La buena suerte : comedia en tres actos
Transcripción
La buena suerte : comedia en tres actos
€&e Líbrarp of Onfoewítp tfte of jftortb CcnUofcorD bp W&t Carolina SDíalecííc ano P&üantfjropíc &otktlt$ ^628 /3^ a 00003 015686 14 REDRO MUÑOZ SECA LA BUEHA SIEIIE C OMEDiA EN TRES ACTOS, ORIGINAL i Copyright, by Pedro Muñoz Seca, 1924 MADRID SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES 1924 3E LA BUENA SUERTE LA BUENA SUERTE COMEDIA EN TRES ACTOS ORIGINAL DE Redro Muñoz Seca Estrenada el 5 de Noviembre en los Teatros INFANTA ISABEL, de Madrid, y CIRCO, de Cartagena PRIMERA LDICION MADRID J. MORALES, Impresor. Vinar oí, 8 (Prosperidad) 1924 Esta obra es propiedad de su autor, y nadie podrá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en España ni en los países con los cuales se hayan celebrado, o se celebren en adelante, Tratados internacionales de propiedad literaria. El autor se reserva el derecho de traducción. Los comisionados y representantes déla Sociedad de Autores Españoles son los encargados exclusivamente de conceder o negar el permiso de representación y del cobro de los derechos de propiedad. Droits de representation, de traduction et de reproductíon reserves pour tous les pays, y compris la Suéde, la Norvége etla Hóllande. Queda hecho el depósito que marca la ley. ñ Narciso Díaz de Escovar el más popular de nuestros escritores ilustres REPARTO PERSONAJES ACTORES En Madrid ELOÍSA ¡RENE "NOTORIA MURO En Cartagena CARLOTA PLA. ANGELINA VILLAR CARLOTA IBAÑEZ CAROLINA CAROLINA FERNÁN OÓMEZ. ISABEL BLANCH. MAD. BOUCHÓN MERCEDES SAMPEDRO MERCEDES ESTRELLA. DOÑA CARMEN.. ASUNCIÓN GUIJARRO GLORIA CAIRE. GLORIA MILAGROS GUIJARRO CONCHA PAQUITA MANUELA ANITA DLANCH. IGLESIAS PLA. RUBIO. MARÍA ROVERA ANITA BLANCH. CARMEN CEFILLO CONCHA RAMIRO ANTONIO SUÁREZ JOSÉ M." GARRIDO. PATRICIO JOSÉ M. GALLARDO BENICIO LÓPEZ. LUIS PEDRO SEPÚLVEDA MIGUEL IBAÑEZ. JUAN PEPECALLE LUIS RAMÍREZ. IHMH—ITI 'l"ll RWIONA ft RUBIO. PEPE SALVADOR MORA VALENTÍN TORNOS. MR. BOUCHÓN.. PEDRO VALDIVIESO JOSÉ RICO. JOSÉ DOMÍNGUEZ. NÚÑEZ. RAFAEL ACEBAI NICOLAU PEDRO GONZÁLEZ GABINO JULIÁN G. VALBUENA " G71 721 FRANCISCO LÉRID \ . RAMÓN SERNEGUET. ACTO PRIMERO Hall del «Hotel Sevilla», chaflán, la con puerta en en de En Biarritz. el lateral e! centro, derecha. En que conduce el foro en Izquierda, y a trero: «Direction». Eníre esta puerta portero, con su aparato telefónico, etc., etc. En que se pierde en el día, Al levantarse hotel, su ella el de entrada, la casillero para último término, el lateral. El hall gusto exquisito. Es de y y sobre en el mesa la corresponel arranque amueblado con mes de Agosto. Época el telón, le- del de una escalera estará decorado y el el lateral siguiente la derecha, primer término, el lateral de un amplio corredor, y en una terraza que se pierde fondo, perspectiva de mar. En izquierda, primer término, una puerta, dencia el puerta de entrada. El resto del foro, galería de cristales, actual. NI COLA U, portero del hombre de unoJ'cuarenta años, de muy buena facha y más catalán que ves, sale de la Dirección el maestro Vi- hablando con alguien que se supone queda dentro. Nic (Con marcado acento catalán hasta cuando habla en francés.) Oui, madame... Oui, oui... Pardon... (Ya junto a su mesa y dando rienda suelta a su desesperación.) ¡Maldita sea Cas- 10 telldefels, que es mi pueblo! ¡Que no yera a mi un aerolito por primera rritz Gab. el ma día que vine an ca- Bia- f vez...! , jjr {Por la escalera de la derecha. Es camarero del hotel y natural de Córdoba. Viene echando sus cuentas.) Dos francos y medio, que a cuarenta y siete que están, son... poco ^As cucha tú, más dená... Nicolau, ¿íia venido "árguien prt- guntando por señora del onze? la NiC. ¿Quién es Gab. La güespeda esa guapa, que párese inglesa y once? la del es de AndújaryyTTónibre, esa tan andaluza mu n/alamente y que ""que habla en Biarritz la llaman aquí «Madan Chavó», porque no se le cae er chavó de la boca. Nic. ¡Ah, por Gab. sí...! Pues no; no ha preguntado nadie ella. Claro hombre; quién va a venir a estas horas con la caló rera pá que se bo acústico.) que hase. Se lo No diga a sé que yo me he echao a (Suena el la NlC. la cara. Con más la edá que er castellano. ella. . «Ma- ¿Eh...? Pues hija, claro. Allá usté. Que no comprende... Peóp á (Dentro, llamando.) ¡Nicoló...! (Lívido.) ¿Otra vez...? ¡Que no se muera la cerra señora del onze que no ha yo no sé decirlo más M. BOU. francesa pito del tubo acústico.) Oiga, pregunteo nadie por tubo.) la no ha aprendió muasel», dígale a cama" (Sopla en un tu- me entenderá, porque si camarera de ese piso es tiene y todavía lo diré a la ella. (Deja el ella.jC ¡Nico'.ó...! ¡Malhaya sea mi vida...! esta señora de improviso...! — — II (Acercándose a la Pardon,madame, puerta de la *Direction* .) r occuppé...(V o/v/e/ií/o je suis o su mesa.) Nada, que con la madame caído a mí encima la ceniza, ju'lia esta, como di- ces tú. Gab. ¡Qué Nic. Lo mismo da. ¡Maldita sea...! GAB. ¿Pero qué te Nic. ¡Qué ceniza...! El cenizo, me pasa, Nicolau? va a pasar, hombre...! ¡Qué me deja ni Gab. ¡Cámar a! Xic. Si a la sombra. al sol ni ^~~ ^^ ¡¡¡í no fuera la/nujer tido en las narices Me me va a La madame que s'ha prendado de mi pasar...! y no guasón. del dueño, que se estoy viendo en las la calle, le daba un me- ponía de peineta. por culpa de los enamoramientos. Gab. Nic. ¡Gachó! ¡Tengo una vez que me estrellita...! Porque es la tercera ocurren estas cosas. También se me enamoraron en Gerona, en Tarragona y en Bayona. Gab. Es que ustedes los de Reus, tenéis un atrartivo espantoso. Nic Te advierto que yo soy de lo que me Castelldefels, y pasa no es para tomarlo a la que chun- ga ni a la chirigota. GAB. ¿Quieres calla, hombre? Demasiao sé yo lo graves que son estas cosas. NiC. ¡Maldita sea...! Gab. Ascucha, ¿se t'ha declarao ya? NiC. No; si no pasa del suspirito, del guiñito, de la miradita, de la insinuacioncita... Ahora, que — me 12 — porque con trae frito, el achaque de que quiere aprender nuestra lengua, cada instante para que yo palabras francesas que siempre piropitos y ella quiere es le ella me llama a diga en castellano busca, y que son Porque fiorituras. lo que oirme decir cosas tiernas, aunque sea por tablas. GAB. ¡Mi madre...! Nic. ¡Como están rumántica...! M. BOU. {Como Nic. ¿Estás viendo? GAB. Y M. BOU. ¡Nicoló...! antes.) ¡Nicoló ..! que no dice Nicolau aunque {Asomándose de nuevo a Nic. dón,madame Bouchón; GAB. Pues tú con estamos los ta + f~ la maten. la ¿Direction» madan», y yo con los cambios, ' dos aviaos. Porque a mi me gus- ía - er dinero lo tengo en francos y los francos varían de presio cada día... pues es un me voy . . Par- sabe ar séntimo lo que tengo ahorrao,y co- mo MR Bou .) je suis tres occuppé... (Por el a vorvé loco. corredor de . lío que , la áefScha. Ha cumplido los cincuenta años y tiene cara de hotelero y cha- quet de hotelero. Habla con marcado acento francés.) ¡Gabinó...! ¡Gabinó...! Gab. Mándeme MR. Bou. El caballego americano del diez y tomar usté, el té musiú Buchón. siete va a con Briones. Gab. Dirá usté con brioches MR. Bou. Gab. MR. Bou. Con Briones. Usté está majareta. Digo que va a tomar go suyo. el té con Briones, un ami- Gab. - 13 Ahora ¡Ah! Sí, señó. caigo. Ese es otro ameri cano que viene a verlo algunas tardes. Usté < perdone. Mr. Bou. Siempre el usté pegdone, después de decir la tonteguía fuerte grande. ¡Pollino...! Lleve dos tés completos GAB. Sí, beñó. (Medio mutis.) Mr. Bou. Gab. MR. Bou. Musiú. al diecisiete. ¡Ah! Gabinó... ¿Ese americano Briones es el mismo del país que señog Gallango? Como si lo fuera: uno es de Honduras, de Ca- caloiepe, y otro de Méjico, de Cacalután, con allá se • van. MR. Bou. (Entre dientes.) ¡Gran bestia, pollino...! Gab. ¿Manda MR. Bou ¡Musiú, musiú...! ¿Cuándo aprenderá usted Gab. ¿Yo? ¿Pá qué? ¿No me ha usté argo más, musiú? algo de francés? traído usté pá serví a los españoles que hay en que erfransé es es muy porque no quiere; «ven», y lo hoté? que no er fási; er el Adema, demás l como en er vino castellano. MR. Bou. (Malhumorado.) ¡Vaya, vaya pronto! GAB. AttMPWBiían. (Se va por el habla lo pan «pen*, corredor de la de- recha.) MR. Bou. (Viéndole France. ir.) No ¡Mamagacho...! No le entra la tiene el estímulo de aprendeg... ¡¡Pollino...!! En cambio, villano todo listo... usté, Nicoló, es un se- que yo soy catalán. NiC. Le advierto a MR. Bou. Está lo mismo. Nadie conoce que no sea usté usté sevillano, y a 14 - mí me conviene que todo sea aquí Andalucía. ma muy Nic No, MR. Bou. ¡Oh! Vale usted grande cosa, Nicoló. si dame conocerme se qu enamorada de está sólo se ... conoce fija CARMITA, madre Bon aciirsiladas.) Pardón... D. Car. Bon soir, Bon soir... Mr. Bou. Tout D. a CAR. ¿Cómo? Mr. Bou. Que todo tel le Y La ma- mi mujer en lo que tiene un gran mérito, por- (Al ver en trar en escen a a MEN y'a a usté. ¡Sí! poquito.. D ONA CA R- e hija, un tanto madame... soir, mademoiselle... Aquí on parle español, ¿verdad? monde. el Sevilla, mundo, señoga. Este es el gran Ho- y aquí todo es Andalucía. Somelier andaluz, de Córdoba; portero {Por Nicolau.) andaluz, deSevilla, y cocinero andaluz, de Me- dina del Campo. D. a CAR. Pues yo he recibido carta de Madrid, de unos reciencasados, que Biarritz MR. Bou. me suplican les busque en una habitación... ¡Oh! Ellos quedarán encantados de mi hotel. Tengo una habitación, el número para reciencasados.; Terraza al 12, especial mar... Una bo- nita enredadera que sube... Las golondrinas han hecho un nido en la cornisa... Ciento veinte francos tout comprís. D. a Car. Muy MR. Bou. ¿Caro? ¡Oh, madame! Es lla... caro. el gran Hotel Sevi- Es tout comprís... Piense usté en que reciencasados suelen comer sonas normales. más que los las per- — D. a CAR. Sí, pero... Mr. Bou. Píense usté en t dera y en — 15 la terraza, en la bonita enreda-" poético nido... ¡Oh! Es regalado. el ÍAdemás que este hotel es el predilecto de los apañóles «chic». Aquí están don Juan Barca, on Jesú Parra, los señores de Reguera y el onde de Laureliá, que es grande de España or su padre, por su bi, a ver la habitación ahora (Llamando hacia dame... Venez D. a Car. tíos. bueno, pera Van ustedes MR. Bou. madre y por cinco la izquierda.) s'il vous (A Nicolaa.) Aquí hace tierra mismo. Madame... Ma plait. más fresco que en su de usté. (Con más acento catalán que nunca.) Mire, no Nic. me En mi pueblo hay una diga. za de Cambó, que cuando la da plaza, la pla- el sol de lleno, ¿sabe?, se derriten las pipas de ámbar. A mí se m'ha derretido una en una ocasión. ¿Es usted del mismo Sevilla? Cah. [>. Nic. Mire, yo soy de Triana. Jf M. Bou. (Entrando en escena por tai izquierda. tiene años, pero Es fea, presume muchísimo y procura que cuanto tiene de atractivo destaque bien.) ¿Que voulez vous? MR Bou . . M. Bou. MR. Bou. Montrer le número doce a ees dames. Oui. Tres bien. (A doña Carmen y Carmencita.) Vayan con la madame. D. a CAR. Sí, M. Bou. Pericí... señor. madame... (Se van madame Bouchón, doña Carmen y Carmencita por la derecha.) la escalera de — MR. Bou. A ver como 16 — logro alquilar esa habitación, que, si tiene la cocina debajo es una incuba- dora... Juan (Por la izquierda. ta y Ha cumplido ya Viste con cinco años. suma los cuaren- elegancia. Vie- ne un poco sofocado.) Hola, barbianes. Mr. Bou. Bon Nic. Buenas Juan (A Nicolau.) Qué, ¿ha vuelto Nic. No, señor; no ha vuelto aún. Juan Caramba... ¿Pero a qué hora salió de Bia- monsieur Barca. soir, don Juan. tardes, el señor conde? rritz...? Muy NiC. temprano, monsieur Bouchón estuvo ha- blando con MR . Bou. Oui. el Me él. dijo abono de que iba a San Sebastián a recoger los toros. Pues ya debía Juan vaba, el MR. Bou. El Juan Sentiría estar de vuelta. ¿Qué coche lle- Fiat? Hispano grande. mos mos que tardase en volver, porque le preparada una sorpresa... ¡Lo que tene- la va- a gozar! El juergazo de esta noche va a dejar memoria. Mr. Bou. ¿Eh? ¿Pero qué Juan Nada, hombre; ocurre...? las cosas de Pepe Parras, que es genial. MR. Bou. ¡Oh! ¡Monsieur Parras...! ¡Es único! Juan Tiene la manía de que siempre que juega con dinero ajeno gana. MR Bou . Juan . ¡Oui! Y es la pura verdad. Como que no Y tan verdad. le pidió dinero al le falla. Anoche conde para jugárselo esta - - 17 Ramiro no quería dárselo tarde; nes; pero se ni a tres tiro- puso tan pelmazo que por no oír- dio seis o siete mil francos, lo que llevaba le le encima... Bueno, pues se ha puesto a jugar, y ya tiene ganados ochenta y dos mil francos. Nic. ¡¡Ochenta y dos mil francos...! ¡La Mare de Den! Juan Como Mr. Bou. ¡La karabá! Juan Si, lo oyes, sevillanito. señor. Es un tío brutal. De los ochenta y dos mil francos ha cambiado ya ochenta mil, para devolvérselos a Ramiro, y está probando fortuna de nuevo, "con los dos mil restantes. Lo que nos vamos Rami- a divertir, porque a va a sentar esa ganancia como un pisto- ro le letazo. Mr. Bou. JUAN ¿Usted lo cree? Estoy seguro. El conde aborrece ha jugado en su vida. dinero ganado en el el Más aún, juego; no que dice Claro, con una renta de cien mil duros, el tiene, se que él el juego es dinero maldito... como pueden decir esas cosas. Además, es algo supersticioso, y en lo ser afortunado es... en lo otro. Ya que quiere usté me en- tiende. MR. Bou. Juan MR. Bou. ¡Oh! Y Con las en lo otro, bien que lo es, caramba. mujeres es un hache. Hacha. Oui. Pardón. Hacha. Las vuelve «tabarumbas», loquitilas tean. Juan Se lo rifan. perdidas ellas. Se lo sor- NlC. N, - 19 - NÚÑ. Me compro Juan Escucha: ¿y seguía Pepe jugando...? un Renault y viva Juan de Arco. NÚÑ. Claro, hombre, Juan Pues vamos. ¡Ah! una palabra de está en flor. si Si esto. vuelve señor conde ni el Quiero yo darle la no- ticia... MR. Bou. Juan No faltaría más... Ponga a unas botellas de champagne, refrescar mousieur Bouchón... Vamonos, Núñez. Au s revoir. NÚÑ. MR. Bou. Ají revoir Au revoir, Monsieur Barca... Au revoir, Mon- sieur Nuniez... La Nic. MR. Bou. suerte no está para el que *" la busca. {Hablando hacia el Polverell... maitte quelques bautiellesa chir... corredor de la derecha.) refrai- (Entran en escena por la escalera déla MADAME BOUCHÓN, DOÑA CARMEN y CARMENCITA.) ¿Y bien, madame...? derecha L). a CAR. Me ha gustado mucho quito calurosa MR. Bou. ¡Oh...! me ha la habitación. Un po- parecido... ¡Mon Dieu! La mejor habitación del más fresca...! Ahí me he constipa(Estornuda Madame Bouchón.) Y voilá, hotel... ¡La do yo. la l). a CAR. madame acaba ella de constiparse también asimismo. Es una habitación fría, friá... go la terraza, la enredadera, el Yo pondré ahora mismo un Y lue- nido... telegrama a esos señores, y mañana a primera hora tendrá usted una contestación definitiva. madame. Mr. Bou. Perfectamente, D. a CAR. Adiós y muchas gracias. — Carm. M. Bou. — 20 Buenastardes. Bon Bon inadame. soir, soir, mademui- puerta y haciendo selle... Mr. Bou. {Acompañándolas hasta mutis con Au ellas.) la Procure contes- revoir... tarme puntualmente porque tengo muchas pu4 ticiones: señor arzobispo de Burdeos, el el Marqués de Sancha y el Algabeñó... (Mutis.) (Al ver que Madame Bouchón saca un papelito NiC. del pecho.) (¡Atiza!) M . Bou . (Acercándose a él muy insinuante.) Nicoló. .. Nic Madame... M. Bou. (Con marcadísimo acento francés.) Por gran favor... ¿Me que yo he NIC quiere traducir estas palabras escrito...? Oui, madame. (Acercando el oído.) Dígame. (Traduciendo.) Linda... hermosa... (Dengosa (Como ) ¡Oh! antes.) Veo que está usted enamorada de mí. (Locamente.) ¡Sí, Nicoló, sí.. ! ¿Eli? Sí... siga... (Como antes.) Porque soy un gran gitano. (Contrariada.) ¡No! (Rectificando.) Un gitano grande. (Dengosísima, quitándole traduce bien... (Al ver a Yo el papel.) No... BOUCHÓN que entra en vamente.) Luego le No quiera decir... ¡gitanazo... escena nue- llamaré para que a pronunciar bien esas palabras... me enseñe Au revoir... — (--1 Bouchón.) puerta de MR. Bou. — 21 Me encanta Nicoló. (Mutis por la la dirección.) (A Nicolau, con la mayor naturalidad.) Me ha dicho que está encantada de usted. ¡Es deliciosa l fP or la puerta que conduce a la calle entran ef&eena CAROLINA y LUIS. Carolina ronda los treinta años y es una mujer guapa y elegante. Luis ha cumplido ya los cuarenta y cinco. Luis Ambos son españoles, y madrileños.) Buenastardes. Mr. Bou. Bon Luis (A Nicolau.) Los señores de Reguera... Nic. Luis Sí, «niesié-dam» soir, señoi; están en su habitación. (Entregándole una tarjeta.) Me hace el favor de anunciarles... Nic. Si, señor. Aunque no sé si les recibirán, por- que deben de haber sufrido alguna desgracia de familia... Luis ¿Eh? Caro. ¿Qué? Nic. Durante la comida recibieron un telegrama, que yo mismo les entré al to lo leyeron dejaron cuarto MR. Bou. comedor, y en cuan- de comer y subieron a su muy apenados y entristecidos. No me había dicho nada... (A Nicolau.) ca- ramba. Nic. No... (Sopla en el tubo acústico.) Caro. ¿Quesera...? Luis Te aseguro que no Nic. Subiré, porque ce mutis Mr. Bou. por Sentiría yo si imagino... no... la escalera que les (Toma la tarjeta y ha- de la derecha.) hubiese «ocuguido» algu- - - 22 na desgracia. Es un matrimonio co y ella, la otra, la la... ¿cómo muy simpáti- la otra se dice en español, la la mujer...? ¡La Luis hermana de de ella, hermana de cañada! Cuñada. Cañada es otra cosa. Mr. Bou. Oui; pardón. La cuñada es gentilísima. Caro. Esa andará por Mr. Bou. Oui. Todas las mañanas se va a España en su ahí, de seguro. petit Citroen... Nic. (Entrando en escena.) Que bajan enseguida. Luis Muchas Caro. (A Luis.) Escucha, ¿se gracias. habrá muerto les la tía Pepita...? Luis ¡Ojalá! Deshancaba yo esta tarde en el Casino. Acuérdate de aquel domingo que preguntamos en San Sebastián por los de Ramos, que se les L había muerto aquella tía y luego di yo en el Casino nueve golpes a un Todo Caro. ¡Jesús...! Luis Hija mía, si billete. lo supeditas al juego. modo de es mi vivir. ¿Vivimos de otra cosa? Caro, ¡Asi Luis (Mirando a un extremo de Caro. (Asustada.) ¿Qué? Luis Que nos luce el pelo! la escena.) ¡Calla...' estoy viendo sobre una silla un sombre- ro de paja y un bastón. Siempre que veo esto le juego ta, como treinta y de, Gab. y dos, y pleno seguro. al treinta voy a hinchar! Y el el de aquel día en Barcelona... El dos y luego con esto y con (Por el er favo, ¡Me bastón tiene puño de pla- el once. Bueno, esta tar> lo tuyo, me corredor de la derecha.) musiú Buchón? hincho, j ¿Me hace usté Mr. 24 PAT. ¿Pierdes mucho? Luis Llevo una semana yo mismo la Claro que he tenido fatal. culpa porque sé de toda la vida que cuando juego llevando calzoncillos largos como andaba pierdo hasta ¡os ojos, y rradlo he jugado dos días con acata- calzoncillos largos. PAT. Me Luis Hoy figuro que hoy... ¡Pues no faltaría más! ni largos ni cortos. Necesito desquitarme, querido Patricio, por- que ayer fué ¡Una tarde de la locura. No me cambié pata, tropecé el al anillo entraren pata, y llevaba ésta el pata...! de mano, que es de el salón, que es de boa de plumas, que tam- bién las plumitas son de pata. PAT. ¡Válgame Dios! Caro. Siempre acabaré yo teniendo Luis Nada de la culpa. eso, Carolina; pero recuerda que las dos veces que me han pelado llevabas tú las plumas. Vict. Bueno, no hay que hablar de cosas desagra- CARO. Dices bien. dables. Ya sé que Irenita está en San Se- bastián. VlCT. Si, ha ido a almorzar con las de Vega. No debe tardar en volver. Luis Está monísima. CARO. Es encantadora. Y luego con aquel carácter tan franco, tan abierto, tan... divertido... Vict. Es muy buena, hay que reconocerlo. Diosle dé mejor suerte que a mí. Luis (Asombrado.) ¿Pero tú te quejas de la fortuna? ¿Qué puede 25 - faltarte siendo joven, bonita, ado- rada por tu marido; gozando de una posición desahogada y disfrutando de todas una espléndida luna de ras de Pat. somus más que dos Pat. dulzu- Dices bien, Luis; todo eso era mi mujer hasta hace dos horas; desde entonces, Luis las miel...? ni ella ni yo infelices. ¿Eh? Una noticia que ha llegado de improviso echa por tierra nuestra felicidad. Estamos arruinados, totalmente arruinados. duda Caro. ¿A eso aludía Vict. ¿Cómo...? ¿Tú sabes...? Luis El portero sin telegrama que tanto el pareció contrariar a ustedes...? nos ha dicho que mientras almorza- b an recibieron un 'ciarles telegrama >Gue denla anun-1 alguna desgracia a juzgar por ción con que se levantaron de ; Pat. PliéSTSO eia, err efeclu; ruina, de la quiebra del la agita-f la mesa-^^^-*"'" Id rToTícía de nuestra Banco Orgaiz, donde habíamos puesto cuanto teníamos... Caro. ¿Es posible? Pat. Desgraciadamente. ViCT. Todo el mundo creía que era una casa honra- da y segura... Luis Pero algo podrá salvarse... Pat. Ni un céntimo. El telegrama dice que se trata de una quiebra fraudulenta y que todo está perdido sin remedio. Orgaiz ha huido... Luis ¿Y Pat. Quinientas es grande la pérdida? mil pesetas, nuestro capital íntegro. aproximadamente; — Caro. Pat. - 26 -Jesús! ¡Jesús...! En este momento llevo en el bolsillo cuanto nos resta dé nuestra fortuna. Poco más de mil duros que traía oara gastos de viaje. No poseo más. Luís Es espantoso. Vict. Hay que resignarse. Hemos nacido para poNo hace dos años aún que mi hermana bres. y yo perdimos lo poco que teníamos y ahora... Caro. ¿Tu hermana Vict. Nada. Estamos esperando a que vuelva de San Irene no sabe aún...? Sebastián para decírselo. Luis ¡Pobrecilla! Caro. Ahora no va a tener más remedio que ponerse seria y pensar en casarse. Para ella ma Luis el proble- no tiene otra solución. Caramba, se me está ocurriendo una cosa, que... Pat. ¿Qué? Luis Algo que podría ser el remedio para todos. Por- que, mira Patricio, un golpe de desgracia no puede contrarrestarse más que por otro de tuna. ¿No tarlo. Puesto que no es eso? for- Bueno, pues hay que intente quedan más que esos miles de pesetas, dedica siquiera dos mil a darles ocho golpes. {Haciendo sus cuentas.) Dos que hacen cuatro, que hacen cuatro ocho... Justo; ciento veintiocho... Quinientas doce mil... Te voy a dejar en paz. Tú sigue mi juego y ya verás. Porque hoy vengo yo bueno. Poquita ropa interior... no he oído tocar un calcetín la Java... Me al revés... han puesto re- - — niulacha en la comida, que eso me da muy buena El treinta me va soñado esta a al si... (Sacando unos ella volver a España por Es la cartera.) la tu inspira- carteray to- Claro, que dos billetes.) mil pesetas nada más. dándole, de manera que... toros, voy a seguir rio; Quién sabe mando de y porque he fallar; ni el cuatro, noche con De perdidos ción. etcétera. suerte, etcétera, dos no Pat. 27 No me sedúcela la carretera. (A idea de Victoria, Toma, guarda. lo mejor. ViCT. Si. Pat. No he jugado nunca, y no quiero hacer ningu- na locura. Luis (Estupefacto.) ¿Que no has jugado nunca? ¿Pero qué dices, Patricio? ¿Que no has jugado nunca? Pat. No, hombre, no; no he jugado nunca. LtjIS (Contentísimo.) ¡¡Carolina...!! ¡Ya nos llegó hora...! ¡La la «premicre fois»! ¡¡Un primerizo!! ¡Desbanco esta tarde! Si me estaba dando el corazón que hoy iba a ser día grande para mí. Pat. Tu Luis Aquí mismo. Enfermo estaba yo aquella tarde. Un deshancaste una vez, ¿no? catarro bronquial espantoso. que llevaba aquí, en el Recuerdo pecho, un esparadrapo que me picaba un horror. Comenzamos gar al a ju- bacarrá y chico, qué suerte tan dispara- tada. Cogía yo la mano y empezaba abatía diez o doce veces... atribuirse a otra cosa vador... Lo que Luego pasé a es hoy, que al esparadrapo la ruleta como haya a abatir y Aquello no podía sal- y deshanqué. bacarrá... 28 Pat. ¿Qué? Luis Que... mira. (Saca un ro Hito de papel.) Vict. ¿Eh? Caro. Sí, hija, si: tá ha comprado un esparadrapo y es- dispuesto a pegárselo en el pecho como aquel día. Vict. Pero por Dios santo, Luis. Luis Yo Vict. Ojalá. Luis ¿Vamos? Pat. Vamos. Vict. Os espero .Caro. esta tarde, desbanco. en mi cuarto. Hasta luego. Hasta luego. (Vase Victoria por la escalera de la derecha.) Luis (Sujetando a Patricio que se dispone a hacer mutis por la puerta de la calle.) desgraciado? Sal por aquí, por entramos en el Casino por la ¿Adonde vas la terraza. vidumbre y no tenemos que dar toda ta a la Sí, pero... Luis Es que, además de la la vuel- manzana. Pat. diré Asi puerta de la ser- ser más corto el trayecto, to que yo no he ganado nunca entrando por puerta principal. Pat. En Luis Hasta Caro. Sí. Luis Escúchalo. ese caso le .. tengo hecho un pareado. ¿Verdad Carolina? Como entres en él el se cree un gran poeta... Si pretendes ganar un dineral, no Casino por la puerta principal. Pat. (Haciendo mutis.) Escucha, se Luis Sí, me pero ya verás como por aquí se hace largo. te hace más - 29 una corto. (Se van los tres por la tenaza. Tras breve pausa entran en escena por foro izquierda, IRENE y RAMIRO quísimos el puerta del Jóvenes los alegres y simpati- dos, elegantísimos los dos, ya en la los dos. Irene cojea un poco y se apo- brazo de Ramiro.) Ram. Apóyese usted con fuerza Iré. Ya va pasando No puede andar sola todavía. la molestia. Lléveme allá, al ascensor... Ram. Siéntele y descanse aquí, primero. Su familia va a alarmarse si la ve entrar cojeando de ese modo. Jre. Suba usted conmigo para Mis tranquilizarla. hermanos tendrán mucho gusto en conocerle. Ram. ¿Quiere usted que Iré. ¿Por qué no? Ram. Porque bien. Al me me presente ante ellos? pedirían cuentas y harían muy y al cabo he tratado de causarles fin una desgracia irreparable matándoles a un ser amado... IRÉ. Yo haré que perdonen Suba al presunto asesino. sin miedo. Ram. Mejor será dejarlo para mañana. Ahora mi [RE. ¿Cuál? sita tendría Ram. vi- también otro inconveniente... El de privar a usted de la libertad necesaria para contar gurarlo. lo ocurrido sin necesidad de desfi- En mi presencia, se creería obligada a disminuirme de responsabilidad, a decir no fué mía la cie al placer que culpa, y yo no quiero que renunde una venganza que considero — 30 - Mamarme «bárba- justa y legítima: la de poder ro» cien veces. Iré. Ram. ¡Por Dios...! La de poder decir a sus hermanos y a todo mundo que un usted, en bestia echó su auto sobre el de el una revuelta, haciéndolo añicos, es- tando a punto de matarla, causándole una herida en ese pie... tan digno de mejor suerte, porque es un pie monísimo, perdone la digre- sión... Iré. No diré yo semejante cosa, sino por rio, que mi buena llo, que fué inevitable en realidad, suerte, el contra- después del atrope- me dio por compañero de desgracia a un señor todo galantería do, que me ha atendido, que me ha cura- que me ha traido hasta siendo hora de qui me aquí... y que ya va diga quién es, porque aún no conozco su nombre, a pesar de que vamos lle- cerca de dos horas üe ser amigos ín- timos... Ram. Es verdad. No había caído en me quien pueda presentarme, mismo. Ramiro de conocido por mi la titulo Torre, A falta de presentaré yo aunque soy más de Conde de Laurelia... IRÉ. ¿Cómo...? ¿Usted Ram. ¿Le asombra Iré. ¿Puede haber quien no el ello... es...? nombre? ¿Lo conocía acaso...? lo conozca? Si llego a sospecharlo, perdóneme, pero no acepto su compañía. Ram. ¿Porqué? Iré. (Riéndose.) Porque debe usted ser un peligrosísimo... ¿Qué habrán dicho hombre los que - - 31 nos hayan visto solos en un automóvil...? ¡Estoy perdida sin remedio...! RAM. Vamos, vamos- no nozco Co- se burle de un infeliz. leyenda que la me rodea, difundida, con mejor o peor intención, por los amigos, de que soy un don Juan incorregible... No crea usted No son ya de en los Tenorios del día. los que roban «Ineses» y matan comendadores; son muchachos que aspi- a lo sumo, unos buenos ran a divertirse y lo consiguen mientras no se arruinan; pero sin explotar su valor ni su gen- más tileza, sino bien siendo explotados por su Donjuán Tenorio dinero... se ha convertido en Juan Lanas. Iré. ¿De modo que usted no trata de enamorar a cuantas ve? Ram. IRÉ. No, señora; son calumnias. ¿Y si yo no lo son? le dijese Ram. ¿Usted? ¿Dónde? Iré. En mi propia nombre lo que tengo la prueba de que Sólo con decirle mi familia. comprenderá. Me llamo Irene Pra- dolongo. Ram. ¿Pradolongo? ¿Hermana quizás de...? Iré. De Victoria; de su enfermera en el hospital de sangre de Melilla, a quien hizo usted el amor... como Ram. No a todas. tanto. Aquello un ligerísimo porque del me no fué más que un «flirt»; recuerda que estoy «flirt>, pero inolvidable, eso el satisfecho; sí, único acto de mi vida cuando como de complemento entré en fuego y oficial caí herido... — La de suerte, lo 32 - que siempre ha sido conmigo mejor que yo merezco - pagó generosamente el lo reconozco— que por vido para algo bueno en el fin , me hubiera ser- mundo, dándome aquella enfermera incomparable que me cuidó con tanta dulzura, que veló tantas noches mi mi sueño, que era una especie de ángel de guarda... (Riendo.) ¡RE. Un ángel de su guarda que tuvo que la relevasen del cuidado de aquel pedir que herido, porque lla del Ram . hospital ¿Y qué ha el flirt estaba siendo la comidi- .. sido de Victoria? ¿Se habrá casado, por supuesto...? IRÉ. Pronto hará seis meses. Ram. ¿Y Iré. Como Ram. ¡Dichoso mortal! Crea usted que Iré. es feliz? toda mujer adorada por su marido. le Pues ándese con cuidado, porque 11o de usted. Mi hermana le envidio. está... celosi- ha contado lo que ocurrió en Melilla, y tratándose de un conquistador del fuste de usted, la cosa más insignifi- cante es para poner en ascuas a un marido... Ram. Yo Iré. (Riendo a carcajadas.) le aseguro que su cuñado no tiene nada que temer. Yo soy un caballero .. ¡Ja, ja, ja...! ¡Lo toma en serio...! Ram. Iré. Hija, me hablaba usted en un tono... ¿Sabe usted, señor Conde, que es usted más fatuo de lo que yo presumía...? Victoria es una mujer honrada que también adora a su marido y que no guarda de usted otro recuerdo que el - - 33 de un presumido que ner favor alguno de Raai. ella. Tiene usted razón. He dicho una impertinen- Perdóneme. cia. ¡Ay, por Dios...! JRE. hizo la corte sin obte- le No ponga esa cara tan triste, porque entonces seré yo quien tendré que pediile que me perdone, por mi modo hablar, que probablemente estará ligero de haciendo que forme mala opinión de mí. Ram. Eso nunca. Iré. Ya sabe usted que a las muchachas del día se nos consiente decir a los hombres cuanto se nos viene a asi todas, la aún Nos educan mal y somos boca. las mejores. nas. Se lo prevengo, por Ram . Tan !o si Yo soy de no las bue- ha adivinado. lo he adivinado, que llevo casi tres horas dándole mayor prueba de consideración la que puedo dar a una mujer. Iré. ¿Cuál? Ram. No Iré. ¡Hombre, Ram. Chits,chits...poco a poco... Galantería es, aun- hacerla que no se el me lo amor. gusta lt galantería! parezca. Claro, que para que entendiese sería preciso que le me expresara mi opinión sobre las mujeres en general. Irf.. ¡Ay, expóngamela, por Dios...! Será curioso conocer una opinión tan... autorizada como la suya en la materia. Ram. Pues allá va. Verá usted, yo divido al sexo contrario en dos grupos: en mujeres propia- mente dichas, esto las que son la es, en las que me atraen, en primera necesidad de mi vida, — - 34 en las que adoro... o, por lo menos, se lo digo, y en mujeres que para mi no tienen sexo, que me parecen amigos o camaradas. Por las pri- meras siento en aunque las... fondo un profundo desdén, el adore; las interesadas, falsas que , me encuentro egoístas, sin otro lujo y la vanidad. el contrario, mo - amor verdadero Las segundas, por inspiran un gran respeto, al el mis- tiempo que una vivísima simpatía, aunque no sienta menor impulso pasional que me el arrastre hacia ellas. Usted es de las últimas. tRE. ¿De Raai. Tiene usted ese aspecto clavado. [RE. ¡Ole! las que sirven para camaradas? Ram. Lo venía pensando en Iré. Pues mire usted, ¡quién sabe! Puede que nos- el automóvil. otros fuéramos unos excelentes amigos... Tal vez congeniásemos... Ram. Iré. De seguro. (Riendo.) ¡Tendría gracia...! como camaradas... ría Ram. yo ¿No al ¡Las picardías Charlaríamos que aprende- lado suyo...! sería yo quien las aprendiera de usted? Porque usted tiene traza de saber más que Merlín. Iré. Es posible que le pervirtiese. Ram. Mire usted, en serio. jer sin que la La amistad con una mu- envilezca bastarda, debe ser ninguna aspiración una cosa encantadora. Yo he soñado muchas veces con eso, con tener una amiga que viviese siempre que no me dijera a mi lado y una sola palabra de cariño... Y - 35 usted no habria de decírmela, naturalmente, porque entre nosotros cariño tendría que el acabar en boda... y yo no iba a casarme con usted... Irf. Ni yo con usted, puede estar seguro. La que se decida a llamarse condesa de Laurelia nece vocación de mártir. sita tener Ram. Para que no aumente por mi culpa logio, he resuelto — ahora al el martiro- no casarme nunca. Y acaso hablo formalmente— sea un mal hijo seguir siendo soltero. Íre. ¿Un mal Ram. Mi madre no tuvo mayor ilusión en su vida hijo? Y fué también de verme casado. que la mo que me recomendó al morir: lo últi- «Funda un hogar, hijo mío; haz dichosa a una mujer; no hay felicidad otra en mundo...» el ¡Pobre madre...! Era una santa. Irf.. Lo creo; pero no evoquemos ahora recuerdos tristes. (Pausa. Se miran con cierto deleite. Se levanta y anda un poco.) Esto va mucho mejor. Y como del susto, Ram. ¿Aún Iré. Un poco Ram. Si cojea usted? supiera qué rabia yo he sido IRÉ. No Ram. el me es produce pensar que causante... importa. Puesto que bueno Au Au estoy completamente repuesta voy en busca de mis hermanos. que sepa usted vamos el a ser amigos, pie de que cojeo. revoir, monsieur. revoir, mademoiselle. ( Vase Irene por calera de la derecha.) Es encantadora. la es- Y debe - - 36 porque ser cosa de familia la hermana era tam- bién una preciosidad. Gab. corredor déla derecha. Viene renegan- {Por el do.) ¡Anda ya y que sursan con un esparto, te guasón...! Ram. ¿Qué Gab. ¿Qué quiere te pasa, hombre? usté que mi arma? Que hay tíos se chupa er deo, y eso si me dieran me que se creen que uno molesta a mí tío...! más que ¡De- ladrillo. Ni que fuera yo lila. yo con dos rosauras he metió una vez si no un pie ¡JIK. en V.II anuuu arcohó y nu lili jr Í¿Pero Ram. pase, don Ramiro de en los labios con un cirme a mí eso ese Pero ^^^_^^^ me lo iv [Juut pude aguanta. lAguumu. quieres explicarme lo que ocurre, te hombre? Gab. ' / pullío y fué y se bañó en Ginebra. ¡Maldita sea su cara...! . el un sar- él nebra...! MR Bou . que me ha dicho que El inglés del sinco, año pasao estaba {Por el en Suiza y Con le salió lo fuerte que es la Gi- £p corredor de la derecha, seguido de GLO- RIA, muchacha tan elegantecomo provocativa.) Oui.madame. Ahora mismo {A Ramiro.) Bou soir, le daré esa nota... monsieur le Conde... {Entra rápidamente en la Dirección.) •GLOR. (Que es muy andaluza.) ¡Chavó...! ¿Pero es- tás tú aquí? ¿Ahora levantas? Ram. ¡Oh! Gloria Glor. Vamos, quita, so gibia. Pos apenas he ma- la Trianera... te drugao yo hoy. No ves que es miércoles? Y los miércoles tengo yo manicura, callista, masagista y dentista... - - 37 RAM. ¡Ah, ya...! Glor. Si. hombre; ahora con Juanito tengo de tú, ¿aonde t'has metió hoy por t'habemos estao buscando yo, Paquita si «Madam y Glor. Muy Cur- la Dolores»? serio, horrendamente serio, sale de la rección Monsieur Bouchón. Tras beza baja sale Nicolau {Extrañado de GAB. ca a Nicolau y y con él Di- la ca- ) las actitudes.) ¿Eh...? (Se acer- interroga, guiñándole.) le ¡Tenía que suceder! NIC. . Y He estado en San SebastiárU* ¡Chavó lo que te m\\zve$f4piguen hablando. Ram. MR Bou tó. mañana que la {Que . se ha serenado un poco y se ha tirado dos ¡Nicoo tres veces del chaleco y de los puños.) ló...! Nic. ¿Qué cosa era eso...? La madame que no de la estantería brazo para que alcanzaba a coger un libro de arriba, y yo la empujé ¡Oh. ..\ (Sonriendo.) MR. BOU. el lo cogiera... Ya decía yo. ..Quedo pletamente tranquilo. Nicoló. ¡Oh. . .! com- Tres tran- quilo... Tres, tres. (Claro.) (A Nicolau.) Fué un... porque al entrar y ver... ¡La pobre madame...! (Asomándose a la puer- ca de la Dirección y hablando hacia el lateral, muy soniiente.) Pardón, madame... ¿Eh...? ¡Oui, oui...! (Separándose de la puerta. ' colau.) Nicoló ve una silla Sí, señor, fcfface rección* la'madame si Ni- le reclama... Lle- hay que alcanzar otro él libro... Nic .. por A , mutis por la puerta de la* Di- jipándose una silla.) 38 — (Por la puerta del foro izquierda entran en JUANITO BARCA, NUÑEZ, PEPli PARRAS y PAQUITA LA CURSI. Vienen escena contentísimos, alborotando. Pepe Parras es un cuarentón muy atildado. Paquita Cursi una la muchacha^ provocativa y algo estrafalaria vistiendo.) t? Juan ¡Ramiro...! NúÑ. ¡Ramirillo...! Juan ¡Triunfo completo...! Paq. ¡¡Viva Pepe Parras!! Juan J { ¡Viva...! . NÚN. j ' Glor. ¡Chavó! ¿Pero q'ocurre? Pepe (A Ramiro.) Bueno, eres el tío de la suerte en todo. Ram. ¿Qué pasa, señores? Pepe Y pregunta qué pasa. ¿Qué va a pasar, bre? Que mi combina no podía cuando juego por cuenta de fallar; otro, hom- que yo soy inven- cible. Ram. ¿Eh? ¿Has ganado con Pepe He ganado, que no queda un franco en rritz que no sea tuyo. Que te digan estos. Juan Chico, es una máquina de abatir. NÚÑ. ¡Qué suerte! Ocho, nueve; nueve, ocho; ocho, nueve... Y el dinero que te di...? así tres horas. Paq. Un fenómeno. Glor. ¡Chavó! Ram. ¡Lo que es el mundo! Todos arruinan, y yo que detesto Pepe Bia- el los jugadores se juego... Déjate de consideraciones y averigua cuántas — pesetas — 39 Porque te traigo. he cambiado en te lo pesetas y todo. Aquí no se hacen las cosas a inedias. Ram. Hombre, conque me trajeras para comprar un nuevo «Hispano» me contentaría. Acabo de tropear Vamos Pepe el mío al es- volver de San Sebastián. a ver, echa un cálculo. ¡No! No decirle nada; eso no vale. Ram. ¿Cincuenta mil pesetas? Pepe ¡Vamos, hombre, no seas Ram. ¿Cien mil? Pepe Mira no te ridículo... canses en calcular. Toma este che- que. {Le da un cheque.) Ram. (Estupefacto.) ¡Quinientas doce mil...! ¡Pepe! Pepe ¡Así soy yo! Mr. Bou. Gab. !Qué cafre...! ¡Qué bestia...! Glor. ¡Qué bruto...! Pepe ¡Así soy yo...! Ram. Pero hombre, esto no puede do Caramba, Juan Ser; es demasia- dinero... tú; cualquiera pensaría que te enfa- das en vez de alegrarte. Ram. Enfadarme no, pero estos rasgos de fortuna suelen ser precursores de desgracias. Paq. Esas son gitanerías. NÚÑ. No, mujer; si lo «afortunado en dice porque se acuerda de el juego...» GLOR. ¡Chavó! Si serás tú primo. Paq Claro, hombre; . el que que tiene buena suerte, la tie- ne en todo. NÚÑ. Bueno, yo quiero que me oigan ustedes, por- que tengo un plan monstruo. 40 Todos. ¿A ver, a ver...? - Que se explique. (Rodean a Núñez y siguen hablando.) Gab. (A Bouchón.) Monsieur, que de esas pesetas hay que amartillar un puñao grande... Mr. Bou. Oui. Avisaré a madatne... {Llega a la puer- la ta de la Dirección, va a entrar, tuejce el gesto y se detiene crispando ¿Otre Gab. fois...? los puños.) ¡Mon Dieu...! Gabina... Gabinó... Musiú... Mr. Bou. Traigaaquíala«Direction»laescalerademano. Gab. Sí, señó. (Mutis por Ahora es la el madame corredor de ¡a derecha.) la que empuja a Nicoló, y se va a lastimar... Juan Oiga usted, monsieur Bouchón... MR. Bou. (Acercándose al grupo.) N[ons'iem\.'7Xffa"blan aparte.) (Por la puerta del foro izquierda entran PATRICIO, y cabizbajos, en escena, tristes LUIS y CAROLINA.) Luis Tranquilízate, hombre. Después de todo, en la situado:: en que te encuentras poco significan dos mil pesetas más o menos. Pat. No es la pérdida de las siento, sino la de dos mil pesetas mi última ilusión. Me lo que habías hecho concebir esperanzas. Luis Hombre, la to todos los medios. Hasta paradrapo, caray, que to... Yo he me he pegado cosa parecía tan clara. me está puesel dando un es- rati- (Se da golpecitos en el pecho.) cuarto de Patricio y CARO. ¿Por qué no subes Luis ¿Quitármelo, y acabo de encontrarme a tres cu- al te lo quitas? ras, como aquel día célebre... Yo vuelvo ahora 41 al me Casino y juego los quinientos francos que me quedan. Caro. Luis, por Dios, que a España por vamos a ten^r que volver la carretera y empujando el no me baúl. Luis Tú porque a mí te callas, los tres curas han fallado jamás. Pat. ¡Qué horror! ¿Qué va a ser de mí ahora, sin Luis Dios proveerá. Eres nada? uri hombre inteligente, tienes amigos... Pat. Te aseguro que estoy por levantarme la tana de los sesos. Caro. ¡Por Dios! Luis No Caro. Diré a Victoria que estamos aquí. ¿Qué núme- Pat. El catorce. Luis Encarnado, digo... siéntate y serénate, hom- digas desatinos, criatura. ro es...? la escalera.) (A Ramiro y Paquita.) Allí está Luis Monti11a; ese punto tan supersticioso. uno de PAQ. Vase Carolina por no seas pesimista... (Siguen hablando.) bre; Juan ( De Ha debido ser los desvalijados. seguro. Estaba jugando al lado de ese que está con él. Juan Voy a enterarme... (Se acerca a Luis.) ¡Lui- sillo...! Luis Caramba, Juanete... Juan Tú habrás sido de las víctimas de Pepe Parras, porque he visto jugar en su mesa... Luis Sí; allí pecho.) te estuve un rato. (Se da golpecitos en el — Juan ¿Perdiste Luis ¡Pchs! Juan Veo que - 42 mucho? lo tomas con tranquilidad. Más vale así. Luis Hombre, cuando cia una desgra- se tiene al lado mucho mayor nos olvidamos de nuestra. la Juan ¿Que desgracia mayor Luis La de un amigo a quien quiero muchísimo. tienes tú a tu lado? {Señala a Patricio.) ¿Ves a ese...? Juan Luis No le conozco. ¿Quién es? Un hombre que ha perdido setas redondas en el Juan ¿Es posible? Luis Se ha quedado en quinientas mil pe- día de hoy. la miseria; pero me voy deses- está perado. Juan Lo comprendo. Luis Perdona que te deje, que haga algún con él. Juan Sí, si... Luis (Acercándose a Patricio.) Anda, ven a za, Temo disparate... que hace más fresco... desimpresiones, hombre. la terra- Es preciso que Ya vendrá la te buena racha... Pat. ¡Pobre Victoria...! (Se asoman a la terraza.) Juan (A Ramiro.) ¿Te has fijado en ese que está con Luis Montilla...? Pues es uno de los perdigones y debe ser el mayor, porque, según Luis, ha perdido esta tarde quinientas mil pesetas; toda su fortuna. Ram. ¡Qué enormidad! Mira rrecer el si juego. Ese pobre tengo razón en abo- hombre ha perdido un dinero que necesitaba, para que pase a mi poder que no lo necesito. r Juan No - 43 seas tonto, hombre; otro se lo hubiera vado de no haber sido Ram. Pero es un dinero que debe tener mala suerte. Estoy decidido me Vosotros Juan Pepe lle- tú. gastármelo cuanto antes. a ayudareis. Esos están ya haciendo planes... Escucha, Ramiro, mira Paquita, Gloria, Pepe, que lo (Ramiro y Juan se acercan al éste propone. grupo que forman Núñezy Bouchón.) Ram. ¿A ver? Pepe Propone dos cosas: o quince días en Ostende, a todo meter, o quincedías viviendo a lo griego en una finca que él tiene que se llama Los Reyes. Juan Voto por Ostende. Glor. Yo Los Paq. Anda y yo A mí me parece NÚÑ. Reyes. lo más divertido. ¡Quince días de bacanal! Ram. Pepe Glor. Pues no hay más que hablar: Los Reyes. (Palmoteando.) ¡Los Reyes...! ¡Los Reyes. (Siguen hablando.) £ Paq. Cap.. (Que ent/a en escena transportando una escalera.) MR Bou . dame el Gab. Hay chungueíto, ¿eh? ¡Vamos, hombre! (Acercándose a lo de la él rápidamente.) Diga a la ma- ganancia y que quieren gastarse dinero en otra parte. ¡Cámara...! (Entra rápidamente también en la Dirección.) NÚÑ. Ya veréis qué juergazos. Algo nunca cuento de las mil y una noches... visto. Un — Juan Dejarme a mi — 44 organización. Acordaos de la la cena griega que yo organicé hace diez años, cuando mi despedida de que cómo la Pepe sería vida de soltero, juergazo que se el me deshizo boda. Claro, hombre, Sol sin si te y cantando ¡Qué monsieur la me le mano la y el casco, llena de cerveza himno de Riegu .J*f el (Saliendo de ¡Oh! cogieron en la Puerta del más ropa que una sandalia con una regadera en M. BOU. la Dirección seguida de Gabino.) dice Gabinó...! ¡Ah! Pronto... En el Yo ¡Qué gran Conde...! le felicito fortuna...! comedor reservado que prepaguen una bonita mesa...! Sandwich, fiambres, fruta helada toda... Oporto, cham- pagne... Todos (Muy contentos.) M. Bou. (A Gabino.) ¡Vamos! ¡Sí, sí...! ¡Eso! Gab. Volando. (Mutis poi M. Bou. qi (A Nicolau olau que entra en escena temeroso.) Ni- el corredor de la derecha. coló. NIC. M. BOU- .Vi me. adame Avise por teléfono que venga aquí, enseguida, eljaz-bandde Herrer-Kali. Querrán Todos M. Bou. (Conloantes.) bailar... ¡Sí, sí...! (A su marido.) Prepare un gran «Cap-Bouchónglacé.* MR. Bou. Oui. (A Nicolau, entusiasmado.) ¡Oh, qué madame...! ¿Que gran sprit...! (Se va por el corre- dor de la de/echa.) NiC (En voz baja a no ha 4 vi.sto... madame Bouchón.) Yo creo que M. Bou. (Despectiva.) toy en en el e! 45 - Déjeme de tonteguías. Ahora negocio lo demás impogta nadspjpc acer- /SA ca al grupo y habla con ellos.) (Que entra en escena, con Carolina y Victoria, Iré. por Ram es- negocio y cuando una francesa está . la escalera de la derecha.) Mírale, allí está. (Al verlas.) Perdonadme, voy a saludar a esas señoras. (Se separa del grupo se acerca a Irene y Victoria. Carolina se ha unido a Luis y y Patricio, que están en la terraza.) IRÉ. RAM. (A Ramiro.) Aquí tiene usted a mi hermana. Diga usted a mi ángel custodio. (Se dan la mano.) Vict. Ram. ¡Cuánto tiempo sin verle...! ¡Y cuánto ha cambiado todo desde entonces! Ya no es usted aquella enfermera, aquella gura blanca, que se me aparecía fi- como una vi - sión celestial en mis noches de insomnio... Vicr. Afortunadamente. ¿Quería usted seguir estan- do en riesgo de morir? Ram. Si fuese nuevo, Vicr. vez (Sonriendo.) ter. Iré. usted quien hubiese de asistirme de tal lo quisiera... Veo que no ha variado su Sigue siendo Ya puede el mismo de usted agradecer a haya bajado carác- Melilla. Victoria a darle las gracias por que sus aten- ciones hacia mí. La pobre ha tenido durante mi ausencia un disgusto espantoso... Ram. ¿Es posible? VlCT. Sí. Una truir noticia inesperada ha venido a des- para siempre nuestra tranquilidad, nues- tro bienestar... Ram. 46 — Soy yo para ustedes nuncio de desgracias, por lo visto. ViCT ¿Usted? Ram. Por un lado estoy a punto de matar mana; por me nos, a su her- apenas volvemos a encontrar- otro, dice que acaba de recibir un golpe cruel... Ja Vict. ¿Y qué culpa Iré. Mira, aquí llega Patricio. Es preciso que mi tiene usted de...? cuñado también le agradezca sus finezas con- migo. (F« efecto, Patricio, Luis y Carolina se acercan a Ram . {Al ellos.) verle.) (¡El Escucha, Patricio... que ha perdido las quinientas mil!) ÍRE. (A Victoria.) Preséntale tú. ViCT. {A Patricio.) Voy a presentarte a un caballero que acaba de tener una gran amabilidad con Irene. El conde de Laurelia, de quien hablado alguna Pat. Ram. he vez... ¿Aquel herido de África...? (Alargándole la mano.) Su deudor, puesto que le PAT. te debo la Tantísimo vida a su esposa. gusto... Ram. (¡Y yo he arruinado a esta gente!) Pat. Tengo una gran satisfacción en ofrecerle mi amistad, aunque no quiero ocultarle que llega usted en un mal Ram. Losé. Pat. ¿Eh...? Ram. Estas se ñoras sufrir Pat. momento para me han contado que acaba de un contratiempo grave... ¡Ah! ¿Le han dicho...? mí. Ram . 47 — Pero todo se arreglará. Hay que ser optimistaEsté usted seguro de que todo se arreglará. (En el grupo de Juan, Pepe, Núñez, Paquita, Gloria y madame Bouchón, suenan grandescarcajadas.) Juan Dice bien la madame. (Llamando.) ¡Ramiro...! ¡Ramiro...! Ram. Voy. Con el permiso de ustedes... (Separán- dose de Patricio.) (¡Pues no faltaría más! Yo a esta gente le devuelvo sus quinientas mil pesetas. ¡Lo juro por la memoria de mi madre!) (Telón.) FIN DEL ACTO PRIMERO é> SEGUNDO fíQJO Un Hay una pueria en mes de Octubre. En salón en casa de Patricio, en Madrid. y otra en cada lateral. Es de día y en van a hacer almoneda y hay en sillas, el el el foro la casa salón un sofá, dos sillones, varias una mesa, una mesita, dos cornucopias y una vitrina llena de objetos. Todos estos muebles de gran valor y completamente nuevos. Hay, además, un viejo arcón, un antiguo bargueño, un sillón de cuero que huele a siglos entre varios cromos flamantes. una batalla, pero apenas remotos y dos cuadros viejos (Jno de los cuadros quiere figurar se distingue nada en si borroso y descascarillado, es el retrato él; el otro, también de un griego de los tiempos de Pendes, que santa gloria goce, (Al levantarse el telón están en escena, ultiman- do el RIA, Luis arreglo de los muebles. (A Patricio.) Hombre, dro sobre (Lo hacen IRÉ. Yo IRENE, VICTO- CAROLINA, PATRICIO y LUIS.) la ayúdame mesa, a ver si le a poner encuentro el cua- la luz. . insisto en que debíamos colgar a cada mueble un cartoncito con el hace en todas las almonedas. precio, como se - 50 Lo mismo VlCT. creo yo, pero Luis se opone de un modo... Claro que Luis hay me opongo. Eso al frente se hace cuando no de las almonedas una persona que sepa vender.' Pero en este caso, y qüé poner un precio cosas? Nada hay en el modes- fijo mundo que pueda un solo precio. El precio varía según a las tener las cir- cunstancias, según las leyes de la oferta y la demanda... Iré. ¡Bravo! Pat. ¡Caramba...! Según Luis pra y IRÉ. Luis I el capricho o la pericia ¡Chica la estulticia del que com- y perspicacia del que vende. ..! Esto se lo he oído yo decir a los grandes maes- tros del arte de vender, Pippo Gudelli, Lino Chaffoni y Antonio Herráiz. Iré. Bueno, en Luis ¡Ah! ¿Pero tú crees que yo hablo en broma? serio. Verás cómo saco' por estos muebles doble de que costaron. Soy do. Pat. ¿Tú? IRÉ. ¡Vamos! Sí, mejor vendedor del que vender? mujer, créelo. Heredó once casas, un corti- jo, tres huertas y muebles, y no traído aquí, le mas de En ese treinta mil quedan más que conque figúrate vender tendrá práctica. IRÉ. lo mun- ¿No ves que desde que nací no he hecho otra cosa Caro. el sentido... tú si duros en los que ha en esto de Caro, 51 Ayer vendió én sesenta pesetas dos bastones que había comprado en «Eaux-Bonnés> por ocho francos. Esos que tenían de puños una cabeza de perro y pato. Giacias a eso otro el el uno una cabeza de hemos podido comer ayer y hoy. Pat. ¿Pero hasta ese extremo...? Luis Si, chico, si, Iré. ¡La vida! VlCT. ayer anduvimos de cabeza. (Conmovida.) ¡Con mi ilusión la que yo arreglé casita! (Se limpia los ojos.) Pat. Vamos, Luis Valor y optimismo./ Victoria, achico por nada. hay que tener Y 1 k o lió Ule" valor. tíllcojo"ííi me eso que mi situación es muy distinta de lade Patricio. Patricioesjoven, es abogado, tiene ya sabe idiomas y contabilidad, y un buen destino en Chile. El porve- nir le sonríe y hasta le risotea; pero yo no he sabido en mi vida hacer nada...! ¡Cómo llaron aquellos tres ^" rQg Pat. me fa- '_ ¿Tú crees honradamente que sacaremos de almoneda lo que necesitamos para la los pasajes y para poder llegar a Chile con algún dinero...? Luis Vamos, hombre, no digas tonterías. Yo por tus muebles saco veinte mil pesetas, y por los míos otras veinte mil. Pat. Dios Iré. ¿Qué has Luis te oiga. traído por fin...? Este arcón, ese bargueño, los dos cuadros, este sillón, el repostero del comedor y el juego es- cultórico del recibimiento. Caro. ¿No trajiste también el marco antiguo...? Luis aquí está Sí, - 52 ¿Dónde .. drado sin lienzo.) muy (Tomando lo puse...? un marco como de medio metro cua- del suelo Este. (Lo enseña.) PAT. Es IRÉ. Lindísimo. Luis Y Caro. Sin lienzo Pat. Mujer, ¿no habría por ahí nada que ponerle bonito. de un gran mérito. no luce ni la mitad. ¿Qué has hecho de aquel boceto de flores ..? que pintaste...? ViCT. Ahí está para que se Pat. ¿Por qué no se ViCT. Hombre, por Dios, cho. Hay una lo lleve el trapero. pones a ver cómo lo si el lienzo es resulta...? un mamarra- rosa abierta que parece una san- día con pepitas y todo. Iré. Sí, y un capullo rojo que es un trozo de chori- zo de Pamplona. mino de Pat. Anda, No te llama Dios por el ca- la pintura. mujer, pónselo a qué aspecto ver ofrece... ViCT. Trae, vamos izquierda Pat. (Viéndola parte el a ver. (Mutis con el la ir. A Patricio.) Créete que se me alma... Luis ¿Sabes que estás IRÉ. ¡Ya, ya...! Luis Ni que tuvieras tú de. marco por . tú también de un ciprés...? la culpa de Anímate, hombre. Tú resuelto. ¡Ah! Y lo que te suce- tienes ya tu porvenir que ya sabes en cuanto llegues a Santiago, plaza cualquiera, aunque sea la Porque yo aquí, en España, lo me convenido: buscas una de barrendero. la verdad, no quiero que - me vean terno, pero en que quiero 53 en cualquier cargo subal- América me da mismo. Yo lo lo es reunir ocho o diez mil pesetas para volver a Biarritz y darle un disgusto al me ganó hasta el reloj de que me cegué. Claro, ha- sombrerero aquel que pulsera. Porque es bía visto tres curas, llevaba un esparadrapo y a ésta se le había roto eso me un tirante de la liga, que había dado a mí en otra ocasión una suerte bestial... ¡Qué pena no tener dinero...! hoy hubiera yo tenido doscientas pesetas Si para una combinación de números, siete me hincho. Porque he visto a un guardia hablan- do con un albañil, que eso no me he hecho un siete en poco Caro. No Luis Sí, Caro . Si falla, y además abrigo, que eso tam- el falla. tiene arreglo. mujer; se zurce. no hablo del siete; hablo de ti. Luis ¡Como yo venda {RE. Escucha, Luis, ¿qué representa ese grupo escultórico Luis que has bien estas cosas...! traído...? Es un gladiador que tiene pendiente de un brazo al otro gladiador vencido. Cada figura es de un escultor distinto. escultor italiano Una es del famoso Censurino Bessoboni, y la otra de su discípulo nuestro glorioso Salcillo. El Bessoboni es pendiente es Vict. (Por el el gladiador triunfante, y Salcillo. la izquierda. Trae el marco con un puesto que no se distingue bien senta.) ¿A ver el * cómo queda? lo lienzo que repre- 54 - Luis ¡Admirable! Pat. ¡Ya Caro. Parece otro Iré. Por Dio*, Carolina, y que lo creo! Pero eso... Luis el no se sabe si vamos Trae, marco. a lo tú hayas pintado que es... donde luzca colocarle aquí, bien. (Lo cuelga en sitio bien visible.) ¡Ajajá...! Caro. ¡Qué espanto! Fíjate como la rosa parece una sandía, Pat. Bueno, En que a Iré. falta mediahoraparaabrirla almoneda. anuncios de los periódicos hemos dicho los las cuatro. vamos a dar una Sí, vuelta a ver si todo está en orden. CARO. vamos. (Se van Carolina, Irene y Victoria Sí, por puerta de la izquierda. Patricio, desa- la lentado, se deja caer en una silla . hombre? A más de preocupado, Luis ¿Qué PAT. ¿Te parece que tengo poco sobre mí...? Luis ¿Cómo ha te te pasa, encuentro hipocondriaco y melancoliaco. de parecerme semejante cosa? Pero vamos, no sé por qué creo que ha ocurrido te recientemente algo nuevo. Pat. Pues bien, que me Tú eres sí, Luis, tienes razón. mi amigo, ¿no es verdad? Luis ¿Puedes dudarlo? Pat. Porqne no ta, Hay algo causa una preocupación hondísima. lo dudo voy a hacerte una consul- contando con que has de contestarme con toda sinceridad. Luis Con Pat. Pues dime entonces. ¿Qué piensas de la que te hablo siempre. las asi- - 55 - duidades del conde de Laurel a? i Luis Pat. Asiduidades... ¿con quién? Con ¿No Irene y Victoria. estás viendo apenas pasa día sin que venga a casi que visitarlas, siempre acompañado de algún obsequio? Ayer fué un palco para Apolo, anteayer unas butacas para un concierto... Luis Esas son cosa corrientes en sociedad y entre amigos... Pat. Entre amigos antiguos, vez; pero tal no entre personas que sólo hace dos meses que se ían. Además que nuestra amistad hombre nació desde cosas extrañas. lo que ocurrió en indemnización la con ese primer día rodeada de el Ya sabes San Sebastián con tra- del auto- móvil que nos hizo añicos: que se empeñó en darme el el doble de lo que le pedí. Y luego, por «Lulú» que yo había comprado días antes en catorce duros, pretextando que tenia una manchita negra en rado que era de el tinta, que yo hubiera rabo, me dio por él ju- mil dos- cientas pesetas. Luis Es que como es tan rico le gusta echárselas de generoso. Pat. Pero las generosidades pueden ser ofensivas cuando se abusa de chando desde hace trae a Luis Pat. mal ellas, tres y yo estoy sospe- horas una cosa que me traer. ¿Eh? ¿Qué sospechas...? Estuve esta mañana a ver le que no me enviara por del mes. Hasta al el casero para pedir- pronto que cobre algo de la el recibo almoneda no tengo — un céntimo... Figúrate cuál sería ni mi asombro el 56 al enterarme de que tenía pagado alquiler hasta fin de año. Luis ¡Caramba, qué suerte! ¿Pero por quién...? Pat El casero do mismo Fué un desconoci- lo ignora. que se presentó a recoger el a entregar Luis ¿Y Pat. Que ha el los recibos y dinero. tú sospechas...? sido Laurelia; el prurito de ese hom- bre de mezclarse en mis asuntos y de prote- germe pica ya en que más el historia. Quieres creer otro día le dijo a Irene, natural del como la que cosa mundo: «Dígale de mi parte a su hermana, que si para salir de los apuros en que se encuentra necesita alguna cantidad, yo se ofrezco por considerable qne sea.» la Luis ¡Caramba,, qué desprendimiento! PAT. Di más bien qué indelicadeza. No se estila ofrecer dinero en esa forma a ninguna mujer, y Luis menos a la que se ha cortejado. Es verdad, poique según tú, allá en Alelilla Escucha. ¿Es que ha vuelto a las andadas...? Pat. Victoria asegura titud del con el conde nada sospechoso; que mayor sola palabra tengo el que no; que no hay en respeto, y la ac- la trata que ñola ha dicho una que se preste al equívoco; pero yo convencimiento de que cuando un bertino profesional como li- Laurelia anda a to- das horas detrás de dos mujeres jóvenes y bien parecidas, como Irene y Victoria, alguna intención debe llevar. Luis Es de temer. Ahora, que si es tu cuñada la que Pat. le 57 gusta, no Ojalá fuera - hay en porque así, ello nada de niega terminantemente, ve al le ella lo conde con dema- siada simpatía. Pero ella afirma, lo mi mujer, que Ramiro no ilegítimo. aunque Irene, mismo que ha hecho jamás la menor insinuación amorosa. Luis Y debe ser cierto. Siendo libres los dos no ten- drían por qué disimularlo. Pat. El tiro Luis ¿Estás celoso? Pat. tn el va contra Victoria, no lo dudes. sentido de dudar de mi mujer, no lo es- toy ni lo estaré nunca; en de molestarme el que ese supuesto don Juan quiera mí, no te reírse de oculto que siento unos celos te- rribles. Luis Pues chico, como loscreos justificados, porque un conquistador de esa especie no puede venir con buen fin, que un camino: yo creo que no tienes más cortar por completo toda rela- ción entre Victoria y él. Pat. Lo mismo me Vict. con m 'con {Entrando en escena parece, y puesto que tu opinión coincide con la mia...f£ NA , listo. por la IRENE y CAROLI- puerta del fondo . ) Ya está todo Le hemos encendido una lamparilla a San Dimas, el buen ladrón, patrón de las tran- sacciones comerciales, para que las ventas sean favorables. Iré. Yo creo abra Caro. que debemos decir a Ramona que la puerta. ..Yí** (Al ver a Ramona Que entra en escena por la puerta de la derecha.) Aquí la tienes. Ramona {Criada joven - 58 Ahí está .) señor conde de el Laurelia. Vid. ¡Hombre! Iré. Cuánto Pat. (A Ramona.) Dile que las señoras no pueden Vid. (Asombrada. ) ¿Eh? me alegro... recibirle. Iré. {ídem.) ¡Patricio...! Pat. {A Ramona.) Ya guida. {Vase Ramona por lo ha oído usted. Vaya ensede la de- la puerta recha.) ViCT. ¿Te has vuelto loco, Patricio? Iré. Ramiro no ha dado motivo alguno... Pat. Yo sé lo que me hago y no estoy dispuesto a darle explicaciones a nadie. Vict. Pat. ¿Pero...? No hay más que luego. Me Hamburguesa para tratar del pasajes. Adiós. (Mutis por Luis Yo voy clarita del inventario, tú buena si viene me haces que tienes letra...? Ahora mismo, encanto. {Toma unos papeles que Luis Luis asunto de los Ah, Carolinita, ¿por qué no una copia Caro. hasta la derecha.) a instalarme en el 'hall» por alguien... tan Y hablar del asunto. esperan ahora en las oficinas de La le {Viéndola da y se va por ir.) el foro.) (¡Qué criatura! ¡Me quiere de un modo...! Cuidado que yo le doy motivos para que me aborrezca, porque su cariño es mi ruina. Claro, ¿cómo voy queriéndome ella de ese modo, a ganar...? {Agachándose y cogien- do un lápiz del suelo.) ¡Caramba! \ün lápiz...! - 59 me Siempre que dado he encontrado un lápiz he Ahora para darlos como siete golpes... no me encuentre un mutis por la derecha.) Al primer cuelgo yo martillo. Vamos . comprador que asome el Salcillo. Iré. ¿Has Vict. A mi no me Iré. No más visto cosa (Haciendo . a la obligación. la oreja le (Vase.) extraña? ha soprendido. Hace días que vengo notando que Patricio tiene celos. basta una sospecha infundada para justi- qne acaba de hacer. ¿Te ha ficar la grosería dicho nuncaRamiro una sola palabra de cariño? Vid. Ni él me la ha dicho, ni yo sela hubiera tolera- do; pero Patricio ha sido siempre receloso... Y en esta ocasión puede que merezca disculpa. El conde tiene mala fama... Todo Iré. licia lo que tú quieras; pero es demasiada ma- suponer que un hombre, aunque sea un calavera, no puede hablar dos veces con una mujer sin llevar intenciones torcidas. Vict. Eso es Iré. Será lo corriente, pero ahora no es cierto. VicT. ¿Estás tú completamente segura de que nuestro amigo, lo corriente. al demostrarnos la... incomprensible simpatía que nos demuestra, no oculta una se- gunda intención? ÍRÉ. ¿Cuál puede ser? VICT. La más natural de mundo: que está prendado (Tristemente .) No. Iré. Vict del ti. . Mujer, al fin y al a las dos, no a cabo, nos busca a todas horas mí sola, y tan verosímil es... - 60 es decir, no, es de IRÉ. - mucho más verosímil que sea de quien está prendado. ti Vuelvo que no; que a asegurarte mí no me- a ha dicho nunca una sola frase que pueda dar a entender que me pretende. Además de que eso se conoce en todo... Vict. Pues entonces, hija mía, estamos en presencia de un enigma, porque no se comprende qué persigue, abrumándonos de obsequios, fin e inte- resándose por nuestra situación, hasta el punto de pagar nuestras deudas... porque, indudablemente, ha sido cibos de IRÉ. VlCT. la casa y quien ha pagado los él la ¿Eh? ¿La cuenta de cuenta de la la modista también...? no he querido contártelo delante de Pa- Sí; tricio, por no excitar mañana esta fui a más sus sospechas pero madame Durand ver a decirle que desde Chile le enviaría de la me cuenta, y contestó: «Pero de su parte el el para importe me quedé asombrada cuando señora no tiene nin- si la guna factura pendiente; t re- modista. el me trajeron me quedé loca, jueves dinero...» Chica, i Iré. ¿Tendrá algún espía que vaya a contarle nuestros apuros? VíCT. ¿Qué más espías que que la otra él noche, en mismo? ¿No aecuerdas el teatro, estuvimos ha blando tú y yo de esa cuenta? Sin duda nos oyó, y como se ha propuesto ser nuestra providencia... por lo quesea. Iré. Me parece que voy a acabar por dar a los celos de tu marido. Las cosas ese el hombre la razón que hace sólo pueden estar inspiradas por amor, y puesto que en otro tiempo... ViCT Yo - 61 que no he te juro, Irene, ojos el menor destello de visto jamás en sus cariño, ni aun el más leve chispazo de deseo. Iré. ¿Entonces qué móvil puede ten-rsu conducta? Vict. No Irf.. Calla, sé, no Parece cosa de sé... que alguien viene con novela^^^fJL^. Luis. Vid. Será algún comprador. Vámonus. IRÉ. Sí, qué necesidad tiene una... ¡Ojalá lo com- pren todo pronto! VICT. _J-Í— lástima...! ¡Mi casita...! ¡Mis muebles...! ¡Qué (Se van por el foro tran en escena . Tras una breve pausa en- JUANITO BARCA y PEPE PARRAS.) Juan (Hablando hacia el lateral.) hombre. Aguardaremos que hay en No te preocupes, aquí, curioseando lo este salón. Pepe Chico, ¿asi es de pelmazo tu amigo Montilla? Juan No, hombre; si es un tío simpatiquísimo. Ahora, que es un poco raro y se conoce que ha hecho cuestión de amor propio a ese señor por eso con el le esa birria está el venderle de grupo escultórico, y dando ese tostón tan espainoso Bessoboni y con el Salcillo. a lo mejor no es nada de eso. Pepe Que Juan Pepe ¡Qué va a ser, si miente más que habla...! ¿Y por que dice que está al frente de la al- el dueño moneda? Juan Porque es muy amigo de Recuera, de Pepe Juan la casa. Pues aquí hay cosas que no están mal. Ya lo creo. De esta hecha cumple Ramiro su juramento, y le devuelve a esta gente las cua- t^ - 62 - trocientas ochenta mil pesetas que aún les adeuda. Pepe Juan es! él ¡Devolverles un dinero que ¡Qué Quijote yo gané para Después de todo, hace bien. Puesto Déjalo. que le sobra... juego de k> tan legítimamente...! la Además, que en este bonito devolución, hay su riesgo, y todo que es comprometido y arriesgado tiene su encanto. Pepe Juan No te entiendo. ¿Qué es Que no es fácil devolver lo que quieres decir? cien mil duros a un marido honorable y escamón, que en buena ley se dejaría matar antes que admitir un solo céntimo. marido escamado? Pepe ¡Ah! ¿Pero Juan Dice Ramiro que se mascan las bofetadas. Pepe (Preocupado .) Caramba, hombre, ¿y para eso el me traes aquí? un gato, está Esas experiencias se hacen con caramba. ¿A qué jinojo me metes ganaste que con- a mi...? Como tú el dinero, justo es tribuyas a restituirlo. Pepe ¿Pero yo qué porras sé a quién se qué me gracia saliera lo gané, ni importa, caray? Hombre, pues tendría que encima de haberle hecho un favor yo con las manos en la cabeza y... vendándomela. Juan No seas criatura; no te preocupes. Para nos- otros no hay peligro ninguno. Pepe ¿Crees tú? Juan Nosotros, en esta comedia de la devolución, nos repartimos los bonitos papeles de los que - 63 - favorecen; de los que llegan adonde hay una necesidad y dan noventa mil duros por una maritata. Pepe Los vas a dar Juan ¿Eh? Pepe Yo Juan ¡Qué pusilánime tú solo. en este juego actúo solamente de mirón. Pepe Tú déjame Juan Mira, Pepe Según. Juan Y eres, Pepe! a mí. nuestro deber es caminar con pies de plomo. no ofrecer nada por nada hasta que venga Paco Núñez y nos asesore. Paco sabe mucho de muebles y de antigüedades y de pinturas... Pepe Eso dice Juan Hombre, ¿vas a negar que Paco entiende de él. pinturas? Pepe Si entendiera no iría su mujer con los labios pintados de corinto y los carrillos de oporto y la frente de iodo, que parece una paleta locá.J la derecha.) Calla. Juan (Mirando hacia la puerta de Luis (Enfadadísimo, por la puerta indicada y ha- .^ ' blando hacia el lateral.) ¡Vaya usted mucho con Dios...! ¿Eh...? ¡Y usted a... esparragar...! ¡Nos ha fastidiado...! Pepe (Escamado .) (¡Caracoles!) Juan Pero ¿qué pasa, hombre? Luis Que hay te tíos borrachos que quieren comprar por veinte duros el coleo de Benlliure, lomé de Romero de Torres y el cigarreras de Sevilla de Bilbao. Juan ¿En qué quedamos? la Sa- cuadro de las - — 64 Luís Ofrecerme setenta pesetas por un Juan Claro; por uno nada Luis ;Ah! ¿Pero es que te vas a pitorrear de mí en más Saícíllo, .. estas circunstancias? |UAN ¿Pero es que te vas a enfadar, tú que no te has enfadado nunca? Luís me Es que nunca me he visto como con Juanito: el agua ser. llaron tres curas, saber Ya sabes mi nadar. \Un maldito diecisiete...! manera de veo ahora, cuello y sin al Creo en los detalles, y un parche, una liga, me fa- un som- brero de paja y cinco guindas que llevaba una cocota en una pamela. Juan ¡Válgame Dios, hombre! Entonces estás a dos velas... Luis A dos te velas y sin timón. Con decirte que par- de los muebles que hay aquí son de mi pro- piedad. Juan ¡Ah! ¿Sí? Luis He aprovechado mío y he almoneda de la traído a ella cuanto amigo este me quedaba de algún valor: este arcón, ese bargueño, esos dos cuadros, este sillón, el grupo del reci- bimiento y un magnifico repostero que he col- gado en Juan el comedor. Pues no sabes cuánto celebro el que me lo hayas dicho. Luis Te haré un Juan No, si precio de amigo, ¿eh? yo no voy a comprar nada. El com- prador es Parras, este amigo, que ya está can- sado de vivir en hoteles y ha decidido poner casa. — 65 - Pepe (Escamado.) ¡Hombre, Juan...! Juan ¿Vas a decir que no? Pepe No, no digo que no; pero ya sabes que yo... no... Juan (.4 Luis.) Quiere decir que que sin él quien estamos esperando: un ¿no Luis tal Paco Núñez, conoces? {Haciendo memoria.) Núñez, Núñez... a j Juan le no compra nada aconseje precisamente un amigo a le Es un muchacho versadísimo en estas cosas; un verdadero técnico. No tardará. Caro. Me suena mi esto de Núñez. (Por la **?** puerta del fondo. Trae unfrtpapeles .) Oye, Luís... Buenas tardes. (Juanito y Pepe Con contestan rendida menie.) el permiso de ustedes... con vuestro permiso. Luis Sí, Juan ¡Por Dios! Pepe ¡No faltarla más! (Hablan aparte Luis y Ca- rolina.) Juan No hay que comprar nada de (A Pepe.) lo de éste, ¿eh? Pepe Allá tu. en más Y a líos, (Rumor de mí hazme el favor de no meterme porque cojo la puerta y me voy. fy voces dentro.) Juan Ahí está ya Paco Núñez. NUÑ. (Entrando en escena por ¿'—~ la derecha.) Hola... (A Luis y Carolina.) Buenas tardes... (Acer- cándose a Pepe y Juan y con sario.) Perdonad tretenido Ramiro. Pepe ¿Eh? NÚÑ. A Ramiro no han la el misterio nece- tardanza; pero me ha en- Hay novedades. querido recibirle aquí esta — 65 — Hay que andar con tarde. ojo, porque va a haber palos. Juan (Cogiendo a Pepe del brazo, al ver que mira hacia la puerta y se abotona la americana, como para echar a No correr.) seas idiota, hombre. NúÑ. Quiere Ramiro terminar este asunto de una vez. (Sacando un papel.) Tiene que devolver cuatrocientas setenta y un mil pesetas. Ese es hoy el saldo de la cuenta; de modo que vamos a ver... Juan Te pondré en antecedentes, porque aquí hay muebles que no son de Reguera. Mira... (Siguen hablando.) Luis (A Carolina, en el otro extremo de la escena.) ese amigo de ellos viene Sí; Caro. Pues nos va a lo Luis como técnico. porque como nada de fastidiar, que hemos traído es bueno... No tengas cuidado. Hace media hora, cuando despacho, se posaron dos go- estaba yo en el rriones en balcón, y ya sabes que eso es de el una buena suerte que atolondra. Venderemos nuestros muebles y muy bien vendidos. Estoy dispuesto a defenderlos de todas la maneras. (Cogiendo una gumía que habrá sobre un mueble.) A quien atravieso. (Siguen NÚÑ ponga un el arcón ni muebles antiguos defecto, le hablando .) (A Pepe.) Eso es lo de menos. compras Pepe les te el Tu dices que no bargueño, porque los dan asco. (Que está escamadísimo can lo de la gumía y que no quita ojo a Luis.) Pero siempre he de ser yo... (Continúan hablando.) Luis (A Carolina.) Caro. En el por Luis 67 — Déjame con ellos. despacho estaré con las chicas. (Mutis el foro.) (Acercándose al grupo.) ¿Este señor es el técnico...? NÚÑ. (Nada de eso; un aficionadillo simplemente. Juan (Presentando (Saludos .) Luis Montilla... Paco Núñez... . (A Núñez.) Pues fíjese usted, que es entendido, Luis porque hay aquí algunas cosas bonitas. Mire usted qué arcón. Esto es más antiguo que la letra A. NÚÑ Con gesto de indiferencia . ¡Pschs. ) . . Juan (ídem.) ¡Pschs...! Pepe Luis Es de madera de abedulillo, que es rarísima. NÚÑ. Sí, sí; Luis El pero... bargueño es también una preciosidad. Está hecho de una madera resinosa y teosa, que per- fuma cuanto (Como NÚÑ. se guarda en él. muy Es curioso. antes.) ¡Pschs...! Juan (ídem.) ¡Pschs...! Pepe Luis (Tragando saliva y desenjundando Pepe ¿Eh? Pues si gumía.) que... No, nada, que Luís la al silloncito no lo mirarán us- tedes con esa indiferencia. Es un sillón prelaticio. Asiento curiáceo o de cuero y una divina. ¡ Aquí están o dignidad de lamanca, en el las insignias de la talla nababia Abad «Este fué adquirido en Saconvento de Valdelamusque, y — era sillón el atardeceres, - 68 que el solía usar en los poéticos preboste o prior de comu- la nidad. Juan Muy NÚÑ. Describe usted poéticamente. Pepe Tiene usted Luis Sí, bonito, Luís, muy bonito. estro. señor, tengo estro y lo «ostro», que son ganas de vender. Juan Pues a Pepe, estas cosas antiguas y de méno... rito, NÚN. No, a Pepe no... (A Pepe.) ¿Verdad? Pepe (Que no sabe que como para decir, porque Luis mira le Hombre, cortarle el cuello.) te diré... dan asco. Tiene ese mal gusto. Juan Dice que Luis (Agresivo y destemplado.) así, Pepe le En efecto; pensar no es de persona culta ni muchísimo menos. (Preocupadísimo.) ¡Ea, pues no! Ventajas a a mí, de ninguna manera. (A Luis, y por los dos cuadros de su propiedad.) Esos dos cuadros se me entusiasman a mí. (Juanito y Núñez miran asombrados.) Y con pre en esta casa, me lo que yo com- llevo esos dos cuadros. ¡Ya está dicho! Luis (Trocando su agresivismo en placidez.) Se ve que sabe usted apreciar NÚÑ (Por el lo que es bueno. El que es No hay dinero lienzo pintado por Victoria una maravilla . ) es ese bodegón. Luis (¡Atiza!) NÚÑ. Antiquísimo. Escuela flamenca. para comprar ese cuadro. Pepe También delante. lo compraré. Pero estos dos van por §o rt Juan ¿Qué es Luis Pues el quién que representan? lo retratado no se sabe a ciencia Unos creen que es. es cierta critico helé- el nico Apio de Tasos, y otros Apio Pronópidas, el poeta griego que escribió por primera vez de izquierda a derecha. Juan (Tomándolo a chacota,) Apio Pronópidas... LUIS Kn cuanto lo Pepe Luis Luis era también ^*~--—''~~~~~~~mm' _____^^m-mmm a.'este otro cuadro, se ve claramente que representa: es de Platea. la batalla ¡Caramba! Ustedes no ignoran que Platea fué teatro de una gran Juan Pronópidas que Nosabía yo Apio. (Rie.) batalla... hombre. Claro, Pues aquí está Arístides después del triunfo sobre los persas, diciendo que sólo Platea es acreedora de e inviolable y declarando sagrado la victoria el lugar de acción de Pepe Aquí se ve un grupo de mujeres. Luis Si, la batalla. aquí abajo; esas son las plateas. más NúÑ Aquellos de Juan (Como Luis Veo que hay buen humor, y antes.) arriba Deben no se distinguen bien. ser los palcos. (Risas.) lo celebro. Yo también estoy contento. Pepe Y eso me gusta, hombre. Bueno, conste que los tres cuadros son míos, ¿eh? NúÑ. Mira, Pepe, que el «bodegón» no hay dinero con qué comprarlo. Es cuadro de setenta mil duros ¿no? Pepe Ese cuadro y lo les lo compro yo en setenta mil duros vendo en medio millón de pesetas. (Luis mira asombrado.) - 70 - Bueno, vamos a dar un vistazo a otros los salones... Te advierto que yo por mi gusto haría una cosa: lo compraría todo; como me está, y me quedaría con, la casa vendría a vivirá ella tal mañana mismo. Juan Pues eso es bien todo, y luego, Luis la éste tiene aquí que se ponga de acuerdo con sillas, de unas coel dueño almoneda. Claro, hombre; eso yo es como si es io de menos. Patricio y fuéramos hermanos. (Indicando Pasen ustedes ñor la puerta de la izquierda.) aquí y daremos Juan un precio por sencillo: haces como la vuelta. / (Haciendo mutis.) Gracias. Muchas Nú^. (ídem.) Pepe (ídem.) Gracias, amigo mío... (¡Ventajas a mí!) Luis gracias. (Contentísimo .) (¡Voy a levantar una de billetes...! Los gorriones No todo me me han traido'la iba a fallar.) -rn/ase. sigilosamente IRJgNE, entran Por buena. el foro VICTORIA y CAROLINA.) ViCT. ¿Han oido ustedes...? ¿Y ahora...? ¿Qué me dicen ustedes ahora? Son los íntimos del conde. Aunque no les conocemos personalmente, sa- bemos que son sus amigos inseparables y vienen aquí a comprar mandados por él. Claro, es un medio perfectamente a tomar el licito de obligarnos dinero que tan generosamente nos ha ofrecido otras veces. Caro. ¿Crees tú? VlCT. Cómo si no, pueden ofrecerse setenta mil du- ros por ese cuadro pintado por mi. - — 71 Caro. Si, claro... Vict. ¿Por qué es todo esto, Dios mío? Iré. Voy Vict ¿Eh? ¿Qué vas a hacer? ÍRK. Llamar a Ramiro pyl V'ICT. ¿Pero...? mismo. a salir de dudas ahora teléfono. Sé donde está a estas horas. 1RF.. Espera. (Se va por la puerta de la derecha.) VÍCT. ¡La pobre...! Caro. ¿Eh? ¿Crees tú que Vict. Ella lo enamoradísima de "Caro . muy Pues es bre que. / Opino Vict. ella...? me niega, pero a mí no de engaña: está él Ramiro no sentir. es hom- . mismo que lo Sin embargo...! ¡Hay tú. un misterio tan grande en todo esto...! Caro. Lo que no puede negarse tora has quedado a una es que como pin- altura infinita. Porque dirán que tus flores son un bodegón, ellos pero tasan el cuadro en setenta mil duros. a pintarlo bien...! Vict. ¡Si llego Luis (Por la izquierda, precipitadamente.) Carolina. . . o tú, Victoria. a nadie a la . . almoneda, -i Que no dejen pasar porque está todo vendido. ¿Eh? Vict. Caro . ¿Qué? Luis ¡Como que no Vict. Pero... Luis s.^y El señor Parras lo ha cientas setenta y Vict. yo nadie vendiendo! ¡Jesús! comprado todo en cuatro- un mil pesetas. — Caro. Luis 72 — ¡Pero Luis...! (Mirando hacia la puerta de laucmierda e im- poniendo silencio .) ¡Chist...! j¿¿p£ '(Entrando por la derecha.) Dentro de dos mi; IRÉ. nutos está aquí. Luis (Como Iré. ¿Qué pasa? VlCT. ¡Que antes.) ¡Chist...! han comprado todo en cuatrocientas lo setenta y un mil pesetas! IRÉ. ¿Te convences. VlCT. Si . Lé£ .? yo estoy convencida. ^.füDisimulan al ver JUANITO entrar en escena a PElftf, ÑEZ. Los tres NU- y saludan severa y ceremoniosa- mente a las señoras, con reverentes inclinaciones.) Pepe Amigo (A Luis.) Montilla... Tantísimo gusto... Dentro de un rato volveré con extenderá usted un * el cheque, y vendí» para unirlo al me in- como convinimos... ventario, Luis Sí, Juan Buenas NÚÑ. (Despidiéndose de Luis.) señor. tardes. Ya sabe que puede disponer de mi... Pepe (Juanito, muy sastisfecho un bonito papel un pisto loco riente, .) el ) . Tenías tú razón; es de venir y... ¿eh? (Dándose ¿Vamos, señores? (Muy son- a Victoria y Carolina.) Lo he comprado todo. Dijeron cuatrocientas setenta y un mil pesetas, y cuatrocientas setenta y Para mí el Llego, veo Buenas y... todo. ¡Lo he tardes. (4 Luis.) moneda. un mil pesetas. dinero es lo de menos. Yo soy Me así. comprado todo! gusta la de la al- Luis ¿Cuál? Pepe La de 73 - los ojos grandes... Luis Es mi mujer. Pepe (Que no sabe qué contestar, haciendo mutis muy deptisa.) Buenas Juanito y de Núñez Luis (Haciendo mutis tras ellos .)Ha comprado todos los Vid. tardes. (Vase seguido de . muebles y ha metido toda la pata. ( Vase.) ¿Dudas ahora, Irene? ¡Cuatrocientas setenta y un mil pesetas! Iré. ¿Pero cómo es posible hacer tan mal las cosas? Vid. Cuando Caro. Por Dios, Victoria, no vayas a Patricio se entere... Este negocio puede ser VlCT. Luis decirle... Se- capaz de echarlo todo a rodar, y eso no. ría la salvación para todos. Recuerda que Luis y yo no tenemos qué comer! ¿Pero cómo voy yo a ocultarle...? (Por la derecha, cantando.) Apriétate contra mí, como en autobús... Vivan los gorriones.... ; Bueno, yo necesito hacer mi cuenta, para ver lo que me corresponde, que deben ser unos once mil duros, porque como están ahí las facturas de lo que costaron vuestros muebles, y en realidad a lo único que ts al «bodegón», le han puesto precio pues de cuatrocientas setenta y un mil se quitan trescientas cincuenta mil y quedan ciento veinte y un mil. Como vuestros muebles costaron cincuenta y un mil, pues quitando cincuenta y un mil de ciento veinte y un mil, quedan setenta mil... ¡Catorce mil duros! ¡Más de lo que yo creía! (Cantando y - 74 como bailando.) Apriétate contra mí, Además espero que tobús... en au- me Patricio dará alguna comisión... Ven, Carolina; haremos cuentas y vendí... el como Si ustedes, las partes interesadas, quieren ayudarnos... IRÉ. (Que no quita ojo ni oido de derecha Sí, .) VlCT. Bueno. Iré. (Aparte a Victoria la puerta de la irá... Ahí Victoria.) Avísame está. si vuelve Patricio. VlCT. Vamos. Luis (Haciendo mutis por Victoria.) se posan en Iré . Si, es él. . . el foro con Carolina y ¡Qué verdad es que cuando losgoel- balcón...! (Vase.) (Se sienta y adopta la más sugestiva de las posturas. Al ver entrara Ramiro.) ¡Oh! Ramiro... RAM. Buenas Iré. No sabe cuánto le agradezco que haya Ya puede agradecérmelo. Ram. tardes, Irene... Iré. ¿Está usted enojado? Ram. Un poco. Se lo declaro con debo a... la un amigo; porque venido. franqueza que me figuro que lo ocurrido hace un instante no será causa de que rompamos nuestro todo momento dos tratado de ser siempre y en camaradas... Iré. Yo no me Ram. Caramba, pues nadie olvido jamás de mis promesas. lo diría, berme arrojado de su casa, vale recadito el dome con la que me después de ha- porque a eso equi- enviaron antes, dán- puerta en las narices. sucedido, Irene? ¿Qué ha - 75 - IRÉ. ¿Quiere usted que Ram. Creo que tengo derecho a Iré. Pues sépala le diga la verdad? exigirla de... un ca- marada. ambages: mi cuñado está sin celo- so de usted. Ram. ¿Sabe aquel Iré. No flirt inocente de Melilla? es lo pasado, sino lo presente lo tan sus celos. que exci- Son sus continuas... asiduidades con mi hermana... Ram. Las mismas tengo con usted, y usted sabe muy bien, Irene... Iré. Yo y así se sé, Victoria no ta; lo he dicho, que su amistad con puede ser más respetuosa y correc- ¿pero quién evita las sospechas de un ma- rido, cuando las apariencias les dan aspecto de verdad?. Ram. ¿Aspecto de verdad? Expliqúese, por Dios. Iré. Hay cosas que son Pat. Para su ingenio no puede haber dificuitad en IRE. de decir. y menos tratándose de un camarada nada, como difíciles yo. Hombre, eso de camaradería va a servirme. Es un buen recurso. Figurémonos que nosotros no somos ahora nosotros, sino dos cama- radas, en efecto; dos estudiantes... dian, como Yo me la mayor parte de que no estu- los estudiantes. llamo... Paco, y usted... Ramón. ¿Le gustan los nombres? Ram. No Iré. Y, por supuesto, no estamos aquí, en esta ca- Ram. En los hay mejores en sa, sino en... el el calendario. en un café. Oriental. Lo encuentro más clásico para - 76 - dos estudiantinos que quieren hacerse sus confidencias. Pues partiendo de íre. el Ram. la base de que estamos en Oriental... Espere usted, porque tenemos que tomar al- Un vermouth unas anchoas con sus lillitos... Ya están aquí. Empiece usted. pa- go... ¿Qué usted IRÉ. ni qué usted, hombre? De tú. Si yo no soy yo, yo soy Paco. Ram. Pues empieza, Paquillo. IRÉ. Dame un Ram. Caramba; nunca cigarro. ¿Cuándo vas a com- tienes. prar tabaco? Trae y no gruñas. (Enciende un Iré. Ramiro le da.) Dime la verdad. cigarrillo que A ti te gusta una mujer, ¿no es cierto? Ram. Mira, Paquillo, a mi me gustan todas las que veo. Bueno, pero unas más que IRE. sé, pongo por caso, lo otras, porque yo que de unos meses a esta parte vienes tú haciendo por... por una mujer. Ram . Iré. ¡Chico! Sí, sí, el no pongas cara de extrañeza «pasmao»... [Fuma.) gusta que te alienas, y que está pasando, A ti ni te hagas esa mujer te como sabes los apuros porque no tiene dos gordas, tú no perdonas medio de protegerla ocultando lo que haces. Ram. ¿Eh? Iré. Recoges los recibos de cuentas... la casa, pagas sus — - 77 Ram. (Chulonamente.) ¡Te daba Iré. ¿Eh? Ram. ¿Pero tanta cara de primo tengo asi...! yo, ¿Crees que en pagar trampas de nadie a gastar Tú IRÉ. que te se despeje ces la verdad, no quiero cigarros, Volvamos a Y me di- más vermouth, ni más nada. (Levantándose.) ni (Cambiando de la realidad. aseguro que no esperaba esa le el voy a convidar a otro vermouth. Puesto que eres tan mal amigo que no más lila? me voy dinero déla fonda? jVamos, hombre. el estás mochales. Para caletre te so falta tono.) de fran- queza de usted, señor conde. Ram. Pues el señor conde, como me llama tan cere- moniosamente, no puede contestarle otra cosa sino que ha dicho la su cuñado no tienen verdad; que los celos de el menor fundamento y que jamás me ha pasado por las mientes vol- ver a hacer la corte a Victoria. IRÉ. En eso usted en lo otro, no. ¿Es que no es le creo; el bienhechor oculto que nos proteje? Comprenda que cuando me he atrevido a lla- marle, después de lo ocurrido, debe ser por- que tengo un interés muy grande en aclarar el asunto. Los celos de Patricio no se disiparán hasta que usted no diga en alta voz: «Sí, soy yo quien les ha hecho esos favores, pero no por ganarme con mujer honrada, en por lo que sea. . . » ellos la la voluntad de una que no pienso, sino por... Mano que derrama mercedes y se oculta, se hace sospechosa de perseguir fines inconfesables. Ram. ¿Y voy IRÉ. ¿No k a confesar lo que no es cierto? es cierto estos - 78 que ha mandado usted comprar muebles en cuatrocientas setenta y un mil pesetas? RAM. ¡Ah! ¿Pero ya...? IRÉ. Sí, Ram. Pregunto IRÉ. No señor; ya han venido. ya han sido comprados, porqué si yo he querido adquirir algunos... está mal corregida la torpeza; pero ya .ha declarado... Ram. ¡Por Dios, Irenita! Ni he declarado, ni puedo declaiar lo que no existe. ¿Porqué he de ser yo ese protector desconocido que busca? ¿Hay acaso algún motivo...? Ahí tiene usted Jo único que IRÉ. me hace dudar en mi convicción; que, efectivamente, no hay motivo alguno para que usted se interese de ese modo con nosotros, que debemos serle indiferentes... Ram. Eso no. Usted no puede ser para mí una ferente. En primer tarla, y eso me lugar, indi- porque intenté ma- liga a usted con el lazo del re- mordimiento, y después, porque hemos congeniado desde Ram el primer instante. (Melosa y coqueta.) ¿Es verdad eso...? IRÉ. . Palabra de honor. IRÉ. No me Ram. (Encandiladillo.) engaña... que ocupa el Ya \ ¿Eh...? Ram. Que no son he dicho varias veces primer lugar en mi jeres... IRÉ. le mujeres. lista de mu- — IRÉ. (Con Ram. Es el decir, de las palabra, la miro con el mismísimos los talones.) ¡Ah! que no tienen sexo determina- do; de las que no de - 79 alma en me atraen, en el mal sentido y a las que por eso mayor respeto y me mismo ma- inspiran yor simpatía. (Queriendo sonreír y sin que IRÉ. risa.) Ram. Es verdad; no La única prueba de a una mujer es no me me le salga la son- acordaba ya afecto de... que yo puedo dar enamorarme de ella, y usted parece que no puede tener queja en ese punto. ¿Ha oído una sola frase de cariño en mis labios? Ni Iré. la he oido... (Con honda pena, que no sabe disimular.) ni espero oirías. Ram. (Comiéndosela con los ojos .) Puede tener completa seguridad. (Separándose de Víci . (¡No me (Por el caso, no me caso foro.) Irene... ¿Cómo? ¿Ha y no me la ella,) caso!) / , (Afectando sorpresb.) tenido usted la amabilidad de venir? (Le tiende la mano, que Ramiro besa.) Ha IrE. venido, y se niega a decirnos lo que desea- mos. Yo he agotado en balde todos mis recursos. Ram. A ver si tú eres más afortunada. Por Dios, Irene. Iré. Irene ha muerto para usted. Ram. Apelaré a Paquillo. Iré. Ese está más muerto todavía. Ram. ¿De modo que ya no podemos hacernos nues- Iré Si usted quiere hacérselas a él, tras confidencias? . ¿eh?, de verdad, acudirá al pero de verdad, no tiene más que llamarle y llamamiento. — Ram. ¿Dónde? Iré. Donde - 80 aquí o quiera; al Paco está Oriental. siempre dispuesto a tomar un vermouth con pero hay que pedirlo de mejor clase usted... que el de hoy... El de hoy estaba {Mutis, y Patricio ViCT. muy amargo sate inmediatamente al oir la voz de . (Al ver a Patricio, que entra en escena por la puerta de la derecha y se detiene bajo de la misma.) Pat. el dintel ¡Patricio...! (A Ramiro.) ¿Usted aqui...? Yo creía que le habían dicho de mi parte que en esta casa no podía recibírsele... Ram. Melodijeronantes de suplicarme quevolviera. Pat. ¿Le Ram. Si. Pat. ¿Quién? ¿Mi mujer? haii «uplicado...? Ram. Irene. Pat. Irene no estaba autorizada... Ram. Por ignorarlo vine. Ahora que que debo, sin lo sé, haré lo nuevas advertencias. Yo soy quien quiere hacerle una. Pat. ¿Cuál? Ram. Que puedo salir de aquí con la frente muy alta. (Saluda con una inclinación de cabeza, y se va por la derecha.) VlCT. ¿Qué has hecho, Pat. Lo que Patricio? debía, tíse hombre no puede volver a poner los pies en esta casa. VlCT. Vuelvo a decirte, Patricio, tejado ni un solo Pat. que no me ha cor- momento. Será una estratagema de... profesional. ¿Qué otro objeto que pueden tener El niega ser Pat. ¿Y tú le das crédito? al ir ¿Quién puede ser sino más un escarnio, una des- es ya Ahora mismo, en La Hamburguesa, a buscar nuestros pasajes, cuando me enseñaron «Puede le con quien hace esas cosas... Lo que me ocurre honra... las generosidades de abrumarnos? trata Vid\ él? - 81 el el me han dicho, plano del vapor: señor escoger los camarotes que gusten, porque están pagados previa- mente.» IAi IRÉ. ¿Eh? Vict. ¿Es posible.../' (Por la puerta del foro entran Luis LUÍS y CAROLINA.) (Con unos papeles en la mano y cantando como antes.) Apriétate contra mí, como en autobús... ViCT. (Agriamente, en escena mandándole callar.) ¡Vamos, hombre! IRÉ. (ídem.) ¡Por Dios! Caro. ¿Eh? Luis (Extrañado Pat. ¿Qué ha de ) . ¿Qué pasa? pasar, volverse loco. hombre? Que Que esto es para ese desconocido que va precediéndome por todas partes; ha estado también en la agencia naviera a pagar nuestro viaje a Chile. Luis (A Carolina.) ¡Que no nos saliera a nosotros Pat. ¿Qué Luis Nada, hombre, que esta vez tu desconocido un caprichoso de esos...! dices? protector ha perdido ochenta mil duros en el el tiempo, porque con bolsillo no creo yo que hagas guna PAT. Luis la - 82 estupidez de irte a Chile ni a nin- parte. ¿Eh? ¿Qué tonterías estás diciendo, Luis? ¿Pero aún no ¡Ahí hombre; se acabó a ser rico como como le habéis dicho nada? la falta antes . Sí, de dinero. Vuelves Puedes cantar la «java» yo... PAT, ¿Se ha vuelto loco? ViCT. No, Patricio. No he querido decirte nada, por- que estoy segura de que alegría, la noticia más, que ha de causarte disgusto; pero... ¿De qué se Pat. ¿Pero qué. Luis De que hemos vendido . .? trata? cuanto hay en casa la en cuatrocientas setenta y un mil pesetas. Ahora traerán Pat. cheque... el {Estupefacto.) ¿Eh...? ¿Pero quién ha dado esa enormidad? ¿El desconocido de siempre. Luis es .? Pepe Parras, que cree haber encontrado verdaderos tesoros de PAT. . No; esta vez no hay anónimo. El comprador arte. Esto es una farsa más, no amigo lo dudes. ¿Tú sabes del conde..,? si él es Luis Eso sí. Pat. No hay más que hablar entonces. Dios que hay quien dé la Gracias a cara en este asunto. Gracias a Dios que voy a poder desahogarme con alguien. *rju muy sonriente.) ¿Se puede...? Pepe {Por Luis (¡Atiza!) Adelante. Pepe {Seguido de Juanlto Barca.) Creo que no he la derecha tardado mucho... Luis No, señor; llega usted... oportunamente. Pat. (Con Pepe (j4 83 Oportunísimamente. las de Caín.) Patricio.) Perdón... No había visto... (Le sa- luda con ana ceremoniosa inclinación.) Jijan Patricio, escamadísimo (Al ver a (¡Anda, .) morena!) Pepe (A Luis.) Aquí tiene usted Pat. ¿No le el cheque... parece a usted, señor mío, que da poco dinero por lo muy que quiere comprar en esta casa? Pepe No comprendo. Pat. Pronto me comprenderá, puesto que por fin encuentro con quién poder explicarme. Esta vez no es esa mano misteriosa, empeñada en favorecerme contra mi voluntad, la que tengo hombres de carne y hueso, que van a darme cuenta de su conducta, o delante; son dos mejor dicho, de conducta de quien la ha les enviado... porque ustedes vienen enviadospor otra persona. Pepe ¿Empieza a comprenderme ya? (Preocupadísimo, mirando a Juan.) no... La verdad, no... (A Pues no, Juanito .) ¿Eh? Juan Allá tu; tú eres Pepe (A Juanito, en tono de reconvención.) Hombre... Pat. En vista comprador... de que es usted un poco tardo de comprensión, mismo. el El me explicaré sin conde de Laurelia el menor les eufe- ha hecho venir a ofrecer por los muebles de mi casa una verdadera fortuna, y yo digan con qué derecho mejante me les exijo que me hace ese señor se- ultraje. Pepe ¿Ultraje? (A Juanito.) Juan En efecto, no veo el Hombre, ultraje, diletú... ni tampoco la — - 84 que pueda relación no viene por tener... Yo Y viene, nadie... si creo que éste que lo diga, ¡caramba!, y que no nos comprometa a los demás... Pepe Parece mentira, Juan... Luis (Mediando.) ¿Pero quién habla aquí de ton- Pepe Claro, señor. terías...? Lo digo, y lo digo muy alto, qui- no vengo en nombre de nadie, y que he ofre- cido lo que en conciencia debo ofrecer, porque si es cierto que corrientes, en los muebles son unos muebles cambio este cuadro (Por Victoria.) vale setenta mil duros, el porque de está pintado... Pat. (Agarrándole de las solapas.) usted, le tiro por ¡Si un balcón! ¡Esas continúa flores las ha pintado mi esposa! Plpe (Lívido, acobardado y sin saber qué decir .)¿Eh? ¿Qué...? ¿Pero...? Yo ViCT. ¡Patricio...! Iré. ¡Pero Patricio CARO. ¡Por Dios santo...! Pepe ( le suplico caballero... ..! Ya separado de Patricio, arreglándose lapas y procurando serenarse.) le suplico, caballero, las so- Yo ¡Caray...! que no olvide que está en su casa, y que no vuelva a decir que... PAT. (Desafiándole .) ¡¡Qué!! Pepe Que... (Por el cuadro.) esas cosas son flores, Pat. (Intentando arrojarse sobre ¡caramba! La sandía está clarísima. él.) ¿Pero es una burla...? (Las ttes mujeres sofocan Luis (Sujetándole.) ¡Calma, calma...! un grito.) Pepe Sí, es lo — 85 mejor, y puesto que no nos enten- demos, quede la compra sin efecto, y nos re- tiramos. (Asiente Juanito.) Pat. (Ante la puerta de ¡a derecha, cortándole el paso.) ¡Quiá! Luis ¡Anular Pat. (A Luís.) ¡Quita...! (A los otros.) Ustedes no la venta, nunca! salen de aquí sin confesar primero la verdad. El asunto es demasiado grave para resolverlo con una evasión. ¡Va en ello mi honor! O hablan ustedes claro, o antes de media hora recibirán mis padrinos. Pepe (Apurado, a Juan.) ¿Estás oyendo? Juan No sé por qué pluraliza, señor Reguera, ni por qué me mezcla a mi en este grave asunto. Yo no soy más que un simple acompañante, que ignora en absoluto... Pepe ¡Hombre, Juanito Juan En cuanto a éste. . . . . . (Muy envalentonado.) éste no se ha negado nunca a esos requerimientos, ni ha rehuido jamás ninguna cuestión de honor. (A Pepe.) ¡¡Diloü Pepe Juan Espera un poco, hombre... ¡¡Diloü Claro este caso PAT. que usted comprenderá que en no hay motivo... ¿Que no hay motivo? ¿Cabe ofensa mayor que que me hacen en este momento? ¡Supo- la nerme capaz de vender mi honra, mi nombre. .. Juan Pat. ¿Quién supone eso? El conde, vuestro amigo, vuestro mandatario. ¿Qué significan si no sus larguezas y sus dá- divas? Cree, sin duda, que es de seducir a mi esposa... el mejor medio Juan ¿Eh...? Pepe ¿Qué...? 86 - Pat. Y Pepe (Aterrado.) ¿Pero usted cree que Ramiro...? Juan (Asombrado.) ¿Sospecha usted que es esa quiere comprar con dinero mi resignación. intención del Pat. No puede claren ser otra, y por eso les exijo que es la conde? él quien les que de- envía, para derecho a matarle. Si se obstinan en tener me callar, entenderé con ustedes. Pepe A ¡Basta! mí, no... ¡Caramba...! Tomándolo de esa manera, yo no tengo más remedio que decirle a usted la verdad. Juan ¿Pero...? Pepe (AJuanito.) yo a... Que me ¡Quita, dejes, ¡porras...! hombre! (A Patricio.) Qué voy Sí, señor; venimos de parte de Laurelia. Pat. ¡Al fin...! Pepe Pero con una intención bien distinta de la que supone. Donde usted ve una ofensa mortal, no hay otra cosa que volverle lo que le el intento nobilísimo de de- había ganado, sin que tu- que agradecérselo... viera ni Pat. No comprendo... Pepe Ramiro, precisamente por mi conducto, ganó a usted en le Biarritz las quinientas mil pe- setas, y cuando supo que formó el le había arruinado, propósito de devolverle a toda costa su dinero. Pat. Pero si a que unos Juan ¿Eh? mí aquella tarde no me ganaron más billetes... Pepf. ¿Qué? Pat. Aquí 87 me que no está Luis Montilla dejará mentir. Luis Claro. Juan ¿Tú? ¿Pues no me dijiste tú aquella tarde, cuando volvíamos nosotros con que las ganancias, señor acababa de perder quinientas mil el pesetas? Luis Pero no en el juego, hombre, sino en la quie- bra del banco Orgaiz. Juan Yo y que había sido en entendí «bacarrá», el así se lo dije a Ramiro... Pepe ¡Qué estúpido...! Vict. (Con cierta alegría, que no puede disimular.) mular.) (No era por mí; ya lo decía yo.) (A Pa- ¿Ves como eres un mal pensado...? Has tricio.) arrojado de tu casa a quien venía a ella con más pura de Pat. la las intenciones. Le pediré mil veces perdón, y personalmente le haré saber mi gratitud. En cuanto señores, les suplico también que y, aunque nada vale, les a ustedes, me dispensen ofrezco mi sincera amistad. Juan Pf.PE ¡Oh...! Cuente en todo momento con la mía... (Se es- trechan efusivamente la mano.) Luis Entonces Pepe ¡Por Dios! Juan lo de la compra... ¡Quién piensa en eso! Ya no hay objeto... (Despidiéndose.) Señoras... Pepe (ídem.) te Muy buenas tardes. (A que su mujer no por la me Luis.) Y cons- gusta nada. (Se van puerta de la derecha Pepe y Juan.) Iré. (Echándose a llorar a moco tendido.) ¡Dios mío...! » Vict. (Acudiendo a ella.) ¡¡Irene...!! IRÉ. ¡Era sólo bondad...! ¡No era cariño...! Luis (Tristísimo.) ¡Carolina...! Caro. (ídem.) ¡Tus catorce mil duros...! Luis ¡¡Me han fallado también los (Telón.) FIN DEL ACTO SEGUNDO gorriones!! ^'«^ ^.^A -^ ACTO TERCERO La misma decoración del acto segundo. Continúan en escena los muebles de Luis; es decir, el arcón, el cuadros y marco antiguo, el cambio no están los bonitos una mesa y varias sillas sin el bargueño lienzo pintado muebles de los dos por Victoria. En el sillón, ésta, y habrá en su lugar de estilos y tamaños diferentes. Es de (Al levantarse el telón y Luis. Este último, con día. están en escena Patricio una gamuza saca brillo al marco antiguo. Luis Tú te sonries; pero llevo una racha de un ne- gro humo, que aunque fuera albino, estaría culotado. '¡Señores, qué rachita! han fallado A mi no me nunca tantas cosas seguidas. ¡Qué espanto! Ahora, que el día que cambie... y cam- biará porque no hay mal que en bien no se convierta y mude... El día que cambie, me voy a hinchar. Pat. ¿Y si bia? Luis no llega nunca esa Porque ya ves hora?... ¿Y si no cam- tú, yo... ¿Te vas a quejar? ¿Pero cuándo has dejado tú de tener suerte? — Pat. - 90 ¡Hombre...! Luis __ ^Ciaffirr^eHorrPl^^rmT5nnñary"en acto el | surge un «quid pro quo» que quiere meterte el dinero en el «quid», y enseguida logras vender a buen precio casi todos los Pat. Sí, pero... ¿Qué culpa tengo yo de que seas - que hayas invertido lo muy el - tan Quijote, dinero en reintegrar' al que equivocadamente pagó por ti? Pat. Era mi deber. Luis Cuando no Pat. ¿Iba yo a consentir que Laurelia pagase por Luis Mira, yo dejo pagara Laurelia y a mí al pues no Pat. se tiene otra cosa... casero y a la faltaría modista, etcétera, etcétera...? la Benita; más. Te conozco y sé que no sientes lo que dices. Lo que no tengo más remedio que aceptar, sin saber cuándo podré reintegrárselo, es porte de los pasajes. Para eso no aunque venda lo der y aunque me do al a ver poco que me me resta el im- alcanza, que ven- pignore yo mismo. He cita- conde esta tarde para tratar de ese asunto, si acepta el que poco a poco le envíe el dinero desde Chile... Luis Aceptará, hombre. todos. ¿Qué le Con el cariño que os tiene a importan a él unas miserables pesetas.... Pat. Y Luis ¡Pschs! ¡Qué sé yo! Si vendiera esta porquería tú, ¿qué piensas hacer? de bártulos y reuniese nada más que dos mil pesetillas, intentaría I muebles. Luis conde Se deshace bolsillo a espuertas. el una combinación nueva i «*. de siete puede - 91 números contra veintinueve, que no fallar nunca. Pat. ¡Bah! Luis Te aseguro que no martes y trece, falla aunque la juegues en y actúe Pitágoras de croupier. La he ideado en estas noches de insomnio y es una combina para ganar muchos millones. Si yo ayer no hubiera hecho rio... el honora- idiota como Pero, chico, hay días que discurro una pared maestra. Claro, me dijeron con- el de y Juanito Barca que cuando Pepe Parras jugaba con dinero ajeno ganaba siempre, y como un caí párvulo. Pat. ¡Ah' ¿Le diste...? Luis Las trescientas pesetas que saqué de la venta del repostero. Pat. No sabía que habías vendido Luis Sí, vino a la almoneda la el repostero. viuda de López, la confitera de ahí de la esquina, y en cuanto la vi pensé: a esta confitera tero, y se lo Pat. Luis le coloco yo el repos- coloqué en sesenta duros. ¿Y... volaron...? Como si hubieran sido gorriones. pa Pepe Parras, porque al Tuvo entrar en el la cul- Casino tropezó con Lorenzo Benítez, que es rubio como las candelas, y todo el mundo sabe que después de tropezar con un rubio no se puede apuntar más que Pat. Luis al cinco o Claro, hombre. Y él se treinta y dos. empeñó en jugar segunda decena, Pat. al ¡Ah! ¿Si...? ¡Por Dios, qué disparate! a la Luis tomas a chunga; pero ya ves Sí, tú lo le - 92 lo que sucedió a Pepe Parras, que perdió mis se- senta, cien de Juanito y treinta y cinco de que Ma- muchacha de Besobia richu Acabalaceta, esa «Palé-Palau> de está de tanguista en el Barcelona. Pat. Pues Luis Le he suplicado a Parras, lo mismo que a los que sí demás, que ra, y me la ha hecho buena... me busquen un destinillo cualquie- ha mandado a decir esta mañana con Vicente Jandua, que va a colocarme en Viena. Pat. Luis ¡Caramba! ¡Ojalá lo consiga, porque precisamente yo quiero es de España. salir Pat. ¿Pero Carolina...? Luis Con eso de Viena está encantada. Lo gunda mano, porque desde ayer no Pat. Luis que lo sé de se- me habla. ¿Eh? Sí, el haber perdido repostero lo del pieza a tomarme manía. De no hay más que un paso, y manía la el día que ha la desesperado. (Muy contento.) Yo crej que em al odio me odie desbanco. Pat. Y Luis Le hincho un ojo. de primera. ¿Me acompañas el día que tenga un flirt... (Por el marco.) Esto está ya a casa del an- ticuario? Pat. Sí, voy a llevarle níamos en esa coronita de plata que la vitrina. Como que valga algo más que lo te- es antigua, puede que pesa. (Acercán- dose ala puerta del foro y llamando.) ¡Victoria! - 93 Luis {Examinando un extremo número? mero Sí, el once. ¡Qué casualidad! favorito: el un Mi nú- once negro. ¿Será esto un X7 aviso celeste? ViCT. del marco.) ¿Es (En traje de casa, por el foro.) ¿Qué quieres? Pat. ¿Dónde has puesto Vid. Irene la estaba quitando corona de plata? la do... (Llamándola.) Luis.) ¿Vas a llevarla por Pat. Sí. Iré. (También en el polvo y arreglan(A Trae eso. ¡Irene...! fin? zr. el foro.) Carolina, por traje de casa, con Aquí la tienes. Pat. Vamos allegarnos Luis (A Carolina, que ni ahí a la «Maisón Noé», a ver qué pasa. Hasta luego. le mira siquiera.) Adiós... (Carolina no contesta.) Vict. Buena Ike. A Luis ¿Qué vamos a suerte. ver qué traen ustedes... traer, con una corona y un mar- co? (Se van los dos por la derecha.) Vict. (A Carolina.) Mujer, ¿pero ni siquiera le sa- ludas? CARO. Y te aseguro que como ese destino que ofrecido en Viena no a separarme de ¡Criatura! Vict. Vamos, vamos... Hija, pero si esto es falta le han estoy decidida él. Iré. Caro. le cuaje, no vivir. Y no aludo a la de dinero, que a eso estoy yo acostum- brada desde que nací. Figúrate, doce hermanos, y mi pobre padre era catedrático de Arit- mética del Instituto... Se pasaba el día hacien- - 94 - do números y no lograba jamás que zase el creía, le alcan- sueldo. Pero no era supersticioso, ni como que todas Luis, en las cosas son presagios de ganancias o de pérdidas; porque, caramba, es que mucho me tiene frita. Luis! ViCT. ¡Es Iré. Tiene sus defectos, pero es un hombre de una gran delicadeza, incapaz de admitir dádivas de nadie... como hacen otros. VlCT. ¿Lo dices por Patricio? |re. Claro que lo digo por Patricio tiene en su él. poder, desdehacedías.unos pasajes para Chile que pagó Laurelia, y yo creo que deshecho el antiguo equívoco, ni mos Vid. Mujer, Patricio se propone hablarle hoy mis- mo del asunto, rica haga el satisfecho las otras. lo mismo que ¿Qué quieres que pobre? Devolver los pasajes y quedarse en España. Eso es VlCT. asegurándole que desde Amé- satisfaremos esa deuda, hemos Iré. nosotras debe- él ni aceptar ese favor del conde. lo digno. ¿Pero de qué íbamos a vivir aquí? ¿Ignoras que no tenemos nada? Ese destino es nuestra única salvación. Iré. que no hay destinos en Hija, cualquiera diría el mundo más que en Chile. El ro podría darle a Patricio tiene casasyfincas, y se reduce a que mismo Rami- uno mejor aquí. ¿No minas eindustrias? Todo Patricio deponga su orgullo y se lo pida. Es preferible pedir un destino a pedir dinero. Además, que el sueldo que lleva - — 95 a Chile tu marido es una miseria, que apenas nos bastará para sostenernos der devolver a Ramiro ha de devolver, es za: es ViCT. No va allí. a po- importe de los pasa- y tomar ese dinero a sabiendas de que no jes; lo el una más que una indelicade- estafa. ¡¡Irene...!! Caro. ¡Jesús, VlCT. Di claramente que qué exaltación! lo que tú no quieres es irte a Chile. VlCT. Lo que yo no quiero como todo VlCT. ¿Eh? ÍRE. Mirad el el que se nos critique es mundo nos está criticando ya. anónimo que he recibido na que... se me ha esta maña- caído la cara de vergüenza. (Saca del pecha un papel.) Vict. ¿Un anónimo? Caro. ¿A Iré. (Leyendo.) el ver...? «Una persona que se interesa por buen nombre de su familia se permite acón - sejarle que desconfíe que un hombre peligrosísimo. Su cuñado es no debe admitir quiere regalarle. del conde de Laurelia, los pasajes para Chile que Además de que él se los oíre- ce de mala gana y sólo por compromiso. consta...» Me ¿Eh? VlCT. Chica, qué mal desfiguras la letra. IRÉ. ¿Eh? Caro. Claro, mujer. Otra vez escríbelo con la mano izquierda. Iré. (Turbada, avergonzada.) ¿Pero ustedes creen que este anónimo...? ViCT. 96 Creemos que ese anónimo Iré. No — lo Vict. está escrito por ti. Es un anónimo auténtico. (Se es verdad. guarda.) rómpele y no seas tonta. Cree- Mira, Irenita, rás tú que nos estamos chupando dedo. el Apelas a esa artimaña porque no quieres cruzar lo el charco, y no quieres cruzarlo por... por que todos sabemos: porque estás enamora- da de Ramiro. Iré. ¡No! ¡Falso...! Cuando supe el por qué de sus galanterías dejé de querelle; perdí cuantas ilu- siones había concebido con respecto a no quiero a Ramiro, puedo ViCT. De todos modos hay que le Yo huir de aquí. Si no quieres, para evitar que llegues a quererlo; si le quieres, para cortar el de que se haga incurable. maradería con ningún Iré. él... jurártelo. mal de Tu raiz, antes amistad, tu ca- conde no puede llevar a el práctLo. fin ¿Pues sabes lo que yo Que te contesto? estoy decidida a no marcharme, para que lo sepáis Me quedaré en España con quien quiera cogerme. Buscaré una colocación en o en Madrid-París, o el re-T Metro, en los almacenes Ro- dríguez, o en cualquier parte. Y si nada en- cuentro, pediré limosna. ViCT. (Riendo.) Bonito porvenir. Ya Caro. (ídem.) Iré. (Cada vez más exaltada.) Todo lo creo. quieras, pero no me Ramona voy!! me voy, no lo me bonito que voy... ¡¡y no fi (Por la derecha.) las señoras El pueden señor conde pregunta recibirle. si 97 Yo IRÉ. ¡Ay...! VlCT. Ni yo... IRF. A RAMONA Viene con VíCT. asi - no puedo... me con un momento ni í Mejor. el basta... señor Barca, ese amigo suyo... Que pasen y que tengan la bondad de aguardar un momento. (Vase Ramona.) Caro. Iré. VlCT. Os ayudaré A a vestir para que despachéis antes. mi, a mí. Vic-oria no tiene prisa. ¿Eh? IRÉ. Es que necesito hablar a solas con VlCT. ¿Pero...? IRÉ. No Ramona (Por él. temas. Él no leerá nunca lo que por mi. (Se van las la derecha, tres por pasa el foro.) seguida de Ramiro yJuan.) Las señoras saldrán enseguida. Están con la señora de Montilla... Ram. Perectamente. Juan De modo que cuando Ramona Sí, salió hace poco don Luis llevaba ese marco antiguo... señor. Bien, muchas Ramona por la (Se va gracias. derecha.) ¡Qué lástima, hombre! Sería que se lo un dolor vendiera a cualquier chamarilero, porque de seguro nadie dará por el marco lo que daría Perico Sanabria, que anda buscando uno de esa clase para un retrato antiguo. Ahora preguntaré adonde ha ido, a ver si puedo... Ram. Ojalá llegues a tiempo. me la Ya sabes inspiran tanto Luis, que deseo hacer como algo, y no aceptar nada de mí. interés que esta familia, por que el se obstina en — — 98 error de la pérdida Juan Realmente, descubierto Ram. Tal vez, pero reconoce que no todo dsl el juego en Biarritz, no hay motivo... procedería con que ellos proceden. Ya ves; ve obligada a vender hasta una gente que se el el último mueble el de su casa, que se queda en primero que hace con devolverme mundo el extremada delicadeza con- la que la calle y lo dinero que recibe es importe de aquellas cuentas que pagué... JúAN Sí, si; Ram. Pero ¿qué más? No tiene para este pobre es admirable... hombre otra solución que tencia la de que ha podido el problema de irse a Chile conseguir... con O la exis- el destinilllo o morirse eso, de hambre. ¿Pues quieres creer que todavía vacila en aceptar por no tener la plaza, ridad de poderme devolver también la segu- impor- el de los pasajes? te Juan Es un verdadero «caso» de honradez. Ram. Y las dos mujeres son crúpulos, igual lo mismo... Iguales es- resistencia a dejarse favo- recer... Te digo que no a mí... ¡Empeñarme en hacer un poder lograrlo por la le pasa a nadie negativa de los a quienes quiero beneficiar...! lo bien, No veo que y no mismos el mo- mento de que se vayan. El día en que yo sepa que se han embarcado va a ser mi Juan el más feliz de vida. ¡Caramba, y qué loco estás, querido Ramiro! Cualquiera te inspira te el entiende. Dices que esta familia más vivo interés; entonas un himno 99 — a su delicadeza, a su desprendimiento, a sus virtudes... y a renglón seguido aseguras que tu mayor deseo esto tiene lógica, Raai. es perderla de vista... Si que venga me lo jure. La lógica está en lo que Aristóteles y tu encuentras ilógico. Yo Esta es demasiada virtud para mí. acostumbrado a que vivir en estoy un mundo donde no son frecuentes esos rasgos de rectitud y de me grandeza moral que Juan ¿Qué Ram. Hombre, que le humillan... Sobre todo rrido, es desesperante. Es abu- Irene... pasa a Irene? recibir de mi es la peor en lo de resistirse a el menor agasajo. No la puedo aguantar. Juan Pues yo creía que ella era tu verdadera amiga en la casa. Ram. Por eso precisamente, hombre, no seas animal porque es mi amiga... Yo haría por quier sacrificio; yo tengo... ¡Y ya ves ella cual- daría con gusto cuanto le cómo me paga...! Con qué despego, con qué ingratitud... Juan ¿Sabes que empieza a escamarme tanto hablar de Irene? Porque, para bien o para mal, no se te cae el nombre de Ram. No seas estúpido. Juan En serio te digo la que tivos esa mujer, para boca. tiene demasiados atrac- que tu amistad con ella se quede en... amistad. Ram. ¿Sospechas que estoy enamorado de Juan (Indeciso.) Hombre... Ram. Tranquilízate, no es por ahí. Irene es una mujer ella? — honrada, en - 100 que no había de pensar más la que para hacerla mi esposa, y ya sabes que yo no he de casarme nunca. Te lo he dicho mi' veces. Juan Si todos los que han dicho eso hubieran cum- plido su palabra, no habría por ahí bullas ni aglomeraciones, y Ram. Yo cumpliré el mía. la mundo sería un edén. Cuando no consiguieron vencer mis resistencia los ruegos de mi madre, que no tuvo otro empeño en toda su vida, ¿iría a claudicar ahora porque una niña vitonga...? Vamos, vamos, que Juan Bueno, hombre, no Ram. Es que esa mujer te frían un... citroen. te enfades por eso. me da co:?í\qJJ^umor de suena, Juan Es Pepe. Pepe (Entrando en escena por Asi, como J.J la derecha.) Hola, ca- Acaban de decirme que estabais balleros... ,aquí. coraje. voces dentro.) ¿Eh? Venía buscando a Montilla pata eso del destino de Viena... Ram. Qué, ¿lo has conseguido...? Pepe Sí, hombre; es cosa hecha. Ram. Lo celebro, porque pobre está ilusiona- el dísimo. Pepe Aquí tengo una carta de las condiciones y demás Felipe Lázaro, con detalles... Juan ¡Lo que se va a alegrar...! Pepe Bueno, JUAN ¡Quién no es contable a los cuarenta años...! él conoce algo de contabilidad, ¿no? Lo que seguramente no sabe ¡Anda, Juan éste...! ¿Que no va Ni falta que le es alemán. hace. a hacerle falta estando en Viena...? Pepe Hombre, 101 - que estamos hablando en serio, Juanito. Juan Pepe En serio hablo yo. Pero si el Viena de que yo hablo es dería y confitería de la Carrera de Juan ¡Atiza! RAM. ¡Vamos! Pepe Necesitan un contable la pana- San Jerónimo. y... Mon Juan Sí, IRÉ. (Elegantísima, por la puerta del foro.) ¡Oh/. hombre, tilla, Pero si. Pues nada, buscaremos a porque yo también tengo que verle está también si el J señor Parras... Ram. Buenastardes... (Saludos.) Pepe Acabo de Iré. ¿El de Viena? llegar y. buscando al señor Alontilla, a quien he conseguido un destinillo que le ofrecí... Pepe Justamente. Ií<e. ¡Cuánto me alegro...! Pues ha ido con mi cuñado a una tienda de antigüedades, «Maisón Noé»... a marco Juan de la la venta de un antiguo... ¡Ah! ¿Pero es en a ver tratar si la»MaisónNoé. .»Pues corro logro evitar que lo venda. Vamos, Pepe. Pepe Sí. Juan A Iré. Hasta luego, benita... los pies de usted. Vayan ustedes con Dios; muy buenas tardes... (Se van por la derecha Juanito y Pepe.) Son muy simpáticos, y nos buenos amigos... Ram. Si... IRÉ. Pero siéntese, por Dios... hemos hecho muy Ram. 102 - Muchas (Sentándose.) usted a lo que vengo. Ya supondrá gracias. He recibido una tarjeta le hubieran llamado no de su cuñado... IRÉ. Eso es decir que si no hubiese venido. (Irónica.) Es de muy agra- decer la visita... Ram. IRÉ, Toma usted No, ya sé a qué atenerme respecto a su con- si el rábano por Acude encantado ducta. porque sospecha de lo las hojas. a las citas de Patricio, que quiere hablar con usted... Ram. Sospecho, efectivamente, que querrá nuevo pecto del al tratar de enojoso asunto de los pasajes, res- cual ya no sé qué decirle para que acepte sin escrúpulos ese peq ¡eño anticipo, que para mí no supone Iré. No sólo supone sacrificio alguno... sacrificio, sino que satisfa- deseo más vehemente. Tranquilícese, ce su hombre. Ya nos iremos... Pronto se verá usted libre de nosotros. Ram. ¡Qué mal pensada es usted! Iré. ¿Va a negarme que tiene prisa poique nos va- yamos? Yo no le oigo nunca hablar de otra cosa que de nuestro viaje. Ram. Y aunque interés así fuera, ¿qué probaria eso sino mi por su familia? Su cuñado no tiene otro porvenir que el destino de Chile, y es preciso que vaya cuanto antes a encargarse de España es tan Iré. Irónica.) Si. ¡En Ram. Punto menos que imposible. Iré. No difícil él. encontrar una colocación! se esfuerce en demostrarlo. ¿Quién va a - 103 - encontrar a una persona que tenga casas y fincas e industrias muchacho como donde poder colocar a un Patricio...? Ra.m. ¿Lo dice usted por Iré. No, por Dios; yo no aludo a nadie. Ram. Pues, en efecto, yo tengo vacante administrador; mí...? el cargo de pero, vamos, eso sería dema- siado modesto para su cuñado. Yo no a mi administrador ganando ocho Iré. Él va a Chile RAM. (Turbado.) ¡Ah! Pero es más que igual, No le doy diez mil pesetas... mil. sabía que fuese tan poco... porque yo tengo otro com- promiso... Iré. Claro... Ram. Sí; IRÉ. Ya me hago caen sobre uno como fieras... cargo. Ram. Un pobre Iré. ¿Por qué no Ram. Aunque Iré. Lo reconozco, puesto que no ha negado que padre de familia con... doce le hijos. ha puesto usted siquiera quince? se burle, le digo la verdad. que desea es embarcarnos lo lo más pronto posible. Ram. ¡Y dale...! Ya le dije la razón... por Dios, en ese tono, Iré. Ah, Ram. Sí, sí... porque Y no me me hable, mortifica... ¿sí? Iré. Está bien, Ram. (Conciliador.) Vaya, ¿quiere usted que vol- vamos a ser los cando petaca.) Ahí va un cigarrillo: fúmelo. Y IRÉ. No. Ram. No he la le camaradas de siempre...? (Sa- prohibo que me tutee. dicho fúmalo, sino fúmelo. IRÉ. Es igual. es igual. 104 - Ram. No IRÉ. Pues yo digo que es Ram. Bueno, bueno. Por mí. IRÉ. igual Ni yo soy su camarada, ni usted ha venido a esta casa para bromear, Patricio Ram. Iré. y basta. . Y estoy dispuesto a sino para tratar con muy de un negocio serio tratarlo. Pues no crea que va a serle fácil encontrar so- lución al asunto, porque nosotros no estamos dispuesto a admitir una limosna de usted. Ram. Por Dios, no IRÉ. O un le dé ese nombre. regalo, es igual . Nuestra amistad nació ayer. Ya censuraría... . . ! ¡Si título lo acep- Usted no es nuestro pariente... taríamos...? ¡Ah. . ¿Con qué . . La gente nos noscensu'ra,ya.sí,señor. ¡Ah! viera usted el anónimo que he re- cibido esta mañana...! Ram. Iré. ¿Un anónimo? Un anónimo, sí, señor, un anónimo. En él me dicen que no debemos aceptar nada suyo; que usted nos lo brinda de mala gana. Ram. Ese anonimista es un canalla, y un miserable, y un embustero. Iré. Haga usted Ram. ¿A quién? Iré. A el favor de no faltar. quien haya escrito eso, que no ha escrito más que Patricio Me la pura verdad. Afortunadamente, no necesita de advertencias anónimas. consta que está dispuesto a no admitir el dinero, caso de que lo admita, sino en condi- ciones que garanticen a usted la devolución. Ram. Haré cuanto él quiera. - - 105 ¿que desconfia usted de nosotros? Iré. Es decir, Ram. Yo no; usted es quien dice... Iré. ¿Ve usted cómo el anónimo tiene razón; cómo nos ofrece esos pasajes por compromiso? Ram. Pero, criatura, ¡por los clavos de Cristo!, si es usted quien se está contradiciendo... Iré. En todo caso mi cuñado, que asegura ¿Yo...? que no aceptará garé. Raai. señora, y Sí, favor sin firmarle un pa- el ¿No se llama pagaré? . . no es más que esa si la con- dición, desde luego la acepto. que hade ser un pagaré, IRÉ. No, no... pero Ram. ¿Cómo IRÉ. Vamos, un documento con si es verá usted, un pagaré... terrible. terrible? meterle en Ram. la cárcel si no ¡Ah! Muy bien. y a todos nosotros. cual el le Iré. A Ram. Sí, sí; Iré. ¿De modo que Ram. Claro; absolutamente conforme. Iré. Para perdernos de Ram. Para que Patricio no pierda él pueda usted paga. perfectamente. está usted vista, conforme? ¿no es así? el destino, y para no perder yo mi tranquilidad, que es más me lo que importa. IRÉ. ¿Su tranquilidad? Ram. Yo me Iré. Si, sí, entiendo y bailo solo. porque lo que es conmigo... Ram. Voy Iré. ¿Ahora mismo? Ram. En Iré. Oiga usted primero. a hacer el documento. este instante. Ahí enfrente hay un estanco... 106 Ram. ¡Imposible! IRÉ. Es que es necesario que yo Ram. A la vuelta. Voy por Iré. (Apurada.) ¿Pero...? Ram. Luego... ¡Voy por le diga... pagaré. el pagaré! (Vase por la de- el recha.) I re. (Nerviosísima, desesperadísima.) Nada, no hay manera; lo pierdo... ¡lo pierdo! perder, pero... R. P. I. vía Y puedo pierdo! ¡lo no, ¡R. el quiero Chile, él a... Y si le me voyü^Cp Porque no va yo... (Entrando en escena por dice Iré. lo Claro, que toda- digo a Patricio que... ¡¡Yo no Pat. no Y yéndome a P., no! I. Y la derecha ) ¿adonde conde que va? Mira, no me hables del conde, porque estoy asqueada, verdaderamente asqueada. ¿Qué ha sucedido? Pat. ¿El¡? Iré. Ahora Pat. ¿Eh? te lo contaré (Llamando.) ¡Victoria...! ¡Qué hombre...! Mejor dicho, ¡qué Iré. ¡Y se llama caballero...! ña. ¡Pues Vict. Iré. si el vuelta...? (A Irene.) ¿Y Vas es te diré del a quedarte Caro. ¿Y Luis? Pat. Cállate, mujer: foro.) ¡Ah! ¿YirTstás de el conde? conde, para que como no la me hables de Luis, porque nientas pesetas y se ha ido selas. ¡Dios mío! te espabiles. mujer de Lot. eso no tiene arreglo. Vendió Caro, grande de Espa- esos son los grandes...! ,/jr (Con Carolina por Ahora Y tio! el al marco en quiCasino a jugár- Pat. - 107 Vio que un perro negro olía a uno blanco, dijo que eso no el fallaba y echó a correr para le Casino. Caro. No puede [re. Te advierto que Pepe Parras el Caro. ser. le ha conseguido destino de Viena. Menos mal. Dios aprieta, pero no ahoga. Va a parecerme mentira el verme a muchas leguas de aquí. Tal vez en el extranjero varíe de costumbres... VlCT. (A Irene.) Bueno, y dime del conde, que me tienes en curiosidad... ¿Habéis hablado...? [RE. Hemos hablado un VlCT. canalla, me y he convencido de que e^ un usurero y un asesino. ¡Irene! Iré. No Pat. ¿Pero qué ha sucedido...? Iré. ¿Sabes quito ni una coma. lo que quiere el cangel mío», para asegurarse de que has de pagarle te el impor- de los pasajes? Pues quiere que lefirmes un pagaré. Pat. ¡Qué cisa tan extraña! Pero en no tiene fin, importancia... IRÉ. ¡Ah! ¿Pero eso del pagaré no tiene importancia? Pues oye más, porque eso no es nada. Quiere que reconozcas que tú has recibido el dinero como... ¿cómo se recibe una cosa que si Pat. Iré. ¡Eso! Así quiere to PÁT. no se devuelve En concepto de lo meten a uno en la cárcel? depósito. él que tú pongas: en concep- de depósito... ¡sagrado! ¡Por Dios! Pero eso es una atrocidad. ¿Es que se ha vuelto loco...? - - 108 Vid. ¿Cimio Caro. Ya, ya... Parece mentira. IRÉ. Parece que ha recibido un anónimo en el que justificas ese cambio? dicen que en esta casa se están mofando de le como es bastante corto... Porque eso él, y no me lo pueden ustedes negar; de alcances muy corto... pues ha tomado las cosas por es él donde queman, y ¡cómo está!, ¡cómo está...! Grosero, ineducadísimo... Mira, Patricio, digo lo muy te en serio. Si tú aceptas un solo céntimo de ese hombre, no tienes dignidad, y si ahora mismo no te vas a La Hamburguesa y devuelves los pasajes y le tiras a la cara su di- nero, no tienes vergüenza. Pat. Pero escucha, porque yo opino... Iré. (Sin dejarle hablar.) Es preferible pedir limos- Pat. ¿Y na a deberle nada a ese IRÉ. tío. ¡Porque es un (Como Y antes.) todo porque ha recibido anónimo. Yo he recibido otro Pat. ÍRE. tío! te dijo él que...? v\n y... (Furioso.) ¡Déjame hablar! (En el bido mismo Yo he reci- otro... {Dándoselo. míralo, ahí lo tienes... ) Pat. ¿Eh? IRÉ. Y como Pat. ¿Pero Iré. Sí, cia? tono.) ¡No quiero...! si tal cosa. tú...? hombre, ¿no ves que estamos en eviden- Somos la porque cir, tú, y... ¡pschs! comidilla de la gente... Es deyo... figúrate; ¿Qué me importa pues yo leí eso a mi...? Ahora, que puede que todo sea para mejor, porque en Chile... ¡Ay! Yo no lo quiero pensar, pero - — 109 ya que has sacado a A mi decir: conversación la me da Chile voy te lo miedo. ¡Mucho miedo' El sueldo que llevases una porquería... es carísima... y luego los mosqui- La vida allí tos, los cocodrilos... ¡A mí no! no. Que ¡Quiá! él diga lo que que luego berle favores, para Pat. ¡Qué horror...! No, hijo, dice, de- los cocodrilos... Yo me quedo. Pero mujer... Y ÍRE. te advierto que celebro en el alma haber el conde de esto del pagaré. Si llegas a ser tú, a estas horas sido yo la que ha tratado con hay planteada una cuestión personal. ¡Porque ^o\ «stá de una grosería...! Pero entre un hombre y una mujer no cabe... (Resuelta.) Hacedme el favor de dejarme con dar y quiero ser yo Pa r. Iré. Ya no puede tar- este asunto. Eso no. (Cómicamente desesperada.) con Pat. él. que ultime la ¡Patricio, déjame él! Es que mi deber... que Iré. ¡Victoria, dile VfCT. Sí, déjala. Pat. ¡Pero mujer! Yict. Tiempo tendrás Pat. Es tú me deje! de hablar con él... que... Víct. (Cogiéndole del brazo.) Ya Pat. A Vict. Es que... (Mutis por te explicaré... tu gusto. el foro, hablando con Caro. (Mirando compasiva a Irene.) ¡La pobre...! IRÉ. (Acudiendo a ella,) ¡Carolina...! una lamparilla a San Antonio. él.) Enciéndele — Caro. ¿Habrá...? Iré. Si 110 — no hay lamparilla, en mi tocador hay an infiernillo. El asunto es encenderle algo. Caro. Voy. (Mutis por Iré. iQué lástima,..! el foro.) Lo pierdo.... (Desesperada, mirándose, tocándose.) ¿Pero por qué no tendré yo...? {Acicalándose.) \Con tantísima niña birriosa con suerte que hay por pasos y se inmuta.) ¡Ya!... y reza lidad.) Biieno-JS^'-santigua moviendo mucjw Ram. I RE. (Entrando por ahí...! (Oye (Afectando tranquiin mentís, tos labios.) la derecha, con un papel en la mano.) Aquí está ya el (Le hace señas con la mano de que aguarde un los labios como pagaré.... momento y sigue moviendo antes.) Ram, ¿Está usted rezando? Iré. (Dice por señas que Vuelve a santiguarse.) sí. Es que yo a esta hora, nadas del reloj, cuando oigo las campa- rezo siempre. Ram. ¿Las campanas...? Pero sin son las cuatro y Iré. ¿Sí? Ram. Bueno, aquí tiene usted veinte. Pues me he adelantado. ba. Viene en regla, el pagaré que desea- con todos los requisitos. Espero que ahora ya su cuñado aceptará sin escrúpulo los pasajes... Iré. Yo Ram. Conste que he accedido por complacerla, pero lo espero también. que a mi esto inútil, IRÉ. me parece una cosa no solo sino mortificante para todos... No hablemos más de lo pasado, ni amargue- — mos con 111 — recuerdos desagradables dolor de el despedida... Tratemos sólo de separarnos la como buenos amigos. Ka.Vi. ¿Quién piensa en eso todavía? Queda tiempo de sobra... ]¡<e. No nos queda más Mañana nos vamos. No, no; se engaña usted. que este instante. Ram. Pero Iré. Lo espetaremos en Cádiz. Los malos si el vapor no sale hasta el lunes... tragos, pasarlos pronto. Ram. Antes no demost aba usted tanta prisa por marcharse. {RE. Antes chanceaba y ahora hablo seriamente. ¿Le parece a usted que de otro se dicho Ram. No ÍRR. Por muchas de las cosas le hubie- le dije? recuerdo haberle oído nada molesto... Dios... Mientras ha durado nuestra camaradería, era una le modo que diese quejas y le Ahora ha*llegado el la broma de broma más que hiciese recriminaciones. momento de... liquidar la cuenta de nuestra amistad, puesto que voy a emprender un largo no le dijera viaje. Sería una ingrata si que mi agradecimiento hacia usted durará tanto como mi vida... Ram. Irf.. ¿Agradecimiento...? Sí, puesto que, deshecho aquel error, ha se- guido usted favoreciéndonos. Si podemos irnos a Chile, quién Ram. lo único porvenir que nos queda, ¿a debemos sino a usted? ¿A mí? No. Y ese papel que mano tiene usted en es la demostración palpable de quiere deberme nada; de que tiene la la que no crueldad - 112 — de negarse a recibir hasta afecto de Iré. Pues lo si sobre el menor prueba la deí un buen amigo... toma de ese modo, no quiero que recuerdo de nuestra amistad quede flotando ninguna sombra. (Rompiendo el pagaré.) Ya no existe Ram. Gracias. Irene, nunca. Iré. Que RAM. papel. gracias. lo lo olvidaré muy Ramiro. Le aseguro feliz, deseo de todo corazón. Y yo a usted .. . me Pero demasiada solemnidad a trata No . sea usted que se el muchas damos No se parece que la despedida... de una separación eterna... Usted vol- verá alguna vez... Iré, Probablemente no. ria fácil Y aunque volviera, no se- que nos encontráramos de nuevo. Nuestras vidas toman desde hoy distintos rumbos... Ram. Eso no puede ser, Irene... a perderla para siempi¥... usted pronto por España, sado cojo un vapor y Yo no me resigno Como no vuelva el me día menos pen- planto en Chile a hacerle una visita... Iré. (Riendo y secándose los ojos disimuladamente.) Ram. ¿Piensa usted que Iré. (Con voz temblorosa.) Es gracioso... lo digo por decir.. Pienso que .? lo dice porque tiene buen corazón, y quiere endulzarme la amargura de este momento... Ram. (Conmovido.) ¿Pero es que usted siente de veras Iré. el separarse de mí...? ¿Podia dudarlo? Una cosa son nuestras chanzas - 113 — y otra lo sincero de mi afecto. pasadas, amistad será siempre recuerdo el más Su grato de mi existencia. Ram. Como para mí la suya. Aquel Paquillo, mi ca- marada, no se borrará nunca de mi corazón. IRÉ. ¡Pobre Paquillo! Ram. Es lástima que nuestra broma no pueda con- Ikf.. ¿Por qué? Ram. Porque vertirse en realidad. si usted fuera un hombre no tendría que marcharse con su hermana; podría quedarse conmigo... [RE. Es verdad. RAM. Yo le daría alojamiento en juntos, viajaríamos... cursión por Italia, mi casa, viviríamos Sería deliciosa una ex- y luego Grecia, y luego Egipto... El Cairo, Alejandría... Iré. ¡Qué hermosura! Ram. ¡Y pensar que el programa no puede por... ser*usted mujer! realizarse Claro, las cosas están organizadas de un modo... La gente no transige... Decididamente mujeres son una las calamidad. Irf. Tiene usted razón. Hemos nacido para fasti- diarnos y fastidiar de paso a los demás. Ram. (Encandilado.) ¡Irene...! Iré. Qué... RAM. No debió Iré. Dice usted bien; no debió ocurrirseme... ocurrirsele a usted nunca ser mujer. per© puesto que eso no tiene ya remedio, pon- gamos término a este mal rato... ¿no le Démonos un buen apretón de manos parece? y despi- — démonos — 114 "" hasta que Dios quiera. dan (Se la mano.) Ram. ¡No, no...! Hasta pronto, hasta IRÉ. ¡Ojalá...! Ram. {Sin soltar la mano muy pronto. de Irene.) Adiós, Irene. IRÉ. Adiós, Ramiro... (Conmoviéndose por grados.) Ram. Crea usted que jamás he estrechado una £ ano con tanta efusión. IRÉ. Ni yo tampoco, se lo juro... Ram. Me parece que lo que estrecho con mano, sino es su la felicidad... que se me escaparía si la la ¡la mía no felicidad soltase...! ÍRE. (Con todo su cariño en Ram. ¿Estaremos locos, Irene? ¿Nos estaremos con- los ojos.) ¡Ramiro...! denando nosotros mismos a ser desgraciados voluntariamente...? no Usted quiere irse, ¿verdad? Ji<E. (Que si es muda revienta.) ¡No...! tampoco quiere que me usted... No. (Pausa.) IRÉ. ¿En qué está usted pensando? Ram. En IRR. ¿Cómo Ram. Y ¿Me * engaño? Ram. ¡No...! vaya... lo mismo que Porque lo usted. sabe? lo leo en sus ojos. Piensa usted en que muchas veces pasa a nuestro lado la ven- tura y la dejamos escaparse por orgullo, por insensatez, por no pronunciar una palabra que se nos está viniendo a los labios... l&E. ¿Y usted sabe cuál es esa palabra...? Ram. Lo IHE. Entonces ¿por qué no sé. la pronuncia? V Arvo 115 — Ram. Porque es usted quien debe IRÉ. ¿Yo? Ram. No haga por mí, hágalo por lo me que desde IRÉ. ¿Por Ram. De decirla. llevó en sus entrañas, y la santa mujer que se pide lo allá arriba. fin se decide a ser buen hijo? usted depende que pueda serlo. IRÉ. Pues Ram. Eso quiere darme a entender que usted séalo. me dice que... (Con un gracioso hipo de IRÉ. dita sea tu lloro.) Que... Ram. (Abrazándola.) ¡Negra de mi alma...! Luis (Entrando en escena por mismo mi, instante. como en la derecha, en ese Cantando.) Apriétate contra autobús... (Avergonzada, separándose deRamiro.) ¡Jesús! IRÉ. Ram ¡ben- madre! . Luis (A Luis.) Eso se canta antes de entrar. Que a sea enhorabuena, jóvenes, y felicítenme mí tambiérvporque he ganado ochenta mil pesetas, Caro. ''jf (Surgiendo por la puerta de la izquierda. ¿Ochenta mil pesetas... ?-^r VlCT. (ídem de ídem, por la del foro, seguida de Patricio.) ¿Ochenta mil...? Luis (Asombrado,) ¡Señores...! CARO. (Pretendiendo justificarse.) Venía hacia acá, y al oirte decir... También VlCT. (ídem.) Ram. Puesto que han oído ustedes nuestra con- Caro. ¿Eh? versación... nosotros... — — 116 Vict. ¿Nosotros...? Ram. Puesto que han oído ustedes nuestra conversación... Vict. Le digo muy en bemos que se que se equivoca. Ni serio han arreglado ustedes, sa- sa- ni bemos nada. RAM. ¿Qué (A Irene.) tedes que la te parece...? condesa... Pues sepan us- me con- ustedes si ceden... no quiere nada con Chile, puesto que desde hoy y la ha dis- mismo se encargue usted de nuestra administración... [RE. ¡Ramiro! Pat. ¡Muchísimas Caro. ¡Dios mío! ¿Pero qué es lo que tienes en gracias...! la cara, Luis? Todos ¿Eh? Luis (Enseñando un Y carrillo todo arañado.) ¡Anda! tengo todo así ei entrar en Gracias el al Ahora, que He cuerpo. de morir. Nada, que Casino me estado a punto cruzar al la calle atropello para un tranvía. me ha hecho papilla. me diólasuerte, porque salvavidas no el atropello subí y en veinte minutos, ochenta mil pesetas. Caro. ¡Ya me Y que llegó la buena! lo digas, porque lo Pepe Parras, es un hecho. Pat. (Mirando hacia la tienes. Pepf. de Viena, según y*.~ puerta déla derecha.) Ahí le ~\Y (Entrabado en escena con Juanito Barca.) bre, Juan Pepe t> Hom- ya era hora... Toda la tarde buscándole... (Dándole una carta a Luis.) Conseguido Viena. lo de - - 117 | LUIS Gracias, amigo Parras. Pepe Lea usted. Luis (Leyendo.) ¿Eh? ¿Viena, Carrera de San Jeróni- mo...? ¿Yo en el mostrador vendiendo hela- dos...? ¡Esta carta se la un bofetón con carta y Pepe Juan usted...! (Le da ¡¡Señor Montillaü (A Pepe.) ¿Estás viendo, Pepe? Te está bien empleado por Luis come todo.) idiota. Ea, vosotros a ser relices y yo a Biarritz a deshancar... CARO. Por Dios, Luis, ¿y Luis No te si pierdes? apures, que ya sé yo lo que tengo que hacer para ganar: tranvía... y el FIN amo. me arrojo al paso de (Telón.) DE LA COJV^DIA un ( ^dífcx rd . b^3tb^d Obras de Pedro b^ 6) Muñoz Seca Las guerreras, juguete cómico-lirico. Música del maestro Manuel del Castillo. El contrabando, saínete. (Duodécima edición.) De balcón a balcón, entremés en prosa. (Tercera edición.) Manolo el afilador, saínete en tres cuadros. Música de los maestros Barrera y Gay. El contrabando, saínete lírico. Música de los maestros José Serrano y José Fernández Pacheco. (Séptima edición.) ~^La casa de la juerga, sainete lírico en tres cuadros. Música de los maestros Quinito Valverde y Juan Gay. El triunfo de Venus, zarzuela cómica en cinco cuadros. Música del maestro Ruperto Chapw ^ Una lectura, entremés en prosa. (Segunda edición.) Celos, entremés en prosa. (Tercera edición.) Las tres cosas de Jerez, zarzuela en cuatro cuadros. Música del maestro Amadeo Vives. El lagar, zarzuela en tres cuadros. Música de los maestros Guervos y Carbonell. A primera fila, entremés en prosa. El niño de San Antonio, sainete lírico en Saco del Valle. tres cuadros. Música del maestro Floriona, juguete cómico en cuatro actos, adaptado del francés. Los apuros de Don Cleto, juguete cómico en un acto. Mentir a tiempo, entremesen prosa. n£7 naranjal, zarzuela cómica en un acto y un sólo cuadro. Música del maestro Saco del Valle ~T)on Pedro el Cruel, zarzuela cómica en un acto y un solo cuadro. Música del maestro Saco del Valle. El fotógrafo, juguete cómico en un acto. El jilguerillo de los Parrales, sainete en un acto. La neurastenia de Satanás, zarzuela cómica en cinco cuadros. Música de los maestros Saco del Valle y Foglietti. 120 - "^tari-Nieves, zarzuela en cuatro cuadros. Música del maestro Saco dei Valle. ^Tentaruja y Compañía, pasillo con música del maestro Roberto Ortells. ¿Por peteneras! saínete lírico. Música del maestio Raíael Calleja. (Segunda edkión.) La canción húngara, opereta en cinco cuadros. Música del maestro Pablo Luna. La mujer romántica, opereta en tres actos, adaptación española. "^£7 medio ambiente, comedia en dos actos. Coba fina, sainete en un acto. (Segunda edición.) ** Las cosas de la vida, juguete cómico en dos actos. (Segunda edición.) La nicotina, saínete en prosa. (Tercera edición.) ^Trampa y cartón, juguete cómico en dos actos. (Cuarta edición.) La cucaña de Solarillo, zarzuela en un acto. Música del maestro Pablo Luna. "*"£/ modelo de Virtudes, juguete cómico en dos actos. 'López de Coria, juguete cómico en dos actos. ^"El bien público, sátira en dos actos. El milagro del santo, entremés en prosa. incendio de Roma, juguete cómico, con música del maestro Barrera. vfi "^El Pajarito, comedia en dus actos. paño de lágrimas, juguete cómico en tres actos. Fúcar XXI, disparate cómico en dos actos. (Segunda edición.) Pastor y Borrego, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.) La niña de las planchas, entremés lírico. (Segunda edición.) "^Cachivache, saine e lírico. Música del maestro Rafael Calleja. "^Naide es ná, sainete en un acto y tres cuadros. Música del maestro Taboad» "N57 Steger. El roble de la Jarosa, comedia en tres actos. (Tercera edición.) La frescura de Lafnente, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.) La casa de los crímenes, juguete cómico en un acto. (Segunda edición.) ~~* La perla ambarina, juguete cómico en dos actos. La Remolino, sainete en un acto. (Segunda edición.) Lolita Tenorio comedia en dos actos. Los que fueron, envernes en prosa. La escala de Milán, apropósito. La conferencia de Algeciras, apropósito. El verdugo de Sevilla, casi sainete en tres actos y en prosa. (Cuarta edición.) ^Doña María Coronel, comedia en dos actos. (Segunda edición.) El Principe Juanón, comedia dramática en tres actos y en prosa. (Segunda edición.) . El último Bravo, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.) La locura de Madrid, juguete cómico en dos actos. (Segunda edición.) Hugo de Montreux, melodrama en cuatro actos. El marido de la Engracia, sainete en un acto, dividido e:i tres cuadros, en prosa, música de los maestros Barrera y Taboada Steger. La traición, melodrama en tres actos. Loí cuatro Robinsones, juguete cómico en tres actos y en prosa. (Segu.'.da edición.) Adán y Evans, monólogo. N El rayo, juguete cómico en tres actos y en prosa. (Sexta edición.) - 121 — El sueño de Valdivia, saínete en un acto. (Tercera edición.) iMbi-Melén, obra de Pascuas, en dos actos, divididos en cuatro cuadros. Música del maestro Calleja. ">E7 último pecado, comedia en tres actos y un epilogo. (Segunda edición.) ^Johny Thum, disparate cómico-lirico-bailable, en dos actos, divididos en seis cuadros. (Segunda edición.) ~**Los rífenos, entremés en prosa. "*"£/ voto de Santiago, comedia en dos actos. (Segunda edición.) El Versalles madrileño, saínete e:i un acto. "TEI teniente alcalde de Zalamea, juguete cómico en un acio. (Segunda edición.) ~3e rodillas y a tus pies, entremés. (Segunda edición.) "***La casona, comedia dramática en dos ac.os. xos pergaminos, juguete cómico en tres acios. (Segunda edición.) "^Garabito, chascarrillo en prosa. barba de Carrillo, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.) K 3, disparate en un acto. (Segunda edición.) Las famosas asturianas, comedia en tres actos, de Lope de Vega. Refundición. La venganza de Don Metido, caricatura do tragedia en cuatro jornadas, original, escrita en verso, con algún que otro ripio. (Séptima edición.) ""Sn verdad de la mentira, comedia en tres actos. (Segunda edición.) Un drama de Calderón, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.) ""*a ^ia fórmula 3 Trianerías, saínete en dos actos, divididos en seis cuadros, con ilustraciones musicales de Amadeo Vives. (Cuarta edición.) ^tos planes de Milagritos, apunte desaínete. ¿«5 verónicas, juguete cómico-lírico en tres actos. Música de Amadeo V ves. La Tiziana, entremés, con música de Manuel Font. ^£1 mal rato, paso de comedia. ^Faustino, juguete cómico en tres actos. (Tercera edición.) "^ia razón de la locura, comedia gran guifiolesca, en tres actos. (Tercera ; edición.) "*<.05 amigos del alma, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.) **Ei colmillo de Buda, juguete cómico en tres actos y en prosa. (Segunda edición.) m *Tzl condado de Mairena, comedia en tres actos y en prosa. (Tercera edición.) ""'La mujer, paso de comedia. "*~Pepe Conde o el mentir de las estrellas, saínete en seis cuadros, dispuestos en dos actos. (Tercera edición.) La plancha de la Marquesa, juguete cómico en un acto y en prosa. (Tercera edición.) "^Martingalas, juguete cómico en dos actos. (Tercera edición.) El clima de Pamplona, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.) Sanjuán y Sampedro, entremés en prosa. (Segunda edición.) Trampay cartón, juguete cómico en dos actos. Refundición hecha para zarzuela, con música del maestro Taboada Steger. "tos misterios de Laguardia, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.) La cartera del muerto, comedia dramática en tres actos. (Segunda edición,) San Pérez, juguete cómico en tres actos, "'-f/ Parque de Sevilla, zarzuela en dos actos. (Segunda edición.) — 122 — "S£/ castillo de los Ultrajes, juguete cómico en tres actos, adaptado del francés (Segunda edición.) "^-¿a hora del reparto, saínete, con música del maestro Guerrero. (Segunda ,^ edición.) El fresco del fuego, entremés. El ardid, comedia en tres actos. (Tercera edición.) ^Los planes del abuelo, comedia en tres actos. (Segunda edición.) El pecado de Agustín, comedia dramática en tres actos. Dentro de un siglo, juguete cómico en un acto. (Segunda edición.) "^La farsa, juguete cómico en tres actos. (Segunda edición.) "^£7 número 15, saínele en tres actos. Música de! maestro Guerrero. (Segunda edición. "^Tirios y Troyanos, juguete cómico en tres actos. El sinvergüenza en Palacio, zarzuela en tres acios. Música de los maestros *"" Vives y Luna. Angeles, comedia en tres actos. (Tercera edición.) s£a señorita De lo vivo a lo pintado, juguete cómico en dos actos. ***El conflicto de Mercedes, comedia en tres actos. (Tercera edición.) ¡¡¡'I incita!!, entremés. Regina, comedia en tres actos y un prólogo. ~~~ El Coya, juguete cómico en dos actos. ~-Í^os frescos, comedia en (res act»s. (Tercera edición.) La pluma verde, comed, a en ' —*7 tres actos. (Tercera edición.) Vaticinio o S. S. S. Rey nuevo, zarzuela en tres actus. Música del maestro Jacinto Guerrero. ¡Ay. que se me cae...!, monólogo. *+ía> hijas del rey Lear, comedia en tres actos, original. ***os cosas de Gómez, juguete cómico en un acto. ~*-£l "°*~El filón, comedia en tres actos, original. (Tercera edición.) ^Las alas rotas, comedia en ~ tres actos, original. (Tercera edición.) *m > La muerte del Dragón, cuento en tres actos, el segundo dividido en do* cuadros, en prosa y versi, con los ripios absolutamente indispensables. _ La mujer de nieve, zarz.iela bufa en tres actos. Música de los maestros Rosillo y Moreno Torroba. Castigo de Dios, comedia en lre¡ actos. Bartolo tiene una flauta, saineteen Tos sabios, "*"í.« "*<»¿(7 buena Música de Ángel Barrios. tres actos. comedia en tres actos. comedia en tres actos. suerte, raya negra, cue.ito en tres actos y seis cuadros. Cuentos y casas, colección de cuentos, entremeses y monólogos. Precio: A pesetas RARE BOOK COLLECTION THE LIBRARY OF THE UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA AT CHAPEL HILL PQ6217 .T44 v. 372 no. 1-18