La buena suerte : comedia en tres actos

Transcripción

La buena suerte : comedia en tres actos
€&e Líbrarp
of
Onfoewítp
tfte
of jftortb
CcnUofcorD bp
W&t
Carolina
SDíalecííc
ano
P&üantfjropíc &otktlt$
^628
/3^
a 00003 015686
14
REDRO MUÑOZ SECA
LA BUEHA SIEIIE
C OMEDiA
EN TRES ACTOS, ORIGINAL
i
Copyright, by Pedro
Muñoz
Seca, 1924
MADRID
SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES
1924
3E
LA BUENA SUERTE
LA BUENA SUERTE
COMEDIA EN TRES ACTOS
ORIGINAL DE
Redro Muñoz Seca
Estrenada
el
5 de
Noviembre en
los Teatros
INFANTA ISABEL, de Madrid, y CIRCO, de Cartagena
PRIMERA LDICION
MADRID
J.
MORALES,
Impresor. Vinar oí, 8 (Prosperidad)
1924
Esta obra es propiedad de su autor, y nadie
podrá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en España ni en los países con los cuales se
hayan celebrado, o se celebren en adelante, Tratados internacionales de propiedad literaria.
El autor se reserva el derecho de traducción.
Los comisionados y representantes déla Sociedad de Autores Españoles son los encargados exclusivamente de conceder o negar el permiso de
representación y del cobro de los derechos de propiedad.
Droits de representation,
de traduction et de
reproductíon reserves pour tous les pays, y compris la Suéde, la Norvége etla Hóllande.
Queda hecho
el
depósito que marca
la ley.
ñ
Narciso Díaz de Escovar
el
más popular
de nuestros escritores
ilustres
REPARTO
PERSONAJES
ACTORES
En Madrid
ELOÍSA
¡RENE
"NOTORIA
MURO
En Cartagena
CARLOTA PLA.
ANGELINA VILLAR
CARLOTA IBAÑEZ
CAROLINA
CAROLINA FERNÁN OÓMEZ.
ISABEL BLANCH.
MAD. BOUCHÓN
MERCEDES SAMPEDRO
MERCEDES ESTRELLA.
DOÑA CARMEN.. ASUNCIÓN GUIJARRO
GLORIA CAIRE.
GLORIA
MILAGROS GUIJARRO
CONCHA
PAQUITA
MANUELA
ANITA DLANCH.
IGLESIAS
PLA.
RUBIO.
MARÍA ROVERA
ANITA BLANCH.
CARMEN CEFILLO
CONCHA
RAMIRO
ANTONIO SUÁREZ
JOSÉ M." GARRIDO.
PATRICIO
JOSÉ M. GALLARDO
BENICIO LÓPEZ.
LUIS
PEDRO SEPÚLVEDA
MIGUEL IBAÑEZ.
JUAN
PEPECALLE
LUIS RAMÍREZ.
IHMH—ITI
'l"ll
RWIONA
ft
RUBIO.
PEPE
SALVADOR MORA
VALENTÍN TORNOS.
MR. BOUCHÓN..
PEDRO VALDIVIESO
JOSÉ RICO.
JOSÉ DOMÍNGUEZ.
NÚÑEZ.
RAFAEL ACEBAI
NICOLAU
PEDRO GONZÁLEZ
GABINO
JULIÁN
G.
VALBUENA
"
G71 721
FRANCISCO LÉRID
\
.
RAMÓN SERNEGUET.
ACTO PRIMERO
Hall del «Hotel Sevilla»,
chaflán,
la
con puerta en
en
de
En
Biarritz.
el lateral
e!
centro,
derecha. En
que conduce
el
foro
en
Izquierda, y
a
trero: «Direction». Eníre esta puerta
portero, con su aparato telefónico,
etc., etc.
En
que se pierde en
el
día,
Al levantarse
hotel,
su
ella el
de entrada,
la
casillero para
último término,
el lateral. El hall
gusto exquisito. Es de
y
y sobre
en
el
mesa
la
corresponel
arranque
amueblado con
mes de Agosto. Época
el telón,
le-
del
de una escalera
estará decorado y
el
el lateral
siguiente
la
derecha, primer término,
el lateral
de un amplio corredor, y en
una terraza que se pierde
fondo, perspectiva de mar. En
izquierda, primer término, una puerta,
dencia
el
puerta de entrada. El resto del foro, galería de cristales,
actual.
NI COLA U, portero
del
hombre de unoJ'cuarenta años, de muy
buena facha y más catalán que
ves, sale de la Dirección
el
maestro Vi-
hablando con alguien
que se supone queda dentro.
Nic
(Con marcado acento catalán hasta cuando habla en francés.) Oui, madame... Oui, oui...
Pardon... (Ya junto a su mesa y dando rienda
suelta a su desesperación.) ¡Maldita sea Cas-
10
telldefels,
que es mi pueblo! ¡Que no
yera a mi un aerolito
por primera
rritz
Gab.
el
ma
día que vine an
ca-
Bia-
f
vez...!
,
jjr
{Por la escalera de la derecha. Es camarero
del hotel
y natural de Córdoba. Viene echando
sus cuentas.) Dos francos y medio, que a cuarenta y siete que están, son... poco
^As cucha tú,
más dená...
Nicolau, ¿íia venido "árguien prt-
guntando por
señora del onze?
la
NiC.
¿Quién es
Gab.
La güespeda esa guapa, que párese inglesa y
once?
la del
es de AndújaryyTTónibre,
esa tan andaluza
mu n/alamente y que
""que habla
en Biarritz
la
llaman aquí
«Madan Chavó», porque no
se le
cae er chavó de la boca.
Nic.
¡Ah,
por
Gab.
sí...!
Pues no; no ha preguntado nadie
ella.
Claro hombre; quién va a venir a estas horas con la caló
rera pá
que se
bo acústico.)
que hase. Se
lo
No
diga a
sé
que yo me he echao a
(Suena
el
la
NlC.
la cara.
Con
más
la
edá que
er castellano.
ella.
.
«Ma-
¿Eh...? Pues hija,
claro. Allá usté.
Que no comprende... Peóp á
(Dentro, llamando.) ¡Nicoló...!
(Lívido.) ¿Otra vez...?
¡Que no se muera
la
cerra
señora del onze que no ha
yo no sé decirlo más
M. BOU.
francesa
pito del tubo acústico.) Oiga,
pregunteo nadie por
tubo.)
la
no ha aprendió
muasel», dígale a
cama"
(Sopla en un tu-
me entenderá, porque
si
camarera de ese piso es
tiene y todavía
lo diré a la
ella.
(Deja
el
ella.jC
¡Nico'.ó...!
¡Malhaya sea mi
vida...!
esta señora de improviso...!
—
—
II
(Acercándose a
la
Pardon,madame,
puerta de
la
*Direction* .)
r
occuppé...(V o/v/e/ií/o
je suis
o su mesa.) Nada, que con
la
madame
caído a mí encima la ceniza,
ju'lia
esta,
como
di-
ces tú.
Gab.
¡Qué
Nic.
Lo mismo
da. ¡Maldita sea...!
GAB.
¿Pero qué
te
Nic.
¡Qué
ceniza...! El cenizo,
me
pasa, Nicolau?
va a pasar, hombre...! ¡Qué
me
deja ni
Gab.
¡Cámar a!
Xic.
Si
a la sombra.
al sol ni
^~~
^^
¡¡¡í
no fuera la/nujer
tido en las narices
Me
me va a
La madame que s'ha prendado de mi
pasar...!
y no
guasón.
del
dueño,
que se
estoy viendo en
las
la calle,
le
daba un me-
ponía de peineta.
por culpa de los
enamoramientos.
Gab.
Nic.
¡Gachó!
¡Tengo una
vez que
me
estrellita...!
Porque es
la tercera
ocurren estas cosas. También se
me enamoraron
en Gerona, en Tarragona y en
Bayona.
Gab.
Es que ustedes
los de Reus, tenéis
un atrartivo
espantoso.
Nic
Te advierto que yo soy de
lo
que
me
Castelldefels, y
pasa no es para tomarlo a
la
que
chun-
ga ni a la chirigota.
GAB.
¿Quieres
calla,
hombre? Demasiao sé yo
lo
graves que son estas cosas.
NiC.
¡Maldita sea...!
Gab.
Ascucha, ¿se t'ha declarao ya?
NiC.
No;
si
no pasa
del suspirito, del guiñito, de la
miradita, de la insinuacioncita... Ahora, que
—
me
12
—
porque con
trae frito,
el
achaque de que
quiere aprender nuestra lengua,
cada instante para que yo
palabras francesas que
siempre piropitos y
ella quiere es
le
ella
me
llama a
diga en castellano
busca, y que son
Porque
fiorituras.
lo
que
oirme decir cosas tiernas, aunque
sea por tablas.
GAB.
¡Mi madre...!
Nic.
¡Como están
rumántica...!
M. BOU.
{Como
Nic.
¿Estás viendo?
GAB.
Y
M. BOU.
¡Nicoló...!
antes.) ¡Nicoló
..!
que no dice Nicolau aunque
{Asomándose de nuevo a
Nic.
dón,madame Bouchón;
GAB.
Pues
tú
con
estamos los
ta
+
f~
la
maten.
la ¿Direction»
madan», y yo con los cambios, '
dos aviaos. Porque a mi me gus-
ía
-
er dinero lo
tengo en francos y los francos
varían de presio cada día... pues es un
me voy
.
.
Par-
sabe ar séntimo lo que tengo ahorrao,y co-
mo
MR Bou
.)
je suis tres occuppé...
(Por
el
a
vorvé loco.
corredor de
.
lío
que
,
la áefScha.
Ha
cumplido los
cincuenta años y tiene cara de hotelero y cha-
quet de hotelero. Habla con marcado acento
francés.) ¡Gabinó...! ¡Gabinó...!
Gab.
Mándeme
MR. Bou.
El caballego americano del diez y
tomar
usté,
el té
musiú Buchón.
siete va a
con Briones.
Gab.
Dirá usté con brioches
MR. Bou.
Gab.
MR. Bou.
Con Briones.
Usté está majareta.
Digo que va a tomar
go suyo.
el té
con Briones, un ami-
Gab.
-
13
Ahora
¡Ah! Sí, señó.
caigo. Ese es otro ameri
cano que viene a verlo algunas tardes. Usté
<
perdone.
Mr. Bou.
Siempre
el
usté pegdone, después de decir la
tonteguía fuerte grande. ¡Pollino...! Lleve dos
tés
completos
GAB.
Sí,
beñó. (Medio mutis.)
Mr. Bou.
Gab.
MR. Bou.
Musiú.
al diecisiete.
¡Ah! Gabinó...
¿Ese americano Briones es
el
mismo
del
país
que
señog Gallango?
Como
si
lo fuera:
uno
es de Honduras, de Ca-
caloiepe, y otro de Méjico, de Cacalután, con
allá se
•
van.
MR. Bou.
(Entre dientes.) ¡Gran bestia, pollino...!
Gab.
¿Manda
MR. Bou
¡Musiú, musiú...! ¿Cuándo aprenderá usted
Gab.
¿Yo? ¿Pá qué? ¿No me ha
usté argo más, musiú?
algo de francés?
traído usté pá serví
a los españoles que hay en
que erfransé es
es
muy
porque no quiere;
«ven», y lo
hoté?
que no
er
fási;
er
el
Adema,
demás l como en
er
vino
castellano.
MR. Bou.
(Malhumorado.) ¡Vaya, vaya pronto!
GAB.
AttMPWBiían. (Se va por
el
habla
lo
pan «pen*,
corredor de la de-
recha.)
MR. Bou.
(Viéndole
France.
ir.)
No
¡Mamagacho...!
No
le
entra la
tiene el estímulo de aprendeg...
¡¡Pollino...!!
En cambio,
villano todo
listo...
usté, Nicoló, es
un
se-
que yo soy catalán.
NiC.
Le advierto a
MR. Bou.
Está lo mismo. Nadie conoce que no sea usté
usté
sevillano, y a
14
-
mí me conviene que todo sea
aquí Andalucía.
ma
muy
Nic
No,
MR. Bou.
¡Oh! Vale usted grande cosa, Nicoló.
si
dame
conocerme se
qu
enamorada de
está
sólo se
...
conoce
fija
CARMITA, madre
Bon
aciirsiladas.) Pardón...
D.
Car.
Bon
soir,
Bon
soir...
Mr. Bou.
Tout
D. a CAR.
¿Cómo?
Mr. Bou.
Que todo
tel
le
Y
La ma-
mi mujer
en lo que tiene un gran mérito, por-
(Al ver en trar en escen a a
MEN y'a
a
usté. ¡Sí!
poquito..
D ONA CA R-
e hija,
un tanto
madame...
soir,
mademoiselle...
Aquí on parle español, ¿verdad?
monde.
el
Sevilla,
mundo, señoga. Este
es
el
gran Ho-
y aquí todo es Andalucía. Somelier
andaluz, de Córdoba; portero {Por Nicolau.)
andaluz, deSevilla, y cocinero andaluz, de Me-
dina del Campo.
D. a CAR.
Pues yo he recibido carta de Madrid, de unos
reciencasados, que
Biarritz
MR. Bou.
me
suplican les busque en
una habitación...
¡Oh! Ellos quedarán encantados de mi hotel.
Tengo una habitación,
el
número
para reciencasados.; Terraza
al
12, especial
mar...
Una bo-
nita enredadera que sube... Las golondrinas
han hecho un nido en
la
cornisa...
Ciento
veinte francos tout comprís.
D. a Car.
Muy
MR. Bou.
¿Caro? ¡Oh, madame! Es
lla...
caro.
el
gran Hotel Sevi-
Es tout comprís... Piense usté en que
reciencasados suelen comer
sonas normales.
más que
los
las per-
—
D. a CAR.
Sí, pero...
Mr. Bou.
Píense usté en
t
dera y en
—
15
la terraza,
en la bonita enreda-"
poético nido... ¡Oh! Es regalado.
el
ÍAdemás que
este hotel es
el
predilecto de los
apañóles «chic». Aquí están don Juan Barca,
on Jesú Parra, los señores de Reguera y
el
onde de Laureliá, que es grande de España
or su padre, por su
bi,
a ver la habitación ahora
(Llamando hacia
dame... Venez
D. a Car.
tíos.
bueno, pera
Van ustedes
MR. Bou.
madre y por cinco
la izquierda.)
s'il
vous
(A Nicolaa.) Aquí hace
tierra
mismo.
Madame...
Ma
plait.
más
fresco
que en su
de usté.
(Con más acento catalán que nunca.) Mire, no
Nic.
me
En mi pueblo hay una
diga.
za de Cambó, que cuando
la
da
plaza, la pla-
el sol
de lleno,
¿sabe?, se derriten las pipas de ámbar.
A mí
se
m'ha derretido una en una ocasión.
¿Es usted del mismo Sevilla?
Cah.
[>.
Nic.
Mire, yo soy de Triana.
Jf
M. Bou.
(Entrando en escena por
tai izquierda.
tiene años, pero
Es fea,
presume muchísimo y procura
que cuanto tiene de atractivo destaque bien.)
¿Que voulez vous?
MR Bou
.
.
M. Bou.
MR. Bou.
Montrer
le
número doce
a ees dames.
Oui. Tres bien.
(A doña
Carmen y Carmencita.) Vayan con
la
madame.
D. a CAR.
Sí,
M. Bou.
Pericí...
señor.
madame... (Se van
madame Bouchón,
doña Carmen y Carmencita por
la derecha.)
la escalera
de
—
MR. Bou.
A
ver
como
16
—
logro alquilar esa habitación, que,
si
tiene la cocina debajo es
una incuba-
dora...
Juan
(Por la izquierda.
ta
y
Ha
cumplido ya
Viste con
cinco años.
suma
los cuaren-
elegancia. Vie-
ne un poco sofocado.) Hola, barbianes.
Mr. Bou.
Bon
Nic.
Buenas
Juan
(A Nicolau.) Qué, ¿ha vuelto
Nic.
No, señor; no ha vuelto aún.
Juan
Caramba... ¿Pero a qué hora salió de Bia-
monsieur Barca.
soir,
don Juan.
tardes,
el
señor conde?
rritz...?
Muy
NiC.
temprano, monsieur Bouchón estuvo ha-
blando con
MR
.
Bou.
Oui.
el
Me
él.
dijo
abono de
que iba a San Sebastián a recoger
los toros.
Pues ya debía
Juan
vaba,
el
MR. Bou.
El
Juan
Sentiría
estar de vuelta.
¿Qué coche
lle-
Fiat?
Hispano grande.
mos
mos
que tardase en volver, porque
le
preparada una sorpresa... ¡Lo que
tene-
la
va-
a gozar! El juergazo de esta noche va a
dejar memoria.
Mr. Bou.
¿Eh? ¿Pero qué
Juan
Nada, hombre;
ocurre...?
las cosas
de Pepe Parras, que
es genial.
MR. Bou.
¡Oh! ¡Monsieur Parras...! ¡Es único!
Juan
Tiene
la
manía de que siempre que juega con
dinero ajeno gana.
MR Bou
.
Juan
.
¡Oui!
Y
es la pura verdad.
Como que no
Y
tan verdad.
le
pidió dinero
al
le falla.
Anoche
conde para jugárselo esta
-
-
17
Ramiro no quería dárselo
tarde;
nes; pero se
ni a tres tiro-
puso tan pelmazo que por no
oír-
dio seis o siete mil francos, lo que llevaba
le le
encima... Bueno, pues se ha puesto a jugar, y
ya tiene ganados ochenta y dos mil francos.
Nic.
¡¡Ochenta y dos mil francos...! ¡La Mare de
Den!
Juan
Como
Mr. Bou.
¡La karabá!
Juan
Si,
lo oyes, sevillanito.
señor. Es un tío brutal.
De
los
ochenta y
dos mil francos ha cambiado ya ochenta mil,
para devolvérselos a Ramiro, y está probando
fortuna de nuevo, "con los dos mil restantes.
Lo que nos vamos
Rami-
a divertir, porque a
va a sentar esa ganancia como un pisto-
ro le
letazo.
Mr. Bou.
JUAN
¿Usted lo cree?
Estoy seguro. El conde aborrece
ha jugado en su vida.
dinero ganado en
el
el
Más aún,
juego; no
que
dice
Claro, con una renta de cien mil duros,
el
tiene, se
que
él
el
juego es dinero maldito...
como
pueden decir esas cosas. Además,
es algo supersticioso, y en lo
ser afortunado es... en lo otro.
Ya
que quiere
usté
me en-
tiende.
MR. Bou.
Juan
MR. Bou.
¡Oh!
Y
Con
las
en lo otro, bien que lo es, caramba.
mujeres es un hache.
Hacha.
Oui. Pardón. Hacha. Las vuelve «tabarumbas», loquitilas
tean.
Juan
Se
lo rifan.
perdidas
ellas.
Se
lo
sor-
NlC.
N,
-
19
-
NÚÑ.
Me compro
Juan
Escucha: ¿y seguía Pepe jugando...?
un Renault y viva Juan de Arco.
NÚÑ.
Claro, hombre,
Juan
Pues vamos. ¡Ah!
una palabra de
está en flor.
si
Si
esto.
vuelve
señor conde ni
el
Quiero yo darle
la
no-
ticia...
MR. Bou.
Juan
No faltaría más...
Ponga a
unas botellas de champagne,
refrescar
mousieur Bouchón... Vamonos,
Núñez. Au
s
revoir.
NÚÑ.
MR. Bou.
Ají revoir
Au
revoir,
Monsieur Barca... Au
revoir,
Mon-
sieur Nuniez...
La
Nic.
MR. Bou.
suerte
no
está para
el
que
*"
la
busca.
{Hablando hacia
el
Polverell... maitte
quelques bautiellesa
chir...
corredor de la derecha.)
refrai-
(Entran en escena por la escalera déla
MADAME BOUCHÓN, DOÑA CARMEN y CARMENCITA.) ¿Y bien, madame...?
derecha
L).
a
CAR.
Me ha
gustado mucho
quito calurosa
MR. Bou.
¡Oh...!
me ha
la
habitación.
Un po-
parecido...
¡Mon Dieu! La mejor
habitación del
más fresca...! Ahí me he constipa(Estornuda Madame Bouchón.) Y voilá,
hotel... ¡La
do yo.
la
l).
a
CAR.
madame acaba
ella
de constiparse también
asimismo. Es una habitación
fría, friá...
go la terraza, la enredadera,
el
Yo pondré ahora mismo un
Y lue-
nido...
telegrama a esos
señores, y mañana a primera hora tendrá usted
una contestación
definitiva.
madame.
Mr. Bou.
Perfectamente,
D. a CAR.
Adiós y muchas gracias.
—
Carm.
M. Bou.
—
20
Buenastardes.
Bon
Bon
inadame.
soir,
soir,
mademui-
puerta
y haciendo
selle...
Mr. Bou.
{Acompañándolas hasta
mutis con
Au
ellas.)
la
Procure contes-
revoir...
tarme puntualmente porque tengo muchas pu4
ticiones:
señor arzobispo de Burdeos,
el
el
Marqués de Sancha y el Algabeñó... (Mutis.)
(Al ver que Madame Bouchón saca un papelito
NiC.
del pecho.) (¡Atiza!)
M
.
Bou
.
(Acercándose a
él
muy
insinuante.) Nicoló.
..
Nic
Madame...
M. Bou.
(Con marcadísimo acento francés.) Por gran
favor...
¿Me
que yo he
NIC
quiere traducir estas palabras
escrito...?
Oui, madame.
(Acercando
el oído.)
Dígame.
(Traduciendo.) Linda... hermosa...
(Dengosa
(Como
)
¡Oh!
antes.)
Veo que
está usted
enamorada
de mí.
(Locamente.)
¡Sí,
Nicoló,
sí..
!
¿Eli?
Sí... siga...
(Como
antes.)
Porque soy un gran
gitano.
(Contrariada.) ¡No!
(Rectificando.)
Un
gitano grande.
(Dengosísima, quitándole
traduce bien...
(Al ver a
Yo
el papel.) No...
BOUCHÓN que entra en
vamente.) Luego
le
No
quiera decir... ¡gitanazo...
escena nue-
llamaré para que
a pronunciar bien esas palabras...
me enseñe
Au
revoir...
—
(--1
Bouchón.)
puerta de
MR. Bou.
—
21
Me encanta
Nicoló. (Mutis por la
la dirección.)
(A Nicolau, con la
mayor
naturalidad.)
Me
ha
dicho que está encantada de usted. ¡Es deliciosa l fP or la puerta que conduce a la calle entran
ef&eena CAROLINA y LUIS. Carolina ronda
los treinta años y es una mujer guapa y elegante. Luis ha cumplido ya los cuarenta y cinco.
Luis
Ambos son
españoles, y madrileños.)
Buenastardes.
Mr. Bou.
Bon
Luis
(A Nicolau.) Los señores de Reguera...
Nic.
Luis
Sí,
«niesié-dam»
soir,
señoi; están en su habitación.
(Entregándole una tarjeta.)
Me
hace
el
favor
de anunciarles...
Nic.
Si,
señor.
Aunque no
sé
si
les recibirán, por-
que deben de haber sufrido alguna desgracia
de familia...
Luis
¿Eh?
Caro.
¿Qué?
Nic.
Durante
la
comida recibieron un telegrama,
que yo mismo
les entré al
to lo leyeron dejaron
cuarto
MR. Bou.
comedor, y en cuan-
de comer y subieron a su
muy apenados y entristecidos.
No me había dicho nada...
(A Nicolau.)
ca-
ramba.
Nic.
No... (Sopla en el tubo acústico.)
Caro.
¿Quesera...?
Luis
Te aseguro que no
Nic.
Subiré, porque
ce mutis
Mr. Bou.
por
Sentiría yo
si
imagino...
no...
la escalera
que
les
(Toma
la tarjeta
y ha-
de la derecha.)
hubiese «ocuguido» algu-
-
-
22
na desgracia. Es un matrimonio
co y
ella, la otra, la
la...
¿cómo
muy
simpáti-
la otra
se dice en español, la
la mujer...? ¡La
Luis
hermana de
de
ella,
hermana de
cañada!
Cuñada. Cañada es otra cosa.
Mr. Bou.
Oui; pardón. La cuñada es gentilísima.
Caro.
Esa andará por
Mr. Bou.
Oui. Todas las mañanas se va a España en su
ahí,
de seguro.
petit Citroen...
Nic.
(Entrando en escena.) Que bajan enseguida.
Luis
Muchas
Caro.
(A Luis.) Escucha, ¿se
gracias.
habrá muerto
les
la tía
Pepita...?
Luis
¡Ojalá!
Deshancaba yo
esta tarde en el Casino.
Acuérdate de aquel domingo que preguntamos
en San Sebastián por los de Ramos, que se les
L
había muerto aquella
tía
y luego di yo en el
Casino nueve golpes a un
Todo
Caro.
¡Jesús...!
Luis
Hija mía,
si
billete.
lo supeditas al juego.
modo de
es mi
vivir.
¿Vivimos de
otra cosa?
Caro,
¡Asi
Luis
(Mirando a un extremo de
Caro.
(Asustada.) ¿Qué?
Luis
Que
nos luce
el
pelo!
la escena.) ¡Calla...'
estoy viendo sobre una
silla
un sombre-
ro de paja y un bastón. Siempre que veo esto
le
juego
ta,
como
treinta y
de,
Gab.
y dos, y pleno seguro.
al treinta
voy a hinchar! Y
el
el
de aquel día en Barcelona... El
dos y luego
con esto y con
(Por
el
er favo,
¡Me
bastón tiene puño de pla-
el
once. Bueno, esta tar>
lo tuyo,
me
corredor de la derecha.)
musiú Buchón?
hincho,
j
¿Me hace
usté
Mr.
24
PAT.
¿Pierdes mucho?
Luis
Llevo una semana
yo mismo
la
Claro que he tenido
fatal.
culpa porque sé de toda
la
vida
que cuando juego llevando calzoncillos largos
como andaba
pierdo hasta ¡os ojos, y
rradlo he jugado dos días con
acata-
calzoncillos
largos.
PAT.
Me
Luis
Hoy
figuro
que
hoy...
¡Pues no faltaría más!
ni largos ni cortos.
Necesito desquitarme,
querido Patricio, por-
que ayer fué
¡Una tarde de
la locura.
No me cambié
pata, tropecé
el
al
anillo
entraren
pata, y llevaba ésta
el
pata...!
de mano, que es de
el
salón,
que es de
boa de plumas, que tam-
bién las plumitas son de pata.
PAT.
¡Válgame Dios!
Caro.
Siempre acabaré yo teniendo
Luis
Nada de
la
culpa.
eso, Carolina; pero recuerda
que
las
dos veces que me han pelado llevabas tú las
plumas.
Vict.
Bueno, no hay que hablar de cosas desagra-
CARO.
Dices bien.
dables.
Ya
sé
que
Irenita está en
San Se-
bastián.
VlCT.
Si,
ha ido
a
almorzar con las de Vega.
No
debe tardar en volver.
Luis
Está monísima.
CARO.
Es encantadora.
Y
luego con aquel carácter
tan franco, tan abierto, tan... divertido...
Vict.
Es
muy
buena, hay que reconocerlo. Diosle
dé mejor suerte que a mí.
Luis
(Asombrado.) ¿Pero
tú te
quejas de
la
fortuna?
¿Qué puede
25
-
faltarte
siendo joven, bonita, ado-
rada por tu marido; gozando de una posición
desahogada y disfrutando de todas
una espléndida luna de
ras de
Pat.
somus más que dos
Pat.
dulzu-
Dices bien, Luis; todo eso era mi mujer hasta
hace dos horas; desde entonces,
Luis
las
miel...?
ni ella ni
yo
infelices.
¿Eh?
Una
noticia
que ha llegado de improviso echa
por tierra nuestra felicidad. Estamos arruinados, totalmente arruinados.
duda
Caro.
¿A eso aludía
Vict.
¿Cómo...? ¿Tú sabes...?
Luis
El portero
sin
telegrama que tanto
el
pareció contrariar a ustedes...?
nos ha dicho que mientras almorza-
b an recibieron un
'ciarles
telegrama >Gue denla anun-1
alguna desgracia a juzgar por
ción con que se levantaron de
;
Pat.
PliéSTSO eia,
err efeclu;
ruina, de la quiebra del
la agita-f
la mesa-^^^-*"'"
Id rToTícía
de nuestra
Banco Orgaiz, donde
habíamos puesto cuanto teníamos...
Caro.
¿Es posible?
Pat.
Desgraciadamente.
ViCT.
Todo
el
mundo
creía
que era una casa honra-
da y segura...
Luis
Pero algo podrá salvarse...
Pat.
Ni un céntimo. El telegrama dice que se trata
de una quiebra fraudulenta y que todo está
perdido sin remedio. Orgaiz ha huido...
Luis
¿Y
Pat.
Quinientas
es grande la pérdida?
mil
pesetas,
nuestro capital íntegro.
aproximadamente;
—
Caro.
Pat.
-
26
-Jesús! ¡Jesús...!
En
este
momento
llevo en
el
bolsillo cuanto
nos resta dé nuestra fortuna. Poco más de mil
duros que
traía
oara gastos de viaje.
No poseo
más.
Luís
Es espantoso.
Vict.
Hay que
resignarse. Hemos nacido para poNo hace dos años aún que mi hermana
bres.
y yo perdimos
lo
poco que teníamos y ahora...
Caro.
¿Tu hermana
Vict.
Nada. Estamos esperando a que vuelva de San
Irene no sabe aún...?
Sebastián para decírselo.
Luis
¡Pobrecilla!
Caro.
Ahora no va a
tener
más remedio que ponerse
seria y pensar en casarse. Para ella
ma
Luis
el
proble-
no tiene otra solución.
Caramba,
se
me
está
ocurriendo una cosa,
que...
Pat.
¿Qué?
Luis
Algo que podría ser
el
remedio para todos. Por-
que, mira Patricio, un
golpe de desgracia no
puede contrarrestarse más que por otro de
tuna.
¿No
tarlo.
Puesto que no
es eso?
for-
Bueno, pues hay que intente
quedan más que esos
miles de pesetas, dedica siquiera dos mil a
darles ocho golpes. {Haciendo sus cuentas.)
Dos
que hacen cuatro,
que hacen
cuatro
ocho... Justo; ciento veintiocho... Quinientas
doce
mil...
Te voy
a dejar en paz.
Tú
sigue mi
juego y ya verás. Porque hoy vengo yo bueno.
Poquita ropa
interior...
no he oído tocar
un calcetín
la Java...
Me
al
revés...
han puesto
re-
-
—
niulacha en la comida, que eso
me da muy
buena
El treinta
me va
soñado
esta
a
al
si... (Sacando
unos
ella
volver a España por
Es
la cartera.)
la
tu inspira-
carteray to-
Claro, que dos
billetes.)
mil pesetas nada más.
dándole,
de manera que...
toros,
voy a seguir
rio;
Quién sabe
mando de
y
porque he
fallar; ni el cuatro,
noche con
De perdidos
ción.
etcétera.
suerte, etcétera,
dos no
Pat.
27
No me sedúcela
la carretera.
(A
idea de
Victoria,
Toma, guarda.
lo mejor.
ViCT.
Si.
Pat.
No he jugado
nunca, y no quiero hacer ningu-
na locura.
Luis
(Estupefacto.)
¿Que no has jugado nunca?
¿Pero qué dices, Patricio? ¿Que no has jugado
nunca?
Pat.
No, hombre, no; no he jugado nunca.
LtjIS
(Contentísimo.) ¡¡Carolina...!! ¡Ya nos llegó
hora...! ¡La
la
«premicre fois»! ¡¡Un primerizo!!
¡Desbanco esta tarde! Si
me
estaba dando
el
corazón que hoy iba a ser día grande para mí.
Pat.
Tu
Luis
Aquí mismo. Enfermo estaba yo aquella tarde.
Un
deshancaste una vez, ¿no?
catarro
bronquial espantoso.
que llevaba aquí, en
el
Recuerdo
pecho, un esparadrapo
que me picaba un horror. Comenzamos
gar
al
a ju-
bacarrá y chico, qué suerte tan dispara-
tada. Cogía yo la
mano y empezaba
abatía diez o doce veces...
atribuirse a otra cosa
vador...
Lo que
Luego pasé a
es hoy,
que
al
esparadrapo
la ruleta
como haya
a abatir y
Aquello no podía
sal-
y deshanqué.
bacarrá...
28
Pat.
¿Qué?
Luis
Que... mira. (Saca un ro Hito de papel.)
Vict.
¿Eh?
Caro.
Sí, hija, si:
tá
ha comprado un esparadrapo y es-
dispuesto a pegárselo en
el
pecho como
aquel día.
Vict.
Pero por Dios santo, Luis.
Luis
Yo
Vict.
Ojalá.
Luis
¿Vamos?
Pat.
Vamos.
Vict.
Os espero
.Caro.
esta tarde, desbanco.
en mi cuarto. Hasta luego.
Hasta luego. (Vase Victoria por
la escalera
de
la derecha.)
Luis
(Sujetando a Patricio que se dispone a hacer
mutis por
la
puerta de
la
calle.)
desgraciado? Sal por aquí, por
entramos en
el
Casino por
la
¿Adonde vas
la terraza.
vidumbre y no tenemos que dar toda
ta a la
Sí, pero...
Luis
Es que, además de
la
la vuel-
manzana.
Pat.
diré
Asi
puerta de la ser-
ser
más
corto
el
trayecto,
to
que yo no he ganado nunca entrando por
puerta principal.
Pat.
En
Luis
Hasta
Caro.
Sí.
Luis
Escúchalo.
ese caso
le
..
tengo hecho
un pareado. ¿Verdad
Carolina?
Como
entres en
él
el
se cree un gran poeta...
Si
pretendes ganar un dineral, no
Casino por
la
puerta principal.
Pat.
(Haciendo mutis.) Escucha, se
Luis
Sí,
me
pero ya verás como por aquí se
hace largo.
te
hace más
-
29
una
corto. (Se van los tres por la tenaza. Tras
breve pausa entran en escena por
foro izquierda,
IRENE y RAMIRO
quísimos
el
puerta del
Jóvenes los
alegres y simpati-
dos, elegantísimos los dos,
ya en
la
los dos. Irene cojea
un poco y
se
apo-
brazo de Ramiro.)
Ram.
Apóyese usted con fuerza
Iré.
Ya va pasando
No puede andar
sola todavía.
la molestia.
Lléveme
allá, al
ascensor...
Ram.
Siéntele y descanse aquí, primero. Su familia
va a alarmarse
si la
ve entrar cojeando de ese
modo.
Jre.
Suba usted conmigo para
Mis
tranquilizarla.
hermanos tendrán mucho gusto en conocerle.
Ram.
¿Quiere usted que
Iré.
¿Por qué no?
Ram.
Porque
bien. Al
me
me
presente ante ellos?
pedirían cuentas y harían
muy
y al cabo he tratado de causarles
fin
una desgracia irreparable matándoles a un
ser
amado...
IRÉ.
Yo
haré que perdonen
Suba
al
presunto asesino.
sin miedo.
Ram.
Mejor será dejarlo para mañana. Ahora mi
[RE.
¿Cuál?
sita tendría
Ram.
vi-
también otro inconveniente...
El de privar a usted de la libertad necesaria
para contar
gurarlo.
lo
ocurrido sin necesidad de desfi-
En mi presencia,
se creería obligada
a disminuirme de responsabilidad, a decir
no fué mía
la
cie al placer
que
culpa, y yo no quiero que renunde una venganza que considero
—
30 -
Mamarme «bárba-
justa y legítima: la de poder
ro» cien veces.
Iré.
Ram.
¡Por Dios...!
La de poder decir a sus hermanos y a todo
mundo que un
usted, en
bestia echó su auto sobre
el
de
el
una revuelta, haciéndolo añicos,
es-
tando a punto de matarla, causándole una herida en ese pie... tan digno de mejor suerte,
porque es un pie monísimo, perdone
la digre-
sión...
Iré.
No
diré yo semejante cosa, sino por
rio,
que mi buena
llo,
que fué inevitable en realidad,
suerte,
el
contra-
después del atrope-
me
dio por
compañero de desgracia a un señor todo galantería
do,
que me ha atendido, que me ha cura-
que me ha traido hasta
siendo hora de qui
me
aquí... y
que ya va
diga quién es, porque
aún no conozco su nombre, a pesar de que
vamos
lle-
cerca de dos horas üe ser amigos
ín-
timos...
Ram.
Es verdad. No había caído en
me
quien pueda presentarme,
mismo. Ramiro de
conocido por mi
la
titulo
Torre,
A
falta
de
presentaré yo
aunque soy más
de Conde de Laurelia...
IRÉ.
¿Cómo...? ¿Usted
Ram.
¿Le asombra
Iré.
¿Puede haber quien no
el
ello...
es...?
nombre? ¿Lo conocía acaso...?
lo
conozca?
Si llego
a
sospecharlo, perdóneme, pero no acepto su
compañía.
Ram.
¿Porqué?
Iré.
(Riéndose.) Porque debe usted ser un
peligrosísimo...
¿Qué habrán dicho
hombre
los
que
-
-
31
nos hayan visto solos en un automóvil...? ¡Estoy perdida sin remedio...!
RAM.
Vamos, vamos- no
nozco
Co-
se burle de un infeliz.
leyenda que
la
me rodea,
difundida, con
mejor o peor intención, por los amigos, de que
soy un don Juan
incorregible...
No
crea usted
No son ya de
en los Tenorios del día.
los
que
roban «Ineses» y matan comendadores; son
muchachos que aspi-
a lo sumo, unos buenos
ran a divertirse y
lo
consiguen mientras no se
arruinan; pero sin explotar su valor ni su gen-
más
tileza, sino
bien siendo explotados por su
Donjuán Tenorio
dinero...
se ha convertido
en Juan Lanas.
Iré.
¿De modo que
usted no trata de enamorar a
cuantas ve?
Ram.
IRÉ.
No, señora; son calumnias.
¿Y
si
yo
no
lo
son?
le dijese
Ram.
¿Usted? ¿Dónde?
Iré.
En mi propia
nombre
lo
que tengo
la
prueba de que
Sólo con decirle mi
familia.
comprenderá.
Me
llamo Irene Pra-
dolongo.
Ram.
¿Pradolongo? ¿Hermana quizás de...?
Iré.
De
Victoria;
de su enfermera en
el
hospital de
sangre de Melilla, a quien hizo usted el amor...
como
Ram.
No
a todas.
tanto. Aquello
un ligerísimo
porque
del
me
no fué más que un
«flirt»;
recuerda
que estoy
«flirt>,
pero inolvidable, eso
el
satisfecho;
sí,
único acto de mi vida
cuando como
de complemento entré en fuego y
oficial
caí herido...
—
La
de
suerte,
lo
32
-
que siempre ha sido conmigo mejor
que yo merezco -
pagó generosamente
el
lo
reconozco—
que por
vido para algo bueno en
el
fin
,
me
hubiera ser-
mundo, dándome
aquella enfermera incomparable que
me cuidó
con tanta dulzura, que veló tantas noches mi
mi
sueño, que era una especie de ángel de
guarda...
(Riendo.)
¡RE.
Un
ángel de su guarda que tuvo que
la
relevasen del cuidado de aquel
pedir que
herido, porque
lla del
Ram
.
hospital
¿Y qué ha
el flirt
estaba siendo la comidi-
..
sido de Victoria? ¿Se habrá casado,
por supuesto...?
IRÉ.
Pronto hará seis meses.
Ram.
¿Y
Iré.
Como
Ram.
¡Dichoso mortal! Crea usted que
Iré.
es feliz?
toda mujer adorada por su marido.
le
Pues ándese con cuidado, porque
11o
de usted.
Mi hermana
le
envidio.
está... celosi-
ha contado
lo
que
ocurrió en Melilla, y tratándose de un conquistador del fuste de usted,
la
cosa
más
insignifi-
cante es para poner en ascuas a un marido...
Ram.
Yo
Iré.
(Riendo a carcajadas.)
le
aseguro que su cuñado no tiene nada
que temer. Yo soy un caballero
..
¡Ja, ja, ja...!
¡Lo
toma en
serio...!
Ram.
Iré.
Hija,
me
hablaba usted en un tono...
¿Sabe usted, señor Conde, que es usted más
fatuo de lo que yo presumía...? Victoria es
una
mujer honrada que también adora a su marido
y que no guarda de usted otro recuerdo que
el
-
-
33
de un presumido que
ner favor alguno de
Raai.
ella.
Tiene usted razón. He dicho una impertinen-
Perdóneme.
cia.
¡Ay, por Dios...!
JRE.
hizo la corte sin obte-
le
No ponga
esa cara tan
triste,
porque entonces seré yo quien tendré que pediile
que me perdone, por mi modo
hablar, que probablemente estará
ligero
de
haciendo
que forme mala opinión de mí.
Ram.
Eso nunca.
Iré.
Ya sabe usted que
a las
muchachas
del día se
nos consiente decir a los hombres cuanto se
nos viene a
asi todas,
la
aún
Nos educan mal y somos
boca.
las mejores.
nas. Se lo prevengo, por
Ram
.
Tan
!o
si
Yo soy de
no
las bue-
ha adivinado.
lo
he adivinado, que llevo casi tres horas
dándole
mayor prueba de consideración
la
que puedo dar a una mujer.
Iré.
¿Cuál?
Ram.
No
Iré.
¡Hombre,
Ram.
Chits,chits...poco a poco... Galantería es, aun-
hacerla
que no se
el
me
lo
amor.
gusta
lt
galantería!
parezca. Claro, que para que
entendiese sería preciso que
le
me
expresara mi
opinión sobre las mujeres en general.
Irf..
¡Ay, expóngamela, por Dios...! Será curioso
conocer una opinión
tan...
autorizada
como
la
suya en la materia.
Ram.
Pues
allá va.
Verá usted, yo divido
al
sexo
contrario en dos grupos: en mujeres propia-
mente dichas, esto
las
que son
la
es,
en las que
me
atraen, en
primera necesidad de mi vida,
—
-
34
en las que adoro...
o,
por
lo
menos, se
lo digo,
y en mujeres que para mi no tienen sexo, que
me
parecen amigos o camaradas. Por las pri-
meras siento en
aunque
las...
fondo un profundo desdén,
el
adore; las
interesadas, falsas
que
,
me
encuentro egoístas,
sin otro
lujo y la vanidad.
el
contrario,
mo
-
amor verdadero
Las segundas, por
inspiran un gran respeto,
al
el
mis-
tiempo que una vivísima simpatía, aunque
no sienta
menor impulso pasional que me
el
arrastre hacia ellas. Usted es de las últimas.
tRE.
¿De
Raai.
Tiene usted ese aspecto clavado.
[RE.
¡Ole!
las
que sirven para camaradas?
Ram.
Lo venía pensando en
Iré.
Pues mire usted, ¡quién sabe! Puede que nos-
el
automóvil.
otros fuéramos unos excelentes amigos... Tal
vez congeniásemos...
Ram.
Iré.
De
seguro.
(Riendo.)
¡Tendría gracia...!
como camaradas...
ría
Ram.
yo
¿No
al
¡Las picardías
Charlaríamos
que aprende-
lado suyo...!
sería yo quien las aprendiera de usted?
Porque usted tiene traza de saber más que
Merlín.
Iré.
Es posible que
le pervirtiese.
Ram.
Mire usted, en
serio.
jer sin
que
la
La amistad con una mu-
envilezca
bastarda, debe ser
ninguna aspiración
una cosa encantadora. Yo
he soñado muchas veces con eso, con tener
una amiga que viviese siempre
que no
me
dijera
a
mi lado y
una sola palabra de
cariño...
Y
-
35
usted no habria de decírmela, naturalmente,
porque entre nosotros
cariño tendría que
el
acabar en boda... y yo no iba a casarme con
usted...
Irf.
Ni yo con usted, puede estar seguro.
La que
se decida a llamarse condesa de Laurelia nece
vocación de mártir.
sita tener
Ram.
Para que no aumente por mi culpa
logio, he resuelto
— ahora
al
el
martiro-
no casarme nunca.
Y
acaso
hablo formalmente— sea un mal hijo
seguir siendo soltero.
Íre.
¿Un mal
Ram.
Mi madre no tuvo mayor ilusión en su vida
hijo?
Y fué también
de verme casado.
que
la
mo
que
me recomendó
al
morir:
lo últi-
«Funda un
hogar, hijo mío; haz dichosa a una mujer; no
hay
felicidad
otra
en
mundo...»
el
¡Pobre
madre...! Era una santa.
Irf..
Lo creo; pero no evoquemos ahora recuerdos
tristes.
(Pausa. Se miran con cierto
deleite.
Se levanta y anda un poco.) Esto va mucho
mejor.
Y como
del susto,
Ram.
¿Aún
Iré.
Un poco
Ram.
Si
cojea usted?
supiera qué rabia
yo he sido
IRÉ.
No
Ram.
el
me
es
produce pensar que
causante...
importa. Puesto que
bueno
Au
Au
estoy completamente repuesta
voy en busca de mis hermanos.
que sepa usted
vamos
el
a ser amigos,
pie de que cojeo.
revoir, monsieur.
revoir, mademoiselle.
(
Vase Irene por
calera de la derecha.) Es encantadora.
la es-
Y debe
-
-
36
porque
ser cosa de familia
la
hermana
era tam-
bién una preciosidad.
Gab.
corredor déla derecha. Viene renegan-
{Por
el
do.)
¡Anda ya y que
sursan con un esparto,
te
guasón...!
Ram.
¿Qué
Gab.
¿Qué quiere
te
pasa, hombre?
usté que
mi arma? Que hay
tíos
se chupa er deo, y eso
si
me dieran
me
que se creen que uno
molesta a mí
tío...!
más que
¡De-
ladrillo.
Ni que fuera yo
lila.
yo con dos rosauras he metió una vez
si
no
un pie
¡JIK. en
V.II anuuu
arcohó y nu
lili
jr
Í¿Pero
Ram.
pase, don Ramiro de
en los labios con un
cirme a mí eso ese
Pero
^^^_^^^
me
lo
iv [Juut
pude
aguanta.
lAguumu.
quieres explicarme lo que
ocurre,
te
hombre?
Gab.
'
/
pullío y fué y se
bañó en Ginebra. ¡Maldita
sea su cara...!
.
el
un sar-
él
nebra...!
MR Bou
.
que me ha dicho que
El inglés del sinco,
año pasao estaba
{Por
el
en Suiza y
Con
le salió
lo fuerte
que es
la
Gi-
£p
corredor de la derecha, seguido de
GLO-
RIA, muchacha tan elegantecomo provocativa.)
Oui.madame. Ahora mismo
{A Ramiro.)
Bou
soir,
le
daré esa nota...
monsieur
le
Conde...
{Entra rápidamente en la Dirección.)
•GLOR.
(Que
es
muy
andaluza.) ¡Chavó...! ¿Pero es-
tás tú aquí?
¿Ahora
levantas?
Ram.
¡Oh! Gloria
Glor.
Vamos, quita, so gibia. Pos apenas he ma-
la Trianera...
te
drugao yo hoy. No ves que es miércoles?
Y
los
miércoles tengo yo manicura, callista, masagista y dentista...
-
-
37
RAM.
¡Ah, ya...!
Glor.
Si.
hombre; ahora con Juanito tengo de
tú,
¿aonde t'has metió hoy por
t'habemos estao buscando yo, Paquita
si
«Madam
y
Glor.
Muy
Cur-
la
Dolores»?
serio,
horrendamente
serio, sale de la
rección Monsieur Bouchón. Tras
beza baja sale Nicolau
{Extrañado de
GAB.
ca a Nicolau
y
y con
él
Di-
la ca-
)
las actitudes.) ¿Eh...? (Se acer-
interroga, guiñándole.)
le
¡Tenía que suceder!
NIC.
.
Y
He estado en San SebastiárU*
¡Chavó lo que te m\\zve$f4piguen hablando.
Ram.
MR Bou
tó.
mañana que
la
{Que
.
se
ha serenado un poco y
se
ha tirado dos
¡Nicoo tres veces del chaleco y de los puños.)
ló...!
Nic.
¿Qué cosa
era eso...?
La
madame que no
de
la estantería
brazo para que
alcanzaba a coger un libro
de arriba, y yo la empujé
¡Oh. ..\ (Sonriendo.)
MR. BOU.
el
lo cogiera...
Ya
decía yo. ..Quedo
pletamente tranquilo. Nicoló. ¡Oh.
.
.!
com-
Tres tran-
quilo... Tres, tres.
(Claro.)
(A Nicolau.) Fué un... porque
al
entrar y ver...
¡La pobre madame...! (Asomándose a la puer-
ca
de
la
Dirección y hablando hacia
el lateral,
muy soniiente.) Pardón, madame... ¿Eh...?
¡Oui, oui...! (Separándose de la puerta.
'
colau.) Nicoló
ve una
silla
Sí, señor, fcfface
rección*
la'madame
si
Ni-
le reclama... Lle-
hay que alcanzar otro
él
libro...
Nic
..
por
A
,
mutis por la puerta de la* Di-
jipándose una
silla.)
38
—
(Por la puerta del foro izquierda entran en
JUANITO BARCA, NUÑEZ, PEPli
PARRAS y PAQUITA LA CURSI. Vienen
escena
contentísimos, alborotando. Pepe Parras es un
cuarentón muy atildado. Paquita
Cursi una
la
muchacha^ provocativa y algo estrafalaria vistiendo.)
t?
Juan
¡Ramiro...!
NúÑ.
¡Ramirillo...!
Juan
¡Triunfo completo...!
Paq.
¡¡Viva Pepe Parras!!
Juan
J
{
¡Viva...!
.
NÚN.
j
'
Glor.
¡Chavó! ¿Pero q'ocurre?
Pepe
(A Ramiro.) Bueno, eres
el tío
de
la
suerte en
todo.
Ram.
¿Qué pasa, señores?
Pepe
Y
pregunta qué pasa. ¿Qué va a pasar,
bre?
Que mi combina no podía
cuando juego por cuenta de
fallar;
otro,
hom-
que yo
soy inven-
cible.
Ram.
¿Eh? ¿Has ganado con
Pepe
He ganado, que no queda un franco en
rritz que no sea tuyo. Que te digan estos.
Juan
Chico, es una máquina de abatir.
NÚÑ.
¡Qué suerte! Ocho, nueve; nueve, ocho; ocho,
nueve...
Y
el
dinero que te di...?
así tres horas.
Paq.
Un fenómeno.
Glor.
¡Chavó!
Ram.
¡Lo que es
el
mundo! Todos
arruinan, y yo que detesto
Pepe
Bia-
el
los jugadores se
juego...
Déjate de consideraciones y averigua cuántas
—
pesetas
—
39
Porque
te traigo.
he cambiado en
te lo
pesetas y todo. Aquí no se hacen las cosas a
inedias.
Ram.
Hombre, conque me
trajeras para
comprar un
nuevo «Hispano» me contentaría. Acabo de
tropear
Vamos
Pepe
el
mío
al
es-
volver de San Sebastián.
a ver, echa un cálculo. ¡No!
No
decirle
nada; eso no vale.
Ram.
¿Cincuenta mil pesetas?
Pepe
¡Vamos, hombre, no seas
Ram.
¿Cien mil?
Pepe
Mira no
te
ridículo...
canses en calcular.
Toma
este che-
que. {Le da un cheque.)
Ram.
(Estupefacto.) ¡Quinientas doce mil...! ¡Pepe!
Pepe
¡Así soy yo!
Mr. Bou.
Gab.
!Qué
cafre...!
¡Qué
bestia...!
Glor.
¡Qué
bruto...!
Pepe
¡Así soy yo...!
Ram.
Pero hombre, esto no puede
do
Caramba,
Juan
Ser;
es demasia-
dinero...
tú;
cualquiera pensaría que te enfa-
das en vez de alegrarte.
Ram.
Enfadarme no, pero estos rasgos de fortuna
suelen ser precursores de desgracias.
Paq.
Esas son gitanerías.
NÚÑ.
No, mujer;
si lo
«afortunado en
dice porque se acuerda de
el
juego...»
GLOR.
¡Chavó! Si serás tú primo.
Paq
Claro, hombre;
.
el
que
que tiene buena suerte,
la tie-
ne en todo.
NÚÑ.
Bueno, yo quiero que me oigan ustedes, por-
que tengo un plan monstruo.
40
Todos.
¿A
ver, a ver...?
-
Que
se explique. (Rodean
a
Núñez y siguen hablando.)
Gab.
(A Bouchón.) Monsieur, que de esas pesetas
hay que amartillar un puñao grande...
Mr. Bou.
Oui. Avisaré a
madatne... {Llega a la puer-
la
ta de la Dirección, va a entrar, tuejce el gesto
y se detiene crispando
¿Otre
Gab.
fois...?
los
puños.) ¡Mon Dieu...!
Gabina... Gabinó...
Musiú...
Mr. Bou.
Traigaaquíala«Direction»laescalerademano.
Gab.
Sí,
señó. (Mutis por
Ahora es
la
el
madame
corredor de ¡a derecha.)
la
que empuja a Nicoló,
y se va a lastimar...
Juan
Oiga usted, monsieur Bouchón...
MR. Bou.
(Acercándose al grupo.) N[ons'iem\.'7Xffa"blan
aparte.) (Por la puerta del foro izquierda entran
PATRICIO,
y cabizbajos,
en escena, tristes
LUIS y CAROLINA.)
Luis
Tranquilízate, hombre.
Después de todo, en
la
situado:: en que te encuentras poco significan
dos mil pesetas más o menos.
Pat.
No
es la pérdida de las
siento, sino la de
dos mil pesetas
mi última
ilusión.
Me
lo
que
habías
hecho concebir esperanzas.
Luis
Hombre,
la
to todos los
medios. Hasta
paradrapo, caray, que
to...
Yo he
me he pegado
cosa parecía tan clara.
me
está
puesel
dando un
es-
rati-
(Se da golpecitos en el pecho.)
cuarto de Patricio y
CARO.
¿Por qué no subes
Luis
¿Quitármelo, y acabo de encontrarme a tres cu-
al
te lo
quitas?
ras,
como aquel
día célebre...
Yo vuelvo ahora
41
al
me
Casino y
juego los quinientos francos
que me quedan.
Caro.
Luis, por Dios, que
a
España por
vamos
a ten^r que volver
la carretera
y empujando
el
no
me
baúl.
Luis
Tú
porque a mí
te callas,
los tres curas
han fallado jamás.
Pat.
¡Qué horror! ¿Qué va a ser de mí ahora, sin
Luis
Dios proveerá. Eres
nada?
uri
hombre
inteligente,
tienes amigos...
Pat.
Te aseguro que estoy por levantarme
la
tana
de los sesos.
Caro.
¡Por Dios!
Luis
No
Caro.
Diré a Victoria que estamos aquí. ¿Qué núme-
Pat.
El catorce.
Luis
Encarnado, digo... siéntate y serénate, hom-
digas desatinos, criatura.
ro es...?
la escalera.)
(A Ramiro y Paquita.) Allí está Luis Monti11a;
ese punto tan supersticioso.
uno de
PAQ.
Vase Carolina por
no seas pesimista... (Siguen hablando.)
bre;
Juan
(
De
Ha debido
ser
los desvalijados.
seguro. Estaba jugando
al
lado de ese que
está con él.
Juan
Voy
a enterarme... (Se acerca a Luis.) ¡Lui-
sillo...!
Luis
Caramba, Juanete...
Juan
Tú habrás
sido de las víctimas de Pepe Parras,
porque
he visto jugar en su mesa...
Luis
Sí; allí
pecho.)
te
estuve un rato. (Se da golpecitos en
el
—
Juan
¿Perdiste
Luis
¡Pchs!
Juan
Veo que
-
42
mucho?
lo
tomas con tranquilidad. Más vale
así.
Luis
Hombre, cuando
cia
una desgra-
se tiene al lado
mucho mayor nos olvidamos de
nuestra.
la
Juan
¿Que desgracia mayor
Luis
La de un amigo a quien quiero muchísimo.
tienes tú a tu lado?
{Señala a Patricio.) ¿Ves a ese...?
Juan
Luis
No le conozco. ¿Quién es?
Un hombre que ha perdido
setas redondas en
el
Juan
¿Es posible?
Luis
Se ha quedado en
quinientas mil pe-
día de hoy.
la
miseria;
pero
me voy
deses-
está
perado.
Juan
Lo comprendo.
Luis
Perdona que
te deje,
que haga algún
con
él.
Juan
Sí, si...
Luis
(Acercándose a Patricio.) Anda, ven a
za,
Temo
disparate...
que hace más
fresco...
desimpresiones, hombre.
la terra-
Es preciso que
Ya vendrá
la
te
buena
racha...
Pat.
¡Pobre Victoria...! (Se asoman a la terraza.)
Juan
(A Ramiro.) ¿Te has fijado en ese que está con
Luis Montilla...? Pues es uno de los perdigones y debe ser
el
mayor, porque, según Luis,
ha perdido esta tarde quinientas mil pesetas;
toda su fortuna.
Ram.
¡Qué enormidad! Mira
rrecer
el
si
juego. Ese pobre
tengo razón en abo-
hombre ha perdido
un dinero que necesitaba, para que pase a mi
poder que no
lo necesito.
r
Juan
No
-
43
seas tonto, hombre; otro se lo hubiera
vado de no haber sido
Ram.
Pero es un dinero que debe tener mala suerte.
Estoy decidido
me
Vosotros
Juan
Pepe
lle-
tú.
gastármelo cuanto antes.
a
ayudareis.
Esos están ya haciendo planes...
Escucha, Ramiro, mira
Paquita, Gloria, Pepe,
que
lo
(Ramiro y Juan se acercan
al
éste propone.
grupo que forman
Núñezy Bouchón.)
Ram.
¿A ver?
Pepe
Propone dos cosas: o quince días en Ostende,
a todo meter, o quincedías viviendo a lo griego
en una finca que
él
tiene
que se llama Los
Reyes.
Juan
Voto por Ostende.
Glor.
Yo Los
Paq.
Anda y yo
A mí me parece
NÚÑ.
Reyes.
lo
más
divertido. ¡Quince días
de bacanal!
Ram.
Pepe
Glor.
Pues no hay más que hablar: Los Reyes.
(Palmoteando.) ¡Los Reyes...! ¡Los Reyes.
(Siguen hablando.)
£
Paq.
Cap..
(Que ent/a en escena transportando una escalera.)
MR Bou
.
dame
el
Gab.
Hay chungueíto, ¿eh? ¡Vamos, hombre!
(Acercándose a
lo
de
la
él
rápidamente.) Diga a
la
ma-
ganancia y que quieren gastarse
dinero en otra parte.
¡Cámara...! (Entra rápidamente también en la
Dirección.)
NÚÑ.
Ya
veréis
qué juergazos. Algo nunca
cuento de las mil y una noches...
visto.
Un
—
Juan
Dejarme a mi
—
44
organización. Acordaos de la
la
cena griega que yo organicé hace diez años,
cuando mi despedida de
que cómo
la
Pepe
sería
vida de soltero,
juergazo que se
el
me
deshizo
boda.
Claro, hombre,
Sol sin
si te
y cantando
¡Qué
monsieur
la
me
le
mano
la
y
el
casco,
llena de cerveza
himno de Riegu .J*f
el
(Saliendo de
¡Oh!
cogieron en la Puerta del
más ropa que una sandalia
con una regadera en
M. BOU.
la
Dirección seguida de Gabino.)
dice Gabinó...!
¡Ah! Pronto...
En
el
Yo
¡Qué gran
Conde...!
le felicito
fortuna...!
comedor reservado que
prepaguen una bonita mesa...! Sandwich,
fiambres, fruta helada toda... Oporto, cham-
pagne...
Todos
(Muy contentos.)
M. Bou.
(A Gabino.) ¡Vamos!
¡Sí, sí...!
¡Eso!
Gab.
Volando. (Mutis poi
M. Bou.
qi
(A Nicolau
olau que
entra en escena temeroso.) Ni-
el
corredor de la derecha.
coló.
NIC.
M. BOU-
.Vi
me.
adame
Avise por teléfono que venga aquí, enseguida,
eljaz-bandde Herrer-Kali. Querrán
Todos
M. Bou.
(Conloantes.)
bailar...
¡Sí, sí...!
(A su marido.) Prepare un gran «Cap-Bouchónglacé.*
MR. Bou.
Oui. (A Nicolau, entusiasmado.) ¡Oh, qué madame...!
¿Que gran
sprit...!
(Se va por
el
corre-
dor de la de/echa.)
NiC
(En voz baja a
no ha
4
vi.sto...
madame
Bouchón.)
Yo
creo que
M. Bou.
(Despectiva.)
toy en
en
el
e!
45
-
Déjeme de tonteguías. Ahora
negocio
lo
demás impogta nadspjpc
acer-
/SA
ca al grupo y habla con ellos.)
(Que entra en escena, con Carolina y Victoria,
Iré.
por
Ram
es-
negocio y cuando una francesa está
.
la escalera de la derecha.) Mírale, allí está.
(Al verlas.) Perdonadme, voy a saludar a esas
señoras. (Se separa del grupo
se acerca
a
Irene y Victoria. Carolina se ha unido a Luis
y
y
Patricio, que están en la terraza.)
IRÉ.
RAM.
(A Ramiro.) Aquí tiene usted a mi hermana.
Diga usted a mi ángel custodio. (Se dan
la
mano.)
Vict.
Ram.
¡Cuánto tiempo sin
verle...!
¡Y cuánto ha cambiado todo desde entonces!
Ya no
es usted aquella enfermera, aquella
gura blanca, que se
me
aparecía
fi-
como una
vi
-
sión celestial en mis noches de insomnio...
Vicr.
Afortunadamente. ¿Quería usted seguir estan-
do en riesgo de morir?
Ram.
Si fuese
nuevo,
Vicr.
vez
(Sonriendo.)
ter.
Iré.
usted quien hubiese de asistirme de
tal
lo quisiera...
Veo que no ha variado su
Sigue siendo
Ya puede
el
mismo de
usted agradecer a
haya bajado
carác-
Melilla.
Victoria
a darle las gracias por
que
sus aten-
ciones hacia mí. La pobre ha tenido durante
mi ausencia un disgusto espantoso...
Ram.
¿Es posible?
VlCT.
Sí.
Una
truir
noticia
inesperada ha venido a des-
para siempre nuestra tranquilidad, nues-
tro bienestar...
Ram.
46
—
Soy yo para ustedes nuncio de desgracias,
por
lo visto.
ViCT
¿Usted?
Ram.
Por un lado estoy a punto de matar
mana; por
me
nos,
a su her-
apenas volvemos a encontrar-
otro,
dice que acaba de recibir
un golpe
cruel...
Ja
Vict.
¿Y qué culpa
Iré.
Mira, aquí llega Patricio. Es preciso que mi
tiene usted de...?
cuñado también
le
agradezca sus finezas con-
migo. (F« efecto, Patricio, Luis y Carolina se
acercan a
Ram
.
{Al
ellos.)
verle.) (¡El
Escucha, Patricio...
que ha perdido
las
quinientas
mil!)
ÍRE.
(A Victoria.) Preséntale tú.
ViCT.
{A Patricio.) Voy a presentarte a un caballero
que acaba de tener una gran amabilidad con
Irene. El
conde de Laurelia, de quien
hablado alguna
Pat.
Ram.
he
vez...
¿Aquel herido de África...?
(Alargándole la mano.) Su deudor, puesto que
le
PAT.
te
debo
la
Tantísimo
vida a su esposa.
gusto...
Ram.
(¡Y yo he arruinado a esta gente!)
Pat.
Tengo una gran satisfacción en
ofrecerle
mi
amistad, aunque no quiero ocultarle que llega
usted en un mal
Ram.
Losé.
Pat.
¿Eh...?
Ram.
Estas se ñoras
sufrir
Pat.
momento para
me han
contado que acaba de
un contratiempo grave...
¡Ah! ¿Le han dicho...?
mí.
Ram
.
47
—
Pero todo se arreglará. Hay que ser optimistaEsté usted seguro de que todo se arreglará.
(En
el grupo
de Juan, Pepe, Núñez, Paquita,
Gloria y madame Bouchón, suenan grandescarcajadas.)
Juan
Dice bien
la
madame. (Llamando.)
¡Ramiro...!
¡Ramiro...!
Ram.
Voy. Con
el
permiso de ustedes... (Separán-
dose de Patricio.) (¡Pues no faltaría más!
Yo
a
esta gente le devuelvo sus quinientas mil pesetas. ¡Lo juro
por
la
memoria de mi madre!)
(Telón.)
FIN
DEL ACTO PRIMERO
é>
SEGUNDO
fíQJO
Un
Hay una pueria en
mes de Octubre. En
salón en casa de Patricio, en Madrid.
y otra en cada
lateral.
Es de día y en
van a hacer almoneda y hay en
sillas,
el
el
el
foro
la
casa
salón un sofá, dos sillones, varias
una mesa, una mesita, dos cornucopias y una
vitrina
llena
de objetos. Todos estos muebles de gran valor y completamente
nuevos. Hay, además, un viejo arcón, un antiguo bargueño, un
sillón
de cuero que huele
a siglos
entre varios cromos flamantes.
una
batalla,
pero apenas
remotos y dos cuadros viejos
(Jno de los cuadros quiere figurar
se distingue nada en
si
borroso y descascarillado, es
el retrato
él; el
otro,
también
de un griego de los tiempos
de Pendes, que santa gloria goce,
(Al levantarse el telón están en escena, ultiman-
do
el
RIA,
Luis
arreglo de los muebles.
(A Patricio.) Hombre,
dro sobre
(Lo hacen
IRÉ.
Yo
IRENE, VICTO-
CAROLINA, PATRICIO y LUIS.)
la
ayúdame
mesa, a ver
si le
a poner
encuentro
el
cua-
la luz.
.
insisto
en que debíamos colgar a cada
mueble un cartoncito con
el
hace en todas las almonedas.
precio,
como
se
-
50
Lo mismo
VlCT.
creo yo, pero Luis se opone de un
modo...
Claro que
Luis
hay
me opongo. Eso
al frente
se hace
cuando no
de las almonedas una persona
que sepa vender.' Pero en
este caso, y
qüé poner un precio
cosas? Nada hay en
el
modes-
fijo
mundo que pueda
un solo precio. El precio varía según
a las
tener
las cir-
cunstancias, según las leyes de la oferta y la
demanda...
Iré.
¡Bravo!
Pat.
¡Caramba...!
Según
Luis
pra y
IRÉ.
Luis
I
el
capricho o
la pericia
¡Chica
la estulticia del
que com-
y perspicacia del que vende.
..!
Esto se
lo
he oído yo decir a los grandes maes-
tros del arte
de vender, Pippo Gudelli, Lino
Chaffoni y Antonio Herráiz.
Iré.
Bueno, en
Luis
¡Ah! ¿Pero tú crees que yo hablo en broma?
serio.
Verás cómo
saco'
por estos muebles doble de
que costaron. Soy
do.
Pat.
¿Tú?
IRÉ.
¡Vamos!
Sí,
mejor vendedor del
que vender?
mujer, créelo. Heredó once casas, un corti-
jo, tres
huertas y
muebles, y no
traído aquí,
le
mas de
En ese
treinta mil
quedan más que
conque figúrate
vender tendrá práctica.
IRÉ.
lo
mun-
¿No ves que desde que nací no he hecho
otra cosa
Caro.
el
sentido...
tú
si
duros en
los
que ha
en esto de
Caro,
51
Ayer vendió én sesenta pesetas dos bastones
que había comprado en «Eaux-Bonnés> por
ocho francos. Esos que tenían de puños
una cabeza de perro y
pato. Giacias a eso
otro
el
el
uno
una cabeza de
hemos podido comer ayer
y hoy.
Pat.
¿Pero hasta ese extremo...?
Luis
Si, chico, si,
Iré.
¡La vida!
VlCT.
ayer anduvimos de cabeza.
(Conmovida.) ¡Con
mi
ilusión
la
que yo arreglé
casita! (Se limpia los ojos.)
Pat.
Vamos,
Luis
Valor y optimismo./
Victoria,
achico por nada.
hay que tener
Y
1
k
o
lió
Ule"
valor.
tíllcojo"ííi
me
eso que mi situación es
muy distinta de lade Patricio. Patricioesjoven,
es abogado,
tiene ya
sabe idiomas y contabilidad, y
un buen destino en Chile. El porve-
nir le sonríe y hasta le risotea; pero
yo no he
sabido en mi vida hacer nada...! ¡Cómo
llaron aquellos tres ^" rQg
Pat.
me fa-
'_
¿Tú crees honradamente que sacaremos de
almoneda
lo
que necesitamos para
la
los pasajes
y para poder llegar a Chile con algún dinero...?
Luis
Vamos, hombre, no digas
tonterías.
Yo por
tus
muebles saco veinte mil pesetas, y por los
míos otras veinte mil.
Pat.
Dios
Iré.
¿Qué has
Luis
te oiga.
traído por fin...?
Este arcón, ese bargueño, los dos cuadros, este
sillón, el repostero del
comedor y
el
juego es-
cultórico del recibimiento.
Caro.
¿No
trajiste
también
el
marco antiguo...?
Luis
aquí está
Sí,
-
52
¿Dónde
..
drado sin lienzo.)
muy
(Tomando
lo puse...?
un marco como de medio metro cua-
del suelo
Este. (Lo enseña.)
PAT.
Es
IRÉ.
Lindísimo.
Luis
Y
Caro.
Sin lienzo
Pat.
Mujer, ¿no habría por ahí nada que ponerle
bonito.
de un gran mérito.
no luce
ni la mitad.
¿Qué has hecho de aquel boceto de
flores
..?
que
pintaste...?
ViCT.
Ahí está para que se
Pat.
¿Por qué no se
ViCT.
Hombre, por Dios,
cho.
Hay una
lo lleve el trapero.
pones a ver cómo
lo
si el
lienzo es
resulta...?
un mamarra-
rosa abierta que parece una san-
día con pepitas y todo.
Iré.
Sí,
y un capullo rojo que es un trozo de chori-
zo de Pamplona.
mino de
Pat.
Anda,
No
te
llama Dios por
el
ca-
la pintura.
mujer,
pónselo
a
qué aspecto
ver
ofrece...
ViCT.
Trae,
vamos
izquierda
Pat.
(Viéndola
parte
el
a ver. (Mutis con el
la
ir.
A
Patricio.) Créete
que se
me
alma...
Luis
¿Sabes que estás
IRÉ.
¡Ya, ya...!
Luis
Ni que tuvieras tú
de.
marco por
.
tú
también de un ciprés...?
la
culpa de
Anímate, hombre. Tú
resuelto.
¡Ah!
Y
lo
que
te
suce-
tienes ya tu porvenir
que ya sabes
en cuanto llegues a Santiago,
plaza cualquiera, aunque sea
la
Porque yo aquí, en España,
lo
me
convenido:
buscas una
de barrendero.
la
verdad, no
quiero que
-
me vean
terno, pero en
que quiero
53
en cualquier cargo subal-
América
me
da
mismo. Yo
lo
lo
es reunir ocho o diez mil pesetas
para volver a Biarritz y darle un disgusto
al
me ganó hasta el reloj de
que me cegué. Claro, ha-
sombrerero aquel que
pulsera. Porque es
bía visto tres curas, llevaba un esparadrapo y
a
ésta se le había roto
eso
me
un
tirante de la liga,
que
había dado a mí en otra ocasión una
suerte bestial... ¡Qué pena no tener dinero...!
hoy hubiera yo tenido doscientas pesetas
Si
para una combinación de
números,
siete
me
hincho. Porque he visto a un guardia hablan-
do con un albañil, que eso no
me
he hecho un siete en
poco
Caro.
No
Luis
Sí,
Caro
.
Si
falla,
y
además
abrigo, que eso tam-
el
falla.
tiene arreglo.
mujer; se zurce.
no hablo del
siete;
hablo de
ti.
Luis
¡Como yo venda
{RE.
Escucha, Luis, ¿qué representa ese grupo escultórico
Luis
que has
bien estas cosas...!
traído...?
Es un gladiador que tiene pendiente de un
brazo
al otro
gladiador vencido. Cada figura
es de un escultor distinto.
escultor
italiano
Una
es del
famoso
Censurino Bessoboni, y
la
otra de su discípulo nuestro glorioso Salcillo.
El
Bessoboni es
pendiente es
Vict.
(Por
el
el
gladiador triunfante, y
Salcillo.
la izquierda.
Trae
el
marco con un
puesto que no se distingue bien
senta.)
¿A
ver
el
*
cómo queda?
lo
lienzo
que repre-
54
-
Luis
¡Admirable!
Pat.
¡Ya
Caro.
Parece otro
Iré.
Por Dio*, Carolina, y que
lo creo!
Pero
eso...
Luis
el
no se sabe
si
vamos
Trae,
marco.
a
lo
tú
hayas pintado
que
es...
donde luzca
colocarle aquí,
bien. (Lo cuelga en sitio bien visible.) ¡Ajajá...!
Caro.
¡Qué espanto!
Fíjate
como
la
rosa parece una
sandía,
Pat.
Bueno,
En
que a
Iré.
falta
mediahoraparaabrirla almoneda.
anuncios de los periódicos hemos dicho
los
las cuatro.
vamos a dar una
Sí,
vuelta a ver
si
todo está
en orden.
CARO.
vamos. (Se van Carolina, Irene y Victoria
Sí,
por
puerta de la izquierda. Patricio, desa-
la
lentado, se deja caer en
una
silla
.
hombre? A más de preocupado,
Luis
¿Qué
PAT.
¿Te parece que tengo poco sobre mí...?
Luis
¿Cómo ha
te
te
pasa,
encuentro hipocondriaco y melancoliaco.
de parecerme semejante cosa? Pero
vamos, no sé por qué creo que
ha ocurrido
te
recientemente algo nuevo.
Pat.
Pues bien,
que
me
Tú
eres
sí,
Luis, tienes razón.
mi amigo, ¿no es verdad?
Luis
¿Puedes dudarlo?
Pat.
Porqne no
ta,
Hay algo
causa una preocupación hondísima.
lo
dudo voy
a hacerte
una consul-
contando con que has de contestarme con
toda sinceridad.
Luis
Con
Pat.
Pues dime entonces. ¿Qué piensas de
la
que
te
hablo siempre.
las asi-
-
55
-
duidades del conde de Laurel a?
i
Luis
Pat.
Asiduidades... ¿con quién?
Con
¿No
Irene y Victoria.
estás viendo
apenas pasa día sin que venga a
casi
que
visitarlas,
siempre acompañado de algún obsequio?
Ayer fué un palco para Apolo, anteayer unas
butacas para un concierto...
Luis
Esas son cosa corrientes en sociedad y entre
amigos...
Pat.
Entre amigos antiguos,
vez; pero
tal
no entre
personas que sólo hace dos meses que se
ían.
Además que
nuestra amistad
hombre nació desde
cosas extrañas.
lo
que ocurrió en
indemnización
la
con ese
primer día rodeada de
el
Ya sabes
San Sebastián con
tra-
del auto-
móvil que nos hizo añicos: que se empeñó en
darme
el
el
doble de lo que
le
pedí.
Y luego,
por
«Lulú» que yo había comprado días antes
en catorce duros, pretextando que tenia una
manchita negra en
rado que era de
el
tinta,
que yo hubiera
rabo,
me
dio por
él
ju-
mil dos-
cientas pesetas.
Luis
Es que
como
es tan rico le gusta echárselas
de generoso.
Pat.
Pero las generosidades pueden ser ofensivas
cuando
se
abusa de
chando desde hace
trae a
Luis
Pat.
mal
ellas,
tres
y yo estoy sospe-
horas una cosa que
me
traer.
¿Eh? ¿Qué sospechas...?
Estuve esta mañana a ver
le
que no
me
enviara por
del mes. Hasta
al
el
casero para pedir-
pronto
que cobre algo de
la
el
recibo
almoneda
no tengo
—
un céntimo... Figúrate cuál sería
ni
mi asombro
el
56
al
enterarme de que tenía pagado
alquiler hasta fin de año.
Luis
¡Caramba, qué suerte! ¿Pero por quién...?
Pat
El casero
do
mismo
Fué un desconoci-
lo ignora.
que se presentó a recoger
el
a entregar
Luis
¿Y
Pat.
Que ha
el
los recibos
y
dinero.
tú sospechas...?
sido Laurelia;
el
prurito de ese
hom-
bre de mezclarse en mis asuntos y de prote-
germe pica ya en
que
más
el
historia. Quieres creer
otro día le dijo a Irene,
natural del
como
la
que
cosa
mundo: «Dígale de mi parte
a su hermana, que
si
para
salir
de los apuros
en que se encuentra necesita alguna cantidad,
yo se
ofrezco por considerable qne sea.»
la
Luis
¡Caramba,, qué desprendimiento!
PAT.
Di
más
bien qué indelicadeza.
No
se
estila
ofrecer dinero en esa forma a ninguna mujer,
y
Luis
menos
a la que se ha cortejado.
Es verdad, poique según
tú, allá
en
Alelilla
Escucha. ¿Es que ha vuelto a las andadas...?
Pat.
Victoria asegura
titud del
con
el
conde nada sospechoso; que
mayor
sola palabra
tengo
el
que no; que no hay en
respeto, y
la
ac-
la trata
que ñola ha dicho una
que se preste
al
equívoco; pero yo
convencimiento de que cuando un
bertino profesional
como
li-
Laurelia anda a to-
das horas detrás de dos mujeres jóvenes y
bien parecidas,
como
Irene y Victoria, alguna
intención debe llevar.
Luis
Es de temer. Ahora, que
si
es tu cuñada la
que
Pat.
le
57
gusta, no
Ojalá fuera
-
hay en
porque
así,
ello
nada de
niega terminantemente, ve
al
le
ella lo
conde con dema-
siada simpatía. Pero ella afirma, lo
mi mujer, que Ramiro no
ilegítimo.
aunque
Irene,
mismo que
ha hecho jamás
la
menor insinuación amorosa.
Luis
Y
debe ser
cierto.
Siendo libres los dos no ten-
drían por qué disimularlo.
Pat.
El tiro
Luis
¿Estás celoso?
Pat.
tn
el
va contra Victoria, no
lo
dudes.
sentido de dudar de mi mujer, no lo es-
toy ni lo estaré nunca; en
de molestarme
el
que ese supuesto don Juan quiera
mí, no
te
reírse
de
oculto que siento unos celos te-
rribles.
Luis
Pues chico, como loscreos justificados, porque
un conquistador de esa especie no puede venir
con buen
fin,
que un camino:
yo creo que no tienes
más
cortar por completo toda rela-
ción entre Victoria y
él.
Pat.
Lo mismo me
Vict.
con
m 'con
{Entrando en escena
parece, y puesto que tu opinión
coincide con la mia...f£
NA
,
listo.
por
la
IRENE y CAROLI-
puerta del fondo
.
)
Ya
está todo
Le hemos encendido una lamparilla a
San Dimas,
el
buen ladrón, patrón de
las tran-
sacciones comerciales, para que las ventas
sean favorables.
Iré.
Yo
creo
abra
Caro.
que debemos decir a Ramona que
la puerta. ..Yí**
(Al ver a
Ramona Que
entra en escena por la
puerta de la derecha.) Aquí
la tienes.
Ramona
{Criada joven
-
58
Ahí está
.)
señor conde de
el
Laurelia.
Vid.
¡Hombre!
Iré.
Cuánto
Pat.
(A Ramona.) Dile que las señoras no pueden
Vid.
(Asombrada. ) ¿Eh?
me
alegro...
recibirle.
Iré.
{ídem.) ¡Patricio...!
Pat.
{A Ramona.)
Ya
guida. {Vase
Ramona por
lo
ha oído usted. Vaya ensede la de-
la puerta
recha.)
ViCT.
¿Te has vuelto loco, Patricio?
Iré.
Ramiro no ha dado motivo alguno...
Pat.
Yo
sé lo
que
me hago
y no estoy dispuesto a
darle explicaciones a nadie.
Vict.
Pat.
¿Pero...?
No hay más que
luego.
Me
Hamburguesa para
tratar del
pasajes. Adiós. (Mutis por
Luis
Yo voy
clarita del inventario, tú
buena
si
viene
me
haces
que tienes
letra...?
Ahora mismo, encanto. {Toma unos papeles
que Luis
Luis
asunto de los
Ah, Carolinita, ¿por qué no
una copia
Caro.
hasta
la derecha.)
a instalarme en el 'hall» por
alguien...
tan
Y
hablar del asunto.
esperan ahora en las oficinas de La
le
{Viéndola
da y se va por
ir.)
el
foro.)
(¡Qué criatura! ¡Me quiere de un
modo...! Cuidado que yo le doy motivos para
que me aborrezca, porque su cariño es mi
ruina. Claro,
¿cómo voy
queriéndome
ella
de ese modo,
a ganar...? {Agachándose y cogien-
do un lápiz del
suelo.)
¡Caramba! \ün
lápiz...!
-
59
me
Siempre que
dado
he encontrado un lápiz he
Ahora para darlos como
siete golpes...
no me encuentre un
mutis por la derecha.)
Al primer
cuelgo yo
martillo.
Vamos
.
comprador que asome
el Salcillo.
Iré.
¿Has
Vict.
A mi no me
Iré.
No
más
visto cosa
(Haciendo
.
a la obligación.
la
oreja le
(Vase.)
extraña?
ha soprendido. Hace días que
vengo notando que Patricio tiene
celos.
basta una sospecha infundada para justi-
qne acaba de hacer. ¿Te ha
ficar la grosería
dicho nuncaRamiro una sola palabra de cariño?
Vid.
Ni
él
me la ha
dicho, ni yo sela hubiera tolera-
do; pero Patricio ha sido siempre receloso...
Y
en esta ocasión puede que merezca disculpa.
El
conde tiene mala fama...
Todo
Iré.
licia
lo
que
tú quieras; pero es
demasiada ma-
suponer que un hombre, aunque sea un
calavera, no puede hablar dos veces con una
mujer sin llevar intenciones torcidas.
Vict.
Eso es
Iré.
Será lo corriente, pero ahora no es cierto.
VicT.
¿Estás tú completamente segura de que nuestro
amigo,
lo corriente.
al
demostrarnos
la...
incomprensible
simpatía que nos demuestra, no oculta una se-
gunda intención?
ÍRÉ.
¿Cuál puede ser?
VICT.
La más natural
de
mundo: que
está
prendado
(Tristemente .) No.
Iré.
Vict
del
ti.
.
Mujer,
al fin
y
al
a las dos, no a
cabo, nos busca a todas horas
mí
sola,
y tan verosímil
es...
-
60
es decir, no, es
de
IRÉ.
-
mucho más
verosímil que sea
de quien está prendado.
ti
Vuelvo
que no; que
a asegurarte
mí no me-
a
ha dicho nunca una sola frase que pueda dar
a entender que
me
pretende.
Además de que
eso se conoce en todo...
Vict.
Pues entonces,
hija mía,
estamos en presencia
de un enigma, porque no se comprende qué
persigue,
abrumándonos de obsequios,
fin
e inte-
resándose por nuestra situación, hasta el punto
de pagar nuestras deudas... porque, indudablemente, ha sido
cibos de
IRÉ.
VlCT.
la
casa y
quien ha pagado los
él
la
¿Eh? ¿La cuenta de
cuenta de
la
la
modista también...?
no he querido contártelo delante de Pa-
Sí;
tricio,
por no excitar
mañana
esta
fui a
más sus sospechas pero
madame Durand
ver a
decirle que desde Chile le enviaría
de
la
me
cuenta,
y
contestó: «Pero
de su parte
el
el
para
importe
me quedé asombrada cuando
señora no tiene nin-
si la
guna factura pendiente;
t
re-
modista.
el
me trajeron
me quedé loca,
jueves
dinero...» Chica,
i
Iré.
¿Tendrá algún
espía que vaya
a
contarle
nuestros apuros?
VíCT.
¿Qué más espías que
que
la otra
él
noche, en
mismo? ¿No aecuerdas
el teatro,
estuvimos ha
blando tú y yo de esa cuenta? Sin duda nos
oyó, y como se ha propuesto ser nuestra providencia... por lo quesea.
Iré.
Me
parece que voy a acabar por dar
a los celos de tu marido. Las cosas
ese
el
hombre
la
razón
que hace
sólo pueden estar inspiradas por
amor, y puesto que en otro tiempo...
ViCT
Yo
-
61
que no he
te juro, Irene,
ojos
el
menor destello de
visto
jamás en sus
cariño, ni
aun
el
más
leve chispazo de deseo.
Iré.
¿Entonces qué móvil puede ten-rsu conducta?
Vict.
No
Irf..
Calla,
sé,
no
Parece cosa de
sé...
que alguien viene con
novela^^^fJL^.
Luis.
Vid.
Será algún comprador. Vámonus.
IRÉ.
Sí,
qué necesidad
tiene una...
¡Ojalá lo
com-
pren todo pronto!
VICT.
_J-Í—
lástima...! ¡Mi casita...! ¡Mis muebles...!
¡Qué
(Se van por el foro
tran en escena
.
Tras una breve pausa en-
JUANITO BARCA
y
PEPE
PARRAS.)
Juan
(Hablando hacia
el lateral.)
hombre. Aguardaremos
que hay en
No
te
preocupes,
aquí, curioseando lo
este salón.
Pepe
Chico, ¿asi es de pelmazo tu amigo Montilla?
Juan
No, hombre;
si
es
un
tío
simpatiquísimo.
Ahora, que es un poco raro y se conoce que
ha hecho cuestión de amor propio
a ese señor
por eso
con
el
le
esa birria
está
el
venderle
de grupo escultórico, y
dando ese tostón tan espainoso
Bessoboni y con
el
Salcillo.
a lo mejor no es nada de eso.
Pepe
Que
Juan
Pepe
¡Qué va a
ser, si
miente más que habla...!
¿Y por que dice que está
al frente
de
la al-
el
dueño
moneda?
Juan
Porque es muy amigo de Recuera,
de
Pepe
Juan
la casa.
Pues aquí hay cosas que no están mal.
Ya lo creo. De esta hecha cumple Ramiro su
juramento, y
le
devuelve a esta gente las cua-
t^
-
62
-
trocientas ochenta mil pesetas que
aún
les
adeuda.
Pepe
Juan
es!
él
¡Devolverles un dinero que
¡Qué Quijote
yo gané para
Después de todo, hace bien. Puesto
Déjalo.
que
le sobra...
juego de
k>
tan legítimamente...!
la
Además, que en
este bonito
devolución, hay su riesgo, y todo
que es comprometido y arriesgado
tiene su
encanto.
Pepe
Juan
No te entiendo. ¿Qué es
Que no es fácil devolver
lo
que quieres decir?
cien mil duros a
un
marido honorable y escamón, que en buena
ley se dejaría matar antes
que admitir un solo
céntimo.
marido
escamado?
Pepe
¡Ah! ¿Pero
Juan
Dice Ramiro que se mascan las bofetadas.
Pepe
(Preocupado .) Caramba, hombre, ¿y para eso
el
me
traes aquí?
un
gato,
está
Esas experiencias se hacen con
caramba. ¿A qué jinojo
me metes
ganaste
que con-
a mi...?
Como
tú
el
dinero,
justo es
tribuyas a restituirlo.
Pepe
¿Pero yo qué porras sé a quién se
qué
me
gracia
saliera
lo
gané, ni
importa, caray? Hombre, pues tendría
que encima de haberle hecho un favor
yo con las manos en
la
cabeza
y...
vendándomela.
Juan
No
seas criatura; no
te
preocupes. Para nos-
otros no hay peligro ninguno.
Pepe
¿Crees tú?
Juan
Nosotros, en esta comedia de
la
devolución,
nos repartimos los bonitos papeles de
los
que
-
63
-
favorecen; de los que llegan adonde hay una
necesidad y dan noventa mil duros por una
maritata.
Pepe
Los vas a dar
Juan
¿Eh?
Pepe
Yo
Juan
¡Qué pusilánime
tú solo.
en este juego actúo solamente de mirón.
Pepe
Tú déjame
Juan
Mira,
Pepe
Según.
Juan
Y
eres, Pepe!
a mí.
nuestro deber es caminar con pies de
plomo.
no ofrecer nada por nada hasta que venga
Paco Núñez y nos asesore. Paco sabe mucho
de muebles y de antigüedades y de pinturas...
Pepe
Eso dice
Juan
Hombre, ¿vas a negar que Paco entiende de
él.
pinturas?
Pepe
Si entendiera
no
iría
su mujer con los labios
pintados de corinto y los carrillos de oporto y
la frente
de iodo, que parece una paleta locá.J
la derecha.) Calla.
Juan
(Mirando hacia la puerta de
Luis
(Enfadadísimo, por la puerta indicada y ha-
.^
'
blando hacia
el lateral.)
¡Vaya usted mucho
con Dios...! ¿Eh...? ¡Y usted
a...
esparragar...!
¡Nos ha fastidiado...!
Pepe
(Escamado .)
(¡Caracoles!)
Juan
Pero ¿qué
pasa, hombre?
Luis
Que hay
te
tíos
borrachos que quieren comprar
por veinte duros
el
coleo de Benlliure,
lomé de Romero de Torres y
el
cigarreras de Sevilla de Bilbao.
Juan
¿En qué quedamos?
la
Sa-
cuadro de
las
-
—
64
Luís
Ofrecerme setenta pesetas por un
Juan
Claro; por uno nada
Luis
;Ah! ¿Pero es que te vas a pitorrear de mí en
más
Saícíllo,
..
estas circunstancias?
|UAN
¿Pero es que
te
vas a enfadar, tú que no
te
has
enfadado nunca?
Luís
me
Es que nunca me he visto como
con
Juanito:
el
agua
ser.
llaron tres curas,
saber
Ya sabes mi
nadar. \Un maldito diecisiete...!
manera de
veo ahora,
cuello y sin
al
Creo en los detalles, y
un parche, una
liga,
me
fa-
un som-
brero de paja y cinco guindas que llevaba una
cocota en una pamela.
Juan
¡Válgame Dios, hombre! Entonces estás a dos
velas...
Luis
A dos
te
velas y sin timón.
Con
decirte
que par-
de los muebles que hay aquí son de mi pro-
piedad.
Juan
¡Ah! ¿Sí?
Luis
He aprovechado
mío y he
almoneda de
la
traído a ella cuanto
amigo
este
me quedaba
de
algún valor: este arcón, ese bargueño, esos
dos cuadros, este
sillón,
el
grupo
del
reci-
bimiento y un magnifico repostero que he col-
gado en
Juan
el
comedor.
Pues no sabes cuánto celebro
el
que
me
lo
hayas dicho.
Luis
Te haré un
Juan
No,
si
precio de amigo, ¿eh?
yo no voy a comprar nada. El com-
prador es Parras, este amigo, que ya está can-
sado de vivir en hoteles y ha decidido poner
casa.
—
65 -
Pepe
(Escamado.) ¡Hombre, Juan...!
Juan
¿Vas a decir que no?
Pepe
No, no digo que no; pero ya sabes que yo... no...
Juan
(.4
Luis.) Quiere decir que
que
sin
él
quien estamos esperando: un
¿no
Luis
tal
Paco Núñez,
conoces?
{Haciendo memoria.) Núñez, Núñez...
a
j
Juan
le
no compra nada
aconseje precisamente un amigo a
le
Es un muchacho versadísimo en estas cosas;
un verdadero técnico. No tardará.
Caro.
Me suena
mi esto de Núñez.
(Por
la
**?**
puerta del fondo. Trae unfrtpapeles .)
Oye, Luís... Buenas tardes. (Juanito y Pepe
Con
contestan rendida menie.)
el
permiso de
ustedes...
con vuestro permiso.
Luis
Sí,
Juan
¡Por Dios!
Pepe
¡No
faltarla
más! (Hablan aparte Luis y Ca-
rolina.)
Juan
No hay que comprar nada de
(A Pepe.)
lo
de
éste, ¿eh?
Pepe
Allá tu.
en
más
Y
a
líos,
(Rumor de
mí hazme
el
favor de no meterme
porque cojo
la
puerta y
me
voy. fy
voces dentro.)
Juan
Ahí está ya Paco Núñez.
NUÑ.
(Entrando en escena por
¿'—~
la
derecha.) Hola...
(A Luis y Carolina.) Buenas tardes... (Acer-
cándose a Pepe y Juan y con
sario.)
Perdonad
tretenido Ramiro.
Pepe
¿Eh?
NÚÑ.
A Ramiro no han
la
el
misterio nece-
tardanza; pero
me
ha en-
Hay novedades.
querido recibirle aquí esta
—
65
—
Hay que andar con
tarde.
ojo,
porque va a
haber palos.
Juan
(Cogiendo a Pepe del brazo, al ver que mira
hacia la puerta y se abotona la americana,
como para echar a
No
correr.)
seas idiota,
hombre.
NúÑ.
Quiere Ramiro terminar este asunto de una
vez. (Sacando
un papel.) Tiene que devolver
cuatrocientas setenta y un mil pesetas. Ese es
hoy
el
saldo de
la
cuenta; de
modo que vamos
a ver...
Juan
Te pondré en antecedentes, porque aquí hay
muebles que no son de Reguera. Mira... (Siguen
hablando.)
Luis
(A Carolina, en el otro extremo de la escena.)
ese amigo de ellos viene
Sí;
Caro.
Pues nos va a
lo
Luis
como
técnico.
porque como nada de
fastidiar,
que hemos traído es bueno...
No
tengas cuidado. Hace media hora, cuando
despacho, se posaron dos go-
estaba yo en
el
rriones en
balcón, y ya sabes que eso es de
el
una buena suerte que atolondra. Venderemos
nuestros muebles y
muy
bien vendidos. Estoy
dispuesto a defenderlos de todas
la
maneras.
(Cogiendo una gumía que habrá sobre un
mueble.)
A
quien
atravieso. (Siguen
NÚÑ
ponga un
el
arcón ni
muebles antiguos
defecto,
le
hablando .)
(A Pepe.) Eso es lo de menos.
compras
Pepe
les
te
el
Tu
dices que no
bargueño, porque los
dan asco.
(Que está escamadísimo can
lo
de la gumía y
que no quita ojo a Luis.) Pero siempre he de
ser yo...
(Continúan hablando.)
Luis
(A Carolina.)
Caro.
En
el
por
Luis
67
—
Déjame con
ellos.
despacho estaré con
las chicas.
(Mutis
el foro.)
(Acercándose al grupo.) ¿Este señor es
el
técnico...?
NÚÑ.
(Nada de eso; un aficionadillo simplemente.
Juan
(Presentando
(Saludos
.)
Luis Montilla... Paco Núñez...
.
(A Núñez.) Pues fíjese usted, que es entendido,
Luis
porque hay aquí algunas cosas bonitas. Mire
usted qué arcón. Esto es
más antiguo que
la
letra A.
NÚÑ
Con gesto de
indiferencia
.
¡Pschs.
)
. .
Juan
(ídem.) ¡Pschs...!
Pepe
Luis
Es de madera de abedulillo, que es rarísima.
NÚÑ.
Sí, sí;
Luis
El
pero...
bargueño es también una preciosidad. Está
hecho de una madera resinosa y teosa, que per-
fuma cuanto
(Como
NÚÑ.
se guarda en
él.
muy
Es
curioso.
antes.) ¡Pschs...!
Juan
(ídem.) ¡Pschs...!
Pepe
Luis
(Tragando saliva y desenjundando
Pepe
¿Eh?
Pues
si
gumía.)
que...
No, nada, que
Luís
la
al silloncito
no
lo
mirarán us-
tedes con esa indiferencia. Es un sillón prelaticio.
Asiento curiáceo o de cuero y una
divina.
¡
Aquí están
o dignidad de
lamanca, en
el
las insignias
de
la
talla
nababia
Abad «Este fué adquirido en Saconvento de Valdelamusque, y
—
era
sillón
el
atardeceres,
-
68
que
el
solía usar
en los poéticos
preboste o prior de
comu-
la
nidad.
Juan
Muy
NÚÑ.
Describe usted poéticamente.
Pepe
Tiene usted
Luis
Sí,
bonito, Luís,
muy
bonito.
estro.
señor, tengo estro y lo «ostro», que son
ganas de vender.
Juan
Pues a Pepe, estas cosas antiguas y de méno...
rito,
NÚN.
No, a Pepe no... (A Pepe.) ¿Verdad?
Pepe
(Que no sabe que
como para
decir,
porque Luis
mira
le
Hombre,
cortarle el cuello.)
te
diré...
dan asco. Tiene ese mal gusto.
Juan
Dice que
Luis
(Agresivo y destemplado.)
así,
Pepe
le
En
efecto;
pensar
no es de persona culta ni muchísimo menos.
(Preocupadísimo.) ¡Ea, pues no! Ventajas a
a mí, de ninguna manera. (A Luis, y por los
dos cuadros de su propiedad.) Esos dos cuadros
se
me
entusiasman a mí. (Juanito y Núñez
miran asombrados.) Y con
pre en esta casa,
me
lo
que yo com-
llevo esos dos cuadros.
¡Ya está dicho!
Luis
(Trocando su agresivismo en placidez.) Se ve
que sabe usted apreciar
NÚÑ
(Por
el
lo
que es bueno.
El
que es
No hay
dinero
lienzo pintado por Victoria
una maravilla
.
)
es ese bodegón.
Luis
(¡Atiza!)
NÚÑ.
Antiquísimo. Escuela flamenca.
para comprar ese cuadro.
Pepe
También
delante.
lo
compraré. Pero estos dos van por
§o
rt
Juan
¿Qué es
Luis
Pues
el
quién
que representan?
lo
retratado no se sabe a ciencia
Unos creen que
es.
es
cierta
critico helé-
el
nico Apio de Tasos, y otros Apio Pronópidas,
el
poeta griego que escribió por primera vez
de izquierda a derecha.
Juan
(Tomándolo a chacota,) Apio Pronópidas...
LUIS
Kn cuanto
lo
Pepe
Luis
Luis
era
también
^*~--—''~~~~~~~mm'
_____^^m-mmm
a.'este
otro cuadro, se ve claramente
que representa: es
de Platea.
la batalla
¡Caramba!
Ustedes no ignoran que Platea fué teatro de
una gran
Juan
Pronópidas
que
Nosabía yo
Apio. (Rie.)
batalla...
hombre.
Claro,
Pues aquí está Arístides después del triunfo
sobre los persas, diciendo que sólo Platea es
acreedora de
e inviolable
y declarando sagrado
la victoria
el
lugar de acción de
Pepe
Aquí se ve un grupo de mujeres.
Luis
Si,
la batalla.
aquí abajo; esas son las plateas.
más
NúÑ
Aquellos de
Juan
(Como
Luis
Veo que hay buen humor, y
antes.)
arriba
Deben
no se distinguen bien.
ser los palcos. (Risas.)
lo
celebro.
Yo
también estoy contento.
Pepe
Y
eso
me
gusta,
hombre. Bueno, conste que
los tres cuadros son míos, ¿eh?
NúÑ.
Mira, Pepe, que
el
«bodegón» no hay dinero
con qué comprarlo. Es cuadro de setenta mil
duros ¿no?
Pepe
Ese cuadro
y
lo
les
lo
compro yo en
setenta mil duros
vendo en medio millón de pesetas. (Luis
mira asombrado.)
-
70
-
Bueno, vamos a dar un vistazo a
otros
los
salones...
Te advierto que yo por mi gusto haría una cosa:
lo
compraría todo;
como
me
está, y
me
quedaría con, la casa
vendría a vivirá
ella
tal
mañana
mismo.
Juan
Pues eso es bien
todo, y luego,
Luis
la
éste tiene aquí
que se ponga de acuerdo con
sillas,
de
unas coel
dueño
almoneda.
Claro,
hombre; eso
yo es como
si
es io de menos. Patricio y
fuéramos hermanos. (Indicando
Pasen ustedes ñor
la puerta de la izquierda.)
aquí y daremos
Juan
un precio por
sencillo: haces
como
la vuelta.
/
(Haciendo mutis.) Gracias.
Muchas
Nú^.
(ídem.)
Pepe
(ídem.) Gracias, amigo mío... (¡Ventajas a mí!)
Luis
gracias.
(Contentísimo .) (¡Voy a levantar una de billetes...!
Los gorriones
No todo me
me han traido'la
iba a fallar.) -rn/ase.
sigilosamente IRJgNE,
entran
Por
buena.
el
foro
VICTORIA y
CAROLINA.)
ViCT.
¿Han oido
ustedes...?
¿Y
ahora...?
¿Qué me
dicen ustedes ahora? Son los íntimos del conde.
Aunque no
les
conocemos personalmente,
sa-
bemos que son sus amigos inseparables y
vienen aquí a comprar mandados por él. Claro,
es
un medio perfectamente
a tomar
el
licito
de obligarnos
dinero que tan generosamente nos
ha ofrecido otras veces.
Caro.
¿Crees tú?
VlCT.
Cómo
si
no,
pueden ofrecerse setenta mil du-
ros por ese cuadro pintado por mi.
-
—
71
Caro.
Si, claro...
Vict.
¿Por qué es todo esto, Dios mío?
Iré.
Voy
Vict
¿Eh? ¿Qué vas a hacer?
ÍRK.
Llamar a Ramiro pyl
V'ICT.
¿Pero...?
mismo.
a salir de dudas ahora
teléfono.
Sé donde está
a estas horas.
1RF..
Espera. (Se va por la puerta de la derecha.)
VÍCT.
¡La pobre...!
Caro.
¿Eh? ¿Crees tú que
Vict.
Ella lo
enamoradísima de
"Caro
.
muy
Pues es
bre que.
/
Opino
Vict.
ella...?
me
niega, pero a mí no
de
engaña: está
él
Ramiro no
sentir.
es
hom-
.
mismo que
lo
Sin embargo...! ¡Hay
tú.
un misterio tan grande en todo esto...!
Caro.
Lo que no puede negarse
tora has
quedado a una
es
que como pin-
altura infinita.
Porque
dirán que tus flores son un bodegón,
ellos
pero tasan
el
cuadro en setenta mil duros.
a pintarlo bien...!
Vict.
¡Si llego
Luis
(Por la izquierda, precipitadamente.) Carolina.
.
.
o
tú, Victoria.
a nadie a
la
.
.
almoneda,
-i
Que no
dejen pasar
porque
está
todo
vendido.
¿Eh?
Vict.
Caro
.
¿Qué?
Luis
¡Como que no
Vict.
Pero...
Luis
s.^y
El señor Parras lo ha
cientas setenta y
Vict.
yo nadie vendiendo!
¡Jesús!
comprado todo en cuatro-
un mil pesetas.
—
Caro.
Luis
72
—
¡Pero Luis...!
(Mirando hacia
la
puerta de laucmierda e im-
poniendo silencio .) ¡Chist...! j¿¿p£
'(Entrando por la derecha.) Dentro de dos mi;
IRÉ.
nutos está aquí.
Luis
(Como
Iré.
¿Qué pasa?
VlCT.
¡Que
antes.) ¡Chist...!
han comprado todo en cuatrocientas
lo
setenta y un mil pesetas!
IRÉ.
¿Te convences.
VlCT.
Si
.
Lé£
.?
yo estoy convencida. ^.füDisimulan al ver
JUANITO
entrar en escena a PElftf,
ÑEZ.
Los
tres
NU-
y
saludan severa y ceremoniosa-
mente a las señoras, con reverentes inclinaciones.)
Pepe
Amigo
(A Luis.)
Montilla... Tantísimo gusto...
Dentro de un rato volveré con
extenderá usted un
*
el
cheque, y
vendí» para unirlo
al
me
in-
como convinimos...
ventario,
Luis
Sí,
Juan
Buenas
NÚÑ.
(Despidiéndose de Luis.)
señor.
tardes.
Ya sabe que puede
disponer de mi...
Pepe
(Juanito,
muy sastisfecho
un bonito papel
un
pisto loco
riente,
.)
el
)
.
Tenías tú razón; es
de venir
y...
¿eh? (Dándose
¿Vamos, señores? (Muy son-
a Victoria y Carolina.) Lo he comprado
todo. Dijeron cuatrocientas setenta y un mil pesetas, y cuatrocientas setenta y
Para mí
el
Llego, veo
Buenas
y...
todo. ¡Lo he
tardes. (4 Luis.)
moneda.
un mil pesetas.
dinero es lo de menos. Yo soy
Me
así.
comprado todo!
gusta
la
de
la al-
Luis
¿Cuál?
Pepe
La de
73
-
los ojos grandes...
Luis
Es mi mujer.
Pepe
(Que no sabe qué contestar, haciendo mutis
muy
deptisa.)
Buenas
Juanito y de Núñez
Luis
(Haciendo mutis tras ellos .)Ha comprado todos
los
Vid.
tardes. (Vase seguido de
.
muebles y ha metido toda la pata. ( Vase.)
¿Dudas ahora,
Irene? ¡Cuatrocientas setenta y
un mil pesetas!
Iré.
¿Pero cómo es posible hacer tan
mal
las
cosas?
Vid.
Cuando
Caro.
Por Dios, Victoria, no vayas a
Patricio se entere...
Este negocio puede ser
VlCT.
Luis
decirle... Se-
capaz de echarlo todo a rodar, y eso no.
ría
la
salvación para todos.
Recuerda que Luis y yo no tenemos qué comer!
¿Pero cómo voy yo a ocultarle...?
(Por la derecha, cantando.) Apriétate contra
mí,
como en
autobús... Vivan los gorriones....
;
Bueno, yo necesito hacer mi cuenta, para ver
lo
que
me
corresponde,
que deben ser unos
once mil duros, porque como están ahí las facturas de lo que costaron vuestros muebles, y
en realidad a lo único que
ts al «bodegón»,
le
han puesto precio
pues de cuatrocientas setenta
y un mil se quitan trescientas cincuenta mil y
quedan ciento veinte y un mil. Como vuestros
muebles costaron cincuenta y un
mil,
pues
quitando cincuenta y un mil de ciento veinte y
un
mil,
quedan setenta
mil...
¡Catorce mil
duros! ¡Más de lo que yo creía!
(Cantando y
-
74
como
bailando.) Apriétate contra mí,
Además espero que
tobús...
en au-
me
Patricio
dará
alguna comisión... Ven, Carolina; haremos
cuentas y
vendí...
el
como
Si ustedes,
las
partes
interesadas, quieren ayudarnos...
IRÉ.
(Que no quita ojo ni oido de
derecha
Sí,
.)
VlCT.
Bueno.
Iré.
(Aparte a
Victoria
la puerta de la
irá...
Ahí
Victoria.)
Avísame
está.
si
vuelve Patricio.
VlCT.
Vamos.
Luis
(Haciendo mutis por
Victoria.)
se posan en
Iré
.
Si,
es
él.
.
.
el
foro con Carolina y
¡Qué verdad es que cuando losgoel-
balcón...! (Vase.)
(Se sienta y adopta la
más sugestiva
de las posturas. Al ver entrara Ramiro.) ¡Oh!
Ramiro...
RAM.
Buenas
Iré.
No sabe cuánto le agradezco que haya
Ya puede agradecérmelo.
Ram.
tardes, Irene...
Iré.
¿Está usted enojado?
Ram.
Un
poco. Se lo declaro con
debo
a...
la
un amigo; porque
venido.
franqueza que
me
figuro
que
lo
ocurrido hace un instante no será causa de que
rompamos nuestro
todo momento dos
tratado de ser siempre y en
camaradas...
Iré.
Yo no me
Ram.
Caramba, pues nadie
olvido jamás de mis promesas.
lo diría,
berme
arrojado de su casa,
vale
recadito
el
dome con
la
que
me
después de ha-
porque a eso equi-
enviaron antes, dán-
puerta en las narices.
sucedido, Irene?
¿Qué ha
-
75
-
IRÉ.
¿Quiere usted que
Ram.
Creo que tengo derecho a
Iré.
Pues sépala
le
diga
la
verdad?
exigirla de...
un ca-
marada.
ambages: mi cuñado está
sin
celo-
so de usted.
Ram.
¿Sabe aquel
Iré.
No
flirt
inocente de Melilla?
es lo pasado, sino lo presente lo
tan sus celos.
que
exci-
Son sus continuas... asiduidades
con mi hermana...
Ram.
Las mismas tengo con usted, y usted sabe
muy
bien, Irene...
Iré.
Yo
y así se
sé,
Victoria no
ta;
lo
he dicho, que su amistad con
puede ser más respetuosa y correc-
¿pero quién evita las sospechas de un ma-
rido,
cuando
las apariencias les
dan aspecto
de verdad?.
Ram.
¿Aspecto de verdad? Expliqúese, por Dios.
Iré.
Hay cosas que son
Pat.
Para su ingenio no puede haber dificuitad en
IRE.
de decir.
y menos tratándose de un camarada
nada,
como
difíciles
yo.
Hombre, eso de camaradería va a servirme.
Es un buen recurso. Figurémonos que nosotros no
somos ahora
nosotros, sino dos cama-
radas, en efecto; dos estudiantes...
dian,
como
Yo me
la
mayor parte de
que no estu-
los estudiantes.
llamo... Paco, y usted...
Ramón. ¿Le
gustan los nombres?
Ram.
No
Iré.
Y, por supuesto, no estamos aquí, en esta ca-
Ram.
En
los
hay mejores en
sa, sino en...
el
el
calendario.
en un café.
Oriental.
Lo encuentro más
clásico para
-
76
-
dos estudiantinos que quieren hacerse sus
confidencias.
Pues partiendo de
íre.
el
Ram.
la
base de que estamos en
Oriental...
Espere usted, porque tenemos que tomar
al-
Un vermouth unas anchoas con sus
lillitos... Ya están aquí. Empiece usted.
pa-
go...
¿Qué usted
IRÉ.
ni
qué usted, hombre? De
tú. Si
yo
no soy yo, yo soy Paco.
Ram.
Pues empieza, Paquillo.
IRÉ.
Dame un
Ram.
Caramba; nunca
cigarro.
¿Cuándo vas a com-
tienes.
prar tabaco?
Trae y no gruñas. (Enciende un
Iré.
Ramiro
le
da.)
Dime
la
verdad.
cigarrillo que
A
ti
te
gusta
una mujer, ¿no es cierto?
Ram.
Mira, Paquillo, a mi
me
gustan todas las
que veo.
Bueno, pero unas más que
IRE.
sé,
pongo por caso,
lo
otras,
porque yo
que de unos meses a
esta parte vienes tú haciendo por...
por una
mujer.
Ram
.
Iré.
¡Chico!
Sí, sí,
el
no pongas cara de extrañeza
«pasmao»... [Fuma.)
gusta que te alienas, y
que
está pasando,
A
ti
ni te
hagas
esa mujer te
como sabes
los
apuros
porque no tiene dos gordas,
tú
no perdonas medio de protegerla ocultando
lo
que haces.
Ram.
¿Eh?
Iré.
Recoges los recibos de
cuentas...
la
casa,
pagas sus
—
-
77
Ram.
(Chulonamente.) ¡Te daba
Iré.
¿Eh?
Ram.
¿Pero tanta cara de primo tengo
asi...!
yo,
¿Crees que en pagar trampas de nadie
a gastar
Tú
IRÉ.
que
te se
despeje
ces la verdad, no quiero
cigarros,
Volvamos a
Y
me
di-
más vermouth,
ni
más nada. (Levantándose.)
ni
(Cambiando de
la realidad.
aseguro que no esperaba esa
le
el
voy a convidar a otro vermouth.
Puesto que eres tan mal amigo que no
más
lila?
me voy
dinero déla fonda? jVamos, hombre.
el
estás mochales. Para
caletre te
so
falta
tono.)
de fran-
queza de usted, señor conde.
Ram.
Pues
el
señor conde,
como me llama tan
cere-
moniosamente, no puede contestarle otra cosa
sino que ha dicho
la
su cuñado no tienen
verdad; que los celos de
el
menor fundamento y
que jamás me ha pasado por
las
mientes vol-
ver a hacer la corte a Victoria.
IRÉ.
En
eso
usted
en lo otro, no. ¿Es que no es
le creo;
el
bienhechor oculto que nos proteje?
Comprenda que cuando me he
atrevido a
lla-
marle, después de lo ocurrido, debe ser por-
que tengo un
interés
muy
grande en aclarar
el
asunto. Los celos de Patricio no se disiparán
hasta que usted no diga en alta voz: «Sí, soy
yo quien
les
ha hecho esos favores, pero no
por ganarme con
mujer honrada, en
por
lo
que
sea.
.
.
»
ellos
la
la
voluntad de una
que no pienso, sino
por...
Mano que derrama mercedes
y se oculta, se hace sospechosa de perseguir
fines inconfesables.
Ram.
¿Y voy
IRÉ.
¿No
k
a confesar lo que no es cierto?
es cierto
estos
-
78
que ha mandado usted comprar
muebles en cuatrocientas setenta y un
mil pesetas?
RAM.
¡Ah! ¿Pero ya...?
IRÉ.
Sí,
Ram.
Pregunto
IRÉ.
No
señor; ya han venido.
ya han sido comprados, porqué
si
yo he querido adquirir algunos...
está
mal corregida
la torpeza;
pero ya .ha
declarado...
Ram.
¡Por Dios, Irenita! Ni he declarado, ni puedo
declaiar lo que no existe.
¿Porqué he de
ser
yo ese protector desconocido que busca? ¿Hay
acaso algún motivo...?
Ahí tiene usted Jo único que
IRÉ.
me
hace dudar
en mi convicción; que, efectivamente, no hay
motivo alguno para que usted se interese de
ese
modo con
nosotros, que
debemos
serle
indiferentes...
Ram.
Eso no. Usted no puede ser para mí una
ferente.
En primer
tarla, y
eso
me
lugar,
indi-
porque intenté ma-
liga a usted
con
el
lazo del re-
mordimiento, y después, porque hemos congeniado desde
Ram
el
primer instante.
(Melosa y coqueta.) ¿Es verdad eso...?
IRÉ.
.
Palabra de honor.
IRÉ.
No me
Ram.
(Encandiladillo.)
engaña...
que ocupa
el
Ya
\
¿Eh...?
Ram.
Que no son
he dicho varias veces
primer lugar en mi
jeres...
IRÉ.
le
mujeres.
lista
de
mu-
—
IRÉ.
(Con
Ram.
Es
el
decir,
de
las
palabra,
la
miro con
el
mismísimos
los
talones.) ¡Ah!
que no tienen sexo determina-
do; de las que no
de
-
79
alma en
me
atraen, en
el
mal sentido
y a las que por eso
mayor
respeto y
me
mismo
ma-
inspiran
yor simpatía.
(Queriendo sonreír y sin que
IRÉ.
risa.)
Ram.
Es verdad; no
La única prueba de
a una mujer es no
me
me
le
salga la son-
acordaba ya
afecto
de...
que yo puedo dar
enamorarme de
ella,
y usted
parece que no puede tener queja en ese
punto. ¿Ha oído una sola frase de cariño en
mis labios?
Ni
Iré.
la
he oido... (Con honda pena, que no sabe
disimular.) ni espero oirías.
Ram.
(Comiéndosela con
los ojos
.)
Puede tener
completa seguridad. (Separándose de
Víci
.
(¡No
me
(Por
el
caso, no
me caso
foro.) Irene...
¿Cómo? ¿Ha
y no
me
la
ella,)
caso!) /
,
(Afectando sorpresb.)
tenido usted la amabilidad de
venir? (Le tiende la mano, que Ramiro besa.)
Ha
IrE.
venido, y se niega a decirnos lo que desea-
mos. Yo he agotado en balde todos mis recursos.
Ram.
A
ver
si
tú eres
más
afortunada.
Por Dios, Irene.
Iré.
Irene ha muerto para usted.
Ram.
Apelaré a Paquillo.
Iré.
Ese está más muerto todavía.
Ram.
¿De modo que ya no podemos hacernos nues-
Iré
Si usted quiere hacérselas a él,
tras confidencias?
.
¿eh?, de verdad,
acudirá
al
pero de verdad,
no tiene más que llamarle y
llamamiento.
—
Ram.
¿Dónde?
Iré.
Donde
-
80
aquí o
quiera;
al
Paco está
Oriental.
siempre dispuesto a tomar un vermouth con
pero hay que pedirlo de mejor clase
usted...
que
el
de hoy... El de hoy estaba
{Mutis,
y
Patricio
ViCT.
muy amargo
sate inmediatamente al oir la voz de
.
(Al ver a Patricio, que entra en escena por la
puerta de la derecha y se detiene bajo
de la misma.)
Pat.
el dintel
¡Patricio...!
(A Ramiro.) ¿Usted aqui...?
Yo
creía
que
le
habían dicho de mi parte que en esta casa no
podía recibírsele...
Ram.
Melodijeronantes de suplicarme quevolviera.
Pat.
¿Le
Ram.
Si.
Pat.
¿Quién? ¿Mi mujer?
haii «uplicado...?
Ram.
Irene.
Pat.
Irene no estaba autorizada...
Ram.
Por ignorarlo vine. Ahora que
que debo,
sin
lo
sé,
haré lo
nuevas advertencias. Yo soy
quien quiere hacerle una.
Pat.
¿Cuál?
Ram.
Que puedo
salir
de aquí con
la frente
muy alta.
(Saluda con una inclinación de cabeza, y se va
por
la derecha.)
VlCT.
¿Qué has hecho,
Pat.
Lo que
Patricio?
debía, tíse
hombre no puede volver a
poner los pies en esta casa.
VlCT.
Vuelvo a
decirte, Patricio,
tejado ni un solo
Pat.
que no
me
ha cor-
momento.
Será una estratagema de... profesional. ¿Qué
otro objeto
que
pueden tener
El niega ser
Pat.
¿Y
tú le das crédito?
al ir
¿Quién puede ser sino
más
un escarnio, una des-
es ya
Ahora mismo, en La Hamburguesa,
a buscar nuestros pasajes,
cuando me enseñaron
«Puede
le
con
quien hace esas cosas...
Lo que me ocurre
honra...
las generosidades
de abrumarnos?
trata
Vid\
él?
-
81
el
el
me han
dicho,
plano del vapor:
señor escoger los camarotes que
gusten, porque están pagados previa-
mente.»
IAi
IRÉ.
¿Eh?
Vict.
¿Es posible.../' (Por
la
puerta del foro entran
Luis
LUÍS y CAROLINA.)
(Con unos papeles en la mano y cantando como
antes.) Apriétate contra mí, como en autobús...
ViCT.
(Agriamente,
en escena
mandándole
callar.)
¡Vamos,
hombre!
IRÉ.
(ídem.) ¡Por Dios!
Caro.
¿Eh?
Luis
(Extrañado
Pat.
¿Qué ha de
)
.
¿Qué pasa?
pasar,
volverse loco.
hombre? Que
Que
esto es para
ese desconocido que va
precediéndome por todas partes; ha estado
también en
la
agencia naviera a pagar nuestro
viaje a Chile.
Luis
(A Carolina.) ¡Que no nos saliera a nosotros
Pat.
¿Qué
Luis
Nada, hombre, que esta vez tu desconocido
un caprichoso de
esos...!
dices?
protector ha perdido
ochenta mil duros en
el
el
tiempo, porque con
bolsillo
no creo yo
que hagas
guna
PAT.
Luis
la
-
82
estupidez de
irte
a Chile ni a nin-
parte.
¿Eh? ¿Qué tonterías estás diciendo, Luis?
¿Pero aún no
¡Ahí
hombre; se acabó
a ser rico
como
como
le
habéis dicho nada?
la falta
antes
.
Sí,
de dinero. Vuelves
Puedes cantar
la
«java»
yo...
PAT,
¿Se ha vuelto loco?
ViCT.
No, Patricio. No he querido decirte nada, por-
que estoy segura de que
alegría,
la noticia
más, que
ha de causarte disgusto; pero...
¿De qué se
Pat.
¿Pero qué.
Luis
De que hemos vendido
.
.?
trata?
cuanto hay en
casa
la
en cuatrocientas setenta y un mil pesetas.
Ahora traerán
Pat.
cheque...
el
{Estupefacto.) ¿Eh...? ¿Pero quién ha dado esa
enormidad? ¿El desconocido de siempre.
Luis
es
.?
Pepe Parras, que cree haber encontrado
verdaderos tesoros de
PAT.
.
No; esta vez no hay anónimo. El comprador
arte.
Esto es una farsa más, no
amigo
lo
dudes. ¿Tú sabes
del conde..,?
si él
es
Luis
Eso
sí.
Pat.
No hay más que
hablar entonces.
Dios que hay quien dé
la
Gracias a
cara en este asunto.
Gracias a Dios que voy a poder desahogarme
con alguien. *rju
muy
sonriente.) ¿Se puede...?
Pepe
{Por
Luis
(¡Atiza!) Adelante.
Pepe
{Seguido de Juanlto Barca.) Creo que no he
la
derecha
tardado mucho...
Luis
No, señor; llega usted... oportunamente.
Pat.
(Con
Pepe
(j4
83
Oportunísimamente.
las de Caín.)
Patricio.) Perdón...
No
había
visto... (Le sa-
luda con ana ceremoniosa inclinación.)
Jijan
Patricio, escamadísimo
(Al ver a
(¡Anda,
.)
morena!)
Pepe
(A Luis.) Aquí tiene usted
Pat.
¿No
le
el
cheque...
parece a usted, señor mío, que da
poco dinero por
lo
muy
que quiere comprar en
esta casa?
Pepe
No comprendo.
Pat.
Pronto
me
comprenderá, puesto que por
fin
encuentro con quién poder explicarme. Esta
vez no es esa
mano
misteriosa,
empeñada en
favorecerme contra mi voluntad,
la
que tengo
hombres de carne y hueso,
que van a darme cuenta de su conducta, o
delante; son dos
mejor dicho, de
conducta de quien
la
ha
les
enviado... porque ustedes vienen enviadospor
otra persona.
Pepe
¿Empieza a comprenderme ya?
(Preocupadísimo, mirando a Juan.)
no...
La verdad,
no... (A
Pues no,
Juanito .) ¿Eh?
Juan
Allá tu; tú eres
Pepe
(A Juanito, en tono de reconvención.) Hombre...
Pat.
En
vista
comprador...
de que es usted un poco tardo de
comprensión,
mismo.
el
El
me
explicaré sin
conde de Laurelia
el
menor
les
eufe-
ha hecho
venir a ofrecer por los muebles de mi casa
una verdadera fortuna, y yo
digan con qué derecho
mejante
me
les exijo
que
me
hace ese señor se-
ultraje.
Pepe
¿Ultraje? (A Juanito.)
Juan
En
efecto,
no veo
el
Hombre,
ultraje,
diletú...
ni
tampoco
la
—
-
84
que pueda
relación
no viene por
tener...
Yo
Y
viene,
nadie...
si
creo que éste
que
lo diga,
¡caramba!, y que no nos comprometa a los
demás...
Pepe
Parece mentira, Juan...
Luis
(Mediando.) ¿Pero quién habla aquí de ton-
Pepe
Claro, señor.
terías...?
Lo
digo, y lo digo
muy
alto, qui-
no vengo en nombre de nadie, y que he
ofre-
cido lo que en conciencia debo ofrecer, porque
si
es cierto
que
corrientes, en
los
muebles son unos muebles
cambio
este
cuadro (Por
Victoria.) vale setenta mil duros,
el
porque
de
está
pintado...
Pat.
(Agarrándole de las solapas.)
usted, le tiro por
¡Si
un balcón! ¡Esas
continúa
flores las
ha pintado mi esposa!
Plpe
(Lívido,
acobardado y sin saber qué decir .)¿Eh?
¿Qué...? ¿Pero...?
Yo
ViCT.
¡Patricio...!
Iré.
¡Pero Patricio
CARO.
¡Por Dios santo...!
Pepe
(
le
suplico caballero...
..!
Ya separado de Patricio, arreglándose
lapas y procurando serenarse.)
le suplico, caballero,
las so-
Yo
¡Caray...!
que no olvide que
está
en su casa, y que no vuelva a decir que...
PAT.
(Desafiándole .) ¡¡Qué!!
Pepe
Que... (Por el cuadro.) esas cosas son flores,
Pat.
(Intentando arrojarse sobre
¡caramba! La sandía está clarísima.
él.)
¿Pero es una
burla...? (Las ttes mujeres sofocan
Luis
(Sujetándole.) ¡Calma, calma...!
un grito.)
Pepe
Sí, es lo
—
85
mejor, y puesto que no nos enten-
demos, quede
la
compra
sin efecto,
y nos re-
tiramos. (Asiente Juanito.)
Pat.
(Ante la puerta de ¡a derecha, cortándole
el
paso.) ¡Quiá!
Luis
¡Anular
Pat.
(A Luís.) ¡Quita...! (A los otros.) Ustedes no
la
venta, nunca!
salen de aquí sin confesar primero la verdad.
El asunto es
demasiado grave para resolverlo
con una evasión. ¡Va en ello mi honor!
O hablan
ustedes claro, o antes de media hora recibirán
mis padrinos.
Pepe
(Apurado, a Juan.) ¿Estás oyendo?
Juan
No
sé por qué pluraliza, señor Reguera, ni por
qué
me
mezcla a mi en este grave asunto.
Yo
no soy más que un simple acompañante, que
ignora en absoluto...
Pepe
¡Hombre, Juanito
Juan
En cuanto
a éste.
.
.
.
.
.
(Muy envalentonado.)
éste
no se ha negado nunca a esos requerimientos,
ni
ha rehuido jamás ninguna cuestión de honor.
(A Pepe.) ¡¡Diloü
Pepe
Juan
Espera un poco, hombre...
¡¡Diloü Claro
este caso
PAT.
que usted comprenderá que en
no hay motivo...
¿Que no hay motivo? ¿Cabe ofensa mayor que
que me hacen en este momento? ¡Supo-
la
nerme capaz de vender mi honra, mi nombre. ..
Juan
Pat.
¿Quién supone eso?
El conde, vuestro amigo, vuestro mandatario.
¿Qué
significan
si
no sus larguezas y sus dá-
divas? Cree, sin duda, que es
de seducir a mi esposa...
el
mejor medio
Juan
¿Eh...?
Pepe
¿Qué...?
86
-
Pat.
Y
Pepe
(Aterrado.) ¿Pero usted cree que Ramiro...?
Juan
(Asombrado.) ¿Sospecha usted que es esa
quiere comprar con dinero mi resignación.
intención del
Pat.
No puede
claren
ser otra, y por eso les exijo
que es
la
conde?
él
quien
les
que de-
envía, para
derecho a matarle. Si se obstinan en
tener
me
callar,
entenderé con ustedes.
Pepe
A
¡Basta!
mí, no...
¡Caramba...!
Tomándolo
de esa manera, yo no tengo más remedio que
decirle a usted la verdad.
Juan
¿Pero...?
Pepe
(AJuanito.)
yo
a...
Que me
¡Quita,
dejes, ¡porras...!
hombre! (A Patricio.)
Qué voy
Sí,
señor;
venimos de parte de Laurelia.
Pat.
¡Al fin...!
Pepe
Pero con una intención bien distinta de
la
que
supone. Donde usted ve una ofensa mortal, no
hay otra cosa que
volverle lo que
le
el
intento nobilísimo de de-
había ganado, sin que tu-
que agradecérselo...
viera ni
Pat.
No comprendo...
Pepe
Ramiro, precisamente por mi conducto,
ganó a usted en
le
Biarritz las quinientas mil pe-
setas,
y cuando supo que
formó
el
le
había arruinado,
propósito de devolverle a toda costa
su dinero.
Pat.
Pero
si
a
que unos
Juan
¿Eh?
mí aquella tarde no me ganaron más
billetes...
Pepf.
¿Qué?
Pat.
Aquí
87
me
que no
está Luis Montilla
dejará
mentir.
Luis
Claro.
Juan
¿Tú? ¿Pues no
me
dijiste
tú aquella tarde,
cuando volvíamos nosotros con
que
las ganancias,
señor acababa de perder quinientas mil
el
pesetas?
Luis
Pero no en
el
juego, hombre,
sino en la quie-
bra del banco Orgaiz.
Juan
Yo
y
que había sido en
entendí
«bacarrá»,
el
así se lo dije a Ramiro...
Pepe
¡Qué estúpido...!
Vict.
(Con
cierta alegría,
que no puede disimular.)
mular.) (No era por mí; ya
lo decía yo.) (A
Pa-
¿Ves como eres un mal pensado...? Has
tricio.)
arrojado de tu casa a quien venía a ella con
más pura de
Pat.
la
las intenciones.
Le pediré mil veces perdón, y personalmente
le
haré saber mi gratitud.
En cuanto
señores, les suplico también que
y,
aunque nada
vale, les
a ustedes,
me dispensen
ofrezco
mi sincera
amistad.
Juan
Pf.PE
¡Oh...!
Cuente en todo momento con
la mía... (Se es-
trechan efusivamente la mano.)
Luis
Entonces
Pepe
¡Por Dios!
Juan
lo
de
la
compra...
¡Quién piensa en eso! Ya no hay objeto... (Despidiéndose.) Señoras...
Pepe
(ídem.)
te
Muy
buenas tardes. (A
que su mujer no
por
la
me
Luis.)
Y
cons-
gusta nada. (Se van
puerta de la derecha Pepe y Juan.)
Iré.
(Echándose a llorar a moco tendido.) ¡Dios
mío...!
»
Vict.
(Acudiendo a
ella.) ¡¡Irene...!!
IRÉ.
¡Era sólo bondad...! ¡No era cariño...!
Luis
(Tristísimo.) ¡Carolina...!
Caro.
(ídem.) ¡Tus catorce mil duros...!
Luis
¡¡Me
han fallado también
los
(Telón.)
FIN DEL
ACTO SEGUNDO
gorriones!!
^'«^
^.^A
-^
ACTO TERCERO
La
misma decoración
del acto
segundo. Continúan en escena los
muebles de
Luis; es decir, el arcón, el
cuadros y
marco antiguo,
el
cambio no están
los bonitos
una mesa y varias
sillas
sin
el
bargueño
lienzo pintado
muebles de
los
dos
por Victoria.
En
el sillón,
ésta, y habrá
en su lugar
de estilos y tamaños diferentes. Es de
(Al levantarse
el telón
y Luis. Este último, con
día.
están en escena Patricio
una gamuza saca
brillo
al marco antiguo.
Luis
Tú
te sonries;
pero llevo una racha de un ne-
gro humo, que aunque fuera albino, estaría
culotado. '¡Señores, qué rachita!
han
fallado
A mi
no
me
nunca tantas cosas seguidas. ¡Qué
espanto! Ahora, que
el
día que cambie... y
cam-
biará porque no hay mal que en bien no se
convierta y mude... El día que cambie,
me voy
a hinchar.
Pat.
¿Y
si
bia?
Luis
no
llega
nunca esa
Porque ya ves
hora?...
¿Y
si
no cam-
tú, yo...
¿Te vas a quejar? ¿Pero cuándo has dejado tú
de tener suerte?
—
Pat.
-
90
¡Hombre...!
Luis
__
^Ciaffirr^eHorrPl^^rmT5nnñary"en
acto
el
|
surge un «quid pro quo»
que quiere meterte
el
dinero en
el
«quid», y enseguida logras vender a
buen precio
casi todos los
Pat.
Sí, pero...
¿Qué culpa tengo yo de que seas
-
que hayas invertido
lo
muy
el
-
tan Quijote,
dinero en reintegrar' al
que equivocadamente pagó por
ti?
Pat.
Era mi deber.
Luis
Cuando no
Pat.
¿Iba yo a consentir que Laurelia pagase por
Luis
Mira, yo dejo pagara Laurelia y a
mí
al
pues no
Pat.
se tiene otra cosa...
casero y a
la
faltaría
modista, etcétera, etcétera...?
la Benita;
más.
Te conozco y sé que no sientes lo que dices.
Lo que no tengo más remedio que aceptar, sin
saber cuándo podré reintegrárselo, es
porte de los pasajes. Para eso no
aunque venda
lo
der y aunque
me
do
al
a ver
poco que
me
me
resta
el
im-
alcanza,
que ven-
pignore yo mismo. He
cita-
conde esta tarde para tratar de ese asunto,
si
acepta
el
que poco a poco
le
envíe
el
dinero desde Chile...
Luis
Aceptará, hombre.
todos.
¿Qué
le
Con
el
cariño que os tiene a
importan a
él
unas miserables
pesetas....
Pat.
Y
Luis
¡Pschs! ¡Qué sé yo! Si vendiera esta porquería
tú,
¿qué piensas hacer?
de bártulos y reuniese nada más que dos mil
pesetillas, intentaría
I
muebles.
Luis
conde
Se deshace
bolsillo a espuertas.
el
una combinación nueva
i
«*.
de
siete
puede
-
91
números contra veintinueve, que no
fallar
nunca.
Pat.
¡Bah!
Luis
Te aseguro que no
martes y
trece,
falla
aunque
la
juegues en
y actúe Pitágoras de croupier.
La he ideado en estas noches de insomnio y
es una combina para ganar muchos millones.
Si
yo ayer no hubiera hecho
rio...
el
honora-
idiota
como
Pero, chico, hay días que discurro
una pared maestra. Claro, me dijeron
con-
el
de y Juanito Barca que cuando Pepe Parras
jugaba con dinero ajeno ganaba siempre, y
como un
caí
párvulo.
Pat.
¡Ah' ¿Le diste...?
Luis
Las trescientas pesetas que saqué de
la
venta
del repostero.
Pat.
No
sabía que habías vendido
Luis
Sí,
vino a
la
almoneda
la
el
repostero.
viuda de López,
la
confitera de ahí de la esquina, y en cuanto la
vi
pensé: a esta confitera
tero, y se lo
Pat.
Luis
le
coloco yo
el
repos-
coloqué en sesenta duros.
¿Y... volaron...?
Como
si
hubieran sido gorriones.
pa Pepe Parras, porque
al
Tuvo
entrar en
el
la cul-
Casino
tropezó con Lorenzo Benítez, que es rubio
como
las candelas, y todo el
mundo
sabe que
después de tropezar con un rubio no se puede
apuntar más que
Pat.
Luis
al
cinco o
Claro,
hombre.
Y
él
se
treinta y dos.
empeñó en jugar
segunda decena,
Pat.
al
¡Ah! ¿Si...?
¡Por Dios, qué disparate!
a la
Luis
tomas a chunga; pero ya ves
Sí, tú lo
le
-
92
lo
que
sucedió a Pepe Parras, que perdió mis se-
senta, cien de Juanito y treinta y cinco de
que
Ma-
muchacha de Besobia
richu Acabalaceta, esa
«Palé-Palau> de
está de tanguista en el
Barcelona.
Pat.
Pues
Luis
Le he suplicado a Parras, lo mismo que a los
que
sí
demás, que
ra,
y
me
la
ha hecho buena...
me busquen un
destinillo cualquie-
ha mandado a decir esta mañana con
Vicente Jandua, que va a colocarme en Viena.
Pat.
Luis
¡Caramba!
¡Ojalá lo consiga,
porque precisamente
yo quiero es
de España.
salir
Pat.
¿Pero Carolina...?
Luis
Con eso de Viena
está encantada.
Lo
gunda mano, porque desde ayer no
Pat.
Luis
que
lo
sé de se-
me
habla.
¿Eh?
Sí,
el
haber perdido
repostero
lo del
pieza a
tomarme manía. De
no hay más que un paso, y
manía
la
el
día que
ha
la
desesperado. (Muy contento.) Yo crej que
em
al
odio
me
odie
desbanco.
Pat.
Y
Luis
Le hincho un
ojo.
de primera.
¿Me acompañas
el
día que tenga
un
flirt...
(Por
el
marco.) Esto está ya
a
casa del an-
ticuario?
Pat.
Sí,
voy a
llevarle
níamos en
esa coronita de plata que
la vitrina.
Como
que valga algo más que
lo
te-
es antigua, puede
que pesa. (Acercán-
dose ala puerta del foro y llamando.) ¡Victoria!
-
93
Luis
{Examinando un extremo
número?
mero
Sí, el
once. ¡Qué casualidad!
favorito:
el
un
Mi nú-
once negro. ¿Será esto un
X7
aviso celeste?
ViCT.
del marco.) ¿Es
(En traje de casa, por el foro.) ¿Qué quieres?
Pat.
¿Dónde has puesto
Vid.
Irene la estaba quitando
corona de plata?
la
do...
(Llamándola.)
Luis.)
¿Vas a llevarla por
Pat.
Sí.
Iré.
(También en
el
polvo y arreglan(A
Trae eso.
¡Irene...!
fin?
zr.
el foro.)
Carolina, por
traje de casa, con
Aquí
la tienes.
Pat.
Vamos allegarnos
Luis
(A Carolina, que ni
ahí a la
«Maisón Noé», a
ver qué pasa. Hasta luego.
le
mira siquiera.) Adiós...
(Carolina no contesta.)
Vict.
Buena
Ike.
A
Luis
¿Qué vamos a
suerte.
ver qué traen ustedes...
traer,
con una corona y un mar-
co? (Se van los dos por la derecha.)
Vict.
(A Carolina.) Mujer, ¿pero ni siquiera le sa-
ludas?
CARO.
Y
te
aseguro que como ese destino que
ofrecido en Viena no
a separarme de
¡Criatura!
Vict.
Vamos, vamos...
Hija, pero si esto es
falta
le
han
estoy decidida
él.
Iré.
Caro.
le cuaje,
no
vivir.
Y
no aludo a
la
de dinero, que a eso estoy yo acostum-
brada desde que nací. Figúrate, doce hermanos, y mi pobre padre era catedrático de Arit-
mética del Instituto... Se pasaba
el
día hacien-
-
94
-
do números y no lograba jamás que
zase
el
creía,
le
alcan-
sueldo. Pero no era supersticioso, ni
como
que todas
Luis, en
las cosas
son
presagios de ganancias o de pérdidas; porque,
caramba, es que
mucho
me
tiene frita.
Luis!
ViCT.
¡Es
Iré.
Tiene sus defectos, pero es un hombre de una
gran delicadeza, incapaz de admitir dádivas
de nadie... como hacen otros.
VlCT.
¿Lo dices por Patricio?
|re.
Claro que lo digo por
Patricio tiene en su
él.
poder, desdehacedías.unos pasajes para Chile
que pagó Laurelia, y yo creo que deshecho
el
antiguo equívoco, ni
mos
Vid.
Mujer, Patricio se propone hablarle hoy mis-
mo
del asunto,
rica
haga
el
satisfecho las otras.
lo
mismo que
¿Qué quieres que
pobre?
Devolver los pasajes y quedarse en España.
Eso es
VlCT.
asegurándole que desde Amé-
satisfaremos esa deuda,
hemos
Iré.
nosotras debe-
él ni
aceptar ese favor del conde.
lo
digno.
¿Pero de qué íbamos a vivir aquí? ¿Ignoras
que no tenemos nada? Ese destino
es nuestra
única salvación.
Iré.
que no hay destinos en
Hija, cualquiera diría
el
mundo más que en
Chile. El
ro podría darle a Patricio
tiene casasyfincas, y
se reduce a
que
mismo Rami-
uno mejor
aquí.
¿No
minas eindustrias? Todo
Patricio
deponga su orgullo
y se lo pida. Es preferible pedir un destino a
pedir dinero. Además, que
el
sueldo que lleva
-
—
95
a Chile tu marido es una miseria, que apenas
nos bastará para sostenernos
der devolver a Ramiro
ha de devolver, es
za: es
ViCT.
No va
allí.
a po-
importe de los pasa-
y tomar ese dinero a sabiendas de que no
jes;
lo
el
una
más que una
indelicade-
estafa.
¡¡Irene...!!
Caro.
¡Jesús,
VlCT.
Di claramente que
qué exaltación!
lo
que
tú
no quieres es
irte
a Chile.
VlCT.
Lo que yo no quiero
como todo
VlCT.
¿Eh?
ÍRE.
Mirad
el
el
que se nos critique
es
mundo nos
está criticando ya.
anónimo que he recibido
na que... se
me ha
esta
maña-
caído la cara de vergüenza.
(Saca del pecha un papel.)
Vict.
¿Un anónimo?
Caro.
¿A
Iré.
(Leyendo.)
el
ver...?
«Una persona que se
interesa por
buen nombre de su familia se permite acón -
sejarle
que desconfíe
que
un hombre peligrosísimo. Su cuñado
es
no debe admitir
quiere regalarle.
del
conde de Laurelia,
los pasajes
para Chile que
Además de que
él
se los oíre-
ce de mala gana y sólo por compromiso.
consta...»
Me
¿Eh?
VlCT.
Chica, qué mal desfiguras la letra.
IRÉ.
¿Eh?
Caro.
Claro, mujer. Otra vez escríbelo con la
mano
izquierda.
Iré.
(Turbada, avergonzada.) ¿Pero ustedes creen
que
este anónimo...?
ViCT.
96 Creemos que ese anónimo
Iré.
No
—
lo
Vict.
está escrito por
ti.
Es un anónimo auténtico. (Se
es verdad.
guarda.)
rómpele y no seas
tonta. Cree-
Mira,
Irenita,
rás tú
que nos estamos chupando
dedo.
el
Apelas a esa artimaña porque no quieres cruzar
lo
el
charco, y no quieres cruzarlo por... por
que todos sabemos: porque estás enamora-
da de Ramiro.
Iré.
¡No!
¡Falso...!
Cuando supe
el
por qué de sus
galanterías dejé de querelle; perdí cuantas ilu-
siones había concebido con respecto a
no quiero a Ramiro, puedo
ViCT.
De todos modos hay que
le
Yo
huir de aquí.
Si
no
quieres, para evitar que llegues a quererlo;
si le
quieres, para cortar
el
de que se haga incurable.
maradería con
ningún
Iré.
él...
jurártelo.
mal de
Tu
raiz,
antes
amistad, tu ca-
conde no puede llevar a
el
práctLo.
fin
¿Pues sabes
lo
que yo
Que
te contesto?
estoy
decidida a no marcharme, para que lo sepáis
Me
quedaré en España con quien quiera
cogerme. Buscaré una colocación en
o en Madrid-París,
o
el
re-T
Metro,
en los almacenes Ro-
dríguez, o en cualquier parte. Y
si
nada en-
cuentro, pediré limosna.
ViCT.
(Riendo.) Bonito porvenir.
Ya
Caro.
(ídem.)
Iré.
(Cada vez más exaltada.) Todo
lo creo.
quieras, pero no
me
Ramona
voy!!
me
voy, no
lo
me
bonito que
voy... ¡¡y
no
fi
(Por la derecha.)
las señoras
El
pueden
señor conde pregunta
recibirle.
si
97
Yo
IRÉ.
¡Ay...!
VlCT.
Ni yo...
IRF.
A
RAMONA
Viene con
VíCT.
asi
-
no puedo...
me
con un momento
ni í
Mejor.
el
basta...
señor Barca, ese amigo suyo...
Que pasen
y que tengan la bondad de
aguardar un momento. (Vase Ramona.)
Caro.
Iré.
VlCT.
Os ayudaré
A
a vestir para
que despachéis antes.
mi, a mí. Vic-oria no tiene prisa.
¿Eh?
IRÉ.
Es que necesito hablar a solas con
VlCT.
¿Pero...?
IRÉ.
No
Ramona
(Por
él.
temas. Él no leerá nunca lo que
por mi. (Se van las
la derecha,
tres
por
pasa
el foro.)
seguida de Ramiro yJuan.) Las
señoras saldrán enseguida. Están con
la
señora
de Montilla...
Ram.
Perectamente.
Juan
De modo que cuando
Ramona
Sí,
salió
hace poco don Luis
llevaba ese marco antiguo...
señor.
Bien,
muchas
Ramona por la
(Se va
gracias.
derecha.) ¡Qué lástima, hombre! Sería
que se
lo
un dolor
vendiera a cualquier chamarilero,
porque de seguro nadie dará por
el
marco
lo
que daría Perico Sanabria, que anda buscando uno de esa clase para un
retrato antiguo.
Ahora preguntaré adonde ha
ido,
a
ver
si
puedo...
Ram.
Ojalá llegues a tiempo.
me
la
Ya sabes
inspiran tanto Luis,
que deseo hacer
como
algo, y
no aceptar nada de mí.
interés
que
esta familia,
por
que
el
se
obstina en
—
—
98
error de la pérdida
Juan
Realmente, descubierto
Ram.
Tal vez, pero reconoce que no todo
dsl
el
juego en Biarritz, no hay motivo...
procedería con
que
ellos proceden.
Ya
ves;
ve obligada a vender hasta
una gente que se
el
el
último mueble
el
de su casa, que se queda en
primero que hace con
devolverme
mundo
el
extremada delicadeza con-
la
que
la calle y
lo
dinero que recibe es
importe de aquellas cuentas que
pagué...
JúAN
Sí, si;
Ram.
Pero ¿qué más? No tiene para este pobre
es admirable...
hombre
otra solución
que
tencia
la
de
que ha podido
el
problema de
irse a Chile
conseguir...
con
O
la
exis-
el destinilllo
o morirse
eso,
de hambre. ¿Pues quieres creer que todavía vacila
en aceptar
por no tener
la plaza,
ridad de poderme devolver también
la
segu-
impor-
el
de los pasajes?
te
Juan
Es un verdadero «caso» de honradez.
Ram.
Y
las
dos mujeres son
crúpulos,
igual
lo
mismo... Iguales es-
resistencia
a
dejarse favo-
recer...
Te digo que no
a mí...
¡Empeñarme en hacer un
poder lograrlo por
la
le
pasa a nadie
negativa de los
a quienes quiero beneficiar...!
lo
bien,
No veo
que
y
no
mismos
el
mo-
mento de que se vayan. El día en que yo sepa
que se han embarcado va a ser
mi
Juan
el
más
feliz
de
vida.
¡Caramba, y qué loco estás, querido Ramiro!
Cualquiera
te
inspira
te
el
entiende. Dices que esta familia
más vivo
interés;
entonas un
himno
99
—
a su delicadeza, a su desprendimiento,
a sus virtudes... y a renglón seguido aseguras
que
tu
mayor deseo
esto tiene lógica,
Raai.
es perderla de vista... Si
que venga
me
lo jure.
La
lógica está en lo
que
Aristóteles y
tu encuentras ilógico.
Yo
Esta es demasiada virtud para mí.
acostumbrado a
que
vivir en
estoy
un mundo donde no
son frecuentes esos rasgos de rectitud y de
me
grandeza moral que
Juan
¿Qué
Ram.
Hombre, que
le
humillan...
Sobre todo
rrido, es desesperante.
Es abu-
Irene...
pasa a Irene?
recibir de
mi
es la peor en lo de resistirse a
el
menor
agasajo.
No
la
puedo
aguantar.
Juan
Pues yo
creía
que
ella era tu
verdadera amiga
en la casa.
Ram.
Por eso precisamente, hombre, no seas animal
porque es mi amiga... Yo haría por
quier sacrificio; yo
tengo... ¡Y ya ves
ella cual-
daría con gusto cuanto
le
cómo me
paga...!
Con qué
despego, con qué ingratitud...
Juan
¿Sabes que empieza a escamarme tanto hablar
de Irene? Porque, para bien o para mal, no se
te
cae
el
nombre de
Ram.
No
seas estúpido.
Juan
En
serio te digo
la
que
tivos esa mujer, para
boca.
tiene
demasiados atrac-
que tu amistad con
ella
se quede en... amistad.
Ram.
¿Sospechas que estoy enamorado de
Juan
(Indeciso.) Hombre...
Ram.
Tranquilízate, no es por ahí. Irene es una mujer
ella?
—
honrada,
en
-
100
que no había de pensar más
la
que para hacerla mi esposa, y ya sabes que yo
no he de casarme nunca. Te lo he dicho mi'
veces.
Juan
Si
todos los que han dicho eso hubieran cum-
plido su palabra, no habría por ahí bullas ni
aglomeraciones, y
Ram.
Yo cumpliré
el
mía.
la
mundo
sería
un edén.
Cuando no consiguieron
vencer mis resistencia los ruegos de mi madre,
que no tuvo
otro
empeño en
toda su vida,
¿iría
a claudicar ahora porque una niña vitonga...?
Vamos, vamos, que
Juan
Bueno, hombre, no
Ram.
Es que esa mujer
te frían un... citroen.
te
enfades por eso.
me da
co:?í\qJJ^umor de
suena,
Juan
Es Pepe.
Pepe
(Entrando en escena por
Asi,
como
J.J
la derecha.) Hola, ca-
Acaban de decirme que estabais
balleros...
,aquí.
coraje.
voces dentro.) ¿Eh?
Venía buscando a Montilla pata eso del
destino de Viena...
Ram.
Qué, ¿lo has conseguido...?
Pepe
Sí,
hombre; es cosa hecha.
Ram.
Lo
celebro,
porque
pobre está ilusiona-
el
dísimo.
Pepe
Aquí tengo una
carta de
las condiciones y
demás
Felipe Lázaro,
con
detalles...
Juan
¡Lo que se va a alegrar...!
Pepe
Bueno,
JUAN
¡Quién no es contable a los cuarenta años...!
él
conoce algo de contabilidad, ¿no?
Lo que seguramente no sabe
¡Anda,
Juan
éste...!
¿Que no va
Ni
falta
que
le
es alemán.
hace.
a hacerle falta estando en Viena...?
Pepe
Hombre,
101
-
que estamos hablando en
serio,
Juanito.
Juan
Pepe
En
serio hablo yo.
Pero
si el
Viena de que yo hablo es
dería y confitería de la Carrera de
Juan
¡Atiza!
RAM.
¡Vamos!
Pepe
Necesitan un contable
la
pana-
San Jerónimo.
y...
Mon
Juan
Sí,
IRÉ.
(Elegantísima, por la puerta del foro.) ¡Oh/.
hombre,
tilla,
Pero
si.
Pues nada, buscaremos a
porque yo también tengo que verle
está también
si
el
J
señor Parras...
Ram.
Buenastardes... (Saludos.)
Pepe
Acabo de
Iré.
¿El de Viena?
llegar
y.
buscando
al
señor Alontilla, a
quien he conseguido un destinillo que le ofrecí...
Pepe
Justamente.
Ií<e.
¡Cuánto
me
alegro...!
Pues ha ido con mi
cuñado a una tienda de antigüedades,
«Maisón Noé»... a
marco
Juan
de
la
la
venta de un
antiguo...
¡Ah! ¿Pero es en
a ver
tratar
si
la»MaisónNoé. .»Pues corro
logro evitar que lo
venda. Vamos,
Pepe.
Pepe
Sí.
Juan
A
Iré.
Hasta luego, benita...
los pies de usted.
Vayan ustedes con Dios; muy buenas
tardes...
(Se van por la derecha Juanito y Pepe.) Son
muy
simpáticos,
y nos
buenos amigos...
Ram.
Si...
IRÉ.
Pero siéntese, por Dios...
hemos hecho muy
Ram.
102
-
Muchas
(Sentándose.)
usted a lo que vengo.
Ya supondrá
gracias.
He
recibido una tarjeta
le
hubieran llamado no
de su cuñado...
IRÉ.
Eso es decir que
si
no
hubiese venido. (Irónica.) Es de
muy
agra-
decer la visita...
Ram.
IRÉ,
Toma
usted
No,
ya sé a qué atenerme respecto a su con-
si
el
rábano por
Acude encantado
ducta.
porque sospecha de
lo
las hojas.
a las citas de Patricio,
que quiere hablar con
usted...
Ram.
Sospecho, efectivamente, que querrá
nuevo
pecto
del
al
tratar
de
enojoso asunto de los pasajes, res-
cual ya no sé
qué
decirle para
que
acepte sin escrúpulos ese peq ¡eño anticipo,
que para mí no supone
Iré.
No
sólo
supone
sacrificio alguno...
sacrificio,
sino que satisfa-
deseo más vehemente. Tranquilícese,
ce su
hombre. Ya nos iremos... Pronto se verá usted
libre
de nosotros.
Ram.
¡Qué mal pensada es usted!
Iré.
¿Va a negarme que tiene prisa poique nos va-
yamos? Yo no
le
oigo nunca
hablar de otra
cosa que de nuestro viaje.
Ram.
Y aunque
interés
así fuera,
¿qué probaria eso sino mi
por su familia? Su cuñado no tiene otro
porvenir que
el
destino de Chile, y es preciso
que vaya cuanto antes a encargarse de
España es tan
Iré.
Irónica.) Si. ¡En
Ram.
Punto menos que imposible.
Iré.
No
difícil
él.
encontrar
una colocación!
se esfuerce en demostrarlo.
¿Quién va a
-
103
-
encontrar a una persona que tenga casas y
fincas e industrias
muchacho como
donde poder colocar a un
Patricio...?
Ra.m.
¿Lo dice usted por
Iré.
No, por Dios; yo no aludo a nadie.
Ram.
Pues, en efecto, yo tengo vacante
administrador;
mí...?
el
cargo de
pero, vamos, eso sería dema-
siado modesto para su cuñado. Yo no
a mi administrador
ganando ocho
Iré.
Él va a Chile
RAM.
(Turbado.) ¡Ah!
Pero es
más que
igual,
No
le
doy
diez mil pesetas...
mil.
sabía que fuese tan poco...
porque yo tengo otro com-
promiso...
Iré.
Claro...
Ram.
Sí;
IRÉ.
Ya me hago
caen sobre uno
como
fieras...
cargo.
Ram.
Un pobre
Iré.
¿Por qué no
Ram.
Aunque
Iré.
Lo reconozco, puesto que no ha negado que
padre de familia con... doce
le
hijos.
ha puesto usted siquiera quince?
se burle, le digo la verdad.
que desea es embarcarnos
lo
lo
más pronto
posible.
Ram.
¡Y dale...!
Ya
le dije la razón...
por Dios, en ese tono,
Iré.
Ah,
Ram.
Sí, sí...
porque
Y no me
me
hable,
mortifica...
¿sí?
Iré.
Está bien,
Ram.
(Conciliador.) Vaya, ¿quiere usted que vol-
vamos a
ser los
cando
petaca.) Ahí va un cigarrillo: fúmelo.
Y
IRÉ.
No.
Ram.
No he
la
le
camaradas de siempre...? (Sa-
prohibo que
me
tutee.
dicho fúmalo, sino fúmelo.
IRÉ.
Es
igual.
es igual.
104
-
Ram.
No
IRÉ.
Pues yo digo que es
Ram.
Bueno, bueno. Por mí.
IRÉ.
igual
Ni yo soy su camarada, ni usted ha venido a
esta casa para bromear,
Patricio
Ram.
Iré.
y basta.
.
Y estoy dispuesto a
sino para tratar con
muy
de un negocio
serio
tratarlo.
Pues no crea que va a
serle fácil encontrar so-
lución al asunto, porque nosotros no estamos
dispuesto a admitir una limosna de usted.
Ram.
Por Dios, no
IRÉ.
O
un
le
dé ese nombre.
regalo, es igual
.
Nuestra amistad nació ayer.
Ya
censuraría...
.
.
!
¡Si
título lo
acep-
Usted no es nuestro pariente...
taríamos...?
¡Ah.
.
¿Con qué
.
.
La gente nos
noscensu'ra,ya.sí,señor. ¡Ah!
viera usted
el
anónimo que he
re-
cibido esta mañana...!
Ram.
Iré.
¿Un anónimo?
Un anónimo,
sí,
señor, un anónimo.
En
él
me
dicen que no debemos aceptar nada suyo; que
usted nos lo brinda de mala gana.
Ram.
Ese anonimista es un canalla, y un miserable,
y
un embustero.
Iré.
Haga usted
Ram.
¿A quién?
Iré.
A
el
favor de no faltar.
quien haya escrito eso, que no ha escrito
más que
Patricio
Me
la
pura verdad. Afortunadamente,
no necesita de advertencias anónimas.
consta que está dispuesto a no admitir
el
dinero, caso de que lo admita, sino en condi-
ciones que garanticen a usted la devolución.
Ram.
Haré cuanto
él
quiera.
-
-
105
¿que desconfia usted de nosotros?
Iré.
Es
decir,
Ram.
Yo
no; usted es quien dice...
Iré.
¿Ve usted cómo
el
anónimo
tiene razón;
cómo
nos ofrece esos pasajes por compromiso?
Ram.
Pero, criatura, ¡por los clavos de Cristo!,
si
es
usted quien se está contradiciendo...
Iré.
En todo caso mi cuñado, que asegura
¿Yo...?
que no aceptará
garé.
Raai.
señora, y
Sí,
favor sin firmarle un pa-
el
¿No se llama pagaré?
.
.
no es más que esa
si
la
con-
dición, desde luego la acepto.
que hade ser un pagaré,
IRÉ.
No, no... pero
Ram.
¿Cómo
IRÉ.
Vamos, un documento con
si
es
verá usted, un pagaré... terrible.
terrible?
meterle en
Ram.
la cárcel si
no
¡Ah!
Muy bien.
y a todos nosotros.
cual
el
le
Iré.
A
Ram.
Sí, sí;
Iré.
¿De modo que
Ram.
Claro; absolutamente conforme.
Iré.
Para perdernos de
Ram.
Para que Patricio no pierda
él
pueda usted
paga.
perfectamente.
está usted
vista,
conforme?
¿no es así?
el
destino, y para
no perder yo mi tranquilidad, que es
más me
lo
que
importa.
IRÉ.
¿Su tranquilidad?
Ram.
Yo me
Iré.
Si, sí,
entiendo y bailo solo.
porque
lo
que es conmigo...
Ram.
Voy
Iré.
¿Ahora mismo?
Ram.
En
Iré.
Oiga usted primero.
a hacer
el
documento.
este instante. Ahí enfrente hay
un estanco...
106
Ram.
¡Imposible!
IRÉ.
Es que es necesario que yo
Ram.
A
la vuelta.
Voy por
Iré.
(Apurada.) ¿Pero...?
Ram.
Luego... ¡Voy por
le diga...
pagaré.
el
pagaré! (Vase por la de-
el
recha.)
I
re.
(Nerviosísima, desesperadísima.) Nada, no hay
manera;
lo pierdo... ¡lo pierdo!
perder, pero...
R.
P.
I.
vía
Y
puedo
pierdo!
¡lo
no, ¡R.
el
quiero
Chile,
él a... Y si le
me voyü^Cp
Porque no va
yo...
(Entrando en escena por
dice
Iré.
lo
Claro, que toda-
digo a Patricio que... ¡¡Yo no
Pat.
no
Y yéndome a
P., no!
I.
Y
la
derecha
)
¿adonde
conde que va?
Mira, no
me
hables del conde, porque estoy
asqueada, verdaderamente asqueada.
¿Qué ha sucedido?
Pat.
¿El¡?
Iré.
Ahora
Pat.
¿Eh?
te lo
contaré (Llamando.) ¡Victoria...!
¡Qué hombre...! Mejor dicho, ¡qué
Iré.
¡Y se llama caballero...!
ña. ¡Pues
Vict.
Iré.
si
el
vuelta...? (A Irene.)
¿Y
Vas
es
te diré del
a quedarte
Caro.
¿Y Luis?
Pat.
Cállate, mujer:
foro.) ¡Ah! ¿YirTstás de
el
conde?
conde, para que
como
no
la
me
hables de Luis, porque
nientas pesetas y se ha ido
selas.
¡Dios mío!
te espabiles.
mujer de Lot.
eso no tiene arreglo. Vendió
Caro,
grande de Espa-
esos son los grandes...! ,/jr
(Con Carolina por
Ahora
Y
tio!
el
al
marco en quiCasino a jugár-
Pat.
-
107
Vio que un perro negro olía a uno blanco, dijo
que eso no
el
fallaba y echó a correr para
le
Casino.
Caro.
No puede
[re.
Te advierto que Pepe Parras
el
Caro.
ser.
le
ha conseguido
destino de Viena.
Menos mal. Dios aprieta, pero no ahoga.
Va a parecerme mentira el verme a muchas
leguas de aquí. Tal vez en
el
extranjero varíe
de costumbres...
VlCT.
(A Irene.) Bueno, y dime del conde, que
me
tienes en curiosidad... ¿Habéis hablado...?
[RE.
Hemos hablado
un
VlCT.
canalla,
me
y
he convencido de que
e^
un usurero y un asesino.
¡Irene!
Iré.
No
Pat.
¿Pero qué ha sucedido...?
Iré.
¿Sabes
quito ni una coma.
lo
que quiere
el
cangel
mío», para
asegurarse de que has de pagarle
te
el
impor-
de los pasajes? Pues quiere que lefirmes un
pagaré.
Pat.
¡Qué cisa tan extraña! Pero en
no tiene
fin,
importancia...
IRÉ.
¡Ah! ¿Pero eso del pagaré no tiene importancia?
Pues oye más, porque eso no
es nada.
Quiere que reconozcas que tú has recibido
el
dinero como... ¿cómo se recibe una cosa que
si
Pat.
Iré.
¡Eso! Así quiere
to
PÁT.
no se devuelve
En concepto de
lo
meten a uno en
la cárcel?
depósito.
él
que
tú pongas: en
concep-
de depósito... ¡sagrado!
¡Por Dios! Pero eso es una atrocidad. ¿Es que
se ha vuelto loco...?
-
-
108
Vid.
¿Cimio
Caro.
Ya, ya... Parece mentira.
IRÉ.
Parece que ha recibido un anónimo en el que
justificas ese
cambio?
dicen que en esta casa se están mofando de
le
como
es bastante corto... Porque eso
él,
y
no
me lo pueden ustedes negar; de alcances
muy corto... pues ha tomado las cosas por
es
él
donde queman, y ¡cómo
está!,
¡cómo
está...!
Grosero, ineducadísimo... Mira, Patricio,
digo
lo
muy
te
en serio. Si tú aceptas un solo
céntimo de ese hombre, no tienes dignidad, y
si
ahora mismo no
te
vas a La Hamburguesa y
devuelves los pasajes y
le tiras
a
la
cara su di-
nero, no tienes vergüenza.
Pat.
Pero escucha, porque yo opino...
Iré.
(Sin dejarle hablar.) Es preferible pedir limos-
Pat.
¿Y
na a deberle nada a ese
IRÉ.
tío.
¡Porque es un
(Como
Y
antes.)
todo porque ha recibido
anónimo. Yo he recibido otro
Pat.
ÍRE.
tío!
te dijo él que...?
v\n
y...
(Furioso.) ¡Déjame hablar!
(En
el
bido
mismo
Yo he
reci-
otro... {Dándoselo. míralo, ahí lo tienes...
)
Pat.
¿Eh?
IRÉ.
Y como
Pat.
¿Pero
Iré.
Sí,
cia?
tono.) ¡No quiero...!
si tal
cosa.
tú...?
hombre, ¿no ves que estamos en eviden-
Somos
la
porque
cir,
tú,
y...
¡pschs!
comidilla de la gente... Es deyo... figúrate;
¿Qué me importa
pues yo
leí
eso
a mi...? Ahora,
que puede que todo sea para mejor, porque
en Chile... ¡Ay! Yo no
lo
quiero pensar, pero
-
—
109
ya que has sacado
a
A mi
decir:
conversación
la
me da
Chile
voy
te lo
miedo. ¡Mucho
miedo' El sueldo que llevases una porquería...
es carísima... y luego los mosqui-
La vida
allí
tos, los
cocodrilos...
¡A mí no!
no.
Que
¡Quiá!
él
diga lo que
que luego
berle favores, para
Pat.
¡Qué horror...! No,
hijo,
dice, de-
los cocodrilos...
Yo me quedo.
Pero mujer...
Y
ÍRE.
te advierto
que celebro en
el
alma haber
el
conde de esto
del pagaré. Si llegas a ser tú,
a estas horas
sido yo la que ha tratado con
hay planteada una cuestión personal. ¡Porque
^o\
«stá de una grosería...! Pero entre un
hombre
y una mujer no cabe... (Resuelta.) Hacedme
el
favor de dejarme con
dar y quiero ser yo
Pa
r.
Iré.
Ya no puede
tar-
este asunto.
Eso no.
(Cómicamente desesperada.)
con
Pat.
él.
que ultime
la
¡Patricio,
déjame
él!
Es que mi deber...
que
Iré.
¡Victoria, dile
VfCT.
Sí, déjala.
Pat.
¡Pero mujer!
Yict.
Tiempo tendrás
Pat.
Es
tú
me
deje!
de hablar con
él...
que...
Víct.
(Cogiéndole del brazo.) Ya
Pat.
A
Vict.
Es que... (Mutis por
te explicaré...
tu gusto.
el
foro, hablando con
Caro.
(Mirando compasiva a Irene.) ¡La pobre...!
IRÉ.
(Acudiendo a
ella,)
¡Carolina...!
una lamparilla a San Antonio.
él.)
Enciéndele
—
Caro.
¿Habrá...?
Iré.
Si
110
—
no hay lamparilla, en mi tocador hay an
infiernillo. El
asunto es encenderle algo.
Caro.
Voy. (Mutis por
Iré.
iQué
lástima,..!
el foro.)
Lo
pierdo....
(Desesperada,
mirándose, tocándose.) ¿Pero por qué no tendré yo...? {Acicalándose.) \Con tantísima niña
birriosa con suerte
que hay por
pasos y se inmuta.)
¡Ya!...
y reza
lidad.) Biieno-JS^'-santigua
moviendo mucjw
Ram.
I
RE.
(Entrando por
ahí...!
(Oye
(Afectando tranquiin
mentís,
tos labios.)
la derecha,
con un papel en la
mano.) Aquí está ya
el
(Le hace señas con la
mano de que aguarde un
los labios como
pagaré....
momento y sigue moviendo
antes.)
Ram,
¿Está usted rezando?
Iré.
(Dice por señas que
Vuelve a santiguarse.)
sí.
Es que yo
a esta hora,
nadas del
reloj,
cuando oigo
las
campa-
rezo siempre.
Ram.
¿Las campanas...? Pero sin son las cuatro y
Iré.
¿Sí?
Ram.
Bueno, aquí tiene usted
veinte.
Pues me he adelantado.
ba. Viene en
regla,
el
pagaré que desea-
con todos los requisitos.
Espero que ahora ya su cuñado aceptará
sin
escrúpulo los pasajes...
Iré.
Yo
Ram.
Conste que he accedido por complacerla, pero
lo
espero también.
que a mi esto
inútil,
IRÉ.
me
parece una cosa no solo
sino mortificante para todos...
No hablemos más de
lo
pasado,
ni
amargue-
—
mos con
111
—
recuerdos desagradables
dolor de
el
despedida... Tratemos sólo de separarnos
la
como buenos amigos.
Ka.Vi.
¿Quién piensa en eso todavía? Queda tiempo
de sobra...
]¡<e.
No nos queda más
Mañana nos vamos.
No, no; se engaña usted.
que
este instante.
Ram.
Pero
Iré.
Lo espetaremos en Cádiz. Los malos
si el
vapor no sale hasta
el
lunes...
tragos,
pasarlos pronto.
Ram.
Antes no demost aba usted tanta prisa por
marcharse.
{RE.
Antes chanceaba y ahora hablo seriamente.
¿Le parece a usted que de otro
se dicho
Ram.
No
ÍRR.
Por
muchas de
las cosas
le
hubie-
le dije?
recuerdo haberle oído nada molesto...
Dios... Mientras
ha durado
nuestra camaradería, era una
le
modo
que
diese quejas y le
Ahora ha*llegado
el
la
broma de
broma más que
hiciese recriminaciones.
momento
de... liquidar la
cuenta de nuestra amistad, puesto que voy a
emprender un largo
no
le dijera
viaje. Sería
una ingrata
si
que mi agradecimiento hacia usted
durará tanto como mi vida...
Ram.
Irf..
¿Agradecimiento...?
Sí,
puesto que, deshecho aquel error, ha se-
guido usted favoreciéndonos. Si podemos irnos
a
Chile,
quién
Ram.
lo
único porvenir que nos queda, ¿a
debemos
sino a usted?
¿A mí? No. Y ese papel que
mano
tiene usted en
es la demostración palpable de
quiere deberme nada; de que tiene
la
la
que no
crueldad
-
112
—
de negarse a recibir hasta
afecto de
Iré.
Pues
lo
si
sobre
el
menor prueba
la
deí
un buen amigo...
toma de ese modo, no quiero que
recuerdo de nuestra amistad quede
flotando ninguna sombra. (Rompiendo el pagaré.) Ya no existe
Ram.
Gracias. Irene,
nunca.
Iré.
Que
RAM.
papel.
gracias.
lo
lo
olvidaré
muy
Ramiro. Le aseguro
feliz,
deseo de todo corazón.
Y yo a usted ..
.
me
Pero
demasiada solemnidad a
trata
No
.
sea usted
que se
el
muchas
damos
No se
parece que
la
despedida...
de una separación eterna... Usted vol-
verá alguna vez...
Iré,
Probablemente no.
ria
fácil
Y aunque
volviera, no se-
que nos encontráramos de nuevo.
Nuestras vidas toman
desde
hoy
distintos
rumbos...
Ram.
Eso no puede
ser,
Irene...
a perderla para siempi¥...
usted pronto por España,
sado cojo un vapor y
Yo no me
resigno
Como no
vuelva
el
me
día
menos pen-
planto en Chile a
hacerle una visita...
Iré.
(Riendo y secándose los ojos disimuladamente.)
Ram.
¿Piensa usted que
Iré.
(Con voz temblorosa.)
Es gracioso...
lo
digo por decir..
Pienso que
.?
lo
dice
porque tiene buen corazón, y quiere endulzarme la amargura de este momento...
Ram.
(Conmovido.) ¿Pero es que usted siente de
veras
Iré.
el
separarse de mí...?
¿Podia dudarlo?
Una cosa son nuestras chanzas
-
113
—
y otra lo sincero de mi afecto.
pasadas,
amistad será siempre
recuerdo
el
más
Su
grato
de mi existencia.
Ram.
Como
para mí
la
suya. Aquel Paquillo, mi ca-
marada, no se borrará nunca de mi corazón.
IRÉ.
¡Pobre Paquillo!
Ram.
Es lástima que nuestra broma no pueda con-
Ikf..
¿Por qué?
Ram.
Porque
vertirse en realidad.
si
usted fuera un
hombre no
tendría
que marcharse con su hermana; podría quedarse conmigo...
[RE.
Es verdad.
RAM.
Yo
le
daría alojamiento en
juntos, viajaríamos...
cursión por
Italia,
mi
casa, viviríamos
Sería deliciosa
una ex-
y luego Grecia, y luego
Egipto... El Cairo, Alejandría...
Iré.
¡Qué hermosura!
Ram.
¡Y
pensar que
el
programa no puede
por... ser*usted mujer!
realizarse
Claro, las cosas están
organizadas de un modo... La gente no transige...
Decididamente
mujeres son una
las
calamidad.
Irf.
Tiene usted razón.
Hemos
nacido para
fasti-
diarnos y fastidiar de paso a los demás.
Ram.
(Encandilado.)
¡Irene...!
Iré.
Qué...
RAM.
No debió
Iré.
Dice usted bien; no debió ocurrirseme...
ocurrirsele a usted
nunca ser mujer.
per©
puesto que eso no tiene ya remedio, pon-
gamos término
a este mal rato... ¿no
le
Démonos un buen apretón de manos
parece?
y despi-
—
démonos
—
114
""
hasta que Dios quiera.
dan
(Se
la
mano.)
Ram.
¡No, no...! Hasta pronto, hasta
IRÉ.
¡Ojalá...!
Ram.
{Sin soltar la
mano
muy
pronto.
de Irene.) Adiós, Irene.
IRÉ.
Adiós, Ramiro... (Conmoviéndose por grados.)
Ram.
Crea usted que jamás he estrechado una £ ano
con tanta efusión.
IRÉ.
Ni yo tampoco, se lo juro...
Ram.
Me
parece que
lo
que estrecho con
mano, sino
es su
la felicidad...
que se me escaparía
si la
la
¡la
mía no
felicidad
soltase...!
ÍRE.
(Con todo su cariño en
Ram.
¿Estaremos locos, Irene? ¿Nos estaremos con-
los ojos.) ¡Ramiro...!
denando nosotros mismos a
ser desgraciados
voluntariamente...?
no
Usted
quiere
irse,
¿verdad?
Ji<E.
(Que
si es
muda
revienta.) ¡No...!
tampoco quiere que me
usted...
No. (Pausa.)
IRÉ.
¿En qué está usted pensando?
Ram.
En
IRR.
¿Cómo
Ram.
Y
¿Me
*
engaño?
Ram.
¡No...!
vaya...
lo
mismo que
Porque
lo
usted.
sabe?
lo leo
en sus ojos. Piensa usted en
que muchas veces pasa a nuestro lado
la
ven-
tura y la dejamos escaparse por orgullo, por
insensatez, por no pronunciar una palabra que
se nos está viniendo a los labios...
l&E.
¿Y usted sabe cuál es esa palabra...?
Ram.
Lo
IHE.
Entonces ¿por qué no
sé.
la
pronuncia?
V
Arvo
115
—
Ram.
Porque es usted quien debe
IRÉ.
¿Yo?
Ram.
No
haga por mí, hágalo por
lo
me
que
desde
IRÉ.
¿Por
Ram.
De
decirla.
llevó en sus entrañas, y
la
santa mujer
que se
pide
lo
allá arriba.
fin se
decide a ser buen hijo?
usted depende que pueda serlo.
IRÉ.
Pues
Ram.
Eso quiere darme a entender que usted
séalo.
me
dice que...
(Con un gracioso hipo de
IRÉ.
dita sea tu
lloro.)
Que...
Ram.
(Abrazándola.) ¡Negra de mi alma...!
Luis
(Entrando en escena por
mismo
mi,
instante.
como en
la
derecha, en ese
Cantando.) Apriétate contra
autobús...
(Avergonzada, separándose deRamiro.) ¡Jesús!
IRÉ.
Ram
¡ben-
madre!
.
Luis
(A Luis.) Eso se canta antes de entrar.
Que
a
sea enhorabuena, jóvenes, y felicítenme
mí tambiérvporque he ganado ochenta mil
pesetas,
Caro.
''jf
(Surgiendo por
la
puerta de la izquierda.
¿Ochenta mil pesetas... ?-^r
VlCT.
(ídem de ídem, por la del foro, seguida de Patricio.)
¿Ochenta
mil...?
Luis
(Asombrado,) ¡Señores...!
CARO.
(Pretendiendo justificarse.) Venía hacia acá, y
al oirte decir...
También
VlCT.
(ídem.)
Ram.
Puesto que han oído ustedes nuestra con-
Caro.
¿Eh?
versación...
nosotros...
—
—
116
Vict.
¿Nosotros...?
Ram.
Puesto que han oído ustedes nuestra conversación...
Vict.
Le digo muy en
bemos que
se
que se equivoca. Ni
serio
han arreglado ustedes,
sa-
sa-
ni
bemos nada.
RAM.
¿Qué
(A Irene.)
tedes que
la
te parece...?
condesa...
Pues sepan
us-
me
con-
ustedes
si
ceden... no quiere nada con Chile,
puesto que desde hoy
y
la
ha dis-
mismo se encargue
usted
de nuestra administración...
[RE.
¡Ramiro!
Pat.
¡Muchísimas
Caro.
¡Dios mío! ¿Pero qué es lo que tienes en
gracias...!
la
cara, Luis?
Todos
¿Eh?
Luis
(Enseñando un
Y
carrillo todo arañado.) ¡Anda!
tengo todo
así
ei
entrar en
Gracias
el
al
Ahora, que
He
cuerpo.
de morir. Nada, que
Casino
me
estado a punto
cruzar
al
la calle
atropello
para
un tranvía.
me ha hecho papilla.
me diólasuerte, porque
salvavidas no
el
atropello
subí y en veinte minutos, ochenta mil pesetas.
Caro.
¡Ya
me
Y
que
llegó la buena!
lo digas,
porque
lo
Pepe Parras, es un hecho.
Pat.
(Mirando hacia la
tienes.
Pepf.
de Viena, según
y*.~
puerta déla derecha.) Ahí
le
~\Y
(Entrabado en escena con Juanito Barca.)
bre,
Juan
Pepe
t>
Hom-
ya era hora...
Toda
la tarde
buscándole...
(Dándole una carta a Luis.) Conseguido
Viena.
lo
de
-
-
117
|
LUIS
Gracias, amigo Parras.
Pepe
Lea usted.
Luis
(Leyendo.) ¿Eh? ¿Viena, Carrera de San Jeróni-
mo...? ¿Yo en
el
mostrador vendiendo hela-
dos...? ¡Esta carta se la
un bofetón con carta y
Pepe
Juan
usted...! (Le
da
¡¡Señor Montillaü
(A Pepe.) ¿Estás viendo, Pepe? Te está bien
empleado por
Luis
come
todo.)
idiota.
Ea, vosotros a ser relices y yo a Biarritz a deshancar...
CARO.
Por Dios, Luis, ¿y
Luis
No
te
si
pierdes?
apures, que ya sé yo lo que tengo que
hacer para ganar:
tranvía... y el
FIN
amo.
me
arrojo al paso de
(Telón.)
DE LA COJV^DIA
un
(
^dífcx rd
.
b^3tb^d
Obras de Pedro
b^ 6)
Muñoz Seca
Las guerreras, juguete cómico-lirico. Música del maestro Manuel del Castillo.
El contrabando, saínete. (Duodécima edición.)
De balcón a balcón, entremés en prosa. (Tercera edición.)
Manolo el afilador, saínete en tres cuadros. Música de los maestros Barrera
y Gay.
El contrabando, saínete lírico. Música de los maestros José Serrano y José
Fernández Pacheco. (Séptima edición.)
~^La casa de la juerga, sainete lírico en tres cuadros. Música de los maestros
Quinito Valverde y Juan Gay.
El triunfo de Venus, zarzuela cómica en cinco cuadros. Música del maestro
Ruperto Chapw
^ Una lectura, entremés en prosa. (Segunda edición.)
Celos, entremés en prosa. (Tercera edición.)
Las tres cosas de Jerez, zarzuela en cuatro cuadros. Música del maestro Amadeo Vives.
El lagar, zarzuela en tres cuadros. Música de los maestros Guervos y Carbonell.
A
primera fila, entremés en prosa.
El niño de San Antonio, sainete lírico en
Saco del Valle.
tres cuadros.
Música del maestro
Floriona, juguete cómico en cuatro actos, adaptado del francés.
Los apuros de Don Cleto, juguete cómico en un acto.
Mentir a tiempo, entremesen prosa.
n£7 naranjal, zarzuela cómica en un acto y un sólo cuadro. Música del maestro
Saco del Valle
~T)on
Pedro
el
Cruel, zarzuela cómica en un acto y un solo cuadro. Música del
maestro Saco del Valle.
El fotógrafo, juguete cómico en un acto.
El jilguerillo de los Parrales, sainete en un acto.
La neurastenia de Satanás, zarzuela cómica en cinco cuadros. Música de los
maestros Saco del Valle y Foglietti.
120
-
"^tari-Nieves, zarzuela en cuatro cuadros. Música del maestro Saco dei Valle.
^Tentaruja y Compañía, pasillo con música del maestro Roberto Ortells.
¿Por peteneras! saínete lírico. Música del maestio Raíael Calleja. (Segunda
edkión.)
La canción húngara, opereta en cinco cuadros. Música del maestro Pablo Luna.
La mujer romántica, opereta en tres actos, adaptación española.
"^£7 medio ambiente, comedia en dos actos.
Coba fina, sainete en un acto. (Segunda edición.)
**
Las cosas de la vida, juguete cómico en dos actos. (Segunda edición.)
La nicotina, saínete en prosa. (Tercera edición.)
^Trampa y cartón, juguete cómico en dos actos. (Cuarta edición.)
La cucaña de Solarillo, zarzuela en un acto. Música del maestro Pablo Luna.
"*"£/ modelo de Virtudes, juguete cómico en dos actos.
'López de Coria, juguete cómico en dos actos.
^"El bien público, sátira en dos actos.
El milagro del santo, entremés en prosa.
incendio de Roma, juguete cómico, con música del maestro Barrera.
vfi
"^El Pajarito, comedia en dus actos.
paño de lágrimas, juguete cómico en tres actos.
Fúcar XXI, disparate cómico en dos actos. (Segunda edición.)
Pastor y Borrego, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.)
La niña de las planchas, entremés lírico. (Segunda edición.)
"^Cachivache, saine e lírico. Música del maestro Rafael Calleja.
"^Naide es ná, sainete en un acto y tres cuadros. Música del maestro Taboad»
"N57
Steger.
El roble de la Jarosa, comedia en tres actos. (Tercera edición.)
La frescura de Lafnente, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.)
La casa de los crímenes, juguete cómico en un acto. (Segunda edición.)
~~*
La perla ambarina, juguete cómico en dos actos.
La Remolino, sainete en un acto. (Segunda edición.)
Lolita Tenorio comedia en dos actos.
Los que fueron, envernes en prosa.
La escala de Milán, apropósito.
La conferencia de Algeciras, apropósito.
El verdugo de Sevilla, casi sainete en tres actos y en prosa. (Cuarta edición.)
^Doña María Coronel, comedia en dos actos. (Segunda edición.)
El Principe Juanón, comedia dramática en tres actos y en prosa. (Segunda
edición.)
.
El último Bravo, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.)
La locura de Madrid, juguete cómico en dos actos. (Segunda edición.)
Hugo de Montreux, melodrama
en cuatro actos.
El marido de la Engracia, sainete en un acto, dividido e:i tres cuadros, en
prosa, música de los maestros Barrera y Taboada Steger.
La
traición,
melodrama en
tres actos.
Loí cuatro Robinsones, juguete cómico en
tres actos y
en prosa. (Segu.'.da
edición.)
Adán y Evans, monólogo.
N
El rayo, juguete cómico en
tres actos y
en prosa. (Sexta edición.)
-
121
—
El sueño de Valdivia, saínete en un acto. (Tercera edición.)
iMbi-Melén, obra de Pascuas, en dos actos, divididos en cuatro cuadros. Música del maestro Calleja.
">E7 último pecado, comedia en tres actos y un epilogo. (Segunda edición.)
^Johny Thum, disparate cómico-lirico-bailable, en dos actos, divididos en seis
cuadros. (Segunda edición.)
~**Los rífenos,
entremés en prosa.
"*"£/
voto de Santiago, comedia en dos actos. (Segunda edición.)
El Versalles madrileño, saínete e:i un acto.
"TEI teniente alcalde de Zalamea, juguete cómico en un acio. (Segunda edición.)
~3e rodillas y a tus pies, entremés. (Segunda edición.)
"***La casona, comedia dramática en dos ac.os.
xos pergaminos, juguete cómico en
tres acios.
(Segunda edición.)
"^Garabito, chascarrillo en prosa.
barba de Carrillo, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.)
K 3, disparate en un acto. (Segunda edición.)
Las famosas asturianas, comedia en tres actos, de Lope de Vega. Refundición.
La venganza de Don Metido, caricatura do tragedia en cuatro jornadas, original, escrita en verso, con algún que otro ripio. (Séptima edición.)
""Sn verdad de la mentira, comedia en tres actos. (Segunda edición.)
Un drama de Calderón, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.)
""*a
^ia fórmula 3
Trianerías, saínete en dos actos, divididos en seis cuadros, con ilustraciones
musicales de Amadeo Vives. (Cuarta edición.)
^tos planes de Milagritos,
apunte desaínete.
¿«5 verónicas, juguete cómico-lírico en tres actos. Música de Amadeo V ves.
La Tiziana, entremés, con música de Manuel Font.
^£1 mal rato, paso de comedia.
^Faustino, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.)
"^ia razón de la locura, comedia gran guifiolesca, en tres actos. (Tercera
;
edición.)
"*<.05 amigos del alma, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.)
**Ei colmillo de Buda, juguete cómico en tres actos y en prosa. (Segunda
edición.)
m
*Tzl
condado de Mairena, comedia en
tres actos y
en prosa. (Tercera edición.)
""'La mujer, paso de comedia.
"*~Pepe Conde o el mentir de
las estrellas, saínete en seis cuadros, dispuestos en
dos actos. (Tercera edición.)
La plancha de la Marquesa, juguete cómico en un acto y en prosa. (Tercera
edición.)
"^Martingalas, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.)
El clima de Pamplona, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.)
Sanjuán y Sampedro, entremés en prosa. (Segunda edición.)
Trampay cartón, juguete cómico en dos actos. Refundición hecha para zarzuela, con música del maestro Taboada Steger.
"tos misterios de Laguardia, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.)
La cartera del muerto, comedia dramática en tres actos. (Segunda edición,)
San Pérez, juguete cómico en tres actos,
"'-f/ Parque de Sevilla, zarzuela en dos actos. (Segunda edición.)
—
122
—
"S£/ castillo de los Ultrajes, juguete cómico en tres actos, adaptado del francés
(Segunda edición.)
"^-¿a hora del reparto, saínete, con música del maestro Guerrero. (Segunda
,^
edición.)
El fresco del fuego, entremés.
El ardid, comedia en tres actos. (Tercera edición.)
^Los planes del abuelo, comedia en tres actos. (Segunda edición.)
El pecado de Agustín, comedia dramática en tres actos.
Dentro de un siglo, juguete cómico en un acto. (Segunda edición.)
"^La farsa, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.)
"^£7 número 15, saínele en tres actos. Música de! maestro
Guerrero. (Segunda
edición.
"^Tirios y Troyanos, juguete cómico en tres actos.
El sinvergüenza en Palacio, zarzuela en tres acios. Música de los maestros
*""
Vives y Luna.
Angeles, comedia en tres actos. (Tercera edición.)
s£a señorita
De
lo
vivo a lo pintado, juguete cómico en dos actos.
***El conflicto de Mercedes, comedia en tres actos. (Tercera edición.)
¡¡¡'I incita!!,
entremés.
Regina, comedia en tres actos y un prólogo.
~~~
El Coya, juguete cómico en dos actos.
~-Í^os frescos, comedia en (res act»s. (Tercera edición.)
La pluma verde, comed, a en
'
—*7
tres actos. (Tercera edición.)
Vaticinio o S. S. S.
Rey nuevo, zarzuela en tres actus. Música del maestro Jacinto Guerrero.
¡Ay. que se me cae...!, monólogo.
*+ía> hijas del rey Lear, comedia en tres actos, original.
***os cosas de Gómez, juguete cómico en un acto.
~*-£l
"°*~El filón,
comedia en
tres actos, original. (Tercera edición.)
^Las alas rotas, comedia en
~
tres actos, original. (Tercera edición.)
*m
>
La muerte del Dragón, cuento en tres actos, el segundo dividido en do* cuadros, en prosa y versi, con los ripios absolutamente indispensables.
_
La mujer de nieve, zarz.iela bufa en tres actos. Música de los maestros Rosillo
y Moreno Torroba.
Castigo de Dios, comedia en
lre¡ actos.
Bartolo tiene una flauta, saineteen
Tos sabios,
"*"í.«
"*<»¿(7
buena
Música de Ángel Barrios.
tres actos.
comedia en tres actos.
comedia en tres actos.
suerte,
raya negra, cue.ito en
tres actos y seis
cuadros.
Cuentos y casas, colección de cuentos, entremeses y monólogos.
Precio:
A pesetas
RARE BOOK
COLLECTION
THE LIBRARY OF THE
UNIVERSITY OF
NORTH CAROLINA
AT
CHAPEL HILL
PQ6217
.T44
v. 372
no. 1-18

Documentos relacionados