Morfología 1 - Cátedra García Cano
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Morfología 1 - Cátedra García Cano
Morfología 1 Programa 2010 cátedra garcía cano Morfología 1. cátedra garcía cano. curso 2010 Introducción. 1. temas de estudio. Por temas entendemos a las categorías conceptuales (que se traducen en preguntas determinadas) que nos formularemos con mayor insistencia en las clases teóricas, los trabajos prácticos, los textos y las conversaciones alrededor de ellos. Esas preguntas son estructurantes del taller y determinan una mirada específica hacia la morfología. El objetivo del taller en todos sus niveles es estudiar la forma en arquitectura, particularmente entendiendo que los problemas formales se ocupan de comprender el material que constituye a la arquitectura y los procedimientos con que está realizada. ¿de qué está hecho? ¿cómo está hecho? Morfología 1 es, dentro del contexto de la carrera, parte de una tríada de asignaturas dentro del departamento de Morfología. La primera de estas materias es Sistemas de Representación Geométrica, en donde se generan las bases para el estudio de la forma de la arquitectura. Allí se trabaja inicialmente con la observación descriptiva, desarrollando las capacidades para mensurar y representar el objeto arquitectónico como conjunto de cualidades formales definibles desde lo geométrico, lo material y lo visual/perceptivo. Luego, en Morfología 1, se introducen otros problemas más complejos que contribuyen a la determinación de las cualidades formales del objeto. Para ello, la materia se introduce metodológicamente en el campo del análisis. La obra de arquitectura se convierte así en una fuente de estudio que nos permite investigar temas específicos de la disciplina del proyecto arquitectónico. De este modo el estudio analítico no es sólo un medio para la comprensión de aspectos teóricos, sino también y, especialmente, de aquellos que contemplan la generación de herramientas proyectuales. Los temas de estudio, son todos aquellos involucrados con la organización del material que constituye una obra y los procedimientos de creación de dicha organización. Tradicionalmente, algunos de estos aspectos formaban parte del campo de la composición: las relaciones entre las partes y la totalidad, las relaciones dimensionales (proporción), las cualidades figurativas o las distintas clases de simetría. Otras nociones como las configuraciones espaciales, las estructuras tipológicas, la definición material de una obra o, los procedimientos técnicos y conceptuales con los que está realizada, forman parte de un cuerpo de temas que comienzan a estudiarse en el siglo XX tanto en ámbitos de la teoría como del proyecto y que, poco a poco, empiezan a incorporarse – especialmente en nuestra cátedra- al campo de los problemas formales. Así es como consideramos que la combinación de todos aquellos recursos y, en particular, la percepción de sus interrelaciones son de prioridad máxima en esta asignatura para iniciar el estudio crítico de la forma arquitectónica. Los paradigmas geométricos que fueron por largo tiempo el centro de interés de la morfología ya no son suficientes, el material que constituye la arquitectura es más complejo y diverso. En este sentido, la teoría de la arquitectura ha reconocido históricamente otra clase de materiales: por ejemplo, en la tradición clásica -que es presentada usualmente como su origen- existía un determinado conjunto de elementos y procedimientos tan precisos que aún hoy las partes de la “Si para la botánica o la lingüística la morfología es “el estudio de las diversas formas de que es susceptible la materia, natural o artificialmente”, la arquitectura nos demanda problematizar un componente de ese enunciado: de qué materia hablamos. Mientras en las ciencias biológicas o las del lenguaje (e inclusive en la historia del arte) los objetos de análisis están completos y disponibles, y la tarea es fundamentalmente taxonómica, para nuestro trabajo como arquitectos la morfología resulta involucrada en la constitución de los materiales, ya que evidentemente- éstos carecen de evidencia: no hemos podido encontrar consistencia suficiente en un paradigma material convencional de la arquitectura como para suspender el interés por otro (ni en la geometría clásica fijando su atención sobre los volúmenes y los planos, ni en la topología atendiendo a las continuidades de superficie, ni en la tipología describiendo modelos más o menos generales de agrupación de habitaciones y piezas constructivas, ni en la tectónica describiendo las relaciones de soporte y sus mecanismos de descarga, ni en la historia recurriendo a categorías cada vez más aisladas y localizadas, ni en el programming reconociendo partes y vinculaciones al asignar funciones nominales, ni en la tecnología proveyendo materiales que van de la más absoluta desagregación hasta la más completa predeterminación)” < cuaderno 4. Introducción “Tal vez el uso más familiar de la palabra composición se da en el contexto de la música, donde en el siglo XIX, la palabra debe de haber tenido connotaciones progresivas más que retrógradas… Composición vino a significar un procedimiento creativo en el que creaba “de la nada” y organizaba su material de acuerdo con las leyes generadas dentro de la propia obra… La principal diferencia entre la composición moderna y la clásica es que, en la primera, existe un alto grado de libertad en las relaciones entre las partes… Es la medida en que estos tipos de diseño están libres de reglas fijas de combinación y son activos y dinámicos en su libre juego de formas que los diferencia de la composición académica, y no la presencia o ausencia de composición como tal… Pero la palabra composición no parece haber sido de uso general en la Ecole de Beaux Arts hasta mediados del siglo XIX. Antes de esto, era más común la palabra disposición… Composición, en el uso académico parece presuponer un cuerpo de reglas que son aestilísticas… <Colquhoun, Alan. “Composición vs. proyecto”. En “Modernidad y tradición clásica”. Serie Arte & Arquitectura. Júcar Universidad. 1991. “…Alberti, Palladio, Blondel… Para ellos el proceso del diseño era un proceso en el sentido que le había dado Vitrubio, un proceso que incluía “invención”, “compartición”, “distribución”, “ordenamiento”; mientras que, por su parte, lo que la segunda mitad del siglo XVIII entendió por “artes de la composición” es lo que los críticos anteriores acostumbraban a describir –con un sentido tal vez distinto- como “artes del diseño”. <Rowe, Colin. “Carácter y composición, o algunas vicisitudes del vocabulario arquitectónico del siglo XIX” escrito en 1953 y publicado en Oppositions 2, 1974. Recopilado en “Manierismo y arquitectura moderna y otros ensayos”. Editorial GG. Barcelona, 1999. 2 Morfología 1. cátedra garcía cano. curso 2010 arquitectura pueden ser reconocidas y denominadas en relación a ese canon (por ejemplo, columnas-pórticos-locales-edificios). Sin embargo, ese conjunto de componentes en parte abstractos y en parte figurativos, reconocibles y sucesivamente articulados corresponde a un modo de concebir y producir arquitectura, que ha sido sostenidamente conservado, rechazado, modificado, distorsionado o simplemente ignorado por motivos teóricos y prácticos. Ante la necesidad de plantear nuevos modelos -dada la insuficiencia de los anteriores- es que pueden reconocerse formulaciones de cánones alternativos (supongamos algunos de los más difundidos en la actualidad: espacio y envolvente, descomponiendo a la vez esa envolvente en planos segmentados o yuxtapuestos, o en láminas muy continuas, hechas de superficies facetadas, alabeadas, etc.) o, más extendidamente, trabajos proyectuales de los que sólo a partir de una revisión pormenorizada puede determinarse qué clases de materiales pueden reconocerse y cuáles formas de relación se establecen entre ellos. Entendemos que, en este contexto, es necesario formar junto a los estudiantes una capacidad analítica-crítica respecto del estado de los materiales del proyecto capaz de introducir una visión específica, personal, que los asista para fundar sus propias condiciones de trabajo como arquitectos, ya que, los soportes teóricos que justifican las decisiones proyectuales son susceptibles de ser reformulados constantemente. En este camino, entendiendo que el campo de estudio de la forma en la arquitectura es tan extenso, es que año a año, curso a curso, intentamos tematizar lo que estudiamos, para establecer un marco más acotado que nos permita producir una reflexión concentrada y específica. 2. forma de estudio. Por forma de estudio entendemos a la manera en que se organizan los procedimientos de análisis que realizarán los estudiantes a partir de las consignas para realizar los trabajos. Proponemos entender el curso como una investigación o, dicho de otra forma, un análisis. El tema: la forma en la arquitectura; la hipótesis de trabajo: “que los problemas formales se ocupan de comprender el material que constituye a la arquitectura y los procedimientos con que está realizada”; Las preguntas: ¿de qué está hecho? y ¿cómo está hecho?; La argumentación: el trabajo; los instrumentos: la lectura, el dibujo, la fotografía, el recorte, el reencuadre y la producción de objetos. El trabajo práctico tiene forma analítica: tomando al objeto de estudio, aísla algunos datos concretos y los interpreta en un marco específico. Esto supone proceder a obtener información a partir de un material donde se encuentran amalgamados datos muy diversos. Los temas y los procedimientos de estudio tienen entre sí una relación determinada (una de las tareas a definir en el trabajo es ajustar los mejores instrumentos para conocer un tema), y esto supone un empleo de las técnicas de representación guiado por razones conceptuales específicas. A la vez, esas formas de análisis pueden ajustarse según las características del objeto de estudio. “… La teoría del reflector”, propugnada por Popper, sustituye la noción de percepción por la de observación entendida como una acción selectiva de la mente (“una observación es una percepción planificada y preparada”). Toda observación presupone, pues, la existencia de una hipótesis que guía nuestra actividad mental y confiere significado a nuestras observaciones. Son las hipótesis las que nos permiten saber hacia dónde debemos dirigir nuestra atención y en qué tipo de observación debemos interesarnos.” <Martí Arís, Carlos. “Las variaciones de la identidad” Ediciones del Serbal. Barcelona, 1993. “La palabra gestalt, nombre común que en alemán quiere decir “forma”, se viene aplicando desde los comienzos de este siglo a un cuerpo de principios científicos que en lo esencial se dedujeron de experimentos cobre la percepción sensorial… Lejos de ser un registro mecánico de elementos sensoriales, la visión resultó ser una aprehensión de la realidad auténticamente creadora… todo percibir es también pensar, todo razonamiento es también intuición, toda observación es también invención. (…) Los estudios de la gestalt (…) hicieron ver que casi siempre las situaciones con que nos encontramos poseen características propias, que exigen que las percibamos debidamente. Quedó patente que mirar el mundo requiere un juego recíproco entre las propiedades aportadas por el objeto y la naturaleza del sujeto observador. (…) Finalmente, había una saludable lección en el descubrimiento de que la visión no es un registro mecánico de elementos, sino la aprehensión de esquemas estructurales significativos…” <Arnheim, Rudolf. “Arte y percepción visual. Psicología del ojo creador”. Alianza Forma. 1979. 1ª ed. Universidad de California, 1954. > Material: Producto concreto: aquello con lo que la arquitectura se construye industrial o artesanalmente, conformado por diversos procesos de trabajo organizado. Configuración abstracta: aquello con lo que la arquitectura puede ser imaginada como proyecto, conformado por el trabajo intelectual. Estos estados del material serán considerados como determinados entre sí, no sólo en términos figurativos (a partir de la relación entre la forma de un producto tecnológico desagregado o preconformado en su origen y el modo en el que se configura en un determinado caso), sino también según los procedimientos que los ponen en relación (cómo se ajusta cada material a su combinación con otros). < Roberto Lombardi “… si la arquitectura (precisamente en cuanto a hecho sintético, etc.) puede ser vista bajo puntos de vista distintos, y en tal sentido estudiada, la cuestión de hacer arquitectura está centrada en la materia misma de la arquitectura, en sus propias técnicas, en sus principios. En este sentido, el proceso de proyecto, por cuanto puede ser descrito y transmitido … está todo él comprendido entre los límites de la experiencia de la arquitectura; esto es, ligado al análisis formal de la arquitectura”. “No se puede, pues, hablar de proyecto sin hablar de las técnicas con que éste se inicia, incluída aquí la capacidad de expresar y describir las opciones formales y su sucesión lógica, no se puede hablar de proyecto sin hablar de análisis (en cuanto está dirigido al conocimiento de la materia misma del proyecto). No se puede hablar de análisis sin hablar de sus técnicas.” <Grassi, Giorgio. “La relación análisisproyecto”, en “ La arquitectura como oficio y otros escritos”. Editorial GG. Barcelona, 1980. 3 Morfología 1. cátedra garcía cano. curso 2010 En este sentido el trabajo tiende a asentarse sobre una forma de análisis extensiva y concentrada, ajustando sostenidamente la relación entre el objeto de estudio, los temas de estudio y la forma que adopta el trabajo para comprenderlos. Esas formas analíticas tienden a producir un pasaje desde un material (la documentación disponible del objeto de estudio) a otro (un registro de determinadas cualidades formales), donde el modo de abstraer la información (seleccionar, comprender, reconfigurar en otro medio) deviene una forma de conocimiento concreta. Las formas de representación, entonces, no cumplen un rol mimético: no reproducen el objeto de estudio, sino que lo traducen a otro medio bajo una óptica determinada. Esa transformación supone en nuestro caso un primer pasaje proyectual, una autoría -en el sentido de la formalización de una mirada singular sobre un fenómeno general u objetivo-. Sin embargo, la condición analítica del trabajo nos demandará atender a que esa transposición se funde en pasajes determinados: el modo en que se produce un material será la forma de volver reflexivo el estudio de un tema. Así, la dimensión proyectual del trabajo estará enmarcada en desarrollar formas de estudio tematizadas sobre un objeto de conocimiento concreto: el trabajo será una respuesta a las preguntas que formula el taller, mediante procedimientos donde las formas de hacer sean a la vez determinadas por la curiosidad y la experiencia de cada estudiante. Será fundamental que las categorías de estudio, previamente disponibles para analizar un objeto, ahora se correspondan con los procedimientos de construcción del trabajo: clase de material, disposición, formas de continuidad, serán ahora problemas del propio trabajo, y el pasaje entre describir un objeto y construir un trabajo será un ensayo relevante de la instrumentación de los conocimientos desarrollados por los estudiantes en el taller. El trabajo analítico supone separar y -de algún mododispersar información, permitiendo desmontar una unidad cerrada, conduciéndola hacia una comprensión específica de sus materiales y sus relaciones internas. Sin embargo el trabajo solamente adoptará la forma de una visión de los temas de estudio si consigue sintetizar esa información bajo una nueva forma. En este sentido, el trabajo no consiste en reunir apuntes sobre un tema, sino en producirlos y reorganizarlos, guiándose con las categorías conceptuales que hayan podido localizarse y enunciarse, formalizando un entendimiento específico de los problemas que ha planteado el curso. “Nosotros miramos la forma con ojos analíticos, reconocemos la seguridad de las elecciones, pero nuestra atención es atraída más bien por la coordinación que regula tales elecciones: es decir, por el orden que preside la disposición de las partes y de los elementos. Y la forma como tal nos interesa sólo porque es el resultado de ello.”… “Así nosotros aprendemos de los ejemplos”… “Los ejemplos, ya se ha dicho, nos enseñan el cómo del proyecto: las modalidades, los movimientos, incluso los artificios: el elemento técnico del proyecto. Y cuando nos disponemos a hacer un proyecto, lo hacemos del mismo modo, sólo que nuestro cómo nos lo construimos haciendo. Esto quiere decir que, a pesar de todo, a pesar de las expectativas y de las promesas, nosotros aprendemos realmente sólo haciendo: y en el trabajo, el cómo de los ejemplos se convierte nada más que en un indicio, en un estímulo. <Grassi, Giorgio. “Cuestiones de proyecto” en: “Arquitectura lengua muerta y otros escritos”. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2003. “.... para no hablar de arquitectura y para no decir qué es lo que pertenece y lo que no pertenece al campo de la arquitectura, qué es lo que pertenece a una actividad proyectual y qué es lo que no, es un territorio bastante vago y bastante incierto. Uno podría decir que todo esto pertenece al campo proyectual, según está entendido desde el siglo XVIII. Pero a la vez uno podría decir que hay un montón de objetos que no son objetos de arquitectura. Este es un problema bastante focal, cosas cruzan al terreno de la arquitectura, siempre hay cosas que cruzan, nunca hay cosas que se van, uno podría decir ¿hay cosas que dejan de ser arquitectura?. Todo el mundo dice las cosas que entran al campo de la arquitectura. Hace 40 años los diques del Puerto Madero no eran arquitectura. A nadie se le hubiera ocurrido incluirlos dentro de una lista canónica de objetos arquitectónicos. Hoy por hoy este cruce hacia el terreno de la arquitectura está totalmente convalidado, todo el mundo está haciendo una carrera para tratar de incluir objetos. En el siglo XIX, si no había columnas y cúpulas, esto tampoco entraba en el campo de la arquitectura (de hecho no entraba, entraron 50 años después)... ... uno tendría que pensar en esto de lo condicional y lo constitutivo, las cosas que uno se imagina como constitutivas: como “San Pedro es constitutivo de la arquitectura, pero los puentes ferroviarios no”. Son condicionales, han entrado en un momento, y han entrado merced a algún tipo de traducción. Cuando uno los ve piensa en la arquitectura de Mies, un tipo asegurando un perfil, y dice: ah, bueno. En un momento está esa célebre pregunta de Mies que tiene que ver con esto de los condicionales: ¿es todavía técnica o es ya arquitectura? Es pensar que hay algo más allá de otra cosa.” < teórica M. Corbalán 4 Morfología 1. cátedra garcía cano. curso 2010 Programa m1 2010. la forma en la arquitectura – espacio y límite / expresión y construcción Este año, nos proponemos estudiar la relación entre dos pares de categorías centrales en el estudio de la forma arquitectónica: espacio y límite – expresión y construcción. La arquitectura tiene entre sus tareas principales el crear espacios cerrados y para ello necesita limitar, es decir, crear los límites del espacio. Uno podría pensar, entoces, en dos momentos que se complementan y condicionan mutuamente y que precisamente por ello se sitúan en una determinada oposición recíproca. A pesar de lo familiarizados que estamos con el concepto de espacio, en detrimento del concepto de límite, la historia de la arquitectura nos demuestra que el espacio como material de proyecto es una construcción moderna. Hasta el siglo XIX el espacio era la resultante de las operaciones sobre el límite. El límite era lo material, físico y aprehensible mientras que el espacio “lleno de aire atmosférico” era la negación de lo material. Incluso antes del término espacio aparecen otros conceptos como el de volumen o profundidad. Progresivamente el espacio se piensa como un sólido geométrico mientras que el límite deja de ser una superficie entre el exterior y el interior para convertirse en una entidad compleja que incluso puede contener espacios. En el Movimiento Moderno esta relación espacio-límite se pone en crisis. El espacio ya no es la consecuencia de la acción de limitar sino que se constituye en uno de los materiales de proyecto centrales, repensando las relaciones adentro/afuera, arriba/abajo, contínuo/discontínuo, mientras que el límite y sus cualidades materiales es sometido a profundas investigaciones que involucran tanto las técnicas y procedimientos conocidos como nuevos materiales y tecnologías. En este curso queremos revisar esta conflictiva relación espacio y límite, cruzándola con el problema de la expresión, o planteándolo más específicamente, la relación entre expresión/apariencia y construcción/configuración. Toda obra plantea un determinado tratamiento de sus límites. En términos generales, podríamos decir que el límite del espacio interior no coincide exactamente con el límite del volumen exterior. Las exigencias climáticas y constructivas no son las mismas para la intemperie que para los ambientes reparados. Por otra parte las obras no suelen ser completamente transparentes. Desde afuera no expresan miméticamente lo que hay por dentro, y desde adentro no se reconstruye la totalidad el contorno del afuera, ni se manifiesta su imagen. Lo que sin duda ocurre es que estas relaciones se encuentran determinadas en cada proyecto y será uno de los objetivos de este curso analizar distintas formas de pensar este problema a través de una serie de casos que hemos elegido. 5 morfología 1. cátedra garcía cano. curso 2009. Casos de estudio. 01. F. L. Wright. Templo Unitario, Oak Park, Illinois, EEUU. 1908. 02. C. E. J. Le Corbusier Capilla de NotreDame-du-Haut, Ronchamp, Francia. 1950/55. 03. S. Lewerentz. Iglesia de San Marcos, Björkhagen, Estocolmo, Suecia. 1956/60. 04. A. Aalto. Iglesia de las Tres Cruces, Imatra, Finlandia. 1958. 05. J. Utzon. Iglesia Bagsvaerd, Copenhague, Dinamarca. 1976. información en www.catedragarciacano.com.ar Lecturas para el ejercicio 1: < Robert Venturi. “Capítulo 9. El interior y el exterior. En “Complejidad y contradicción en la arquitectura” < Ignasi de Solá-Morales. “La Arquitectura como representación” en Summarios nº 114, Ediciones Summa. BuenosAires, 1987 m1 garcia cano 2010 Bibliografía m1 - 2010. > Argan, Giulio Carlo. Lección IV “El problema de la fachada y las soluciones de Alberti, Vignola y Giacomo della Porta”, Lección V “Las fachadas de Pietro da Cortona”, En Argan, Giulio Carlo, El concepto de espacio arquitectónico desde el Barroco a nuestros días, curso dictado en el Instituto Interuniversitario de Historia de la Arquitectura de Tucumán en 1961, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1966. > Armesto, Antonio. “¿Tiene la oveja vocación de convertirse en echarpe? La arquitectura como utensillo y la artesanía como metáfora del proyecto”. En Roqueta Matías, Santiago; Cós i Riera, Pilar; Huerta, Francisco, Arquitectura, art i artesanía, Ediciones UPC, Barcelona, 2002 > Bourriaud, Nicolas. Fragmentos de “Introducción”, Cap. 1 “El uso de los objetos” y Cap. 2 “El uso de las formas”. En Bourriaud, Nicolas, Postproducción. La cultura como escenario: modos en que el arte reprograma el mundo Contemporáneo, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2007. > Gregotti, Vittorio. “De la Técnica”. En Gregotti, Vittorio, Desde el interior de la arquitectura. Un ensayo de interpretación, Ediciones Península/Ideas, Barcelona, 1993 (1991) y Cuaderno de lecturas nº4, Editado por la Cátedra García Cano, FADU, UBA, 2000. > Lombardi, Roberto. “Delimitación”. En Cuaderno de lecturas nº4, Editado por la Cátedra García Cano, FADU, UBA, 2000. > Lombardi, Roberto. “La Mirada Artificial. Fotos de Blossfeldt” En Cuaderno de lecturas nº4, Editado por la Cátedra García Cano, FADU, UBA, 2000. > Lombardi, Roberto. “The Shift”. Clase teórica dictada en el marco del taller de Morfología 2 en el año 1999. En Cuaderno de lecturas nº2, Editado por la Cátedra García Berdiñas, FADU, UBA, 1999. > Smithson, Peter. “El Rocket”. Fragmento del artículo publicado en Architectural Design nº35, julio 1965. Traducido por Mauricio Corbalán. En Cuaderno de lecturas nº4, Editado por la Cátedra García Cano, FADU, UBA, 2000. > Solá-Morales, Ignasi. “La arquitectura como representación”. En Sumarios nº 114, Ediciones Summa, Buenos Aires, 1987 > Venturi, Robert. Cap. 3 “La ambigüedad”, Cap. 4 “Niveles contradictorios: el fenómeno ‘lo uno y lo otro’ en arquitectura”, Cap. 9 “El interior y el exterior”. En Venturi, Robert, Complejidad y contradicción en la arquitectura, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1974. 7