Regino Bernad, un dibujante aragonés que logró colarse en las

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Regino Bernad, un dibujante aragonés que logró colarse en las
Domingo 21 de septiembre de 2008 l Heraldo de Aragón
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“A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos”. Thomas Carlyle (historiador inglés, 1795-1881).
La viñeta en la que aparece la referencia al “France Soir” (aquí llamado “Pharaon Soir”) y al cómic de Bernad, “Cheri-Bibi”.
Regino Bernad, un dibujante aragonés
que logró colarse en las aventuras de Astérix
El autor, nacido en Zaragoza en 1902, dio vida a “Cheri-Bibi”, un tebeo muy popular en la Francia de los cincuenta
ZARAGOZA. ¿Quién fue Regino
Bernad? Aunque quizás hoy a ningún aragonés le suene su nombre,
este zaragozano, nacido en 1902,
fue el dibujante de una de las tiras
de cómic más populares de Francia a mediados del siglo XX. La fama de su tebeo “Cheri-Bibi” fue
tal que un álbum de Astérix contiene una referencia a su obra, e
incluso François Mitterrand, presidente de la República Francesa,
llegó a mencionarlo como su historieta favorita.
A mediados del siglo pasado, el
periódico “France Soir” era uno
de los rotativos más prósperos de
Francia. En 1961, por ejemplo, alcanzó unas ventas medias de más
de 1.100.000 ejemplares diarios.
En aquella época dorada –“France Soir” entró en declive en los
años 70-, Regino Bernad era uno
de los autores que contribuían al
éxito del diario, que dedicaba su
contraportada entera a las “bandes desinées” (tiras de cómic).
La andadura de Bernad en el
mundo de la historieta acabó en
1967, y murió totalmente olvidado
pocos años después. En España
no había referencias a él, hasta
que la inquietud de un ingeniero
zaragozano sacó a la luz un curioso homenaje.
Raúl Minchinela, autor del blog
“No recomendable”, releía el álbum “Astérix y Cleopatra” (publi-
del gusto de la época. Cheri-Bibi
es el apodo de un joven dotado de
una fuerza extraordinaria, que resulta acusado de un crimen que
no cometió. El héroe es encarcelado y, tras fugarse, cambia su rostro mediante la cirugía. La fatalidad querrá que su nueva cara sea
igual que la del verdadero asesino.
Bernad, caricaturizado por un amigo y en una foto.
cado por primera vez en 1965),
prestando atención a los “guiños”
que introdujo su guionista, René
Goscinny, cuando encontró una
ilustración que remitía a “France
Soir” y en la que aparecían unas
viñetas.
“Como sé que Goscinny era
meticuloso en todo, me pregunté
a quiénes se refería allí”, explica
Minchinela. Rastreando por Internet, encontró la respuesta: el
creador del héroe galo hacía alusión a “Cheri-Bibi”, cómic salido
de los lápices de un aragonés, Regino Bernad.
La tira “Cheri-Bibi” era una
adaptación de la novela homónima de Gaston Lerroux -el creador
de “El fantasma de la ópera”-, en
la que Bernad ponía las imágenes
a los textos de Alfred Gaston Lerroux, hijo del escritor.
La historia era un folletín muy
Un autor popular
Regino Bernad empezó a dar vida a esta rocambolesca historia
en 1951. Según una anécdota recogida por Alain Beyrand, autor
de una pequeña biografía sobre
el dibujante, dos años después de
su debut, Bernad decidió dejar la
serie por fatiga. Entonces, el dibujante Foz tomó el relevo de
“Cheri-Bibi”, llegando a crear 154
tiras. Pero el público echaba de
menos el peculiar estilo del zaragozano, e inundó de cartas el
“France Soir” pidiendo su vuelta.
Bernad retomó la serie y, afianzado, la continuó sin descanso durante 14 años.
¿Qué tenían sus diseños para
atraer tanto? Además de un claro
toque cómico, su característica
más acentuada era que los personajes se salían del cuadro de la viñeta. “Es una autor que a fecha de
hoy sería muy moderno estéticamente. Su grafismo es parecido al
que se hace ahora en Estados Unidos”, observa Minchinela.

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