Discurso General Director Bruno A. Villalobos Krumm 89

Transcripción

Discurso General Director Bruno A. Villalobos Krumm
89° Aniversario Carabineros de Chile
Escuela de Carabineros - 27 abril de 2016
Hoy, Carabineros de Chile está de cumpleaños.
Celebramos los 89 años de vida, de una Institución fundamental de la República.
Nos hemos ganado este lugar de privilegio, junto al aprecio, respeto y confianza de los
ciudadanos, gracias a nuestro trabajo permanente como garantes del orden y la seguridad
pública, la protección de nuestros compatriotas y la persecución del delito y sus autores.
Esta tarea la entendemos como vital para la gobernabilidad democrática, la vigencia del
Estado de Derecho, el progreso social y económico para que los chilenos puedan vivir en
paz.
A esta celebración están invitados todos aquellos que aportan al desarrollo y bien común de
nuestra sociedad. Los festejados, son los más de 55 mil hombres y mujeres que actualmente
integran nuestras filas, como también aquellos que alguna vez vistieron el uniforme y se
siguen sintiendo Carabineros como siempre.
Desde el General, que debe adoptar decisiones estratégicas de alcance nacional o regional,
hasta el Carabinero que, en terreno, debe evaluar y escoger la mejor respuesta ante un delito
o una situación imprevista. Vaya para todos ellos un gran abrazo y mi profundo
reconocimiento.
Nuestras tareas son complejas y diversas, y las realizamos tanto en las grandes ciudades,
como en las zonas más apartadas del país.
Las acciones que realizamos requieren valor y compromiso; estándares éticos que soporten
el riguroso examen ciudadano; un conocimiento profesional que permita entregar respuestas
adecuadas, proporcionales y efectivas; todo esto en una sociedad que cada día muestra
mayor participación ciudadana.
Una sociedad donde la acción delictual ha implementado nuevos métodos, con un mayor uso
de la violencia y una conectividad internacional cada vez más evidente.
Trabajamos asumiendo como propio, el desarrollo de un moderno sistema de persecución
penal, con procedimientos que garantizan los derechos fundamentales de las personas,
asunto indispensable en un país que avanza y aspira a ser cada día mejor.
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Discurso General Director Bruno A. Villalobos Krumm 89° Aniversario Carabineros de Chile
Estamos hablando de una labor desafiante, que es realizada con profesionalismo y
constancia; y aún así, muchas veces pasa desapercibida para la mayoría de la población.
Es por ello que agradezco enormemente la presencia esta mañana de S.E. la Presidenta de
la República, Michelle Bachelet Jeria, y del señor Ministro del Interior y Seguridad Pública,
Jorge Burgos Varela; quienes con su asistencia nos hacen sentir, por una parte, que nuestra
misión es importante para Chile, y por otra, el respaldo a quienes con su trabajo cotidiano
generan las mejores condiciones de paz y tranquilidad para toda la comunidad.
Señora Presidenta, sepa que los Carabineros no olvidamos el apoyo entregado por Ud. a las
diferentes iniciativas que buscan una mejor institución para nuestra Patria. Asimismo,
agradecemos su permanente y sincero reconocimiento a nuestros hombres y mujeres, que
día a día se esfuerzan por entregar seguridad y tranquilidad a la ciudadanía, a través de un
servicio equitativo y sin diferencias.
Señor Ministro, autoridades y personalidades presentes, una vez más muchas gracias por
estar junto a nosotros en esta significativa actividad.
A todos nuestros compatriotas que siguen esta transmisión de televisión desde sus hogares
o lugares de trabajo, a través del canal MEGA, todo nuestro cariño y agradecimiento por su
apoyo y compañía en estos 89 años de vida institucional.
Como siempre, en nuestros aniversarios, nos parece justo rendir un homenaje a nuestro
fundador, el ex Presidente de la República, General Carlos Ibáñez del Campo, y a todos
aquellos que han construido y fortalecido nuestra institución en estos años.
Si miramos estos 89 años, vemos una cantidad enorme de situaciones que explican por qué
la ciudadanía confía y respeta a Carabineros de Chile.
Nadie puede olvidar que en cada terremoto, aluvión, inundación, erupción volcánica, gran
incendio o terrible accidente que haya afectado a nuestra patria, los Carabineros siempre
hemos estado en el rescate y la ayuda a la población con todo nuestro personal y nuestros
equipos. En ocasiones, lo hemos hecho a puro pulso y sólo armados de nuestras manos y
nuestro valor, aportando con lo poco y nada que esas mismas catástrofes nos dejaron.
Poco se sabe, porque lo decimos poco, pero han sido cientos los casos en que los
Carabineros, han dado sangre para quien lo necesitaba, han llegado a los lugares más
aislados para entregar víveres que muchas veces reunieron ellos mismos o han recibido en
sus hogares a quienes requerían techo y comida.
Es precisamente ese servicio a la comunidad, muchas veces silencioso, el que destacaré,
una vez terminadas estas palabras, en la persona de algunos carabineros, que han realizado
una entrega valiente y generosa a la comunidad.
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Es la misma valentía y generosidad, que tuvo el Teniente Hernán Merino Correa, en la
heroica gesta de Laguna del Desierto, y los más de 1.100 carabineros que se han sacrificado
en el cumplimiento del deber, haciendo honor a su juramento. Ellos, cada día, dejan una
huella imborrable en el corazón de la Patria.
Rescato su recuerdo, para que los ciudadanos tengan la certeza de que tal como en todos
estos años hemos trabajado y protegido a Chile, sabremos también hacer lo mismo frente a
la actual expresión del delito y sus consecuencias para los chilenos.
Desde nuestros orígenes hemos modernizado nuestros niveles de respuesta, por más
urgentes y complejos que hayan sido los escenarios.
Así, hemos pasado de cuarteles construidos en adobe y sin luz eléctrica, y cuyo equipo era
una modesta máquina de escribir, a modernas instalaciones equipadas con tecnología de
punta, que garantizan una conectividad permanente con el resto del país, aún en situaciones
de catástrofe.
Avanzamos de comunicaciones precarias, donde los teléfonos eran escasos, y los mensajes
se hacían llegar, incluso, a lomo de mula o caballo, a un sistema de comunicaciones de
alcance nacional, que nos une de Visviri a Puerto Toro.
De patrullajes principalmente a pie, montados o en bicicleta, a una Institución que cuenta con
más de 9.000 vehículos de diferentes formatos, para la vigilancia de calles y carreteras y la
realización de labores especializadas.
Autoridades, compatriotas, ante la responsabilidad que nos compromete con Chile, los
Carabineros no podríamos haber tenido otra forma de respuesta frente los requerimientos
del siglo veintiuno. En especial, luego de estos 89 años, que nos marcan la senda hacia
nuestro primer Centenario, el que esperamos celebrar el año 2.027.
Chile es un país integrado al mundo, es parte de la Organización de Naciones Unidas y sus
agencias especializadas, además participa activamente en sus Misiones de Paz. Somos
parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, que agrupa a
las 34 economías más avanzadas; también somos fundadores de la Organización de
Estados Americanos, OEA, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños,
CELAC, y de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, entre otras organizaciones del
ámbito regional que persiguen ser foros para el diálogo multilateral y la integración de
nuestro continente.
Hemos suscrito convenciones y acuerdos internacionales contra la delincuencia organizada
transnacional y la trata de personas; sobre derechos humanos, protección del medio
ambiente o bioseguridad, entre otros temas de igual importancia; además de acuerdos
comerciales con 64 mercados que representan el 86,3% del Producto Interno Bruto Global.
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Vivimos en una activa sociedad, cuya preocupación por el presente y futuro del país ha dado
origen a espacios de diálogo sobre materias tan diversas y trascendentes como la gratuidad
en la educación, la necesidad de un nuevo Código Penal, el financiamiento de la actividad
política, o la regulación de la inmigración.
Con la misma fuerza, se discuten los temas que tienen que ver con los delitos y los índices
de violencia que actualmente afectan a la ciudadanía, los factores que en ello inciden, y las
decisiones y acciones que como nación debemos adoptar.
Como General Director, acojo esa demanda y comprendo la sensación ciudadana de
inseguridad que resulta de la actividad delictual, en especial, al mirar los perfiles de algunos
victimarios y las nuevas formas de actuar.
Este interés y preocupación ciudadana es lógico y entendible, porque el chileno - el buen
chileno - no sólo se inquieta por lo que le sucede a su persona y a su familia, sino también
por lo que viven los demás. Y es esa preocupación, la que tenemos presente a diario.
El año pasado perdimos a tres carabineros, en el extremo norte del país, a manos del delito
organizado. Estas situaciones provocan dolor, pero nada impedirá que sigamos
comprometidos con las tareas de prevención, control y fiscalización del tráfico de drogas y
armas, la trata de personas, y el contrabando en general.
Asimismo, seguiremos trabajando para prevenir y enfrentar la delincuencia y la violencia
presente en la Región de La Araucanía y territorios cercanos. En esta zona, junto a los otros
actores del sistema judicial y persecutor en Chile, daremos una lucha sin cuartel para que se
retomen los ambientes de paz y de seguridad en la población.
En otras ciudades y comunas seguiremos combatiendo los robos por sorpresa, el
microtráfico y los ataques a las personas y la propiedad. Lo haremos con mejores técnicas y
procedimientos, con mayor presencia y capacidad de reacción y con mayor decisión y
efectividad para capturar y desarticular a delincuentes y bandas criminales.
Se trata de esfuerzos con los que hemos obtenido importantes resultados, muchos de los
cuales, lamentablemente, quedan fuera de los titulares y pasan desapercibidos ante la
opinión pública.
Es bueno que se sepa: todos los delitos son enfrentados con la mayor eficiencia y capacidad
disponible, tratando de no desatender unos por atender a otros. Esta ecuación es una tarea
no menor y de alta complejidad, que asumimos como parte de nuestro trabajo cotidiano.
Tengo muy claro que la comunidad siempre espera más de sus Carabineros. Sabemos
también, que la solución, efectiva y permanente, de las situaciones descritas, requieren del
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concurso integrado de los diversos actores públicos y privados, que tienen algo que decir y
hacer, en los temas de la seguridad.
Por eso, una de las definiciones básicas de mi gestión, es el mejoramiento de la
coordinación e integración con los diferentes actores del sistema procesal penal; entendiendo
que para lograr los objetivos centrales de mayor calidad y eficacia de las respuestas, es
fundamental un trabajo serio y bien hecho entre todos los involucrados.
El Plan Estratégico establecido para el período comprendido entre los años 2.016 y 2.019, se
construyó en base a un diagnóstico que incluía la situación institucional y el contexto nacional
e internacional en que nos desenvolvemos como policías:
Este plan contempla cuatro ejes de acción:
1ro. Mayor integración comunitaria para una mejor seguridad.
2do. Calidad de vida y desempeño policial.
3ro. Ética de la responsabilidad y profesionalismo.
4to. Excelencia operacional y coordinación interinstitucional.
Bajo estos ejes estratégicos, entendemos que el desarrollo de respuestas y soluciones a los
problemas delictuales debe darse, atendiendo las características y expresiones de cada
territorio, en plena comunicación con la ciudadanía.
Lo anterior significa que estamos focalizando nuestro trabajo, a partir del análisis de los datos
propios de la expresión local del delito, utilizando las principales teorías criminológicas.
De esta manera, los carabineros que salen al servicio enfrentan su diaria labor con
información real y concreta, sobre qué delitos ocurren principalmente en su cuadrante, qué
días y a qué horas, a quiénes afectan, y cuáles son los perfiles y modus operandi de los
delincuentes que ahí actúan.
Este trabajo de análisis, combina eficacia con eficiencia, permitiendo racionalizar las jornadas
de trabajo y mejorar la calidad de vida laboral y familiar de los oficiales y del personal a su
cargo.
Un proceso similar, de reforzamiento y mejor uso de recursos, se está viviendo en las áreas
de investigación criminal y de inteligencia, con un potenciamiento a nivel nacional de ambas
funciones.
Prueba de ello es la puesta en servicio de la Sección Regional de Carabineros "OS-9 Biobío",
unidad dependiente de la también nueva Dirección de Investigación Criminal, cuya labor
permitirá potenciar la investigación como eje principal del plan estratégico diseñado para esa
Zona.
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De la misma forma, vamos a inaugurar prontamente la Escuela de Inteligencia, Drogas e
Investigación Criminal, plantel que impartirá integralmente los conocimientos de las
diferentes especialidades no sólo para miembros de nuestras filas, sino también para
integrantes de otras policías de América Latina.
Aprovecho de saludar especialmente a estos alumnos extranjeros, al igual que a los
Comandantes Generales, Directores, y representantes de instituciones policiales hermanas
que hoy nos acompañan.
De la misma forma, quiero saludar a nuestros amigos integrantes de la Comunidad de
Policías de América, AMERIPOL, y de la Organización de Fuerzas de Policía y
Gendarmerías Europeas y Mediterráneas con Estatuto Militar, FIEP.
Estos esfuerzos de cooperación y hermandad, hablan de un proceso en el que le damos a
nuestra doctrina operativa, una perspectiva más amplia, que nos ubica no sólo en el contexto
nacional, sino también internacional -como lo exigen los tiempos que vivimos-, con un perfil
basado fuertemente en el análisis de información y la inteligencia.
Con esta mirada estratégica, que se implementa en lo operativo, buscamos traspasar la
sensación de inseguridad desde la comunidad hacia los delincuentes.
Queremos hacer de Carabineros de Chile una institución policial, que sea percibida por los
ciudadanos como “la frontera” que resguarda y garantiza su seguridad, la de sus hogares,
barrios y actividades en sociedad. Buscamos protegerlos de la delincuencia, la violencia y las
amenazas a la tranquilidad y paz social.
Este es un compromiso fundamental de mi gestión.
Autoridades y amigos, vivimos en una sociedad llena de diálogos y debates propios del
ejercicio democrático. Los Carabineros trabajamos para que no se vean alteradas las
condiciones necesarias que permiten a la ciudadanía desarrollar sus actividades con
normalidad, al mismo tiempo que las personas y las organizaciones, que así lo deseen,
puedan manifestarse libremente, conforme a la ley.
Y es que los Carabineros sabemos que somos parte de una sociedad democrática que exige
y necesita diálogo. Pero también sabemos que cuando éste se interrumpe o acaba, dando
lugar a situaciones de violencia, debemos intervenir como un necesario muro de contención.
Un muro que permita a los acontecimientos recuperar su cauce normal, de manera que
puedan, finalmente, lograr la reinstalación del diálogo, para generar las condiciones de una
adecuada confrontación de ideas y no de fuerzas. Esta es la forma con la que las sociedades
se entienden y avanzan.
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Como General Director quisiera que este aspecto de nuestra labor, fuera entendida en su
total dimensión. Ello permitiría una armónica coordinación en la participación de todos los
interesados en la vida de la sociedad, y redundaría en una mejor convivencia social.
Carabineros de Chile, como dice su nombre, no es una institución desvinculada de nuestra
sociedad, sino todo lo contrario; y sus miembros - con y sin uniforme - también somos
ciudadanos. Nosotros marchamos, pero no hacemos manifestaciones para expresar nuestras
opiniones, sino que trabajamos todos los días para proteger la vida y el ejercicio de los
derechos civiles, políticos y sociales de las chilenas y chilenos.
Dicho lo anterior, quisiera aprovechar esta ocasión para referirme a la iniciativa del
Supremo Gobierno, que se discute actualmente en el congreso, llamada “Agenda Corta de
Prevención del Delito”; y en particular al capítulo referido al “Control Preventivo de Identidad”.
Entendemos que esta iniciativa, y en general todas aquellas que impactan el combate a la
delincuencia, generan diferentes posiciones y puntos de vista.
Por lo mismo e independiente del resultado de la legítima discusión que se tenga en el
Parlamento, quiero darle una señal de tranquilidad a aquellos que han expresado una suerte
de desconfianza en el criterio de Carabineros de Chile al momento de aplicar ésta u otra
medida que se relacione con los ciudadanos y la prevención del delito.
Pueden estar tranquilos, muy tranquilos. Cualquiera sea la herramienta que se nos entregue,
será utilizada para una mejor y mayor protección ciudadana. En efecto, usaremos estas
herramientas para que aquellos que están en el mundo de la delincuencia y del delito,
sientan temor. Ellos deben preocuparse, no ustedes.
Y si en algún momento, en alguna ocasión, un funcionario hiciera mal uso de esta
herramienta, los chilenos deben tener la seguridad de que luego de recibir la denuncia, seria
y fundada, ésta será investigada; y de comprobarse su veracidad, se actuará conforme a las
leyes y el derecho con firmeza y decisión.
Ese, y no otro, será el camino que seguiremos; porque como ya lo he dicho, en Carabineros
no hay cabida para las trasgresiones a las leyes, los abusos, el uso excesivo de la fuerza o
las violaciones a los derechos humanos. Créanme, es a los buenos carabineros, a quienes
más les duele, cuando un compañero toma una decisión equivocada o transgrede los
principios de la ley y de la institución.
Así de claro lo tiene cada uno de los 1.172 jóvenes carabineros, que hoy egresan de los
diferentes grupos de la Escuela de Formación Policial, ubicados a lo largo del país,
incluyendo a los 647 nuevos carabineros, que nos acompañan en esta ceremonia y que
realizarán, ante el país, su juramento de servicio.
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Sé que así será. Y lo afirmo, porque tengo enorme confianza en sus vocaciones, pues
teniendo posibilidades de optar por otras carreras, mejor remuneradas y mucho más seguras
y tranquilas, eligieron ingresar a nuestras filas y seguir esta vida de servicio público, donde
tendrán la fortuna de realizar y cumplir una misión hermosa y sorprendente cada día de su
vida.
Vestir el uniforme, no solo les permitirá entregar un digno sustento a su familia, sino también
aportar al desarrollo nacional, en una de las áreas más sensibles y requeridas por la
población como es la seguridad.
Agradezco a sus familias, especialmente a sus padres, por habernos confiado a sus hijos.
Cuidaremos de ellos como lo hacemos con todos los carabineros; pues su seguridad, salud,
bienestar, desarrollo profesional y condiciones de trabajo, son tareas fundamentales de la
gestión de este General Director.
Son ustedes Carabineros, los que llevarán adelante nuestra misión, que no es otra que dar
seguridad y proteger a nuestros compatriotas. Nuestro norte es restarles, día a día, espacios
a la delincuencia, a la violencia y a la inseguridad y trabajar, incansablemente, para hacer de
Chile un país cada vez más seguro y tranquilo para todos.
Nos volveremos una frontera más sólida, más informada, más activa, más inteligente, frente
al delito y los delincuentes.
Vienen tiempos duros para los delincuentes. Serán, para ellos, tiempos de preocupación, de
inseguridad, de acoso, de peligro.
Somos una policía que siempre actúa conforme al Derecho, pero eso no significa que nos
vaya a temblar la mano a la hora de actuar frente al delito. Por el contrario, dónde y cuándo
menos se lo esperen, quienes quieran atentar contra la vida, integridad o bienes de las
personas, conocerán una respuesta oportuna, eficaz, contundente y rigurosa de cada
Carabinero a lo largo del país.
Quiero expresarle, finalmente, a la señora Presidenta, a las más altas autoridades del país, a
cada chilena y chileno que nos escucha, que seguiremos avanzando en la prevención y
control eficaz de la delincuencia.
Los Carabineros nos debemos a nuestro país y estamos aquí para que cada habitante del
territorio nacional, cada familia, cada trabajador, cada mujer y cada niño, sepan que
trabajaremos día y noche, por su seguridad, tranquilidad y protección.
Ese es nuestro compromiso y por ese compromiso, estamos dispuestos a dar la vida si fuera
necesario.
Muchas gracias.
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Discurso General Director Bruno A. Villalobos Krumm 89

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