Chalets y chimeneas - ARPA - Red de Archivos Patrimoniales de
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CHALETS Y CHIMENEAS: LOS PRIMEROS ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES VIÑAMARINOS, 1870-1920 María Ximena Urbina C.* 1. EL TERRENO PROPICIO DE VIÑA DEL MAR:** En las últimas dos décadas del siglo XIX, Viña del Mar se fue perfilando como arrabal industrial de Valparaíso, al tiempo que suburbio residencial de la élite porteña.1En la cristalización de la ciudad comparecieron tanto condiciones propias (disponibilidad de espacio) como externas (saturación del área urbana porteña).2 Sin embargo, durante el período señalado, no fue una ciudad exclusivamente residencial ni tampoco propia de la élite, sino heterogénea desde el punto de vista social. En ella coexistían sectores acomodados y pobres, chalets y ranchos populares en calles que a la vez eran comerciales. 3 Cuando en 1855 se inauguró el ferrocarril desde el puerto a la capital, se unió la estación del Barón con la de Viña del Mar. Desde entonces, las haciendas vecinas al Puerto - la de Viña del Mar y la de Siete Hermanas, adquiridas por Francisco Álvarez, en 1835 y 1840 respectivamente llamaron la atención con sus terrenos planos y despoblados y comenzaron a ser vistas como una alternativa de suelo para uso residencial e industrial. Los pocos kilómetros que separan a Valparaíso de Viña del Mar, se comunicaban hasta entonces exclusivamente a través del camino que, partiendo desde el Almendral porteño, se elevaba desde el actual Pasaje Quillota por curvos caminos ascendentes y descendentes en los cerros Barón y Portales, para tomar en Miramar el sendero plano o “camino de Valparaíso” que orillaba al estero Marga Marga. Luego, se cruzaba el curso de agua para continuar por el “camino de Quillota”, que tomaba la dirección suroeste-noreste, adentrándose en los valles interiores, el corazón de la zona agrícola irrigada por el río Aconcagua. *. La autora es licenciada y magíster en Historia por la Universidad Católica de Valparaíso y candidata a doctor en Historia por la Universidad de Sevilla. [email protected] **. Agradecemos a Rodrigo Booth y Gonzalo Cáceres por las orientaciones dadas en esta investigación, y muy especialmente a Carolina Miranda, Luis Alberto Rodríguez, Eugenia Garrido, María Carrasco Ugarte, Nashki Nahuel y Lorena Brassea, del valioso Archivo Histórico de Viña del Mar. 1. Ver a CÁCERES, Gonzalo; BOOTH, Rodrigo y SABATINI. Francisco, “Suburbanización y suburbio en Chile: una mirada al Gran Valparaíso decimonónico”, Archivum, Nº 4, Viña del Mar, 2002. También, CÁCERES Quiero, Gonzalo, “La suburbanización en Chile: procesos y experiencias en la formación del Gran Valparaíso (1855-1906)”, Tesis para optar al grado de Magíster en Desarrollo Urbano, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, junio del 2002. 2. URBINA B., Rodolfo, Valparaíso: auge y ocaso del viejo “pancho”, 1830-1930, Editorial Puntángeles. Universidad de Playa Ancha y Universidad Católica de Valparaíso. Valparaíso, 1999. 3. URBINA C., María Ximena, “Viña del Mar popular a fines del siglo XIX”, Notas Históricas y Geográficas, Nº 13, 2003 (en prensa). 173 revista archivum año iv nº 5 El ferrocarril entre ambas estaciones acortó la distancia y el tiempo que separaba el Puerto de la hacienda, a sólo media hora de tránsito expedito. Este acercamiento significó la puesta en valor de nuevos terrenos y las tierras aledañas a la estación, propiedad del citado comerciante portugués, que tenía sus negocios en Valparaíso, pasaron a manos de su esposa Dolores Pérez y de su hijo Francisco Salvador. Desde la década de 1860, Dolores Pérez de Álvarez comenzó a parcelar tierras en áreas centrales de la aldea, lotes que puso en arriendo por 10 años. Para entonces, crecía el interés por contar con un terreno y edificar una casa como primera o segunda residencia, en medio del verdor y a corta distancia de los negocios radicados en Valparaíso.4 Las primeras parcelas fueron entregadas en las calles Álvarez y Viana, a uno y otro lado de la línea del tren, en forma perpendicular a la playa y alejándose de ella rumbo a El Salto, en la internación del recorrido ferroviario hacia Santiago. Tempranamente, en 1870, al uso residencial se sumó el interés de algunos empresarios por instalar establecimientos industriales y fábricas medianas en la pequeña villa. Siendo Valparaíso el centro comercial, el uso del tren como medio de transporte de mercancías permitía poder alejar los espacios de producción respecto de los de comercialización y distribución. Viña del Mar ofrecía la amplitud espacial que el congestionado Valparaíso negaba, al tiempo que podía aliviar los problemas de higiene urbana y la merma de la calidad de vida de los porteños que se veían obligados a compartir un estrecho recinto para la doble función residencial e industrial. No obstante, la inmigración de industrias porteñas o la instalación de otras nuevas en Viña del Mar, fue un proceso lento en sus comienzos, a pesar de las conveniencias físicas y la ausencia de trabas por parte de los arrendadores (luego vendedores). Era una alternativa inédita favorecida por la comunicación del ferrocarril -el símbolo del progreso de entonces- por los terrenos planos, y por la presencia del estero que ofrecía el agua para el insumo industrial y, al mismo tiempo, como sistema de desagüe de los desechos fabriles. Nuestro objetivo es ofrecer un listado cronológico de las industrias, fábricas y talleres que hemos catastrado en Viña del Mar hasta la década de 1920. La información que ofrecemos aquí es la que figura en roles de avalúo, patrones de contribución de serenos y alumbrado, la prensa y observadores que tenían el cometido de levantar informes. Esperamos que otras investigaciones puedan ampliar y profundizar el espectro. Estudiaremos los primeros años de Viña del Mar como suburbio fabril y residencial de Valparaíso, desde 1870 a 1920, período que responde al inicial poblamiento y primeras fábricas instaladas hasta antes que la ciudad viera proliferar las industrias e hiciera de éstas su principal actividad. Se trata, pues, de una ex hacienda que, desde 1860, pasó a ser alternativa de la élite porteña que levantó con hermosos 4. CÁCERES, BOOTH y SABATINI, “Suburbanización y suburbio en Chile: una mirada al Gran Valparaíso decimonónico”. 174 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... chalets emplazados a lo largo de la línea férrea, principalmente en su vertiente sur, o calle Álvarez, y suburbio industrial de Valparaíso, a través de concesiones para instalar fábricas de todo tamaño. Con varios chalets o casas-quinta ya edificadas y habitadas, se autorizó en 1870 la instalación de una refinería de azúcar y un matadero en los extremos de la población, a las que pronto les siguieron otras industrias menores. La fundación de la ciudad, el 29 de Diciembre de 1874 y la constitución de la Municipalidad de Viña del Mar en 1878, continuaron el lento pero sostenido ritmo de poblamiento con la venta de terrenos alejados de las calles residenciales, donde las industrias pudieran trabajar sin provocar molestias a los vecinos de la villa. Intensificado por la instalación de estas industrias en 1870, la élite viñamarina compartió la villa con una nutrida población obrera, mostrando una progresiva heterogeneidad social distribuida en su trama urbana, formada de grupos populares y elíticos residentes en calles de ricos y pobres, compartiendo espacios comunes, como la parroquia, la estación, la plaza y la calle Valparaíso como centro comercial. Sin embargo, el surgimiento de viviendas populares - ranchos, cuartos de alquiler, conventillos y “ciudadelas” - no es una consecuencia directa de la instalación de fábricas, sino que a las viviendas precarias de los obreros industriales se sumaron las habitaciones del grueso contingente de los sectores populares preexistentes desde los tiempos en que se construía la línea férrea, más los que se fueron instalando en la villa provenientes del interior del valle o desde Valparaíso, en un desplazamiento facilitado por el ferrocarril. Un tipo corriente de habitación fueron los conventillos, aunque también destacan, por su particularidad, las “ciudadelas” o barracones para habitaciones provistas por el dueño de la industria e instaladas en los terrenos de ésta. Talleres, fábricas e industrias dieron origen a tres polos de localización industrial y de residencias populares en el siglo XIX: uno ubicado en Miramar, al pie de Caleta Abarca y actual cerro Castillo, y otro en la bifurcación del camino a Limache desde la calle Valparaíso, donde compartían el sector las instalaciones de la estación de ferrocarriles y la refinería de azúcar. Un tercer polo se constituyó en el sector oriental de la Población Vergara, desde los primeros años del siglo XX. 2. LAS PRIMERAS INDUSTRIAS VIÑAMARINAS ENTRE 1870 Y 1900: En la segunda mitad del siglo XIX, Valparaíso se había transformado en una ciudad con alta densidad de población cuyas funciones comerciales, residenciales industriales se desarrollaban en un espacio reducido. Una vez incorporado el barrio del 175 revista archivum año iv nº 5 Almendral como parte de la ciudad, sus posibilidades de crecimiento urbano se limitaron a las alternativas de elevarse a los cerros, o de presionar sobre los terrenos ya utilizados. La población de Valparaíso creció vertiginosamente entre 1835 a 1865. Había 30.000 habitantes en 1834-1835, y en 1854 la cifra subió a 52.413 habitantes 5 y a 70.438 en 1865.6 Los terrenos ocupados en los cerros no eran suficientes para acoger a una población en aumento por crecimiento vegetativo e inmigración, y, para 1885, la densidad de población en el Departamento de Valparaíso era la más alta del país con 272,2 habitantes por kilómetro cuadrado, a pesar que en el cálculo departamental se incluía a las espaciosas aldeas de Placilla y Viña del Mar. Ese año, sumaban 115.147 habitantes en las 25 subdelegaciones del Departamento en una superficie de 423 kilómetros cuadrados. Le seguía Santiago, con 99,5 hab/km2, Concepción con 87,8 y Talcahuano con 65,8. Además de ciudad densamente poblada y de ser el puerto más importante en cuanto a volumen de importaciones y exportaciones, la ciudad de Valparaíso era, después de Santiago, el segundo centro industrial del país. James W. Duffy, en su guía de la ciudad, A Handbook to Valparaíso, del año 1862, da cuenta de la existencia de numerosas fábricas, como las destinadas a la producción de artículos de consumo, las que ocupaban la fuerza motriz a vapor para la elaboración de jabón, velas y hielo, de la madera, de cañerías de plomo, incluso algunas fábricas de maquinarias y tres fundiciones que elaboraban grandes piezas de hierro.7 Una de estas fundiciones era, en 1859, la de Ricardo Lever en la actual calle Condell, lugar donde se fabricó la primera caldera hecha en Chile.8 El impulso continuó y para 1879, había en Valparaíso 55 fábricas y 120 talleres.9 Viña del Mar tuvo como primer establecimiento industrial la Refinería de Azúcar, emblemática empresa instalada en 1870, que junto a la Barraca de propiedad de Berger, frente a la Laguna, y el Matadero, con su fábrica anexa de jabones y velas, fueron las 5. Impresiones de la República de Chile en el Siglo Veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza, LLOYD, Reginald, (director de la obra), Santiago, 1915, p. 319. 6. GARREAUD, Jacqueline, “La formación de un mercado de tránsito. Valparaíso: 1817-1848”, Nueva Historia, Nº 11, año 3, Londres, 1984, p. 162. 7. Citado por ORTEGA, Luis, “Acerca de los orígenes de la industrialización chilena, 1860-1879”, Nueva Historia, Nº 2, año 1, Londres, 1981, p. 9. 8. El Mercurio de Valparaíso, 29 de abril de 1923, citado en: Archivo Histórico de Viña del Mar, “Lever, Murphy y Cía. Historia de una empresa viñamarina, 1883-1936”, Inédito, Viña del Mar, 1998. 9. Matrícula de los Establecimientos Gravados por la Contribución de Patentes del Departamento de Valparaíso, 1879, citado por ORTEGA, Luis, “Acerca de los orígenes de la industrialización chilena, 1860-1879”, p. 9. La Matrícula clasificaba como Fábricas a los establecimientos manufactureros modernos, y como Talleres a las unidades artesanales. El impreso, en Biblioteca Nacional, actualmente no se encuentra disponible al público. 176 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... únicas viñamarinas hasta la instalación de la maestranza de Lever y Murphy, en 1883. 10 El siguiente cuadro muestra el rápido crecimiento demográfico en Valparaíso, y el progresivo poblamiento de Viña del Mar, villa esta última que duplicaba su número de habitantes cada decenio al contar con los terrenos planos disponibles y suficientemente amplios que se extendían entre la línea de cerros y el estero. Pero también, antes del fin del siglo XIX, ofrecía posibilidad de expansión hacia las suaves colinas susceptibles de poblar sin ofrecer impedimentos, a diferencia de las escarpadas serranías porteñas. Los terrenos planos y arenosos de la ribera norte del estero, que posteriormente serán llamados Población Vergara, eran un inmediato y atractivo lugar para el uso recreativo como se estimó para fundar allí el Valparaíso Sporting Club en 1882, además de espacio a propósito para fines residenciales e industriales. Cuando se inauguró el ferrocarril de Santiago a Valparaíso en 1855, la hacienda no tenía más de 500 habitantes. Después, en los años setenta, Viña del Mar superaba las 1.000 personas en momentos en que se decide vender los terrenos que antes se arrendaban y trazar la villa. El aumento de población es importante desde entonces, alcanzando a 10.561 habitantes en 1895 y a casi 50.000 en 1930, gracias a su triple función de ciudad residencial, fabril y recreativa.11 Datos retrospectivos del X Censo de la Población, 1930 Viña del Mar Valparaíso 1854 1865 1875 1885 1895 1907 1920 1930 518 1.318 4.859 10.651 26.262 35.441 49.488 52.413 70.438 97.737 104.952 122.447 162.447 182.422 193.205 En orden de aparición, los establecimientos fabriles en Viña del Mar, entre 1870 y 1917 y de acuerdo a los documentos disponibles, fueron los siguientes: 1. La Refinería de Azúcar de Viña del Mar: La inédita idea en Chile de producir el azúcar fue concebida por un empresario judío alemán que se ganó la enemistad del sector importador del producto al transformarse en competidor. El protocolo del contrato de arrendamiento entre Dolores Pérez de Álvarez y Julio Bernstein, se firmó en Valparaíso ante el notario Julio César Escala, el 31 de agosto de 1870. La fábrica de azúcar se instalaría en un sector plano y despoblado, junto a la estación de ferrocarriles y frente al curso de agua del estero, 10. Para reafirmar lo anterior, en 1882 la Junta de Higiene de Valparaíso hubo de fiscalizar las industrias de la Provincia, y en Viña del Mar, a 12 años de su instalación, el matadero y la Refinería seguían siendo los únicos dos establecimientos industriales. El Cochoa, Viña del Mar, Nº 14, 2 de abril de 1882. 11. Un análisis de Viña del Mar como balneario: BOOTH, Rodrigo, “El Estado ausente: la paradójica configuración balnearia del Gran Valparaíso”, Eure, Nº XXVII, 83, 2002. 177 revista archivum año iv nº 5 separada de la población de chalets por la línea férrea, mientras que el estero la separaba del incipiente poblamiento a lo largo del camino a Quillota, donde también estaba la quinta de la hacienda de Viña del Mar (actual Quinta Rioja). Durante el proceso de construcción de la refinería, Bernstein recurrió al Congreso Nacional para solicitar que se le eximiera de los derechos sobre el oro o plata que exportaría hasta un monto de 60.000 pesos y de los impuestos sobre las máquinas que, con dicha suma, adquiriría e internaría por la cantidad equivalente. El Parlamento tuvo, a mediados de 1871, una disposición favorable a esta iniciativa y se vio favorecido con una ley que lo liberaba de los impuestos para la internación de máquinas. 12 Aunque la inauguración oficial de la Industria se celebró en febrero de 1873, es posible suponer que la refinería ya estaba en funcionamiento en 1872. En un documento de ese año (no figura el mes), cuando Viña del Mar no había sido fundada ni contaba con autoridades municipales, Julio Bernstein solicitó al Intendente de Valparaíso, Francisco Echaurren, que le concediera “el servicio de dos hombres armados del cuerpo de policía para hacer la guardia todas las noches” en las cercanías “de mi establecimiento en dicha villa”,13 y ofrecía él mismo pagar por la vigilancia con la suma que la autoridad dispusiera. Eran valiosas instalaciones y había que resguardarlas de robos que se podrían perpetrar en una villa que, a 20 años de la instalación del ferrocarril, contaba con población residente de todos los sectores sociales, aumentada por quienes concurrían a ella los fines de semana a “remoler” en los bares cercanos a la estación. Asimismo, previo a la inauguración, el 17 de julio de 1872, se firmó un complemento del contrato “destinado a la planteación(sic) de una fábrica de azúcar, que ya está establecida”, entre Dolores Pérez y Bernstein, documento por medio del cual se permitía al arrendatario verter los residuos derivados de la refinación en un potrerillo ubicado al Norte de la Industria, en terrenos de la arrendadora14 y que suponemos se trata del potrero Las Rosas. La ceremonia oficial de apertura, se realizó el 26 de febrero de 1873 en sus instalaciones, con la concurrencia del Presidente Federico Errázuriz Zañartu, Ministros de Estado y muchos invitados. Al día siguiente, el Mercurio de Valparaíso describió la fiesta como “digna del soberbio establecimiento que se inauguraba”, alabando la 11. Un análisis de Viña del Mar como balneario: BOOTH, Rodrigo, “El Estado ausente: la paradójica configuración balnearia del Gran Valparaíso”, Eure, Nº XXVII, 83, 2002. 12. ORTEGA, Luis, “Acerca de los orígenes de la industrialización chilena, 1860-1879”, p. 13. Según las fuentes de Ortega, la Sesión Extraordinaria de la Cámara de Diputados, dónde se trató el tema, fue el 24 de octubre de 1870. Y la ley correspondiente se publicó en El Araucano, 22 de agosto de 1871. 13. Archivo Nacional, (AN) Intendencia de Valparaíso, Vol. 255, Solicitudes y Decretos 1870-1873, sin nº de fojas. 14. Archivo de la Municipalidad de Viña del Mar (en adelante AHMV), Documentos Municipales, Vol. 33, 1866-1892. 178 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... “verdadera magnificencia de la obra” como un “lujo de comodidad y decencia”.15 Todo era original en esta industria: el lugar donde había sido emplazada, un sitio relativamente alejado de Valparaíso con holgura de terrenos, lo que permitía descongestionar la ciudad y planteaba un ejemplo por seguir. En segundo término, la utilización del ferrocarril como conexión vital con el puerto para la recepción de las materias primas importadas y la distribución de los productos vía marítima a mercados internos, era similar a como operaban las industrias que se estaban construyendo en los márgenes de las ciudades europeas y norteamericanas de la época; también, el empleo del tren para llevar el azúcar a Santiago, y gradualmente hacia el sur, a medida que el tendido férreo se abría paso por los valles centrales de Chile. La relación centro industrial, ferrocarril y puerto de embarque fue posible por la instalación de conexiones con la línea que permitían la entrada y salida de vagones hasta y desde las propias instalaciones de la refinería. Novedosa era también la relación entre empresa y trabajadores, desde el punto de vista del poblamiento de Viña del Mar, porque Bernstein quiso mantener a sus obreros y sus familias habitando en terrenos de la industria y en viviendas arrendadas por el propio dueño. Para esto, construyó la llamada “ciudadela” con casas de habitación para sus empleados situada dentro de los 48.000 metros cuadrados que ocupaba la refinería.16 La fábrica podía trabajar día y noche, gracias a la instalación de un servicio de alumbrado a gas especial para la fábrica, siendo la única propiedad en la villa que contaba con esta comodidad. Incluso en 1881, para la puesta en funcionamiento del flamante Gran Hotel, de calle Álvarez, el administrador, Guillermo Luttges, solicitó instalar una cañería que conectara con la Refinería, desde dónde sacaría el alumbrado a gas hidrógeno.17 Ampliando la cobertura del servicio que se prestaba desde la refinería, en 1882, fundó la Viña del Mar Electric Company, que suministraba energía a la población. Todas estas particularidades dirigieron la atención de la opinión pública a esta empresa, y explican que por estar “montada en un pie completamente europeo”,18como dijo Vicuña Mackenna, fue llamada fábrica “única en su clase en Chile”.19 Como contraparte, el francés Charles Wiener, que estuvo dos veces en Viña del Mar, en 1876 y en 1883, no se maravilló con el ingenio, orgullo de progresistas locales, sino que le 15. El Mercurio de Valparaíso, 27 de f15.ebrero de 1873. 16. Luis Pomar decía en 1876 que los terrenos de la Fábrica son 30.000 metros cuadrados, mientras que El Mercurio de Valparaíso, el 14 de enero de 1876 señalaba una extensión de 48.000 metros cuadrados. “Reconocimiento de la parte del litoral de Chile comprendida entre la Viña del Mar y la caleta Maitencillo, por el vapor transporte nacional Ancud, al mando del capitán de corbeta don Luis Pomar”, Anales de la Universidad de Chile, Tomo XLVIII, Santiago, enero de 1876. 17. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 4, fs. 19, 20 de junio de 1881. Para tal fecha, Bernstein era uno de los regidores de la Municipalidad. 18. VICUÑA MACKENNA, Benjamín, De Valparaíso a Santiago, Santiago, 1877, p. 84. 19. POMAR, Luis, “Reconocimiento de la parte del litoral de Chile comprendida entre la Viña del Mar y la caleta Maitencillo, por el vapor transporte nacional Ancud, al mando del capitán de corbeta don Luis Pomar”, p. 612. 179 revista archivum año iv nº 5 pareció impropio de una villa que consideraba balneario. Dijo de la refinería que, “como los chilenos tienen la obsesión de las empresas industriales, no han dejado de implantar una en este balneario de mar. Una enorme refinería de azúcar levanta sus villanos muros en la parte baja de la ciudad, donde oscurece la atmósfera con nubes de moscas”.20 Nada de eso parecía molestar a los vecinos, a juzgar por la ausencia de denuncias en los documentos municipales o la prensa, salvo las quejas de algunos por el pito que sonaba diariamente y que interrumpía el sueño de un vecindario cada vez más numeroso.21 Fue un éxito en cuanto a productividad y ganancias. En 1873, su primer año de funcionamiento oficial, se produjeron diariamente 150 barriles de 92 kilos cada uno, es decir, 13,8 toneladas. A la fecha, el barril se vendía a 40 pesos cada uno.22 Y una vez que José Francisco Vergara comenzó a enajenar sitios en favor de sus antiguos arrendatarios, Julio Bernstein adquirió los terrenos el 8 de enero de 1875, compra verificada en Valparaíso y ante el notario Joaquín Segundo Iglesias.23 El mismo año de la compra de los terrenos, la refinería participó representando a la Provincia de Valparaíso en la Exposición de 1875, donde acudieron 3.003 exponentes de 28 países. El Mercurio de Valparaíso publicó una descripción que, al parecer, es la primera que da una visión global y en detalle de las instalaciones. A dos años de su inauguración, la Industria daba pruebas de contribuir al crecimiento del país, porque dejaba ganancias de “no menos de 3.000 pesos anuales” por fletes del ferrocarril en el transporte diario de entrada y salida al establecimiento, ocupando para ello de 12 a 15 carros. Constaba de los siguientes edificios y departamentos: A. El ingenio: “de 95 mts. de largo por 37, 50/100 de ancho, construido con pilares de fierro batido, con armazón del mismo material y el resto de cal y ladrillo. Contiene los aparatos de la clasificación y filtración, el laboratorio de carbón animal, aparatos de vacío para contener el azúcar, máquinas centrífugas, bombas de AITE, tres calderas de vapor capaces de producir una fuerza de 120 caballos, departamentos para lavar moldes y sacos, almacenes para purgar los panes de azúcar, estufas secadoras y almacenes de embalaje con máquinas chancadoras, etc.” 20. WIENER, Charles, Chili et chiliens, 1888. 21. Hacia 1882 aparecieron en El Cochoa (Viña del Mar) reiteradas denuncias por las molestias provocadas por el pito que sonaba en la Refinería antes del alba. Los dardos iban dirigidos a Bernstein: “Usted, señor, como vive tan lejos de la fábrica de azúcar, no debe sentir a las cuatro y a las cinco de la mañana un piteo que dura, cada vez, diez minutos largos y que muele los sesos de los amigos del sueño de la mañana, como soy yo, señor cochayuyero. Es tanta la amoladura del pito del judío, que estoy por pegarle un tiro y librar a esta población de ese individuo por demás insalubre. ¡Qué mal hizo el señor Vergara al vender ese sitio para fábrica! ¡No se le ocurrió echarlo a la playa! (...)”. El Cochoa Nº 7, 12 de febrero de1882. También el 12 de marzo del mismo año. 22. 50 años de la Refinería de Azúcar de Viña del Mar, Valparaíso, Imprenta Universo, 1938. 23. AHMV, Documentos Notariales, Fondo Mercedes Álvarez de Vergara, 1866-1894, Vol. 39, sin número de fojas. 180 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... b. La bodega de depósito de azúcar, con línea de ferrocarril que pasa por su centro. Medía 60 mts. de largo x 40 de ancho. Construida de materiales sólidos. Anexa, otra bodega para los productos de la destilación y otra para los depósitos de repuestos de maquinaria. c. Un departamento para carpintería y arreglo de sunchos, suficiente para hacer 200 barriles diarios. Además, contaba con una maestranza y herrería; un galpón para guardar el carbón de piedra; hornos y aparatos para calentar el carbón animal; gasómetro para el alumbrado de la fábrica y de las habitaciones. Había también una casa-quinta donde residía el propietario, y para entonces, la ciudadela se había ampliado a dos edificios, que contenían 40 departamentos destinados a habitaciones para empleados y sus familias, número muy por debajo de las necesidades reales de alojamiento, en tiempos en que trabajaban 170 personas que ganaban -entre todos- 6.500 pesos mensuales. Este volumen de trabajadores corresponde al total de las cuadrillas de operarios que laboraban alternadamente. Había aumentado en dos años la producción. De los 150 barriles diarios de azúcar, de 92 kilos cada uno, se había pasado, en 1875, a 180 barriles de 100 kilos, es decir, diariamente 18.000 kilos de azúcar refinada o seca. Y ya producía destilados, en cantidad de 30 a 40.000 litros de aguardiente, ron y alcohol mensualmente, “siendo el alcohol considerado como el mejor que se fabrica en el país”, decía El Mercurio.24 Se bordeaban las 5.000 toneladas anuales en la década de 1870, mientras que, durante 1875, el periódico El Ferrocarril publicaba una serie de artículos donde atacaba a la refinería, proponiendo gravar con impuestos la importación de la materia prima, para así favorecer a los importadores de azúcar refinada. Como contrapartida, La Industria Chilena, que oficiaba como “órgano de los intereses industriales”, la defendía argumentando con la idea de progreso en mente, que era “la única empresa industrial que en escala algún tanto considerable ha logrado tomar pie en Chile”, redundando en beneficios y dando trabajo a 200 chilenos.25 El Mercurio de Valparaíso también se mostraba a favor de la refinería y en contra de los ataques de importadores, alabando la calidad de su azúcar “en nada inferior a la mejor que viene del extranjero”, lo que la había hecho “la preferida del público”.26 Hacia 1877, época en que Vicuña Mackenna la describió, se alternaban cuadrillas de 75 operarios para trabajar día y noche,27 diligencia que se traducía en la producción de la cuarta parte del azúcar que se consumía en Chile, es decir, 50.000 de los 200.000 barriles.28 Ese mismo año, los jornales de los trabajadores iban desde los 30 centavos a 24. El Mercurio de Valparaíso, 14 de enero de 1876. 25. La Industria Chilena, Nº 15, año I, 9 de octubre de 1875, p. 1. 26. El Mercurio de Valparaíso, 14 de enero de 1876. 27. Luis Pomar señala para 1876, un año antes que Vicuña Mackenna, el empleo de 60 a 80 obreros. 28. VICUÑA MACKENNA, Benjamín, De Valparaíso a Santiago, p. 84. 181 revista archivum año iv nº 5 un peso diario, los que “se visten más o menos como los negros de Cuba: un pedazo de saco en la cintura”. 29 En 1884, la Industria seguía en ascenso, contando con 351 trabajadores, de los cuales 30 eran extranjeros como empleados superiores, y los nacionales sumaban 280 hombres y 41 niños.30 A 500 había aumentado el número de operarios en 1903, entre trabajadores de la refinería, la destilería, y la sección que trabajaba carbón animal descolorante para abono, así como harina de hueso para el mismo fin. También se había expandido espacialmente, porque ese año de 1903 la refinería tenía, como hasta entonces, la propiedad más altamente avaluada en Viña del Mar, con establecimientos que se tasaban en 698.000 pesos. La quinta, originalmente la residencia de Bernstein que poseía contigua a ellos, fue avaluada en 165.297 pesos y en 223.000 pesos “la ciudadela”, todo en calle Viana.31 Bernstein la transformó en sociedad anónima en 1887, permaneciendo con el 68% de las acciones de la empresa. La refinería fue ampliándose y anexándose otros ingenios, como la Compañía Azucarera de Santiago, absorbida en 1912 y en 1924 la Refinería de Azúcar de Penco.32 Como hemos dicho, muy destacado fue su papel en la provisión del alumbrado de la ciudad que, en un comienzo fue a gas, y más tarde de energía eléctrica. En 1913, adquirió la Viña del Mar Electric Company, y con ella la concesión de la iluminación pública y particular, y en 1928 compró la Compañía de Electricidad Sudamericana A.E.G. La nueva planta termoeléctrica se abastecía del carboncillo comercializado principalmente en la Compañía Carbonífera de Lirquén y Cosmito, que pasó a ser absorbida por la refinería.33 La importancia de la refinería de azúcar en la historia económica, social y urbana de Viña del Mar merece estudios aparte, porque ella generó relaciones tanto externas de la ciudad -empresa forestal en Valparaíso y Concepción, aserradero en Concepción, muelles y bosques en Lirquén, carbón en Peñuelas- como un complejo entramado interno, entre las que destacan industrias COIA y otras. Diversas fábricas locales fueron creadas o dinamizadas por ella, dando trabajo a los viñamarinos, y abriendo un polo de atracción para campesinos en busca de salarios como operarios.34 29. Idem. 30. Valparaíso en la Exposición Nacional de 1884, Valparaíso, Imprenta del Nuevo Mundo, 1884, p. 77. 31. Rol de Avalúo de la Provincia de Valparaíso, de 1902, citado en: ESPINOZA, Enrique, Geografía descriptiva de la República de Chile, Santiago, Imprenta Barcelona, 1903, p. 212. 32. ÁLVAREZ A., Oscar, Historia del desarrollo industrial de Chile, Santiago, Imprenta La Ilustración, 1936. 33. 50 años de la Refinería de Azúcar de Viña del Mar. 34. Ver a VILDÓSOLA B., Luis, “A los 14 años mi papá ya sentía que era un hombre. El sujeto popular de Viña del Mar durante la primera mitad del siglo XX”, Última Década, Nº 3, Viña del Mar, 1995. 182 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... Viña del Mar, principios de 1900. Gentileza de Francisco Aguayo. Viña del Mar, principios de 1900. Gentileza de Francisco Aguayo. 183 revista archivum año iv nº 5 Viña del Mar, principios de 1900. Gentileza de Francisco Aguayo. Viña del Mar, principios de 1900. Gentileza de Francisco Aguayo. 184 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... 2. El Matadero: El segundo establecimiento fabril fue el Matadero, fruto del contrato de arriendo entre Dolores Pérez de Álvarez, representada por Juan de Dios Arlegui, y Jorge Goodwin, el 28 de noviembre de 1870. 35 La superficie arrendada por el interesado era de 15.900 metros “al oriente del cerro llamado de la caleta”, y que en el trazado actual correspondería a la vertiente oriental del cerro Castillo, frente a la calle Valparaíso. El documento precisaba el arriendo por 9 años y 11 meses, a contar del 1º de abril de 1871 de un terreno que Goodwin debería expresamente destinar a un “establecimiento de un saladero de carne, beneficios de cerdos y fábrica de jabón y velas”. Correspondía éste a un sector marginal de la ciudad, en el extremo occidental de la misma, a más de un kilómetro de distancia de la estación y alejado de los chalets recientemente levantados. Sin embargo, a pesar de que se trataba de un arrabal, la arrendadora tuvo especial consideración respecto del bienestar de la población, advirtiendo al futuro establecimiento que se impidiera la formación de lodazales y basurales “que pudieran viciar el aire del lugar o que perjudiquen a los vecinos”, y consignando la obligación de Goodwin de colocar una cañería subterránea hasta la laguna para la evacuación de los desechos, así como disponer los tubos de las chimeneas de su fábrica “de manera que el humo no perjudique el vecindario”. Al igual que en la refinería proyectada, el cauce del estero y la laguna que se formaba en su desembocadura constituían el medio natural para la eliminación de los desechos hasta llegar al mar. El matadero, jabonería y velería prosperaron. Luis Pomar lo menciona en 1876,36 y, al menos, hacia 1882, Goodwin ya era el propietario de dicho terreno, que medía 30 metros de frente a la calle Valparaíso -extendiéndose por sobre la primera manzana actual- por 10 metros de fondo hacia el actual cerro Castillo.37 El matadero actuó como articulador de un barrio popular, en la periferia de las residencias viñamarinas, o, lo que es lo mismo, de los chalets alienados en el curso de la línea férrea. Al otro extremo, las viviendas y negocios populares se concentraron preferentemente a los pies del cerro frente a calle Valparaíso y se prolongaron en las primeras cuadras de ella, siendo un sector de posadas y bares para el esparcimiento y descanso de quienes conducían desde o hacia el Puerto carretas con sus cargas. Al menos, en 1916 se generó la polémica sobre cómo debía ser y en qué lugar sería mejor situar un nuevo matadero “modelo”. El periódico de Valparaíso La Unión informaba, en 1916, repetidamente de estas discusiones que tocaban un punto central en la higiene de la ciudad. Finalmente, se instaló el Matadero Modelo en el extremo nororiental de la Población Vergara, en medio del arrabal de arena semi despoblado y convertido en 35. AHMV, Documentos Notariales, Fondo Mercedes Álvarez de Vergara (1866-1894), Vol. 39. 36. POMAR, Luis, “Reconocimiento de la parte del litoral de Chile comprendida entre la Viña del Mar y la caleta Maitencillo, por el vapor transporte nacional Ancud, al mando del capitán de corbeta don Luis Pomar”, p. 612. 37. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 8, 1882. 185 revista archivum año iv nº 5 basural, en el actual 14 Norte esquina 5 Oriente. Cuando en 1876, Luis Pomar realizó un reconocimiento del litoral, se encontró con estos establecimientos industriales ya citados, y vaticinó la proyección fabril de la ciudad al tiempo que su conformación como balneario de élite. Vio que la población aumentaba, se estaban construyendo muchas casas “y se plantean nuevos establecimientos industriales”.38 3. La Barraca de Berger: No conocemos su fecha de instalación, pero ocurrió en algún momento entre 1872 y 1874, porque figura en el plano que ese año levantó de José Francisco Vergara para la fundación de la ciudad. La barraca estaba situada frente a “La laguna”, a los pies del Fuerte Callao, en el cerro Castillo (también llamado “cerro de Berger”). Allí permaneció, incluso, cuando se inauguraron los baños de caleta Abarca, en 1877, y compartió vecindad con la maestranza instalada en 1883, al otro lado del cerro. Sin embargo, cuando esta última industria obligó al abandono del balneario de caleta Abarca e impulsó a von Schroeders a habilitar otro en playa Miramar, la Barraca permaneció justo a su lado, al menos hasta 1902, como lo muestra un plano de ese año.39 Los bañistas se encontraban en una playa cercada por la gran maestranza hacia el Sur y por la barraca hacia el Norte. 4. Fábrica de Pólvora: La única referencia sobre ésta la proporciona Luis Pomar en 1876. Pertenecía a la casa Gevelot y Cía., y elaboraba en ella “mixtos pirotécnicos, cohetes, pólvora, etc.”, en un algún lugar indeterminado de la ciudad. Al parecer, esta fábrica no duró mucho, porque no aparece en el Registro de Patentes Industriales y Profesionales de 1898.40 Pero su temprano establecimiento en Viña del Mar concuerda con la necesidad de hacerse con espacios despoblados y amplios, por el carácter peligroso de los elementos que en ella se elaboraban. 38. POMAR, Luis, “Reconocimiento de la parte del litoral de Chile comprendida entre la Viña del Mar y la caleta Maitencillo, por el vapor transporte nacional Ancud, al mando del capitán de corbeta don Luis Pomar”, p. 612. 39. “Plano de la ciudad de Viña del Mar de la Asociación Chilena de Aseguradores contra incendio, 1902”. Sin embargo, causa extrañeza que Luis Pomar no consigne la Barraca de Berger en su descripción de 1876. Probablemente entraba en la categoría de lo que él llamó “establecimientos industriales de menor importancia”. 40. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 17,(1897-1898), fs. 320 y ss. 4 de agosto, 1898, Matrícula de Patentes Industriales y Profesionales. 186 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... 5. Fábrica de Cerveza: Según Luis Pomar, existía una en 1876 cerca de la estación del tren de El Salto, pero no contamos con otro testimonio que lo verifique. 6. Fábrica de Ladrillos y Tejas: Esta fábrica poseía un solo horno y estaba situada detrás del “Hospicio” (de calle Álvarez) hacia 1880.41 Ningún otro dato la consigna con posterioridad, ni aparece en el Registro de Patentes Industriales y Profesionales de 1898, quizá porque era muy pequeña. Es comprensible la existencia de hornos como éstos en años en que las construcciones estaban en su apogeo en la villa. 7. The Viña del Mar Electric Company: Su origen estuvo en 1882, cuando la refinería obtuvo la concesión del suministro de gas para el alumbrado de la población (con el antecedente de la iluminación del Gran Hotel desde 1882). La propuesta estipula un contrato inicial por 5 años, con 100 luces.42 En 1909 se solicita a la Municipalidad su traslado a 2 Norte esquina 5 Poniente, manzana 18.43 8. Bodegas de Viña del Mar: Antonio Subercaseaux Vicuña instaló, en 1882, una bodega de vinos en Álvarez Nº 30.44 La producción vitivinícola de Subercaseux estuvo presente en la Exposición Nacional de 1884.45 El cultivo principal estaba en Pirque y la bodega, en Viña del Mar. Ese año trabajaban en ella un administrador, un bodeguero (maître de cahi) francés (los vinos se elaboraban con cepas francesas), dos mayordomos y 14 a 20 operarios, según la época del año. 41. AHMV, Documentos Notariales, Fondo Mercedes Álvarez de Vergara, Vol. 39. Es un contrato de arriendo de 17 de mayo de 1880 entre Mercedes y Salvador Vergara Álvarez. 42. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 7, 14 de junio de 1888. 43. Ibidem, Vol. s/n, 1907-1910. 44. Según la Matrícula de Patentes Industriales y Profesionales de 1898, AHMV, Documentos Municipales, vol. 17,(1897-1898), fs. 320 y ss., 4 de agosto, 1898. 45. La Exposición Nacional de 1884, Valparaíso, Imprenta del Nuevo Mercurio, 1884. 187 revista archivum año iv nº 5 9. Fábrica de Licores Viña del Mar: Distinta de la bodega anterior, esta fábrica era de propiedad de Teófilo Reszka, y funcionaba en Viña del Mar al menos desde 1884, fecha en que participó en la Exposición Nacional. En sus instalaciones se preparaba cognac con aguardiente de chancaca y de granos, y, para el año citado, producía mensualmente 4.800 botellas en un proceso que incluía aplicar maquinaria de procedencia extranjera. No hay datos de su ubicación, y no figura en la Matrícula de Patentes Industriales y Profesionales de 1898. 10. Fábrica de Ladrillos: Ubicada en las Salinas, aparece en un mapa sin fecha levantado por la Armada. A juzgar por la presencia en dicho mapa del Muelle Vergara y del malecón construido en Caleta Abarca, es de alrededor de 1890. 11. Fábrica de Ladrillos de Alfredo Weber, en 1902, pero no se dan más datos.46 12. Fábrica Nacional de Ladrillos: Estaba en la Población Miramar y funcionó al menos desde 1898,47cuando su propietario era Briceño y Cía. También aparece en el rol de avalúos de 1902 y tasada en 140.000 pesos. 13. Maestranza de Lever & Murphy en Caleta Abarca: Sobre esta fundición existen antecedentes suficientes para hacer un estudio de su trayectoria, como un importante trabajo realizado sobre el tema que aún espera ser publicado.48 En cuanto a su emplazamiento, la emblemática empresa fue fundada en 1860, en Valparaíso, por Ricardo Lever e instalada como taller en calle Condell.49 Ante la 46. ESPINOZA, Enrique, Geografía descriptiva de la República de Chile. 47. En el registro de patentes Industriales y profesionales de 1898 aparecen 3 fábricas de ladrillos: una en la Población Vergara (Herrera y Cía), una en Recreo (Ernesto Lengo) y una en Miramar (Briceño y Cía). 48. Archivo Histórico de Viña del Mar, “Lever, Murphy y Cía. Historia de una empresa viñamarina, 18831936”, Inédito, Viña del Mar, 1998. 49. Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza, p. 346 50. Garrido, Eugenia, “Lever Murphy, una industria pionera en Viña del Mar”, en: Archivo Histórico de Viña del Mar, Lever Murphy y Cía. Historia de una empresa viñamarina, 1883-1936, Inédito, 1998. 188 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... falta de espacio para expandirse en Valparaíso y el aumento de la demanda como consecuencia de la Guerra del Pacífico, la fundición, ahora en manos de la sociedad Lever, Murphy y Cía., se trasladó a Viña del Mar. La sociedad compró, en 1883, a José Francisco Vergara un terreno con casa en caleta Abarca, por la suma de $5.000 pesos, y a Atilio Alamos un sitio colindante en $4.000 pesos.50 Así la nueva maestranza se estableció en un arrabal de la ciudad, el otro lado del cerro, ocupando una extensión de 42.000 mts2 frente a la playa,51en la pequeña franja de costa entre el cerro Castillo y el mar, contando con un ramal del ferrocarril que llegaba hasta el corazón de la fábrica. Compartía el pie de cerro con los baños de Miramar establecidos formalmente desde 1884, al Norte de la maestranza siguiendo la línea de la costa, y extendía sus instalaciones hasta las colinas de caleta Abarca, donde se estableció un barrio obrero ocupado por los operarios desde su instalación. 1886 fue un año clave para la empresa, porque hubo de ampliarse para comenzar a trabajar en la construcción de locomotoras para los ferrocarriles por encargo del Estado. Muchos de los 550 operarios que tenía en 1885, debieron trasladarse al sur del país a efectuar dichos trabajos, quedando sólo 320 en caleta Abarca en el año siguiente.52 El Gobierno chileno se convirtió en importante cliente de la Maestranza, y, en los años sucesivos, contrató con ella la construcción de otras locomotoras de diversos tipos para el puerto militar de Talcahuano. Asimismo, la industria efectuó trabajos para la refinería, para un ferrocarril en Perú, locomotoras para pasajeros y carga, vagones, puentes y reparaciones para ferrocarriles, obras para la Armada y para diversas empresas salitreras, mineras, agrícolas e industriales.53 La empresa amplió aún más sus talleres en 1906 y construyó nuevos edificios de acero, grúas movibles para el transporte de piezas pesadas desde una parte a otra de los talleres. En 1907, el director gerente de la Sociedad de Maestranzas y Galvanización solicitó la autorización para construir un malecón en terrenos que le pertenecían en Caleta Abarca. Pide, además, la servidumbre de tránsito por los baños, todo lo cual fue aprobado,54 construyéndose un muelle para la descarga de material, una planta para la provisión de energía a gas, otras de aire comprimido para las diferentes herramientas neumáticas y otra eléctrica para el alumbrado de los talleres y el arsenal. Para 1915, cuando daba trabajo de 400 a 800 operarios, las instalaciones cubrían un área de 13.343 mts2 y la superficie total de la Compañía tenía ya 20 mil metros cuadrados más, llegando 50. Garrido, Eugenia, “Lever Murphy, una industria pionera en Viña del Mar”, en: Archivo Histórico de Viña del Mar, Lever Murphy y Cía. Historia de una empresa viñamarina, 1883-1936, Inédito, 1998. 51. Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril, Nº 6, año 6, 1889 52. Idem. 53. Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza, p. 346 54. AHMV, Documentos Municipales, Vol. s/n, 1907-1910, 28 de julio de 1907. 189 revista archivum año iv nº 5 a 59.190 mts2, con capital de $ 1.600.000 de oro chileno y un fondo de reserva acumulado de $ 305.000 oro.55 14. Compañía de Gas de Viña del Mar: El 22 de octubre de 1888, la Municipalidad celebró con Andrés Wallace un contrato para establecer una fábrica de gas.56 En 1903, dicha fábrica estaba en calle Álvarez s/n, y era avaluada en 92.000 pesos, según el Registro de 1902.57 No aparece en el Rol de Avalúos de 1914. 15. Fábrica de Baldosas: Emplazada en la Población Vergara, ya estaba presente en 1894. 58 En 1898 figura como propiedad de Gutschowz, Piza y Cía. y, en 1903, era considerada una importante fábrica de baldosas, ladrillos de composición y concretos comprimidos que empleaba cementos de La Calera. 16. Fábrica de Aceite de Coco: El 20 de noviembre de 1893, el Alcalde concedió permiso a Hörmann y Cía. para establecer esta fábrica, a un par de cuadras al este de la Refinería, en “una pequeña manzana triangular formada por las calles de Valparaíso, Limache y Nº 13, con frente a la vía férrea que conduce a la cancha de carreras.59 Esta fábrica es un caso de industria trasladada desde Valparaíso donde funcionaba, al menos, desde 1873, en calle del Teatro, teniendo como dueños a la Sociedad Schlabach y Cía. Ese era su domicilio cuando acudió a la Exposición Internacional de 1875. La materia prima empleada era llamada “pufa” o “copar” que correspondía a la “pepa seca” de ciertas palmas de la Polinesia, molidas en máquinas especiales, calentadas y sometidas a prensas hidráulicas de una presión de más de 500.000 libras. Conseguido de esta forma el aceite, éste se aclaraba en aparatos montados a propósito. El producto se utilizaba como materia prima en la elaboración de jabón, de tanta demanda que “no hay fábrica aquí en este país que no lo use y es el aceite de coco el que da la bonanza especial al jabón que en Chile se fabrica y se consume”.60 También se 55. Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza, p. 346 56. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 13, fs. 15, 1893. 57. ESPINOZA, Enrique, Geografía descriptiva de la República de Chile. 58. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 13, fs. 312, 13 sept. 1894. 59. Ibidem, Vol. 13, 20 nov 1893. 60. El Mercurio de Valparaíso, 14 de enero de 1876. 190 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... usaba, luego de un doble refinado, para perfumería, como lo usaban los conocidos jaboneros G. Gockel y Cia., y Tomas d'Aquin, en Santiago. Al iniciar trabajos en Viña del Mar, la fábrica usaba un solo caldero, de 20 caballos de fuerza, y argumentaba no producir otro residuo que la pulpa, “la torta de coco”, un afrecho o afrechillo aprovechado como forraje. En el Rol de Avalúo de 1902, era tasada en 141.000 pesos. Para 1906, había crecido y cambiado su nombre a Sociedad Fábrica Nacional de Aceites Vegetales,61 y en 1914, ya se había trasladado a terrenos más holgados en la Población Vergara.62 3. INDUSTRIAS ENTRE 1900 Y 1917: 17. Fábrica de Cerillas de Viña del Mar: El 1 de octubre de 1901, la Municipalidad de Viña del Mar concedió el permiso para la instalación de “una gran fábrica”.63 Se trata de la Compañía Chilena de Fósforos Diamante, que, por entonces, tenía domicilio en Valparaíso. Especificaban los propietarios que se edificaría en la Población Vergara, en un terreno despoblado, aunque se aislaría la fábrica del resto “de la futura población”, mediando calles anchas, a pesar de que, según sus dueños, “no es demás mencionar que las fábricas europeas de esta naturaleza muy a menudo están ubicadas en centros populosos, separados únicamente por calles angostas del resto de la ciudad”. El edificio fue construido en 1901 por A. Ll. Batchelor, arquitecto y agrimensor.64 Al momento del contrato, la compañía aseguraba que se adoptarían los adelantos más modernos en la fabricación de fósforos y que sus instalaciones consultarían todas las exigencias de la higiene y la seguridad pública. Anunciaba que se nutriría de la experiencia de la Diamond Match Company, que poseía las más grandes fábricas de fósforos en Inglaterra y Estados Unidos: la versión chilena usaría los mismos procedimientos. No sabemos hasta cuándo permaneció en Población Vergara, pero, al menos, figura en 1915 como la mayor de su tipo en Chile. 61. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 21 62. Matrícula de Patentes Profesionales e Industriales, 1914, en: Peña de la Fuente, Nicolás, Guía general de Valparaíso y Viña del Mar, 1914. 63. AHMV, Documentos Municipales, Vol s/n, fs. 227, 28 de septiembre de 1901. En la solicitud se dice que, según la ley Nº 1.004 del 21 de enero de 1898, las instalaciones de las fabricas de fósforos deben ser aprobadas por la Municipalidad. 64. Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza. 191 revista archivum año iv nº 5 18. Fábrica de Velas: Se menciona en 1901, una fábrica de velas en calle Cancha,65 cerca de la fábrica de aceite de coco. Según el Rol de Avalúo de 1902, entre las propiedades viñamarinas de más de 50.000 pesos, las fábricas eran: los establecimientos de la Refinería de Azúcar, avaluados en 698.000, su ciudadela, en 223.000, quinta, en 165.207 pesos y otra propiedad de la Refinería en la Población Vergara, en 1.000.000 pesos; la fábrica de Lever y Murphy, en población Miramar, en 329.000 pesos; la fábrica de Aceite de Coco de Hörmann y Cía., avaluada en 141.000 pesos; la Fábrica Nacional de Ladrillos, en Población Miramar, 140.000 pesos; y la Compañía de Gas de V. del Mar, en Álvarez s/n, en 92.000 pesos. Dos años más tarde, el Alcalde Hörmann resume en su Memoria 66 que, en 1904, en la ciudad, que ya contaba con más de 14.000 habitantes, había “8 grandes establecimientos fabriles, una fábrica de gas y una fábrica de luz eléctrica“, refiriéndose a la Viña del Mar Electric Company, adquirida por la Refinería en 1882 y la Compañía de Gas de Viña del Mar, en calle Álvarez, establecida en contrato con la Municipalidad de 1888. Tenemos certeza de 5 de las 8 grandes fábricas: la Refinería de Azúcar, la Maestranza de Lever y Murphy, y las fábricas de Aceite de Coco, Nacional de Ladrillos, y la de Fósforos. 19. Cerrajería Artística de Carlos Panzer: En 1903, es destacada en el libro de Espinoza como uno de los establecimientos industriales de Viña. En ella se trabajaban faroles ornamentados con vidrios de colores, marcos, jardineras, útiles de escritorio y otros.67 20. Fábrica de Ladrillos: Benito García adquirió unos terrenos en 1906, cerca de la estación de El Salto y a orillas del estero para la instalación de hornos y confección de ladrillos.68 Esta fábrica no aparece en el rol de avalúo de 1914. 66. Memoria presentada por el primer alcalde Sr. Jorge Hörmann a la I. Municipalidad de Viña del Mar en 1904, Viña del Mar, Imprenta del Comercio, 1904. 67. ESPINOZA, Enrique, Geografía descriptiva de la República de Chile. 68. AHMV, Documentos Municipales, Vol. 21 192 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... 21. Fábrica de Fideos Daveggio y Gagliardi: Instalada en 1906.69 Sus propietarios la describían como una fábrica pequeña que “posee una sola prensa y que trabaja más o menos desde 5 hasta 7 quintales diarios”, cortedad atribuida a la falta de venta, tanto por ser nueva como debido a “los trabajadores que celebran San Lunes...”. Para entonces trabajaban 5 obreros. El negocio se amplió y, en 1908, Víctor Daveggio presentó una solicitud para edificar en su fábrica que se encontraba en calle Valparaíso, entre Batuco y Peñablanca.70 Sin embargo, no aparece en el avalúo de 1914. 22. Fábrica de la Compañía Chilena de Tabacos: Es citada en Impresiones...71como fundada en 1909, pero no sabemos si se refiere a la fábrica viñamarina, porque la compañía tenía fábricas en varias ciudades. 23. Panadería Industrial: Existía, desde algún año, entre 1907 y 1910. Era de propiedad de Antonio Valente y estaba situada en calle Valparaíso, frente a la “ciudadela vieja” de la refinería.72 24. Fábrica de Tejidos Gratry de Viña del Mar: La Sociedad Anónima Gratry estaba instalada en los arrabales de la ciudad, al extremo nororiente de la Población Vergara, a los pies del cerro y en una extensión de 18 cuadras cuadradas “circundada por una plantación de eucaliptus” separada del resto de la Población Vergara por un arenal. Era la sede chilena de una fábrica internacional con casas en Francia, Bélgica, Buenos Aires y Viña del Mar, fundada en 1878, en Francia, por Julio Gratry. En 1911, se la señala como Fábrica de Paños de Viña del Mar. Sus operarios eran 400, en su mayoría mujeres y niños.73 Para ese año, contamos con salarios detallados: se pagaba cada día por las 10 horas de trabajo, según la pericia del operario: tejedores, 3.50; capataces, 10; herreros, 6.6; carpinteros, 6; maquinista, 6; fogoneros, 5; peones, 4; auxiliares, 4; preparadores, 2. Hay que considerar que el arriendo mensual de una habitación en la ciudadela de la empresa era de 8 pesos. 69. Ibidem,13 de agosto de 1906 70. Ibidem, Vol. s/n, 1907-1910. 71. Citada por Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza, p. 343, 72. AHMV, Documentos Municipales, Vol. S/n, 1907-1910. 73. Boletín de la Oficina del Trabajo, Nº2, año 1, 1911. 193 revista archivum año iv nº 5 En Población Vergara, la fábrica y sus anexos ocupaban 160.000 metros de terrenos que comprendían: la fábrica de construcción de ladrillos, cemento y fierro, con superficie de 5.000 m2, pero que se proyectaba extender hasta 15.000, con motor con dos calderos; un dínamo para el alumbrado de la fábrica; 150 telares, 11 máquinas de preparación, 9 máquinas para aprestos y conclusión, y 5 máquinas de maestranza; los anexos, es decir, caballerizas, la casa de la dirección y la del portero; y la ciudadela que constaba de 64 habitaciones para los operarios.74 Para 1915, ya tenía un capital acumulado de 15 millones de francos.75 En Viña del Mar se confeccionaban tejidos de algodón, lino y yuto, producía diariamente 3.000 metros de tejido, ocupando hasta 700 operarios, con una fuerza motriz de 500 caballos que producía también el alumbrado eléctrico necesario. Ese año era llamada Sociedad Anónima Establecimientos Americanos Gratry,76 cuando el capital acumulado en sus 11 fábricas europeas y latinoamericanas era de 25 millones de francos, teniendo en Chile la casa de venta principal en Valparaíso, y dos sucursales, una en Santiago y otra en Concepción. Desde su origen, la fábrica se convirtió en emblemática de Viña del Mar, aunque compartió localización con otras del rubro textil. Su presencia al fondo de los terrenos planos de la ciudad, y su ciudadela asociada, fue fundamental para la instalación de viviendas populares y casas con piezas en arriendo en sus inmediaciones, así como un importante centro sindical que creó poblaciones en Santa Elena.77 25. Compañía Marítima Población Vergara: No sabemos la fecha de su formación. Hacia 1911, la Compañía operaba en el Muelle de la Población, - al parecer en las cercanías de la faena - y daba habitaciones a sus operarios y jornaleros, cuyo salario era de acuerdo a cada tonelada descargada.78 Se les remuneraba en un 50% más los días festivos, y el doble si trabajaban por la noche. 26. Fábrica de Almidón Hornet: Se eleva la solicitud para su instalación el 17 de marzo de 1915, pero no se adjunta la información sobre si se concede o no el permiso. Se trataría de una industria 74. A esta ciudadela haremos mención más adelante, cuando se haga un panorama de las viviendas populares del período. 75. Impresiones de la República de Chile en el siglo veinte. Historia, gente, comercio, industria y riqueza. 76. Ibidem, p. 368. 77. VILDÓSOLA B., Luis, “A los 14 años mi papá ya sentía que era un hombre. El sujeto popular de Viña del Mar durante la primera mitad del siglo XX”. 78. Boletín de la Oficina del Trabajo, Nº2, año 1, 1911. 194 chalets y chimeneas: los primeros establecimientos industriales... de almidón fino, en calle Viana 343, de propiedad de Praxedes Diego Altuna. Su futuro dueño aseguraba a la Municipalidad que no sería una industria nociva (por eso solicita establecerla en el sitio indicado, pleno centro de la ciudad). La única materia prima sería el arroz, no habría humo porque se utilizará como fuerza un motor eléctrico. Tampoco olor (nada fermentará). El personal será muy reducido.79 En el primer semestre de 1916, la corresponsalía viñamarina del diario La Unión de Valparaíso efectuó visitas a las industrias de Viña del Mar, cuyas descripciones fueron publicadas junto con fotografías. Para ese año, se hablaba del desarrollo industrial de la ciudad como algo notorio y progresivo, así lo testimonian los siguientes reportajes: - Fundición Viña del Mar: Dedicada al trabajo del hierro y bronce, existía al menos desde 1913, y estaba ubicada en calle Viana cerca de Bolívar (sector de la Refinería). Sus dueños eran tres socios, Benito Álvarez, Julio Velasco y Alejandro Davidson, este último retirado de Lever y Murphy. Para 1916, habían hecho grandes trabajos: su primera entrega de importancia fue armar el edificio de hierro de las bombas de Concón, luego participaron - junto con otras fundiciones - en los arreglos del Muelle Vergara, hicieron la armadura de un andarivel marítimo en el Fuerte Andes, armaron un “colosal edificio” de Schwager en calle Prat de Valparaíso, así como trabajos para la Refinería, el Matadero de Santiago y la Fábrica de Tejidos de Punto Caupolicán.80 - Fábrica de Tejidos La Caupolicán: Funcionaba en 1916 en la Población Vergara, “lejos del bullicio de la ciudad” en un terreno de 5.000 metros cuadrados “que da a 4 Norte, cerca del nuevo y elegante balneario”. El negocio había sido iniciado por una familia belga que se instaló con una modesta fábrica de tejidos de algodón pocos años antes de la fecha señalada. Al traspasar los derechos a otros dueños, “se inició la explotación en forma segura y progresiva”. La materia prima (el algodón) se importaba de Manchester y Nueva York para producir mensualmente alrededor de 60.000 metros de géneros de colores, además de manufacturar franelas de algodón. En 1916 funcionaban 91 telares, 2 máquinas para preparar las bovinas destinadas a las máquinas urdidoras, 2 para llenar los carreteles de telares, una para frisar las franelas, una gran aplanchadora, una para enrollar piezas de género y otras para diversas labores. Casi la todos los operarios eran mujeres jóvenes que ganaban entre 3 y 6 pesos diarios.81 79. AHMV, Documentos Municipales, Vol. s/n, 1907-1910. 80. La Unión, Valparaíso, 23 de febrero de 1916. 81. Ibidem, 14 de marzo de 1916. 195 revista archivum año iv nº 5 - Fábrica de Soda Cristalizada de El Salto: Estaba sita frente a la estación homónima. Sus propietarios eran Carlos Bustos y Juan Espinoza. Se producía soda cristalizada empleando como materia prima el carbón, sulfato y calcárea, pero la mayor novedad y lo que la hacía única en el mundo era la inclusión de salitre.82 - Fábrica de Escobas de Viña del Mar: Era una fábrica de grandes proporciones en 1917. Emplazada en 8 Norte, ocupaba 40 operarios, que trabajaban en jornadas de 8 horas para recibir un jornal promedio de 4 pesos diarios por su trabajo de producción de escobas, escobillas y escobillones de gran variedad de los que se abastecía a ciudades desde Viña del Mar hasta Iquique. Sus dueños, Valente y Yullis (éste último rumano) poseían 8 máquinas armadoras, 3 cortadoras, 8 costureras y una asemilladora, para producir diariamente casi 1000 escobas.83 - Fábrica de Sebo: Funcionaba desde varios años antes de 1917 en Arlegui 215, entre Traslaviña y Villanelo. En ella -pleno centro de la ciudad- se elaboraba y refinaba el sebo, con su consecuente aire nauseabundo que contaminaba al vecindario.84 Otras fábricas, que llamaron la atención en 1916 por sus extremas condiciones de insalubridad, eran el depósito de vinos Pachacama, en calle Limache,85 y una fábrica clandestina de embutidos ubicada en los bajos de varias casas de calle Álvarez números 1044 y 1046 y calificada de “chanchería repugnante y criminal”.86 Antes de 1923, se había establecido la Fábrica de Tejidos de El Salto, una de las principales fábricas del ramo en Chile, junto con la Gratry y otra viñamarina, la Fábrica Caupolicán de Grace y Compañía. En cuanto a pasamanería, la de José Canciani, en Viña del Mar, era la principal en Chile en la década de 1920.87 Otro establecimiento funcionando antes de 1923, era la Fábrica de Aceite Compañía Industrial de Viña del Mar. No es extraño que Viña del Mar haya sentido la tensión provocada por dos vocaciones antagónicas: las chimeneas industriales y la idea de hacerla “ciudad jardín”. La élite social se situó en lugares preferenciales definidos dentro de la villa, pero no del todo, y las industrias pasaron a ser predominantes en la imagen de la ciudad hasta mediados del siglo XX. 82. Ibidem, 2 de abril de 1916. 83. Ibidem, 20 de julio de 1917. 84. Ibidem, 10 de abril de 1917. 85. Ibidem, 5 de junio de 1916. 86. Ibidem, 5 de junio de 1916. 87. ÁLVAREZ A., Oscar, Historia del desarrollo industrial de Chile, pp. 199 y 203. 196