Viaje a Isla de Pascua

Transcripción

Demetrio Calle Martínez
ISLA de PASCUA
RAPA NUI
MATA-KI-TE-RANGI (“Ojos que miran al cielo”)
TE PITO O TE HENUA
(“Ombligo del mundo”)
TEPITO – TE- HENUA, ombligo del mar grande,
taller del mar, extinguida diadema.
De tu lava escorial subió la frente
del hombre más arriba del Océano,
los ojos agrietados de la piedra
midieron el ciclónico universo,
y fue central la mano que elevaba
la pura magnitud de tus estatuas.
Pablo Neruda “Rapa Nui”
Este viaje es uno con los que siempre había soñado. Desde niño me atraían esas extrañas
estatuas que veía en alguna enciclopedia ¿Quiénes y cómo las habían hecho? ¿Habían llegado
allí desde otro sitio? Pensaba que algún día estas interrogantes podría resolverlas, o al menos,
comprenderlas mejor, si viajaba a la isla… Y llegó la oportunidad.
Algunos datos
Isla de Pascua está ubicada en el extremo oriental de la Polinesia, en el Océano Pacífico Sur, en
la Latitud 27° 9' Sur, y la Longitud 109° 27' Oeste. Se encuentra a 3.700 km de la costa de Chile
continental y a 2.600 km de Mangareva en el archipiélago de Gambier. Tahití se encuentra a
unos 4.000 km de distancia al noroeste de Isla de Pascua, lo que le confiere la característica de
ser una de las tierras insulares habitadas más aisladas del mundo.
Tiene forma de triángulo rectángulo y una superficie aproximada de 16.410,7 ha. El punto más
alto de la isla es Maunga Terevaka con 511 m. Rano Kau y Poike presentan 324 m.
Para llegar a la isla lo mejor es el avión. LAN tiene vuelos desde Lima, Santiago de Chile y
Papeete.
Lugares que no os podéis perder
De cinco a siete días son suficientes para ver con detalle la isla, sobre todo los lugares más
emblemáticos. Aquí os pongo una relación de sitios que deberíais ver. Para completar la breve
descripción que hago de cada uno, os recomiendo que veáis las fotos.
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Volcanes
Los volcanes que dieron origen a la isla son tres: Poike, Rano Kau y Terevaka, éste en el punto
más alto de Rapa Nui, con 511 m sobre el nivel del mar y desde donde se contemplan vistas
espectaculares. También hay otros conos volcánicos menores esparcidos por toda la isla.
Debéis visitar sobre todo:
Volcán Rano Kau. Volcán dormido de 324 m con un cráter de 1,5 km y una laguna de 250 m de
profundidad. Situado al sur de la isla, cerca de Hanga Roa, guarda algunos vestigios valiosos. El
más interesante es la aldea ceremonial de Orongo (“el lugar del mensajero”), restaurada en
1975-76 por el arqueólogo americano William Mulloy y que ofrece vistas espectaculares sobre
los acantilados y hacia los islotes. Aquí se celebraba cada año la ceremonia del tangata manu
(hombre pájaro), en la que los participantes, en representación de sus señores, nadaban hasta
los islotes cercanos en busca de un huevo del charrán o golondrina de mar (manutara), aves
que empezaban a llegar a la isla en julio. Esta ceremonia se dejó de practicar a finales del siglo
XIX.
También se celebraban los ritos de iniciación sexual como demuestran la gran cantidad de
representaciones de vulvas (komari) grabadas en las rocas. Hay un peñón literalmente cubierto
de komaris, donde, según la tradición, se examinaba a las chicas vírgenes (neru) con las piernas
abiertas por personal “especializado”.
En otras rocas hay petroglifos con representaciones de aves extrañas, figuras humanas con
cabeza y pico de pájaro, peces desconocidos, etc. Es un lugar que emana misterio.
Se pueden visitar las casas sacerdotales, de forma elíptica, de las que se conservan 54,
orientadas hacia los islotes. Aquí residían los participantes en la ceremonia del tangata manu
mientras duraban los preparativos.
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Para llegar al volcán se toma la carretera que sale de Hanga Roa por la gasolinera de la
población. Pronto la carretera se convierte en camino polvoriento y lleno de baches y piedras,
por lo que debéis elegir un vehículo adecuado (no os recomiendo la bicicleta ni la moto).
También se puede acceder a pie subiendo por un sendero señalizado. Las vistas del aeropuerto
y de Hanga Roa son extraordinarias. También se observan los otros dos volcanes importantes
de la isla: Terevaka y Poike. A lo largo del camino podréis apreciar parte de la vegetación
característica de la isla y algunas especies introducidas como el eucalipto (Eucalyptus globulus)
y el miro tahiti (Melia azederach) que alcanzan gran porte.
Una vez en el volcán, a la entrada del recinto, hay un Centro de Información donde
encontraréis suficiente información de todo lo que representaba este lugar. Hay paneles
explicativos. Y si queréis más información, preguntad a Carlos Salinas, el Guardaparques, que
os atenderá amablemente, incluso si queréis hablar con él de fútbol, pues está al tanto de la
Liga española como el mejor aficionado.
Se puede recorrer el cráter por un sendero que lo bordea por su límite superior. Tiene un
kilómetro y medio de diámetro y en sus paredes se suceden hacia abajo los colores pardos,
amarillos, ocres, rojos y negros. En el fondo de la misma hay una laguna colmada de especies
como la totora o los juncos. La totora era utilizada para fabricar pequeñas embarcaciones, al
igual que ocurría en las poblaciones del Lago Titicaca, en Perú y Bolivia.
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Frente a Orongo podemos ver los célebres islotes de Motu Nui, Motu Iti y Motu kau kau,
escenarios de la búsqueda del huevo del manutara en la ceremonia del tangata manu.
No se puede visitar ni el interior del volcán ni los islotes, sólo el borde del cráter y la aldea
ceremonial de Orongo.
Mi recorrido por esta zona, desde Hanga Roa, podéis verlo aquí (con datos GPS de
localización).
Volcán Rano Raraku. Antiguamente se conocía como Maunga Eo (cerro perfumado, quizás
por las plantas aromáticas que podrían crecer en él). Se trata de un volcán extinguido con más
de 300.000 años de antigüedad. Su ladera oriental externa es una gran cantera a cielo abierto
donde se esculpían los moais. Esta cantera es de un tipo de piedra único en la isla, la toba
lapilli, de poca dureza, por lo que era apropiada para la construcción.
Es un lugar arqueológico único en el mundo. El paseo por la zona discurre entre estatuas
reconstruidas y otras que permanecen esparcidas por las laderas interiores y exteriores del
cráter. Es un espectáculo impresionante. Todavía se ven algunas herramientas originales y el
camino por el que se bajaban los moais. Hay muchas estatuas sin completar lo que ha
permitido a los arqueólogos reconstruir las fases del proceso de construcción de moais.
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El interior del volcán está ocupado por un humedal de agua dulce con juncos donde abrevan
cientos de caballos. Esta laguna tiene más de 6 m de profundidad en algunas secciones. Se
puede acceder hasta el borde del humedal siguiendo las indicaciones. La zona está protegida y
debe visitarse con un guía local o guardaparque.
Maunga Puakatiki o Poike. Al este de la isla, muy cerca del Rano Raraku, se distingue
perfectamente por el bosquecillo de eucaliptos en forma de corona que tiene en lo alto. El
resto está prácticamente desolado de vegetación. Actualmente goza de protección integral.
Sólo se puede visitar con un guía oficial.
Para llegar aquí desde Hanga Roa sólo hay que atravesar la isla por la carretera principal (en
buen estado). Mi recorrido (incluyendo una visita a los lugares más emblemáticos de la costa
norte) podéis verlo aquí (con datos GPS de localización).
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Poblaciones
En realidad sólo hay una población: Hanga Roa, situada en la costa, al oeste de la isla. Aquí
vive la mayoría de la población. Una pequeña parte vive diseminada en pequeñas haciendas en
el interior de la isla. Hanga Roa es un conjunto de casas y haciendas de una sola planta, la
mayor parte con huertos o jardines, pero sin una arquitectura muy definida. Podéis visitar su
iglesia, famosa por la misa cantada en rapa nui (los domingos por la mañana a las 9 horas). En
su interior podréis ver las imágenes de Santa María de Rapa Nui y el Niño talladas en madera
por un artista local, que van cargadas de símbolos míticos, así como otras figuras de santos. Al
lado de la iglesia se encuentran varias tumbas de personajes relacionados con la historia de la
isla. Destacaré la del padre Sebastián Englert, que vivió con los nativos durante más de treinta
años, colaborando en la conservación de sus costumbres e idioma. Destaca también el Museo
Antropológico Sebastián Englert, con una valiosa colección de dibujos de la cultura rapanui,
cabezas de moais, útiles de variados usos, etc. En cuanto a playas, la playa Pea, con dos
centros de buceo, merece la pena. También el mercado artesanal de la avenida Tuu Koihu,
donde se vende artesanía realizada en madera, piedra y conchas.
Hanga Roa también concentra restaurantes especializados en pescado y empresas que
organizan excursiones y actividades como submarinismo, senderismo, paseos en canoa,
exploración de cuevas y observación de aves. Merece la pena una visita a sus dos caletas:
Hanga Roa y Hanga Piko, ésta última algo más alejada del centro de la población. A ella llegan
por la mañana temprano las barcas con el pescado del día.
Para los que no sean muy aprensivos en los temas de la muerte, os diré que merece la pena
visitar el cementerio. Se mezclan en él las costumbres nativas y las católicas. No digo más. Por
la noche, hay muchas lucecitas encendidas lo que le da un aspecto “especial”. En este
cementerio se encuentra enterrado Antoni Pujador, un catalán que comprometió parte de su
vida en la defensa de la identidad cultural de los habitantes de la isla y que formó parte del
Consejo de Jefes Rapa Nui. Busqué su tumba pero no la encontré y no es que sea un
cementerio grande, pero no era cuestión de mirar todas las tumbas una a una.
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Playas
Playa de Anakena. Es la cala más extensa y célebre de la isla por el paisaje que la envuelve
(cocoteros y aguas turquesas), los fondos submarinos y los restos del altar o ahu y sus
estructuras arqueológicas asociadas Nau Nau I, II, III y IV (ver más adelante: Ahu Nau Nau). Se
halla en la costa norte a menos de 20 km de Hanga Roa. Se llega hasta la misma playa por una
carretera asfaltada en muy buen estado.
Podéis ver el recorrido completo desde Hanga Roa (incluyendo otros lugares de la costa norte)
en este enlace (con datos GPS de localización).
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Se la conoce como el “Valle de los Reyes de Rapa Nui”. Aquí desembarcó el rey Motu Hatuà
según la tradición. Contiene un bonito bosque de cocoteros traídos de Tahití que le da una
imagen que recuerda a los paisajes de las islas de los mares del sur, hermanas de Rapa Nui.
También hay un bloque de piedra con un petroglifo representando una canoa polinesia y
restos de construcciones.
Esta zona ha sido objeto de muchas excavaciones para intentar desentrañar su pasado.
En esta playa podéis comer en los sitios preparados al efecto. Hay tres establecimientos donde
os pueden poner pescado o carne a la plancha, ensaladas, bebidas y frutas. También hay una
zona de aseos públicos (de pago) y una zona de acampada.
Playa de Ovahe. Una calita pequeña, encerrada en una bahía rocosa originada por el
hundimiento de un cráter. Se halla próxima a la playa de Anakena, en la ruta por el litoral
norte. Es de arena finísima de color rosado por la combinación de la arena rojiza volcánica
(hani hani) y la blanca de los restos de coral. Tiene una cueva en alto a la que se puede subir y
es como un mirador. Hay desprendimientos en las paredes por lo que hay que ir con cuidado.
En esta playa no se permite el baño pero siempre hay gente bañándose.
Para ver el recorrido desde Hanga Roa acceded a este enlace (con datos GPS de localización).
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Enclaves arqueológicos
Ahu Tautira. Está en la misma caleta de Hanga Roa. Consta de dos moais, uno de ellos muy
erosionado. Podéis verlos mientras disfrutáis de un bonito paseo al borde del mar, incluso
podéis admirarlos mientras tomáis algo en los “carritos”, establecimientos que bordean el
paseo de la caleta que sirven comidas rápidas (empanadas, sobre todo) y bebidas no
alcohólicas.
Aquí os dejo un enlace con el recorrido GPS con datos de localización por Hanga Roa hasta
llegar al Ahu Tautira y a la plaza Hotu Matuà.
Ahu Riata. Es el otro ahu más cercano a Hanga Roa. Concretamente se encuentra en la otra
caleta de la población, Hanga Piko. Consta de un moai en la plataforma y otro tumbado más
alejado. Es bonito verlos al caer el sol mientras visitamos esta preciosa caleta donde vienen a
vaciar sus embarcaciones los pescadores.
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Ahu O Rongo. Se encuentra un poco más al norte de los anteriores, pero también en Hanga
Roa. No contiene moais, sólo se conserva el altar donde supuestamente estuvieron, pero sin
embargo hay gran cantidad de petroglifos que representan a Make Make, dios supremo Rapa
Nui, otras deidades, tortugas, peces, extrañas figuras… Muy interesante pues algunos están
bien conservados. Es muy bonito el paseo para recorrerlo pues hay varias calas aptas para el
baño en sus inmediaciones y os podéis dar un buen chapuzón mientras dura la visita a la zona.
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Complejo arqueológico Tahai. Es el enclave arqueológico mejor restaurado de Isla de Pascua.
Se encuentra un poco más al norte que el anterior y también muy cerca de la localidad de
Hanga Roa por lo que se puede llegar andando. Dentro de sus límites, tiene tres ahu
restaurados: Ko Te Riku al norte (1 moai muy bien conservado), Tahai al centro (1 moai) y Vai
Uri al sur (5 moais, uno de ellos casi desaparecido). Se pueden observar los restos de una casa
en forma de canoa (hare paenga). Existe también un fogón excavado en el suelo que fue
utilizado para cocinar alimentos. Hay otras cavernas con muros de piedra y 8 túneles de
entrada. Cerca se encuentra la tumba del arqueólogo William Mulloy, quién restauró este
complejo entre 1968 y 1970. Cada febrero es el escenario de la fiesta Tapati Rapa Nui, donde
se recuerdan tradiciones ancestrales de la isla. Mucha gente llega aquí todas las tardes para
ver desde su gran explanada las puestas de sol. Un lugar ideal para los aficionados a la
fotografía porque hay posibilidades de realizar composiciones excelentes de los moais con la
luna, los planetas o las constelaciones sobre sus cabezas.
La ruta desde Hanga Roa la podéis ver aquí con los datos GPS de localización.
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Ahu Hanga Kioe. Al norte de Hanga Roa y muy cerca del Ahu Tahai siguiendo el borde de la
costa hacia el norte. Se encuentra en la bahía Kioe. Hay un moai bien conservado pero el otro
componente del ahu más bien parece una cabeza no terminada.
Ahu Te Peu
En la costa oeste muy cerca del anterior en dirección norte y muy cerca también de las cuevas
Ana Te Pahu (“cueva de los plátanos”) y Ana Te Pora (ver más adelante). Este ahu se encuentra
en el mismo borde de un precioso acantilado. Tiene varios moai tumbados y un muro con
bloques cuya talla recuerda a los de Vinapú, de estilo inca. También se conserva la planta de
una gran casa (la más grande de las que se conservan en la isla) así como gallineros,
invernaderos y otras estructuras. Esta zona tuvo que tener gran importancia pues hay
numerosas ruinas en los alrededores.
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Podéis incluir la visita a este ahu en un recorrido más amplio por la costa oeste que podéis ver
aquí: De Hanga Roa a Puna Pao, Akivi, Te Peu y cuevas y acantilados de la costa oeste (incluye
datos GPS de localización).
Ahu Vinapú. En la costa sudeste. Destaca por sus característicos grandes bloques basálticos
tallados a la manera de los incas. Fue excavado durante la campaña de 1955-56 por la
expedición noruega de Thor Heyerdahl bajo la dirección de William Mulloy. Tiene los moais
tumbados y está en mal estado de conservación. Hay otro ahu en la zona con algunos bloques
de toba volcánica rojiza en pésimo estado de conservación. Hay algún pukao suelto y cabezas
cortadas de moais. También se puede ver una estructura que podría ser una figura femenina y
que serviría de soporte a un altillo donde se ponían a secar los cadáveres.
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O Mataitai. Muy cerca de Vinapú (siguiendo el carril de tierra) y antes de llegar a la carretera
que bordea la costa este de la isla y antes también de la zona de Vaihu, se encuentra la zona
arqueológica de O Mataitai. A la izquierda del camino encontramos un gran moai tumbado y
en el otro borde del camino, al lado del mar, un ahu con varios moais tumbados y pukaos en el
suelo. Esta parte de la costa es muy bonita.
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Vaihu
Muy cerca del anterior, pero ya en la carretera que bordea el este de la isla. Aquí hay ocho
moai tumbados y varios pukao en los alrededores. Son la huella de las luchas intertribales que
tuvieron lugar entre los siglos XVIII y XIX.
Ahu Akahanga. Junto a Vaihu, Hanga Tetenga y Tongariki, es uno de los enclaves
arqueológicos que se localizan en la costa oriental. Se cuenta que aquí yace enterrado el mítico
rey Hotu Matu’a. Es una plataforma localizada 10 km al nordeste de Hanga Roa. Contiene 13
moai y está decorada con piedras de color rojo y petroglifos erosionados. El conjunto está muy
deteriorado. Quedan restos de las antiguas casas y las piedras que usaban para colocar los
palos que sostenían el techo. También hay caminos bien señalados por donde se cree que
transportaban los moai. En las cercanías hay varias cuevas que fueron utilizadas como refugios
y almacenes familiares, entre otros usos.
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Ahu Tongariki. A 20 km al este de Hanga Roa, es la plataforma ceremonial más importante de
Rapa Nui. Este complejo arqueológico se reconstruyó entre 1993 y 1995 pues fue casi
destruido en 1960 por un tsunami proveniente de las costas de Chile. La reconstrucción la
llevaron a cabo arqueólogos chilenos con financiación japonesa. Cuenta con quince moai
colosales de espaldas al mar y orientados al sol naciente del solsticio de verano, y un ahu de
casi 200 metros de largo. Hay varios pukao esparcidos por el suelo. También hay bonitos
petroglifos que representan tortugas, peces… Se visita durante el recorrido por la carretera
que recorre el litoral este. Junto a ésta se localiza la caleta Hanga Hotu Iti o Hanga Nui,
utilizada por los pescadores cuando hay mar agitado en Hanga Roa.
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Desde aquí, la vista del volcán Rano Raraku y su cantera de toba de donde sacaban la materia
prima para la construcción de moais, es excepcional. También se ve, al lado, el Maunga
Puakatiki (Poike) con su bosquete de eucaliptos en lo alto.
La ruta desde Hanga Roa hasta el volcán Rano Raraku siguiendo la costa este es muy bonita.
Además se pasa por muchos de los sitios de mayor interés arqueológico y paisajístico: Vinapu,
O Mataitai, Vaihú, Akahanga, Tongariki… Aquí os dejo la ruta tal como yo la hice con datos GPS
de localización: De Hanga Roa recorriendo la costa este (Vinapu, O Mataitai, Vaihú, Akahanga,
Tongariki) hasta el volcán Rano Raraku.
Ahu Akivi. Emplazado en el interior de la isla, este santuario contiene siete moais que miran
hacia el mar, a diferencia de los demás. Se cuenta que son los siete exploradores que iniciaron
la colonización polinesia de la isla enviados por el akiri Hotu Matuà. El eje de su plataforma
está orientado de norte a sur, quedando perfectamente perpendicular al movimiento del sol
en los equinoccios de otoño y primavera.
Esta zona podéis visitarla dentro de un recorrido más ámplio que abarque zonas cercanas del
oeste de la isla: De Hanga Roa a Puna Pao, Akivi, Te Peu y cuevas y acantilados de la costa
oeste (incluye datos GPS de localización).
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Ahu Huri A Urenga. Ubicado a la salida de Hanga Roa, este ahu fue igualmente restaurado;
cuenta con una sola estatua y tiene la particularidad de estar orientado a la salida del sol en el
solsticio de invierno en el hemisferio sur (21 de junio). Marca no solamente el comienzo del
invierno (tonga), sino también la época de diferentes tapu (prohibiciones) que reglamentan la
pesca y otras actividades de la isla. Astronómicamente también está orientado hacia el este y
está alineado con dos cerros vecinos, Maunga Mataengo y Maunga Tararaina, así como con 2
ahu cercanos más pequeños.
Ahu Te Pito Kura. A 26 km al noreste de Hanga Roa, contiene el moai más grande la isla, moai
Paro, con 11 metros de longitud. Hoy está tumbado. El pukao que está a su lado pesa 12
toneladas. Fue uno de los últimos en ser derribado de su ahu, un tiempo después de 1838.
Este moai, según la tradición, fue mandado erigir por una viuda en recuerdo de su esposo.
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Pero lo más interesante del lugar es el Ahu Te Pito o Te Henua, que es una gran piedra
redonda que representa para los isleños el ombligo del mundo. Está muy magnetizada
(supongo que por la gran cantidad de magnetita que debe contener aún en su interior), por lo
que algunas personas sienten hormigueo en las manos si las mantienen cerca durante algún
tiempo. Esta piedra está rodeada de otras cuatro más pequeñas que simbolizan los puntos
cardinales.
Toda esta zona contiene una gran cantidad de restos arqueológicos. Así, siguiendo el camino
de tierra por el que hemos llegado hasta aquí, se encuentra Papa Vaka, un recinto que
contiene muchos petroglifos en las rocas del suelo, como los famosos de un atún y un tiburón
y una enorme canoa (Papa Mangó). También hay muchos dibujos de anzuelos (Papa Mangai).
Es una zona protegida.
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Y un poco más adelante, por el mismo camino, se llega al lugar conocido como Puohiro (u
Hoyo, o trompeta de Hiro), donde encontramos una formación lítica fabricada por el hombre
constituida por una piedra oval con numerosos agujeros cubierta de signos parecidos a vulvas
(komari) muy antiguos. Hay nativos que dicen soplar por los agujeros y producen un sonido
como de trompa que se oye a gran distancia. Es un objeto único en la isla y su función no se ha
esclarecido: ¿Función de llamada? ¿Sitio ceremonial?
El recorrido por estos lugares citados podéis verlo aquí con datos GPS de localización (De
Hanga Roa a Te Pito Kura, Bahía La Pérousse, Te Pito o Te Henua, Papa Vaka, Puohiro, Poike,
Ovahe y Anakena).
Puna Pau. Sitio ubicado al este de Hanga Roa en un pequeño cráter de escoria roja de donde
se obtenían los pukao o tocados que coronaron a los moai. Encontramos muchos en el suelo,
algunos con inscripciones. Hay un pequeño sendero para recorrer este espacio. Desde arriba
se observan bonitas vistas del valle de Hanga Roa. Una bonita ruta que podéis hacer y que
incluye esta zona es la siguiente: De Hanga Roa a Puna Pao, Akivi, Te Peu y cuevas y
acantilados de la costa oeste (incluye datos GPS de localización).
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Senderos
Ruta Patrimonial: En Isla de Pascua hay ocho kilómetros de caminos habilitados con
información turística y ambiental que atraviesan enormes riquezas culturales y naturales. El
recorrido es impulsado por el ministerio de Bienes Nacionales.
Dentro del Parque Nacional Rapa Nui, este circuito contempla dos tramos, uno rural y otro
urbano. El primero se inicia cercano al poblado de Hanga Roa, específicamente en la cueva
“Ana Kai Tangata” donde es posible apreciar singulares muestras de arte rupestre relacionadas
con ritos ceremoniales y los manavai, estructuras agrícolas de piedra destinadas a la
reproducción de especies nativas tales como el toromiro (Sophora toromiro), hau hau
(Triunfetta semitriloba), toa, marikuru (Sapindus saponaria), mahute (Broussonetia papyrifera),
pua (Curcuma longa) y kumara.
El sendero finaliza en el imponente cráter del volcán Rano Kau, del que ya he hablado.
Por otro lado, hay un tramo urbano, de 4 kilómetros que resalta hitos culturales de Hanga Roa,
entre los que destacan el Museo Antropológico “Padre Sebastián Englert”, diversos ahu, el
cementerio local y la caleta de pescadores.
Los atractivos de esta Ruta están destacados por más de 60 hitos informativos e
interpretativos, que aparecen en detalle en una guía. Podéis informaros bien en la Oficina de
Turismo de Hanga Roa situada en el paseo de la caleta.
Otros senderos (abiertos): Te ara o te ao (6,3 km.); Vinapu; Ahu Akapu; Vaihu; Akahanga;
Tongariki; Te Pito Kura; Ahu Akivi; Ana Kai Tangata; Ana Ka Kenga; Ana Te Pahu;
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Recorridos Interpretativos: Orongo-Aldea (0,9 km); Tahai (0.4 km); Rano Raraku (1,5 km); Papa
Tataku Poki; Papa Vaka (0,2 km); Puna Pau (0,4 km).
Recorridos con datos GPS de localización
En este apartado os dejo las rutas que yo hice durante mi estancia en la isla con datos GPS de
localización.
Hanga Roa y Ahu Tautira
De Hanga Roa al volcán Rano Kau y aldea ceremonial de Orongo.
De Hanga Roa al Ahu Tahai.
De Hanga Roa recorriendo la costa este (Vinapu, O Mataitai, Vaihú, Akahanga, Tongariki) hasta
el volcán Rano Raraku.
De Hanga Roa a la costa norte: Te Pito Kura, Bahía La Pérousse, Te Pito o Te Henua, Papa Vaka,
Puohiro, Poike, Ovahe y Anakena.
De Hanga Roa a la “Cueva de los caníbales” (Ana Kai Tangata)
De Hanga Roa a Puna Pao, Akivi, Te Peu y cuevas y acantilados de la costa oeste.
Isla de Pascua natural
Espacios naturales
Parque Nacional Rapa Nui
El Parque Nacional Rapa Nui fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en
1995 gracias a su valor cultural y natural. La reserva cubre el 40% de la superficie de la Isla de
Pascua. Dentro de sus 7.130 hectáreas, los sitios arqueológicos y naturales se fusionan en una
maravillosa y cautivadora comunión. Se han contabilizado cerca de 300 ahu, casi 900 moais y
otros sitios arqueológicos destinados a trabajos agrícolas, vivienda y rituales. El cobro de la
entrada se realiza una sola vez en Orongo, la aldea ceremonial situada en el sur de la isla, y es
válido para todas las zonas del parque.
Galerías volcánicas y cuevas del sector Ana Te Pahu-Roiho. Este grupo de galerías volcánicas
ubicado a los pies del Maunga Terevaka, está constituido por cuevas con entrada, tipo
manavai, al aire libre como Ana Te Pahu que tiene plantación de plátanos, palta, mahute,
etc.
Esta cueva, llamada también cueva de los plátanos, está situada en la costa occidental de la
isla, y consta de cuatro cámaras conectadas entre sí. Se cree que estos sitios eran utilizados
como refugio y también sirvieron de osarios. Las cámaras son muy amplias por lo que es
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posible ir de pie todo el trayecto, lo único que sí se necesita es una linterna. Desde Hanga Roa,
a pie el trayecto es de aproximadamente 2 horas.
Algunas de estas cuevas desembocan en los acantilados frente al mar. La más conocida es
Ana Kakenga, denominada “la cueva de las 2 ventanas”. Esta cueva tiene un acceso difícil y
muy oscuro. Ana Te Pora también se encuentra al borde de un acantilado. Estas cuevas son
usadas hoy en día. Pude ver restos de fogatas recientes en esta última.
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Estas cuevas pueden visitarse durante un bonito recorrido por la costa oeste que podéis ver
aquí: De Hanga Roa a Puna Pao, Akivi, Te Peu y cuevas y acantilados de la costa oeste (incluye
datos GPS de localización).
Otra cueva, Ana Kai Tangata, llamada la “cueva de los caníbales”, a los pies del Rano Kau,
tiene pinturas de aves marinas (manutara) en el techo de su entrada en colores blanco, rojo y
negro. Aquí también se construían pequeñas embarcaciones de pesca (vaka ama). La puesta
de sol desde el interior de esta cueva es algo espectacular. Está muy cerca de Hanga Roa, en la
carretera hacia Orongo. La ruta desde Hanga Roa incluyendo la bajada a la cueva y un paseo
por los acantilados que la cubren podéis verla aquí (con datos GPS de localización).
Motu o islotes. Se observan varios islotes cerca de la costa destacándose Motu Nui, Motu Iti Y
Motu Kau Kau frente a Orongo, que son reserva de la biosfera, zona protegida y no accesible
al turismo. Antiguamente estos islotes eran escenario de la busca del huevo sagrado en las
ceremonias del hombre-pájaro (tangata manu). Los rapanui se referían al manutara como al
ave conocida por el nombre de gaviotín pascuense (Sterna lunata), o al gaviotín apizarrado
(Sterna fuscata). Otros autores creen que el ave mencionada es la fragata (Fregata minor)
aunque aquí la llaman makohe.
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Se ven también en otras partes de la costa oeste el Motu Tautara y en la bahía de Hanga Nui
el Motu Maro Tiri que son accesibles en barco o botes de pesca y se pueden apreciar los sitios
arqueológicos.
Flora
Existe evidencia de que en el pasado la isla tuvo una vegetación más importante que la actual
con extensos bosques dominados por palmas y otras especies arbóreas hoy extintas como
consecuencia de la sobrexplotación humana en tiempos prehistóricos. La gran mayoría de las
especies arbóreas actuales fueron introducidas por los primeros navegantes, misioneros y
chilenos en los últimos dos siglos. La importación de plantas a la isla apunta en dos
direcciones: una, hacia el Asia sudoriental y el valle del Indo (donde florecieron las culturas
milenarias de Mohenjo Daro y Harappa) y otra hacia la meseta andina y la América central.
Sin embargo, las leyendas pascuenses hablan de una importación anterior de plantas traídas
por la primera expedición del rey Hotu Matuà a la isla. Según esta tradición, trajeron ñame,
taro (Colocasia antiquorum), batatas o kumara, plátanos o maika, caña de azúcar (Saccharum
officinarum) y ti (Cordyline terminalis). También se conocen desde tiempos antiguos el
cocotero o niú (Cocos nucifera), el árbol del pan, la calabaza o kaha, los calabacinos o pakahera
kaha, sándalo o naunau (Santalum sp.), marikuru (Sapindus saponaria), hau hau (Triunfetta
semitriloba), mahute (Broussonetia papyrifera),makoi (Thespesia populnea), pua (Curcuma
longa) y pía.
La flora que existe actualmente en la isla es escasa. En las praderas se encuentra la Sporobulus
indicus y la Paspalum scrobiculatum, acompañadas por arbustos de Psidium guajava,
Crotolaria striata y Lupinus arboreus. Existen además, algunos bosques donde predominan
variedades de Eucalyptus sp, Mellia azedarach y Albizia sp.
Las especies nativas están concentradas en algunos lugares, uno de estos es el cráter del Rano
Kau donde se puede observar la totora (que también se encuentra en el lago Titicaca), el
mako'l, mahute, ngaoho, hau hau y algunos helechos. En algunos lugares de Hanga Roa y en el
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recinto de Conaf existen árboles de toromiro (Sophora toromiro), especie endémica que se
está tratando de reintroducir.
Las formaciones herbáceas ocupan el 90% de la superficie de la isla, las formaciones arbóreas y
plantaciones nuevas ocupan el 5%, las formaciones arbustivas el 4%, y el 1% restante está
compuesto por vegetación muy escasa en áreas muy erosionadas, roquedos o zonas
urbanizadas.
Bosques y plantaciones forestales: De miro tahiti (Melia azedarach) y Albizia julibrissen.
Además existen pequeños bosquetes repartidos en la isla, formados principalmente por pikano
(Eucalyptus globulus). La estructura de los bosquetes es de tipo coetáneo y monoestratificado,
constituyendo formaciones puras sin sotobosque y sólo con un estrato herbáceo dominado
mayoritariamente por here hoi (Sporobolus africanus). Dentro de las plantaciones de Rano
Kau, también se ha utilizado la especie endémica mako’i (Thespesia populnea) y en la bahía de
Anakena existe una pequeña plantación de cocoteros (Cocos nucifera), importante por su valor
estético.
Matorrales: En las formaciones arbustivas tampoco existe una gran variedad de especies,
siendo los arbustos dominantes, tuava (Psidium guajava), Crotalaria sp., chocho (Lupinus
arboreus), vid (Vitis vinifera), mahute (Broussonetia papyrifera) y más recientemente
Dodonaea viscosa. Las tres últimas especies se ubican en Rano Kau, Lupinus arboreus en Hanga
Roa y Crotalaria sp. en el sector de Hotu Iti, están asociadas con especies herbáceas. Tuava
(Psidium guajava) es el arbusto de mayor distribución insular, lo que es corroborado por el
84% de dominación que posee en el estrato arbustivo. Está asociada a un gran número de
especies, comúnmente con las herbáceas toroco (Andropogon halepense), here hoi
(Sporobolus africanus), heriki hare (Paspalum scrobiculatum) y con el arbusto Crotalaria sp.
Praderas: La especie dominante en las praderas es here hoi (Sporobolus africanus), que puede
presentarse sola o compartiendo el hábitat con otras especies. Heriki hare (Paspalum
scrobiculatum) también presenta una amplia distribución ocupando los sectores de baja o
mediana altitud, donde se asocia con Sporobolus africanus. En cambio Axonopus paschalis
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domina en los sectores altos del Terevaka. En las áreas alteradas hay puringa (Erigeron
linifolius) junto a las especies rastreras pato nui (Euphorbia hirta) y pato (E. serpens).
Fauna
La fauna terrestre silvestre de Isla de Pascua es muy pobre desde el punto de vista de su
diversidad, lo que la diferencia notablemente de otras islas polinésicas.
Los mamíferos en Isla de Pascua corresponden exclusivamente a roedores introducidos
involuntariamente por barcos que arribaron en épocas pasadas y actualmente se han
distribuido por toda la isla, transformándose en plagas por la falta de depredadores naturales.
Las especies existentes son Rattus norvegicus (Guarén), Rattus rattus (Rata) y Mus musculus
(Laucha). Se cita también la especie Rattus exulans que corresponde al ratón polinésico, pero
que hoy estaría extinto en la Isla.
De gran importancia son unas lagartijas pequeñas, el geko blanco Lepidodactylus lugubris
(moko uru-uru kau) y otro un poco más oscuro, Ablepharus boutoni poecilopleurus (moko uri
uri). Ocasionalmente aparecen en Hanga Roa la tortuga verde (Chelonia mydas japónica), y la
tortuga carey (Eretmochelys imbricata bissa).
Todas las aves terrestres existentes en la Isla de Pascua corresponden a especies introducidas y
ampliamente distribuidas en el territorio chileno continental. Estas son Diuda diuca (Diuca),
Passer domesticus (Gorrión) y Milvago chimango (Tiuque), todas ellas introducidas en 1928,
Nothoprocta perdicaria (Perdiz) introducida en 1885 (Fisher, 1993), y Columba livia (Paloma).
De estas 5 especies, las 3 primeras se han convertido en verdaderas plagas. Por otra parte
existió durante un tiempo la especie Sturnella loica (Loica), introducida desde el continente en
1885, pero el último ejemplar fue visto en 1943. Por otra parte excavaciones arqueológicas
revelan la presencia de restos de Tagua, Loro, Garza y Lechuza en tiempos antiguos.
En cuanto a las aves marinas, como ha señalado Millie, G. y A. Jonson (1970), “...en Isla de
Pascua propiamente dicha no hay aves marinas: sus costas son desiertas y tristes, faltando por
completo aves tan conocidas y características de otros litorales como son las gaviotas, los
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cormoranes, los playeros, etc. Pero en unos islotes cercanos se presentan concentraciones de
aves oceánicas y de estas algunas anidan”.
Actualmente se han registrado 16 especies de aves marinas para Isla de Pascua, de las cuales 5
de ellas nidifican en pequeños islotes aledaños a las costas de la Isla y 11 son visitantes
ocasionales.
Las aves marinas de importancia son kena (Sula dactylatra), tavake (Phaeton rubricauda),
makohe (Fregata minor), kakapa (Pterodroma arminjoniana), y kuma (Puffinus nativitatis).
Existen dos gaviotines (Sterna lunata y S. fuscata) y gaviotín hada o kia kia (Gygis alba), los
cuales eran parte de la tradición del Tangata Manu. Un ave rapaz muy abundante es el manu
toke toke (pájaro ladrón), que otea en toda la isla.
En cuanto a fauna piscícola, y más concretamente a los peces de agua dulce, existe una
especie de Gambusia, probablemente Gambusia holbrooki, presente muy abundantemente en
las lagunas de los cráteres del Rano Raraku y Rano Kao. Son pequeños pececillos de no más de
5 cm, que fueron introducidos en la década de los 40 con el objeto que se comieran las larvas
de los mosquitos depositadas en las quietas aguas de los cráteres. En la actualidad algunos
isleños han adoptado esta misma alternativa para combatir la presencia de larvas y
proliferación de mosquitos en los estanques de acumulación de aguas lluvias de sus hogares.
Sobre los peces de ambiente marino, la revisión de la literatura disponible sobre peces de Isla
de Pascua, revela contradicciones en cuanto al número real de especies descritas. De acuerdo
al Plan de Manejo Parque Nacional Rapa Nui, 1997, el número total de especies de peces para
Isla de Pascua es de 111, distribuidas entre 52 familias y 90 géneros. De estas 111, 12 géneros
y 14 especies corresponden a peces océano-pelágicos o mesopelágicos y el resto
corresponderían a especies propiamente costeras. Por otra parte Randall & Cea, 1984, indica
un número total de 129 especies y Di Salvo et al. 1988, señala un total de 163 especies
descritas para Isla de Pascua pertenecientes a 65 familias. Según esto, las familias que alcanzan
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mayor representatividad corresponden a Labridae con 10 especies y Muridae, Carangidae y
Gobiidae con 7 especies cada una. El número de especies endémicas alcanza un 26 %.
El número de especies registradas sugiere una fauna íctica empobrecida que los investigadores
atribuyen al aislamiento extremo, tanto geográfico como hidrográfico de la Isla y a su posición
marginal con respecto a las formas tropicales y de regiones templadas. A lo anterior debe
agregarse el limitado número de hábitats que ofrece la Isla por falta de estuarios, bahías y
arrecifes coralinos. El fondo es predominantemente rocoso y con muy poca arena.
Por último, en cuanto a la fauna de Invertebrados, se han descrito para Isla de Pascua un total
de 142 especies de entomofauna, todas ellas introducidas desde el continente chileno, desde
Oceanía y Hawai, ya sea por medios naturales (aves, viento, corrientes marinas) o por acción
del hombre, voluntaria o involuntariamente (aviones o barcos). Está compuesta por 40
especies del Orden Diptera, 28 Coleoptera, 19 Homoptera, 13 Hymenoptera, 11 Lepidoptera, 7
Blattodea, 5 Thysanoptera, 3 Psocoptera, 2 Dermaptera y un representante en cada uno de los
órdenes, Neuroptera, Embioptera, Isóptera, Orthoptera, Odonata, Entotrophi y Collembola
(Peña en Plan de Manejo Parque Nacional Rapa Nui, 1997).
Geología y Geomorfología
Isla de Pascua es una isla volcánica de tipo oceánico, de edad reciente, estructurada por un
complejo ciclo efusivo que culminó con el desarrollo de varios centros eruptivos. Estos,
asociados a los procesos erosivos del mar, le dieron los rasgos morfológicos que hoy presenta.
Los principales centros eruptivos son Poike, Rano Kau y Terevaka, este último el cuerpo mayor
de la isla el cual presenta 511 m. La isla en general presenta una topografía ondulada.
Existen más de 70 conos parasitarios y cráteres secundarios, entre ellos destacan el Rano
Raraku, cuya toba fue utilizada para tallar los moai, y el pequeño cono de escorias de color
rojo del Puna Pau, ubicado al noreste de Hanga Roa, de cuyo interior se extrajeron en épocas
prehistóricas los grandes cilindros de escoria roja (pukao) emplazados sobre muchas de los
grandes moais, como ya he comentado.
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En torno a Rapa Nui se desarrolla una estrecha plataforma costera que aumenta en
profundidad rápidamente y alcanza a los 200 metros de profundidad a una media de 1000
metros de la costa. A algunas millas, ésta se termina y abruptamente el océano alcanza a más
4000 metros al este y norte y 3000 a 3600 metros al sureste, profundidades que alcanzan a los
8000 metros aproximándose a la costa de América del Sur.
Las características del fondo marino, las temperaturas y corrientes impiden la formación de
arrecifes de coral, característicos de otras islas de la Polinesia tropical. Esto ha permitido que la
erosión marina sea el principal factor que ha modelado la isla desde su surgimiento hace mas
de tres millones de años, originando los grandes acantilados que caracterizan sus costas
rocosas y desprotegidas, sin bahías de abrigo natural. Sólo Anakena en la costa norte tiene una
playa amplia de arenas blancas.
Los suelos de la isla son delgados y su origen volcánico determina que su principal
característica sea su porosidad, incidiendo en forma determinante en la inexistencia de
escurrimientos de agua superficial. Existen diversas zonas de buenos suelos agrícolas
principalmente en Hanga Roa y Mataveri, al lado oeste.
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Hidrografía
En la isla no existen corrientes superficiales y las capas de agua subterráneas se encuentran a
mucha profundidad y con limitaciones de uso por su contenido salino. Los únicos tres
depósitos de aguas superficiales se encuentran en los cráteres de los volcanes Rano Aroi, Rano
Raraku y Rano Kau.
Bibliografía
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- “Rapa Nui un mundo perdido al este de la Polinesia”. Francesc Amorós. Editorial Sirpus S.L. 2010.
Biblioteca Thor Heyerdhal.
- “Aku-Aku. El secreto de la isla de Pascua”. Thor Heyerdhal. 1957. Varias editoriales.
- “Rapa Nui, pasado, presente y futuro”. UNESCO. 2007.
- “Fantástica Isla de Pascua”. Francis Maziére. 1976. Plaza & Janés, S.A., Editores.
- “Operación Rapa Nui. Primera expedición española a la isla de Pascua”. Antonio Ribera. 1975. Editorial
Pomaire.
- “El misterioso mundo de Rapanui”. Ramón Campbell. 1988. Editorial Antártica S.A.
- “Informe biótico, Dia Proyecto Hotel en Hinere, Isla de Pascua. María Soledad Gazmuri Kemp.
Diciembre 2006.
Isla de Pascua en Internet
Parques Nacionales de Chile: http://www.gochile.cl/parques-nacionales/parques/parque-nacional-rapanui.html .
Visita
virtual:
http://www.fundacion.telefonica.com/es/arsvirtual/patrimonio_lat/visitas_virtuales/parque.htm .
- Museo Antropológico P. Sebastián Englert: http://www.museorapanui.cl/ElMuseo/index.php.
http://www.descubreisladepascua.com/destinos .
www.serindigena.org/territorios/recursos/biblioteca/monografias/historia/documentos/8_primera_par
te_III_rapanui.htm.
http://biblioteca.serindigena.org/libros_digitales/cvhynt/v_iii/t_i/pueblos/v3_t1_informe_consejo_rapa
_nui-FContents.html.
- www.florarapanui.org/
- www.rongorongo.org/index.html
- Carmen Cardinali, la guardiana de la lengua rapanui.
- Informe del Consejo de Ancianos Rapa Nui (2003)
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- http://makemake.bizland.com/sitebuildercontent/sitebuilderpictures/mapa.jpg
- www.isla-de-pascua.com/
- http://historiainfinita.wordpress.com/category/espanoles-por-el-mundo/
- www.islasmarquesas.com/
- http://wapedia.mobi/es/Idioma_rapanui
- http://wapedia.mobi/es/Isla_de_Pascua.
Y, ya para finalizar, si queréis completar este viaje con una visita a la isla de Sala y Gómez, aquí
os dejo la información.
Espero que este pequeño cuaderno de viaje os haya despertado el interés por visitar esta
maravillosa Isla de Pascua y para aquellos que no se deciden a hacer las maletas y ver nuevos
mundos, os dejo la frase que mi amiga Paqui me dijo antes de emprender mi viaje: “viajar es
pararse al borde de un mundo y desde ahí ver mejor el siguiente”. Pues queda dicho.
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Viaje a Isla de Pascua

Transcripción

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