don bosco en algunas de sus fotos
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don bosco en algunas de sus fotos
Inspectoría San José Don Bosco en algunas de sus fotos FEBRERO LA PRIMERA FOTO: DON BOSCO ENTRE LOS MUCHACHOS (1861) Presencia evangelizadora y alegre entre los muchachos. En los inicios de 1861, cuando entre los primeros clérigos del Oratorio se establece una «comisión» que se proponía recoger los hechos y los dichos de Don Bosco, surge también el deseo de tener un retrato suyo. Don Bosco era reacio a dejarse fotografiar, y cede solo por la insistencia de Cagliero, su brazo derecho en el Oratorio. Acepta únicamente para dejar contentos a sus jóvenes y aprovecha la ocasión para hacer de aquella instancia una oportunidad educativa. Para hacer la fotografía llaman a Francesco Serra, exalumno del Oratorio, quien aceptó el encargo de buena gana. “Sabes una cosa – dice Don Bosco a Serra mientras armaba el telón oscuro de fondo – si tú estás en gracia con Dios, bien. Si no, deja la tarea, que perderemos el tiempo”. Se cuenta que el mejor fotógrafo (litógrafo, para ser más exactos) de Turín, un tal Dubois, había hecho lo posible y lo im- -1- posible, pero no pudo conseguir que la imagen de Don Bosco quedara impresa en sus placas. En cambio, la fotografía de Serra tuvo éxito. Los jóvenes, animados por la táctica de Don Bosco, se pusieron a gritar: “¡Serra está en gracia con Dios! ¡Serra está en gracia!”. Se puede decir, con Lemoyne, que “cada frase de Don Bosco era un estímulo para la confesión”. Éste era su modo de actuar: recogía toda pequeña ocasión para obtener su fin, educar, incidir en los ánimos juveniles, valiéndose de los medios adaptados a los muchachos. ¿Quién compuso la pose de esta fotografía? Don Bosco mismo, como nos lo dice don Francesia. ¿Y cuántas poses se hicieron? Leamos lo que dice don Ruffino en la Crónica: «Hoy 19 de mayo, día de Pentecostés, Francesco Serra, hijo del Oratorio, tomó un retrato a Don Bosco por medio del aparato dagherrotipo. Primeramente lo retrató solo, y después con los jóvenes Jarach, Costanzo, Fabre, Bracco y Álbera, y a lo último con cincuenta y pico alumnos. Dos días después lo retrata confesando: los penitentes más cercanos eran Reano, Álbera y Viale; muchos estaban al fondo en actitud de preparación para la confesión». Tales retratos fueron exclusivamente destinados al Oratorio y Don Bosco no quiso que fueran reproducidos. Debían quedar para la crónica. -2- Don Bosco entre sus jóvenes Examinando la fotografía parece no ser una fotografía original. En primer lugar, se nota en la imagen dos planos diversos de foco: están enfocados los muchachos en la primera fila y Don Bosco que está más retrasado, mientras que están desenfocados los jóvenes que están en su misma línea. Por otra parte, el armado de la pose parece muy forzado: entre los muchachos no hay espacio físico para Don Bosco; además, mientras todos los muchachos están iluminados desde la izquierda, Don Bosco aparece iluminado desde la derecha. La perspectiva del cuello y de la figura de Don Bosco tampoco es correcta respecto al cuello. Sabemos también que el pequeño clérigo en primer plano a la derecha, que Giraudi identifica como Garino1, que en el ‟61 tenía 16 años, aparece aquí mucho más joven. También la estructura del grupo contradice la autenticidad: en la época se tendía a formar en una absoluta simetría, que aquí, en cambio, no está. En el ‟61 era difícil técnicamente tomar una fotografía a un grupo y se precisaba mucho tiempo de postura firme. Los jovencitos de la foto no son mozos, lo que, por su joven edad, hace dificultoso que pudieran permanecer posando por largos tiempos. Todos estos elementos llevan a afirmar que se trata de un fotomontaje. ¿Cómo se obtuvo? 1 Giovanni Garino, nacido el 19 de abril de 1845, profesó en Turín en 1862 y fue ordenado en marzo de 1869. -3- Puede darse que se trate de una fotografía realizada algún tiempo antes (no siempre las crónicas eran precisas para datar los hechos) de la cual se tomó solo una parte, insertándose el retrato de Don Bosco. Pudo darse que la fotografía original se haya perdido (en efecto, de las fotografías originales de Serra no se conserva ninguna), y que se haya reconstruido esta sirviéndose de la información de las crónicas. De qué retrato de Don Bosco se hayan servido no se puede saber. Se trataría de un «falso fotográfico», esto es una fotografía compuesta artificialmente y con mucha habilidad sobre la base de un texto. Tal vez, se intenta reconstruir la historia iconográfica del Santo en ocasión del Proceso de Canonización abierto en 1900. ¿Cuándo aparece esta fotografía? Giraudi es el primero en publicarla en 1929 con la explicación: «Don Bosco en medio de un grupo de jóvenes del Oratorio (1861?)». En el mismo volumen, en el apéndice, de nuevo la nombra y dice «Torino – Oratorio, 1861», y no figura más con la interrogación. En la edición de 1935 ya no figura la fecha. ¿Se trata de poca certeza sobre la fecha? Más allá de la fecha, vemos a Don Bosco rodeado de «SUS» muchachos. Aquel pequeño clérigo abajo a la derecha, con una regla en la mano, llegará a ser el sacerdote profesor Giovanni Garino, latinista ilustre. Es muy significativo que, quien hizo el fotomontaje, haya puesto en el centro a Don Bosco, con los jóvenes como marco, creando un efecto de medio busto. Tal vez estaba así -4- colocado en la foto original. Es verdaderamente emblemático. De su persona emerge un sentido de orgullo, de satisfacción y de espontaneidad. El rostro parece expresar complacencia, así como una alegría serena. Particularmente significativa es la boca, incierta entre lo serio y lo travieso. Los ojos están en la sombra y no permiten apreciar la mirada, que los contemporáneos destacaban por su fascinación y vivacidad. Se puede apreciar la expresión de una persona serena, realizada por estar en medio de los jóvenes y divertida por estar participando en una iniciativa novedosa y curiosa. Esta fotografía es llamada comúnmente: «el amigo de la juventud». -5- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO Antes de la convocatoria, se pedirá a cada hermano que elija y lleve una foto personal significativa, de su presencia como salesiano entre los muchachos. 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto En un lugar destacado de la Comunidad se cuelga o coloca la foto, acompañado con un canto (se sugiere “Fruto de un lugar, fruto de una historia”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro En tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, Que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, Suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, Que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos Para servirte a Ti, Único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto -6- 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto? ¿Qué le agregarías desde tu experiencia de vida salesiana entre los jóvenes? ¿Nos sentimos invitados a vivir la alegría del encuentro con los jóvenes, como se ve de Don Bosco? Si se quiere, se puede leer el Art 26 de las Constituciones. Los jóvenes a quienes somos enviados El Señor indicó a Don Bosco, como primeros y principales destinatarios de su misión, a los jóvenes, especialmente a los más pobres. Llamados a esa misma misión, nos percatamos de su extrema importancia: los jóvenes viven los años en que hacen opciones de vida fundamentales, que preparan el porvenir de la sociedad y de la Iglesia. Con Don Bosco reafirmamos nuestra preferencia por la juventud pobre, abandonada y en peligro, la que tiene mayor necesidad de ser querida y evangelizada, y trabajamos, sobre todo, en los lugares de mayor pobreza. A partir de estas sencillas preguntas, de la foto de Don Bosco y de la foto que cada hermano haya traído, se anima el diálogo y el compartir fraterno. -7- 4. Celebración comunitaria Una vez que se haya compartido a gusto, iniciamos un momento celebrativo. Canto inicial: “Yo soy el camino firme, yo soy la vida…” Lectura de Mc. 6, 30-34 Recogiendo lo compartido anteriormente, se invita a expresar distintas oraciones de acción de gracias y petición. Padrenuestro Oración final Oh, Señor, que por medio de señales inequívocas indicaste a nuestro Padre los jóvenes como primeros y principales destinatarios de su misión, haz que también nosotros, llamados a idéntica obra de salvación, reafirmemos con el corazón y con las obras la misma predilección, haciéndonos educadores atentos y disponibles de los jóvenes, que les ayuden a descubrir en su vida tu presencia salvadora. Que los jóvenes pobre, abandonados y en peligro oigan en nuestra voz tu anuncio de salvación, y, acogiéndolo con sinceridad y confianza, cooperen a colmar las expectativas y esperanzas que la humanidad y la Iglesia tienen puestas en las nuevas generaciones. Por Jesucristo nuestro Señor. -8- MARZO DON BOSCO CONFIESA (1861) Sacerdote, caminando junto a los jóvenes. Esta fotografía fue tomada, según las crónicas, dos días después de la primera. Se dice que Don Bosco había encontrado que esa era la mejor pose para expresar su apostolado. En efecto, la escena muestra aquello que estaba en la cima de todos sus pensamientos: el bien de las almas de sus hijos. El grupo que aparece en la fotografía de dos días antes, rodeando a Don Bosco, no expresaba suficientemente esto. Por tanto, se dispone en actitud de confesar junto a un grupito de clérigos y de alumnos, reunidos en torno en devota preparación. Cuando debió elegir uno que hiciese de penitente, elige a Pablo Álbera, su futuro sucesor. «Ven aquí – le dice – ponte en rodillas y apoya tu frente en la mía; ¡así no nos moveremos!». Efectivamente, se debía posar durante un tiempo prolongado y había que recurrir a varias formas, soportes y posiciones para mantener firme a la persona. Esta fotografía, por tanto, está probablemente movida por esta razón, pero también porque en el foco está Don Bosco, mientras que -9- resultan desenfocados los jóvenes que están en los alrededores. La postura está armada para que se comprenda el rol sacerdotal, aunque si se confronta con los parámetros de la época no es rígida. El rostro es serio y en la boca se refleja esta actitud. Los ojos, si bien no es posible verlos en profundidad, comunican una extrema atención, así como una cierta actitud de familiaridad propia de Don Bosco cuando confesaba. Más allá de la impresión global de seriedad, se percibe una notable serenidad, una disponibilidad de la persona, no como juez sino como amigo, uno que sabe escuchar, partícipe y comprometido con las situaciones de los otros. Esta foto, junto a la que está entre los jóvenes, son los documentos más simpáticos que Don Bosco dejó y también los más expresivos de sí mismo y de la vida del Oratorio: sacerdote para los jóvenes. La satisfacción que transparenta el rostro del Santo al mostrarse junto a sus jóvenes y mientras está trabajando por ellos, por su bien, es casi como un testamento moral para su familia. Se encuentra en esas fotos una indicación fundamental acerca del método de Don Bosco (la presencia), el estilo (familiaridad, amabilidad), los valores fundamentales (religión). Tal vez sea por esto que ambas fotos se encuentran tan presentes en las Casas salesianas, como para mostrar la carta de identidad a quienes llegan y como un permanente recuerdo para quienes trabajan allí. -10- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “Salve, Don Bosco santo”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto? ¿Cuáles son los aspectos a convertir pastoralmente en tu experiencia de vida salesiana? ¿Cómo estás viviendo la dimensión “sacerdotal” (mediadora, orante, sacramental) de tu presencia entre los jóvenes? -11- Si se quiere, se puede leer el Art 34 de las Constituciones. Esta Sociedad comenzó siendo una simple catequesis. También para nosotros la evangelización y la catequesis son la dimensión fundamental de nuestra misión. Como Don Bosco, estamos llamados, todos y en todas las ocasiones, a ser educadores de la fe. Nuestra ciencia más eminente es, por tanto, conocer a Jesucristo, y nuestra alegría más íntima, revelar a todos las riquezas insondables de su misterio. Caminamos con los jóvenes para llevarlos a la persona del Señor resucitado, de modo que, descubriendo en Él y en su Evangelio el sentido supremo de su propia existencia, crezcan como hombres nuevos. La Virgen María es una presencia materna en este camino. La hacemos conocer y amar como a la Mujer que creyó y que auxilia e infunde esperanza. A partir de estas preguntas, de la foto de Don Bosco y de lo vivido en el inicio del año se anima el diálogo y el compartir fraterno. 4. Celebración comunitaria Estando en tiempo de cuaresma, puede animarse una celebración penitencial, ya sea en la celebración eucarística o aparte. Si no, se sugiere: Exposición del santísimo con un canto Rezo de los salmos de Vísperas Lectura de 1 Timoteo 2, 1-6. Espacio para oraciones de intercesión por los jóvenes Padrenuestro y Bendición. -12- ABRIL DON BOSCO EN SU HABITACIÓN Por ustedes trabajo, por ustedes estudio… A partir de los datos encontrados, se puede pensar que la habitación en la cual Don Bosco fue retratado es aquella que ocupó entre los años 1853 y 1861. De la Casa Pinardi, donde se alojaba, pasó en noviembre de 1853 a un sector de la nueva construcción, paralelo a la iglesia de San Francisco de Sales. Era el último de los tres cuartos en el segundo piso. Por ocho años será al mismo tiempo el estudio, la sala de recepción y su habitación para dormir. Cuando en 1861 el ala de la fábrica paralela a la iglesia de San Francisco de Sales fue llevada al doble de ancho, la habitación se convirtió en antecámara y sala de espera. Se presume que en 1861 la comisión que venía recogiendo documentos fotográficos preciosos sobre Don Bosco y sobre su vida en el Oratorio, deseara conservar también el recuerdo de Don Bosco en esta habitación, en donde estaban afincados tantos recuerdos afectuosos e importantes acontecimientos. -13- En este cuarto fueron gestadas las bases de la Sociedad de San Francisco de Sales, y en la noche del 26 de enero de 1854 sus primeros hijos se llamaron «salesianos». En el recogimiento de esta modesta habitación, Don Bosco comenzó en 1855 la compilación de las Reglas de la Sociedad que tenía intenciones de fundar. El 8 de diciembre de 1859 Don Bosco, conmovido, anunció a aquellos que lo ayudaban en las fatigas del Oratorio y que había reunido en torno al escritorio de su habitación, que había llegado la hora de dar forma a la Sociedad que desde hacía tiempo venía meditando. En un lugar en el cual se habían gestado tantos acontecimientos, los primeros hijos del Oratorio, de acuerdo con Don Bosco que se mostró disponible a posar, decidieron perpetuarlo también en la imagen. No hay datos para afirmar con exactitud cuándo fue tomada esta fotografía, aunque es una de las más antiguas que se conservan. Se ven los muebles de un estilo sobrio y digno. Don Bosco está en su escritorio de trabajo, en frente tiene la biblioteca, a un lado el diván donde hacía sentar a sus visitas y también a sus jóvenes, que se sentían importantes con esta delicada atención. Don Bosco está en el centro de la habitación, en segundo plano respecto al mobiliario, que crean un ambiente espontáneo y no de orden estudiado para la ocasión. Todo se presenta como una situación cotidiana: el sofá, el escritorio, la biblioteca son signos de la actividad que se desarrolla en esta habitación y que tanta importancia y significado debían tener para quienes eran cercanos a Don Bosco. -14- Evidenciaban su disponibilidad a escuchar a los otros y hacerlos sentir como en su propia casa; su preocupación por escribir libros adaptados al crecimiento cultural y cristiano de sus jóvenes, para que se insertaran gradualmente en la sociedad; el estudio, el valor del libro que Don Bosco siempre sostuvo. Subraya esta atmósfera a figura de Don Bosco, sentado en el escritorio de trabajo, en una posición espontánea como de quien interrumpe por un instante su actividad para escuchar al recién llegado. Se nota en él un rostro recio, de persona sufriente. Las Memorias Biográficas nos dicen que en este periodo don Bosco «continua trabajando no obstante su enfermedad, y está cansado más allá de lo que pudiera decir». Fuertes y persistentes dolores de cabeza, problemas de visión y una infección que le produce úlceras en las piernas, dan razón de su rostro sufrido. También la posición de su cuerpo, ligeramente curvada, evidencia su estado de salud, su debilidad, que, sin embargo, no le harán abandonar su obra y sus actividades de dedicación a los otros. Un testimonio para reflejar el valor del buen recibimiento que cada joven sentía por parte de Don Bosco. Dice Don Lemoyne: «Los recibía con el mismo respeto que mostraba a visitantes distinguidos, indicándoles que se sentaran en el sofá mientras él se sentaba a su mesa y escuchaba atentamente como lo que le estaban contando fuese muy importante […]. Cuando la entrevista concluía, los acompañaba a la puerta, la abría y los despedía diciendo: „Seremos siempre amigos, ¿verdad?‟». -15- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “Viva papá Don Bosco”). Observación en silencio de la foto. ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías a la descripción histórica de la foto? ¿Qué te dice para el hoy de tu vida religiosa salesiana? ¿Cómo estás viviendo las distintas dimensiones de la vida salesiana: trabajo, estudio, piedad…? -16- Si se quiere, se puede leer el Art 21 de las Constituciones. Don Bosco, nuestro modelo El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre y maestro. Lo estudiamos e imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracia. Profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades terrenas; profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo, vivía como si viera al Invisible. Ambos aspectos se fusionaron en un proyecto de vida fuertemente unitario: el servicio a los jóvenes. Lo realizó con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso: No dio (un) paso, ni pronunció palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas. A partir de estas preguntas y de la foto de Don Bosco, se anima el diálogo y el compartir fraterno. 4. Celebración comunitaria Canto: “Es hermoso ver bajar de las montañas los pies del mensajero de la paz” Lectura de Jn 10, 1-11 Respondemos rezando el salmo 22, “El señor es mi pastor”, con la antífona cantada y haciendo oraciones en eco con alguna frase del salmo. -17- Oración final y bendición: Oremos a Dios para que sepamos escuchar siempre la voz de Jesús, nuestro Buen Pastor. (Pausa) Oh Dios, Señor nuestro, Padre lleno de poder y de amor: Tú nos has dado a nosotros, tu pueblo, un guía fiable y cuidadoso para llevarnos a ti y a los hermanos: tu Hijo y nuestro Buen Pastor Jesucristo. Mueve nuestros corazones con las palabras del evangelio como el mensaje de Buena Noticia hoy para nosotros; y ayúdanos también a oír la voz de Dios en el silencio de nuestra fe, en el gemido de nuestras miserias, y en las palabras de aliento y alegría de los pastores de tu Iglesia y de todos los que tienen buenas palabras para nosotros, porque por medio de ellos habla también y llama nuestro Buen Pastor, Jesucristo, nuestro Señor -18- MAYO EN LOS TREINTA AÑOS DEL ORATORIO. DON BOSCO CON LOS PRIMEROS SALESIANOS (1870) Todos los miembros reunidos llevan una vida común unidos por el vínculo de la caridad fraterna. La razón precisa por la cual fue tomada esta foto no se conoce directamente de las fuentes, pero se puede explicar por el deseo – permitido o incluso promovido por Don Bosco – de tener una documentación fotográfica de todos los grupos, clases, sectores profesionales del Oratorio al inicio del año escolar 1870/71, trigésimo aniversario del Oratorio. En efecto, don Amadei en las Memorias Biográficas (volumen X, página 6, edición italiana), publica todas estas fotografías, todavía inéditas «porque nos presentan, junto con tantos alumnos, muchos de los antiguos superiores y también a Don Bosco en su pose llena de dignidad y amabilidad paterna». En la parte posterior de esta fotografía se lee: «Fotografía de los Superiores del Oratorio de Don Bosco – Turín – tomada en setiembre de 1870». -19- El deseo de Don Bosco de documentar, con ocasión del trigésimo aniversario del Oratorio, su actividad educativa y de sus colaboradores en favor de los jóvenes, se confirma en sus palabras: «Para educar se necesitan muchos». El teólogo Borel, don Cafasso, don Cinzano, don Nasi, don Pacchiotti, el marqués Fossati… le daban una mano, pero con los muchachos se precisa una presencia constante, continua, como en una familia. Por esto implica a sus propios alumnos en la tarea: estos son algunos, entre los primeros jóvenes, que dan a Don Bosco no solo una mano, sino toda la vida para educar a la juventud. Don Bosco muestra una expresión satisfecha de padre orgulloso entre sus hijos. Seguramente por su corazón pasara el momento sencillo y tremendamente profundo de la “fundación”: Aquel 18 de diciembre de 1859 era domingo. Don Bosco terminó la densa jornada festiva vivida entre un millar de jóvenes, como en la fiesta de la Inmaculada y los domingos. Después convocó para su conferencia a los que habían decidido entrar en la Pía Sociedad de San Francisco de Sales. Eran las 21 horas, después de las oraciones de la noche. La cita era en la habitación de Don Bosco. En pocos minutos se presentaron dieciocho, incluido Don Bosco. Dos solamente no habían acudido. Los congregados alrededor de Don Bosco eran diecisiete: un sacerdote (47 años), un diácono (24 años), un subdiácono (22 años), trece clérigos (entre 15 y 21 años), y un estudiante jovencísimo. -20- El acta fiel, firmada por Don Alasonatti y con la firma añadida de Don Bosco, “es un documento de encantadora simplicidad, que contiene el primer acto oficial de la Sociedad Salesiana”; en él se lee: “(Nos reunimos) todos con el fin y el deseo de promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que exigía la obra de los Oratorios para la juventud abandonada y en peligro, que en estos tristes tiempos es engañada de mil maneras con daño de la sociedad y abocada a la impiedad e irreligión. “Pareció bien por lo tanto a los mismos congregados erigirse en Sociedad o Congregación que, teniendo como meta la ayuda recíproca para la propia santificación, decidiese promover la gloria de Dios y la salvación de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y de educación / y, aprobado de común acuerdo el proyecto presentado, después de una breve oración y de haber invocado la luz del Espíritu Santo, procedían a la elección de los Miembros que debían constituir la dirección de la sociedad para esta o para nuevas Congregaciones, si quisiera Dios favorecer su desarrollo. “Unánimemente pidieron por tanto a Él (Don Bosco), iniciador y promotor, que aceptara el cargo de Superior Mayor, como cosa muy conveniente, el cual, habiendo aceptado con la reserva de la facultad de nombrar al prefecto (Vicario y Administrador), ya que -21- ninguno se opuso, dijo que le parecía no tener que cambiar de su oficio de prefecto al que escribe (Don Alasonatti), que hasta entonces había ocupado este cargo en la casa. “Se trató después del modo de elección de los demás Socios que integran la Dirección, y se acordó adoptar la votación con voto secreto, como modo más rápido para completar el Consejo, que debía estar compuesto por un Director Espiritual, el Ecónomo y tres Consejeros junto con los ya descritos cargos oficiales (el Superior Mayor y el Prefecto). “[…] en la elección del Director Espiritual (resultó) elegido por unanimidad el Clérigo Subdiácono Rua Miguel, que aceptó. Y volviendo a repetirse lo mismo para el Ecónomo, resultó y fue confirmado el Diácono Angel Savio, que prometió igualmente asumir la relativa tarea. “Quedaban aún por elegir los tres consejeros; para el primero de ellos, hecha como de costumbre la votación, fue (elegido) el clérigo Juan Cagliero. Para segundo consejero fue elegido el clérigo Juan Bonetti. Como tercero y último, resultando con el mismo número de votos los clérigos Carlos Ghivarello y Francisco Provera, hecha otra votación, la mayoría tocó al clérigo Ghivarello, y así quedó definitivamente constituido el órgano de administración de nuestra Sociedad (que se llamó después „Capítulo Superior‟). -22- “Todo esto, tal que como ha sido expuesto hasta aquí en su conjunto, fue leído en la Asamblea de todos los ya citados socios y oficiales, y éstos, reconociendo su veracidad, acordaron unánimemente que se conservase el texto original, que firma el Superior Mayor y el Secretario. Sac. Juan Bosco Víctor Alasonatti Sac. Prefecto.” -23- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “Su concierto han entonado…”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto Una forma diferente de complementar la lectura es la proyección de un trozo de la película de Don Bosco con el llamado a los primeros salesianos. 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto? ¿Qué paso te parece te pediría Don Bosco en tu vida comunitaria actual? ¿En qué te pediría mejorar, crecer…? -24- Si se quiere, se puede leer el Art 49 de las Constituciones. Valor de la vida en comunidad Vivir y trabajar juntos es para nosotros, salesianos, exigencia fundamental y camino seguro para realizar nuestra vocación. Por eso nos reunimos en comunidades, en las que nos amamos hasta compartirlo todo en espíritu de familia y construimos la comunión de las personas. En la comunidad se refleja el misterio de la Trinidad; en ella encontramos respuesta a las aspiraciones profundas del corazón y nos hacemos, para los jóvenes, signos de amor y de unidad. A partir de estas preguntas, del testimonio fundacional y de la foto de Don Bosco, se anima el diálogo y el compartir fraterno. 4. Celebración comunitaria Canto inicial: “Juntos como hermanos…” Lectura de Romanos 12, 9-16 Además de las siguientes oraciones, se pueden agregar otras espontáneamente: Para que no nos encerremos nunca en nuestros intereses particulares, sino que tengamos la mente y el corazón abiertos al bien de la Iglesia y el mundo. Oremos Para que sepamos armonizar fidelidad a nuestro carisma y colaboración con la Iglesia en que vivimos. Oremos. Para que tengamos el ánimo pronto a acoger los valores del mundo que nos rodea y a desarrollarlos. Oremos. -25- Para que abandonando generosamente nuestros gustos sepamos hacernos todo a todos, siguiendo el ejemplo de Jesucristo y de Don Bosco. Oremos. Finalmente, rezamos juntos la fórmula de la profesión religiosa. «Dios Padre, Tú me consagraste a Ti en el día de mi bautismo. Como respuesta al amor de Jesús, tu Hijo, que me llamó a seguirlo más de cerca, y, conducido por el Espíritu Santo, que es luz y fuerza, Yo con plena libertad te ofrezco todo mi ser, comprometiéndome a entregar todas mis energías a quienes me envíes, especialmente a los jóvenes más pobres, a vivir en la Sociedad salesiana en comunión fraterna de espíritu y de acción, y a participar, de ese modo, en la vida y en la misión de tu Iglesia. Por esto, en presencia de mis hermanos, hago voto de vivir obediente, pobre y casto según el camino evangélico trazado en las Constituciones salesianas. Tu gracia, Padre, la intercesión de María Santísima Auxiliadora, de san José, de san Francisco de Sales y de san Juan Bosco, y mis hermanos salesianos, me asistan todos los días y me ayuden a ser fiel». -26- JUNIO – JULIO DON BOSCO CON LA BANDA (1870) Un oratorio sin música es un cuerpo sin alma. Don Bosco posa en medio de los alumnos de la Escuela de Música Instrumental del Oratorio. Es una de las pocas fotografías en que elige aparecer sonriente. Aunque en la que aparece rodeado de jóvenes muestra un rostro satisfecho por estar entre ellos, también aquí notamos, respecto a las fotografías de estudio, una mayor espontaneidad y expresividad. Es evidente que está contento de fotografiarse en ese contexto. Ha de saberse además que, en toda la serie de fotografías que se tomaron para documentar el andar del Oratorio, Don Bosco elige posar él mismo en dos de ellas: con sus salesianos y con la Banda. Es que la música revestía un gran significado para Don Bosco. Ella tenía un valor educativo como posibilidad de expresión de los jóvenes, como atmósfera de alegría y unión, como elemento de reconocimiento de una identidad de grupo, como propiciadora del esfuerzo y la creatividad. Encontramos la confirmación de tales afirmaciones en las palabras mismas de Don Bosco respecto a la utili- -27- dad de una escuela de música en el Oratorio: «Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma». Vemos a la izquierda de Don Bosco al maestro De Vecchi y G. Enría. A la derecha: Buzzeti, con su tupida barba roja; don Cagliero, maestro de la Escuela de canto y compositor rico en fantasía y creatividad; don Lazzero, primer Consejero de las Escuelas Profesionales. Detrás, entre don Cagliero y Buzzetti, el joven Giuseppe Dogliani que será después gran músico y sucederá a don Cagliero en el 1875 en la dirección de la Schola Cantorum y en el 1889 en la dirección de la Banda musical. De este retrato no se conserva el original y la copia que permanece es muy tardía y con múltiples retoques. En cuanto a la fecha de la fotografía, existe en archivo un ejemplar con escrito al dorso «Banda Oratorio 1873». Pero es poca la certeza de esta noticia porque la copia conservada es reciente. Es más atendible el comentario de don Amadei que la ubica entre las fotografías hechas entre 1870 y 1871, en los treinta años del Oratorio. -28- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “Cuando recibiste los primeros gurises…”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto? ¿Cuál ha sido una “gran alegría” vivida con los jóvenes, los educadores, la comunidad en esta primera parte del año? -29- Si se quiere, se puede leer el Art. 40 de las Constituciones. El oratorio de Don Bosco, criterio permanente Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida, y patio donde se comparte la amistad y la alegría. Al cumplir hoy nuestra misión, la experiencia de Valdocco sigue siendo criterio permanente de discernimiento y renovación de toda actividad y obra. A partir de estas preguntas, de la foto de Don Bosco, se anima el diálogo y el compartir fraterno. 4. Celebración comunitaria Canto inicial: “Cantando la alegría de vivir…” o “Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres…” Lectura de Filipenses 4, 4-9 Canto o recitación del Magnificat. Entre las distintas estrofas damos gracias a Dios por los testimonios de santidad y alegría que hemos recibido en nuestra vida, intercalando oraciones espontáneas. Padrenuestro y bendición. -30- AGOSTO – SETIEMBRE DON BOSCO CON LA PRIMERA EXPEDICIÓN MISIONERA (1875) Quisiera acompañarlos yo mismo, confortarlos, consolarlos, protegerlos. Es la primera foto querida expresamente por Don Bosco. Es 1875. Don Bosco corona el sueño de enviar a sus salesianos a la lejana América, entre los hijos de los emigrantes. Es un acontecimiento importante: los periódicos hablan de ello, en el Oratorio hay una gran agitación y todo debía tener la impronta de un gran suceso, como en realidad lo era. Para dar lustre a las circunstancias llega a Valdocco el Cónsul argentino en Savona. Don Bosco quiere inmortalizar con una fotografía el acontecimiento para darle publicidad y para que sirva de estímulo. Para esto se convoca al fotógrafo más cualificado de la ciudad. La fotografía fue tomada en el estudio Schemboche. Es significativa esta elección: nunca Don Bosco se había servido de un profesional tan notorio y costoso, ni siquiera para retratos que difundieran su imagen; y jamás se han tenido -31- noticias de que él mismo haya decidido fotografiarse. Podemos presentar esta imagen como emblemática de Don Bosco, su «fotografía oficial». La fotografía muestra toda la importancia que se desea dar a tal acontecimiento: don Bosco viste una capa y solideo como en las grandes ocasiones en que se presentaba al Papa; el Cónsul G. Battista Gazzolo viste un gran uniforme; los que están por partir visten a la española, con el manto característico de aquellos lugares, para demostrar que eran «de ellos» y no extraños. Sobre ellos destaca el Crucifijo de los misioneros. Don Bosco está entregando un libro a Don Cagliero, jefe de la expedición: son las Constituciones. La pose fue querida por Don Bosco mismo. Deseaba darle relevancia a este gesto que para él tiene un profundo significado. Es interesante leer lo que escribe al respecto Don Rua: «Cuando el Venerable don Bosco envió a los primeros de sus hijos hacia América, quería que la fotografía lo representase en medio de ellos en el acto de entregar a don Giovanni Cagliero, jefe de la expedición, el libro de nuestras Constituciones. ¡Cuántas cosas decía Don Bosco con aquella actitud! Era como si dijera: “Ustedes atravesarán los mares, se encontrarán en países ignotos, tendrán que tratar con gente de lenguas y costumbres diversas, tal vez sean expuestos a duras pruebas. Quisiera acompañarlos yo mismo, confortarlos, consolarlos, protegerlos. Pero aquello que no puedo -32- hacer yo mismo, lo hará este librito. Cuídenlo como un tesoro precioso.» El grupo estaba destinado a la fundación de un Colegio para trabajadores y aprendices en San Nicolás de los Arroyos, pero después algunos se dedicaron al servicio de la Iglesia «Mater Misericordiae» para los italianos en Buenos Aires. La imagen está compuesta artísticamente respetando una equilibrada simetría que deja, sin embargo, espacio a un cierto movimiento. Las figuras tienen diversas posturas y una cierta espontaneidad. Al contrario, Don Bosco aparece rígido en su actitud, decididamente posando. El hábito extendido, la espalda sin inclinación alguna, el rostro decididamente de frente contribuyen a crear el efecto de rigidez. ¿Quitaba espontaneidad la máquina fotográfica? De acuerdo a las declaraciones de los contemporáneos, Don Bosco era, en las situaciones oficiales, más bien torpe. Y al mismo tiempo que emanaba una fascinación debida a su riqueza interior, no tenía aquella fluidez relacional propia de las personas de mundo. Permanecía en él el trato propio de su origen campesino: vivaz y enérgico en el actuar, parco en los encuentros formales. En la foto aparecen: Primera fila, de izquierda a derecha D. Giovanni Cagliero - Don Bosco - Giovanni Battista Gazzolo, cónsul argentino en Savona – D. Giuseppe -33- Fagnano, destinado a ser director del colegio de San Nicolás. Segunda fila Coadj. Bartolomeo Scavini, maestro carpintero - ¿¿?? – D. Valentino Cassini – D. Giovanni Baccino, que morirá dieciocho meses después abatido por el excesivo trabajo – Coadj. Stefano Belmonte, músico y encargado de la economía doméstica – Don Doménico Tomatis, cronista de la expedición – Clérigo Giacomo Allavena – Coadj. Bartolomeo Molinari, maestro de música instrumental y vocal. -34- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “Espíritu de Cristo, Espíritu Joven”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto? ¿Cuál ha sido un Misionero que te haya impactado por su testimonio? ¿Qué experiencia misionera con jóvenes recuerdas en forma especial? -35- Al leer el Art. 30 de las Constituciones, ¿a qué te motiva, a qué te invita? Los pueblos aún no evangelizados Los pueblos aún no evangelizados fueron objeto especial de la solicitud y pasión apostólica de Don Bosco, y siguen apremiando y manteniendo vivo nuestro celo. En el trabajo misionero reconocemos un rasgo esencial de nuestra Congregación. Con la acción misionera realizamos una obra de paciente evangelización y plantación de la Iglesia en un grupo humano. Esta obra moviliza todos los recursos educativos y pastorales típicos de nuestro carisma. A ejemplo del Hijo de Dios, que en todo se hizo semejante a sus hermanos, el misionero salesiano hace suyos los valores de esos pueblos y comparte sus angustias y sus esperanzas. El diálogo y el compartir fraterno puede animarse, además de con la foto y las preguntas, con la entrevista a un misionero uruguayo en Angola, disponible en http://www.youtube.com/watch?v=BB6MHxXZ0k; o con el testimonio de algún hermano misionero; o de algún joven que haya hecho una experiencia misionera significativa (voluntariado, p.ej.). -36- 4. Celebración comunitaria Canto: “Yo vengo del sur y del norte…” Un lector proclamará en forma de salmo el texto de Jer. 1 (puede intercalarse el estribillo del canto anterior): El Señor me dirigió la palabra: Antes de formarte en el vientre te elegí, antes de salir del seno materno te consagré y te nombré profeta de los paganos. Yo repuse: –¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho. El Señor me contestó: –No digas que eres un muchacho: que a donde yo te envíe, irás; lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte. El Señor extendió la mano, me tocó la boca y me dijo: –Mira, yo pongo mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar. -37- Lectura de Mateo 28, 26-20 Oraciones de petición: Para que los misioneros salesianos, integrados con humildad y amor en los pueblos adonde son enviados, se dediquen con fe y decisión a la obra de su paciente evangelización. Oremos. Para que den prueba de caridad salesiana, atendiendo a los pobres y a los que sufren, a los jóvenes y a las vocaciones de especial consagración. Oremos. Para que a ejemplo del Hijo de Dios, que en todo se hizo semejante a los hermanos, los misioneros salesianos hagan suyos los valores de los pueblos que evangelizan y compartan sus angustias y esperanzas. Oremos. Intenciones libres Haz, Señor, que nuestra Congregación no pierda nunca el fervor misionero que tuvo en su origen, y concede a todos los salesianos, especialmente a los misioneros, el don de hacerse todo para todos, a fin de que a todos llegue el anuncio de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. -38- OCTUBRE - NOVIEMBRE DON BOSCO EN LA VILLA MARTÍ-CODOLAR (1886) Un inmenso movimiento de personas por el bien de los jóvenes. Durante su estancia en España, el 3 de mayo Don Bosco fue hospedado, con todos los jóvenes de la casa, en la fabulosa villa Martí-Codolar, de don Luis Pascual, benefactor. Aquí fue tomada la fotografía más interesante que se conserva: «A las cuatro – leemos en las Memorias Biográficas que recopilan textualmente la crónica de don Viglietti – Don Bosco baja con los demás al jardín, donde don Joaquín Pascual dispone un bello grupo para hacer una fotografía ideada para recordar aquel feliz día». Y añade: «En pocos minutos fueron tomadas diez fotografías diferentes». No se sabe de dónde se obtuvo esta noticia, porque Viglietti en su crónica no habla de otras poses, aunque, obviamente, el fotógrafo habrá tomado diversas fotos para obtener la mejor. -39- El fiel secretario Viglietti nos ha dejado testimonio vivo y detallado del triunfal viaje de Don Bosco a Barcelona. Casi al final de su vida, en 1886 - dos años antes de morir -, nuestro padre decide hacer un largo viaje a la capital de Cataluña con el objeto de seguir recaudando fondos entre las familias burguesas de la ciudad condal para sostener su obra y conseguir adhesiones a su proyecto. El viaje tuvo unas resonancias enormes y de él quedó constancia en muchos periódicos de la época, pero sobre todo, en el corazón de los ciudadanos catalanes que tuvieron la ocasión de escucharlo, celebrar la misa con él o recibir su bendición. En el contexto de esta visita, Don Bosco (con Don Rua y Viglietti) fue invitado a comer el día 3 de mayo a la casa del Señor Luis Martì Codolar y con él los chicos huérfanos del Oratorio de Sarriá que vivieron un día de fiesta corriendo y jugando a sus anchas por la finca de la familia. Les fue servida una buena comida y pudieron saludar con alegría a Don Bosco. ¡Un día completo! Cuenta el cronista: “Todos los familiares, casi 50, fueron invitados a la comida. En el jardín estaban preparados también 150 cubiertos para los jóvenes del Oratorio Salesiano. ¡Fue una verdadera fiesta! (…) Hacia las cuatro, bajamos al jardín y un fotógrafo retrató a toda la comitiva por ocho o diez veces en menos de cinco minutos”. -40- Aquí encontramos a Don Bosco rodeado por todos los presentes en aquella ocasión, de los cuales hay muchos identificados por sus nombres. Esta foto es llamada por algunos la «fotografía de los santos». En efecto, además de Don Bosco se encuentra el Beato Don Rua, la Venerable doña Dorotea de Chopitea, el Abad de la Trapa de Santa María del Desierto – en causa de beatificación –, el Beato don José Calasanz (1872-1936) aquí muchacho, que después llegará a ser Inspector y será asesinado en Valencia en la revolución española. La fotografía ha sido tomada con gran calidad técnica y tiene un carácter vivaz y animado. Una curiosidad, si se quiere, es que Don Rua tiene en su mano derecha un escarba dientes. Eran las cuatro de la tarde, recién había terminado el almuerzo, según las costumbres de España. Da un tono de familiaridad y de… usanza salesiana. Tenemos aquí uno de los más bellos y fieles retratos de Don Bosco, del rostro amablemente paterno, rodeado de sus hijos, muchachos y cooperadores. Tal imagen del rostro, ya en aquella época, gustó mucho: fue aislada del resto de la foto y reproducida en muchas copias en la Escuela Fotográfica Salesiana. Don Bosco está sentado sobre una poltrona al centro de la foto y lo rodean los demás participantes. La fotografía está armada para enmarcar y resaltar la figura del Santo. También el dibujo del tapiz del sillón ayuda a crear el efecto de enmarcado. Don Bosco tiene un rostro sereno, sonriente. Se -41- notan sus 72 años, pero es una vejez vigorosa de hombre activo, que participa intensamente de la vida. Los ojos son vivaces, penetrantes, la boca tiene una actitud espontánea de sonrisa; su rostro da la impresión de dulzura, de amabilidad, de bondad. Probablemente refleja un momento de satisfacción por sentirse acompañado por «sus» personas: el sentido de su vida realizada en los otros y por los otros. Cien años más tarde, Don Viganó, contemplando la foto escribió: “¡Esta es la mejor foto de Don Bosco! A los cien años, los jóvenes que no cupieron en ella esperan, por las calles y los continentes, el don de la apasionante misión salesiana! ¡Seamos imitadores de Don Bosco como él lo fue de Cristo!”. -42- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO Se propone invitar a jóvenes, laicos, cooperadores, miembros de la CEP a compartir este momento con la Comunidad salesiana, celebrando la Eucaristía y compartiendo fraternalmente. 1. Celebración comunitaria En la celebración de la Eucaristía, se privilegiará algunos momentos para compartir la reflexión y la oración. Se sugiere como evangelio: Jn. 15, 9-17 La foto estará presente en algún lugar destacado de la capilla (al pie del altar, p. ej.). Tras un canto (“Somos dueños de una historia”) se leerá como monición de entrada el Art. 16 de las Constituciones. Espíritu de familia Don Bosco quería que en sus ambientes cada uno se sintiera como en su propia casa. La casa salesiana se convierte en familia cuando el afecto es correspondido y todos, hermanos y jóvenes, se sienten acogidos y responsables del bien común. En un clima de mutua confianza y de perdón diario, se siente la necesidad y la alegría de compartirlo todo, y las relaciones se regulan no tanto recurriendo a la ley, cuanto por el movimiento del corazón y por la fe.' Un testimonio así suscita en los jóvenes el deseo de conocer y seguir la vocación salesiana. -43- La lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto y la reflexión personal y pastoral se hará en pequeños grupos durante la homilía. A modo de homilía compartida, cada grupo comentará brevemente algo de lo conversado. Algunas preguntas motivadoras: ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción de esta foto? ¿Qué destacarías de tu experiencia de vida y trabajo en forma comunitaria salesiana? La Oración de los fieles será también un espacio de participación espontánea de pedido por las necesidades comunitarias. -44- DICIEMBRE DON BOSCO REZANDO DE RODILLAS (1880) Ella lo ha hecho todo. En esta fotografía se presenta a Don Bosco de perfil, arrodillado delante de Cristo y de la Virgen. Evidencia intensamente la dimensión orante y piadosa de Don Bosco. Toda la fotografía está armada para subrayar la actitud de oración y crear una atmósfera de devoción. Hay una impostación de la figura del santo según los cánones de la época. De todos modos, siendo una pose construida, Don Bosco presenta un rostro espontáneo, con una mirada natural y devota. Por ser una imagen que reproduce un semblante del Santo muy agradable, esta imagen ha sido muy usada para publicaciones y reproducciones. Dice uno de sus biógrafos, Don Giraudi: «Este retrato fue muy difundido porque aquí Don Bosco está igualito a como es». Esta foto fue distribuida a los niños que tomaron la Primera Comunión en París, en el año 1883. Probablemente la fotografía no haya sido retocada. En efecto, son evidentes las arrugas y las mejillas algo caídas: son -45- elementos que tienden a dar al rostro un aspecto natural y familiar. Es la tercera vez que Don Bosco es fotografiado con la imagen de la Virgen. Antes lo había sido con la imagen de María Auxiliadora. Las otras dos veces, con una imagen de porcelana de la Inmaculada. La mariología de Don Bosco era sencilla y eminentemente pastoral. En su devoción a María experimentó su presencia viva y orientadora durante toda su vida. Mantuvo una tierna y personal relación con ella y expresó su devoción con la oración y su dedicación personal a la misión. Estaba a favor de las manifestaciones de culto devocional a María en la celebración de las fiestas litúrgicas tradicionales en su honor, haciéndolas instrumento de crecimiento en la vida cristiana para él y para sus muchachos. Desaconsejaba una exagerada piedad y el sentimentalismo. No podía concebir la devoción a María, no importa cuál fuera su forma, sin el esfuerzo por imitar sus virtudes, sobre todos du fe, su amor y la pureza. La meta de la devoción a María debe ser una vida cristiana mejor. Don Bosco incorporó a su estilo de espiritualidad salesiana lo que tenía de valor duradero el mensaje de la Inmaculada Auxiliadora de los cristianos. En su concepción y en la práctica devocional, la Inmaculada Concepción y la Auxiliadora de los cristianos se unen para formar una doble estrella que brilla en el firmamento de la espiritualidad salesiana. Los dos títulos aparecen inseparables aunque simbólicamente distintos. María Inmaculada se convirtió en la presencia que po-46- tencia la educación salesiana y es el símbolo de la victoria personal sobre el mal. María Auxiliadora se convirtió en la presencia que potencia el apostolado y la victoria sobre el mal en la sociedad. Un tiempo después de construir y consagrar la Iglesia de María Auxiliadora escribía Don Bosco: «La necesidad de recurrir a María es universalmente sentida en nuestros días. No es solo una necesidad individual, sino una necesidad general de la sociedad. […] Por lo tanto, para merecer la protección especial de Dios, tenemos que recurrir a María, que es nuestra Madre y el auxilio especial de reyes y pueblos católicos y de los católicos individuales en todo el mundo». -47- SUGERENCIA PARA TRABAJAR CON ESTA FOTO Antes de la convocatoria, se pedirá a cada hermano que lleve un rosario significativo. 1. Colocación de la foto, reconocimiento, canto Junto a la foto anterior se coloca la nueva foto, acompañando con un canto (se sugiere “En la historia de Don Bosco…”). ORACIÓN INICIAL Señor, Dios Nuestro en tu Providencia nos has dado a San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, que, bajo la guía de la Virgen María trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia, suscita también en nosotros la misma caridad apostólica, que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos para servirte a Ti, único y sumo bien. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén. 2. Lectura del aspecto descriptivo e histórico de la foto 3. Breve reflexión personal y pastoral en torno al contenido visual e histórico ¿Qué te suscita esta foto? ¿Qué subrayados harías de la descripción de esta foto? ¿Cómo integras la piedad y devoción a María en tu vida espiritual, comunitaria y apostólica? -48- Si se quiere, se puede leer el Art. 8 de las Constituciones. Presencia de María en nuestra Sociedad La Virgen María indicó a Don Bosco su campo de acción entre los jóvenes, y lo guió y sostuvo constantemente, sobre todo en la fundación de nuestra Sociedad. Creemos que María está presente entre nosotros y continúa su misión de Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los cristianos. Nos confiamos a Ella, humilde sierva en la que el Señor hizo obras grandes para ser, entre los jóvenes, testigos del amor inagotable de su Hijo. A partir de estas preguntas, de la foto de Don Bosco y de la experiencia personal mariana, se anima el diálogo y el compartir fraterno. 4. Celebración comunitaria Rezo comunitario del Rosario Al final, rezamos la consagración diaria a la “Inmaculada Virgen Auxiliadora”. -49- Los textos descriptivos de las fotos han sido tomados y adaptados libremente de G. Soldà, (1987) Don Bosco nella fotografía dell´800, Torino, SEI. Montevideo, febrero de 2012 www.salesianosuruguay.org/mauxi -50-