Intelectual y frívola - Galera

Transcripción

Intelectual y frívola - Galera
G
A
L
E
R
A
Intelectual y frívola
Número 12, febrero 2010
editorial ligeros de equipaje
quiénes somos
volver
Propietario y director comercial
Marco Simeone
[email protected]
Director editorial
Esteban Feune de Colombi
[email protected]
Director de arte
Juan Moreno
[email protected]
E
n una época en la que incluso los
más marginados suelen vestirse
de forma casi idéntica, la moda –
¿ética de los menos inteligentes?– se
parece demasiado a sí misma. Tal
vez por eso las personas, repartidas
muy prolijamente en tribus –o en
“targets”, de acuerdo con el discurso
de “las marcas”–, tienden a mimetizarse. ¿Será por miedo, comodidad,
falta de inventiva, pereza, etiqueta?
¿Por qué no logramos diferenciarnos
los unos de los otros? ¿Será porque
somos muchos, quizá demasiados
en este “quién es quién” diabólico?
La única consigna clara radica en
que debemos dejarnos llevar por el
instinto y olvidarnos un rato de lo
que piensan los demás. Sólo de esa
forma conseguiremos pasear por la
vida vestidos, pero ligeros de equipaje, no importa cual sean la temporada ni los dictados del modisto.
Director de fotografía
Brian Kazez
[email protected]
Colaboran
Lucila Ivanoski (producción), Wally
Diamante, Facundo Garayalde, Damien Gueras (fotos De la galera y
Adivina), Justina Cantón (ilustración
Paco Jamandreu), Mass Moda (El último grito), Cecilia Hernando Doldan
(traducción del Manifiesto) y Javier
Velasco (Grandes vestimentas).
Número doce, febrero de 2010
Tirada: 7.500 ejemplares
Muchas gracias
Susana Giménez, Inés Hernández,
Juancho Cane, Matías Garda, Cecilia
Cabral, Diego Gravinese, Alejandro
Brulando, Tomás Donlon, Eduardo
García Mansilla, Lucía Irazusta, Claudia Akian, Sol Maunier, Martín Egozcue, Josefina Basaldua y a todos los
que nos conocen.
Galera Intelectual y Frívola es una
publicación de Marco Simeone (CUIL
20-93923078-6), French 3112 (Ciudad
de Buenos Aires).
Prensa y relaciones públicas
Grupo Mass PR
[email protected]
Se prohíbe la reproducción parcial o
total del contenido publicado en esta
edición. Hecho el depósito que marca
la ley 11.723.
Galera se consigue en: Hotel Faena, Tienda Malba, Bar 6, Roho, Pic
Nic, Ruth Benzacar, Isidro Miranda, Elsi del Río y Farinelli.
Las opiniones de los entrevistados y
los artículos no reflejan necesariamente
la opinión de quienes hacen Galera
Intelectual y Frívola.
Impresión
Akian Gráfica Editora
Clay 2992 / 4773-6245
Esta foto fue tomada en 1969 –¡qué año!– por nada menos que
Linda o Paul McCartney durante el festejo de Mardi Gras, en
Nueva Orleans. La protagonista es Stella, la hija de ambos; en
ese entonces, tenía dos años y medio. Hoy, es una de las diseñadoras de moda más prestigiosas del mundo .
Distribución y logística
Intersexion SRL
inter-sexion.com.ar
lo bueno, lo malo o lo regular a [email protected]
Foto: Cortesía MPL
ciencias sociales
Justin Portman en
la fiesta de Lacoste.
Mumi y Olivia Mihanovich
en La Huella.
María Cher y Diego Romero
en Chivas Studio.
Chochas, Luli Kuksy y Ailin Bisi en
el evento de Corona en The Setai.
Nacha Guevara en una de las
funciones de Mucho más que
dos, en el teatro del Yoo.
Facundo Pieres y Paula
Chaves en la fiesta de Chivas.
Maxi Iotti y un amigo
en Corona Sunset.
Eduardo García Mansilla, María Anchorena, Michelle
Cameron y Henry Arguello en el fiestón de Lacoste.
Dolores Barreiro y Matías Camisani en el
espacio de Freddo, en la fiesta de Pancho Dotto.
Esmeralda Mitre, Alexia
Mallmann, Vanesa
Fernández y María Campos
en el clásico festejo de
Lacoste en La Huella.
Soledad Ainesa en el
Running Tour de Adidas.
Agus Bothglink escondiendo
su originalísima cartera oso.
Isabel Firmin Didot, Valli
Martelli, Cecilia Sartorius y
Laura Orcoyen en La Huella.
Roy García junto a sus dos
hijos en el nuevo local de
Converse en La Barra.
Alfredo Casero, luego de
probar el maravilloso Honda
City en Punta del Este.
La deseada máquina de Power
Plate en el gimnasio de Playa
Grande, en Mar del Plata.
Rossella y Patricia Della
Giovampaolla en la fiesta de
Fiat, en Tequila.
Alejandro Gravier y Valeria
Mazza en el cumple de Diego
Impagliazzo, festejado en
Casa Suaya.
10
visionario
patadas de chancho
A
“En este país despiadado, ser
puto, ser pobre o ser Eva Perón es
la misma cosa”, solía decir Francisco “Paco” Jamandreu, modisto y confesor de quien fue la gran
mujer del peronismo. De hecho,
resulta muy curioso que haya nacido un ¡17 de octubre! de 1925.
Su carrera empezó en el cine,
adonde incursionó como vestuarista en los films Historias de crímenes y El misterioso tío Silas,
entre otros. Con respecto a Evita,
Jamandreu se encargó de ultramodernizar su look –diseñó, por
ejemplo, el traje sastre príncipe
de Gales con cuello de terciopelo
oscuro–, creando ese aspecto de
mujer trabajadora y elegante que
paseaba por la vida adornada con
las joyas de Van Cleef & Arpels
y, más tarde, vestida por modistos franceses cuyos vestidos debía, en algunos casos, arreglar él
mismo. En La cabeza contra el
suelo, su libro de memorias, el
diseñador escribió: “En el probador, charlando con sus amigos,
Evita era de una fragilidad y una
feminidad increíbles; en la Plaza
de Mayo, esas características se
transformaba en una fuerza arrolladora”. Jamandreu murió en
1995, a pocos meses de cumplir
70 años.
nte la pregunta “¿qué
les resulta asqueroso?”, formulada en nuestra
página en Facebook, nos
contestaron, entre otras
cosas, lo siguiente: 1) La
mayonesa; 2) El baño de la
plaza Sarmiento, en Rosario; 3) El queso azul; 4) Las
mujeres que no se lavan el
pelo para que les dure el
brushing; 5) La gente que
come caca ajena; 6) La falta de honestidad con uno
mismo; 7) El mondongo; 8)
Las arañas; 9) La gente que
habla cuando se está lavando los dientes (¡puaj!); 10)
Ricardo Fort; 11) Aquellos
a los que les gusta explotar
puntos negros ajenos; 12)
Los políticos; 13) Los nenes bien que se las saben
todas y se llevan el mundo
por delante.
orfirio Ruborosa, alias
“Rubí”, fue un diplomático dominicano que devino
rápidamente en un hábil y
reputadísimo playboy. Se
comenta, de hecho, que su
fama de refinado mujeriego –se levantó, entre otras,
a Zsa Zsa Gabor, Veronica
Lake, Ava Gardner, Marilyn Monroe, Dolores del
Río, Kim Novak, Danielle
Darrieux y Rita Hayworth– inspiró la creación del
personaje de James Bond.
Además, por si fuera poco,
Rubí fue piloto de Fórmula
1, buscador de tesoros, polista y boxeador. Cuando se
desempeñaba como embajador de su país en Argentina, intentó seducir, en vano,
a Eva Perón.
P
U
¿Qué le dijo
un bosque a
otro bosque?
Y vos, ¿qué?
N
ombres comunes de
la cicuta, según Wikipedia: “acebuda, acedura,
anises, azecuta, budoños,
canaveira, caneja, canerla,
cañaeja, cañafierro, cañafleja, cañafloja, cañaheja,
cañaherla, cañahierro, cañahueca, cañajierra, cañaleja, cañaloca, cañas hierras,
cañasiero, cañaveira, cañaveleira, cañavera, cañigarro, cañiguerra, cañonceja,
cañuelaceguta,
capazos,
cecuta, chicuta, chifletes,
cibuta, ciguda, ciguta, dibleto, embude, embudejo,
embue, entremisa, floridos,
hierba loca, huelemanos,
jecuta, linojo, mastrancho,
mexacan, perejil de las brujas, perejil de tontos, perejil
lobuno, perejil montisco,
perejilón, sarnosa, secuta,
siblatos, tetas de embudo,
zecuta”. ¿Cómo puede una
planta tener tantos nombres
comunes?
no de nuestros corresponsales secretos está
viajando por Latinoamérica
desde hace algunos meses.
En un simpático correo
electrónico que nos manda desde la ciudad peruana
de Iquitos, cuenta que, en
Montañita, Ecuador, asistió a una ceremonia de ayahuasca conducida por el
chamán Jorge. Así resume
su experiencia: “Tomé tres
vasitos de ‘medicina’, jamás
tuve ganas de moverme, en
las brasas reveladoras me
vi naciendo -¡vi cómo salía
del vientre de mi madre!– y,
doce horas después de estar
sentado, envuelto en una
manta, asistiendo a mi propia e implacable lucidez,
me levanté para ir al baño
entre luces verdes y rojas
que poblaban mi campo de
visión”.
D
icen los que saben que
no va a dejar de llover.
Dicen los que saben que mi
corazón va a sanar y va a
volver a quebrarse. Dicen
los que saben que el mejor
castellano de Latinoamérica se habla en Colombia.
Dicen los que saben que
lean los Diálogos de Platón
pues todo, todo, todo está
ahí. Dicen los que saben
que el lugar top del verano
en Punta fue Casa Suaya.
Dicen los que saben que
no se pierdan las canciones
del músico etíope Mulatu
Astatke. Dicen los que saben que el peor castellano
de Latinoamérica se habla
en Chile. Dicen los que saben que el punto ideal del
camembert es cuando está
casi podrido (para eso, ¡no
hay que guardarlo en la heladera!). Dicen los que saben que está de moda manejar despacio, tipo viejo
choto. Dicen los que saben
que, como dijo el divino
Marqués, “algún culillo
sangrará”. Dicen los que
saben que basta de terremotos, ¡basta! Dicen los que
saben: ¿qué onda con los
dealers en verano? Dicen
los que saben que vuelven
el fax y el walkman. Dicen
los que saben que ya no hay
aparato sin su Moleskine.
Dicen los que saben que el
Papa va a canonizar a Gilda
y a Rodrigo. Manténganse
atentos a lo que dicen los
que saben.
11
12
lugares
trastienda de tapa
E
l restaurateur peruano
José Castro Mendivil estudió, entre otras cosas, Marketing en Nueva York y Gastronomía en Londres. Luego,
fundó Osaka en Buenos Aires y, hace dos años, Sipan,
una exquisita cevichería que
cuenta con una sede en el microcentro porteño y otra en
Manantiales, Punta del Este.
La expansión de Sipan no se
queda ahí pues Castro Mendivil planea instalar sucursales
13
en Brasil y Estados Unidos.
La propuesta del restaurant se
basa en platos de pescados y
mariscos, como el ceviche o el
tiracuya, cocinados de acuerdo con la tradición peruana,
pero en el marco de un contexto contemporáneo. Otra de las
vedettes de Sipan –el nombre
proviene de un alto monarca
de la cultura mochica del siglo III cuya tumba fue descubierta en 1987– es la barra de
piscos importados de Perú. Si
se te hace agua la boca…
Un bodrio
espectacular
L
a conmovedora foto que
ilustra la tapa de este número nos la cedió Susana Giménez. Ella la atesora, junto
con otras muy pocas, en la
mesa de luz de su cuarto. Se
trata de una imagen que fue
tomada en 1976, durante la filmación de Tú me enloqueces,
la única película que Sandro
escribió, dirigió y protagonizó. Luego de esa experiencia
en conjunto, él y Susana quedaron ligados afectivamente
para siempre. Quizá valga la
pena recordar unas palabras
que el Gitano deslizó con mucho sentido del humor, duran-
te una entrevista, pocos meses
antes de su muerte: “Dirigí a
Susana en un bodrio espectacular llamado Tú me enloqueces. En esa época, estaba la
censura y no podíamos hacer
escenas subidas de tono. Era
como tener que grabar con
Lita de Lázzari”.
16
ciencias sociales bis
MINI.COM.AR
Julieta Kemble en Corona
Sunset, en The Setai.
Karina El Azem y Roberto
Pettinato en la comida de
Honda en Ohno Bistró.
Dolores Trull y Ale
Pueyrredón en el
Yoo Punta del Este.
HAY MUY POCOS MINI CON CONTROL PANEL.
LA OPORTUNIDAD QUE ESPERABAS,
NO TE ESPERA.
Gonzalo Quesada en la apertura
del Converse Store en La Barra.
Carla Peterson en el Running
Tour de Adidas en Montoya.
Jorge Brito (h) probó la nueva moto BMW
en la Casa de la marca en José Ignacio.
Rosario y Julieta Ortega en la previa
del show de Alfredo Casero en el Yoo.
Gastón Gaudio en la comida
de Mini Cooper en La Huella.
MINI CONTROL PANEL
Un sistema que te informa todo lo que necesitás saber de tu MINI, permitiéndote además sincronizar
tu celular con Bluetooth y controlar el sistema de audio. Pedilo en los concesionarios MINI.
Morita e Inés Peralta Ramos junto
a Nieves Zuberbuhler en el local
de Jackie Smith en La Barra.
Pampita Ardohain en Casa
Suaya junto al nuevo Fiat
Línea.
Red de concesionarios oficiales MINI
Capital y GBA: MINI Bremen + MINI Trepat
Rosario: MINI Natalio
Mendoza: MINI Genco
de la galera
¿Cuál es tu estado mental más frecuente?
Entre el pasado y el futuro…
¿Cuál es tu estado mental más frecuente?
Inquieto.
¿Qué fue exactamente lo último que rompiste?
El dedo chiquito del pie contra una silla de madera.
¿Qué fue exactamente lo último que rompiste?
La luz de la moto.
¿Cuál es tu expresión de cabecera?
“Vamos para adelante, esto recién empieza”.
¿Cuál es tu expresión de cabecera?
“¡Ni idea!”.
¿Con qué personaje histórico harías el amor hasta el cansancio?
No hago nada hasta el cansancio.
¿Con qué personaje histórico harías el amor hasta el cansancio?
No hago nada hasta el cansancio.
¿Cuál es tu mayor extravagancia?
No estar en Facebook.
¿Cuál es tu mayor extravagancia?
Soy una persona muy normal.
¿Qué talento desearías tener?
Pintar.
¿Qué talento desearías tener?
Tocar el piano.
¿Cuál es tu puteada predilecta?
“La concha de la lora”.
¿Cuál es tu puteada predilecta?
“La concha del tero”.
¿Cómo te gustaría morir?
Comiendo.
¿En qué estás pensando?
En estar más para adentro y en la colección de verano que viene.
Si fueras maga, ¿qué harías salir de la galera?
Hogares para los niños en la calle.
18
LUPE
VILLAR
MARTIN
EGOZCUE
¿Cómo te gustaría morir?
Como no quiero morir, no pienso en eso.
¿En qué estás pensando?
En cómo van a ser mis tres hijos cuando crezcan.
Si fueras mago, ¿qué harías salir de la galera?
Políticos decentes que piensen realmente en la gente.
19
vidriera
E
ste óleo sobre tela de Diego
Gravinese se llama Floored
y está orgullosamente recién
salido del horno. Forma parte
de una serie de obras de gran
formato que el artista está realizando para la galería neoyorquina Margaret Thatcher Projects.
Solución del enigma anterior: Nacha Guevara.
20
adivina adivinador
E
sta bellísima cola canta como
los dioses, es íntima de Cerati,
tiene doble apellido y un nombre
en diminutivo. Esos datos deberían
bastar para descubrir a qué joven
rubia le pertenece...
21
22
el manifiesto
Escrito en 2006 por la diseñadora británica Vivienne Westwood con motivo del
lanzamiento de una de sus irreverentes colecciones, el manifiesto Resistencia
Activa a la Propaganda se propone alejarnos de la fiebre del consumo.
Hago una gran proclama por mi
manifiesto, para que penetre hasta
la raíz del predicamento humano y
ofrezca una solución subyacente. Tenemos una elección: convertirnos en
seres más cultivados y, por lo tanto,
más humanos –o, al no elegir, ser un
animal destructor y autodestructivo,
las víctimas de nuestro propio ingenio (ser o no ser)–.
Comenzaremos por la búsqueda del
arte, por demostrar que el arte proporciona cultura y que la cultura es
el antídoto a la propaganda.
Queridos amigos, todos amamos el
arte y algunos de ustedes hasta proclaman ser artistas. Sin jueces, no
existe el arte. Él sólo existe cuando
lo conocemos. ¿Existe ciertamente?
La respuesta a esa pregunta es de vital importancia ya que, si el arte está
vivo, el mundo cambiará. Sin arte no
hay progreso.
Debemos averiguarlo, ir en pos del
arte. ¡Pero esperen! ¿Quién es aquel
que se presenta con trenzas ardientes
de rabia, dientes de oro y un par de
pistolones abrazados a su cinturón?
Es un pirata. ¿Y qué dice en su camiseta? “Amo la mierda” (el pirata entrega a Vivienne Westwood una guirnalda hawaiana de flores plásticas)
Pirata: “Dejamelo todo a mí. Yo robo
por vos. Quedate conmigo y quizá
obtengas un poco del botín. Mi nombre es Progreso.”
Pero tú has robado la imaginación.
Ya casi nadie hoy cree en la posibilidad de un mundo mejor. ¿Cuál es el
futuro del beneficio ilimitado en un
mundo finito?
Pirata Progreso: “Me encantan ustedes, los artistas, pero, confíen en mí
o no, me los llevaré conmigo si yo
caigo y todos arderemos juntos” (las
trenzas arden en llamas y, con una
risa terrible, el pirata desaparece en
una nube de humo negro seguido de
la oscura noche).
(Aún en la oscuridad)
Él no es el Progreso. Debe haberse
robado el nombre.
(La cara desafiante del Pirata Progreso aparece y desaparece como el gato
de Cheshire y regresa la luz).
El verdadero progreso, como lo
pensaron los griegos, es ilimitado.
¿Cómo pueden las cosas mejorar si
hay límites?
Hermosa Doncella Esclava: “Todo
debe tener un fin. Para progresar y
avanzar en cualquier sentido, uno
debe saber hacia donde se dirige. Un
fin no puede ser algo que elegís por
otra razón. Por ejemplo, el dinero no
es un fin sino el medio para obtener
un fin. Y es por esa razón que yo
debo ser libre”.
“¡Soy tan feliz! Soy la famosa Rhodopis (mejillas sonrosadas). Mi amo
amasó una fortuna vendiendo mi
cuerpo, pero ahora mi amante pagará
un vasto rescate, aun mayor que lo
que mis futuras ganancias pudieran
ser. ¡Oh libertad! Yo creía que tú eras
mi fin, pero ahora veo que eres sólo
un principio. ¿Puedo ser feliz cuando
otros esclavos no tienen un objetivo? El único fin verdadero debe ser
la felicidad –pero no sólo para una
persona–. Veo ahora que el progreso
puede ser un fin sin límites ya que
siempre existe un mejor modo de
vivir. A pesar de que podamos progresar hacia una felicidad mayor,
como fin siempre se nos escapará y
eso es algo bueno porque, si alguna
vez alcanzamos el paraíso, estaremos
todos muertos”.
Niño Esclavo: “Un esclavo no es una
persona sino un objeto. Un objeto
puede ser un auto, un martillo o un
esclavo. Destruye el alma, para ser
preciso. Pero mi madre me enseñó a
sobrevivir. Debo intentar comprender el mundo y de ese modo no perderé mi alma, sé quien soy”. Cuando
me dijo adiós, murmuró: “Ama la libertad, pero olvídate de la llave pues
ella sólo da una vuelta. Te amo”.
Alicia: “Ella era tu espejo. Su amor
te mostró quien eras. Ella creía en
vos”.
Una obra de arte puede mostrarnos
como somos –quienes somos y nuestro lugar en el mundo–. Es un espejo
que imita a la vida.
Alicia: “Esos espejos convexos y redondos son muy buenos –ves muchas
cosas, pero en forma concentrada–,
ves lo grande y lo pequeño al mismo
tiempo –necesitas hacer entrar todas
las cosas en un microcosmos que
también debe reflejar–”. Volviendo a
los amantes del arte, recién le explicaba lo siguiente a Pinocho.
Pinocho: “Ahora que soy un chico,
quiero ser un luchador de la libertad”.
¡Acción! Nada es posible sin arte.
Ven con nosotros para averiguar si
el arte está vivo, primero tendríamos
que saber quién es él. ¡Vamos al liceo!
Alicia se dirige a Pinocho: “Vamos
a ver a Aristóteles. Su análisis de la
tragedia griega es un desglose tan objetivo que sirve para definir el arte en
general y en todas sus formas –lo que
es y lo que no es–”. Luego, encontrándose solos, se dicen: “Debemos
regresar y encontrar a los otros”.
Pinocho: “Ahí hay un tipo que vive
en un barril”.
Diógenes: “Me cago y me hago pajas
frente a la gente de la calle como un
perro: soy el cínico. El Gran Alejandro vino a verme y preguntó si podía
hacerme un favor. Nadie mejor que
yo. Le dije que se corriera porque
me tapaba la luz. Soy famoso porque
tengo las pelotas para hacer lo que
quiero. Y no quiero muchas cosas”.
Pinocho: “Genial, ¡encontré el arte!
Podría ser Diógenes II. Me llamaré
a mí mismo un artista del pis y haré
mucho dinero”.
Vengan, niños. Alicia, estamos esperando que nos presentes a Aristóteles. Y Pinocho, estás siendo tonto. A
pesar de que Diógenes está obsesionado consigo mismo, él no cree en
nada y menos en sí mismo. Por eso,
es un cínico. Esta auto-promoción,
este hacer lo que a uno se le ocurre
es una falsa filosofía de vida. No, no,
no es auto-indulgencia sino auto-disciplina lo que hace a un individuo. Y
tú, en especial, necesitarás de autodisciplina si quieres ser un luchador
de la libertad.
Pinocho: “Tenés razón. Diógenes parecía bastante feliz, pero es sólo una
pose. Muy aburrido, no podría mantenerla. Ja, ja, ¡quedarme en eso! Podría vender esperma enlatado. Grandes oportunidades de marketing”.
Alicia (sarcástica): “¡Ay, que obsceno!”.
Aristóteles, un caballero griego, vestido impecablemente –en contraste
con Diógenes–, toma el centro de la
escena. Alicia se para a su lado.
Alicia: “Aristóteles se refiere al escritor de tragedias como ‘el poeta’.
La tragedia griega estaba expresada
en verso, pero eso no es lo importante. Lo que define al poeta es que
es un imitador –como un pintor o
cualquier otro creador de imágenes–.
Si un historiador debiera escribir su
historia completa en verso, eso no lo
convertiría en un poeta ya que habla
de cosas que han sucedido en la vida
real y eso no es imitación”.
La imitación es el trabajo de la imaginación. El rol del poeta es hablar
de cosas que podrían pasar, cosas
que son posibles. Aristóteles agrega
que el poeta puede imitar a la vida no
como es sino como debería ser.
El modo en que Aristóteles describe
la tragedia es muy similar a la idea de
tomar el microcosmos y meter cosas
dentro de él.
Aristóteles: “Porque la tragedia no
es una imitación de hombres individuales sino de acciones y de vida. Es
en la acción donde la felicidad y la
infelicidad se encuentran y el fin al
que aspiramos es una suerte de actividad, no de cualidad; de acuerdo
con su carácter, los hombres son de
determinada calidad y, de acuerdo
con sus acciones, son afortunados o
lo inverso. Consecuentemente, no es
por el propósito de presentar sus personajes que los agentes se engranan
en la acción sino más bien por el fin
de sus acciones y que las mismas tomen las personalidades que poseen.
Por ende, lo que sucede –o sea, la trama– es el fin por el cual una tragedia
existe y el fin, o propósito, es la cosa
más importante de todas”.
Alicia: “Querido Aristóteles, gracias
por establecer los vínculos entre carácter, acción y fortuna. Te recuerdo
que alguna vez dijiste que el carácter es un hábito personal de elección
moral. Pero, por favor, contanos ahora lo que querés decir cuando describís a un trabajo de imitación –en este
caso, la tragedia– como ‘el todo’”.
Aristóteles: “Los eventos que forman
parte de la trama deben estar organizados de forma tal que si alguno de
ellos cambia de lugar o se quita, el
todo se verá sacudido y descolocado
pues, si la presencia o ausencia de
una cosa no produce una diferencia
discernible, dicha cosa no es parte
del todo” (Aristóteles se retira).
Alicia: “Así es como me siento acerca de Velásquez. Esa exhibición fue
la cosa más poderosa que haya visto;
aun así, su trabajo es tan minimalista
y reducido. La gente en los cuadros
era tan real que a veces pensaba que
no estaban allí, especialmente en el
medio segundo antes de voltearme
para mirarlo otra vez –¡la pintura era
tan delgada!–, me quedé tan atónita
que deseaba derretirme en una piscina en el suelo”.
Uno puede comenzar a asimilar algo
acerca de la obsesión que la gente ha
tenido respecto del círculo como una
forma perfecta. Una obra de arte es,
entonces, una imitación reducida a su
esencia, de tal forma que constituye
un todo –un microcosmos–. Definimos la objetividad cuando vemos las
cosas como son.
La vida real no es objetiva –nunca
podemos ver el cuadro completo–.
Es caótica y continua, un revoltijo de
particularidades en donde los eventos
son devorados por el flujo de las circunstancias. ¿Cómo puede el artista
ser objetivo cuando él mismo forma
parte del cambio? Necesita un hecho
fijo en donde pararse –un standard,
una medida, un modelo–.
Alice: “¡Decimelo a mí! Si no hubiera algo fijo en el mundo, entonces te
encontrarías en el País de las Maravillas, en donde todo cambia, incluyéndote a vos. Terminás tratando de
jugar al cróquet con un flamenco en
vez de con un martillo y la pelota es
un puercoespín que sale corriendo”.
Un puercoespín debe comprender
el mundo desde el punto de vista de
un puercoespín y nosotros debemos
entenderlo desde una perspectiva
humana.
Tenemos un standard fijo –atemporal, universal, reconocible–. Nos
referimos a él como Naturaleza Humana Representativa (NHR). Es la
clave de este manifiesto: Vos o yo
–como individuos– cambiamos, pero
hay algo típico acerca de nosotros
que no cambia. Cuando decimos “el
hombre es la medida de todas las cosas”, nos referimos a aquello inmutable: el hombre, tanto en su naturaleza
general y de acuerdo con sus tipos
variables: eso es NHR.
Aristóteles da eso por sentado cuando dice: “De acuerdo con su carácter,
los hombres son de determinada calidad y, de acuerdo con sus acciones,
toman las personalidades que poseen”. También dice que los mejores
personajes en una obra son aquellos
con los que podemos empatizar –“alguien como nosotros”–.
Por ejemplo, los personajes de Chaucer están tan vivos para nosotros hoy
que cuando fueron inventados: atemporales –fuera del tiempo, nos hablan
del genio humano–. Cada detalle ilumina el tipo y es lo que llamamos lo
universal en lo particular – “alguien
como nosotros”–.
No estamos diciendo que el arte debe
ser confinado a la representación de
seres humanos: decimos que el arte
debe ser representacional –ya que
es en la imitación que yace la objetividad–. En la práctica, a través del
medio de la NHR, el artista obtiene
interiorización imaginativa directa
dentro de la naturaleza general de las
cosas: su visión se extiende al modelo.
Consideren al maestro chino, el pintor de bambú: tenemos un objeto
común –él no–, ego, NHR. Y él se
extiende más allá del modelo y comprende el código y la naturaleza del
bambú. Vemos a través de sus ojos su
propio poema particular de la vida.
Consideren la divina música de Bach:
Bach es pura objetividad, la más representativa del hombre por ser la
menos egoísta frente a su talento.
La música todavía no ha sido conceptualizada por la mafia del arte,
aunque lo están intentando. No aceptamos una sinfonía compuesta con
las últimas tres teclas de un piano
roto, acompañada por bolitas tiradas
en forma aleatoria sobre un urinal.
Aun así, su equivalente es el último
grito de la moda en las artes visuales.
(¿No tienen ya sobredosis de “estar
en la última”?). Ítems seleccionados
de la vida real y mostrados como arte
no representan una visión de la vida.
El famoso urinal sigue siendo un
urinal, no importa lo que hagas con
él. (¡Ok! La semántica visual y la capacidad de presentación –no el arte,
no un instrumento musical–). Es la
imitación lo que revela la totalidad
del cuadro.
¿Y el arte abstracto? ¡Un abstracto
que no representa ningún objeto! Y
se baña en subjetividad. Académico,
todo está en la mente –la mente del
pintor–. Desafortunadamente, no
somos todos lectores de mentes y el
trabajo no nos da ninguna pista. ¡Él
podrá pensar que ha descubierto el
gran secreto del universo! Se lo llevará a la tumba. No hay territorio común en el cual el artista y el amante
del arte puedan reunirse porque no
hay objetividad ni control de la imaginación.
Alicia: “¡Hola, señor Conejo Blanco! ¡Por favor, pare un momento! El
artista acaba de producir un gigante
agujero en la pared. Tal vez, pensó
que era un ‘todo’. Estoy segura de
que usted tiene un interesante punto
de vista respecto de los agujeros”.
Conejo Blanco: “Negativo” (se escapa).
Agente de un artista: “Soberbia ironía intelectual. ¡Muy bueno!”.
Sombrerero Loco: “¿Qué quieres
decir con que no somos lectores de
mentes? Todos tenemos un agujero
en la cabeza y podemos llenarlo con
cualquier ‘todo’ que queramos” (se
cambia el precio del sombrero de 10
a 10 millones de libras).
Pinocho: “Yo voy a ser un pintor real
y un luchador de la libertad. He estado dibujando en secreto para ver
el mundo como debería ser –eso no
puede ser malo para un luchador de
la libertad–. Un trabajo duro, eso
sí”.
Pepe Grillo: “Pinocho, tú sabes que
hay dos lados en las personas, el burro y el niño –el yo que quiere vivir
en el mundo de los juguetes versus el
yo que quiere crecer–. Es la lucha interna entre hacer lo que se te antoja y
ser fiel a tu mejor yo lo que humaniza
a una marioneta”.
Pinocho: “Querido grillito, ¡aún salgo a dar vueltas para divertirme! Pero
sí, esta voz interior me dice siempre:
‘Pinocho, ¡no seas tonto! Yo soy tu
genio humano. ¡Escúchame a mí!’”.
Pinocho, el futuro entero del arte esté
en riesgo y depende de ti y de otros
controlar tu imaginación y escuchar
a tu mejor yo –tu genio humano–. La
imaginación es la fuerza conductora
en la naturaleza humana, pero es probable que se vuelva salvaje y escape
al caos del deseo interminable, del
hambre insatisfecha y la alienación.
Pinocho: “¡Alienación! ¡Maldición!
Esas orejas de burro. Qué terrible
precio a pagar. ¡Pobre Polilla!” (el
amigo de Pinocho que en el mundo
de los juguetes se convierte en asno y
cuyo amo cruel lo hace trabajar hasta
la muerte).
La forma en la que controlamos
nuestra imaginación es mediante la
imaginación misma –o, más bien,
a través de su “mejor yo”–, la parte
ética.
La imaginación ética es un chequeo
interno que prefiere ver las cosas
como son. Cuestiona el arte: ¿es probable?, ¿posible?, ¿podría ser de otra
forma?
Los clasicistas del siglo XVII le objetaban a la obra de Corneille, El Cid,
que no era posible –porque no era ni
normal ni “natural” que a la heroína
se le permitiera casarse con el asesino de su padre, que esto era bizarro,
extremo y por ende falto de ética–.
Ese podría parecer un claro ejemplo
para que la critica lo decida y aun así
provocó una batalla de opiniones.
No hay reglas, cada persona debe decidir. (Aunque no estamos totalmente en el medio del mar, tenemos una
referencia en la NHR).
Para el gran artista, la imaginación
ética es absoluta, nunca deja de explorarla y cultivarla. Para el amante
del arte, se posee en grados diferen-
tes, pero todos pueden cultivarla. Es
intuitiva, obtienes toda la imaginación mirando hacia el interior y te
vas haciendo mejor con la práctica,
a través de la comparación –entre
obras de arte y la vida real–. Necesitas la energía de una vida entera.
En general: el verdadero artista es
siempre fiel a su arte; el impostor es inseguro, demuestra su idea,
proyectando su teoría, su ego y, por
ejemplo, las figuras del pintor no son
ideas prestadas que los muestran a
ellos mismos hablando, muriendo,
soñando –lo hacen–. Son de ellos y
están VIVAS –y las flores no nos están mostrando cuan hermosas son o
cuan extrañas: son lo que son–. ¡No
el invento por el invento! El invento
debe servir al propósito del arte. El
arte está vivo mientras controlemos
nuestra imaginación. El objeto del
arte es la objetividad –cobra vida
cuando somos objetivos, cuando
la vemos tal como es–. Sin jueces
no hay arte ni cultura ya que el arte
proporciona cultura –porque la objetividad en el arte es una experiencia
centralizadora y unificadora–:
1. El artista, tomando la NHR como
su modelo, presenta una imitación
de la vida. Aspiramos a esa imagen.
La imagen puede ser hermosa o fea.
Observamos nuestra cara humana y
nos preguntamos: ¿podría ser de otro
modo?
2. Por ende, la NHR es la autoridad
sobre la cual se apoya la cultura. La
cultura debe apoyarse en algo que se
sostenga: una autoridad, una creencia. Pero nuestra autoridad no es el
dogma de una autoridad externa (no
hay necesidad de Dios para proporcionar cemento social o llenar el
vacío espiritual) sino la autoridad de
un consenso –de la experiencia compartida–.
3. A través de la cultura nos movemos hacia el centro, que es infinito.
Es más humano, vivo y abierto a mejorar porque depende del juicio privado de cada uno de nosotros –que
es nuestro tercer factor, el chequeo
interno: la imaginación ética–.
Definimos la cultura como: la exploración y cultivación de la humanidad
a través del arte.
Algunos puntos aún a desarrollar:
1. Whistler (James Abbott McNeill):
“El artista no tiene más responsabilidad que con su propio arte”. No hay
progreso en el arte.
2. Simposio acerca de la cultura –nadie sabe lo que es–.
3. La cultura vencerá a la propaganda, a la naturaleza de la propaganda.
4. Descubrimos el progreso.
23
Fin del viaje.
24
árbol genealógico
el último grito
Alexander McQueen
Diseñador de modas inglés.
Nació en 1969 y murió en
2010. No tuvo hijos.
Ronald McQueen: Ése es
el nombre de su padre, un
taxista londinense que tuvo,
además de a Lee Alexander,
a otros cinco hijos.
Björk: En la tapa del disco
Homogenic, la cantante está
vestida por McQueen.
Príncipe Carlos: Cuando trabajaba en una famosa sastrería de Londres, McQueen se
ocupó de vestirlo y se rumorea que, en un forro invisible
de un pantalón, hizo bordar la
inscripción “I’m a cunt”.
Kate Moss: Luego de que
los flashes sorprendieran a
la modelo británica tomando
cocaína, McQueen lució una
remera, en uno de sus desfiles, con la inscripción “We
love you, Kate”, estampada
en el pecho.
Givenchy: Allí empezó a
trabajar en 1996, cuando lo
nombraron “sucesor” de John
Galliano, pero rápidamente
sintió que su libertad creativa se veía bloqueada por los
directivos del grupo LVMH,
propietario de la marca.
D
Isabella Blow: La excéntrica
editora y estilista británica
fue quien descubrió al diseñador apenas se graduó de
la prestigiosa escuela Saint
Martin’s. Blow se suicidó en
2007 y su muerte traumó a
McQueen.
Gucci: La famosa casa italiana compró las acciones
mayoritarias de su marca en
diciembre de 2000.
John Galliano: Compartieron
el premio al “mejor diseñador
británico” en 1997. McQueen
recibió ese galardón en otras
tres oportunidades.
Kingdom: Así se llamó el
primer perfume que lanzó al
mercado, en 2003.
esde su entretenidísimo blog Style Rookie
(www.tavi-thenewgirlintown.blogspot.com), la irreverente Tavi Gevinson, ¡de
tan sólo 13 años!, baja línea
sobre el universo actual de
la moda con un criterio que
parece dejar a todos anonadados. Tal es así, que se
ha convertido en la nueva
estrella mundial del circuito fashion. A ver: se asoció
hace un año con Borders
& Frontiers para diseñar y
vender sus propias remeras,
asiste a la primera fila de
los desfiles de Marc Jacobs
en Londres o de Comme
des Garçons en Tokio, la
leen miles de personas por
día, escucha a los Pixies y
la entrevistan en Vogue o en
el New York Times. Oriunda de Chicago, esta niña de
aspecto borderline empuja
sin miedo y con coraje las
fronteras del buen gusto y
se anima a todo. ¿A qué?
Bueno, en términos de estilo, a mezclar sombreros
del siglo XIX con medias
brillantes de H & M, camperas de cuero vintage, plataformas eternas, anteojos
de nerd y un pelo teñido de
gris ceniza.
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