El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer
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El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer
El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer diario PERFIL. A una década de esa aparición, un suplemento histórico para repasar aquella etapa volcánica, sin la cual no podría comprenderse el presente de PERFIL. Anécdotas, secretos nunca revelados e imágenes jamás vistas de una experiencia tan breve como trascendente. Un documento de 64 páginas para recordar, entender y atesorar. 2 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL LA REDACCION DE PERFIL EN 1998. Todo el staff del diario el 9 de mayo, un día antes de la salida a la calle y luego de realizar números cero desde el jueves 2 de abril. En los primeros ensayo Secretos de una iniciativa inolvidable EL PRIMER DIARIO PERFIL Cómo se ideó, creció, salió a la calle y finalmente se discontinuó, el diario PERFIL en 1998. Una historia apasionante que se inició en 1994 y continúa hasta hoy. Los ensayos que definieron su diseño, las pautas en las que se basó el armado de su redacción y la incierta tarea de instalar una impresora KBA alemana de 12 HUGO ASCH Un diario siempre es un sueño, acaso un proyecto que se persigue como al horizonte y muy pocas veces una realidad. Un diario es grande como un mundo y en esa desmesura en movimiento perpetuo cabe de todo: pasiones, toneladas de máquinas, ejércitos de hombres, camiones, enormes bovinas de papel, miles de fotografías, millones de líneas de textos, vanidades, competencia interna, competencia externa, dinero, influencia, vanidad, ilusiones, poder. Un diario es el resultado de una monstruosa estructura pero tiene, inevitablemente, el rostro y el alma de quien lo haya pensado; el padre de la criatura. Si Crítica era Poroto Botana y La Nación sigue siendo el sobrio legado de Mitre, Crónica fue la audacia de Héctor Ricardo García y el Clarín de los setenta tuvo el sello de Marcos Cytrinblum para interpre- tar el gusto popular y triplicar su tirada. Ambito Financiero fue la tosca rotundez de Julio Ramos, Página/12 la creativa irreverencia de Jorge Lanata y el Diario PERFIL el esteticismo y la minuciosa praxis de Jorge Fontevecchia. El espíritu de un diario es intangible, más allá de cualquier sólida estructura. De- Los periodistas suelen enamorarse de los diarios como los actores del teatro pende de los rasgos, los deseos, el humor y la prudencia (o no) de su creador. El salto. Hace casi 32 años, cuando un veinteañero Jorge Fontevecchia fundaba su primera revista, La Semana y alentaba a sus periodistas pa- millones de dólares: las razones por las que –a pesar de su origen– se la conoce como “la francesita”. Qué rol que ocupó “Clarín” en la interrupción de la salida y cuáles fueron los resultados financieros que sellaron el primer intento de la editorial Perfil para dejar de ser una empresa que sólo editara revistas. ra competir con la poderosa Gente y sacar de mercado a la prestigiosa pero ya decadente Siete Días, las redacciones de los diarios eran una turbia nube de humo flotando entre filas de escritorios siempre desparejos a las que se solía acceder por una puerta vaivén, apenas alejada de la ruidosa línea de las linotipos, esos aparatos infernales, mezcla estrambótica de teclado y fierros retorcidos. Papeles desparramados, el punteo histérico de las máquinas de escribir, gente a mil, cintas de télex, rollos de papel tirados por el piso y una orden repetida en cada sección: “¡Material!”, gritaba el editor, para que un cadete corriera y arrojara el texto, el diagrama dibujado a mano y las fotos en blanco y negro hasta un recipiente –un tacho, en realidad– que descendía mediante una polea con contrapeso hasta la sala de tipeo. No se veían mujeres, casi, en esas salas insalubres. Sobraban, sí, los rostros curtidos. Hombres duros, de novela negra, acostumbrados a terminar la noche al alba, después de comer en alguna cantina del centro. No había tiempo, casi para otra cosa. Un diario, y más en aquellos tiempos, solía ser impiadoso. Muy lejos de las ordenadas, profesionales, silenciosas y bien equipadas redacciones de hoy, llenas de hermosas y eficientes mujeres, aquella era una aventura extrema, bohemia, para pocos. Esas redacciones eran infinitas fábricas de melancolía. Se robaban el tiempo de todos. Sin embargo los periodistas suelen enamorarse de los diarios, como los actores del teatro. Comparten ambos oficios esa predilección por lo fugaz, por sobre la segura exposición semanal de una revista, o la perpetuidad documental del cine. Unos y otros caen rendidos ante la seducción de los fetiches del negocio: el agridulce olor a tinta de las rotativas en pleno arranque; las temblorosas tablas de madera de los escenarios. Prefieren esa cornisa abismal a cualquier certeza. Se obligan a seguir, noche a noche. Ya convertidos en elite, la pura pasión manda. Jorge Fontevecchia es un hombre sobrio, prolijo, como la Fontevecchia es un hombre sobrio, prolijo, como la mayoría de sus productos mayoría de los productos que inventa. Sus redacciones, ya en los años ochenta, cuando la calidad técnica de la impresión estaba lejos de ser la ideal, eran la antítesis de esos tugurios desordenados donde reinaba el caos. En lo formal siempre prevaleció el orden; en los con- ESPECIAL 10 AÑOS - 3 PERFIL - Sabado 10 de mayo de 2008 CEDOC PERFIL os, sólo la secciones Política y Policiales editaron con textos reales. De a poco, se sumaron el resto de las secciones. El diario discontinuó su salida el viernes 31 de julio de ese mismo año. tenidos, mandaba la novedad o la audacia. Solía mezclar el éxito comercial con intentos vanguardistas para la época, en busca de prestigiar su empresa. El primer producto que tuvo el nombre de la editorial fue la revista Perfil, un experimento original e insólitamente trasgresor que se convirtió en un medio de culto para muchos estudiantes de periodismo. Se editó durante un año, a partir de noviembre de 1982 y seguramente alguien, alguna vez, contará esa historia. Las revistas populares y de televisión mantenían la venta masiva, pero La Semana, más allá de sus contenidos y denuncias –sobre todo en la época de las “tapas negras”, en la etapa final del Proceso–, estéticamente nunca dejó de percibirse como una Gente clase B. –Digamé, Jorge, ¿cómo puede ser que una persona tan preparada, tan culta y con tanto sentido estético haga revistas tan feas? Eso, dicen que una tarde le dijo Roberto Cívita en San Pablo, sin anestesia. Era 1988 y Fontevecchia estaba editando en Brasil Mía y Semanario, dos de sus marcas populares clásicas. No se sabe si hubo respuesta a esa pregunta, pero la herida narcisista quizá surtió efecto. Al año siguiente, mientras en Berlín se caía el muro, aparecía Noticias, la primera revista argentina semanal editada con todas sus páginas a color. Le costó pasar el verano, pero desde febrero y en adelante, una serie de tapas críticas a la gestión de Carlos Menem aumentó geométricamente sus ventas. Un año después, en 1990, Noticias era ya un boom. Mientras el Yomagate reventaba la tapa de los diarios y en la redacción de Gente se diagramaba una tapa bien de actualidad, una voz, entre la bronca y el desconcierto, se escuchó el office de la dirección: “¿Sabés cual es la tapa de Noticias? ¡Un plato de fideos!”. El título de la tapa era “La reivindicación de la pasta”, una investigación de la sección Costumbres. Y agotaba. La marca ya estaba impuesta. En 1992 llegó el turno de Caras. La idea original era ver si, con un medio inspirado en la clásica visión de la española Hola!, se podía superar el promedio de venta de Noticias, que se había estabilizado en 150.000 ejemplares. Caras salió y vendió el triple de esa cifra. Fue un shock para la redacción y para el propio Fontevecchia, que después de ordenar la impresión de una segunda edición se fue caminando desde la redacción, en Corrientes y Talcahuano, hasta su casa; exultante, eufórico, revisando los quioscos. Pensando. Quizá esa noche misma se le ocurrió que ya había sacado suficientes revistas, que ahora le faltaba algo grande, pero grande de verdad. Ese momento clave en la vida de cualquier persona: cuando aparece lo que popularmente se llama “un desafío personal”. Bueno: Fontevecchia es de aceptar ese tipo de retos, le vaya bien, mal... o muy mal. Un reto como éste, por ejemplo. En 1994 Caras Brasil –una sociedad entre Perfil y la poderosa Editorial Abril– ya se había lanzado con enorme suceso. Fue entonces cuando Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín le propuso comprarle el 30% de la Editorial Perfil. Lo cuenta el mismo Fontevecchia en el reportaje de este suplemento. La idea de Clarín era invertir en el mercado de revistas y asegurarse el manegement del editor que mejor conocía el negocio. No, dijo Fontevecchia, amable pero firme. Magnetto –recuerda hoy Edgardo Martolio, director de Caras Brasil– hombre poco acostumbrado a oír negativas “medio que le insinuó a Jorge que bueno, que si él no quería asociarse, en ese caso, ellos iban a empezar a editar revistas”. Martolio, que conoce a Fontevecchia desde hace más de 30 años, no duda: “Para mí, internamente, en ese mismo momento, Jorge se planteó a sí mismo el desafío inverso: ‘Ahá, ¿así que ustedes ahora van a sacar revistas? Bueno, entonces yo voy a hacer un diario’ Ese episodio, para mí, terminó de decidirlo”. Primero visitó La Prensa que los Gainza Paz tenían en venta. Finalmente decidió no comprar esa estructura, demasiado obsoleta para lo que pretendía. Al año siguiente cumpliría 40 años. Linda edad como para pensar en fundar un diario. La francesita. Carlos Lunghi, director de Fotografía de PERFIL, jura que se enteró en San Pablo, donde él todavía trabajaba para Caras Brasil. Su mujer quería volver y Fontevecchia le dijo: “¿Qué vas a hacer acá, Carlitos? Mejor venite a Buenos Aires que pronto vamos a sacar un diario y vas a tener mucho trabajo”. Edgardo Martolio solía acompañar Fontevecchia al aeropuerto, donde aprovechaban para seguir charlando en un bar, donde había muchos diarios importados. “El siempre encontraba algo. Algún diario suizo, o canadiense, cositas que recortaba, o anotaba. Tenía la cabeza metida en el tema del diario a full”. Un año más tarde, en 1996, Martolio decidió organizar un largo viaje personal por África y no tenía pensado cuándo volver, ni a Brasil, ni a la Argentina. “Aprovechá bien este viaje, porque cuando lancemos el diario te volvés, eh?, me dijo. En ese momento no lo tomé muy en serio. Durante un año largo llamaba una vez por mes y charlábamos, pero ni mencionaba cómo iban las revistas, siempre era el mismo tema: el diario. Hasta que un día lo llamé desde Namibia y me acuerdo que me dio la fecha de salida, que en principio iba a ser en abril de 1998. Ya tenían en marcha la instalación de la KBA, el edificio nuevo de Chacabuco, todo. Yo no quería volver pero enseguida me entusiasmé. Tenía que estar. Sí que me despedí de África... y ahí sí que empezó la verdadera aventura.” Jorge Rebrej –hoy director de la importadora de papel Camco– era entonces uno de los vicepresidentes de la Editorial Perfil. Y la KBA era la impresora alemana Koenig & Bauer Albert, modelo Colora. Mucha agua había pasado bajo el puente mientras Martolio concretaba su regreso. Primero la gente de Fontevecchia hizo un proyecto mono básico para conocer las necesidades técnicas de la máquina que se necesitaba. Después viajaron dos gerentes a diferentes países de Europa y recorrer exposiciones y visitar fábricas en busca de la mejor máquina posible: el ya fallecido Roberto Leone, de Impresión; y Carlos Franco, de Mantenimiento. Pero ¿qué era lo que quería Fontevecchia? Para empezar, algo bastante exótico para la época: una máquina capaz de imprimir un diario con todas sus páginas a color. “La idea era buscar un factor distintivo para el producto –recuerda Rebrej–: el formato 4 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL CEDOC PERFIL tabloide y la impresión a cuatro colores fue la idea madre. El problema era que hasta ese momento no había en el mundo un diario que editara todas sus páginas en color, así que había varias muchas exigencias técnicas que discutir. Finalmente firmamos el contrato de compra con la KBA: un valor FOB del orden de los 12.000.000 de dólares. La máquina llegó bastante en término, durante el último trimestre de 1997; pero las obras de instalación en el taller fueron muy demandantes. Fue un proceso complicado y costoso. Pero se hizo, con muchísimo esfuerzo”. José Gómez, actual gerente de Operaciones de Perfil, fue uno de los que sudó la camiseta para instalar lo que algunos llaman “semejante bicho” y Fontevecchia, alguna vez, “la francesita”. Mientras Gómez habla, el papel gira, se entinta, serprentea por entre los cilindros de impresión y, al duplicar el juego de planchas, la mole de 700 toneladas, 37 metros de largo para 32 cuerpos, cuatro torres y seis porta bobinas, ya está escupiendo 60.000 ejemplares por hora, más o menos. Los camiones esperan afuera. “La KBA llegó en noviembre de las grandes multinacionales donde las reglas y los cronogramas suelen ser inamovibles, el cambio fue enorme. Un diario no era, definitivamente un banco. Había urgencias, plazos que nunca alcanzan y periodistas que poco y nada sabían de informática o Internet. “Nuestro principal problema fue la cantidad de tiempo que perdíamos enseñando. El 80% de aquel staff nunca había manejado una computadora. El nivel profesional era fantástico, pero la mayoría ni idea tenía del tema. Hoy es la historia es muy diferente”. La forma. Cuando Pablo Temes –director de Arte de PERFIL e histórico autor de las tapas de Noticias– entró al edificio de Chacabuco, no había muebles, Buenos Aires hervía en el calor pegajoso de enero y en sus manos tenía una lista infinita de gente a la que convocar y probar. Al menos ya tenía la idea del diario en la cabeza. En eso había trabajado los últimos tres años, con un pequeño recreo de algunos meses en 1995 para diseñar y lanzar el proyecto de la revista femenina Luna. En Barcelona visitó la primera reunión mundial de la Sociedad Para fijar la rotativa hubo que cavar 35 metros hasta encontrar suelo sólido Temes seguía ensayando. En total, más de una docena de proyectos del 97, pero hubo que pasar un año largo en obra, porque este tipo de impresora necesita de una base de hormigón enorme. Primero hubo que cavar hasta encontrar suelo sólido, unos 30, 35 metros y allí fijar los pilotes. Otro trabajo importante fue insonorizar la planta, así que se construyó una loza superior a unos 15 metros de altura. Tuvimos que aislar de ruidos toda la planta porque esta es una zona urbana. Para toda esa obra, más el equipamiento periférico y las instalaciones eléctricas, en fin, calculo que se habrán invertido casi tres millones de dólares más”. Rebrej controlaba, junto al gerente Franco, la colocación de cada pilote de hormigón y después lo registraba en un plano. Una mañana, al llegar, revisó su dibujo y faltaba uno. ¿Cómo que falta un pilote? ¿Donde puede esconderse un pilote de hormigón? Pues... siguió de largo: pensaron que finalmente habían encontrado suelo firme debajo de la capa de agua y la mole se hundió, desapareció. “La anécdota de convirtió en un chiste interno –cuenta Rebrej– ¡nos reíamos imaginando el pobre japonés al que se le apareció nuestro pilote en medio de su jardín! El trabajo era descomunal, pero por suerte lo tomábamos con mucho humor...” Ahora es fácil hablar de las prestaciones de una máquina en la que la electrónica es mucho más importante que la mecánica, de los motores en cada eje interconectados con un soft- Internacional de Diseñadores de Diarios y allí charló directores de arte e infógrafos de los diarios más importantes del mundo y maestros de la especialidad como Milton Glaser y Roger Black. Al principio fue probar. ¿Cómo harías vos Clarín, Pablo?, le preguntó un día Fontevecchia. Y Temes, que ninguna experiencia tenía en el mundo de los diarios, hizo su propio Clarín, grafeó algo que, finalmente, poco tenía que ver con el original. Mejor. Todavía ese impreso debe estar en los archivos de la editorial. Un diario de 1994, visto con los ojos de hoy, parece insólitamente viejo. La evolución estética de los últimos años fue extraordinaria. Temes seguía ensayando. En total, más de una docena de proyectos. Cada uno tenía el nombre de la tipografía vedette. Estaba el Proyecto Century, el Proyecto Goudy, el Proyecto Garamond. La diferencia entre cada uno, en términos absolutos, a veces era mínima: en lugar de trabajar con una tipografía de 9, cambiaban a una 8.10 sobre 9.25, por ejemplo. Ese tipo de sutilezas, imperceptibles para el ojo no entrenado. Fotos grandes, fotos más chicas, filetes, las cajas, el ancho de columna. Fueron meses y meses de pruebas. A mitad de 1997 hubo un “experimento kafkiano”. Hicieron la metamorfosis de un día de Clarín y adaptaron el modelo a sus contenidos reales para imprimir un número cero. Una extraña alquimia que trajo más de una sorpresa. Fontevecchia y Temes veían a EL DEBUT. La majestuosa rotativa KBA que fue adquirida para imprimir el diario PERFIL de 1998. wear, de la excelencia. El equipo de trabajo hoy tiene años de experiencia, ganados a fuerza de imprimir productos externos. Pero la verdad era que al principio no daban pie con bola. “Fue difícil para todos, para mí y para los muchachos que estábamos en esa época –Gómez señala a Marcelo Soto, jefe de Producción y a Rubén Lobos, responsable de mantenimiento–; fue como pasar de manejar un coche de calle a uno de competición. Prestaciones normales le sacás como querés a esta máquina, pero no estaba para eso: estaba para hacerla correr. Y eso nos costó mucho. O chocábamos o derrapábamos: no empalmaban nunca las bovinas, tardábamos el doble para todo. En esa época nos faltaba lo que hoy nos sobra: profesionalismo. No tuvimos tiempo, el diario nos duró demasiado poco”. Héctor Bianchi trabajaba para el Citibank cuando fue contratado por Perfil para la instalación de la red informática y el cableado telefónico del edificio de Chacabuco 271, que estaba en buenas condiciones de estructura pero estaba a años luz de estar preparado para instalar una empresa editorial. Y mucho menos un diario. Como sucedía en la planta, los equipos de trabajo fueron avanzando a base a la prueba y error, haciendo experiencia y... gastando de más. Entre dos y tres millones invertidos en equipamiento de tecnología pura, por ejemplo. Pero hubo muchos más gastos de infraestructura. Alfombras, pintura, revestimientos, instalaciones... Millones. Durante enero ingresaban camiones y camiones con cajas: computadoras, mesas, sillas, armarios... Solo en amueblar los catorce pisos, recuerda hoy el contador Omar Candeloro, entonces jefe de compras, se gastó más 1.000.000 de pesos, que con el uno a uno, eran dólares, claro. “Eran caros pero de una calidad notable: diez años después seguimos usándolos y están impecables”. Finalmente Bianchi terminó haciéndose cargo de la División Tecnológica de Perfil. Para él, un técnico acostumbrado a la previsibilidad y a la burocracia 6 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL CEDOC PERFIL EDITORES. Parte de la conducción periodística del 98, en una redacción que se estaba armando. De izquierda a derecha: Pliner, Temes, Martolio, Lunghi y Fernández Díaz. Clarín con mucha densidad en los textos, pero al adaptarlos, resultaban sorprendentemente cortos: no llegaban a cubrir las páginas previstas. ¿Cambió en algo esa información? Solo en un incremento de lo gráfico, las fotos; no en el largo de los textos. La idea era hacer un diario con mucho para leer. Eso no se negociaba. Formato tabloide, mucho texto, todo a color. Eso estaba claro. Pero ¿y lo demás? “A Jorge le encantaban los diarios alemanes, esos diseños con formato casi sábana donde cae la chorrera gris de texto. Son bellísimos. Los alemanes y los suizos son espectaculares para diseñar. Quería columnas de opinión densas, esa cosa espartana desde el punto de vista estético. Había diarios que nos gustaban más que otros, obviamente. El País de España fue un diario fácil de degustar, era como meter la cuchara en un frasco de dulce de leche, no fallaba nunca, estaba muy bien pensado y fue diseñado Formato tabloide, mucho texto y todo a color. Eso estaba claro. Pero ¿y lo demás? por un alemán: por eso es como es. También veíamos cosas de La Repubblica de Italia, La Vanguardia de Barcelona, El Mundo de España. Y le fuimos dando forma... Aprendí mucho en esos años, gracias al método de prueba y error. Viajé a Montreal a ver Le Devoir, un diario chiquito, hermoso, diseñado por una mujer. Veía mucho, anotaba, y después dibujaba, a ver qué cosa salía”, describe Temes. La tapa de PERFIL responde a una simetría perfecta. Es una gran letra T, como le gusta decir a Temes. Pero lo que más llamó la atención fue el extraño formato de la foto principal, lo que hoy se llama focal en la jerga interna y en aquellos años era la desesperación de los fotógrafos que se quejaban: “¿Qué, se volvieron locos? ¿Cómo hacemos para meter las fotos en esa proporción tan horizontal?”. Temes recuerda algunos números del diario canadiense Globe and Mail que había traído Fontevecchia, que solía publicar fotos espectaculares y utilizaban bastante ese formato. Les pareció muy trasgresor y decidieron utilizarlo siempre, como un módulo. “Lo fuimos construyendo a partir del logotipo, que hicimos con una Century que le daba seriedad, solidez, cier- ta contundencia. En esa época ya se empezaban a ver algunas pantallas de widescreen, ese formato alargado, como el viejo Cinerama, ¿no? Lo que enseguida percibimos era que a partir de esa decisión, casi que estábamos titulando el diario con una foto y eso era, para una empresa que siempre le dio una importancia vital a la imagen, un camino lógico. Era una gran limitación, pero a la vez nos daba identidad. Tampoco fue fácil con la redacción, que veía como extravagante la cantidad de texto: ‘Oíme, ¿cómo voy a hacer un copete de 600 caracteres? ¿se Lo que escribió Timerman volvieron locos?’, se quejaban al principio, pobres. Hoy, claro, el diario es completamente distinto, más ágil, menos frío, con muchas más variantes. Es un tema de evolución. No tuvimos el tiempo como para eso se diera en 1998”. Temes, en esos meses, tuvo que contratar alrededor de cuarenta profesionales para equipar el área de Arte y para eso entrevistó a bastante más que un centenar. Lunghi armaba su ejército de fotógrafos: 50, entre fijos y colaboradores. Los redactores y editores llegaban en bandada a ocupar sus escrito- Hasta que no transcurran dos cia de esto podría llevarnos a años de la aparición de un nueentender que aparecerán en vo diario, es imposible medir los dos años que le llevará la el conjunto de impactos que consolidación, a crear nueproduce en una sociedad. JACOBO TIMERMAN* vos visiones sobre la realidad La sola aparición es un y nuevas palabras para defiaparecer de nuevos idiomas, nirlas. formas geométricas y diferentes, ocultas interDos consecuencias importantes desde el pretaciones sobre la política, nuevos golpes que primer día de PERFIL. Primero la mezquindad se escuchan en las puertas de la historia. La sende los diarios al informar sobre este hecho. sación que deja sentir un diario que aparece por Pero esta mezquindad no puede ocultar la seprimera vez es que se está construyendo un Arca gunda consecuencia, el desasosiego. Ya con la de Noé: llevaremos a salvo muchas cosas. primera edición dominical de PERFIL apareEl ultimo sábado apareció el diario PERFIL. cieron voluminosas ediciones dominicales de Según mi experiencia. Un verdadero milagro. los demás diarios. Nuevas secciones, nuevos He asistido a la salida de máquinas de un primer autores, nuevos humores. Todo Vale. numero más de una vez. En general, la edición De modo que el primer impacto de PERFIL, es aparece diez horas después de la fijada para la haber salido. El segundo, haberlo hecho evitandistribución y capota el lanzamiento preparado do ser pasto de la depresiva autodestrucción de con tanta expectativa. No ocurrió con PERFIL. los periodistas. Y tercero, una verdadera victoria Suelen aparecer tapas repetidas, y no es poco para la profesión de periodista y para el esfuerzo común encontrar que la tapa se repite en la concreativo de todos los otros diarios. Basta recorrer tratapa. Son centenares de miles de detalles que las ediciones del último domingo y comprobar fluyen y debe encontrar su pequeño lugar en un que había fuerzas sin utilizar para ofrecer maámbito nada silencioso, caótico y caprichoso. La yores y mejores visiones de la cultura, la política primera edición de un diario debiera llamarse y la sociedad. prueba realizada el siglo previo a la aparición. Si la idea que los grandes diarios tienen de El diario PERFIL no podía escapar a este códiPerfil los llevó a establecer nuevas orientaciones go que he visto repetir varias veces en mi histoy objetivos, más perfección y más sofisticación, ria personal. Cuando aparecía una página en la ésta es la mejor definición de PERFIL y no algucual el plomo estaba crudo, sin corregir, lo único nas crónicas mezquinas. que se me ocurrió explicar es que intentábamos Un verdadero luchador, Jack London, deseahacer participe al lector de la tarea de limpiar un ba a su competencia que los ríos que atravesatexto de errores tipográficos. ban no llegaran a mojar las cerillas. Hasta ahora Es asombroso los pocos errores que aparecen PERFIL las tiene prendidas. ■ en PERFIL , año uno. Considerando todas las expectativas de los años 1 numero 1, este PER* Publicado en la revista trespuntos FIL es una verdadera hazaña. Tomar concienel 13 de mayo de 1998. rios negros en el piso 11, el 12 y el 13. “Consigan gente, ¡contraten al mejor equipo!”, cuentan que un día ordenó Fontevecchia, ya con la cuenta regresiva del lanzamiento. Había otra frase suya que circulaba por ahí. Era audaz, provocadora, repetida con cierta perplejidad después de las primeras reuniones. “El marketing de este diario es ‘no me compren’”. No era, justamente, un proyecto comercial, entrador, previsible, eso estaba claro. No era un segundo diario como Ámbito Financiero o Página 12, que apuntaba solo a un nicho. PERFIL iba por todo y se enfrentaba a los más grandes del mercado en busca de seducir a un comprador difícil: nadie es más fiel a su producto que un lector de diario. No, no iba a ser fácil. El desafío. Sin embargo los datos previos eran alentadores. La consultora Navarro y Asociados, a pedido de PERFIL había realizado una investigación entre 11.400 integrantes de 3.300 Los focus group daban margen para el optimismo de Fontevecchia y su gente hogares del Área Metropolitana donde por lo menos alguien leía el diario y a partir de 1.500 entrevistas a lectores frecuentes. Allí encontró a 760 lectores de Clarín, 495 lectores de La Nación, 145 de Página 12 y 100 de Ambito. El 57% de los lectores de Clarín, el 50 de La Nación, el 53 de Ambito y el 48 de Página 12, aseguraban que cambiarían de diario “si apareciera un nuevo diario que los satisfaga más”. El 20% de los lectores de los grandes diarios respondió que no lo harían en ningún caso. Estos números –y las reuniones de focus group que Cristina Navarro hacía diariamente y cuyos resultados se discutían ardorosamente en la redacción– daban 8 - ESPECIAL 10 AÑOS margen para el optimismo de Fontevecchia y su gente. Era imposible pensar en ensanchar el mercado de gente que no leía habitualmente, pero sí existía la posibilidad de ganárselos a la competencia con un producto más moderno, más completo y mejor hecho. Capturando apenas un 5% de los lectores de Clarín y el 10 de La Nación, más la succión de algunos lectores de los diarios menores, se podía aspirar a estabilizar el producto en 50.000 ejemplares diarios, lo que lo posicionaría como el tercer diario nacional de la Argentina, algo que nadie conseguía desde los tiempos de La Opinión de Jacobo Timerman, a comienzos de los años setenta. A dos años, el objetivo era alcanzar los 100.000 ejemplares diarios más un plus de venta de un 30% los domingos. La empresa esperaba llegar con cash flow positivo a abril de 2000 y en 2008, justamente, PERFIL ya debía alcanzar una venta diaria promedio de 300.000 ejemplares, lo que lo situaría en condiciones de disputar en el futuro la hegemonía de Clarín. Ese era el plan. Formato de 27,5 por 37 centímetros, impecable impresión, papel finlandés y canadiense de 48,8 gramos y un sistema de módulos para los anunciantes, que reemplazaba al tradicional de centímetros de columna. El diario hacía su presentación en sociedad como la niña bonita del mercado, generando curiosidad y mucha expectativa. La campaña de publicidad que pronto invadiría las tandas de televisión y la vía pública no dejaría indiferente a nadie y generaría tanta polémica como el diario mismo. Mucho ruido, mucha ambición y un equipo de profesionales dejando todo por amor a la camiseta. En medio de esa tormenta, Héctor Magneto, el CEO del grupo Clarín no demostraba ninguna preocupación por la inminente salida de un nuevo competidor. Eso, al menos públicamente. “No le temo a PERFIL, para nada. ¿Saben cuántos diarios han salido en los últimos 20 años en Buenos Aires? ¿Y cuántos han aparecido y desaparecido al poco tiempo?”, preguntaba a su vez con una sonrisa, firme en su papel de capitán del todopoderoso diario líder. Las cosas se podían arreglar, pero no había 20 horas para salvar al Titanic Donde dice... debería decir... “Todo lo grande está en medio de la tempestad”, dijo alguna vez Martín Heidegger. La deslumbrante frase fue pronunciada en Friburgo, cuando el filósofo alemán asumió como rector en la Universidad, en marzo de 1933. Heidegger, que era decididamente nazi, utilizó la palabra “sturm”, tempestad en alemán, porque así solían llamar a las SA de Ernst Röhm, que masi- Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL CEDOC PERFIL LA KBA. La velocidad a la que corre el papel de diario en sus rodillos alcanza los 11,24 m/seg. Tiene cuatro torres de impresión. vamente llenaban su auditorio. La frase original era previsiblemente griega. De Platón. “Todo lo grande está en peligro”. Y ese proyecto de PERFIL, tan grande y tan en riesgo, también nacía en medio de vientos huracanados. Todo eso, la furiosa tempestad y la inminencia del peligro, flotaba en el ambiente. Jorge Luis Borges no era piadoso con los periodistas. Le gustaba decir que escribían para el olvido y descalificaba con humor el contenido de cualquier diario. Sobreactuaba su incomprensión y su desprecio por la mecánica de la noticia. “No se puede saber de antemano cuales son los hechos trascendentales de cada día. Por ejemplo, la crucifixión de Cristo fue importante después, no cuando ocurrió”, ironizaba. Sin tiempo como para deleitarse con el discurso borgeano, PERFIL avanzaba a toda velocidad y apuntaba hacia un solo objetivo: el éxito. Eso que tanto temor y desconfianza le provocó siempre a Gabriel García Márquez: “No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible”. La mayor parte de aquella historia todavía estaba por escribirse. La soberbia es una pasión alegre, escribió Baruch Spinoza en su Ética, pero la espectacular y muy agresiva campaña de lanzamiento que se hizo pública el 23 de abril, dos semanas antes de salir el diario, no puso muy feliz a mucha gente del ambiente periodístico. “¿Pero qué se creen éstos? ¿Que nos van a venir a dar lecciones de periodismo a nosotros?”, se indignaron algunos importantes editores de medios. No ayudó, tampoco, el título elegido para el libro que presentaba el Manual de Estilo y que daba a conocer su Código de Ética y la novedosa figura del Ombudsman, el defensor de los lectores: “Cómo leer el diario”. La idea publicitaria era tan brillante y provocadora como riesgosa. Estaba, ciertamente, al filo. Cada pieza fue firmada con una reafirmación de la nueva marca: “PERFIL, el nombre del diario”. El contenido era lo que sorprendía, por su audacia y agresividad. En un juego grafico de contrastes entre negros y blancos, se planteaba básicamente una contradicción de discurso en el tratamiento de la La idea publicitaria de aquél diario era tan brillante como riesgosa noticia. “Donde decía...”, empezaba la frase, para concluir: “debió decir...”. No faltaba nadie y eso, para algunos, lejos de ser interpretado como una muestra de amplitud e independencia produjo una involuntaria cosecha de rechazos resistencias impensadas. La campaña se ocupó, entre otros, de Alfonsín (Donde decía “la casa está en orden” debió decir “el gobierno cedió ante las presiones”), Ma- radona (Donde decía “la mano de Dios” debió decir “tiro libre para los ingleses”), la Junta Militar (Donde decía Proceso de Reorganización Nacional debió decir Proceso de exterminio sistemático”), Neustadt (Donde decía “lo dejamos ahí”, debió decir “mejor no investiguemos nada”), Fidel Castro (Donde dice “líder revolucionario” debió decir “último dictador latinoamericano”) y hasta Susana Giménez, afectada por su divorcio de Huberto Roviralta que le costó una fortuna (Donde dice “¡Pobre Susana!” debe decir “todos somos iguales ante la ley”). Hubo una segunda campaña, ya con el diario en marcha, y con la certeza de que los resultados estaban lejos de alcanzar los objetivos prefijados en el proyecto. No fue menos provocativa. “Hace 30 años, por pensar distinto lo despojaron del título”, decía, sobre un primer plano de Mohammad Alí. La misma apelación a la incomprensión de las mayorías por el papel de las vanguardias incluyó a Mariano Moreno, Einstein, 10 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL CEDOC PERFIL Picasso, Freud, Piazzolla y hasta a Jesucristo. Hubo críticas, claro. Algunas de las más virulentas fueron publicadas por el mismo diario, una práctica absolutamente inédita en el periodismo argentino y que se repitió varias veces, como se verá a lo largo de este relato. Luis Majul, por ejemplo, a la semana de salir el diario lo acusó de “doble discurso” en una columna por el firmada. Lo que molestó a Majul fue una referencia a la guerra de Malvinas (Donde decía “seguimos ganando”, debía decir “estamos por rendirnos”) y, recordando que Tal Cual, una de las revistas editadas por Fontevecchia en 1982, apoyó abiertamente a la guerra, consideraba que el nuevo diario no podía “forjar su credibilidad” si “obviaba la autocrítica”. Jorge Rebrej tiene otra visión del fenómeno desatado a partir de esas piezas publicitarias: “Creo que esa campaña describía lo que estaba pasando en ese momento en el mercado. Despertó muchas expectativas por un lado, y por otro lado el no haber podido cumplir el objetivo de mantener el diario en la calle hizo que desde afuera se buscaran muchos chivos expiatorios para encontrar la causa del fracaso. Uno de ellos fue la campaña, que a mí, personalmente y como una de las personas con decisión en ese momento, me pareció distinta, justamente para un diario que era distinto. No creo para nada que el diario haya fracasado ni que tuvo los problemas que tuvo por haber errado con el estilo de esa campaña. Es verdad que era agresiva y muy provocativa, pero si no se comunica con audacia en un mercado tan competitivo como el argentino Las más virulentas críticas contra el diario fueron publicadas en el mismo diario no hay chance alguna...”. Lo que parece evidentes es que, pese a su corta y tumultuosa existencia, el diario PERFIL quedó instalado en el imaginario colectivo; como marca y como producto. La campaña de relanzamiento, ocho años después, fue austera, con una apelación fuerte y única: “PERFIL. Periodismo puro”. El diario mantuvo una imagen de honestidad y prestigio y era recordado por la gente. Tanto, como aquella histórica polémica campaña. LA SALIDA. El FERAG es la cola de la rotativa y tiene capacidad para doblar un millón de diarios por hora. El vacío. Jorge Lanata se reía, al aire y en su programa de radio, en charla con uno de los editores del diario: “¡Ché, dejensé de hacer tanto número cero y salgan de una vez!”. Lanata contaba que no había hecho ceros de su flamante revista llamada Veintiuno y que le había ido muy bien igual, que había que largarse, nomás. Pero las cosas no eran tan fáciles en PERFIL. Los números cero empezaron el jueves 2 de abril y no dejaron de hacerse hasta la salida, el 8 de mayo. Desde el 11 de abril el diario aparecía en Internet y la redacción producía material como si el producto estuviese en los kioscos. El reloj de gastos seguía con su implacable tic tac. Cada día de trabajo sin salir a la calle representaban 100.000 pesos-dólares de costo. El producto iba madurando en su forma y su contenido, los periodistas se sentían cada vez más cómodos. Dentro de lo que en los viejos diarios se llamaba “la cuadra” la cosa pintaba cada vez mejor. Pero en los escritorios donde se discutían los números, el clima era más tenso. Había problemas, alguno de ellos impensados. A Martolio, desde San Pablo, le cuesta recordar esos tiempos del viejo diario. Dice que Lo que parece evidente es que el diario PERFIL quedó instalado como marca lo sufrió demasiado y que esa bronca final le impide recordar los buenos momentos vividos. Pero sí recuerda un punto de inflexión, el momento en el que, confiesa, el piso empezó a moverse a sus pies. “La idea había provocado mucho entusiasmo, es verdad. Pero recuerdo que uno o dos días antes del lanzamiento varios conocidos que trabajaban en publicidad y a los que le había gustado mucho el diario me vienen y me comentan que no van a poder pautar, que alguna gente les advirtió que si lo hacían le iban a quitar los descuentos y los privilegios que tenían en Clarín y que obviamente no podían arriesgarse a eso. Se lo comento a Jorge, que había escuchado cosas similares y se resistía a creer que algo así pudiera pasar. Pero después de los avisos de compromiso del primer día, esos que saludan la salida de un nuevo medio, la publicidad, directamente... se esfumó”. Ricardo Da Silva era jefe de ventas de Noticias y había pasado al diario desde febrero de 1998. Adoraba el proyecto. Su grado de amor por la camiseta era tal que, antes de ver a cada posible anunciante, sacaba una moneda de 1 peso y compraba el diario en el kiosco “para que se vendiera un ejemplar más”. Y se peleaba con los canillitas cuando se daba cuenta de que el diario estaba escondido, o mal exhibido “y eso pasaba constantemente, por desgracia”. Se recuerda tragando saliva en una tensa reunión a media tarde, el mismísimo día de la salida: “Estábamos con Fontevecchia, Martolio, la gente de la planta, Rebrej, en fin, la plana mayor... y yo diciendo: ‘este me dijo que sí pero acaba de llamar para cancelar’, ‘y éste otro ahora no quiere’. Todo así. Era increíble. Uno trataba de usar todos los trucos posibles, ‘no tenemos tiempo de levantarlo’ o ‘ya está impreso’ o ese tipo de cosas, pero la verdad era que la mitad de lo que teníamos abrochado ESPECIAL 10 AÑOS - 11 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 STAFF. Nómina de la dirección periodística de PERFIL en 1998, tal como aparecía en el diario. se nos cayó de golpe. Después de tanto esfuerzo, de tanto trabajo, el diario salió muy herido a la calle”. El diario llegó a los kioscos el sábado 8 de mayo de 1998. Y ya el lunes la publicidad brillaba por su ausencia. Entonces a alguien se le ocurrió una idea que pretendía cambiar esa historia. “Pensamos en colocar algunos avisos de clientes de Noticias en el diario, sin cargo, para que notaran que la publicidad tenía retorno, que les iba a rendir porque el producto era muy bueno y tenía el mismo target –cuenta Martolio–, pero Ernesto Secchi, el director Comercial de la editorial vino desesperado pidiéndonos que no lo hiciéramos, porque aún regalados los anunciantes tenían miedo de quedarse sin Clarín si salían en PERFIL, que si lo hacíamos ellos levantaban la pauta de la revista. Con Noticias no había drama: ahí el tema era el dia- rio. El que estaba ahí... chau. Lo único que podía dar vuelta la historia eran las ventas. Pero vendimos la mitad de lo que esperábamos. La cosa pintaba mal, de verdad”. El fantasma. De Clarín solo no se habla en voz alta dentro de Clarín. Afuera, el poder infinito de la empresa ya es un mito moderno. Dicen muchas cosas de Clarín. Que no tiene enemigos chicos. Que presiona. Que es un monopolio impiadoso. Lo dijo toda su vida Julio Ramos desde Ámbito Financiero y cada gobierno que, a su turno, tuvo rispideces pequeñas y peleas furiosas con el grupo de Ernestina Herrera de Noble. Si alguien conoce desde adentro semejante diario es Marcos Cytrinblum. Fue su Secretario General de Redacción desde 1975 hasta el 19 de enero de 1990, un mes después de que Menem adjudicara oficialmente el Ca- nal 13 al Grupo conducido por Héctor Magnetto. ¿Que dice Cytrinblum de la accidentada vida de aquel PERFIL? Esto: “Me encantaba, fue un muy buen producto periodístico. Innovador, muy distinto a los existentes en el mercado. Habría que preguntarse, entonces, ¿qué pasó? ¿Hubo un error de cálculo? ¿Tal vez no era el momento? ¿Existían La máxima de que “No hay nada más viejo que el diario de ayer”, con PERFIL no se cumplía ciertas adversidades no reveladas? Quien sabe, ¿no? (sonríe) Por suerte, la vida, a veces da revancha. Ojalá la aprovechen”. La primera edición tuvo lo que en el negocio editorial se denomina un “agote técnico”. Tiró 102.000 ejemplares y se vendieron 72.054. El promedio de venta de mayo, que incluyó la cobertura de dos temas muy fuertes para PERFIL, la cobertura del suicidio de Yabrán y una investigación a partir de una escuchas ilegales que demostraban cómo los dos hijos de Fernando de la Rúa –por entonces Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y candidato a presidente por la Alianza– se beneficiaban aprobando materias en la facultad sin dar los exámenes, no estuvo tan alejado de lo esperado: 45.000 ejemplares de promedio final. Sin embargo en junio bajó a 30.000. Los ingresos del ejercicio al 30 de ese mismo mes por venta de tapa y publicidad alcanzaban los $ 3.152.000, con un costo total de venta de 4.612.000, lo que arrojaba un resultado negativo de $ 1.460.000. Si a eso se le sumaban los gastos de comercialización ($1.239.000), los gastos de administración (149.000) y el resultado financiero negativo ($ 190.000), la pérdida acumulada por el diario llegaba a los $ 3.038.000. La publicidad no llegaba a cubrir ni el 10% de lo pautado: al cierre del diario, los ingresos publicitarios apenas superaban los $ 500.000. “Recién al mes y medio Jorge empieza a trasladarme sus preocupaciones. Hasta ese momento él, que es un gran motivador, no quería trasladar nada negativo hacia la redacción, la cosa era decir “tranquilos que ya le vamos a encontrar la vuelta”. Pero había pasado un mes, la cosa estaba empantanada y en baja. Entonces sí. Empieza a acumularse la deuda y nos encontramos que los fondos para todo el año se habían consumido en un par de meses. Ya a mitad de julio me pregunta: ¿Creés que podríamos hacer el mismo diario con algunas reformulaciones? Y me pongo a trabajar con algunas posibilidades, que después, cuando violan mi correo electrónico terminando siendo publicadas por la revista Veintiuno. Era un paper para ver si había manera de salvar al diario. Había mucho para corregir, para achicar. Las cosas se podían arreglar, sí, pero si había 20 horas para salvar al Titanic. Pero había 2 o 3 horas, nada más. Así que nos hundimos”. Esos e-mails a los que se refiere Martolio fueron escritos entre el 16 y el 21 de julio y fueron publicados en la página 35 de la revista, en su edición del 6 de agosto. La causa judicial que más tarde inició Martolio fijó jurisprudencia y logró que, por primera vez, un fallo equiparara la privacidad del correo electrónico con las cartas tradicionales. Crítica y autocrítica. Frío, soberbio, pretencioso, hipócrita. Bien escrito, con el mejor staff de la argentina, innovador, vanguardista. Del diario se decía de todo, afuera y en sus misma páginas. El grado de adhesión y rechazo era alto, lo que por ló- La primera edición de PERFIL tuvo lo que se conoce como un “agote técnico” gica debía haber provocado un incremento en las ventas que, sin embargo, nunca se produjo. Más allá de interpretaciones y polémicas por el contenido, PERFIL tenía problemas de producto que, incluso, pasaban por sus virtudes. El diario era tan lindo como objeto que la gente se resistía a tirarlo. Hay un dicho que sentencia con claridad meridiana cual es la vida útil de ese tipo de producto: “No hay nada más viejo que el diario de ayer”. Con PERFIL esa máxima no se cumplía. La gente lo guardaba, para seguir leyendo, iba armando enormes pilas y terminaba frustrándose por exceso. En suma: nadie envolvía la basura con los PERFIL viejos y eso era un problema. En la redacción se le encargó a una persona a leer absolutamente todo el diario, desde la tapa hasta la última página de los suplementos: tardó ocho horas y media. El diario tenía mucho texto, eso era indiscutible, pero la percepción de esa densidad tenía que ver con la ausencia de avisos en sus páginas. Esa es la opinión, por ejemplo, de Jorge Rebrej: “Con mayor éxito publicitario, más avisos y menos contenido en cada página, hubiese sido visto como un diario 12 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL CEDOC PERFIL CHACABUCO 271. El edificio de Perfil donde se concentran todas las redacciones desde 1998. más soft, seguramente. Pero a mí no me aburría. Había unas plumas fenomenales y además, uno podía leerlo en diez minutos, porque a pesar del gris del texto, el diario hablaba por sus fotos. Era un diario magnífico, un lujo”. Los logros periodísticos del diario no fueron pocos y se hicieron notar. Carlos Lunghi fue quién tomó a José Luis Cabezas como fotógrafo de la Editorial y obviamente, la investigación en busca de justicia por su asesinato era una causa propia para PERFIL. Alfredo Yabrán era un tema obligado, permanente. El empresario se suicidó de un tiro de escopeta el miércoles 20 de mayo de 1998 en su estancia, San Igna- cio, a 50 kilómetros de Gualeguaychú. Hacía apenas 12 días que el diario estaba en la calle. Hernán Brienza, periodista docente y escritor, era uno de los redactores de Policiales. Viajó a Entre Ríos y allí, atrapado por casualidad en el depósito de la empresa de sepelios “Previsora de Gualeguaychú” logró lo que nadie fuera del círculo íntimo del empresario había logrado: ver el cuerpo sin vida de Yabrán. Su magnifico testimonio empezaba así: “En el aire hay un olor inexplicablemente ácido Primero emergió una mano entre los cortes del nailon; luego u cuerpo laxo, amarillento. Ese cadáver era igual al de Alfredo Enrique Nallib Yabrán. Su tórax era inconfundible. También su frente y su pelo cano. Su rostro no estaba deformado sino deformado. Parecía de látex, su cara estaba hinchada por los 35 perdigones que habían estallado dentro de su cabeza. Y, sin embargo, se lo podía reconocer”. La edición del jueves 21 de mayo fue especial. El focal con la camilla y el cadáver cubierto por una manta roja fue diseñado con una proporción más cuadrada, bastante más grande. También aumentó la tipografía del título principal, a dos líneas: “Alfredo Yabrán logró con su muerte escapar de la Justicia y de la vergüenza”. La cobertura fue espectacular y ocupó las primeras 40 páginas. Luis Majul se preguntaba en una columna en la página 2 “¿Los periodistas lo llevaron al suicidio?”: Martín Caparrós escribió la contratapa en la página 80 y tituló con otra pregunta: “Muerto el perro, ¿se acabó la rabia?”. Escribieron también Tomás Abraham, José Nun, Mempo Giardinelli y Ernesto Schóo. El resto de las informaciones quedó relegada. En el suplemento de Deportes un pequeño recuadrito de la tapa anticipaba: “Carlos Bianchi ya es el técnico de Boca”. Las fotos del sepelio de Frank Sinatra en Los Ángeles aparecieron en la página 56, en Sociedad y tuvo una muy pequeña mención en la tapa. Fue la edición de mayor venta hasta el día de cierre, casi 80.000 ejemplares. No los pudo sostener. Diez días después, el sábado 30, el título principal anunciaba: “La Justicia investiga una cinta con escuchas ilegales grabadas en la casa de De la Rúa”. El domingo 31 el título era más claro: “Una cinta revela que en la facultad los hijos de De la Rúa podían aprobar sin estudiar”. La nota fue firmada por Daniel Capalbo y María José Grillo quienes contaron los detalles de cómo se había hecho la in- vestigación del caso y por qué se había decidido publicarla, en la página 8 de Política. Este es su copete: “Pocos días antes de la presentación en sociedad del Diario PERFIL, una voz alertó sobre el contenido de una grabación cuyo contenido fue imprescindible confirmar. El temor a quedar atrapados en el fuego cruzado de las trincheras partidarias extremó las precauciones. Pero constatar el contenido del cassette fue posible gracias al mecanismo de aplicar el abecé periodístico: ir a las fuentes, detectar a los personajes. El debate ético sobre la verdad y las operaciones políticas, en danza”. La polémica estalló, feroz. Algunos hasta acusaron a Fontevecchia de menemista, pese a La cobertura de la muerte de Yabrán fue espectacular y ocupó las primeras 40 páginas la posición muy crítica del gobierno de Menem que históricamente había tenido Noticias. La crítica más dura, una vez más, se publicó en las páginas del propio diario. Pepe Eliaschev, en su columna de la sección Ideas publicada el 8 de junio, definió a la nota como una “inmoralidad”. Y según la columna del Ombudsman Abel González, que se ocupó del tema, comparaba la revelación del contenido de escuchas ilegales con la difusión de testimonios obtenido bajo tortura. González ya había recibido, también, una carta del editor fotográfico Diego Goldberg quién, a título personal, acusaba al diario de “manipulación del material fotográfico”. Lo que Goldberg cuestionaba fue la aparición de una fotografía invertida que ya aparecía en tapa, “con la intención de que el lector creyera estar viendo otra foto del mismo evento”. Carlos Escudé también notificó al Ombudsman su renuncia a seguir colaborando por no haber sido avisado a tiempo de la no publicación de alguno de sus artículos. El Código de Ética había sido reproducido competo en el se- 14 - ESPECIAL 10 AÑOS gundo número del diario. Allí se le reconocía a los periodistas el derecho de reclamar a sus superiores la publicación de cualquier información que hubiese sido debidamente verificada, el alegato a la cláusula de conciencia si se sentían vulnerados en sus convicciones, independencia u honor personal y la posibilidad de considerarse despedidos si cualquiera de estas condiciones no era respetada. PERFIL debe haber roto un récord. Durante los 84 números que estuvo en la calle las críticas más feroces al medio fueron publicadas en sus propias páginas. Después, claro, todo fue distinto. El último diario. Es un papel amarillento y en él hay un módulo con ideas de títulos y fotos que Fontevecchia solía rafear con su lapicera a tinta antes de la última reunión de tapa: “El plan de Menem para debilitar al nuevo gobierno”, dice el principal. Los dos posibles focal eran la vuelta de Ruckauf al gabinete o Ríver, que jugaba contra el Gremio de Porto Alegre en Brasil, por la Copa Mercosur. Todavía abrochados con un ganchito están los panoramas de tapa de cada sección. “Sumarios para Viernes 31 de julio”, dice en mayúscula y subrayado. Sociedad advertía: “Murió anoche el primer consumidor argentino de Viagra”; ¡ojo, que hay fotos de Xuxa saliendo de la clínica donde había tenido Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL a su hija Sasha! Medios anunciaba el registro de una nota de Life sobre la foto exclusiva que había publicado PERFIL de Jorge Rafael Videla, esposado. En Ideas, había una columna de Rodolfo Pandolfi, otra de Carlos Ulanovsky y Mempo Giardinelli hacía su sección “365”. El sección Reportajes tenía a Oscar Shuberoff. La línea final decía: Contratapa: “Travesti”, de Hugo Asch. Esa contratapa sería reemplazada después de la medianoche por otra, firmada por Jorge Fontevecchia y titulada “Hasta Pronto”. Allí el director de PERFIL explicaba sus razones para discontinuar el diario. Los únicos que sabían del cierre en la redacción eran los directores asociados Daniel Pliner y Edgardo Martolio. A la madrugada el mundo pareció estallar en el edificio de Chacabuco y Diagonal. Para chequear el contenido del casete de los hijos de De la Rúa, se fue a las fuentes Carlos Ulanovsky no es hoy, confiesa, un lector habitual de esta nueva versión de PERFIL. Pero en aquel diario de 1998 era quien se encargaba de la sección Medios. Nunca se olvidará, dice, de aquella noche. Y cuenta por qué: “El teléfono de casa sonó a las tres de la mañana y cuando esas cosas pasan uno inmediatamente piensa en una desgracia. Y lo fue, sin duda. Fue feo, un tema muy delicado, para mí y para todos. Había mucha gente joven en esa redacción, nadie sabía qué hacer. La mayoría me consultaba a mí, que era uno de los más grandes y con mayor experiencia en la profesión, aunque no en cuestiones gremiales, por cierto. Hice lo que pude. Me tocó contener a muchos chicos que estaban doloridos, muy decepcionados. Yo también, claro. Para mí hacer esa sección de Medios todos los días fue el sueño de mi vida y la pasé muy bien en el diario. Uno se sentía respetado, muy jerarquizado; todos teníamos nuestro lugar, nuestra máquina para escribir, nuestro televisor. Fue un gran producto, quizá algo adelantado a su tiempo. Creo que tropezó con dificultades empresarias pero de esas que casi nunca se revelan. Mucho se había hablado de que Clarín iba a obstaculizar el desarrollo del diario y no sé si eso ocurrió de verdad, pero era evidente, cualquiera podía notarlo, uno podía verlo, que el diario estaba mal exhibido, muy tapado. Uno no puede explicarse cómo un diario preparado con tanto detalle, con tanto cuidado, con semejante despliegue de elementos técnicos, duró tan poco. Creo haberlo entendido con el tiempo, por la cuestión económica. Fontevecchia dijo que, si continuaba, se ponía en riesgo al resto de la editorial y a sus revistas y eso le creí. Lo que fue medio inexplicable era que, al poner en marcha un proyecto tan grande no haya tomado más precauciones. ¿Está todo bien con la distribución? ¿Y con la publicidad? Fue una lástima grande, porque se perdió la oportunidad de imponer un producto absolutamente original y diferente de todo lo que se hacía en el periodismo argentino”. Una de las cosas que más se le criticó a Fontevecchia fue la manera en la que decidió cerrar el matutino. “No dio la cara”, era la frase más escuchada en la redacción. Su respuesta siempre fue la misma: “Si anunciaba el cierre ese día se hubiese producido una conmoción tal que el diario no hubiese podido salir y me hubiese sido imposible dar ninguna explicación a los lectores”. Mucho se habló a favor y en contra de esa manera de cerrar la historia. Quizá el comentario más sensato lo hizo uno de los directores asociados, Andrés Wolberg-Stok, que dejó su empleo en Reuters en Londres para embarcarse en el proyecto: “No existe una buena manera de dar una mala noticia”, dijo. Tenía razón. Triste, solitario y final. El golpe fue duro para todos. Cristina Navarro recuerda que a la mañana, muy temprano, recibió una llamada del subdirector Jorge Fernández Díaz que apenas podía contener el llanto. Todos los medios cubrieron el fracaso del proyecto más ambicioso de los últimos años. “Abrupto final de un diario”, tituló Clarín. La Nación acla- Esa contratapa sería reemplazada por otra firmada por Fontevecchia: “Hasta pronto” raba en su volanta: “Perdió 15 millones en 84 días”. Página/12 ironizó: “Paren las rotativas”. La asociación Periodistas hizo público su “desagrado por la inconducta del empresario Jorge Fontevecchia”. Quizá Gabriel Pasquini, en su largo reportaje del domingo 9 de agosto de 1998 en La Nación haya dado en la tecla en la difícil tarea de conjeturar por qué motivo se derrumbó de semejante manera un proyecto tan ambicioso; con un final abrupto, trágico, más propio de una revista que de los diarios que, como solía decir el empresario brasileño Roberto Marihno, dueño de la Red o Globo brasileña, “mueren 20 años antes de su muerte, como mastodontes de interminable agonía”. Pasquini charló con Fontevecchia y en un párrafo de su nota describe su obsesión por lograr un producto perfecto, su melancolía la dolorosa decisión del cierre “como en enamorado que prefiere estrangular a su ama- ESPECIAL 10 AÑOS - 15 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 CEDOC PERFIL da antes que verla envejecer”. Fontevecchia había cerrado infinidad de títulos en su carrera. Pero ese diario, como aquella revista de 1982, tenía el nombre de su empresa; una palabra elegida por Nelba, su madre, cuando recién arrancó con La Semana. No era fácil. Fue una apuesta a todo o nada, y fue nada. El mismo domingo en el que salió la nota de Pasquini, la revista Noticias cubrió el conflicto por el cierre de PERFIL con una nota de cuatro páginas titulada “La Muerte de un Diario” y firmada por Julio Villalonga. En ella se detallaban los números, se aclaraban cuáles habían sido las pérdidas y cómo, con la emisión de una serie de obligaciones negociables por 25 millones de dólares se había podido financiar el proyecto. La nota, con el subtitulo “La otra voz”, también reflejaba la postura de Daniel Das Neves, en ese mo- tico y muy citado en esta nota Martín Heidegger, que cada tanto solía tener esos deslices estéticos entre tanta jerga indescifrable que tanto indigna, por ejemplo, al argentino Mario Bunge. “El origen es aún –dijo, pensando en los griegos y en Alemania, por supuesto–, no está detrás, como algo ya largo tiempo acontecido, sino que está ante nosotros. (...) Ese inicio ha entrado ya en nuestro futuro, está allí, como el lejano mandato de que recobremos de nuevo su grandeza”. El maestro y eterno amor de Hanna Arendt siempre hablaba de cosas majestuosas, del Dasein, el Ser, la autenticidad. Desmesuras incomparables con la dimensión de un proyecto periodístico ambicioso en un lejano e inestable país latinoamericano, siempre tan lejos de la centralidad europea. Quizá suene disparatado, Para esa etapa, se contrataron 257 profesionales en relación de dependencia Nadie tiene la medida de los sueños y de un sueño se alimenta el espíritu de un diario mento, secretario de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. El personal mantenía tomados los pisos 11, 12 y 13 del edificio donde funcionaba el diario. Emilio Torok, hoy director de la Fundación del Grupo Perfil fue, como gerente de Recursos Humanos, el encargado de negociar con el Ministerio de trabajo y los trabajadores para alcanzar un acuerdo. Revisa sus papeles y confirma el dato: se contrataron 257 profesionales en relación de dependencia, 66 colaboradores permanentes, 25 colaboradores externos y 5 corresponsales en el exterior. La erogación por sueldos, contando las cargas sociales era de 953.000 pesos mensuales, más 320.000 de agencias noticiosas y colaboraciones y 150.000 de gastos editoriales y logística. Finalmente, hubo un acuerdo y de ese total de periodistas 85 fueron reubicadas en otros medios de la empresa y 171 cobraron la indemnización completa en seis cuotas conse- exagerado o soberbio decirlo de esta manera, pero la Grecia del auspicioso presente de este diario que usted tiene ahora en las manos, amigo lector, es aquel inicio frustrante; ese mundo desbordado por ilusiones rotas, angustia, broncas y crisis interminables que se intentó reflejar en este largo texto. Sucede que nadie tiene la medida de los sueños. Y de un sueño, justamente, se alimenta el espíritu de un diario. “La ilusión no se come –dijo ella–. No se come, pero alimenta –replicó el coronel”, escribía García Márquez en su novela. Un diario es una sed. Se hace con muchísimo dinero, sí: con estructuras, sumas, toneladas de objetos. Pero sobre todo con la admirable voluntad de cierto tipo de hombres, tipos capaces de fallar y levantarse de nuevo; tan ambiciosos, soberbios, obsesivos, ensimismados, narcisistas, algo locos, entregados para siempre a su pasión de hacer y seguir siendo. ■ LA OTRA CARA. La redacción y el laboratorio fotográfico, centros neurálgicos del proceso de creación. cutivas, hasta febrero de 1999. El total de lo pagado por la empresa en indemnizaciones alcanzó la cifra de 5.286.714 de pesos. “En mi carrera pasé por conflictos violentos en otras empresas –relata Torok– y esto no fue así, para nada. Había un pequeño grupo muy exaltado, es cierto, y mucha repercusión en los medios, pero hay que comprender la situación, que fue muy dolorosa para todos. Los trabajadores estaban en todo su derecho de reclamar lo que les correspondía y la empresa les pagó hasta el último centavo. El diario murió justo cuando nacía la recesión económica que estalló a fines de 2001. El diario cerró para todos, pero en la empresa siguió vivo. Fontevecchia siguió firmando los balances de la empresa mensualmente y hoy es la misma sociedad la que edita este nuevo diario”. ¿Cuál fue la cifra de la pérdida total que provocó el cierre del diario para la empresa? Es difícil calcular un número desde lo contable, pero para Jorge Rebrej hablar de 30 millones de dólares de pérdida total “es una cifra bastante cercana a la realidad”. Una historia circular. Hay otra frase hermosa del árido, hermé- 16 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL Una campaña publicitaria que fue muy novedosa y generó múltiples controversias ANTES Y DURANTE LA SALIDA DEL DIARIO Provocadoras, las piezas que se armaron previamente a la salida de PERFIL despertaron un enorme interés. La idea central es que un medio de comunicación empezara a llamar las cosas por su nombre, más allá de fórmulas anquilosadas, hipócritas o políticamente correctas. La campaña se dividió en dos etapas. Una primera, cuando el diario todavía no estaba en la calle, con la fórmula de “Donde decía... debió decir...”. Y la otra, ya con el diario en la calle, con personajes que pasaron a la historia “por pensar distinto”. El impacto se consiguió y no faltaron las polémicas. HUBO PARA TODOS. La dictadura militar, los gobiernos de Alfonsín y de Menem, la formación de la Alianza, fueron algunos de los ejes políticos donde se concentraron los diferentes capítulos que tuvo la campaña publicitaria del diario. La cartelería inundó las calles de la Ciudad de Buenos Aires y del país entero. ESPECIAL 10 AÑOS - 17 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 RUPTURA DE CODIGOS. Uno de los propósitos de las piezas utilizadas fue el de romper con ciertas ideas aceptadas por la sociedad argentina, incluso aquellas reñidas con aspectos legales o éticos. Uno de los avisos más impactantes desde ese lugar fue el de cuestionar, por primera vez en nuestro país, “la mano de Dios” de Maradona en el Mundial ‘86 contra Inglaterra. 18 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL ICONOS DE EPOCA. La Policía de la Provincia de Buenos Aires, las barras bravas del fútbol y los desaparecidos también ocuparon un lugar protagónico en una campaña que todavía hoy se recuerda tanto en el mundo publicitario como en el periodístico, por su nivel de innovación e impacto. 20 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL EXPERIENCIAS FOTOS: CEDOC PERFIL Recuerdos poderosos MEMPO GIARDINELLI* M ás allá de las razones empresariales que llevaron a discontinuar el diario PERFIL, que salió a la calle por tres meses en 1998, para quienes hicimos aquel matutino tan original como ambicioso, y tan intenso como sutil, la experiencia fue inolvidable. Escribir allí era un reto cotidiano. Ahí estaban Abel González, Sergio Sinay, Bebe Martínez, Fernández Díaz, entre muchos otros redactores de calidad y experiencia. Yo anduve por varias secciones (la cobertura de la desaparición de Alfredo Yabrán, algún cuento para el dominical) pero mi mayor responsabilidad fue una columnita que devino gozo y a la vez martirio. La titulé “365” porque iba a estar todos los días del año y porque su extensión jamás podía sobrepasar los 365 espacios. En esa pequeñísima extensión y en la página 2 (que regenteaba Jorge Sigal, quien sabía exigirlo todo con sonrisas y calidad humana) yo tenía que lograr que cada mañana los lectores encontrasen una idea, CENTRO DE DOCUMENTACION. El La intensidad y la pasión con que lo hicimos es uno de mis recuerdos más poderosos una propuesta, un brevísimo análisis o comentario inteligente. Se decía fácil, pero la tortura era abreviar, palabra a palabra y letra a letra, hasta que cada texto reluciera en exactamente 365 caracteres, cumpliendo el supremo mandato periodístico de la concisión con elegancia. Fue un hermoso desafío, como lo es toda experiencia en diarios. Yo trabajé en los 70 en la Crónica 5a.; luego con Jacobo Timerman en su vespertino La Tarde, y en el exilio estuve varios años en el Excelsior, de México. Con la democracia volví con Timerman en La Razón, soy colaborador de Página/12 desde sus inicios y participé del diario Sur en los 80. Pero nunca me había tocado protagonizar la invención de un periódico moderno, de cuidada prosa y rigor informativo como en aquel diario que delinearon Jorge Fontevecchia y Daniel Pliner a finales del 97. Fue una pena que esa experiencia abortara. A veces pienso que PERFIL diario podría reaparecer. Quizás un día de éstos, no lo sé. Pero sí sé que la intensidad y pasión con que lo hicimos es uno de los recuerdos más poderosos de mis casi 40 años de profesión. ■ * Escritor. Columnista de PERFIL en 1998 y en la actualidad. archivo periodístico y fotográfico de PERFIL y de la editorial es uno de los más completos del país. ALGO DIFERENTE Optimismo y fugacidad M e llamó Jorge Sigal. Justo es reconocer que estaba esperando que alguien me llamara, porque se hablaba mucho del futuro PERFIL y, como diez años antes con Página 12, un nuevo diario es un acontecimiento. Sigal me dijo que era el editor de dos páginas donde todos los días escribirían varios columnistas. Lo que pagaban era inaudito, y creo recordar que nunca me habían ofrecido tanto dinero a cambio de esa moderada cantidad de escritura. Pero lo cierto es que el pago, aunque formaba parte de los rumores que acompañaban a PERFIL (comentarios asombrados o agoreros: “Así no va a poder aguantar”, decían los realistas), no era el atractivo principal, sino la perspectiva de que todo iba a ser, de algún modo, diferente. Escribí una columna durante los meses que duró la experiencia. No recuerdo ninguna, pero quien escribe columnas por hábito, vocación y profesión no acostumbra atesorar un álbum de recortes. Creo, sin embargo, que algo de lo que escribí en aquel PERFIL fue elegido para formar parte de algún libro que publiqué después. Nunca fui lectora de Noticias. Fui, en cambio, una lectora cotidiana de PERFIL, pero siempre como segundo diario. Como lo fue, en su momento, Página 12 y mucho antes La Opinión de Timerman. Sobre esto habría que pensar el intrincado sistema de hábitos que unen a un lector con su periódico, una red que es difícil cortar cuando ese lector lee diarios desde la adolescencia y no le parece una pérdida de tiempo ni de dinero comprar más de un diario por día, y tres o cuatro los domingos. El primer dia- BEATRIZ SARLO* rio es el mapa donde se ubica el segundo, aunque el segundo pueda convertirse en un diario mejor, más afín o más interesante que el primero. Esa fue la disyuntiva que seguramente PERFIL cotidiano les sugirió a muchos lectores, una disyuntiva que no es obligatoria para un periódico que aparece, como este segundo PERFIL, los fines de semana. El primer diario, elegido por motivos periodísticos o de ideas (lo cual no sig- Era un diario interminable. Ofrecía mucho más que lo que podía leerse nifica identificación sino, como en mi caso, conflicto), marca a un lector casi para siempre. El primer diario le ofrece una plana llena de automatismos tipográficos y de escritura porque ha sido precisamente el primero que ha leído en el orden cronológico y biográfico. Tiene esa supremacía contra la cual deben luchar los diarios que le siguen. Como sea, PERFIL fue mi segundo diario mientras duró. Y me gustaba por su gráfica y su abundancia. En un momento donde los diarios comenzaban a ser cada vez más cortos, aunque eso no significa que tengan menos páginas sino que se arman con la idea del pico- teo, la variedad y la velocidad, es decir que imitan los rasgos audiovisuales, PERFIL era un diario interminable (como hoy lo son los reportajes de Fontevecchia). Ofrecía mucho más de lo que podía leerse, un rasgo opuesto al de Página 12, que cada vez más se fue convirtiendo en un diario que se termina durante un viaje en subterráneo de cabecera a cabecera. A los lectores de diarios tradicionales, como es mi caso, les gustan los diarios largos, con notas extensas. No digo que este gusto deba convertirse en una norma periodística, sino simplemente sea lo que sucede con una parte del público. Pero creo adivinar que había también un público joven y menos tradicional que aquel del que yo formo parte. Cuando desapareció PERFIL (en un colapso súbito que tocó a los periodistas que habían arriesgado en el proyecto), mucha gente, más de la que yo creía que podía preocuparse, preguntaba qué había pasado y, sobre todo, por qué ese diario que habían adoptado no estuvo en condiciones de seguir. Los historiadores de los medios tienen una cantera donde podrán investigar los actos de un drama de competencia donde los diarios establecidos se proponen mantener un campo donde no puedan propagarse los recién llegados. Ese drama, una vez que se conozcan sus pormenores (y, como de todas las cosas, esos detalles llegarán a saberse), ilustrará un momento a la vez audazmente optimista y fugaz del periodismo en la Argentina. ■ *Columnista de PERFIL en 1998 y ahora. ESPECIAL 10 AÑOS - 21 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 INTIMIDAD DESDE LA TV Resalta la coherencia E l cierre de un diario es una derrota de todo el periodismo. Cuando eso sucede la competencia se encoge, disminuyen las voces de la información y la prensa pierde una dosis de pluralidad. En 1998, cuando apareció la primera versión del diario PERFIL, yo tenía un programa en Canal 9, que se llamaba “Bajo palabra”. Se emitía los domingos por la noche. El canal era entonces propiedad de un grupo australiano, que se fue acercando al entonces presidente Carlos Menem porque quería salir, decepcionado ya, de la Argentina. El domingo en que Jorge Fontevecchia anunció que cerraba el diario, pero no archivaba la idea, lo llamé para invitarlo al programa. Nunca formé parte de ninguna de las versiones del diario PERFIL, pero había conversado varias veces con Fontevecchia sobre su proyecto. Me había contado sus inversiones, sus ilusiones y sus perspectivas, las buenas y las malas. Quería saber, y preguntarle en público a él, qué sentía un editor cuando debía tomar la decisión de matar su obra. Quería que hiciera públicas, en definitiva, qué cosas adversas lo habían conducido a ese primer fracaso. Fontevecchia aceptó presentarse en el programa y contar, conmocionado todavía, cuáles habían sido sus emociones cuando le puso punto final, la noche anterior, a esa primera versión de un diario que, ciertamente, había JOAQUIN MORALES SOLA* sido distinto en el mercado de la prensa escrita argentina. Ese domingo, la sede de la editorial Perfil era una caldera de planteos sin- dicales. Decidí que también la protesta del personal debía tener un espacio en el programa. Así fue. Un camión de exteriores se trasladó al edificio y los dirigentes de los empleados pudieron expresar en vivo todos sus reclamos. Fontevecchia estaba en el estudio del canal. Como entiendo que ningún editor cierra un diario por el gusto de cerrarlo, me dediqué, luego de escuchar los planteos laborales, a conversar con Fontevecchia sobre las razones de la corta experiencia de la primera versión de PERFIL. Me importaba saber qué había inducido el cierre del diario, por qué sus ilusiones terminaron rotas y de qué manera resolvería el problema de los empleados. Hablamos largamente. Fontevecchia se fue. El programa terminó. Para mi sorpresa, los dirigentes de los trabajadores me hicieron llegar luego su protesta por mi actitud. No les había gustado que Fontevecchia tuviera la última palabra. Está demás aclarar que en ese programa no se estaba resolviendo el planteo de los trabajadores, sino explorando la información que dio cuenta del cierre de un diario. Más tarde, mi sorpresa aumentó: tampoco a los dueños del canal le había gustado que Fontevecchia, que había hecho un diario claramente opositor al menemismo, tuviera espacio en ese medio de comunicación. Son las ironías de esta profesión. Al final, sólo resalta la coherencia. Por eso, repetiría la historia de la misma manera que hace diez años. ■ *Periodista. Fue el primero que entrevistó a Jorge Fontevecchia tras el anuncio DIFERENTE. La calidad y creatividad fotográfica es uno de los sellos de PERFIL. del cierre del diario (ver página 43). 22 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL La gestación antes de nacer COMO SE CONSTRUYO PERFIL ❖ El logotipo definitivo se definió luego de innumerables pruebas, con diferentes clases de tipografías y condensación de las letras. Una vez elegido el prototipo que sería definitivo, uno de los instrumentos utilizados por el director de Arte Pablo Temes fue el armado de un mapa estructural de la forma, donde se consolidó el formato final. ESPECIAL 10 AÑOS - 23 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 En el transcurso de casi tres años, entre 1995 y 1997, Jorge Fontevecchia y Pablo Temes (director de Arte) fueron recorriendo diferentes alternativas para elegir la identidad visual del diario. Un proceso hasta ahora desconocido. ❖ El diario incorporó elementos visuales y periodísticos innovadores. Fue el primer medio argentino en tener un manual de estilo (arriba), cuya reedición se modernizó y reapareció el año pasado en todas las librerías. A la izquierda, réplica de la primera tapa que se imprimió luego de decenas y decenas de pruebas. ❖ A lo largo de los años, Temes ensayó una gran cantidad de alternativas de formatos de tapa, con variantes de logos incluidos. Lo mismo para los diferentes suplementos y secciones que acompañarían al diario. Por primera vez se muestran estos diseños de prueba. ❖ La foto que acompaña la apertura de la crónica inicial de este suplemento también tuvo su registro (arriba). Tras varios fallidos intentos de “sacar” una tapa, Wolberg-Stok, Martolio, Pliner, Fontevecchia, Temes y Fernández Díaz se inmortalizaron en ese número cero, con humor (derecha). 24 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL BAJO ESTUDIO CEDOC PERFIL SOBREVIVIENTES Tesis de facultad Un antes, un después CAROLA BIRGIN* EDGARDO MARTOLIO* E l 31 de julio de 1998 unas 260 personas se quedaban sin su puesto en el diario que habían construido y unas 27 mil se quedaban sin el “nuevo” diario que compraban. Yo pertenecía al segundo bando y contaba una pérdida más: me quedé sin la posibilidad de concretar mi proyecto de tesina de graduación. Mi plan de investigación contemplaba analizar durante un año a PERFIL –para algunos sería el último surgimiento de un diario de papel– y confeccionar su “historia de vida”. Pero el diario –que por cierto no fue el último– cerró. La historia había sido demasiado corta y, para más, esa vida estaba teñida del color de la muerte súbita. Un poco por despecho de “lectora abandonada” y otro tanto por una cuestión profesional (todos hablaban del abrupto fin, y nada es más estimulante que indagar sobre aquello que se está omitiendo), esquivé el final y fui al inicio: el análisis apuntó a cómo se gestó la identidad del medio. Al comparar los 35 ejemplares que se imprimieron antes del lanzamiento (números cero) con las 84 ediciones que salie- P TECNOLOGIA. PERFIL En la trama de concepción de su identidad, persiguió la innovación ron a la venta, surgieron transformaciones significativas. Cada cambio durante la gestación era un indicio que, conjugado con relatos de los hacedores, revelaba decisiones, creaciones, ensayos y errores que forjaron rasgos inéditos en la prensa nacional (desde una estética poco explorada y un lenguaje inusual, hasta un modo distinto de tratar y de elegir los temas). Pero el diario que se imprimió “para unos pocos” desde el 2 de abril hasta el 7 de mayo fue en parte aún más innovador que el que hizo pie en los kioscos: tenía nombres menos convencionales en las secciones, daba más páginas a segmentos poco tradicionales y suplementos diarios –como Cultura– terminaron siendo semanales, igual que en otros periódicos de referencia. Así y todo, en la trama de la concepción de la identidad de PERFIL, fue un diario que persiguió la innovación. Y también se recogen las huellas que indican que por allí transitó mucha gente que quiso hacer algo diferente. Con ese espíritu nació hace diez años un diario nuevo. ■ *Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA). Autora de la tesina “Perfil: La concepción de un nuevo diario en la Argentina de fin de siglo”, con la que se graduó. incorporó innovaciones técnicas en sus sistemas de información. TECNICO O JUGADOR La gloria y el ocaso A JORGE FERNANDEZ DIAZ* quel mítico diario de Esta clase de editores, coochenta y cuatro días no mo lo fueron en sus tiempos se cerró por un error de cálBotana, García, Timerman culo, o por un problema financiero. Fracasó y Ramos, construyen diarios alrededor suyo, porque Jorge Fontevecchia, un editor periodís- les ponen su impronta e identidad, les crean tico realmente superdotado, no quiso, no supo una misión y vuelven su mirada personal una o no pudo salir de la dirección técnica y bajar marca registrada, una religión periodística, una a la cancha. Teníamos a Maradona adminis- forma intransferible de ver el mundo. trando el club, en lugar de tenerlo manejando Viví con Fontevecchia la gloria y el ocaso. el equipo y metiéndose personalmente en el Me enseñó cosas impresionantes acerca del área. O dicho de otro modo: Jorge se reservaba periodismo, la ambición y los hombres. Pero para sí mismo el papel de pudoroso gerente de siempre recuerdo una frase entre todas: “Jorge teatro, que se mantenía a distancia y que estaba –me decía–, un hombre no debe medirse por absorbido por las vicisitudes de la administra- los éxitos sino por cómo logra levantarse de ción, cuando debió haber dirigido la orquesta las caídas”. y hecho las veces de brillante solista. A poco de haber cerrado PERFIL, hace diez En esos tiempos, Fonteveaños, volvíamos juntos de un cchia era sajón, cartesiano, frío y entramos en el asUn diario cuesta almuerzo y contenido. Su éxito actual se censor del edificio de la calle una vida. Es tarea Chacabuco. Yo venía hablando debe a que dejó el pudor, se volvió tropical, tomó en persona la de cualquier tema y él de repente de un loco, un dirección de la orquesta y tocó me detuvo, se apoyó las manos monstruo o calurosamente el piano. Tal vez en los pulmones y me dijo con creía entonces que su modelo de voz grave: “Tengo un dolor tan un héroe conducción podía ser el de cualgrande acá que no sé si me va a quier CEO de medios, como por alcanzar la vida para curarme”. ejemplo Héctor Magnetto. Pero Fontevecchia Le alcanzó con ocho años de desierto y era mucho más que un cerebral hacedor de ne- penurias. Jorge sobrevivió, aprendió, y está gocios. Fontevecchia era y es uno de los gran- curado. Aunque nunca podrá volver a ser el des periodistas de la Argentina. Y su lugar está, mismo. Un diario nada tiene que ver con una como los hechos lo indican, en la gran tradición revista ni con una editorial ni con un libro. de los editores periodísticos que hicieron histo- Un diario cuesta una vida, es tarea de un loco ria aquí y en el mundo. En esta segunda etapa o de un monstruo. O de un héroe. Un diario probó que cuanto más auténtico y carnal era, es un camino de ida. ■ cuánto más se metía y dejaba su huella, cuánto más se perdonaba los errores y se permitía * Ex subdirector de PERFIL en 1998. Actual secretario de mostrarse tal cual era, más éxito podía tener. redacción de La Nación y director de ADN. odría un sobreviviente del Titanic escribir de aquel navío sin remitirse a la tragedia? No lo creo. ¿Hablaría de la tan anónima cuanto mítica orquesta sin mencionar los hombres que vio subiendo a los botes en lugares que no les correspondían, dejando en cubierta a mujeres y niños apenas para salvar sus mediocres vidas que sólo a ellos importaban? Tampoco lo creo. Y por último, ¿alcanzarían las casi cuatrocientas palabras pedidas para vomitar una jornada que durante años conservó atragantada en su garganta no acostumbrada a los silencios? Seguramente no. Es lo que me pasa con PERFIL ’98, EL diario. Porque, en ese hundimiento, no fue la colisión con el iceberg mercadológico lo que me impidió dormir las noches siguientes, sino otros hielos que enfriaron mis mejores emociones. Yo, allí, conocí el tamaño del alma (¿humana?; ¿argentina?; ¿periodística?; ¿todas ellas juntas?). Menor de lo que suponía, por cierto. La flor del idealismo editorial y la nata de la miseria profesional las conocí en ese, digamos, episodio. Y esto, al fin y al cabo, es todo lo que tengo y quiero decir. El sueño periodístico y la pesadilla humana convergieron en ese proyecto El sueño periodístico y la pesadilla humana convergieron en ese proyecto. Prefiero, en los caracteres que faltan, referirme al sueño del que nunca hubiera querido despertar. Y ese sueño se resume a un hombre y un nombre, el del ideólogo que en su entusiasmo viral nos contagió a todos de una epopeya que no por breve deja de ser lo más importante que le pasó al periodismo nacional en los últimos treinta años. Sin dudas, hay un antes y un después de PERFIL ’98 en el modo de investigar y comunicar en los diarios argentinos. PERFIL ’98 revistó y modernizó la estética diariera nacional. Pero, más que eso, le devolvió a la prensa argentina su sentido de independencia editorial –el único que justifica su existencia– que los grandes grupos (casi por neoplasmo de crecimiento) habían perdido en la construcción de su propia grandeza. Ese nombre es el del fundador y director Jorge Fontevecchia. A su lado, todo lo demás son personajes o episodios pequeños, tanto cuanto el tamaño de ese alma que descubrí en el deceso fetal de PERFIL ’98. ■ * Ex subdirector de PERFIL en 1998. Actual director de Perfil Brasil. 26 - ESPECIAL 10 AÑOS La re-re de Menem, Yabrán y los hijos de De la Rúa ocuparon la agenda TAPAS Las portadas del diario PERFIL se distinguieron por su innovador diseño y por sus títulos, en los que se utilizaban criterios analíticos que eran muy poco convencionales en los 90. Algunas tapas también estuvieron destinadas a alertar sobre la inminente crisis económica que llegó tres años después. El Mundial de Francia también ocupó algunas tapas. Y la detención de Jorge Rafael Videla, al que por primera vez se lo fotografió con las esposas puestas: esa imagen dio la vuelta al mundo. Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 ESPECIAL 10 AÑOS - 27 28 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL DOMINGOS. El suplemento de esos días se dedicó a escritores, libros o fenómenos a partir de teorías como las del “Homo Videns” de Giovanni Sartori o más generales como la visión de Woody Allen sobre la incipiente Internet. SUPLES. Como todo diario considerado como “generalista” y no de nicho, PERFIL tenía –como el de hoy– suplementos especiales. El de Deportes ocupaba un lugar central. Pero también estaban los de Espectáculos, Economía, Agro y Tecnología, lo que significaba toda una novedad en aquella época. PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 ESPECIAL 10 AÑOS - 29 Los lectores evaluaron al diario PERFIL FOCUS GROUPS ANTES DE SALIR Entre los objetivos de las encuestas cualitativas estaba la idea de testear la imagen global del medio, la valoración de los aspectos formales y la de contenidos. Pero no sólo se valoró la forma y el fondo del producto, sino que lo mismo se realizó con la campaña publicitaria y los eslóganes –revulsivos– que se utilizaron en ella. FICHAS. GRUPOS. La selección de los encuestados fue estricta y se basó en lectores de Clarín, La Nación y de diarios de nicho. En la valoración de los aspectos formales, surgía con fuerza el “impacto visual del color” y “la calidad y abundancia del material fotográfico”. Esos atributos –más la buena calidad de impresión– se los asociaba a “diario de calidad”. 30 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL MIRADA SAJONA De Londres a Baires L ANDRES WOLBERG-STOK* as campanas de Big Ben habían dado las nueve nos” por parte del resto de la redacción, no tardó en una noche de diciembre de 1997 cuando Jorge hacerse uno con el resto. Al igual que en el servicio Fontevecchia me terminó de conmilitar, la falta de sueño y la reCEDOC PERFIL vencer. El entusiasmo que llegaba petición de las prácticas hasta el sin atenuantes a mi teléfono desde desmayo terminaban borrando Buenos Aires era irresistible. A los todas las distinciones. pocos días renuncié a Reuters, la Para el momento en el que el principal agencia de noticias del diario finalmente salió a la calle y mundo, y me embarqué con mi facomenzó a cobrar un protagonismilia rumbo a la Argentina y a la mo vertiginoso en la vida cotidiana aventura de ayudar a crear un diaargentina, aquellos que habíamos rio que nacería grande. llegado o vuelto de lejos para parCamino al centro desde Ezeiza, ticipar en el emprendimiento ya le pedí al remisero que pasara por sentíamos haber estado ahí toda la lo que serían las oficinas, en la cavida, y sólo con ese propósito. lle Chacabuco. El edificio, en plena Lo único para lo que nunca nos obra, era una nube de polvo, gritos entrenamos fue para detener el y martillazos: un presagio perfecto proyecto de golpe. de los meses que nos esperaban, Cuando me tocó el honor docon la carrera contra el reloj para loroso de representar a PERFIL reclutar un pequeño ejército disen la conferencia de prensa para puesto a tomar por asalto el merexplicar el fin de su primera encado de los diarios en la Argentina, carnación, el último día de julio entrenar a todo el mundo y consde 1998, empecé con estas palatruirle entre todos a ese diario una bras: “Cuando hay una situación cultura, una personalidad, de la en la que la noticia a comunicar noche a la mañana. es mala, no hay una buena forma En Londres, mi trabajo en ReuEJERCITO. La redacción del diario del 98 ocupaba tres plantas completas de Chacabuco 271. para hacerlo.” ters como director de noticias para Estaba equivocado. Hubiera Europa, Medio Oriente y Africa era debido predecir que PERFIL esencialmente lo que se denomina “crisis manageEl equipo que armamos para las secciones Econo- pronto volvería, y que diez años después seguiría ment”. Había crisis, y se manejaban. En esos primeros mía e Internacionales incluía gente importada del Wall siendo un orgullo cada vez mayor haber sido parte meses, PERFIL resultó parecido pero al revés: eran Street Journal en Nueva York, de la sede de CNN en de esa primera fase. ■ las crisis las que manejaban. Con apenas tres o cuatro Español en Atlanta, o de oficinas varias de Reuters. horas de sueño por noche, navegábamos a los tumbos Era un grupo que a pesar de haber recibido a los pocos *Director asociado de PERFIL en 1998. Actualmente es por un mar de números cero rumbo al lanzamiento. días el apodo parcialmente merecido de “los marciaProduct Manager de Citibank Online en Estados Unidos. MUY PERSONAL DESAFIO CUMPLIDO La cicatriz E ntre este diario y resistí a sumarme. JAVIER CALVO* yo hay algo perDurante semanas sonal. Casi sin grises, me encontré librando fue hace diez años el que despertó mis una lucha despiadada conmigo. Hasta mejores sueños profesionales, pero que las dudas, los temores, los fantastambién el que me llevó a las peores mas y los enconos fueron vencidos por pesadillas jamás imaginadas. Esas una certeza que me resistía a aceptar: que, por primera y única vez en la vi- nada me resultaba más intolerable que da, me llevaron a pensar en dedicarme la idea de que PERFIL retornara y yo a otra cosa. no formara parte de eso. El intento de Con ausencia de escalas y a la veloci- hacer lo que se frustró hace una décadad de la luz, en pocos meses de 1998 da podía ser el mejor tratamiento para muchos de los que integramos aquella liberarme de una mochila que seguía redacción pasamos del enamoramiento pesando en exceso. heroico a la frustración lacerante e imEl experimento resultó mucho mepotente. La que más duejor de lo imaginado y me le. La que deja las huellas Las marcas no se siento orgulloso de intemás profundas. grar este equipo de traborran, porque A partir de allí, y duranbajo. Incluso me deparó te varios años, el nombre la experiencia se algunas sorpresas imdel diario se transformó previstas: con precisión construye a partir freudiana, el mismo día no sólo en palabra prohibida: despertaba en mí en que este diario volvía de las heridas rencores y odios que desa salir a la calle (11 de conocía. Un día creí que septiembre de 2005) nahabía hallado el mecanismo del exor- cía el más pequeño de mis hijos. Creer cismo y, lagrimeando, quemé (es literal: o reventar. sí, incendié) la pila de las 84 ediciones Sin embargo, las marcas no se boque atesoraba en una habitación como rrarán. Y ni siquiera se trata de eso. La si fueran las cenizas de mi abuelo. experiencia se construye a partir de las Ilusamente creí que la estantería es- heridas, sobre todo de las más profuntaba acomodada, un capítulo cerrado das. La mía con este diario no desapaque, además, me había permitido un recerá, pero al menos ya se empieza desarrollo laboral que me complacía. a ver la cicatriz. No es poco. Por eso Todo ese equilibrio se vino abajo cuan- puedo escribir esta columna y editar do me convocaron a participar del re- este suplemento. ■ greso del diario, en 2005. Ya nada era igual, ni yo ni el proyecto. Pero aflo*Redactor jefe de PERFIL en 1998. raron los mismos sentimientos y me Actual prosecretario de Redacción del diario. Un trato con Gabo U sted tiene que eslas razones. Lo extraMAXIMILIANO TOMAS* cribir esa historia, ño fue que, gracias a me dijo: yo la quiero las recomendaciones leer. No sé de dónde saqué el coraje, pe- de Miguel Wiñazki y Jorge Fernánro le respondí que podíamos hacer un dez Díaz, y el entusiasmo de Daniel trato: yo escribo la historia si usted se Capalbo, a los dos días estaba trabadecide a viajar, de una buena vez, a la Ar- jando de nuevo, pero para la sección gentina. Gabriel García Márquez es un Policiales. Cuando el primer número tipo supersticioso: Cien años de soledad salió a la calle yo estaba en Punta Alta, se publicó en Buenos Aires en 1967 y fue cubriendo el caso de una maestra de un suceso mundial. Fue entonces que escuela primaria que había mantenido decidió no volver al país, para no cortar un romance con uno de sus alumnos. la racha. “Pero hombre…”, contestó, y Conseguí las cartas de amor que ella no dijo más. Así que esto es, si se quiere, le había escrito, y la nota fue tapa. Seel pago de la primera parte de la deuda manas después, cuando volví a Buenos que contrajimos aquella Aires, me duplicaron el vez, en enero de 2006, en sueldo. Con 22 años, disPodíamos llegar un aula de la Fundación fruté de la omnipotencia a un acuerdo: yo de una redacción como Nuevo Periodismo Iberoamericano, en Cartagena que tenía PERFIL en escribo esa historia la de Indias, Colombia. 1998 todo lo que duró: del diario si usted un par de meses más. Un minuto antes, mientras me recuperaba de la viene a la Argentina Conocí a periodistas sorpresa de verlo entrar enormes e hice algupor la puerta del aula, nos amigos. Y esa fue Jaime Abello, director de la FNPI, me mi corta experiencia en aquel diario: señaló y dijo: “Cuéntale, Maxi, cómo es un despido, una cobertura, la emoción eso de que trabajaste en un diario que de la primera tapa. Luego pasaron los tuvo más números de prueba que en la años, y el 2005 me encontró de nuevo calle”. Así que intenté explicarle que era ahí, aunque más viejo y en otro lugar. cierto, y que siete años después formaba Pero esa es otra historia. Ahora puedo parte del relanzamiento del mismo dia- publicar esta nota, mandarla por mail rio. Luego él me dijo que escribiera esa a Cartagena, y esperar que en la otra historia, que la quería leer. La historia punta del continente alguien la lea y es la que sigue. decida cumplir con su parte del trato. Empecé a trabajar en PERFIL como ■ redactor de Turismo en 1998. Duré poco más de veinte días. Mi jefa decidió *Redactor de PERFIL en 1998. echarme, aunque nunca me explicó Actualmente es editor de Cultura del diario. 32 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL Fotos que hicieron historia LAS IMAGENES MAS REPRESENTATIVAS DEL ‘98 ❖ La foto de la tumba de Alfredo Yabrán en el cementerio privado Memorial de la localidad de Pilar ocupó casi dos páginas plenas del diario. El impacto visual se correspondía con el impacto med ❖ El Mundial de fútbol de Francia y la decepción. ❖ Fernando de la Rúa cuando era jefe de Gobierno porteño y comenzaba la campaña que lo llevaría a la Presidencia. ESPECIAL 10 AÑOS - 33 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 La calidad gráfica que desde su nacimiento caracterizó a PERFIL y el diseño innovador se convirtieron en una marca distintiva. La muerte de Yabrán, Videla detenido, Menem, los De la Rúa y toda la actualidad, mostrada como nunca. FOTOS: CEDOC PERFIL diático y la conmoción que provocó el suicidio del empresario. ❖ Menem con Boris Yeltsin cuando aún tenían poder. ❖ Lo que parecía increíble se convirtió en realidad: Videla detenido, esposado y una imagen que recorrió el mundo. ❖ El ex juez Francisco Trovato extraditado, luego de ser depuesto de su cargo. 34 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vasrta idea de los acontecimientos que dieron origen al diario Per5fil de 1998 Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vasrta idea de los acontecimientos que dieron origen al diario Per5fil de 1998Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vasrta idea de los acontecimientos qudieron origen al diario Per5fil de 1998Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vas ❖ Liz Fassi Lavalle sale de visitar a su entonces esposo Omar en la cárcel de Devoto, donde estaba detenido. ❖ Los camalotes invadieron el Río de La Plata y modificaron el paisaje en el puerto de Buenos Aires. ❖ Maximiliano Guerra y su vuelo a la gloria durante una de sus presentaciones. Tras ❖ Aito, Antonio, Inés Pertiné y Fernándo De la Rúa posan juntos en su departamento de Recoleta durante una entrevista con PERFIL. Por entonces, todo eran sonrisas para la familia. PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 ESPECIAL 10 AÑOS - 35 FOTOS: CEDOC PERFIL ❖ Daniel Passarella se abraza con Verón tras derrotar a los ingleses en Francia. los pasos de Julio Bocca. ❖ El represor de la ESMA “Tigre” Acosta, saliendo de su casa. ❖ La inundación llevó desolación a Santa Fe. El agua dejó sin hogar a miles de personas y mató de hambre al ganado que se refugiaba en cualquier vestigio de tierra. 36 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL JUAN OBREGON CARA A CARA. Durante más de tres horas, Jorge Sigal, ex editor de PERFIL en 1998, entrevistó al director de entonces y actual del diario, Jorge Fontevecchia. “Creo que yo no cambié” ENTREVISTA A JORGE FONTEVECCHIA Habituado a ser él el que hace las preguntas, ahora tuvo que ser el que daba las respuestas. El director de PERFIL respondió todo sobre la fallida experien- JORGE SIGAL Es una imagen extraña, cercana y distante al mismo tiempo. Estoy en el piso 14 del imponente edificio de Editorial Perfil. En este lugar, hace ya diez años, ocurrieron cosas que marcarían mi vida para siempre. Estábamos transitando un sueño, lo recuerdo muy bien. Hacíamos un diario modernísimo, muy europeo, enorme, con un dogma inapelable acerca de la libertad de expresión. Aquí mismo, en las amplias oficinas de su director, Jorge Fontevecchia, se realizaban muchas reuniones. Debatíamos sobre todo. Desde cómo administrar los recursos de las secciones que yo editaba hasta de ideología. Los periodistas usábamos corbata, otro toque de distinción, un indicio de cómo concebía el triunfo su capitán: intenso y elegante. ¿Un poco impostado? También. ¿Era una locura? Quizás. ¿Este hombre, que ahora me saluda desde atrás de su escritorio cargado de papeles, había perdido noción de la realidad? Es posible. Muchas veces, a lo largo de cia de hace una década. No le escapa a ningún tema y relata todo lo que ocurrió antes, durante y después. Los inicios del proyecto, la salida a la calle, la depre- esta década, me pregunté si aquel ejército de casi trescientos combatientes, que poblaba tres pisos enteros de este fuerte de la calle Chacabuco, sentiría lo mismo que yo. Porque los sueños, los sueños pertenecen sólo a su dueño. Quién sabe. Pero de algo estoy seguro: ni el más realista de esos soldados pudo abstenerse de soñar. Aunque sea un poco. “El proyecto nace mucho antes que 1998. Lo empecé a explorar desde el año 1993.” De enero a julio, casi de corrido, apenas con algunas interrupciones para ir a casa a reponer energías. Así era el ritmo de aquella fábrica. Además, hubo ensayos generales. Y simulacros. Y más ensayos generales. Y una rotativa gigante, parecida a un tren, que despedía diarios como rayos. Todo eso había en aquel sueño. Una empresa del Primer Mundo, eso parecía. Estábamos en Europa, claro. Posiblemente en España. ¿Sería el diario El País donde realmente trabajábamos? Pero algo falló. Y el despertar no fue amable. Todo se desmoronaba. Nos caímos del mapa. Literalmente. ¡Despierten, ilusos! Gritaban por ahí. ¿Se la creyeron? Esto es Argentina, ¿qué pensaban? ¿Convertibilidad, transparencia, nuevos diarios? ¡Minga! Algunos, unos cuantos, parecían alegrarse. Quizá porque la frustración es un buen consuelo para aceptar la mediocridad general. Adiós, PERFIL, adiós. Cierre. Conflicto. Despidos. Su ruta. Una historia tan argentina como el colectivo. Fin abrupto y anticipado de un año poco creíble: 1998. He vuelto a este lugar en pocas oportunidades. Está casi todo igual. A la derecha, la enorme mesa de reuniones. Más acá, los sillones negros. Desde el escritorio de madera clara, avanza Fontevecchia. sión porque no funcionaba, el cierre intempestivo, las ofertas que recibió para vender, la autocrítica y las lecciones que debió aprender para renacer. Saluda, siempre cordial. Nos damos un apretón de manos. Vamos a hablar de aquella experiencia que nos reunió en el ’98. Y vamos a tratar de entender por qué se derrumbó. —Recordemos cómo era aquel país, cuando vos decidís sacar el diario PERFIL. Estábamos al final de la era Menem; había una fuerte demanda ética por parte de una sociedad harta de corrupción; la convertibilidad, aunque muy pocos políticos lo admitían, estaba llegando a su fin. Nacía entonces la “ilusión De la Rúa”: convertibilidad más transparencia. ¿Coincidís con esta descripción? —Sí, ése era el contexto cuando se lanza PERFIL. Pero el proyecto nace mucho antes. En 1993, Noticias ya era una revista muy consolidada y exitosa, y Caras, que había aparecido un año antes, de manera sorpresivamente rápida se había convertido en la revista de más venta de Argentina. Por entonces yo sentía que, después de veinte años de hacer revistas y de haber lanzado varias decenas de publicaciones, tenía no sé si la obligación o la necesidad de evolucionar profesionalmente. En las revistas había cumplido casi todos los desafíos y lo natural era crecer haciendo algo que no hubiera hecho hasta ese momento. Hacer para mí tiene un significado existencial, yo creo que las cosas que vos hacés te transforman. Cuando la edito- “Dos veces analicé comprar La Prensa y, en una oportunidad, Página/12.” rial festejó sus 25 años, quien coordinaba una edición especial conmemorativa que publicamos me pidió que escribiera una de esas clásicas columnas de aniversario. En esa edición especial opinaban varias decenas de personas que a lo largo esos años pasaron por los distintos medios de la editorial. En esos textos, la gran mayoría ESPECIAL 10 AÑOS - 37 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 coincidía en la idea de que yo había hecho cada una de esas publicaciones. La visión que yo tenía, y transmití en mi columna, era totalmente distinta: cada una de esas publicaciones me habían hecho a mí, cada una de ellas me había colocado en el desafío de aprender a comunicarme con distintos tipos de lectores, a veces incluso con intereses distintos a los míos, a desarrollar conocimientos que no tenía hasta ese momento y que nunca hubiera tenido de no ser por ellas. Para crecer, entonces, tenía que enfrentar nuevos desafíos profesionales, y entendí que en materia de revistas, al menos en Argentina, no me quedaba tanto por aprender. Para ubicarse en el tiempo: yo tenía 33 años cuando lancé Noticias y 36 cuando lancé Caras. Era bastante joven para ser un veterano. Analicé las distintas alternativas y, a pesar de que había estudiado televisión en la New York University cuando estuve en el exilio, descarté los medios audiovisuales. Pensaba, todavía lo pienso y espero que eso cambie con el desarrollo tecnológico, que en Argentina la televisión y la radio, al ser concesiones del Estado, condicionan a quienes conducen esos medios a algún grado de dependencia del gobierno de turno, y mi naturaleza me indicaba que yo no me iba a llevar bien en ese contexto. Concluí que tenía que continuar en los medios gráficos. Y lo que nunca había hecho era un diario… —Además, la gráfica, la palabra escrita, sigue teniendo más prestigio que los medios audiovisuales, ¿no? —En la televisión de hace diez años había programas políticos con bastante rating y quienes los hacían tenían mucho prestigio. Yo no lo analizaba desde la óptica de hacer un programa sino de hacer un canal de televisión. No podía pensar el tema sólo desde mi interés personal, lo tenía que hacer desde las responsabilidades que tengo con Editorial Perfil, como empresa en la que trabajan 700 personas. Aunque, pensándolo mejor, tenés razón, probablemente no haya sido sólo por una cuestión de independencia sino también porque la televisión venía en un proceso de popularización progresiva y quizás, inconscientemente, temí que me transformara en un sentido que a mí no me gustase. Reitero, no me refiero a un programa porque hay va- 20 millones de pesos en no muchos meses, lo vendió casi por nada. La historia de La Prensa me generaba mucho respeto: hubiera sido un enorme desafío hacer renacer un diario que no solamente había sido prestigioso, sino de alta circulación. Mi padre, quizá por una cuestión generacional, me insistía con La Prensa y varias veces recorrí sus instalaciones y analicé seriamente esa alternativa. Pero siempre llegaba a la conclusión de que su infraestructura era obsoleta y su personal no era el adecuado para el tipo de diario que me gustaba hacer. Para entender cómo fue cambiando el contexto desde que comencé con el proyecto diario, en 1993, hasta que finalmente lo pude concretar, en 1998, vale la pena recordar que por entonces La Nación pasaba por una profunda crisis. Esa crisis finalmente se revolvió muy bien cuando la familia Saguier logró hacerse de la mayoría de las acciones y cambió la conducción del diario. En ese momento, las cosas eran muy distintas… Recuerdo una reunión con Amalita cuando ella quería desprenderse de La Prensa. Estábamos en el nuevo edificio Fortabat, ubicado justo frente al de La Nación. Mirando desde sus oficinas vidriadas, Amalita me dijo: “Yo compré La Prensa preocupada porque me contaron que La Nación estaba pasando situaciones societarias complicadas que ponían en riesgo su continuidad y la Argentina no podía quedarse sólo con un diario importante…”. Hoy, La Nación ha rejuvenecido, está más fuerte y exitoso que nunca, pero a principios de la década pasada la situación era otra. Tal era su crisis que Jacobo Timerman decía: “La Nación es La Prensa del 2000”. O sea, iba camino a una lánguida decadencia. También por esos años me vino a ver Jorge Lanata porque algunos accionistas de Página/12 querían vender. Recordemos que durante los primeros tiempos de Menem sólo Página/12 y la revista Noticias eran críticos del gobierno. Como suele ocurrir, con los años todos los medios fueron críticos. Pero en ese período no, estábamos solos. Entonces, pensaron que podía interesarme. Analicé también esa alternativa. Durante algunas semanas dos representantes de Perfil estudiaron todas las informaciones que nos pasaron desde Página/12, incluso visitaron sus instalaciones. Pero llegamos a la conclusión de que tampoco era el diario adecuado para lo que yo, con mucha ingenuidad, aspiraba: un medio que algún día pudiese tener algún grado de comparación de género con Clarín y La Nación. Página/12 era muy exitoso siendo un diario contracultural, como Libération de Sartre en Francia. Pero concluimos que no podía transformarse en un diario del tamaño de Clarín o La Nación sin perder la frescura, que era uno de los atributos de su éxito. Decidido entonces a lanzar un diario nuevo, que se llamaría PERFIL, casi a finales de 1993 me visita el dueño de Editorial Abril, Roberto Civita. Hacía un año él había comprado lo poco que quedaba de Editorial Abril de Argentina. Preocupado porque el nombre y el isotipo de ambas empresas –el famoso arbolito– era el mismo en ambos países y la empresa en Argentina se encaminaba a la quiebra, temía que el desprestigio afectara internacionalmente a su empresa en Brasil. Editorial Abril la había iniciado en Argentina su tío y Editorial Abril de Brasil, su padre. Tras la compra, Civita trató de hacer renacer la empresa. En 1992 relanzó la revista Panorama, la mayor news magazine de los años setenta, y Claudia, que había sido la revista femenina más importante del país también en esa década. Pero no le iba bien. Según él, porque los ejecutivos brasileños no entendían este país. Entonces, pensó que yo podía resolverle el problema. Me propuso que me hiciera cargo de la filial local, cediendo el 50 por ciento de las acciones sin cargo porque la editorial perdía mucho dinero. Le respondí que estaba sobreestimando las posibilidades de mejoras que le podía aportar, que probablemente sus problemas no eran porque los brasileños no entendieran la Argentina sino porque el mercado argentino era mucho más chico que el de Brasil. Civita me respondió: “Antes de venir a verlo consulté con distintas personas cuya opinión me merece respeto, entre ellas Héctor Magnetto. Todas coinciden en que el mercado es muy pequeño y que, por los conocimientos que usted tiene sobre las revistas, es la persona indicada para ayudarme a solucionar la crisis”. Le expliqué que en ese momento mi cabeza estaba en sacar un diario, que quería ponerlo en la calle en dos años, que ya no encontraba en las revistas de Argentina un desafío que me permitiera aprender algo nuevo. Pero que, sin embargo, estaría dispuesto a posponer ese proyecto por un tiempo a cambio de una nueva experiencia: por ejemplo, sacar una revista de gran circulación en Brasil. Concretamente, le dije: “Si usted me ayuda a lanzar una revista semanal de celebridades en Brasil, yo lo ayudo con las revistas de Abril en Argentina”. Civita aceptó y tuve que posponer el proyecto del diario por un año. Viví en San Pablo hasta diciembre de 1994 y logré lanzar Caras Brasil. Regresé a la Argentina justo cuando estalla la crisis del Tequila. En ese contexto, ningún banco aprobaba operaciones de más de 5 millones de dólares para países emergentes. Por lo tanto, gran parte de 1995 se fue sin conseguir que los fabricantes europeos de máquinas de impresión para diarios consiguiesen la calificación necesaria para su realización. Finalmente, logramos la aprobación a principios del ’96. La fabricación de una máquina de ese tipo, su posterior traslado y armado demoran dos años. Así, llegamos hasta 1998, momento en el que recién pudimos hacer el lanzamiento, en ese contexto al que vos hacés referencia en tu pregunta. Pero yo hubiera querido hacerlo mucho antes. No pude elegir la fecha. —Tengo entendido que en esa etapa también tuviste alguna oferta del grupo Clarín. ¿Es así? —Sí, efectivamente. Fue en 1995. Me invita a almorzar Héctor Magnetto junto con los otros accionistas de la gerencia de Clarín: José Aranda y Lucio Pagliaro. Allí me dicen que desean comprar un 30 por ciento JUAN OBREGON “El contexto en el que lanzo el diario era distinto al que yo planeaba. No pude elegir la fecha.” rios muy buenos, sino a manejar un canal. Entonces, en 1993, buscando iniciar una segunda etapa en mi carrera periodística, comencé a explorar hacia los diarios. Dos veces analicé la posibilidad de comprar La Prensa. Una fue antes de que Amalia Fortabat lo comprase; y la otra, un año después, cuando Amalita, cansada después de perder CONSEJO. “Magnetto me dijo: ‘Vos sos un chico muy creativo, pero no tenés empresa’. Gracias, le contesté.” de Editorial Perfil. Es lo mismo que habían hecho con Pol-ka de Suar y varios años después repetirían con Ideas del Sur de Tinelli. Respondí que agradecía el interés, pero no, que mi estilo de editor antiguo no me permitiría ser un buen socio. Magnetto insistió, trató de convencerme con el argumento de que nada cambiaría para mí, que yo seguiría conduciendo la empresa como en el caso de Suar. Pero me negué. —¿Se llegó a hablar de una cifra para la eventual compra de ese 30 por ciento? —No, me preocupé de ser claro desde el principio y, para no generar malos entendidos, allí mismo les informé que pensaba lanzar el diario PERFIL. Magnetto me miró fijo y me dijo: “Jorge, vos sos un chico muy creativo, el más creativo de la gráfica, pero no tenés empresa. Para seguir creciendo no alcanza con la creatividad, se necesita una organización. Y eso, vos no lo tenés. Pensalo bien. Quizá no te conviene seguir solo. Nosotros te ofrecemos una organización que tiene muchos años”. Efectivamente, Clarín tiene 50 años más que Editorial Perfil. Los ciclos de vida de las empresas eran incomparables y sus tamaños más aún. Junté fuerzas y le respondí: “Héctor, tenés razón, gracias por el consejo, pero me esforzaré todo lo que pueda en desarrollar una organización que pueda sustentar ese crecimiento”. Lo venía haciendo desde antes, pero me propuse poner más empeño aún en usar los dos años que tenía por delante, mientras se fabricaba la máquina de impresión, en mejorar la logística de distribución, de venta de avisos y de todas las áreas de nuestra editorial para llegar al lanzamiento del diario con una organización. Porque, como decía Perón… —… La organización vence al tiempo. —Exactamente. Y no era un desafío menor. Hay que tener en cuenta que los diarios en todo el mundo estaban en un proceso de transformación tecnológica muy seria y que en la Argentina de 1995 Clarín y La Nación todavía salían en blanco y negro. En todas las conferencias de la Asociación Mundial de Diarios se discutía respecto del color y del blanco y negro. Había una idea dominante sobre que el color no era distinguido sino popular, que transmitía una imagen de poca seriedad. Esa idea errónea quizá se instaló porque los primeros periódicos que se animaron a poner color fueron los populares ingleses, seguramente desesperados por satisfacer al consumidor. En cambio, los diarios de calidad no tenían esa urgencia. Los medios serios se mantenían en blanco y negro pero comenzaban a colocar avisos a color por presión de los anunciantes. Recuerdo que en una de las conferencias de la World Newspaper Association, el representante del diario El País de España, que, como sabés, en mucho inspiró a PERFIL, dijo: “Nunca los diarios de calidad serán a color. Nunca El País será a color como nunca The New York Times será a co- 38 - ESPECIAL 10 AÑOS lor”. Cuando me tocó responder, le dije: “Tengan cuidado, porque si la fuente argumental es The New York Times, no creo que esta década termine sin que la “dama gris” de New York se imprima a color. Y, en ese caso, también El País tendrá que sumarse”. Expliqué que a mi generación le tocó hacer la transición de las revistas del blanco y negro al color en la década anterior. Primero comenzamos con un poco de color, rápidamente pasamos a la mitad color y en menos de una década todo era color. Eso sucede porque, mientras todo es en blanco y negro no se percibe que algo falta. Pero, en la medida en que una parte había empezado a incorporar color, dejaba en evidencia que a la otra le faltaba algo. Mis hijos, que eran bien chicos por entonces, cuando quería decir que algo era viejo decían: “Eso es de la época del blanco y negro”. No estoy contando cosas de tiempos remotos. Por ejemplo, Noticias fue la primera revista semanal en la Argentina que salió toda a color. Y eso fue a dos meses de comenzar 1990. Hasta allí ninguna revista semanal era toda a color. A partir de Noticias, todas tuvieron que cambiar. Lo mismo sucedió con Clarín y La Nación desde el nacimiento de PERFIL, en 1998. En el ’96, cuando hicimos el pedido de fabricación de la máquina para imprimir ciento por ciento color, los ingenieros alemanes nos preguntaban si estábamos seguros de lo que hacíamos. La mayoría de las máquinas se ese momento se fabricaban para cincuenta por ciento. Una anécdota curiosa: en agosto del ’98, al mes de que el diario PERFIL dejara de editarse, me llama Jesús de Polanco, uno de los dueños de El País, y me dice que en su diario estaban sorprendidos por la calidad que había tenido el nuestro. Entonces, como el español tenía que agregar color, y como la fabricación de las rotativas “Todos los que se lanzaron en estos años aspirando a ser un ‘diario grande’ fracasaron.” tardaba dos años, querían ver si podían comprar nuestra rotativa. Le respondí que creía que no la venderíamos, pero que me lo dejara pensar una semana. Llamó a la semana siguiente, y cuando le confirmé que no, me dijo: “Pero Jorge, tú estás loco, nadie tiene una rotativa si no tiene diario. ¿Cómo vas a quedarte con una máquina de ese tamaño si no la usas?”. Lo que le expliqué a Polanco también ayudará a que se entienda el tema del contexto sobre el que vos preguntabas: “Desde que planificamos PERFIL –le respondí– hasta que pudo finalmente estar en la calle, pasó tanto tiempo que nos cambió el escenario: en lugar de una economía en crecimiento terminamos coincidiendo con una etapa de recesión. Si siempre es difícil comenzar con algo nue- Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL vo, lo es mucho más con viento en contra. Como nosotros aspiramos a volver, la próxima vez no queremos correr el riesgo de tener que esperar dos años hasta tener máquina y que pueda nuevamente modificarse el escenario. Por lo tanto, no venderemos; la vamos a conservar”. —A pesar de las nuevas condiciones del país, no solamente decidís salir, sino que, además, lo hacés con un diario pretencioso: enorme en cantidad de páginas, con un numeroso staff de periodistas, con la imprenta propia más moderna del país, con un edificio de catorce pisos… ¿Fue un exceso de entusiasmo o un temática, no requieren suplementos ni grandes secciones de Espectáculos o Deportes. Los diarios con un foco específico no precisan muchas páginas porque no están obligados a dar todas las otras informaciones y servicios que dan Clarín o La Nación. El error, entonces, fue hacer un diario grande. Los hechos demuestran que todos los diarios con aspiraciones de “diario grande” que se lanzaron en las últimas décadas fracasaron. Fracasó La Prensa contando con los millones de Amalita y la conducción de un prócer de los diarios como Marcos Cytrynblum, el hombre que dirigió la redacción de Clarín durante los chismes) o “generalista”. Lo que me dijo Julio Ramos es que no se puede competir con Clarín o La Nación. Y su planteo tenía mucha lógica, como lo demostró el fracaso de PERFIL en 1998. Quizás ahora, con ediciones sólo los fines de semana, PERFIL encontró la forma de romper con el maleficio de que todo diario “generalista” fracasa… —El diario del ’98 salió a la calle con un precio al público de un peso, o sea de un dólar; un editor cobraba por entonces alrededor de 6 mil dólares mensuales de sueldo. Eran precios similares a los de Nueva York. Yo recuerdo haber traMARCELO ABALLAY FUTURO. “Cuando a Polanco, de El País, le respondí que no le iba a vender la imprenta, me dijo: ‘Tú estás loco, nadie tiene una rotativa si no tiene diario’. ‘La conservamos porque vamos a volver’, le dije.” error de evaluación política y económica? ¿O, acaso, ambas cosas? Tanto planificar y, sin embargo, parece que te dejaste llevar por un impulso... —Es cierto, debería haber pospuesto el lanzamiento. Aunque, admitamos, hubiera sido por mucho tiempo. Porque, a mediados de 1998 comenzó el más largo ciclo recesivo de la Argentina: 48 meses consecutivos de caída de la economía. Es verdad que hubo indicios a fines de 1997 con las devaluaciones de los países del sudeste asiático, que luego en 1998 fue el default de Rusia y, seis meses después de que PERFIL dejara de editarse, en enero de 1999, se produjo la devaluación de Brasil y, allí sí, la economía argentina quedó definitivamente herida. Pero decisiones como la máquina o el edificio habían sido tomadas bastante antes, hasta los periodistas más importantes del diario habían sido contratados antes de que siquiera Tailandia tuviera problemas con su economía. Además, no todo son números. Es difícil parar un proyecto en el que viene trabajando tanta gente desde tantos años antes. Ahora, uno podría preguntarse: ¿es imprescindible planificar un diario con tanta anticipación? No necesariamente. Depende de la envergadura del proyecto. Por ejemplo, no precisan esa inversión de tiempo diarios como Página/12 o Ambito Financiero que, al especializarse en alguna la década en que pasó de 300 mil ejemplares diarios a medio millón. Fracasó años antes Tiempo Argentino, también con un fuerte capital de respaldo y la dirección del experimentado Raúl Burzaco. —¿No se puede ir a un diario más pequeño y crecer hasta convertirlo en una alternativa de primer diario? —Creo que hoy no. Página/12 fue fundado hace más de veinte años y Ambito Financiero hace más de treinta, y no lograron convertirse en primer diario. — Sin embargo, Julio Ramos te habló de la necesidad del gradualismo en una conversación que sostuvieron después del fracaso de PERFIL, ¿no? —Y lo escribió en Ambito Financiero. Julio Ramos hizo exactamente igual que Página/12. Y también, aunque para otro público, lo hizo Héctor Ricardo García con Crónica una década antes: pocas páginas y para competir con Clarín o La Nación sólo en alguna temática determinada. Lo mismo hizo Jacobo Timerman, quien en los 70 decía: “Si algún día, a las cinco de la tarde, estallara la Tercera Guerra Mundial, en La Opinión publicaremos un breve recuadro en tapa con el siguiente texto: ‘Ayer a las cinco de la tarde comenzó la Tercera Guerra Mundial, mañana ampliaremos’”. Hay dos modelos de diario: especializado (en el análisis, las primicias políticas, la economía, los policiales o bajado en un diario que parecía del Primer Mundo, por su infraestructura, pero también por tus exigencias: hicimos 84 ediciones de prueba –números “cero”– antes de salir, tuvimos más tiempo de ensayo que de aparición pública. Era vencer o morir, no había muchas al- “Julio Ramos me aseguró que no se puede competir con La Nación o con Clarín.” ternativas. ¿No hay un poco de fantasía “primermundista” en el Fontevecchia de esa época? —Los sueldos del periodismo en dólares fueron mucho más altos en los noventa que en cualquier otra época. No se trata sólo de una elección, en los noventa ésos eran los sueldos. No solamente los periodistas de PERFIL ganaban esos montos. En líneas generales, ésos eran los salarios en todos los medios. La ilusión de un país del Primer Mundo no era del diario PERFIL sólo, sino también de todos los demás. Hay sí una característica particular: como a mí me tocó vivir, por distintos motivos, muchas veces fuera de la Argentina, tiendo a crear organizaciones con parámetros más cosmopolitas. Eso es cierto y en varias oportunidades eso nos ha traído dolores de cabeza porque algunas de esas técnicas o aspiraciones no son muy aplicables en nuestro país. Pero también la mayoría de los éxitos de la editorial obedecen La ilusión de un país del Primer Mundo no era sólo nuestra, sino de todos.” a que se fijó expectativas que parecían superiores a las de la industria local en cada momento. Cuando sacamos la primera revista semanal a color, el mencionado caso de Noticias, muchos sostenían que no sería sustentable; cuando salió Caras, la primera revista semanal en papel ilustración, también se la veía como algo anormal. Recuerdo que, al lanzar Noticias, Aníbal Vigil, histórico editor de Atlántida, me dijo: “Pero, Fontevecchia, usted siempre igual, siempre viene con esas ideas del hemisferio norte”. Y agregó una frase, que por supuesto no comparto en absoluto y hasta me resultó muy chocante: “¿No se da cuenta de que éste es un país de indios”. Y sí, muchas veces nos equivocamos por eso, pero otras también fueron ésas las diferencias que hicieron que los lectores adhirieran a productos de Editorial Perfil. Respecto del precio de tapa de PERFIL, era el mismo que el de Clarín y La Nación y los sueldos también eran similares. —Lo que intentaba era ejemplificar con los parámetros de la época los enormes costos que representaba un proyecto de semejante magnitud... —En términos de dólares, sin ninguna duda. Otra forma de análisis surge de la relación entre el precio de tapa y el sueldo de los periodistas de 1998 comparado con los actuales. En 1998, el diario costaba de lunes a sábado un peso, que era un dólar, y hoy cuesta 1,70, que son 50 centavos de dólar. Tanto los salarios de los periodistas, como el precio de tapa, como la tarifa de publicidad, son la mitad tomados en dólares. Mientras que el papel, que es el principal costo de un diario –por lo menos para los de muchas páginas y mucha tirada–, sigue costando en dólares exactamente lo mismo. Eso explica los problemas de los diarios hoy. Porque, obviamente, era mucho mejor para los diarios pagar sueldos altos y tener un precio de tapa alto en la misma proporción. La frase clásica de Henry Ford cuando decía que prefería pagar salarios altos para que los trabajadores pudieran comprar autos. Para todos los medios, pero para los gráficos en particular, sería mucho mejor, porque el papel sigue teniendo precio en dólares. —Cuando finalmente PERFIL salió a la calle, el 9 de mayo de 1998, si mal no recuerdo vendió algo así como 130 mil ejemplares… —No, no… El pasado se novela a sí mismo porque la maravillosa fuerza de la nostalgia agranda todo. En la primera ESPECIAL 10 AÑOS - 39 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 edición vendimos algo menos de 80 mil ejemplares. —La percepción que teníamos los editores ese día era que habíamos tenido un éxito muy importante, estábamos exultantes. Sin embargo, vos te deprimiste. ¿Ese primer día ya percibías que algo no funcionaba? —No me deprimí ese día, pero sí a lo largo del primer mes. Y es cierto que durante ese período había una diferencia entre la percepción que yo tenía y la que tenían todos los demás. Desde el punto de vista creativo, PERFIL tuvo varios méritos que justificaban esa percepción de éxito en alguno de sus objetivos. Pero lo que yo veía era lo que Magnetto me había advertido unos años antes: “Sos un chico muy creativo, pero sin una empresa la creatividad sola no alcanza”. Lo que yo observaba era un diario muy elogiado por los colegas, muy valorado por las personas con un grado de instrucción más alto que la media, pero que al público en general no lo dejaba satisfecho. Después de la primera semana –donde todo diario nuevo vende más por la novedad que representa– y de la semana en que se suicidó Yabrán, cuando alcanzamos una circulación similar a la de la primera, nuestras ventas se estabilizaron en un poco menos de 30 mil ejemplares de lunes a domingo. El plan económico y financiero del diario estaba construido sobre una premisa que antes de salir nos parecía conservadora: vender 50 mil ejemplares de lunes a sábado y 100 mil los domingos; el doble de los días laborables, como sucede con todos los diarios argentinos. ¿Por qué digo que era un plan conservador? Por un lado, porque esas aspiraciones representaban el 10 por ciento de las ventas de Clarín, tanto para días hábiles como para fines de semana, pero también porque varias de las revistas de Editorial Perfil superaban largamente los cien mil ejemplares. Como construcción cultural, 30 mil o 50 mil ejemplares podía parecer lo mismo, pero desde el punto de vista económico y financiero era casi la mitad de los ingresos previstos de lunes a sábado y menos de un tercio los domingos, día en que cometimos el error de salir sin revista aunque a un precio menor que los competidores. Y en lugar de vender lo que teníamos previsto de publicidad, que eran dos millones de pesos por mes, vendíamos 500 mil. La diferencia entre mi ánimo apesadumbrado en contraste con la alegría del resto de la redacción radicaba en que yo veía eso que no se ve como lector del diario, y que hasta es contradictorio, si encima el diario es medianamente bueno o transmite alguna percepción de éxito. Vos, que fuiste del Partido Comunista, lo vas a comprender si lo expreso en términos marxistas: yo veía la infraestructura y ustedes veían la superestructura. La superestructura precisaba correcciones y estaba lejos de ser ideal, pero realmente era bastante buena. Lo cual, para mí, agravaba la situación por- que si el producto hubiera sido muy malo y los resultados no acompañaban podía quedar la esperanza de cambiarlo y mejorar los resultados. Lo que me deprimió fue que el mercado, tanto de lectores como de publicidad, fuera tanto más pequeño de lo que nosotros imaginábamos, y eso era lo que nosotros no podíamos corregir. —El sabor retroactivo que tengo es que rápidamente llegaste a la conclusión de que nada se podía hacer y te predispusiste para el repliegue, para la retirada… —Percibí que había un problema estructural, que hacíamos un periódico que aspiraba joras que podríamos haberle introducido eran las normales de cualquier proyecto donde, por prueba y error, con el paso del tiempo se va avanzando. Pero no se podía multiplicar por dos la circulación y por cuatro la publicidad en el primer año. Mi tristeza era también porque comencé a ver que no había sólo un problema en PERFIL sino de toda la “industria” de diarios. Algo que obviamente se intuía pero yo no quería ver. Tampoco era tan fácil darse cuenta entonces, como lo fue después: la Web recién nacía en 1996. Ese es otro ejemplo del cambio de contexto del que hablábamos al comienzo. MARCELO ABALLAY que lo mantiene en un lugar de liderazgo. —Sí, pero sería injusto decir que Clarín es Clarín sólo por eso. Es uno de sus componentes. —¿Cómo reaccionó “Clarín” frente a la salida del diario PERFIL? —Reaccionó… no sé si la palabra es con agresividad, pero sí muy activo. Se lo tomó en serio. Lo consideró un desafío importante e hizo todo lo que hacen las empresas hegemónicas en esos casos. Pero no es culpa de Clarín que PERFIL haya fracasado en el ’98. Es culpa de PERFIL. Era esperable que Clarín reaccionara de esa manera. Para ganarse su lugar, toda obra nueva tiene que superar la resistencia de las existentes. Y PERFIL no pudo porque, además de los embates de Clarín, que fundamentalmente fueron efectivos para hacerle vender menos avisos, vendía menos ejemplares y llegaba a menos lectores de los necesarios para subsistir. —¿Pero fue la reacción de un competidor leal? No sé si estás en condiciones de contarlo, claro. —Sí, no hay nada que no pueda contar. La verdad es que no tengo reproches porque Clarín es eso. Está en su naturaleza. No digo que no me haya sorprendido la contundencia de sus técnicas, pero esa reacción fue acorde a lo que es su natural estilo. Ahora, si la pregunta es si yo aplico ese método en las revistas de Editorial Perfil –que son líderes en su género– para dificultar el nacimiento de competidores, mi respuesta es no. Esas prácticas yo no las llevaría adelante. —Me refería a ciertos beneficios para quien anuncia “sólo en mi medio”. O, yendo más lejos, para quien no anuncie en los de mi competencia… —A ver… Hay dos formas de concebir el estilo de una empresa. Es creativa o es reactiva. Y “Hacíamos un diario con costos de un primer diario pero con ingresos de un segundo diario.” BAJON . “Me empecé a deprimir a lo largo del primer mes de nuestra salida, porque no estaba funcionando. Sólo yo percibía eso”. a ser un primer diario, con los costos que eso significa, y los resultados que obteníamos eran de un segundo diario. O sea, nosotros vendíamos un poco más que Ambito Financiero y que Página/12 pero nuestros costos eran mucho mayores que los de ellos. Cuando los problemas son estructurales y de enorme magnitud, no se los corrige con táctica. Las me- En 1995, cuando se encargó la fabricación de la máquina, la Web aún no existía. —Ya que utilizaste categorías marxistas, sigamos. “Clarín” es, para el mercado periodístico, lo que los países hegemónicos representan para los periféricos, es decir que reaccionan frente al competidor con mucha ofensiva. Supongo que ese comportamiento es el son dos ciclos muy claros en la historia de una organización. Cuando es joven, la organización es creativa, tiene más para avanzar dedicándose a su propio progreso que impidiendo el progreso ajeno. No está preocupada por lo que hacen los otros sino por lo que hace ella misma. Cuando alcanza cierto grado de madurez, la proporción de lo reactivo tiende a aumentar, comienza a jugar a la defensiva. Se vuelve conservador quien tiene qué conservar. No es extraño que una empresa como Clarín sea reactiva. El estilo de Perfil nunca lo fue. A lo mejor no por virtud sino por el ciclo vital en el que está, pero te puedo decir que si algún día llegara a ese ciclo yo no sería la persona adecuada para conducirla porque esa técnica no me saldría naturalmente. Todas las redac- ciones de Editorial Perfil siempre me han escuchado repetir lo mismo: no miren al competidor, no sean reactivas, concéntrense en hacer mejor las cosas. “La reacción de Clarín a nuestra salida fue acorde a lo que es su natural estilo.” Probablemente, a Clarín no le quede otra alternativa que ser reactivo. Probablemente, cualquier empresa que llegara a ese tamaño tendría que serlo. —¿Cuándo fue que tomaste la decisión de no seguir? ¿Consultaste con alguien? —Durante el primer mes, traté de entender el problema. En el segundo, superado el impacto, tuve que digerir la realidad. En Duelo y melancolía, Freud describe los pasos del duelo. El primero es la negación, después el echarse la culpa y, finalmente, llega “la sustitución del objeto de amor”. Pero yo estaba muy lejos de eso. En un principio, cargaba con la culpa pero no atinaba a pasar a la acción. Luego, durante el segundo mes, comencé a trabajar sobre posibles alternativas de corrección. Le pedí al área que producía lo que en la jerga llamamos “anabólicos” (productos que aumentan la venta de publicaciones, como por ejemplo CD o DVD) que propusiera un plan para incluir una colección de discos. Llegaron a la conclusión de que el costo de aumentar la circulación de esa forma sólo aceleraría nuestros problemas económicos. En una revista se podía hacer porque el precio de tapa es cuatro veces mayor al de un diario. Luego analizamos la posibilidad de reducir todos los costos –editoriales y cantidad de páginas– en un 30 por ciento. Vos debés recordar que la redacción se oponía a ese achicamiento. Obviamente, nadie quería reducirse. E, incluso, hasta se filtraron mails de algunos editores que fueron publicados, creo que en Página/12 y en la revista Veintiuno, acusándonos de insensibles. Paralelamente, comencé la búsqueda para vender Caras Brasil y, de esa manera, conseguir más fondos… —¿Evaluaste seriamente la posibilidad de vender “Caras” Brasil para mantener el diario? —No sólo la evalué seriamente sino que traté de llevarla adelante. Viajé dos veces a San Pablo –vos sabés lo que significaba alejarse de la redacción en el medio de aquel nacimiento– y, en otra oportunidad, vino a la Argentina Roberto Civita, el presidente de Editorial Abril, socio de Caras en Brasil. Esas negociaciones fueron a lo largo de un mes y recuerdo que, a mediados de julio, o sea del tercer mes del diario, Civita dio por terminada cualquier esperanza de la siguiente forma: “Vos estás embarazado de tu diario, al que amás como a un hijo –dijo–, y yo no me voy a perdonar nunca si acepto com- 40 - ESPECIAL 10 AÑOS prar tu parte. En este momento no estás en condiciones de decidir con sensatez”. Más allá de la anécdota, lo cierto es que su respuesta fue negativa. En paralelo, la Administración de Perfil hizo contacto con bancos “Para intentar salvar el diario intenté vender Caras Brasil. No lo logré.” internacionales de inversión. En una de las reuniones con esas entidades, un banquero me dijo algo muy duro, pero aleccionador: “No se le puede prestar plata de terceros a una empresa que no cuida la propia”. Y recuerdo especialmente la visita desde Nueva York del responsable para Latinoamérica del banco norteamericano Bear Stearns, quien –con la frialdad de un banquero– me dijo: “Ningún proyecto fracasa por malo sino porque le falta dinero; si contaran con los recursos financieros suficientes podrían corregir el producto tantas veces como fuera necesario hasta adecuarlo al mercado. En esos casos el problema nunca es creativo, siempre es financiero”. Volví a rememorar esa frase hace pocos meses cuando justamente fue el Bear Stearns –el quinto de mayor importancia de Wall Street– quien prácticamente se fundió en la crisis de las hipotecas de Estados Unidos. —¿Tuviste en ese ínterin propuestas de compra o de asociación de medios argentinos? —Ese es un punto interesante, que no tiene que ver directamente con el diario sino con las revistas y que vale la pena aclarar para completar el contexto. Antes de que lanzáramos PERFIL, lo que por entonces se llamaba CEI, un grupo construido por gente de Citibank y que era dueño de la mitad de la empresa de cable Multicanal en sociedad con Clarín, se distancia de Clarín y decide hacerle la competencia comprando varios medios. Querían construir su propio multimedios, alentados por Menem, quien para esa época estaba peleado con Clarín. Entonces, compran Telefe y Editorial Atlántida, nuestra competidora en el mercado de revistas. Además, uno de sus accionistas era uno de los propietarios de Cablevisión. —¿Estamos hablando de Raúl Moneta, verdad? —Exactamente, pero dejame completar el cuadro. El Citibank de Brasil era el principal banco de Editorial Abril y su presidente era amigo de Roberto Civita. Poco antes de lanzar PERFIL, Civita me llama para decirme que el Citi le había pedido que les hiciera un contacto conmigo porque en Argentina el CEI no estaba muy interesado en las revistas de Editorial Atlántida ya que, por su orientación femenina, no eran influyentes entre los formadores de opinión. ¿Qué proponían? Querían venderle las revistas de Atlántida a Perfil a cambio de un porcen- Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL taje de acciones minoritario, pero igualmente significativo. Según Civita, decían lo mismo que Magnetto: “Las revistas son difíciles y quien más sabe de ese mercado es Fontevecchia”. Como vos recordarás, Noticias, la publicación más crítica del menemismo en todo su gobierno, tenía también una posición muy cuestionadora hacia Moneta y le dedicaba tapas nada elogiosas. Le expliqué a Civita la situación. Le dije que había incompatibilidad entre el CEI y nosotros. Además, le conté que yo estaba en una etapa de mi vida profesional que precisaba recorrer sin socios y que mi cabeza estaba en el lanzamiento del diario. El me pidió: “Por lo menos atendelos, mínimamente tengo que cumplir con el compromiso que asumí de que puedan reunirse con vos”. Cumplí con esa promesa. Fue eran una referencia obligada y son también parte de mi vida. Nada tuvo que ver entonces aquella reunión con la situación del diario PERFIL. Pero, como el CEI estaba enfrentado a Clarín y nosotros habíamos lanzado un diario que aspiraba a competirle a Clarín, comenzaron a publicarse versiones de que el CEI quería comprar nuestro diario. —¿Se sumó a esa especulación el hecho de que PERFIL había realizado investigaciones sobre el candidato Fernando de la Rúa, la nueva “esperanza blanca” de la sociedad argentina? —Siempre hicimos periodismo crítico, pero con Menem, por su propios desatinos, más que con ninguno… —Pero hubo rumores de que el diario pasaba a manos del menemismo y que por eso que no sucedía con frecuencia. Entonces, me dice: “Jorge, sé que vos te reuniste con la gente del CEI y que estás considerando venderle tu diario. Quiero decirte que no necesitás hacer eso. De la misma forma que hace algunos años propuse que Clarín comprara una parte de Editorial Perfil y vos rechazaste esa oferta, te reitero ahora que Clarín sigue interesado en asociarse con vos. Antes de que le vendas el diario PERFIL, nos gustaría que escucharas nuestra oferta”. Recuerdo que lo miré sorprendido y respondí: “Héctor, tantos años y todavía no me conocés. El nombre Perfil se le ocurrió a mi mamá hace 25 años para una editorial que recién nacía. Para mí, vender Perfil es como vender a mi vieja. Además nunca vendí nada, ni siquiera una marca. Ahorrate la plata, quedate absolutamente JUAN OBREGON JUAN OBREGON FIN. “Cerrar no fue una decisión instantánea ni fácil, hasta me costaba pensarla. Verbalizarla fue otro escalón. Primero, a mis viejos, luego al sector administrativo y al final a los tres directores asociados.” en una reunión muy formal, para que a nadie le quedaran dudas, hecha aquí mismo en estas oficinas. Además de Moneta y de Richard Handley, del Citibank, vino Constancio Vigil, presidente y descendiente del fundador de Editorial Atlántida. De lo que único que se habló fue de revistas. Cuando se concretó esa reunión, yo ya estaba en el segundo mes del diario, con mi cabeza aún más lejos de las revistas. Propuse limitar eventuales acercamientos a áreas que no fueran periodísticas: por ejemplo, que en lugar de que las revistas de cada una de las empresas fueran en transportes separados, duplicando los costos de fletes al interior, pudieran compartir el mismo camión. Lo mismo en cuanto a la compra y depósito del papel. Antes de continuar, deseo aclarar que varios años después, en 2001, busqué comprar las revistas de Atlántida, pero ya no eran de Moneta ni del CEI sino nuevamente de la familia Vigil. Lo mismo intenté el año pasado cuando finalmente las compró Televisa de México. Tengo respeto por las revistas de Atlántida e incluso afecto porque cuando comencé como editor, por muchos años, las revistas de esa editorial superaban en porcentaje a las incipientes de Editorial Perfil. Por lo tanto, PERFIL investigó a los hijos de De la Rúa… —No sabés cómo me dolían esos rumores… Comprobar que no se podía hacer periodismo crítico sobre De la Rúa sin ser acusado de menemista me generaba un tremendo dolor: parecía una venganza del menemismo a sus mayores críticos. Era la vieja técnica de ensuciar con lo mismo que se denuncia… En las conferencias internacionales de periodismo siempre lo exponían los periodistas colombianos: los carteles de la droga acusaban de tener vinculaciones con ellos a todo aquel que investigara a los narcos. Un ejemplo cercano fue la tapa del número uno del diario PERFIL, donde dimos la primicia del caso del juez Oyarbide con Luciano Garbellano, el dueño del boliche gay Spartacus. Poco tiempo después, Garbellano publicó un libro en que me acusaba a mí de frecuentar Spartacus. Hasta que lo falso se comprueba falso pasa un tiempo. Mientras, en lo inmediato, logran algún impacto. El rumor de que PERFIL se vendía al menemismo, a través del CEI, llamó a engaño incluso al propio Héctor Magnetto, alguien habitualmente muy informado. En julio de 1998, o sea en el tercero y último mes de PERFIL, Magnetto me invita a almorzar, algo tranquilo que no voy a venderle el diario a tus adversarios ni a nadie”. Sorprendido, Magnetto agregó: “¿Cómo que no lo vas a vender? Si no lo podés sostener, lo vas a tener que vender”. Nuevamente, para ubicarnos en el tiempo, estábamos en julio, semanas antes del cierre. Insistí: “Héctor, si no puedo seguir, tendré que cerrarlo. Yo sé que no me vas a creer, pero es la verdad”. No creo que haya quedado muy convencido porque él sabía que sólo el costo de las indemnizaciones al personal era de diez millones de pesos de entonces. Además de los infinitos costos de otro tipo que tiene un final así... Si bien es difícil sacar un diario, más difícil aún es cerrarlo. Por eso la mayoría de estas experiencias termina siempre en una venta; a veces hasta sin recibir nada a cambio, como cuando Amalita quiso pasarle el problema de La Prensa a un tercero. Fijate que hasta un diario relativamente nuevo como Bae ya pasó por tres dueños diferentes. Pero nadie lo cierra. Esta historia de Magnetto viene a cuento también para tu pregunta sobre en qué momento tomé la decisión de cerrarlo. Como te decía, en el segundo mes trabajé sobre diversas alternativas, pero en el tercero pude comprobar que no podía aplicarlas: las promo- ciones de circulación, en lugar de solucionar nuestro problema financiero, lo agravaban; la reducción del 30 por ciento de los costos era muy resistida por la redacción e iba a ser aprovechada para desprestigiarnos cada vez que publicáramos una investigación que molestase. Finalmente, mi última esperanza se cae cuando no puedo vender Caras Brasil. Cerrar no fue una decisión instantánea, ni fácil. Primero me costaba pensarla: cuando aparecía la idea en mi mente, el cuerpo respondía haciéndome sentir mal de alguna manera. Verbalizar esa posibilidad fue otro escalón. Son grados de aceptación de una idea tan dolorosa que no se alcanza de una sola vez. Eso se produjo a lo largo del tercer mes; primero me animé a decirles a mis viejos que estaba considerando la posibilidad. Luego, a un pequeño grupo de personas del área administrativa para que evaluaran cómo serían los costos. A la semana siguiente, ya con la respuesta negativa de Caras Brasil, tomé la determinación. Y, dos días antes del cierre, se lo comuniqué a los tres directores adjuntos de la redacción: Edgardo Martolio, Daniel Pliner y Andrés Wolberg-Stok. Fue en una cena, a la medianoche, después de cerrar la edición de ese día. —En esa última edición, escribiste una polémica contratapa. El título fue “Hasta pronto”. Es decir, en medio de la despedida estabas dando un anuncio: que volverías a intentarlo. Además, explicabas que la sociedad argentina no estaba madura para un diario de tipo “europeo”, con gran cantidad de lectura, que había un problema cultural y de tiempo para afrontar un producto como PERFIL. ¿Pensabas así realmente? —Respondo primero por el “Hasta pronto”. Era difícil de comprender, pero yo no usaba en esa época la palabra cerrar sino discontinuar. Discontinuar era un término que siempre utilizaba César Civita –fundador de Editorial Abril en Argentina y tío de Roberto– cada vez que dejaba de salir una publica- “Es difícil sacar un diario, pero peor es cerrarlo. Por eso terminan en una venta. Yo no quise.” ción. Cuando él empleaba esa fórmula, yo recién comenzaba mi carrera y tenía sentimientos ambiguos sobre su uso: sorpresa porque no perdían la confianza ni aun al comunicar un fracaso, y distancia porque había cierta hipocresía por la falaz continuidad que la palabra prometía. Pero en 1998, yo realmente estaba discontinuando algo que creía que tenía posibilidades de volver. Desde mi percepción, había muchas más posibilidades de que el diario PERFIL volviera a salir en el futuro, y quizás tener larga vida, si en ese momento asumíamos que no podíamos continuarlo. ESPECIAL 10 AÑOS - 41 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 Por el contrario, pensaba que sería muy difícil volver si se cerraba cuando ya no nos quedaran más fuerzas. Recuerdo que Andrés Wolberg-Stok, días después de las controversias que generó aquel “Hasta “No escapo al pecado de soberbia. Pero el ‘hasta pronto’ lucía falta de sentido de la realidad.” pronto”, me consoló diciendo: “No hay forma de comunicar bien una mala noticia”. Pero yo realmente pensaba que al mantener intactas las revistas, la máquina de impresión del diario y todas sus instalaciones, teníamos posibilidades en el futuro de volver a publicarlo. No pensaba que el diario PERFIL se terminaba para siempre ese 31 de julio de 1998. Por eso no vendí la máquina de impresión, ni aquellos escritorios e instalaciones que son las mismas que usamos ahora en el diario PERFIL de los sábados y domingos. Por eso, mantuvimos vigente la sociedad Diario PERFIL SA, presentando balances y cumpliendo con todos los requisitos que una persona jurídica precisa para mantenerse vigente. Pero comprendo perfectamente que ése no fuera el sentimiento de los 171 periodistas que se quedaron sin trabajo. Vos recordarás que éramos más de doscientos cincuenta en la redacción y 85 periodistas fueron distribuidos en diversas revistas de la editorial. Para aquellos que el 31 de julio se quedaron sin trabajo habría sido mejor alternativa que el diario PERFIL se vendiese, se transformara en lo que fuese necesario pero que continuase. Mi explicación tampoco servía a los dirigentes sindicales. Aun cuando Editorial Perfil había sido la mayor creadora de empleos en el periodismo gráfico. Incluso sabiendo que, por su constante vocación de crear publicaciones, una vez que se recuperara, PERFIL volvería a tomar más personal del que en ese momento le tocaba despedir. Tenía razón la gente en decir que nada de eso les servía en aquel momento. Volviendo al “Hasta pronto”, teníamos que asumir que habíamos fracasado, que el proyecto precisaba correcciones y que esas correcciones no se podían producir simultáneamente con la continuidad del diario. Pero también necesitábamos explicar que el proyecto continuaba vigente, a la espera de recomponer fuerzas y en la búsqueda de soluciones para corregir lo que fuera necesario. En medio de una frustración tan enorme, una idea así pudo haber sido tomada como una manifestación excéntrica. —O de soberbia… —Más que de soberbia, de estupidez. No quiero escapar al pecado de soberbia, que lo tuve al comienzo del diario cuando mis expectativas estaban intactas. Pero el “Hasta pronto” lo que lucía era falta de sentido de la realidad. Antes vos mencionabas que, cuando se lanzó, mucha gente estaba muy satisfecha con el diario y le auguraba un futuro promisorio mientras yo estaba preocupado. Y al final, nadie daba dos pesos porque el diario pudiera volver a salir. Quizás en ambos casos fue el mismo problema: los juicios se construían desde la superestructura, lo que emerge; y yo tenía la obligación de ver también la infraestructura, lo que está sumergido pero que sostiene todo lo demás. Respecto de la segunda parte de la pregunta, “las críticas al lector argentino”, así entre comillas, porque no fueron tales, yo dije que los diarios de Europa, donde sus habitantes tienen jornadas laborales más cortas, traen más texto que los americanos, que los de todos los países del continente, incluyendo a Estados Unidos. Lo que era y tampoco surgió como un rayo o en un acto de inspiración momentánea. Tras el cierre del primer intento de 1998, yo seguí yendo todos los años a las conferencias anuales de la Asociación Mundial de Diarios. Allí comenzaron a repetirse exposiciones de los mayores diarios del mundo sobre la creciente y sostenida migración de lectores de lunes a viernes al sábado y al domingo. Y también, que los anunciantes estaban acompañando esa migración al ver que los lectores le prestaban más atención a la publicidad los fines de semana. Obviamente, hay alguna relación entre esta fuga con el desarrollo de Internet. Porque los portales de noticias tienen el doble de audiencia de lunes a viernes y la mitad los sábados y domingos. No hace mucho, los representantes de El País de España explicaban en la el problema. Lo que en nuestro caso se podría traducir como: en lugar de hacer un diario dominical todos los días, hagámoslo los fines de semana. Vos conociste bien la experiencia del ’98. Te consta que el diario que relanzamos en 2005 tiene la misma conformación que aquel de hace diez años, sólo que la frecuencia es distinta. —Vayamos a los aspectos doctrinales o ideológicos que guiaban el diario del ’98. Intuyo que ambos temas, el de las ideas y el de la realización práctica, están vinculados. Me refiero a tu liberalismo, a tu concepción sobre la libertad, el libre mercado y las libertades cívicas. PERFIL era el primer diario con un Código de Etica. Esa ley suprema del medio establecía obligaciones inapelables, entre ellas: la consideración del periodismo JUAN OBREGON “No pensaba que el diario se terminaba para siempre el 31 de julio de 1998. Pero comprendo perfectamente que ése no fuera el sentimiento de todos los que se quedaron sin trabajo.” DIFERENCIAS. es absolutamente cierto. Pero no puede ser entendido como una crítica al lector argentino cuando, además, se menciona a todos los países del continente y no sólo a la Argentina. Fue mi error hacer un diario con la cantidad de texto de los europeos. Aquí, la gente nos decía que no tenía tiempo de terminar de leerlo. En otro párrafo, que ahora recuerdo especialmente porque desde el hoy puede resultar una señal retrospectiva casi inequívoca –en relación con la cantidad de lectura– dije que “habíamos tratado de hacer un diario dominical todos los días”, y que hacer un diario dominical todos los días, lejos de resultar un beneficio para el lector, resultó un problema porque no tenía tiempo para leerlo. Siempre se dice que la solución está en el problema, pero nunca imaginé, en 1998, que si lo que sabíamos hacer era un diario dominical más días por semana, teníamos que comenzar sacándolo sólo los domingos. Ahora nos animamos un poco más y estamos sacando dos diarios dominicales por semana: agregamos el sábado. Lo de los sábados no es muy original ya que en muchos países del mundo los diarios gordos salen ese día. —Así surgió finalmente, en 2005, la idea de volver… —La idea de volver con PERFIL sin la frecuencia diaria Asociación Mundial de Diarios que, de lunes a viernes, pierden dinero. Estamos hablando del mayor diario del décimo país más rico del mundo. Y ése no es un caso aislado, se repite en casi todas partes. Aquí mismo, un diario tan importante como La Nación no alcanza a cubrir sus costos de lunes a viernes pero lo sostiene con creces con sus ediciones de fin de semana. Quien le haya tocado estar en Nueva York habrá podido ver que cualquier edición de fin de semana del The New York Times tiene, no el doble, sino diez veces más páginas que un martes, día que normalmente sale con muy pocas páginas. De esas reuniones de la Asociación Mundial, recuerdo la exposición de un diario que propuso salir gratis de lunes a viernes y duplicar el precio actual para los sábados y domingos. Otros comparaban a los diarios con los supermercados, que están abiertos todos los días pero la gente acostumbra ir de compras los fines de semana. Algunos estudios pronostican que en el futuro podrían llegar a salir solamente los viernes, sábados y domingos. Volviendo al problema del diario PERFIL de 1998 con su excesiva cantidad de contenido, hay un viejo dicho: “Si está en un laberinto, salga por donde entró”. Es otra forma de decir que la solución está en como “función pública que excede las metas económicas de cualquier empresa”, la publicación “de la verdad sin analizar ventajas o desventajas, públicas o privadas” y la promesa de “actuar con integridad, buena fe y neutralidad en la búsqueda de informaciones”. Además, el diario contaba con un “defensor del lector” que tenía un sistema de contratación renovable, no dependía de la redacción y podía emitir juicios sobre todo con absoluta libertad, sujeto a la ley suprema, el Código de Etica. ¿No es parte de la misma concepción que te llevó a evaluar como viable un diario de Primer Mundo en un país emergente o del Tercero? Otra vez: ¿ilusión o realidad? Insisto: ¿no son ideas impracticables? —Y desde una posición escéptica podría agregarse a tu pregunta si incluso no es hipócrita. Impracticable no es porque lo hace, desde hace más de 15 años, la revista Noticias. Publicar, por ejemplo, ideas contrarias a las propias opiniones, lo que no quiere decir que no haya una línea editorial. O publicar notas verdaderamente inconvenientes para personas con las que se tiene algún grado de afinidad, cuando esa información sea de indudable interés público o derive en un delito de acción pública. O pu- blicar sin guiarse por el cálculo de que se esté beneficiando con ello “al malo” y perjudicando “al bueno” como sucedió con el tema de De la Rúa. No, los años han demostrado que no es inaplicable. Lo que no quiere decir que lo hagamos bien o que no nos equivoquemos. Tampoco creo que sea romántico ni motivado por virtudes especiales. Así como todas las empresas acumulan capital, una empresa periodística acumula capital intelectual, ese capital intelectual se construye por la credibilidad que le asignan sus lectores. En la medida que determinados comportamientos sean más valorados por el lector, una empresa periodística podrá ir cumpliendo con su objetivo de acrecentar su capital intelectual, el que conceden los lectores, y estar cumpliendo también el objetivo de obtener una rentabilidad que le permita progresar como estructura económica. Que lo que termina siendo bueno para el lector, termine siendo bueno para el medio que produce esos mensajes. Pero, para que eso ocurra, es necesario que el mercado no esté dominado por monopolios u oligopolios o por factores tan poderosos que impidan su desarrollo. Es decir, que sea un verdadero mercado. Y es obvio que en la Argentina, y no sólo en la Argentina, no es fácil. Tampoco es imposible. Los problemas que impidieron la continuidad del diario PERFIL en 1998 no fueron creados por su Código de Etica sino por todos los errores ya mencionados. —PERFIL ha denunciado en muchas oportunidades la discriminación que sufre con la pauta oficial. ¿Se puede hacer “periodismo puro” y pretender anuncios manejados por un gobierno? —El eslogan del diario en su relanzamiento en 2005 fue “Periodismo puro”. El hecho de que inmediatamente después se haya transformado en el único diario sin publicidad oficial pudo haber sido interpretado como que PERFIL era puro porque no tenía publicidad oficial, o puro de “esa impureza”, o que “La idea de volver pero sin la frecuencia diaria tampoco surgió como un rayo.” era puro porque quienes lo hacíamos éramos puros. Ni nosotros somos puros, ni la publicidad oficial es una impureza, ni los demás diarios son impuros por tener esa publicidad. Es puro en el sentido de que nuestra actividad es puro periodismo. Si los lectores, como creo, premian la coherencia, quizá el Gobierno, con la manipulación de la publicidad oficial, va a terminar beneficiando a quien más esperaba castigar. Y no habría que descartar que, con su arbitrariedad, pudiera haber llamado la atención de los lectores, favoreciendo a un diario que recién reaparecía. La 42 - ESPECIAL 10 AÑOS madurez pública y privada lleva años. Pero la publicidad oficial es un buen ejemplo porque en el pasado era un tema que estaba fuera de la agenda y después de tanta controversia no le será tan fácil a futuros gobiernos manipularla como hasta ahora. Incluso no habría que descartar que al próximo gobierno ya le toque ajustarse a una ley que limite su margen de discrecionalidad con esa publicidad. La arbitrariedad con la pauta oficial partió del error de creer que se puede comprar a todos los periodistas durante todo el tiempo, a algunos periodistas durante bastante tiempo. Eso es no entender cómo funciona este oficio. ¿Por qué alguien se hace periodista? Y lo mismo vale para un editor. La mayoría de las personas que tienen a cargo una sección en un diario de cierta importancia, o una publicación de cierta importancia, ganaría cuatro o cinco veces más si en lugar de trabajar de periodista se dedicara a ser gerente de comunicaciones de una multinacional o asesor de prensa de un empresario o de un político. ¿Por qué entonces la gran mayoría de esas personas siguen haciendo periodismo? ¿Para hacerse rica? Obviamente, a los periodistas, como a cualquier persona, les gusta ganar dinero, pero no es su fin único ni generalmente el principal. Como en todas las partes, hay personas que eligieron la profesión equivocada, hay periodistas a quienes se los compra con dinero. Pero confundir la parte equivocada con toda la profesión, esa sí es una equivocación mayúscula. —¿No creés que esa vocación ha sufrido muchas fisuras en los últimos años? ¿No hay hoy más posibilidades de “comprar” la voluntad de los periodistas que en otras épocas? —Aunque no en todos los países en la misma proporción, está probado que cuando aumenta mucho el desempleo aumentan también algunos tipos de delitos. En condiciones económicas paupérrimas, cuando no hay otra forma de sobrevivir, la gente honrada también acepta cometer algún grado de delito. La crisis económica casi “Salimos sólo dos días, pero en ellos reproducimos el modelo de un primer diario.” terminal de 2002 dejó a muchos periodistas, como a tantas personas de otras profesiones, sin ninguna red y a no pocos obligados a hacer cosas que nunca antes habían hecho. Así encontró este gobierno al periodismo en 2003, y se aprovechó. Ahora, los propios éxitos económicos del Gobierno cambiaron su capacidad de ejercer presión y cada vez más periodistas y medios asumen una voz más independiente. Las herramientas con las que en 2004 se podía amordazar a periodistas son cada vez menos efectivas. Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL —¿Pensás que la “guerra” que se ha desatado últimamente entre el Gobierno y “Clarín” se debe a la mejor situación financiera del grupo? ¿O es porque hay sectores del oficialismo que quieren quedarse con ese multimedio? —Podrían darse ambas hipótesis simultáneamente sin que fueran contradictorias. Incluyo también a los medios en la descripción de mi repuesta anterior. Hace tres años, Clarín tenía una situación de debilidad que hoy no tiene. Y podría ser también que el oficialismo quiera comprar un medio del peso de Clarín. —¿Vos creés que esta “guerra” termina con sangre o que el Gobierno está sobreactuando para luego negociar? —Escribí sobre ese tema en el diario. Apelaba a una metáfora: el Gobierno dice que va en respondí que estaba perdiendo su tiempo porque nuestra posición sobre el tema era muy conocida. “Transmitiles que no tenemos ningún interés”, le dije. Avila admitió que él sabía que esa iba a ser mi respuesta, pero que igual tenía que cumplir la gestión que le pidieron porque para el sí era muy importante la publicidad oficial. —Ahora, si Perfil es la excepción, ¿quiere decir que los demás medios hacen concesiones al Gobierno para sostener la pauta oficial? —No, sería muy injusto decir que los medios que reciben publicidad oficial hacen concesiones. Ni que el hecho de que hayamos sido los únicos que no la recibimos nos ha colocado en algún grado de virtud mayor. La Nación recibe publicidad oficial y es obvio que no va cambiar su pensamiento por eso. Si vos me den a diversificar la cantidad de proveedores y de clientes; de tal manera que, si uno de ellos tiene problemas, no afecte la continuidad de la tarea. Este es un principio básico. Si hubiera un cliente, no importa si es estatal o privado, que representara el 50 por ciento de las ventas –en este caso ventas de publicidad– ese medio de comunicación no podría ser totalmente independiente. Tiene una amenaza latente: si se le va ese cliente deberá cerrar. Ninguna empresa sobrevive a la caída de la mitad de sus ventas. Los canales de televisión importantes, los diarios y las revistas importantes, pueden soportar que cualquier anunciante se enoje porque ninguno de ellos representa más que una mínima proporción de sus ventas. En Editorial Perfil jamás un anunciante superó el 2 o 3 por ciento. Un privado JUAN OBREGON TIEMPO Y ESPACIO. “Algo cambió para que el resultado, ahora, sea distinto. Sobre si yo cambié, a lo mejor no me doy cuenta porque nadie es buen juez de sí mismo. Pero, francamente, creo que no.” un auto sin marcha atrás, pero cuesta creer que el auto que lo trasporta tampoco tenga freno. —¿Tuviste alguna vez la posibilidad de sentarte con alguien del Gobierno para arreglar el tema de la pauta publicitaria? ¿Intentó algún funcionario llegar a un entendimiento con vos? —Vos sabés que yo trato de no tener contactos con funcionarios de ningún gobierno, salvo por cuestiones periodísticas, como sería hacer un reportaje. Hace dos años, Carlos Avila, el fundador de Torneos y Competencias, me pide tomar un café urgente. El episodio ya salió publicado. Avila me dice: “Vengo en nombre del que ustedes siempre sacan en la tapa (sic). Le gustaría encontrar un mecanismo para que pueda poner publicidad oficial en los distintos medios de Perfil, y ustedes bajen el tono de crítica. Me pidieron a mí que hiciera la gestión porque saben que vos no los vas a atender y saben que yo te conozco”. En ese momento, Avila era el principal accionista de América TV y por entonces el Gobierno colocaba mucha publicidad en ese canal. Yo le pedís un termómetro que marque dónde puede haber problema con la publicidad oficial o por la falta de ella te diría que mires los extremos. En aquellos medios donde están todos los avisos comerciales –lo que quiere decir que el medio resulta un vehículo interesante para los anunciantes– y justo faltan los oficiales, allí tenés una anomalía. En ese caso, de discriminación del Gobierno. Al revés, en aquellos medios donde no hay ningún aviso comercial o casi ninguno –lo que quiere decir que no es un vehículo atractivo para los anunciantes– y sólo hay pauta oficial, allí hay una anomalía. Otro termómetro lo indica el grado de dependencia de un proveedor con un cliente. En cualquier empresa, tanto un gerente de compras como uno de ventas buscará no depender de un solo proveedor o de alguien que lo abastezca mayoritariamente; tampoco permitirá que un solo cliente represente una porción determinante de sus ingresos. Se trata de una cuestión de subsistencia. Porque, en cualquiera de los casos, estaría en una situación de debilidad muy grande. Todos tien- no se comportaría mejor que el Gobierno si él solo representara el 50 por ciento de las ventas. También exigiría un tratamiento preferencial. La única forma de lograr independencia es distribuir las amenazas, de tal forma que ninguna establezca una situación de servidumbre. No hay anunciante que pueda dominar a Clarín o a La Nación, a Telefe o a Canal 13. Esto no quiere decir que no se trate de mantener una cordial relación con un anunciante que representa el 2 por ciento de las ventas de publicidad, pero si afecta al interés del lector o al interés público, todo medio importante preferirá perderlo, como se pierden tantos anunciantes tantas veces porque no les gusta una nota o una posición sobre su industria. —Hasta hace muy poco, en el diario de los domingos escribía Jorge Lanata. ¿Qué significó trabajar con él? ¿Cómo te sentiste? —Nos conocemos desde hace muchos años, por lo que no hubo ninguna sorpresa. Yo te conté conversaciones con él acerca de Página/12, a comienzos de los 90. Creo que tu pregunta apunta a qué sentí el día que Lanata se fue… —Además, perdías una estrella que se iba a fundar otro diario… —A nadie le gusta perder de “No sé cómo sigue esto. Mi impulso natural es salir todos los días. No sé si podremos.” su equipo al mejor periodista de la Argentina. —¿Para vos es el mejor? —Sí, por supuesto. Lo que sentí fue tristeza. Después la fui elaborando, lo entendí. Entendí que lo mismo que me pasaba a mí, le pasaba a él. Que si yo no podía vivir sin un diario, cómo no lo iba a entender a él. Entonces, dejé de mirarme el ombligo y esa tristeza por perder al mejor periodista de la Argentina dejó espacio para sentimientos más amplios. Pasé a pensar que para el periodismo es algo bueno, y es bueno para él para que se pueda dar el gusto. De cualquier forma la tristeza por la pérdida de su talento no desaparece. —¿Te preocupa tenerlo como competidor? —No. Pero no por Lanata, sino porque con todo lo que pasé, no puedo ignorar las limitaciones económicas que te impone cualquier diario nuevo. Quizá me equivoque, pero la amenaza para un diario no viene por la aparición de otro, que incluso puede motivar a más público a acercarse a los diarios, sino por la limitada cantidad de publicidad que hay. —¿Pensás que Lanata posicionó “Crítica” como un segundo diario? —Creo que es lo que buscaba. A él no le gusta hacer diarios con suplementos: deportes, propiedades, espectáculos… y los amplios menús de los primeros diarios de todo el mundo. —Bueno, pero si él se ubicara entre los segundos diarios, ambos estarán compitiendo, al menos los fines de semana… —Creo que no. PERFIL sale solamente sábados y domingos, pero en esos dos días reproduce el modelo de un primer diario, pretende cubrir todas las temáticas con kilos y kilos de papel. Dentro de nuestras posibilidades y sólo fines de semana, la estrategia de PERFIL se toca más con Clarín y La Nación. —Empezaste con los domingos, ahora agregaste los sábados. ¿Cómo sigue esta historia? —La verdad es que no lo sé. Mi impulso natural es sacarlo todos los días. No sé si podremos. Hoy no podemos, no nos da el cuero. No sé si con el tiempo, cuando logremos obtener los recursos necesarios, terminará siendo tan tarde que la gente ya no quiera diarios todos los días. Quizá se llega a un punto en el que confluyen viernes, sábado y domingo con diarios largos y profundos en papel, y el resto de los días con Internet. Ojalá no sea así porque mi vocación es sacarlo todos los días. Me ESPECIAL 10 AÑOS - 43 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 gustaría. Pero, después de haber tenido que cerrarlo una vez, no puedo equivocarme. —En el ’98 decías que Internet jamás iba a reemplazar a los diarios de papel. Tu frase era: “la gente necesita átomos…”. ¿Seguís pensando lo mismo, a pesar de que las nuevas tecnologías son flexibles, más amigables, más portátiles? —Sigo pensando que van a existir los diarios en papel, aún cuando estén nuestros nietos, pero en cantidades menores a las actuales. El diario fue progresivamente dejando de ser un vehículo de masas como era al principio del siglo pasado, cuando no había ni radio ni televisión, pero ha demostrado mucha capacidad de adaptación a los cambios. —Entonces, ¿serán más interpretativos y menos informativos? — Creo que sí, y a mí como lector eso me gusta más. Los diarios de fin de semana ya son más interpretativos. —En el diario del ’98, tu trabajo era fundamentalmente empresarial y de edición. En esta etapa escribís más. ¿Qué te hizo cambiar? —No creas que hubo tal cambio. Al comienzo de la revista Noticias también escribía mucho, dedicaba mucho tiempo a la redacción y, aunque no con la periodicidad de ahora, hasta hacía reportajes largos: recuerdo, al cumplirse 10 años de la democracia, uno doble a Alfonsín y Menem que fue tapa. Lo que sucedió fue, como conté en este reportaje, que en 1994 viví en Brasil, y al regresar, los dos años siguientes estuve preparando el diario PERFIL. En 1998, cuando lanzamos el diario, no pude disfrutar de la escritura porque a pocas semanas del inicio comenzaron los problemas y desde aquel 31 de julio hasta mediados de 2004 tuve que dedicar todo mi tiempo a hacer de bombero. Una vez que se superó la crisis volví a planificar el lanzamiento de PERFIL y, ya sin los apremios del ’98, volví a escribir —Cuáles son las diferencias entre el Fontevecchia del ’98 y el de hoy? —Sabiendo que vos venías, ayer me puse a ver algunas partes de la filmación que hicimos durante el día del lanzamiento de 1998. Comenzaba con la reunión de sumarios de las 11 de la mañana, en la misma sala de la redacción donde se hace hoy. Me impresionó ver que tengo exactamente las mismas rutinas, que la discusión creativa es del mismo tipo… Kierkegaard decía: “Lo verdadero del ser está en la repetición”. Hacemos el mismo diario, la misma tipografía, las mismas secciones, en algunos casos, con exactamente las mismas personas. ¿Es todo igual? Algo cambió, sin dudas, para que el resultado fuera distinto. Cambió esencialmente la dosis. Y cambió el momento. No es poca cosa: tiempo y espacio. Desde el punto de vista de si yo cambié en algo, a lo mejor no me doy cuenta porque nadie es buen juez de sí mismo. Pero francamente, creo que no. ■ Lo que dijo en el ’98 EL REPORTAJE QUE FONTEVECCHIA DIO TRAS CERRAR EL DIARIO Horas después de la famosa contratapa con el “Hasta pronto”, el director de PERFIL hizo su única aparición televisiva, en el programa que por entonces Joaquín Morales Solá tenía en Canal 9, para explicar qué había pasado. Aquí se ofrece la desgrabación completa de aquella emisión, para corrobar en el tiempo si los argumentos brindados por el fundador de este diario se sostienen. Y para descubrir que no mentía cuando aseguraba que PERFIL volvería. POR TV. Imagen con la captura de pantalla de la entrevista que Morales Solá le hizo hace una década a Fontevecchia. Hoy esos mismos dichos alcanzan una dimensión diferente a la que tenían por entonces, en medio de la convulsión general por el cierre del diario. JOAQUIN MORALES SOLA —Está con nosotros el dueño y director del diario PERFIL, Jorge Fontevecchia, a quien agradezco personalmente que haya aceptado mi invitación. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y sé lo renuente que es a esta clase de exposiciones públicas. Recién le contaba que, desde el año 1983, creo –¿no, Jorge?–, no concurría a la televisión. Es así, ¿no? —Sí, fue el día antes de las elecciones de Alfonsín. Yo volvía del exilio durante el gobierno militar, el último año, y fue la última vez que fui a un programa de televisión. —Bueno, sos el hombre que abrió y cerró PERFIL en 3 meses. O sea, yo también por esta larga relación nuestra sé que este no es un proyecto improvisado para vos. Me contaste de él hace 4 o 5 años. ¿A qué razón, fundamentalmente, le atribuís, digamos, esta corta vida de PERFIL? —Bueno...primero, yo pensaba, cuando venía pa- dieron. Entendieron que había ra acá, me decía: “Qué difícil un mínimo de cantidad que haexplicar el éxito y el fracaso”, bía que tener para poder tener ¿no? En 25 años de redaccio- acceso a un determinado tipo nes he lanzado 80 revistas. de publicidad. Y, finalmente, Tengo 20 que han funcionado; se hizo inviable desde el punto 6 de las 12 revistas de mayor de vista económico. circulación en Argentina las —Ahora eso es un poco... lancé a lo largo de estos 25 también leyendo tu explicaaños. Al haber lanzado 80, hay ción pública, un poco de esto, 60 que fracasaron. Y siempre ¿no?: “Yo hice un diario europreguntaba: ¿por qué fracasa- peo y resulta que la sociedad ron las que fracasaron? ¿Por argentina no estaba preparaqué tuvieron da para un meéxitos las que “A la conclusión dio periodístico tuvieron éxitos? así”. ¿Vos creés que llego con Y a la concluque fue ese un sión que llego los años es que el poco el error? con los años es —No. Yo no diéxito y el fracaso je que “no estaba que es inexplicable. Que hay son inexplicables.” preparada” . Dije determinados que, “nosotros productos que hicimos un dianacen con una rio europeo” y estrella que se constituyen, y también digo que “en Europa hay otros que no. En cuanto a el ritmo de vida es distinto”. Es los motivos por los cuales se decir, en Europa la persona a la cierra PERFIL, el fundamental que se denomina ABC1 –la partiene que ver con el ingreso pu- te más alta de la población– es blicitario. Comentábamos re- la que, generalmente, tiene más cién, antes de cámara, que hay tendencia a consumir periódiuna calificación de audiencia, y cos de calidad, y tiene un ritmo que yo había planteado un dia- de vida menos intenso que en rio para gente muy calificada. América latina. Trabaja menos Los anunciantes no lo enten- horas... —Y tiene más tiempo para leer... —Incluso, esto no se da en Estados Unidos. Porque cuando nosotros hablamos de Estados Unidos, pensamos en el New York Times, en el Washington Post, pero es una pequeña área, en el norte de Estados Unidos. Pero en el resto de Estados Unidos, los diarios son todos de contextos breves, nada parecidos al New York Times o al Washington Post. Y creo que en América, en toda América latina, y en el resto de Estados Unidos –excepto el noreste–, el ritmo de vida, quizá propio de una cultura de inmigrantes, es muy intenso, la gente trabaja mucho tiempo. Le dedica equis cantidades de minutos a la mañana de real life... —Y eso es un poco lo que se refleja acá en Argentina. La gente le dedica poco tiempo... —Sí, igual en Argentina se le dedica más que en el resto de América latina. Esto fue lo que a mí me impulsó a creer que se podía hacer un diario europeo. O sea, hay una media de tiempo de lectura de diarios; 44 - ESPECIAL 10 AÑOS por ejemplo, en Estados Unidos el promedio de lectura es de 10 o 12 minutos por día; en Europa es 40 minutos por día. En Argentina es 20 minutos; en Brasil, por ejemplo, es 10 minutos. —Decime, Jorge: también –según la explicación que vos diste– el diario estaba vendiendo 30 mil ejemplares. —Sí. —Más o menos en cifras redondas por día. Sinceramente, no me parece una cifra baja, ¿no? Creo que a todos los diarios, si uno recuerda la historia de todos los diarios en Argentina, les costó instalarse y llegar a ser lo que hoy son. Los diarios que han perdurado, ¿no? Yo digo, ¿no podía haber un margen más de espera? —Mirá, Joaquín: en los diarios de los que nosotros hablamos, que se fueron construyendo a lo largo de los años, fueron lanzados todos antes de la revolución de los medios electrónicos. Entonces, comenzaron como diarios con una estructura muy pequeña y fueron avanzando a lo largo de los años y a veces de las décadas. A fin de siglo, la única manera de poder conseguir un espacio que construyera una audiencia que pudiera ser interesante para los anunciantes, era salir con un diario que, desde el inicio, tuviese un tamaño que le permitiera competir. Claro, para pagar ese tamaño era necesario tener éxito. Entonces, es cierto que hay muchos diarios que venden menos de 30 mil ejemplares. Incluso diarios de cierta importancia que venden la mitad de esa cantidad, y que subsisten. ¡Pero claro! con costos incomparables a los costos de PERFIL porque no se plantearon ser un primer diario. Son diarios que cubren algún tipo de necesidad, o no tienen deportes, o no tienen... —Claro. Yo iba a eso. Para eso de ser el “primer diario” por ahí lo que se necesita es mucho tiempo. Porque la gen- Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL 50 mil ejemplares y aspirar a tener la facturación de publicidad de Ambito Financiero, y terminamos vendiendo el 10% de la publicidad de Ambito Financiero. —Es decir, la publicidad no te permitió esa espera para luchar por el primer puesto. —Probablemente, los anunciantes consideraron, y seguramente deben tener motivos muy serios para esto, que —Jorge, hubo muchas versiones sobre la “venta” de PERFIL. ¿Hubo alguna propuesta concreta para comprar total o parcialmente el diario? —Mirá, Joaquín: yo no dudo que sería vendible. Pero, vos que me conocés desde hace muchos años sabés lo que es para mí la independencia periodística. Al punto, incluso, de llevarla al paroxismo. Y la idea de vender un diario que tlántida, revistas como “Gente”, “Para Ti”... y hay una versión que dice que se fusionarían. Que hay un proyecto para fusionar las dos editoriales. ¿Eso es cierto? —No tiene nada que ver una cosa con la otra. Como bien decís, la Editorial Perfil es la empresa de mayor cantidad de revistas y de circulación en Argentina. Tiene también otra editorial, de libros, que se “Fue el día más triste de mi vida. El abatimiento no me permite estar lo lúcido que debería.” “Nuestros cálculos eran vender 50 mil ejemplares y tener la publicidad de Ambito Financiero.” te tiene con los medios gráficos una lealtad que no se adjudica en los otros medios, ¿no? Es decir, por ahí compra hasta por herencia familiar. —Inclusive los estudios de mercados reflejaban...yo siempre lo decía, solo un 8%, por ejemplo, de personas habían cambiado Clarín a lo largo de su historia. La gran mayoría de los lectores de La Nación, sus padres leían La Nación. Esa era un inconveniente conocido y difícil. Yo nunca me plantee tener una circulación como la de Clarín y La Nación al inicio. Pero pensaba que con una circulación de 50 mil ejemplares podíamos aspirar a tener una cantidad de publicidad. Nuestros cálculos eran vender —¿Y qué es lo que te dijeron? —Nunca dije eso. Y además de eso, no hay conexión entre una empresa y la otra en este sentido. Son empresas separadas, con infraestructuras separadas. Y bueno, no entiendo por qué, además, como bien vos decís, si nosotros tenemos la mayor editorial de revistas, tenemos que aceptar condiciones de una que es más pequeña. No resulta verosímil. Yo lo que creo es que cerrar un diario es como cerrar una escuela o una iglesia, y que a la gente le duele mucho, y que necesita... LIMITE. “La independencia periodística yo la llevo hasta el paroxismo. La idea de vender un diario que uno creó con tanto cariño desde hace tiempo, me parecía una traición. Así que nunca lo analicé.” nuestros 30 mil ejemplares (supongo que con el reader ship eran 100 mil lectores) no nos permitían calificar como Ambito Financiero, que tiene una audiencia muy calificada. Y a nosotros nos comparaban con Clarín y Nación. Entonces, en términos cuantitativos, con Clarín y Nación nosotros no éramos competitivos. Sí somos competitivos con los otros diarios. De los otros diarios el único que tiene publicidad es Ambito Financiero. Los demás, no. vos creaste con tanto cariño de hace tiempo, me parecía una traición. Así que nunca analicé la venta del diario. —Otra versión fue que... Y en esto voy a aclarar un poco: la Editorial Perfil no sólo es el diario PERFIL. La Editorial es la más grande que hay en Argentina en revistas, seguida muy de cerca por otra gran editorial de revistas, que es Atlántida. Perfil edita revistas como “Noticias”, “Caras”... —Luna. —Sí, “Luna” también. A- llama Perfil Libros; tiene una empresa en Brasil y Portugal; y tiene, también, un diario, el diario PERFIL, que es otra Sociedad Anónima. Desde hace un tiempo hay conversaciones con la gente de Editorial Atlántida para producir sinergia de distribución, de venta de publicidad, pero es una conversación preliminar que no tiene... —Es decir, nunca te dijeron “sigamos conversando pero cerrá el diario”. —¡Nunca! —A los periodistas nos duele mucho. —A mí también. Fue el día más triste de mi vida, y estoy con una sensación de abatimiento que, incluso, no me permite estar todo lo lúcido que debería estar en estas circunstancias. Me doy cuenta de que cerrar un diario tiene una significancia que transciende a la lógica. Entonces, hay que llenar ese espacio con alguna idea, que es: “Hay algo más”. —Jorge, antes de entrar al tema de la publicidad me gustaría que me contaras por qué esta notificación es tan extemporánea al personal, ¿no? Digo porque hay un asunto que me duele especialmente: es que sé que hay periodistas que habían recibido propuestas muy interesantes días previos al cierre del diario y, como no sabían de esto, directamente las rechazaron. Todos los despidos son dolorosos; yo sé que vos, seguramente, estás dolido por eso, pero cuando se tuvo una posibilidad y no se la aprovechó, puede parecer más doloroso aun, ¿no? —Sí, y te explico: cuando salió el diario, al segundo día me di cuenta de que algo estaba pasando. Nosotros vendimos 70 mil ejemplares el primer número. Yo pensaba que íbamos a agotar los 120 mil ejemplares que habíamos colocado. Al cuarto día, estabamos vendiendo 38 mil; el primer jueves el diario vendió 38 mil. Ahí me dije: “Acá está pasando algo grave”, y cuando se produjo, a la semana siguiente, la detención de Yabrán y su posterior suicidio el diario aumentó significativamente la circulación. Otra vez recuperó los 70 mil. Y me dije: “Bueno, ahora la gente probará el diario por un hecho circunstancial y verá que tiene calidad y se quedará...”, y después de eso volvimos a seguir el proceso de deterioro. Entonces, me empecé a preocupar. La primera semana vendimos la publicidad que teníamos prevista. Es decir, se ve que los anunciantes tenían una expectativa, y si esa expecta- ESPECIAL 10 AÑOS - 45 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 tiva hubiera sido satisfecha, habríamos conseguido cumplir nuestro plan, que era de dos años a pérdida con estos números que yo te conté, para recién en el tercer año entrar en punto de equilibrio. Y cuando vi que la publicidad bajaba, bajaba, bajaba, y llegó al 10% de nuestras previsiones y que la venta se estacionaba en 30 mil ejemplares, busqué alternativas de reducción de costos, busqué alternativas de conseguir establecer cuánta inversión iba a ser necesaria para poder cruzar esos dos años, y llegué a la conclusión de que nosotros necesitábamos alrededor de 2 millones de dólares más por mes (a lo largo de dos años esto representaba 25 millones de dólares) y me puse con el mayor esfuerzo a tratar de conseguirlos de la única manera que me parecía lícito: con recursos genuinos. Para serte sincero, traté hasta el último minuto de vender nuestra empresa en Brasil, que vende mucho más que esa cifra, pero estaba dispuesto a venderla para continuar con el diario. Y hasta el último minuto traté de conseguir eso; tenía expectativas de conseguirlo pero no lo logré. También sabía, además, que pasado el 31 de julio no iba a tener condiciones para responder financieramente a todas las demandas que iba a tener. Y por tanto, no me parecía serio colocar todo el resto de la empresa en una situación de riesgo financiero, y yo quería financiar con recursos genuinos. Tampoco me parecía serio salir a buscar socios. Entonces, hasta dos días antes del cierre del diario, yo estaba con la ilusión de continuarlo, aunque el martes anterior recibí la última respuesta con respecto a que no había un interesado para comprar nuestra editorial en Brasil, en los tiempos en que yo lo necesitaba. Pero estaba dispuesto, a pesar de la oposición de la estructura corporativa de Perfil, que me decía que no se podía cambiar dio lo de las cintas grabadas clandestinamente. Digamos, estas dos cosas, ¿afectaron tu proyecto? —Creo que son coherentes. Son coherentes con el proyecto. Probablemente, todo el proyecto esté viciado de nulidad, que haya errores estructurales en la concepción. O sea, yo plantee un diario que fuera antidemagógico y que se planteara una neutralidad informativa, que no fuera que ver con la falta de tiempo. Creo que el factor tiempo... El otro día un director muy sagazmente me decía que sería mejor hacer un diario, que en vez de que costara cincuenta centavos, costara dos pesos, pero para ni ser leído. Como si fuera una pastilla... —Con las informaciones muy cortas, digamos. —O con esa cantidad... sería una fantasía... O sea, tomás una pastilla y leíste todo eso. nada está exento de error. La virtud reside en cuánto antes uno lo corrige”. Entonces, desde el punto de vista de todos los medios de comunicación en Argentina durante el gobierno militar, todos tuvieron comportamientos criticables. Pero hay grados, hay quienes se dieron cuenta de que el gobierno militar era un desastre en el año ’79, hay quienes se dieron cuenta recién en el año ’82, y hay quienes se dieron “Necesito hacer una catarsis y descubrir en qué cosas me equivoqué.” “Planteé un diario antidemagógico. Eso pudo confundir a alguno de los lectores.” un negocio seguro y excelente como es el de la empresa que tenemos en Brasil por un negocio incierto como era el diario. Sin embargo, yo quería hacerlo. Entonces, quizá la sorpresa fue que a mí siempre se me veía con ganas de seguir. Siempre las tuve. Nada me gustaría más en este momento que estar cerrando la edición del diario. —Dos preguntas. ¿Te afectó esa publicidad que decía “Donde se dijo tal cosa, se debió decir...”?, ¿te afectó mucho frente a tus competidores? ¿Lo considerás un error? Y el otro tema al que vos aludís en tu explicación, es el tema de los hijos de De la Rúa, ¿no? En tu diario se me pusieron a disposición del Poder Ejecutivo. Digo, cuando a mí me dan el premio Moors Cabot en Columbia, lo que remarcan es casualmente eso, que hubo distintas actitudes frente al gobierno militar. Ninguna perfecta, pero tiene un problema de grado, y que dentro de ese grado fue Editorial Perfil la que tuvo una actitud en promedio más adecuada. —Jorge, una pregunta por sí o por no, porque no tenemos mucho tiempo: ¿PERFIL vuelve a salir? —Mirá, yo lo coloqué en el diario. La gente cree que es una utopía. Nosotros tenemos –co- ILUSION. “Yo lo coloqué en el diario. La gente cree que es una utopía, pero PERFIL va a volver a salir, Demorará años, no meses, pero seguramente lo haré. Es un proceso científico de prueba y error.” opositor a alguien sino que se planteara que todos los políticos tenían que ser juzgados desde el prisma del país normal. Entonces, si era grave, en su momento, que la hija de Menem se copiara, tiene que ser también grave que los hijos de De la Rúa pudieran realizar tráfico de influencias. Independientemente de la simpatía que yo le tenga a De la Rúa. Y este exceso de neutralidad, probablemente, confundió a algunos lectores. Pero yo creo que el mayor problema tiene Se podría pagar el doble porque te ahorra todo ese tiempo. Esto parte de un valor tiempo. El valor tiempo es el valor más escaso. La gente está bombardeada por cantidad de alternativas mediáticas, entonces, el tiempo es el valor más escaso. La primera campaña publicitaria sí me generó problemas con los colegas. Algunos recordaron artículos que yo había publicado en los años ’78 y ’77. Yo le doy respuesta en el editorial, donde digo que “en realidad, para este diario evolucionista, cuenta cuando los militares se dieron cuenta, cuando recién se fueron, o en los últimos seis meses. Aquel artículo que me recuerdan, de la época del Mundial de fútbol, en un clima muy particular que estaba Argentina... se olvidan de mencionar que 6 meses después a mí me secuestran, por orden de un general, y estoy desaparecido, detenido en El Olimpo durante una semana. Se olvidan de decir que después, seis veces me clausuraron La Semana, y que en el año ’83 mo te comentaba recién en el corte– una infraestructura, una gráfica armada. Con tecnología de primer nivel que está intacta. Y que no sirve para ninguna otra cosa que no sea para sacar un diario. No podés imprimir ninguna otra cosa que no sea un diario como este que no sea de calidad, a color, en este papel. No sirve para hacer revistas, no sirve para hacer nada más. Y tenemos toda la logística intacta. Yo preferí algo: “No voy degradar este producto”; preferí, creo, suspenderlo con dignidad y con una calidad maravillosa. Yo sigo pensando que PERFIL, desde mi gusto, es el mejor diario, o fue el mejor diario en sus breves 84 días. Pero, al mismo tiempo, tengo que reconocer que al no tener el éxito... el suceso que nosotros esperábamos, yo necesito hacer una catarsis y descubrir en qué me equivoqué. Cosa que, desde el punto de vista del producto, no logro pasar del factor tiempo. Y, probablemente, cuando reconstruyamos el músculo financiero, y cuando en algún tiempo –te hablo de años, no estoy hablando de meses– logre realizar los activos que desee realizar en el tiempo que me permitan continuarlo, seguramente. Yo llevo 25 años en redacciones, no sé hacer otra cosa, amo estar en una redacción, y quiero sacar un diario. Voy a intentarlo. Te quiero contar esto: antes de sacar Noticias, yo cerré tres revistas, magazines que no me funcionaron. La primera vez que fui a Brasil, tampoco funcionó. La primera vez que saqué una revista femenina, tampoco funcionó. Saqué tres revistas femeninas antes de llegar a Luna. Antes que sacara Caras salieron dos revistas: Fama y Vidriera, que no funcionaron. Como el método científico, era un proceso de prueba y error, prueba y error, y aproximaciones sucesivas. —El próximo diario va a ser un éxito. —(Sonrisas) Muchas gracias. Si puedo intentarlo, lo voy a intentar. No te quepa ninguna duda. ■ 46 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL LA SECCION QUADRUM Personajes de la realidad vistos como verdaderas obras de arte Caracterizados protagonistas de la vida argentina durante el año 1998 fueron incorporados por la mano mágica del director de Arte, Pablo Temes, a reconocidas pinturas de la pinacoteca universal. Con las disculpas que merecen los geniales artistas que alumbraron cuadros excepcionales, PERFIL se ocupó con respeto e imaginación de incorporar estos rostros inequívocos de la política y de la farándula a un ámbito poco usual. Rafael cedió un espacio para Carlos Corach, Carlos Menem y Alberto Kohan. Eduardo Menem, por Goya. Armando Gostanian, por Velázquez. Claudia Bello, por Van Dongen. Velázquez vuelve a ser utilizado para ilustrar al ex presidente Menem y a los entonces jueces Norberto Oyarbide, Francisco Trovato y Carlos Branca. FIRMAS Y CARAS QUE DEJAN SU MARCA. ESPECIAL 10 AÑOS - 47 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 Omar Fassi Lavalle y su esposa, Liz, cuentan monedas en un cuadro de Holbein. Mientras que Susana Giménez, su pareja de entonces, Jorge “Corcho” Rodríguez, y su socio, el ya fallecido Rodolfo Galimberti, trataban de encontrar una salida al entuerto de los juegos telefónicos, según un almuerzo campestre de Manet. MIRADAS QUE LO DICEN TODO. El ex ministro Carlos Corach, en “la mano” de Velázquez. El vía crucis de la sindicalista docente Marta Maffei, por El Greco. El ex juez de la mayoría automática de la Corte Suprema Rodolfo Barra, también por Velázquez. Y de una obra de Rubens surge el inconfundible rostro del ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton. MAS Y MAS. 48 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL RENOVACION INCONDICIONAL Y sí, es amor F ue amor a primera vista. Demasiado racional, o reprimido, vaya uno a saber, en aquellos tiempos solía burlarme de esos excesivos guiones de las telenovelas venezolanas. Pero en un par de meses se me cayó la teoría al diablo: me enamoré a primera vista, de una mujer de ojos verdes y de un diario que era puro color. Lo supe a los 10 segundos. No terminaron tan bien ambas historias, pero valieron todas las penas. El amor es así. No quería irme de Tucumán, donde dirigía un grupo de prensa. Estaba cómodo, feliz. Pero charlar más de media hora con Fontevecchia es... todo un tema. El hombre me conoce desde hace muchos años; pero también parece conocer desde siempre a todo HUGO ASCH* aquel que pretenda seducir pa- imposible entre el diario más ra que se sume a sus proyectos. lindo del mundo y el impiadoMe convenció. Dije que no un so país de las crisis perpetuas. par de veces, como esas chicas Y un día volvió. Nadie le creía histéricas de maa Fontevecchia, nual, pero finalque mantuvo No importa mente llegué a la ese monstruo redacción de la dónde esté. Estoy alemán de casi mano de Daniel metros de alenamorado de este 13 Pliner, uno de los tura imprimiendirectores adjundiario, aquí y en do otros diarios; tos. Entré y abrí la pero lo sacó de todas partes boca, como chico nuevo, nomás. en Disneyworld. En 2005 yo es“¡Wow, esto es el siglo XXI!”, taba haciendo una revista de pensé. Parecía, nomás. moda en Canal 9 pero quise esFue hermoso mientras duró, cribir. Quería ser, desde afuera, como las bellas pasiones. un amante de mi viejo amor. Y hablé y hablé durante ocho Pasó el tiempo y después de largos años de ese romance esas cartas de amor... otro ca- samiento. Prosecretario de redacción, dice la libreta. No sé lo que pueda durar esta formalidad. Los amores profundos, sí: eso es para siempre. Así fue siempre con la Editorial Perfil, y mucho más con el diario. El hombre elige, ésa es su libertad. Sartre dice que la existencia precede a la esencia: somos lo que hacemos. Lo vivido. Estamos condenados a ser libres para seguir siendo. Ese existencialismo está presente en PERFIL. Se hace y hace, para ser y para seguir siendo. No importa dónde esté hoy, ni mañana. Si me quede o me vaya o regrese, siempre. Estoy enamorado de este diario, aquí, allá y en todas partes. ■ *Editor de PERFIL en 1998. CEDOC PERFIL Marcas de época FERNANDO J. RUIZ* E n los setenta fue La Opinión, en los ochenta Página/12 y en los noventa le tocó a ese primer y recordado PERFIL. Siempre hay un diario que marca época y sintetiza nuevos valores culturales y profesionales. Aquella apuesta de varios millones de dólares de Jorge Fontevecchia renovó al periodismo y también a la empresa periodística. El ADN de PERFIL fue el cambio. En el acto de presentación del diario en 1998 estuvieron Jacobo Timerman y Alan Neurath, creador del USA Today, quizás el último modelo de diario exitoso inventado en Estados Unidos. En esa línea, el primer PERFIL hizo muchas cosas: hacer periodismo contra todos y no sólo sobre los “enemigos” ideológicos; hacer más periodismo de ideas; intentar cambiar la empresa periodística (en su Manual de Estilo dice: “Resulta inútil discurrir sobre ética periodística sin analizar la ética empresaria”); o transparentar la información (incorporó una sección de Medios, Pretendió perforar una máxima de la censura social: la esperanza no se investiga REDACCION. Más de 200 periodistas componían el staff permanente del diario. El volumen era similar al de Clarín o La Nación. LA MISTICA De estreno S i no me equivoco era el 5 de enero de 1998 y llovía fuerte. Un grupo de periodistas, menos de una docena, nos reunimos en cierta dirección de la calle Chacabuco. Curtidos en la escuela del escepticismo y la prescindencia, disimulábamos como podíamos todo rasgo de emoción. No sólo íbamos a fundar un diario: también inaugurábamos un edificio. La planta baja estaba sin terminar, tuvimos que hacer equilibrio sobre unas tablas puestas en forma precaria para que pudiéramos llegar a los ascensores. Y así, casi sin hablar, subimos hasta el piso 13, un espacio gigantesco donde todo era blanco, nuevo y lleno de luz. El aire CECILIA ABSATZ* acondicionado todavía no es- hacerse; se discutían criterios, taba instalado, pero nadie se temáticas, estilos. El director, quejó del calor. por ejemplo, mostraba cierto Quien suscribe nunca había estupor por los apodos de los trabajado en un diario. Desco- jugadores de fútbol. De hecho, nocía los ateneos le parecía poco y espectaculares elegante llamar Fue una debates que se P i o j o, M o n o experiencia de producían bajo el o Burro a un misterioso nomciudadano que alto voltaje, algo bre de “reunioademás era una muy bueno nes de blanco”. figura nacional. Esos mediodías Se incorpo mientras duró se convirtieron raron nuevos en una rutina editores y más apasionante y también en un periodistas; se designaron codesafío profesional de alta rresponsales en el extranjero. exposición. Todo estaba por Hubo secciones nuevas, sofisti- cadas, ambiciosas. Trabajamos doce, catorce horas diarias estimulados por la más potente de las drogas: la mística. Y el 10 de mayo salimos a la calle. Hubo errores, por supuesto, en mi sección más que en otras. Pero el diario era, sigo creyendo hasta hoy, un lujo. En mi suplemento (Espectáculos) trabajaban, entre otros, Osvaldo Bazán, Jorge Novoa, Norberto Chab y Marcelo Fernández Bitar. Mi jefe era Daniel Pliner, que me educaba a los tortazos, estilo Clint Eastwood. El diario PERFIL del ’98 fue una experiencia de alto voltaje, algo muy bueno mientras duró. ■ en varias notas se revelaba, y también tenía ombudsman) Lo disfrutamos el tiempo que duró. La actual década está desierta. El nuevo PERFIL y el nuevo Crítica quieren ser “el último diario de papel” –expresión lanatista– pero es posible que ese trono sea para Página/12, pues es el único que en los últimos treinta años cambió el periodismo y pudo sobrevivir, aun con respiración artificial. Una virtud que ostentan todos los medios nuevos es que se diferencian haciendo periodismo sobre los temas tabúes. La investigación de PERFIL sobre Skanska o la de Crítica sobre Papel Prensa dan a los ciudadanos información que estaba solamente en el poder. El primer PERFIL investigó a los hijos de De la Rúa, llamó dictador a Fidel Castro y dijo en su campaña de lanzamiento que Maradona había hecho un gol con la mano. De esa forma, pretendía perforar una de las máximas de la censura social: la esperanza no se investiga. Cada diario nuevo suele ser una bocanada de aire fresco por partida doble: trae nuevo aire al espacio público y da poder a los innovadores internos que hay en todas las redacciones. ■ *Profesor de Comunicación *Editora de PERFIL en 1998. en la Universidad Austral. 50 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL El desdoblamiento de los protagonistas IDENTIKIT Este tan simple como original juego de rostros sumados y contrapuestos en una sola imagen fue creado por el director de Arte de Editorial Perfil, Pablo Temes, y rindió frutos inesperados. Los lectores te- nían que reconocer, y finalmente adivinar, a quién pertenecía cada mitad de la foto del caso. Método mnemotécnico y polémica de por medio, se trataba de establecer identidades, tanto las afines como las dispares, que habíamos reunido en un one shot visual tras largos cabildeos de quiénes y por qué. Naturalmente, por la actualidad de las partes en, fue dicho, su vinculación o su antinomia. AH, LA PELOTA. Carlos Bianchi POLITICA Y COSMETICA. La diputada Claudia Bello y Corach. HERMANOS TRASANDINOS. FOLK, ROCK Y AÑOS. Bob Dylan y José Luis Chilavert. Marcelo Ríos y Guillermo Vilas. y Mick Jagger, ya veteranos. SE NON E VERO. El juez Branca con Trovato en el banquillo. COLORES PRIMARIOS. Bill VECINOS O NO. Collor de Melo y DOS A QUERERSE. Cúneo IMPARES PERO PARES. Decibe UNA DE CAL, UNA DE ARENA. Libarona y el juez Oyarbide. y Meijide, señoras educadas. Ramón Díaz y el Bambino Veira. OJO CON EL FMI. Miss Teresa AL FIN JUNTOS. Granillo MARIDOS ILUSTRES. Alejandro Gravier y Huberto Roviralta. GOLES SON AMORES. Mauricio HEROES EN ACCION. Moreno Ocampo y Eduardo Menem. LE CRECIO LA NARIZ. Carlos PIE VELOZ. El chileno Marcelo COMIERON PERDICES. Valeria SAN RATING. Marcelo Tinelli y ADIOS DEL PADRINO. Yabrán y Jorge Yoma, que no se la cree. Clinton y John Travolta, al cine. Terminassian y Erman González. Menem fue Pinocho en EE.UU. el general Domingo Bussi. Salas y el Pájaro Caniggia. Mazza y Alejandro Gravier. Macri y don Julio Grondona. Susana Giménez, imbatibles. Ocampo y Pierce Brosnan. 52 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL LAZOS FAMILIARES El cuento del tío N o cometeré la imprudencia de repetir hasta el hartazgo toda la historia que me une a PERFIL desde hace 25 años. De hecho ya hallarán parte de mis testimonios en otras páginas de este suplemento. Aunque sí, es importante para que el lector comprenda mejor, situarnos en 1995. En los prolegómenos de la gestación del diario PERFIL. Para mí significó el desafío profesional más importante de mi carrera, aún mayor que el de diseñar Noticias y otras tantas revistas. Fueron más de dos años de elaborar cientos y cientos de diseños. Una y otra vez, le recordaba a Jorge Fontevecchia que si él era el padre natural del diario mi lazo familiar era el de un tío. Sin embargo, la vida del diario PERFIL, como muchos de los lectores saben, fue efímera. Sólo tres meses. Tres maravillosos meses de estrés, angustia, alegría y orgullo. Luego del cierre del diario sobrevino una etapa algo errática en todos nosotros. De cierto duelo y reflexión. Cuando Jorge Fontevecchia anuncia el relanzamiento del diario, en abril de 2005, el efecto fue automático. Comencé a recibir decenas de llamados a mi casa, felicitándome por el regreso de “mi sobrino” al mundo de los medios y la posibilidad de poder volver a ser su director de Arte. Esta es la parte de la historia que hace ¡clack! y narra por sí sola la identificación mía vista por los demás, con diario PERFIL. Mi respuesta se repetía una y otra vez: “No estoy más en PERFIL”, tenía mi estudio, mis clientes y mi manejo de JOSE PABLO TEMES* FOTOS: CEDOC PERFIL LECTURA. El primer ejemplar de PERFIL, en manos de uno de sus miles de lectores. los tiempos de otro modo. Al poco tiempo, recibo la propuesta oficial, a través de Claudio Gurmindo, de volver a dirigir el equipo de Arte del diario. Me tomé un tiempo para pensarlo. Mis interrogantes eran: 1- Si mi bien más preciable es mi tiempo, mis ratos de ocio creativo, poder pintar y recorrer tranquilamente galerías de arte, poder elegir a mis clientes y, a la vez, seleccionar aquellos trabajos que prefiero por sobre otros. 2- ¿Por qué debería volver a sentarme en una redacción durante más de 9 horas por día? 3- ¿Había alguna causa que me incitara a volver a cargar de adrenalina y stress mi vida? 4- ¿Por qué motivo tendría que estar tan decidido a participar de discusiones interminables en la edición de notas, fotos, infografías, ilustraciones…? 5- ¿Había algún motivo para sacrificar los fines de semana, tan caros para el resto de los mortales? Y, obviamente, no había mucho que pensar. La respuesta fue sí, acepto. Y volví. Volví porque sentía un compromiso ético y moral con ese diario. Volví a pesar de todo y de muchos. Volví a cuidar a “mi sobrino” (hijo natural de Jorge Fonteveccchia). A aquel ahijado, que sólo sobrevivió tres meses, había que enseñarle a caminar una vez más. Sentí que debía estar allí, a pesar del dolor que significó la experiencia de 1998. Esto como verán es lo que denomino “el cuento del tío”. Hoy PERFIL está más crecido. Con orgullo disfruto y sufro por igual cada uno de sus cierres. Gozo con el alto juicio que tienen de él los lectores. Volví. A pesar de los golpes, los años y los fracasos, volví. Creo que valió la pena. ¿No es cierto, “sobrino”? ■ * Director de Arte en 1998 y ahora. DECENCIA C uando aquel PERFIL comenzó a concebirse y se me invitó como columnista, tuve un ataque de incertidumbre. Ese otoño de 1998 yo conducía mis programas en Radio del Plata y en televisión. Cuando PERFIL me dijo que la columna semanal era de tema libre, la duda cartesiana se me hizo abrumadora. ¿Volver a ser internacionalista, como en Análisis, Reuter’s, El Descamisado, El Cronista Comercial y The Associated Press? De regreso del exilio, mi pasión por los asuntos del planeta me había llevado a terminar la maestría en relaciones internacionales de Flacso, pero algo ya me decía que esa pasión era un poco melancólica. Ante mis dudas y mi voluntad de no regresar a los temas internacionales, PERFIL me sugirió que me zambullera a la pileta de las envidias, competencias, rivalidades y odios del gremio. Acepté escribir una columna sobre periodismo, sin trabas ni limitaciones, destinada a evaluar de manera crítica diarios, radio, libros y TV. Así, PERFIL me hizo columnista de temas de mi propio oficio, hurgador profesional de nidos viperinos y tejemanejes opacos en una profesión dada a golpearse el pecho en su compromiso de transparencia, pero neuróticamente irritable cuando se trata de enumerar sus errores, horrores, incompetencias y limitaciones. Pavos reales PEPE ELIASCHEV * ORGANIZACION. Detrás de un diario, se esconde un esquema de trabajo necesario. Faltaban cinco años para que los Kirchner nos vinieran a dar lecciones, con los dedos levantados, sobre la “falta de autocrítica” del periodismo, cuando, luego de recorrer un amplio espectro de casos en los que advertía casos de mala praxis, negligencia y chapucería en mis colegas, me ocupé de PERFIL. Molesto por una nota que acusaba a los hijos de Fernando de la Rúa de comprar exámenes en la Facultad de Derecho, a partir de grabaciones que me resultaban truchas y carentes de certificación sustentable (o sea, clan- destinas), cargué contra el periodismo “de capucha”. Acusé a PERFIL de usar desde el periodismo las técnicas del terror de estado. La nota se tituló “Nuestro romance con la ilegalidad” y se publicó el 8 de junio de 1998. El diario se tomó su tiempo. La respuesta firmada vino recién el 14 de junio, de la mano del ombudsman Abel González (“PERFIL y la libertad de pluma”), que con dureza pero implacable decoro, me replicó desde las mismas páginas y en la misma sección en las que yo había sacudido al diario, inolvidable lección de pluralismo. Lleno de limitaciones y errores, nuestro oficio permite estos destellos de libertad adulta. PERFIL, en particular, ha sido y es escenario propicio para esta idea apasionante, la libertad. En esa primera etapa escribían semanalmente, sin temor de trabajar para “generales mediáticos”, altos funcionarios del actual Gobierno, cuyo nombre no cito por pudor. Ese mérito formidable de PERFIL me reconcilia un poco con las amarguras que nuestra profesión depara a quienes, aún a riesgo de ser calificados de “pavos reales”, seguimos pensando que la decencia es posible en el negocio de los medios. ■ * Columnista de PERFIL en 1998 y ahora. 54 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL LA METAMORFOSIS Caras y caretas detrás de la actualidad Ya en 1998, el diario innovó en la presentación de las imágenes a través de múltiples entradas. Y en la contratapa impuso un sello distintivo: la metamorfosis, a través de la cual los personajes de hechos que marcan la agenda periodística se vinculan visualmente. Los protagonistas de la Argentina y el mundo pasaron y pasan por ese tamiz. El recurso, novedoso, tuvo tanto peso hace diez años que se mantiene en las actuales ediciones de PERFIL, tanto de sábado como de domingo. Otra variante periodística para observar y analizar la realidad con ironía y creatividad. DE JUECES Y JUECES. El federal Adolfo Bagnasco y el español Baltasar Garzón. ESCONDIDOS. El entonces juez Hernán Bernasconi y el ya fallecido Alfredo Yabrán. SOCIALES. Eva Duarte de Perón y el ex ministro de Desarrollo Social Palito Ortega. MULTICASADAS. La argentina Susana Giménez y la norteamericana Elizabeth Taylor. OTRO, PERO EL MISMO. Carlos Menem, post-avispa en la Rosada y antes en La Rioja. WINNERS. Ex goleador Gabriel Batistuta y ex secretario de Turismo Omar Fassi Lavalle. GALANES. Diego Armando Maradona y el astro cinematográfico Leonardo DiCaprio. TELEVISIVO. Santo Biasatti, conductor de informativos, y Marcelo Tinelli, el Sr. Show. MAGISTRADA. La fallecida camarista Riva Aramayo y la jueza federal Servini de Cubría. PISTOLAS. El ex presidente cubano Fidel Castro y el “vaquero” del cine John Wayne. NO TAN SANTITOS. Ex presidente Bill Clinton y el actor inglés Roger Moore. PALO Y ASTILLA. Marcela Tinayre y su madre, Mirtha Legrand, dueña de los almuerzos. 56 - ESPECIAL 10 AÑOS Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL La sorpresiva contratapa de despedida EL FINAL DE LA PRIMERA ETAPA El 31 de julio de 1998, en la edición número 84, Jorge Fontevecchia decidió cambiar el artículo que estaba previsto inicialmente. Lo reemplazó por el texto en el que explicaba la decisión de discontinuar las ediciones diarias de PERFIL. Una década después y a la luz de la reaparición del diario, esa contratapa adquiere otro valor. Un documento que marca a fuego la historia de esta publicación y permite comprender el origen y realización de esta nueva etapa. 58 - ESPECIAL 10 AÑOS CONFLICTO. Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL El intempestivo final de PERFIL el último día del mes de julio de 1998 dejó sin trabajo a gran cantidad de personas, que tomaron el edificio de la editorial. La autopsia periodística para explicar por qué no funcionó ANALISIS RESERVADO DEL OMBUDSMAN TRAS EL CIERRE He aquí el excepcional balance redactado por el ombudsman de PERFIL en 1998, apenas cerrado el diario. Paso a paso, con profundidad inusual y sinceri- ABEL GONZALEZ 1. Metodología Este informe se basa en distintas fuentes, que paso a enumerar: a) contacto diario con los lectores a través de cartas, faxes, conversaciones telefónicas, correo electrónico y entrevistas personales; b) charlas con periodistas de otros medios (gráfica, radio y televisión), muchos de los cuales me hicieron entrevistas para que hablara de PERFIL; c) conversaciones con redactores, jefes y editores de dad a prueba de excusas, Abel González instituyó con aquel informe una auténtica exhumación de intenciones, esfuerzos y resultados, donde es, hoy más que PERFIL; d) acabada lectura de la colección completa del diario, apreciaciones y conclusiones propias. 2. Introducción y objetivos Esta no es la autopsia de un fracaso sino la descripción de una fascinante experiencia que, por diversas razones (que luego se verán), debió ser interrumpida abruptamente. Es indudable que PERFIL produjo un profundo impacto en la sociedad argentina y que su breve nunca, aleccionador repasar los ítems de una despareja preocupación por las libertades de expresión y mercado, sin sopesar el real interés del público. trayectoria será recordada por periodistas y especialistas en medios durante largos años. En este informe demostraremos que, a pesar de haber nacido –creemos– fuera de un favorable tiempo histórico y de no alcanzar casi ninguna de las metas fijadas, PERFIL puede ser considerado, en gran medida, un producto francamente exitoso. Quizás hubo en su gestación, y sobre todo en su instrumentación, eventuales circunstancias que lo hicieron fracasar como negocio. Es probable que se cometieran, sobre la marcha, muchos errores debido a múltiples impericias y a un exceso de voluntarismo en variados sectores. Es factible, también, que no se lograra una inserción adecuada en círculos más amplios de lectores (única cosa que justificaba su aparición) porque su postura fáctica frente a los acontecimientos resultó muchas veces ambigua y hasta contradictoria con los principios declarados. Aunque a la larga podría haber mejorado –dado que tenía todas las condiciones como para hacerlo, con un staff de lujo–, lo cierto es que en el corto plazo no respondió a las expectativas creadas. Desde el comienzo dejó de lado a grandes sectores de opinión y pagó un elevado precio al querer imponer una agenda propia (y un estilo típico de sectores más esclarecidos y por lo tanto más reducidos) a una sociedad cuyas demandas pasan actualmente por otro lado. El mensaje de modernidad y progresismo (el mundo interrelacionado, la globalidad, el horizonte cibernético, la apertura de una nueva etapa histórica, una sociedad más liberal, tolerante e inteligente) chocó con la realidad y eso alejó a mucha gente. Aunque despertó grandes fidelidades... los corazones que ganó resultaron pocos... y la mayor parte de ellos fueron inadecuados. De todas formas, como se verá en el capítulo correspondiente, las huellas que dejó fueron muy profundas y abrió enormes posibilidades que podrían concretarse en algún momento futuro. ESPECIAL 10 AÑOS - 59 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 FOTOS: CEDOC PERFIL 3. El progresismo de PERFIL Pensado para ser un diario de referencia, PERFIL –como se dice en el Manual de Estilo, página 54– salió a buscar un lector “contemporáneo, cosmopolita, ya informado. Un lector crítico que espera un valor agregado en la oferta de información, para quien es prioritario captar las claves de la época ya que es consciente de su relevancia para la anticipación necesaria del suceder. Quiere ser partícipe del debate de ideas y construir su punto de vista con información relevante que se eleve de lo anecdótico hacia lo conceptual, corriendo el velo de las apariencias”. ¿Consiguió PERFIL ese lector? Según mi experiencia, lo logró en muy pequeña medida. ¿Cuáles fueron las causas para que ese objetivo no se cumpliera acabadamente? La mayoría de los lectores que se comunicaron conmigo era gente grande (más de 50 años, gustaba el tono marcadamente digresivo de los textos. Les resultaba difícil distinguir los recuadros, donde habitualmente los diarios efectúan el análisis de la noticia, del resto de los comentarios. Por otra parte es cierto, como señalaron muchos, que todos los textos, y aun los copetes y hasta los epígrafes, estaban cargados de opinión. Se nos señaló, reiteradas veces, que las firmas de los periodistas se duplicaban y hasta triplicaban en una misma página, lo cual causaba bastante confusión, ya que es de uso corriente que quienes analicen la noticia sean los periodistas especializados y no los noteros o los cronistas que cuentan los hechos. Si la noticia y el recuadro son del mismo autor, si en ambos se tejen opiniones que muchas veces se repiten, como ocurrió en PERFIL no pocas veces, el lector se ve obligado a leer todo y no sabe bien cuál es la parte conceptual y cuál la parte des- ¿Cuáles fueron las causas para que el objetivo de PERFIL no se cumpliera? Tal vez sea cierto que los editores no dispusieron de suficientes recursos humanos gran proporción de jubilados, funcionarios jerárquicos o comerciantes minoristas), que encontraron en el diario abundante lectura en que ocupar su tiempo y su curiosidad. Es decir que no leían el diario para anticiparse a los hechos y operar en consecuencia... El abigarramiento de textos, la longitud de las noticias, la ausencia de facilitadores de lectura, la poca síntesis expositiva, el subido tono analítico de las notas de opinión (a veces más propio del ensayo o del libro que del periódico) expulsaron al lector joven y a otros sectores consumidores de diarios que esperaban verse reflejados en sus páginas. Una gran proporción de los que hablaron conmigo para quejarse de algo o para reclamar el abordaje de algunos temas faltantes manifestó una gran ambivalencia frente al diario. Por un lado, les resultaba atractivo desde el punto de vista formal, pero, por otro, les dis- criptiva. Como eso, obviamente, no formó parte de un estilo deliberado, sino que más bien se lo señaló en el Manual como algo que debía evitarse, se llega a la conclusión de que, si eso ocurrió, así fue por impericia o por la acumulación de tareas que impidieron una edición más rigurosa de los textos. Tal vez sea cierto que los editores (según manifestaron algunos de ellos) no dispusieron de los recursos humanos suficientes como para poder cumplir esa tarea de un modo más eficaz. Estas circunstancias nos llevan a formular una pregunta antes de pasar a analizar el tiempo histórico y el entorno político en los cuales apareció PERFIL. ¿Era posible editar todos los días un diario de la magnitud de PERFIL con el material humano y el presupuesto disponibles? La respuesta es que sí, pero que no era sustentable. Puede ser que los recursos hayan sido insuficientes para elaborar un producto tan INDUSTRIAL. Pese al cierre de hace una década, la empresa mantuvo sus activos de impresión. 60 - ESPECIAL 10 AÑOS nicaciones, la fibra óptica, la superconductividad... produjeron, al menos en esta etapa inicial del desarrollo de las nuevas tecnologías, más exclusiones que beneficios sociales. La tesis tatcherista de que el fin del Estado protector iba a traducirse en una mejoría de todos los diario profesó claramente, sino más bien a la distancia, rayana casi en la indiferencia, que –sin quererlo– tomó frente a los problemas de la gente común. Al privilegiar lo general sobre lo particular expresó una cosmovisión que no se compadeció con eso que llya Prigogine llama Hay muchos ejemplos prácticos de esto que digo. El avalúo inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires, que afecta a cientos y cientos de pequeños propietarios (que es lo individual), no mereció ni siquiera una línea de texto en el diario. En cambio, las megafusiones de compañías Evolución de la venta de ejemplares y de publicidad 80.000 Publicidad Promedio diario por semana. En pesos. 46.100 PUBLICIDAD 50.000 EJEMPLARES sofisticado, y que eso debió ser compensado por un esfuerzo desmesurado por parte de todo el personal... pero también es verdad que en muchos sectores se careció de la experiencia necesaria para hacer un diario de mayor calidad, más ágil, más imaginativo, más astuto y más creíble. El diario apareció en un momento difícil, no obstante lo cual produjo un alto impacto en la sociedad. A partir de su moderno diseño de avanzada, elegante, relativamente silencioso, transmitió un mensaje que sólo fue aceptado por una pequeña proporción de sus potenciales consumidores. El liberalismo y el pluralismo de que hizo gala desde su inicio (ver el suplemento Económico número uno; el personaje reporteado fue el empresario Macri) actuaron en contra de una difusión más masiva. Los reproches que hemos escuchado de muchísimos lectores (a través de unos diez contactos diarios durante casi tres meses) podrían sintetizarse en una frase que nos dijo uno de ellos: “PERFIL se congratula de sus defectos y sin darse cuenta los convierte en cualidades”. El diario salió a transmitir una idea de progreso que hace diez años hubiese sido recibida con entusiasmo. En ese entonces, con el liberalismo en auge, la creencia de que la política de mercado era una puerta abierta al progreso individual de cada uno ilusionó a vastas capas de la sociedad. Eso explica el éxito de las revistas de divulgación científica, que en la Argentina llegaron a vender (hace una década) 500 mil ejemplares mensuales. Estas revistas le “vendieron” a la gente un mensaje muy optimista, mostrándoles el cambiante, vertiginoso mundo del futuro que no tardaría en llegar para todos. Esas revistas, y esas ilusiones, ya no existen porque los sueños que anunciaban nunca se cumplieron. El atraso, la degradación de la vida comunitaria, la desvalorización del trabajo y la exclusión social escandalosa las hicieron poco creíbles y las que aún sobreviven se transformaron en reductos de minorías. Todavía hoy, hay quienes siguen confundiendo la real modificación de las estructuras sociales, científicas y tecnológicas con los síntomas del progreso. Lo mismo le pasó a Charles Darwin, en sus últimos trabajos, cuando afirmó que la evolución de las especies conducía siempre a etapas más altas de perfección. Ahora se sabe que las especies se modifican por azar y que la evolución progresiva es algo absolutamente aleatorio. Por eso, ningún biólogo habla actualmente de progreso evolutivo. Solamente los pocos darwinistas sociales que quedan –herederos del precepto spengleriano de la supervivencia del más fuerte, adoptado como lema por el capitalismo salvaje– le imaginan un sentido a la naturaleza. La globalidad, la cibernética, la proliferación de las computadoras, la robótica, las nuevas formas de producción, la velocidad de las comu- Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL Ejemplares Promedio diario por semana. 70.000 44.800 65.700 60.000 41.000 40.000 50.000 35.400 40.000 30.300 29.800 30.000 28.700 29.000 27.000 23.900 20.300 19.300 26.100 20.900 20.000 16.600 15.300 12.400 11.000 10.500 10.300 20.000 1 2 3 4 30.000 27.500 27.500 5 6 7 8 9 10 11 13.600 10.000 12 SEMANAS Infografía: S.U. DEPOSITO. Las bobinas de papel para diario se apilaban para ser utilizadas en las ediciones diarias. sectores sociales está en crisis en todo el mundo. Como ideología, el fundamentalismo liberal se encuentra en retirada y ya nadie habla de Francis Fukuyama sino de Jeremy Rifkin y de Viviane Forrester. Como tampoco se piensa más en Lenin o en Stalin pero sí, en Bernstein y Lassalle. Eso explica, como hemos dicho, que en países emergentes como la Argentina las revistas de divulgación científica hayan casi desaparecido y la gente ya no se ilusione más con la vaga idea del progreso. El diario PERFIL mostró –en este sentido– una postura que, según la experiencia que recogí en mis contactos con los lectores, pareció fuera de época. Me refiero no sólo al liberalismo económico, que el “la flecha del tiempo”: es decir, el rumbo cambiante de la complejidad, la indeterminación y el caos en la formación de las estructuras sociales. Así, se mostró estático a pesar de que quiso ser actual y moderno... y El diario PERFIL mostró una postura que a los lectores les pareció fuera de época entonces, sin buscarlo, se distanció de los individuos. Que son quienes forman las mayorías y quienes, finalmente, compran los diarios. internacionales (que es lo general) ocuparon páginas y páginas en la sección Economía, día tras día. Otro caso fueron los intereses que cobran las tarjetas de créditos, donde la opinión de los usuarios (otra vez lo individual) quedó de lado frente al análisis del negocio (otra vez lo general). Quizá por esta manera de ver la historia es que no hubo investigaciones sobre temas cruciales para la sociedad moderna, como el fin del trabajo o de qué modo evolucionará el mercado laboral para los jóvenes en este fin de milenio. En ningún momento se analizaron las numerosas tensiones sociales derivadas de las modificaciones en la economía y en los medios de producción. En Europa y en los Estados Unidos hay una gran discusión (académica y política) sobre estas cuestiones y el diario no las registró. Así, resultó difícil entender un liberalismo y un progresismo cuyos nuevos paradigmas pasan por un lado diferente al proclamado (ver los trabajos de Edgard Morin y André Gorz). Tampoco se explicó adecuadamente la independencia política del diario. Al no tener editoriales, el excesivo pluralismo de sus colaboradores se convirtió en un bumerán. A todos nos gustó, por ejemplo, la columna del primer número sobre Malvinas, de Carlos Escudé, pero dio origen a decenas de protestas y tuve que explicar que ésa, en todo caso, era la opinión de un columnista. La aclaración no alcanzó y muchos nos reprocharon que se abrieran las páginas de PERFIL a quienes “quieren vender nuestra soberanía”. Creo que en los momentos iniciales esas cosas nos hicieron perder muchos lectores entre las personas que no están habituadas a los pensamientos complejos. Me parece un error haberla publicado en el número uno. Su inclusión no sumó sino que restó. Otras columnas de la sección Ideas tampoco se entendieron. Lejos de causar polémica (como tal vez ingenuamente se pretendió) las opiniones de Eduardo Goligorsky sobre la izquierda, por ejemplo, despertaron la antipatía de muchos, según me lo hicieron saber en numerosos contactos. No porque la posición expresada no fuera justa sino porque estaba notoriamente sesgada por los resentimientos del autor, un ex militante del PC. En esta ocasión fuimos tildados de derechistas y hasta de fascistas. También la carta del ex mayor Abete, un carapintada no arrepentido, que dio origen a un comentario adverso en mi columna, causó una indignada repulsa por parte de lectores de todo el país, que me hicieron llegar su descontento. Otros lectores alimentaron la sospecha de que algunos columnistas estaban en connivencia con el menemismo, según dijeron. Señalaron que José Antonio Díaz no pasaba una oportunidad para criticar a la Alianza y especialmente a Fernández Meijide. Fue inútil que yo explicara la independencia de nuestros periodistas y la ecuanimidad con la cual José Antonio analizaba los hechos políticos. No me creyeron. A pesar de que la cobertura sobre los hijos de De la Rúa fue impecable desde el punto de vista periodístico, fue vista también como una “operación de prensa” contra la oposición. Muchos menemistas, por otra parte, nos acusaron de “amarillos” y “poco serios” cuando el diario informó que sectores del gobierno y del masserismo (Octavio Frigerio mediante) se habían unido para lanzar una campaña sucia contra la Alianza (ver número 2). Fue la forma en que se editaron esos temas (y no su contenido) lo que levantó la mayor parte de las críticas. Ocurre que al tener un solo título en la tapa, ESPECIAL 10 AÑOS - 61 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 FOTOS: CEDOC PERFIL rio salió a la calle con muchísimos errores tipográficos, de sintaxis y ortográficos. Eso es algo que los lectores no perdonan, como me lo hicieron saber constantemente. Sobre todo no lo disculparon en un medio como PERFIL, que se caracterizó por la pulcritud de sus formas. Hubo epígrafes cambiados, fotos equivocadas, infografías mal hechas, se mató a personas que están vivas y se hizo resucitar a otras que hace años ya están muertas. Ningún sector del diario (incluso la tapa) se salvó de estos errores, que recorren la colección como un estigma. Se acumularon desde el primer número (cuando en la tapa de El diario salió a la calle con errores tipográficos y hasta con fotos equivocadas CUPULA. Una de las reuniones de editores del diario. Lunghi, Fontevecchia, Martolio, Pliner, Sigal, Absatz y Fernández Díaz, visibles. cualquier cosa sonaba como un cañonazo. El diario, en vez de susurrar, como se quiso, gritaba permanentemente. PERFIL pretendió ser un transmisor del progreso y fuimos catalogados de cavallistas y conservadores; se quiso ser pluralista y se nos motejó de menemistas; se buscó ser independiente del poder y se nos motejó de sensacionalistas. Mi opinión personal es que muchas veces –en el diseño del sumario– hubo un desmedido voluntarismo para tratar de establecer una agenda propia y exclusiva. Además, la excesiva libertad de pluma que acompañó cada una de esas decisiones sonó a disculpas o a oportunis- mo (una de cal y otra de arena, que la gente lo que busca en un una mano lava la otra). Permi- diario es, además de noticias, tir, por ejemplo, que Eliaschev un lugar de pertenencia, un escribiera duramente contra el sitio de referencia que lo ubidiario en el propio diario me que en el mundo. Sintetizando, se podría decir pareció un error No se auscultaron que el diario no muy grande. sintonizó bien Era lógico que las demandas el momento con todo esto los histórico en que lectores se confunde la sociedad salió a la calle dieran, porque ser en tiempos de (las modificamoderno y liberal ciones técnicas no significa que polarización de los modos uno se olvide de de producción los problemas de la gente. Respetar la libertad de y comunicación no se transopinión no implica transformar forman mecánicamente en el diario en un híbrido político progreso; no hay vasos comudifícil de catalogar... sobre todo nicantes entre la riqueza de en los tiempos preelectorales en algunos países y la pobreza de que salió PERFIL. Y ya se sabe otros) ni tampoco auscultó en forma adecuada las demandas de la sociedad argentina (sobre todo en estos tiempos de aguda polarización), que pasan actualmente por un fuerte reclamo de más integración social y justicia distributiva. Si en verdad comprendió todo y no obstante salió a transmitir una posición contra la corriente, entonces se equivocó al creer que en pocos años podía vender 300 mil ejemplares. Tal cual se lo concibió y editó, es justo –y hasta fantástico– que vendiera 30 mil ejemplares. 4. Errores y contradicciones Por una serie de factores (como no tener correctores entrenados desde el comienzo), el dia- Espectáculos se dejó una tipografía de prueba en lugar del texto real que correspondía) y no cesaron nunca. Hasta la grilla del crucigrama salió mal en dos o tres ocasiones. Un lector se burló ácidamente de esto con una frase irónica: escribió que donde decía “palabra de cuatro letras, horizontal”, debió decir “palabra de tres letras, vertical”. El colmo fue el primer número del suplemento Agro: se deslizó un error de ortografía en el chiste gráfico. Muchos lectores juzgaron contradictorias algunas posturas del diario. Por ejemplo, la cobertura que se hizo del caso de Soledad Rosas, la anarquista argentina (líder de los “okupas” italianos) que se suicidó en una cárcel de Turín. Su muerte ocupó 10 páginas en siete ediciones sucesivas (una vez sus fotos en la tapa y dos veces la central completa) donde se abordó su historia con simpatía, dejando el tema político de fondo en la simple anécdota. Un lector señaló que “la Sole” (como se la llamó invariablemente en los textos) integraba un grupo de violentos inadaptados sociales que operan en contra del orden establecido y que no entendía por qué, si eso era así (como incluso lo reconocían los propios protagonistas) el diario los tra- 62 - ESPECIAL 10 AÑOS taba con simpatía en lugar de tá atento a esta vertiente no condenarlos (de hecho, ahora común de la información. Falestán tirando bombas y man- tó audacia (o no hubo tiempo dando explosivos por correo). de desplegarla) para abordar No es que la cobertura no se temas marginales sin abandojustificara; a los lectores que nar los principios generales llamaron les pareció contra- del diario. Quizá, más allá de la dictorio que un diario que, en sección Ideas, se debió incluir su número 19, puso en tapa el un comentario semanal, por siguiente título: “Nace una es- lo menos, que contuviera –en trella: el fondo texano HMT&F todas las secciones– eso que compró un tercio del CEI y los norteamericanos llaman quiere Molinos”, se preocupara trends. Citaré algunos ejemtanto por una noticia que, de no plos. En Cultura, por ejemplo, haber sido protagonizada por no se habló nunca de una nueuna argentina, habría merecido va tendencia mundial llamada apenas unas líneas o un modes- “arte cárnico” (una expresión to comentario en Breves. Algo plástica que trabaja con carne similar ocurrió con el tema de humana, excrementos, sangre los travestis y prostitutas de y cadáveres), del cual hubo una Buenos Aires. Se los contem- pequeña muestra hace poco en pló con indudable simpatía y se Bellas Artes. Quizá eso hubiese le dio al tema una importancia interesado tanto como la elecdesmesurada. Eso también apa- ción del nuevo director del mureció como una ambigüedad seo. En Economía nunca anade PERFIL. No hay coberturas lizaron el libro ¿Cuánta gente inocentes, escribió un lector, puede alimentar el mundo?, de sobre todo cuando se publican Vaclav Smil. Calcula que a meinfografías que incitan a rea- diados del siglo XXI una cifra lizar un tour familiar turístico razonable sería de 12 mil millopor la zona roja. nes de personas si se mantienen En cambio, no hubo cabida las actuales pautas de consumo. en las páginas del diario para Dice que la tecnología y la prolos temas referidos a la educa- ducción crecen más lentamención. Todos los medios publica- te que la población (se agregan ron, por ejemplo, mil millones de No hubo una sorprendente personas cada evaluación escodiez años). Aunreferencias a la lar donde el meque no es un neo educación, ni a jor rendimiento malthusiano, su lo habían tenido es muy la Iglesia, ni a las visión alumnos de una pesimista, pero escuelita pública también aparedes sociales de la Pampa. Los sionante. En la lectores de PERsección PolítiFIL nunca se enteraron. Tam- ca no se dieron noticias de un bién los debates académicos fenómeno creciente que dice sobre la Ley Federal de Educa- mucho de la opinión de la gención estuvieron ausentes. Algo te sobre el Estado y los partidos sorprendente en un medio que políticos. En muchos rincones incluyó varias páginas diarias del país nacen todos los días las de ciencia, medios y cultura. llamadas “redes sociales”, que Otro tanto pasó con las noticias son organizaciones no gubersobre la Iglesia. No se incluye- namentales sin fines de lucro y ron referencias sobre la aper- sin intenciones partidistas. Hay tura de los archivos vaticanos y cientos de ellas en la Argentina, no se dijo nada del importante forman una suerte de Internet documento que firmó Roma social y constituyen una nueva con las iglesias protestantes militancia para muchos sectopara acelerar su unificación, res jóvenes de la clase media. cosa que anula –luego de varios No hacen beneficencia sino un siglos de luchas y guerras– las curioso intercambio de serviconsecuencias cismáticas de cios y productos. Los sociólola Reforma y opaca la figura gos que estudian la marginalide Lutero. Es indudable que dad y la exclusión social saben estas falencias se hubiesen so- cómo actúan estas redes de lucionado con el tiempo, pero contención social. En Ciencia no haber resuelto las posibles no se dijo nada de un informe contradicciones desde el inicio de varios especialistas argentifue dar mucho hándicap a la nos que calcularon los efectos competencia. que se producirían en nuestro Según el gusto de muchos país si la temperatura ambiente lectores –que yo comparto–, fal- aumentara unos pocos grados. taron notas con gracia, temas Nuestro territorio se convertiría divertidos y curiosos, apuntes en un desierto desde el norte de historia que rescataran con hasta más o menos Río Negro, inteligencia crítica la memoria y la Patagonia se volvería férde sitios y personajes, algunos til. El Río de la Plata se saliniservicios gratificantes como son zaría por el avance del mar, y los comentarios de restaurantes para proveer de agua potable a o vinos, y tópicos relacionados Buenos Aires habría que tender con las modas y el consumo. No una cañería hasta la altura de hubo casi nada para los jóvenes Rosario para obtener agua del y nunca se puso ni una línea so- Paraná. bre la movida bizarra, como si Como éstos (que cito a la lino existiese. gera y de memoria), hay otros En general, en el diario se no- ejemplos, otros temas y otros tó la ausencia de temas de pun- recursos. Lo cierto es que el ta, que por lo común no vienen pensamiento de avanzada, que por las agencias. Para colocarlo hubiese dado al diario un plus como un diario de vanguardia, que lo habría colocado por enpor ejemplo, se debió contar cima de sus competidores, no con un servicio como el de Le figuró en la agenda de PERFIL. Monde Diplomatique, que es- Así, el pacto de lectura con sus Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL compradores no adquirió un signo distintivo y moderno, por más que se lo declaró en su Manual de Estilo y en los editoriales de los números 1 y 8 (ver contratapa). De esa manera, muchos no entendieron desde qué lugar hablaba PERFIL. Carencias y ambigüedad que EJEMPLARES. Salida no fue totalmente confiable y hubo muchos casos en que se anunció una película que ya no se daba o una función especial donde no se ponía el horario. Tengo la certeza de que nunca se contó con los elementos necesarios como para poder hacer bien algo tan complicado. de una de las 84 ediciones del PERFIL 98. también conspiraron contra la mayor difusión del diario. 5. Los suplementos Un breve apartado dedicado a los suplementos. El más vulnerable fue el de Espectáculos, por el simple hecho de salir todos los días. Tuvo muchísimos errores, especialmente donde no debieron producirse. La cartelera, por ejemplo, Tenía dobles entradas, buscaba ser abarcativa de todas las actividades, se incluían estrellas de calificación de las obras, tenía el título en inglés de las películas, se decían las semanas de exhibición y se ponían las recomendaciones. Todo eso cambiaba todos los días y era de una complejidad tan grande que la editora hubiese necesitado un ejército de personas altamente especializadas. Fue un error mantener esas complicaciones, ya que no se podía garantizar su exactitud. Nadie le pide a una cartelera todas esas cosas juntas: alcanza con que figuren los cines y los teatros y se den los horarios. El resto es para especialistas. Quizá porque no se dio con el colaborador indicado, tampoco se entendió bien el mundo de la música clásica, que supuestamente no debió tener errores en un diario de este tipo. Se escribieron mal los títulos de algunas óperas, la cartelera del Colón resultó durante la mayor parte del tiempo poco menos que incomprensible y las críticas no alcanzaron un nivel de referencia. En cambio, todo lo que tuvo que ver con el teatro, con el cine y con la televisión fue de un altísimo nivel. Por primera vez en un diario se escribió sobre estos temas sin ningún compromiso comercial o ideológico. Fue un gran mérito. El suplemento de Deportes, aunque tuvo errores en textos y a veces en alguna que otra infografía, gustó a la mayoría de los lectores y casi no recibió críticas. Objetaron mucho la pequeña tipografía de las tablas y de los cuadros, pero eso fue un mal general del diario que yo señalé oportunamente. El de Turismo padeció de fuertes errores (se dijo que en Nueva York había que visitar una gran librería que hace cinco años que está cerrada, o que en Londres los Bed and Breakfast están en la periferia cuando en verdad están en el centro), pero la idea de que fuera temático fue muy bien aceptada. No gustó que se autodeclarara “sofisticado”, término con cierta carga peyorativa. El Tekné no fue entendido del todo y muchos criticaron que no fuera un suplemento de computación tradicional y que tampoco fuera uno de tecnología simple y corriente sino una mezcla de ambos. Pareció innecesariamente complicado. El Domingo gustó en forma despareja y muchos dijeron que aparecía como poco definido. Creo que le faltó tiempo. Agro no mereció nunca una mención de los lectores, lo mismo que Indicadores, salvo una vez que se señaló que la cotización de la soja estaba equivocada. En general, el diario de los fines de semana fue bien recibido por todos menos por los canillitas. Muchos lectores se quejaron porque los quiosqueros, como valía un peso, lo escondían para vender en su lugar Clarín, que costaba $ 2,50. Lo que aparecía como una ventaja pudo ser una dificultad. 6. El PERFIL que hicimos De todas formas, quienes participaron en la gestación y publicación de PERFIL no debieran estar descontentos con el diario que hicieron. Viendo los 84 números juntos, es totalmente legítimo afirmar que PERFIL fue un lujo para el mediocre mercado periodístico argentino. Van a pasar muchos años hasta que vuelva a salir un diario de esa calidad. Todos los defectos que se señalaron (algunos bobos y otros más serios) podían su- ESPECIAL 10 AÑOS - 63 PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008 FOTOS: CEDOC PERFIL RESOLUCION. Después de una semana de toma del edificio, los trabajadores y la empresa llegaron a un acuerdo ante el cierre. Hubo reubicaciones e indemnizaciones. perarse en poco tiempo. En el breve lapso de tres meses consiguió seguidores muy fieles, pero creo que los corazones que conquistó fueron muy diferentes a los que se esperaba seducir. Muy pocos jóvenes llamaron para comunicarse conmigo, lo cual no puede extrañar mucho si se tiene en cuenta que –según los editores norteamericanos– sólo el 19,5 por ciento de las personas entre 19 y 29 años se informa por los diarios. Los pocos jóvenes que se comunicaron conmigo eran estudiantes o empleados. Salvo tres o cuatro, no hubo profesionales ni ejecutivos. La gran mayoría fueron hombres de más de 50 años. Una gran proporción de ellos eran jubilados, funcionarios públicos o pequeños comerciantes. Pero esto no es un dato científico sino una simple experiencia personal. 7. Conclusiones Creo, en verdad, que el diario fracasó antes de salir. El emprendimiento falló, creo yo, El diario fracasó antes de salir: desde el arranque, dejó a mucha gente de lado porque desde el arranque dejó a mucha gente de lado. Declaró demasiado su Código de Etica y se ganó muchas enemistades antes de salir: no se puede decir que uno es el único justo entre miles de pecadores. El lanzamiento lo malquistó con los sectores progresistas (caso de Fidel Castro), con los comerciantes minoristas (elogio de los supermercados), con los admiradores de Maradona (tiro libre para Inglaterra), con los alfonsinistas (la casa está en orden), con el menemismo (donde decía revolución productiva) y con grandes sectores de católicos que no perdonaron que se usara la comparación con Jesucristo. Si no vendió la totalidad de su primera edición no fue por culpa del producto (que hasta ese momento nadie conocía) sino porque la propuesta no llegó a todos los que supuestamente debía interesar. Está claro que no despertó la suficiente curiosidad como para impulsar su compra. Resulta sugestivo que, con esa inversión publicitaria, el primer número no agotara 120 mil ejemplares. Tal vez fue porque no ofreció a los lectores otra cosa que una conducta recta y eso resultó poco en la ávida Inteligente y veraz, consiguió sus objetivos a medias, lo cual no es poco y fue un orgullo y empobrecida Argentina actual. Creo que al lanzamiento le pasó lo mismo que a la dama de Shalott, ese personaje de Tennyson, que por mirarse tanto al espejo permanecía ajena al clamor y al bullicio de las cosas que pasaban a su espalda. Por eso digo al principio de este informe que PERFIL apareció fuera de su tiempo histórico. No es que la publicidad estuviese mal hecha, al contrario: correspondió a lo que quería ser el diario, pero la mayoría de la gente ahora demanda más trabajo, mayor seguridad y menos pobreza y marginacíón social. Creo que el desafío era hacer en la Argentina actual un diario completo, importante, independiente, moderno, inteligente, distinto, veraz, que no fuera demagógico pero que al mismo tiempo se mostrara altamente sensible y hablara fuerte. PERFIL consiguió sus objetivos a medias. Lo cual no fue poco. Para mí, fue un orgullo escribir en él. ■