Capítulo IV.- La Unión Soviética
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Capítulo IV.- La Unión Soviética
MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX Capítulo IV.- La Unión Soviética: Un objetivo demasiado ambicioso para los Panzer. Con la perspectiva que nos proporciona el inexorable paso del tiempo, es muy fácil hacer afirmaciones tales como que la invasión de la Unión Soviética probablemente fuera el mayor error militar de Hitler o, al menos, uno de los mayores. Sin embargo, si nos trasladamos en el tiempo hasta el final de la campaña de Francia, con los alemanes en plena euforia, es mucho más sencillo entender las razones que tenía Hitler para iniciar los preparativos de la denominada Operación Barbarroja, contando para ello con el apoyo incondicional de una buena parte de su Estado Mayor. De hecho, según sus estudios, en unos cinco meses “el grueso del Ejército soviético estacionado en la Rusia Occidental será destruido mediante operaciones audaces, encabezadas por puntas de lanza acorazadas de penetración profunda. Se impedirá que las fuerzas rusas que eventualmente puedan presentar batalla, se retiren hacia el interior…”. Para la operación habilitaron tres Grupos de Ejércitos: El Norte de von Leeb1; el Centro de von Bock2; y el Sur de von Rundstedt3. En total, sumaban 3.200 carros, de los que 2.068 eran Panzer III (131 con cañón de 37 mm, 1.893 con cañón corto de 50 mm y sólo 44 con el largo de 50/60 mm), unos 500 del más moderno Panzer IV, y el resto de modelos más anticuados como el Panzer II y otros ejemplares capturados. El inicio de la Operación Barbarroja cogió por sorpresa a los soviéticos Una parte de los carros alemanes eran anticuados Pzkpfw II (imagen izquierda) y algunos ejemplares capturados como los Somua franceses (derecha). En cuanto al Ejército soviético estaba articulado en tres Frentes, equivalentes a Grupos de Ejércitos: El Noroccidental (distrito del Báltico) de Kutnetsov4; el Occidental (distrito Occidental) de Pavlov5; y el Sudoccidental (distrito de Kiev) de Kirponos6. Además, en el distrito de Odesa se encontraba el Ejército de Tiulenev. En total, según la inteligencia alemana, 13 Ejércitos que incluirían unas 35 Divisiones Acorazadas, cifra bastante aproximada pues, si bien sólo existían 26 Divisiones completas, también habría que sumar los Regimientos de Carros de las Divisiones Motorizadas. 55 Francisco P. Fernández Mateos En resumidas cuentas, cuando comenzó la ofensiva el 22 de junio de 1941, los soviéticos disponían, según las distintas fuentes, entre 20.000 y 24.000 carros, la mayor parte de modelos totalmente obsoletos como el T-26, las series BT, o los multitorres T-28 y T-35, muy inferiores a los Panzer III/IV. Además, las purgas de Stalin de los años 37 y 38 habían diezmado el Ejército que, por consiguiente, carecía de mandos cualificados, como quedó claramente demostrado durante el desarrollo de las operaciones. Los soviéticos contaban con más de 20.000 carros, la mayoría de modelos totalmente anticuados como los T-26 (izquierda), BT (centro) y T-35. Teniendo en cuenta esas perspectivas, los alemanes estaban convencidos de conseguir una rápida victoria; sin embargo, la cruda realidad les hizo comprender muy pronto que no habían calibrado la capacidad soviética en su justo valor. Así, en septiembre, a pesar de que las estimaciones del servicio secreto alemán indicaban que el Ejército Rojo había perdido unos 18.000 carros, 14.000 aviones y 2.500.000 hombres, las bajas eran repuestas una y otra vez, dando la sensación de que poseían unos recursos ilimitados. Halder anotó en su diario: “Subestimamos a los soviéticos: habíamos calculado que tenían 200 divisiones, pero hemos detectado ya 360…”. Por otra parte, la aparición en los campos de batalla de los nuevos carros T-34 y KV-1, que demostraron ser muy superiores a los Panzer III/IV, cogió por sorpresa a los alemanes, a pesar de que tenían indicios más que suficientes para deducir su existencia. De hecho, Guderian escribió que, durante una visita efectuada por mandos rusos a las fábricas de carros alemanas, cuando les mostraron el Panzer IV como el modelo más potente, “los oficiales rusos presentes se negaron rotundamente a creerlo, e insistieron en que debíamos estar ocultando nuestros modelos más modernos, lamentándose de que no cumpliéramos la orden de Hitler de mostrarles todo lo que teníamos…Finalmente, nuestros fabricantes y los oficiales del Servicio de Material de Guerra concluyeron: al parecer, los rusos cuentan ya con carros de combate mejores y más potentes que los nuestros”. La aparición de los poderosos T-34 y KV-1 causó una gran impresión a los mandos alemanes. 56 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX Tras su primer encuentro con los KV-1, tres días después de iniciarse las hostilidades, la 1ª División Panzer recogió en su diario de operaciones lo siguiente: “El KV-1…, al que nos enfrentamos aquí (cerca de Raseiniai) por primera vez, era verdaderamente eficaz. Nuestras compañías abrían fuego desde menos de 750 metros…inútilmente. Nos acercábamos más y más al enemigo, que por su parte seguía avanzando despreocupadamente. No tardamos en encontrarnos frente a frente, a distancias de 50 a 100 metros. Se entabló un endiablado intercambio de disparos, sin ningún éxito visible por parte alemana. Los carros rusos seguían avanzando y todos los proyectiles capaces de perforar corazas, simplemente rebotaban en ellos. De esta forma, nos hallamos en la alarmante situación de ver a los carros rusos avanzar por entre las filas del 1º Regimiento Panzer, hacia nuestra infantería y la retaguardia. Entonces, nuestro regimiento panzer dio la vuelta y retrocedió con los KV, aproximadamente, en línea con ellos. En el curso de la operación, logramos inmovilizarlos con proyectiles especiales disparados tan solo desde 25 a 50 metros”. Viendo las grandes pérdidas que ocasionaron los T-34, Guderian comprendió que las posibilidades de conseguir una rápida victoria se reducían por momentos, por lo que redactó un informe con diversos aspectos que deberían tenerse en cuenta en la futura producción de carros. Así, proponía la necesidad de construir un cañón capaz de destruir los T-34, y hacía notar la conveniencia de que fuera enviada al frente una comisión cívico-militar, con la finalidad de que estudiaran el problema sobre el propio terreno. Para hacernos una idea de la importancia que tuvo para los alemanes la aparición del T34, basta con decir que diversos mandos propusieron la realización de un carro idéntico y, aunque eso era imposible por problemas de producción, lo cierto es que a la hora de la verdad, de los dos prototipos construidos durante el desarrollo del famoso Panzer V Panther, uno era una copia casi exacta, mientras que el modelo elegido, estaba claramente inspirado en él. El VK 3002 (DB) era una copia casi exacta del T-34. Por otra parte, aunque los alemanes poseían superioridad aérea, la Luftwaffe fue incapaz de prestar el apoyo necesario en las inmensas llanuras rusas, al tiempo que se puso de manifiesto que los cálculos de abastecimiento efectuados estaban muy por debajo de los reales y, por si esto fuera poco, conforme las unidades profundizaban en territorio enemigo, los problemas se multiplicaban. A pesar de todo, en las primeras seis semanas de operaciones ya se habían recorrido más de 600 km; sin embargo, ello había sido a costa de un gran desgaste7 y, lo que era todavía más preocupante, las posibilidades de reposición estaban muy por debajo de las necesidades. Pero, incluso en aquella situación tan desalentadora, durante el mes de agosto, todavía fueron capaces de asestar un duro golpe a 57 Francisco P. Fernández Mateos los soviéticos en las proximidades de Smolensk, tomando casi 200.000 prisioneros y destruyendo o capturando unos 2.000 carros. Conforme las unidades avanzaban más dentro del territorio enemigo, los abastecimientos eran más difíciles. Aunque no tenemos datos oficiales al respecto, algunos expertos han calculado que, hacia finales de diciembre, los soviéticos habían perdido más de 21.000 carros y 32.500 piezas de artillería, pudiendo cifrarse las bajas entre 5 y 7 millones de muertos y heridos, además de otros 3 a 5 millones de prisioneros. Sin embargo, si hacemos caso de las fuentes soviéticas, la relación de fuerzas sólo era favorable a Alemania en personal (5.092.800 frente a 4.190.000), mientras que en carros (1.984 / 1.453) y aviones (3.688 / 2.465) los soviéticos eran superiores, dejando patente que su capacidad de producción estaba muy por encima de la alemana. A pesar de las enormes pérdidas de material y personal, la Unión soviética mantenía su capacidad de reposición. Para finales de septiembre y principios de octubre, Hitler había planeado dos grandes ataques: El primero dirigido hacia Kharkov, la zona industrial del bajo Don y los pozos de petróleo del Cáucaso; y el segundo iría directamente contra Moscú. Sin embargo, a pesar de que consiguieron importantes avances, la tenacidad de los rusos y el ingenio del mariscal Zhukov en la defensa de Moscú, frustraron los ataques sin conseguir ningún éxito destacable. Y, el 5 de diciembre, los soviéticos lanzaron su primera gran contraofensiva. El duro invierno ruso (en enero de 1942 la temperatura alcanzó los 36º bajo cero en el frente de Moscú) aumentó los problemas de las tropas alemanas. Como comentó Guderian en una carta dirigida a su esposa: “El frío glacial, el lamentable alojamiento, la escasez de ropas, las graves pérdidas de hombres y material, el deplorable estado de nuestros suministros de carburante; todo esto, convierte las obligaciones de quien ostenta el mando en una verdadera miseria y, a medida que pasan los días, tanto más duramente pesan en mí las responsabilidades”. En aquel momento, a pesar del enorme derroche de energía de las Divisiones Panzer, podemos decir que la Operación Barbarroja, estaba destinada irremediablemente al fracaso. 58 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX El estado crítico de la situación impuso la necesidad de centrar el esfuerzo de producción de carros en la calidad y cantidad de los que era necesario construir. Y, dado que los modelos en estudio no estarían disponibles de inmediato, decidieron aumentar la protección y potencia de fuego de los Panzer III/IV, apareciendo nuevas versiones revalorizadas. Al mismo tiempo, fue intensificada la construcción de los cañones de asalto, que incorporaron tubos largos de mayor potencia contracarro. Estos vehículos, si bien eran inferiores a los carros por carecer de torre, podían construirse con mayor facilidad, lo que permitió disponer de grandes cantidades para dotar muchos batallones de carros. Demostraron una gran valía en combates de tipo defensivo, aunque para el ataque adolecían de una cierta falta de rapidez en la respuesta; en una palabra, eran armas más defensivas que ofensivas, si bien tal como estaban las cosas, cualquier blindado era bien recibido en las unidades. Para que el esfuerzo de producción no se diversificara excesivamente, lo cual nunca llegó a conseguirse, en el mes de noviembre, Hitler paralizó todos los proyectos no considerados prioritarios, centrando el trabajo en los siguientes cuatro tipos de carros: Rápido para misiones de reconocimiento, que culminó en el carro ligero Luchs, del que sólo se terminaron 131 ejemplares entre 1942 y 1943; medio (Panzer IV); pesado (Tiger); y superpesado (Porsche 205 Maus)8. Como cabe apreciar, todavía tuvieron que confiar en el Panzer IV, ya que hasta el mes de abril de 1943 no estarían disponibles los prototipos del Panther que, para numerosos autores, deber ser considerado el mejor carro de toda la guerra, una vez resueltos los problemas técnicos iniciales. Con la introducción de numerosas mejoras, la producción del Pzkpfw IV tuvo que alargarse hasta que estuviera listo el Panther. Indudablemente, el proyecto más complejo de todos fue el del carro pesado, el carismático Tiger que, a pesar de la aureola de gloria que lo envuelve, no dejaba de presentar serios inconvenientes, dado que su elevado peso y escasa movilidad no le permitían efectuar los rápidos avances que imponía la guerra relámpago, aunque para las emboscadas demostró una temible eficacia. Como ejemplo, el general Frido von Senger, jefe de un Grupo Panzer en Italia escribió lo siguiente: “Mientras combatíamos en las zonas boscosas, nuestros carros, que incluían numerosos Tiger, solamente podían operar en carretera. Eran indispensables para apoyar a la infantería, pero docenas de estos monstruos habían quedado fuera de combate porque, incluso cuando sufrían ligeros desperfectos, no había manera de remolcarlos…La experiencia me ha enseñado que si un Tiger queda temporalmente inmovilizado, la única forma de remolcarlo es emplear para ello otro Tiger. Ofrecían un 59 Francisco P. Fernández Mateos blanco excelente al enemigo, que contaba con un buen servicio de información aérea y de artillería, y no tardaban en hallarse bajo el fuego enemigo”. A pesar de su innegable eficacia, el empleo del Tiger presentó serios problemas. A menudo, tras averiarse, era destruido por sus propias tripulaciones. Dado que en 1942 las fuerzas acorazadas soviéticas se encontraban todavía muy lejos de lograr la pericia de las alemanas9, Hitler aún tenía la esperanza de que sus formaciones panzer10 fueran capaces de imponerse a los soviéticos. Esperanza que aumentó justificadamente cuando Timoshenko perdió el grueso de sus carros T-34 y KV-1, además de 250.000 hombres, en una mal planeada ofensiva contra Kharkov, efectuada durante el mes de mayo. Una vez más, acuciado por la escasez de carburante, Hitler ordenó al Grupo de Ejércitos Sur que conquistara los campos petrolíferos del Cáucaso. El 1º Ejército Panzer de Kleist avanzó en cabeza, en dirección a Rostov para, tras cruzar el río Don, dirigirse a Maikop. Mientras tanto, el 4º Ejército Panzer de Hoth, seguido por el 6º Ejército de Paulus (incluía el XIVº Cuerpo de Ejército Panzer), estaban encargados de atacar las fuerzas del Frente Voronezh y continuar su avance protegiendo el flanco norte, hasta llegar a Stalingrado si hiciera falta, pero sin abordar la ciudad. El 4º E. Panzer, sin ninguna oposición de importancia, progresó a toda velocidad11 y dejó atrás al 6º Ejército, encargado de reducir las fuerzas soviéticas rebasadas. Tan escasa fue la resistencia que encontró Hoth que, más tarde, llegó a decir que podría haber tomado Stalingrado en el mes de julio, si hubiera tenido autorización para ello. Por su parte, el 1º Ejército Panzer encontró más oposición, de manera que su avance fue mucho más lento. Entonces, Hitler cometió uno de sus principales errores de toda la guerra. Envió a Hoth en ayuda de Kleist, lo que, aparte de ser innecesario, saturó más aún las sobrecargadas vías de abastecimiento. Además, el 6º Ejército, cuyas unidades se movían a pie o a caballo, no llegó a tiempo para aprovechar la brecha abierta por los carros, dando tiempo a que los soviéticos reorganizaran las defensas. Por último, cuando Kleist venció las resistencias que lo frenaban y se dirigía directamente a Stravropol y Maikop, en busca del ansiado petróleo12, Hitler cambió de opinión y decidió que debía tomarse Stalingrado a toda costa, por lo que el 4º Ejército Panzer tuvo que volver sobre sus pasos. Sin embargo, llegó demasiado tarde. Paulus, incomprensiblemente y, a pesar de las protestas de Wittersheim y Swedler13, prácticamente estrelló los carros y blindados que tenía disponibles contra Stalingrado. 60 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX En Stalingrado los alemanes sufrieron su primera gran derrota en la Unión Soviética. Recordando aquellos combates, el mariscal Chuikov escribió lo siguiente: “Esperaba operaciones perfectamente coordinadas de la artillería y las fuerzas de tierra enemigas, una exacta organización de la barrera artillera, una maniobra relámpago de fuego y avance de los carros. Pero nada de esto sucedió. Me encontré con el método harto anticuado de desgaste, trinchera a trinchera…Los carros alemanes no entraban en acción sin el apoyo de la infantería y de la aviación. En el campo de batalla no había pruebas de arrojo de las tripulaciones de los carros alemanes, de su valor y velocidad en el combate, de lo que escribían los periódicos extranjeros. En realidad ocurría todo lo contrario: se movían con lentitud, con extrema cautela, indecisos…”. A pesar de las enormes pérdidas, Hitler tenía más empeño que nunca en continuar el ataque, utilizando para ello todas las fuerzas disponibles, hasta el punto de que Kleist llegó a quejarse de la falta de apoyo aéreo. Pero los mandos soviéticos habían aprendido la lección y, si bien sus dotaciones no estaban a la altura de las alemanas, muy pronto demostraron que sabían cómo emplear sus potentes unidades de carros. En Stalingrado, los soviéticos demostraron que habían aprendido la lección. El 20 de noviembre, 4 CE. Acorazados soviéticos realizaron una operación de doble envolvimiento, creando una bolsa en la que quedaron aislados el 6º Ejército y parte del 4º E. Panzer, con unos 200.000 hombres. Inmediatamente, fue organizado el GE. del Don, al mando del mariscal de campo von Manstein, con la finalidad de liberar a las tropas asediadas. Para ello, contaba con el 3º Ejército rumano, el denominado Grupo Hollidt y los restos de los Ejércitos de Paulus y Hoth. Sin embargo, tras varios intentos, en los que también participó el LVIIº CE. Panzer, llegado desde el Cáucaso, viendo la clara superioridad soviética que, incluso, amenazaba al resto de unidades, se abandonó la intención de auxiliar al 6º Ejército. A pesar de que Guderian había caído en desgracia a finales de 1941 y Hitler no era de los que olvidaban con facilidad, tras el desastre de Stalingrado, lo nombró Inspector General de 61 Francisco P. Fernández Mateos las Fuerzas Acorazadas, con la finalidad de reorganizar la totalidad de la fuerza Panzer, incluidas las unidades SS y las que Göring había constituido con personal de la Luftwaffe. Asimismo, el decreto de nombramiento, que fue redactado por el propio Guderian, también le confería facultades para organizar junto a Albert Speer, Ministro de Armamento del Reich, todo lo relativo a los planes de fabricación de las armas. El acierto de la designación quedó demostrado enseguida, aumentándose la producción de carros y blindados de forma espectacular14. Y, todo ello, a pesar de los continuos bombardeos aliados que, cada vez con más intensidad, producían graves daños en las fábricas. En febrero del 43, aprovechando un saliente que se había formado en el frente soviético, mediante una hábil maniobra en la que intervino el Iº CE. Panzer SS15 atacando desde el norte, y otras 5 divisiones panzer, de los Ejércitos 1º y 4º, situadas al sur, von Manstein consiguió un espectacular triunfo sobre el Ejército Rojo, destruyendo el 6º Ejército y el 3º E. Acorazado, y avanzando posteriormente con doce divisiones panzer hasta tomar Kharkov y Belgorod, en la que cabe catalogar de última gran ofensiva victoriosa de los panzer en la Unión Soviética. Kursk: El principio del fin de las unidades panzer A raíz del éxito de Kharkov, el general Kurt Zeitzler, Jefe del Estado Mayor, apoyado inicialmente por Von Manstein, decidió atacar el saliente formado en la línea del frente, entre las ciudades de Orel, al norte y Kharkov al sur. Tenía una longitud aproximada de 240 km en su base y una extensión equivalente a la mitad de Suiza, en cuyo centro se encontraba la ciudad de Kursk, importante nudo de comunicaciones. Al principio, viendo como sus propios generales no se ponían de acuerdo, Hitler estaba indeciso. Sin embargo, teniendo en cuenta que, en aquel momento, el principal enemigo de Alemania era la Unión Soviética y que su Ejército representaba una temible amenaza, el 15 de abril firmó la orden de ataque, convencido de que si destruían las fuerzas estacionadas en aquella zona, quedaría anulada su capacidad para realizar operaciones futuras. Bien concebida inicialmente, los alemanes cometieron el error de retrasarla excesivamente o, mejor dicho, se vieron obligados a ello por diversos factores, entre los que podemos destacar los siguientes: Necesidad de concentrar todas las unidades posibles16, reponer sus cuantiosas bajas de personal y material, completar los niveles de abastecimientos17, y dar tiempo a que los nuevos carros Panzer V Panther (unos 300), los cazacarros Ferdinand (90), y los aviones Focke-Wulf 190A y Heinschel 129, entre otros materiales, estuvieran disponibles. Por otra parte, la inquietante situación en el Mediterráneo (la caída de Túnez el 10 de mayo, el posible ataque aliado a Sicilia, los acontecimientos políticos en Italia...), desaconsejaba el envío de las mejores unidades al frente oriental. En cuanto al Ejército Rojo, debemos decir que, desde que conoció los planes alemanes (direcciones de ataque, composición y situación de las reservas, unidades atacantes, etc.), a finales de abril, gracias a la red de espionaje Lucy, dirigida por un editor suizo, comenzó a preparar las posiciones defensivas18. La idea consistía en crear una barrera infranqueable 62 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX basada en los principios de los "pakfront" (frentes contracarro) alemanes, que utilizaban hasta doce cañones contracarro bajo el mando de un mismo oficial y colocados en profundidad, de manera que los carros enemigos fueran atacados sucesivamente y desde todas las direcciones, hasta su destrucción o detención. Por supuesto, también emplearon ingentes cantidades de minas (más de 400.000) y obstáculos contracarro, así como todo tipo de medidas de ocultación y simulación, que hicieron decir a un oficial alemán: "Ni los campos de minas ni los pakfront podían detectarse hasta que volaba el primer carro o abría fuego el primer cañón ruso." Lógicamente, la acción de los "pakfront" no era aislada sino que formaba un conjunto con las grandes concentraciones de artillería y los ataques de equipos cazacarros, aviación y carros. En Kursk, los soviéticos organizaron una impresionante defensa. El Ejército alemán contó con dos núcleos de fuerzas principales, bajo el mando del general Von Kluge, constituidos sobre el 9° Ejército de Model, perteneciente al GE. Centro de Von Kluge, y el 4° Ejército Panzer de Hoth, integrado en el GE. Sur de Von Manstein. En total, unas 30 Divisiones19, de las que trece eran Acorazadas, además de tres Brigadas Independientes de cañones de asalto. En cuanto a la proporción de fuerzas, conviene señalar que el GE. Centro disponía de menor potencia de choque que el GE. Sur20, a pesar de contar con los 90 espectaculares cazacarros Ferdinand (más tarde conocidos con el nombre de Elefant), que tan mal resultado dieron por su falta de madurez. De hecho, sólo disponía de unos 750 carros y 300 cañones de asalto, frente a los 1.100 Y 250, respectivamente, de Von Manstein. Además, el IIIº CE Panzer del Grupo Operativo Kempf, que efectuó un ataque secundario al este del 4° Ejército Panzer, disponía de otros 300 carros. El plan ideado radicaba en la clásica operación en tenaza o de doble envolvimiento, con el 9° E. progresando desde el norte, y el 4° E. Panzer haciendo lo propio desde el sur, para confluir ambos sobre Kursk. Asimismo, si obtenían un éxito total, estaba previsto profundizar en la retaguardia del Frente Sudoccidental (Plan Panther), aunque tampoco se descartó la idea de atacar en dirección noroeste para envolver Moscú y alcanzar la retaguardia de todas las unidades desplegadas en el sector central del frente. Para la coordinación de todas sus fuerzas, los soviéticos nombraron al Jefe del Estado Mayor General, mariscal Vasilievsky, junto al mariscal Zhukov, que era un verdadero maestro en la defensa contracarro y conocía perfectamente las tácticas alemanas. Para la batalla, dispusieron de tres Frentes (equivalentes a Grupos de Ejércitos), a saber: El Central de Rokossovsky, situado al norte; el Voronezh de Vatutin, al sur; y el de la Estepa de Koniev, que formaba la reserva, algo más al este. El Frente Central contaba con los Ejércitos 13°, 48°, 60°, 65° y 70°, y el 2° Acorazado; el Voronezh disponía de los Ejércitos 38°, 40° y 69°, el 6° y 7° de la Guardia, y el 1 ° Acorazado; y, por último, el de la Estepa estaba formado por los Ejércitos 27°, 47° y 53°, el 5° de la Guardia y el 5° Acorazado de la Guardia21. Todas esas unidades 63 Francisco P. Fernández Mateos fueron distribuidas en cinturones defensivos, con una profundidad de 60 km hasta Kursk, apoyados en un terreno que, aunque era muy apto para la maniobra de las unidades acorazadas, dado que era ligeramente ondulado, tenía la ventaja para la defensa de que permitía la observación lejana, impidiendo cualquier sorpresa. Además, en la zona existían muchas pequeñas poblaciones que sirvieron de apoyo a las posiciones defensivas. Todo ello, sin olvidar las numerosas obras de fortificación realizadas, tales como trincheras, obstáculos y fosos contracarro, campos de minas, etc. Zhukov tenía la esperanza de que, a pesar de la superioridad local que pudieran obtener las fuerzas alemanas, la extraordinaria defensa organizada fuera suficiente para detenerlas, de forma que el Frente de la Estepa pudiera impulsar, desde el primer momento, la 2a fase de la batalla, en la que tenían previstos ataques en dirección a Orel y Belgorod, junto a otras acciones de los Frentes Bryansk y Occidental, situados más al norte. Sin embargo, a la hora de la verdad, los planes soviéticos se vieron algo alterados por la excelente actuación del 4° E. Panzer, que los obligó a emplear prematuramente la reserva, de forma que la contraofensiva en el sur tuvo que ser retrasada. El día 5 de julio se lanzó el ataque, tal y como estaba previsto, con el 9° E. progresando desde el norte, y el 4° E. Panzer con el IIIº CE. Panzer del Grupo Operativo Kempf, desde el sur. Aunque, inicialmente, las unidades adoptaron la formación denominada Panzerkeil (cuña acorazada), que consistía en avanzar con un grupo de 15-20 carros Tiger y cazacarros Ferdinand en vanguardia, seguidos de otros 50-100 carros menos potentes. En los días posteriores, los carros fueron apoyados por unidades de Infantería, encargadas de protegerlos de los temibles equipos cazacarros. Cuando las unidades alemanas estaban concentradas, preparándose para el ataque, a las 2,20 horas, la Artillería y Aviación soviéticas realizaron violentas acciones de fuego sobre los asentamientos de artillería y las concentraciones de tropas, que produjeron una gran confusión en las filas alemanas. A partir de ese momento, quedó perfectamente claro que no habría ninguna sorpresa y que el Ejército Rojo estaba perfectamente preparado. Y así era en realidad, pues los servicios de Información soviéticos ya habían advertido a los Frentes que, probablemente, la operación Ciudadela se iniciaría entre los días 3 y 6 de julio. El Ferdinand tuvo un desastroso bautismo de fuego. Al igual que el Ferdinand, el Nashorn tampoco disponía de ametralladora. 64 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX En el norte, la preparación artillera comenzó a las 4,30 horas (unos 90 minutos antes de lo previsto), y, a las 5,10 horas despegaron los aviones. Veinte minutos más tarde, comenzó el ataque contra el 13° E. del General Pujov y contra los Ejércitos 48° y 70°, que estaban situados a sus flancos. Con un frente de ataque de unos 40 km, se lanzaron tres Divisiones Panzer y cinco de Infantería, cuyo esfuerzo principal seguía la dirección a Oljovatka, sobre el flanco izquierdo del 13° E., guarnecido por las Divisiones de Infantería 15ª y 81ª, del Coronel Dzangava y del General Basinov, respectivamente. En total, se emplearon unos 500 carros en cuña acorazada y unos 300 bombarderos en grupos de 58 a 100. Inmediatamente, el Mariscal 65 Francisco P. Fernández Mateos Rokossovsky ordenó al grueso del 16° Ejército Aéreo del Teniente General Rudenko, que apoyara al 13° Ejército. Los alemanes lanzaron hasta cuatro ataques, sin lograr penetrar más de 6-8 km en el despliegue enemigo, es decir, sólo pudieron traspasar el primer cinturón defensivo, y a costa de graves pérdidas, que fueron cifradas por los soviéticos en 15.000 hombres, 100 carros y 100 aviones. En consecuencia, el día 6 tuvieron que reducir el frente de ataque, a pesar de lo cual, no lograron avanzar casi nada. Viendo que ya no podían seguir avanzando hacia Oljovatka, el día 7 se varió el eje de progresión un poco más al este, hasta Ponyri, donde efectuaron cinco ataques consecutivos contra la 307º División de Infantería del General Enshin, con resultado negativo. Durante la mañana del día 8, unos 300 carros apoyados por Infantería se lanzaron contra la XXXVIIIª Brigada Contracarro del Coronel Rukosuev, destruyendo completamente dos Grupos de Artillería (el I y el VII), aunque no pudieron romper el frente. Por otra parte, durante los días 7 y 8, el 2° Ejército Acorazado, que constituía la reserva del Frente Central, lanzó sucesivos contraataques contra las tropas alemanas que, sin embargo, consiguieron avanzar, hasta 4 km en algunos sectores. Por fin, el día 10, una vez empeñadas en combate casi todas las fuerzas disponibles y sin posibilidades de reponer las bajas sufridas (unos 42.000 hombres y más de 500 carros y cañones de asalto), Model no tuvo más remedio que pasar a la defensiva. El principal problema de los alemanes fue la imposibilidad de reponer las bajas personales y de material. En cuanto al frente sur, diremos que, en dirección a Oboyan, atacaron cinco Divisiones de Infantería, ocho Panzer y una Motorizada del 4° E. Acorazado, mientras que el IIIº CE. Panzer del Grupo Operativo Kempf, progresaba algo más al este, en dirección a Korocha, siendo el frente de ataque total de unos 80 km. La acción principal incluía unos 700 carros apoyados por aviación, que chocaron contra las Divisiones de Infantería 52ª y 76ª, pertenecientes al 6° E. de la Guardia. Durante la noche del 5 al 6 de julio, una parte de las unidades del 1 ° E. Acorazado de Katukov y de los CE. Acorazados de la Guardia II y V, fueron enviados al segundo cinturón defensivo, mientras que el 6° E. de la Guardia recibió el refuerzo de varias unidades contracarro. Al finalizar el día 6, los carros alemanes habían atravesado el primer cinturón defensivo y estaban frente al segundo, en el cual se habían amparado las Divisiones soviéticas. En esta situación, fueron detenidos por los dos CE. Acorazados, produciéndose violentos combates que ocasionaron gran cantidad de bajas en ambos contendientes. El día 9, el 4° E. Panzer (con el IIº CE. Panzer SS como punta de lanza) había profundizado en el despliegue soviético entre 30 y 35 km, a pesar de la tenaz resistencia ofrecida. Ese éxito inicial se debió, indudablemente, al magistral empleo que hizo Hoth de sus unidades, tal y 66 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX como expresó el general Popel, que se encontraba en las proximidades de Oboyan: "Supongo que ni yo ni ninguno de mis oficiales habíamos visto, hasta ese momento, llegar de golpe tantos carros enemigos... Frente a cada una de nuestras compañías, compuestas por 10 carros, había 30 ó 40 carros alemanes. Hoth sabía que si conseguía penetrar hasta Kursk, ninguna pérdida resultaría excesiva, ni vano ningún sacrificio." Aunque las tropas soviéticas habían sufrido más pérdidas incluso que las alemanas, lo cierto es que todavía mantenían intactas buena parte de sus reservas. Por consiguiente, el día 11, Hoth que aún disponía de unos 700 carros y cañones de asalto (100 de ellos Tiger), temiendo un ataque proveniente del este, decidió dirigirse hacia Projorovka, situada al sureste de Oboyan, donde había más campo abierto para defenderse y poder atacar el flanco izquierdo y la retaguardia soviéticos. Al mismo tiempo, el Grupo Operativo Kempf desencadenó un ataque secundario algo más al sur. Sorprendidos los soviéticos por la inesperada maniobra del 4° E. Panzer y, puesto que se había ordenado enterrar los carros que aún quedaban para utilizarlos como piezas fijas, Zhukov no tuvo más alternativa que contraatacar con el 5° Ejército de la Guardia de Zadov y el 5° Acorazado de la Guardia de Rotmistrov, apoyados por el 2° Ejército Aéreo de Krasovski, parte del 17° Ejército Aéreo de Sudetz, y por algunas unidades de la Fuerza Aérea de Largo Radio de Acción. El 12 de julio, en las proximidades de Projorovka, los carros de Rotmistrov chocaron contra el flanco este del 4° E. Panzer, atravesando diagonalmente sus líneas y dando lugar a una serie de combates, que duraron hasta última hora de la tarde, en los que participaron unos 1.500 carros y cañones de asalto. Para hacernos una idea de lo que debió suceder entonces, pensemos que los alemanes perdieron 10.000 hombres y 350 carros, siendo las bajas soviéticas probablemente superiores. Aunque los datos proporcionados por los soviéticos sobre Kursk son exagerados, lo cierto es que la batalla tuvo una influencia indudable para el devenir de la guerra. Sin fuerzas suficientes para continuar la lucha y, a pesar de que produjeron algunas reacciones esporádicas entre los días 13 y 15, finalmente el 16, los alemanes dieron por concluida la operación Ciudadela y pasaron a la defensiva. Por otra parte, tras el desembarco aliado en Sicilia, Hitler había decidido cancelar la operación, aunque ya era demasiado tarde para salvar las excelentes unidades Panzer, que habían sido lanzadas a un ataque imposible en el saliente de Kursk. Concluida la primera fase de la batalla, el Ejército Rojo pasó a la contraofensiva, tal como habían previsto. Así, el mismo día 12, se inició el ataque contra el saliente de Orel, con el 67 Francisco P. Fernández Mateos Frente Occidental de Sokolovski avanzando desde el norte, el Briansk de Popov desde el este, y el Central de Rokossovski desde el sur, en dirección a Kromy. Sin embargo, en el sur, dado el mayor desgaste sufrido por el Frente Voronezh y el 5° E. Acorazado, que debía apoyarlo, la operación se retrasó hasta el 3 de agosto, lo que nos indica que, a pesar de todo, las unidades soviéticas no poseían, ni de lejos, el grado de flexibilidad y rapidez de reacción de las alemanas. De todas formas, una vez reorganizadas, dio comienzo la operación, tomándose Belgorod el 5 de agosto y Kharkov el 23 del mismo mes. Mientras tanto, en el norte, tras durísimos combates, hacia mediados de agosto, ya había caído todo el sector fortificado de Orel. Para hacemos una idea del enorme esfuerzo realizado por los soviéticos, que querían sentar las bases del definitivo avance hacia el oeste, citaremos que en torno a Orel llegaron a emplear hasta 265 piezas de Artillería y morteros por km de frente, mientras que el Frente Voronezh concentró en Belgorod, hasta 206 piezas de Artillería y morteros, y 70 carros, también por km de frente. Panther destruido en la zona de Kharkov en agosto de 1943. Tanto en el norte como en el sur, los alemanes ofrecieron una fuerte resistencia, apoyada en las zonas que habían fortificado con antelación, aunque al final tuvieron que ceder ante la aplastante superioridad de los soviéticos que, en los 37 días que duró la contraofensiva, lograron avanzar 150 km hacia el oeste. A título de resumen, aunque tomando las cifras con la prudencia que aconseja este tipo de informaciones, citaremos que, según los soviéticos, los alemanes perdieron durante la primera fase de la batalla 70.000 hombres, 2.900 carros, 195 cañones de asalto, 844 piezas de Artillería, 1.329 aviones y más de 5.000 automóviles. En cuanto a la segunda fase, siempre citando fuentes soviéticas, las pérdidas contabilizadas en los frentes de Orel y Belgorod-Kharkov, entre los días 24 de julio y 6 de agosto, ascendieron a 120.000 hombres, 4.605 carros y blindados, 1.623 piezas de Artillería, 2.490 aviones y 11.000 automóviles. Como podemos apreciar, aunque esas cantidades fueran engrosadas deliberadamente, lo cierto es que la batalla de Kursk y la contraofensiva soviética posterior, supuso un duro revés para el IIIº Reich, que ya fue incapaz de reponer las unidades destruidas, al menos, en la cantidad y calidad deseadas. En consecuencia, aunque se realizaron algunas reacciones esporádicas, a partir de entonces, el avance soviético no pudo ser detenido. Muchos fueron los factores que influyeron en la derrota alemana, que cabe resumir en: Tardaron demasiado en lanzar el ataque. No olvidemos que Hitler firmó la orden el 15 de abril y pasaron más de dos meses y medio hasta el inicio de la operación. Como consecuencia de esa tardanza, los soviéticos que, gracias a sus servicios de 68 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX Información, conocían con todo lujo de detalles los planes alemanes, tuvieron tiempo sobrado para preparar la defensa. Subestimaron la capacidad del Ejército Rojo y sobrevaloraron la propia, a pesar de que tenían los indicios suficientes como para comprender que los soviéticos habían aprendido la lección y disponían de unas unidades mucho más preparadas e instruidas que en años anteriores, a pesar de la instrucción limitada del soldado soviético. Por si esto fuera poco, las industrias de guerra soviéticas estaban produciendo buenos materiales y en mayor cantidad que las alemanas. La precipitación en utilizar los nuevos vehículos, sin tiempo prácticamente para probarlos, ocasionó que muchos de ellos quedaran averiados en mitad de la batalla. Por otra parte, los cañones de asalto Ferdinand, en los que se habían depositado grandes esperanzas, fueron utilizados para la ruptura como carros pesados, lo que, unido al hecho de que carecían de ametralladora de defensa inmediata, los convirtió en presa fácil para los equipos cazacarros, así como para los carros que los atacaban de costado. Tan desastrosa fue la experiencia, que Guderian llegó a decir de ellos, en tono despectivo, que eran "como codornices disparando con cañón". Por último, el error más importante, desde mi punto de vista, fue el acabar combatiendo al estilo de Zhukov y olvidar el suyo propio, pues en lugar de intentar aprovechar la mayor flexibilidad y rapidez de sus unidades, las lanzaron al choque contra unas posiciones fuertemente organizadas. Tal como dijo un oficial de Estado Mayor de una unidad Panzer: "El Ejército alemán quemó sus mejores bazas para la guerra móvil, al enfrentarse a los rusos en un terreno elegido por éstos..., el Mando no podía haber pensado en nada mejor que lanzar nuestras magníficas divisiones Panzer, contra la fortaleza más protegida del mundo." Como hemos visto, la batalla de Kursk fue principalmente un enfrentamiento entre unidades acorazadas, que estaban dotadas con los mejores carros y cañones de asalto existentes en aquel momento y, desde luego, muy superiores a los modelos de los demás países. Entre los carros empleados por el Ejército Rojo, cabe destacar, tanto por la cantidad como por sus excelentes cualidades, el T-34 con cañones de 76,2 mm y 30 ó 40 calibres de longitud que fue, sin lugar a dudas, el mejor de los carros soviéticos. También utilizaron los carros pesados de la serie KV (Kliment Voroshilov), en sus variantes I y 85, que disponían de cañones de 76,2 y 85 mm, respectivamente. En cuanto a los cañones de asalto, emplearon bastantes ejemplares de los denominados SU (Samokhodnaya Ustanovka o montaje autopropulsado), con armas de 76,2, 85 y 152 mm, construidos sobre chasis de carros T-70, T-34 y KV-II, respectivamente. En realidad, los dos primeros (SU-76 y SU-85) eran verdaderos cazacarros, realizados como tales, mientras que el SU-15222, dada la potencia de fuego de su obús de 152 mm, aunque también sirvió como cazacarros, tenía todas las características de un cañón de asalto. Por último, destacaremos que tanto el SU-85 como el SU-152 se utilizaron por primera vez en Kursk, ya que habían sido diseñados precisamente para contrarrestar la cada vez más resistente coraza de los carros alemanes. Por lo demás, no podemos olvidar que el Ejército Rojo recibió gran cantidad de carros de otros países aunque, dado que sus modelos eran muy superiores en todos los aspectos, cuando tuvieron suficientes ejemplares de los propios, aquéllos fueron relegados a misiones de segundo 69 Francisco P. Fernández Mateos orden. Por ello, a pesar de que en los combates de Kursk es probable que participaran algunos M-3 Lee, M-4 Sherman, Matilda II y, sobre todo, Valentine, lo cierto es que el verdadero peso de la batalla recayó sobre los T-34 y KV-I. Los soviéticos también utilizaron excelentes cazacarros como el SU-85 (izquierda) y el obús SU-152 que, tras la batalla, fue llamado Zveroboi (matafieras). La espina dorsal de las formaciones acorazadas alemanas estaba formada por los Panzer III y, especialmente Panzer IV, empleándose como novedad algunos Panther que, como ya hemos dicho, tuvieron bastantes problemas mecánicos23, surgidos como consecuencia de su precipitada entrada en servicio. Sin embargo, una vez que fueron solventados los fallos y adquirieron experiencia las tripulaciones, demostró ser un vehículo excelente, considerado por muchos expertos el mejor carro de los empleados en la SGM. Como carro pesado sólo utilizaron el Panzer VI Tiger, aunque el cazacarros Ferdinand o Elefant, desarrollado a partir del chasis que Ferdinand Porsche hizo para el Tiger, también se usó como tal, con el resultado ya conocido. De hecho, con posterioridad, cuando se empleó adecuadamente, es decir, a la espera, quedó claro que era un cazacarros excepcional, tanto en lo relativo a la protección como a la potencia de fuego de su cañón de 88/71 mm, instalado posteriormente en el Tiger II y Jagdpanther. De todas formas, su excesiva complejidad mecánica dejó patente que, a menudo, las soluciones más sofisticadas no son precisamente las más eficaces. Otros vehículos dignos de mención fueron los cañones de asalto/cazacarros Sturmgeschütz III, Nashorn (rinoceronte), Brummbar (oso pardo) y Marder III (marta), así como las piezas ATP Hummel (abejorro) y Wespe (avispa). Stu GIII Brummbar Hummel Marder III En resumen, como podemos apreciar, ambos contendientes utilizaron lo mejor de su 70 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX parque acorazado e, incluso, experimentaron con algunos vehículos que acababan de salir de las cadenas de montaje, precisamente para la ocasión, aunque especialmente en el caso alemán, algunos de ellos fueron empleados de forma un tanto precipitada, obteniendo un pésimo resultado. A lo largo de este trabajo hemos utilizado, casi exclusivamente, las fuentes soviéticas que, obviamente, como hemos citado en varias ocasiones, no son todo lo fiables que desearíamos, dado que eran una parte interesada en el conflicto. De hecho, en los últimos años, han aparecido diferentes autores que quieren echar por tierra el mito de la batalla de Kursk u operación Ciudadela, como fue llamada en clave. Y, efectivamente, es indudable que las cifras de carros y blindados que se enfrentaron directamente y, por supuesto, los vehículos destruidos por ambos bandos fueron, sin lugar a dudas, muchos menos de los declarados por los soviéticos. De hecho, en el combate de Projorovka, considerado por muchos el mayor enfrentamiento de carros de la historia, no llegaron a participar las cantidades de carros y blindados citados por la mayoría de los autores, aunque también pongo en duda las cifras contempladas en los estudios más recientes (poco más de 500), dado que las acciones de los dos bandos duraron varios días (del 9 al 15 de julio). Monumento construido en Projorovka en recuerdo de la batalla. En realidad, si bien es cierto que se ha mitificado el combate o acción de Projorovka, la batalla de Kursk, que tuvo un carácter eminentemente estratégico, sí fue realmente el mayor enfrentamiento de carros de la historia. Otra cosa es que se hayan exagerado algunas acciones, dibujando carros soviéticos embistiendo contra los Tiger alemanes, o grandes polvaredas formadas por las concentraciones de blindados, cuando en realidad el tiempo era lluvioso. Es más, las pérdidas alemanas, aunque menores que las soviéticas, fueron realmente las más altas sufridas por las Fuerzas Panzer a lo largo de toda la guerra. Por último, debemos destacar que a pesar de los enormes esfuerzos realizados, lo cierto es que las unidades Panzer ya no fueron capaces de reponer las pérdidas sufridas ni de tomar la iniciativa en el frente del Este y, a lo sumo, obtuvieron algunas pequeñas victorias de carácter local. En consecuencia, incluso en el caso de que diéramos como perdedores de la batalla táctica a los soviéticos, lo cierto es que fue una importante victoria a nivel estratégico que supuso, sin ninguna duda, el principio del fin de las extraordinarias Fuerzas Panzer. 71 Francisco P. Fernández Mateos 1 Ejércitos 16º y 18º, Mando del Ejército de Noruega y IVº Panzerguppe de Hoeppner. Ejércitos 4º y 9º, IIº Panzergruppe de Guderian y el IIIº Panzergruppe de Hoth. Cada Panzergruppe o Grupo Panzer contaba con dos Cuerpos de Ejército Panzer a una o dos divisiones Panzer y otra División Mecanizada o de Infantería. 3 Ejércitos 6º, 11º y 17º, Iº Panzergruppe de von Kleist y los Ejércitos rumanos 3º y 4º. 4 Ejércitos 8º, 11º y 27º. 5 Ejércitos 3º, 4º, 10º y 13º. 6 Ejércitos 5º, 6º, 12º, 18º, y 26º. 7 Por ejemplo, las divisiones panzer y motorizadas del Grupo de Ejércitos Centro se encontraban al 60% de efectivos, cifra que bajaba hasta el 40% en el caso del Grupo de Ejércitos Sur. 8 Se llegaron a encargar 150 ejemplares del monstruoso MAUS (ratón) aunque sólo se terminaron dos prototipos, encontrándose al final de la guerra otros 9 en distinta fase de fabricación en Meppen. De todas formas, dados los problemas que habría causado su despliegue, dudo mucho que su eficacia real hubiera sido aceptable. 9 Un oficial de estado mayor de una división panzer escribió lo siguiente: “En apretadas masas, se movían a tientas en la zona central de combate alemana; avanzaban vacilantes y sin ningún plan premeditado. Los unos se cruzaban en el camino de los otros, se lanzaban a ciegas contra nuestros cañones contracarro o, habiendo roto nuestro frente, no hacían nada por aprovechar la ventaja y permanecían quietos y ociosos. Eran los días en que los cañones contracarro alemanes, los 88, estaban en su apogeo y, en ocasiones, una sola pieza destruía más de 30 carros en una hora. Nos parecía que los soviéticos habían creado un instrumento que nunca llegarían a manejar con pericia…”. 10 De hecho, depositó en ellas una gran confianza, hasta el punto de que les otorgó identidad propia, dejando de depender de los Ejércitos y desapareciendo el nombre de Grupo Panzer en beneficio del más lógico de Ejército Panzer. 11 Algunos veteranos compararon esta progresión con los rápidos avances efectuados en Polonia. 12 En realidad, cuando Kleist llegó a Maikop los soviéticos ya habían incendiado los pozos. 13 Mandaban los Cuerpos de Ejército XVº y IVº, siendo destituidos a raíz de sus protestas. 14 En 1943, salieron de las cadenas de montaje 5.996 carros, 3.411 cañones de asalto y 2.657 piezas ATP, es decir, casi el doble que el año anterior en el que “sólo” se habían construido unos 7.000. El año siguiente, la cifra total pasó de los 18.000 ejemplares. 15 Al principio, las Waffen SS solo disponían de divisiones de infantería motorizada y un regimiento de carros; sin embargo, poco a poco fueron creando sus propias unidades panzer que, en diciembre de 1943 eran las siguientes: 3 CE. Panzer SS, con 7 Divisiones Panzer y 4 de Granaderos Blindados (nombre dado a las antiguas Divisiones Motorizadas por razones de prestigio). La diferencia principal de los dos tipos de divisiones radicaba en que, mientras la primera tenía dos batallones de carros, la de Granaderos solo contaba con uno que, además, estaba dotado con cañones de asalto. En líneas generales, estas divisiones eran más potentes que sus homólogas del Ejército (los batallones de carros tenían 59 vehículos en lugar de 48), disponiendo de los materiales más modernos, incluidos los semiorugas blindados, que rara vez prestaban servicio en las unidades de la Wehrmacht. En cuanto a personal, una División Panzer SS encuadraba 17.000 hombres, frente a los 14.000 de las Divisiones Panzer normales. 16 Los alemanes concentraron alrededor de Kursk, 900.000 hombres, 10.000 piezas de Artillería y morteros, 2.700 carros y cañones de asalto, y 2.000 aviones. 17 Se había previsto que serían necesarias 12.300 ton. de municiones, 19.500 de alimentos, y 11.100.000 litros de carburante, es decir, 130 trenes cargados. Sin embargo, a la hora de la verdad, sólo en municiones se emplearon, desde el 5 al 17 de julio, 49.662 ton. o, lo que es lo mismo, 110 trenes. 18 Por ejemplo, con ayuda del personal civil de la zona, llegaron a realizar más de 11.000 km de trincheras y un sinfín de asentamientos para todo tipo de armas. 19 Además de los materiales de sus unidades de maniobra (las Divisiones Panzer con algo más de 100 carros), cada División disponía de 14 obuses pesados de 150 mm, 24 obuses de campaña de 105 mm, y 4 cañones de 100 mm, contando algunas de ellas con un Grupo de Artillería Autopropulsada. 2 72 MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX 20 El GE. Centro disponía de 4 Divisiones Panzer (2ª, 9ª, 18ª y 20ª), además del 505º Batallón de Carros Pesados “Tiger” y los Batallones 653 y 654 de Cazacarros “Ferdinand”. Por su parte, el GE. Sur y el Grupo Operativo Kempf, contaban con 5 Divisiones Panzer (3ª, 6ª, 7ª, 11ª y 19ª), la División Grosdeutschland, y las Divisiones Panzer SS 1ª, 2ª y 3ª. Las 4 últimas, estaban dotadas de una compañía de carros “Tiger” con 13 a 15 vehículos. Además, Hoth también disponía de un Batallón de Carros “Tiger” (el 503), con otros 45 vehículos. 21 Aunque la composición de las Divisiones Acorazadas era muy variable, a título orientativo, citaremos que contaban como máximo, con 3 ó 4 Brigadas Acorazadas (unos 300 carros), una Brigada Motorizada, y unidades de apoyo muy potentes, tales como: un Batallón Motociclista, un Batallón de Reconocimiento, hasta dos Batallones de Carros Pesados (con 23 KV-I, cada uno), dos Regimientos de Cañones de Asalto, 2 Batallones de Cañones Contracarro, un Batallón de Lanzacohetes Katiuska, un Batallón de Artillería Antiaérea y un Batallón de Morteros. 22 En Kursk, se empleó un Regimiento de “SU-152” que destruyó bastantes “Tiger” y “Ferdinand”, por lo que, a partir de entonces, se le conoció como Zveroboi (matafieras). Por su parte, el “SU-76” se conoció como Sukami (puta), lo que nos da una idea del poco aprecio que le profesaban sus tripulantes. 23 Aproximadamente, el 20% de los Panther que causaron baja, lo fueron por problemas mecánicos. 73