Un impulso vital, profundo.
Transcripción
Un impulso vital, profundo.
EXPOSICIÓN LA DANZA | HILARIO BRAVO | LAS PAREDES DEL GRAN CAFÉ Un impulso vital, profundo. Han sido varias las ocasiones en las que he tenido la oportunidad de observar esta colección de cerca, y siempre he tenido la misma sensación abrumadora, como cuando un puñado de tierra se escapa inevitablemente de entre los dedos, una de esas ocasiones en las que descubres tantos 'hilos' de los que tirar, que permanentemente convives con la impresión de que más de uno se librará del 'tirón'. Por ello, es preferible comenzar por el principio, la temática, el leitmotiv de esta exposición, que a la vez le da título, sin artificios, algo que un artista puede permitirse cuando consigue que su obra hable por sí misma. La danza, en relación con el arte, se convierte en una fuente inagotable, donde artistas de todas las épocas han querido reflejar su forma de entenderla; pero en esta ocasión parece como si Hilario hubiera conseguido destilar su esencia. Al primer vistazo de cualquiera de las obras de la muestra, no se puede evitar recibir, casi involuntariamente la imagen de la mítica pintura de Matisse, homónima a esta exposición; pero en realidad, la referencia deberíamos buscarla mucho más atrás, en el mismo lugar donde Matisse encontró su inspiración, las cerámicas de la Antigua Grecia. En estas cerámicas, se representaban escenas tradicionales y rituales mitológicos, donde las líneas trazaban el perfil de las figuras, de forma muy marcada; un trazo que se actualiza en manos de Hilario, quien no duda en aplicar un intencionado 'non finito' como recurso expresivo, lo que le permite añadir su propio ritmo a la composición. La danza es un ritmo mudo, es la música visible. Téophile Gautier Pero esta semejanza a las representaciones de la Antigua Grecia, que en un principio puede resultar tan solo un recurso estético, encierra una sentimiento que habita en el origen de la danza y que el artista toma prestado para sus dibujos; el éxtasis, el inconsciente al ritmo de la música. El éxtasis que experimentaban las Bacantes griegas -mujeres adoradoras del dios Baco- al ejecutar sus danzas rituales, es el que Hilario interioriza para traspasarlo a la plástica, empleando el proceso rítmico del baile, hasta alcanzar la catarsis final, que igualmente experimentamos nosotros al observar cada una de estas obras. La danza es la metamorfosis en acción. Paul Valéry Y para llevar a cabo la transferencia del ritmo a la plástica, el artista no duda en experimentar con la fusión de varias disciplinas, empleando para ello dibujo, collage y de/collage, lo que no le impide conformar un 'todo' sin fisuras, en cada pieza. En este proceso creativo, no podemos eludir como Hilario Bravo da un paso más allá del mero hecho de cortar y pegar, dotando al collage de una fuerte carga expresiva, casi 'expresionista', lo que prácticamente le obliga a incorporar el de/collage, como recurso que complete el proceso y le permita desahogar esa pasión tan característica en su obra. De esta manera el artista logra superar antiguas concepciones, tanto del collage de Picasso como del De/collage de Vostell, dotándolos de una capacidad gestual casi pictórica, para emplearlos en dos niveles diferenciados, pero convivientes: por un lado el éxtasis catártico del proceso creativo, y por otro, el resultado plástico que refleja este proceso. Por tanto, podemos concluir que Hilario ha conseguido idear la formula perfecta para representar la esencia de la Danza, tal y como la definió Isadora Duncan, creadora de la Danza Moderna: Un impulso vital profundo. Julio Vázquez