Reportaje de Airsal en la Revista Mototaller

Transcripción

Reportaje de Airsal en la Revista Mototaller
partsMoto | Airsal
El especialista nacional en la fabricación de cilindros ha basado su
crecimiento en la reducción de costes y la apertura de nuevos mercados.
Airsal,
en el corazón
de la moto
Veinte años de experiencia en la fabricación de cilindros para
motos y ciclomotores animaron la creación de esta empresa de
Barcelona en 1986. En las cerca de tres décadas que lleva en el
mercado, Airsal se ha convertido en una de las referencias del
sector del recambio –no solo como fabricante de cilindros, sino
también de pistones y culatas-, al que distribuye 200.000
unidades cada año. Visitamos su fábrica para que nos
explicaran cómo lo hacen.
P
ara conocer los inicios de Airsal hay que
remontarse 20 años antes de su fundación, cuando los señores Pi y Gratacós
crearon en Les Franqueses del Vallès (Barcelona) la marca de motos de velocidad Autisa,
con la que llegaron a disputar algunas temporadas del Mundial de Velocidad en 80 cc. En el
año 86 la sociedad se separó y la familia Gratacós fundó la nueva marca en la localidad de
Martorell, en una nave que antiguamente había alojado una fábrica textil. Aunque se trataba de unas instalaciones suficientes para abastecer la demanda durante los primeros años,
en 1999 se tomó la decisión de trasladarse a
su ubicación actual, en Centelles, a 60 kilómetros al norte de Barcelona.
Allí cuentan con una superficie de 11.000
metros cuadrados, 3.500 de los cuales corresponden al edificio donde tienen integrados
sus diversos departamentos: I+D, administración, los procesos de fabricación (desde la fundición al bruñido) y logística (empaquetado y
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almacenamiento). En total, hasta 65 personas
trabajan en Airsal, cuya fábrica está en funcionamiento las 24 horas divididas en tres turnos.
“La mayor parte de nuestros procesos están
informatizados”, nos explicaba durante la visita Frank Gili, director comercial y de exportación de Airsal, “porque hoy en día es la única
manera de tener bien organizada la producción”. Se trata, en cualquier caso, “de unos
procesos que entrañan una gran dificultad, ya
que intervienen multitud de variables que requieren mucha precisión y, por supuesto, una
gran capacidad de los operarios”.
La incorporación de nuevos cilindros al catálogo de Airsal va lógicamente ligada a las expectativas de ventas, aunque el número de
referencias aumenta año tras año. “Cuando
vemos que un modelo comienza a tener cierta
penetración en el mercado, nos hacemos con
una unidad para estudiarla e iniciar el proceso
de diseño de las piezas de repuesto”, comenta
el directivo respecto a su abanico de produc-
Las instalaciones de Airsal abarcan once mil
metros cuadrados.
tos, compuesto exclusivamente por componentes fabricados en aluminio y con el recubrimiento interior Scanimet. Desde Aprilia hasta
Yamaha, el grueso de la producción de Airsal
(un 80 por ciento aproximadamente) abarca
piezas de recambio para prácticamente cualquier motor de moto, scooter o ciclomotor de
dos y cuatro tiempos entre 50 y 125 centímetros cúbicos –tienen alguna referencia de mayor cilindrada, e incluso cilindros de paramotores-, refrigerados por aire o por agua; y las
aplicaciones van desde modelos de gran tirada
como la Honda SH 125, hasta modelos que en
su día tuvieron gran popularidad, como la
Puch Cóndor de hace más de tres décadas o el
de Derbi Variant porque se están recuperando
campeonatos en los que se corre con ellas. Por
poco dinero se pueden restaurar por comple-
Airsal | partsMoto
to y la gente se lo pasa muy bien”. De hecho,
sin ser su principal área de negocio, la competición no le es en absoluto ajena a Airsal, como
tampoco lo son las reparaciones de cilindros
de aluminio. Reciben cilindros procedentes de
talleres o incluso de particulares, a las que eliminan el recubrimiento dañado, sueldan el cilindro de ser necesario y retocan a mano las
ventanas, aplican una nueva capa de Scanimet
y lapean el cilindro con la tolerancia que precise el pistón que se vaya a montar.
Buenas perspectivas
“Notamos mucho cómo afectaron al mercado
español los primeros años de la crisis, con caídas de hasta el veinte por ciento”, recuerda
Frank Gili, “pero en 2013 volvimos a crecer un
esperanzador tres por ciento”. Se trata, en
cualquier caso, de un mal relativo teniendo en
cuenta que aproximadamente un 90 por ciento de lo que producen se dedica a la exportación: “Por tradición, siempre hemos tendido
hacia mercados extranjeros, bien en Europa
occidental y oriental, como Estados Unidos o
el norte de África. Como los mercados cercanos están bastante maduros, hace cosa de
ocho años optamos por abrirnos a Centroamérica”. “Se trata”, reconoce, “de mercados
muy duros, en los que resulta difícil vender,
pero hace ya un par de años que esta estrategia ha empezado a darnos frutos y tenemos
buenas perspectivas”. Algo parecido se puede
decir de Japón, donde ya están presentes, o
A la derecha Frank Gili,
director comercial de
exportación de Airsal,
junto a Ricard Gratacós,
Director General.
Especializados en posventa
“Nuestro mercado principal siempre ha sido el de la venta de piezas para el recambio”,
comenta Frank Gili, “y, de hecho, podría decirse que la situación económica de los
últimos años nos ha beneficiado en cierto modo”. Reconoce que en su momento
hubo contactos con marcas para convertirse también en proveedor de primer equipo,
“porque no estamos cerrados a ninguna posibilidad de negocio, pero las condiciones
que exigían en muchos casos no resultaban interesantes ni rentables, teniendo
en cuenta los volúmenes de compras que prometían y la inversión necesaria para
satisfacerlos”.
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China, país en el que han empezado a realizar
contactos para entrar en un mercado con un
enorme potencial.
Otra de las razones por las que Airsal se encuentra en un momento dulce es porque
siempre han tenido claro que son fabricantes y
que, por tanto, debían tener el control absoluto de la producción. “Por un lado, si haces que
otro fabrique por ti, eso hace que te conviertas en un mero comercial y, por el otro, ello
nos ha permitido controlar los costes para poder ofrecer un precio más competitivo que los
demás”, aspecto este último que Frank Gili reconoce como rasgo distintivo de la marca Airsal. Y va más allá: “Los cilindros son un producto muy técnico que exige dominar muy bien su
fabricación. Si hubiéramos llevado la producción a China por ejemplo, para conseguir allí la
misma calidad que ofrecemos ahora al final el
coste de cada unidad sería el mismo”.•
¿Qué es el
Scanimet?
Los componentes móviles de cualquier motor de combustión interna han de soportar
elevadas fricciones, las cuales generan un
desgaste que ni siquiera una correcta lubricación puede impedir del todo. Scanimet es
un tratamiento aplicado a las piezas de aluminio, que son recubiertas con un baño electrolítico de un níquel especial con partículas
de carburo de silicio, que se adhiere fuertemente a las zonas recubiertas, como por
ejemplo la pared interior de los cilindros.
Gracias a ello, además de reducirse el coeficiente de fricción, mejora el rendimiento de
la zona superior del cilindro y la protección
frente al gripaje, aumenta la tasa de evacuación de calor e, incluso, se incrementa la potencia del motor.
i www.airsal.com
Con los
futuros
profesionales
“Recibimos a muchos centros de formación profesional y universidades”, explica
Frank Gili. “Les damos a una charla explicando quiénes somos y qué hacemos y les
mostramos nuestras instalaciones, para
que puedan conocer cómo es una fábrica
por dentro”, comenta el directivo, recordando las visitas de entidades tan reconocidas como el Centre d’Estudis Monlau, la
escuela de competición EPS, la Universitat
de Vic o la de Girona, entre otras, cuyos
alumnos reciben “clases magistrales que
abarcan temáticas de ingeniería o de la
mecanización de piezas, etc”.
La producción del
cilindro requiere una
alta especialización
Airsal tiene su propio departamento de I+D para el diseño de los cilindros
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