Guia para la Protección del Medio Ambiente Antártico

Transcripción

Guia para la Protección del Medio Ambiente Antártico
DIRECCIÓN NACIONAL DEL ANTÁRTICO
INSTITUTO ANTÁRTICO ARGENTINO
GUÍA para la PROTECCIÓN del
MEDIO AMBIENTE ANTÁRTICO
2000
Guía para la Protección del Medio Ambiente Antártico
© Instituto Antártico Argentino
Año 2000
El contenido de este manual fue elaborado por:
José María Acero
José Luis Agraz
Rodolfo A. Sánchez
(Programa de Gestión Ambiental, Instituto Antártico Argentino, Dirección Nacional del Antártico)
Eugenio A. Genest
(Departamento de Política Antártica, Dirección Nacional del Antártico)
Para comentarios y sugerencias, contactar:
Programa de Gestión Ambiental
Instituto Antártico Argentino
Cerrito 1248 (C1010AAZ) Buenos Aires
TE: (+54) (11) 4816 2352
e-mail: [email protected]
http://www.dna.gov.ar
Diseño : Eliana Heredia
ii
CONTENIDOS
1.
INTRODUCCCIÓN ...............................................................................................................................2
1.1.
Objetivos...........................................................................................................................................2
1.2.
Antecedentes de la Protección del Medio Ambiente en el Tratado Antártico ..................................2
1.3.
El Protocolo de Madrid .....................................................................................................................4
1.4.
Principales pautas de protección ambiental contenidas en el Protocolo de Madrid........................5
1.5.
Cuerpos asociados al Tratado Antártico con injerencia en temas ambientales ..............................7
1.6.
Conclusión........................................................................................................................................7
2.
CUMPLIMIENTO DE LAS DISPOSICIONES EMANADAS DEL PROTOCOLO DE MADRID ............8
2.1.
Actividades comprendidas ...............................................................................................................8
2.2.
Actividades prohibidas......................................................................................................................8
2.3.
Actividades que requieren un permiso especial...............................................................................9
2.4.
Excepciones al requerimiento de permiso .......................................................................................9
2.5.
Evaluación de impactos ambientales .............................................................................................10
2.6.
Conservación de la fauna y flora antárticas ...................................................................................12
2.7.
Eliminación y tratamiento de residuos............................................................................................16
2.8.
Protección y gestión de zonas .......................................................................................................23
2.9.
Manejo de combustibles.................................................................................................................34
3.
MANEJO DEL TURISMO ...................................................................................................................41
3.1.
Aprobación de la visita ...................................................................................................................41
3.2.
Recepción de los turistas ...............................................................................................................41
3.3.
Conducta de los turistas .................................................................................................................41
4.
INSPECCIONES A BASES ANTARTICAS EN OPERACION............................................................42
4.1.
Objetivos de una inspección ..........................................................................................................42
4.2.
Características de la inspección.....................................................................................................42
4.3.
Documentación necesaria para enfrentar una inspección .............................................................43
4.4.
Procedimientos a tener en cuenta..................................................................................................44
4.5.
Significado de las inspecciones .....................................................................................................45
APÉNDICES
APÉNDICE 1:
LISTA DE INSPECCIÓN A BASES ANTÁRTICAS EN OPERACIÓN …………………………..…………..47
APÉNDICE 2:
PROTOCOLO AL TRATADO ANTÁRTICO SOBRE PROTECCIÓN DEL MEDIOAMBIENTE ……..……53
iii
1.INTRODUCCCIÓN
1.1.Objetivos
El objetivo de este manual es familiarizar al lector con las principales disposiciones
ambientales que rigen en la Antártida y que toda persona que concurre al continente
antártico a través del Programa Antártico Argentino debe observar durante su
permanencia.
Este manual apunta específicamente a:
Brindar una explicación sobre las razones que motivaron la creación de la
legislación ambiental vigente en la zona del Tratado Antártico.
Proveer los elementos necesarios para lograr un manejo ambiental apropiado en
las bases, refugios y campamentos argentinos en la Antártida.
Comprender las implicaciones del incumplimiento de estas normas.
1.2.Antecedentes
de
la
Protección
Ambiente en el Tratado Antártico
del
Medio
Una vez que el Tratado Antártico (TA) entró en vigencia, en 1961, una de las
prioridades que destacó el Sistema del Tratado Antártico fue establecer pautas
fundamentales para que el impacto derivado de la presencia del hombre fuera mínimo.
De esta manera, la Antártida conservará sus condiciones de pristinitud y podrá seguir
siendo considerada como el único laboratorio natural existente en el planeta para el
desarrollo de la ciencia.
Durante la década del sesenta estas inquietudes se reflejaron en un sinnúmero de
Recomendaciones -pautas de comportamiento acordadas entre los países miembros
del Tratado que, al ser ratificadas por sus respectivos gobiernos, se convierten en leyes
que rigen el comportamiento en el continente blanco- tendientes a la conservación no
sólo del medio ambiente sino también de sus recursos naturales.
La Convención para la protección de la flora y la fauna antártica (1964) constituyó
el primer ámbito que proveyó una serie de definiciones fundamentales para
comprender la preocupación que en los años posteriores se desarrollaría respecto de la
protección y conservación del medio ambiente antártico. En este texto se definió a la
zona del Tratado Antártico como una Zona Especial de Conservación.
Entre los puntos salientes de la misma se definen figuras tales como: las de Zonas
Especialmente Protegidas, Sitios de Especial Interés Científico y Especies
Protegidas.
A este primer intento le siguió la negociación y entrada en vigencia de la Convención
para la Conservación de las Focas Antárticas (1972). Las focas habían sido presa
de un desaforado interés comercial durante los primeros años del presente siglo, lo
cual las había llevado casi al exterminio. En el momento de la Convención, las focas ya
no eran explotadas ni tampoco se poseía información respecto de la intención de
posibles capturas.
Con posterioridad, y teniendo en cuenta que se había comenzado con la captura
comercial del krill y de algunas especies de peces en el océano Antártico, los Estados
Miembros decidieron convocar a una reunión especial para el tratamiento de esta
cuestión. Después de intensos y prolongados períodos de sesiones se concluyó en
1980 con el acuerdo que se denominó Convención para la Conservación de los
Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA, o CCAMLR, en idioma inglés)
Este acuerdo, del que también es parte signataria original la República Argentina, se
aplica a todos los recursos vivos marinos de la Antártida, incluidas las aves, que se
encuentran al sur de la Convergencia Antártica, con excepción de ballenas y focas,
especies que se encuentran protegidas por otros acuerdos internacionales previos. La
CCRVMA definió la “conservación” como la utilización racional de los recursos vivos y
al "ecosistema marino antártico" como el complejo de relaciones de los recursos vivos
marinos antárticos entre sí y con su medio físico.
Según la CCRVMA, toda recolección y sus actividades conexas en la zona de
aplicación de la Convención deberán realizarse de acuerdo con los siguientes
principios de conservación:
a) prevención de la disminución del tamaño o de la población de cualquier especie
recolectada a niveles inferiores a aquellos que aseguren su restablecimiento a
niveles estables. Con tal fin no deberá permitirse que disminuya a un tamaño inferior
a un nivel aproximado al que asegure el mayor incremento anual neto;
b) mantenimiento de las relaciones ecológicas entre poblaciones recolectadas,
dependientes y afines de los recursos vivos marinos antárticos y reposición de las
poblaciones disminuidas por debajo de los niveles definidos en el apartado (a); y
c) prevención de cambios o minimización del riesgo de cambios en el ecosistema
marino que no sean potencialmente reversibles en el lapso de dos o tres decenios
teniendo en cuenta el estado de los conocimientos existentes acerca de las
repercusiones directas e indirectas de la recolección, el efecto de la introducción de
especies exóticas, los efectos de actividades conexas sobre el ecosistema marino y
los efectos de los cambios ambientales, a fin de permitir la conservación sostenida
de los recursos vivos marinos antárticos.
Para el cumplimiento de sus objetivos, el Comité Científico de la CCRVMA se reune
anualmente, en la ciudad de Hobart, Australia, el cual, con la información suministrada
por los países pesqueros, asesora y solicita a la CCRVMA para que establezca
medidas de conservación de cumplimiento obligatorio para todas los miembros
pesqueros. En ocasiones la CCRVMA ha llegado a cerrar zonas y a efectuar la prohibición de la captura o recolección de ciertas especies.
Desde el momento de la negociación del Tratado Antártico el contexto político
internacional ha tenido una marcada repercusión en la solución de casi todas las
cuestiones relacionadas con la Antártida. Debido a las crisis petroleras de la década del
70; se consideró la posibilidad de que las posibles reservas de minerales e
hidrocarburos de la Antártida fueran explotadas. Fue así que durante casi ocho años se
llevó a cabo una intensa negociación que concluyó en 1988 con la firma de la
Convención para la Reglamentación de las Actividades sobre Recursos Minerales
Antárticos.
Este acuerdo, que por falta de ratificaciones no entró en vigencia, puede ser
considerado como un modelo de régimen minero, donde el límite a la explotación
comercial de los recursos minerales estaría dado por la modificación perjudicial del
medio ambiente.
3
La no ratificación de este acuerdo por algunas de las Partes Consultivas y la postura de
oponerse a cualquier actividad relacionada con los recursos minerales, obligó a los
países miembros del Tratado a buscar una solución a esta problemática. La respuesta
fue la negociación de un nuevo acuerdo internacional que conjugara la postura de no
efectuar explotación minera en la Antártida con un más efectivo control de las
actividades que allí se llevan a cabo, con miras a evitar cualquier daño al medio
ambiente. Esta negociación culminó con la redacción del denominado “Protocolo de
Madrid”.
1.3.El Protocolo de Madrid
En 1991, se firmó en Madrid el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del
Medio Ambiente (“Protocolo de Madrid” o “el Protocolo”), que complementa y refuerza
al Tratado Antártico para garantizar que la Antártida siga utilizándose exclusivamente
para fines pacíficos y científicos, y no se convierta en escenario u objeto de discordia
internacional.
El Protocolo reconoce las oportunidades únicas que ofrece la Antártida para la
observación científica y la investigación de procesos de alcance global y regional, así
como la necesidad de la protección de sus valores de vida silvestre y estéticos. De esta
manera el Protocolo de Madrid designa a la Antártida como “reserva natural,
consagrada a la paz y a la ciencia”, prohibiendo expresamente cualquier actividad
relacionada con la explotación de los recursos minerales antárticos.
Los principios medioambientales sobre los cuales se apoya el Protocolo están
contenidos en su Artículo 3. Dichos principios enuncian la necesidad de protección de
los valores naturales y científicos de la Antártida. Para ello, el Protocolo hace hincapié
en la obligatoriedad de realizar una planificación cuidadosa de las actividades
antárticas, de modo de evitar o limitar impactos perjudiciales sobre el medio ambiente
que aquellas pudiesen originar, así como de elaborar evaluaciones previas de tales
impactos y su monitoreo constante.
Cinco anexos forman parte integrante del Protocolo, previéndose la confección de
nuevos Anexos, si fuere necesario. Los cinco Anexos se refieren a:
I. Evaluación del Impacto sobre el Medio Ambiente.
II. Conservación de la Fauna y Flora Antárticas.
III. Eliminación y Tratamiento de Residuos.
IV. Prevención de la Contaminación Marina.
V. Protección y Gestión de Zonas
El Protocolo de Madrid con sus cuatro primeros anexos entró en vigencia el 14 de
enero de 1998, una vez que fuera ratificado por todas las Partes Consultivas del
Tratado Antártico. Nuestro país aprobó el Protocolo mediante la Ley Nacional 24.216,
del 19 de mayo de 1993. El Anexo V, por haber sido redactado con posterioridad a los
cuatro primeros anexos, fue aprobado por la Argentina el 21 de Julio de 2000, a través
de la Ley Nacional 25.260.
Por último, es importante señalar que está en proceso de estudio un sexto Anexo al
Protocolo que se refiere a la Responsabilidad por Daño Ambiental, por el cual, de
entrar en vigencia, cada Parte debería responder económicamente por las
consecuencias ambientales de sus actividades, si aquellas no hubiesen estado
4
previstas en una Evaluación Medioambiental.
Para el cumplimiento de sus objetivos, el Protocolo crea el Comité de Protección
Ambiental (CPA o CEP en inglés), cuyas funciones consisten en proporcionar
asesoramiento y formular recomendaciones a la Reunión Consultiva del Tratado
Antártico, en relación a la aplicación del Protocolo de Madrid. En sus sesiones, el CPA
cuenta con la presencia de todas las Partes del TA, los presidentes de los Comités
Científicos de Investigaciones Antárticas (SCAR) y de los Recursos Vivos Marinos
Antárticos (CCRVMA, o CCAMLR), así como de representantes de organizaciones no
gubernamentales, relacionadas con la actividad antártica, tales como la Asociación
Internacional de Operadores Turísticos Antárticos (IAATO), la Unión Internacional para
la Conservación del Mundo (UICN) y la Coalición del Océano Austral Antártico (ASOC),
quienes participan en el CPA en calidad de observadores.
1.4.Principales
pautas
de
protección
contenidas en el Protocolo de Madrid
ambiental
A pesar de que gran parte de la implementación práctica de las pautas de protección
ambiental se hallan contenidas en los anexos al Protocolo, su Cuerpo Principal hace
mención a un elevado número de pautas y procedimientos que las Partes del Tratado
deben cumplir para una adecuada protección del medio ambiente en la Antártida. A
continuación, se adjunta un resumen de los temas principales que aborda el Protocolo
y sus cinco anexos, con referencia a los artículos correspondientes.
CUERPO PRINCIPAL DEL PROTOCOLO DE MADRID
Principios Medioambientales
Cooperación Internacional
Prohibición de actividades de explotación de recursos minerales
Reuniones Consultivas del Tratado Antártico
Comité de Protección Ambiental (CEP)
Inspecciones a estaciones antárticas según el Art. 7 del Tratado
Antártico
Responsabilidad por daño ambiental
Información sobre cumplimiento del Protocolo
Información sobre acciones de emergencia
Art.3
Art. 6
Art. 7
Art. 10
Art. 11 y 12
Art. 12.1. h);
Art. 14
Art. 16
Art. 17
Art. 17
EVALUACIÓN DE IMPACTOS AMBIENTALES
Planificación de Actividades en Antártida: reducción de impactos
Evaluaciones de Impacto Ambiental
Obligatoriedad de realizar EIAs
Impactos Acumulativos
Monitoreo
Cooperación Internacional para realizar EIAs
5
Art. 3.2. a), b) y c)
Art. 3.4. b)
Art. 8
Art. 12.1 d) y e)
Art.1 Anexo I
Art. 3.2. c) ii;
Art. 6.1. d)
Art. 3.2 c) v.; d) y e)
Art. 5 Anexo I
Art. 6.1. b)
CONSERVACIÓN DE FLORA Y FAUNA
Prohibición de toma e intromisión perjudicial
Autorizaciones para la toma e intromisión perjudicial
Art. 3.1 Anexo II
Art. 3.2. Anexo II
Art. 3.3. y 3.6. Anexo II
Apéndice B Anexo II
Especies Antárticas especialmente protegidas
Art. 3.4 y 3.5 Anexo II
Apéndice A Anexo II
Prohibición de introducción de especies no autóctonas
Art. 4.1 y 4.2 Anexo II
Apéndice C Anexo II
Autorización para la introducción de especies no autóctonas
Art. 4.3 y 4.4 Anexo II
Comunicación a las Partes Consultivas sobre introducción de Art. 6.2. Anexo II
especies no autóctonas
TRATAMIENTO DE RESIDUOS
Prioridades para la Disposición Final de residuos antárticos
Residuos Históricos
Art. 1.2 y 1.3 Anexo III
Art. 1.5 Anexo III
Art. 8.2. a) Anexo III
Evacuación de residuos
Art. 2 Anexo III
Incineración de residuos
Art. 3 Anexo III
Eliminación de residuos en tierra
Art. 4 Anexo III
Eliminación de residuos en mar
Art. 5 Anexo III
Art. 5.1; 5.2 y 5.5 Anexo
IV
Art. 5.3 Anexo IV
Almacenamiento de residuos
Art. 6 Anexo III
Productos de Ingreso Prohibido
Art. 7 Anexo III
Clasificación de residuos
Art. 8.1. Anexo III
Información pública sobre los sistemas y procedimientos vigentes Art. 10.b) Anexo III
relacionados al tratamiento de los residuos
PREVENCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN MARINA
Descargas líquidas en el mar
Art. 3 Anexo IV
Art. 4 Anexo IV
Art. 6 Anexo IV
Art. 5.1; 5.2 y 5.5 Anexo
IV
Prohibición de eliminación de residuos en el mar
Residuos que pueden ser eliminados en el mar
Registro de residuos
Planes de Contingencia
Art. 5.3 Anexo IV
Art. 5.6. Anexo IV
Art. 3.2.c)vi; Art. 6.1. c);
Art. 15.1. b)
Art. 12.1 Anexo IV
Art. 12.1. f); Art. 15.1. a)
Art. 12.2 Anexo IV
Otras medidas de Respuesta ante Emergencias
ÁREAS PROTEGIDAS
Áreas Antárticas Especialmente Protegidas (ASPAs)
Áreas Antárticas de Manejo Especial (ASMAs)
Planes de manejo: contenidos
Permisos de Ingreso a ASPAs
Sitios y Monumentos Históricos
Demarcación de límites de áreas protegidas en el terreno
Difusión de Información referente a áreas protegidas
Funciones del Comité de Protección Ambiental (CEP) en lo
concerniente a áreas protegidas
6
Art. 3 Anexo V
Art. 4 Anexo V
Art. 5 Anexo V
Art. 7 Anexo V
Art. 8 Anexo V
Art. 9.3 Anexo V
Art. 9.1 y 9.2 Anexo V
Art. 12.1. g)
1.5.Cuerpos asociados al Tratado
injerencia en temas ambientales
Antártico
con
De todos los cuerpos externos al Tratado Antártico que trabajan activamente en temas
medioambientales, el Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR) es el
más antiguo y uno de los más relevantes. El SCAR fue creado con anterioridad a la
entrada en vigencia del Tratado Antártico: su primera reunión fue en La Haya
(Holanda), en marzo de 1958. Entre los objetivos originales de SCAR figura el de
proveer de asesoría en materias científicas al Sistema del Tratado Antártico. En sus
más de cuarenta años de actividad, el SCAR ha generado numerosas
recomendaciones, adoptadas por las Partes Consultivas, especialmente en materia de
protección ambiental. Así, el SCAR participó directamente en la generación de las
Medidas Acordadas para la Protección de la Fauna y la Flora antárticas, el Código de
Conducta para Visitantes, el desarrollo de un esquema de Monitoreo Ambiental,
normas para la prevención de la contaminación marina, lineamientos para el
tratamiento de desechos y la creación de un sistema de áreas protegidas.
El SCAR cuenta con grupos de especialistas, uno de los cuales trata específicamente
temas ambientales: el Grupo de Especialistas en Temas Ambientales y de
Conservación (GOSEAC). Los miembros de este grupo interdisciplinario son elegidos
por el Comité Ejecutivo del SCAR por sus conocimientos en estos asuntos y se reúnen
una vez por año.
Por otra parte, el conjunto de todos los operadores nacionales forman el Consejo de
Administradores de Programas Nacionales Antárticos (COMNAP) del que depende
el Comité Permanente de Logística y Operaciones Antárticas (SCALOP). La
función del COMNAP es coordinar las actividades logísticas y operativas de los
operadores nacionales. El COMNAP posee asimismo un comité de medio ambiente
llamado Grupo de Coordinación Ambiental (ECG), del que depende la Red de
Funcionarios Ambientales (AEON) que específicamente se encarga de resolver y
consultar temas ambientales, desde el punto de vista práctico.
1.6.Conclusión
En el rápido análisis presentado de la realidad antártica, regida por la vigencia del
Tratado Antártico, podemos comprobar que la preocupación de las Partes por lograr la
protección del medio ambiente y de sus recursos ha sido constante. El Protocolo ha
logrado reunir en un sólo texto todas las normas ya establecidas, posibilitando en su
texto un mecanismo de actualización sistemática y, en algunos casos, la generación de
normas creativas para que sean aplicadas en un medio ambiente singular, como lo es
el antártico.
El Protocolo constituye un desafío singular para los países miembros del Tratado
Antártico, puesto que los recursos económicos y/o técnicos requeridos para su efectivo
cumplimiento son ampliamente variables dentro de la comunidad antártica. Por ello, en
el seno de los Países Parte del Tratado Antártico existe la confianza en que el espíritu
de cooperación que ha prevalecido en la comunidad antártica durante cuarenta años
perdurará, generando resultados positivos a este respecto.
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2.CUMPLIMIENTO
DE
LAS
DISPOSICIONES
EMANADAS DEL PROTOCOLO DE MADRID
La Dirección Nacional del Antártico (DNA) ha establecido un procedimiento nacional
apropiado para que cada actividad que se desarrolla en la Antártida sea considerada
teniendo en cuenta sus posibles impactos sobre el medio ambiente antártico y los
ecosistemas dependientes y asociados.
Este procedimiento consiste en que los responsables de las actividades a ser
desarrolladas en la Antártida informen a la DNA sobre sus aspectos más relevantes, de
acuerdo con lo establecido por el Protocolo de Madrid. A partir de tal información, la
DNA elaborará Evaluaciones de Impacto Ambiental de cada actividad, y considerará el
otorgamiento de diferentes permisos.
2.1.Actividades comprendidas
El presente procedimiento comprende a la totalidad de actividades contenidas en el
Plan Anual Antártico (que incluye los programas científicos y logísticos vigentes
organizados por la DNA y las Fuerzas Armadas), así como toda otra actividad
emprendida en el continente antártico por ciudadanos, personas jurídicas, buques o
aeronaves argentinos, ciudadanos extranjeros que participen en las actividades que
realiza la República Argentina en la Antártida (embarcados, en bases o en
campamentos), extranjeros que mantengan una residencia permanente en la República
Argentina; o ciudadanos extranjeros, personas jurídicas, buques o aeronaves
extranjeros que realicen una actividad en el área del Tratado Antártico, organizada
dentro del territorio nacional argentino.
2.2.Actividades prohibidas
Están prohibidas en el área del Tratado Antártico las siguientes actividades:
Detonación de explosivos nucleares y almacenamiento de desechos de actividad
nuclear.
Exploración y explotación de recursos minerales, y cualquier otra actividad
relacionada con éstos, que no sea la de investigación científica.
Descarga y vertimiento de combustibles, aceites y sustancias líquidas nocivas,
aguas servidas y basura, en el mar y desde buques dentro del área del Tratado
Antártico.
Eliminación en áreas libres de hielo o en sistemas de agua dulce de residuos no
eliminados o no removidos según lo dispuesto en los artículos 2 y 3 del Anexo III
del Protocolo.
Toma o intromisión perjudicial de especies antárticas, sin un permiso previo.
Introducción de especies no autóctonas al continente antártico.
Importación de difenilos policlorados (PVC), tierra no estéril, gránulos o virutas
de poliestireno u otras formas similares de embalaje, o pesticidas.
8
Ingreso a Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ASPAs), sin un permiso
previo.
Daño, traslado o destrucción de Sitios y Monumentos Históricos.
Quema de residuos a cielo abierto.
2.3.Actividades que requieren un permiso especial
Será necesario contar con un permiso otorgado por la Dirección Nacional del Antártico
para la realización de las siguientes actividades:
Utilización de sustancias radiactivas con fines científicos.
Toma o intromisión perjudicial de especies antárticas.
Introducción de especies no autóctonas al continente antártico.
Ingreso a Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ASPAs).
El Programa Antártico Argentino no requerirá la emisión de un permiso para aquellas
actividades que ya hayan sido autorizadas por una autoridad competente de otro
Estado Parte del Tratado.
La Dirección Nacional del Antártico podrá revocar la vigencia de un permiso otorgado
en el caso en que el responsable de la actividad hubiera presentado información
incorrecta, con lo cual se alterarían significativamente los requisitos para el
otorgamiento del permiso; o bien en el caso en que el plan de la actividad por la cual se
solicitó el permiso hubiera sido violado.
2.4.Excepciones al requerimiento de permiso
No será requerido permiso en los siguientes casos:
El mero tránsito de buques o embarcaciones con exclusividad de cualquier otra
actividad, en aguas comprendidas dentro del área del Tratado Antártico, siempre
y cuando el ingreso se hubiere producido a ese solo efecto.
Actividades comprendidas dentro de la Convención para la Conservación de los
Recursos vivos Marinos Antárticos (CCRVMA o CCAMLR, en inglés)
Situaciones de emergencia relacionadas con la seguridad de la vida humana o
de buques, aeronaves o equipos e instalaciones de alto valor, o con la
protección del medio ambiente.
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2.5.Evaluación de impactos ambientales
El responsable de cualquier actividad a desarrollarse en el área del Tratado Antártico
deberá realizar una evaluación previa del impacto ambiental (EIA), de acuerdo con el
formato contenido en el Anexo I al Protocolo, y en conformidad con los lineamientos
generales para la materia aprobados por los Estados Parte del Tratado Antártico (ver
Guía para la Preparación de EIAs en la Antártida, COMNAP, 1999).
La planificación de cualquier actividad en el Área del Tratado Antártico requiere la
consideración de los siguientes aspectos:
Contar con información sobre los componentes físicos, químicos y biológicos del
ambiente donde se desarrollará la actividad. Con estos datos será posible
determinar la capacidad de recuperación que posee el ecosistema frente a una
alteración dada.
Contar con toda la información técnica disponible sobre las características de la
actividad que se llevará a cabo. Fases, acciones involucradas, lapso de
realización, tecnologías utilizadas, alternativas (de lugar, de tiempo, de método,
de tecnologías, etc.)
Identificar los probables impactos que tal actividad pueda producir sobre ese
ecosistema en particular, o sobre determinados elementos de ese ecosistema.
Evaluar la importancia de dichos impactos.
Planificar la implementación de medidas correctivas (mitigación y restauración)
que tiendan a reducir el impacto de la actividad propuesta.
La información sobre las actividades contenidas en el Plan Anual Antártico deberá ser
enviada a la Dirección Nacional del Antártico antes del 30 de mayo del año previo a
la realización de la actividad. Por ejemplo, si se planea llevar a cabo una actividad en
la CAV 2001-02, entonces la información deberá ser suministrada antes del 30 de
mayo del año 2000.
Cualquier modificación importante que se introduzca en estas actividades, deberá ser
informada de inmediato a la DNA para ser incluida dentro de la Actualización del Plan
Anual Antártico, que normalmente se realiza en Agosto del año en que se llevará a
cabo la actividad.
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2.5.1. Categorías de informe de Evaluación de impacto ambiental
Si la evaluación preliminar de una actividad a realizarse en el área del Tratado
Antártico, llevada a cabo conforme con los formularios precedentes, determina que ésta
puede causar un impacto menor o transitorio sobre el medioambiente, se realizará una
Evaluación Medioambiental Inicial (EMI o IEE, en inglés).
Si una Evaluación Medioambiental Inicial indicara, o si de otro modo se determinara,
que una actividad que se realizará en el área del Tratado Antártico puede tener un
impacto mayor que mínimo o transitorio, será necesario preparar una Evaluación
Medioambiental Global (EMG o CEE, en inglés).
La DNA, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y
Culto comunicará la realización de evaluaciones medioambientales iniciales o globales
al Sistema del Tratado Antártico, conforme a los requerimientos del Artículo 3, inciso 3
y del Artículo 6 del Anexo I del Protocolo, referidos a comunicación de información.
2.5.2. Recepción e incorporación de comentarios
Si se tratare de un proyecto de evaluación medioambiental global, la DNA deberá
informar al operador responsable de la actividad sobre los comentarios recibidos de las
distintas Partes del Tratado Antártico a dicho proyecto, según los procedimientos y
plazos establecidos en el artículo 3 incisos 5 y 6 del Anexo I del Protocolo.
El operador responsable no podrá iniciar la actividad a menos que haya tomado en
consideración los comentarios formulados por las distintas Partes del Tratado Antártico.
Recomendaciones sobre EIAs
Familiarícese con los procedimientos de EIA
Si estuviere a cargo de una actividad que no ha planificado, consulte si ya cuenta
con su correspondiente EIA.
Mantenga un registro de las EIAs que se realizan en su base.
Si no existiere, solicite la información correspondiente y elabórelo.
Controle que las medidas de mitigación y/o remediación
propuestas en las EIAs se cumplan de acuerdo con lo
establecido.
El control in-situ es una de las estrategias más efectivas para evitar impactos
sobre el medio ambiente.
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2.6.Conservación de la fauna y flora antárticas
Con el objeto de preservar la fauna y la flora antárticas, el Protocolo establece una
serie de restricciones con respecto a la toma e intromisión perjudicial de especies
antárticas, así como a la introducción de especies no autóctonas a la Antártida, dado
que estas acciones pueden representar una amenaza para la supervivencia de la flora
y fauna que allí se desarrolla.
Para una mejor comprensión del alcance de los términos toma, intromisión perjudicial,
e introducción de especies no autóctonas, a continuación se incluye una breve síntesis
de su significado, en el contexto del Protocolo de Madrid.
2.6.1. Toma
Tomar una especie antártica comprende acciones tales como:
matar, herir, atrapar, manipular o molestar a un mamífero, ave u otro organismo
autóctono
retirar o dañar tales cantidades de plantas nativas que ello afecte
significativamente a su distribución local o su abundancia.
Están incluidos en esta definición los organismos fósiles.
2.6.2. Intromisión perjudicial
La Intromisión perjudicial de una especie antártica puede ocurrir debido a numerosas
razones, entre las que se destacan:
el vuelo o el aterrizaje de helicópteros o de otras aeronaves de tal manera que
perturben la concentración de aves y focas;
la utilización de vehículos o embarcaciones, incluidos los aerodeslizadores y
barcos pequeños,
la utilización de explosivos y armas de fuego
la perturbación intencionada de la cría y la muda del plumaje de las aves o de
las concentraciones de aves y focas por cualquier persona a pie;
El daño significativo de la concentración de plantas terrestres nativas por el
aterrizaje de aeronaves, por conducir vehículos o por caminar sobre dichas
plantas o por cualquier otro medio; y
Cualquier actividad que produzca una importante modificación negativa del
hábitat de cualquier especie o población de mamíferos, aves, plantas o
invertebrados autóctonos.
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2.6.3. Introducción de especies
El principal problema que acarrea la introducción de especies no autóctonas a la
Antártida es la posibilidad de afectar de algún modo a las especies ya existentes,
produciendo modificaciones en las condiciones naturales de los ecosistemas antárticos
y de los ecosistemas dependientes y asociados. En particular, la introducción de una
especie no nativa puede actuar como:
competidor (de hábitat y/o de alimentos) de la especie nativa;
vector de enfermedades a las que la especie nativa no está habituada; o
depredador de la especie autóctona.
Ejemplos de los tres casos anteriores se han detectado en la Antártida. En la década
del 50 se ensayó la posibilidad de hacer crecer ñires y lengas (árboles del bosque
andino-patagónico) en la Península Antártica. Este hecho ocurrió en una época en que
aún no existía una conciencia de protección ambiental como la actual.
Afortunadamente los árboles no sobrevivieron, pero junto con la tierra que se usó para
plantarlos fueron introducidas de manera no intencional semillas de una gramínea
común en la Patagonia, del género Poa, que germinó y aún sigue desarrollándose,
aunque sin que se haya detectado su dispersión hacia otros puntos del lugar. En Base
Primavera sigue no hay árboles, pero sí hay una especie de pasto no antártica,
ocupando ambientes propios de otra especie autóctona.
En ocasiones, estos efectos negativos son indirectos e indeseados, y se originan en
una importación accidental de microorganismos (virus, bacterias, parásitos, levaduras,
hongos) que producen algún efecto perjudicial sobre las comunidades locales, no
adaptadas a defenderse de su presencia. Las enfermedades que podrían llegar a
transmitirse de los perros a otros mamíferos antárticos o viceversa, o las muertes de
animales antárticos ocasionadas por la liberación accidental de perros, fueron
argumentos que contribuyeron a tomar la decisión de retirarlos de la Antártida a partir
del año 1994. Asimismo, se han verificado efectos perjudiciales en colonias de aves
antárticas por la ingestión de microorganismos contenidos en restos de productos
avícolas introducidos al Área del Tratado Antártico.
Los únicos tipos de especies de ingreso permitido a la Antártida son plantas
domésticas, animales y plantas de laboratorio (incluyendo virus, bacterias, levaduras y
hongos) y, en todos los casos, con fines de experimentación científica.
El siguiente listado contiene un serie de recomendaciones y sugerencias que, sin ser
exhaustivo, cubre una gama de acciones cotidianas que generalmente se realizan en
forma desaprensiva, y que producen un alto impacto acumulativo sobre las
comunidades de vegetación y fauna. La principal dificultad es, entonces, modificar
conductas que hasta el momento habían sido consideradas normales y que, por lo
tanto, eran aceptadas con naturalidad.
13
Recomendaciones para preservar las
especies antárticas
No se acerque a las
cría de mamíferos
áreas
de
nidificación
de
aves
o
Con esto disminuye el disturbio en las colonias en la época reproductiva, que
determina el abandono de nidos, acostumbramiento a la presencia humana, pisoteo
de huevos y mayor actividad de los depredadores.
Si tuviere que hacerlo, para el desarrollo de un programa científico, hágalo
lentamente. Si observare cambios de conducta en los animales, retroceda.
No camine por los senderos naturales de desplazamiento
de los pingüinos hacia el mar
Esto puede alterar los ritmos naturales de desplazamiento desde y hacia el mar en
busca del alimento para los pichones, o inclusive el abandono de esa ruta por parte
de los pingüinos.
No sobrevuele áreas de nidificación ni solicite hacerlo
Los sobrevuelos producen un disturbio en las colonias de aves que determina el
abandono de nidos, el pisoteo de huevos, y mayor actividad de depredadores que
aprovechan el desorden.
No alimente a las skúas, gaviotas u otras aves
Este hecho modifica su dieta natural y las expone a contaminación con gérmenes o
parásitos introducidos desde fuera de la Antártida. Controle también que los
depósitos de desperdicios estén tapados, sin acceso para las aves
Transite con vehículos sólo
circulación predeterminada
por
sitios
demarcados
o
de
Evitará la destrucción de áreas naturales con cobertura de vegetación o el
disturbio de áreas de nidificación o asentamiento de aves y mamíferos. Este
consejo es particularmente válido en invierno, donde la vegetación no es visible,
pero que aún sobrevive por debajo de la nieve.
No camine sobre áreas con vegetación
Las comunidades vegetales en Antártida tienen un ciclo de crecimiento
extremadamente lento. La vegetación que se destruye por las pisadas tarda años en
recuperarse, y esas zonas quedan inutilizables como sitios de investigación, o
pueden alterar sus características naturales para la nidificación de aves.
14
No recolecte souvenirs (rocas con líquenes, fósiles, etc.)
Esto puede alterar la riqueza de especies vegetales, o hacer perder el valor natural
de zonas consideradas como prístinas para investigación o conservación. Pueden
desaparecer ejemplares vivos o fósiles de valor único.
No arroje desperdicios de ningún tipo en el terreno, ni
los entierre bajo el sustrato
Tome la costumbre de volver a la base con toda la basura que genere en el campo,
inclusive las colillas de cigarrillos. De esta manera se evita la contaminación del
suelo, y modificación de sus condiciones naturales, con probable alteración de las
comunidades de microorganismos y vegetación. Es común encontrar en antiguas
áreas de pic-nic una inusual abundancia de hongos que se desarrollaron gracias al
aporte de materia orgánica.
Controle que los productos avícolas que lleguen a la
base
cuenten
con
su
control
bromatológico
correspondiente, y no permita que sean consumidos en
el campo
Reducirá así el riesgo de propagación de enfermedades en las aves antárticas.
Recuerde que los restos de
ser retirados de la zona
destruidos por incineración.
productos avícolas deberán
del Tratado Antártico, o
En caso de utilizar incineración como medio de disposición final de productos como
pollo o huevos, asegúrese de que la incineración sea completa.
Asegúrese
de
que
en
la
base
exista
información pública sobre estos temas
suficiente
Especialmente para los visitantes ocasionales. Sitios como el comedor, salas de
estar y bibliotecas son ideales para colocar pósters, carteles y folletos
informativos.
En
la
base
debe
existir
una
persona
a
cargo
de
recolectar
los
permisos
de
toma,
intromisión
perjudicial e introducción de especies no autóctonas.
Normalmente esa responsabilidad recae sobre el Jefe de Base o
el Jefe Científico. Se recomienda mantener un registro de los
permisos recibidos.
15
2.7.Eliminación y tratamiento de residuos
Los residuos generados por las diversas actividades humanas que se desarrollan en la
Antártida pueden ocasionar innumerables impactos ambientales de no mediar un método
apropiado de disposición final.
Tales residuos no sólo comprenden a los desechos domésticos (efluentes, restos de
alimentos, entre otros) sino también a los generados por las distintas actividades que se
realizan en una base (de construcción, vehicular, mantenimiento, abastecimiento, etc.).
Por lo tanto, debe intentarse la unificación de criterios para realizar un manejo racional de
los desechos generados por nuestras actividades. Dada la variedad de dichas actividades
(bases, buques, campamentos) y de las diversas características ambientales en las que
se hallan, el tratamiento de residuos se ajustará a cada situación en particular, siempre en
función de lo establecido por el Protocolo de Madrid.
2.7.1. Prioridades en la disposición de residuos
El Protocolo de Madrid, en el Artículo 2 de su Anexo III, establece la prioridad de reducir
la producción de residuos, por lo que previamente a iniciar cualquier actividad, debe
contemplarse la alternativa que minimice el volumen de desechos a generar.
De acuerdo con la prioridad establecida por el Protocolo de Madrid, los principales
métodos de disposición final de residuos en la Antártida son:
Evacuación del Área del Tratado Antártico
La prioridad uno establece que los desechos antárticos sean evacuados del territorio
antártico en todos los casos en que ello sea posible.
Previamente a ser evacuados, los residuos deben acumularse convenientemente en
sectores donde no puedan dispersarse con facilidad por la acción del viento o de los
animales.
Incineración controlada
Esta opción sólo puede llevarse a cabo en aquellas instalaciones que dispongan de
equipamiento adecuado (incineradores de combustión controlada). Recuerde que sólo
podrán incinerarse los residuos biodegradables, como restos de comida, madera,
cartones y papel.
Al efectuar esta operación se deberán tener en cuenta las condiciones meteorológicas,
para evitar dispersión por el viento hacia áreas terrestres que puedan ser afectadas por
las emanaciones. Las cenizas producidas durante la incineración controlada, se
acumularán para ser luego removidas del Area del Tratado Antártico.
Eliminación al mar
Sólo se permite la eliminación al mar de aguas residuales y residuos líquidos
domésticos, y exclusivamente en áreas donde existan condiciones para su dilución
inicial y su rápida dispersión (es decir, en corrientes que se dirijan mar adentro). No se
podrán arrojar residuos en aguas de circulación restringida (caletas, albuferas, bahías
cerradas) y, en ningún caso, sobre cuerpos de agua estancos (lagos, lagunas). En caso
de grandes bases (más de 30 personas) se requiere que tales residuos sean
previamente tratados (al menos por maceración), para reducir el tamaño de partícula a
verter y así favorecer la dispersión.
16
Sistemas Prohibidos de Eliminación de Residuos
El Protocolo prohíbe rellenar terrenos con residuos, ni depositarlos en áreas libres de
hielo o en sistemas de agua dulce. La quema de residuos al aire libre está
explícitamente prohibida.
2.7.2. Clasificación de residuos
Los residuos que puedan generarse en las estaciones antárticas han sido clasificados
desde un punto de vista operativo en cuatro grupos, de acuerdo con su grado de
degradabilidad, con su peligrosidad o con el sistema de disposición final a ser
empleado. La clasificación presentada respeta los lineamientos contenidos en el
Artículo 8 del Anexo III del Protocolo.
Grupo 1
A este grupo pertenecen los desechos biodegradables, como ser restos de comida,
papeles, maderas y trapos limpios.
Estos residuos pueden ser:
evacuados del continente antártico
incinerados: recordar que las cenizas deben luego ser evacuadas.
arrojados al mar: Sólo en el caso de los restos de comida (exceptuando
productos avícolas sin cocer de cualquier tipo !!!), siempre y cuando esta
operación se realice en aguas de circulación abierta (no en bahías cerradas o
caletas) y previo a una maceración que asegure un tamaño de partícula
suficientemente pequeño (no mayor a 2 cm). No deberán estar contenidos en
recipientes de alta flotabilidad y nunca envueltos o almacenados en bolsas de
polietileno de ningún tipo.
Los productos avícolas deberían ser cocidos a 100° C por un lapso mínimo de diez
minutos. La cocción esteriliza cualquier virus que los productos avícolas puedan portar,
y que pueden constituir un peligro para las aves antárticas, particularmente pingüinos y
skúas, no adaptados a la presencia de virus foráneos.
Grupo 2
Está compuesto por aquellos elementos de muy lenta o nula degradación natural desechos no biodegradables-, como ser los plásticos, el nylon©, polietileno, cauchos,
esponjas sintéticas, envases tetra brick© , envases metalizados (tipo envoltorios de
manteca o tapas de yogures, dulce de leche, etc.).
Estos desechos deben ser retirados del continente antártico. Pueden también ser
reutilizados para embalar efectos que retornen al continente sudamericano (por
ejemplo plásticos).
Estos residuos no deben ser incinerados, ni arrojarse al mar, ni ser enterrados. Durante
su manipulación, especialmente cuando se desembala o se trabaja al aire libre con
este tipo de elementos, deberán extremarse los cuidados para evitar su dispersión por
el viento.
Si se tratara de recipientes que hubiesen contenido elementos del grupo 3, es
conveniente lavarlos antes de embalarlos para su evacuación.
17
Grupo 3
Incluye a desechos peligrosos, tanto líquidos como sólidos. Los ácidos (de batería,
fotográficos), grasas, aceites (industriales, de motores y de cocina), combustibles,
solventes orgánicos (bencina, tetracloruro de carbono, etc.), pinturas, preparados
químicos, etc. pertenecen al grupo de residuos peligrosos líquidos. Entre los sólidos,
mencionaremos a todos los elementos que estén impregnados con residuos peligrosos
líquidos (trapos, estopa, papeles, latas, pinceles, maderas tratadas, filtros de aceite),
las cenizas originadas por la combustión de los residuos del grupo 1, las pilas, baterías,
metales pesados (Plomo, Mercurio, Cromo), materiales radiactivos, entre otros. Todos
los residuos del Grupo 3 deben ser retirados de la zona del Tratado Antártico.
Un residuo peligroso no necesariamente es tóxico. En cambio, un residuo tóxico debe
ser considerado siempre un residuo peligroso. La peligrosidad de un resisuo no reside
exclusivamente en su manejo, sino también en:
la persistencia en el medio del residuo a través del tiempo
los cambios que puedan producirse en su naturaleza química a través del tiempo
de persistencia y que puedan aumentar su toxicidad (por degradación o por
reacciones con otras sustancias).
Cada una de las sustancias que conforman este grupo debe:
ser almacenada por separado
contar con una identificación visible en cada recipiente.
almacenados en lugares protegidos y preferentemente con piso de concreto,
alejados del paso cotidiano, sin calefacción ni energía eléctrica.
Los ácidos (batería, fotográficos) pueden almacenarse en forma conjunta en bidones
de plástico así como también los aceites de diferentes tipos. Los residuos de los grupos
3 no deberán almacenarse en las mismas áreas que le grupo 2.
Grupo 4
Pertenecen a esta categoría los desechos sólidos inorgánicos, considerados
genéricamente como “inertes”, en el sentido que su degradación no aporta elementos
perjudiciales al medio ambiente, aunque su dispersión degrada el valor estético del
ambiente y puede ocasionar accidentes al personal. Forman parte de este grupo los
vidrios, las latas, chapas, restos de estructuras metálicas, tambores vacíos, alambres,
restos de concreto u hormigón, ladrillos, sunchos de embalaje, etc. Estos desechos
deben ser evacuados del área del Tratado Antártico. Eventualmente pueden ser
reutilizados (tambores) como contenedores de basura, o como relleno de cimientos o
fundaciones (restos de hormigón, alambres).
Dada la alta densidad de algunos de estos residuos, su almacenamiento debe
realizarse en recipientes de volumen reducido, para facilitar su manejo y evitar que los
contenedores se desfonden. Si bien estos elementos pueden almacenarse todos
juntos, es conveniente separarlos previamente. Esta práctica facilitará su
comercialización (latas, vidrios), una vez llegados al continente sudamericano. Si estos
recipientes hubieren contenido sustancias del grupo 3, deberían ser lavados previo a su
disposición final.
18
CLASIFICACIÓN DE RESIDUOS
GRUPO
TIPOS DE RESIDUOS
TRATAMIENTO
DISPOSICIÓN FINAL
GRUPO 1
Papeles, maderas, restos de
alimentos, trapos limpios
Se acumulan
temporariamente evitando
su dispersión (por viento o
animales)
GRUPO 2
Plásticos, polietileno, caucho,
envases tetra brick, envases
metalizados.
En caso de recipientes,
lavarlos convenientemente.
GRUPO 3
Residuos peligrosos
sólidos: cenizas del
grupo 1, pilas, baterías, filtros
y objetos impregnados.
líquidos: ácidos, grasas,
aceites industriales y
domésticos, líquidos de
revelado, lubricantes,
detergentes no
biodegradables, pinturas.
latas y vidrios, alambre,
concreto u hormigón.
Almacenar con precauciones especiales: en
recipientes adecuados, por
separado, rotulado, vigilado
continuamente, sellado,
acumulado evitando
dispersión (un solo sitio,
preferentemente techado y
con piso de mampostería)
Evacuar
En caso de recipientes,
lavarlos convenientemente.
Evacuar, o reutilizar
GRUPO 4
Incinerar, evacuar o
arrojar al mar,
previamente macerados.
(Nunca arrojar restos de
productos avícolas sin
cocer )
Evacuar
Separar por grupos
Compactar
2.7.3. Residuos cloacales
Los residuos cloacales pueden ser procesados de la siguiente manera:
sometidos a una purificación por intermedio de una planta de tratamiento
tratados previamente en un “baño químico”
descargados al mar en zonas abiertas o de alta circulación de aguas
almacenados, para su posterior evacuación a una estación o buque que posea
capacidad para procesarla.
La elección del procesamiento dependerá de las posibilidades y equipamiento de cada
base. Deberá contemplarse el estudio y la posibilidad de incorporar como sistema
depurativo la fermentación anaeróbica bacteriana. Se recomienda también, en los
casos en que sea posible, utilizar agua de mar en sanitarios, en lugar de agua dulce.
19
Recomendaciones para el Manejo de
Residuos en bases y buques
Infórmese sobre las normas de clasificación vigente
Evitará inconvenientes al momento de incinerar o al preparar los residuos para su
evacuación.
Asegure la existencia de cestos de residuos en toda la base
En cada lugar donde se desarrolle alguna actividad humana que genere residuos
deberían existir recipientes apropiados para acumular por separado los cuatro
grupos de desechos arriba descriptos.
Haga cumplir el Plan de Manejo de Residuos de la Base
De esta forma, será más sencillo detectar fallas en el sistema y la información será
más fácilmente traspasada en el recambio de dotaciones.
Las personas a cargo del manejo
ser especialmente asignadas
de
residuos
deberán
De esta forma se garantiza que exista un responsable, el cual estará especializado
en dicha tarea.
Exhiba la información
forma pública
sobre
manejo
de
residuos
en
Es importante que las normas de clasificación de residuos estén expuestas en
forma de posters, carteles y folletos, especialmente para evitar que los visitantes y
personal en tránsito cometa errores al clasificar los desechos.
Nunca elimine residuos cloacales
estancos o semi-estancos
en
cuerpos
de
agua
Esto se aplica a residuos tanto sólidos como líquidos, y a lagos, lagunas
permanentes o semi-permanentes así como a sectores de baja circulación de aguas
(bahías o caletas cerradas, albuferas) y a cursos de agua que finalmente drenen
hacia cualquiera de ambos.
20
Evite que la capacidad de planta de
residuos cloacales se vea sobrepasada
tratamiento
de
Para ello, la población de la base debe mantenerse dentro de ciertos límites.
Informe sobre cualquier anomalía al respecto.
Realice mensualmente análisis
la planta de efluentes
del
líquido
de
salida
de
Estos análisis deberían incluir Demanda Biológica de Oxígeno y Turbidez. De esta
manera, ayudará a controlar el funcionamiento de la planta. Mantenga un registro
de dichos análisis.
Ante
cualquier
duda,
consulte
responsable directo antes de actuar.
siempre
con
el
En caso de residuos provenientes de la actividad científica,
consulte siempre con el responsable del manejo de tales sustancias.
2.7.4. Residuos Históricos
El Artículo 1 del Anexo III del Protocolo establece la obligación de limpiar los sitios
terrestres de eliminación de residuos originados por actividades pasadas así como los
sitios abandonados de trabajo de actividades antárticas. Dicha norma no presupone
retirar objetos o estructuras que hayan sido designadas como sitios o monumentos
históricos.
Las tareas de limpieza de residuos históricos sólo se realizarán si el impacto ambiental
producido por dichas tareas no es mayor al impacto ambiental que produce la
acumulación de los residuos históricos en el lugar donde se encuentran.
21
2.7.5. Manejo de residuos en campamentos
Los residuos generados por los campamentos deberán ser clasificados en los cuatro
grupos descriptos y llevados a la base de apoyo. Una vez allí, serán tratados según los
procedimientos vigentes en la base.
Recomendaciones para el Manejo de
Residuos en campamentos
Está prohibida la quema a cielo abierto
Así lo establece claramente el Artículo 3.2. Anexo III del Protocolo
Deberá
contar
con
suficientes
recipientes
basura que produzca el campamento
para
la
Los recipientes de embalaje más convenientes resultan ser los tambores vacíos de
combustible con tapa, para lo cual advierta a la estación con anterioridad, para que
se los provea al inicio de la campaña.
Limpie y
repliegue
ordene
el
sitio
de
campamento
antes
del
Particularmente cuando se trate de refugios. No olvide que éstos pueden llegar a
ser posteriormente visitados por grupos de otros países.
Los residuos cloacales sólidos deben ser devueltos a las
bases de origen
Asegúrese entonces de que el campamento cuente con suficientes bolsas para este
tipo de residuos.
Los residuos cloacales líquidos (orina, aguas de cocina
y lavado) deberán eliminarse en sectores costeros, con
buena circulación de agua.
Nunca los elimine en cuerpos lacustres o lagunares ni en ríos, arroyos y chorrillos
que puedan drenar hacia dichos cuerpos de agua dulce.
22
2.8.Protección y gestión de zonas
El respeto por las normas que regulan la administración de Areas Protegidas es
extremadamente importante al momento de planificar actividades en dichas áreas y de
llevarlas a la práctica.
Por ende, todo el personal argentino que participa en la Campaña Antártica debe
conocer los significados de estas zonas que gozan de protección especial bajo el
Sistema del Tratado Antártico y que se especifican en el Anexo V del Protocolo de
Madrid. Este comentario cobra particular importancia para el personal destinado a
áreas próximas a áreas con requerimientos especiales de uso (Base Jubany y
Primavera), o que deba cumplir alguna tarea en ellas (Rompehielos Irizar y buques de
apoyo). Así, dicho personal deberá prestar particular atención a las recomendaciones
contenidas en los planes de manejo de tales áreas.
Resulta de particular importancia que el personal logístico que desempeña funciones a
bordo del Rompehielos ú otra embarcación o aeronave involucrada en actividades
antárticas, conozca la ubicación y motivos de designación de todas las áreas con
requerimientos especiales de uso -no sólo de las administradas por nuestro país-,
ubicadas en las proximidades de su radio de acción. De esta manera se podrán
prevenir posibles interferencias con planes de investigación o con actividades logísticas
o de otro tipo que otras naciones puedan estar desarrollando en tales áreas, que
podrían motivar quejas hacia nuestro accionar en la Antártida.
2.8.1. Antecedentes históricos
Una de las primeras formas de protección del medio ambiente que estableció el
Sistema del Tratado Antártico fue la definición de las categorías de zonas protegidas.
Bajo la Recomendación III-8 del año 1966 se estableció la categoría de Zonas
Especialmente Protegidas (ZEP), con el objeto de preservar características
excepcionales del ambiente. Algunos años después, la Séptima Reunión Consultiva del
Tratado Antártico estableció una nueva categoría de área protegida, denominada Sitio
de Especial Interés Científico (SEIC). A diferencia de la categoría anterior, los SEICs
tenían como objetivo de designación no sólo proteger las características naturales de
un determinado lugar sino, y principalmente, proteger los planes de investigación que
en esas zonas se llevaban a cabo.
2.8.2. El sistema de Áreas Protegidas en el Protocolo de Madrid
A partir del año 1991, las naciones integrantes del Sistema del Tratado Antártico
aprobaron el Protocolo al Tratado Antártico Sobre Protección del Medio Ambiente
(Protocolo de Madrid). El Anexo V a dicho Protocolo estableció un nuevo esquema de
áreas protegidas en la Antártida, creando dos nuevas categorías que reemplazan a las
ya descriptas: Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ASPAs) y Zonas Antárticas
Especialmente Administradas (ASMAs). La categoría de Sitios y Monumentos
Históricos -creada con anterioridad al Anexo V- se mantiene dentro del nuevo
esquema.
Al momento de la edición de este ejemplar el Anexo V aún no ha sido ratificado por
todas las Partes Consultivas, y hasta tanto ello no ocurra no podrá entrar en vigencia.
23
Sin embargo, sólo resta que tres países lo hagan, y éstos ya han manifestado que los
trámites legislativos para su ratificación se hallan en avanzado estado. Por ello, el
tratamiento de esta sección se ha realizado considerando al Anexo V como ya entrado
en vigor.
Zonas Antárticas Especialmente Protegidas
(Antarctic Special Protected Areas, ASPAs)
Dentro de esta categoría se incluye a cualquier zona, terrestre o marina en la que
deban ser protegidos sus valores científicos, estéticos, históricos o naturales, cualquier
combinación de estos valores o las investigaciones científicas en curso o previstas.
Estas áreas poseen planes de manejo, que responden a la necesidad de protección de
las características ambientales de esas zonas y a garantizar que los planes de
investigación que se llevan a cabo se desarrollen sin interferencias nocivas. Los
mismos son aprobados por el Comité Ejecutivo del SCAR y cada jefe de base debe
tener una copia de todos los permisos y reportes que surjan de las actividades
científicas y logísticas de apoyo a la ciencia que se lleven a cabo dentro de los límites
del sitio.
Quedará terminantemente prohibido ingresar a cualquiera de estas áreas salvo de
conformidad con un permiso expedido por una de las Partes del Tratado Antártico. Los
Sitios de Especial Interés Científico y las Zonas Especialmente Protegidas, designados
como tales por anteriores Reuniones Consultivas se redesignan entonces como
ASPAs.
Zonas Antárticas Especialmente Administradas
(Antarctic Special Management Areas, ASMAs)
Estas áreas pueden comprender sectores marinos o terrestres y tienen como objetivo
de designación contribuir al planeamiento y coordinación de diferentes tipos de
actividades, evitar posibles conflictos, mejorar la cooperación entre las Partes y reducir
al mínimo los impactos ambientales adversos. Esta categoría tiende a considerar
regiones más amplias que las designadas como ASPAs, en las que se desarrollan
diferentes actividades y se corre el riesgo de superposición de intereses y de producir
impactos ambientales por falta de coordinación.
La entrada a estas Zonas no está sujeta a permiso, pero dado que dentro de un ASMA
puede haber una o más porciones designadas como ASPAs, el ingreso a estas últimas
debe cumplir con los requisitos de permiso mencionados en el punto anterior.
2.8.3. Permisos de ingreso
El operador que desee ingresar en un área antártica especialmente protegida (ASPA)
deberá contar con un permiso de ingreso, extendido por la autoridad competente (en
nuestro caso, la DNA). Para ello deberá remitir a la DNA la información sobre la
actividad a realizar en el área, utilizando el formato contenido en el Formulario de
Evaluación Preliminar de Impactos sobre el Medio Ambiente, descripto oportunamente.
El permiso para ingresar y/o desarrollar actividades en un área designada como Area
Especialmente Protegida bajo el Anexo V del Protocolo, sólo será extendido si la
actividad se ajusta a las condiciones contenidas en el correspondiente Plan de Manejo
aprobado según lo establecido en el Anexo V del Protocolo.
El operador deberá portar consigo una copia del permiso mientras se encuentre en la
24
Zona Antártica Especialmente protegida en cuestión. Los Jefes de las bases antárticas
argentinas situadas en proximidad de Areas Especialmente Protegidas, tienen la
atribución de exigir el permiso correspondiente a los operadores responsables.
2.8.4. Áreas Protegidas en el Sector Antártico Argentino
ASPAs (ex-Zonas Especialmente Protegidas [ZEP] - Specially Protected Areas [SPA] )
No.1
NOMBRE
UBICACION
8
Islotes Dion, Bahía Margarita, Península Antártica
67°52’ S, 68°42’ W
9
Isla Verde, Islas Berthelot, Península Antártica
65°19’ S, 64°09’ W
13
Isla Moe, Islas Orcadas del Sur
60°44’ S, 45°41’ W
14
Isla Lynch, Islas Orcadas del Sur
60°39’ S, 45°36’ W
15
Isla Powell del Sur e islas adyacentes, Islas Orcadas del Sur
60°43’ S, 45°00’ W
16
Península Mina de Cobre, Isla Robert, Islas Shetland del Sur
62°22’ S, 59°43’ W
17
Isla Litchfield, Puerto Arturo, Isla Amberes, Archipiélago Palmer
64°46’ S, 64°06’ W
18
Norte de la Isla Coronación, Islas Orcadas del Sur
60°31’ S, 45°41’ W
60°37’ S, 45°36’ W
60°32’ S, 45°29’ W
19
Isla Lagotellerie, Bahía Margarita, Península Antártica
67°53’ S, 67°24’ W
21
Isla Avian, al sur de la isla Adelaida, Península Antártica
67°46’ S, 68°53’ W
23
Laguna Forlidas (1) y Lagunas del Valle Davis (2), Macizo Dufek, Tierra
de Ellsworth
82°27’ S, 51°21’ W (1)
82°28’ S, 51°08’ W (2)
1
La numeración corresponde a las ex-Zonas Especialmente Protegidas, dado que aún no se han renumerado
conforme al Anexo V.
Figura 1: Ubicación de las exZEP (ASPAs)
25
ASPAs (ex-Sitios de Especial Interés Científico [SEIC] - Site of Special Scientific Interest [SSSI] )
No.2
5
NOMBRE
Península Fildes, Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del Sur
(Dos sitios: A y B)
UBICACION
A: entre 62°10’50” S, y
62°11’28” S; y entre
58°55’27” W y 58°56’38” W
B: entre 62°12’30” S y
62°13’ 30” S, y entre
58°57’ 11” W, y 58°59’32” W
6
Península Byers, Isla Livingston, Islas Shetland del Sur
62°37’ S, 61°03’ W
8
Costa Occidental de la Bahía Lasserre/del Almirantazgo, Isla 25 de
Mayo, Islas Shetland del Sur
62°11’ S, 58°27’ W
9
Punta Rothera, Isla Belgrano/Adelaida
67°34’ S, 68°06’ W
13
Península Potter, Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del Sur, en
proximidades de la Base Jubany.
62°15’ S, 58°39’ W
14
Punta Armonía, que comprende el territorio libre de hielo en los
alrededores del refugio Gurruchaga Isla Nelson, Islas Shetland del
Sur (sitio co-administrado con Chile).
62°18’ S, 59°11’ W
15
Punta Cierva e islas adyacentes, Costa Danco, Península Antártica,
alrededor de la base Primavera.
64°10’ S, 61°01’ W
20
Punta Biscoe, Isla Amberes/Anvers, Archipiélago Palmer
Partes de Isla Decepción, Islas Shetland del Sur (5 áreas)
Zona A: De punta Entrada a punta Collins
Zona B: Bahía 1o. de Mayo/Del Centro
Zona C: Bahía Teléfono
Zona D: Caleta Péndulo
Zona E: Laguna Verde/Pennilea
64°48’ S, 63°47’ W
21
26
Bahía Chile/Discovery, Isla Greenwich, Islas Shetland del Sur
(Dos sitios: A y B)
63°00’ S, 60°34’ W
62°57’ S, 60°42’ W
62°56’ S, 60°40’ W
62°56’ S, 60°35’ W
62°58’ S, 60°34’ W
A: entre 62°28’54” S, y
62°29’18” S; y entre
59°41’12” W y 59°41’43” W
B: entre 62°28’18” S y
62°28’ 42” S, y entre
59°40’ 15” W, y 59°40’47” W
A: entre 62°55’30” S, y
62°56’12” S; y entre
60°37’00” W y 60°38’00” W
B: entre 62°57’12” S y
62°57’ 54” S, y entre
60°36’ 20” W, y 60°37’20” W
27
Puerto Foster, Isla Decepción, Islas Shetland del Sur (2 sitios: A y B)
28
Bahía del Sur, Isla Doumer, Archipiélago Palmer
64°52’ S, 63°35’ W
(centroide)
29
Punta Ablación, Cumbres Ganymede, Isla Alejandro I
70°50’ S, 68°24’ W
(centroide)
31
Monte Flora, Bahía Esperanza, Península Antártica, alrededores de
Base Esperanza
63°25’ S, 57°00’ W
32
Cabo Alvarado/Shirreff, Isla Livingston, Islas Shetland del Sur
62°29’ S, 60°48’ W
33
Isla Ardley, Bahía Guardia Nacional, Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del
Sur
62°13’ S, 58°56’ W
26
ASPAs (ex-Sitios de Especial Interés Científico [SEIC] - Site of Special Scientific Interest [SSSI] )
No.2
NOMBRE
UBICACION
62°07’48” S, 58°09’17” W
62°07’49” S, 58°07’14” W
62°08’19” S, 58°07’19” W
62°08’16” S, 58°09’15” W
34
Cabo Anca de León, Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del Sur
35
Sector Occidental del Mar de la Flota (Estrecho Bransfield), frente a la
Isla Baja, Islas Shetland del Sur
63°20’ S, 61°45’ W
Sector Oriental de la Bahía Dallmann, frente a la costa occidental de la
Isla Brabante, Archipiélago Palmer
64°00’ S y 64°20’S
36
2
63°35’ S, 62°30’ W
62°50’ W y zona intermareal
La numeración corresponde a los ex-Sitios de Especial Interés Científico, dado que aún no se han renumerado
conforme al Anexo V . En negrita, las zonas propuestas por nuestro país.
Figura 2: Ubicación de los ex-SEICs (ASPAs)
27
2.8.5. Informe de Visita
Una vez que la actividad en el área antártica protegida haya finalizado, el operador
responsable deberá preparar un Informe de Visita, en el cual constará si la actividad se
realizó de acuerdo con lo informado, o bien si existieron circunstancias particulares no
contempladas previamente.
AREA ANTÁRTICA ESPECIALMENTE PROTEGIDA
INFORME DE VISITA
1. Nombre y número de área protegida:
2. Responsable
Dirección:
Teléfono:
Fax:
e-mail:
3. Naturaleza del trabajo
(tildar lo que corresponde):
a. logístico
b. científico
c. inspección
d. visita
4. Lugar de realización (ubicación geográfica)
5. Fecha y duración de la visita:
6. Indique si la actividad se llevó a cabo de acuerdo con lo preestablecido o si hubo
alguna modificación imprevista en el curso de su realización:
7. Describa las señales, instrumentos o equipos instalados o removidos, o cualquier
material colocado en el ambiente, con su correspondiente localización en un mapa.
Indique el tiempo estimado de permanencia del material en el Área
8. Indique cualquier contravención del Plan de Manejo durante la visita - intencional,
accidental o debida a una emergencia-, con sus correspondientes fechas y
magnitudes, así como su localización en el mapa
9. Incluya una apreciación sobre el estado de las estructuras, señales, etc., que
existan en el sitio (indique en el mapa, si fuera necesario):
10. Cualquier otra información o comentario que considere relevante:
2.8.6. Sitios y Monumentos Históricos
Desde la primera Reunión Consultiva, se tomaron en cuenta los intereses de algunos
gobiernos por preservar las tumbas, construcciones u objetos de interés histórico
situados en el área del Tratado Antártico. Los sitios y monumentos históricos antárticos
(SMH) han sido propuestos por los diferentes países miembros del Tratado Antártico y
aprobados en las sucesivas Reuniones Consultivas, mediante Recomendaciones. Es
obligación de cada país proponente conservar y mantener los sitios y monumentos que
ha propuesto.
28
Para ello, los SMHs deben estar claramente identificados mediante un letrero,
indicando en los cuatro idiomas oficiales del Tratado Antártico (español, francés, inglés
y ruso) que el mismo ha sido designado para ser preservado de acuerdo a las
disposiciones del Tratado Antártico.
2.8.7. Sitios y Monumentos Históricos en el Sector Antártico Argentino
Sitios y Monumentos Históricos (Sector Antártico Argentino)
No.2
DESCRIPCIÓN DEL SMH
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
1
Mástil de bandera erigido en diciembre de 1965 por la Primera Polo Sur Geográfico
Expedición Polar Terrestre Argentina.
26
Instalaciones abandonadas en la Base Argentina “General Isla Barry, Islas Debenham,
San Martín” con cruz, mástil de bandera y monolito erigidos Bahía Margarita
en 1951
(Lat 68º07’S, Long 67º06’W)
27
Montículo con placa en el Cerro Megalestris, , erigido en 1909 por Isla Petermann
la Segunda Expedición Francesa, dirigida por J.B.Charcot
(Lat. 65º10’S, Long. 64º09’W )
Restaurada por el British Antarctic Survey en 1958
28
Pirca con pilar de madera y placa con los nombres de los Puerto Charcot, Isla Booth
miembros de la Primera Expedición Francesa dirigida por J.B.
(Lat. 65º 03’ S., Long. 64º 02’ W)
Charchot, que invernaron allí en 1904 a bordo del “Le Francais”
29
Faro denominado “ 1º de Mayo” erigido por la Argentina en Isla Lambda, Islas Melchior
1942. Éste fue el primer faro argentino en la Antártida.
(Lat. 64º 18’ S, Long. 62º 58’ W)
30
Refugio erigido en 1950, cerca de la Base Chilena “Gabriel Bahía Paraíso
Gonzalez Videla”, en honor del Primer Jefe de Estado en visitar la
(Lat. 64º 49’ S, Long. 62º 51’ W)
Antártida
31
Placa conmemorativa que indica la ubicación de un cementerio Isla Decepción
donde unos cuarenta balleneros noruegos fueron sepultados en la
(Lat. 62º 58’ S, Long. 60º 34’ W),
primera mitad del siglo XX. El cementerio fue arrasado por una
erupción volcánica en febrero de 1969.
32
Monolito de cemento erigido en 1947, cerca de la Base Chilena Isla Greenwich
“Arturo Pratt”. Punto de referencia para trabajos hidrográficos de
(Lat. 62º 28’ S, Long. 59º 40’ W).
Chile en la Antártida
33
Refugio y cruz con placa cerca de la Base Chilena “Arturo Pratt” Isla Greenwich
En memoria del Capitán de Corbeta González Pacheco, quien
(Lat. 62º 29’ S, Long. 59º 40’ W)
murió trágicamente mientras estuvo a cargo de la Base en 1960.
34
Busto del capitán chileno Arturo Pratt, erigido en 1947 en la base Isla Greenwich
del mismo nombre.
(Lat. 62º 30’ S, Long. 59º 41’ W)
35
Cruz de madera y estatua de la Virgen del Carmen, erigida en Isla Greenwich
1947, cerca de la Base “Arturo Pratt.
(Lat. 62º 29’ S, Long. 59º 40’ W)
36
Placa de metal erigida por Eduard Dallman para conmemorar Caleta Potter, Isla 25 de Mayo,
la visita de su Expedición Alemana el 1º de marzo de 1874.
(Lat. 62º 14’ S, Long. 58º 39’ W)
37
Estatua de Bernardo O’Higgins, erigida en 1948 frente a la Base (Lat. 63º 19’ S, Long. 57º 54’ W).
29
Sitios y Monumentos Históricos (Sector Antártico Argentino)
No.2
DESCRIPCIÓN DEL SMH
que lleva su nombre, para honrar al Primer Gobernante de Chile
que recalcara la importancia de la Antártida.
38
Cabaña construida en febrero de 1902 por el grupo principal Isla Cerro Nevado
de la Expedición Sueca al Polo Sur, dirigida por Otto
(Lat. 64º 22’ S, Long. 56º 59’ W)
Nordenskjold
39
Cabaña de piedra construida en enero de 1903 por un grupo Bahía Esperanza
de la Expedición Sueca al Polo Sur.
(Lat. 63º 24’ S, Long. 56º 59’ W)
40
Busto del General San Martín, gruta con una estatua de la BaseEsperanza,Bahía
Virgen de Luján y un mástil de bandera erigidos en 1955 junto Esperanza (Lat. 63º 24’ S, Long.
a un cementerio con una lápida en memoria de miembros de 56º 59’ W)
expediciones argentinas que fallecieron en el área.
41
Cabaña de piedra, construida en febrero de 1903 por C.A. Larsen, Isla Paulet
capitán noruego del buque “Antarctic” de la Expedición Sueca al
(Lat. 63º 34’ S, Long. 55º 45’ W).
Polo Sur, dirigida por Otto Nordenskjold, junto con la tumba de un
expedicionario, y pirca construida por los sobrevivientes del
naufragio en el punto más alto de la isla, para llamar la atención de
las expediciones de rescate.
42
Cabaña de piedra construida en 1903 por la Expedición Área de la Bahía Scotia, Isla
Escocesa dirigida por W.S. Bruce; el Observatorio Laurie, Islas Orcadas del Sur,
Meteorológico y Magnético Argentino construido en 1905; y (Lat. 60º 44’ S, Long. 44º 41’ W)
un cementerio con siete tumbas que datan de 1903.
43
Cruz erigida en 1955, a una distancia de 1300 metros al Bahía Piedrabuena, Barrera de
nordeste de la Base Argentina General Belgrano I
Hielo Filchner
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
(Lat. 77º 58’ S, Long. 38º 48’ W)
45
Placa empotrada a una altura de 70 metros, construida por Punta Metchnikoff, Isla Brabante,
Francois de Gerlache para conmemorar el primer desembarco en (Lat. 64º 02’ S, Long. 62º 34’ W)
la Isla Brabante como parte de la Expedición Antártica Belga 18971899.
50
Placa de bronce, en memoria del desembarco de la Primera Península Fildes, Isla 25 de Mayo
Expedición Antártica Polaca, 1976. La placa está colocada en un
Lat. 62º 12’ S, Long. 59º 01’ W
acantilado, al suroeste de las bases chilena y soviética.
51
Tumba de Wlodzimierz Puchalski, autor de documentales, quién Bahía del Almirantazgo, Isla 25 de
murió trabajando en la base Arctowski el 19 de Enero de 1979. La Mayo
tumba está marcada con una cruz de hierro al sur de la base.
52
Guardia
Nacional
Monolito para conmemorar el establecimiento de la “Estación de Bahía
Gran Muralla” de la República Popular de China, fundada el 20 de (Península Fildes), Isla 25 de
Mayo, Islas Shetland del Sur.
febrero de 1985.
(Lat. 62º 13’ S, Long. 58º 58’ W)
53
Monolitos y Placas Conmemorativas celebrando el salvamento de Isla Elefante
los supervivientes del buque británico “Endurance” por la
(Lat. 61º 06’ S, Long. 54º, 50’W)
escampavía de la Armada Chilena “Yelcho”.
Réplicas en las bases chilenas
“Arturo Pratt”, (Lat. 62º 30’ S,
Long. 59º 49’ W), y “Presidente
Eduardo Frei” (Lat. 62º 12’ S,
Long. 62º 12’ W).
55
Edificios y artefactos en la Base Este y sus cercanías inmediatas. Isla Stonington,
Estas estructuras fueron utilizadas por dos expediciones de
(Lat. 68º 11’ S, Long. 67º 00’ W)
invierno de los Estados Unidos de América: la Expedición del
30
Sitios y Monumentos Históricos (Sector Antártico Argentino)
No.2
DESCRIPCIÓN DEL SMH
Servicio Antártico (1939-1941) y la Expedición de Investigación
Antártico Ronne (1947-1948). La dimensión de la zona histórica es
de aproximadamente 1000 metros en la dirección norte-sur (desde
la playa hasta el glaciar noreste adyacente a la Bahía Back) y de
aproximadamente 500 metros en la dirección este-oeste.
56
Los restos y las inmediaciones de la choza de la Punta Waterboat, Punta Waterboat, Costa Danco,
ubicados cerca de la estación chilena desocupada ” Presidente Península Antártica
Gabriel Gonzalez Videla” . La choza, de la que sólo quedan restos,
(Lat. 64º 49’ S, Long. 62º 51’ W).
fue ocupada por los británicos Bagshawe y Lester en 1921-1922.
Esta ha sido la expedición más reducida (dos personas
únicamente) que haya pasado jamás el invierno en la Antártida.
57
Placa colocada cerca de un refugio chileno, en memoria del Bahía Yankee, Estrecho
capitán Roberto McFarlane, quien exploró, en 1820, a bordo del McFarlane, Isla Greenwich, Islas
Shetland del Sur
bergantín “Dragón”, la región de la Península Antártica.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
(Lat. 62º 32’ S, Long. 59º 45’W)
58
59
Pirca con placa conmemorativa erigida en las cercanías del
cementerio de los balleneros -SMH Nº 31, en honor del
Capitán Adolfus Amandus Andresen, pionero de la Antártida,
primero en establecer en 1906, un centro de operaciones
balleneras en la Isla Decepción.
Bahía de los Balleneros, Isla
Decepción, Islas Shetland del
Sur
(Lat. 62º 59’ S, Long. 60º 33’ W)
El monolito erigido en memoria de los tripulantes del Buque “San Playa de la Media Luna, Cabo
Telmo”, naufragado en septiembre de 1819. Estos hombres Shirreff, Isla Livingston, Islas
fueron probablemente los primeros en morir en la Antártida
Shetland del Sur
(Lat. 62º 28’ S, Long. 60º 46’W)
60
61
Cartel de madera y monolito colocado el día 10 de Noviembre
de 1903 por los tripulantes de la corbeta argentina “Uruguay”,
en el lugar donde se rescató a la expedición sueca del Dr.
Otto Nordenskjold. En enero de 1990, un monolito fue erigido
por la Argentina como testimonio del encuentro en este lugar.
Bahía Pingüinos, costa sur de la
Isla Marambio (Seymour),
archipiélago de Ross
(Lat. 64º 16’ 00” S, 56º 39’ 10” W)
Base utilizada en la Operación Tabarin y como centro de Base A, Puerto Lockroy, Isla
investigación científica
Goudier, cerca de Isla Wiencke,
Península Antártica
(Lat. 64º 49’ S, Long. 63º 29’W)
62
Ejemplo de una base científica británica de la primera época.
Base F, Wordie House, Isla
Winter, Islas Argentinas
(Lat. 65º 15’ S, Long. 64º 16’W)
63
Base británica de fines de la década del 50, inalterada y Base Y, Isla Horseshoe, Bahía
completamente equipada.
Margarita
(Lat. 67º 48’ S, Long. 67º 18’W)
64
Ejemplo de una base científica británica de la primera época.
Base E, Isla Stonington, Bahía
Margarita
(Lat. 68º 1’ S, Long. 67º 00’W)
71
Ruinas de una factoría ballenera noruega establecida en 1912
Bahía de los Balleneros, Isla
Decepción, Islas Shetland del
Sur
(Lat. 62º 59’ S, Long. 60º 33’ W)
En negrita, las zonas propuestas por nuestro país.
31
Figura 3: Ubicación de los Sitios y Monumentos Históricos
2.8.8. Otros tipos de áreas protegidas
Otras Áreas Protegidas
TIPO
Reserva
de
(CCAS sites)
NOMBRE
Focas Área circundante a las islas Orcadas
del Sur.
Sitios de Monitoreo de Pequeñas islas e islotes al norte de la
la CCRVMA (CEMP isla Elefante. Islas Foca, Islas Shetland
sites)
del Sur.
Área
Antártica Bahía del Almirantazgo
Especialmente
Administrada (ASMA)
Lat 60º59’S, Long 55º23’W
Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del
Sur
Área
Especialmente Ladera Norte del Macizo Dufek, Montes
Reservada
Pensacola.
Área de Planificación
de Uso Múltiple
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Entre 60°20’ S, y
60°56’ S; y entre
44°05’ W y 46°25’ W
Sector SW de isla Amberes/Anvers y
áreas aledañas (Base Palmer)
32
Entre 82°36’ S,
53°30’ W (Nunataks Brown) y entre
82°26’ S, 50°36’ W
(Nunataks Cox)
Entre 64°41’ 30” S, y
65°00’00” S; y entre
63°40’ W y 64°35’ W
Recomendaciones sobre Áreas
Protegidas Antárticas
Infórmese acerca de la
en la zona de la base
presencia
de
áreas
protegidas
El jefe de base y/o el jefe científico son responsables de informar a todo el
personal de la base sobre la presencia de áreas protegidas y las condiciones de
acceso. Recuerde que no sólo las ASPAs y las ASMAs son áreas protegidas, sino
también los SMHs y los CEMPs (Sitios con Programas de Monitoreo Ambiental de la
CCRVMA).
Es importante que exista suficiente información pública
sobre la presencia de áreas protegidas
Recuerde que la base puede alojar personal en tránsito o visitantes ocasionales. La
información pública debe incluir identificación de la categoría de área (ASPA,
ASMA, SMH, CEMP), localización (preferentemente con mapas), objetivos de
designación, restricciones de acceso, y condiciones de permiso. Lugares como el
comedor, salas de estar, o la biblioteca son sectores adecuados para colocar
posters, carteles y folletos.
Consulte el Plan de Manejo del Área Protegida
Se asegurará así que su actividad no interfiere con la estrategia de protección de
los valores del área.
Asegúrese de que el Plan de Manejo
protegidas esté disponible en la base
de
las
áreas
Además de las copias que puedan existir en la oficina del jefe de base, es
conveniente que algunas copias del plan de manejo estén disponibles en la biblioteca
o en los laboratorios, y que el personal de la base esté al tanto de ello.
Debe existir en la base un registro de los permisos de
ingreso a áreas protegidas
El jefe de base es el responsable de mantener un registro de los permisos, así como
de velar por su cumplimiento.
Informe sobre irregularidades observadas en áreas protegidas
Su aporte contribuirá a solucionar los problemas detectados.
33
2.9. Manejo de combustibles
Las recomendaciones propuestas en esta sección son de carácter general. Las
características particulares del ambiente y de la infraestructura presente en cada
Estación o Campamento determinarán cuál será el sistema de manejo de combustibles
más apropiado.
2.9.1. Métodos de abastecimiento y estiba de combustible
Por el momento, nuestras estaciones antárticas se abastecen de combustible de dos
formas básicas: a granel o en tambores de 200 litros. Los Campamentos, dado el menor
volumen que manejan, se abastecen sólo por tambores.
El abastecimiento a granel se realiza a través de tanques flexibles, o rolling tanks, (1000
y 2000 litros), que son transportados por helicópteros, suspendidos con arneses, en
vuelos que van desde pocos centenares de metros hasta decenas de kilómetros, sobre
mar, hielo, y/o sobre continente. Dado que los accidentes asociados a este tipo de
traslado han sido mínimos, en la práctica, se puede afirmar que el transporte de
combustible con rolling tanks, si bien es un método lento, es también bastante confiable.
Asimismo, la cantidad que eventualmente podría derramarse se restringe sólo al
volúmen del rolling tank transportado.
Por su parte, el aprovisionamiento en tambores, método para el cual se utilizan tanto
chinguillos transportados en helicóptero como lanchas de desembarco, ha presentado
algunos problemas de cierre, y de roturas de la chapa metálica, probablemente
deterioradas a causa de golpes y presión sufridos durante el viaje. Sin embargo, se trata
también de un método que acota el máximo volumen que pueda derramarse, que
siempre será un porcentaje menor, comparado con el volúmen total transportado.
La estiba a granel se realiza en tanques cisterna metálicos (cuya capacidad oscila entre
5.000 y 20.000 litros) o en pillow tanks - tanques plásticos, flexibles y plegables con
capacidad de hasta 10.000 litros -. De acuerdo con las normas establecidas por
COMNAP, se desaconseja el uso del pillow tank como reservorio de combustible. La
solución definitiva será la construcción de un sistema de tanques metálicos en las Bases
con bateas de hormigón directamente por debajo de los tanques de combustible, de tal
manera de eliminar la posibilidad de derrames de combustible hacia el mar.
34
Recomendaciones para el almacenamiento
y estiba de combustible
Verifique que los tambores lleguen en condiciones óptimas
Un tambor en mal estado obliga a tareas extra de transvase, es propenso a sufrir
pérdidas y no permite su traslado por vía aérea (por ejemplo, para abastecer a un
campamento). Informe sobre las irregularidades a este respecto.
Seleccione con criterio el lugar de
manténgalo en condiciones óptimas
estiba
principal,
y
Procure que el sitio elegido sea cubierto, sobre algún tipo de plataforma y que no
tenga conexión directa con cuerpos de agua dulce, o algún valor biológico.
Mantenga una vigilancia de rutina sobre la estiba de tambores
Disminuirá los riesgos de corrosión. Para evitar la formación de hielo en la base del
tambor se recomienda efectuar un ligero vaivén sobre su base durante cada visita de
vigilancia. Asimismo, proyectar la estiba por filas suficientemente separadas
minimiza la formación de hielo entre los tambores, y facilita su limpieza y control.
Controle frecuentemente el nivel de las cisternas
Al comparar con los registros de uso de combustible, permitirá detectar eventuales
pérdidas.
Mantenga limpias de nieve las bateas contenedoras de combustible
De no hacerlo, la batea no cumplirá con la función para la que fue construida
Si
se
utilizaren
pillow
tanks,
colóquelos
plataformas alejadas del tránsito de vehículos
permita que se acumule nieve sobre su superficie.
sobre
y no
Evitará que se produzcan derrames por incidentes o por sobrepeso.
Escoja con criterio el lugar destinado al transvase del combustible
El mayor riesgo de derrames está asociado a dicha maniobra. Procure entonces que el
sitio cuente con condiciones básicas, como:
• no contener ningún tipo de valor biológico;
• no estar situado sobre planos de declive que drenen hacia el mar, ni hacia lagunas u
otros lugares de interés o valor científico;
35
• ser una superficie plana, firme, (el ideal es una plataforma de hormigón), no
porosa, para facilitar el manejo de tambores o bien para reducir la posibilidad de
roturas de mangueras.
• estar alejado de los edificios principales, especialmente si cuentan con instalación
eléctrica.
Los sitios "históricos" en los que la maniobra de trasvase se ha realizado en cada
base deberán ser objeto de un replanteo que permita hallar un acuerdo entre los
requisitos de protección ambiental y las posibilidades logísticas disponibles.
Implemente medidas básicas de prevención
Ayudará a reducir la posibilidad de ocurrencia de derrames. Recuerde entonces que:
•
siempre deberá trabajarse sobre terreno limpio de elementos que no tengan que
ver con la maniobra de bombeo, retirando todo aquello que no sea utilizable en el
siguiente paso.
•
el área deberá acordonarse con algún vallado que limite posibles flujos, tal como
bolsas de arena, cojines absorbentes o canaletas cavadas en terreno no
permeable que permitan el drenaje hasta concavidades preparadas ex profeso,
donde se procederá a la extracción del combustible derramado por bombeo.
•
la delimitación del terreno de maniobra deberá señalizarse, con indicaciones
expresas de restricción del paso mientras dure la maniobra.
•
el tendido de mangueras deberá efectuarse constatando su estado, y procurando
que estén apoyadas sobre terreno alisado, vigilando permanentemente la
presencia de pérdidas o malos acoples entre tramos.
Controle
el
estado
de
todos
los
elementos
a
ser
utilizados antes de que comiencen las operaciones de
trasvase y después de finalizadas.
Tenga especial cuidado al realizar la recolección de mangueras y el plegado de los
rolling tanks. Es frecuente que en la plataforma de trabajo se derramen restos del
líquido contenido en las mangueras desacopladas o en los rolling tanks vaciados.
Establezca un único sitio para el reaprovisionamiento de
vehículos
En lo posible, busque un sitio donde un derrame, así sea pequeño,
pueda ser fácilmente controlado, y el combustible, recuperado.
36
2.9.2. Planes de Contingencia
Dado que las acciones de respuesta en la Antártida suelen ser muy restringidas, debido
a las condiciones climáticas, el énfasis debe colocarse entonces en la creación e
implementación de medidas preventivas, a través de Planes de Contingencia. El
Protocolo establece la necesidad de elaborar Planes de Contingencia y de Acciones de
respuesta ante Emergencias, y específicamente ante casos de contaminación marina.
El propósito de un Plan de Contingencia es reducir las pérdidas y el daño resultante de
un derrame de combustible a través de:
la identificación de las fuentes potenciales de derrames y la evaluación del
riesgo de cada una de ellas de afectar áreas ambientalmente sensibles;
la descripción de las acciones de respuesta;
el inventario de los recursos y equipos disponibles para hacer frente a tal evento;
y
el establecimiento de las funciones y responsabilidades del personal involucrado
en las acciones de respuesta.
Un Plan de Contingencia debe contener, además, un cronograma de realización de
ejercicios que abarquen diferentes situaciones de emergencia, previstas con anterioridad
o sin aviso previo, estableciendo hipótesis de riesgos graves, con despliegue de equipos
y recursos, reproduciendo una situación real. Estos ejercicios serán evaluados e
informados a las autoridades responsables, conteniendo las críticas y sugerencias que la
experiencia aconseje. Estos informes serán objeto de estudio por las autoridades
responsables a efectos de las revisiones periódicas.
En ningún caso, las medidas previstas en los Planes de Contingencia podrán ser tales
que pongan en riesgo vidas humanas, por demoras en recibir autorización para una
determinada acción. Las autorizaciones sólo estarán referidas al empleo de ciertas
sustancias que puedan afectar directa o indirectamente al medio ambiente.
El Consejo de Administradores de Programas Nacionales Antárticos (COMNAP) ha
elaborado una guía para la confección de dichos planes (ver Anexo Informe Final de la
XXII Reunión Consultiva del Tratado Antártico, Tromso, Noruega, 1998). El Tratado
Antártico, a través de la Recomendación [6] (1998) insta a las Partes Consultivas a
adoptar la guía propuesta por COMNAP para elaborar sus Planes de Contingencia y de
Acciones de Respuesta.
Cada Base, campamento o buque deberá contar con su propio Plan de Contingencia,
atendiendo a las posibilidades y medios disponibles así como a las características
ambientales de la región en donde opere cada uno de ellos.
37
Recomendaciones sobre Planes de
Contingencia
Familiarícese con el Plan de Contingencia de su base
Hágalo apenas arribado, y verifique la existencia de todos los elementos para hacerlo
cumplir. Es posible que, al momento de su arribo a la Antártida, aún no se haya
elaborado un Plan de Contingencia para su base en particular. Por tal motivo, procure
averiguar este dato de antemano, conéctese con aquellas personas que hayan
realizado su misma tarea en años anteriores, y entonces:
Confeccione un Plan básico de Acción ante derrames de
combustible
Al hacerlo, concéntrese en la prevención, asignación de roles y entrenamiento de
personal.
Comunique al resto de la dotación sobre los contenidos
del Plan de Contingencia
Especialmente en lo que concierne a la asignación de roles ante un derrame de
combustible.
Implemente algún tipo de simulacro de derrame.
La mejor estrategia de prevención es saber de antemano qué función cumple cada
persona en caso de un eventual derrame de combustible.
Los objetivos principales
ante un derrame serán:
de
las
•
detener el flujo de combustible hacia el mar,
sectores de valor biológico
•
prevenir la posibilidad de incendios
acciones
recuperado de algún modo,
•
almacenado convenientemente, y
•
remitido de vuelta al puerto de origen.
38
respuesta
hacia cuerpos de agua dulce o
Todo hidrocarburo derramado debe ser
•
de
2.9.3. Manejo de Combustibles en campamentos
Las directrices contenidas en esta sección se refieren exclusivamente a los
campamentos. Los refugios deberán atenerse a las mismas previsiones que las
estaciones activas permanentes, aún cuando sólo sean ocupados por períodos breves.
En un campamento, el combustible se almacena en tambores de 200 litros. El translado
de dicho combustible se efectúa normalmente vía aérea (helicóptero o Twin Otter).
El mayor inconveniente en un campamento es la precariedad de medios para afrontar
acciones de respuesta ante derrames de combustible, si bien los volúmenes utilizados
por un campamento son, en general, pequeños, si se los compara con los de una base.
Recomendaciones para el Manejo de
Combustibles en Campamentos
Prevea el traslado del combustible al campamento
Considerando que los campamentos no emplean grandes cantidades de combustible y
que, por seguridad aérea, es peligroso transportar tambores de combustible no sellados,
sería aconsejable que los campamentos trasladasen el combustible desde y hacia la base
de origen en recipientes plásticos de no más de 50 litros, con cierre de seguridad. Esto
facilitaría su manejo en el campamento, evitaría transvases de combustible, reduciría
riesgos en vuelo y permitiría que ningún sobrante de combustible quedara en el
campamento, una vez que el campamento es replegado.
Concentre el combustible en un solo lugar
De ser posible, sobre algún tipo de plataforma (tablones, por ejemplo).
Extreme los cuidados al
transvasar combustible
Especialmente al acoplar y desacoplar las bombas de mano, para evitar derrames. Y
no olvide cerrar los tambores al finalizar la operación de transvase.
Evite realizar estas operaciones en días muy ventosos
El viento favorece la dispersión del combustible. Evite que los tambores queden
semivacíos para que no rueden por acción del viento, con las consecuentes roturas y
pérdidas. Trasvase el resto del combustible hacia otros recipientes más pequeños.
39
Asegúrese de contar con algún tipo
hacer frente a pequeños derrames
de
elemento
para
Como por ejemplo, bolsas de arpillera, algún cojín de aserrín, recipientes vacíos, etc.
Evite que el combustible drene hacia
agua (lago, mar, o cursos de agua)
algún
cuerpo
de
Ése deberá ser el objetivo principal en caso de derrame de combustible
Retire todos los recipientes y materiales que contengan
combustible una vez que el campamento es replegado
En el caso en que se planifique dejar combustible de reserva en el área, tal situación
deberá estar establecida dentro de las tareas de los Grupos de Trabajo, con
especificaciones sobre los tipos de combustibles que pretenden dejarse.
Mantenga un registro de la localización de los depósitos
de reserva de combustible
Reporte tal información a la base de apoyo. Utilice GPS para su mejor ubicación.
Tome medidas precautorias, al dejar depósitos de reserva
Los tambores deben estar a cubierto, y aislados del substrato, para evitar
filtraciones. No debe existir contacto físico entre tambores y/o bidones (por
eventuales "pegados" por hielo).
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3.MANEJO DEL TURISMO
La actividad turística en la Antártida ha experimentado un constante incremento en la
última década, llegando a niveles que, de no ser convenientemente manejados,
podrían perjudicar tanto al medio ambiente como al normal desarrollo de las
actividades científicas y logísticas que se realizan en nuestras bases.
Cabe destacar que aproximadamente el 90% del turismo internacional con destino a
Antártida es canalizado cada año a través del puerto de Ushuaia, siendo el área de la
Península Antártica el principal polo de atracción para los turistas.
Por lo tanto, es necesario contar con un conjunto de normas que permitan el desarrollo
de la actividad turística para que ésta no afecte las actividades científicas y/o logísticas
que nuestro país realiza en la Antártida. A continuación se resumen algunas normas
que pueden ser tenidas en cuenta para el manejo de la actividad.
3.1.Aprobación de la visita
La aprobación de la visita corre por cuenta del jefe de base. Para establecer el primer
contacto se utilizará el canal 16, para pasar luego a alguna otra frecuencia
preacordada. El jefe de base puede negar, o desaconsejar la autorización si considera
que las condiciones meteorológicas no son las apropiadas, o si la visita interfiere con
actividades en curso de la base.
3.2.Recepción de los turistas
Es conveniente que el jefe de base (o quien éste designe) reciba a los visitantes con
una breve síntesis de las eventuales restricciones de ingreso a determinados sitios.
Esta síntesis puede estar resumida en un folleto de bienvenida. Una vez en la base o
refugio, todos los visitantes deberán estar acompañados por un guía o personal
especializado.
3.3.Conducta de los turistas
Los asentamientos reproductivos de aves y mamíferos y las zonas cubiertas de
vegetación que existen en los alrededores de las base/refugios, sólo podrán ser
visitados si la visita no interfiere con proyectos de investigación, y bajo la supervisión
de, por lo menos, un investigador. En este caso el grupo que realiza la visita estará
limitado en número de personas y tiempo de permanencia, y observará especial
cuidado en no disturbar los asentamientos de fauna ni pisotear la vegetación. Se
sugieren grupos de 25 personas, como máximo, frente a asentamientos reproductivos
de aves y mamíferos, a una distancia respetable, con una permanencia no mayor de 15
minutos por grupo.
Dentro de los límites de la base o refugio, los visitantes deben permanecer juntos y
limitarse a recorrer las instalaciones que el jefe de base autorice, a fin de salvaguardar
la seguridad de los visitantes y minimizar la disrupción en las tareas de la base. Todo
visitante debe observar respeto por la intimidad, trabajo y pertenencias del personal de
la base o refugio. Los visitantes no deben entrar a las instalaciones a menos que sean
expresamente invitados a hacerlo.
41
4 . I N S P E C C I O N E S A B A S E S A N TA R T I C A S E N
OPERACION
De acuerdo con el artículo VII del Tratado Antártico, los países Parte tienen la facultad
de llevar a cabo inspecciones a cualquier instalación antártica, se trate de bases,
aeronaves o embarcaciones que se encuentren dentro del área del Tratado Antártico.
4.1.Objetivos de una inspección
El objetivo de estas inspecciones es constatar el grado de cumplimiento de las normas
del Tratado así como las recomendaciones y acuerdos relacionados, y evaluar la forma
en que la base u otras instalaciones están siendo manejadas. Las conclusiones
obtenidas por los inspectores son usualmente presentadas como informes en las
Reuniones Consultivas del Tratado Antártico y distribuidas entre las Partes.
Teniendo esto en cuenta, la inspección pone usualmente énfasis en:
verificación del cumplimiento de las normas mencionadas y de la existencia de
dichas normas en la base (copias del T.A., Protocolo de Madrid, planes de
contingencia, etc.)
evaluación de las condiciones de seguridad para el personal resultantes del
manejo de la base
evaluación de las consecuencias ambientales resultantes del manejo de la base
evaluación del nivel de preparación del personal de la base acerca de temas
antárticos tales como: sistema del T.A. y acuerdos relacionados, supervivencia,
protección ambiental, etc.
programas científicos en curso
4.2.Características de la inspección
4.2.1. Comunicación diplomática
Cuando un país decide realizar una inspección bajo los términos del art. VII del T.A.,
está obligado a comunicar previamente por vía diplomática a todos los países Parte, la
lista de inspectores que ha designado a tal fin. No comunica obviamente qué bases
antárticas desea inspeccionar. La Cancillería Argentina informa entonces a la DNA, la
que, a su vez, comunica la lista de inspectores designados a cada base antártica
argentina y a las embarcaciones argentinas en operación. Los inspectores cuyos
nombres han sido informados por el país designante a la autoridad argentina
competente tienen todos los derechos contemplados en el art. VII del T.A. Si este
último proceso de comunicación previo no fuera cumplido, la inspección podría ser
considerada sólo como una visita.
42
4.2.2. Comunicación a la base
El equipo de inspectores suele comunicarse con las autoridades de la base o
embarcación el día anterior a la inspección a fin de coordinar los detalles del arribo.
Esta comunicación no es obligatoria, con lo que la misma puede ocurrir sólo unas horas
antes o no efectuarse en absoluto. Las vías usuales de comunicación son las
frecuencias utilizadas por la base y comunicadas en el intercambio de información de
SCALOP y, si estuvieren disponibles en la base, servicios de telefonía e Inmarsat.
4.2.3. Idioma
Un elemento sumamente importante a considerar es el idioma en el que se desarrollará
la inspección. Los idiomas oficiales del T.A. son cuatro: castellano, inglés, francés y
ruso, por lo que en el caso de inspección a instalaciones argentinas, nuestro país tiene
el derecho de que la misma se desarrolle en castellano y no en otro idioma. Este
requerimiento debe ser comunicado al grupo de inspectores y, en el caso que ninguno
de los inspectores pudiera desarrollar la inspección en castellano, el jefe de base podrá
abstenerse de contestar las preguntas del cuestionario de inspección. En el caso que el
jefe de base pudiera responder al cuestionario en otro idioma, igualmente deberá
abstenerse de hacerlo, dado que muchas de las preguntas del mismo requieren
respuestas técnicamente muy precisas.
Esta abstención no debe representar nunca una negativa al desarrollo de una
inspección. Los inspectores, aún si no pueden comunicarse en castellano, tienen la
atribución de visitar todas las instalaciones, sin ninguna restricción.
4.2.4. Metodología
Usualmente las inspecciones se llevan a cabo mediante dos métodos que pueden ser o
no desarrollados simultáneamente: cuestionario al jefe de base y visita a las
instalaciones.
Existe un cuestionario adoptado por las Reuniones Consultivas del T.A., que es
utilizado ampliamente en las inspecciones a bases antárticas, aunque el mismo puede
ser modificado a criterio del grupo de inspectores. Al final de este capítulo se adjunta
una copia de dicho cuestionario.
Las preguntas del cuestionario deben ser respondidas por el jefe de base, quién, para
las más específicas, puede estar acompañado y asesorado por el encargado de base,
el jefe científico u otro personal que considere idóneo. Los inspectores pueden acceder
a todas las instalaciones de la base sin restricciones, con el lógico respeto por la
intimidad del personal de la base.
4.3.Documentación
inspección
necesaria
para
enfrentar
una
Uno de los puntos más importantes en toda inspección es corroborar la presencia y
disponibilidad en la base de toda la documentación referente al Tratado Antártico y
acuerdos relacionados (Tratado Antártico, Protocolo de Madrid), así como los
permisos de ingreso a áreas protegidas y de toma e intromisión perjudicial de especies
antárticas.
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Esta documentación, junto con la que se detalla a continuación debe estar presente en
la base y disponible en forma pública (p. ej. en la biblioteca de la base, comedor, salas
de lectura, o de recreación, etc.). Si la misma se encontrara en el despacho del jefe de
base podría interpretarse que su disponibilidad para la dotación es limitada.
Plan Anual Antártico
Planes de manejo de las áreas protegidas administradas por Argentina y de
cualquier otra área vecina a la base (a menos de 20 km de distancia)
Planes de contingencia frente a emergencias (incendios, derrames de
combustible)
Planes de Manejo de residuos y de combustible
Registros de residuos y combustible.
Manuales instructivos-educativos (p.ej. Guía para la Protección del Medio
Ambiente Antártico, manuales de supervivencia antártica, etc.) y documentos de
índole científico-técnica referidas al área de la base.
4.3.1. Información pública
Resulta conveniente que parte de esta información, especialmente la referida a manejo
de residuos, disturbio sobre flora y fauna, e ingreso a áreas protegidas, esté resumida y
exhibida públicamente en forma de posters, carteles, infogramas, folletos, etc. en
lugares estratégicos de la base (comedor, cocina, áreas de recreación, pasillos, etc.).
4.4.Procedimientos a tener en cuenta
Cuando se recibe la comunicación de una futura inspección, el jefe de base
debe informar en primer término a la DNA.
Una vez arribado el grupo de inspección, el jefe de base debe solicitar al líder
del mismo los nombres de sus integrantes y constatar que pertenezcan a alguna
de las lista previamente comunicadas por la DNA. Si alguno de los integrantes
no coincidiera, el jefe de base debe comunicárselo al líder de la inspección y
tomar debida nota de ello para informarlo a la DNA. Si la totalidad de los
inspectores no figurase en ninguna lista previa, la inspección debería
considerarse como una visita y tratada en consecuencia, previa solicitud de
instrucciones a la DNA.
Una vez cumplida las presentaciones, el jefe de base debe coordinar con el líder
de la inspección la mecánica que tomará la misma. Es posible que los
inspectores deseen realizar simultáneamente el cuestionario al jefe de base y la
visita a las instalaciones. En ese caso el jefe de base estaría presente en solo
una parte de la inspección por lo que se aconseja no seguir esta rutina y
proponer que la inspección se desarrolle en dos etapas de modo que el jefe de
base pueda asistir a ambas. La duración de la inspección no debe ser nunca un
factor limitante, y el jefe de base debe mostrar total disposición en todo
momento.
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Durante toda la inspección el jefe de base debe estar presente y ser el que
conteste las preguntas de los inspectores. Puede ocurrir que en alguna pregunta
muy técnica delegue momentáneamente tal responsabilidad en el jefe científico
o en el encargado de base.
Parte de las preguntas pueden ser contestadas de manera mas precisa
entregando la documentación pertinente, por ejemplo, Planes de contingencia
ante derrames de combustible, Planes de Manejo de Residuos, etc.
4.5.Significado de las inspecciones
Las inspecciones son un instrumento primordial en el Sistema del Tratado Antártico. La
negativa a recibir una de ellas constituye una violación al Tratado Antártico y, por ende,
un hecho de suma gravedad. Si la inspección coincidiera con las operaciones de
reaprovisionamiento de la base, el Jefe de base deberá coordinar con el líder del
equipo de inspección el momento más apropiado para llevarla a cabo. Es de capital
importancia que, ante esta eventualidad, el Jefe de base muestre absoluta disposición
y buena voluntad, y que las demoras propuestas no sean tales que sugieran mala
predisposición o, en el peor de los casos, una negativa.
Se recomienda entonces a todo el personal argentino estar familiarizado con las listas
de inspección adoptadas por las Reuniones Consultivas del T.A. Ello facilitará la
autocrítica, al tiempo que permitirá la evaluación y la identificación de eventuales
puntos conflictivos en el funcionamiento de la base.
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APÉNDICES
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APÉNDICE 1
LISTA DE INSPECCIÓN A BASES ANTÁRTICAS
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1.INFORMACION GENERAL
1.1.Nombre de la base:
1.2.Estado responsable:
1.3.Localización:
1.4.Fecha de establecimiento:
1.5.Función primaria de la base (científica, logística, etc):
1.6.Planes para el uso futuro de la base:
1.7.Cooperación logística internacional
2.DETALLES DE LA INSPECCION
2.1.Fecha de la visita:
2.2.Hora de la visita:
2.3.Duración de la visita:
2.4.Ultima inspección (Estado/s. Fecha)
3.PERSONAL
3.1.Nombre del responsable de la base:
3.2.Número total de personas presentes (permanentes y en tránsito):
3.3. Número de científicos:
3.4.Número de personal de invierno:
3.5.Capacidad máxima de la base:
3.6.Organismo/s involucrados o con competencia en lo programas que se desarrollan en la base:
4.INVESTIGACION CIENTIFICA
4.1.Principales programas científicos que se realizan en la base:
4.2. Cuántas personas involucra cada programa?
4.3.Qué instalaciones dedicadas permanente y exclusivamente a los científicos existen en la base?
4.4.Número y nacionalidad de científicos extranjeros y en qué programas participan:
4.5.Se usan radioisótopos? En caso afirmativo, hubo notificación previa sobre el uso de radioisótopos en
las investigaciones científicas?
5.DESCRIPCION FISICA DE LA ESTACION
5.1 Existe un plano o mapa de la base para referenciar y facilitar la inspección?
5.2.Area de la base:
5.3.Número y tipo de construcciones:
5.4.Antigüedad y estado de los edificios:
5.5.Construcciones posteriores a 1987:
5.6.Principales instalaciones aéreas (cañerías, tendidos de cables, etc)
5.7.Facilidades para aterrizaje o amarre
5.8.Caminos:
5.9.Pistas:
5.10.helipuertos:
5.11.Refugios o construcciones cercanas. Frecuencia de utilización y propósito:
5.12. Distancia aproximada de la base al mar.
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5.13.Sobre qué tipo de terreno está construida la base (roca, sedimento, suelo, hielo). Existen chorrillos o
lagos cercanos? En caso afirmativo, dónde.
6.COMUNICACIONES
6.1.Existen medios de comunicación no cubiertas por el intercambio de información de SCALOP?
6.2.Qué sistemas existen de comunicaciones para uso científico?
7.TRANSPORTE
7.1.Número y tipo de vehículos terrestres:
7.2.Número y tipo de pequeñas embarcaciones:
7.3.Número y tipo de aeronaves:
7.4.Número de movimientos de aeronaves por año:
7.5.Equipamiento para apoyo en tierra o transporte de cargas:
7.6.Frecuencia y método de reaprovisionamiento:
8.INSTALACIONES
COMBUSTIBLES
PARA
ALMACENAMIENTO
Y
USO
DE
8.1.Tipo, cantidad y usos de combustibles (Diesel /fueloil /kerosen /etc):
8.2.Tipo y capacidad de contenedores de combustible:
8.3.Existen sistemas de monitoreo y control contra pérdidas y derrames en los sistemas de
almacenamiento y bombeo? (método):
8.4.Información sobre sistemas de transporte de combustible (materiales, transp.en superficie, válvulas,
etc.):
8.5.Se transfiere combustible a granel? (incluir método de transferencia):
8.6.Después de la transferencia, los conductos son vaciados? (método):
8.7.Hay depósitos de combustible en áreas fuera de la base? (detalles de cantidad, tipo de combustibles
y método de almacenamiento):
8.8.Quién está a cargo del manejo de combustibles?
8.9.Hubo derrames o accidentes pasados? A qué distancia de la fuente? qué se hizo para remediarlo?
9.INSTALACIONES PARA EL APROVISIONAMIENTO DE AGUA
9.1.Tipo de agua utilizada e instalaciones para almacenamiento (RO, destilación, nieve fundida, etc.):
9.2.Disponibilidad y calidad de la fuente de agua.
9.3.Consumo per capita por día:
9.4.Se llevan a cabo monitoreos de la calidad del agua?:
10.INSTALACIONES
ENERGIA
Y
EQUIPOS
PARA
LA
GENERACION
10.1.Número, tipo y capacidad de los generadores:
10.2.Consumo anual de combustible por generador:
10.3.Se utiliza alguna fuente de energía alternativa?
10.4.Filtrado y monitoreo de las emisiones:
11.SERVICIOS E INSTALACIONES MEDICAS
11.1.Servicios médicos disponibles y personal especializado:
11.2.Número de camas para pacientes:
12.INSTALACIONES PARA PRODUCTOS QUIMICOS
PELIGROSOS
12.1.Tipos y cantidad de productos químicos peligrosos y propósito:
49
DE
12.2.Métodos para su almacenamiento y monitoreo:
12.3.Protección contra pérdidas y derrames:
13.ARMAS DE FUEGO, EXPLOSIVOS Y PIROTECNIA
13.1.Número y tipo de armas de fuego y municiones existentes:
13.2.Cantidad, tipo y uso de explosivos y pirotecnia:
13.3.Forma de almacenamiento y método de eliminación:
14.NORMAS DEL TRATADO ANTARTICO
14.1.Está familiarizado el personal de la base con las disposiciones del Tratado Antártico y acuerdos
vinculados?
14.2.Disponibilidad en la base de documentación relevante del Tratado Antártico:
15.CAPACIDAD DE RESPUESTA ANTE EMERGENCIAS
15.1.GENERAL
a)Capacidad de búsqueda y salvamento:
b)Incidentes ocurridos en 1994 que hayan resultado en un daño significativo para las instalaciones de la
base o su medio ambiente.
c)Procedimientos para informar sobre los incidentes:
15.2.EMERGENCIAS MEDICAS
a)Capacidad de respuesta ante emergencias médicas mediante móviles:
b)Existe algún plan de evacuación ante emergencias médicas?
15.3.INCENDIOS
a)Plan de emergencia ante incendios
b)Equipo de prevención y lucha contra incendios
c)Entrenamiento del personal para lucha contra incendios
d)Frecuencia de ejercicios para lucha contra incendios
15.4.CONTAMINACION (DERRAMES DE COMBUSTIBLES O QUÍMICOS)
a)Existe algún plan de contingencia ante derrames de combustibles o productos químicos?
b)Entrenamiento del personal para combatir derrames:
c)Frecuencia de ejercicios para combatir derrames:
d)Podría la base proveer asistencia ante un eventual incidente de derrame cercano? (describir cómo):
16.EVALUACION DE IMPACTO AMBIENTAL (EIA)
16.1Tiene el jefe de base conocimiento acerca de si se han realizado evaluaciones de impacto ambiental
previas a las actividades que se desarrollan en la base?
16.2.Están siendo monitoreados de alguna manera los impactos ambientales producidos por la base o
actividades asociadas? Se lleva a cabo esto de acuerdo al plan de monitoreo que surge de las EIA
elaboradas según 16.1.?
16.3.Indicadores ambientales claves (sedimentos, plantas, pingüinos) que se utilizan para estimar el
impacto ambiental:
17.CONSERVACION DE FLORA Y FAUNA
17.1.Se instruye al personal de la base respecto de las reglas relacionadas con la conservación de fauna
y flora antárticas?
17.2.Detalles de cualquier mamífero, ave o invertebrado autóctono que ha sido matado, herido, atrapado,
manipulado, molestado o sujeto a intromisión perjudicial. Fueron usados permisos para este propósito y
para qué objetivo? Solicitar los permisos si están disponibles.
17.3.Existen plantas o animales no autóctonas? Fueron usados permisos para este propósito y para qué
50
objetivo?
17.4.Se llevan a cabo actividades hidropónicas en la base?
17.5.Existen importantes asentamientos de fauna o flora en los alrededores (describir)?
17.6.Qué acciones se toman para evitar la introducción de especies no autóctonas (ej. fumigación de
equipos antes de su transporte a la Antártida)?
17.7.Existen normas locales para el uso de aeronaves y vehículos cerca de concentraciones de aves y
mamíferos?
18.MANEJO DE RESIDUOS
18.1.Tiene la base un plan de manejo para la separación, reducción, recolección, acumulación y
eliminación de residuos?
18.2.Quién está a cargo del manejo de residuos en la base?
18.3.Existe un informe anual de manejo de residuos? (describir):
18.4.Se provee entrenamiento sobre el manejo de residuos y la forma de minimizar el impacto de los
residuos sobre el ambiente?
18.5.Por qué medios se da a conocer públicamente la información relacionada con el manejo de
residuos?
18.6.Técnicas en uso de eliminación de residuos:
a)materiales radiactivos
b)baterías eléctricas
c)combustibles (líquidos o sólidos) y lubricantes
d)residuos conteniendo niveles peligrosos de metales pesados o que contengan componentes tóxicos o
peligrosos persistentes
e)Polivinil-clorados (PVC), espuma de poliuretano, espuma de poliestireno, gomas
f)otros plásticos
g)maderas tratadas
h)tambores de combustible
i)Otros sólidos, residuos no combustibles
j)residuos orgánicos
residuos de carcazas de animales importados
cultivos de laboratorio de micro organismos y patógenos vegetales
prodúctos avícolas importados
otros residuos orgánicos (residuos de alimentos, etc)
k)efluentes líquidos domiciliarios
l)Basura producida por campamentos
18.7.Producción de basura por persona por día:
18.8.Quema a cielo abierto (describir). Qué ocurre con las cenizas? Qué alternativas a la quema a cielo
abierto se prevé introducir para 1998?
18.9.Uso de incinerador. Qué se hace con las cenizas? Son controladas o monitoreadas las emisiones?
18.10. Tratamiento de desechos y líquidos domésticos. Monitoreo de efluentes.
18.11.Enterramiento o volcado en grietas (describir):
18.12. Se recicla algún tipo de residuos? (describir):
18.13.Se toman medidas para prevenir la dispersión por viento ó aves de los residuos acumulados para
su evacuación?
18.14.Tiene un registro de la ubicación de depósitos de residuos de actividades pasadas (bases
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abandonadas, depósitos de combustible viejos)?
18.15.Están siendo limpiados los sitios con actividad pasada o está por hacerse esto? (describir):
19.MANEJO DE AREAS PROTEGIDAS
19.1.Existen áreas protegidas cerca (aproximadamente 20 Km) de la base? (Indicar nombre, número de
sitio y distancia a la base):
19.2.Existen copias de los planes de manejo y mapas de las áreas protegidas disponibles en la base?
19.3.Ha entrado el personal de la base a las áreas protegidas dentro del último año? Fueron otorgados
permisos y con qué razón?
19.4.Han habido problemas con el personal de la base o visitantes que no observaran las restricciones
para áreas protegidas? (describir):
19.5.Están marcados los límites de las áreas protegidas? (describir):
19.6. Se ha llevado a cabo algún monitoreo o manejo de las áreas protegidas cercanas? (describir):
19.7.Piensa el personal de la base que deberían tenerse en cuenta medidas adicionales para la
protección de esas áreas?
20.TURISMO
20.1.Ha sido la base visitada por turistas o expediciones no gubernamentales?
Cantidad de personas por año:
Cantidad de personas por contingente:
Cruceros turísticos por año:
Veleros por año:
Aeronaves por año:
20.2.Tiene la base un plan de manejo para la actividad turística?
20.3.Permisos previos requeridos a los visitantes de la base.
20.4.Causaron los turistas algún problema o incidente? (describir):
52
APÉNDICE 2
PROTOCOLO AL TRATADO ANTÁRTICO
SOBRE PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
(LEY NACIONAL 24.216)
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PROMULGACIÓN POR LEY DEL PROTOCOLO AL TRATADO
ANTÁRTICO SOBRE PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
La República Argentina, mediante la Ley N° 24.216 del 19 de Mayo de 1993, que fuera
promulgada por el Decreto N° 1233 del 11 de Junio de 1993, aprobó el Protocolo al
Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, que fuera aprobado por la XI
Reunión Consultiva del Tratado Antártico, en Madrid, España, el 3 de Octubre de 1991
y que fue suscripto por la República Argentina el día 4 de Octubre de ese mismo año,
incorporándolo de esta manera a su legislación interna.
Por otra parte, el día 28 de Octubre de 1993, la República Argentina ha depositado el
instrumento de ratificación del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del
Medio Ambiente ante el gobierno de los Estados Unidos de América.
Junto al depósito, la República Argentina incluyó la siguiente declaración interpretativa:
“La República Argentina declara que dado que el Protocolo al Tratado Antártico
sobre Protección del Medio Ambiente es un acuerdo complementario al Tratado
Antártico, y que su artículo 4 respeta totalmente lo dispuesto en el artículo IV,
inciso 1, párrafo a) de dicho Tratado, ninguna de sus estipulaciones deberá
interpretarse o aplicarse como afectando sus derechos, fundados en títulos
jurídicos, actos de posesión, contigüidad y continuidad geológica en la región
comprendida al Sur del paralelo 60, en la que ha proclamado y mantiene su
soberanía.”
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