {204} III. EL MUSEO DE CERÁMICA ANTIGUA 107. Tipología: Cornucopia Asunto: Cuadriga en el Circo Máximo Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1925 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 50 x 46 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo Estas piezas siempre fueron entendidas con una finalidad ornamental, de ahí su cuidada ejecución. La primera reproduce el cuadro de Los Borrachos de Velázquez y la segunda la salida de una cuadriga del Circo Máximo, posiblemente copiando un grabado o tela. El formato no tiene antecedentes en Talavera, pues el modelo hay que buscarlo en las lozas de Alcora, donde se importaron modelos franceses que se impusieron en el {205} último cuarto del siglo XVIII. Posteriormente fue recuperado por Daniel Zuloaga con el resurgir historicista de finales del siglo XIX, de donde posiblemente se tomó el modelo para su uso en Talavera. Aparecen ya recogidas en el catalogo I de la fábrica (nº 204) y en el año 1928 su precio de venta era de 130 pesetas cada una. A. S.-C. G. {EL ARTE REDIVIVO} 108. Tipología: Cornucopia Asunto: Buen Pastor o San Juanito (a partir de Bartolomé Esteban Murillo, 1655-60) Autor: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 59 x 37 cms Firmas: J. Ruiz de Luna Procedencia: Colección de Mª Isabel Cózar Seco (Talavera de la Reina) Cornucopia de excelente calidad tanto por el cuidado dibujo del cuadro central, en el que Juan Manuel Arroyo demuestra la capacidad aprendida de su padre Francisco Arroyo y de su tío Juan Ruiz de Luna para imitar en la cerámica efectos de la acuarela, así como por el elaborado marco escultórico de rocalla. Esta tipología ornamental nos sitúa nuevamente ante una pieza toma- {206} da de la tradición alcoreña. Presente ya en la producción de la fábrica en la segunda época, esta pieza seguirá vigente en la tercera, en cuyo catálogo de cerámica clásica aparece con idéntico cuadro central bajo el nº 153. F. G. M. IV. LA SALA DE VENTAS {EL ARTE REDIVIVO} 109. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Rótulo RUIZ DE LUNA, GUIJO Y Cª. DECORADORES CERÁMICOS. TALAVERA con marco de rocalla procedente de la tienda en Madrid de la calle Mayor, 80 Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1914 (1ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 84 x 70 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Mónica García del Pino (Talavera de la Reina) {208} Dada la finalidad de este panel para publicitar la fábrica talaverana en la tienda que en la Calle Mayor, nº 80, regentó Guijo tras trasladarse a Madrid, debió ser realizado con especial esmero. La cronología del mismo no debe estar muy lejos de los paneles que realizó Arroyo para la sacristía de la Virgen del Prado en 1914, pues guardan similitudes y no sería de extrañar que, al menos el boceto de este panel, tuviera la misma autoría. A. S.-C. G. IV. LA SALA DE VENTAS 110. Tipología: Catálogo I Asunto: CERÁMICA ARTÍSTICA DE RUIZ DE LUNA-GUIJO Y Cª. TALAVERA DE LA REINA Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1913 Medidas: 24 x 34 cms (20 pp.) Firmas: Anagrama de Francisco Arroyo al pie de diferentes piezas del álbum Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {209} {EL ARTE REDIVIVO} 111. Tipología: Catálogo I Asunto: CERÁMICA ARTÍSTICA DE RUIZ DE LUNA [GUIJO Y Cª]. TALAVERA DE LA REINA Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1913 Medidas: 24 x 34 cms (20 pp.) Firmas: Anagrama de Francisco Arroyo al pie de diferentes piezas del catálogo Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {210} 112. Tipología: Catálogo I Asunto: CERÁMICA ARTÍSTICA DE RUIZ DE LUNA. TALAVERA DE LA REINA Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1913 (reimpresión posterior a 1915) Medidas: 24 x 34 cms (20 pp.) Firmas: Anagrama de Francisco Arroyo al pie de diferentes piezas del catálogo Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Talavera de la Reina) IV. LA SALA DE VENTAS 113. Tipología: Cuaderno de bocetos y apuntes Asunto: CONTINUACIÓN DEL CATÁLOGO POR FRANCISCO ARROYO SANTAMARÍA Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 31 de diciembre de 1914 Técnica: Lápiz y acuarela Medidas: 24’2 x 34’7 cms (20 pp.) Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Yeyes Arroyo Vidarte (Madrid) 114. Tipología: Catálogo II Asunto: CERÁMICA ARTÍSTICA DE JUAN RUIZ DE LUNA. Talavera de la Reina Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: Posterior a 1922 Medidas: 24 x 34 cms (14 lams) Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Fernando González Moreno (Albacete) {211} {EL ARTE REDIVIVO} {212} IV. LA SALA DE VENTAS 115. Tipología: Catálogo III Asunto: CERÁMICAS RUIZ DE LUNA S.L. TALAVERA. Nº 1 CLÁSICA Autor: Desconocido Fecha: Posterior a 1945 Medidas: 28 x 23’7 cms (14 pp.) Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Fernando González Moreno (Albacete) {213} {EL ARTE REDIVIVO} Entre las principales necesidades que Juan Ruiz de Luna expuso a sus socios en la memoria de la fábrica de febrero de 1913 para permitir la continuidad de la misma, se encontraba la “construcción de un catálogo colorido que diera idea de los objetos de esta fabricación” (Archivo de Amparo Ruiz de Luna, Málaga); la fábrica llevaba funcionando cuatro años sin algo tan básico para una empresa como ésta como era el catálogo de su producción. Ese mismo año, se encarga a Francisco Arroyo la compilación y dibujo de las principales piezas que se venían elaborando, resultando un primer catálogo de la Cerámica Ruiz de Luna, Guijo y Cª. que engloba 215 piezas: chimenea monumental (1), zócalos (2 – 36), aplicaciones arquitectónicas (37 – 57), ánforas, jarrones, jarras, jarros, cuencos, tinteros, orzas, platos, piezas de vajilla, bandejas, pedestales (58 – 213) y fuentes (214 – 215). Además, el catálogo incluía un texto publicitario dirigido “A los señores arquitectos” tanto en español como en francés y una relación de sus principales obras en Madrid, Irún, Gra- nada, Valencia, Oropesa, Toro (Zamora), Salamanca, Pamplona y Talavera. Este catálogo fue empleado por la fábrica no sólo en los dos últimos años de la primera época, sino también a lo largo de la segunda, lo que hizo necesario eliminar la alusión a “Guijo y Cª” una vez que esta sociedad ya se había disuelto; en los catálogos ya impresos se procedió a tachar sin más este nombre o a pegar un papel encima, corrigiéndolo con una nueva portada en los que se imprimieron con posterioridad. Un año después de que apareciera el primer catálogo, Juan Ruiz de Luna encargó nuevamente a Francisco Arroyo la confección de una continuación. Se conservan los diseños originales a mano de Arroyo para éste segundo catálogo (31 de diciembre de 1914) con 132 nuevos modelos de jarrones y ánforas junto a una serie de tinajas listadas A-N; sin embargo, estos diseños no llegaron a utilizarse, posiblemente porque la disolución de la sociedad al año siguiente frenó este proyecto a la espera de tiempos más seguros. El segundo catálogo no aparecería hasta pasado 1922, pues ya incluye publicidad de la tienda-exposición de la calle Floridablanca en Madrid. Sus piezas, continuando la numeración del primero, van del 216 al 594 y no siguen –excepto por elementos ornamentales recurrentes– los diseños anteriormente mencionados de Arroyo. Encontramos ahora nuevos diseños de ánforas, jarrones, jarras, piezas de escritorio, candelabros, lámparas, tinajas, surtidores de fuentes, bustos escultóricos (campesina, Cervantes...), retablillos, albarelos, tondos, platos con reproducciones de cuadros de Velázquez, Goya, Murillo, Rafael..., paneles devocionales, cornucopias, un nuevo modelo de chimenea, bancos, fuentes, etc. Llegada la tercera época, estos dos primeros catálogos fueron sintetizados en uno sólo (Cerámicas clásicas del catálogo nº 1) con 166 piezas. Además, se creó un catálogo para la nueva producción de cerámicas opalinas, cuya numeración comenzaba en el nº 1.000, y otro para las reproducciones del museo de cerámica antigua. Existía {214} también una serie de “hojas sueltas”: la nº 1, por ejemplo, incluía azulejos, cuadros con escenas del Quijote y placas con carabelas, castillos españoles, tipos regionales, pueblos de España o figuras románticas y paisajes; y la nº 2, azulejos, platos mudéjares, macetas, ollas y tinajas, floreros, maceteros, ceniceros y juegos de cerveza. Éstas se completaban con los listados para zócalos, vajillas y juegos de café o té. Desde un primer momento, Juan Ruiz de Luna se sirvió también de la fotografía para elaborar pequeños catálogos con un carácter más exquisito en los que se incluía una selección de las piezas más representativas de la fábrica. La fotografía servía además para documentar los grandes trabajos ya elaborados y confeccionar con ellos nuevos catálogos gráficos, como fue el de “decoración de jardines”. F.G.M. IV. LA SALA DE VENTAS 116. Tipología: Catálogo-álbum Asunto: DECORACIÓN DE JARDINES Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas (1863 – 1945) y otros fotógrafos Fecha: 2ª época (1915 – 1942) y 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Reproducciones fotográficas (algunas fechables tras 1929) Medidas: 14’7 x 22’7 cms Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {215} {EL ARTE REDIVIVO} {216} IV. LA SALA DE VENTAS 117. Tipología: Catálogo Asunto: DECORACIÓN DE JARDINES Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: 2ª época (1915 – 1942) y 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Acuarela sobre papel y cartón Medidas: 17’8 x 27 cms Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {217} {EL ARTE REDIVIVO} 118. Tipología: Fotografía Asunto: Sala de venta y exposición en la fábrica Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas? Fecha: h. 1920 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 119. Tipología: Postal Asunto: Sala de venta y exposición en Madrid, Floridablanca, 3 Autor: Juan Ruiz de Luna Rojas? Fecha: h. 1925 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {218} IV. LA SALA DE VENTAS 121. Tipología: Fotografía Asunto: Sala de venta y exposición Arte Popular Español en Talavera de la Reina, Corredera del Cristo, 18 Autor: Desconocido Fecha: h. 1950 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 120. Tipología: Fotografía Asunto: Exposición en Vidrierías Gordiola de Palma de Mallorca Autor: Rullán Fecha: h. 1930 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {219} {EL ARTE REDIVIVO} 122. Tipología: Fotografía Asunto: Exposición de cerámica en la Sala Witcomb (Buenos Aires, Argentina) Autor: Desconocido Fecha: 1934 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 123. Tipología: Fotografía Asunto: Exposición de cerámica en la Sala Witcomb (Buenos Aires, Argentina) Autor: Desconocido Fecha: 1934 Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {220} IV. LA SALA DE VENTAS 124. Tipología: Folleto publicitario Asunto: CERÁMICA DE TALAVERA JUAN RUIZ DE LUNA. EXPOSICIÓN Y VENTA EXCLUSIVA EN BARCELONA: AVENIDA ALFONSO XIII 377 Autor: Diseño de la portada de Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: h. 1930 o posterior (ya se cita el Gran Premio de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929) Medidas: 17’3 x 12 cms (cerrado) Firmas: F. Arroyo Procedencia: Archivo de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {221} {EL ARTE REDIVIVO} {222} IV. LA SALA DE VENTAS 126. Tipología: Hucha Asunto: Motivos florales y una hormiga acarreando una peseta Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 16 x 15 cms Firmas: RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 125. Tipología: Tarjetero y portacartas Asunto: Decoración de elementos geométricos y animales Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 30 x 15 x 11 cms Firmas: TALAVERA, XXIX Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {223} {EL ARTE REDIVIVO} 127. Tipología: Pisapapeles de escritorio Asunto: Pareja de leones Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: Segunda época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 12 x 9 x 18 cms Firmas: ESPAÑA, TALAVERA, [(], 340, (y bandera de España) Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 128. Tipología: Tintero Asunto: Decoración de grutescos Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1925 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 14’5 X 14’5 X 12 cms Firmas: TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {224} IV. LA SALA DE VENTAS Las piezas de escritorio formaron parte de la producción de la fábrica desde su primera época. En el primer catálogo, por ejemplo, ya aparecen cinco modelos de tinteros basados en modelos de los siglos XVII y XVIII de la serie “polícroma” y “azul”; la fábrica, por supuesto, los re-elaboró y ornamentó con sus propios repertorios decorativos. El aquí expuesto corresponde a uno de los que tuvieron una mayor continuidad en la producción, pues aparece tanto en el catálogo I con el nº 150 como en el catálogo III (tercera época) con el nº 108; tintero poligonal decorado en la parte superior con un acanto, mientras que las caras laterales están recorridas por un grutesco que parte de una cartela central con tema de montería. El precio de venta de esta pieza en 1928 era de 12 pesetas. En el catálogo II se observa un notable incremento de este tipo de piezas; surgen nuevos tinteros y, sobre todo, toda una serie de “complementos” muy demandados por la clase media-alta: reposaplumas, candeleros y palmatorias, bandejas, pisapapeles –como los leones expuestos que corresponden al nº 340–, tarjeteros y escribanías. El tarjetero presente en la muestra fue también una de las piezas que se continuaron produciendo hasta los últimos años de la fábrica; ya presente en este segundo catálogo con el nº 342, siguió apareciendo en 129. Tipología: Escribanía con salvadera, tintero y leoncilllo-portavela Asunto: Paisaje con aves y “perro/león” monstruoso Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 27 x 28 cms Firmas: TALAVERA, [(], ESPAÑA, 212 Procedencia: Colección de Ángel Carpio de los Ríos (Madrid) {225} el de la tercera época con el nº 145. A diferencia de los reproducidos en los catálogos, éste tiene la peculiaridad de presentar no un único espacio para tarjetas, sino dos. En cuanto a la escribanía, en el segundo catálogo ya aparecen sendos modelos con los nº 210 y 212. A este segundo modelo –que se continuó elaborando en la tercera época con el nº 144– corresponde la pieza en esta exposición; escribanía de gran interés por incluir una figurilla central que responde a las palmatorias del siglo XVII con formas de perro o león monstruoso. Estas palmatorias, que también fueron reproducidas por separado, se conocieron en la fábrica tanto a través de la colección de Platón Páramo como del propio Ruiz de Luna, siendo denominadas como “palmatorias polícromas del siglo XVI” (nº 94, 95 y 146 del catálogo I; y nº 318 y 333 del catálogo II). Completa su decoración polícroma con escenas de montería en la que aparecen dos aves en un paisaje campestre. La hucha expuesta resulta una curiosidad fuera de catálogo. A. S.-C. G.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera de la Reina... (1943), lám. 76. {EL ARTE REDIVIVO} Figura de bulto redondo que representa a Isabel de Velasco, inclinada ante la infanta en el cuadro de Las Meninas de Velázquez, de donde está tomado el modelo. Parece ser que los modelos para estas meninas fueron realizados para el alfar por Benlliure, cosa nada extraña pues, como sabemos, además de ser cliente era amigo de Ruiz de Luna. El nº 589 que figura junto a la marca es el del catálogo II. A. S.-C. G. 130. Tipología: Escultura Asunto: Menina Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 36 x 26 x 20 cms Firmas: TALAVERA, [(], ESPAÑA, nº 589 Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {226} IV. LA SALA DE VENTAS Figura de bulto redondo que representa una guardainfantes, nombre con el que aparece referida en la tarifa de precios del alfar. Su producción es muy temprana, y ya aparece en el catálogo I de la fábrica con el nº 126. Hay que hacer mención en esta figura a los encajes con que se decoran la falda y el corpiño, realizados con minuciosidad extraordinaria, los que rememoran la serie histórica del siglo XVII. El precio de esta pieza en 1928 era de 35 pesetas. A. S.-C. G. 131. Tipología: Escultura Asunto: Guardainfantes Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 1ª época (1908 – 1915) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32 x 19 x 12 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {227} {EL ARTE REDIVIVO} Jarrón y pedestal polícromos de la serie de montería. El modelo del ánfora está tomado de las producciones historicistas italianas del siglo XIX (Génova y Urbino), y formó parte de la producción del alfar desde el principio. Ya aparece con el nº 1 en el catálogo I y mantuvo esa posición preeminente hasta la tercera época. El motivo central lo compone una escena ecuestre entre encinas muy en consonancia con diseños de Rafael Ruiz de Luna Arroyo. El pedestal –nº 203 del catálogo I y nº 78 del catálogo III– presenta un castillo central en el mismo ambiente campestre, con cenefa superior e inferior de roleos. Su perfil es cilíndrico con cornisa y pie. A. S.-C. G. 132. Tipología: Ánfora de asas con forma de serpientes y pie Asunto: Caballero (ánfora) y castillo (pie) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 60 x 36 cms (ánfora) + 80 x 36 cms (pie) Firmas: TALAVERA, [)], nº 1 Procedencia: Ayuntamiento de Talavera de la Reina {228} IV. LA SALA DE VENTAS 133. Tipología: Ánfora miniatura Asunto: Paisaje con caballero Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 12 x 6 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Talavera) 134. Tipología: Ánfora de muestrario Asunto: Paisaje con animal Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 16 x 10 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {229} {EL ARTE REDIVIVO} Excelente representación del nº 2 del catálogo de la fábrica desde la primera a la tercera época. Gran jarrón de producción muy temprana con profusa decoración polícroma; en el centro se abre una cartela circular con un tema de batallas –una vez más inspirada en los zócalos de Mansilla para el ayuntamiento de Toledo (1696)–, de donde arrancan roleos con niños que se posan sobre ellos. En la parte inferior del cuerpo, por encima del pie, lleva seis costillas o gallones en relieve. Las asas están formadas por faunos. A. S.-C. G. 135. Tipología: Gran jarrón con asas en forma de faunos Asunto: Soldados Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 1ª época (1908 – 1915) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 90 x 63 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) {230} Jarrón en policromía con escena ecuestre de dos caballeros por una cara y castillo por la otra, imitando repertorios estilísticos del Renacimiento y recurriendo a la tradicional separación de escenas por medio de árboles en los laterales. Se alza sobre base en forma de copa, con motivos geométricos y florales de influencia alcoreña, que se estrecha para dar paso al cuerpo, cuya parte inferior y superior aparecen rematadas por gallones verdes en relieve sobre retícula manganeso en contraste con el fondo amarillo. Se remata, en los laterales, con boca festoneada de castañuela y asas trenzadas o sogueadas, decoradas enteramente en azul. El motivo principal de los dos caballeros o soldados, extraído de los zócalos de Mansilla para el Ayuntamiento de Toledo, fue usual en diversas representaciones ejecutadas por Francisco Arroyo, como el panel fechado en 1919 para el zaguán de la casafábrica (hoy perteneciente a la colección de 136. Tipología: Ánfora con asas torsas Asunto: Caballeros/soldados (a partir de los zócalos del Ayuntamiento de Toledo por Ignacio Mansilla, 1696) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 61 x 37 cms Firmas: TALAVERA, [(], ESPAÑA, Nº 5 Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 2006/43/2 (donación de María Ruiz de Luna Arroyo) {231} los Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo); en el ánfora, los soldados aparecen sin la bengala y el clarín que portan en los zócalos y en otras copias. Similar estarcido se debió emplear para decorar el filtro de agua que aparece en el catálogo publicado para la exposición celebrada en 2003 como homenaje al maestro Arroyo. Esta ánfora apareció por dos veces en los catálogos de la fábrica: con el nº 5 del catálogo I y con el 3 del III y su referente fue una pieza similar, del siglo XVII, que formó parte de la colección particular de Platón Páramo y que fue publicada, en la lámina 74, por Ruiz de Luna en la obra que realizó junto con el Padre Vaca. C. M. M. B.; F. G. M. Ref.: VACA y RUIZ DE LUNA: Historia de la cerámica de Talavera de la Reina... (1943), lám. 74. {EL ARTE REDIVIVO} 137. Tipología: Gran ánfora con asas de faunos Asunto: Paisaje con castillo / paisaje con animales Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 58 x 53 cms Firmas: TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 138. Tipología: Pieza de muestrario (ánfora con asas de faunos nº 11) Asunto: Paisaje con animales Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 13 x 10 cms Firmas: s/f. Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 3287 {232} Este conjunto de pedestal y ánfora, unidos actualmente, no corresponden a un mismo momento de producción. El jarrón tiene todo su cuerpo ocupado por un gran roleo con flores y frutas, aunque lo realmente importante son sus asas, formadas por cabezas de mujer bajo un toque modernista que hacen a la pieza extraordinariamente singular. Por la calidad de estas cabezas es probable que el modelo fuera ejecutado por Vicente Camps o algún otro escultor relacionado con la fábrica. A. S.-C. G. 139. Tipología: Ánfora con asas de rostros femeninos y pie Asunto: Grutescos, rostros femeninos y medallón con niña Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1910 (1º época; ánfora) / h. 1925 (2ª época; pie) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 75 x 46 cms (ánfora) + 85 x 35 cms (pie) Firmas: TALAVERA (ánfora) / TALAVERA, [(] (pie) Procedencia: Colección de Vicente Carranza (Madrid) {233} {EL ARTE REDIVIVO} 140. Tipología: Modelo escultórico Asunto: Miguel de Cervantes Saavedra (nº 365) Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Escayola Medidas: 43 x 30 x 30 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) {234} 142. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Don Quijote atacando el molino Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 28 x 42 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) 141. Tipología: Busto Asunto: Miguel de Cervantes Saavedra (nº 366) Autor: Fábrica “Nuestra Señora el Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Bizcocho esmaltado en blanco Medidas: 27 x 24 cms Firmas: TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Juan Manuel Arroyo Vidarte (Talavera) {235} {EL ARTE REDIVIVO} 143. Tipología: Bandeja ochavada Asunto: Don Quijote y Sancho Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 37 x 27 cms Firmas: TALAVERA, [(], Nº 172, ESPAÑA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo La iconografía cervantina estuvo presente en la producción de la fábrica “Nuestra Señora del Prado” desde un muy temprano momento; ya se comentó el plato sobre la penitencia de don Quijote realizado h. 1910 a partir de otro del siglo XVIII [Cat. 71 y 72]. En el catálogo I ya se lista también un plato con don Quijote y Sancho (nº 198), pero es sobre todo en el catálogo II donde el Quijote y su autor como motivos ornamentales toman mayor protagonismo. Aquí encontramos los dos bustos de Cervantes (nº 365 y 366; este segundo modelo aparece en numerosas fotografías de la sala de ventas sobre la chimenea) y la serie de cuatro platos con los protagonistas y autor: don Qui- {236} jote, Sancho, Dulcinea y Cervantes (nº 429, 430, 431 y 434; aún vigentes en la tercera época con los nº 116 – 119). Éstos se basaban en los diseños de Célestin Nanteuil reproducidos mediante litografías por J. J. Martínez en Madrid. Además de estas piezas de catálogo, encontramos diferentes escenas de las aventuras del Ingenioso Hidalgo tanto en composiciones de azulejería como en piezas de loza; el panel aquí expuesto reproduce la aventura de los molinos (8:I), mientras que la bandeja el momento en que don Quijote y Sancho preparan sus caballerías. A. S.-C. G.; F. G. M. Ánfora de grandes dimensiones cuya decoración está constituida por un tondo central con guerrero, enmarcado todo por una gran cartela de herrajes de la que nacen cornucopias y roleos. Esta composición se repite en ambas caras, a excepción de la figura del guerrero que es diferente. La unión en los costados de la decoración de una y otra cara genera un eje de simetría perfecto. La composición, calidad del dibujo y sombreado hacen de esta pieza una muestra singular de las producciones del alfar. A. S.-C. G. 144. Tipología: Gran ánfora Asunto: Grutescos y cabeza de guerrero Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 95 x 50 cms Firmas: J. RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Colección de Vicente Carranza (Madrid) {237} {EL ARTE REDIVIVO} 145. Tipología: Pareja de platos Asunto: Cabezas de guerreros Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: h. 1930 (2ª época) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 44 cms Ø Firmas: TALAVERA (tarja en el anverso) / TALAVERA, [(], Nº 101, ESPAÑA (reverso) Procedencia: Colección de César del Puerto Martín (Toledo) Ambos platos, de un alto nivel ornamental, son prototipo de las piezas que componen la serie de guerreros, no sólo por la presencia de éstos sino además por la conjunción con la orla renacentista que arranca de unas tarjas de herrajes en las que figura la marca Talavera. {238} El número que aparece en el reverso corresponde al catálogo I, y el precio de venta de cada uno de ellos en 1928 era de 60 pesetas. A. S.-C. G. IV. LA SALA DE VENTAS 146. Tipología: Gran orza Asunto: Lagarteranos en burro Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 43 x 36 cms Firmas: TALAVERA, [(], Nº 51, ESPAÑA Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo {239} {EL ARTE REDIVIVO} 147. Tipología: Gran orza Asunto: Procesión de lagarteranos con la Virgen Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 2ª época (1915 – 1942) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 40 x 35 cms Firmas: TALAVERA, [(] Procedencia: Colección de Antonio Medina (Madrid) 148. Tipología: Plato Asunto: Lagarteranos junto a la fuente Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 31 cms Ø Firmas: TALAVERA, [)] Procedencia: Colección de Antonio Medina (Madrid) {240} IV. LA SALA DE VENTAS 150. Tipología: Plato Asunto: Pareja de lagarteranos con niño Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32’5 cms Ø Firmas: TALAVERA, [)], Nº 3 Procedencia: Colección de Ángel Sánchez-Cabezudo 149. Tipología: Plato Asunto: Pareja de lagarteranos Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 32’5 cms Ø Firmas: TALAVERA, [)], nº 97 Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {241} {EL ARTE REDIVIVO} 151. Tipología: Esculturas Asunto: Pareja de lagarteranos Autor: Fábrica “Nuestra Señora del Prado” Fecha: 3ª época (1942 – 1961) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 31 x 12 x 12 cms cada uno Firmas: TALAVERA, [)] Procedencia: Colección privada Este conjunto de piezas corresponde a lo que hemos denominado serie de lagarteranos. Su temática reproduce las tradiciones de este pueblo toledano, bien en su aspecto pastoril, como es el caso de la primera orza, religioso –en la segunda de ellas– o costumbrista con su típica indumentaria; véase en las tres escenas de la vida diaria recogidas en los platos siguientes. Se muestran por último dos figuras de bulto (nº 295 y 298 del catálogo II y nº 154 y 155 del catálogo III), ataviadas con traje típico; {242} los mismos modelos se emplearon para representar parejas de talaveranos y de otros pueblos. La “HOJA SUELTA Nº 1” redactada por la fábrica en la tercera época para completar el catálogo III define el plato nº 3 como “Plato figura lagarterano policromado fondo azul (6 figuras diferentes y 6 lagarteranas)”; su precio h. 1950 era de 70 pesetas para los platos de 26 cms de diámetro y de 125 pesetas para los de 32 cms. A. S.-C. G; F. G. M. V. EL LEGADO {EL ARTE REDIVIVO} 152. Tipología: Plato Asunto: Puntilla de guirnaldas tomada de la serie alcoreña (inacabada) Autor: Elisa Gómez Fernández (pintora nº IV de la fábrica “Nuestra Señora del Prado”) Fecha: 1 de abril de 1961 (3ª época; pieza del último horno de la fábrica) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 30 cms Ø Firmas: TALAVERA, 17, [)], IV, 1 Abril 1961 Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {244} V. EL LEGADO 154. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Entierro del Señor de Orgaz (a partir del Greco, 1586-88) Autor: Rafael García Bodas (1922 - ) Fecha: 1973 Técnica: Pintura mate sobre cubierta Medidas: 2’10 x 1’63 ms. Firmas: Artesanía Talaverana S. L., Cerámica Mauri y Corrochano. Talavera, 1973, R. García Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) 153. Tipología: Plato Asunto: Sagrada Familia o Descanso en la huida a Egipto Autor: Florencio Martínez Montoya (1905 – 1976) Fecha: h. 1965 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 40 cms Ø Firmas: F M M Procedencia: Ayuntamiento de Talavera de la Reina {245} {EL ARTE REDIVIVO} 155. Tipología: Tibor Asunto: Pareja a caballo Autor: Felipe Spínola Bernardo (1926 – 1989) Fecha: h. 1870 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 88 x 47 cms Firmas: TALAVERA y anagrama de Artesanía Talaverana Procedencia: Colección de Artesanía Talaverana (Talavera de la Reina) 156. Tipología: Gran plato Asunto: Escena de montería Autor: Pablo Adeva Martín (1932 - ) Fecha: h. 1999 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 85 cms Ø Firmas: ADEVA Procedencia: Colección de Cerámica Adeva (Talavera de la Reina) {246} V. EL LEGADO 158. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Venus surgiendo del mar Autor: Francisco Arroyo Santamaría (1885 – 1952) Fecha: 1952 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 45 x 166 cms Firmas: F. Arroyo Procedencia: Colección de Mercedes y Paloma Arroyo Vidarte (Talavera de la Reina) Restaurado en 2008 por el Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” 157. Tipología: Plato Asunto: Montería Autor: Cerámica Talabricense Fecha: Último cuarto del siglo XX Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 1 m. Ø Firmas: C T (anagrama de Cerámica Talabricense) TALAVERA Procedencia: Colección de Famila Eugercios {247} {EL ARTE REDIVIVO} 159. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Vista de Toledo Autor: Juan Manuel Arroyo Ruiz de Luna (1911 – 1982) Fecha: 3r cuarto del siglo XX Técnica: Esmaltes y cuerda seca Medidas: 53 x 74 cms Firmas: Arroyo Procedencia: Colección de Paloma Arroyo Vidarte (Talavera de la Reina) 160. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Barcas de Málaga Autor: Juan Ruiz de Luna Arroyo (1899 – 1980) Fecha: 197(3?) Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 28’5 x 40’5 cms Firmas: Ocultas Procedencia: Colección de Hijos de Antonio Ruiz de Luna Arroyo (Madrid) {248} V. EL LEGADO 161. Tipología: Mural en bajo relieve Asunto: Cacería africana Autor: Juanjo Ruiz de Luna Serrano (1934 – 1966) Fecha: h. 1960 Técnica: Esmaltes Medidas: 1’45 x 2’10 ms. Firmas: CERÁMICA RUIZ DE LUNA, TALAVERA Procedencia: Museo de Cerámica “Ruiz de Luna” (Talavera de la Reina), nº IG 19113 162. Tipología: Mural Asunto: Vuelo Autor: Amparo Ruiz de Luna Serrano Fecha: 2005 Técnica: Esmaltes superpuestos decorados con pigmentos Medidas: 61 x 54 cms Firmas: A. RUIZ DE LUNA. MÁLAGA Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) {249} {EL ARTE REDIVIVO} 163. Tipología: Escultura Asunto: Belén Autor: Amparo Ruiz de Luna Fecha: h. 2000 Técnica: Modelado, esmaltado y pintura sobre cubierta Medidas: 40 x 26 cms Ø Firmas: A. RUIZ DE LUNA. MÁLAGA Procedencia: Colección de Amparo Ruiz de Luna (Málaga) 164. Tipología: Placa Asunto: Bodegón Geométrico Autor: Carlos Ruiz de Luna (1962 - ) Fecha: 2006 Técnica: Arcilla esgrafiada, cuerda seca y esmaltes Medidas: 55 x 40 cms Firmas: C. RVIZ DE LVNA Procedencia: Colección de Carlos Ruiz de Luna (Málaga) Ref.: Desde el barro. Cerámicas de Carlos Ruiz de Luna (2006). {250} V. EL LEGADO 165. Tipología: Placa Asunto: Playa América (Pontevedra) Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: h. 1965/67 Técnica: Esmaltes y pintura Medidas: 28’5 x 40 cms Firmas: s/f. Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) 166. Tipología: Vaso Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: h. 1970 Técnica: Esmaltes y pintura Medidas: 33’5 x 24 cms Firmas: Anagrama de Rafael Ruiz de Luna Arroyo Procedencia: Colección de Mª Loli Ruiz de Luna Rada (Madrid) {251} {EL ARTE REDIVIVO} 167. Tipología: Vaso Autor: Rafael Ruiz de Luna Arroyo (1910 – 1991) Fecha: h. 1970 Técnica: Esmaltes craquelados y pintura Medidas: 28 x 13 cms Firmas: Anagrama de Rafael Ruiz de Luna Arroyo Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) 168. Tipología: Panel Asunto: Bosque Autor: Rafael Ruiz de Luna Rada Fecha: h. 1990 Técnica: Esmaltes Medidas: 40’5 x 30’5 cms Firmas: R. Ruiz de Luna R. Procedencia: Colección de Rafael Ruiz de Luna Rada (Madrid) {252} V. EL LEGADO 170. Tipología: Ánfora y pie Asunto: Motivos “Renacimiento Ruiz de Luna” Autor: Mónica García del Pino Benéitez (Alfar San Ginés) Fecha: 2008 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 58 x 32 cms (ánfora) y 65 x 30 cms (pie) Firmas: Alfar San Ginés Procedencia: Colección de Mónica García del Pino (Alfar San Ginés, Talavera de la Reina) 169. Tipología: Placa Asunto: Prado de flores Autor: Mª Loli Ruiz de Luna Rada Fecha: h. 1995 Técnica: Esmaltes Medidas: 40 x 40 cms Firmas: M. L. RUIZ DE LUNA Procedencia: Colección de Mª Loli Ruiz de Luna Rada (Madrid) {253} {EL ARTE REDIVIVO} 171. Tipología: Panel de azulejos Asunto: Escudo de España con marco de ferroneries Autor: Alfredo Ruiz de Luna González (1949 - ) Fecha: h. 1998 Técnica: Pintura sobre cubierta Medidas: 110 x 110 cms Firmas: ALFREDO RUIZ DE LUNA Procedencia: Colección de Alfredo Ruiz de Luna (Madrid) 172. Tipología: Escultura Asunto: Salamanquesa Autor: Juan Antonio Ruiz de Luna Horcajuelo (1976 - ) Fecha: 2008 Técnica: Terracota y mosaico Medidas: 2 x 1’5 ms Firmas: Juan Ruiz de Luna H. Procedencia: Colección de Juan Antonio Ruiz de Luna Horcajuelo (Ibiza) {254} Desde el corazón Desde el corazón, unas palabras en homenaje a mi abuelo, padre y tíos. El primero por su valor y empeño, a pesar de las dificultades, en resurgir, hace ya 100 años, el bello arte de la cerámica de esta ciudad, después de haber sido destruidos los talleres existentes en Talavera, a causa de la Guerra de la Independencia. Gracias a su constancia y clarividencia, hizo sin saberlo, que el nombre de la “ciudad de la cerámica”, honrara a esta Talavera actual y a la que él, si ser talaverano de nacimiento, tanto amó. En cuanto a mi padre, Juan Ruiz de Luna Arroyo, gran pintor, que dejó los lienzos en aras de la cerámica y tanta belleza creó, realizando bocetos que luego fueron plasmados en los esmaltes. Sus hermanos, mis tíos y él supieron continuar veinte años con el legado de su padre y mantuvieron el apellido Ruiz de Luna, ligado a esta bella faceta del arte, la cerámica. Luego ampliarían sus cualidades en otras ciudades de España, aunque quisieron que el Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”, permaneciera en esta tierra que el abuelo deseó, al igual que ellos mismos. Ahora, los que ya estamos en la tercera generación y los que nos siguen en la cuarta, continuamos una labor dura, difícil, pero con el gran estímulo de conseguir logros en ella y la referencia y el apoyo constante de los que nos antecedieron. Dios quiera que llegue una quinta generación de ceramistas, en cualquier lugar de este país, manteniendo nuestro apellido junto al horno y sus maravillas. No obstante, nuestras raíces, que el abuelo quiso crear aquí, permanecerán por siempre. Amparo Ruiz de Luna Serrano