SANGRE-Ã RABE-pnv

Transcripción

SANGRE-Ã RABE-pnv
 SANGREÁRABE
ENELCHOAPA
LOSPRIMEROSINMIGRANTESENLA
REGIÓNDECOQUIMBO
PATRICIO NAZER por PATRICIO NAZER,
periodista y escritor
SANGRE ÁRABE
EN EL CHOAPA
LOS PRIMEROS INMIGRANTES
EN LA REGIÓN DE COQUIMBO
FELIPE NAZER SALAH
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I: MURMULLO ÁRABE EN AQUEL CALUROSO
mediodía de diciembre de 1950 la iglesia Catedral de Illapel —esa de estilo ecléctico que quince años más tarde colapsaría por un terremoto— iba quedando vacía tras concelebrarse las exequias a uno de los primeros árabes que recorrió las estrechas y polvorientas calles de la ciudad: Felipe Nazer Salah. Fueron centenares las personas que atiborraron los espacios del templo, aunque los voluntarios integrantes de la 1ra Compañía de Bomberos, de la cual el palestino extinto era fundador, habían emocionado a la concurrencia al efectuar un ritual pocas veces visto en esas tierras choapinas: apostados junto al ataúd azabache lustroso mantuvieron durante lentas horas una guardia de honor, cargada de afectos dramáticos pero sobre todo colectiva: cada uno de los hombres que conformaban la institución bomberil, desde el comandante al más humilde de los voluntarios, estuvo en algún momento acompañando al amigo extranjero. IGLESIA CATEDRAL DE ILLAPEL (1950)
En la romería hacia el cementerio municipal, emplazado en los faldeos de un cerro, predominaba un murmullo en árabe, toda vez que las lágrimas y la emoción venían de familiares y amigos oriundos, en su mayoría, de Taibeh, Beit Jala y Tanurin. Eduardo Yayo Nazer, de sólo 7 años de edad e hijo menor del difunto, lloraba desconsoladamente, muy cerca de sus tíos Víctor, Juan, Selim, Andrés, Abraham y Salomón. Flanqueando a la viuda Elvira Herrera —acicalada de riguroso luto—, caminaban su cuñada María Hortensia Nazer, un primo hermano del palestino fallecido, Botrus (Pedro) Nazer Salah y un integrante de la familia Yarur Banna, quien muy de madrugada había arribado al pueblo desde la capital para entregar el pésame a los deudos. Otras familias palestinas, sirias y libanesas concurrían en pleno al sepelio, incluyendo a sus patriarcas. Nunca antes en la ciudad se había presenciado un funeral con tres carrozas mortuorias, exactamente iguales y con placas patentes de Santiago, y tantos, pero tantos automóviles reunidos a la vez. 2
II: VIVIENDO EL CENTENARIO DE CHILE LA HISTORIA DE PALESTINA es larga y compleja, quizá porque su situación geográfica, de corredor natural entre Asia y África y con salida al mar Mediterráneo, la convierte desde temprano en una zona estratégica, tanto para el comercio como para la política y para el intercambio cultural. Aquella región está marcada por los cambios y la ocupación, ha estado controlada por el imperio egipcio, asirio, persa y romano antes de ser conquistada por los árabes en el año 643 de nuestra era, y desde entonces y hasta el siglo XX —a excepción de un breve periodo durante las cruzadas en el siglo XII—, ha sido árabe y musulmán. Durante 400 años fue parte del imperio otomano, desde 1517 a 1917, y en 1920 —después de la Primera Guerra Mundial—, el país estuvo bajo el mandato de Gran Bretaña y pasa a llamarse oficialmente Palestina. La infausta Declaración Balfour decreta que era la patria de los judíos y fue reconocido como Estado de Israel en 1948. Un millón de palestinos fueron desplazados a la Franja de Gaza en la costa oeste, en Cisjordania y en otros países y Palestina dejó de existir como entidad política; posteriormente, esto se conocería como La Catástrofe, la Naqba. En 1964 nace la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que lanzaría una guerra de guerrillas contra Israel desde su base en Jordania. Después de la guerra de los seis días de 1967, la Franja de Gaza y Cisjordania cayeron bajo la ocupación israelí. La OLP se trasladó al Líbano y finalmente fue reconocida como representante oficial del pueblo palestino en 1974. Muchos pueblos han vivido y combatido en Palestina, y desde muy antiguo la DAUD NAZER
familia Nazer es parte de esa historia. Todos sus miembros descienden del jeque árabe Jacub Al‐Dic (Jacob el Gallo) que viviera en el siglo XVI, llegando a ser un reconocido héroe al derrotar en el año 1568 a tribus extranjeras invasoras. De este intrépido personaje se gestaron, a través de los siglos, las familias Salah y Nazer, las cuales provenían de una misma rama genealógica y en ese orden. Los patriarcas de las primeras generaciones de la familia Nazer fueron Abraham, el eclesiástico Jusef, Abraham y Daud. Este último era hermano de Abdalah, Jerges y Jusef (también cura), y le correspondió vivir entre fines del siglo XIX y principios del XX, cuando en Palestina se observaba un alto porcentaje de población eminentemente agrícola y asentada en pueblos, en cuyos lugares la tierra, la familia y la religión cristiana ortodoxa representaban la influencia primordial sobre las actitudes y los comportamientos. Si bien la familia Nazer no era modesta y gozaba de gran prestigio en el pueblo de Taibeh, debido al nivel académico y religioso de algunos de sus miembros, también era cierto que carecía de riquezas materiales. El hijo mayor de Daud Nazer era Felipe, quien a los 21 años de edad ya había desechado la posibilidad de enrolarse en el ejército turco 3
otomano que tenía invadida la Palestina de entonces. Por esa circunstancia, además de estar fatigado por la molesta responsabilidad de administrar algunas tierras de la familia —bastante abandonadas al tener que asumir a diario como director en el colegio del pueblo—, es que decide partir, en septiembre de 1909, hacia las distantes tierras sudamericanas luego de ser autorizado por la familia. Su misión autoimpuesta consistía en tratar de mejorar la calidad de vida a los suyos, a como diera lugar. Con ese objeto y junto a su amigo Espir Chahuán —oriundo del pueblo de Beit Jala1 y quien mantenía correspondencia epistolar con un amigo que vivía en Chile— durante meses viaja en un desvencijado vapor desde Haifa hasta Buenos Aires, luego de hacer una breve escala en el puerto francés de Marsella. Mientras aprende el español, logra quedarse durante un año laborando en el único periódico escrito en árabe que se distribuía en la capital argentina, pese a lo difícil que era para un turco conseguir visa de residencia. Al joven le molestaba sobremanera que a los palestinos les llamaran turcos, toda una ironía histórica, toda vez que Palestina estaba sometida a la dominación turca, encarnada en la figura del autócrata otomano Abdul Hamid II, y en consecuencia los inmigrantes palestinos estaban obligados a presentar un pasaporte turco para identificarse. FELIPE NAZER SALAH Y SU FAMILIA
EN 1929 En mayo de 1910 conoce a la distancia, en los alrededores de la Casa Rosada, a Manuel Montt, Presidente de Chile que visitaba Buenos Aires con motivo de la celebración del centenario de la Primera Junta, mediante la cual se instala en Argentina el primer gobierno de carácter nacional al derrocar al virrey español Cisneros. Tres meses después Felipe Nazer opta por aceptar la invitación a Chile formulada por Espir, quien ya estaba instalado con una tienda y paquetería en la ciudad de La Calera. Viaja en ferrocarril a Mendoza, para luego cruzar en el tren trasandino la Cordillera de Los Andes. Finalmente arriba a la ciudad donde Espir trabajaba, y muy pronto inaugura 1
Guía Social de la Colonia Árabe en Chile,
de Ahmad Hassan Mattar (Imprenta Ahues Hnos, 1941).
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un bazar de venta al por mayor y menor. Nunca más regresaría a Argentina. No demora en darse cuenta que Chile es mucho más conservador que el país de la bandera albiceleste y más bien muy parecido a Palestina. Justamente en esos años la organización de la sociedad chilena era tan cerrada que fomentaba el matrimonio entre parientes y donde la mujer era absolutamente dependiente del marido. No obstante, existían algunos Clubes de Señoras donde ellas tenían la osadía de juntarse a leer, pero lo cotidiano era que la mujer se saltara la adolescencia, pasando sin transición de niña a mujer. El estreno en sociedad de los quince años era, también, el ingreso al mercado matrimonial, y cuando se embarazaban no sabían qué les estaba pasando. Los partos ocurrían en las casas, porque predominaba la creencia de que al hospital sólo se iba a morir. Claro que en las casas también se fallecía, y los velorios duraban tres días completos. Hacia 1910, el 98 por ciento de la población se declaraba católica, y la vida privada se desarrollaba alrededor de las tertulias, las fiestas y de la misa dominical; empero, en esa época existía también bastante amoralidad y promiscuidad sexual en la clase alta, mientras que en la clase baja había un alto porcentaje de prostitución. Cerca del cuarenta por ciento de los chilenos sufría de sífilis; no obstante, la enfermedad que diezmaba a la población era la tuberculosis, mientras que las tasas de mortalidad eran elevadísimas y la expectativa de vida apenas sobrepasaba los 30 años. Felipe ya hablaba con bastante fluidez el idioma español, con un leve acento argentino, por lo que pudo entender que ahora correspondía a Chile celebrar el centenario de la organización de la Primera Junta de Gobierno. Rápidamente se entera que un siglo atrás había comenzado la organización de la República, el primer gobierno autónomo, y la fecha ahora estaba siendo celebrada apoteósicamente. El calendario oficial de festejos fue publicado el 25 de agosto, y si bien días más tarde sufrió modificaciones, en Santiago entre el 18 y 19 de septiembre hubo Tedeum, desfile militar en el Parque Cousiño, gala en el Teatro Municipal, una fiesta en el Club Hípico y diversas ferias y exposiciones. Todo aquello coincidía con la inauguración del alcantarillado, la red ferroviaria y la iluminación pública de la capital. Para la ocasión, se había dispuesto la construcción de tres obras monumentales, pero sólo una estuvo concluida en 1910: el Museo de Bellas Artes, que fue abierto al público ese año, aunque todavía faltaban algunas terminaciones; las dos restantes no estuvieron listas: la primera piedra del actual edificio de la Biblioteca Nacional fue puesta en la Alameda recién en 1913; y el tercer edificio conmemorativo, la Estación Mapocho, sólo se inauguraría oficialmente en 1914. Felipe asistió con sus amigos palestinos de La Calera a una fiesta naval realizada en Valparaíso, puerto que aún mostraba las huellas devastadoras del terremoto de 19062, y allí se enteró que la celebración estaba siendo cruzada por los cuestionamientos planteados por intelectuales de todos los sectores, quienes consideraban que el país cumplía cien años sumido en una profunda crisis. ʺVoy a hablaros sobre algunos aspectos de la crisis moral que atravesamos pues yo creo que ella existe y en mayor grado y con caracteres más perniciosos para el progreso de Chile que la dura y prolongada crisis económica que 2
Se calcula que el violento sismo, ocurrido la noche del 16 de agosto, redujo el puerto a escombros al
alcanzar una intensidad de 8,6° en la escala de Richter.
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todos palpan. Me parece que no somos felices; se nota un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan. La holgura antigua se ha trocado en estrechez, la energía para la lucha en laxitud, la confianza en temor, las expectativas en decepciones. El presente no es satisfactorio y el porvenir aparece entre sombras que producen la intranquilidadʺ, escribía entonces el político radical Enrique Mac‐Iver, y tenía razones de sobra para deducir aquello: en su Discurso sobre la Crisis Moral de la República Mac‐Iver dejaba constancia de un malestar general ante el extravío del rumbo socio‐político y ante la estrechez económica pese al auge del salitre; él se sorprendía del escaso crecimiento de la población y de que las numerosas escuelas construidas en los últimos años no tuvieran los alumnos suficientes. Y no era el único que se quejaba: Luis Emilio Recabarren también reclamaba, fundando así el reclamo por la ʺcuestión socialʺ que, años después, dejaría en evidencia la brecha profunda que dividía al país en ricos y pobres. Felipe Nazer, con su agudeza de periodista, no tardó en comprender que Chile era manejado por una pequeña elite, y esa misma elite había organizado las fiestas del Centenario tratando de esconder a la gente que vivía hacinada en los conventillos, que él conoció muy bien cuando, a lomo de burro, recorría pueblos y valles vendiendo su mercadería. Sólo cuando desfilaron los ejércitos chileno y argentino las multitudes proletarias atestaron las calles. Chile era un país rico por el salitre, pero aquello iba casi en su totalidad a las empresas inglesas; la riqueza estaba pésimamente distribuida, la brecha entre ricos y pobres era muy grande. Era ésa, justamente, la crisis moral que vociferaban Mac‐Iver y Recabarren y los demás intelectuales, y que a Felipe Nazer le causaban mucha desazón: “¿Habrá sido una buena decisión la de venir a emprender en este país?”, pensaba, de vez en cuando. Chile había sido, pocos años atrás, vencedor en la Guerra del Pacífico, circunstancia que exacerbaba para el Centenario un fuerte nacionalismo. En el ambiente se palpaba un cierto sentir de decadencia, pero la mayoría de los chilenos seguía con el fervor de la guerra, al extremo que Arturo Prat estaba transformado en una especie de santo laico. Parecía no importar que al cabo la Guerra del Pacífico sumara unos 25 mil muertos, entre chilenos, peruanos y bolivianos. Y lo peor: si bien el ejército nacional había salido victorioso, el país era observado con recelo por los países vecinos, salvo por Argentina, de allí que la delegación más numerosa y mejor atendida para el cumpleaños chileno número 100 fuera la de los trasandinos, quienes eran recibidos y alojados en las casonas de la alta sociedad santiaguina. Al transcurrir los meses, Felipe Nazer fue impactado por la seguidilla de presidentes que se sucedieron durante 1910. Ese año, Pedro Montt estaba en ejercicio, pero su malograda salud le obliga en agosto a viajar a Bremen, Alemania, falleciendo antes de llegar. Montt tenía fama de malasuerte, tal como lo cita Leopoldo Castedo en su Historia de Chile. Ejemplos hay varios: cuando visita Argentina en mayo de ese año, su secretario particular muere aplastado por un ascensor y el alcalde de la ciudad es asesinado a vista y paciencia de Montt. Lo explica Castedo en su obra: ʺLas casuales coincidencias daban pábulo a las habladurías y mofas acerca de su mala suerte, que estimulaban el aire adusto y poco simpático de Montt, siempre vestido de negro...ʺ. La mala suerte lo persiguió postmortem: se dice que fue en su funeral cuando el vicepresidente Fernández Albano —quien debía encabezar las celebraciones del Centenario— contrajo pulmonía, la que rápidamente le 6
provoca la muerte el 6 de septiembre de 1910, cuando las delegaciones extranjeras ya habían comenzado a llegar al país. Quien asume el mando en su reemplazo es Emiliano Figueroa, el ministro con mayor antigüedad en el gabinete. Él preside las fiestas y en apariencia trata de diferenciarse de Pedro Montt, al menos los registros históricos hablan de un hombre de barba colorina y eximio payador, que conquista al pueblo. La carrera presidencial, sin embargo, ya estaba lanzada y corría paralela a los festejos. El 8 de septiembre los partidos políticos fueron convocados para levantar a un candidato único: Ramón Barros Luco, finalmente, es escogido por consenso, y proclamado por el Congreso el 23 de septiembre de 1910, como si fuera una más de las celebraciones del Centenario. Luego de la muerte de Fernández Albano, hasta los oídos de Felipe Nazer llega el mismo rumor que recorría el país y que hablaba de la posibilidad de que fueran cancelados los festejos conmemorativos, hecho que, en todo caso, ya se había tenido en consideración cuando se decide restarle presupuesto a las celebraciones a causa del terremoto que arrasó con Valparaíso en 1906. Sin embargo, de igual forma Felipe pudo apreciar muy de cerca la histórica conmemoración que en definitiva se llevó a cabo, y, a la vez, constatar que en estos primeros cien años Chile se había convertido en otro país, que pasó de las manos de la aristocracia, que gobernaba a comienzos de 1900, a las de la clase media, que comienza a crecer a partir de 1920 y de cuya circunstancia Felipe sería testigo presencial. Para Felipe Nazer se trataba, en definitiva, de un país que había dejado atrás un siglo de guerras y que se abría a una etapa post‐centenario donde la paz y el crecimiento de las grandes mayorías serían cruciales. III: ÁRABES CAMINANDO EN ILLAPEL A RAÍZ DE QUE UN AMIGO CHILENO le había descrito la ciudad de Salamanca como un mercado incipiente, Felipe Nazer llega en el tren Longitudinal de trocha angosta hasta Illapel. Tiene que esperar tres días para la salida de otra máquina hacia Salamanca, a través de un ramal ferroviario. Mientras tanto se aloja en el Hotel Alemán, ubicado a un costado de la avenida de los Naranjos y muy cerca de la estación de ferrocarriles del Estado. Aprovecha de conocer esa ciudad levantada a partir de miríadas de caserones de adobe y tejas, que pareados formaban las angostas calles. Muy pronto constata la escasez de tiendas y paqueterías y que hasta ese año de 1910 sólo estaba asentado junto a su familia Teodoro Dabed Majluf, palestino de 34 años de edad nacido en Beit‐Jala y que había llegado a Chile en 1906, para un año después, en julio de 1907, instalarse con un emporio y ferretería. Felipe apreció que aquella gente chilena, sencilla y de buenos modales, recordaba haber visto sólo a un par de árabes transitar por las polvorientas veredas del pueblo, al menos era su conclusión luego de observar cómo le miraban y atendían con esmero. Felipe se sorprende con la similitud entre el clima y la humedad relativa imperante en Illapel con su Taibeh natal, mucho más parecido que en La Calera. Lo que él jamás imagina es que años más tarde, cuando anduviera a la siga de un comerciante salamanquino que le adeudaba dinero, se reencontraría con Illapel, esa vez de manera definitiva. 7
Para esos días del Centenario de la República la ciudad de Illapel ya tenía toda una historia a su haber, iniciada en plena Colonia. Se podría afirmar que oficialmente todo comienza cuando el 20 de septiembre de 1752 la Junta de Nuevas Poblaciones acuerda la posibilidad de fundar en la zona norte la localidad de Illapel, entre otras. Para dar cumplimiento a este acuerdo, Bartolomé del Villar, Corregidor de la Villa de San Martín de la Concha —actual ciudad de Quillota, a cuya jurisdicción pertenecía Illapel— convoca a una asamblea de vecinos principales de la zona de Choapa con el objeto que se determinara el lugar más apropiado para asentar la nueva villa. La reunión se verifica el 24 de marzo de 1754, acordándose tener en cuenta la parte central del valle de Cuz Cuz para ubicarla; tal decisión fue transmitida de inmediato por el Corregidor del Villar al Presidente y Gobernador Domingo Ortiz de Rozas, quien ORTIZ DE ROZAS con fecha 1 de junio de 1754 aprueba la elección del lugar destinado para la construcción de la nueva población y dispone que se trace el plano de la villa orientando sus calles de norte a sur, y de este a oeste; sus manzanas debían ser divididas en cuatro solares que serían adjudicados a los vecinos previamente matriculados y a todo aquel que pretendiera avecindarse en ella. En este instructivo, que era enviado al corregidor, se dispone además “que practicará las más eficaces diligencias para fábrica de las obras públicas y de los particulares”; también debía exhortar al cura y vicario para la pronta construcción de la iglesia. Se instruye también la notificación que deberá hacerse a José Santiago de Irarrázabal y al comisario Gaspar de Ahumada, dueños de sus respectivas encomiendas de indios, para que “dentro del término de seis meses los induzca a formar población de calles, cuadras, solares, plaza y cárcel”. En seguida, por edicto de fecha junio 8 de 1754, el gobernador aprueba la fundación de la villa, publicándose por bando dicho decreto, y con las formalidades de la época, el 10 de noviembre de ese mismo año. El 8 de febrero de 1755, en una reunión de vecinos convocada para elegir el Santo Titular de la villa, se llega al acuerdo de darle a ésta el nombre del Arcángel San Rafael, añadiéndole el apellido del Gobernador Ortiz de Rozas, como una manera de reconocerle su gestión. También existe otra posibilidad: que el nombre de la villa San Rafael de Rozas haya sido inspirado en la única hija del Presidente Gobernador, doña Rafaela. No obstante lo anterior, la fundación aprobada por Domingo Ortiz de Rozas en los hechos no prospera, debido principalmente a los reclamos realizados por Gaspar de Ahumada, dueño de los terrenos donde se había asentado la incipiente población, y, además, por la resistencia que oponían los habitantes de Asiento Viejo, la Hacienda (de propiedad de José Santiago de Irarrázabal, cuarto marqués de la Pica) y otros sectores para trasladarse y radicarse en la villa San Rafael de Rozas. Los reclamos 8
presentados por Gaspar de Ahumada a la Real Audiencia —máximo tribunal de justicia— paralizaron completamente la edificación y población de la villa, cuyo pleito se prolongaría durante más de treinta años. Décadas más tarde, en el año 1788, sale desde Santiago el Presidente y Gobernador don Ambrosio O’Higgins, Marqués de Ballenary, con el objeto de comprobar las necesidades de la zona norte del reino. Hace el viaje desde la capital a caballo, en un recorrido de centenares de leguas que le traslada hasta Copiapó. En la segunda semana de noviembre arriba a la villa San Rafael de Rozas, “de cuyo atraso —escribiría siglos más tarde el premio nacional de ciencias Ricardo Donoso (1896‐1985) en su obra El marqués de Osorno— quedó muy sorprendido, por haberse permitido situar al comercio y gentes dedicadas al giro de la minoría en una incómoda ladera de la quebrada de Illapel, en distancia de una legua, y a merced del dueño de la hacienda, contraviniéndose con ello abiertamente a las disposiciones vigentes sobre AMBROSIO O'HIGGINS poblaciones, de lo que se derivarían, según su opinión, notorios perjuicios al Estado, al adelantamiento de los minerales y al buen orden público y político de sus habitantes”. En palabras distintas: O’Higgins —un irlandés que gobernaría al servicio de la corona española entre mayo de 1788 y mayo de 1796— constató algo que en calidad de rumor se comentaba en Santiago: que la hostilidad con que recibieron la iniciativa de la fundación tanto el comisario Valerio Gaspar de Ahumada como el marqués de la Pica, había terminado por malograr ese propósito, por cuanto el primero veía menoscabada parte de su heredad y el segundo, cercenado su feudo y disminuida la autoridad ilimitada que ejercía sobre los indefensos habitantes. Abrumado de indignación por la actitud soberbia y egoísta de los señores feudales, Ambrosio O’Higgins, en una reunión en el terreno mismo con toda su comitiva, ordena la inmediata refundación de la villa San Rafael de Rozas, mediante decreto que se publica por bando el 12 de noviembre de 1788. En uno de sus párrafos, haciendo gala de una prosa admirable, dicho decreto resuelve: “Por tanto, ordeno y mando que dentro del término perentorio de tres meses, concurran todos los circunvecinos, incluso principalmente los habitantes de los parajes que se denominan Illapel y Chillamáuida, a poblarse en esta villa y que en ella y no en otro lugar alguno, residan y tengan sus tiendas y ejerciten sus destinos todos los mercaderes, pulperos y cualquier comerciante de ropas o metales, como también los oficiales de artes mecánicas, sin que a ninguno se pueda admitir excusas ni consentir demoras en su ejecución, cuidando el Subdelegado y el Procurador General de que tenga rigurosamente esta providencia, de modo que proceda contra los inobedientes u 9
omisos de su cumplimiento y para que llegue a noticias de todos y nadie alegue ignorancia, mando que se publique por bando y se fije en la Villa y el expresado paraje de Illapel”. O’Higgins abandona el rol de gobernador en 1796, año en que el rey Carlos IV le nombra virrey del Perú. Se desempeña en ese alto cargo hasta 1800. Los méritos de Ambrosio O’Higgins son ampliamente reconocidos por la corona española, quien le otorga los títulos de barón de Ballenary (1795) y marqués de Osorno (1796). Muere el 18 de marzo de 1801, cuando tenía alrededor de 78 años de edad. Un hecho poco conocido es que en 1798 la villa San Rafael de Rozas es reconstruida, luego de ser afectada por un feroz incendio que prácticamente la hace desaparecer. Fue repoblada por real cédula del 15 de septiembre de 1797 en el mismo sitio. Un siglo más tarde, el 13 de marzo de 1897, Illapel recibe oficialmente el título de ciudad. O’Higgins, pues, le otorga a la villa el impulso vital que 156 años más tarde impresionaría a Felipe Nazer mientras la recorría comparándola con su natal Taibeth. IV: EL REGRESO DEFINITIVO AVENIDA LOS NARANJOS
LUEGO DE COFUNDAR EN CHILE el primer diario escrito en árabe, Al Muerched, Felipe vuelve a Palestina a fines de 1913, pero cuando estaba listo para retornar a Sudamérica estalla la Primera Guerra Mundial, de modo que se frustra la posibilidad de trasladarse junto a sus hermanos menores. No obstante, había convencido para emprender la aventura a su amigo Juan Yarur Lolas, quien no tiene reparos pese al estallido del conflicto. Si bien Juan a los 19 años de edad era casado, decide dejar en Belén a su 10
mujer, Olombi, y a su hijo Carlos, de pocos meses de edad; en sus bolsillos sólo portaba algunas monedas de oro que le había entregado su madre a cambio de que cuidara a su hermano Nicolás, su compañero en la odisea que iniciarían. Recién había sido inaugurado el Canal de Panamá cuando un vapor, tras casi dos meses de viaje, les lleva hasta el puerto de Valparaíso; eran los últimos días de diciembre de 1914, y Felipe aprecia que la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1906 aún se prolonga. Luego llegan a Santiago y San Fernando, donde se encuentran con la hermana mayor de Juan, Juana, casada con Jacobo Musalem. Juan Yarur no demora mucho en darse cuenta que Chile estaba muy lejos de sus pretensiones, pues le pareció comercialmente muy precario. Invita a Felipe Nazer a Oruro, Bolivia, donde estaban algunos tíos Lolas. Felipe no acepta y decide instalarse esta vez en Quillota junto a unos amigos de Beit Jala, en cuyo lugar rápidamente llegaría a tener un gran emporio, bodegas y paquetería. Al poco andar Juan se reúne con su esposa, y en 1918 nace su segundo hijo, Jorge Yarur Banna, concretamente en Arequipa. En 1920 nace Amador, quien a la postre se transformaría en un gran mecenas del deporte chileno. Una vez más, durante el año 1922, Felipe arriba a Illapel. De inmediato se dirige a la oficina de Correos y Telégrafos que atendía en la avenida Los Naranjos, con el objeto de recabar mayores antecedentes sobre un comerciante de Salamanca que le ELVIRA A LOS 14 AÑOS DE EDAD
adeudaba una apreciable suma de dinero. La funcionaria que responde muy cordialmente a sus preguntas es Elvira Herrera, una bella muchacha de cabello castaño cortado en estilo príncipe valiente. Al retornar de Salamanca se entera que deberá permanecer durante una semana en Illapel para poder continuar su viaje en el tren Longitudinal que le llevaría a Quillota, tras tener que realizar el trasbordo obligatorio en La Calera porque a partir de esa estación la trocha se ensanchaba. En ese lapso que debió estar varado en Illapel, Felipe aprovecha de pasar a la amplia oficina de Correos para agradecer a Elvira, en virtud de lo exitosa que había resultado la cobranza. Durante varios días seguidos él la pasa a buscar a la salida del trabajo, hasta que la joven le confiesa ser oriunda de Salamanca y que los fines de semana suele viajar en tren a casa de su hermano mayor, con quien vivía. La joven le invita a conocer su hogar, y él toma una decisión que le cambiaría la vida: retrasa su viaje a Quillota. Años después Felipe se enteraría que la zona de Salamanca se asienta en las confluencias de los ríos Chalinga y Choapa, nutricios en caudales que dan origen a su profusa actividad agrícola. El valle de Choapa marca el sitio por donde pasa en 1536 el Adelantado Diego de Almagro en su viaje de descubrimiento iniciado en el Cuzco. Al no encontrar el oro pretendido, ni mucho menos, las fuerzas conquistadoras empiezan a ser seducidas por la idea de retornar al norte, con lo cual se instalaría, a no mucho 11
andar, la leyenda negra de Chile como país pobre y de hombres rotos. Años más tarde Pedro de Valdivia otorga grandes extensiones de territorios, en calidad de encomienda, al vecino de la villa de La Serena Diego Sánchez de Morales, y a Juan de Cisternas quien recibe las fecundas tierras de Chuapa. Muy pronto Cisternas vende toda su propiedad al peruano Gaspar de Ahumada y Mendoza, quien de esa forma toma posesión de las hijuelas de Cuncumén, Chillepín, Tranquilla, Coirón, Llimpo, Quelén, Las Casas, Tahuinco, El Tambo, Las Cañas y Las Vacas, es decir, una extensión que iba desde la cordillera hasta muy próximo al mar de Los Vilos. A fines del siglo XVI la población nativa del Tambo es reubicada en Chalinga, por cuya razón recibe la denominación de pueblo de indios como una forma de brindarle mayor protección y para que los sacerdotes y doctrineros instruyeran, con la constancia imperativa, a niños y adultos sobre todo lo relacionado con la doctrina cristiana. En los primeros años de la conquista las tierras del Choapa logran fama de belicosas. Los valles interiores quedan bajo la dependencia del Corregimiento de Santiago que, más tarde, los traspasaría al Corregimiento de Quillota. Para 1729 el sacerdote español Agustín Feliz de Molina está a cargo de la viceparroquia de Chuapa Alta (Chalinga). Durante la Colonia se vincula el territorio salamanquino a prácticas indígenas pletóricas en hechicerías, las cuales hace muy populares la inefable Catalina de los Ríos y Lisperguer —la mítica Quintrala—, cuya circunstancia contribuye en parte a su aislamiento hasta el inicio de la Patria Nueva, época en que los naturales se alzan contra la causa patriota y proclaman el Gobierno Real, tras conocer la suerte de las armas chilenas en la batalla de Cancha Rayada. No obstante, el triunfo de Maipo con la consiguiente declaración de la derrota del ejército español a cargo del coronel de Talaveras don Rafael Maroto, el 12 de febrero de 1817, permite que una fuerza encabezada por Joaquín Vicuña sofocase el alzamiento. Un episodio violentísimo ocurre durante la Patria Nueva cuando, en el jueves santo de 1818 los naturales de Chalinga instigados por el indio Vicente Paillarte y el mestizo Francisco Carvajal que estaban molestos por el nombramiento de un cacique, atacaron ferozmente a la ciudad de Illapel. No obstante, uno de los descendientes del marqués de la Pica, Miguel Irarrázabal, con una tropa armada compuesta por decenas de inquilinos de la Hacienda Illapel, propinó una sangrienta derrota a los insurrectos, dando muerte a Carvajal. En ese entonces todas las tierras de la actual comuna de Salamanca formaban parte de la Hacienda de Choapa, de propiedad de doña Matilde de Salamanca —hija de Alejandro Salamanca Cano de Aponte y Andrea Meccia y Munide—, cuyos bienes fueron traspasados a la Iglesia Católica en 1820 para dar cumplimiento a su disposición testamentaria. Sin embargo, con fecha 1 de septiembre de 1821 un decreto del Gobierno, firmado por Bernardo O’Higgins, dispuso que las tierras se entregaran a la Beneficencia Pública, en consecuencia durante los siguientes veinte años el Estado las explota con usufructo para la Junta de Hospitales de Santiago. El 29 de noviembre de 1844 el gobernador interino de Illapel, Joaquín de Ceballo, logró de la institución mencionada una cesión de terrenos para traer y ubicar 12
un pueblo bajo el nombre de villa de Salamanca, que al instante de su poblamiento formal disponía de 2.090 habitantes. Fue situado durante un breve lapso en Chalinga (“Donde se pide permiso”) y al instalarse la comuna de manera definitiva, el 6 de mayo de 1894, se le asignaron tres subdelegaciones: Peralillo, Chalinga y la sede del Cabildo. Los amplios suelos agrícolas de Salamanca, cuajados de leyendas esotéricas, ya en 1922 daban existencia a una comarca de sólida identificación huasa y minera, circunstancia que a Felipe Nazer le llamó la atención. Esa noche el joven palestino es presentado ante el hermano de Elvira, que tenía veinte años de edad más que ella. En un amplio living decorado con muebles estilo frailero, y ante la explícita presión del señor Herrera (“Mire, paisano, ella no está para juegos, por lo que si desea seguir viéndola se casa o se va y no la ve más”) pide solemnemente la mano de la muchacha, con todo el protocolo de la época. Embargado por una sensación de felicidad que hasta esos instantes nunca había experimentado, dos días después Felipe retorna a Quillota para liquidar la sociedad comercial con sus compatriotas palestinos. Durante el tiempo que demoran los trámites escribe varias cartas a Elvira, en un bastante legible castellano y letra bellísima, en cuyas páginas aprovechaba de expresar los sentimientos que embelesaban su mirada existencial; pero también se detenía a filosofar con frases como “La vida, Elvirita, pasa por dentro de uno, nunca por fuera de uno, nunca por lo externo”. Más tarde instalaría un emporio en Salamanca, y precisamente contrae matrimonio el mismo día en que inaugura dicho local comercial. Nacen sus primeros hijos y a su casa comienzan a llegar los hermanos desde Palestina, en la medida de lo posible a causa de la Gran Guerra. Para Elvira toda esta circunstancia estuvo cargada de romanticismo y siempre reconoció haberse enamorado durante esos plácidos días, de hecho desde la muerte de Felipe ella guardaría un severo duelo hasta su propio fallecimiento, muchísimo tiempo después. Cuando en 1929 la familia Yarur se traslada a Santiago tras finiquitar la sociedad que hicieran en Oruro con la familia Said, Felipe Nazer ya había trabajado seis años en Salamanca, uno en Illapel y llevaba siete años de casado con la hacendosa Elvira Herrera, quien había dado a luz a cuatro varones: Alfonso, Guillermo, Emilio y Julio. Claro que mientras Juan Yarur instalaba la fábrica textil más grande que existía para entonces en Chile, Felipe sólo tenía una tienda de géneros, la Casa Nazer, con varias bodegas abarrotadas de mercadería y una amplia sala donde laboraban las costureras. Los hermanos de Felipe también habían prosperado en Chile. Juan era dueño de una tienda y paquetería en Los Vilos y tenía un hijo: Juan, quien a su vez llegaría a ser padre del prestigiado doctor en historia, Juan Ricardo Nazer Ahumada. Andrés era propietario en Illapel de la tienda La Flor de Chile y estaba casado con la palestina Margarita Sarrás, con quien tenía dos hijas: Jadra y Tatiana. Selim poseía en Combarbalá la tienda y bazar El Cometa y estaba casado con Nasra de Nazer con quien tenía ocho hijos: Zakía, Jacob, Elena, Amin, Nicolas, Victoria, Emilia y Jorge. Abraham explotaba un emporio en Salamanca y tenía tres hijos: Taufic, Jorge y Elías. Salomón también tenía un local comercial en Salamanca. En 1955 arriba la extrovertida y gentil Elena, la hermana menor del hamule3 Nazer y segunda que conocía Chile, la otra era María Hortensia casada con el palestino Juan Yagnam, a la 3
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Clan
sazón radicados en Combarbalá. Nunca abandonaron su pueblo de Taibeh el resto de las hermanas, al igual que Constandi, quien tuvo dos hijos: Sliman y Samir. Por su parte, Pedro Nazer (hijo de Abdalah Nazer, quien era primo hermano de Felipe Nazer) tenía en Combarbalá la paquetería La Chilena y estaba casado con la illapelina Rosalba Tapia Farfán, con quien tenía diez hijos: Rebeca, Teodoro, Elsa, Mausie, Fany, Silvia, Andrés, Pedro, Rosalía y Faride. Víctor Nazer era el hermano menor de los que llegaron en la década del ’20 y había ingresado a Chile con sólo 17 años de edad. Vive en un principio en la casa que a la sazón Felipe tenía en Salamanca. Luego de estudiar el idioma e instalarse en Illapel, se transformaría muy pronto en el primer distribuidor de línea blanca, artefactos eléctricos y discos de vinilo en su local La Catedral, además de haber sido el que introdujo en la ciudad las cortinas exteriores metálicas para los locales comerciales y muchas de las novedades que eran posibles de apreciar en las grandes tiendas santiaguinas. Con el transcurrir de los años Víctor cofunda el Cuerpo de Bomberos y Club Aéreo de VÍCTOR NAZER SALAH Illapel y en 1939 contrae matrimonio con Zarina Esbir Saud —hija de sirio y saudita—, de cuya unión nacen cinco hijos: Maritza, Elena Raquel, David Jorge, Víctor Waldo y Felipe Jaime, a partir de los cuales se originaría la tercera generación de esa rama en Chile, con 14 integrantes, entre los que destaca el político y abogado Jorge Nazer Rodríguez, nombrado en el gobierno de Sebastián Piñera en el alto cargo de Director de la División de Seguridad Ciudadana. En los días que corren la empresa está bajo la administración de los dos hijos menores de Víctor Nazer, quienes en las últimas JORGE NAZER RODÍGUEZ
décadas han incursionado en la minería de la zona, inaugurado locales de venta de automóviles y dedicado parte de su tiempo a la producción agrícola mediante plantaciones de frutales. Para 1936 se inauguraba en Illapel un concurrido Club Palestino‐Libanés, “con el fin de hacer el bien a los pobres” y cuyo primer directorio fue conformado por Nicolás Dabed, Pedro Said, Charlito Chalhub, Jorge Harb y Felipe Nazer. Colaboró en varios actos benéficos, principalmente tuvo una destacada participación en pos de los damnificados del terremoto de Chillán, ocurrido en enero de 1939. Para 1941 el directorio de la institución estaba conformado por Jorge Said, presidente; Charlito Chalhub, vice‐
presidente; Nicolás Dabed, Tesorero; Jorge Guerra, secretario; y los directores Felipe Nazer y Nallip Saglie. 14
V: ADIÓS AL PATRIARCA EN LOS AÑOS VENIDEROS
la familia Nazer Herrera se acrecienta con el nacimiento de Fernando, Marta y Eduardo Yayo Nazer, quien a la postre se transformaría en dueño de la propiedad ubicada en la misma dirección donde Felipe Nazer y Elvira Herrera alguna vez atendieran a su clientela. El local comercial es remozado en 1977 a partir de una transitoria inversión de capital realizada por el contador auditor Alfonso Nazer Herrera, y cuya consecuencia fue la ampliación del giro del negocio, agregando la línea blanca, artefactos eléctricos, menaje y mueblería. Décadas después se levantaría en ese lugar un nuevo y moderno edificio (Natoga), ahora ANDREA DAVID NAZER
con sucursal en Salamanca. En la actualidad, y luego de haber transcurrido más de ocho décadas, los descendientes conforman un centenar de personas, algunas de gran prestigio internacional, como son los médicos Julio Nazer Herrera (pediatra‐
neonatólogo y profesor emérito de la facultad de medicina de la Universidad de Chile), Cristian Nazer Astorga (pediatra con postgrado en bioética y rector de la Universidad Finis Terrea) y Andrea David Nazer (gíneco‐obstetra), respectivamente hijo, nieto y bisnieta de Felipe y Elvira. JULIO NAZER
CRISTIAN NAZER
Claro que en la génesis de todo aquello el gran protagonista fue el patriarca de la familia que había surcado mares. De ahí que en el servicio fúnebre de 1950, cuando la gente salió esa mañana de sol abrasador a despedir a Felipe Nazer, en el cementerio hubo discursos en árabe y en un español cargado de metáforas vagas ungidas por la prudencia de no decir aquello que los inmigrantes no pudiesen comprender: era la voz culta illapelina que incorporaba a los palestinos a una sociedad que a la postre les permitiría desarrollarse e interactuar en todas las esferas, con la paz que ellos habían venido a buscar al Nuevo Mundo. Brazos fuertes y amables colocaron el féretro en el mausoleo recién erigido, y lo cubrieron de flores. Frente a la entrada del campo santo, el chofer del carro de bomberos manipulaba la sirena para lanzar a los vientos su entrecortado quejido. 15
VI: ASISTENCIA AL FUNERAL ELVIRA HERRERA GUARDABA, entre las páginas de una Biblia, una hoja de papel de mantequilla, sobre la cual ella misma había anotado los nombres de las personas que entregaron personalmente coronas de flores para el funeral de su esposo, y que en su oportunidad le sirviera para saber a quiénes debía enviar por correo una tarjeta de agradecimiento. Este antecedente agregado a la valiosísima documentación que proporciona la obra Guía Social de la Colonia Árabe en Chile, publicada por Ahmad Hassan Mattar (Imprenta Ahues Hnos., 1941, y auspiciada por el Club Palestino) permitió develar con precisión la identidad de aquellos árabes que asistieron a la portentosa despedida que se le brindó a Felipe Nazer Salah. ELVIRA JUNTO A SUS HIJOS MARTA Y EDUARDO,
Y A SU NIETO PATRICIO (1956) Precisamente de Illapel asistieron José Jacob —cuyo verdadero nombre era Jacob Abu‐Apara—, Antonio Chadid, Charlito Chalhub, Juan Domínguez, Jorge Guerra, David Poza, Juan Abugoch, Pedro Sahid, José Charaf, Dib Harb, Nallip Saglie, David Dabed y el chileno Emilio Dabed Villalobos. Desde otras ciudades viajaron, como en romería, decenas de árabes a darle el adiós postrero a Felipe Nazer. Desde Canela llegaron Manzur Sahlie y Vicente Saglie. Desde Salamanca, Salvador Chahuán, José Abas, Teodoro Aguad, Jorge Aguad, Ahmad Raian, Hamade Raian, Juan Oda y Manuel Tuma. Desde Los Vilos, Juan Hissi, Antonio Helo y Salvador Ise. Desde Combarbalá, Mahmud Hamad, Jorge Salem, Tomás Tame y los hermanos Teodoro, Alberto y Juan Yagman. En el listado también aparecían árabes que trabajaban en Ovalle, como Anais Abdón, Gabriel Salvador Álamo, Jorge Hazbun, Salim Salvador, Froilán Yagnam, Salomón Curá, Enrique Sarrás, Selim Tuma, Jacob Pichara. Desde Monte Grande arriba Emilio Salomón (Gabriela Mistral era su amiga 16
personal y ambos solían conversar en portugués). Desde San Felipe, Manuel Lolas y Salvador Meruane. Desde Coquimbo, Antonio Shbeir, Eduardo Muad, Jorge Chocair, Anis Aoun, Mirchid Bujalil. Desde La Serena, José Abraham, Esperidión Abdala, Ignacio Daire, Alberto Isa Daud, José Helo, Jorge Nazarala y Felipe Sfeir. Además llegaron al funeral otros árabes desde el centro y sur del país. De Nogales, Jorge Eltit y Vicente Manzur. Desde Llay‐Llay, Atala Lahssen. Desde Llo Lleo Salvador Atala. Y, finalmente, desde La Calera, Abraham Abuyres, Juan Amar, Nicolás Bichara, Abraham Chahuán, Roberto Issa, Juan Jadue, Elías Mussa, Alejandro Said, José Salem y el gran amigo y compañero de aventura de Felipe Nazer, Espir Chaguán, quien asistió junto a toda su familia. Aquel noble grupo de inmigrantes estuvo presente en los funerales de aquel palestino reconocido como patriarca entre los patriarcas. Y muchos de aquellos mismos árabes, en 1934 y en un sepelio menos concurrido, habían acompañado a Teodoro Dabed Majluf hasta su última morada, el primer palestino en instalarse en Illapel. VII: LOS INMIGRANTES TENÍAN NOMBRE FAMILIA NAZER (1947)
ALGUNAS DE LAS CARACTERÍSTICAS de los inmigrantes árabes era la tolerancia y la ausencia de todo afán hegemónico. Los primeros veinte o treinta años en Chile los emplearon en adaptarse al país, conocer sus costumbres, aprender el idioma y dedicarse a un arduo trabajo, identificándose con el destino de Chile. Sobre todo, se dedicaron al comercio para proveer del sustento a sus familias y educar a sus hijos. Pero este comercio poseía una singularidad: así como ya en los albores del siglo XVIII los franceses traían sedas de China, encajes de Flandes y linos de Holanda, los recientes inmigrantes ofrecieron mercaderías de gran consumo popular, ejercieron el oficio de comerciantes ambulantes yendo de oficina en oficina y 17
de oasis en oasis llevando productos que no disponían las pulperías, las cuales eran principalmente conformadas por negocios de las empresas salitreras donde el trabajador debía comprar obligatoriamente. Otros instalaron bazares con amplio surtido de mercaderías. Pronto el vendedor y los bazares se convirtieron en predilectos de las dueñas de casa, toda vez que ahí hallaban ropa interior para toda la familia, telas, calzado, útiles de costura, de aseo, juguetes y accesorios diversos; además, sus caseros turcos tenían buena voluntad para conseguir los encargos. ALGUNOS DE LOS INTEGRANTES DE LA PRIMERA
GENERACIÓN DE LA FAMILIA NAZER EN CHILE (1947) Poco a poco estos comerciantes fueron estableciendo negocios y sucursales, y ninguno de ellos se limitaba a esperar que la clientela acudiera hasta sus tiendas y paqueterías, sino que iban hasta el cliente, casa por casa, si era preciso. Este empeño dio frutos; es así como según estadísticas del año 1927 las inversiones árabes sobrepasaban los ochenta millones de pesos, en once mil establecimientos, equiparándose a las italianas y triplicando las yugoslavas. Por cierto, sus actividades fueron abarcando toda la geografía del largo territorio chileno. También hicieron sus primeros avances en la industria, comenzando con la textil, la banca y la política. Al mismo tiempo, se desarrolló el comercio en zonas urbanas como Valparaíso, la capital y otras ciudades. En Santiago, durante los años treinta a los cuarenta, la calle Rosas al llegar a Veintiuno de Mayo se había convertido en centro de comerciantes al por mayor, ante los cuales acudían representantes de todas las provincias a proveerse del más variado conjunto de mercaderías para surtir los locales de sus ciudades. 18
No obstante lo reseñado, el flujo migratorio árabe a Chile no fue de gran magnitud. Se calcula que el total de árabes que llegó a asentarse al país, entre los años 1885 y 1950, fluctuó entre 8 mil y 10 mil personas, de los cuales alrededor de un 50 por ciento era de origen palestino, un 30 por ciento sirio y el 20 por ciento restante libanés. Hasta antes de la apertura del Canal de Panamá (1914) el itinerario de la cadena migratoria árabe se iniciaba en los puertos de Beirut, Haifa y Alejandría, pasando por Marsella o Génova hasta llegar a Buenos Aires, desde donde continuaban su viaje cruzando la cordillera a lomo de mula o en el tren trasandino. El año 2000 se conmemoraron los cien años de la llegada del inmigrante Palestino. Hace ciento siete años Chile aún vivía de las cuantiosas entradas provenientes del salitre, pero muy pronto esta industria iba a tener una estrepitosa caída con la invención del salitre sintético. No es casual entonces, como ya se dijo, que algunos inmigrantes iniciaran sus actividades en ciudades, oficinas salitreras y poblados del Norte Grande y, ya en 1907, el censo consignaba mil setecientos ciudadanos de ese origen entre Arica y Copiapó. El desierto más árido del mundo no los arredró, pues estaban acostumbrados a una tierra donde escasea el agua y se debe enfrentar rigores. Sin embargo, la mayor parte se radicó en Santiago, Valparaíso, Talca y otras ciudades del centro y sur del país. Era famoso el Hotel Majestic donde los paisanos alojaban y además podían contar con un restaurante de comida árabe, sin tener mayores dificultades con el idioma. Muchos de los descendientes siguieron el camino de las profesiones liberales, principalmente derecho y medicina, de acuerdo con la inclinación de esa época, sin cesar de integrarse a su patria de adopción, elegida por sus padres. Luego fueron abrazando otras carreras que requerían estudios superiores. No vacilaron en participar en todas las actividades de la vida social y pública, como la familia Nazer que no sólo ha hecho un aporte en las más variadas profesiones, sino también en la diplomacia, el comercio, la empresa, la religión, el campo académico, la política, el deporte, la historiografía, la banca, el arte y la literatura. Durante 1941 se realizó el llamado Censo personal de los que hablan árabe en Chile, publicado ese año en la ya mencionada Guía Social de la Colonia Árabe en Chile, a través del cual se pudo conocer de la existencia en el país de 1.206 familias palestinas —que reunían a 6.590 personas— provenientes de Beit Jala (430), Betlehem (417), Jerusalem (57), Taibeth (5), Gifna (8), Ramalah (4) y otros pueblos (240). También se constató que había 706 familias sirias —que concentraban a 3.520 personas— provenientes de Homs (322), Safita (67) y otros pueblos (317). Además existían 448 familias libanesas —que reunían a 2.129 personas— provenientes de Akura (26) y otros pueblos (422). Algunos datos adicionales interesantes es que los hijos de árabes casados constituían 150 familias con 512 personas, y habían en el país 6 abogados, 3 constructores civiles, 12 cirujanos dentistas, 13 farmacéuticos, 8 ingenieros, 2 matronas, 55 médicos titulados e internos, 6 sacerdotes y 9 contadores auditores. Sobre las actividades comerciales, habían 150 dedicados a frutos del país, 6 agentes de automóviles, 2 agentes de aduana, 60 agricultores, 8 instalados con farmacias, 8 con hoteles, 6 con joyerías y relojerías, 1000 con tiendas y paqueterías, 10 con sastrerías, 19
2 vinicultores, 1 vidente, 2 gasfiteros, 4 mecánicos, 9 mineros, 5 periodistas, 45 rentistas, 3 tipógrafos, 180 en actividades industriales, 5 empresarios dedicados al teatro, 5 empresarios dedicados a la electricidad y 4 en curtiembre. Entre 1938 y 1939, la distribución de los árabes en la actual Región de Coquimbo era la siguiente (las edades consignadas corresponden al año 1940): ANDACOLLO CHOCAIR, Anis Nacido en Chuefat (Líbano), de 27 años de edad, llegó a Chile en 1930, es comerciante establecido (almacén, calle Urmeneta 201). GIACAMAN, Antonio Nacido en Betlehem (Palestina), soltero de 43 años de edad, llegó a Chile en 1911, es comerciante establecido (tienda y sastrería La Baratura, calle Urmeneta 217). GIACAMAN, José Nacido en Betlehem (Palestina), de 36 años de edad, llegó a Chile en 1923. Casado con la chilena Floridelia, es comerciante establecido (tienda y sastrería La Baratura, calle Urmeneta 217). GUERRA, Félix Nacido en El‐Metein (Líbano), de 65 años de edad, llegó a Chile en 1895 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Urmeneta). Casado con la libanesa Rosa, sus hijos son Tannus de 35 años de edad, Raquel de 32, Carlos de 30, Julia de 25, Marta (casada) de 20, y Taufic, de 19 años. MUHY, Abdelkrin Nacido en Safita (Siria), de 40 años de edad, llegó a Chile en 1931 y es comerciante establecido en calle Urmeneta 203. Casado con la chilena Angelina, sus hijos son María de 4 años de edad, y Esat de 3 años. SFEIR, Miguel Nacido en Kasruan (Líbano), casado de 53 años de edad, llegó a Chile en 1906 y es comerciante establecido en calle Urmeneta. CANELA SAHLIE, Manssur Nacido en Taibeth (Palestino), de 60 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido. Casado con la palestina Afife, su hijos son Nagib de 34 años de edad, y Bichara de 32 años. COGOTÍ ATALA, José Nacido en Bet‐Sahur (Palestina), casado, 5 hijos, es comerciante. 20
COMBARBALÁ CHALHUB, Raúl Nacido en Kosba (Libano), de 39 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Bandera Verde, calle Comercio). Casado con la libanesa Sara, su hijo es Fouad, de 4 años de edad. HAMAD, Hahmud Nacido en Ramón (Palestina), soltero de 28 años de edad, llegó a Chile en 1931 y es comerciante establecido (tienda y paquetería en calle Comercio). MELEJ, Arturo Nacido en Chile, de 32 años de edad y es abogado. Casado con la chilena Lola, sus hijos son Sylvia de 5 años de edad, y Sonia de 4 años. NAZER, Pedro Nacido en Taibeth, de 44 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Chilena, calle Comercio 412). Casado con la chilena Rosalba, sus hijos son Rebeca de 16 años de edad, Teodoro de 15, Elsa de 13, Fanny de 12, Mausie de 11, Sylvia de 9, Andrés de 6, Rosalba de 3, y Faride de 1 año. EN LA IMAGEN SE APRECIA EL MATRIMONIO DE ROSA AGUILERA, HIJA DE
JUANA AGUILERA Y SELIM NAZER, QUIEN SE APRECIA PARADO EN EL SECTOR
IZQUIERDO DE LA FOTOGRAFÍA. NAZER, Selim Nacido en Taibeth, de 45 años de edad, llegó a Chile en 1925 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Cometa, calle Comercio). Casado con la palestina Nasra, sus hijos son Zakía de 17 años de edad, Jacob de 12, Elena de 10, Amín de 8, Nicolás y Victoria de 4, Emilia de 3, y Jorge de 1 año. SALEM, Jorge Nacido en Taibeth, de 60 años de edad, llegó a Chile en 1922 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Comercio). Casado con la palestina María, su hija es Ida de 28 años de edad. 21
TAME, Tomás Nacido en Kleia (Libano), de 45 años de edad, llegó a Chile en 1913 y es comerciante establecido (abarrotes y licores, calle Comercio 609). Casado con la chilena Juana, sus hijos son María de 11 años de edad, Karima de 7, y Abdón de 6 años. YAGNAM, Teodoro Nacido en Taibeth, de 55 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Comercio). Casado con la palestina Elena, sus hijos son Tomás de 20 años de edad, Jorge de 17, Chafica de 15, y Ana de 8 años. YAGNAM, Juan Nacido en Taibeth, de 48 años de edad, llegó a Chile en 1924 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Ideal, calle Comercio). Casado con la palestina María Hortensia Nazer, sus hijos son Elena de 18 años de edad, José de 16, Víctor de 10, Constancia de 6, y Carlos de 4 años. YAGNAM, Alberto Nacido en Taibeth, de 44 años de edad, llegó a Chile en 1920 y es comerciante establecido (abarrotes, tienda y paquetería, calle Comercio). Casado con la palestina Catrina, sus hijos son Elena de 20 años de edad, Albertina de 12, Alberto de 11, Kamel de 10, María de 3, y Badiha de 2 años. COQUIMBO ANA, Salomón Nacido en Akura (Líbano), de 57 años de edad, llegó a Chile en 1902 y es comerciante establecido. AOUN, Anis Nacido en Homal (Líbano), de 33 años de edad, llegó a Chile en 1927 y es industrial de bebidas gaseosas (calle Henríquez esquina Varela). Casado con la chilena Edilia, sus hijos son José de 8 años de edad, Hernán de 6, Alfonso de 4, y Fernando de 1 año. APEY, Jorge Nacido en Chile, de 28 años de edad y es comerciante, agricultor e industrial de pescado (avenida Bernardo Ossandón). Vive con su madre y cuatro hermanos. ARABIA, David Nacido en Safita (Siria), de 45 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería Arabia, calle Pinto 1632). Casado con la chilena Orfilia, sus hijos son Raquel de 21 años de edad, Osvaldo de 19, Elena de 16, René de 14, Olga de 12, Cristina de 7, y Antonio de 4 años. ARABIA, Miguel Nacido en Safita, de 45 años de edad, llegó a Chile en 1926 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Aldunate 1349). Casado con la chilena María. 22
ASSEF, Manuel BACHE, Jorge Nacido en Safita, de 58 años de edad, llegó a Chile en 1898 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Aldunate 1400). Viudo, su hija es Elena de 22 años de edad. BUJALIL, Antonio Nacido en Safita. BUJALIL, Mirchid Nacido en Safita, soltero de 58 años de edad, llegó a Chile en 1928 y es comerciante establecido (abarrotes Las Dos Ruedas, calle Pinto 1499). CHAHIN, Cecilio CHOCAIR, Abraham Nacido en Chuefat (Líbano), de 32 años de edad, llegó a Chile en 1927 y es comerciante establecido (tienda de ropa confeccionada, calle Henríquez 287). Casado con la chilena Herminia, sus hijos son Lily de 8 años de edad, Elsette de 5, y Rodolfo de 4 años. CHOCAIR, Elías Nacido en Chuefat, soltero de 26 años de edad, llegó a Chile en 1935 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Enrique Combaral 189). CHOCAIR, Jorge Nacido en Chuefat, de 44 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Aldunate 1501). Casado con la libanesa Fadwa. GONZÁLEZ, Alejandro Martínez Nacido en Safita, soltero de 43 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es agricultor mayorista de frutos del país, calle Aldunate 1207). GUERRA, Salvador Nacido en El‐Metein (Líbano), soltero de 52 años de edad, llegó a Chile en 1906 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Aldunate 1202). KARQUE, Miguel Nacido en El‐Metein, de 38 años de edad, llegó a Chile en 1922 y es comerciante establecido (frutos del país, calle Henríquez 490). Casado con la argentina Emilia, sus hijos son Boris de 6 años de edad, y Gary de 3 años. MAYER, Salomón Nacido en Zahle (Líbano), de 63 años de edad, llegó a Chile en 1900, es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Bilbao 438). Casado con la libanesa Mary, sus hijos son Alicia de 14 años de edad, Antonio de 12, Julieta de 11, Sonia de 10, Ernesto de 9, y Alejandro de 7 años. NIEME, Salomón Marun Nacido en Deyr‐El‐Camar (Líbano), de 58 años de edad, llegó a Chile en 1905 23
y es comerciante establecido (mayorista de frutos del país, calle Aldunate 1601). Casado con la chilena Dolores, sus hijos son César de 33 años de edad, Alberto de 29, Carlos de 28, Yalila de 5, y Eduardo de 4 años. MOUKARZEL, Pedro Nacido en Panamá, de 35 años de edad, llegó a Chile en 1923, es comerciante establecido (importación y exportador de frutos del país, calle Borgoña 457). Casado con la libanesa Mary, sus hijos son Mauricio de 9 años de edad, Nelly de 7, y Sergio de 2 años. MUAD, Pablo Nacido en Chiah (Líbano), de 52 años de edad, llegó a Chile en 1913 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Jardinera, calle Aldunate 1299). Casado con la libanesa Habula, sus hijos son Abdo de 28 años de edad, y Saida de 26 años. MUAD, Samuel Nacido en Kasruan (Líbano), de 55 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Aldunate 1309). Casado con la libanesa Elia, sus hijos libaneses son María (casada), Yusef, Josefina, Carmela y Lita, y los chilenos; Gabriel, Laura y Michel. MUAD, Eduardo Nacido en Chiah, soltero de 47 años de edad, llegó a Chile en 1913 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Camelia, calle Aldunate 1309). MUAD, Alberto Nacido en Chiah, de 51 años de edad, llegó a Chile en 1913 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Rosa, calle Aldunate). Casado con la chilena Julia, sus hijos son Eduardo de 5 años de edad, y Milano de 2 años. NAZAR, Antonio NUMAIR, Habib Nacido en Zahle (Líbano), de 75 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Palma, calle Aldunate 1091). Casado con la libanesa Anima, sus hijos son los libaneses Rachid de 36 años de edad, Michel de 32, y los chilenos Mary de 29 (casada), Rachiada de 28 (casada), y Jorge de 13 años. SHBEIR, Antonio Nacido en Harat‐Hreida (Líbano), de 50 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es agricultor propietario del fundo El Porvenir, a 5 kilómetros de Coquimbo). Casado con la libanesa Celina, sus hijos son Esther de 14 años de edad, Minerva de 10 años, y Antonio de 12 años. 24
ILLAPEL ABUGOCH, Juan Nacido en Beit‐Jala (Palestina), de 65 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Cabro Juan, calle Constitución). Casado con la palestina Sabina, sus hijos son Juan de 26 años de edad, Juana de 24, Emilia 18, Rosa de 15, Elías de 11, Elba de 10, y María de 8 años. ABUGOCH, Miguel Nacido en Beit‐Jala, de 32 años de edad, llegó a Chile en 1925 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Gallo, calle Constitución 411 al 415). Casado con la palestina Elena, su hija es Elena Miriam de 4 años. CHADID, Antonio Nacido en Tanurin (Líbano), de 60 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Tigre, calle Constitución 425). Casado con la libanesa Saida, sus hijos libaneses son Jorge (casado) de 36 años de edad, María de 35, Yusef de 32, y los chilenos Juana de 28, Clementina de 26, Elba de 10, y María de 8 años. También tiene a Pedro de 31 años, de madre chilena. CHALHUB DAUSCH, Charlito Nacido en Tanurin, de 44 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Verdad, ubicada en Constitución esquina la avenida Los Naranjos). Casado con la libanesa Catalina Zammour, sus hijos son los libaneses Carlos (casado), Nabih (ingeniero), y los chilenos Ricardo y Farid (hasta 2008 vivía en Quillota). DABED, Nicolás Nacido en Beit‐Jala, de 61 años de edad, llegó a Chile en 1906 y un año después se instaló como agricultor en el fundo Las Cocineras, con oficina en avenida Ignacio Silva 228. Casado con la chilena Blanca, sus hijos son Selim (casado) de 25 años de edad, Isabel (casada) de 14, Gabina de 19, Guillermo de 17, Farin de 16, y Alejandro de 14 años. DABED, David Nacido en Beit‐Jala, de 41 años de edad, llegó a Chile en 1925 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Constitución 737). Casado con la palestina Helva, sus hijos son Taufic de 20 años de edad, Juan de 17, Salvador de 13, Rosa de 9, y Waldo de 1 año. DABED VILLALOBOS, Emilio Nacido en Chile, es ferretero. Casado con la chilena Zaida Portillo. DABED, Elena DABED, Alejandro DABED MAJLUF, Teodoro Nacido en Beit‐Jala llegó a Chile en 1906 cuando tenía 31 años de edad y fue comerciante hasta su fallecimiento acaecido el 24 de octubre de 1934. A poco 25
tiempo de instalarse con un local comercial en Illapel financia los pasajes a sus hermanos para que desde Palestina viajen a ese pueblo nortino; los que llegan son Nicolás, Jorge, David, Juana, Ana, María y Emilia. Estuvo casado con la salamaquina Rosa Villalobos (de padres illapelinos), y sus hijos son Helena Rosa, Teodoro, Emilio, Victoria Rosa y Alejandrina Rosa. En 1918 regresa con su familia a Palestina y en Beit‐Jala instala El águila del Pacífico, una empresa de importaciones, pero en 1930, al cambiar las condiciones políticas en Palestina, decide regresar para siempre a Illapel, arribando en el velero Horacio a Valparaíso, junto a su esposa e hijos. DABED, Jorge DABED, Juana DABED, María DABED, Emilia DABED, Ana DACHER, Miguel DOMÍNGUEZ, Jorge Nacido en Tanurin, de 72 años de edad, llegó a Chile en 1911 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Constitución 456). Casado con la libanesa Sara, sus hijos libaneses son Juan (casado) de 40 años de edad, Mirchid (casado) de 31, y los chilenos Domingo de 28, y Sara (casada) de 25 años. GUERRA, Jorge Por razones políticas al llegar a Chile en 1911 se cambia el nombre y apellido, pero es hermano de Charlito Chalhub. Nacido en Tanurin, de 48 años de edad, es comerciante establecido (tienda y paquetería 43, calle Constitución 414). Viudo, sus hijos son los libaneses José y Odette. HARB, Dib Hermano de Charlito Chalhub y Jorge Guerra, también nace en Tanurin; de 53 años de edad, llegó a Chile en 1924 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Constitución 493). Casado con la libanesa Marta, su hijo libanés es Raúl (casado) de 29 años de edad, y las chilenas Saida de 16, y Laila de 15 años. HARB, George Hermano de Charlito Chalhub, Jorge Guerra y Dib Harb, nacido en Tanurin, soltero de 40 años de edad, llegó a Chile en 1936 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Reina, calle Constitución 401 al 407). Más tarde se casaría con la libanesa que vivía en Illapel Clementina Chadid, con quien tiene dos hijas: Catty y Rose. Durante la década de los años ’70 toda la familia regresa al Líbano, quedando sólo la hermana de Clementina, María Chadid (soltera), quien vende la propiedad ubicada en Constitución 455, a Waldo y Jaime Nazer Esbir. 26
NAZER SALAH, Andrés Nacido en Taibeth, de 40 años de edad, llegó a Chile en 1923 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Flor de Chile, calle Constitución 551 al 566). Casado con la palestina Miriam, sus hijas son Jadra de 5 años de edad, y Tatiana de 3 años. EN LA IMAGEN SE APRECIA A EMILIO NAZER HERRERA, HIJO DE FELIPE
NAZER SALAH, JUNTO A SU NIETA GIORDANA DAVID NAZER (2007) NAZER SALAH, Felipe Nacido en Taibeth (1887), de 54 años de edad, llegó a Chile por primera vez en 1910 y posteriormente en 1914, es comerciante establecido (tienda y paquetería Casa Nazer, calle Constitución 512). Casado con la chilena Elvira Herrera, sus hijos son Alfonso de 16 años de edad, Julio de 14, Emilio de 12, Guillermo de 10, Fernando de 8, y Marta de 7 años (luego nacería Eduardo). NAZER SALAH, Víctor Nacido en Taibeth (1910), de 31 años de edad, llegó a Chile en 1928 y es comerciante establecido (tienda y menaje La Catedral, calle Constitución 599). Casado con la hija de sirio y saudita Zarina, su hija es Maritza de 6 meses de edad. EN LA IMAGEN SE APRECIA A
WALDO NAZER ESBIR, HIJO DE
VÍCTOR NAZER SALAH (2006) SAGLIE, Nallip Nacido en Taibeth, de 32 años de edad, llegó a Chile en 1934 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Palestina, calle Constitución 500). Casado con la siria Victoria, sus hijos son Julia de 2 años de edad, y Pedro Jaime 1 año. SAGLIE, Vicente Nacido en Taibeth, de 54 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante 27
establecido en el pueblo de Canela (abarrotes, calle Comercio). Viudo, sus hijos son el palestino Óscar de 30 años de edad, y los chilenos Amable de 15, Gladis de 13, y Helia de 11 años. SAHID, Pedro Nacido en Taibeth, de 39 años de edad, llegó a Chile en 1921 y es comerciante establecido (frutos del país, agente de la Casa Kulenkampf y Knoop y distribuidor de la marca de vehículos Chevrolet, calle Constitución 320 al 336). Casado con la hija de palestinos Isabel, sus hijos son Chela de 10 años de edad, Pedro de 9, Olga de 7, Sonia de 5, y Sergio de 3 años. SHARAF, José Nacido en Deir‐Sharaf (Palestina), de 42 años de edad, llegó a Chile en 1925 y es comerciante establecido (calle Constitución). POZA, Dabed Nacido en Beit‐Jala, de 48 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (tienda y zapatería El Sol, calle Constitución 705 al 709). Casado con la palestina Sara, sus hijos son Nicolás de 15 años de edad, Emilio de 13, Alejandro de 11, Leila de 7, e Isabel de 5 años. LA SERENA ABRAHAM, José Nacido en Safita, de 55 años de edad, llegó a Chile en 1911 y es comerciante establecido (tienda y zapatería, calle Andrés Bello 23). Viudo, sus hijos son José (casado) de 22 años de edad, María de 18, Ismael de 17, y Pedro de 15 años. ABDALA, Esperidión Nacido en Safita, de 48 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Cienfuegos 647). Casado con la siria Tacla, sus hijos son Fernando de 13 años de edad, y José de 8 años. ANAIS, Antonio ANAIS, Jorge APEY, Alfredo ASSE, Óscar Nacido en Safita, de 32 años de edad, llegó a Chile en 1926 y es comerciante establecido (tienda y paquetería Media Luna, calle Cordovez 518). Casado con la hija de sirio Salwa. DAIRE, Manuel Nacido en Safita, de 27 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda y paquetería Ferrocarril, calle Cordovez 218). Casado con la chilena Ita, su hija es Mazna de 5 años de edad. DAIRE, Ignacio 28
Nacido en Safita, de 55 años de edad, llegó a Chile en 1927 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, Andrés Bello). Casado, su hijo es Selim de 26 años de edad. DAIRE, Salomón DAUD, Ismael Nacido en Safita, soltero de 33 años de edad, llegó a Chile en 1927 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, avenida Matta 666). DAUD, Alberto Isa Nacido en Safita, soltero de 40 años de edad, llegó a Chile en 1928 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Andrés Bello 42). DAUD, Mahmud Nacido en Safita, soltero de 29 años de edad, llegó a Chile en 1939 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Juan de Dios Pení). DAUD, Isaías Nacido en Safita, de 70 años de edad, llegó a Chile en 1904 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Andrés Bello 42). Casado con la chilena Meche. DAUD, Ignacio FERES, Isaías Nacido en Kousba‐El‐Cura (Líbano), de 50 años de edad, llegó a Chile en 1909 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Serenense, calle Cienfuegos 228). Casado con la libanesa Julia, sus hijos son Emilio (médico, casado) de 29 años de edad, Olga de 27, Nicolás de 24, María de 22, Alberto de 18, Elías de 16, Antonio de 14, Miguel de 12, Alicia de 10, y Raúl de 7 años. FERES, José Nacido en Duma (Líbano), de 36 años de edad, llegó a Chile en 1909 y es empresario (calle Arturo Prat 525). Casado con la hija de libanés Elna, sus hijos son Eduardo de 6 años de edad, y Sergio de 4. GOMEZ, Ángel Nacido en Safita, de 48 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (abarrotes, calle Brasil 702). Casado con la chilena Rosa, su hijo es Mario de 14 años de edad. GOMEZ, Antonio GONZÁLES, Salomón HASSAN, Salomón Saleh Nacido en Safita, soltero de 34 años de edad, llegó a Chile en 1926 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle O’Higgins 587). HASSAN, Alí Salech 29
Nacido en Safita, de 36 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle O’Higgins 527). Casado con la siria Emilia, sus hijos son Salem de 24 años de edad, María de 18, Ismael de 17, y Pedro de 15 años. HELO, José Nacido en Kafrun (Líbano), de 56 años de edad, llegó a Chile en 1902 y es comerciante establecido (bodega, calle Brasil 707). Casado con la libanés Hasibe. HUAZAN, Miguel Nacido en Safita, soltero de 40 años de edad, llegó a Chile en 1928 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Sol, calle Cordovez 618). HUAZAN, José Nacido en Safita, soltero de 30 años de edad, llegó a Chile en 1928 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Sol, calle Cienfuegos 158). HUAZAN, Domingo Nacido en Safita, soltero de 25 años de edad, llegó a Chile en 1931 y es comerciante (tienda y paquetería El Sol, calle Cordovez 618). HUAZAN, Jorge Nacido en Safita, soltero de 40 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Sol, calle Cordovez 618). JACOBO, Elías Nacido en Safita, de 62 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es rentista (calle Balmaceda 412). Casado con la siria Sara, sus hijos son Félix (médico) de 27 años de edad, David (ingeniero) de 25, Bsharo de 23, Marta de 21, Roberto de 15, Fidel de 13, Hijda de 12, y Elías de 9 años. JALUFF, Germán Nacido en Safita, de 52 años de edad, llegó a Chile en 1905 y es rentista (calle Cordovez 516). JALUFF, Antonio Nacido en Safita, de 60 años de edad, llegó a Chile en 1902 y es comerciante establecido (tienda y paquetería Estrella del Oriente, calle Cordovez). Casado con la árabe Raquel, sus hijos son Hachem de 40 años de edad, Esper de 28, Hilda de 24, Antonio de 23, Carmen de 22, y Eduardo de 20 años. MARUF, Alí Nacido en Safita, soltero de 39 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Juan de Dios Pení 290). NAZARALA, Jorge Nacido en Safita, soltero de 40 años de edad, llegó a Chile en 1927 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Rosa Chilena, calle Arturo Prat 660). NAZARALA, Ignacio 30
NAZARALA, Juan RICHI, Jaime Nacido en Safita, soltero de 32 años de edad, llegó a Chile en 1926 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Juan de Dios Pení 361). SALMA, José Nacido en Safita, soltero de 28 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es empresario minero y comerciante establecido (tienda y paquetería Ferrocarril, Cordovez 670). SALES, Amador SALES, Manuel SALECH, Ernesto SFEIR, Felipe Nacido en Kasruan (Líbano), de 43 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es empresario minero y comerciante establecido (tienda y paquetería La Princesa, calle Gandarillas 1007). Casado con la yugoeslava Lucy, sus hijos son Juana de 19 años de edad, Zarif de 28, Dorina de 12, y Latif de 7 años. SFEIR, Nagle Nacido en Kasruan, de 34 años de edad, llegó a Chile en 1924 y es comerciante establecido (tienda y sastrería El Cóndor, calle Cantournett 932). Casado con la hija de palestino María, sus hijos son Jorge de 6 años de edad, y Alfonso de 3 años. SFEIR, Majid Nacido en Kasruan, soltero de 38 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es empresario minero y comerciante establecido (tienda y paquetería La Princesa, calle Gandarillas 1007). SLAIBE, Elías ZACARÍAS, Rachid LOS VILOS HELO, Antonio ISE, Salvador NAZER, Juan Nacido en Taibeth y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Colombiana, avenida Caupolicán). HISSI, Juan Nacido en Beit‐Jala le dicen El Capitán y es comerciante establecido (tienda y paquetería, avenida Caupolicán) 31
MONTEGRANDE SALOMÓN, Emilio Nacido en el Líbano MONTEPATRIA JUSI, Chiple JALAF, Ignacio GONZÁLEZ, Alejandro SALOMÓN, Emilio OVALLE ABDÓN, Anais Nacido en Bet‐Melat (Libano), de 44 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Independencia 595). Casado con la chilena Aurora, sus hijos son Rebeca de 17 años de edad, Abdo de 15, Teresa de 14, Juanita de 11, Anuar de 9, Farid de 5, y Angelita de 3 años. ABUFUM, Teodoro Nacido en Beit‐Jala, de 57 años de edad, llegó a Chile en 1903 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Reina de las Medias, calle Vicuña Mackenna 209). Casado con la palestina María. ÁLAMO, Felipe Nacido en Beit‐Jala, de 66 años de edad, llegó a Chile en 1906 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 1). Casado con la palestina Matilde, sus hijos son Alsohann de 25 años de edad, Isaac de 24, Emilia (casada) de 23, Jacob de 22, Elías de 18, José de 15, Sara de 13, Alfredo de 11, y Adriana de 3 años. ÁLAMO, Abraham Nacido en Chile, de 25 años de edad y es comerciante (abarrotes, calle Vicuña Mackenna 1). Casado con la hija de palestino Elena, su hijo es Faruk. ÁLAMO, Salvador Nacido en Beit‐Jala (Palestina), de 27 años de edad, llegó a Chile en 1930 y es comerciante establecido (tienda, paquetería y depósito de medias, calle Vicuña Mackenna 199). Casado con la palestina Emilia, sus hijos son Ana de 4 años de edad, Nasim de año y medio, y Chafic de 6 meses. ÁLAMO, Teodoro Nacido en Beit‐Jala, de 58 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 199). Casado con la palestina Catrina, sus hijos palestinos son Miriam (casada) de 35 años de edad, Salvador de 27 (casado) y Sara (viuda) de 25 años, y el chileno Najle de 32
11 años. ÁLAMO, Alberto Nacido en Beit‐Jala, de 50 años de edad, llegó a Chile en 1911 y es comerciante establecido (tienda y abarrote La Bella Jardinera, calle Vicuña Mackenna 155). Casado con la palestina María, sus hijos son Raquel de 17 años de edad, Walda de 15, Widad de 14, Violeta de 11, Nicolás de 9, Eliana de 7, Farida de 4, Margarita de 3, y Lucy de 6 meses. ÁLAMO, Gabriel Salvador Nacido en Beit‐Jala, de 38 años de edad, llegó a Chile en 1920 y es comerciante establecido (tienda y abarrote El Cometa, calle Benavente 1). Casado con la palestina Sara, su hija es Graciela. ÁLAMO, Jacob Nacido en Beit‐Jala, de 40 años de edad, llegó a Chile en 1920 y es comerciante (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 155). Casado con la palestina Emilia. CHOCAIR, Kaiser Nacido en Chuefat (Líbano), de 53 años de edad, llegó a Chile en 1906 y es comerciante establecido (frutos del país, calle Aristía 1). Viudo, sus hijos son Humberto y Adid, ambos de 11 años de edad. GOUHANEH, Alejandro Nacido en Jaffa (Palestina), de 53 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante e importador (frutos del país, calle Arauco 295). Casado con la palestina Wedad, sus hijos son Abdala de 22 años de edad, Sahada de 19, Aída de 10, Nitzi de 5, y Alejandro de 4 años. HAZBÚN, Jorge Nacido en Betlehem (Palestina), de 50 años de edad, llegó a Chile en 1911 y es comerciante establecido (tienda y sastrería, calle Vicuña Mackenna). Casado con la palestina Catrina, su hija es Elena. JACOB, Salvador Nacido en Beit‐Jala, de 53 años de edad, llegó a Chile en 1907 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Gato Negro, calle Vicuña Mackenna 298). Casado con la palestina Aziza, sus hijos son Wadi de 26 años de edad, Sara de 24, Inés de 22, Jorge de 20, Julia de 18, Nazir de 16, Norma de 14, Laura de 12, Lucila de 10, Raquel de 8, Mario de 5, y Tito de 3 años. JACOB, José Nacido en Beit‐Jala, de 57 años de edad, llegó a Chile en 1907 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Tulahuén). Casado con la palestina María, sus hija palestina es Emilia (casada) de 34 años de edad, y los chilenos Gabriel (casado) de 32, Miguel de 30, Julia de 28, Lidia de 24, Rafael de 18, y Olga de 17 años. JACOB, Gabriel Nacido en Chile, de 32 años de edad y es comerciante (tienda y paquetería, Tulahuén). Casado con la libanesa Norma, sus hijos son Cecilia de 3 años de 33
edad, y Gloria de 1 año. MISLE, Nuncio Nacido en Beit‐Jala, de 50 años de edad, llegó a Chile en 1907 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Sol, calle Vicuña Mackenna 227). Casado con la palestina Anastasia, sus hijos son Jorge de 15 años de edad, Elías de 13, María de 11, Juana de 9, Sirriya de 7, Gabriel de 6, y Fouad de 2 años. MASRE, Salvador Nacido en Beit‐Jala, de 54 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Libertad 491). Casado, tiene 5 hijos. MISLE, Anna Nacido en Beit‐Jala, de 45 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 263). Casado con la palestina Nehme, sus hijos son Elías de 14 años de edad, Jorge de 14, Rosa de 9, Mario de 8, y Emilia de 3 años. SACA, Santiago Nacido en Beit‐Jala, de 47 años de edad, llegó a Chile en 1912, es comerciante establecido (tienda y paquetería El Gallo, calle Vicuña Mackenna 205). Casado con la palestina Milade, sus hijos son Jorge de 22 años de edad, María de 18, Catalina de 16, Emilia de 14, Nicolás de 11, Rosa de 10, Elías de 7, Efoade de 5, Julia de 3, y Silvia de 1 año. SALVADOR, Alejandro Nacido en Chile, de 22 años de edad y es comerciante establecido (agente de radios RCA VICTOR, calle Vicuña Mackenna 32). Casado con la hija de palestino María. SALVADOR, Amador Nacido en Beit‐Jala, de 32 años de edad, llegó a Chile en 1915 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Colmena, calle Vicuña Mackenna 101). Casado con la hija de palestinos Margarita, sus hijos son Marlene de 6 años de edad, Karin de 4, y Farid de 2 años. SALVADOR, Antonio Awuad Nacido en Chile, de 27 años de edad y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Gran Vía, calle Vicuña Mackenna 241). Casado con la hija de palestinos Victoria, sus hijos son Eduardo de 4 años de edad, y Miguel de 10 meses. SALVADOR, Emilio Nacido en Chile, de 26 años de edad y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 101). Casado con la hija de palestinos Emilia, sus hijos son Nazira de 6 años de edad, Nazir de 5, Anwar de 3, y Fakir de 1 año. SALVADOR, Jorge Nacido en Beit‐Jala, de 38 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Colmena, calle Maestranza 101). Casado con la hija de palestinos Marta, sus hijos son Victoroa de 17 años de edad, Flor 34
de 16, Olga de 14, Inés de 11, Cayo de 10, Emma de 9, Elías de 8, Julia de 7, y Esther de 5 años. SALVADOR, José Nacido en Beit‐Jala, de 45 años de edad, llegó a Chile en 1909 y es comerciante establecido (tienda y paquetería La Colmena, calle Coquimbo 201). Casado con la chilena Hortensia, sus hijos son Emilio de 26 años de edad, Rosa de 20, y Matilde de 18 años. SALVADOR, Nicolás Nacido en Beit‐Jala, de 42 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Independencia 172). Casado con la palestina Sara, sus hijos son Julio de 17 años de edad, Juana de 16, Julia de 13, Yolanda de 10, Alberto de 8, Teodoro de 8, Abraham de 5, y Lalo de 3 años. SALVADOR, Selim Nacido en Beit‐Jala, de 42 años de edad, llegó a Chile en 1921 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 223). Viudo, sus hijos son Bichar de 16 años de edad, Olga de 12, y Yolanda de 8. SALVADOR, Teodoro Nacido en Beit‐Jala, de 75 años de edad, llegó a Chile en 1936 y es comerciante establecido (tienda y paquetería El Sol, calle Vicuña Mackenna 223). Casado en Palestina, sus hijos son Nicolás (casado) de 42 años de edad, y Selim de 34 años. SALVADOR, Víctor Nacido en Beit‐Jala, de 31 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Vicuña Mackenna 557). Casado con la hija de palestinos Esther. YAGNAM, Froilán Nacido en Taibeth, de 52 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante mayorista (frutos del país, calle Aristía 200). Casado con la chilena Clementina, sus hijos son Juan de 22 años de edad, Elena (casada) de 20, y Pedro de 10 años. YUSARY, Cipriano Nacido en Jaffa (Palestina), soltero de 46 años de edad, llegó a Chile en 1912 y es industrial (bebidas gaseosas, calle Arauco 346). ÁLAMO, Nuncio Nacido en Beit Jala, es comerciante. ÁLAMO, Moisés Nacido en Beit Jala, es comerciante. ÁLAMO, Juan Nacido en Beit Jala, es comerciante. ALLUP, Jorge 35
CURÁ, Salomón CHELEN, Antonio DAIRE, Amador MISLE, Gabriel Nacido en Beit Jala, es comerciante. NAZRY, David NAZRY, Salvador PICHARA, Jacobo Nacido en Beit Jala, es comerciante. SARRAS, Enrique Nacido en Beit Jala, es comerciante. SFEIR, Simón Nacido en el Líbano, es comerciante. TUMA, Selim Nacido en Beit Jala, es comerciante. YUZ, Antonio SALAMANCA ABAS, José Nacido en Der‐Marn (Siria), de 55 años de edad, llegó a Chile en 1922 y es comerciante establecido. Casado con la chilena Carmela, sus hijos son Emilio de 14 años de edad, y Alberto de 7 años. AGUAD, Teodoro Nacido en Beit‐Jala, de 47 años de edad, llegó a Chile en 1910 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Bulnes 295). Casado con la chilena Carmela, sus hijos son Teodoro Segundo de 20 años de edad, Nagib de 19, y Guillermo de 4 años. AGUAD, Jorge Nacido en Beit‐Jala, de 36 años de edad, llegó a Chile en 1925 y es comerciante establecido (tienda y paquetería San Jorge, calle Bulnes). Casado con la chilena Elena Castillo, sus hijos son Anise de 13 años de edad, Sergio de 8, Jorge de 7, Fuad de 5, y Elena de 3 años. RAIAN, Ahmad Nacido en Ramon (Palestina), de 34 años de edad, llegó a Chile en 1926 y es comerciante (tienda y paquetería, calle Bulnes 375). Casado con la chilena Hortensia, sus hijos son Ahmad de 11 años de edad, Saker de 10, Sara de 9, 36
José de 5, y Halima de 4 años. RAIAN, Hamade Nacido en Ramon, soltero de 45 años de edad, llegó a Chile en 1914 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Bulnes 375). DABED, Miguel DABED, Jorge ODA, Juan ODA, Salvador Nacido en Chile, de 47 años de edad y es comerciante y agricultor (tienda y paquetería, calle Bulnes 202). Casado con la chilena Clotilde, sus hijos son Salvador Segundo de 20 años de edad, Emilio de 18, Elías de 16, y Luis de 14 años. TUMA, Salvador Nacido en Beit‐Jala, de 36 años de edad, llegó a Chile en 1934 y es comerciante establecido (tienda y paquetería, calle Bulnes 216). Casado con la hija de pelestino Neme, sus hijos son Carlos de 13 años de edad, Salomón de 9, Raquel de 5, y Karim de 3 años. ® LOS HECHOS NARRADOS EN ESTA CRÓNICA SON EL RESULTADO DE MIS RECUERDOS Y FRUTO DE LA LABOR DE RECABAR CIENTOS DE DOCUMENTOS [email protected]
reportaje exclusivo
DIARIO ELECTRÓNICO DAVID NOTICIAS
(30.01.2015)
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DIRECTOR Y EDITOR, SR. DAVID ALTAMIRANO
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