Ruta urbana por Esporles

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Ruta urbana por Esporles
Ruta urbana por Esporles PUNTO PARTIDA: Plaza de l’Ajuntament y calle Nou de Sant Pere Para empezar la visita os recomendamos partir de la Plaza de l’Ajuntament y la Iglesia de Sant Pere y seguir por la calle Nou de Sant Pere, uno de las calles comerciales del municipio, andando de espaldas a la fachada del templo. Hay que cruzar el torrente y después, a través de la placeta des Pla, subimos por las calles del Pont y de sa Costeta hasta lograr la Calle de Darrera sa Paret. Desde algunos lugares de esta calle se pueden contemplar vistas de gran extensión del pueblo –con la iglesia como centro‐ y de la Sierra. Si observáis las montañas cercanas, en un punto elevado del monte se encuentra la estatua blanca del Sagrat Cor de Jesús. La veréis si buscáis el punto más elevado del monte que hay detrás de la iglesia, mirando hacia el lado derecho. Esta es la montaña de sa Fita del Ram, de 833 metros de altura, un excelente mirador a la Sierra. Podréis encontrar esta excursión más adelante. Si os gusta andar y descubrir rutas de naturaleza, os animamos a realizar toda o una parte de estas excursiones a las cuales podéis acceder en esta zona: Excursión el Camí dels Pescadors (tramo del GR221): de Esporles al Port des Canònge Distancia: 7,1 kilómetros Durada estimada: tres horas Como llegar al inicio del camino: Continuáis hasta el final de la calle de Darrera sa Paret , a primeros de la calle de s’Avenc, y llegaréis a una zona de aparcamiento. Allá podréis ver los indicadores de inicio del camino. Puntos de interés: el mirador de Mirant de Mar , el Puente al Barranco de Son Dameto, las fábricas de cartón, la finca de Son Coll y, al final de la ruta, la llegada al Port des Canònge, un antiguo refugio de pescadores. Excursión al Coll de sa Basseta (tramo del GR221) : de Esporles al Coll de sa Basseta Duración estimada: una hora Como llegar al inicio del camino: Continuáis hasta el final de la calle de Darrera sa Paret hasta la calle Mateu Font. Si seguís por esta calle encontraréis los indicadores del camino al final. Puntos de interés: Fincas de Son Cabaspre, Son Dameto y Son Simonet, vistas al espectacular peñasco de Son Cabaspre (595 metros), la Font des Joncs, y el Coll de sa Basseta. Si seguimos la ruta urbana, podréis descubrir el encanto de los rincones escondidos del barrio de Son Torrat, una red de calles estrechas, cortas y sinuosas de un antiguo barrio dentro del entorno urbano, un tipo de isla urbana al margen del tránsito general del pueblo. Hay que bajar por los callejones de s’Avenc y de sa Pansa (que seguiremos hacia la derecha) para llegar a la zona de Son Torrat. El conjunto se articula en torno una calle principal en el que se abren callejones, adoquinados en algunos tramos, que conectan con las calles del Gorg y de Son Trobat. Tres inmuebles conservan restos de tejas pintadas en el alero, una expresión pictórica popular en Mallorca que pretendía ornamentar y proteger la casa del mal. Encontraréis inscripciones en las casas de la calle de Son Torrat, 9, y las de la calle del Gorg, 8 y 12. Paraos en este último, un callejón sin salida donde podréis observar con tranquilidad las fachadas de las casas y el entorno con sus bancales de olivar y huerta. La calle de Son Torrat nos traerá de nuevo hacia el centro siguiendo la calle Carrer Major hacía la izquierda y girando por la primera callecita de la derecha hasta llegar a la calle de Can Campos. Pasaremos primero por sobre el torrente y veremos a la derecha una amplia zona de aparcamiento donde antiguamente había localizada la fábrica de Can Campos, la más extensa del pueblo. Aprovechando la fuerza motriz de los saltos de agua y el antiguo sistema de molinos ya existentes desde la época medieval, se pudieron instalar varias fábricas textiles en la segunda mitad del siglo XIX. Por la calle de la Rectoria, donde se puede observar la fachada de y la maravillosa fuente de agua no potable que bordea la carretera, volveremos a Plaza de l’Ajuntament. Allá encontraremos la escultura de la artista Remigia Caubet, homenaje en la figura de la Filadora, representativa de las trabajadoras de las fábricas. Delante, las actuales oficinas de la Policía Local y la oficina bancaria a su lado nos recuerdan también el pasado industrial del municipio. La antigua farmacia y la fábrica textil de Can Fortuny ocupaban este edificio que se reconvirtió, con la voluntad de preservar el patrimonio de la población y poder mostrar la arquitectura y maquinaria de la época industrial. De la restauración hay que destacar la recuperación de un motor de gas pobre Crosley&Brothers del año 1909 y que funcionó en la fábrica de cartón de Can Magre de Esporles durante más de 70 años. Está expuesto y abierto a los visitantes dentro del edificio del Ayuntamiento. Continuaremos el itinerario por el Passeig del Rei y la Plaza del Jardinet, los puntos principales de encuentro de la población y dónde tienen lugar la mayoría de acontecimientos festivos y culturales. Allá encontraréis también el mercado semanal que se instala los sábados. Seguimos la carretera, conocida como la calle de Joan Riutort. Las fachadas poseen ornamentos de estilo modernista, muy decorativos, de mezcla de estilos: hierros forjados artísticos, formas modeladas en relevos escultóricos, mosaicos con baldosas de diferentes colores, etc. Subiremos la calle des Quarter hacia la derecha y, arriba de todo, encontraremos la Casa des Poble. El edificio, de arquitectura y estética de época y estilo industrial, es hoy un patrimonio histórico muy importante para Esporles. En 1923 se empezó a construir para ser un edificio para el pueblo, donde las clases trabajadoras tuvieran un espacio cultural y de encuentro. Gracias a la colaboración de los ciudadanos, recientemente se ha reformado y recuperado la función y uso que se le dio originariamente. Si seguimos la calle de la Casa des Poble hasta arriba, justo delante el actual Centro de Salud (PAC) ubicado en la calle Quarter, se pueden observar los restos del molino de Son Fort, el cual formaba parte de la red de molinos de Esporles a la época pre‐industrial que eran movidos gracias a la fuerza del agua procedente de la Font Major de Sa Granja. Este molino era parte de la descortezadora de Can Roig. La corteza de pino se utilizaba para teñir los enseres de pesca y era exportada a Galicia y al País Vasco. La corteza de encina era utilizada por los blanqueros para adobar las pieles. Si seguimos andando por la calle des Quarter hacia la izquierda y después por la calle Costa de Son Tries podéis acceder a estas tres excursiones: Camino a la Font de Son Tries de Baix Al final de Costa de Son Tries, veremos unas escaleras que quedan a la derecha de la carretera. Nos conducirán a la Font de Son Tries de Baix, un buen mirador hacia el pueblo. La fuente nace dentro de una larga mina desde donde antiguamente era conducida por una acequia descubierta hasta una capilla con bóveda de marés. Camino a la Font de Son Tries de Dalt y Área Recreativa La calle Costa de Son Tries de Esporles se convierte en una carretera que sube hacia la urbanización de es Verger. Podemos llegar al área Recreativa de Son Tries haciendo una caminata corta siguiendo la carretera, a través de un camino desde la Font de Son Tries de Baix , o en coche. Camino de la Ermita de Maristel∙la Distancia: 7,7 kilómetros. Duración estimada: dos horas y media aproximadamente. Subida a un excelente mirador sobre el pueblo de Esporles y desde donde podréis ver también la bahía de Palma y las montañas del contorno como los Puntals de Planícia, sa Mola, el monte de Galatzó o na Bauçana. Para ir, seguís la calle Costa de Son Tries que se convierte más adelante en una carretera que sube hacia la urbanización de es Verger. Cuando llegamos al primer cerro, a aproximadamente tres kilómetros, encontramos la finca de Son Ferrà. Si vamos en coche, podemos dejarlo allá y empezar una caminata a través de una barrera pequeña y un poco escondida que encontraremos en la curva, mientras tenemos las casas de Son Ferrà delante. Cómo siempre, si encontráis barreras cerradas, después de pasar volvedlas a cerrar. Dejamos atrás las casas y encontramos otra barrera. A partir de allá, el camino se convierte en un camino de carro. Entraremos dentro de un encinar y pasaremos una tercera barrera. El terreno empieza a tener una fuerte pendiente y el suelo está revestido de cemento. Esta pendiente nos llevará directamente a la Ermita de Maristel∙la. Volvemos a la calle des Quarter, podemos o subir por la calle Costa de Son Trias hasta la calle dels Estricadors a la izquierda para encontrar la zona de parque biosaludable, aparatos de gimnasia que nos permitirán hacer ejercicios suaves antes o después de la caminata. O podemos seguir recto por la calle des Quarter que recorreremos en dirección la calle Camí des Rafal. El terreno hace una ligera subida y, al final de la calle cimentada, se convierte en un estrecho camino delimitado por paredes. Llegaremos a un bello mirador con vistas al barrio de sa Vilanova. Continuamos por unas escaleras adoquinadas que nos bajarán en la calle de sa Vilanova, donde podéis encontrar varias fachadas con esgrafiados, y coronadas por un voladizo de tejas pintadas con motivos decorativos y geométricos como el del número 85. También encontraremos casas con detalles de interés a la calle paralela de Joan Cabot. Volvemos a la carretera que nos traerá de nuevo hacia el núcleo del pueblo, sa Vilavella, siguiendo el curso del Torrent de Sant Pere. A ante la escuela, giraremos a la derecha por la calle Pont de Fusta. Giramos a la izquierda para seguir por la calle dels Balladors, uno de los más emblemáticos y bellos del pueblo donde podremos contemplar diferentes ejemplos de la arquitectura tradicional, común a todos los pueblos de Mallorca, como son las casas aldeanas unifamiliares con paredes de tabicado de piedra. Al final de la calle dels Balladors encontraremos la placeta des Brollador, giramos a la derecha por la calle des Torrent hasta llegar a la calle de Mestre Munar, otra atractiva calle del municipio. Nos pararemos a contemplar la teja del voladizo del número 30 que muestra la fecha de 1847. Veremos también la placa del número 23 que nos recuerda que este edificio alojó las antiguas escuelas públicas. Seguimos por la calle de Cotoner a la izquierda hasta llegar al Passeig del Rei, donde podemos acabar la visita tomando algo y descansando en una de las terrazas. Si seguimos camino hacia el vecino pueblo de Banyalbufar, antes de dejar el casco urbano de Esporles, contemplaremos a nuestra izquierda el edificio de la Rectoria. ¡Gracias por su visita! 

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