sociedad chilena de neumologia pediatrica neumologia
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sociedad chilena de neumologia pediatrica neumologia
p ISSN 0718-3321 (versión impresa) ISSN 0718-333X (versión en línea) on 2010 Volumen 5 Número 1 Páginas 1-56 i b le e n Dis CS LILA SOCIEDAD CHILENA DE NEUMOLOGIA PEDIATRICA NEUMOLOGIA P E D I A T R I C A Organo Oficial de la Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica CONTENIDO MINI SIMPOSIO DE FIBROSIS QUÍSTICA Editorial Historia Genética 2010 Proteína CFTR Volumen 5 Diagnóstico Número 1 Rol de un centro multidisciplinario Nutrición Coordinación de un centro Páginas 1-56 Experiencia en Latinoamérica Calendario de actividades SOCHINEP Disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Revista NEUMOLOGIA PEDIATRICA La Revista NEUMOLOGIA PEDIATRICA de la Sociedad Chilena de Neumología Pediatría, órgano oficial de la Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica, publica artículos relevantes con la Salud Respiratoria Infantil y del Adolescente; dirigida principalmente a médicos generales, familiares, pediatras, subespecialistas en medicina respiratoria, kinesiólogos y enfermeras, con especial interés en aspectos clínicos, diagnósticos y terapéuticos. El Comité Editorial revisa cuidadosamente los trabajos enviados a nuestra sección y selecciona aquellos que brindan temas de revisión, controversia o actualidad científica. Nuestro propósito es difundir conceptos actuales y herramientas clínicas para una práctica médica adecuada con nuestros pequeños pacientes. Editor Responsable Dr. Luis Enrique Vega-Briceño Pediatra Broncopulmonar Hospital Padre Hurtado Departamento de Pediatría Pontificia Universidad Católica Santiago de Chile, Chile Cuerpo Editorial Dr. José A. Castro-Rodriguez Pediatra Broncopulmonar Profesor Auxiliar Pontificia Universidad Católica Santiago de Chile, Chile Dr. Viviana Lezana Pediatra Broncopulmonar Profesor Auxiliar Universidad de Valparaíso Hospital Auxiliar - Hospital Doctor Gustavo Fricke Valparaíso, Chile Dra. Ilse Contreras Pediatra Broncopulmonar Hospital Padre Hurtado Santiago de Chile, Chile Dr. Rodrigo Parra Radiólogo Infantil Profesor Auxiliar de Radiología Departamento de Radiología Pontificia Universidad Católica Santiago de Chile, Chile Dr. Luis Miguel Franchi Neumólogo Pediatra Pediatras Asociados Lima, Perú Dr. Oscar Fielbaum Pediatra Broncopulmonar Profesor Asistente de Pediatría Universidad de Chile Centro Resiratorio Pediátrico Clínica las Condes Santiago de Chile, Chile Dr. Cristián García Radiólogo Infantil Profesor Titular de Radiología Departamentos de Radiología y Pediatría Pontificia Universidad Católica Santiago de Chile, Chile Dr. Manuel Gutiérrez Neumólogo Pediatra Profesor Asociado de Pediatría Universidad Peruana Cayetano Heredia Lima, Perú Dr. Fernando Iñiguez Pediatra Broncopulmonar Hospital Base Puerto Montt Puerto Montt, Chile Editor Gráfico Fernando Suárez J. Laboratorio Boehringer Ingelheim Dr. Carlos Rodríguez Neumólogo Pediatra Bogotá, Colombia Dr. Iván Stand Neumólogo Pediatra Clínica de los Andes ISS Docente Universidad del Norte Barranquilla, Colombia Dr. Renato Stein Neumólogo Pediatra Departamento de Pediatría Pontifícia Universidad Católica de Río Grande Porto Alegre, Brasil Dr. Alejandro Teper Neumólogo Pediatra Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez Buenos Aires, Argentina Dr. Santiago Vidaurreta Neumólogo Pediatra Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez Buenos Aires, Argentina NEUMOLOGIA P E D I A T R I C A 2010 Volumen 5 Número 1 Páginas 1-56 CONTENIDO MINI SIMPOSIO: Fibrosis Quística en Latinoamérica Editorial ………. ..............................................................................................................................................................1 Historia de la fibrosis quística P. Astudillo………. ..........................................................................................................................................................2 Genética y fibrosis quística: Desde el gen CFTR a los factores modificadores G. Lay-Son, G Repetto………….. ..................................................................................................................................4 CFTR: Más que un canal de cloro L. Vega-Briceño………… .............................................................................................................................................10 Diagnóstico de fibrosis quística: Lo fácil, lo difícil, lo imposible A. Bush………… ..........................................................................................................................................................15 Nutrición en fibrosis quística C. Milla………….. ........................................................................................................................................................23 Prestación de Servicios de Salud en fibrosis quística: El rol de un centro de cuidado multidisciplinario H. Gutierrez………………… ......................................................................................................................................29 Coordinación de un centro de fibrosis quística L. Britton, H. Gutierrez….............................................................................................................................................34 Fibrosis quística en Argentina V. Rodriguez…………...................................................................................................................................................37 Fibrosis quística en Brasil F. A. de Abreu e Silva……………….............................................................................................................................39 Fibrosis quística en Chile P. Astudillo…………… .................................................................................................................................................42 Fibrosis quística en Colombia C. Vásquez, R. Aristizábal, W. Daza……….. ................................................................................................................44 Fibrosis quística en Ecuador M. Martinez……….. .....................................................................................................................................................51 Fibrosis quística en Perú I. Aguirre………. ..........................................................................................................................................................52 Fibrosis quística en Venezuela I. Chaustre…………….................................................................................................................................................53 Calendario científico…………........................................................................................................................................56 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl BIENVENIDA SOLANEP Estimados amigos, Estamos a 150 días de inicio del VIII Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica en la ciudad de Cartagena de Indias - Colombia; el cual se realizará del 18 al 21 de agosto del presente año. Este congreso se llevará a cabo conjuntamente con el XII Congreso Latinoamericano de Fibrosis Quística y el IX Congreso Colombiano de Neumología Pediátrica. Para cumplir con este gran objetivo hemos estado trabajando en la Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica (SOLANEP) y la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica, buscando que su estadía en Cartagena de Indias sea lo más agradable posible y que responda a todas sus expectativas académicas. Este evento que se realiza cada tres años, esperamos nos permita ponernos en contacto con antiguos colegas, informarnos de los últimos avances científicos, conocer los resultados de investigaciones e interiorizarnos de las realidades y problemáticas que favorecen o dificultan la atención de niños con enfermedades respiratorias en nuestro medio; es además, una excelente oportunidad para dar la bienvenida a una nueva generación de Neumólogos Pediatras y demás especialistas involucrados en la atención de la Fibrosis Quística y otras patologías pulmonares. El congreso contará con la presencia y apoyo de un número importante de invitados de primera línea, tanto de América Latina como a nivel mundial. El enfoque de presentación de los contenidos se desarrollará a través de • Presentación de estudios de investigación en la modalidad de Simposios • Sesiones de discusión de posters • Foros de discusión • Variados cursos de pre-congreso. Además de integración; intercambiar información, compartir experiencias, ampliar línea de investigación y fortalecer nuestro liderazgo científico en el área, los comités organizadores del congreso estarán dedicados a brindar el apoyo indispensable en todos los detalles previsibles para ofrecer a los asistentes todo lo necesario para un mejor aprovechamiento de las presentaciones científicas y una grata estancia de todos los participantes. La Revista Neumológica Pediátrica, constituida como órgano de divulgación de SOLANEP, será el órgano oficial de difusión de todas las actividades científicas presentadas en el congreso. El hotel Cartagena Hilton será la sede del congreso y brinda el espacio indispensable, la atención y las comodidades necesarias para que tanto los asistentes como los acompañantes disfruten de la belleza de los paisajes de nuestro mar Caribe, la calidez de sus habitantes, la entretención y distracción que les ofrece la Ciudad de Cartagena de Indias, patrimonio histórico de la humanidad. El plazo para la inscripción de los trabajos de investigación vence el 15 de Junio del presente año, los invitamos a visitar nuestra página web www.solanep.org donde se puede revisar el programa preliminar, conocer los conferencistas invitados, hacer la inscripción de trabajos de investigación, hacer la preinscripción-pago online al congreso, de igual forma les solicitamos actualicen sus datos de inscripción como Asociados de SOLANEP. Todo está dado para organizar nuestra agenda y encontrarnos en Cartagena del 18 al 21 de agosto del año 2010. Los esperamos sin falta!!! Fraternalmente, Dr. Iván Stand Niño Presidente de SOLANEP Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica (A.C.N.P) Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica (SOLANEP) Dr. José M Escamilla Presidente del Congreso Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica (A.C.N.P) Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica (SOLANEP) ® Budesonida 200 µg/300 dosis abcd 1 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl EDITORIAL La Fibrosis Quística (FQ) es la enfermedad recesiva genética más común en la población caucásica. Hasta hace poco tiempo, existía la creencia –errada– en los profesionales de la salud que esta entidad era rara en los países latinoamericanos; lo que lamentablemente condujo a una tardanza en su reconocimiento, diagnóstico y cuidado inadecuado. Gracias a la presión inicial y continua de familias de pacientes afectados por esta condición y también del interés y conocimientos de varios especialistas respiratorios pediátricos, el pronóstico de ésta enfermedad en nuestros países ha comenzado a mejorar. Sin embargo, al comparar la sobrevida promedio de los pacientes latinoamericanos y de aquellos de países desarrollados, se vuelve a hacer presente el gran abismo que nos separa. Aunque existen algunas excepciones en América Latina, en general la esperanza de vida promedio para pacientes con FQ aún se mantiene por debajo de los 20 años, la misma que se lograba hace más de 30 años en los Estados Unidos. La mayor parte de los pacientes son niños y su calidad de vida es mala. Existen varias razones para esto: recursos limitados, falta de sospecha clínica, falta de facilidades de laboratorio diagnóstico adecuado (test del sudor, estudio genético) y falta de entrenamiento y práctica adecuada del personal médico. A menudo los estudios microbiológicos no son confiables y hay poca disponibilidad de los medicamentos apropiados. Las infecciones y desnutrición son aún las causas mas frecuentes de muerte en estos niños. Las series de pacientes presentadas por los distintos autores en este número de la revista NEUMOLOGIA PEDIATRICA confirman estas afirmaciones. Finalmente, por su baja frecuencia, la FQ no aparece como una prioridad en las políticas de salud; sin embargo, al ser una enfermedad crónica y de lenta progresión, los costos de su cuidado son desproporcionadamente altos, lo que debería ser relevante a la hora de destinar recursos en salud. La disponibilidad e intercambio de información sobre el manejo más adecuado de ésta condición se ha visto enormemente favorecido por los avances en la tecnología de la información y por la frecuente interacción –a través de charlas y congresos– donde exponen expertos en FQ de centros de cuidado de clase mundial. Esto facilita el aprendizaje de los profesionales locales pero es insuficiente a la hora de mejorar resultados clínicos. Así entonces, para lograr el máximo potencial de sobrevida y calidad de vida de los pacientes, deben haber mejoras programáticas y propuestas concretas de manejo sistemático y centralizadas, como se ha demostrado con los centros de FQ de Estados Unidos, Canadá, Europa y la mayoría de los países desarrollados del mundo. Este salto al desarrollo debe ser llevado a cabo con la participación de los gobiernos locales, agencias internacionales y las asociaciones de familiares. Hay que recordar que estas asociaciones fueron catalizadores de instituciones tan exitosas como la Cystic Fibrosis Foundation (CFF). Asimismo se deben dar oportunidades de entrenamiento extenso de aquellos profesionales interesados en el manejo de FQ; entrenamiento tanto local como por estadías prolongadas en centros líderes en Norteamérica y Europa. Y para disponer de datos fidedignos que ayuden a la optimización y eficiencia de los siempre limitados recursos financieros, es necesario el desarrollo de registro nacionales (y multinacionales) de pacientes, similar al de la CFF. La comunidad de neumólogos pediátricos –y también adultos– debe acoger el desafío de mejorar los resultados clínicos de esta infortunada condición, ejerciendo vocalías efectivas a nivel nacional y frente a organizaciones internacionales, y finalmente liderar con el ejemplo: profundizando en el desarrollo de modelos de cuidado efectivo que ya existen. No es necesario reinventar la rueda. Nuestros pacientes y sus familias lo merecen. Atentamente, Dr. Héctor H. Gutierrez Division of Pulmonary Medicine Department of Pediatrics The University of Alabama at Birmingham, USA 2 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Historia de la fibrosis quística Dr. Pedro Astudillo Neumólogo Pediatra Clínica INDISA “Ay, de aquel niño que al ser besado en la frente sabe salado. Él está embrujado y pronto debe morir”. (Esta frase del folklore irlandés del siglo XV, atribuía el sabor salado del sudor a una brujería). En 1595, el famoso profesor de anatomía y botánica de Leiden, Holanda, Peter Pauw (1564-1617), realizó la autopsia de una niña de 11 años que estaba muy delgada debido a una fiebre héctica y tenía pericarditis. En el informe, el doctor anotó: "... se suponía que la niña estaba hechizada ... la niña estaba muy flaca ... el páncreas estaba abultado, cirroso y color blanco brillante...". En un libro de medicina editado en 1606, escrito por el profesor español Alonso, se puede leer el siguiente párrafo: "...una señora honorable dice que conoce a la gente embrujada, si al rascarles la frente, uno nota después un sabor salado en los dedos...". Otras antiguas historias, similares a las anteriores, donde el exceso de sal en la frente de los niños, era irremediablemente síntoma de hechizo, encantos, magia, posesión demoníaca, etc, se encontraron en otros tantos pueblos de Europa como por ejemplo: Rusia, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Italia, Suiza, Austria, etc. Es en 1905 cuando Karl Landsteiner describe la asociación entre meconio espeso en un recién nacido y fibrosis del páncreas, especulando que ambos fenómenos se producen debido a la deficiencia de una enzima(1). En 1912, Sir Archibald Garrod describió familias, algunos de cuyos niños tenían esteatorrea y morían por bronconeumonía, sugiriendo un posible modo recesivo de herencia(2). En 1936, el pediatra suizo Guido Fanconi fue el primero en usar el término fibrosis quística (FQ) para describir la combinación de insuficiencia pancreática y enfermedad pulmonar crónica en niños(3), pero su reporte se difundió poco por estar escrito en alemán. En 1938, Dorothy Andersen asoció íleo meconial con FQ, notando que las lesiones histológicas en el páncreas eran idénticas en ambas condiciones, y describe este trastorno separado de la enfermedad celíaca(4). El mismo año, Blackfan & May describen 35 niños con atrofia y fibrosis del páncreas debido a espesamiento de secreciones y dilatación de ductos y acinos(5). En 1943, Sydney Farber reconoce a la FQ como una enfermedad sistémica, y acuña el término “mucoviscidosis”(6). En 1945, Andersen & Hodges estudian 46 familias de sus pacientes y 56 familias más de la literatura y concluyen que la FQ se hereda en forma autosómica recesiva(7). En 1953: ISSN 0718-3321 Paul Di Sant'Agnese asigna valor diagnóstico a los electrolitos del sudor(8). En 1958 Shwachman y Kulczycki publican su clásica revisión de experiencia con 105 pacientes, el reporte más grande hasta esa fecha. Este paper incluyó una descripción de su score clínico, el que, con algunas actualizaciones, se sigue usando hasta hoy(9). En 1959, L. Gibson & R. Cooke describieron el método de iontoforesis con pilocarpina para estimulación y recolección del sudor, que sigue siendo el estándar hasta la fecha(10). La década de los 1950s se caracterizó por el desarrollo de centros dedicados al estudio y manejo de la FQ, en Europa y Norteamérica. En 1955 se crea la US National CF Research Foundation (posteriormente CF Foundation) y en 1959 la Fundación Canadiense de FQ, y en 1965 se forma en Paris la CF International Association. En los 60, aún la perspectiva para los niños afectados continuaba siendo terrible pues la mayoría moría durante la niñez, después de años de sufrimiento. Recién en 1976, Mitchell-Heggs reporta los primeros 45 pacientes mayores de 12 años, procedentes de 3 hospitales de Londres(11). Sólo en 1979 se pudo disponer de screening neonatal mediante la utilización de tripsina immunorreactiva (IRT)(12). En 1983 Paul Quinton, portador de FQ, publica que la impermeabilidad al cloro que él había demostrado en las glándulas de sudor, era la base para la elevación de los electrolitos en el sudor de los pacientes con FQ. Esto se consideró un paso decisivo en la comprensión del defecto básico(13). En 1989, el grupo de Lap-Chee Tsui identifica y clona el gen de la FQ, ubicado en el brazo largo del cromosoma 7, y a la proteína para la cual codifica, la denomina proteína de conductancia transmembrana de la FQ (CFTR, por su sigla en inglés), publicando los hallazgos en un memorable número de la revista Science(14-16). Desde entonces se han identificado más de 1.600 mutaciones, siendo la más frecuente la llamada DF508, tanto en Chile como en el resto del mundo. En ese momento, se pensó que rápidamente podría disponerse de terapia génica para la enfermedad, lo que hasta la fecha sigue siendo experimental. En los últimos 70 años, la FQ ha “mutado” de un trastorno genético poco conocido, usualmente fatal en lactantes y niños, a un complejo trastorno multisistémico, que afecta a muchos NEUMOLOGIA PEDIATRICA Historia de la fibrosis quística niños y adultos. La sobrevida, ha permitido el incremento de condiciones asociadas: osteoporosis, diabetes mellitus, enfermedad hepática, embarazo, infertilidad, entre otros. La demostración que el tratamiento precoz y agresivo mejora el pronóstico obliga a mejorar la precocidad del diagnóstico (tamizaje neonatal) y hacer los mayores esfuerzos en el desarrollo de avances, tanto en las terapias convencionales (farmacológico, nutricional, etc.), como en las más innovadoras (trasplante pulmonar, terapia génica). REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Landsteiner K. Zentrabl Allg Pathol 1905;16: 903-7. Garrod A. Q J Med 1912; 6: 242-58. Fanconi G. Wien Med Wschr 1936; 86: 753-56. Andersen D. Am J Dis Child 1938; 56: 344-99. Blackfan & May. Pediatrics 1938; 13: 627-624. Farber S. N Engl J Med 1943; 229: 653-82. Andersen D & Hodges R. Am J Dis Child 1946; 72: 62-80 DI SANT'AGNESE PA, DARLING RC, PERERA GA, SHEA E. Abnormal electrolyte composition of sweat in cystic fibrosis of the pancreas; clinical significance and relationship to the disease. Pediatrics. 1953; 12: 549-63. SHWACHMAN H, KULCZYCKI LL. Long-term study of one hundred five patients with cystic fibrosis; studies made over a five- to fourteen-year period. AMA J Dis Child 1958; 96: 6-15. GIBSON LE, COOKE RE. A test for concentration of electrolytes in sweat in cystic fibrosis of the pancreas utilizing pilocarpine by iontophoresis. Pediatrics 1959; 23: 545-9. Mitchell-Heggs P, Mearns M, Batten JC. Cystic fibrosis in adolescents and adults. Q J Med 1976; 45: 479-504. Crossley JR, Elliott RB, Smith PA. Dried-blood spot screening for cystic fibrosis in the newborn. Lancet 1979; 1: 472-4. Quinton PM. Chloride impermeability in cystic fibrosis. Nature 1983; 301: 421-2. Kerem B, Rommens JM, Buchanan JA, Markiewicz D, Cox TK, Chakravarti A, Buchwald M, Tsui LC. Identification of the cystic fibrosis gene: genetic analysis. Science 1989; 245: 1073-80. Riordan JR, Rommens JM, Kerem B, Alon N, Rozmahel R, Grzelczak Z, Zielenski J, Lok S, Plavsic N, Chou JL, et al. Identification of the cystic fibrosis gene: cloning and characterization of complementary DNA. Science 1989; 245: 1066-73. Rommens JM, Iannuzzi MC, Kerem B, Drumm ML, Melmer G, Dean M, Rozmahel R, Cole JL, Kennedy D, Hidaka N, et al. Identification of the cystic fibrosis gene: chromosome walking and jumping. Science 1989; 245: 1059-65. 3 4 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Genética y fibrosis quística: Desde el gen CFTR a los factores modificadores Dr. Guillermo Lay-Son, Dra. Gabriela Repetto Centro de Genética Humana. Facultad de Medicina, Clínica Alemana - Universidad del Desarrollo; Santiago, Chile. Resumen La Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad que produce compromiso multisistémico, crónico y en muchos casos, progresivo. Más de 20 años han transcurrido desde la identificación del gen CFTR, cuyas mutaciones producen la enfermedad. Desde entonces, han ocurrido importantes avances en la comprensión de la patogenia de la enfermedad, muchos de los cuales se han traducido en nuevas estrategias terapéuticas y mejorías en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, mucho nos queda aún por entender y por avanzar en tratamiento y resultados. Un aspecto relevante y aún no del todo dilucidado, es la observación de que existe una gran variabilidad clínica, tanto en la presentación inicial como en el curso clínico de los pacientes, pese a que la FQ es una enfermedad monogénica, con una etiología única. Diversas evidencias apuntan al rol de factores modificadores, tanto genéticos como ambientales, que pudieran contribuir a esta variabilidad. Esta revisión resume algunos de los resultados y conclusiones de estudios realizados en búsqueda de dichos modificadores, con énfasis en aquellos que pudieran tener un rol en el compromiso pulmonar en FQ. Palabras Claves: CFTR, fibrosis quística, genes modificadores, MBL, p.F508del, TGF‚ß1. INTRODUCCIÓN La fibrosis quística (FQ) es una de las enfermedades monogénicas más comunes y se manifiesta con compromiso de los tractos respiratorio, digestivo, reproductivo y las glándulas sudoríparas. La FQ se debe a mutaciones en el gen CFTR, que codifica para la proteína reguladora de la conductancia de transmembrana de la FQ. Han transcurrido más de 20 años desde el descubrimiento del gen(1). En estas dos décadas, hemos sido testigos de enormes avances en el conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, lo que se ha traducido en estrategias diagnósticas y terapéuticas que han mejorado la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes. La mediana de sobrevida para los pacientes en EEUU ha aumentado desde alrededor de 8 años en los años 70 a casi 37 años en el 2006, según datos de la Cystic Fibrosis Foundation (www.cff.org). En Chile, también hemos observado mejorías importantes, particularmente como consecuencia de la implementación del Programa Nacional de FQ del Ministerio de Salud. Por ejemplo, la mediana de sobrevida era de 12 años en los años 90 y ha incrementado a alrededor de 20 años en la actualidad(2). Pese a estos avances, es evidente que, incluso en las mejores condiciones disponibles de manejo, la enfermedad en la actualidad aún reduce las expectativas de vida en al menos un 50%, comparado con la población Correspondencia: Dra. Gabriela Repetto.Centro de Genética Humana Facultad de Medicina Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo Av. Las Condes 12438. Santiago, Chile 7710162 [email protected] ISSN 0718-3321 general. Continuar progresando es, sin duda, un desafío grande y permanente. La FQ se hereda de manera autosómica recesiva, es decir, un individuo debe tener mutaciones con pérdida de función en ambas copias de su gen CFTR para manifestar la enfermedad. Estos alelos o copias mutadas provienen de sus padres, que habitualmente son portadores sanos heterocigotos, es decir, poseen una copia normal de CFTR y una copia mutada. Los portadores sanos no son identificables por síntomas clínicos ni por elevaciones en el test de sudor. Se estima que 1 cada 25 personas de origen nor-europeo es un portador sano. En Chile, esta cifra es probablemente de alrededor de 1 cada 50 personas, o 2% de la población. Si ambos miembros de una pareja son portadores sanos, tienen un 25% o 1 en 4 probabilidades de tener un hijo con FQ. Esta cifra permanece igual para cada embarazo. El gen y la proteína CFTR: Estructura, función, mutaciones y sus efectos El gen CFTR está ubicado en el cromosoma 7 y tiene una extensión considerable, de aproximadamente 250 kilobases (kb), por lo tanto, ofrece un blanco mutacional grande. De hecho, se han descrito más de 1700 mutaciones causantes de la enfermedad, con frecuencias individuales variables (Cystic Fibrosis Mutation Database, CFTR1 en http://www.genet.sickkids.on.ca/cftr/StatisticsPage.html). Como es sabido, la mutación mundialmente más común es la deleción de fenilalanina en la posición 508 de la proteína NEUMOLOGIA PEDIATRICA Genética y fibrosis quística: Desde el gen CFTR a los factores modificadores o p.F508 del (o delta F508). Con respecto a la nomenclatura para las mutaciones, el prefijo p. denota que la descripción de la mutación se refiere a la secuencia de aminoácidos de la proteína. En cambio, la anotación de una mutación precedida de c., implica que la descripción se refiere a la secuencia del ADN codificante; por ejemplo, c.1521_1523delCTT describe, a nivel de ADN, la pérdida de 3 nucleótidos de la secuencia codificante de CFTR que dan origen a la pérdida del aminoácido fenilalanina en la secuencia de aminoácidos de la proteína. La descripción precedida de la letra g., se refiere al ADN genómico. Esta es la nueva nomenclatura estandarizada según las recomendaciones de la Human Genome Variation Society (www.hgvs.org). Un número variable de mutaciones adicionales a la p.F508del (entre 1 y 25-30, según la población estudiada) son relativamente comunes y se han encontrado con frecuencias variables en distintos grupos étnicos. Para la mayoría de estas mutaciones “comunes”, hay suficientes pacientes como para realizar análisis de sus consecuencias clínicas y su efecto patogénico sobre la función de la proteína se ha estudiado in vitro. Los efectos de las mutaciones comunes sobre la proteína en la célula se han clasificado en 5 grandes grupos(3): Clase 1, con ausencia de producción de la proteína (ejemplo, p.Gli542X o p.G542X) Clase 2, con defecto de procesamiento de la proteína (ejemplo, p.F508del) Clase 3, con defecto en la regulación del canal (ejemplo, p.Gli551Asp o p.G551D) Clase 4, con defecto en la conductancia (ejemplo, p. Arg117His o p.R117H) Clase 5, por alteración del splicing o “empalme” (ejemplo c. 621+1G>T). En las mutaciones clases 1 y 2, hay ausencia de la proteína en la membrana celular. En contraste, en las mutaciones clases 3 y 4 pueden resultar en la presencia de una proteína con cierta actividad residual, pero el defecto funcional suele ser más marcado en las mutaciones clase 3. Las mutaciones clase 5 tienen efecto variable, según el tipo de mutación. Las mutaciones clases 1, 2 y 3, se consideran “severas”, las clase 4, “leves” y las clase 5, como se señaló, tienen consecuencias variables. El resto de las mutaciones (más de 1600) han sido descritas en uno o muy pocos pacientes, lo que limita la posibilidad de correlacionarlas con las consecuencias clínicas. Para la mayoría de ellas, sus efectos deletéreos no han sido claramente demostrados in vitro. Así como se han descrito muchas mutaciones patogénicas, también hay centenas de polimorfismos o variantes normales. Con el uso cada vez más frecuente de screening preconcepcional o neonatal para diagnóstico presintomático, paneles diagnósticos que incluyen grandes números de mutaciones, mayor acceso a secuenciación directa y otros métodos de búsqueda de rearreglos genómicos (inserciones, deleciones, inversiones, etc), se ha hecho cada vez más imperativo el contar con información 5 que permita claramente distinguir entre variantes normales y mutaciones causantes de enfermedad. En este sentido, el consorcio internacional de análisis genético de FQ (Cystic Fibrosis Genetic Analysis Consortium) ha iniciado un estudio denominado Clinical and Functional TRanslation of CFTR o CFTR2, destinado a correlacionar todas las mutaciones con información completa, actualizada y revisada por expertos sobre los aspectos funcionales y las consecuencias clínicas de toda mutación listada en su base de datos (http://www.genet.sickkids.on.ca/cftr/app). Esto, sin duda, será de gran utilidad para los clínicos. La proteína CFTR tiene 1480 aminoácidos y ejerce funciones complejas; primariamente es un canal de cloruro activado por AMPc que se ubica en la membrana apical de las células epiteliales. Además, participa en el transporte de otros iones y en la regulación de otros canales iónicos, como el canal de sodio epitelial o ENaC. La ausencia o defecto funcional de la proteína produce efectos en la hidratación de conductos epiteliales, y también predispone a mayor adherencia bacteriana. Hay evidencia de que además puede producir alteraciones en la respuesta inmune. Las consecuencias fisiopatológicas de la disfunción del canal están analizadas con más detalle en una revisión de McAuley y Elborn, entre otras 3. Estos diversos roles han sido útiles para plantear la búsqueda de factores que modifiquen el efecto primario de las mutaciones en el gen CFTR y que pudieran influir en el fenotipo de la enfermedad. Factores modificadores Si bien existen manifestaciones clásicas y comunes entre los pacientes con FQ, la heterogeneidad clínica es muy amplia entre individuos(4) o incluso hermanos(5) que comparten el mismo genotipo. Hay pacientes diagnosticados antenatalmente por alteraciones que son aparentes en la vida intrauterina, otros individuos tienen manifestaciones típicas de compromiso crónico de los tractos respiratorios y digestivo y son diagnosticados en la edad pediátrica, y otros son identificados como adultos con presentaciones oligosintomáticas como sinusitis crónica, azoospermia o pancreatitis recurrente. Fuera de estas diferencias en presentación inicial, el curso de la enfermedad es muy variable entre cada grupo. Numerosos estudios, con estrategias diversas, han tratado de identificar causas que pudieran explicar la gran variabilidad clínica. Su individualización es relevante para comprender los factores involucrados en la patogénesis de la enfermedad, establecer criterios predictivos del pronóstico de la enfermedad, diseñar seguimiento y tratamientos personalizados y para identificar nuevos blancos terapéuticos potenciales. Los factores modificadores pueden clasificarse como ambientales (o no-genéticos), y genéticos. Estos últimos, a su vez, pueden dividirse entre variantes del mismo gen CFTR y variantes en otros genes. Muchos estudios han abordado la búsqueda de factores modificadores de diversos aspectos de la enfermedad. Entre algunos resultados , destacan la presencia de insuficiencia pancreática, en cuyo caso, las mutaciones en el gen CFTR tienen un alto valor predictivo, 6 ya que la presencia de al menos una mutación leve, clase 4 y algunas clase 5, se asocia a suficiencia pancreática(6,7); el íleo meconial y su asociación con variantes en el gen ADIPOR2(8); la diabetes mellitus con variantes en el gen TCF7L2, un gen previamente asociado a riesgo de diabetes en la población general(9); el desarrollo de cirrosis hepática y el alelo Z del gen SERPIN1A que codifica para la ·1 antitripsina(10). En las secciones siguientes, describiremos aquellos estudios relacionados con la identificación de factores de riesgo de daño pulmonar y su progresión, que constituyen la principal causa de mortalidad en FQ. Lay-Son G, et al. pacientes con FQ con y sin exposición pasiva al tabaco, una mejor función pulmonar entre los no expuestos, pero la diferencia no alcanzó significancia estadística. Estas aparentes contradicciones pueden deberse a diferencias en el diseño, a que el tamaño muestral no haya tenido suficiente poder para detectar efectos, al hecho de que ambos sean retrospectivos y deban depender del reporte parental o, como se describe más adelante, a que haya otros factores que puedan modular el efecto de la exposición al humo de cigarrillo. c) 1. FACTORES AMBIENTALES Varios estudios han evaluado el rol de elementos ambientales que pudieran explicar parte de la variabilidad en severidad y progresión de la enfermedad. Estos factores extragenéticos son relevantes de identificar, pues son susceptibles de ser modificados. a) Nivel socioeconómico El nivel socioeconómico es un predictor de la salud general de la población y es determinante en los resultados de muchas enfermedades. Esto también ha sido evaluado en pacientes con FQ. Schecter y colaboradores(11) demostraron, en un estudio de cohorte retrospectiva en EEUU, que los pacientes con FQ pertenecientes a Medicaid (programa estatal y federal de cobertura de salud para los individuos de bajos recursos) tenían mayor morbilidad, manifestada como un 10% menos de VEF1, el doble de frecuencia de desnutrición y más del triple de mortalidad que los pacientes con FQ que no estaban en Medicaid, es decir, que recibían su cobertura de salud a través de aseguradoras privadas. Ambos grupos de pacientes eran de composición étnica similar y tenían un número y frecuencia parecida de visitas médicas ambulatorias con especialistas, sugiriendo que, en esta población, las diferencias no serían atribuibles a factores raciales o de acceso a especialistas, sino posiblemente a los múltiples efectos de la pobreza en nutrición, exposición a polución, infecciones, stress, etc. En síntesis, el grupo de pacientes más pobres constituiría una población especialmente vulnerable y a la que debieran dedicarse esfuerzos terapéuticos adicionales. b) Exposición a tabaco Pese a toda la información disponible sobre el efecto adverso del tabaquismo y la exposición pasiva al tabaco sobre la función pulmonar, una proporción importante de pacientes con FQ permanecen expuestos al cigarrillo en sus hogares. Esto no ha sido cuantificado en Chile. Los resultados en relación a FQ y exposición pasiva al tabaco han dado resultados contradictorios: un estudio de Campbell et al(12) en pacientes homocigotos para la mutación p.F508del, mostró niveles significativamente menores de VEF1 y CVF en los pacientes cuyos padres fumaban más 3 o más paquetes diarios , que en aquellos pacientes no expuestos o con exposiciones menores. Kovesi et al(13) reportaron, en un estudio de 350 Estado nutricional La presencia de desnutrición en los pacientes con FQ se correlaciona con mayor compromiso pulmonar (medido como VEF1, CVF y puntajes radiológicos), mayor frecuencia de colonización por Pseudomonas y mayor mortalidad(14). Estudios comparativos de centros en Inglaterra entre grandes números de pacientes que recibían cuidados en centros especializados vs. no especializados con FQ(15) y entre dos centros especializados en Norteamérica(16) mostraron ventajas en función pulmonar en el primer estudio y en sobrevida en el segundo, para los pacientes con mejores condiciones nutricionales. Hay evidencias de que los pacientes con insuficiencia pancreática que recuperan peso en los dos primeros años de tratamiento también tienen mejor VEF1 a los 6 años que aquellos que no tienen una adecuada recuperación nutricional(17). Además, los pacientes con diagnóstico más precoz tienden a tener mejor estado nutricional en seguimiento longitudinal, lo cual ha sido confirmado en aquellas cohortes que han sido diagnosticadas de manera presintomática a través de screening neonatal e iniciado tratamiento de manera precoz(18,19). Estos datos enfatizan la importancia del adecuado seguimiento y manejo nutricional de los pacientes, así como los beneficios del diagnóstico precoz. d) Infección por Pseudomonas aeruginosa Kosorok et al(20), en un estudio longitudinal de pacientes con FQ diagnosticados a través de screening neonatal demostraron un cambio en la pendiente de declinación de la función pulmonar, evidenciada como deterioro de score radiológico y mayor velocidad de caída de VEF1 a partir del primer cultivo positivo para Pseudomonas. Se han reportado resultados similares, tanto en función pulmonar como en hallazgos de tomografía de torax de alta resolución, en cohortes de pacientes diagnosticados con FQ por síntomas(14,21). En consecuencia, las estrategias para prevenir la infección por Pseudomonas, y/o para la erradicación de ésta son también cruciales para optimizar el pronóstico de los pacientes. 2. FACTORES GENÉTICOS a) Factores del gen CFTR, o correlación genotipofenotipo El descubrimiento del gen CFTR fue rápidamente seguido de estudios de la estructura y función de la proteína reguladora de conductancia y su rol en las superficies epiteliales en la Genética y fibrosis quística: Desde el gen CFTR a los factores modificadores patogénesis de la enfermedad. También se han analizado clínicamente a las mutaciones más comunes buscando asociar el tipo de mutación del paciente con la severidad de sus manifestaciones clínicas(4,6). Tal como se mencionó anteriormente existe una razonable correlación genotipo-fenotipo con algunas manifestaciones de la FQ. Es conocido que, en general, la presencia de suficiencia pancreática se asocia a la presencia de al menos una mutación “leve” (clase 4 y algunas clase 5). Sin embargo, esta correlación es poco evidente para la presencia, magnitud y progresión de las manifestaciones pulmonares, como lo evidenciaron los estudios citados en este mismo párrafo. b) Otros genes modificadores, no CFTR Los genes y sus productos no actúan de manera aislada, sino que suelen ser partes de complejas redes, finamente reguladas. Existen varias estrategias para identificar variantes en otros genes que pudieran modificar la susceptibilidad a daño pulmonar en FQ, que evalúan mellizos, pares de hermanos o pacientes no relacionados(22). Muchos estudios recientes en FQ han sido diseñados para identificar asociación de variantes comunes en genes con la manifestación clínica de interés. Asociación es definida como la mayor frecuencia de una variante en casos comparados con controles. Esto es importante de recalcar, ya que el encontrar asociación entre un alelo de un gen y una característica de la FQ no necesariamente implica causalidad(231). De manera simple, los diseños de análisis de asociación se pueden clasificar en dos grandes categorías: estudios de genes candidatos, y estudios de asociación en el genoma completo (“genome-wide association study” o GWAS). En el primer caso, tal como lo señala el nombre, el investigador propone estudiar uno o varios genes basados en evidencias fisiopatológicas, biológicas, epidemiológicas, de modelos animales, etc., que hacen suponer que el gen en cuestión puede tener algún rol en la enfermedad. En la segunda estrategia, se compara la frecuencia de miles o millones de variantes o polimorfismos entre centenas o miles de casos y controles. Los polimorfismos o variantes son las diferencias “normales” del genoma entre individuos. Existen varios tipos de polimorfismos en nuestro genoma, pero los más estudiados en FQ corresponden a polimorfismos de nucleótido único o SNPs (single-nucleotide polymorphisms), que se encuentran en uno cada 300 a cada 1000 nucleótidos (de ahí la descripción de que los genomas de 2 personas, que tienen 3 mil millones de pares de nucleótidos cada una, se parecen en 99,9% de sus secuencias). La mayoría de los estudios de genes modificadores de FQ han sido estudios de variantes comunes en genes candidatos, pero se están realizando estudios de GWAS también. Estas variantes comunes, tal como lo señala su nombre, son frecuentes en la población sana, y probablemente no tienen ninguna consecuencia médica evidente en las personas sin FQ, pero teóricamente si tendrían un efecto más evidente en los pacientes con FQ. Varias decenas de genes y variantes en ellos han sido evaluados en estudios de genes candidatos. La mayoría los analizados tienen que ver con funciones inmunológicas e inflamatorias. Un listado de los estudiados hasta hace un año 7 atrás se puede encontrar en la revisión de Collaco y Cutting (24). Sin embargo, pocos estudios han sido replicados en poblaciones diferentes y de éstos, algunos resultados parecen aparentemente contradictorios. Entre los genes que han demostrado asociación con alguna característica de función pulmonar en FQ en más de un estudio destacan los dos siguientes: -TGFß1, que codifica para el factor de crecimiento transformante ß1. El gen se localiza en el cromosoma 19, y la proteína es una citoquina que tiene múltiples funciones, entre ellas, controlar la proliferación, crecimiento y diferenciación celular, así como inflamación y fibrosis. Se han reportado y replicado estudios de al menos 3 polimorfismos que modulan los niveles de expresión de la proteína, -509C>T en la región promotora, c.869C>T (ubicado a 509 nucleótidos antes del sitio de inicio de la transcripción), que resulta en un cambio del aminoácido Leucina por Prolina en el codón 10 de la proteína (se lo llama polimorfismo del codón 10) y c.915G>C (o cambio de Arginina por Prolina en el codón 25). Las variantes con prolina en el codón 10 y el 25, se asocian in vitro a menor producción de TGFß1. Los resultados publicados han sido contradictorios: Drumm et al(25), en más de 800 pacientes homocigotos p.F508del, reportaron significativamente peor función pulmonar en los homocigotos CC en el codón 10. La diferencia en función pulmonar fue aún mayor en los pacientes no-homocigotos p.F508del. Bremer et al, en un estudio más de 470 tríos, es decir, el paciente con FQ, más sus padres sanos, en un diseño de estudio genético que se denomina test de desequilibrio de transmisión que se utiliza para reducir el sesgo por estratificación de la población, es decir, evitar que haya diferencias que se atribuyan a diferencias étnicas subyacentes que pueden ocurrir en un diseño caso-control convencional(26), reportaron que la presencia del haplotipo (ambas variantes en un mismo cromosoma) -509C/codón 10T se asocian a mejor función pulmonar, mientras que Brazova et al en 118 pacientes de la república checa(27) no encontraron evidencia de asociación de estas variantes con la función pulmonar. En contraste con los dos primeros estudios citados, Arkwright et al reportó, en 170 pacientes homocigotos p.F508del, que las variantes que causan mayor producción de TGFß1, es decir, codón 10T y codón 25C, se asocian a mayor declinación en función pulmonar. Las diferencias entre estos resultados pueden deberse a las poblaciones estudiadas, al poder de los estudios o a la interacción con variantes en otros genes, pero en globo, sugieren que TGFß1 sí tiene un rol modificador de la función pulmonar. -MBL2, que codifica para lectina de unión a manosa. El gen está en el cromosoma 10, la proteína es secretada por el hígado y tiene un rol en la respuesta inmune al promover activación del complemento y facgocitosis de bacterias. El déficit de MBL se asocia a mayor susceptibilidad a infecciones, incluyendo neumonías. Varios polimorfismos se correlacionan con los niveles plasmáticos de la proteína. Los más estudiados son una variante en el promotor del gen (-221G>C) y tres variantes en el exón 1 (codones 52, 54 y 57). Según las combinaciones de estas 4 variantes, los individuos pueden clasificarse en aquellos con producción alta, intermedia o baja de lectina. Varios estudios han demostrado una asociación 8 Lay-Son G, et al. con mayor velocidad de declinación de función pulmonar(28) y incluso menor sobrevida(29) en pacientes con FQ con genotipos de MBL que producen niveles más bajos de la proteína, aunque otros estudios no han encontrado evidencia de asociación(25) y otro estudio, incluso, ha encontrado resultados inversos, es decir, mayor compromiso pulmonar en los pacientes con genotipos causantes de niveles altos o intermedios de lectina(30). Los estudios relacionados a genotipo de MBL y colonización con Pseudomonas aeruginosa o Burkholderia cepacia también han dado resultados aparentemente contradictorios. Otros genes cuyas variantes se han estudiado en varias poblaciones y que parecen no tener evidencias de asociación con el fenotipo pulmonar incluyen TNFα (factor de necrosis tumoral α, SERPIN1A (que codifica para α1 antitripsina) y ADRB2 (receptor adrenérgico ß2)(24). c) Interacción entre genes Varios estudios se han realizado que evalúan la interacción entre CFTR y genes modificadores (CFTR-MBL o CFTRTGFß1, por ejemplo), mostrando evidencias de mayor efecto de las variantes en genes modificadores en pacientes nohomocigotos para p.F508del o que tengan otras mutaciones severas(26) y entre éstos últimos (MBL- TGFß1)(31). En este estudio de más de 1000 pacientes pediátricos canadienses, los individuos con genotipos asociados a déficit de MBL tenían, como lo descrito en los párrafos anteriores, mayor declinación de VEF1 (y también infección más precoz por Pseudomonas), pero que esta declinación era aún más marcado en los que además tenían genotipos asociados a alta producción de TGFß1. d) Interacciones genes-ambiente Hay individuos que son más susceptibles que otros a daño frente a noxas exógenas. Estas diferencias pueden deberse, por ejemplo, a la magnitud , duración o momento de la exposición, o a la condición basal de salud del sujeto, pero es también plausible considerar que existen diferencias genéticas que pueden modular la respuesta de un individuo a agentes ambientales. Como se mencionó antes, hay información contradictoria en relación al efecto de la exposición personal o pasiva al tabaco y la función pulmonar en personas con FQ. Esto pudiera explicarse por diferencias en el diseño y poder de los estudios, pero también podría ser fruto de diferencias en susceptibilidad individual de los participantes. Un estudio retrospectivo de Collaco et al(32) evaluó la asociación entre función pulmonar, expresada como VEF1 en seguimiento longitudinal y VEF1 estimado a los 20 años, con la exposición al tabaco en la vida intrauterina y/o intradomiciliaria, en más de 800 pacientes con FQ y relacionó los hallazgos con el genotipo CFTR (homocigotos p.F508del o no, es decir, con 1 o ninguna copia de p.F508del) y en la posición -509 en el promotor y el codón 10 del gen TGFß1. Los autores encontraron que los pacientes expuestos a humo de tabaco tenían VEF1 “cross-sectional” y longitudinal significativamente menor que sus contrapartes no expuestos, y que el compromiso en función pulmonar entre los expuestos era aún mayor en los pacientes no-homocigotos p.F508 del. Los homocigotos TT en TGFß1-509 y CC el codón 10 expuestos a tabaco también tenían mayor reducción en función pulmonar que aquellos expuestos, pero con otros genotipos. Así, por ejemplo, un paciente con FQ expuesto a tabaco tenía, en promedio, entre 6-10 puntos de percentil menos de VEF1 que uno no expuesto, y si además, tenía el genotipo -509TT, la reducción en VEF1 era casi de 20% en Figura 1.- La interacción entre los factores que contribuyen a las manifestaciones clínicas de la Fibrosis Quística Mutaciones en el gen CFTR Azar Fibrosis Quística Factores ambientales Variaciones en otros genes Genética y fibrosis quística: Desde el gen CFTR a los factores modificadores comparación con un individuo con FQ no expuesto. Es decir, el tabaquismo pasivo reduce la función pulmonar en pacientes con FQ, pero este efecto es de mayor magnitud en presencia de las variantes en el gen TGF‚1. Esto sugiere una interacción gen-ambiente, y que ciertos individuos con FQ serían aún más vulnerables al efecto nocivo del tabaco. En síntesis, la FQ es una enfermedad monogénica, pero el fenotipo o manifestaciones clínicas de los pacientes son resultado de la interacción de múltiples factores, tanto genéticos como ambientales, con las mutaciones en el gen CFTR, lo que la hace una enfermedad compleja o multifactorial(33) (Figura 1). Este resumen de algunas publicaciones sobre factores modificadores ilustra los avances como también las dificultades en su identificación. Hay estudios con resultados negativos para genes candidatos que parecían biológicamente plausibles, y con varios estudios con resultados aparentemente contradictorios. Este es un escenario común para la mayoría de las enfermedades en los que se han realizado este tipo de análisis, pero el avance y la disponibilidad de técnicas de genómica y la formación de consorcios internacionales que permiten estudiar miles de variantes en grandes números de pacientes continuarán facilitando la identificación de modificadores y contribuyendo al conocimiento de las causas de la variabilidad clínica de la FQ. REFERENCIAS 1. Rommens JM, Iannuzzi MC, Kerem B, et al. Identification of the cystic fibrosis gene: chromosome walking and jumping. Science 1989;245:1059-65. 2. Gutierrez HH, Sanchez I, Schidlow DV. Cystic fibrosis care in Chile. Curr Opin Pulm Med 2009. 3. McAuley DF, Elborn JS. Cystic fibrosis: basic science. Paediatr Respir Rev 2000;1:93100. 4. Consortium TCFG-P. Correlation between genotype and phenotype in patients with cystic fibrosis. N Engl J Med 1993;329:1308-13. 5. Castaldo G, Tomaiuolo R, Vanacore B, et al. 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Modifier genes convert "simple" Mendelian disorders to complex traits. Mol Genet Metab 2000;71:43-50. 10 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl CFTR: Más que un canal de cloro Dr. Luis E. Vega-Briceño Pediatra Broncopulmonar Hospital Padre Hurtado Resumen Los avances en torno al conocimiento de la proteína de regulación de transmembrana de la fibrosis quística (CFTR) han permitido entender mejor la fisiopatología de ésta enfermedad y la compleja relación genotipo-fenotipo. Hoy se han reportado más de 1710 mutaciones distintas de ésta proteína; sin embargo, sólo algunas de ellas se asocian a enfermedad respiratoria. Se reconoce que CFTR es responsable de la adecuada secreción y absorción de electrolitos a través del epitelio (no sólo respiratorio); y por ello, la enfermedad se caracteriza por una secreción defectuosa de Cl- epitelial y una absorción de Na+ aumentada. Estudios recientes muestran que el CFTR interactúa con otras proteínas a través de los dominios PDZ. El rol de la proteína CFTR en muchas condiciones específicas es motivo de investigación actualmente. Palabras Claves: CFTR, fibrosis quística, canales de sodio, canales de cloro. La Fibrosis Quística (FQ) es la enfermedad autosómica recesiva letal más frecuente en la raza caucásica. Su evolución crónica, progresiva y compromiso multisistémico presenta grandes variaciones fenotípicas entre individuos afectados. Si bien es cierto que existe un incremento en el número de casos reportados en Chile en la última década, el promedio de sobrevida aún no es ni siquiera la mitad de lo reportado en Estados Unidos o Europa(1). Un avance importante en el entendimiento de la FQ fue sin lugar a dudas la clonación del gen en 1989(2). Este gen se encuentra localizado en el brazo largo del cromosoma 7 y codifica una proteína de 1480 aminoácidos denominada CFTR (Cystic Fibrosis Transmembrane Regulator) situada en la porción apical de la membrana de las células epiteliales, que se expresa en las células secretorias, senos paranasales, pulmones, páncreas, hígado y tracto reproductivo (Figura 1). La proteína CFTR fue descrita inicialmente como un canal de cloro (Cl-) regulado por AMPc y la proteinquinasa A (PKA). Se reconoce que CFTR es un regulador de otros canales iónicos(3-5) (Figura 2). En células epiteliales normales sin FQ y en células recombinantes que sobreexpresan CFTR, las grandes corrientes de Cl-, a través de la membrana, son activadas con el incremento en el AMPc intracelular. En registros de canales individuales con la técnica patch-clamp (pinzamiento), se observan corrientes de Cl- dependientes de CFTR de baja conductancia que no pueden ser detectadas en células epiteliales provenientes de pacientes con FQ. La proteína CFTR se expresa en la porción luminal de las membranas de epitelios secretores y de absorción, y cumple un rol predominante en la secreción de electrolitos activada Correspondencia: Dr. Luis E. Vega-Briceño. Pediatra Broncopulmonar, Hospital Padre Hurtado. Calle Lira 85 6to piso, Santiago centro. Chile. Email: [email protected] ISSN 0718-3321 Figura 1.- Representación gráfica de la proteína CFTR en la membrana celular RNA mensajero Transcripción 5’ UT 3’ UT AAAAAAAA 1000 nucleótidos Proteína CFTR Traducción ATP ATP NH2 Enrollamiento e inserción en membrana Glicoproteína de superficie Regiones hidrofóbicas Probables sitios de unión de ATP Proteína CFTR en la membrana celular Proteína CFTR Bicapa lipídica de la membrana celular Dominio R Sitios de unión de ATP Tomado de Rev Chil Pediatr 2005; 76:464-70. NEUMOLOGIA PEDIATRICA 11 CFTR: Más que un canal de cloro A B Luminal K+ K+ Adenosina PKA K+ cAMP PGE2 Adenosina Basolateral K+ Na+ Na+ 2CI- CFTR CI- Luminal Basolateral Na+ ENaC CI- K+ CFTR Na+ CI- PKA PGE2 FIGURA 2.- Modelos celulares de secreción de electrolitos y absorción de electrolitos en las vías aéreas y epitelio intestinal. A) En las células secretoras, el Cl- es captado por el lado basolateral (sangre) por el cotransportador Na+-K+-2Cl-. El K+ se recicla mediante los canales K+ basolaterales y el Na+ es bombeado fuera de la célula por la Na+-K+-ATPasa. El Cl- abandona la célula a través de los canales Cl- luminales de CFTR (apical), y el Na+ es secretado mediante el shunt paracelular. El K+ también es secretado al lado luminal a través de canales K+. Dependiendo del tejido, el cAMP intracelular es aumentado y la secreción es activada por adenosina o prostaglandina E2 (PGE2). B) En células epiteliales de absorción, el Na+ es captado por canales Na+ epiteliales luminales (ENaC). El Cl- es transportado mediante el shunt basolateral y probablemente a través de los canales Cl- CFTR. El Na+ es bombeado fuera de la célula por la Na+-K+-ATPasa basolateral, mientras que el Cl- y K+ abandonan la célula a través de los canales Cl+ y K+, respectivamente. En estas células epiteliales de absorción que coexpresan CFTR y ENaC, la estimulación del CFTR lleva a la inhibición del ENaC. por AMPc y calcio (Ca2+) intracelular. CFTR constituye la vía de salida luminal para Cl-, el que ha sido captado por el cotransportador Na+-K+-2Cl-(3). Además de su función secretora, el CFTR también regula la función de electrolitos al controlar la actividad del canal de Na+ epitelial (ENaC) en células epiteliales de absorción del colon, vías aéreas y conductos sudoríparos (Figura 2). Al contrario del colon y las vías aéreas, en los cuales el CFTR tiene un efecto inhibidor sobre la activación de ENaC con la activación por PKA, el CFTR es necesario para la activación de ENaC en los conductos sudoríparos(6). Secreción defectuosa de Cl- y absorción de Na+ aumentada en FQ La forma de interacción de CFTR con ENaC y otros canales iónicos aún es desconocida y continúa bajo investigación(7). Dado que los defectos en CFTR llevan a una regulación defectuosa del canal ENaC, la FQ se caracteriza por alteraciones en la secreción y absorción de electrolitos. En relación con la enfermedad pulmonar de riesgo vital en pacientes con FQ, se han descrito dos mecanismos fisiopatológicos importantes: 1) la secreción alterada de Cl-, la cual se localiza de Figura 3.- Actividad de la proteína CFTR en la membrana celular del humano NORMAL Apical FIBROSIS QUISTICA Líquido en la superficie de la vía aérea Basolateral Glándula submucosa Moco Superficie epitelial ABSORCION Na CI H2O Tomado de Rev Chil Pediatr 2005; 76:464-70. SECRECION Na CI H2O 12 Vega-Briceño L. preferencia en las glándulas submucosas y 2) la absorción aumentada de Na(8) y la consecuente hiperabsorción de electrolitos, la cual ocurre en el epitelio superficial (Figura 3). En las vías aéreas normales, el transporte iónico cambia desde una absorción neta bajo condiciones de reposo a una secreción neta cuando se expone a secretagogos. Sin embargo, las vías aéreas en pacientes con FQ son incapaces de aumentar su transporte secretor con estimulación. Por el contrario, la conductancia de Na+ epitelial aumentada en membranas apicales, en forma paralela a una permeabilidad paracelular para Cl- y la elevada permeabilidad al agua no permite gradientes osmóticos transepiteliales mayores, lo que lleva a hiperabsorción en los epitelios FQ(8). Por lo tanto, la capa de líquido superficial de la vía aérea (ASL) disminuye, las glándulas mucosas ya no son despejadas del mucus y el clearance mucociliar se ve fuertemente alterado en las vías aéreas con FQ. La expresión clínica de la FQ es causada por una gran cantidad de mutaciones distintas que afectan la función del CFTR en diferentes vías(9,10). El objetivo de muchas nuevas terapias apunta a contrarrestar el efecto deletéreo de estas mutaciones recuperando al menos la actividad parcial del canal Cl- dependiente de CFTR. Existe algo que no sea afectado por CFTR? La FQ se caracteriza por una variedad de síntomas. La razón de ello es explicada por el hecho que todos los tipos de tejidos epiteliales son afectados (Tabla 1). Algunos síntomas y defectos celulares se deben a una regulación defectuosa de otros procesos (diversos) de transporte de membranas y proteínas celulares independientes de CFTR(7). Hasta ahora, el mejor ejemplo estudiado es el impacto negativo del CFTR en la conductancia del Na+ epitelial. La regulación de los canales ENaC por CFTR ha sido estudiada en detalle en tejidos epiteliales del intestino y tráquea, al igual que en células renales. Se ha demostrado que el primer pliegue de unión de nucleótidos funcional (NBF1) es un requisito para la regulación de ENaC por CFTR(11). De acuerdo a este concepto, otras interacciones de CFTR también se basan en un NBF1 intacto (Tabla 1). Se han presentado diversas hipótesis sobre la forma en que CFTR podría controlar la actividad de los canales ENaC(3). Existen hallazgos que sugieren que el transporte de Cl- causado por la actividad CFTR, o finalmente, los cambios locales de la concentración de Cl- en la proximidad inmediata a la membrana plasmática, están causando la inhibición del canal de Na+. Dicho mecanismo recuerda la llamada retroalimentación de Na+ en epitelios que absorben Na+, la cual ha sido conocida durante largo tiempo y para la cual los detalles moleculares se encuentra actualmente bajo investigación(12). En forma alternativa, podría ser la captación celular de Na+, la cual está fuertemente unida a la de Cl-, lo que está causando la inhibición. Cabe destacar que la inhibición de ENaC por CFTR no está presente en el epitelio de los conductos sudoríparos(6). Al contrario del colon y vías aéreas, el conducto sudoríparo se dedica exclusivamente a la absorción de electrolitos e incluso requiere el CFTR para la activación de ENaC. Por lo tanto, las conductancias de Cl- y Na+ son bajas en la membrana apical del conducto sudoríparo de pacientes con FQ. Esta diferencia esencial entre ambos tipos de epitelios podría reflejar una expresión diferencial de proteínas accesorias necesarias para la interacción CFTR/ENaC. Las respectivas proteínas finalmente interactúan mediante los dominios PDZ. Tabla 1.- Resumen de las interacciones del regulador de conductancia transmembrana de fibrosis quística con otras proteínas transportadoras Proteína transportadora afectada Interacción EnaC Intercambiador Na+/H+ Intercambiador HCO3+/ClCanales Cl- ICOR Inhibición de EnaC Inhibición del intercambiador de Na+/H+ Activación del intercambiador de HCO3-/ClActivación de ICOR, otorgando sensibilidad a glibenclamida Activación/inhibición de canales Cl- activados por Ca2+ e inflamación Otorga sensibilidad a glibenclamida a ROMK2 y Kir6.1 Activación de KLQTI en ovocitos Activación de AQP3 Activación de empalmes de hendiduras Exocitosis y secreción de mucus Liberación de ATP por células epiteliales Activación del flujo de glutatión Canales Cl- activados por Ca2+ y volumen ROMK2, Kir6.1 KLQTI AQP3 Canales de empalme de hendiduras Secreción de mucus Transporte de ATP Transporte de glutatión NBE1 requerido Si ? ? Si Si i S Si Si ? ? Si ? NBF1: dominio de unión a nucleótidos; ENaC: canal Na+ epitelial; ICOR: canal Cl- rectificador externo de conductancia intermedia; ROMK2: canal H+ de nefrona distal de rata; KLQTI: canal N+ dependiente de voltaje de activación retardada; AQP: canal de agua o aquaporina. 13 CFTR: Más que un canal de cloro El CFTR se comunica mediante los dominios PDZ podría formar dímeros de transición con mayor actividad del canal Cl-, lo que representa una novedosa forma de regular la actividad de los transportadores cassette de unión a ATP. Existe escasa evidencia que demuestre si dicha interacción reguladora realmente ocurre en el epitelio en estado natural. Recientemente algunos investigadores mostraron gran interés en una extensión breve de aminoácidos en el extremo terminal COOH de CFTR. Estos cuatro aminoácidos forman un grupo común para interacción proteica denominada dominio de unión a PDZ(13). Respecto a esto, había controversia sobre si CFTR funciona como un monómero, formando de esta manera canales de Cl- individuales, o si la unidad conductora está compuesta de dos o incluso más proteínas CFTR(14). Los estudios futuros tendrán que demostrar además la forma en que CAP70 compite con otras proteínas del dominio PDZ para la unión al terminal COOH de CFTR. La fosfoproteína 50 de unión a ezrina (EBP50) fue la primera proteína informada en unirse al terminal COOH de CFTR(16). La EBP50 está localizada en membranas apicales de células epiteliales de la vía aérea junto con CFTR. Aunque todavía no se entrega una prueba experimental definitiva para la función in vivo, la ezrina podría actuar como una proteína de anclaje de quinasa A. Durante los últimos años se ha obtenido información consistente con el modelo CFTR como canal monomérico. Otras observaciones implican una posible interacción CFTRCFTR homomérica y la formación de dímeros de proteínas. La hipótesis del dímero fue reforzada recientemente mediante la clonación de la proteína de unión a CFTR multivalente CAP70, una proteína asociada a CFTR de 70 kDa que se expresa principalmente en riñón e intestino delgado. Se observó además que CAP70 se localiza en membranas celulares de células cultivadas de epitelio de vías aéreas(15). La CAP70 contiene cuatro dominios PDZ y podría usar dos de estos dominios, PDZ3 y PDZ4, para unir entre sí las dos proteínas CFTR. De esta forma, se ha atribuido un rol crucial a estas proteínas del dominio de unión PDZ en la translocación de PKA a la membrana plasmática y en la proximidad inmediata al CFTR (Figura 4). Esta red de proteínas permitiría la activación eficiente de CFTR mediante un aumento en el cAMP intracelular y la fosforilación dependiente de PKA(16-18). Será interesante observar el impacto cuantitativo de estas proteínas en el dominio de unión a PDZ sobre la activación de CFTR dependiente de PKA. Al menos en los ovocitos de Xenopus, se observó que la PKA es capaz de activar el CFTR, incluso en ausencia de este dominio de unión a PDZ(19). De manera interesante, la dimerización del CFTR por CAP70 no tuvo impacto en la conductancia de canales individuales pero aumentó la probabilidad abierta del canal Cl- dependiente de CFTR y por lo tanto potenció la corriente Cl- de este canal (Figura 4). En consecuencia, el canal CFTR ? ? NBF 1 NH2 a PKA Ac tin PDZ1 R EBP50 COOH DTRL NBF 2 PDZ3 PDZ4 NBF 2 TMD1 ? PDZ2 PDZ2 E3KARP NHERF YAP-65 c-Yes EBP50 PDZ1 ? R PDZ2 CAP70 NBF 1 TMD2 PDZ1 NH2 TMD2 DTRL TMD1 αβγ CFTR YAP-65 CFTR COOH ENaC FIGURA 4.- Función postulada de las proteínas del dominio PDZ en regular la actividad CFTR y la participación en la regulación de ENaC dependiente de CFTR. Se muestra el ordenamiento hipotético de CFTR, ENaC y proteínas accesorias del dominio PDZ. Proteínas del dominio PDZ tales como CAP70, factor de regulador de intercambio Na+/H+ (NHERF), proteína 50 de unión a ezrina (EBP50), o bien la proteína reguladora de quinasa A tipo 3 de intercambio Na+/H+ (E3KARP) podrían estar involucradas en la regulación de la actividad CFTR mediante la formación de dímeros CFTRCFTR, anclaje citoesquelético de CFTR o bien fosforilación de CFTR dependiente de la proteinquinasa A (PKA). La interacción con otras proteínas de membrana como el ENaC podría estar mediada por quinasas no de receptores que se unen a estas proteínas del dominio PDZ. NBF: pliegue de unión de nucleótido; YAP: proteína asociada a Yes. 14 Interacción del CFTR con otros canales iónicos vía dominios PDZ Se ha observado que otras proteínas PDZ relacionadas con EBP50 se unen a CFTR, por ejemplo el factor regulador de intercambio Na+/H+ (NHERF) y la proteína reguladora de quinasa A tipo 3 intercambiadora de Na+/H+. Se ha demostrado que, además de su capacidad para reclutar ezrina y probablemente PKA a la membrana apical, estas proteínas estructurales anclan el CFTR a la membrana apical vía ezrina y la interacción con el citoesqueleto de actina(8,18). Es interesante observar que algunas proteínas de receptor, como el receptor ß2-adrenérgico o el receptor P2Y1 purinérgico, también se unen a las proteínas del dominio PDZ. Por lo tanto, estas proteínas portadoras de PDZ representan una familia de proteínas adaptadoras multifuncionales que están potencialmente involucradas en muchos aspectos de la señalización intracelular(20). En este sentido, las proteínas estructurales portadoras de PDZ podrían ofrecer una forma de explicar el modo en que CFTR controla la actividad de otros canales iónicos como el ENaC (Figura 4). Se ha observado que EBP50 interactúa con la proteína asociada a Yes YAP65 que recluta c-Yes a la membrana plasmática apical. La tirosinoquinasa no de receptor c-Yes y otras quinasas de la familia Src son conocidas por regular la actividad de canales iónicos(21). La regulación del ENaC (y otros canales iónicos) podría ocurrir mediante la fosforilación por dichas quinasas y no de receptores. Sin embargo, en la actualidad no existe evidencia que estos mecanismos reguladores estén presentes en células intactas. La activación de CFTR fue sólo levemente estimulada después de la coexpresión con NHERF y ezrina en ovocitos de Xenopus(18). Además, los datos sugieren que el reconocimiento de membranas y la activación de CFTR dependiente de cAMP ocurre en ovocitos de Xenopus, incluso con un CFTR truncado en el terminal COOH y no es alterado cuando NHERF1 o NHERF2 (mutados) son coexpresados junto con CFTR y ENaC en ovocitos de Xenopus (19) . Un modelo atractivo sería el de agrupaciones de proteínas funcionalmente relacionadas organizadas en microdominios de membrana. Estas agrupaciones incluirían todos los elementos requeridos para el transporte de membranas y transducción de señales, y por lo tanto la regulación e interacción de canales iónicos y receptores. La expresión diferencial de proteínas del dominio PDZ y la unión preferencial a ciertos grupos PDZ podría permitir la posibilidad de regulación diferencial en diversos tipos celulares. Esto podría explicar el tipo distinto de interacción entre CFTR y ENaC en vías aéreas/colon y conductos sudoríparos. En consecuencia, faltan más investigaciones para comprender la contribución de estas proteínas del dominio PDZ a la regulación dependiente de CFTR, especialmente en la célula epitelial en estado natural. Vega-Briceño L. REFERENCIAS 1.- Cystic Fibrosis Foundation. Cystic fibrosis Foundation Patient Registry Annual Report 2000. Bethesda: Cystic Fibrosis Foundation, 2001. 2.- Rommens J, Iannuzzi M, Kerem B. et al. Identification of the cystic fibrosis gene: chromosome walking and jumping. 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Dr. Andrew Bush MB BS (Hons) MA MD FRCP FRCPCH Profesor de Respirología Pediátrica, Imperial School of Medicine en el National Heart and Lung Institute y Médico Broncopulmonar Infantil Consultor Honorario, Royal Brompton Hospital. Resumen La mayoría de los casos de fibrosis quística (FQ) pueden ser diagnosticados con una prueba de sudor debidamente realizada. Sin embargo, debido a que las pruebas diagnósticas se han vuelto más sofisticadas, las fronteras de un diagnóstico de FQ se están tornando imprecisas. Además, el uso creciente de estudios selectivos para FQ significa que los casos dudosos deben ser considerados. Las pruebas diagnósticas consisten principalmente en la prueba del sudor, respaldada con pruebas de ADN. Es importante distinguir las mutaciones productoras de enfermedades de los polimorfismos inocuos. Otras pruebas incluyen mediciones in vivo de transporte de iones y otras pruebas adicionales. Los casos clásicos de FQ son fáciles de diagnosticar una vez que el diagnóstico ha sido considerado. En los límites de la FQ existe la "FQ no clásica" y "trastornos asociados a CFTR". Esta revisión sugiere un acercamiento en particular a las situaciones problemáticas, incluyendo el niño que tiene pruebas positivas pero no de valor diagnóstico absoluto para FQ (a menudo al momento de la detección), y el niño que manifiesta una enfermedad con semejanza clínica a la FQ, pero las pruebas son normales. A pesar de la gran cantidad de pruebas diagnósticas, la FQ es y continúa siendo un diagnóstico clínico. Palabras Claves: Fibrosis quística, CFTR, diferencia de potencial nasal, bronquiectasia, pancreatitis. INTRODUCCIÓN En qué consiste la FQ? Las manifestaciones de fibrosis quística (FQ) se dan habitualmente con una historia sugerente, o cada vez más, una prueba de detección positiva en neonatos(1). Prácticamente en todos los niños, el diagnóstico puede ser confirmado mediante una prueba de sudor debidamente realizada. Los problemas habituales con el diagnóstico son el no pensar en la FQ o no lograr realizar como corresponde la prueba de sudor. Aunque se han descrito casos raros de prueba de sudor con un falso positivo (Tabla 1), no es por lo general un problema diagnóstico en la vida real. Sin embargo, estos casos atípicos raros de FQ presentan un problema real. En esta revisión se enfatiza la estrategia para el paciente individual; aunque se han descrito datos grupales para fenotipos FQ intermedios(2,3), la superposición entre grupos es tal que el uso de estos datos al evaluar un paciente individual no es relevante. Esta revisión analiza la pregunta sobre lo que significa realmente la etiqueta "FQ" en el siglo XXI; la forma en que la incertidumbre en la identificación impacta en el enfoque diagnóstico; las herramientas diagnósticas que pueden ser utilizadas y qué hacer en el caso de niños que clínicamente tienen FQ pero cuyas pruebas son normales, y el niño normal con pruebas diagnósticas positivas para FQ. Los problemas para hacer el diagnóstico en la era moderna han sido bien resumidos en el último documento de Consenso Tabla 1.- Otras condiciones no FQ que se caracterizan por concentraciones elevadas de electrolitos en sudor; en la mayoría de los casos, la confusión con FQ es muy improbable. Artefacto (prueba de sudor realizada en forma incorrecta, eccema) Enfermedad por almacenamiento de glucógeno tipo 1 Diabetes insípida nefrogénica Malnutrición Panhipopituitarismo Síndrome de inmunodeficiencia adquirida Insuficiencia suprarrenal no tratada Fucoscidosis Hipotiroidismo Displasia ectodérmica Correspondencia: Department of Paediatric Respiratory Medicine, Royal Brompton Hospital, Sydney Street, London SW3 6NP, UK. Tel: -207-3518232; Fax: -207-351-8763; E-mail: [email protected] ISSN 0718-3321 Mucopolisacaridosis Individuos normales raros NEUMOLOGIA PEDIATRICA 16 USCFF(4). Casi todas las descripciones de FQ comienzan diciendo que es causada por un defecto en el gen regulador transmembrana de FQ (CFTR, en inglés) en el brazo largo del cromosoma 7. Esto es verdad en la gran mayoría de los casos, pero depende de lo que entendamos por "FQ". En general, nos referimos a un fenotipo clínico, caracterizado por uno o más de lo siguiente: inflamación respiratoria crónica e infección por organismos típicos tales como Staphylococcus aureus o Pseudomonas aeruginosa; insuficiencia pancreática; sinusitis severa y pólipos nasales; cirrosis biliar; infertilidad masculina y electrolitos en sudor aumentados. ¿Podemos estar seguros de que la enfermedad clínica FQ siempre se debe a un defecto en el gen CFTR? Una pista proviene de la enfermedad pulmonar intersticial de la niñez (chILD); un cuadro parecido a proteinosis alveolar pulmonar podría ser consecuencia de defectos genéticos ya sea en los genes B o C de la proteína de surfactante (Sp)(5,6), pero un cuadro similar es causado por un defecto genético en ABCA3, una proteína importante en el procesamiento de surfactante(7). El CFTR experimenta modificaciones en el complejo post transcripcional e interactúa con numerosas otras proteínas (8-10). Seguramente podemos imaginar que las mutaciones en una o más de las proteínas con las cuales el CFTR interactúa podrían tener el mismo resultado que las mutaciones CFTR, es decir, una falla del CFTR para cumplir sus funciones normales. Esto podría ser la explicación en los casos raros de FQ con secuenciación CFTR normal(11). Existe un cuerpo de evidencia que indica que la enfermedad pulmonar FQ no se relaciona con una falla en el transporte de cloro sino que se debe a la híper absorción activa de sodio por el canal de sodio ENaC, asociado a una absorción secundaria y pasiva de agua que lleva a la deshidratación en la superficie de la vía aérea(12-14). De ahí que otra causa de una enfermedad pulmonar similar a FQ con CFTR normal podrían ser las mutaciones de ENaC, y estos casos han sido descritos(15,16). Una complicación adicional a los límites de la FQ es el hallazgo de un aumento en la frecuencia del portador CFTR en pacientes con enfermedades también observadas en FQ, como la bronquiectasia, aspergilosis broncopulmonar alérgica, sinusitis y pancreatitis aguda no alcohólica(17-20). Por lo tanto, en los límites no resulta claro lo que es y no es "FQ". Manifestaciones habituales de la FQ Las manifestaciones convencionales de la FQ relacionadas con la edad se resumen en la tabla 2. Es probable que este esquema cambie drásticamente en poblaciones seleccionadas, porque aquellos con las mutaciones más severas serán diagnosticados a la brevedad después de nacer. Sin embargo, la tabla tendrá un valor referencial durante muchos años. En primer lugar, en algunos bebés en zonas de detección se podría olvidar la prueba de detección o tal vez se podría producir un error técnico de laboratorio. En segundo lugar, los casos leves de FQ serán olvidados por todos los programas de detección. Finalmente, algunos niños se mudarán desde una zona en la cual no se realiza la detección. Por lo tanto, la vigilancia diagnóstica convencional seguirá siendo fundamental. El diagnóstico de fibrosis quística: Lo fácil, lo difícil, lo imposible. La mayoría de los programas de detección se basan en la medición de tripsina inmunorreactiva (iRT) y unos pocos genes comunes con el pinchazo de talón efectuado por la matrona en los primeros días de vida(1). Los genes detectados varían con la población, pero en general son las mutaciones más severas. Los fenotipos suficientes pancreáticos leves serán omitidos. La manifestación de FQ en la niñez probablemente se asemeje a las manifestaciones leves tardías en adultos, quienes son principalmente bastante pancreáticos(21). Teniendo presente que el diagnóstico retardado es común, aún en el caso de las mutaciones severas, esto significará que la alerta diagnóstica para el diagnóstico de FQ deberá ser aumentada, no disminuida como resultado de la detección. PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Prueba de sudor La gran mayoría de los niños con FQ son diagnosticados mediante una prueba de sudor debidamente realizada. El eccema podría dificultarlo, pero con los sistemas de recolección modernos lo habitual es recolectar suficiente sudor. Se han fijado normas de laboratorio; no hay cabida para la unidad que solamente realiza pruebas de sudor ocasionales. En términos convencionales, el cloro de sudor ≤39 mmol es normal, ≥60 es anormal, 40-59 es dudoso. Sin embargo, existen importantes efectos según la edad; un cloro en sudor de 40 en un bebé de término se encuentra seis desviaciones estándar por sobre la media, y por lo tanto con la probabilidad de ser anormal(22). De hecho, las últimas recomendaciones de la Fundación USCF fijan un límite superior de 29 en los primeros 6 meses de vida(4). Incluso esto es cuatro desviaciones estándar sobre lo normal(23). Además, los casos demostrados de FQ con electrolitos de sudor normales están bien descritos(24,25). En una serie, cerca del 25% de niños con electrolitos de sudor dudosos resultaron tener FQ(26). En Estados Unidos, sólo el 3.5% de los pacientes con FQ tenían cloro en sudor <60 y sólo el 1.2% <40(27). Se ha informado el sujeto normal ocasional con cloro en sudor >60(28). La prueba de sudor dejó de ser la norma de oro para excluir el diagnóstico de FQ, aunque es extremadamente útil. La proporción de sodio a cloro ha sido sugerida como útil en casos dudosos en el pasado, pero muchos han dejado de confiar en ella(23), y de hecho el sodio en sudor se mide en raras ocasiones. La osmolalidad del sudor no se debería utilizar en absoluto(4). En niños mayores y adultos, cuando la prueba de sudor es dudosa, entonces podría ser útil la inhibición de fludrocortisona. En esta prueba, se administran 3 mg/m2 de fludrocortisona por vía oral en dos días consecutivos y la prueba de sudor se realiza el día tres(29). Esta prueba se utiliza cada vez menos, debido a la implementación de pruebas genéticas. Pruebas genéticas Existen más de 1500 genes descritos, muchos muy raros. Se agrupan en cuatro categorías, las que se pueden superponer (especialmente A y B)(1): 17 Bush A. Tabla 2.- Manifestación de fibrosis quística por grupo etario. Grupo etario Dolencia manifestada Prenatal - Muestreo de vello coriónico - Diagnóstico por ultrasonido de perforación intestinal(1) - Intestino hiperecogénico fetal(2) Al momento o después de nacer - Lactancia y Niñez - Adolescencia y vida adulta - Infecciones respiratorias recurrentes - Asma atípica Bronquiectasia - Infertilidad masculina (ausencia bilateral congénita del conducto deferente) - Alteración de electrolitos/agotamiento por calor - Infección micobacteriana atípica - Pancreatitis aguda (habitualmente pacientes pancreáticos suficientes) - Exploración debido a diagnóstico en pariente afectado - Hipertensión portal y hemorragia varicosa Obstrucción intestinal (íleo meconial1, atresia intestinal) Enfermedad hemorrágica del recién nacido Ictericia prolongada Exploración médica (basada en la población o hermano afectado en forma previa) Infecciones respiratorias recurrentes Diarrea y un retardo en el desarrollo(3) Prolapso rectal(4) Pólipos nasales(5) Pancreatitis aguda (habitualmente pacientes pancreáticos suficientes) Hipertensión portal y hemorragia varicosa(6) Síndrome de Pseudo-Bartter, alteración de electrolitos Hipoproteinemia y edema - Exploración debido a diagnóstico de fibrosis quística en un hermano/pariente 1. Observar que el íleo meconial podría observarse en lactantes suficientes pancreáticos con fibrosis quística, al igual que en forma rara en aquellos sin fibrosis quística. 2. La mayoría de los fetos con intestino hiperecogénico son normales, cerca del 6% tienen una trisomía y el 4% fibrosis quística. 3. Observar que hasta el 15% podría ser suficiente pancreático, al menos al diagnóstico; el crecimiento no excluye la fibrosis quística 4. Uno de seis casos de prolapso rectal se debe a fibrosis quística, si se excluyen anomalías anatómicas obvias. 5. A diferencia de los adultos, en que el asma sensible a aspirina se asocia habitualmente con pólipos, los niños con pólipos tienen casi invariablemente fibrosis quística. 6. La manifestación con falla hepatocelular es muy rara. A. Mutaciones conocidas por causar FQ. B. Mutaciones conocidas por causar enfermedad relacionada con CFTR. C. Mutaciones sin consecuencias clínicas conocidas. D. Mutaciones de relevancia clínica incierta o no demostrada. La mayoría de los laboratorios informan los genes más comunes en las categorías A y B, aunque se ofrece una secuenciación génica cada vez más completa (cabe destacar que las secuenciaciones génicas más comerciales solamente secuencian los exones, y no son tan completas como podría suponerse). Existe una variación geográfica y étnica pronunciada(30); en Europa central, occidental y nororiental, 10 mutaciones representan >80% de los genes FQ, mientras que en los países de entrada (España, Bulgaria, Turquía, Grecia), la cifra es de 25 genes. Un punto importante es que, al realizar las pruebas genéticas, el clínico debería informar al laboratorio los antecedentes étnicos del niño. Sin embargo, la mayor sofisticación ha traído mayores niveles de complejidad. Se entregan algunos principios simples y menos específicos. • Si se descubren dos mutaciones conocidas que producen enfermedad que se encuentran en trans (es decir, en cromosomas distintos), entonces el niño tiene FQ; sin embargo, dos mutaciones en cis (es decir, en el mismo cromosoma) no causarán la enfermedad(4). • Si se descubre una o ninguna mutación conocida, el niño aún podría tener FQ(27). • Podría ser difícil distinguir un polimorfismo inocuo de una mutación productora de enfermedad; una secuencia de ADN anormal no significa necesariamente que el niño tiene una enfermedad. • Si existen dos mutaciones en el mismo cromosoma FQ, una podría rescatar los efectos de la otra e impedir el desarrollo del fenotipo clínico(31). 18 • Genes modificadores en otra parte del cariotipo, o incluso influencias epigenéticas u otras influencias ambientales podrían afectar la expresión génica y por lo tanto el fenotipo. • Existen casos raros de FQ con una secuencia de genes CFTR normal (comentado antes)(11). • El intrón al igual que la codificación de mutaciones de exones podría ser importante. El ejemplo clásico son las 8 secuencias del intrón 5T-7T-9T, donde las secuencias 5T, y en menor grado las secuencias 7T, están asociadas a una disminución del CFTR funcional que alcanza la membrana celular apical(32-5). Por lo tanto, al igual que con las pruebas de sudor, aunque la mayoría de los resultados brindan un diagnóstico claro o no logran excluir la enfermedad, algunos siguen siendo extremadamente confusos. La definición de una mutación productora de enfermedad podría ser muy confusa; las mutaciones de FQ clásicas no están en duda, pero ¿cuál es la situación de un polimorfismo menor encontrado en relación con una enfermedad como la sinusitis, conocido por su relación con una mayor frecuencia del portador de CFTR? Las sugerencias del documento del Consenso USCFF(4) son que las mutaciones a ser consideradas productoras de enfermedad deben cumplir con uno de cuatro criterios: • Causar un cambio en la secuencia de aminoácidos que afecta en forma severa la síntesis o función del CFTR. El diagnóstico de fibrosis quística: Lo fácil, lo difícil, lo imposible. • La perfusión del agente bloqueador de ENaC amilorida hace que el PD se vuelva más positivo en FQ y normales, con una deflexión mucho mayor en FQ. • La perfusión con isoprenalina y solución baja en cloro para estimular CFTR lleva directamente a una pequeña deflexión negativa en normales (al menos -5mV), y nada en FQ. Esta es la prueba de función CFTR más diferenciadora. • Una proporción de respuesta a cloro total respecto a respuesta a amilorida >0.35 también se considera como anormal. La prueba de PD nasal requiere un niño cooperador, y se reserva por lo general para casos con duda diagnóstica. El niño debe tener un catéter nasal blando, relacionado con un electrodo sobre la piel frotada, y la ejecución del protocolo completo podría demorar 30 minutos o más. A pesar de ser una prueba altamente específica, los resultados podrían ser difíciles de interpretar con un corte no claro en FQ atípica. La enfermera nasal, como la poliposis nasal, podría hacer imposible realizar las mediciones. El equipo ha sido modificado para permitir mediciones de PDs bronquiales(37), pero esto se utiliza generalmente como una variable en ensayos clínicos, en lugar de una prueba diagnóstica. Finalmente, se podría efectuar una biopsia rectal y ser evaluada(38). Esta es la forma más invasiva de medir PDs, y está disponible aún en menos centros que la técnica nasal. • Introducir una señal de finalización prematura. Pruebas adicionales • Alterar nucleótidos fijos de sitios de empalme de intrones. Otras pruebas podrían brindar apoyo cuando el diagnóstico está en duda. Sin embargo, mientras más pruebas se realizan, mayor es la probabilidad de detectar una anomalía de poca importancia. • Causar una secuencia de aminoácidos novedosa que no se presenta en los genes CFTR normales a partir de ≥100 portadores de mutaciones FQ en ese grupo étnico del paciente. Solamente 23 mutaciones cumplen con esos criterios(4). Estos problemas serán comentados con mayor detalle a continuación. Cabe destacar que en zonas de detección de neonatos, es probable que las pruebas genéticas estándar se vuelvan menos útiles para el diagnóstico porque los genes comunes ya van a estar detectados. Mediciones de diferencias de potencial transepitelial La diferencia de potencial (PD) anormal se puede medir en la nariz(36), y en forma menos habitual en el árbol bronquial(37) e in vitro en biopsias rectales utilizando una cámara de Ussing(38). Esto último no es recomendado [4], debido a la falta de técnicas estandarizadas y los valores normales que han sido ampliamente adoptados. Todas las técnicas requieren una experticia y entrenamiento especiales. Las diferencias entre FQ y normales son: • Los pacientes FQ tienen una línea basal más negativa (normales 0 a -30 mV, CF < -35). • Si las pruebas para FQ no son concluyentes, es obligatoria una búsqueda renovada de otras afecciones, incluyendo pruebas genéticas para síndrome de Shwachman Diamond, estudios de función ciliar y un trabajo inmunológico completo • El resultado de elastasa fecal ausente es sensible y específico para insuficiencia pancreática, pero existen muchas más causas para esto que la FQ(39). • El cultivo de esputo para organismos de alta prevalencia en FQ (Pseudomonas aeruginosa mucoide, Staphylococcus aureus, Mycobacteria atípica) podría ser un indicador para el diagnóstico • Un lavado broncoalveolar neutrofílico en ausencia de alguna otra causa es otro indicador • Las pruebas para azoospermia podrían valer la pena de ser consideradas en el adolescente, o bien ultrasonido del conducto deferente a cualquier edad. • El escáner HRCT que muestra bronquiectasia en ausencia de otra causa es sospechoso pero no diagnóstico, aunque debería generar medidas a tomar (ver a continuación). Bush A. Cabe destacar que estas pruebas no pueden ser recomendadas para establecer un diagnóstico de FQ, sino solamente para cambiar el nivel de sospecha clínica. En un estudio de 158 pacientes con FQ no clásica(2), definida como enfermedad similar a FQ en por lo menos 1 sistema de órganos y falla para detectar dos mutaciones productoras de la enfermedad FQ. Al derivar a un especialista, 78 cumplieron los criterios diagnósticos entonces vigentes para FQ(40) y 80 no. Se realizó una secuenciación de genes detallada. Dos características clínicas, a saber, ausencia bilateral del conducto deferente e infección de la vía aérea con Pseudomonas aeruginosa, fueron predicadores de un diagnóstico final de FQ, mientras que la esteatorrea curiosamente no lo fue. Esto podría reflejar una práctica de derivación con los criterios diagnósticos de FQ que utilizaron, pero es una importante lección para no suponer que la esteatorrea y la enfermedad torácica significan automáticamente FQ. La edad al momento del diagnóstico, electrolitos en sudor, anomalías en escáner de tórax HRCT, presencia de pólipos nasales y espirometría no fueron discriminadores. SITUACIONES ESPECIALES Diagnóstico por detección - el modelo Brompton. A nivel mundial, cada vez más países están introduciendo la detección universal de FQ en neonatos y los procesos varían a través del mundo. En nuestra zona, el laboratorio de detección nos informa directamente de una prueba de detección positiva. Nuestro protocolo está diseñado para minimizar el tiempo entre la primera información de que el bebe ha dado positivo hasta la confirmación o de algún modo el diagnóstico final, porque este es un período de gran ansiedad para la familia. Hemos planificado espacios para pruebas de sudor los días martes y jueves por la mañana La mañana previa a uno de estos espacios, la enfermera visitadora telefonea a la familia para informar que realizará una visita esa tarde con una enfermera especialista (que proviene de nuestro equipo de FQ) debido a un problema con una de las pruebas de detección (no especificado), y que tal vez desearía contar con su compañera para la visita. En la tarde, la enfermera especialista en FQ y la enfermera visitadora local acuden al hogar, dicen que el bebe ha dado positivo y podría tener FQ y coordinan la prueba definitiva (prueba de sudor) en el Brompton Hospital al siguiente día. Es fundamental que el diagnóstico sea confirmado con una prueba de sudor, incluso si se han identificado dos mutaciones clásicas productoras de la enfermedad FQ en la mancha de sangre, además de eliminar la posibilidad de error de laboratorio. La familia recibe literatura sobre la FQ, detalles de la hora y lugar de la cita y un contacto telefónico para cualquier consulta adicional. A la mañana siguiente, acuden al Hospital Brompton y se reúnen con la Enfermera de FQ y la Consultora. Se realiza una prueba de sudor y la muestra es enviada por mano al laboratorio, el cual ya ha sido advertido para analizar el sudor en forma inmediata. El diagnóstico puede ser entregado por la Consultora dentro de una hora después de llegar la familia, lo que minimiza la tensión de la espera. Si el diagnóstico es confirmado, y el bebé está bien, entonces el bebé y los padres son 19 ingresados para una visita educativa de dos días a la semana siguiente. El objetivo de estas visitas es que se reúnan con el equipo de FQ en un ambiente relajado y comenzar el tratamiento inicialmente bajo supervisión. Si el bebé no está bien, se coordina su ingreso inmediato. Situaciones especiales: el niño sin síntomas, pero algunas pruebas diagnósticas positivas. Esto surge a menudo debido a una selección prolongada de la familia de un niño con diagnóstico nuevo de FQ. Un niño con buena salud resulta tener ya sea la misma genética en los loci CFTR, o una prueba de sudor positiva, o ambos. Sólo en forma ocasional, la anomalía podría ser un PD nasal positivo. Un examen físico completo no revela anormalidad. ¿Este niño tiene FQ o no? Que se debería hacer a continuación? Claramente, es improbable que este niño sano y la familia perciban que el niño tiene alguna enfermedad. Hemos acuñado el término 'pre-FQ'(41), que significa que el niño está bien en la actualidad, pero tiene un grado variable de riesgo de poder desarrollar la enfermedad; de hecho, en algunos casos puede que la progresión nunca ocurra, mientras que en otros, por ejemplo el homocigoto sano F508, la progresión es inevitable. El término es calificado de acuerdo a qué prueba es anormal: • Pre FQ química - una prueba de sudor positiva debidamente realizada que es inequívocamente anormal, pero el niño está bien • Pre FQ genética - Cada gen FQ tiene ya sea una mutación FQ conocida, o bien un polimorfismo cuya relevancia no está clara, pero el niño está bien. Cabe destacar que el estado de las mutaciones CFTR no es inalterable - se pensó inicialmente que I148T era una mutación causante de enfermedad FQ, pero luego se descubrió que era un polimorfismo neutro y se ha recomendado que sea retirado del panel de detección(42). Lo anterior pone el énfasis en que el ADN alterado no es lo mismo que una enfermedad. • Pre FQ eléctrico - una medición de PD anormal, pero el niño está bien • Los términos podrían ser combinados - por ejemplo, pre FQ química y genética para el niño cuya prueba de sudor y genética son anormales según lo definido en los puntos anteriores. El riesgo de progresión a FQ es variable, pero nunca puede ser considerado de valor cero en estos contextos. Mi recomendación es decirle a la familia que "el niño aún no tiene una enfermedad, y es posible que tal vez nunca la tenga; pero necesitamos monitorear al niño con mucho cuidado para detectar cualquier problema". Vería al niño por lo menos cada tres meses y con mayor frecuencia al inicio, monitoreando estatura y peso con mucho cuidado. No los veo en la clínica de FQ, y tomo todas las precauciones para evitar una infección intrahospitalaria, en particular por Pseudomonas aeruginosa. Le pido al fisioterapeuta que enseñe a la familia la forma de 20 verificar que el niño no tenga secreciones bronquiales y la forma de realizar la fisioterapia torácica si se encuentra algo. Incentivo el ejercicio y un estilo de vida activo; desincentivo el tabaquismo activo y pasivo y recomiendo una inmunización completa, incluyendo influenza anual. Existe un umbral muy bajo para prescribir antibióticos en caso de infección respiratoria. Si se desarrollan síntomas de FQ, es obligatorio un régimen terapéutico completo para FQ Una nomenclatura alternativa fue propuesta por el documento de Consenso de Estados Unidos(43). Los autores acuñaron el término "síndrome metabólico relacionado con CFTR" para describir lactantes libres de síntomas diagnosticados mediante hipertripsinogenemia al momento de detectar neonatos que tienen cloro en sudor <60 y < 2 mutaciones CFTR, por lo menos una de las cuales no está claramente categorizada como productora de enfermedad. Las dos categorías son aquellas con concentraciones de cloro en sudor intermedias en dos ocasiones (sin embargo, ver antes, ¿son realmente intermedias para lactantes?) con no más de una mutación CFTR productora de enfermedad definida (lo que yo llamaría pre FQ química) y aquellos con electrolitos en sudor normales pero dos mutaciones CFTR, de las cuales no más de una es una mutación productora de enfermedad conocida (lo que llamaría pre FQ genética). Los autores recomiendan un monitoreo estricto de estos lactantes para detectar cualquier signo de progresión a FQ. La prueba de sudor se repite a los seis meses de edad para intentar aclarar la situación. No existe una diferencia real en la estrategia, simplemente nomenclatura. Cualquiera sea el enfoque favorecido, el error principal a evitar es tranquilizar a la familia y dar de alta al niño para un seguimiento adicional. Estos niños se encuentran en riesgo de progresión para enfermedad FQ, y deben ser mantenidos bajo supervisión médica. Un paradigma distinto: Diagnóstico y tratamiento en paralelo El otro contexto clínico difícil y común es el paciente que tiene una enfermedad con una o más de las características clínicas de fibrosis quística, pero con pruebas para FQ normales o no diagnósticas. Por ejemplo, ¿cuál es el diagnóstico en un niño que tiene bronquiectasia bilateral, aislados de Pseudomonas aeruginosa no mucoide en el esputo, con cloro en sudor de 45 mmol y genotipo F508/-? La situación es más complicada que en grandes grupos de pacientes con bronquiectasia idiopática, o pancreatitis aguda no alcohólica, o sinusitis severa, o azoospermia debido a ausencia bilateral congénita del conducto deferente, o aspergilosis broncopulmonar alérgica, que tienen una frecuencia mayor a la esperada de ser portadores de FQ (y de hecho algunos resultan tener FQ, a menudo diagnosticada cuando se encuentra un segundo gen)(17-20). Todos o algunos de estos pacientes tienen FQ? Que diagnóstico se debería dar? Es claro que no hay respuestas fáciles, pero un enfoque distinto es seguramente de utilidad en definir el camino a seguir. El modelo médico ortodoxo es que el diagnóstico lleva a un tratamiento específico, y en la mayoría de los casos El diagnóstico de fibrosis quística: Lo fácil, lo difícil, lo imposible. de FQ esto es adecuado. Se realiza una prueba diagnóstica (prueba del sudor) y se entrega una terapia específica. En el caso de las situaciones desafiantes ya mencionadas, sugiero adoptar un paradigma distinto. Se puede sostener que por lo general no existe una terapia específica para bronquiectasia en FQ y otras complicaciones en oposición a aquellas debido a diferentes causas. Lo importante no es cuál es el diagnóstico, sino que el problema sea identificado y se establezca un tratamiento. Se podría sostener que esto no es verdad y que, por ejemplo, la rhDNasa es beneficiosa en FQ(44) pero no en bronquiectasia no FQ(45). Sin embargo, muchos pacientes con FQ no se benefician con esta terapia y siempre se realiza un N de un ensayo. La situación no es distinta incluso si el diagnóstico de FQ no ha sido establecido; es legítimo ensayar con rhDNasa, pero la medicación es abandonada si no hay beneficio. Por lo tanto, sugiero que si el cuadro clínico es de una o más manifestaciones de FQ, pero las pruebas diagnósticas son dudosas, se siga la siguiente estrategia: • Buscar con cuidado evidencia para un diagnóstico no FQ (ver antes). • Se consideran pruebas FQ más sofisticadas (PDs nasales, secuenciación génica completa). • Se realiza una evaluación multi sistémica completa para detectar complicaciones de FQ ocultas. • Todas las manifestaciones son tratadas según su mérito: por ejemplo, bronquiectasia con fisioterapia, ejercicio, antibióticos adecuados; insuficiencia pancreática con terapia de reemplazo. • Las pruebas diagnósticas para FQ se repiten en forma periódica; la prueba del sudor se puede volver definitivamente anormal con el tiempo. Lo que fundamenta esto es considerar que las complicaciones graves pueden y de hecho surgen a partir de casos desatendidos que más tarde resultan tener FQ, u otro diagnóstico. En una serie, 68 de 2349 valores de cloro en sudor en niños estuvieron en el rango intermedio. 43 niños pudieron ser seguidos. 10 pacientes resultaron tener dos mutaciones causantes de FQ putativas. Estos niños tenían una enfermedad obvia y severa, la cual fue completamente compatible con FQ(26). Estos datos respaldan ciertamente las recomendaciones del Consenso USCFF en cuanto a no ignorar un valor de cloro en sudor ≥40, sino los méritos para una evaluación adicional. ¿Resulta útil la diferencia entre FQ "clásica" y "no clásica"? Los pacientes con FQ "clásica" tienen manifestaciones clínicas en el tracto respiratorio, páncreas, glándulas sudoríparas y el tracto reproductivo (en hombres)(46). Cerca del 10% de los pacientes con FQ no tienen enfermedad en uno o más sistemas, y son denominados FQ "no clásica"(2). Habitualmente, la prueba diagnóstica es ambigua(47-9). Sin embargo, este concepto puede ser desafiado. En primer lugar, los pacientes con enfermedad pulmonar FQ severa típica, pero sin otra manifestación de FQ, manifestarán un curso clínico de FQ relativamente clásico, con muerte prematura. En segundo 21 Bush A. lugar, la detección y manejo inmediato para el desarrollo de complicaciones por FQ es la misma para FQ clásica y no clásica. Finalmente, aunque los datos de grandes grupos muestran diferencias entre parámetros, como los electrolitos en sudor, la superposición es tal que estas diferencias no permiten una clasificación útil de individuos. ¿Resulta útil la diferencia entre FQ y trastorno asociado a CFTR? El trastorno relacionado con CFTR se define como la presencia de una mutación productora de FQ conocida en presencia de una anomalía indicadora de disfunción CFTR, por ejemplo bronquiectasia. La relevancia es de importancia principalmente teórica: • Cualquiera sea el nombre, el tratamiento debería ser el mismo (ver antes) • Muchos, en cualquiera de los casos, resultan finalmente tener FQ Por lo tanto, resulta cuestionable su utilidad en la práctica clínica. Lo que está claro es que al analizar grandes grupos de pacientes, deberían ser analizados como un subgrupo separado. Resulta claro que se requiere algún término para describir pacientes que tienen un fenotipo de la enfermedad que resulta compatible con uno o más de los fenotipos FQ bien conocidos, quienes no presentan evidencia de ninguna otra enfermedad que pudiera ser responsable (inmunodeficiencia, disquinesia ciliar primaria, síndrome de ShwachmanDiamond, por ejemplo) y en los cuales las pruebas diagnósticas para FQ no son concluyentes. Pienso que "FQ Probable" es más descriptivo y el tratamiento es el mismo que para FQ con un fenotipo incompleto. Tal vez es legítimo sugerir que esto reemplaza a términos tales como "disfunción CFTR", trastornos relacionados con CFTR", "CFTR-patía" y "FQ no clásica". Cualquiera sea la nomenclatura establecida, es correcto realizar esfuerzos diagnósticos adicionales de vez en cuando. ¿Entonces nunca deberemos molestarnos en hacer el diagnóstico de FQ? Se podría pensar que la sección anterior sería más bien indiferente al diagnóstico y tal vez es correcto considerar las ventajas y desventajas de la etiqueta FQ. Es evidente que como médicos deseamos efectuar un diagnóstico seguro. Sugiero que existen siete posibles razones del porqué un diagnóstico de FQ podría ser útil que deberían ser consideradas: • Disponer de una vigilancia y tratamiento adecuados; pero ya he argumentado antes que un diagnóstico específico no es un prerrequisito para que esto ocurra. • La evitación de pruebas diagnósticas innecesarias. Aunque un diagnóstico firme debería suspender por completo las pruebas, pueden coexistir distintos diagnósticos y se debería mantener la alerta diagnóstica. Sin embargo, esta es una razón convincente para desear efectuar un diagnóstico. • Información pronóstica. No hay duda de que para grupos de pacientes con FQ se puede predecir el pronóstico (por ejemplo, aquellos pacientes con mutaciones Clase 1-3 tienen un peor pronóstico que las Clases 4 y 5)(50), y que los grupos de pacientes FQ están peor que los grupos con otras enfermedades (por ejemplo, PCD(51,52). Sin embargo, para un paciente individual con FQ, en particular con diagnóstico temprano, el pronóstico es casi imposible de establecer. • Diagnóstico prenatal de embarazos futuros. Aunque ésta es una razón convincente para intentar realizar el diagnóstico, resulta irrelevante para el paciente, solamente para los padres • Implicancias para seguros de salud. Esto no es en absoluto algo bien definido. En algunas partes del mundo, un diagnóstico de FQ le impide al niño contar con una cobertura de seguro, mientras que en otras partes puede abrir la posibilidad de beneficios • El uso de terapias moleculares novedosas. Resulta claro que, a menos que el diagnóstico esté claramente establecido, estos pacientes no deberían ingresar a ensayos de tratamiento controlados y randomizados. • Proporcionar una "etiqueta". Los pacientes lo podrían considerar una comodidad, pero proporcionar la etiqueta equivocada podría no ser de utilidad. Por lo tanto, aunque un diagnóstico claro y correcto de FQ siempre es una ayuda, muchos se puede ganar y hay muy poco que perder si el diagnóstico se mantiene en duda. Las palabras "No lo sé" son difíciles de pronunciar, pero podrían ser adecuadas. RESUMEN Y CONCLUSIONES Mientras que la gran mayoría de los diagnósticos de FQ se realiza con facilidad una vez que la posibilidad ha sido considerada, unos pocos casos atípicos desafían una clasificación clara, y en algunos otros, las pruebas sofisticadas causan mayor confusión en lugar de reducirla. Sugiero que: • Incluso si ejerce en una zona donde se realiza detección en neonatos, siempre recuerde la posibilidad de una detección pasada por alto que lleva a una FQ atípica de manifestación tardía • Hacer el diagnóstico de FQ es la prerrogativa del clínico, basado en lo obtenido de la historia y el examen físico, respaldado por pruebas de apoyo(43). • Un niño completamente sano no tiene una enfermedad porque un informe de pruebas es anormal, pero las implicancias de la primera deberían ser analizadas y el 22 El diagnóstico de fibrosis quística: Lo fácil, lo difícil, lo imposible. niño recibir un seguimiento cuidadoso para detectar un cambio en la condición 22. • Cualquiera sea la causa de una manifestación patológica, trátela de acuerdo a su mérito, incluso si no se puede establecer un diagnóstico etiológico exacto. 23. • Finalmente, siempre considere si un diagnóstico de FQ establecido es correcto - las pruebas diagnósticas realizadas en forma incorrecta no son raras 25. Si se siguen estos principios, entonces se podrán evitar peligrosos errores. 27. 24. 26. 28. 29. 30. REFERENCIAS 31. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. Castellani C, Cuppens H, Macek M Jr, Cassiman JJ, Kerem E, Durie P, et al. Consensus on the use and interpretation of cystic fibrosis mutation analysis in clinical practice. J Cyst Fibros 2008; 7: 179-96 Groman JD, Karczeski B, Sheridan M, Robinson TE, Palin D, Cutting GR. Phenotypic and genetic characterization of patients with features of “non-classic” forms of cystic fibrosis. J Pediatr 2005; 146: 675-80 Goubau C, Wilschanski M, Skalicka A, Lebecque P, Southern KW, Sermet I, et al. Phenotypic characterisation of oatients with intermediate sweat chloride values: towards validation of the European diagnostic algorithm for cystic fibrosis. Thorax 2009; 64: 683-91 Farrell PM, Rosenstein BJ, White TB, Accurso FJ, Castellani C, Cutting GR, et l. 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La ausencia de una función normal de la proteína de membrana CFTR (por sus siglas en inglés Cystic Fibrosis Transmembrane conductance Regulator) conduce a anomalías en las glándulas exocrinas que son más notorias en el tracto gastrointestinal por la destrucción del tejido pancreático acinar debido a la obstrucción ductular(3). Como resultado, existe una pérdida de la capacidad de secretar enzimas pancreáticas y bicarbonato a el duodeno, lo que caracteriza a la insuficiencia pancreática (IP). Una consecuencia directa es la ausencia de degradación enzimática de nutrientes en el lumen superior del intestino, así como un decremento en la capacidad de neutralizar la acidez del contenido gástrico que evacua en el duodeno(4). Un efecto perjudicial adicional es la precipitación de sales biliares debido al bajo pH duodenal(5). La combinación de la falta de actividad enzimática y ausencia de sales biliares conduce a la mala absorción de nutrientes ingeridos -especialmente grasas- que se manifiesta por la diarrea y el retardo del crecimiento. Sólo una minoría de los pacientes con FQ están afectados por mutaciones leves en el CFTR y ello conlleva a la preservación de su actividad secretora pancreática y estar libres de malabsorción significativa temprano en la vida. Sin embargo, este subgrupo de pacientes están todavía en riesgo de perder su función pancreática con el paso del tiempo(6). Si bien está claramente establecido que la función pulmonar de los pacientes con FQ es el principal factor de predicción de muerte y que la tasa anual de disminución del VEF1 es la variable, más importante para predecir mortalidad(7,8); los factores responsables de la progresión de la enfermedad pulmonar a largo plazo no se han identificado completamente; mas aún, los factores envueltos en la preservación de la función pulmonar no están claros. Varios estudios clínicos indican que el estado nutricional desempeña un papel importante en la progresión de la enfermedad pulmonar(9,10). Estudios longitudinales apuntan a una ventaja de supervivencia para los pacientes con un status nutricional óptimo(11,12). Los valores de la función pulmonar en si no parecen repercutir tan fuerte, y por lo Correspondencia: The Stanford Cystic Fibrosis Center. Center for Excellence in Pulmonary Biology. Department of Pediatrics, Stanford University 770 Welch Rd. Suite 350. MC 5882. Palo Alto, CA 94304; Ph: 650-723-5191; Fx: 650-723-5201. ISSN 0718-3321 tanto, la supervivencia aparece más fuertemente asociada al crecimiento y en particular a la ganancia en talla(13). Un segundo hallazgo importante de los estudios longitudinales es que los programas de tratamiento que ponen un mayor énfasis en maximizar la ingesta calórica reportan consistentemente los mejores resultados(11,14). La insuficiencia pancreática con malabsorción crónica, las infecciones respiratorias recurrentes (predominantemente pulmonares y de senos paranasales), la inflamación crónica y el gasto de energía incrementado en combinación con la ingesta subóptima son importantes factores determinantes de la desnutrición en pacientes con FQ. Además, el deterioro progresivo de la función pulmonar contribuye a la desnutrición al influir en el gasto de energía y la actividad. Es aun más importante el tomar en cuenta que la enfermedad pulmonar incluso en sus fases subclínicas es un contribuyente temprano para el estado nutricional de los pacientes(15). Está también claramente reconocido que la enfermedad pulmonar obstructiva aumenta el gasto de energía dadas las altas exigencias del trabajo respiratorio(16) y esto es prominente en pacientes mayores con enfermedad pulmonar severa(17-20). Sin embargo, la temporalidad real de la relación causal entre la desnutrición y la disfunción pulmonar en la FQ no está completamente establecida. Esto es difícil de elucidar mas aún teniendo en cuenta que los estudios clínicos en los bebés diagnosticados por despistaje neonatal han demostrado la presencia de un proceso inflamatorio activo en las vías respiratorias incluso antes de que la disfunción pulmonar sea clínicamente aparente(21-23). La mayoría de las personas con FQ tiene una mayor necesidad de calorías, estimada entre un 120 y 150% de los requisitos normales. Esto se piensa que es en parte debido a un mayor gasto de energía en reposo (REE)(24-26). Los estudios en niños con FQ consistentemente han encontrado un REE mayor en comparación con los niños no afectados y tanto en los niños con enfermedad muy leve(27) como en los niños con diferentes grados de severidad de su enfermedad(28). Esta información se ha tomado como sugestiva de la presencia de un defecto genéticamente determinado en el metabolismo de estos niños que incrementa sus requerimientos de energía. Sin embargo, las investigaciones en los bebés diagnosticados por despistaje neonatal con el uso de la metodología más apropiada han demostrado que es el REE está dentro de los valores observados en bebes sin FQ(31,32). Esta evidencia establece claramente que el gasto de energía en los bebés con FQ es comparable a los controles sanos y que el déficit NEUMOLOGIA PEDIATRICA 24 de crecimiento observado se explica en gran parte por la insuficiencia pancreática y malabsorción. También hay evidencia de que el REE aumenta sobre los valores previstos sólo una vez que la disfunción pulmonar se establece(33). Esto descarta la presencia de una alteración genéticamente determinada en el metabolismo de energía. Lo que sí está muy en claro es que la enfermedad pulmonar obstructiva progresiva aumenta los requerimientos de calorías a medida que aumenta el trabajo respiratorio(34). Independientemente del origen o las razones del incremento en el gasto de energía, clínicamente la cuestión más pertinente de la influencia de la nutrición en la progresión de la enfermedad pulmonar sigue siendo incompleta de comprender. Es intuitivo asumir que durante las primeras etapas de crecimiento y desarrollo del niño, cualquier deficiencia puede afectar la tasa con la que los pulmones crecen y se convierte a su vez en un fuerte factor determinante para el desarrollo de la enfermedad pulmonar(35). Existe cierto apoyo a esta posibilidad en la observación de que los pacientes con FQ que no sufren de insuficiencia pancreática no sólo tienen mejores parámetros nutricionales, sino también una tasa más baja de deterioro pulmonar(36). Los estudios realizados en los infantes con FQ diagnosticados a través del despistaje neonatal indican que la falla de crecimiento todavía ocurre en esta población de pacientes a pesar de su diagnóstico tan temprano(23,37) y esto parece preceder al desarrollo de la enfermedad pulmonar(37). Thomson et al, en una evaluación prospectiva de su población de pacientes con FQ pudieron identificar una importante relación entre los cambios en el crecimiento y la función pulmonar(38). En su estudio, una acumulación de potasio corporal total dentro del rango esperado se asoció con una disminución del VEF1 a una tasa de menos de la mitad que la observada en los niños que no pudieron acumular a un ritmo aceptable. Estos hallazgos sugieren que en las primeras etapas de la enfermedad pulmonar ciertos componentes de la masa corporal desempeñan un papel importante en la preservación de la función pulmonar. La masa corporal puede entenderse como principalmente compuesta por 2 compartimentos: la masa libre de grasa (MLG) y la masa grasa (MG); con la MLG representando principalmente la masa muscular y reservas de proteínas y la MG representando los almacenes de energía. Tomando esto en cuenta, el peso corporal en si es un marcador indirecto de los almacenes de proteínas y energía y los cambios en el peso corporal medido en serie durante largos períodos en pacientes sin problemas de fluidos reflejan cambios en la masa de proteínas y/o reservas de energía. Los principales componentes de la MLG son el músculo esquelético, el agua y la masa ósea, con la masa muscular siendo el mayor componente en volumen. Todos estos componentes se pueden calcular a través de medidas antropométricas, o más directamente con estudios de radioisótopos o a través de la absorcionmetría de rayos x de doble de energía (DEXA por sus siglas en inglés), entre otros métodos(39). Los estudios que han investigado específi- Nutrición en fibrosis quística camente los diferentes componentes de la masa corporal en los niños con FQ han sido inconsistentes en sus conclusiones, con algunos estudios encontrando diferencias importantes(40,41), mientras que otros han encontrado sólo pequeñas diferencias no significativas(42,43). El único estudio longitudinal a largo plazo realizado para investigar cambios en la composición corporal en niños con FQ(44,45) reportó una asociación significativa entre la MLG y REE y también una divergencia con el tiempo en el incremento de la MLG entre los niños con FQ y los controles sanos. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para el posible papel de la nutrición en el desarrollo de la enfermedad pulmonar en la FQ. Si bien el aumento de peso por sí es importante, el mantenimiento de una masa muscular normal puede estar íntimamente conectado con tanto el crecimiento normal como con la preservación de la función pulmonar en niños con FQ. Hay varios reportes de un estado de catabolismo de proteínas en niños con FQ y pobre crecimiento(4649). La presencia de un retraso en el desarrollo de una MLG adecuada implica un menor desarrollo del músculo esquelético, que incluye los músculos respiratorios. Estudios utilizando medidas como las presiones inspiratoria y espiratoria máximas (PImáx y PEmax) y la máxima ventilación voluntaria (MVV) han mostrado anomalías en el desempeño de la bomba respiratoria en pacientes con FQ con diferentes grados de disfunción pulmonar y especialmente con respecto a su potencia muscular respiratoria(50-52). Sin embargo, no se encuentra debilidad muscular respiratoria en niños con FQ con una función pulmonar normal en comparación con controles sanos; lo que implica que la pérdida de la masa muscular o su potencia precede al desarrollo de la enfermedad pulmonar(53). Estudios más recientes Tabla 1.- Factores que determinan la malabsorción en la FQ. La presencia de estas anomalías gastrointestinales debería investigarse en pacientes que no responden a una terapia adecuada de reemplazo de enzimas pancreática. Insuficiencia pancreática Acidez luminal duodenal Anomalías en la composición y precipitación de las sales vías biliares Proliferación bacteriana en el intestino superior Retraso en el vaciamiento gástrico Anomalías en el transito y la motilidad intestinal Anomalías en la mucosa intestinal Síndrome obstructivo intestinal distal Alteraciones en la flora intestinal 25 Milla E. demuestran que el defecto en la masa muscular no es específico de la FQ y probablemente es secundario a el proceso infeccioso e inflamatorio crónico, ya que pacientes control con enfermedad pulmonar no debida a FQ demuestran un déficit similar en la extracción de oxígeno(54). Además, estudios sobre el efecto de la intervención nutricional para pacientes con FQ desnutridos han mostrado que, aunque no se pueden lograr constantemente mejorías en la función pulmonar, cambios positivos en la función muscular respiratoria pueden ser logrados(55). talizaciones por exacerbación pulmonar aguda48. Además, la experiencia acumulada con el uso de la hormona del crecimiento en los pacientes con FQ apunta a mejoras en la salud pulmonar y la MLG(57,58). En estos pequeños ensayos clínicos controlados, la terapia prolongada condujo a mejoras en los parámetros de función pulmonar, en las medidas de fuerza muscular respiratoria, en las tasas de hospitalización y en ganancias en la capacidad de ejercicio en los pacientes asignados al tratamiento activo. De interés, un estudio reveló que la mejora de la VEF1 lograda en pacientes con suplementos nutricionales por gastrostomía nocturna correlacionaban con cambios en la MLG, y no con cambios en la MG(56). También se ha observado que la reversión en el estado de catabolismo de proteínas estabiliza la función pulmonar y reduce el número de hospi- Es posible entonces que en FQ el efecto de la malnutrición sobre el desarrollo de la enfermedad pulmonar temprano en la vida sea el resultado de un crecimiento inadecuado del pulmón, así como un déficit en la bomba respiratoria en su capacidad de eficientemente conllevar las exigencias impuestas por la enfermedad de las vías respiratorias. Tabla 2.- Hoja de evaluación nutricional utilizada en el centro de FQ de Stanford. La información especificada se utiliza para asignar una categoría de riesgo para el paciente. Centro de la FQ de Stanford Protocolo de evaluación nutricional Hoja de trabajo del paciente Niños y adolescentes (2-20 años de edad) Peso Peso Actual (kg): _______________ %il para edad: ______________ Peso (kg) última visita: __________ Cambio en el peso (Kg): Fecha actual: ______________ Fecha última visita: __________ __________ Numero de días entre visitas: __________ Ganancia de Peso por día (gm/día) __________ Puntos: __________ Talla Talla actual (cm):__________ %il para edad:_________ Fecha actual: __________ Talla (cm) última visita:__________ Fecha: __________ (usar intervalo de 3 a 12 meses) Cambio en la Talla:____ Velocidad de crecimiento anualizada (cm/año)_____ BMI: _________ (kg/cm2) %il para edad: ____________ Puntos: ____ Puntos: ____ Adultos (Edad > 20 años) Talla actual (cm): ______ BMI: Peso actual (kg): _______ Fecha actual: _______ _______(kg/cm2) Peso Ideal (kg):_______ Puntos _______ % Peso Ideal: _______ Puntos _______ Peso (kg) última visita: _______ % cambio en Peso: _______ Puntos _______ FEV1 Actual: _______%-pred. Puntos _______ Puntos Totales: _______ Nivel de Riesgo_____________ 26 Nutrición en fibrosis quística Tabla 3.- Protocolo de categorización del riesgo nutriciónal seguido en el centro de FQ de Stanford. La evaluación y clasificación se lleva a cabo en cada visita clínica y se basa principalmente en los datos antropométricos obtenidos. Centro de la FQ de Stanford - Protocolo de evaluación nutricional Categorización pediátrica del nivel de riesgo nutricional 0 puntos de riesgo 1 punto de riesgo 2 puntos de riesgo peso/talla IMC ≥ 50%il para edad IMC 10 - 50 %il IMC < 10 %il velocidad de ganancia de peso* para IMC ≥ 50 %il, ganancia de peso ≥ 10 %il para IMC ≥ 50 %ile, ganancia de peso ≥ 10 %il por más de 3 meses pérdida de peso o no ganancia de peso por más de 6 meses. para IMC < 50 %il, ganancia de peso > 50 %il para IMC < 50 %ile, ganancia de peso < 50 %il por más de 3 meses ganancia de talla ≥ 10 %il ganancia de talla ≤ 10 %il velocidad de ganancia de talla** mujer (hasta 14 años): no ganancia > 6 meses varón (hasta 15 años): no ganancia > 6 meses *Las velocidades de ganancia esperadas para el peso y la talla son tomadas del estudio longitudinal de Fels: Baumgartner RN, Roche AF, Himes JH. Incremental growth tables: supplementary to previously published charts. Am J Clin Nutr 1986; 43: 711-722. **La categorización de la velocidad de ganancia en la talla es ajustada para tomar en cuenta el estadío pubertal y la predicción del percentil de la talla adulta basada en la talla promedio de los padres. 1 punto se sustrae si el estadío pubertal está por debajo de los esperado para la edad actual y/o si el percentil de la talla esta dentro de lo predicho por el percentil basado en la talla promedio de los padres. El estadío pubertal se determina basado en las tablas de Tanner67 y la predicción de la talla adulta basada en la talla promedio de los padres se estima de acuerdo con las formulas de Luo et al(68). Categorización adulta del nivel de riesgo nutricional 0 puntos de riesgo 1 punto de riesgo 2 puntos de riesgo IMC (Kg/m2) varon > 23 mujer > 22 varon ≥ 20-22 mujer > 20-22 varon o mujer ≤19 % peso ideal* ≥ 90% 85-89% ≤ 84% Cambio en peso estable o ganancia de peso pérdida de peso ≤ 5% en 3 meses pérdida de peso >5% en 3 meses FEV1 %-pred. >75% -predicho 40 - 75% -predicho <40% -predicho *Porcentaje del peso ideal se calcula dividiendo el peso actual entre el peso ideal y multiplicando por 100. El peso ideal se puede estimar utilizando las formulas de Budd et al69, que se aplican para todas las edades: Mujeres: peso ideal (kg) = e (-0.3198 x Ln(Ht^4) + 7.5767 x Ln(Ht^3) - 63.306 x Ln(Ht^2) + 222.74 x Ln(Ht) - 299.6) Varones: peso ideal (kg) = e (-1.0504 x Ln(Ht^4) + 20.689 x Ln(Ht^3) - 151.4 x Ln(Ht^2) + 490.3 x Ln(Ht) - 592:49) donde Ht es la talla en centímetros y Ln es el logaritmo natural. Niveles de riesgo nutricional (todas las edades) bajo riesgo riesgo moderado alto riesgo 0-1 punto 2-3 puntos ≥4 puntos 27 Milla E. Los principios básicos del manejo nutricional de los pacientes con FQ e IP incluyen el uso de terapia de reemplazo de enzimas pancreáticas (TREP) y una dieta sin restricciones con contenido alto de proteínas y calorías(59). Guías de manejo están disponibles para el uso de TREP con el objetivo principal de lograr niveles adecuados de absorción de nutrientes y manteniendo las dosis dentro de rangos reconocidos como seguros(60,61). La mayor parte de las guías de dosificación se basan en consenso y la evidencia limitada disponible de estudios pequeños. Cabe señalar que evidencia reciente obtenida en un estudio con bebés con FQ apunta a niveles significativos de malabsorción residual aun cuando los bebés se trataron con dosis que se pueden considerar como dentro de un rango adecuado(62). Es además de mucha importancia el siempre tener en cuenta que varios factores más allá de la IP están involucrados en el proceso de malabsorción en pacientes con FQ y es probable que estos cambien con el tiempo y en función de los cambios en la salud (Tabla 1). Por lo tanto, simplemente maximizar las dosis de enzimas pancreáticas no necesariamente puede resultar en mejorías notables en la absorción(4). La intervención nutricional con suplementos ricos en calorías en pacientes con FQ se basa en la presunción de que la mejoría nutricional mejorará la función pulmonar. Sin embargo, como se señaló en una revisión Cochrane(63), hay una falta de pruebas firmes a través ensayos controlados para apoyar esta recomendación y mucho menos datos para orientar los tipos de intervenciones que pueden ser más eficaces. La revisión identificó la necesidad de ensayos aleatorios multicéntricos para evaluar la eficacia y los posibles efectos adversos de la alimentación suplementaria por sonda enteral en comparación con el suplemento oral y con la alimentación normal en niños con FQ. Sin embargo, el identificar que intervenciones serian de mayor valor (por ejemplo, suplementar energía vs. proteína vs. ejercicio adicional como un componente) depende en cierta medida en determinar que componentes de la masa corporal son más importantes en el mantenimiento de la función pulmonar y esto no está completamente claro con los estudios disponibles. Desde el punto de vista clínico, lo que es evidente en muchos pacientes es que la ingesta de calorías por vía oral se ve frecuentemente afectada por la anorexia asociada con la infección respiratoria y el malestar abdominal por la malabsorción residual y los efectos secundarios de los medicamentos. También debe tenerse en cuenta que incluso con un control adecuado de la malabsorción de nutrientes utilizando TREP, los pacientes con FQ no llegan a satisfacer completamente sus requerimientos de mayor energía(64,65). En el centro de FQ de Stanford, un componente importante del manejo nutricional de los pacientes es la evaluación recurrente de su estado nutricional a través de los parámetros antropométricos. Además, al menos una vez al año los pacientes se someten a una evaluación más exhaustiva con análisis de composición de masa corporal y densidad ósea por DEXA, detección de diabetes por tolerancia oral a la glucosa (OGTT), así como perfil bioquímico y evaluación de los niveles de micronutrientes. Según los datos antropométricos obtenidos en los encuentros clínicos rutinarios (Tabla 2), los pacientes se clasifican de acuerdo a su riesgo nutricional (Tabla 3). El principal objetivo de esta clasificación es identificar a los pacientes en riesgo temprano de manera de intervenir apropiadamente en el momento cuando son más susceptibles a responder a la intervención. Además, esto asegura que se siga un protocolo uniforme para todos los pacientes a fin de disminuir la variabilidad en las prácticas de atención. Este enfoque proactivo para la identificación temprana del riesgo nutricional se ha convertido en un tema importante dentro de la red de centros de FQ en los Estados Unidos. Varios ejemplos de iniciativas de mejora de calidad de la atención enfocados en el manejo nutricional se han acumulado en la última década66 e impulsados por una iniciativa patrocinada por la Fundación de FQ en los Estados Unidos. En conclusión, los resultados de varios estudios clínicos y longitudinales consistentemente apuntan a una fuerte influencia del crecimiento y la nutrición en la enfermedad pulmonar de la FQ. Dado que temprano en la vida la deficiencia nutricional está determinada principalmente por la insuficiencia pancreática y malabsorción, se puede suponer que un apoyo nutricional agresivo con la administración de TREP adecuada debe conducir tanto a un crecimiento y desarrollo dentro de lo normal como a una preservación de la función pulmón. Entonces, el estado nutricional del paciente con FQ debe de controlarse estrictamente a través de las visitas clínicas de rutina para permitir la intervención temprana una vez que se notan trastornos. Esto incluirá un incremento en la ingesta calórica en las primeras etapas de la enfermedad pulmonar y ser vigilantes de la sintomatología gastrointestinal y sus complicaciones. Teniendo en cuenta el progresivo deterioro de los pulmones que experimentan los pacientes con FQ, existe una necesidad imperiosa de identificar las intervenciones nutricionales más eficaces a través de estudios controlados a largo plazo y en particular en las primeras etapas de la enfermedad antes de que se produzca desnutrición importante. REFERENCIAS 1. 2. Davies JC, Alton EWFW, Bush A. Cystic fibrosis. BMJ 2007; 335: 1255-9. Davis PB, Drumm M, Konstan MW. Cystic fibrosis. Am J Resp Crit Care Med 1996; 154: 1229-56. 3. Durie PR. The pathophysiology of the pancreatic defect in cystic fibrosis. Acta Paed Scan Supp 1989; 363: 41-4. 4. James M, Littlewood SPW, Conway SP. Diagnosis and Treatment of Intestinal Malabsorption in Cystic Fibrosis. Ped Pulmonol 2006; 41: 35-49. 5. Robinson PJ, Smith AL, Sly PD. Duodenal pH in cystic fibrosis and its relationship to fat malabsorption. Digestive Dis Scie 1990; 35: 1299-304. 6. Walkowiak J, Lisowska A, Blaszczynski M. 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Computers & Biomedical Research 1988; 21: 15. 29 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Prestación de Servicio de Salud en fibrosis quística: El rol de un centro de cuidado multidisciplinario Dr. Héctor H. Gutiérrez Division of Pulmonary Medicine. Department of Pediatrics. The University of Alabama at Birmingham Resumen El actual sistema de prestación de servicios de salud está mejor diseñado para manejar y reaccionar frente a problemas agudos mas que anticipar y mantener la salud. El aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas como la fibrosis quística requiere de un cambio en el sistema de salud. En la mayoría de los casos la infraestructura multidisciplinaria no existe, contribuyendo a una excesiva variabilidad en las prácticas de salud y resultados clínicos. En este sentido, el modelo de prestación de cuidados de salud a pacientes con fibrosis quística desarrollado por la Fundación de Fibrosis Quística de Estados Unidos ofrece una alternativa atrayente y factible de desarrollar en países en desarrollo, ya que muchos de los elementos del modelo de cuidado se basan en como se hacen las cosas -mas que de la disponibilidad de medicamentos y terapias- y son de un costo acotado y relativamente fáciles de implementar. Palabras Claves: Cystic fibrosis, chronic care, care coordination. INTRODUCCIÓN Toda persona espera que la prestación de salud que recibe sea de calidad, segura, efectiva, centrada en el persona (paciente), oportuna, equitativa y eficiente(1,2). Aún cuando estos principios de calidad en la prestación de servicios se han desarrollado en otras industrias, no ha ocurrido así en el área de Salud. Es más, se ha demostrado que en Salud existen claras deficiencias en el diseño de acciones específicas del manejo del paciente y también en las expectativas y conocimientos de los profesionales del área en la aplicación efectiva de los principios y prácticas de gestión de calidad. Aún así, en la ultima década ha habido una mayor atención en este tema y paulatinamente se han adaptado métodos usados en la industria manufacturera (como TQM, Six Sigma, LEAN, entre otros) con el fin de mejorar los resultados clínicos de los pacientes(3). La Gestión de Calidad (QI -Quality Improvement- en sus siglas en Inglés) se define como aquellas actividades sistemáticas, guiadas por el análisis de información de datos y diseñadas para producir mejorías inmediatas en las acciones de un ámbito médico específico(4), como aquellas en fibrosis quística (FQ). La gestión de calidad es parte intrínseca de un buen manejo clínico, en el cual datos de información nosológica del paciente generados localmente son usados por el equipo de salud y llevan a mejorar el manejo clínico de estos. A Correspondencia: Division of Pulmonary Medicine.Department of Pediatrics. The University of Alabama at Birmingham. Suite 620 ACC 1600, 7th avenue South, Birmingham, Alabama 35233; Phone: 205-939-9583; Fax: 205975-5983; E-mail: [email protected] ISSN 0718-3321 medida que los prestadores de la salud conocen y entienden los procesos del cuidado de la salud, aprenden a mejorarlos. Con el tiempo, las intervenciones exitosas en la gestión de calidad transforman la cultura organizacional del equipo multidisciplinario de salud y cada uno de los miembros se empeña en mejorar de manera continua la gestión clínica, como ha sido probado en diversas ocasiones(5,6). El tratamiento de la FQ ha mejorado significativamente en las últimas décadas. Esto ha llevado a una mejor sobrevida de los pacientes, especialmente en los países desarrollados (Figura 1)(7). La causa de muerte por FQ se debe a complicaciones pulmonares en más del 90% de los casos. Sin embargo, existe gran variabilidad en la severidad y progresión de ésta. Existen diversos factores (probados o no) que influencian la severidad de la enfermedad y la sobrevida. Estos se agrupan en tres categorías: a) genéticos, que incluye aquellos factores biológicos intrínsecos al paciente; b) ambientales, que incluye factores socioeconómicos, educacionales y demográficos; y c) los relacionados a la prestación de salud, que incluye las intervenciones médicas y la adherencia del paciente a éstas(8). Aunque existen muchas enfermedades cuyo tratamiento es incierto, hay otras tantas condiciones en que aspectos específicos tienen un manejo terapéutico óptimo identificado -ya sea por evidencia o por consenso de expertos. En estos casos, la estandarización del cuidado que emana del uso de regímenes apoyados en protocolos científicos y basados en evidencia facilita la prestación de tratamientos de cuidado óptimos y reducen la variabilidad de prestación a prestación, culminando en mejores resultados clínicos(9). NEUMOLOGIA PEDIATRICA 30 Prestación de Servicio de Salud en fibrosis quística: El rol de un centro de cuidado multidisciplinario 40 Meedian Survival Age (years) 36 32 28 24 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 08 (años) Figura 1.- Edad promedio de sobrevida de los pacientes en el Registro Nacional de Fibrosis Quistica de la CFF de Estados Unidos. Para el 2008 fue de 37,8 años (con un rango promedio entre 35,0 y 40,1 años). Tomado del Cystic Fibrosis Foundation Patient Registry; 2008 Annual Data Report. Bethesda, MD, USA. En los países desarrollados ha evolucionado un sistema de manejo clínico y de seguimiento de los pacientes con FQ los llamados Centros de Fibrosis Quística- acreditados por la Fundación de Fibrosis Quística (CFF en sus siglas en Inglés) Americana. Esta red de centros especializados ofrece la mejor manera de organizar equipos multidisciplinarios que intercambian conocimientos, aprenden uno del otro, desarrollan, adaptan y optimizan los diferentes protocolos de tratamiento y resultan en mejor pronóstico y sobrevida(10). Estos centros clínicos de excelencia tienen en común un sistema de manejo clínico altamente desarrollado y óptimamente adaptado a las condiciones locales permitiendo así la aplicación metódica y consistente de aquellas terapias y tratamientos basados en la mejor evidencia disponible. El sistema de cuidado de pacientes con FQ en Estados Unidos Existen varios elementos en el cuidado de FQ en Estados Unidos (y en otros países desarrollados) que han significado un avance importantísimo en el manejo, pronóstico y sobrevida de los pacientes con FQ. Es altamente factible que este modelo sea posible de replicar -ciertamente adaptado a la realidad y estructura de salud local- en América Latina. A continuación se describen de manera breve sus elementos más importantes. Centros de Cuidado de Fibrosis Quística El concepto de centros de excelencia en el cuidado de FQ surgió hace más de 50 años, bajo el auspicio de la CFF. Actualmente existen 117 centros acreditados por la CFF en los Estados Unidos. La acreditación (y re-acreditación mandatoria cada 4 años) de un centro requiere del envío de detallada documentación ad hoc y de una visita de evaluación al lugar efectuada por especialistas independientes designados por la CFF. Para lograr y mantener la acreditación el centro requiere asegurar la presencia permanente de un equipo de especialistas médicos, nutricionistas, asistentes sociales, terapistas respiratorios y físicos, como también la disponibilidad de técnicas de laboratorio confiables en genética, microbiología y test del sudor. Registro nacional de pacientes Desde mediados de la década de 1960 la CFF mantiene un registro nacional que contiene datos clínicos y demográficos de los pacientes atendidos por los centros acreditados. Su contenido y uso ha evolucionado con los años. Inicialmente contenía datos descriptivos como edad de diagnóstico, sobrevida e información microbiológica, pero se ha expandido y transformado en una importante herramienta de análisis epidemiológico. Un requisito indispensable de todo registro es que los datos que recoge sean fidedignos y representativos de toda la población de pacientes con FQ de modo tal que permita estudiarlos y llegar a conclusiones validas y también que se puedan hacer comparaciones de resultados clínicos entre los diferentes centros de FQ. Actualmente la CFF envía un reporte anual de los resultados clínicos de cada centro y como éste se compara con los demás a nivel nacional. La información -que inicialmente era sin identificación de los centros y sólo distribuida a los equipos médicos- actualmente 31 Gutiérrez H. FEV1 Porcentaje Predictivo 110 Goals: BMI 50th percentile FEV1 100% predicted 100 90 80 70 20 30 40 50 60 70 BMI Percentiles Figura 2.- Distribución de FEV1 y BMI% de pacientes entre 6 y 17 años de los diferentes centros de FQ de Estados Unidos. Estos son dos de los parámetros mas importantes asociados a mejor sobrevida. Cada punto representa un centro individual. Las líneas rojas indican las metas para cada uno de los parámetros establecidas por la CFF. Se aprecia una gran variabilidad en la performance de los centros. Tomado del Cystic Fibrosis Foundation Patient Registry; 2008 Annual Data Report. Bethesda, MD, USA. es transparente y disponible al público a través del sitio web de la CFF. Todo esto ha hecho que la información del registro se haya transformado en una herramienta esencial en la promoción de actividades de gestión de la calidad(11-13). Evidencia de mejores prácticas Un análisis del Registro Nacional de la CFF revela amplias variaciones en los valores de función pulmonar y porcentaje de pacientes con desnutrición de pacientes pediátricos y adultos entre los 117 centros acreditados por la CFF en los Estados Unidos. El análisis también revela grandes diferencias en la frecuencia de uso de terapias para optimizar la función pulmonar, nutrición, pesquisa de diabetes secundaria a FQ, y otros aspectos del cuidado clínico. (Figura 2). Esta variabilidad en los resultados clínicos es importante. Representa una oportunidad para identificar las mejores prácticas y para desarrollar estrategias efectivas que permitan la rápida diseminación de éstas a todos los centros de FQ. Es importante hacer notar que los resultados clínicos logrados por los mejores centros son debido a la implementación óptima de cuidados y terapias establecidas (por lo tanto disponibles a todos los equipos de salud). Los centros con los mejores resultados no usan nuevas terapias. Tampoco se debe a diferencias en la severidad de los casos de cada centro. Es entonces esperable que todos los centros sean capaces de lograr resultados iguales aquellos de los mejores centros(10). Educación continúa como medio para mejorar resultados clínicos Las actividades de educación médica continua tradicionales se enfocan en la asistencia a sesiones didácticas, ya sea en cursos o congresos, en la creencia que los conocimientos y conceptos impartidos de alguna forma se transmitirán a los asistentes y estos a su vez los aplicarán en su práctica clínica y llevarán a mejores resultados clínicos. Estudios sobre la efectividad de estos métodos confirman que éstos raramente logran el objetivo propuesto(14,15). Por el contrario, enfoques multifacéticos, orientados a la mejoría de las prestaciones y acciones en salud a los diferentes niveles son más efectivos en mejorar los resultados clínicos que aquellos métodos pasivos tradicionales(16,17). Además, análisis recientes demuestran que aquellos equipos de salud que emplean técnicas de gestión de calidad en la implementación de las enseñanzas adquiridas les ayudan a adaptarlas a las realidades locales llevando a mejores resultados clínicos(16). Benchmarking Benchmarking es la búsqueda de aquellas prácticas que se asocian con los mejores resultados. Benchmarking es una herramienta poderosa ya que expone a organizaciones o 32 Prestación de Servicio de Salud en fibrosis quística: El rol de un centro de cuidado multidisciplinario grupos a nuevos métodos, ideas y herramientas para mejorar la efectividad. Ayuda a doblegar la resistencia al cambio al demostrar solución de problemas usando métodos distintos a los usualmente usados y al demostrar que estos métodos funcionan, ya que son aplicados exitosamente por grupos similares. Benchmarkig ha sido una herramienta usada por la CFF y forma parte de la estrategia de ésta para acelerar el cambio y mejoría de resultados clínicos en los distintos centros de FQ en Estados Unidos. Más aún, la CFF documenta de una manera sistemática aquellos hallazgos que constituyen “mejor practica” de modo tal que esta información se transmita a todos los centros, pacientes y familias del país(11). Transparencia de datos y reporte público En 2001 el Instituto de Medicina (IOM en sus siglas en Inglés) de Estados Unidos emitió el informe “Crossing the Quality Chasm: A New Healthcare System for the 21st Century”(1). En él se expone que la información de salud y resultados clínicos deben estar disponible a pacientes y sus familias, de modo tal que puedan tomar decisiones informadas al momento de seleccionar un plan de salud, hospital, médico o práctica clínica. Esto supone un grado de transparencia que muchos prestadores de la salud (individuales y corporativos) no están acostumbrados(1). En este ámbito, nuevamente la CFF ha demostrado un liderazgo sobresaliente. En 2006 presenta públicamente datos específicos de resultados clínicos de cada centro de FQ de Estados Unidos en las áreas de función pulmonar y estado nutricional de niños y adultos, así como porcentajes de adherencia a pesquisa de diabetes y guías de cuidado clínico (número de visitas, pruebas de función pulmonar, cultivos de esputo, etc.). Cada dato se compara con el promedio nacional y el óptimo definido por la CFF. (CFF WebSite: http://www.cff.org/LivingWithCF/CareCenterNetwork/Car eCenterData/) El reporte público y transparente de los datos de resultados clínicos de cada centro -y por inferencia, de la calidad del cuidado prestado- enfatiza que los intereses de los pacientes, no de los médicos, son lo que en realidad cuentan. Esto es lo apropiado, ya que los pacientes debieran ser capaces de aprender lo más posible de lo que influye en el óptimo cuidado de su salud, incluyendo saber qué tan efectivas y eficientes son las prestaciones realizadas en el centro que los atiende. Cuando los datos de resultados clínicos de los centros de FQ de Estados Unidos se hicieron públicos, hubo cierto temor por parte de los equipos médicos que los pacientes comenzaran a migrar hacia aquellos centros con los mejores resultados, pero esto no ha ocurrido. Los pacientes y sus familias no están aproblemados por que su centro tenga resultados mediocres, sino que el centro esté haciendo todos el esfuerzo para mejorarlos(11). Modelo de prestación de cuidados en enfermedades crónicas El sistema actual de provisión de cuidados en salud surgió de la necesidad de proveer cuidado agudo y episódico. Sin embargo, las enfermedades crónicas han aumentado mucho, incluso en la población pediátrica. En estos momentos existe una falta significativa de programas clínicos con la infraestructura requerida para proveer la gama completa de cuidados y servicios que necesitan los niños con enfermedades crónicas(18-21). Para optimizar el cuidado de niños con enfermedades crónicas es útil conceptualizar y trabajar hacia la instauración de un sistema de prestaciones compuesto por varios componentes interdependientes tanto dentro como fuera del lugar de atención. Mas aún, las visitas al médico debieran considerarse dentro de un continuo y no como eventos aislados e independientes(22). El modelo de Wagner de cuidado de enfermedades crónicas supone equipos de salud y pacientes interactuando en un ambiente donde los recursos de la comunidad y las políticas de salud existen armónicamente y alientan un sistema de provisión de salud que enfatiza el autocuidado, la prestación eficiente, apoyo en la decisiones de los clínicos, y un sistema de información clínica que rastrea los datos de salud del paciente individual como de la población que sirve el equipo de salud (Figura 3). Hay dos componentes del modelo de Wagner que conviene resaltar en nuestra discusión. Uno es el llamado diseño del sistema de prestación que incluye la estructura y función de la clínica ambulatoria, desde el teléfono a la sala de espera hasta la sala de examen. Los miembros del equipo deben tener roles definidos y responsabilidades claras para asegurar el flujo óptimo, los objetivos que se anticipan de alcanzar en cada visita, y asegurar el seguimiento apropiado. El otro es el de apoyo a la gestión, que promueve la aplicación de cuidados basados en evidencias al momento de la interacción prestador-paciente. Esto se logra gracias al uso de guías y algoritmos y otras herramientas clínicas que minimizan el confiar en la memorización e improvisación al momento de la toma de decisiones clínicas. Colaboración entre centros Son conocidos los beneficios y sinergias que derivan de la colaboración entre personas trabajando en la misma área de investigación. Esta estrategia es igualmente efectiva en el desarrollo y diseminación de innovaciones en el cuidado de pacientes con FQ. Hay un claro beneficio al compartir, discutir, mejorar y adaptar de manera cooperativa aquellas acciones de salud definidas como “mejor practica” entre los diversos prestadores de salud en FQ. Así se acelera el cambio y los mejores resultados. Esta práctica es extendida entre los diferentes centros de Estados Unidos y Europa. Algo parecido debiera ser factible en los países de America Latina. 33 Gutiérrez H. Modelo de Cuidados Crónicos 1. Comunidad Recursos y Politicas 2. Sistema Sanitario Organización Sanitaria 3. Apoyo en autocuidado Paciente informado y activo 4. Diseño de Provisión de Servicio 5. Apoyo en toma de decisiones Interacciones productivas 6. Sistema de Información clínica Equipo práctico preparado y proactivo Mejora en resultados Figura 3.- El modelo de atención a condiciones crónicas desarrollado por Wagner permite estructurar y analizar la mejora de la atención al paciente. Adaptado de referencia(22). CONCLUSIÓN Aunque ha habido un avance importante en nuevas drogas y terapias para FQ -lo que supone un costo adicional importante- una de las intervenciones más efectivas en la mejoría del pronóstico y calidad de vida de los pacientes con FQ ha emanado de la creación de un modelo sistemático de prestación de salud. Los elementos constituyentes de este modelo son los que tienen mejor relación costo-beneficio. Existen algunos ejemplos destacables en América Latina, pero en general se reduce a un programa local, liderado por un jefe visionario, pero que no se ha traducido en programas regionales y menos nacionales. REFERENCIAS 1. Institute of Medicine Committee on Quality Health Care in America. Crossing the Quality Chasm: a new health system for the 21st century. Washington, DC: National Academy Press; 2001. 2. McGlynn EA, Asch SM, Adams J, Keesey J, Hicks J, DeCristofaro A, Kerr EA. The quality of health care delivered to adults in the United States. N Engl J Med 2003; 348: 2635-45. 3. O'connor GT, Quinton HB, Kneeland T, Kahn R, Lever T, Maddock J, Robichaud P, Detzer M, Swartz DR. Median Household Income and Mortality Rate in Cystic Fibrosis. Pediatrics 2003; 111: e333-e339. 4. 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En este contexto, aquellos equipos con modelos de cuidado mas probable de tener éxito son los que poseen un liderazgo medico efectivo y una coordinación de enfermería sólida, facilitando cambios efectivos, mejorando la eficiencia que lleva a mejores resultados clínicos de los pacientes bajo su cuidado. Las múltiples tareas requeridas en el manejo exitoso del paciente con FQ requieren de la delegación de funciones médicas a un equipo multidisciplinario, siendo necesaria la presencia de una coordinación de enfermería y de manejo de personal fuerte y efectiva. Palabras Claves: Cystic fibrosis, chronic care, care coordination. INTRODUCCIÓN Diversas enfermedades pulmonares crónicas como la fibrosis quística (FQ) son mejor manejadas por un equipo de salud multidisciplinario con experiencia y conocimientos especializados(1-3). En los Estados Unidos, la Fundación de FQ (Cystic Fibrosis Foundation -CFF, en sus siglas en inglés) ha sido líder en el desarrollo y acreditación de centros de FQ con equipos de salud que presten servicios de excelencia a pacientes con FQ. Uno de los requisitos mínimos solicitados por la CFF para la acreditación de un centro de FQ, incluye la conformación de un equipo de salud compuesto al menos por: un director médico, un coordinador (profesional no médico; en la mayoría de los centros este puesto lo ocupa un profesional de enfermería de grado universitario), un nutricionista, una asistente social y un terapista respiratorio(4). Los dos primeros roles son esenciales para el éxito en el manejo de esta patología. Entre 2005 y 2006, la CFF envió equipos de profesionales de cada una de las disciplinas antes mencionadas a diez centros FQ pediátricos y de adultos con los mejores resultados clínicos de función pulmonar y estado nutricional. Los resultados de estas evaluaciones comparativas demostraron que los equipos con los mejores resultados clínicos consistentemente poseían un fuerte liderazgo médico y una coordinación de enfermería de experiencia, con sólidos conocimientos clínicos y un grado importante de autonomía(5-8). Actualmente en América Latina existe un limitado número de centros de excelencia de FQ, con alta especialización y excelentes resultados clínicos. Además, hay pocos neumólogos Correspondencia: LaCrecia Britton. Suite 620 ACC 1600, 7th avenue South, Birmingham, Alabama 35233; Phone: 205-939-5489; Fax: 205-975-5983; E-mail: [email protected] ISSN 0718-3321 pediátricos y de adultos con entrenamiento acabado y extenso en FQ y un número aún menor de enfermeras especialistas(9). Una de las primeras acciones en la configuración de un centro de FQ es tener el concurso e interés de una enfermera universitaria para que realice la coordinación clínica del centro. Esta coordinación incluye liderazgo en las siguientes ámbitos: manejo y coordinación del cuidado del paciente; servir de fuente de ayuda para pacientes y sus familias, y los demás profesionales de salud; organizar las actividades clínicas, educacionales y de investigación del centro; rol de mentor y organizador del equipo; y el alentar a pacientes y sus familias a sentirse partes del equipo de salud(8). Estos roles demandan dedicación exclusiva, autonomía para implementar protocolos de cuidado del paciente, autoridad para manejar el equipo de salud, y el apoyo y supervigilancia adecuada del director médico. CUALIDADES DEL COORDINADOR DEL CENTRO FQ Ya que el rol de la enfermera coordinadora incluye no sólo el manejo del equipo de salud sino que atención y manejo directo del paciente, la persona escogida para ejercer como tal debe tener claras condiciones de líder y sólida experiencia clínica. Es fundamental que al asumir el rol de coordinadora, la profesional tenga experiencia clínica previa en el manejo de pacientes con FQ en particular y de coordinación de atención ambulatoria en general. Cualidades de liderazgo, resolutividad, iniciativa, creatividad y apreciación de la diversidad son esenciales. También son importantes el que posea excelentes habilidades de organización y de comunicación, y que valore y aliente la participación y consejo de los otros miembros del equipo de salud(10). NEUMOLOGIA PEDIATRICA 35 ADMINISTRACIÓN DE CUIDADOS El rol de la enfermera coordinadora incluye la administración de cuidados de los pacientes. Esto incluye el seguimiento de los parámetros clínicos que se asocian a mejor sobrevida y la pesquisa de posibles complicaciones de FQ(11). La coordinadora debe poseer registro detallado de aquellos parámetros clínicos que influyen en la sobrevida, incluyendo: estado nutricional (relación peso/talla en los menores de 2 años, percentil de índice de masa corporal en aquellos pacientes de 2 a 20 años de edad, e índice de masa corporal absoluto en pacientes mayores de 20 años); porcentaje predictivo del volumen de espiración forzada en el primer segundo (VEF1); y microbiología de esputo, específicamente colonización por Pseudomonas aeruginosa(11). Además, es necesario estudios de pesquisa de laboratorio para detección temprana de complicaciones renales, endocrinas, nutricionales y audiológicas. Asimismo, es necesaria la evaluación radiológica de cambios pulmonares, óseos y sinusales(11-18). El equipo multidisciplinario del centro de FQ debe revisar el estado de resultados clínicos y de detección temprana de complicaciones de los pacientes previamente a sus visitas de seguimiento regular en el policlínico y durante cada hospitalización, a fin de guiar los planes de manejo médico. La enfermera coordinadora es la responsable de compartir y revisar la información con los diversos equipos clínicos, como también desarrollar los planes de alta, de evaluación telefónica rápida y asegurar el seguimiento ambulatorio efectivo luego del alta hospitalaria(10). En aquellos países en que las prestaciones médicas son compartidas por prestadores públicos y privados, la misma información debe ser distribuida a ambos sistemas. En los EEUU existe un registro nacional de datos de pacientes con FQ mantenido por la CFF que ayuda en esta tarea. FUENTE DE RECURSOS La enfermera coordinadora sirve de fuente de información general acerca del estado del arte del manejo de la enfermedad para los pacientes, familias, miembros del equipo de salud y otros sub-especialistas y organizaciones comunitarias(10). Afortunadamente, los consorcios de FQ norteamericanos y europeos disponen de valiosa información en sus respectivos sitios web, incluyendo guías de cuidado clínico y materiales de educación para enfermeras coordinadoras, de modo que mantengan y expandan sus conocimientos. Toda nueva coordinadora debe saber como encontrar fuentes de información confiable y al día en varios aspectos de la FQ, incluyendo diagnostico, genética, pesquisa neonatal, guía anticipatoria, complicaciones, diagnóstico y manejo de complicaciones pulmonares, transplante, y cuidados terminales, etc. En América Latina, esto podría ser cubierto por las sociedades médicas de enfermedades respiratorias nacionales y regionales, revistas medicas de la especialidad y congresos y conferencias especializadas. Una de las fuentes de información mas valiosas para los centros de FQ de EEUU y de algunos pises Europeos es Coordinación de un centro de fibrosis quística Tabla 1.- Recursos en línea sobre fibrosis quística Recurso Descripción www.cff.org Sitio web oficial de la Fundación de FQ de EEUU (Cystic Fibrosis Foundation). www.cfww.org Sito web de organización de FQ internacional sin fines de lucro (Cystic Fibrosis Worldwide). [email protected] Listserve de correos electrónicos para personal de enfermería. [email protected] Listserve de correos electrónicos para personal de técnico que maneja bases de datos que forman parte del registro nacional de FQ en EEUU. [email protected] Contacto del Listserve de correos electrónicos para profesionales que participan en actividades de mejoría de la calidad en la gestión de centros FQ. [email protected] Listserve de correos electrónicos para prestadores de salud, pacientes y sus familias que trabajan con grupos de apoyo y consejería. www.hopkinscme.net/ofp/eCysticFibrosis Review/newsletters.html Sitio web con contenidos educacionales para personal de salud, mantenido por la Escuelas de Medicina y Enfermería de La Universidad Johns Hopkins. Lista parcial de fuentes de información y de colaboración para prestadores de salud en Fibrosis Quística. www.portcf.org, sitio web dependiente de la CFF americana, que incluye tanto datos individuales de los mas de veinte mil pacientes que participan del registro nacional, como todas las guías de manejo clínico y documentos afines que guían cada aspecto del manejo clínico de los centros de FQ. La CFF también mantiene servidores de lista para cada disciplina de la salud de modo que los profesionales de la salud dispongan de un foro electrónico para el intercambio de información (Tabla 1). Además de lo mencionado anteriormente, la enfermera coordinadora debe poseer información de otros componentes del sistema de salud que directa o indirectamente participan del manejo de la enfermedad, incluyendo equipos con conocimientos específicos (microbiología, tecnología de información), administración (que tengan autoridad sobre el personal que participa directamente en las prestaciones de salud), y sub-especialistas (otorrinolaringología, gastroenterología, endocrinología, cirugía general, etc.). 36 Britton L, et al. MANEJO DE LAS ACTIVIDADES DEL CENTRO La enfermera coordinadora se debe encargar de organizar las reuniones y actividades relacionadas con el cuidado del paciente, proyectos y programas de educación. Debe servir de enlace en las actividades de investigación, educación y clínicas en que participa el centro. En los centros más pequeños, las actividades del equipo de salud se centran en el manejo clínico del paciente y la mejoría de resultados clínicos. Sin embargo; en centros más grandes se agregan actividades de investigación y de educación del personal de salud. Independientemente del tamaño del centro, siempre se debe llevar una base de datos que permite el seguimiento de los resultados clínicos del paciente y aquella información que ayuda a mejorar la gestión clínica y de procesos del centro. Idealmente los centros FQ deben compartir y desarrollar una base nacional de datos, similar a la base americana de la CFF. que lleva a mejores resultados clínicos de los pacientes bajo su cuidado(1-3). Las múltiples tareas requeridas en el manejo exitoso del paciente con FQ requieren de la delegación de funciones médicas a un equipo multidisciplinario, siendo necesaria la presencia de una coordinación de enfermería y de manejo de personal fuerte y efectiva(1,2,20-22). REFERENCIAS 1.2.3.4.- DESARROLLO DE EQUIPOS La generación de un equipo de salud efectivo y cohesivo son características esenciales para el éxito del grupo de salud. Para alcanzar esto se deben hacer esfuerzos conscientes de reclutamiento del personal mas idóneo, tiempo para entrenarlos, educar, alentar, celebrar y guiar a los diferentes profesionales, tengan o no responsabilidad directa en el cuidado del paciente. Si los líderes del centro (director médico y coordinadora) tienen una relación fluida y de confianza con personal de laboratorio, radiología, policlínico, etc. es más probable que estos equipos sean mas efectivos en solucionar problemas de gestión. PARTICIPACIÓN DE PACIENTES Los miembros del equipo del centro de FQ que menos se consideran como tales son el paciente y su familia. Sin embargo; su participación tanto en actividades rutinarias del manejo médico como aquellas propias de la gestión del centro, es vital para el éxito de los pacientes y del equipo de salud. La participación de los pacientes y sus familias se debe alentar en todo momento y debe ser activa, incluyendo la posibilidad de ser miembros del equipo líder del centro. Pacientes y sus familias proveen motivación para mejorar, ayudan a reconocer déficit en la gestión (como receptores de la atención) y pueden ofrecer noveles puntos de vista para mejorar la prestación de cuidados. Ellos también son clave en mejorar sus propios resultados clínicos. Se les debe alentar en el autocuidado, la solución de problemas básicos, y que comuniquen sus preocupaciones, dificultades e ideas propias en su manejo clínico(19). 5.- 6.- 7.8.- 9.10.- 11.12.13.- 14.15.16.17.18.19.- CONCLUSIÓN Estudios de investigación en la efectividad de equipos indica que aquellos mas probable de tener éxito son los que poseen un liderazgo medico efectivo y una coordinación de enfermería sólida, facilitando cambios efectivos, mejorando la eficiencia 20.- 21.22.- Bodenheimer T, Wagner EH, Grumbach K. Improving primary care for patients with chronic illness: The Chronic Care Model, part 2. JAMA 2002; 288: 190914. Wagner EH, Austin BT, Davis C, Hindmarsh M, Schaefer J, Bonomi A. Improving chronic illness care: Translating evidence into action. Health Aff (Millwood) 2001; 20: 64-78. Shortell SM, Marsteller JA, Lin M, Pearson ML, Wu S-Y, Mendel P, et al. The role of perceived team effectiveness in improving chronic care. Med Care 2004; 42: 1040-8. Cystic Fibrosis Foundation Minimum criteria for CF center accreditation. www.portcf.org. revisado 02 de Enero del 2010. Schechter M, Leonard A, Nash J, Quinton H, Richards K, et al. “Benchmarking” to improve CF outcomes. Twentieth Annual North American Cystic Fibrosis Conference. 2006. https://www.portcf.org/educationalmaterials.asp?folder=%2FResources%2FQ uality+Initiative%2F%286%29+Follow-up+%28Benchmarking+-+SelfManagement+-+Playbooks%29. Accedido Marzo 05, 2010. Boyle, M.P. Improving patient outcomes using the tools we have now. Plenary presentation. Twenty-first Annual North American Cystic Fibrosis Conference. 2007. http://www.nacfconference.org/plenaryarchive.asp. Accedido Marzo 05, 2010. Johnson C, Butler SM, Konstan MW, Morgan W, Wohl ME. Factors influencing outcomes in cystic fibrosis: a center-based analysis. Chest 2003; 123: 20-27. Padman R, McColley SA, Miller DP, et al. Infant care patterns at Epidemiologic Study of Cystic Fibrosis sites that achieve superior childhood lung function. Pediatrics. 2007;119(3). Disponible en: www.pediatrics.org/cgi/content/full/119/3/e531. Accedido Marzo 05, 2010. Gutierrez HH, Sanchez I, Schidlow DV. Cystic fibrosis care in Chile. Curr Opin Pulm Med 2009; 15: 632-7. Baer L, Hazle L, Sabadosa K, Wetmore R, Willis L. Role of the Cystic Fibrosis Clinic Coordinator https://www.portcf.org/educationalmaterials.asp?folder=%2FResources%2FM entoring+Program%2FClinic+Coordinator+Mentoring. Accedido Marzo 05, 2010. Patient Registry. Annual Data Report to the Center Directors 2008. Cystic Fibrosis Foundation Patient Registry. Cystic Fibrosis Foundation; Bethesda, MD. USA. 2009. Borowitz D, Robinson KA, Rosenfeld M, Davis SD, Sabadosa KA, Spear SL, et al. Cystic Fibrosis Foundation Evidence-Based Guidelines for Management of Infants with Cystic Fibrosis. J Pediatr 2009; 155 Suppl: S73-S93. Stallings VA, Stark LJ, Robinson KA, Feranchak AP, Quinton H. Clinical practice guidelines on growth and nutrition subcommittee; ad hoc working group. Evidence-Based Practice Recommendations for Nutrition-Related Management of Children and Adults with Cystic Fibrosis and Pancreatic Insufficiency: Results of a Systematic Review. J Am Diet Assoc 2008; 108: 832-9. Flume PA, O'Sullivan BP, Robinson KA, Goss CH, Mogayzel Jr., PJ, Willey-Courand DB, et al. Cystic Fibrosis Pulmonary Guidelines: Chronic Medications for Maintenance of Lung Health. Am J Respir Crit Care Med 2007; 176: 957-69. Aris RM, Merkel PA, Bachrach LK, Borowitz DS, Boyle MP, Elkin SL, et al. Guide to bone health and disease in cystic fibrosis. J Clin Endocrinol Metab 2005. 90:1888-96. Yankaskas JR, Marshall BC, Sufian B, Simon RH, Rodman D. Cystic fibrosis adult care: consensus conference report. Chest 2004; 125 (1 Suppl): 1S-39S. Moran A, Hardin D, Rodman D, Allen RF, Beall RJ, Borowitz D, et al. Diagnosis, screening, and management of CFRD: a consensus conference report. J Diabetes Res Clin Pract 1999; 45: 61-73. Sokol RJ, Durie R. Recommendations for management of liver and biliary tract disease in cystic fibrosis. Cystic Fibrosis Foundation Hepatobiliary Disease Consensus Group. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1999; 28 Suppl 1: S1-13. Institute for Family-Centered Care. Creating Advisory Councils (revised). Bethesda, MD: 2005. Aubert RE, Herman WH, Waters J, Moore W, Sutton D, Peterson BL, et al. Nurse case management to improve glycemic control in diabetic patients in a health maintenance organization: A randomized, controlled trial. Ann Intern Med 1998; 129: 605-12. Wagner EH. The role of patient care teams in chronic disease management. BMJ 2000; 320: 569-72. Wagner EH, Austin BT, Von Korff M. Organizing care for patients with chronic illness. Milbank Quart 1996; 74: 511-44. 37 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en Argentina Dra. Viviana A. Rodríguez Centro Respiratorio del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez Buenos Aires, Argentina Cuando en 1938 la fibrosis quística (FQ) fue reconocida por primera vez como entidad patológica específica, más del 70% de los niños con esta enfermedad morían antes de cumplir su primer año(1). Con el avance de los conocimientos, la sobrevida de estos pacientes ha ido en aumento y según el último registro americano de FQ, la edad media de sobrevida es de alrededor de 36 años(2). En esto influye la posibilidad de realizar diagnóstico temprano de la enfermedad, donde juega un rol importante la pesquisa neonatal, lo que también permitirá instaurar el tratamiento adecuado en forma precoz. En 1958 se detectó el primer caso de FQ en Argentina y en 1968 comienza la atención de estos pacientes en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires. Actualmente no se cuenta con registros de datos a nivel nacional por lo cual no se conoce la incidencia real de la enfermedad. Existen antecedentes de estudios realizados en la década de los 80 que tenían como objetivo generar un registro de pacientes. Entre ellos podemos rescatar un estudio realizado por Macri y colaboradores(3). Este estudio evaluó 414 niños durante un período de seguimiento de 21 años (1968-1988) y buscó establecer el perfil epidemiológico de estos pacientes. Otro estudio, comparó las características epidemiológicas y evolutivas de 863 pacientes seguidos en 4 hospitales pediátricos latinoamericanos (Argentina, Chile, Brasil y México). En ambos estudios fue notoria la alta edad al diagnóstico, con una media de 3 y 4 años respectivamente. En 1990 comenzó el Registro Latinoamericano de FQ, (REGLAFQ) con la intervención voluntaria de médicos de la especialidad de varios países de LatinoAmérica(4,5). Se realizó un estudio retrospectivo evaluándose los datos de 1827 pacientes seguidos entre los años 1960 y 1989. Según este registro, en 1997 la edad media al diagnóstico era de 31 meses para la población argentina y una mediana de 47 meses. Para entonces la edad media del fallecimiento era 5 años. Dentro del marco regulatorio nacional, la ley 23413, sancionada el 10 de diciembre de 1986, establece la obligatoriedad de realizar pesquisa neonatal de fenilcetonuria. En 1990 se agrega hipotiroidismo congénito y en diciembre de Figura 1.- Programa de Pesquisa Neonatal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Fibrosis Quística TIR + (>70 ng/mL) Incidencia: 1:6775 (95% CI: 1/4547 - 1/13284) Se repite TIR antes de los 25 días de vida Prueba TIR/TIR >60 ng/ml Hospital Garrahan para estudio genético molecular (29 mutaciones) Test Sudor a Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez Hospital Elizalde Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez Test del sudor positivo o dudoso ISSN 0718-3321 NEUMOLOGIA PEDIATRICA 38 Fibrosis quística en Argentina Figura 2.- Distribución de pacientes según tipo de diagnóstico Pesquisa neonatal Clínica 27% 73% 1994 se incluye FQ. En cuanto al Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en diciembre del año 2000 se establece la obligatoriedad de pesquisa neonatal para estas enfermedades en todos los establecimientos públicos y privados en el ámbito de la Ciudad y prevé el compromiso de adoptar las previsiones presupuestarias para garantizar el estudio y evaluación de estas enfermedades, sancionándose así la ley 1808 conocida como “Ley del Talón” (2005). El Programa de Pesquisa Neonatal de FQ, cuyo objetivo es detectar las enfermedades en forma precoz y prevenir o reducir significativamente los síntomas asociados, se encuentra organizado en 3 niveles de atención. Un primer nivel se encuentra constituido por los servicios de neonatología de las 12 maternidades del Gobierno de la Ciudad y los 3 hospitales pediátricos, responsables de la toma de la muestra de sangre del recién nacido y a su vez brindan información a los padres sobre el programa y sus alcances. El segundo nivel está constituido por 5 laboratorios de pesquisa que tienen la función de realizar las determinaciones y analizar los resultados. El tercer nivel es el responsable de confirmar el diagnóstico y de efectuar el seguimiento y posterior tratamiento de los pacientes(6). La metodología de Figura 3.- Caracteristicas clínicas Pacientes en seguimiento 110 Diagnosticados por pesquisa neonatal 25 Edad media al diagnóstico (meses) 0.11 ± 0.09 Edad actual (años) 3.56 (0.32 a 9.64) Examen genético molecular realizado en el 80% ∆ F508 homocigote 40 % Colonización crónica por P. aeruginosa S. aureus meticilino resistente B. cepacea ISSN 0718-3321 13 % 7% 10 % pesquisa neonatal que se utiliza actualmente es la determinación de Tripsina Inmuno-Reactiva (TIR) (Figura 1) Cuando resulta positiva (valor establecido de corte ≥ 70 ng/ml) se repite una segunda determinación antes de los 25 días de vida. Con 2 pruebas positivas, la muestra es derivada para la realización del estudio genético molecular (29 mutaciones) y los pacientes son referidos a los centros del tercer nivel para realizar test del sudor, evaluación y seguimiento neumonológico. En una evaluación realizada de 43 meses de funcionamiento del programa, hubieron 108.406 nacimientos, se evaluaron 93.238 madres y se realizaron 591.530 determinaciones. Con la metodología utilizada por el Programa de Pesquisa se determinó una incidencia de la enfermedad de 1: 6775 nacidos vivos. En el año 2002 la Secretaria de Salud de la Ciudad de Buenos Aires destina una partida de dinero para efectivizar el Banco de Medicamentos para todos los pacientes con esta enfermedad atendidos en los Hospitales dependientes del Gobierno de la Ciudad. El objetivo principal fue cubrir las necesidades terapéuticas de los pacientes diagnosticados por el Programa de Pesquisa hasta el 1º año de vida. La realidad actual es que el mismo trata de cubrir las necesidades de todos aquellos niños que carecen de cobertura social. Del análisis de los datos de nuestra población asistida, surge que el Centro Respiratorio del Hospital de Niños R. Gutiérrez tiene 110 pacientes en seguimiento, el 27% de los mismos fue diagnosticado por pesquisa neonatal (Figura 2). De estos últimos, el 78% proviene de la provincia de Buenos Aires, el 14% de otras provincias del país y sólo el 6% provienen de la Ciudad de Buenos Aires. El análisis de esta población muestra que la edad media al diagnóstico es de 0.11± 0.09 meses y la edad actual en años es de 3.56 (0.32 a 9.64). El examen genético molecular fue llevado acabo en el 80 % de los mismos. El 40% de los mismos son homocigotas para el delta F508. El 100% de los pacientes presenta insuficiencia pancreática, el 13% se encuentra colonizado crónicamente con P. aeruginosa, el 7% por S. aureus meticilino resistente, y el 10% por B. cepacea (Figura 3). En cuanto al estado nutricional, el Z score de peso/edad es de -1.87 ± 1.52 y el Z score del Índice de Masa Corporal (BMI) es de -0.68 ±1.28 en los menores de 2 años. Si bien se han logrado muchos avances y algunos de nuestros pacientes ya alcanzaron la edad adulta, mucho queda aún por recorrer. La implementación de un Programa “Regional” de Pesquisa Neonatal para FQ y poder llevar a cabo en forma continúa un Registro de pacientes, permitirá un diagnóstico precoz de la enfermedad y un monitoreo del efecto de las distintas medidas adoptadas. LECTURAS RECOMENDADAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. Andersen D.H. Cystic Fibrosis of the pancreas and its relation to celiac disease: A clinical a pathological study; Am J Dis Child 1938; 56: 344-399. Cystic Fibrosis Foundation. Patient Registry. Annual Data 2007. www.cff.org Macri, CN, et. al. Estudio Clínico Epidemiológico Latinoamericano de FQ. Rev Arch Arg Pediatr 1992; 90: 73-8. Registro Argentino de FQ, año 1997. http://www.fqargentina.org.ar/leer.php/55 Registro Latinoamericano de FQ 1997. Programa de Pesquisa Neonatal. www.buenosaires.gov.ar NEUMOLOGIA PEDIATRICA 39 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en Brasil Dr. Fernando Antonio de Abreu e Silva(1); Dr. Francisco José Caldeira Reis(2) 1Professor 2Professor de Pediatría. Universidad Federal do Rio Grande do Sul de Pediatría. Universidad Federal de Minas Gerais La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética, crónica y progresiva, potencialmente fatal y que compromete las glándulas exocrinas. La incidencia varía de acuerdo con el grupo racial considerado, pero en los Estados Unidos se sitúa alrededor de 1:2.000 caucásicos nacidos vivos siendo menos frecuente en negros (1:17 000 nacidos vivos; mientras que estudios recientes revelan dudas sobre esta incidencia creyendo que es más elevada) y rara en orientales (1:90 000) y afecta cerca de 30 000 norteamericanos y 20 000 europeos. La FQ compromete principalmente el aparato respiratorio y el sistema digestivo, mientras que las glándulas sudoríparas y el aparato urogenital pueden también estar involucrados. Esta enfermedad se caracteriza por la tríada de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia pancreática exocrina y electrólitos en el sudor elevados. Hasta hace algunos años se creía que afectaba con mayor frecuencia a caucásicos, pero ahora, se sabe que afecta a todos los grupos étnicos, variando sólo su incidencia y hasta hace muy poco, la FQ era desconocida en los países en desarrollo y poco diagnosticada, dadas las características nosológicas y el énfasis en salud pública dirigidas a otras patologías aparentemente más prevalentes. Es difícil pensar, diagnosticar y tratar una enfermedad con características de tan variada presentación y con compromiso multisistémico como la FQ, cuyo tratamiento es caro y para su diagnóstico requiere un examen específico como la dosificación de cloruro en el sudor. Mas aún cuando consideramos el escenario de los países donde tampoco se creó el hábito de pensar en FQ como un diagnóstico posible, como una enfermedad más común de lo que hasta hace pocos años se creía y además, crear conciencia a la sociedad, principalmente en los países en desarrollo, donde tratar la enfermedad pasa a ser un privilegio solo de centros universitarios que muchas veces priorizan las llamadas patologías raras. Brasil es un país que ocupa el quinto lugar en el mundo en población con aproximadamente 190 millones de habitantes, de etnias diversas y constituida por europeos, amerindios, asiáticos y negros, habiendo aumentado considerablemente la inmigración europea y asiática a fines del siglo XIX e inicio del siglo XX, con una integración racial que dio como resultado una población extraordinariamente mixta. Actualmente Brasil posee un porcentaje elevado de inmigrantes europeos, especialmente españoles, italianos, alemanes y eslavos, pero como la población de origen portuguesa es predominante, la lengua oficial es el portugués. Brasil está situado entre los trópicos y su clima varia poco, con excepción de la región sur que posee un clima subtropical con estaciones definidas y donde el inverno puede ser riguroso. ISSN 0718-3321 El primer relato oficial de FQ en Brasil fue hecho por el doctor Fernando Figueira en una tesis de doctorado de 1958, seguido y antecedido de una serie de otras presentaciones de casos clínicos en la literatura del país y basados en especulaciones diagnósticas de hallazgos de autopsia compatibles con la patología. A partir del primer trabajo publicado por Figueira, que marca el punto de partida para comenzar a pensar en FQ en nuestro país, varios otros profesionales, principalmente los que tuvieron experiencias de especialización o postgrado en el exterior, donde la patología ya era conocida, pasaron a diagnosticar la enfermedad y a presentar sus hallazgos en congresos bajo la forma inicial de temas libres o relatos de casos. Durante muchos años aún se afirmaba que la FQ era una patología de incidencia elevada sólo en los países del norte de Europa, Estados Unidos y Canadá y que su incidencia en Brasil era baja. Hasta entonces estos pacientes permanecían en un limbo diagnóstico, formando parte de una gran población de individuos con enfermedad respiratoria aguda y crónica, algunos portadores de bronquiectasias secundarias a enfermedades infecciosas exantemáticas, tuberculosis, desnutrición y diarrea crónica, patologías prevalentes e importantes como causa de morbimortalidad en los países en desarrollo. Cuando los pacientes con FQ lograban tener su diagnóstico determinado, su enfermedad ya había evolucionado considerablemente y habían pasado por varios médicos y realizado toda suerte de exámenes con fines de diagnóstico, muchas veces teniendo en cuenta la hipótesis de patologías más bien raras que la propia FQ, resultando muy onerosos en términos de salud pública, ya que mientras el diagnóstico no era confirmado, estas investigaciones se repetían innumerables veces en distintos lugares de consulta de los pacientes. Estos pacientes, entonces desnutridos y presentando bronquiectasias eran diagnosticados con un cuadro irremediable, con baja sobrevida y encaminándose a ser un enfermo terminal. Fue el doctor Ludma Trotta Dalallana en 1967 quien inició un trabajo organizado en el Instituto Fernandes Figueira en Rio de Janeiro, introduciendo la estandarización de la prueba de la dosificación de los electrólitos en el sudor, para lo cual los técnicos fueron especialmente capacitados para la realización de ese examen. En 1972 una unidad de FQ fue organizada en el mismo hospital, ofreciendo atención ambulatoria especializada para los pacientes FQ y que fue por muchos años el centro de referencia para pacientes de todo el país. Dentro de la misma década, en São Paulo, Tatiana Rozov organizaba también su Centro en el Instituto del Niño de la Universidad de São Paulo. En Porto Alegre y en Belo Horizonte ya se daban también los primeros pasos en la formación de grupos NEUMOLOGIA PEDIATRICA 40 multiprofesionales de diagnóstico y tratamiento de la FQ. Este trabajo, centrado en una patología hasta entonces poco conocida con la participación de un equipo complejo integrado de asistencia médica, sirvió de modelo a los futuros centros que en breve se formarían. Actualmente en todo Brasil existen cerca 13 centros mayores o de referencia, que ofrecen diagnóstico, seguimiento ambulatorio e internación hospitalaria y que cuentan con la presencia de equipos multiprofesionales, mientras que nuevas unidades con varios niveles de complejidad de atención son inauguradas ocasionalmente, principalmente en el norte y nordeste del país. En estos centros, aunque enfocados en el profesional médico, existe la visión de la necesidad de atención multiprofesional con tendencia creciente a la formación de otros técnicos tales como nutricionistas, fisioterapeutas y psicólogos que asistan al paciente FQ en el contexto de enfermedad multisistémica. El trabajo desarrollado por los profesionales en sus respectivos centros es de gran valor, existiendo también en muchos lugares grupos de investigación que aportan trabajos que han alcanzado niveles de excelencia. Otro marco histórico ocurrió en 1979 cuando Ludma Dalallana organizó en Río de Janeiro la Primera Jornada Brasileña de FQ y a partir de entonces y cada dos años, esta Jornada se ha desarrollado en paralelo al Congreso Brasileño de Neumología Pediátrica, presentando a pediatras y neumólogos pediátricos temas relacionados a la FQ. Es importante tener en mente que los responsables por el crecimiento de la FQ, su reconocimiento como patología distinta, así como también el establecimiento de las líneas maestras de tratamiento, son los propios profesionales del área médica y entre estos son principalmente los pediatras, los neumólogos y los clínicos, que deben ser estimulados a pensar en esta enfermedad. Le cabe también inicialmente al médico, que es el profesional involucrado en el diagnóstico y tratamiento, enseñar FQ en las escuelas médicas y mantener un canal de diálogo con los órganos de salud pública, además de sumar a su alrededor a los demás miembros de un equipo, ya que siendo la FQ una enfermedad multisistémica necesita para su tratamiento del concurso de diversas áreas. En 2003 un grupo de médicos decidió fundar el Grupo Brasileño de Estudios de FQ (GBEFQ) con los objetivos de expandir el conocimiento de la FQ, suministrar informaciones a portadores de FQ y sus familiares, promover estudios e investigaciones y la elaboración de normas técnicas, prestar asesoramiento técnico a los órganos de política de salud pública y privada, producir y divulgar informaciones y conocimientos técnicos y científicos, estimular la organización del Registro Brasileño de FQ (REBRAFQ) y promover la introducción de exámenes que favorezcan el diagnóstico precoz de FQ. En este sentido, y con la ayuda de la industria farmacéutica y de los órganos gubernamentales, fueron realizados dos cursos de perfeccionamiento en dos diferentes regiones de bajos ingresos del país. Fue también creado con el patrocinio del GBEFQ el Congreso Brasileño de FQ que ya tuvo dos ediciones (la primera en São Paulo y la segunda en Salvador) y el próximo será en Belo Horizonte en 2010. Fibrosis quística en Brasil Con la formación de centros y con el trabajo continuo de divulgación de la enfermedad por parte de los profesionales involucrados, el número de diagnósticos en todo el país aumentó considerablemente. Actualmente existen más de 3.000 pacientes FQ vivos en Brasil, diagnosticados y tratados en centros especializados y se cree que esta sea solo una parte subestimada del número real de pacientes, ya que un cálculo superficial basado en los pocos lugares que se hace rastreo neonatal, sugiere que en Brasil debemos esperar un mínimo de 250 a 300 nacimientos de pacientes FQ al año. El aumento progresivo del número de diagnósticos en todo el país hizo que los servicios de salud comiencen a suministrar un tratamiento adecuado y la mejora de estos servicios ofrecidos a los pacientes. Ya existe una población de adolescentes y adultos (en Porto Alegre, la población de pacientes de más de 16 años comprende el 45% de una clínica de un total de 260 pacientes), creándose también programas de trasplante hepático y pulmonar para los pacientes FQ en varios estados brasileños. Brasil es un país de extensión continental, dividido en 27 estados diferentes, donde las políticas sociales y de salud varían considerablemente. No obstante, determinados centros consiguieron que un tratamiento eficiente y de acuerdo con estándares internacionales pueda ser ofrecido a los pacientes, y el objetivo es que este tratamiento amplio y completo, pueda ofrecerse en el futuro a todo paciente FQ brasileño, y que no sea solo un privilegio regional de lugares culturalmente más avanzados. Actualmente diversas secretarías de la salud en diferentes estados de Brasil ofrecen de forma continua y gratuita suplementos pancreáticos, suplementos nutricionales, complejos vitamínicos hidrosolubles, antibióticos tanto en forma oral como inhalatoria, mucolíticos, etc. para los pacientes FQ. Pero esta no es una realidad que contemple todo el país. Existe un planeamiento estratégico para la introducción del rastreo neonatal de la FQ en Brasil y una resolución del Ministerio de Salud de Brasil de 2001, que instituyó y reglamentó el Programa Nacional de Rastreo Neonatal (PNRN) estableciendo criterios para el registro de los Centros de Referencia para Rastreo en cada estado. El Programa Nacional fue dividido en etapas que progresivamente incluyen fenilcetonuria, hipotiroidismo y anemia falciforme. La tercera etapa incluye la FQ, y para esta tercera etapa solo tres estados fueron capacitados: Santa Catarina, Paraná y Minas Gerais (hasta fin del año 2008 aproximadamente 2.450.000 recién nacidos fueron rastreados sobre FQ, con 264 pacientes diagnosticados). Con el establecimiento del rastreo neonatal en estas tres regiones se descubrió que la incidencia de la enfermedad varía de 1:6.551 en Santa Catarina, pasando a 1:9.089 en Paraná y llegando a 1:10.840 en Minas Gerais. Cuando se realiza el rastreo neonatal, el objetivo no es solo poder diagnosticar la enfermedad precozmente, sino poder planificar los recursos humanos y materiales necesarios para un tratamiento global del paciente FQ diagnosticado, para que con este ambiente propicio pueda hacerse una intervención precoz y adecuada. Visto que el rastreo neonatal no diagnostica el paciente con FQ, pero alerta sobre la posibilidad de que los nacidos en una población puedan tener la enfer- 41 De Abreu e Silva F, et al. medad, deben existir los medios de diagnósticos disponibles para que el diagnóstico sea confirmado de forma precisa e inmediata, tales como dosificación de electrólitos en el sudor y/o identificación de mutaciones de la FQ. De los pacientes con FQ que fueron identificados por el rastreo neonatal en los tres estados brasileños y posteriormente diagnosticados como portadores de FQ (por dos muestras de sudor con dosificación de electrólitos positiva) en un promedio de 45 días de vida. Un número considerable que ya presentaba, en el momento de la confirmación del diagnostico, un cuadro clínico y de laboratorio preocupante, con niveles séricos bajos de albúmina, elevada tasa de internación hospitalaria (más del 50% y los que necesitaban internarse en unidades de tratamiento intensivo llegaban al 15%) y colonización precoz de la Pseudomonas aeruginosa, posiblemente debida al frecuente contacto hospitalario. El promedio de edad al diagnóstico antes de que el rastreo neonatal sea implementado en el estado de Minas Gerais era de 4 años, o sea, solo los sobrevivientes eran diagnosticados; el rastreo neonatal aumentó el número de diagnósticos y lo que fue más importante, la edad de diagnóstico bajó considerablemente, haciendo posible que los pacientes inicien su tratamiento antes que ocurran lesiones pulmonares irreversibles. Es importante destacar que solo el rastreo neonatal podrá darnos un estimado de la incidencia de la FQ en determinada población. Es fundamental que asociado a un programa de rastreo, se ofrezca una estructura que haga la búsqueda activa de los pacientes con rastreo positivo, para que el diagnóstico sea confirmado con la dosificación del cloruro en el sudor. El rastreo neonatal facilitando la identificación precoz de los probables positivos para la FQ, encuentra serios obstáculos en los países en desarrollo, que muchas veces no disponen de recursos para implementarlo. Pero ya está confirmado que, si no hacemos el rastreo neonatal para la FQ, igualmente se gastará el equivalente en las interminables visitas a los hospitales, principalmente en unidades de emergencia, internando al paciente FQ, muchas veces sin tener la posibilidad de recibir el tratamiento adecuado y específico para la FQ para, finalmente, morir sin que el diagnostico haya sido establecido. En los últimos 20 años fueron dados pasos importantes en el reconocimiento de la FQ junto con la entidad nosológica presente en la población brasileña; fueron creados centros de excelencia donde los pacientes son tratados según los estándares internacionales, pero estos avances no benefician a todos los FQ nacidos en el país, ya que hay ciudades y localidades donde los pacientes FQ no son diagnosticados, y cuando lo son no reciben el tratamiento adecuado. Los esfuerzos que debemos continuar haciendo es estimular a que los profesionales de medicina empiecen a pensar más en FQ como un diagnóstico posible, y que haya estandarización de exámenes de rastreo y de diagnóstico así como un amplio reconocimiento de que la necesidad del tratamiento para la FQ sea uniforme para todo el país. No menos importante fue el surgimiento de grupos laicos de pacientes que se volvieron activos, reivindicando sus derechos y creando asociaciones y propiciando la sensibilización de los órganos del gobierno. Es también de gran importancia que se organice un Registro Brasileño de FQ, dentro de los parámetros del ideado en Argentina en la década del '80, para que se conozca el número exacto de pacientes, su distribución en los diversos estados y ciudades para que se puedan planear acciones de salud a nivel de gobierno central, para uniformar el tratamiento a ser ofrecido y para conocer a nuestra población de pacientes FQ su edad promedio y su sobrevida. Teniendo en consideración el corto espacio de tiempo en que la FQ es reconocida como de considerable incidencia en Brasil, hasta la organización de centros de excelencia y el inicio del rastreo neonatal, muchos objetivos fueron cumplidos. Resta mientras tanto, el trabajo continuo de los diversos profesionales que abrazaron la causa y que ciertamente continuarán contribuyendo, para que la FQ tenga la divulgación merecida y el mismo reconocimiento oficial que las demás patologías prevalentes en nuestro país, para que el paciente portador de FQ en Brasil pueda vivir su vida con plenitud, tan próxima de la normal cómo sea posible, con diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado. LECTURAS RECOMENDADAS 1. 2. 3. 4. 5. F. Reis, A. Vergara, S. Melo. Triagem neonatal para fibrose cística em minas gerais, brasil. aspectos clínicos e laboratoriais. F. Reis. Belo Horizonte, Brasil. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 48-53. M. Pimenta, I. Castro, F Reis, et al. Resultados do teste do suor no programa estadual de triagem neonatal de minas gerais - fase iii - fibrose cística. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 48-53. M. Santana, A. Lemos, V. Nassari, F. Jesuino. Fibrose cística: frequencia alélica da mutação deltaf508 nos afrobrasileiros, Bahia, Brasil. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 12-16. M. Santana, A. Lemos, C. Cruz. Dados demográficos, clínicos e laboratoriais dos pacientes afetados de fibrose cística com e sem a mutação deltaf508 de uma população com alta miscigenação. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 12-16. E. Souza, M. Jesus Martins, L. Oliveira Moreira, P. Lyra, S. Raskin.. Fibrose cística: apresentação grave e precoce em criança de descendência asiática. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 12-16. 42 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en Chile Dr. Pedro Astudillo Neumólogo - Pediatra Servicio de Pediatría, Clínica INDISA, Santiago, Chile CONTEXTO EPIDEMIOLÓGICO Considerando el gran avance obtenido por Chile en mortalidad infantil con el Programa Nacional de IRA(1), alcanzándose en este tema tasas similares a las de países desarrollados, durante los primeros años de la presente década, la Unidad de Salud Respiratoria del Ministerio de Salud de Chile propuso un plan estratégico para enfrentar las enfermedades pulmonares crónicas del Niño. Es así como han nacido durante estos años en el país los Programas Nacionales de oxigenoterapia ambulatoria (2003), asma (2006), asistencia ventilatoria no invasiva domiciliaria (2006), displasia broncopulmonar (2007) y prevención de infecciones por VRS en grupos de riesgo con anticuerpos monoclonales (2008). En este marco, se inserta el Programa Nacional de fibrosis quística (iniciado en 2002). La fibrosis quística (FQ) es la enfermedad genética letal más frecuente en raza blanca. Su herencia es autosómica recesiva. Un estudio canadiense demuestra que su incidencia varía entre los distintos grupos raciales, desde 1/3.000 recién nacido vivos (RNV) en caucásicos, 1/8.000-9.000 RNV en hispanos, 1/15.300 en personas de origen africano, hasta 1/32.000 en los de origen asiático, lo que es paralelo con una prevalencia de portadores de 1/29, 1/46, 1/62 y 1/90, respectivamente(2). En Chile, una publicación de 2001, calculó una incidencia de 1/4.000 RNV(3), cifra que fue seguramente sobreestimada, siendo lo más probable que la real incidencia en nuestro país oscile alrededor de 1/8.000-9.000 RNV, cifra más acorde con nuestra mezcla racial, y que significaría en Chile unos 30 pacientes nuevos cada año. Además, en esa publicación se estimaba un promedio de sobrevida de 12 años, lo que contrastaba con lo reportado por países desarrollados, que a la fecha ya se empinaba por sobre los 30 años, calculada mediante curvas de Kaplan-Meier(4). Situación en Chile, previa al Programa Nacional de FQ Hasta inicios del presente siglo, Chile careció de un enfrentamiento sistemático de salud pública en este tema, lo que claramente redundaba en no disponer de una línea normativa, programática y organizada, y en consecuencia, sin recursos especiales asignados en el presupuesto de la nación para enfrentar este grave problema. Los pocos resultados que se podían lograr en el sector público de salud, se debían principalmente a esfuerzos de padres y familiares, a veces con apoyo de instituciones o personas, pero sin recursos adecuados, con equipos poco capacitados, un manejo que dependía de los conocimientos, distorsiones o intereses que proponían los pocos médicos dedicados al tema y con insuficiente conocimiento de criterios de derivación para un oportuno diagnóstico. ISSN 0718-3321 Esto estaba además asociado con el hecho de que sólo 9 hospitales del sistema público de salud contaban con equipamiento para test de sudor, la mayoría mediante conductividad y con técnicas mal estandarizadas y no supervisadas y por ende, que no garantizaban la calidad de los resultados. Todo lo anterior, provocaba que el diagnóstico se hiciera en forma tardía, priorizándose el estudio sólo en aquellos pacientes más sintomáticos y graves, en los que la enfermedad ya estaba en una fase avanzada. Por esto, el tratamiento se iniciaba tardíamente, alcanzándose baja sobrevida y una muy mala calidad de vida de los pacientes. LA SITUACIÓN ACTUAL Desde el año 2002, las autoridades del Ministerio de Salud de Chile asignaron a la Unidad de Salud Respiratoria la responsabilidad de hacerse cargo del Programa Nacional(5), con diseño, normativas, sistematización y conducción de carácter centralizado, pero de ejecución descentralizada, considerando la geografía del país, que hoy se encuentra en plena ejecución, con recursos específicos asegurados en el presupuesto nacional, y cuyos objetivos son: 1) Reducir la edad de diagnóstico. 2) Aumentar los años de sobrevida y 3) Mejorar calidad de vida de los pacientes. Las principales estrategias del Programa se pueden resumir a continuación: • Dirección única nacional del Programa a nivel del Ministerio de Salud, por un especialista en neumología pediátrica. • Estandarización de los criterios de diagnóstico. Para esto, durante el año 2003 se adquirió equipamiento e insumos para hacer test de sudor en 28 hospitales de todo el país, 21 con técnica de conductividad, que se considera de screening, y 7 con la técnica clásica de Gibson y Cooke, confirmatoria, pero agregando a esta última, cloridometría digital. • Diagnóstico de insuficiencia pancreática mediante elastasa fecal. • Listado único nacional centralizado de pacientes, clasificados en 3 niveles de gravedad, para optimizar tratamiento y apropiado cálculo de costos. • Normas técnicas nacionales de diagnóstico y tratamiento. • Financiamiento garantizado para los pacientes nuevos y antiguos, según protocolos técnicos, tanto en tratamiento (fármacos, hospitalizaciones) como en el seguimiento (laboratorio, imagenología, función pulmonar). NEUMOLOGIA PEDIATRICA 43 Fibrosis quística en Chile • Licitación pública y adquisición centralizada de fármacos: esto permite aprovechar economía de escala, pero también impedir “caprichos” personales en el manejo. También se hace licitación pública nacional de los insumos de diagnóstico. • Contacto permanente con las agrupaciones de padres • Creación de centro de derivación para pacientes adultos en el Instituto Nacional del Tórax, a cargo de neumólogos de adultos. • Caracterización genética de los pacientes diagnosticados mediante análisis molecular (kit de 31 mutaciones). • Presentación de resultados del Programa frente a la comunidad científica internacional. Pacientes del programa A mediados de 2009 se mantienen en el Programa Nacional una totalidad de 347 pacientes, cuyas características biodemográficas más importantes son: • Sexo masculino 57.1% (198/326). • Edad promedio: 13 años 6 meses (rango 5 meses - 44 años). Mediana de edad: 14 años 1 mes. • Estado nutricional: Normal: 61.4%; sobrepeso u obesidad: 8.4%; desnutrición o riesgo de ella: 30.2%. • Colonización: Pseudomonas aeruginosa 29.3%, Staphylococcus aureus 44.5%. Principales resultados • Sobrevida: La primera base de datos única nacional, confiable, se obtuvo en junio de 2003, correspondiendo a 221 pacientes y se compara con los 347 pacientes de 2009. Los mayores de 15 años eran 25.8% (57/221) en 2003 y 45.8% (159/347) en 2009 (p<0.001). Los mayores de 18 años eran 7.7% (17/221) en 2003 y 29.1% (101/347) en 2009 (p<0.0001). • Edad de diagnóstico: El promedio de edad del diagnóstico es de 5 años 9 meses en el grupo total. No obstante, es de 6 años y 6 meses en los diagnosticados hasta 2005, y de 5 años y 1 mes en los diagnosticados de 2006 en adelante (p=0.03). Lo que aún nos falta No obstante el importante nivel de desarrollo estratégico alcanzado, aún es necesario continuar avanzando en una serie de aspectos: • Perfeccionar y chequear el diagnóstico en los casos dudosos, recordando que hay casos reportados que se diagnosticaron sin los estándares actuales. • Completar el estudio genético de los pacientes diagnosticados. • Identificar las mutaciones que son propias de nuestro país y posiblemente del Cono Sur, lo que posteriormente permitirá disponer de un confiable estudio genético de los casos sospechosos. • Mejorar la difusión en atención primaria los criterios de derivación. • Mejorar y estandarizar laboratorios a lo largo del país, especialmente en los aspectos microbiológicos y digestivos. • Mantener modernización de arsenal terapéutico. • Implementar screening neonatal. • Disponer dentro de los próximos 2 o 3 años de un programa de transplante pulmonar. • Instalar en forma regular un sistema de evaluación de calidad de vida. • Integrar en el Programa aspectos relacionados con la salud mental de los pacientes. RESUMEN Desde 2002, Chile dispone de un Programa Nacional de Fibrosis Quística, de carácter integral, que permite disponer de diagnóstico para todos los pacientes que lo requieran y tratamiento completo a todos los pacientes diagnosticados. Los primeros resultados permiten demostrar una edad más precoz de diagnóstico y una significativa mayor sobrevida, explicable solamente por un mejor acceso a la terapia y no a haberse diagnosticado pacientes mayores, ya que como se ha demostrado, el diagnóstico de los pacientes nuevos es más precoz que el de los antiguos. La positividad del estudio genético es baja y eso puede deberse a que existen pacientes diagnosticados antes del inicio del Programa, sin los estándares actuales, lo que permite dudar de si efectivamente tienen FQ. Por otro lado, es posible que existan mutaciones propias de nuestra mezcla racial, cuyo estudio y detección es uno de nuestros próximos pasos. Es importante destacar que los problemas de salud pública son exitosos si se conducen centralizadamente por especialistas capacitados. En el caso del Programa Nacional de FQ de Chile, el carácter centralizado del Programa ha permitido disponer de normativas nacionales, optimizar los costos del tratamiento e ir desarrollando nuevas acciones que beneficien a la totalidad de los pacientes, no dependiendo de la disponibilidad local de recursos y capacitación, si bien la operación de las estrategias de diagnóstico y tratamiento se ejecutan en forma descentralizada en todo el país. Agradecimientos: Al Klgo. Pedro Mancilla Fritis, gran amigo y compañero de ruta; al grupo Técnico Asesor del Ministerio de Salud en FQ; a todos encargados del Programa Nacional de FQ en los Servicios de Salud del país. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. Girardi G, Astudillo P, Zuñiga F: El programa IRA en Chile: Hitos e Historia. Rev Chil Pediatr 2001; 72: 292-300. Wilson RD et al: Cystic fibrosis carrier testing in pregnancy in Canada. J Obstet Gynaecol Can 2002; 24: 644-51. Sánchez I, Perez MA, Boza ML, Lezana V, Vila A, Repetto G et al. Consenso Chileno de Fibrosis Quística. Rev Chil Pediatr 2001; 72: 356-80. Lai HJ, Cheng YM, Farrell PM: The Survival Advantage of Patients with Cystic Fibrosis Diagnosed Through Neonatal Screening: Evidence from the United States Cystic Fibrosis Foundation Registry Data. J Pediatr 2005; 147: S57-S63. Astudillo P, Mancilla F and Collaborative Group of CF National Program: Cystic Fibrosis National Program. A Chilean Experience. Paediatr Respir Rev 2006; 7S: 303. 44 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en Colombia Dra. Catalina Vásquez(1), Dr. Ricardo Aristizábal(2), Dr. Wilson Daza(3). 1. Neumóloga Pediatra Clínica del Niño, Docente Postgrado de Pediatria de la FUCS y Universidad San Martín, Coordinación del Programa de Fibrosis Quística Clínica del Niño. Bogotá - Colombia. 2. Neumólogo Pediatra, Jefe de Departamento de Pediatría Hospital Santa Clara, Director del Postgrado de Neumología Pediátrica Universidad El Bosque. Bogotá - Colombia. 3. Gastroenterólogo Pediatra, Magíster en Nutrición Clínica, Jefe de Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica - Clínica del Niño “JB”, Director del Postgrado de Gastroenterología Pediátrica Universidad El Bosque. Bogotá - Colombia. INTRODUCCIÓN La Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad hereditaria autosómica recesiva, que afecta las características químicas y físicas de las secreciones producidas por diversas glándulas del organismo, incluidas las bronquiales, intestinales, pancreáticas, sudoríparas, hepáticas, del sistema reproductor u otras. El espesamiento de dichas secreciones obstruye progresivamente los canalículos excretores hasta ocasionar una disfunción de las glándulas y del órgano afectado. Las principales anormalidades están dadas por: 1. Concentración anormal de iones inorgánicos en las secreciones glandulares serosas, que se refleja en un aumento de cloruro de sodio en sudor; 2. Aumento en la viscosidad de las secreciones glandulares mucosas que conduce a obstrucción de los canales excretores y pérdida secundaria de la función glandular; 3. Susceptibilidad anormal a la colonización endobronquial crónica por un grupo especial de bacterias, como la Pseudomona aeruginosa entre otras. A partir de 1938, cuando se describió la enfermedad, se han identificado más de 1500 mutaciones que pueden codificar algún defecto de la FQ(1). El defecto principal se localiza en el cromosoma 7 y la mutación más frecuente es la Delta F508, la cual esta presente en 70% a 80% de los americanos afectados por la enfermedad. En Colombia(2) y Latinoamérica(3) los estudios genéticos realizados muestran que aunque la DF508 es la mutación más encontrada, su frecuencia no es la misma que se informa en otros países; hallazgo que enfatiza la necesidad de continuar realizando investigaciones que aporten mayor información relacionada con la incidencia y la genética de la enfermedad en nuestra población. La FQ es la enfermedad hereditaria más frecuente en la raza caucásica con consecuencias en la expectativa de vida. En los Estados Unidos y otros países desarrollados la incidencia oscila entre 1:1900 a 1:3700 recién nacidos vivos(4), con una frecuencia de portadores del 5%; por otra parte en asiáticos(5) y afroamericanos la incidencia es más baja (1:32000 recién nacidos vivos y 1:15000 recién nacidos vivos(6) respectivamente). En cuanto a los hispanos(7) existen pocos estudios que evalúan la frecuencia de la enfermedad encontrándose Correspondencia: Dra. Catalina Vásquez Sagra, Neumóloga Pediatra. Dirección: Calle 114ª # 45-32 Cons 305, Tel: 2150010 - 3153500319; Fax: 6567900; E-mail: [email protected] ISSN 0718-3321 los datos de Uruguay donde la prevalencia es de 6.9 por cada 100.000 habitantes(8). Desde 1960 en que se inició el registro canadiense de FQ, éste se ha venido replicando en diversos países permitiendo evaluar el perfil de la enfermedad en cada uno de ellos. El conocimiento epidemiológico de esta patología ha evidenciado diferentes asociaciones en su historia natural así como variaciones en el pronóstico de vida a través del tiempo, permitiendo evaluar los diferentes tipos de intervención y las tendencias de manejo de la enfermedad. Teniendo en cuenta lo anterior el presente estudio pretendió documentar el perfil de la FQ en Colombia a través de la cuantificación de los casos que se encuentran actualmente en seguimiento y de la caracterización de los mismos. De esta manera se pretendió conformar una base de datos con variables de salud dinámicas (estado nutricional, función pulmonar y gérmenes causantes de infecciones entre otras) que permitiera constituir el punto de partida para observar la tendencia de la enfermedad en Colombia a través del seguimiento anual de los pacientes incluidos y del ingreso de casos nuevos. El fin último de la investigación fue aprestar herramientas adicionales que permitan apoyar el cumplimiento de los derechos de estos pacientes, con respecto a disponer de los medios de diagnóstico, y del cuidado y tratamiento de la enfermedad y, en consecuencia, poder influir positivamente sobre la calidad y expectativa de vida de los niños colombianos con FQ. Participantes Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica (ACNP): Ranyery Acuña, Bertha Agudelo, María del Pilar Anzola, Juan Arciniégas, María Ester Ariza, Gustavo Aristizábal, Ricardo Aristizábal, Claudia Aristizábal, Oscar Barón, Jairo Bedoya, Luz Libia Cala, Beatriz Helena Calle, Silvana Dadán, Wilson Daza Carreño, Elida Dueñas, José Miguel Escamilla, Cecilia Gutiérrez, Arturo Granadillo Puentes, Diego Huertas, José Joaquín Lambis, Danitza Madero, María del Socorro Medina, William Parra, Angela María Pedraza, Jose Ricardo Pieschacón, Ricardo Posada, Marco Sara, Iván Stand, Vilma Thomas Arias, María Luz Valencia, Catalina Vásquez. NEUMOLOGIA PEDIATRICA 45 Fibrosis quística en Colombia Figura 1.- Distribución de los pacientes con Fibrosis Quística según grupo etáreos. 2.003 45 las variables numéricas se realizó mediante el empleo de las medidas de tendencia central (promedio y mediana), de dispersión (valores mínimos y máximos) y de posición (quartiles). En el caso de las variables cualitativas, las proporciones fueron empleadas para la descripción de los datos. 40 Frecuencia % 35 RESULTADOS 30 Aspectos Generales 25 20 15 10 5 0 0a1 2a5 6 a 10 11 a 17 18 a 24 Sin dato Edad (años) OBJETIVO El presente trabajo pretende ser el punto de partida para observar el comportamiento de la enfermedad en Colombia buscando aportar herramientas adicionales a nuestro sistema de salud que permitan mejorar la calidad y expectativa de vida de los pacientes con FQ. MÉTODOS Se diseñó un estudio descriptivo de corte transversal basado en la práctica cotidiana cuya población estuvo conformada por pacientes con diagnóstico confirmado de Fibrosis quística que fueron atendidos en la consulta de neumología o gastroenterología pediátricas en todo el territorio colombiano durante el año 2.003, y quienes fueron informados por sus médicos tratantes de su participación en el estudio, haciendo énfasis en la confidencialidad de los datos. Para la recolección de la información se elaboró un formulario, con instructivo anexo, que fue distribuido a todos los neumólogos pediatras de la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica (ACNP) y a algunos gastroenterólogos del país, el cual debió ser diligenciado en su totalidad por el médico tratante con base en la revisión de la historia clínica de cada uno de los casos. El formulario incluyó tres dominios de variables: 1. Datos demográficos y aquellos relacionados con antecedentes médicos y familiares del paciente; 2. Datos relacionados con las manifestaciones clínicas y el diagnóstico de la enfermedad así como de los estudios genéticos practicados; 3. Variables correspondientes al seguimiento clínico, radiológico, microbiológico, nutricional y de función pulmonar; 4. Información relacionada con complicaciones y patologías concomitantes; 5. Variables correspondientes al tratamiento suministrado en el año anterior. El análisis estadístico se efectuó utilizando los programas Microsoft Excel y Epi info versión 2002. La descripción de Se incluyeron un total de 128 pacientes, provenientes de la ciudad de Bogotá (57%), Medellín (17.2%), Barranquilla (11.7%), Manizales (4.7%), Cartagena (3.9%), Pereira (3.9%) y Cali (1.6%), con un porcentaje de casos pertenecientes al género femenino ligeramente mayor (53.9%). El 95.3% de dichos pacientes se encontraron vivos al momento de la recolección de los datos. Las edades oscilaron entre 2 y 25 años, con un promedio de 12.05 años y una mediana de 12 años. El 41,4% de pacientes tuvo edades comprendidas entre 11 y 17 años Tabla 1.- Manifestaciones clínicas al momento del diagnóstico. Cuadro clínico n % 56 48 12 10 2 2 130 43,7 37,5 9,4 7,8 1,6 1,6 101,6 103 4 3 2 112 80,5 3,1 2,3 1,6 87.5 9 6 2 1 1 19 7,03 4,7 1,6 0,8 0,8 14,84 Manifestaciones Gastrointestinales y/o nutricionales Fallas en el crecimiento Esteatorrea - Malabsorción Prolapso rectal Ileo meconial/ Obstrucción intestinal Litiasis biliar Pancreatitis Subtotal Manifestaciones Respiratorias Síntomas respiratorios Pseudomona a nivel pulmonar Poliposis nasal Bronquiectasias Subtotal Otras Hipocratismo digital Desequilibrio hidroelectrolítico Sudor salado Hipertensión portal Tamizaje Subtotal 46 Vásquez C. et al (n=53), y el 28,9% entre 6 y 10 años (n=37), de manera tal que el porcentaje de pacientes con edades entre 18 y 25 años fue considerablemente más bajo (14.8%) (Figura 1). El promedio de edad al momento del diagnóstico fue de 3,68 ± 3,71 años, aunque dicho dato no se registró en 46 pacientes. Figura 3.- Comparación del VEF1 según el Registro Colombiano de Fibrosis Quística (2003) y el Registro americano de la CCF (2002). CFF 2002 RCFQ 2003 50 Al momento del nacimiento se reportaron 11 casos de íleo meconial (8.6%) constituyendo la primera manifestación de la enfermedad. La neumonía in útero se presentó en 2 pacientes (6%) y la hipoxia perinatal en 1 paciente (0.8%). En la mayoría de los pacientes las manifestaciones clínicas fueron una combinación de síntomas gastrointestinales y/o nutricionales y respiratorios (85 pacientes). Los síntomas gastrointestinales y nutricionales hicieron sospechar el diagnóstico en la mayoría de los pacientes (130), seguidas por los síntomas respiratorios (112 pacientes), como se observa en la Tabla 1. Solo en 38 de los casos, la enfermedad fue sospechada por síntomas aislados: exclusivamente respiratorios (29 pacientes), esteatorrea (3) , ileo meconial (2), prolapso rectal (1), pancreatitis (1), litiasis biliar (1) y falla en el crecimiento (1). El análisis de los cultivos de esputo informados durante el 2003, mostró que el Stafilococcus aureus se cultivó en 73 pacientes (57%), mientras que la Pseudomona aeruginosa se encontró en 51 (39.8%). Otros gérmenes encontrados fueron Haemofilus influenza, Klebsiella pneumoniae, Serratia sp, Burkordelia cepacia, Xantomona maltofilia, y otros menos frecuentes. Al analizar la edad a la que se colonizaron los pacientes con P. aeruginosa, fue evidente que el 35.2% de los pacientes estaban colonizados a una edad promedio de 6.38 años. La B. cepacia se encontró presente en 6.25% de la población estudiada con una edad promedio de colonización de 11.4 años. Figura 2.- Comparación de la Función Pulmoníar ( VEF1) según el Registro Colombiano de Fibrosis Quística (2003) y el Registro americano de la CCF (1990 y 2.002). 2003 2002 1990 Xxxxxxxxxxxxxxx Cuadro Clínico 40 30 20 10 0 Normal Leve Moderado Severa * Cystic Fibrosis Foundation † Registro Colombiano de Fibrosis Quística 2.003. Con respecto a la función pulmonar se observó que el 32.7% de los niños tenían el flujo espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1) por encima del 90%; el 23.1% tenían una obstrucción leve (VEF1 entre 70 - 89%), el 25% tenían una obstrucción moderada (VEF1 entre 40 - 69%) y el 19.2%, ya tenían un compromiso severo (VEF1 < 40%) (Figuras 2 y 3). Estado Nutricional El análisis del estado nutricional mostró un compromiso importante de la talla: el 35.9% de los pacientes tuvo un z-score de talla/edad por debajo de -2 desviaciones estándar. La desnutrición global (definida por un indicador Peso/Edad por debajo de -2 desviaciones estándar) fue del 29.7%. Aunque según el indicador antropométrico Peso/Talla, solo el 2,34% de los pacientes estuvo en franca desnutrición (por debajo de -2 desviaciones estándar), este último indicador no se pudo determinar en el 60,15% de los casos (Tabla 2). Con relación al IMC se encontró un promedio de 15.6 ± 2,08. 100 Porcentaje predictivo 90 Complicaciones 80 70 El 70.3% de los casos cursaron con por lo menos una complicación asociadas a la FQ (n=90). Entre estos pacientes las principales complicaciones incluyeron: sinusitis (26,6%), hipertensión pulmonar (26.6%), compromiso hepatobiliar (20,3%) e hipoxemia (20.3%). 60 50 40 30 20 10 0 6 8 10 12 14 16 18 20 Edad (años) 22 24 26 28 30 Las curvas azul y roja pertenecen a la tendencia encontrada en el Registro de la Fundacion de Fibrosis Quística (Cystic Fibrosis Foundation) realizados en el año 1.990 y en el año 2.002. Por otra parte, la línea verde corresponde a la información obtenida en el Registro Colombiano de Fibrosis Quística en el 2003. Estudio Genético Fue practicado en 66 casos (52%). Las mutaciones más frecuentes fueron la DF508 informada en 36 pacientes (54.5%) seguido de la 621+1G>T que se encontró en 7 pacientes (10.6%). Entre todos los pacientes con FQ hubo un total de 156 hermanos de los cuales 68 (43.58%) habían 47 Fibrosis quística en Colombia Tabla 2.- Estado nutricional de los pacientes con Fibrosis Quística según los indicadores antropométricos Peso/Edad, Talla/Edad y Peso/Talla. Z- score T/E P/E P/T 18 (14,06%) 19 (14,84%) 32 (25%) 21 (16,4%) 29 (22,65%) 16 (12,5%) Desnutrición (> -2 DS) 46 (35,93%) 38 (29,68%) 3 (2,34%) Normal ( ± 1 DS) Riesgo de desnutrición (-1 a -2 DS) Sin dato 43 (33,59%) 42 (32,81%) 77 (60,15%) tenido estudio para FQ, y de estos, 23 (33.8%) resultaron con electrolitos en sudor positivos. Tratamiento El 71.1% de los niños había recibido ciclos de antibióticos. De dicho porcentaje solo un 6.25% correspondieron a ciclos intravenosos (IV) ambulatorios (Tabla 3). El 32.8% estaba recibiendo antibióticos nebulizados caracterizados por ampollas de Amikacina y Gentamicina para administración IV. El 76.6% recibía broncodilatadores inhalados y el 58.4% esteroides inhalados. Hubo un pequeño porcentaje manejado con ibuprofen en forma permanente (3.2%), mientras que más de la tercera parte estaban recibiendo Dornasa Alfa (39.8%). Por otra parte el 83% (n=106) recibían suplencia con enzimas pancreáticas. La dosis de enzimas administrada a los pacientes fue en promedio 5.499 ± 2839 unidades de Lipasa por Kilogramo de peso, existiendo sólo 3 pacientes con dosis mayor a lo aceptado (mayor a 10000 Ud lipasa/Kg/día). La anterior información solamente se encontró adecuadamente registrada en 50 casos. Con relación al manejo nutricional, la mayoría de los pacientes recibían suplencia de minerales, multivitaminas y suplementos nutricionales. Dentro de los pacientes registrados hubo 18 pacientes (14,1%) de ellos recibía suplencia de sodio en su alimentación diaria de los cuales más del 61.1% procedían de la región atlántica, 27.8% de Antioquia y 11,1% de Bogotá. Entre los otros tratamientos administrados se encontraron terapias para inhibir la secreción de ácido clorhídrico como Ranitidina en el 40% de los casos y con Omeprazol en el 15%. En cuanto al ácido ursodeoxocólico se estaba utilizando en 41.4% de los casos. del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) para el año 2003, podría estimarse un total de 3.145 pacientes con Fibrosis quística en Colombia, con una incidencia de 78 casos por año. En contraste con las anteriores cifras 128 casos reclutados en nuestro registro evidencian un subdiagnóstico importante existiendo también la probabilidad de que varios afectados hayan fallecido antes de que se sospechara el diagnóstico de la enfermedad. La edad de diagnóstico en nuestro país comparada con la informada en el CCF (del inglés, Cystic Fibrosis Foundation) del 2003(12) (3,68 años vs 6 meses), muestra una importante demora en la realización del diagnóstico, pudiéndose suponer que este retraso genera un impacto negativo considerable en el pronóstico de la enfermedad en nuestro medio. Esta situación, de acuerdo con publicaciones previas, no se ha modificado en los últimos 6 años(13). El tamizaje neonatal(14), la educación de los profesionales de la salud y de la comunidad, sobre los signos y síntomas de la enfermedad y el acceso oportuno a los métodos diagnósticos son las acciones que en otros países han contribuido a la realización de un diagnóstico más temprano(15,16,17). Un dato que ilustra las diferencias de sobrevida entre Colombia, Latinoamérica y los Estados Unidos (2002), es el relacionado con el rango de edad de los afectados(18,19), pues mientras en Colombia se encuentra entre los 2 y 25 años, en Latinoamérica es de 0 a 79 años y en Estados Unidos de 0 a 74 años. Así mismo sólo un 14.8% de los pacientes colombianos registrados, fue mayor de 18 años de edad, comparado con el 40,2% del registro americano, lo que sugiere que la mayoría de nuestros pacientes fallecen antes de cumplir los 18 años de edad. Con los informes disponibles hasta este momento es imposible determinar la expectativa de vida en Colombia; en un futuro, cuando se logre elaborar el registro con una periodicidad anual, se espera disponer de esta y otras informaciones. Tabla 3.- Tabla comparativa de medicamentos administrados a pacientes colombianos con fibrosis quística vs. registro americano (CCF) y registro latinoamericano (REGLAFQ). Tratamiento RCF/03* REGLAFQ† Tobi® CCF‡ 46 Antibióticos Nebulizados 32.8% 0 Pulmozyme® 39.8% 56 Ibuprofeno 3.2% 3.8 DISCUSIÓN Acido Ursodeoxicólico 43.1% 7.0 La incidencia real de la FQ en países latinoamericanos no se conoce en la mayoría, sin embargo, aproximaciones derivadas de estudios en hispanos residentes en Estados Unidos sugieren 1 caso por cada 9000(8) ó 1 caso por cada 4.966(9), lo que refleja una incidencia menor que la de los países Anglosajones y de Europa del Norte. De acuerdo a estas tasas, y con las aproximaciones estadísticas poblacionales(10) y de natalidad(11) Ciclos Antibióticos e dovenosos ambulatorios 6.25% 20.9% Enzimas pancreáticas 82.8% 80.8% *Registro Colombiano de Fibrosis Quística 2.003 †Registro Latinoamericano de Fibrosis Quística ‡Cystic Fibrosis Foundation - 48 El 43.1% de los pacientes de nuestro registro están recibiendo ácido ursodeoxicólico por su compromiso hepatobiliar, porcentaje más bajo que el informado por Ling et al(20) (68%) y por un estudio previo realizado en Colombia(21) (55%). Sin embargo, Linblad A., en 1999, encontró un compromiso hepatobiliar de la FQ más bajo que el nuestro: alrededor de 25% en los niños mayores de 4 años(22). Dado que en nuestra cohorte la mayoría de los pacientes estaba por encima de los cuatro años, es factible que este hecho explique el alto compromiso hepatobiliar. De los 106 pacientes que presentaron insuficiencia pancreática, 3 podrían estar en riesgo de colonopatía fibrosante debido a dosis de lipasa mayores de 10.000 Uds./Kg./día. Es posible que este riesgo esté subvalorado debido a que no se registró este dato de manera rigurosa. Con respecto al estudio genético para FQ, éste fue realizado al 52% de los pacientes en diferentes instituciones en Bogotá que evaluaron hasta 32 mutaciones de las 1500 que se conocen. Los trabajos de investigación de las Universidades del Rosario (Restrepo y Mateus), Javeriana y Nacional (Keyeux G.), permitieron la realización de un buen número de estos estudios lo que explica la alta proporción de pacientes estudiados, si se tiene en cuenta que en nuestro medio no es fácil su autorización y realización por parte de los servicios de salud. La frecuencia de la mutación DF508 fue baja, similar a la hallada en otros estudios latinoamericanos(23) (54.5%). Hay suficiente evidencia de que la frecuencia de esta mutación, es más baja en Colombia y en Latinoamérica comparada con la población caucásica anglosajona. La doctora Keyeux publicó un trabajo en pacientes colombianos con FQ, en los que la mutación DF508 se encontró en 41.8%(24,25). Por su parte, Restrepo y colaboradores(26), en un estudio realizado en tres países latinoamericanos, encontraron la mutación DF508 en el 38% de los enfermos colombianos, 29% de los venezolanos y 49% de los mexicanos. La frecuencia promedio de la DF508 en estos 3 países fue de 39.6%, incidencia baja, que se explicaría por la mezcla amerindia, caucásica y negra que ha habido en Latinoamérica. En otra investigación realizada en nuestro país se encontró la mutación DF508 en 28,6%, G542X con el 5%, 621+1G>T con el 4,6% y 1811+1,6kb A>G con un 2,1%(27). Por otra parte, similar a lo informado en la mayoría de las publicaciones, los gérmenes que con mayor frecuencia se encontraron en los pacientes analizados fueron el Stafilococo aureus y la Pseudomona aeruginosa, con una edad promedio de colonización para ésta última de 6.38 años. La P. aeruginosa es el patógeno de mayor relevancia en la FQ; estudios que analizan la respuesta inmune(28) han documentado que aparece más temprano de lo que se sospechaba anteriormente: se han evidenciado anticuerpos positivos a los 15 meses de edad, mientras que los cultivos de VA inferior se tornan positivos a los 23 meses. Conforme a los datos de la Fundación de Fibrosis Quística de los Estados Unidos, un 42% de la población enferma ha sido colonizada entre los 6 y 10 años de edad, porcentaje que se acerca al 80% a partir de los 18 años. La fuente de la P. Aeruginosa no está bien establecida, siendo probable la colonización desde reservorios del am- Vásquez C. et al biente; su aparición esta relacionada con deterioro clínico. En cuanto a la Burkholderia cepacia, la frecuencia y edad de colonización fue similar a la informada en otros países. Estos pacientes tienen un curso más severo, con deterioro importante de la función pulmonar y mayor mortalidad(29). Existen estudios(30) demostrativos de que la B. cepacia no es una especie única, sino un grupo de especies relacionadas de las cuales hay por lo menos 9. En un futuro se espera estar en capacidad de diferenciarlas dado que algunas especies están asociadas a una menor severidad de la enfermedad. Se recomienda la realización de estudios propios que establezcan con precisión los agentes infecciosos en el esputo y los niveles de resistencia propios de las instituciones en donde se manejan pacientes con FQ, para orientar, en consecuencia, el manejo de antibióticos. En el aspecto nutricional hay un alto porcentaje (29.7%) de desnutrición global. Dentro de los factores que están influyendo en dicha situación se encuentra la enfermedad pulmonar crónica, las pérdidas proteicas y de nutrientes por esputo, la mala absorción no controlada, las infecciones a repetición, la anorexia, el estrés psicológico y la diabetes. La comparación de estos datos con estudios previos(31) muestra que el estado nutricional ha mejorado: desnutrición según Peso/Edad (29.7% vs. 95% en 1999). A pesar de la mejoría en el estado nutricional por Peso/Edad, actualmente existe una mayor afectación de la talla o estatura para la edad (T/E) de los pacientes (35.9% vs. 33% en 1999). El porcentaje de desnutrición, que sigue siendo alto, y el compromiso mayor de la talla, probablemente sean el resultado de un diagnóstico tardío y de la falta de claridad de los pacientes, sus familias e incluso de algunos profesionales de la salud, sobre la imperiosa necesidad de mantener un buen estado nutricional para el control de la enfermedad. La mayor expectativa de vida alcanzada en los países desarrollados se ha atribuido, en buena parte, a la mejoría del factor nutricional. Por lo tanto, a medida que se logre una intervención gastrointestinal y nutricional temprana y de alta calidad, se estará favoreciendo la sobrevida de los pacientes afectados. El diagnóstico tardío, el cual influye de manera negativa en el pronóstico de la enfermedad, también afecta en el mismo sentido la función pulmonar. En el presente estudio se observó un deterioro del VEF1 más temprano y más severo que el informado en países desarrollados. Solo el 32.2% de los niños tenían un VEF1 mayor a 90%, mientras que el 44% ya tenían un compromiso moderado a severo (Figura 2). Estas diferencias se hacen patentes al superponer las gráficas de caída de VEF1 a través de los años y observar cómo la nuestra del año 2003 es similar a la americana de 1990 (Figura 3). Los medicamentos que se emplean en la actualidad para el tratamiento de la FQ en Colombia, son similares a los descritos internacionalmente para el manejo de la enfermedad (Tabla 3). Sin embargo, el acceso a estas medicinas usualmente debe hacerse mediante acciones legales, teniendo en cuenta que no están cubiertas por el Plan Obligatorio de Salud (POS). Tal circunstancia obliga con frecuencia a interrumpir el trata- 49 Fibrosis quística en Colombia miento por falta de suministro de los medicamentos por las EPS. Hasta el año en que se realizó este estudio, la Tobramicina inhalada aun no estaba disponible en Colombia, empleándose a cambio, los viales de aminoglicósidos como Amikacina o Gentamicina en forma nebulizada. Desde el 2004 se cuenta con tobramicina en ampollas para nebulizar, útil en el manejo de la infección crónica por P. aeruginosa. De manera similar a lo referido el informe del año 2002, del Registro Americano, el Ibuprofen es poco utilizado como antinflamatorio. Es posible que en el futuro, si contamos con niveles séricos para este medicamento, y con nuevas evidencias sobre su eficacia, sea una buena opción de manejo. También sería útil introducir cada vez más la hospitalización en casa, para el suministro de antibióticos IV, pues es evidente que se están utilizando en mucha menor proporción (6.25% vs. 20.9%). Confiamos en que este trabajo contribuya a la sensibilización de los entes estatales, de manera que se mejore el acceso a pruebas genéticas y de iontoforesis, se centralice la atención en instituciones especializadas en el manejo multidisciplinario de la FQ y se acceda de manera fácil y regular a los medicamentos. Nos parece de gran importancia haber dado el primer paso para emprender un Registro Nacional de Fibrosis Quística en Colombia y, aunque es probable que el número de pacientes registrados aún no corresponda con el total de casos existentes en el momento, creemos que representa una buena proporción de los afectados en seguimiento. Muchas de las decisiones clínicas actuales han surgido de la observación e interpretación de las tendencias longitudinales del estado nutricional, la función pulmonar y la identificación microbiológica de la infección que se obtienen de estos registros. Sin embargo, de acuerdo a la opinión de expertos, deben mejorarse la estandarización en la recolección de datos(32). Como ACNP, hacemos manifiesto nuestro deseo de continuar realizando el seguimiento longitudinal prospectivo de los pacientes con Fibrosis Quística para lo cual invitamos a los pediatras, neumólogos y gastroenterólogos pediatras a participar activamente en este estudio, en especial llevando un registro adecuado de todos los pacientes con esta enfermedad. De esta manera podremos acercarnos a las metas alcanzadas por los países desarrollados o por lo menos influir para que esta brecha sea cada vez más angosta. Confiamos en que los próximos registros anuales permitirán ampliar el número de pacientes y mejorar la información. CONCLUSIONES Este es el primer informe del Registro Nacional de Fibrosis Quística en Colombia, del que resultan las siguientes conclusiones: En nuestro país el diagnóstico de la enfermedad sigue siendo tardío, por lo que al momento del mismo los pacientes presentan alteraciones irreversibles gastrointestinales, nutricionales y de la función pulmonar, que impactan negativamente el pronóstico, dado que solo el 14% de nuestros pacientes alcanzan la mayoría de edad. En este sentido se impone debatir la posibilidad del tamizaje neonatal para su oportuno diagnóstico. Entre tanto, se necesita un mejor acceso a métodos de iontoforesis y sensibilización del personal de salud para que piensen en su diagnostico. El análisis de las posibles tasas de incidencia de nuestro país y de algunos estudios latinoamericanos, permiten inferir un marcado subdiagnóstico de la enfermedad y una alta probabilidad de que muchos de los afectados fallezcan antes de que se haya establecido el diagnóstico. El subregistro de los pacientes diagnosticados y el tratamiento, compromete a las Asociaciones Colombianas de Neumología Pediátrica (ACNP) y de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ACOGAHNP) para trabajar conjuntamente con el propósito de promover el diagnóstico a más temprana edad y el inmediato registro, acciones estas que impactarán positivamente la calidad de vida y los costos de atención de estos pacientes. Igualmente el desarrollo y actualización de guías nacionales permitirán una estandarización en el manejo de la enfermedad. Se confirman las diferencias étnicas de las mutaciones involucradas. Resta adelantar estudios para precisar un panel de mutaciones más amplio, adecuado para nuestra población. La colonización por Pseudomona aeruginosa se presenta a una edad más temprana condicionando un mayor deterioro de la función pulmonar. Se propone enfatizar las medidas de control de infecciones en estos pacientes. Las opciones terapéuticas disponibles en el país son adecuadas, si bien deben interponerse acciones legales para su consecución. El manejo estandarizado en centros especializados de referencia es otra de la estrategias para mejorar el pronóstico de vida. Agradecimientos: Este estudio fue posible gracias a la colaboración de los diferentes miembros de la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica, de los profesionales de la salud que participan en la atención de los pacientes con Fibrosis Quística en los Hospitales y Clínicas de Colombia y de la doctora Claudia Aristizábal por su aporte en la parte epidemiológica. Deseamos expresar nuestra gratitud a Laboratorios Roche por el apoyo a la realización de éste proyecto. REFERENCIAS 1. http://www.genet.sickkids.on.ca/cftr/app. Revisado en agosto 2007. 2. Keyeux G,Rodas C, Bienvenu T, Garavito P, Vidaud D, Sanchez D, Kaplan JC, Aristizabal G. 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En 1994 adquiere vida jurídica y nace la Fundación Ecuatoriana de FQ y en 1997 la Fundación capítulo Quito. Entre los objetivos de la Fundación está la difusión de la enfermedad, para que los médicos la conociéramos, pero una de nuestras dificultades era el diagnóstico. El 1994 se adquirió un analizador del sudor de la Wescor y empezamos hacer diagnóstico. Desde la creación de las fundaciones tenemos registrados 187 pacientes: Quito 125, Guayaquil 62. Estas fundaciones registran los pacientes de todo el Ecuador. En la fundación de Guayaquil existen: Pacientes en seguimiento (26), pacientes perdidos (11), pacientes fallecidos (25) con una edad promedio de diagnóstico de 4.6 años y edad promedio de defunción de 7.6 años. La edad promedio de sobrevida es 9.6, años, siendo el más pequeño de 10m y la mayor de 32 años. LECTURAS RECOMENDADAS 1. P. Hernández, M. Martinez. Fibrosis quística. aspectos epidemiológicos en ECUADOR. Resúmenes presentados en el VII Congreso Latinoamericano de Neumología Pediátrica Neumol Pediatr 2008; 3(1): 48-53. 2. http://www.rotarioslatinos.org/noticias.html?seccion=sosrotalatino&id=3126&lang=es 3. Édison Patricio Valle, Ramiro Israel Burgos, José Rubén Valle, Daniela Egas Béjar and Juan-Carlos Ruiz-Cabezas. Análisis de las mutaciones del gen CFTR y de la incidencia de Fibrosis Quística en la población ecuatoriana. Invest Clín 2007; 48(1): 91-98. 4. Alvarado J, Acosta L, Carrasquel B, Lugo Z. Fibrosis Quística, estudio de 41 pacientes. Hospital de Niños J.M. de los Ríos”. Acta Otorrinolaringológica 2000; 12 (1):14-18. 5. Orozco L, Velásquez R, Zielenski J, Tsui L, Chávez M, Lezana L, Saldaña Y, Hernández E, Carnavale A. Spectrum of CFTR mutations in Mexican cystic fibrosis patients: identification of five novel mutations (W1098C, 846delT, P750L, 4160insGGGG and 297-1G à A). Hum Genet 2000; 106:360-365. 6. Paz-y-Miño C, Pérez JC, Burgos R, Dávalos MV, Leone P. 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Han sido manejados con solución salina hipertónica, enzimas, aminoglicósidos inhalados y en las exacerbaciones antibióticos intravenosos que han sido costeados por los familiares de los enfermos y la fundación. Sólo en este año 2008 y con el actual gobierno están creando un programa para estos pacientes que probablemente se cristalice en los próximos días y tendrán la medicación gratuitamente incluyendo la tobramicina inhalada. Correspondencia: Dra. Mariela Martínez. Neumóloga Pediatra. Fundación Fibrosis Quística del Ecuador. E- mail: [email protected] ISSN 0718-3321 NEUMOLOGIA PEDIATRICA 52 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en el Perú Dr. Ildauro Aguirre Neumólogo - Pediatra Hospital San Bartolomé, Lima, Perú En el Perú la Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad de prevalencia desconocida. Probablemente hay un subregistro debido a la falta de un eficiente diagnóstico al no pensar en esta enfermedad. La raza mestiza es la que predomina en nuestro país por lo que los casos probablemente sean escasos. En el transcurso de los años han sido publicados algunos trabajos, señalando los casos diagnosticados de FQ. En 1994 Aguirre y colaboradores(1), reportaron 9 casos de pacientes con probable diagnóstico de FQ, la edad al diagnóstico fue desde los 10 meses hasta los 12 años; no se utilizó la prueba de sudor con pilocarpina, sino un método no estandarizado (prueba de la bolsa plástica). En la tabla 1 se detallan las características de estos 9 casos. En 1998, Escalante(2), reportó 10 pacientes con diagnóstico probable de FQ atendidos en el Instituto de Salud del Niño (ISN) recolectados durante el periodo 1991-1996. En el 2002, Torres y colaboradores realizó un estudio retrospectivo de todos los casos de FQ que ingresaron al ISN, encontrando 42 casos registrados, pero se pudo hacer el análisis de 13 pacientes que cumplían los criterios del Consenso Americano de FQ, con un rango de edad de 1 mes hasta 9 años al momento del diagnóstico, siendo el 61% varones y el 100% de raza mestiza. La presentación clínica fue: 100% con malnutrición y/o falla de crecimiento y 77% con problemas respiratorios como se detalla en la tabla 2. El sistema de inducción de sudor por iontoforesis usado en el ISN fue el modelo Webster y colector del sudor Macroduct (R) con medición de la conductividad sweat check 3100. Luego en junio de 1999, se empieza a utilizar el análisis de cloro con la técnica de Schales & Schales Titration hasta al actualidad. Monsante y colaboradores, del Hospital Edgardo Rebagliati durante el periodo 2000-2007, reportaron 19 casos, de los cuales 6 han fallecido y actualmente siguen Tabla 2.- Caracteristicas clínicas iniciales de los pacientes con FQ ISN 1991-2001. Caracteristicas Clínicas iniciales de los pacientes con FQ ISN 1991-2001. Caracteristicas clínicas Malnutrición falla en crecimiento Síntomas respiratorios agudos o crónicos Esteatorrea Alcalosis metabólica hiponatremica Ileo meconial, obstrucción intestinal Historia familiar n 13 10 5 4 2 1 % 100 77 38.8 30.8 15.4 7.7 en control 13 pacientes. Anabhela y colaboradores, busca la mutación D F508 en 12 pacientes del ISN con FQ, encontrando que alrededor del 40% de pacientes estudiados tienen al menos una de las mutaciones D F508. En la actualidad, se inicia desde el 2008 un plan piloto de tamizaje neonatal que incluye FQ Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé. Además se realizará en el mismo Hospital la prueba de sudor. Con los reportes aislados, con el inicio del tamizaje neonatal y con la ayuda del laboratorio para llegar al diagnóstico específico, esperamos pronto tener una prevalencia de la enfermedad de tal manera que podamos destinar los recursos necesarios para un adecuado tratamiento por lo que mejorara la calidad de vida de estos niños diagnosticados de FQ. Tabla 3.- Mutación DF 508 en 12 pacientes con FQ Mutación DF 508 en 12 pacientes con Fibrosis Quística en el Perú. N % X/X 7 58 DF 508/X 4 33 DF 508/DF 508 1 9 Tabla 1.- FQ: Reporte de casos en un hospital de Lima, Perú. Fibrosis quística: Reporte de casos en un hospital de Lima, Perú Paciente Edad años Sexo Raza Síntomas Esatdo nutricional Respiratorio Respiratorio Respiratorio Respiratorio Digestivo Respiratori + Digestivo Respiratorio Respiratorio Desnutrido II Desnutrido II Desnutrido II Eutrofico Eutrofico 1 2 3 4 5 6 2 8 3 5 F F F M F Mestiza Mestiza Caucasica Caucasica Mestiza 6 12 F Mestiza 7 8 08 8 M F Mestiza Mestiza Desnutrido II Eutrofico Desnutrido II Correspondencia: Dr. Ildauro Aguirre. Neumólogo Pediatra. Hospital San Bartolomé. Lima, Perú. E-mail: [email protected] LECTURAS RECOMENDADAS 1. Aguirre I, Chiarella P, Hernández H, Chaparro E, Accinelli R, Zegarra O. Fibrosis quística: Reporte de casos en un hospital de Lima, Perú. Rev Med Hered 1994; 5(4): 204-8. 2. Torres, Daniel. Estudio clínico epidemiológico de la fibrosis quística en el Instituto de Salud del Niño, Lima 1991 - 2001. Paediatrica 2002; 4(3): 7-15. 3. Sillau, José. FIBROSIS QUÍSTICA (F.Q.). Enfermedades del Torax 1996; 40(2): MayoAgosto. 4. www.fibrosisquistica.org/images/recursos/21.doc 5. Castilla Gladys. Epidemiología de infecciones respiratorias en pacientes con Fibrosis Quística en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. Rev Peru Pediatr 2008; 61: 82-8. 6. Tori CA. Enfermedad fibroquística del páncreas (mucoviscidosis). Tesis de Bachiller Universidad Peruana Cayetano Heredia 1966. 7. Castilla G, Cisneros L: Evolución clínica e epidemiológica de los pacientes con Fibrosis Quistica en el HNERM ESSALUD, XXIV. Congreso de la Sociedad Peruana de Pediatría 2006, agosto Huancayo. Perú. 8. Zavaleta, Amparo I; Silva Acuña, Cinthya; Rivera Meza, Luis; Del Castillo Barrientos, Hernán Torres Vela, Daniel. Mutación F508 en pacientes diagnosticados con fibrosis quística del Instituto de Salud del Niño. Enfer Tórax 2006; 50(2): 36-38. 9. Escalante R. Diagnóstico y tratamiento de fibrosis quística en el Instituto de Salud del Niño 1991-1996 [Tesis de Bachiller]. Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lima, 1998. 10. Silva Cinthya. Mutaciones más frecuentes en el gen CFTR de pacientes diagnosticados con fibrosis quística del Instituto Especializado de Salud del Niño. Tesis para optar el título profesional de Químico Farmacéutico. Universidad Mayor de San Marcos. Lima-Perú. 2008. ISSN 0718-3321 NEUMOLOGIA PEDIATRICA 53 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl Fibrosis quística en Venezuela Dra. Ismenia Chaustre Neumólogo Pediatra. Pediatra Puericultor, Hospital J.M. de Los Rios Coordinadora de la Unidad de Referencia Nacional de Fibrosis Quística Coordinadora distrital de Fibrosis Quística. Alcaldía Metropolitana. Caracas En Venezuela, la fibrosis quística (FQ) como tal, había sido atendida en una forma no integral durante los últimos años, hasta principios de los años 90, cuando hubo un primer intento de agrupar a los pacientes en una consulta, con el fin de dar una atención medica adecuada y especializada; sin embargo, este intento sólo pudo funcionar algunos años debido a ciertos cambios económicos que el país enfrentó durante unos años. Durante este lapso, los pacientes pasaron a ser atendidos en forma irregular en las distintas consultas especializadas de los centros asistenciales de la ciudad de Caracas y otras capitales importantes del país. Esto ocasionaba diversos inconvenientes socio-económicos en los pacientes: ausentismo escolar y laboral, alteraciones en la estructura familiar, con consecuencias emocionales, económicos, familiares, entre otros. Esto aunado a la imposibilidad de recibir la medicación adecuada, tanto por los altos costos como por la ausencia de los mismos en el país. El reconocimiento de este grave problema permitió al equipo medico tratante los primeros pasos para la agrupación y orientación de estos padres en el beneficio de la atención integral de sus hijos. Fue así como en el año 2002, nació el proyecto de creación de una unidad de atención integral que permitiera brindar respuesta a este grupo de pacientes con enfermedad crónica, progresiva, de alto costo e incurable, reiniciándose una serie de acciones en donde la participación de los pacientes en conjunto con el personal de salud se fijó dicho objetivo. El punto culminante ocurrió en noviembre del 2003, cuando se introdujo, por parte de CECODAP (Organización no gubernamental dedicada a la atención y defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes), una acción judicial de protección a favor de los niños, niñas y adolescentes con FQ de Venezuela, siendo declarada la misma con lugar por el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la circunscripción judicial del Área Metropolitana el 8 de julio del 2005. De esta forma, se creó el 20 de octubre del 2005, la primera unidad en Venezuela de referencia nacional para la atención del paciente con FQ del páncreas, con sede en el Hospital de niños J.M. de Los Ríos, de la ciudad de Caracas. Luego de un corto periodo de organización y dotación del espacio asignado, la unidad inició sus labores el 16 de enero del 2006, funcionando desde entonces físicamente en un espacio acondicionado exclusivamente para este fin, con personal dedicado a la atención del paciente afectado por Correspondencia: Dra. Ismenia Chaustre. Neumólogo Pediatra. E-mail: [email protected] o [email protected] ISSN 0718-3321 esta enfermedad, integrando un equipo medico y paramédico compuesto por: Neumólogo pediatra (coordinador de la Unidad), gastroenterólogo pediatra, psiquiatra infanto-juvenil, nutriólogo-nutricionista, enfermera coordinadora, terapistas respiratorios, trabajador social, auxiliar de farmacia, secretaria, asesor jurídico y personal de limpieza, completamente comprometidos con el proyecto. Las funciones de este equipo multidisciplinario son las siguientes: • Mantener función pulmonar. Prevención de complicaciones de la enfermedad y del tratamiento. • Supervisar la rehabilitación pulmonar, educando a los pacientes y sus familiares en el manejo de las medidas para prevenir el deterioro acelerado de las condiciones pulmonares. • Mantener estado nutricional, evitando el gasto calórico innecesario (manejo de infecciones). • Manejar la insuficiencia pancreática. • Apoyo emocional a través de psiquiatría-psicología. En este punto se logra el manejo emocional mediante la Terapia familiar, manejo del stress, la negación, culpa, depresión y enfrentamiento a la muerte, Efectos individuales, familiares y colectivos. • Otras funciones de la psiquiatra infanto juvenil son lograr la adherencia al tratamiento. Fomentar- fortalecer el autocuidado. Reconocer fallas en la información manejada en las entrevistas médicas. Manejo de la sexualidad y adolescencia, detección de grupos de riesgo, etc. • Los técnicos superiores universitarios (TSU) en terapia respiratoria se encargan, entre otras cosas de: Terapias respiratorias a pacientes FQ e interconsultas. Atención de pacientes hospitalizados, educación, entrenamiento, control de infección y conservación de equipos y medicamentos, estudios de función pulmonar, toma de muestras, discusión de casos clínicos y capacitación de personal. • Los Técnicos Superiores Universitarios (TSU) en trabajo social, se encargan de las entrevistas sociales, seguimientos telefónicos, gestión de alojamiento para pacientes del interior del país, informes sociales, gestión de apoyos económicos, orientaciones generales y sobre las OG y ONG para conocer sus posibilidades, deberes y derechos, referencias interinstitucionales, visitas institucionales y domiciliarias, amparo al menor y consejos de protección. NEUMOLOGIA PEDIATRICA 54 Fibrosis quística en Venezuela Tabla 1.- Distribución de los pacientes con FQ según sexo. Hospital de niños J. M. de Los Ríos. Caracas, Venezuela (2008). Distribución de los pacientes con FQ según sexo Varones Mujeres Total N° 98 39 137 % 71.5 38.5 100 • De igual importancia están la actividades sociales y educativas que realiza la unidad, dentro de las cuales cabe destacar: Taller para padres, asistencia a mesas de trabajo, presencia en pedagogía hospitalaria, asistencia a curso de defensores de los derechos del niño, niña y del adolescente, taller a médicos, inclusión en el postgrado universitario de pediatría de la Universidad Central de Venezuela, con sede en el Hospital de niños J.M. de los Rios, celebración del día del niño, fiesta de navidad y de reyes, paseos a campo abierto, talleres de terapia familiar y formación en cuidados paliativos. • En el área de docencia, la unidad participa activamente en la capacitación de personal necesario, dando prioridad a residentes de pediatría general del curso de postgrado Universitario de pediatría del Hospital de Niños J.M. de los Rios. Residentes de los post-grados de neumología infantil, gastroenterología, otorrinolaringología, nutrición clínica del Hospital y personal médico o paramédico especialistas o no de Caracas o del interior del país postulados por instituciones y/u organismos estadales donde la formación de personal especializado en FQ sea una prioridad para la incorporación en las distintas unidades. • El proyecto contempla las siguientes actividades: Despistaje, prevención de complicaciones, consejo genético, tratamiento, rehabilitación, actividades socioeducativas y cuidados paliativos. Simultáneamente en el año 2005 se crea el programa Nacional de FQ del Ministerio de Salud cuyo objetivo fundamental es la atención del paciente con diagnóstico de FQ a nivel nacional, creando y fortaleciendo así 13 unidades de atención al paciente con FQ en distintos estados del país, con presupuesto para la contratación de personal, equipos médicos y medicamentos de alto costo para su distribución gratuita a estos pacientes. De esta forma, se ha logrado en Venezuela, la atención integral especializada, expedita y gratuita con el suministro de equipos médicos y medicamentos especiales a los pacientes con diagnóstico corroborado de FQ. En Venezuela, el diagnóstico de la enfermedad comienza con una clínica sugestiva a lo cual se le suma la positividad de 2 de 3 determinaciones de electrolitos en sudor por el método de la pilocarpina y la presencia de uno o mas de otros signos tales como esteatorrea (insuficiencia pancreática), sinusitis (afectación de vías aéreas superiores), bronquiectasias (neumopatía supurativa crónica), niveles séricos de vitaminas liposolubles anormalmente bajos, etc. El diagnóstico genético no se realiza de rutina en el país, sólo 3 estados del país tienen los recursos para realizarlo y de ellos, en la región capital, en la Unidad del Hospital J.M. de los Ríos se inicio la determinación de 29 mutaciones. Los otros estados que practican el estudio genético son Aragua y Zulia. La unidad de FQ atiende a los pacientes principalmente del área metropolitana, pero por ser centro de referencia nacional también asiste a pacientes provenientes de 17 estados del resto del país y de todos los estratos sociales. Actualmente controla a 166 pacientes en total de los cuales 137 pacientes tienen diagnostico definitivo, el resto se encuentra en despistaje para la enfermedad. De los pacientes diagnosticados en nuestra unidad, el 71.5% son de sexo masculino (Tabla 1), mientras que el 70% de todos los casos se encuentran entre 6 y 18 años (Tabla 2). El diagnostico de los pacientes con FQ en el Hospital de niños J.M. de Los Rios en Caracas-Venezuela se realiza principalmente en base a la clínica, electrolitos en sudor, esteatocrito, compromiso de senos paranasales, radiografía de tórax, cultivo de esputo. Las tablas 3 y 4 muestran las manifestaciones clínicas y complicaciones más frecuentes, respectivamente. Contamos en la actualidad con 108 pacientes en terapia enzimática sustitutiva, que representan un 78,8% del total de los casos. Igualmente, 25 de nuestros pacientes (18% del total) están crónicamente colonizados con Pseudomonas aeruginosa recibiendo todos tobramicina inhalada (TOBI®) y azitromicina tres veces a la semana por 6 meses según protocolo. Para el año 2008, se ingresaron 12 nuevos pacientes. El 97% de los pacientes están recibiendo tratamiento completo acorde a sus necesidades de manera regular y gratuita. La tabla 5 muestra la distribución de fallecidos según años. La unidad de FQ del páncreas del Hospital de Niños J.M. de Los Ríos, con el apoyo del programa nacional de FQ del ministerio del poder popular para la salud de Venezuela (antiguo ministerio de salud), la secretaria de salud de la alcaldía metropolitana y personas naturales que desinteresadamente han ayudado y aportado con sus Tabla 2.- Distribución de los pacientes con FQ según edad. Hospital de niños J. M. de Los Ríos. Caracas, Venezuela (2008). Distribución de los pacientes con FQ según edad < 2 años 2 - < 6 años 6-12 años 12-18 años >18 Total N° 9 23 37 59 9 137 % 6,5 16,8 27 43 6,5 100 55 Chaustre I. Tabla 3 .- Clínica predominante de los pacientes con FQ al momento del diagnóstico. Hospital de Niños J. M. de Los Rios. Caracas, Venezuela (2008). Tabla 5 .- Pacientes con FQ. fallecidos desde la creación de la Unidad de FQ. Hospital de Niños J. M. de Los Rios. Caracas, Venezuela (2008). Pacientes con FQ fallecidos desde la creación de la Unidad de FQ Clínica predominante de los pacientes con FQ al momento del diagnóstico. N° 2 21 7 105 2 137 Ileo meconial Respiratorios Digestivos Ambos Otros Total % 1.5 15.3 5.1 76.6 1.5 100 Año 2006 Año 2007 Año 2008 N° 3 4 - Edad 3m,6a, 25a 14a,15a,18a,18a - • Formación de equipo multidisciplinario. • Reconocimiento de una población con necesidades importantes. donaciones, provee en forma expedita, gratuita e individualizada, de los medicamentos y equipos necesarios para estos pacientes de acuerdo al protocolo de atención. Dentro de estos medicamentos figuran la enzimas pancreáticas, inhibidores de bomba, vitaminas, complementos nutricionales, inhaladores (broncodilatadores y esteroides tópicos nasales y bronquiales), compresores, micronebulizadores, antibióticos orales, parenterales e inhalados (tobramicina inhalada), mucolítico inhalado (alfa dornasa), equipos para terapia respiratoria ambulatoria de espiración con presión positiva para entrenamiento y drenaje postural, percutores manuales, concentradores de oxígeno y CPAP. • Aumento de la percepción del FQ. • Dotación de medicamentos y equipos médicos. • Aumento de la adherencia a los protocolos de tratamiento. • Sentimiento de pertenencia en los pacientes. • Estabilización de parámetros médicos con disminución de número de hospitalizaciones/exacerbaciones. • Articulación con entes diversos tanto gubernamentales como no gubernamentales. • Rehabilitación pulmonar efectiva. En la actualidad se esta trabajando en varios proyectos a futuro, uno de ellos es el diagnostico neonatal, con el fin de implementar su pesquisa a nivel de las maternidades publicas y privadas del territorio nacional con el fin conocido de hacer un diagnostico precoz y elevar las posibilidades de mantener una calidad de vida adecuada, sobre todo en lo que respecta a infecciones y nutrición, otro de los proyectos importantes es el desarrollo de Unidades de atención para adultos con FQ, ya que al mejorar la atención medica de estos pacientes su sobrevida aumenta por lo que se hace necesario la coordinación de la atención con especialistas de adultos y por ultimo, el proyecto quizá mas ambicioso que es la creación o inclusión de unidades de trasplante para el manejo de alguno de estos pacientes. A casi tres años de funcionamiento de la unidad de referencia nacional para la atención del paciente con FQ podemos resumir los logros de la siguiente forma: • Reconocimiento de la enfermedad en el paciente, familia, comunidad y administradores de salud. • Desarrollo de conciencia social. • Unidad de atención medica con identidad propia y presencia nacional. Tabla 4 .- Complicaciones de los pacientes con FQ. Hospital de Niños J. M. de Los Rios. Caracas, Venezuela (2008). Complicaciones de los pacientes con FQ Hiper. Pulmonar Osteopenia Diabetes RFQ Hepatopatia Hipoxemia N° 1 5 3 6 3 Agradecimientos: Especial interés en agradecer a quienes han participado en la creación y fortalecimiento de la unidad con su trabajo profesionalmente impecable Dra. Magaly Rodriguez (Gastroenterologo Pediatra), Dra. Ziomara Chacon (Psiquiatra Infanto Juvenil), Dra. Sheila Machillanda (Medico Nutrologo), Lic. Lissette Gamez (Enfermera Coordinadora), TSU. Glenys Mendez (Trabajo social), TSU. Carolina Cobos, TSU. Argelia Fajgre, TSU. Juan Carlos Morales (Terapistas Respiratorios), Sr. Antonio Marimon (auxiliar de farmacia) y Sra. Manianella Rivas (secretaria), Dra. Gisela Vargas (directora del Hospital J.M. de Los Rios). LECTURAS RECOMENDADAS % 0.7 3.6 2.2 4.4 2.2 1. Torres, Emiberth; Martínez, José A; Rolo, Manuel; et al. Indagación de la mutación F508 en pacientes con fibrosis quística, atendidos en el Servicio de Neumonología Pediátrica de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera Valencia Venezuela. Salud 2004; 8: 10-16. 2. http://www.gobiernoenlinea.ve/noticias-view/ver_detalles.pag?idNoticia=76624 3. http://www.fibrosisquistica.org/images/recursos/18.pdf 4. http://saludennotas.blogspot.com/2008/04/fibrosis-qustica-un-problema.html 5. http://fibrosisquisticavenezuela.blogspot.com/2008_05_18_archive.html 6. http://www.infomediconline.com/biblioteca/Revistas/otorrino/oto121art3.pdf 7. http://www.mpps.gob.ve/modules.php?name=News&file=article&sid=2312 disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl BIENVENIDA SOCHINEP Estimados amigas y amigos No puedo comenzar este saludo sin antes hacer mención al trágico evento que sacudió nuestra tierra, nuestras casas, nuestro espíritu. Muchos son los que aún sufren, esperanzados en la reconstrucción de sus vidas, para lo cual miles de manos amigas tejieron un lazo que da cobijo, que acoge, que mece. Falta mucho y el tiempo sigue avanzando; se acerca el invierno, muchos siguen ayudando. Nuestra Sociedad de Neumología Pediátrica no ha querido quedarse ajena a esta labor, tratando de aportar en lo que nos toca. Se está confeccionado un e-learning solidario, orientado a apoyar al profesional de atención primaria en salud de las zonas más afectadas, facilitando su manejo de las patologías respiratorias de los niños y su pronta derivación cuando corresponda. Es nuestra idea llevar en forma directa también esta capacitación. Un abrazo cariñoso a todos nuestros amigos y amigas que más han sufrido. Nuestra Sociedad, joven, naciente, sólo desde hace unos meses tiene personalidad jurídica. Esto nos agrega un nuevo desafío que es el funcionar como una Sociedad con todos los aspectos legales que eso conlleva. Invitamos a todos nuestros socios a participar activamente en este nuevo período y a los amigos, a hacerse socios; mientras más somos más crecemos permitiendo un enriquecimiento personal y profesional para todos. Este año, tenemos el Congreso de SOLANEP, el cual se realizará en agosto en la ciudda de Cartagena de Indias, siendo muy importante nuestra presencia y participación con presentación de trabajos científicos y muestra de lo que hacemos aquí en Chile. Para facilitar nuestra asistencia, nuestra Sociedad organizó sólo el curso de mayo en la ciudad de Viña del Mar, pero por el terremoto y sus consecuencias, éste fue postergado para realizarlo en diciembre los días 9, 10 y 11, en modalidad de congreso. Los invitamos a todos a participar con entusiasmo en este evento. Nuestro interés como Sociedad es fomentar el desarrollo científico y crecimiento como profesionales de la salud en patología respiratoria del niño. Es así, como nuestra Revista, orgullo y ejemplo que no sólo llega a todo Chile sino que es el órgano oficial de la SOLANEP, con llegada a muchos países hermanos de Latinoamérica, ha logrado una continuidad y crecimiento constante manteniéndonos actualizados en los temas más importantes de nuestra especialidad. El año 2009 se desarrolló con pleno éxito el e-learning, programa de educación continua, que también extendió sus brazos a países hermanos. Este año crecerá haciéndose internacional, con docentes invitados tanto nacionales como extranjeros, que elevarán aún más su nivel científico. Esto se iniciará el segundo semestre, dando prioridad al e-learning solidario en este momento. Para estimular el desarrollo de la investigación, este año concretaremos el desarrollo de fondos para la investigación con un concurso anual para el financiamiento de trabajos de investigación. Son muchos los sueños, proyectos y desafíos que se vienen por delante. Es un camino largo a recorrer, pero estoy segura, de que si trabajamos todos unidos, nuestra Sociedad de Neumología Pediátrica, crecerá hermosa, fuerte y con mucha vida por delante. Es el compromiso de toda la Directiva, de entregarnos con toda nuestra fuerza, corazón y empeño a esta labor que los Socios nos han confiado. Saludos cariñosos, Dra. Alejandra Zamorano W Presidenta SOCHINEP NEUMOLOGIA P E D I A T R I C A La Revista NEUMOLOGIA PEDIATRICA es el órgano oficial de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica y órgano oficial de la Sociedad Latinoamericana de Neumología Pediátrica (SOLANEP), que publica temas de revisión en torno a la Salud Respiratoria Infantil y del adolescente. Los trabajos enviados a nuestra revista que cumplen con los requisitos solicitados, son sometidos a arbitraje por médicos investigadores y expertos de nuestro medio. Nuestro Comité Editorial consulta y selecciona temas, opiniones, polémicas o controversias de actualidad general del medio pediátrico respiratorio. Los trabajos pueden enviarse por formato electrónico a [email protected] o en su defecto a Dr. Luis E. Vega-Briceño, Editor Responsable. Revista NEUMOLOGIA PEDIATRICA, Av. El Carmen 1228 Huechuraba. El trabajo debe ser escrito en papel tamaño carta (21,5 x 27,5 cm), dejando un margen de al menos 2,5 cm en los 4 bordes. Todas las páginas deben ser numeradas en el ángulo superior derecho, empezando por la página del título. Debe entregarse dos ejemplares idénticos de todo el texto, con las Referencias, Tablas y Figuras acompañados por una copia idéntica para PC, en CD o diskette de 3,5 con espaciado a 1,5 líneas; tamaño de letra 12 pt y justificada a la izquierda. Las Figuras que muestren imágenes (radiografías, histología, etc.) deben entregarse en copias fotográficas. Los trabajos enviados no deben sobrepasar de 3000 palabras, pudiendo agregárseles hasta 6 tablas y 6 figuras y no más de 40 referencias en lo posible. Las Cartas al Editor u Opiniones no deben exceder 1.000 palabras, pudiendo agregárseles hasta 10 referencias y 1 Tabla o Figura. El título del trabajo debe ser conciso pero informativo sobre el contenido central de la publicación; El o los autores deben ser identificados con su nombre de pila seguido del apellido paterno. Debe de colocarse el nombre de la o las Secciones, Departamentos, Servicios e Instituciones a las que pertenece actualmente el o los autores responsables; el nombre y dirección del autor con quien establecer correspondencia, incluir un número de fax y correo electrónico. Exprese su agradecimiento sólo a personas e instituciones que hicieron contribuciones substantivas a su revisión. Los autores son responsables por todas las ideas expresadas y sus conclusiones. El límite las referencias es idealmente 40; prefiera las que correspondan a trabajos originales registradas en el PubMed. Numere las referencias en el orden en que se las menciona por primera vez en el texto. Identifíquelas mediante numerales arábigos, colocados (entre paréntesis) al final de la frase o párrafo en que se las alude. Los resúmenes de presentaciones a Congresos pueden ser citados como referencias sólo cuando fueron publicados en revistas de circulación. Cada tabla deberá ir en hojas a parte. Numere las tablas en orden consecutivo y asígneles un título que explique su contenido sin necesidad de buscarlo en el texto del manuscrito (título de la tabla). Sobre cada columna coloque un encabezamiento corto o abreviado. Cuando se requieran notas aclaratorias, agréguelas al pie de la tabla. Use notas aclaratorias para todas las abreviaturas no estándar. Cite cada tabla en su orden consecutivo de mención en el texto. Las figuras podrán ser dibujos o diseños mediante un programa computacional. Envíe 2 reproducciones de cada figura, en blanco y negro (tamaño 9x12 cm). Las letras, números, flechas o símbolos deben verse claros y nítidos y deben tener un tamaño suficiente como para seguir siendo legibles cuando la figura se reduzca de tamaño. Sus títulos y leyendas no deben aparecer en la figura, sino que se incluirán en hoja aparte. En el respaldo de cada figura debe anotarse con lápiz de carbón o en una etiqueta, el número de la figura, el nombre del autor principal. Cite cada figura en el texto en orden consecutivo. Si una figura reproduce material ya publicado, indique su fuente de origen. Presente los títulos y leyendas de las tablas y figuras en una página separada. Cuerpo Editorial CH. REV. NEUMOLOGIA PEDIATRICA N˚ 2 /2009 - Cód. 96209111 Sulfato de Salbutamol + Bromuro de Ipratropio Línea respiratoria abcd www.boehringer-ingelheim.com [email protected]