El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer

Transcripción

El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer
El 9 de mayo de 1998 salía a la calle el primer diario PERFIL. A una década de
esa aparición, un suplemento histórico para repasar aquella etapa volcánica, sin
la cual no podría comprenderse el presente de PERFIL. Anécdotas, secretos
nunca revelados e imágenes jamás vistas de una experiencia tan breve como
trascendente. Un documento de 64 páginas para recordar, entender y atesorar.
2 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
LA REDACCION DE PERFIL EN 1998. Todo el staff del diario el 9 de mayo, un día antes de la salida a la calle y luego de realizar números cero desde el jueves 2 de abril. En los primeros ensayo
Secretos de una iniciativa inolvidable
EL PRIMER DIARIO PERFIL
Cómo se ideó, creció, salió a la calle y finalmente se discontinuó, el diario PERFIL en 1998. Una historia apasionante que se inició en 1994 y continúa hasta hoy.
Los ensayos que definieron su diseño, las pautas en las que se basó el armado
de su redacción y la incierta tarea de instalar una impresora KBA alemana de 12
HUGO ASCH
Un diario siempre es un sueño, acaso un proyecto que se
persigue como al horizonte y
muy pocas veces una realidad.
Un diario es grande como un
mundo y en esa desmesura en
movimiento perpetuo cabe de
todo: pasiones, toneladas de
máquinas, ejércitos de hombres, camiones, enormes bovinas de papel, miles de fotografías, millones de líneas de
textos, vanidades, competencia
interna, competencia externa,
dinero, influencia, vanidad, ilusiones, poder. Un diario es el
resultado de una monstruosa
estructura pero tiene, inevitablemente, el rostro y el alma
de quien lo haya pensado; el
padre de la criatura.
Si Crítica era Poroto Botana
y La Nación sigue siendo el
sobrio legado de Mitre, Crónica fue la audacia de Héctor
Ricardo García y el Clarín de
los setenta tuvo el sello de Marcos Cytrinblum para interpre-
tar el gusto popular y triplicar
su tirada. Ambito Financiero
fue la tosca rotundez de Julio
Ramos, Página/12 la creativa
irreverencia de Jorge Lanata y
el Diario PERFIL el esteticismo
y la minuciosa praxis de Jorge
Fontevecchia. El espíritu de un
diario es intangible, más allá de
cualquier sólida estructura. De-
Los periodistas
suelen enamorarse
de los diarios
como los actores
del teatro
pende de los rasgos, los deseos,
el humor y la prudencia (o no)
de su creador.
El salto. Hace casi 32 años,
cuando un veinteañero Jorge Fontevecchia fundaba su
primera revista, La Semana y
alentaba a sus periodistas pa-
millones de dólares: las razones por las que –a pesar de su origen– se la conoce
como “la francesita”. Qué rol que ocupó “Clarín” en la interrupción de la salida
y cuáles fueron los resultados financieros que sellaron el primer intento de la
editorial Perfil para dejar de ser una empresa que sólo editara revistas.
ra competir con la poderosa
Gente y sacar de mercado a la
prestigiosa pero ya decadente
Siete Días, las redacciones de
los diarios eran una turbia nube de humo flotando entre filas
de escritorios siempre desparejos a las que se solía acceder
por una puerta vaivén, apenas
alejada de la ruidosa línea de
las linotipos, esos aparatos infernales, mezcla estrambótica
de teclado y fierros retorcidos.
Papeles desparramados, el punteo histérico de las máquinas de
escribir, gente a mil, cintas de
télex, rollos de papel tirados por
el piso y una orden repetida en
cada sección: “¡Material!”, gritaba el editor, para que un cadete corriera y arrojara el texto,
el diagrama dibujado a mano
y las fotos en blanco y negro
hasta un recipiente –un tacho,
en realidad– que descendía
mediante una polea con contrapeso hasta la sala de tipeo. No
se veían mujeres, casi, en esas
salas insalubres. Sobraban, sí,
los rostros curtidos. Hombres
duros, de novela negra, acostumbrados a terminar la noche
al alba, después de comer en
alguna cantina del centro.
No había tiempo, casi para otra cosa. Un diario, y más
en aquellos tiempos, solía ser
impiadoso. Muy lejos de las
ordenadas, profesionales, silenciosas y bien equipadas
redacciones de hoy, llenas de
hermosas y eficientes mujeres,
aquella era una aventura extrema, bohemia, para pocos. Esas
redacciones eran infinitas fábricas de melancolía. Se robaban
el tiempo de todos.
Sin embargo los periodistas
suelen enamorarse de los diarios, como los actores del teatro. Comparten ambos oficios
esa predilección por lo fugaz,
por sobre la segura exposición
semanal de una revista, o la
perpetuidad documental del
cine. Unos y otros caen rendidos ante la seducción de los fetiches del negocio: el agridulce
olor a tinta de las rotativas en
pleno arranque; las temblorosas tablas de madera de los escenarios. Prefieren esa cornisa
abismal a cualquier certeza. Se
obligan a seguir, noche a noche.
Ya convertidos en elite, la pura
pasión manda.
Jorge Fontevecchia es un
hombre sobrio, prolijo, como la
Fontevecchia es
un hombre sobrio,
prolijo, como la
mayoría de sus
productos
mayoría de los productos que
inventa. Sus redacciones, ya
en los años ochenta, cuando la
calidad técnica de la impresión
estaba lejos de ser la ideal, eran
la antítesis de esos tugurios
desordenados donde reinaba
el caos. En lo formal siempre
prevaleció el orden; en los con-
ESPECIAL 10 AÑOS - 3
PERFIL - Sabado 10 de mayo de 2008
CEDOC PERFIL
os, sólo la secciones Política y Policiales editaron con textos reales. De a poco, se sumaron el resto de las secciones. El diario discontinuó su salida el viernes 31 de julio de ese mismo año.
tenidos, mandaba la novedad
o la audacia. Solía mezclar el
éxito comercial con intentos
vanguardistas para la época, en
busca de prestigiar su empresa.
El primer producto que tuvo el
nombre de la editorial fue la revista Perfil, un experimento original e insólitamente trasgresor
que se convirtió en un medio de
culto para muchos estudiantes
de periodismo. Se editó durante
un año, a partir de noviembre
de 1982 y seguramente alguien,
alguna vez, contará esa historia.
Las revistas populares y de televisión mantenían la venta masiva, pero La Semana, más allá
de sus contenidos y denuncias
–sobre todo en la época de las
“tapas negras”, en la etapa final del Proceso–, estéticamente
nunca dejó de percibirse como
una Gente clase B.
–Digamé, Jorge, ¿cómo puede ser que una persona tan preparada, tan culta y con tanto
sentido estético haga revistas
tan feas?
Eso, dicen que una tarde le dijo Roberto Cívita en San Pablo,
sin anestesia. Era 1988 y Fontevecchia estaba editando en Brasil Mía y Semanario, dos de sus
marcas populares clásicas. No
se sabe si hubo respuesta a esa
pregunta, pero la herida narcisista quizá surtió efecto. Al año
siguiente, mientras en Berlín se
caía el muro, aparecía Noticias,
la primera revista argentina semanal editada con todas sus páginas a color. Le costó pasar el
verano, pero desde febrero y en
adelante, una serie de tapas críticas a la gestión de Carlos Menem aumentó geométricamente
sus ventas. Un año después, en
1990, Noticias era ya un boom.
Mientras el Yomagate reventaba la tapa de los diarios y en la
redacción de Gente se diagramaba una tapa bien de actualidad, una voz, entre la bronca
y el desconcierto, se escuchó el
office de la dirección: “¿Sabés
cual es la tapa de Noticias? ¡Un
plato de fideos!”. El título de la
tapa era “La reivindicación de la
pasta”, una investigación de la
sección Costumbres. Y agotaba.
La marca ya estaba impuesta.
En 1992 llegó el turno de
Caras. La idea original era ver
si, con un medio inspirado en
la clásica visión de la española
Hola!, se podía superar el promedio de venta de Noticias, que
se había estabilizado en 150.000
ejemplares. Caras salió y vendió el triple de esa cifra. Fue un
shock para la redacción y para
el propio Fontevecchia, que después de ordenar la impresión de
una segunda edición se fue caminando desde la redacción, en
Corrientes y Talcahuano, hasta
su casa; exultante, eufórico, revisando los quioscos. Pensando. Quizá esa noche misma se
le ocurrió que ya había sacado
suficientes revistas, que ahora le faltaba algo grande, pero
grande de verdad. Ese momento clave en la vida de cualquier
persona: cuando aparece lo que
popularmente se llama “un desafío personal”. Bueno: Fontevecchia es de aceptar ese tipo
de retos, le vaya bien, mal... o
muy mal.
Un reto como éste, por ejemplo.
En 1994 Caras Brasil –una sociedad entre Perfil y la poderosa
Editorial Abril– ya se había lanzado con enorme suceso. Fue
entonces cuando Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín le
propuso comprarle el 30% de
la Editorial Perfil. Lo cuenta el
mismo Fontevecchia en el reportaje de este suplemento. La
idea de Clarín era invertir en el
mercado de revistas y asegurarse el manegement del editor
que mejor conocía el negocio.
No, dijo Fontevecchia, amable
pero firme.
Magnetto –recuerda hoy
Edgardo Martolio, director de
Caras Brasil– hombre poco
acostumbrado a oír negativas
“medio que le insinuó a Jorge
que bueno, que si él no quería
asociarse, en ese caso, ellos
iban a empezar a editar revistas”. Martolio, que conoce a
Fontevecchia desde hace más
de 30 años, no duda: “Para mí,
internamente, en ese mismo
momento, Jorge se planteó a sí
mismo el desafío inverso: ‘Ahá,
¿así que ustedes ahora van a sacar revistas? Bueno, entonces
yo voy a hacer un diario’ Ese
episodio, para mí, terminó de
decidirlo”.
Primero visitó La Prensa que
los Gainza Paz tenían en venta.
Finalmente decidió no comprar
esa estructura, demasiado obsoleta para lo que pretendía.
Al año siguiente cumpliría 40
años. Linda edad como para
pensar en fundar un diario.
La francesita. Carlos Lunghi,
director de Fotografía de PERFIL, jura que se enteró en San
Pablo, donde él todavía trabajaba para Caras Brasil. Su mujer
quería volver y Fontevecchia
le dijo: “¿Qué vas a hacer acá,
Carlitos? Mejor venite a Buenos
Aires que pronto vamos a sacar
un diario y vas a tener mucho
trabajo”. Edgardo Martolio solía acompañar Fontevecchia al
aeropuerto, donde aprovechaban para seguir charlando en
un bar, donde había muchos
diarios importados. “El siempre
encontraba algo. Algún diario
suizo, o canadiense, cositas que
recortaba, o anotaba. Tenía la
cabeza metida en el tema del
diario a full”. Un año más tarde,
en 1996, Martolio decidió organizar un largo viaje personal
por África y no tenía pensado
cuándo volver, ni a Brasil, ni a
la Argentina. “Aprovechá bien
este viaje, porque cuando lancemos el diario te volvés, eh?,
me dijo. En ese momento no
lo tomé muy en serio. Durante
un año largo llamaba una vez
por mes y charlábamos, pero
ni mencionaba cómo iban las
revistas, siempre era el mismo
tema: el diario. Hasta que un
día lo llamé desde Namibia y
me acuerdo que me dio la fecha de salida, que en principio
iba a ser en abril de 1998. Ya
tenían en marcha la instalación
de la KBA, el edificio nuevo de
Chacabuco, todo. Yo no quería
volver pero enseguida me entusiasmé. Tenía que estar. Sí
que me despedí de África... y
ahí sí que empezó la verdadera
aventura.”
Jorge Rebrej –hoy director
de la importadora de papel
Camco– era entonces uno de
los vicepresidentes de la Editorial Perfil. Y la KBA era la
impresora alemana Koenig &
Bauer Albert, modelo Colora.
Mucha agua había pasado bajo el puente mientras Martolio
concretaba su regreso. Primero la gente de Fontevecchia
hizo un proyecto mono básico
para conocer las necesidades
técnicas de la máquina que se
necesitaba. Después viajaron
dos gerentes a diferentes países
de Europa y recorrer exposiciones y visitar fábricas en busca
de la mejor máquina posible: el
ya fallecido Roberto Leone, de
Impresión; y Carlos Franco, de
Mantenimiento.
Pero ¿qué era lo que quería
Fontevecchia?
Para empezar, algo bastante exótico para la época: una
máquina capaz de imprimir un
diario con todas sus páginas a
color. “La idea era buscar un
factor distintivo para el producto –recuerda Rebrej–: el formato
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Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
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tabloide y la impresión a cuatro colores fue la idea madre.
El problema era que hasta ese
momento no había en el mundo
un diario que editara todas sus
páginas en color, así que había
varias muchas exigencias técnicas que discutir. Finalmente
firmamos el contrato de compra con la KBA: un valor FOB
del orden de los 12.000.000 de
dólares. La máquina llegó bastante en término, durante el último trimestre de 1997; pero las
obras de instalación en el taller
fueron muy demandantes. Fue
un proceso complicado y costoso. Pero se hizo, con muchísimo
esfuerzo”.
José Gómez, actual gerente
de Operaciones de Perfil, fue
uno de los que sudó la camiseta para instalar lo que algunos llaman “semejante bicho”
y Fontevecchia, alguna vez, “la
francesita”. Mientras Gómez
habla, el papel gira, se entinta,
serprentea por entre los cilindros de impresión y, al duplicar
el juego de planchas, la mole
de 700 toneladas, 37 metros de
largo para 32 cuerpos, cuatro
torres y seis porta bobinas, ya
está escupiendo 60.000 ejemplares por hora, más o menos.
Los camiones esperan afuera.
“La KBA llegó en noviembre
de las grandes multinacionales
donde las reglas y los cronogramas suelen ser inamovibles, el
cambio fue enorme. Un diario
no era, definitivamente un banco. Había urgencias, plazos que
nunca alcanzan y periodistas
que poco y nada sabían de informática o Internet. “Nuestro
principal problema fue la cantidad de tiempo que perdíamos
enseñando. El 80% de aquel
staff nunca había manejado
una computadora. El nivel profesional era fantástico, pero la
mayoría ni idea tenía del tema.
Hoy es la historia es muy diferente”.
La forma. Cuando Pablo Temes
–director de Arte de PERFIL e
histórico autor de las tapas de
Noticias– entró al edificio de
Chacabuco, no había muebles,
Buenos Aires hervía en el calor
pegajoso de enero y en sus manos tenía una lista infinita de
gente a la que convocar y probar. Al menos ya tenía la idea
del diario en la cabeza. En eso
había trabajado los últimos tres
años, con un pequeño recreo
de algunos meses en 1995 para
diseñar y lanzar el proyecto de
la revista femenina Luna. En
Barcelona visitó la primera reunión mundial de la Sociedad
Para fijar la
rotativa hubo que
cavar 35 metros
hasta encontrar
suelo sólido
Temes seguía
ensayando. En
total, más de
una docena de
proyectos
del 97, pero hubo que pasar un
año largo en obra, porque este
tipo de impresora necesita de
una base de hormigón enorme.
Primero hubo que cavar hasta
encontrar suelo sólido, unos 30,
35 metros y allí fijar los pilotes.
Otro trabajo importante fue insonorizar la planta, así que se
construyó una loza superior a
unos 15 metros de altura. Tuvimos que aislar de ruidos toda la
planta porque esta es una zona
urbana. Para toda esa obra, más
el equipamiento periférico y las
instalaciones eléctricas, en fin,
calculo que se habrán invertido casi tres millones de dólares
más”.
Rebrej controlaba, junto al
gerente Franco, la colocación
de cada pilote de hormigón
y después lo registraba en un
plano. Una mañana, al llegar,
revisó su dibujo y faltaba uno.
¿Cómo que falta un pilote?
¿Donde puede esconderse un
pilote de hormigón? Pues...
siguió de largo: pensaron que
finalmente habían encontrado
suelo firme debajo de la capa
de agua y la mole se hundió,
desapareció. “La anécdota de
convirtió en un chiste interno
–cuenta Rebrej– ¡nos reíamos
imaginando el pobre japonés
al que se le apareció nuestro
pilote en medio de su jardín! El
trabajo era descomunal, pero
por suerte lo tomábamos con
mucho humor...”
Ahora es fácil hablar de las
prestaciones de una máquina
en la que la electrónica es mucho más importante que la mecánica, de los motores en cada
eje interconectados con un soft-
Internacional de Diseñadores
de Diarios y allí charló directores de arte e infógrafos de los
diarios más importantes del
mundo y maestros de la especialidad como Milton Glaser y
Roger Black. Al principio fue
probar. ¿Cómo harías vos Clarín, Pablo?, le preguntó un día
Fontevecchia. Y Temes, que
ninguna experiencia tenía en
el mundo de los diarios, hizo su
propio Clarín, grafeó algo que,
finalmente, poco tenía que ver
con el original. Mejor. Todavía
ese impreso debe estar en los
archivos de la editorial. Un diario de 1994, visto con los ojos de
hoy, parece insólitamente viejo.
La evolución estética de los últimos años fue extraordinaria.
Temes seguía ensayando. En
total, más de una docena de
proyectos. Cada uno tenía el
nombre de la tipografía vedette. Estaba el Proyecto Century,
el Proyecto Goudy, el Proyecto
Garamond. La diferencia entre
cada uno, en términos absolutos, a veces era mínima: en lugar de trabajar con una tipografía de 9, cambiaban a una 8.10
sobre 9.25, por ejemplo. Ese tipo de sutilezas, imperceptibles
para el ojo no entrenado. Fotos
grandes, fotos más chicas, filetes, las cajas, el ancho de columna. Fueron meses y meses
de pruebas. A mitad de 1997
hubo un “experimento kafkiano”. Hicieron la metamorfosis
de un día de Clarín y adaptaron el modelo a sus contenidos
reales para imprimir un número cero. Una extraña alquimia
que trajo más de una sorpresa.
Fontevecchia y Temes veían a
EL DEBUT. La majestuosa rotativa KBA que fue adquirida para imprimir el diario PERFIL de 1998.
wear, de la excelencia. El equipo
de trabajo hoy tiene años de experiencia, ganados a fuerza de
imprimir productos externos.
Pero la verdad era que al principio no daban pie con bola. “Fue
difícil para todos, para mí y para
los muchachos que estábamos
en esa época –Gómez señala a
Marcelo Soto, jefe de Producción y a Rubén Lobos, responsable de mantenimiento–; fue como pasar de manejar un coche
de calle a uno de competición.
Prestaciones normales le sacás
como querés a esta máquina,
pero no estaba para eso: estaba
para hacerla correr. Y eso nos
costó mucho. O chocábamos o
derrapábamos: no empalmaban
nunca las bovinas, tardábamos
el doble para todo. En esa época
nos faltaba lo que hoy nos sobra: profesionalismo. No tuvimos tiempo, el diario nos duró
demasiado poco”.
Héctor Bianchi trabajaba para el Citibank cuando fue contratado por Perfil para la instalación de la red informática y el
cableado telefónico del edificio
de Chacabuco 271, que estaba
en buenas condiciones de estructura pero estaba a años luz
de estar preparado para instalar
una empresa editorial. Y mucho
menos un diario. Como sucedía
en la planta, los equipos de trabajo fueron avanzando a base
a la prueba y error, haciendo
experiencia y... gastando de
más. Entre dos y tres millones
invertidos en equipamiento de
tecnología pura, por ejemplo.
Pero hubo muchos más gastos de infraestructura. Alfombras, pintura, revestimientos,
instalaciones... Millones. Durante enero ingresaban camiones y camiones con cajas:
computadoras, mesas, sillas,
armarios... Solo en amueblar
los catorce pisos, recuerda hoy
el contador Omar Candeloro,
entonces jefe de compras, se
gastó más 1.000.000 de pesos,
que con el uno a uno, eran dólares, claro. “Eran caros pero de
una calidad notable: diez años
después seguimos usándolos y
están impecables”.
Finalmente Bianchi terminó
haciéndose cargo de la División
Tecnológica de Perfil. Para él,
un técnico acostumbrado a la
previsibilidad y a la burocracia
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Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
CEDOC PERFIL
EDITORES.
Parte de la conducción periodística del 98, en una redacción que se estaba armando. De izquierda a derecha: Pliner, Temes, Martolio, Lunghi y Fernández Díaz.
Clarín con mucha densidad en
los textos, pero al adaptarlos,
resultaban sorprendentemente
cortos: no llegaban a cubrir las
páginas previstas. ¿Cambió en
algo esa información? Solo en
un incremento de lo gráfico, las
fotos; no en el largo de los textos. La idea era hacer un diario
con mucho para leer. Eso no se
negociaba.
Formato tabloide, mucho
texto, todo a color. Eso estaba
claro. Pero ¿y lo demás?
“A Jorge le encantaban los
diarios alemanes, esos diseños
con formato casi sábana donde
cae la chorrera gris de texto.
Son bellísimos. Los alemanes
y los suizos son espectaculares
para diseñar. Quería columnas
de opinión densas, esa cosa espartana desde el punto de vista estético. Había diarios que
nos gustaban más que otros,
obviamente. El País de España
fue un diario fácil de degustar,
era como meter la cuchara en
un frasco de dulce de leche,
no fallaba nunca, estaba muy
bien pensado y fue diseñado
Formato tabloide,
mucho texto y
todo a color. Eso
estaba claro. Pero
¿y lo demás?
por un alemán: por eso es como es. También veíamos cosas
de La Repubblica de Italia, La
Vanguardia de Barcelona, El
Mundo de España. Y le fuimos
dando forma... Aprendí mucho
en esos años, gracias al método
de prueba y error. Viajé a Montreal a ver Le Devoir, un diario
chiquito, hermoso, diseñado
por una mujer. Veía mucho,
anotaba, y después dibujaba,
a ver qué cosa salía”, describe
Temes.
La tapa de PERFIL responde
a una simetría perfecta. Es una
gran letra T, como le gusta decir
a Temes. Pero lo que más llamó
la atención fue el extraño formato de la foto principal, lo que
hoy se llama focal en la jerga
interna y en aquellos años era
la desesperación de los fotógrafos que se quejaban: “¿Qué, se
volvieron locos? ¿Cómo hacemos para meter las fotos en esa
proporción tan horizontal?”.
Temes recuerda algunos números del diario canadiense Globe
and Mail que había traído Fontevecchia, que solía publicar
fotos espectaculares y utilizaban bastante ese formato. Les
pareció muy trasgresor y decidieron utilizarlo siempre, como
un módulo. “Lo fuimos construyendo a partir del logotipo, que
hicimos con una Century que
le daba seriedad, solidez, cier-
ta contundencia. En esa época
ya se empezaban a ver algunas
pantallas de widescreen, ese
formato alargado, como el viejo Cinerama, ¿no? Lo que enseguida percibimos era que a
partir de esa decisión, casi que
estábamos titulando el diario
con una foto y eso era, para una
empresa que siempre le dio una
importancia vital a la imagen,
un camino lógico. Era una gran
limitación, pero a la vez nos daba identidad. Tampoco fue fácil
con la redacción, que veía como
extravagante la cantidad de texto: ‘Oíme, ¿cómo voy a hacer un
copete de 600 caracteres? ¿se
Lo que escribió
Timerman
volvieron locos?’, se quejaban
al principio, pobres. Hoy, claro,
el diario es completamente distinto, más ágil, menos frío, con
muchas más variantes. Es un
tema de evolución. No tuvimos
el tiempo como para eso se diera en 1998”.
Temes, en esos meses, tuvo
que contratar alrededor de cuarenta profesionales para equipar el área de Arte y para eso
entrevistó a bastante más que
un centenar. Lunghi armaba su
ejército de fotógrafos: 50, entre
fijos y colaboradores. Los redactores y editores llegaban en
bandada a ocupar sus escrito-
Hasta que no transcurran dos
cia de esto podría llevarnos a
años de la aparición de un nueentender que aparecerán en
vo diario, es imposible medir
los dos años que le llevará la
el conjunto de impactos que
consolidación, a crear nueproduce en una sociedad.
JACOBO TIMERMAN*
vos visiones sobre la realidad
La sola aparición es un
y nuevas palabras para defiaparecer de nuevos idiomas,
nirlas.
formas geométricas y diferentes, ocultas interDos consecuencias importantes desde el
pretaciones sobre la política, nuevos golpes que
primer día de PERFIL. Primero la mezquindad
se escuchan en las puertas de la historia. La sende los diarios al informar sobre este hecho.
sación que deja sentir un diario que aparece por
Pero esta mezquindad no puede ocultar la seprimera vez es que se está construyendo un Arca
gunda consecuencia, el desasosiego. Ya con la
de Noé: llevaremos a salvo muchas cosas.
primera edición dominical de PERFIL apareEl ultimo sábado apareció el diario PERFIL.
cieron voluminosas ediciones dominicales de
Según mi experiencia. Un verdadero milagro.
los demás diarios. Nuevas secciones, nuevos
He asistido a la salida de máquinas de un primer
autores, nuevos humores. Todo Vale.
numero más de una vez. En general, la edición
De modo que el primer impacto de PERFIL, es
aparece diez horas después de la fijada para la
haber salido. El segundo, haberlo hecho evitandistribución y capota el lanzamiento preparado
do ser pasto de la depresiva autodestrucción de
con tanta expectativa. No ocurrió con PERFIL.
los periodistas. Y tercero, una verdadera victoria
Suelen aparecer tapas repetidas, y no es poco
para la profesión de periodista y para el esfuerzo
común encontrar que la tapa se repite en la concreativo de todos los otros diarios. Basta recorrer
tratapa. Son centenares de miles de detalles que
las ediciones del último domingo y comprobar
fluyen y debe encontrar su pequeño lugar en un
que había fuerzas sin utilizar para ofrecer maámbito nada silencioso, caótico y caprichoso. La
yores y mejores visiones de la cultura, la política
primera edición de un diario debiera llamarse
y la sociedad.
prueba realizada el siglo previo a la aparición.
Si la idea que los grandes diarios tienen de
El diario PERFIL no podía escapar a este códiPerfil los llevó a establecer nuevas orientaciones
go que he visto repetir varias veces en mi histoy objetivos, más perfección y más sofisticación,
ria personal. Cuando aparecía una página en la
ésta es la mejor definición de PERFIL y no algucual el plomo estaba crudo, sin corregir, lo único
nas crónicas mezquinas.
que se me ocurrió explicar es que intentábamos
Un verdadero luchador, Jack London, deseahacer participe al lector de la tarea de limpiar un
ba a su competencia que los ríos que atravesatexto de errores tipográficos.
ban no llegaran a mojar las cerillas. Hasta ahora
Es asombroso los pocos errores que aparecen
PERFIL las tiene prendidas.
■
en PERFIL , año uno. Considerando todas las
expectativas de los años 1 numero 1, este PER* Publicado en la revista trespuntos
FIL es una verdadera hazaña. Tomar concienel 13 de mayo de 1998.
rios negros en el piso 11, el 12 y
el 13. “Consigan gente, ¡contraten al mejor equipo!”, cuentan
que un día ordenó Fontevecchia,
ya con la cuenta regresiva del
lanzamiento. Había otra frase
suya que circulaba por ahí. Era
audaz, provocadora, repetida
con cierta perplejidad después
de las primeras reuniones. “El
marketing de este diario es ‘no
me compren’”. No era, justamente, un proyecto comercial,
entrador, previsible, eso estaba
claro. No era un segundo diario
como Ámbito Financiero o Página 12, que apuntaba solo a un
nicho. PERFIL iba por todo y se
enfrentaba a los más grandes
del mercado en busca de seducir a un comprador difícil: nadie
es más fiel a su producto que un
lector de diario.
No, no iba a ser fácil.
El desafío. Sin embargo los datos previos eran alentadores. La
consultora Navarro y Asociados, a pedido de PERFIL había
realizado una investigación entre 11.400 integrantes de 3.300
Los focus group
daban margen para
el optimismo de
Fontevecchia
y su gente
hogares del Área Metropolitana
donde por lo menos alguien leía
el diario y a partir de 1.500 entrevistas a lectores frecuentes.
Allí encontró a 760 lectores de
Clarín, 495 lectores de La Nación, 145 de Página 12 y 100 de
Ambito. El 57% de los lectores
de Clarín, el 50 de La Nación, el
53 de Ambito y el 48 de Página
12, aseguraban que cambiarían
de diario “si apareciera un nuevo diario que los satisfaga más”.
El 20% de los lectores de los
grandes diarios respondió que
no lo harían en ningún caso. Estos números –y las reuniones de
focus group que Cristina Navarro hacía diariamente y cuyos
resultados se discutían ardorosamente en la redacción– daban
8 - ESPECIAL 10 AÑOS
margen para el optimismo de
Fontevecchia y su gente. Era
imposible pensar en ensanchar
el mercado de gente que no leía
habitualmente, pero sí existía la
posibilidad de ganárselos a la
competencia con un producto
más moderno, más completo y
mejor hecho.
Capturando apenas un 5% de
los lectores de Clarín y el 10 de
La Nación, más la succión de
algunos lectores de los diarios
menores, se podía aspirar a estabilizar el producto en 50.000
ejemplares diarios, lo que lo
posicionaría como el tercer
diario nacional de la Argentina,
algo que nadie conseguía desde
los tiempos de La Opinión de
Jacobo Timerman, a comienzos de los años setenta. A dos
años, el objetivo era alcanzar
los 100.000 ejemplares diarios
más un plus de venta de un
30% los domingos. La empresa
esperaba llegar con cash flow
positivo a abril de 2000 y en
2008, justamente, PERFIL ya
debía alcanzar una venta diaria
promedio de 300.000 ejemplares, lo que lo situaría en condiciones de disputar en el futuro
la hegemonía de Clarín. Ese era
el plan.
Formato de 27,5 por 37 centímetros, impecable impresión,
papel finlandés y canadiense
de 48,8 gramos y un sistema de
módulos para los anunciantes,
que reemplazaba al tradicional
de centímetros de columna. El
diario hacía su presentación en
sociedad como la niña bonita
del mercado, generando curiosidad y mucha expectativa.
La campaña de publicidad que
pronto invadiría las tandas de
televisión y la vía pública no
dejaría indiferente a nadie y
generaría tanta polémica como
el diario mismo. Mucho ruido,
mucha ambición y un equipo de
profesionales dejando todo por
amor a la camiseta.
En medio de esa tormenta,
Héctor Magneto, el CEO del
grupo Clarín no demostraba
ninguna preocupación por la
inminente salida de un nuevo competidor. Eso, al menos
públicamente. “No le temo a
PERFIL, para nada. ¿Saben
cuántos diarios han salido en
los últimos 20 años en Buenos
Aires? ¿Y cuántos han aparecido y desaparecido al poco tiempo?”, preguntaba a su vez con
una sonrisa, firme en su papel
de capitán del todopoderoso
diario líder.
Las cosas se
podían arreglar,
pero no había 20
horas para salvar
al Titanic
Donde dice... debería decir...
“Todo lo grande está en medio
de la tempestad”, dijo alguna
vez Martín Heidegger. La deslumbrante frase fue pronunciada en Friburgo, cuando el filósofo alemán asumió como rector
en la Universidad, en marzo de
1933. Heidegger, que era decididamente nazi, utilizó la palabra
“sturm”, tempestad en alemán,
porque así solían llamar a las
SA de Ernst Röhm, que masi-
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
CEDOC PERFIL
LA KBA.
La velocidad a la que corre el papel de diario en sus rodillos alcanza los 11,24 m/seg. Tiene cuatro torres de impresión.
vamente llenaban su auditorio.
La frase original era previsiblemente griega. De Platón. “Todo
lo grande está en peligro”.
Y ese proyecto de PERFIL,
tan grande y tan en riesgo,
también nacía en medio de
vientos huracanados. Todo
eso, la furiosa tempestad y la
inminencia del peligro, flotaba
en el ambiente.
Jorge Luis Borges no era
piadoso con los periodistas. Le
gustaba decir que escribían para el olvido y descalificaba con
humor el contenido de cualquier diario. Sobreactuaba su
incomprensión y su desprecio
por la mecánica de la noticia.
“No se puede saber de antemano cuales son los hechos
trascendentales de cada día.
Por ejemplo, la crucifixión de
Cristo fue importante después,
no cuando ocurrió”, ironizaba.
Sin tiempo como para deleitarse con el discurso borgeano,
PERFIL avanzaba a toda velocidad y apuntaba hacia un solo
objetivo: el éxito. Eso que tanto
temor y desconfianza le provocó siempre a Gabriel García
Márquez: “No, el éxito no se lo
deseo a nadie. Le sucede a uno
lo que a los alpinistas, que se
matan por llegar a la cumbre
y cuando llegan, ¿qué hacen?
Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad
posible”.
La mayor parte de aquella
historia todavía estaba por escribirse.
La soberbia es una pasión alegre, escribió Baruch Spinoza en
su Ética, pero la espectacular y
muy agresiva campaña de lanzamiento que se hizo pública el
23 de abril, dos semanas antes
de salir el diario, no puso muy
feliz a mucha gente del ambiente periodístico. “¿Pero qué se
creen éstos? ¿Que nos van a venir a dar lecciones de periodismo a nosotros?”, se indignaron
algunos importantes editores
de medios. No ayudó, tampoco,
el título elegido para el libro que
presentaba el Manual de Estilo
y que daba a conocer su Código
de Ética y la novedosa figura del
Ombudsman, el defensor de los
lectores: “Cómo leer el diario”.
La idea publicitaria era tan
brillante y provocadora como
riesgosa. Estaba, ciertamente,
al filo. Cada pieza fue firmada
con una reafirmación de la nueva marca: “PERFIL, el nombre
del diario”. El contenido era lo
que sorprendía, por su audacia
y agresividad. En un juego grafico de contrastes entre negros
y blancos, se planteaba básicamente una contradicción de
discurso en el tratamiento de la
La idea
publicitaria de
aquél diario era
tan brillante como
riesgosa
noticia. “Donde decía...”, empezaba la frase, para concluir:
“debió decir...”. No faltaba nadie
y eso, para algunos, lejos de ser
interpretado como una muestra
de amplitud e independencia
produjo una involuntaria cosecha de rechazos resistencias
impensadas. La campaña se
ocupó, entre otros, de Alfonsín
(Donde decía “la casa está en
orden” debió decir “el gobierno
cedió ante las presiones”), Ma-
radona (Donde decía “la mano
de Dios” debió decir “tiro libre
para los ingleses”), la Junta
Militar (Donde decía Proceso
de Reorganización Nacional
debió decir Proceso de exterminio sistemático”), Neustadt
(Donde decía “lo dejamos ahí”,
debió decir “mejor no investiguemos nada”), Fidel Castro
(Donde dice “líder revolucionario” debió decir “último dictador latinoamericano”) y hasta
Susana Giménez, afectada por
su divorcio de Huberto Roviralta que le costó una fortuna
(Donde dice “¡Pobre Susana!”
debe decir “todos somos iguales
ante la ley”).
Hubo una segunda campaña, ya con el diario en marcha,
y con la certeza de que los resultados estaban lejos de alcanzar los objetivos prefijados
en el proyecto. No fue menos
provocativa. “Hace 30 años, por
pensar distinto lo despojaron
del título”, decía, sobre un primer plano de Mohammad Alí.
La misma apelación a la incomprensión de las mayorías por el
papel de las vanguardias incluyó a Mariano Moreno, Einstein,
10 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
CEDOC PERFIL
Picasso, Freud, Piazzolla y hasta a Jesucristo. Hubo críticas,
claro. Algunas de las más virulentas fueron publicadas por el
mismo diario, una práctica absolutamente inédita en el periodismo argentino y que se repitió
varias veces, como se verá a lo
largo de este relato. Luis Majul,
por ejemplo, a la semana de salir el diario lo acusó de “doble
discurso” en una columna por
el firmada. Lo que molestó a
Majul fue una referencia a la
guerra de Malvinas (Donde decía “seguimos ganando”, debía
decir “estamos por rendirnos”)
y, recordando que Tal Cual,
una de las revistas editadas por
Fontevecchia en 1982, apoyó
abiertamente a la guerra, consideraba que el nuevo diario no
podía “forjar su credibilidad” si
“obviaba la autocrítica”.
Jorge Rebrej tiene otra visión
del fenómeno desatado a partir de esas piezas publicitarias:
“Creo que esa campaña describía lo que estaba pasando en
ese momento en el mercado.
Despertó muchas expectativas
por un lado, y por otro lado el
no haber podido cumplir el objetivo de mantener el diario en
la calle hizo que desde afuera
se buscaran muchos chivos
expiatorios para encontrar la
causa del fracaso. Uno de ellos
fue la campaña, que a mí, personalmente y como una de las
personas con decisión en ese
momento, me pareció distinta,
justamente para un diario que
era distinto. No creo para nada
que el diario haya fracasado ni
que tuvo los problemas que tuvo por haber errado con el estilo de esa campaña. Es verdad
que era agresiva y muy provocativa, pero si no se comunica
con audacia en un mercado tan
competitivo como el argentino
Las más virulentas
críticas contra
el diario fueron
publicadas en el
mismo diario
no hay chance alguna...”.
Lo que parece evidentes es
que, pese a su corta y tumultuosa existencia, el diario PERFIL
quedó instalado en el imaginario colectivo; como marca
y como producto. La campaña de relanzamiento, ocho
años después, fue austera, con
una apelación fuerte y única:
“PERFIL. Periodismo puro”.
El diario mantuvo una imagen
de honestidad y prestigio y era
recordado por la gente. Tanto,
como aquella histórica polémica campaña.
LA SALIDA. El
FERAG es la cola de la rotativa y tiene capacidad para doblar un millón de diarios por hora.
El vacío. Jorge Lanata se reía, al
aire y en su programa de radio,
en charla con uno de los editores del diario: “¡Ché, dejensé de
hacer tanto número cero y salgan de una vez!”. Lanata contaba que no había hecho ceros
de su flamante revista llamada
Veintiuno y que le había ido
muy bien igual, que había que
largarse, nomás. Pero las cosas
no eran tan fáciles en PERFIL.
Los números cero empezaron
el jueves 2 de abril y no dejaron
de hacerse hasta la salida, el 8
de mayo. Desde el 11 de abril
el diario aparecía en Internet y
la redacción producía material
como si el producto estuviese
en los kioscos. El reloj de gastos
seguía con su implacable tic tac.
Cada día de trabajo sin salir a la
calle representaban 100.000 pesos-dólares de costo. El producto iba madurando en su forma y
su contenido, los periodistas se
sentían cada vez más cómodos.
Dentro de lo que en los viejos
diarios se llamaba “la cuadra”
la cosa pintaba cada vez mejor.
Pero en los escritorios donde se
discutían los números, el clima
era más tenso. Había problemas, alguno de ellos impensados.
A Martolio, desde San Pablo,
le cuesta recordar esos tiempos del viejo diario. Dice que
Lo que parece
evidente es que
el diario PERFIL
quedó instalado
como marca
lo sufrió demasiado y que esa
bronca final le impide recordar
los buenos momentos vividos.
Pero sí recuerda un punto de inflexión, el momento en el que,
confiesa, el piso empezó a moverse a sus pies.
“La idea había provocado mucho entusiasmo, es verdad. Pero recuerdo que uno o dos días
antes del lanzamiento varios
conocidos que trabajaban en
publicidad y a los que le había
gustado mucho el diario me vienen y me comentan que no van
a poder pautar, que alguna gente les advirtió que si lo hacían
le iban a quitar los descuentos
y los privilegios que tenían en
Clarín y que obviamente no
podían arriesgarse a eso. Se
lo comento a Jorge, que había
escuchado cosas similares y
se resistía a creer que algo así
pudiera pasar. Pero después de
los avisos de compromiso del
primer día, esos que saludan
la salida de un nuevo medio, la
publicidad, directamente... se
esfumó”.
Ricardo Da Silva era jefe de
ventas de Noticias y había pasado al diario desde febrero de
1998. Adoraba el proyecto. Su
grado de amor por la camiseta
era tal que, antes de ver a cada
posible anunciante, sacaba una
moneda de 1 peso y compraba
el diario en el kiosco “para que
se vendiera un ejemplar más”.
Y se peleaba con los canillitas
cuando se daba cuenta de que el
diario estaba escondido, o mal
exhibido “y eso pasaba constantemente, por desgracia”. Se
recuerda tragando saliva en una
tensa reunión a media tarde,
el mismísimo día de la salida:
“Estábamos con Fontevecchia,
Martolio, la gente de la planta,
Rebrej, en fin, la plana mayor...
y yo diciendo: ‘este me dijo que
sí pero acaba de llamar para
cancelar’, ‘y éste otro ahora no
quiere’. Todo así. Era increíble.
Uno trataba de usar todos los
trucos posibles, ‘no tenemos
tiempo de levantarlo’ o ‘ya está impreso’ o ese tipo de cosas,
pero la verdad era que la mitad
de lo que teníamos abrochado
ESPECIAL 10 AÑOS - 11
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
STAFF. Nómina
de la dirección periodística de PERFIL en 1998, tal como aparecía en el diario.
se nos cayó de golpe. Después
de tanto esfuerzo, de tanto trabajo, el diario salió muy herido
a la calle”.
El diario llegó a los kioscos el
sábado 8 de mayo de 1998. Y ya
el lunes la publicidad brillaba
por su ausencia. Entonces a alguien se le ocurrió una idea que
pretendía cambiar esa historia.
“Pensamos en colocar algunos avisos de clientes de Noticias en el diario, sin cargo, para
que notaran que la publicidad
tenía retorno, que les iba a rendir porque el producto era muy
bueno y tenía el mismo target
–cuenta Martolio–, pero Ernesto Secchi, el director Comercial
de la editorial vino desesperado
pidiéndonos que no lo hiciéramos, porque aún regalados los
anunciantes tenían miedo de
quedarse sin Clarín si salían
en PERFIL, que si lo hacíamos
ellos levantaban la pauta de la
revista. Con Noticias no había
drama: ahí el tema era el dia-
rio. El que estaba ahí... chau.
Lo único que podía dar vuelta
la historia eran las ventas. Pero vendimos la mitad de lo que
esperábamos. La cosa pintaba
mal, de verdad”.
El fantasma. De Clarín solo no
se habla en voz alta dentro de
Clarín. Afuera, el poder infinito de la empresa ya es un mito
moderno. Dicen muchas cosas
de Clarín. Que no tiene enemigos chicos. Que presiona. Que
es un monopolio impiadoso.
Lo dijo toda su vida Julio Ramos desde Ámbito Financiero
y cada gobierno que, a su turno, tuvo rispideces pequeñas y
peleas furiosas con el grupo de
Ernestina Herrera de Noble. Si
alguien conoce desde adentro
semejante diario es Marcos Cytrinblum. Fue su Secretario General de Redacción desde 1975
hasta el 19 de enero de 1990,
un mes después de que Menem
adjudicara oficialmente el Ca-
nal 13 al Grupo conducido por
Héctor Magnetto. ¿Que dice Cytrinblum de la accidentada vida
de aquel PERFIL? Esto: “Me encantaba, fue un muy buen producto periodístico. Innovador,
muy distinto a los existentes en
el mercado. Habría que preguntarse, entonces, ¿qué pasó? ¿Hubo un error de cálculo? ¿Tal vez
no era el momento? ¿Existían
La máxima de
que “No hay nada
más viejo que el
diario de ayer”, con
PERFIL no se cumplía
ciertas adversidades no reveladas? Quien sabe, ¿no? (sonríe)
Por suerte, la vida, a veces da revancha. Ojalá la aprovechen”.
La primera edición tuvo lo
que en el negocio editorial se
denomina un “agote técnico”.
Tiró 102.000 ejemplares y se
vendieron 72.054. El promedio
de venta de mayo, que incluyó
la cobertura de dos temas muy
fuertes para PERFIL, la cobertura del suicidio de Yabrán y
una investigación a partir de
una escuchas ilegales que demostraban cómo los dos hijos
de Fernando de la Rúa –por entonces Jefe de Gobierno de la
ciudad de Buenos Aires y candidato a presidente por la Alianza– se beneficiaban aprobando
materias en la facultad sin dar
los exámenes, no estuvo tan
alejado de lo esperado: 45.000
ejemplares de promedio final.
Sin embargo en junio bajó a
30.000. Los ingresos del ejercicio al 30 de ese mismo mes
por venta de tapa y publicidad
alcanzaban los $ 3.152.000,
con un costo total de venta
de 4.612.000, lo que arrojaba un resultado negativo de $
1.460.000. Si a eso se le sumaban los gastos de comercialización ($1.239.000), los gastos de
administración (149.000) y el
resultado financiero negativo
($ 190.000), la pérdida acumulada por el diario llegaba a los
$ 3.038.000. La publicidad no
llegaba a cubrir ni el 10% de lo
pautado: al cierre del diario, los
ingresos publicitarios apenas
superaban los $ 500.000.
“Recién al mes y medio Jorge empieza a trasladarme sus
preocupaciones. Hasta ese momento él, que es un gran motivador, no quería trasladar nada
negativo hacia la redacción, la
cosa era decir “tranquilos que
ya le vamos a encontrar la vuelta”. Pero había pasado un mes,
la cosa estaba empantanada y
en baja. Entonces sí. Empieza
a acumularse la deuda y nos
encontramos que los fondos
para todo el año se habían consumido en un par de meses. Ya
a mitad de julio me pregunta:
¿Creés que podríamos hacer
el mismo diario con algunas
reformulaciones? Y me pongo
a trabajar con algunas posibilidades, que después, cuando
violan mi correo electrónico
terminando siendo publicadas
por la revista Veintiuno. Era un
paper para ver si había manera
de salvar al diario. Había mucho para corregir, para achicar.
Las cosas se podían arreglar,
sí, pero si había 20 horas para
salvar al Titanic. Pero había 2
o 3 horas, nada más. Así que
nos hundimos”.
Esos e-mails a los que se refiere Martolio fueron escritos
entre el 16 y el 21 de julio y fueron publicados en la página 35
de la revista, en su edición del
6 de agosto. La causa judicial
que más tarde inició Martolio
fijó jurisprudencia y logró que,
por primera vez, un fallo equiparara la privacidad del correo
electrónico con las cartas tradicionales.
Crítica y autocrítica. Frío, soberbio, pretencioso, hipócrita.
Bien escrito, con el mejor staff
de la argentina, innovador, vanguardista. Del diario se decía
de todo, afuera y en sus misma
páginas. El grado de adhesión
y rechazo era alto, lo que por ló-
La primera edición
de PERFIL tuvo
lo que se conoce
como un “agote
técnico”
gica debía haber provocado un
incremento en las ventas que,
sin embargo, nunca se produjo. Más allá de interpretaciones
y polémicas por el contenido,
PERFIL tenía problemas de
producto que, incluso, pasaban
por sus virtudes. El diario era
tan lindo como objeto que la
gente se resistía a tirarlo. Hay
un dicho que sentencia con
claridad meridiana cual es la
vida útil de ese tipo de producto: “No hay nada más viejo que
el diario de ayer”. Con PERFIL
esa máxima no se cumplía. La
gente lo guardaba, para seguir
leyendo, iba armando enormes
pilas y terminaba frustrándose
por exceso. En suma: nadie envolvía la basura con los PERFIL
viejos y eso era un problema.
En la redacción se le encargó
a una persona a leer absolutamente todo el diario, desde la tapa hasta la última página de los
suplementos: tardó ocho horas
y media. El diario tenía mucho
texto, eso era indiscutible, pero
la percepción de esa densidad
tenía que ver con la ausencia de
avisos en sus páginas. Esa es la
opinión, por ejemplo, de Jorge
Rebrej: “Con mayor éxito publicitario, más avisos y menos
contenido en cada página, hubiese sido visto como un diario
12 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
CEDOC PERFIL
CHACABUCO 271. El
edificio de Perfil donde se concentran todas las redacciones desde 1998.
más soft, seguramente. Pero a
mí no me aburría. Había unas
plumas fenomenales y además,
uno podía leerlo en diez minutos, porque a pesar del gris del
texto, el diario hablaba por sus
fotos. Era un diario magnífico,
un lujo”.
Los logros periodísticos del
diario no fueron pocos y se hicieron notar. Carlos Lunghi fue
quién tomó a José Luis Cabezas como fotógrafo de la Editorial y obviamente, la investigación en busca de justicia
por su asesinato era una causa
propia para PERFIL. Alfredo
Yabrán era un tema obligado,
permanente. El empresario se
suicidó de un tiro de escopeta el miércoles 20 de mayo de
1998 en su estancia, San Igna-
cio, a 50 kilómetros de Gualeguaychú. Hacía apenas 12 días
que el diario estaba en la calle.
Hernán Brienza, periodista docente y escritor, era uno de los
redactores de Policiales. Viajó
a Entre Ríos y allí, atrapado
por casualidad en el depósito
de la empresa de sepelios “Previsora de Gualeguaychú” logró
lo que nadie fuera del círculo
íntimo del empresario había
logrado: ver el cuerpo sin vida
de Yabrán. Su magnifico testimonio empezaba así:
“En el aire hay un olor inexplicablemente ácido Primero
emergió una mano entre los
cortes del nailon; luego u cuerpo laxo, amarillento. Ese cadáver era igual al de Alfredo Enrique Nallib Yabrán. Su tórax
era inconfundible. También su
frente y su pelo cano. Su rostro no estaba deformado sino
deformado. Parecía de látex,
su cara estaba hinchada por
los 35 perdigones que habían
estallado dentro de su cabeza.
Y, sin embargo, se lo podía reconocer”.
La edición del jueves 21 de
mayo fue especial. El focal con
la camilla y el cadáver cubierto
por una manta roja fue diseñado con una proporción más
cuadrada, bastante más grande.
También aumentó la tipografía
del título principal, a dos líneas:
“Alfredo Yabrán logró con su
muerte escapar de la Justicia y
de la vergüenza”. La cobertura fue espectacular y ocupó las
primeras 40 páginas. Luis Majul
se preguntaba en una columna
en la página 2 “¿Los periodistas
lo llevaron al suicidio?”: Martín
Caparrós escribió la contratapa
en la página 80 y tituló con otra
pregunta: “Muerto el perro, ¿se
acabó la rabia?”. Escribieron
también Tomás Abraham, José
Nun, Mempo Giardinelli y Ernesto Schóo.
El resto de las informaciones
quedó relegada. En el suplemento de Deportes un pequeño
recuadrito de la tapa anticipaba:
“Carlos Bianchi ya es el técnico
de Boca”. Las fotos del sepelio
de Frank Sinatra en Los Ángeles aparecieron en la página 56,
en Sociedad y tuvo una muy pequeña mención en la tapa. Fue la
edición de mayor venta hasta el
día de cierre, casi 80.000 ejemplares. No los pudo sostener.
Diez días después, el sábado
30, el título principal anunciaba:
“La Justicia investiga una cinta
con escuchas ilegales grabadas
en la casa de De la Rúa”. El domingo 31 el título era más claro: “Una cinta revela que en la
facultad los hijos de De la Rúa
podían aprobar sin estudiar”.
La nota fue firmada por Daniel
Capalbo y María José Grillo
quienes contaron los detalles
de cómo se había hecho la in-
vestigación del caso y por qué
se había decidido publicarla,
en la página 8 de Política. Este
es su copete: “Pocos días antes
de la presentación en sociedad
del Diario PERFIL, una voz
alertó sobre el contenido de
una grabación cuyo contenido
fue imprescindible confirmar.
El temor a quedar atrapados
en el fuego cruzado de las trincheras partidarias extremó las
precauciones. Pero constatar
el contenido del cassette fue
posible gracias al mecanismo
de aplicar el abecé periodístico:
ir a las fuentes, detectar a los
personajes. El debate ético sobre la verdad y las operaciones
políticas, en danza”.
La polémica estalló, feroz.
Algunos hasta acusaron a Fontevecchia de menemista, pese a
La cobertura de la
muerte de Yabrán
fue espectacular y
ocupó las primeras
40 páginas
la posición muy crítica del gobierno de Menem que históricamente había tenido Noticias. La
crítica más dura, una vez más,
se publicó en las páginas del
propio diario. Pepe Eliaschev,
en su columna de la sección
Ideas publicada el 8 de junio,
definió a la nota como una “inmoralidad”. Y según la columna del Ombudsman Abel González, que se ocupó del tema,
comparaba la revelación del
contenido de escuchas ilegales
con la difusión de testimonios
obtenido bajo tortura.
González ya había recibido,
también, una carta del editor
fotográfico Diego Goldberg
quién, a título personal, acusaba al diario de “manipulación
del material fotográfico”. Lo
que Goldberg cuestionaba fue
la aparición de una fotografía
invertida que ya aparecía en tapa, “con la intención de que el
lector creyera estar viendo otra
foto del mismo evento”. Carlos Escudé también notificó al
Ombudsman su renuncia a seguir colaborando por no haber
sido avisado a tiempo de la no
publicación de alguno de sus
artículos.
El Código de Ética había sido
reproducido competo en el se-
14 - ESPECIAL 10 AÑOS
gundo número del diario. Allí se
le reconocía a los periodistas el
derecho de reclamar a sus superiores la publicación de cualquier información que hubiese
sido debidamente verificada, el
alegato a la cláusula de conciencia si se sentían vulnerados en
sus convicciones, independencia u honor personal y la posibilidad de considerarse despedidos si cualquiera de estas
condiciones no era respetada.
PERFIL debe haber roto un
récord. Durante los 84 números
que estuvo en la calle las críticas más feroces al medio fueron publicadas en sus propias
páginas.
Después, claro, todo fue distinto.
El último diario. Es un papel
amarillento y en él hay un módulo con ideas de títulos y fotos
que Fontevecchia solía rafear
con su lapicera a tinta antes de
la última reunión de tapa: “El
plan de Menem para debilitar al
nuevo gobierno”, dice el principal. Los dos posibles focal eran
la vuelta de Ruckauf al gabinete o Ríver, que jugaba contra
el Gremio de Porto Alegre en
Brasil, por la Copa Mercosur.
Todavía abrochados con un
ganchito están los panoramas
de tapa de cada sección. “Sumarios para Viernes 31 de julio”,
dice en mayúscula y subrayado. Sociedad advertía: “Murió
anoche el primer consumidor
argentino de Viagra”; ¡ojo, que
hay fotos de Xuxa saliendo de
la clínica donde había tenido
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
a su hija Sasha! Medios anunciaba el registro de una nota
de Life sobre la foto exclusiva
que había publicado PERFIL de
Jorge Rafael Videla, esposado.
En Ideas, había una columna de
Rodolfo Pandolfi, otra de Carlos
Ulanovsky y Mempo Giardinelli
hacía su sección “365”. El sección Reportajes tenía a Oscar
Shuberoff.
La línea final decía: Contratapa: “Travesti”, de Hugo Asch.
Esa contratapa sería reemplazada después de la medianoche por otra, firmada por
Jorge Fontevecchia y titulada
“Hasta Pronto”. Allí el director
de PERFIL explicaba sus razones para discontinuar el diario.
Los únicos que sabían del cierre
en la redacción eran los directores asociados Daniel Pliner y
Edgardo Martolio. A la madrugada el mundo pareció estallar
en el edificio de Chacabuco y
Diagonal.
Para chequear
el contenido del
casete de los
hijos de De la Rúa,
se fue a las fuentes
Carlos Ulanovsky no es hoy,
confiesa, un lector habitual de
esta nueva versión de PERFIL.
Pero en aquel diario de 1998 era
quien se encargaba de la sección
Medios. Nunca se olvidará, dice,
de aquella noche. Y cuenta por
qué: “El teléfono de casa sonó a
las tres de la mañana y cuando
esas cosas pasan uno inmediatamente piensa en una desgracia. Y lo fue, sin duda. Fue feo,
un tema muy delicado, para mí
y para todos. Había mucha gente joven en esa redacción, nadie
sabía qué hacer. La mayoría me
consultaba a mí, que era uno de
los más grandes y con mayor
experiencia en la profesión,
aunque no en cuestiones gremiales, por cierto. Hice lo que
pude. Me tocó contener a muchos chicos que estaban doloridos, muy decepcionados. Yo
también, claro. Para mí hacer
esa sección de Medios todos los
días fue el sueño de mi vida y la
pasé muy bien en el diario. Uno
se sentía respetado, muy jerarquizado; todos teníamos nuestro lugar, nuestra máquina para
escribir, nuestro televisor. Fue
un gran producto, quizá algo
adelantado a su tiempo. Creo
que tropezó con dificultades
empresarias pero de esas que
casi nunca se revelan. Mucho
se había hablado de que Clarín
iba a obstaculizar el desarrollo
del diario y no sé si eso ocurrió
de verdad, pero era evidente,
cualquiera podía notarlo, uno
podía verlo, que el diario estaba mal exhibido, muy tapado.
Uno no puede explicarse cómo
un diario preparado con tanto detalle, con tanto cuidado,
con semejante despliegue de
elementos técnicos, duró tan
poco. Creo haberlo entendido
con el tiempo, por la cuestión
económica. Fontevecchia dijo
que, si continuaba, se ponía en
riesgo al resto de la editorial y
a sus revistas y eso le creí. Lo
que fue medio inexplicable era
que, al poner en marcha un
proyecto tan grande no haya tomado más precauciones. ¿Está
todo bien con la distribución?
¿Y con la publicidad? Fue una
lástima grande, porque se perdió la oportunidad de imponer
un producto absolutamente
original y diferente de todo lo
que se hacía en el periodismo
argentino”.
Una de las cosas que más se
le criticó a Fontevecchia fue la
manera en la que decidió cerrar el matutino. “No dio la cara”, era la frase más escuchada
en la redacción. Su respuesta
siempre fue la misma: “Si anunciaba el cierre ese día se hubiese producido una conmoción tal
que el diario no hubiese podido
salir y me hubiese sido imposible dar ninguna explicación a
los lectores”. Mucho se habló a
favor y en contra de esa manera de cerrar la historia. Quizá
el comentario más sensato lo
hizo uno de los directores asociados, Andrés Wolberg-Stok,
que dejó su empleo en Reuters
en Londres para embarcarse
en el proyecto: “No existe una
buena manera de dar una mala
noticia”, dijo. Tenía razón.
Triste, solitario y final. El golpe fue duro para todos. Cristina Navarro recuerda que a la
mañana, muy temprano, recibió una llamada del subdirector Jorge Fernández Díaz que
apenas podía contener el llanto.
Todos los medios cubrieron el
fracaso del proyecto más ambicioso de los últimos años.
“Abrupto final de un diario”,
tituló Clarín. La Nación acla-
Esa contratapa
sería reemplazada
por otra firmada
por Fontevecchia:
“Hasta pronto”
raba en su volanta: “Perdió 15
millones en 84 días”. Página/12
ironizó: “Paren las rotativas”.
La asociación Periodistas hizo
público su “desagrado por la inconducta del empresario Jorge
Fontevecchia”.
Quizá Gabriel Pasquini, en su
largo reportaje del domingo 9
de agosto de 1998 en La Nación
haya dado en la tecla en la difícil tarea de conjeturar por qué
motivo se derrumbó de semejante manera un proyecto tan
ambicioso; con un final abrupto, trágico, más propio de una
revista que de los diarios que,
como solía decir el empresario
brasileño Roberto Marihno,
dueño de la Red o Globo brasileña, “mueren 20 años antes de
su muerte, como mastodontes
de interminable agonía”.
Pasquini charló con Fontevecchia y en un párrafo de su nota
describe su obsesión por lograr
un producto perfecto, su melancolía la dolorosa decisión del
cierre “como en enamorado que
prefiere estrangular a su ama-
ESPECIAL 10 AÑOS - 15
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
CEDOC PERFIL
da antes que verla envejecer”.
Fontevecchia había cerrado infinidad de títulos en su carrera.
Pero ese diario, como aquella revista de 1982, tenía el nombre de
su empresa; una palabra elegida
por Nelba, su madre, cuando
recién arrancó con La Semana.
No era fácil. Fue una apuesta a
todo o nada, y fue nada.
El mismo domingo en el que
salió la nota de Pasquini, la revista Noticias cubrió el conflicto
por el cierre de PERFIL con una
nota de cuatro páginas titulada
“La Muerte de un Diario” y firmada por Julio Villalonga. En
ella se detallaban los números,
se aclaraban cuáles habían sido las pérdidas y cómo, con la
emisión de una serie de obligaciones negociables por 25 millones de dólares se había podido
financiar el proyecto. La nota,
con el subtitulo “La otra voz”,
también reflejaba la postura de
Daniel Das Neves, en ese mo-
tico y muy citado en esta nota
Martín Heidegger, que cada
tanto solía tener esos deslices
estéticos entre tanta jerga indescifrable que tanto indigna,
por ejemplo, al argentino Mario
Bunge. “El origen es aún –dijo,
pensando en los griegos y en
Alemania, por supuesto–, no
está detrás, como algo ya largo
tiempo acontecido, sino que está ante nosotros. (...) Ese inicio
ha entrado ya en nuestro futuro,
está allí, como el lejano mandato de que recobremos de nuevo
su grandeza”.
El maestro y eterno amor de
Hanna Arendt siempre hablaba de cosas majestuosas, del
Dasein, el Ser, la autenticidad.
Desmesuras incomparables
con la dimensión de un proyecto periodístico ambicioso en un
lejano e inestable país latinoamericano, siempre tan lejos de
la centralidad europea.
Quizá suene disparatado,
Para esa etapa,
se contrataron
257 profesionales
en relación de
dependencia
Nadie tiene la
medida de los
sueños y de un
sueño se alimenta el
espíritu de un diario
mento, secretario de la Unión
de Trabajadores de Prensa de
Buenos Aires. El personal mantenía tomados los pisos 11, 12 y
13 del edificio donde funcionaba el diario.
Emilio Torok, hoy director de
la Fundación del Grupo Perfil
fue, como gerente de Recursos
Humanos, el encargado de negociar con el Ministerio de trabajo y los trabajadores para alcanzar un acuerdo. Revisa sus
papeles y confirma el dato: se
contrataron 257 profesionales
en relación de dependencia, 66
colaboradores permanentes,
25 colaboradores externos y 5
corresponsales en el exterior.
La erogación por sueldos,
contando las cargas sociales
era de 953.000 pesos mensuales, más 320.000 de agencias
noticiosas y colaboraciones y
150.000 de gastos editoriales y
logística. Finalmente, hubo un
acuerdo y de ese total de periodistas 85 fueron reubicadas en
otros medios de la empresa y
171 cobraron la indemnización
completa en seis cuotas conse-
exagerado o soberbio decirlo de
esta manera, pero la Grecia del
auspicioso presente de este diario que usted tiene ahora en las
manos, amigo lector, es aquel
inicio frustrante; ese mundo
desbordado por ilusiones rotas,
angustia, broncas y crisis interminables que se intentó reflejar
en este largo texto.
Sucede que nadie tiene la
medida de los sueños. Y de un
sueño, justamente, se alimenta
el espíritu de un diario. “La ilusión no se come –dijo ella–. No
se come, pero alimenta –replicó el coronel”, escribía García
Márquez en su novela.
Un diario es una sed.
Se hace con muchísimo dinero, sí: con estructuras, sumas,
toneladas de objetos. Pero sobre todo con la admirable voluntad de cierto tipo de hombres, tipos capaces de fallar y
levantarse de nuevo; tan ambiciosos, soberbios, obsesivos,
ensimismados, narcisistas, algo
locos, entregados para siempre
a su pasión de hacer y seguir
siendo.
■
LA OTRA CARA. La
redacción y el laboratorio fotográfico, centros neurálgicos del proceso de creación.
cutivas, hasta febrero de 1999.
El total de lo pagado por la
empresa en indemnizaciones
alcanzó la cifra de 5.286.714
de pesos.
“En mi carrera pasé por conflictos violentos en otras empresas –relata Torok– y esto no
fue así, para nada. Había un pequeño grupo muy exaltado, es
cierto, y mucha repercusión en
los medios, pero hay que comprender la situación, que fue
muy dolorosa para todos. Los
trabajadores estaban en todo su
derecho de reclamar lo que les
correspondía y la empresa les
pagó hasta el último centavo. El
diario murió justo cuando nacía la recesión económica que
estalló a fines de 2001. El diario
cerró para todos, pero en la empresa siguió vivo. Fontevecchia
siguió firmando los balances
de la empresa mensualmente
y hoy es la misma sociedad la
que edita este nuevo diario”.
¿Cuál fue la cifra de la pérdida total que provocó el cierre
del diario para la empresa? Es
difícil calcular un número desde lo contable, pero para Jorge
Rebrej hablar de 30 millones
de dólares de pérdida total “es
una cifra bastante cercana a la
realidad”.
Una historia circular. Hay otra
frase hermosa del árido, hermé-
16 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
Una campaña publicitaria que fue muy
novedosa y generó múltiples controversias
ANTES Y DURANTE LA SALIDA DEL DIARIO
Provocadoras, las piezas que se armaron previamente a la salida de PERFIL despertaron un
enorme interés. La idea central es que un medio
de comunicación empezara a llamar las cosas por
su nombre, más allá de fórmulas anquilosadas,
hipócritas o políticamente correctas. La campaña
se dividió en dos etapas. Una primera, cuando el
diario todavía no estaba en la calle, con la fórmula
de “Donde decía... debió decir...”. Y la otra, ya con
el diario en la calle, con personajes que pasaron
a la historia “por pensar distinto”. El impacto se
consiguió y no faltaron las polémicas.
HUBO PARA TODOS.
La dictadura militar, los
gobiernos de Alfonsín y de
Menem, la formación de
la Alianza, fueron algunos
de los ejes políticos
donde se concentraron
los diferentes capítulos
que tuvo la campaña
publicitaria del diario. La
cartelería inundó las calles
de la Ciudad de Buenos
Aires y del país entero.
ESPECIAL 10 AÑOS - 17
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
RUPTURA DE CODIGOS.
Uno de los propósitos de
las piezas utilizadas fue
el de romper con ciertas
ideas aceptadas por
la sociedad argentina,
incluso aquellas reñidas
con aspectos legales
o éticos. Uno de los
avisos más impactantes
desde ese lugar fue el de
cuestionar, por primera
vez en nuestro país,
“la mano de Dios” de
Maradona en el Mundial
‘86 contra Inglaterra.
18 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
ICONOS DE EPOCA.
La Policía de la
Provincia de Buenos
Aires, las barras
bravas del fútbol y
los desaparecidos
también ocuparon
un lugar protagónico
en una campaña
que todavía hoy se
recuerda tanto en el
mundo publicitario
como en el
periodístico, por su
nivel de innovación e
impacto.
20 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
EXPERIENCIAS
FOTOS: CEDOC PERFIL
Recuerdos
poderosos
MEMPO GIARDINELLI*
M
ás allá de las razones empresariales que llevaron
a discontinuar el diario PERFIL, que salió a la calle por tres
meses en 1998, para quienes
hicimos aquel matutino tan
original como ambicioso, y tan
intenso como sutil, la experiencia fue inolvidable.
Escribir allí era un reto
cotidiano. Ahí estaban Abel
González, Sergio Sinay, Bebe
Martínez, Fernández Díaz, entre muchos otros redactores
de calidad y experiencia. Yo
anduve por varias secciones
(la cobertura de la desaparición de Alfredo Yabrán, algún
cuento para el dominical) pero
mi mayor responsabilidad fue
una columnita que devino gozo
y a la vez martirio.
La titulé “365” porque iba
a estar todos los días del año
y porque su extensión jamás
podía sobrepasar los 365 espacios. En esa pequeñísima extensión y en la página 2 (que
regenteaba Jorge Sigal, quien
sabía exigirlo todo con sonrisas
y calidad humana) yo tenía que
lograr que cada mañana los
lectores encontrasen una idea,
CENTRO DE DOCUMENTACION. El
La intensidad y la
pasión con que lo
hicimos es uno de
mis recuerdos
más poderosos
una propuesta, un brevísimo
análisis o comentario inteligente. Se decía fácil, pero la tortura
era abreviar, palabra a palabra
y letra a letra, hasta que cada
texto reluciera en exactamente
365 caracteres, cumpliendo el
supremo mandato periodístico
de la concisión con elegancia.
Fue un hermoso desafío, como lo es toda experiencia en
diarios. Yo trabajé en los 70 en
la Crónica 5a.; luego con Jacobo Timerman en su vespertino
La Tarde, y en el exilio estuve
varios años en el Excelsior, de
México. Con la democracia volví con Timerman en La Razón,
soy colaborador de Página/12
desde sus inicios y participé
del diario Sur en los 80. Pero
nunca me había tocado protagonizar la invención de un periódico moderno, de cuidada
prosa y rigor informativo como
en aquel diario que delinearon
Jorge Fontevecchia y Daniel
Pliner a finales del 97.
Fue una pena que esa experiencia abortara. A veces pienso que PERFIL diario podría
reaparecer. Quizás un día de
éstos, no lo sé. Pero sí sé que la
intensidad y pasión con que lo
hicimos es uno de los recuerdos
más poderosos de mis casi 40
años de profesión.
■
* Escritor. Columnista de PERFIL en 1998
y en la actualidad.
archivo periodístico y fotográfico de PERFIL y de la editorial es uno de los más completos del país.
ALGO DIFERENTE
Optimismo y fugacidad
M
e llamó Jorge Sigal. Justo
es reconocer que estaba
esperando que alguien me llamara, porque se hablaba mucho del futuro PERFIL y, como diez años antes con
Página 12, un nuevo diario es un acontecimiento. Sigal me dijo que era el editor
de dos páginas donde todos los días escribirían varios columnistas. Lo que pagaban era inaudito, y creo recordar que
nunca me habían ofrecido tanto dinero
a cambio de esa moderada cantidad de
escritura. Pero lo cierto es que el pago,
aunque formaba parte de los rumores
que acompañaban a PERFIL (comentarios asombrados o agoreros: “Así no va
a poder aguantar”, decían los realistas),
no era el atractivo principal, sino la perspectiva de que todo iba a ser, de algún
modo, diferente. Escribí una columna durante los meses que duró la experiencia.
No recuerdo ninguna, pero quien escribe
columnas por hábito, vocación y profesión no acostumbra atesorar un álbum de
recortes. Creo, sin embargo, que algo de
lo que escribí en aquel PERFIL fue elegido para formar parte de algún libro que
publiqué después.
Nunca fui lectora de Noticias. Fui, en
cambio, una lectora cotidiana de PERFIL,
pero siempre como segundo diario. Como
lo fue, en su momento, Página 12 y mucho
antes La Opinión de Timerman. Sobre esto
habría que pensar el intrincado sistema de
hábitos que unen a un lector con su periódico, una red que es difícil cortar cuando
ese lector lee diarios desde la adolescencia
y no le parece una pérdida de tiempo ni de
dinero comprar más de un diario por día, y
tres o cuatro los domingos. El primer dia-
BEATRIZ SARLO*
rio es el mapa donde se ubica el segundo,
aunque el segundo pueda convertirse en
un diario mejor, más afín o más interesante que el primero. Esa fue la disyuntiva que
seguramente PERFIL cotidiano les sugirió
a muchos lectores, una disyuntiva que no
es obligatoria para un periódico que aparece, como este segundo PERFIL, los fines
de semana.
El primer diario, elegido por motivos
periodísticos o de ideas (lo cual no sig-
Era un diario
interminable.
Ofrecía mucho
más que lo que
podía leerse
nifica identificación sino, como en mi
caso, conflicto), marca a un lector casi
para siempre. El primer diario le ofrece
una plana llena de automatismos tipográficos y de escritura porque ha sido
precisamente el primero que ha leído en
el orden cronológico y biográfico. Tiene
esa supremacía contra la cual deben luchar los diarios que le siguen.
Como sea, PERFIL fue mi segundo
diario mientras duró. Y me gustaba por
su gráfica y su abundancia. En un momento donde los diarios comenzaban
a ser cada vez más cortos, aunque eso
no significa que tengan menos páginas
sino que se arman con la idea del pico-
teo, la variedad y la velocidad,
es decir que imitan los rasgos
audiovisuales, PERFIL era un
diario interminable (como hoy lo son
los reportajes de Fontevecchia). Ofrecía
mucho más de lo que podía leerse, un
rasgo opuesto al de Página 12, que cada
vez más se fue convirtiendo en un diario
que se termina durante un viaje en subterráneo de cabecera a cabecera. A los
lectores de diarios tradicionales, como
es mi caso, les gustan los diarios largos,
con notas extensas. No digo que este
gusto deba convertirse en una norma
periodística, sino simplemente sea lo
que sucede con una parte del público.
Pero creo adivinar que había también
un público joven y menos tradicional
que aquel del que yo formo parte. Cuando desapareció PERFIL (en un colapso
súbito que tocó a los periodistas que habían arriesgado en el proyecto), mucha
gente, más de la que yo creía que podía
preocuparse, preguntaba qué había pasado y, sobre todo, por qué ese diario
que habían adoptado no estuvo en condiciones de seguir. Los historiadores de
los medios tienen una cantera donde
podrán investigar los actos de un drama de competencia donde los diarios
establecidos se proponen mantener un
campo donde no puedan propagarse los
recién llegados. Ese drama, una vez que
se conozcan sus pormenores (y, como
de todas las cosas, esos detalles llegarán a saberse), ilustrará un momento a
la vez audazmente optimista y fugaz del
periodismo en la Argentina.
■
*Columnista de PERFIL en 1998 y ahora.
ESPECIAL 10 AÑOS - 21
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
INTIMIDAD DESDE LA TV
Resalta la coherencia
E
l cierre de un diario es una derrota de todo el periodismo. Cuando
eso sucede la competencia se encoge,
disminuyen las voces de la información y la prensa pierde una dosis de
pluralidad. En 1998, cuando apareció
la primera versión del diario PERFIL,
yo tenía un programa en Canal 9, que
se llamaba “Bajo palabra”. Se emitía
los domingos por la noche. El canal
era entonces propiedad de un grupo
australiano, que se fue acercando al
entonces presidente Carlos Menem
porque quería salir, decepcionado ya,
de la Argentina.
El domingo en que Jorge Fontevecchia anunció que cerraba el diario, pero no archivaba la idea, lo llamé para
invitarlo al programa. Nunca formé
parte de ninguna de las versiones del
diario PERFIL, pero había conversado
varias veces con Fontevecchia sobre su
proyecto. Me había contado sus inversiones, sus ilusiones y sus perspectivas,
las buenas y las malas.
Quería saber, y preguntarle en público a él, qué sentía un editor cuando
debía tomar la decisión de matar su
obra. Quería que hiciera públicas, en
definitiva, qué cosas adversas lo habían conducido a ese primer fracaso.
Fontevecchia aceptó presentarse en
el programa y contar, conmocionado
todavía, cuáles habían sido sus emociones cuando le puso punto final, la
noche anterior, a esa primera versión
de un diario que, ciertamente, había
JOAQUIN MORALES SOLA*
sido distinto en el mercado de la prensa
escrita argentina.
Ese domingo, la sede de la editorial
Perfil era una caldera de planteos sin-
dicales. Decidí que también la protesta del personal debía tener un espacio
en el programa. Así fue. Un camión de
exteriores se trasladó al edificio y los
dirigentes de los empleados pudieron
expresar en vivo todos sus reclamos.
Fontevecchia estaba en el estudio del
canal. Como entiendo que ningún editor
cierra un diario por el gusto de cerrarlo,
me dediqué, luego de escuchar los planteos laborales, a conversar con Fontevecchia sobre las razones de la corta experiencia de la primera versión de PERFIL.
Me importaba saber qué había inducido
el cierre del diario, por qué sus ilusiones
terminaron rotas y de qué manera resolvería el problema de los empleados.
Hablamos largamente. Fontevecchia
se fue. El programa terminó. Para mi
sorpresa, los dirigentes de los trabajadores me hicieron llegar luego su protesta
por mi actitud. No les había gustado que
Fontevecchia tuviera la última palabra.
Está demás aclarar que en ese programa no se estaba resolviendo el planteo
de los trabajadores, sino explorando la
información que dio cuenta del cierre
de un diario. Más tarde, mi sorpresa
aumentó: tampoco a los dueños del canal le había gustado que Fontevecchia,
que había hecho un diario claramente
opositor al menemismo, tuviera espacio
en ese medio de comunicación. Son las
ironías de esta profesión. Al final, sólo
resalta la coherencia. Por eso, repetiría
la historia de la misma manera que hace
diez años.
■
*Periodista. Fue el primero que entrevistó a
Jorge Fontevecchia tras el anuncio
DIFERENTE. La
calidad y creatividad fotográfica es uno de los sellos de PERFIL.
del cierre del diario (ver página 43).
22 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
La gestación antes de nacer
COMO SE CONSTRUYO PERFIL
❖ El logotipo
definitivo se
definió luego de
innumerables
pruebas, con
diferentes clases
de tipografías y
condensación de
las letras. Una
vez elegido el
prototipo que sería
definitivo, uno de
los instrumentos
utilizados por el
director de Arte
Pablo Temes fue
el armado de un
mapa estructural
de la forma, donde
se consolidó el
formato final.
ESPECIAL 10 AÑOS - 23
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
En el transcurso de casi tres años, entre 1995 y 1997, Jorge Fontevecchia y
Pablo Temes (director de Arte) fueron recorriendo diferentes alternativas para
elegir la identidad visual del diario. Un proceso hasta ahora desconocido.
❖ El diario incorporó elementos visuales y
periodísticos innovadores. Fue el primer medio
argentino en tener un manual de estilo (arriba), cuya
reedición se modernizó y reapareció el año pasado
en todas las librerías. A la izquierda, réplica de la
primera tapa que se imprimió luego de decenas y
decenas de pruebas.
❖ A lo largo de los años,
Temes ensayó una gran
cantidad de alternativas
de formatos de tapa, con
variantes de logos incluidos.
Lo mismo para los diferentes
suplementos y secciones
que acompañarían al diario.
Por primera vez se muestran
estos diseños de prueba.
❖ La foto que acompaña
la apertura de la
crónica inicial de este
suplemento también tuvo
su registro (arriba). Tras
varios fallidos intentos
de “sacar” una tapa,
Wolberg-Stok, Martolio,
Pliner, Fontevecchia,
Temes y Fernández Díaz
se inmortalizaron en ese
número cero, con humor
(derecha).
24 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
BAJO ESTUDIO
CEDOC PERFIL
SOBREVIVIENTES
Tesis de
facultad
Un antes,
un después
CAROLA BIRGIN*
EDGARDO MARTOLIO*
E
l 31 de julio de 1998 unas
260 personas se quedaban
sin su puesto en el diario que habían construido y unas 27 mil se
quedaban sin el “nuevo” diario
que compraban. Yo pertenecía
al segundo bando y contaba una
pérdida más: me quedé sin la posibilidad de concretar mi proyecto de tesina de graduación.
Mi plan de investigación contemplaba analizar durante un
año a PERFIL –para algunos
sería el último surgimiento de
un diario de papel– y confeccionar su “historia de vida”. Pero
el diario –que por cierto no fue
el último– cerró. La historia había sido demasiado corta y, para
más, esa vida estaba teñida del
color de la muerte súbita.
Un poco por despecho de
“lectora abandonada” y otro
tanto por una cuestión profesional (todos hablaban del
abrupto fin, y nada es más estimulante que indagar sobre
aquello que se está omitiendo),
esquivé el final y fui al inicio: el
análisis apuntó a cómo se gestó la identidad del medio.
Al comparar los 35 ejemplares que se imprimieron antes
del lanzamiento (números cero)
con las 84 ediciones que salie-
P
TECNOLOGIA. PERFIL
En la trama de
concepción de
su identidad,
persiguió la
innovación
ron a la venta, surgieron transformaciones significativas. Cada cambio durante la gestación
era un indicio que, conjugado
con relatos de los hacedores, revelaba decisiones, creaciones,
ensayos y errores que forjaron
rasgos inéditos en la prensa nacional (desde una estética poco
explorada y un lenguaje inusual,
hasta un modo distinto de tratar
y de elegir los temas).
Pero el diario que se imprimió
“para unos pocos” desde el 2 de
abril hasta el 7 de mayo fue en
parte aún más innovador que
el que hizo pie en los kioscos:
tenía nombres menos convencionales en las secciones, daba
más páginas a segmentos poco
tradicionales y suplementos diarios –como Cultura– terminaron
siendo semanales, igual que en
otros periódicos de referencia.
Así y todo, en la trama de la
concepción de la identidad de
PERFIL, fue un diario que persiguió la innovación. Y también se
recogen las huellas que indican
que por allí transitó mucha gente que quiso hacer algo diferente. Con ese espíritu nació hace
diez años un diario nuevo.
■
*Licenciada en Ciencias de la Comunicación
(UBA). Autora de la tesina “Perfil: La
concepción de un nuevo diario en la Argentina
de fin de siglo”, con la que se graduó.
incorporó innovaciones técnicas en sus sistemas de información.
TECNICO O JUGADOR
La gloria y el ocaso
A
JORGE FERNANDEZ DIAZ*
quel mítico diario de
Esta clase de editores, coochenta y cuatro días no
mo lo fueron en sus tiempos
se cerró por un error de cálBotana, García, Timerman
culo, o por un problema financiero. Fracasó y Ramos, construyen diarios alrededor suyo,
porque Jorge Fontevecchia, un editor periodís- les ponen su impronta e identidad, les crean
tico realmente superdotado, no quiso, no supo una misión y vuelven su mirada personal una
o no pudo salir de la dirección técnica y bajar marca registrada, una religión periodística, una
a la cancha. Teníamos a Maradona adminis- forma intransferible de ver el mundo.
trando el club, en lugar de tenerlo manejando
Viví con Fontevecchia la gloria y el ocaso.
el equipo y metiéndose personalmente en el Me enseñó cosas impresionantes acerca del
área. O dicho de otro modo: Jorge se reservaba periodismo, la ambición y los hombres. Pero
para sí mismo el papel de pudoroso gerente de siempre recuerdo una frase entre todas: “Jorge
teatro, que se mantenía a distancia y que estaba –me decía–, un hombre no debe medirse por
absorbido por las vicisitudes de la administra- los éxitos sino por cómo logra levantarse de
ción, cuando debió haber dirigido la orquesta las caídas”.
y hecho las veces de brillante solista.
A poco de haber cerrado PERFIL, hace diez
En esos tiempos, Fonteveaños, volvíamos juntos de un
cchia era sajón, cartesiano, frío
y entramos en el asUn diario cuesta almuerzo
y contenido. Su éxito actual se
censor del edificio de la calle
una vida. Es tarea Chacabuco. Yo venía hablando
debe a que dejó el pudor, se volvió tropical, tomó en persona la
de cualquier tema y él de repente
de un loco, un
dirección de la orquesta y tocó
me detuvo, se apoyó las manos
monstruo o
calurosamente el piano. Tal vez
en los pulmones y me dijo con
creía entonces que su modelo de
voz grave: “Tengo un dolor tan
un héroe
conducción podía ser el de cualgrande acá que no sé si me va a
quier CEO de medios, como por
alcanzar la vida para curarme”.
ejemplo Héctor Magnetto. Pero Fontevecchia
Le alcanzó con ocho años de desierto y
era mucho más que un cerebral hacedor de ne- penurias. Jorge sobrevivió, aprendió, y está
gocios. Fontevecchia era y es uno de los gran- curado. Aunque nunca podrá volver a ser el
des periodistas de la Argentina. Y su lugar está, mismo. Un diario nada tiene que ver con una
como los hechos lo indican, en la gran tradición revista ni con una editorial ni con un libro.
de los editores periodísticos que hicieron histo- Un diario cuesta una vida, es tarea de un loco
ria aquí y en el mundo. En esta segunda etapa o de un monstruo. O de un héroe. Un diario
probó que cuanto más auténtico y carnal era, es un camino de ida.
■
cuánto más se metía y dejaba su huella, cuánto más se perdonaba los errores y se permitía
* Ex subdirector de PERFIL en 1998. Actual secretario de
mostrarse tal cual era, más éxito podía tener.
redacción de La Nación y director de ADN.
odría un sobreviviente del Titanic escribir de aquel navío
sin remitirse a la tragedia? No lo
creo. ¿Hablaría de la tan anónima cuanto mítica orquesta sin
mencionar los hombres que vio
subiendo a los botes en lugares
que no les correspondían, dejando en cubierta a mujeres y niños
apenas para salvar sus mediocres vidas que sólo a ellos importaban? Tampoco lo creo. Y por
último, ¿alcanzarían las casi cuatrocientas palabras pedidas para
vomitar una jornada que durante
años conservó atragantada en su
garganta no acostumbrada a los
silencios? Seguramente no.
Es lo que me pasa con PERFIL
’98, EL diario. Porque, en ese
hundimiento, no fue la colisión
con el iceberg mercadológico
lo que me impidió dormir las
noches siguientes, sino otros
hielos que enfriaron mis mejores emociones. Yo, allí, conocí
el tamaño del alma (¿humana?;
¿argentina?; ¿periodística?; ¿todas ellas juntas?). Menor de lo
que suponía, por cierto. La flor
del idealismo editorial y la nata
de la miseria profesional las conocí en ese, digamos, episodio.
Y esto, al fin y al cabo, es todo lo
que tengo y quiero decir.
El sueño
periodístico y la
pesadilla humana
convergieron en
ese proyecto
El sueño periodístico y la pesadilla humana convergieron
en ese proyecto. Prefiero, en los
caracteres que faltan, referirme
al sueño del que nunca hubiera
querido despertar. Y ese sueño
se resume a un hombre y un
nombre, el del ideólogo que en
su entusiasmo viral nos contagió a todos de una epopeya que
no por breve deja de ser lo más
importante que le pasó al periodismo nacional en los últimos
treinta años. Sin dudas, hay un
antes y un después de PERFIL
’98 en el modo de investigar y
comunicar en los diarios argentinos. PERFIL ’98 revistó y
modernizó la estética diariera
nacional. Pero, más que eso, le
devolvió a la prensa argentina
su sentido de independencia
editorial –el único que justifica
su existencia– que los grandes
grupos (casi por neoplasmo de
crecimiento) habían perdido
en la construcción de su propia
grandeza. Ese nombre es el del
fundador y director Jorge Fontevecchia.
A su lado, todo lo demás son
personajes o episodios pequeños, tanto cuanto el tamaño de
ese alma que descubrí en el deceso fetal de PERFIL ’98.
■
* Ex subdirector de PERFIL en 1998.
Actual director de Perfil Brasil.
26 - ESPECIAL 10 AÑOS
La re-re de Menem,
Yabrán y los hijos
de De la Rúa
ocuparon la agenda
TAPAS
Las portadas del diario PERFIL se distinguieron por su innovador diseño
y por sus títulos, en los que se utilizaban criterios analíticos que eran muy
poco convencionales en los 90. Algunas tapas también estuvieron destinadas
a alertar sobre la inminente crisis económica que llegó tres años después.
El Mundial de Francia también ocupó algunas tapas. Y la detención de
Jorge Rafael Videla, al que por primera vez se lo fotografió con las esposas
puestas: esa imagen dio la vuelta al mundo.
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
ESPECIAL 10 AÑOS - 27
28 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
DOMINGOS. El suplemento de esos días
se dedicó a escritores, libros o fenómenos
a partir de teorías como las del “Homo
Videns” de Giovanni Sartori o más generales
como la visión de Woody Allen sobre la
incipiente Internet.
SUPLES. Como todo diario considerado como “generalista” y no de
nicho, PERFIL tenía –como el de hoy– suplementos especiales. El
de Deportes ocupaba un lugar central. Pero también estaban los de
Espectáculos, Economía, Agro y Tecnología, lo que significaba toda
una novedad en aquella época.
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
ESPECIAL 10 AÑOS - 29
Los lectores evaluaron al diario PERFIL
FOCUS GROUPS ANTES DE SALIR
Entre los objetivos de las encuestas cualitativas estaba la idea de testear la imagen global del medio, la valoración de los aspectos formales y la de contenidos.
Pero no sólo se valoró la forma y el fondo del producto, sino que lo mismo se realizó con la campaña publicitaria y los eslóganes –revulsivos– que se utilizaron en ella.
FICHAS.
GRUPOS. La selección de los encuestados fue estricta y se basó en lectores de Clarín, La Nación y de diarios de nicho. En la valoración de los aspectos formales, surgía con
fuerza el “impacto visual del color” y “la calidad y abundancia del material fotográfico”. Esos atributos –más la buena calidad de impresión– se los asociaba a “diario de calidad”.
30 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
MIRADA SAJONA
De Londres a Baires
L
ANDRES WOLBERG-STOK*
as campanas de Big Ben habían dado las nueve
nos” por parte del resto de la redacción, no tardó en
una noche de diciembre de 1997 cuando Jorge
hacerse uno con el resto. Al igual que en el servicio
Fontevecchia me terminó de conmilitar, la falta de sueño y la reCEDOC PERFIL
vencer. El entusiasmo que llegaba
petición de las prácticas hasta el
sin atenuantes a mi teléfono desde
desmayo terminaban borrando
Buenos Aires era irresistible. A los
todas las distinciones.
pocos días renuncié a Reuters, la
Para el momento en el que el
principal agencia de noticias del
diario finalmente salió a la calle y
mundo, y me embarqué con mi facomenzó a cobrar un protagonismilia rumbo a la Argentina y a la
mo vertiginoso en la vida cotidiana
aventura de ayudar a crear un diaargentina, aquellos que habíamos
rio que nacería grande.
llegado o vuelto de lejos para parCamino al centro desde Ezeiza,
ticipar en el emprendimiento ya
le pedí al remisero que pasara por
sentíamos haber estado ahí toda la
lo que serían las oficinas, en la cavida, y sólo con ese propósito.
lle Chacabuco. El edificio, en plena
Lo único para lo que nunca nos
obra, era una nube de polvo, gritos
entrenamos fue para detener el
y martillazos: un presagio perfecto
proyecto de golpe.
de los meses que nos esperaban,
Cuando me tocó el honor docon la carrera contra el reloj para
loroso de representar a PERFIL
reclutar un pequeño ejército disen la conferencia de prensa para
puesto a tomar por asalto el merexplicar el fin de su primera encado de los diarios en la Argentina,
carnación, el último día de julio
entrenar a todo el mundo y consde 1998, empecé con estas palatruirle entre todos a ese diario una
bras: “Cuando hay una situación
cultura, una personalidad, de la
en la que la noticia a comunicar
noche a la mañana.
es mala, no hay una buena forma
En Londres, mi trabajo en ReuEJERCITO. La redacción del diario del 98 ocupaba tres plantas completas de Chacabuco 271.
para hacerlo.”
ters como director de noticias para
Estaba equivocado. Hubiera
Europa, Medio Oriente y Africa era
debido predecir que PERFIL
esencialmente lo que se denomina “crisis manageEl equipo que armamos para las secciones Econo- pronto volvería, y que diez años después seguiría
ment”. Había crisis, y se manejaban. En esos primeros mía e Internacionales incluía gente importada del Wall siendo un orgullo cada vez mayor haber sido parte
meses, PERFIL resultó parecido pero al revés: eran Street Journal en Nueva York, de la sede de CNN en de esa primera fase.
■
las crisis las que manejaban. Con apenas tres o cuatro Español en Atlanta, o de oficinas varias de Reuters.
horas de sueño por noche, navegábamos a los tumbos Era un grupo que a pesar de haber recibido a los pocos
*Director asociado de PERFIL en 1998. Actualmente es
por un mar de números cero rumbo al lanzamiento.
días el apodo parcialmente merecido de “los marciaProduct Manager de Citibank Online en Estados Unidos.
MUY PERSONAL
DESAFIO CUMPLIDO
La cicatriz
E
ntre este diario y
resistí a sumarme.
JAVIER CALVO*
yo hay algo perDurante semanas
sonal. Casi sin grises,
me encontré librando
fue hace diez años el que despertó mis una lucha despiadada conmigo. Hasta
mejores sueños profesionales, pero que las dudas, los temores, los fantastambién el que me llevó a las peores mas y los enconos fueron vencidos por
pesadillas jamás imaginadas. Esas una certeza que me resistía a aceptar:
que, por primera y única vez en la vi- nada me resultaba más intolerable que
da, me llevaron a pensar en dedicarme la idea de que PERFIL retornara y yo
a otra cosa.
no formara parte de eso. El intento de
Con ausencia de escalas y a la veloci- hacer lo que se frustró hace una décadad de la luz, en pocos meses de 1998 da podía ser el mejor tratamiento para
muchos de los que integramos aquella liberarme de una mochila que seguía
redacción pasamos del enamoramiento pesando en exceso.
heroico a la frustración lacerante e imEl experimento resultó mucho mepotente. La que más duejor de lo imaginado y me
le. La que deja las huellas
Las marcas no se siento orgulloso de intemás profundas.
grar este equipo de traborran, porque
A partir de allí, y duranbajo. Incluso me deparó
te varios años, el nombre
la experiencia se algunas sorpresas imdel diario se transformó
previstas: con precisión
construye a partir freudiana, el mismo día
no sólo en palabra prohibida: despertaba en mí
en que este diario volvía
de las heridas
rencores y odios que desa salir a la calle (11 de
conocía. Un día creí que
septiembre de 2005) nahabía hallado el mecanismo del exor- cía el más pequeño de mis hijos. Creer
cismo y, lagrimeando, quemé (es literal: o reventar.
sí, incendié) la pila de las 84 ediciones
Sin embargo, las marcas no se boque atesoraba en una habitación como rrarán. Y ni siquiera se trata de eso. La
si fueran las cenizas de mi abuelo.
experiencia se construye a partir de las
Ilusamente creí que la estantería es- heridas, sobre todo de las más profuntaba acomodada, un capítulo cerrado das. La mía con este diario no desapaque, además, me había permitido un recerá, pero al menos ya se empieza
desarrollo laboral que me complacía. a ver la cicatriz. No es poco. Por eso
Todo ese equilibrio se vino abajo cuan- puedo escribir esta columna y editar
do me convocaron a participar del re- este suplemento.
■
greso del diario, en 2005. Ya nada era
igual, ni yo ni el proyecto. Pero aflo*Redactor jefe de PERFIL en 1998.
raron los mismos sentimientos y me
Actual prosecretario de Redacción del diario.
Un trato con Gabo
U
sted tiene que eslas razones. Lo extraMAXIMILIANO TOMAS*
cribir esa historia,
ño fue que, gracias a
me dijo: yo la quiero
las recomendaciones
leer. No sé de dónde saqué el coraje, pe- de Miguel Wiñazki y Jorge Fernánro le respondí que podíamos hacer un dez Díaz, y el entusiasmo de Daniel
trato: yo escribo la historia si usted se Capalbo, a los dos días estaba trabadecide a viajar, de una buena vez, a la Ar- jando de nuevo, pero para la sección
gentina. Gabriel García Márquez es un Policiales. Cuando el primer número
tipo supersticioso: Cien años de soledad salió a la calle yo estaba en Punta Alta,
se publicó en Buenos Aires en 1967 y fue cubriendo el caso de una maestra de
un suceso mundial. Fue entonces que escuela primaria que había mantenido
decidió no volver al país, para no cortar un romance con uno de sus alumnos.
la racha. “Pero hombre…”, contestó, y Conseguí las cartas de amor que ella
no dijo más. Así que esto es, si se quiere, le había escrito, y la nota fue tapa. Seel pago de la primera parte de la deuda manas después, cuando volví a Buenos
que contrajimos aquella
Aires, me duplicaron el
vez, en enero de 2006, en
sueldo. Con 22 años, disPodíamos llegar
un aula de la Fundación
fruté de la omnipotencia
a un acuerdo: yo de una redacción como
Nuevo Periodismo Iberoamericano, en Cartagena
que tenía PERFIL en
escribo esa historia la
de Indias, Colombia.
1998 todo lo que duró:
del diario si usted un par de meses más.
Un minuto antes, mientras me recuperaba de la viene a la Argentina Conocí a periodistas
sorpresa de verlo entrar
enormes e hice algupor la puerta del aula,
nos amigos. Y esa fue
Jaime Abello, director de la FNPI, me mi corta experiencia en aquel diario:
señaló y dijo: “Cuéntale, Maxi, cómo es un despido, una cobertura, la emoción
eso de que trabajaste en un diario que de la primera tapa. Luego pasaron los
tuvo más números de prueba que en la años, y el 2005 me encontró de nuevo
calle”. Así que intenté explicarle que era ahí, aunque más viejo y en otro lugar.
cierto, y que siete años después formaba Pero esa es otra historia. Ahora puedo
parte del relanzamiento del mismo dia- publicar esta nota, mandarla por mail
rio. Luego él me dijo que escribiera esa a Cartagena, y esperar que en la otra
historia, que la quería leer. La historia punta del continente alguien la lea y
es la que sigue.
decida cumplir con su parte del trato.
Empecé a trabajar en PERFIL como
■
redactor de Turismo en 1998. Duré poco más de veinte días. Mi jefa decidió
*Redactor de PERFIL en 1998.
echarme, aunque nunca me explicó
Actualmente es editor de Cultura del diario.
32 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
Fotos que hicieron historia
LAS IMAGENES MAS REPRESENTATIVAS DEL ‘98
❖ La foto de la tumba de Alfredo Yabrán en el cementerio privado Memorial de la localidad de Pilar ocupó casi dos páginas plenas del diario. El impacto visual se correspondía con el impacto med
❖ El Mundial de fútbol de Francia y la decepción.
❖ Fernando de la Rúa cuando era jefe de Gobierno porteño y comenzaba la campaña que lo llevaría a la Presidencia.
ESPECIAL 10 AÑOS - 33
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
La calidad gráfica que desde su nacimiento caracterizó a PERFIL y el diseño
innovador se convirtieron en una marca distintiva. La muerte de Yabrán, Videla
detenido, Menem, los De la Rúa y toda la actualidad, mostrada como nunca.
FOTOS: CEDOC PERFIL
diático y la conmoción que provocó el suicidio del empresario.
❖ Menem con Boris Yeltsin cuando aún tenían poder.
❖ Lo que parecía increíble se convirtió en realidad: Videla detenido, esposado y una imagen que recorrió el mundo.
❖ El ex juez Francisco Trovato extraditado, luego de ser depuesto de su cargo.
34 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vasrta idea de los
acontecimientos que dieron origen al diario Per5fil de 1998 Suplemento Especial
de 64 páginas donde se puede tener una vasrta idea de los acontecimientos que
dieron origen al diario Per5fil de 1998Suplemento Especial de 64 páginas donde
se puede tener una vasrta idea de los acontecimientos qudieron origen al diario
Per5fil de 1998Suplemento Especial de 64 páginas donde se puede tener una vas
❖ Liz Fassi Lavalle sale de visitar a su entonces esposo Omar en la cárcel de Devoto, donde estaba detenido.
❖ Los camalotes invadieron el Río de La Plata y modificaron el paisaje en el puerto de Buenos Aires.
❖ Maximiliano Guerra y su vuelo a la gloria durante una de sus presentaciones. Tras
❖ Aito, Antonio, Inés Pertiné y Fernándo De la Rúa posan juntos en su departamento de Recoleta durante una entrevista con PERFIL. Por entonces, todo eran sonrisas para la familia.
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
ESPECIAL 10 AÑOS - 35
FOTOS: CEDOC PERFIL
❖ Daniel Passarella se abraza con Verón tras derrotar a los ingleses en Francia.
los pasos de Julio Bocca.
❖ El represor de la ESMA “Tigre” Acosta, saliendo de su casa.
❖ La inundación llevó desolación a Santa Fe. El agua dejó sin hogar a miles de personas y mató de hambre al ganado que se refugiaba en cualquier vestigio de tierra.
36 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
JUAN OBREGON
CARA A CARA. Durante
más de tres horas, Jorge Sigal, ex editor de PERFIL en 1998, entrevistó al director de entonces y actual del diario, Jorge Fontevecchia.
“Creo que yo no cambié”
ENTREVISTA A JORGE FONTEVECCHIA
Habituado a ser él el que hace las preguntas, ahora
tuvo que ser el que daba las respuestas. El director
de PERFIL respondió todo sobre la fallida experien-
JORGE SIGAL
Es una imagen extraña, cercana y distante al mismo tiempo.
Estoy en el piso 14 del imponente edificio de Editorial Perfil. En
este lugar, hace ya diez años,
ocurrieron cosas que marcarían
mi vida para siempre. Estábamos transitando un sueño, lo
recuerdo muy bien. Hacíamos
un diario modernísimo, muy europeo, enorme, con un dogma
inapelable acerca de la libertad
de expresión. Aquí mismo, en
las amplias oficinas de su director, Jorge Fontevecchia, se
realizaban muchas reuniones.
Debatíamos sobre todo. Desde
cómo administrar los recursos
de las secciones que yo editaba
hasta de ideología. Los periodistas usábamos corbata, otro
toque de distinción, un indicio
de cómo concebía el triunfo su
capitán: intenso y elegante. ¿Un
poco impostado? También.
¿Era una locura? Quizás.
¿Este hombre, que ahora me
saluda desde atrás de su escritorio cargado de papeles, había
perdido noción de la realidad?
Es posible.
Muchas veces, a lo largo de
cia de hace una década. No le escapa a ningún tema
y relata todo lo que ocurrió antes, durante y después.
Los inicios del proyecto, la salida a la calle, la depre-
esta década, me pregunté si
aquel ejército de casi trescientos combatientes, que poblaba
tres pisos enteros de este fuerte
de la calle Chacabuco, sentiría
lo mismo que yo. Porque los
sueños, los sueños pertenecen
sólo a su dueño. Quién sabe.
Pero de algo estoy seguro: ni el
más realista de esos soldados
pudo abstenerse de soñar. Aunque sea un poco.
“El proyecto nace
mucho antes que
1998. Lo empecé
a explorar desde
el año 1993.”
De enero a julio, casi de corrido, apenas con algunas interrupciones para ir a casa a reponer energías. Así era el ritmo de
aquella fábrica. Además, hubo
ensayos generales. Y simulacros. Y más ensayos generales.
Y una rotativa gigante, parecida
a un tren, que despedía diarios
como rayos. Todo eso había en
aquel sueño.
Una empresa del Primer
Mundo, eso parecía. Estábamos en Europa, claro. Posiblemente en España. ¿Sería el
diario El País donde realmente
trabajábamos?
Pero algo falló. Y el despertar
no fue amable. Todo se desmoronaba. Nos caímos del mapa.
Literalmente.
¡Despierten, ilusos! Gritaban
por ahí. ¿Se la creyeron? Esto
es Argentina, ¿qué pensaban?
¿Convertibilidad, transparencia, nuevos diarios? ¡Minga!
Algunos, unos cuantos, parecían alegrarse. Quizá porque la
frustración es un buen consuelo para aceptar la mediocridad
general.
Adiós, PERFIL, adiós. Cierre. Conflicto. Despidos. Su ruta. Una historia tan argentina
como el colectivo. Fin abrupto
y anticipado de un año poco
creíble: 1998.
He vuelto a este lugar en
pocas oportunidades. Está
casi todo igual. A la derecha,
la enorme mesa de reuniones.
Más acá, los sillones negros.
Desde el escritorio de madera
clara, avanza Fontevecchia.
sión porque no funcionaba, el cierre intempestivo,
las ofertas que recibió para vender, la autocrítica y
las lecciones que debió aprender para renacer.
Saluda, siempre cordial. Nos
damos un apretón de manos.
Vamos a hablar de aquella experiencia que nos reunió en el
’98. Y vamos a tratar de entender por qué se derrumbó.
—Recordemos cómo era
aquel país, cuando vos decidís sacar el diario PERFIL.
Estábamos al final de la era
Menem; había una fuerte demanda ética por parte de una
sociedad harta de corrupción;
la convertibilidad, aunque
muy pocos políticos lo admitían, estaba llegando a su fin.
Nacía entonces la “ilusión De
la Rúa”: convertibilidad más
transparencia. ¿Coincidís con
esta descripción?
—Sí, ése era el contexto cuando se lanza PERFIL. Pero el
proyecto nace mucho antes. En
1993, Noticias ya era una revista muy consolidada y exitosa,
y Caras, que había aparecido
un año antes, de manera sorpresivamente rápida se había
convertido en la revista de más
venta de Argentina. Por entonces yo sentía que, después de
veinte años de hacer revistas y
de haber lanzado varias decenas
de publicaciones, tenía no sé si
la obligación o la necesidad de
evolucionar profesionalmente.
En las revistas había cumplido
casi todos los desafíos y lo natural era crecer haciendo algo que
no hubiera hecho hasta ese momento. Hacer para mí tiene un
significado existencial, yo creo
que las cosas que vos hacés te
transforman. Cuando la edito-
“Dos veces analicé
comprar La
Prensa y, en una
oportunidad,
Página/12.”
rial festejó sus 25 años, quien
coordinaba una edición especial conmemorativa que publicamos me pidió que escribiera
una de esas clásicas columnas
de aniversario. En esa edición
especial opinaban varias decenas de personas que a lo largo
esos años pasaron por los distintos medios de la editorial.
En esos textos, la gran mayoría
ESPECIAL 10 AÑOS - 37
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
coincidía en la idea de que yo
había hecho cada una de esas
publicaciones. La visión que yo
tenía, y transmití en mi columna, era totalmente distinta: cada
una de esas publicaciones me
habían hecho a mí, cada una
de ellas me había colocado en
el desafío de aprender a comunicarme con distintos tipos de
lectores, a veces incluso con
intereses distintos a los míos, a
desarrollar conocimientos que
no tenía hasta ese momento y
que nunca hubiera tenido de
no ser por ellas. Para crecer,
entonces, tenía que enfrentar
nuevos desafíos profesionales, y
entendí que en materia de revistas, al menos en Argentina, no
me quedaba tanto por aprender.
Para ubicarse en el tiempo: yo
tenía 33 años cuando lancé Noticias y 36 cuando lancé Caras.
Era bastante joven para ser un
veterano. Analicé las distintas
alternativas y, a pesar de que
había estudiado televisión en
la New York University cuando
estuve en el exilio, descarté los
medios audiovisuales. Pensaba,
todavía lo pienso y espero que
eso cambie con el desarrollo
tecnológico, que en Argentina
la televisión y la radio, al ser
concesiones del Estado, condicionan a quienes conducen esos
medios a algún grado de dependencia del gobierno de turno, y
mi naturaleza me indicaba que
yo no me iba a llevar bien en ese
contexto. Concluí que tenía que
continuar en los medios gráficos. Y lo que nunca había hecho
era un diario…
—Además, la gráfica, la palabra escrita, sigue teniendo
más prestigio que los medios
audiovisuales, ¿no?
—En la televisión de hace diez
años había programas políticos
con bastante rating y quienes
los hacían tenían mucho prestigio. Yo no lo analizaba desde
la óptica de hacer un programa
sino de hacer un canal de televisión. No podía pensar el tema
sólo desde mi interés personal,
lo tenía que hacer desde las responsabilidades que tengo con
Editorial Perfil, como empresa
en la que trabajan 700 personas.
Aunque, pensándolo mejor, tenés razón, probablemente no
haya sido sólo por una cuestión
de independencia sino también
porque la televisión venía en un
proceso de popularización progresiva y quizás, inconscientemente, temí que me transformara en un sentido que a mí no me
gustase. Reitero, no me refiero
a un programa porque hay va-
20 millones de pesos en no muchos meses, lo vendió casi por
nada. La historia de La Prensa
me generaba mucho respeto:
hubiera sido un enorme desafío
hacer renacer un diario que no
solamente había sido prestigioso, sino de alta circulación. Mi
padre, quizá por una cuestión
generacional, me insistía con
La Prensa y varias veces recorrí sus instalaciones y analicé
seriamente esa alternativa. Pero
siempre llegaba a la conclusión
de que su infraestructura era
obsoleta y su personal no era
el adecuado para el tipo de diario que me gustaba hacer. Para
entender cómo fue cambiando
el contexto desde que comencé
con el proyecto diario, en 1993,
hasta que finalmente lo pude
concretar, en 1998, vale la pena
recordar que por entonces La
Nación pasaba por una profunda crisis. Esa crisis finalmente
se revolvió muy bien cuando la
familia Saguier logró hacerse
de la mayoría de las acciones y
cambió la conducción del diario.
En ese momento, las cosas eran
muy distintas… Recuerdo una
reunión con Amalita cuando
ella quería desprenderse de La
Prensa. Estábamos en el nuevo
edificio Fortabat, ubicado justo
frente al de La Nación. Mirando desde sus oficinas vidriadas,
Amalita me dijo: “Yo compré La
Prensa preocupada porque me
contaron que La Nación estaba
pasando situaciones societarias
complicadas que ponían en
riesgo su continuidad y la Argentina no podía quedarse sólo
con un diario importante…”.
Hoy, La Nación ha rejuvenecido, está más fuerte y exitoso
que nunca, pero a principios
de la década pasada la situación era otra. Tal era su crisis
que Jacobo Timerman decía:
“La Nación es La Prensa del
2000”. O sea, iba camino a una
lánguida decadencia. También
por esos años me vino a ver
Jorge Lanata porque algunos
accionistas de Página/12 querían vender. Recordemos que
durante los primeros tiempos
de Menem sólo Página/12 y la
revista Noticias eran críticos del
gobierno. Como suele ocurrir,
con los años todos los medios
fueron críticos. Pero en ese
período no, estábamos solos.
Entonces, pensaron que podía
interesarme. Analicé también
esa alternativa. Durante algunas semanas dos representantes de Perfil estudiaron todas
las informaciones que nos pasaron desde Página/12, incluso
visitaron sus instalaciones. Pero
llegamos a la conclusión de que
tampoco era el diario adecuado
para lo que yo, con mucha ingenuidad, aspiraba: un medio que
algún día pudiese tener algún
grado de comparación de género con Clarín y La Nación. Página/12 era muy exitoso siendo
un diario contracultural, como
Libération de Sartre en Francia.
Pero concluimos que no podía
transformarse en un diario del
tamaño de Clarín o La Nación
sin perder la frescura, que era
uno de los atributos de su éxito.
Decidido entonces a lanzar un
diario nuevo, que se llamaría
PERFIL, casi a finales de 1993
me visita el dueño de Editorial
Abril, Roberto Civita. Hacía un
año él había comprado lo poco
que quedaba de Editorial Abril
de Argentina. Preocupado
porque el nombre y el isotipo
de ambas empresas –el famoso arbolito– era el mismo en
ambos países y la empresa en
Argentina se encaminaba a la
quiebra, temía que el desprestigio afectara internacionalmente a su empresa en Brasil.
Editorial Abril la había iniciado
en Argentina su tío y Editorial
Abril de Brasil, su padre. Tras
la compra, Civita trató de hacer
renacer la empresa. En 1992 relanzó la revista Panorama, la
mayor news magazine de los
años setenta, y Claudia, que había sido la revista femenina más
importante del país también en
esa década. Pero no le iba bien.
Según él, porque los ejecutivos
brasileños no entendían este
país. Entonces, pensó que yo
podía resolverle el problema.
Me propuso que me hiciera cargo de la filial local, cediendo el
50 por ciento de las acciones sin
cargo porque la editorial perdía mucho dinero. Le respondí que estaba sobreestimando
las posibilidades de mejoras
que le podía aportar, que probablemente sus problemas no
eran porque los brasileños no
entendieran la Argentina sino
porque el mercado argentino
era mucho más chico que el
de Brasil. Civita me respondió:
“Antes de venir a verlo consulté
con distintas personas cuya opinión me merece respeto, entre
ellas Héctor Magnetto. Todas
coinciden en que el mercado
es muy pequeño y que, por los
conocimientos que usted tiene
sobre las revistas, es la persona
indicada para ayudarme a solucionar la crisis”. Le expliqué
que en ese momento mi cabeza
estaba en sacar un diario, que
quería ponerlo en la calle en
dos años, que ya no encontraba en las revistas de Argentina
un desafío que me permitiera
aprender algo nuevo. Pero que,
sin embargo, estaría dispuesto
a posponer ese proyecto por un
tiempo a cambio de una nueva
experiencia: por ejemplo, sacar
una revista de gran circulación
en Brasil. Concretamente, le dije: “Si usted me ayuda a lanzar
una revista semanal de celebridades en Brasil, yo lo ayudo con
las revistas de Abril en Argentina”. Civita aceptó y tuve que
posponer el proyecto del diario
por un año. Viví en San Pablo
hasta diciembre de 1994 y logré
lanzar Caras Brasil. Regresé a
la Argentina justo cuando estalla la crisis del Tequila. En ese
contexto, ningún banco aprobaba operaciones de más de 5
millones de dólares para países
emergentes. Por lo tanto, gran
parte de 1995 se fue sin conseguir que los fabricantes europeos de máquinas de impresión
para diarios consiguiesen la calificación necesaria para su realización. Finalmente, logramos
la aprobación a principios del
’96. La fabricación de una máquina de ese tipo, su posterior
traslado y armado demoran dos
años. Así, llegamos hasta 1998,
momento en el que recién pudimos hacer el lanzamiento, en
ese contexto al que vos hacés
referencia en tu pregunta. Pero yo hubiera querido hacerlo
mucho antes. No pude elegir la
fecha.
—Tengo entendido que en
esa etapa también tuviste alguna oferta del grupo Clarín.
¿Es así?
—Sí, efectivamente. Fue en
1995. Me invita a almorzar
Héctor Magnetto junto con los
otros accionistas de la gerencia
de Clarín: José Aranda y Lucio
Pagliaro. Allí me dicen que desean comprar un 30 por ciento
JUAN OBREGON
“El contexto en el
que lanzo el diario
era distinto al que
yo planeaba. No
pude elegir la fecha.”
rios muy buenos, sino a manejar un canal. Entonces, en 1993,
buscando iniciar una segunda
etapa en mi carrera periodística, comencé a explorar hacia
los diarios. Dos veces analicé la
posibilidad de comprar La Prensa. Una fue antes de que Amalia
Fortabat lo comprase; y la otra,
un año después, cuando Amalita, cansada después de perder
CONSEJO. “Magnetto me dijo: ‘Vos sos un chico muy creativo, pero no tenés empresa’. Gracias, le contesté.”
de Editorial Perfil. Es lo mismo
que habían hecho con Pol-ka
de Suar y varios años después
repetirían con Ideas del Sur de
Tinelli. Respondí que agradecía
el interés, pero no, que mi estilo
de editor antiguo no me permitiría ser un buen socio. Magnetto
insistió, trató de convencerme
con el argumento de que nada
cambiaría para mí, que yo seguiría conduciendo la empresa
como en el caso de Suar. Pero
me negué.
—¿Se llegó a hablar de una
cifra para la eventual compra
de ese 30 por ciento?
—No, me preocupé de ser claro desde el principio y, para no
generar malos entendidos, allí
mismo les informé que pensaba
lanzar el diario PERFIL. Magnetto me miró fijo y me dijo:
“Jorge, vos sos un chico muy
creativo, el más creativo de la
gráfica, pero no tenés empresa.
Para seguir creciendo no alcanza con la creatividad, se necesita una organización. Y eso, vos
no lo tenés. Pensalo bien. Quizá
no te conviene seguir solo. Nosotros te ofrecemos una organización que tiene muchos años”.
Efectivamente, Clarín tiene 50
años más que Editorial Perfil.
Los ciclos de vida de las empresas eran incomparables y sus
tamaños más aún. Junté fuerzas
y le respondí: “Héctor, tenés razón, gracias por el consejo, pero
me esforzaré todo lo que pueda
en desarrollar una organización
que pueda sustentar ese crecimiento”. Lo venía haciendo
desde antes, pero me propuse
poner más empeño aún en usar
los dos años que tenía por delante, mientras se fabricaba la
máquina de impresión, en mejorar la logística de distribución,
de venta de avisos y de todas las
áreas de nuestra editorial para
llegar al lanzamiento del diario
con una organización. Porque,
como decía Perón…
—… La organización vence
al tiempo.
—Exactamente. Y no era un
desafío menor. Hay que tener en
cuenta que los diarios en todo el
mundo estaban en un proceso
de transformación tecnológica
muy seria y que en la Argentina
de 1995 Clarín y La Nación todavía salían en blanco y negro.
En todas las conferencias de la
Asociación Mundial de Diarios
se discutía respecto del color y
del blanco y negro. Había una
idea dominante sobre que el color no era distinguido sino popular, que transmitía una imagen de poca seriedad. Esa idea
errónea quizá se instaló porque
los primeros periódicos que se
animaron a poner color fueron
los populares ingleses, seguramente desesperados por satisfacer al consumidor. En cambio,
los diarios de calidad no tenían
esa urgencia. Los medios serios
se mantenían en blanco y negro
pero comenzaban a colocar avisos a color por presión de los
anunciantes. Recuerdo que en
una de las conferencias de la
World Newspaper Association,
el representante del diario El
País de España, que, como sabés, en mucho inspiró a PERFIL, dijo: “Nunca los diarios de
calidad serán a color. Nunca El
País será a color como nunca
The New York Times será a co-
38 - ESPECIAL 10 AÑOS
lor”. Cuando me tocó responder, le dije: “Tengan cuidado,
porque si la fuente argumental
es The New York Times, no creo
que esta década termine sin que
la “dama gris” de New York se
imprima a color. Y, en ese caso,
también El País tendrá que sumarse”. Expliqué que a mi generación le tocó hacer la transición de las revistas del blanco
y negro al color en la década
anterior. Primero comenzamos
con un poco de color, rápidamente pasamos a la mitad color
y en menos de una década todo
era color. Eso sucede porque,
mientras todo es en blanco y negro no se percibe que algo falta.
Pero, en la medida en que una
parte había empezado a incorporar color, dejaba en evidencia que a la otra le faltaba algo.
Mis hijos, que eran bien chicos
por entonces, cuando quería
decir que algo era viejo decían:
“Eso es de la época del blanco
y negro”. No estoy contando
cosas de tiempos remotos. Por
ejemplo, Noticias fue la primera
revista semanal en la Argentina que salió toda a color. Y eso
fue a dos meses de comenzar
1990. Hasta allí ninguna revista
semanal era toda a color. A partir de Noticias, todas tuvieron
que cambiar. Lo mismo sucedió
con Clarín y La Nación desde
el nacimiento de PERFIL, en
1998. En el ’96, cuando hicimos
el pedido de fabricación de la
máquina para imprimir ciento
por ciento color, los ingenieros
alemanes nos preguntaban si
estábamos seguros de lo que
hacíamos. La mayoría de las
máquinas se ese momento se
fabricaban para cincuenta por
ciento. Una anécdota curiosa:
en agosto del ’98, al mes de
que el diario PERFIL dejara de
editarse, me llama Jesús de Polanco, uno de los dueños de El
País, y me dice que en su diario
estaban sorprendidos por la calidad que había tenido el nuestro. Entonces, como el español
tenía que agregar color, y como
la fabricación de las rotativas
“Todos los que se
lanzaron en estos
años aspirando
a ser un ‘diario
grande’ fracasaron.”
tardaba dos años, querían ver
si podían comprar nuestra rotativa. Le respondí que creía que
no la venderíamos, pero que me
lo dejara pensar una semana.
Llamó a la semana siguiente,
y cuando le confirmé que no,
me dijo: “Pero Jorge, tú estás
loco, nadie tiene una rotativa
si no tiene diario. ¿Cómo vas a
quedarte con una máquina de
ese tamaño si no la usas?”. Lo
que le expliqué a Polanco también ayudará a que se entienda
el tema del contexto sobre el
que vos preguntabas: “Desde
que planificamos PERFIL –le
respondí– hasta que pudo finalmente estar en la calle, pasó
tanto tiempo que nos cambió
el escenario: en lugar de una
economía en crecimiento terminamos coincidiendo con una
etapa de recesión. Si siempre es
difícil comenzar con algo nue-
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
vo, lo es mucho más con viento
en contra. Como nosotros aspiramos a volver, la próxima vez
no queremos correr el riesgo de
tener que esperar dos años hasta tener máquina y que pueda
nuevamente modificarse el escenario. Por lo tanto, no venderemos; la vamos a conservar”.
—A pesar de las nuevas
condiciones del país, no solamente decidís salir, sino que,
además, lo hacés con un diario
pretencioso: enorme en cantidad de páginas, con un numeroso staff de periodistas,
con la imprenta propia más
moderna del país, con un edificio de catorce pisos… ¿Fue
un exceso de entusiasmo o un
temática, no requieren suplementos ni grandes secciones de
Espectáculos o Deportes. Los
diarios con un foco específico
no precisan muchas páginas
porque no están obligados a
dar todas las otras informaciones y servicios que dan Clarín
o La Nación. El error, entonces,
fue hacer un diario grande. Los
hechos demuestran que todos
los diarios con aspiraciones de
“diario grande” que se lanzaron
en las últimas décadas fracasaron. Fracasó La Prensa contando con los millones de Amalita
y la conducción de un prócer
de los diarios como Marcos Cytrynblum, el hombre que dirigió
la redacción de Clarín durante
los chismes) o “generalista”.
Lo que me dijo Julio Ramos es
que no se puede competir con
Clarín o La Nación. Y su planteo tenía mucha lógica, como lo
demostró el fracaso de PERFIL
en 1998. Quizás ahora, con ediciones sólo los fines de semana, PERFIL encontró la forma
de romper con el maleficio de
que todo diario “generalista”
fracasa…
—El diario del ’98 salió a la
calle con un precio al público
de un peso, o sea de un dólar;
un editor cobraba por entonces alrededor de 6 mil dólares
mensuales de sueldo. Eran
precios similares a los de Nueva York. Yo recuerdo haber traMARCELO ABALLAY
FUTURO. “Cuando
a Polanco, de El País, le respondí que no le iba a vender la imprenta, me dijo: ‘Tú
estás loco, nadie tiene una rotativa si no tiene diario’. ‘La conservamos porque vamos a volver’, le dije.”
error de evaluación política y
económica? ¿O, acaso, ambas
cosas? Tanto planificar y, sin
embargo, parece que te dejaste llevar por un impulso...
—Es cierto, debería haber
pospuesto el lanzamiento. Aunque, admitamos, hubiera sido
por mucho tiempo. Porque, a
mediados de 1998 comenzó el
más largo ciclo recesivo de la
Argentina: 48 meses consecutivos de caída de la economía.
Es verdad que hubo indicios a
fines de 1997 con las devaluaciones de los países del sudeste asiático, que luego en 1998
fue el default de Rusia y, seis
meses después de que PERFIL
dejara de editarse, en enero de
1999, se produjo la devaluación
de Brasil y, allí sí, la economía
argentina quedó definitivamente herida. Pero decisiones
como la máquina o el edificio
habían sido tomadas bastante antes, hasta los periodistas
más importantes del diario habían sido contratados antes de
que siquiera Tailandia tuviera
problemas con su economía.
Además, no todo son números.
Es difícil parar un proyecto en
el que viene trabajando tanta
gente desde tantos años antes.
Ahora, uno podría preguntarse:
¿es imprescindible planificar un
diario con tanta anticipación?
No necesariamente. Depende
de la envergadura del proyecto.
Por ejemplo, no precisan esa inversión de tiempo diarios como
Página/12 o Ambito Financiero
que, al especializarse en alguna
la década en que pasó de 300
mil ejemplares diarios a medio millón. Fracasó años antes
Tiempo Argentino, también con
un fuerte capital de respaldo y
la dirección del experimentado
Raúl Burzaco.
—¿No se puede ir a un diario más pequeño y crecer hasta
convertirlo en una alternativa
de primer diario?
—Creo que hoy no. Página/12
fue fundado hace más de veinte
años y Ambito Financiero hace
más de treinta, y no lograron
convertirse en primer diario.
— Sin embargo, Julio Ramos
te habló de la necesidad del
gradualismo en una conversación que sostuvieron después
del fracaso de PERFIL, ¿no?
—Y lo escribió en Ambito
Financiero. Julio Ramos hizo
exactamente igual que Página/12. Y también, aunque para
otro público, lo hizo Héctor Ricardo García con Crónica una
década antes: pocas páginas y
para competir con Clarín o La
Nación sólo en alguna temática determinada. Lo mismo
hizo Jacobo Timerman, quien
en los 70 decía: “Si algún día,
a las cinco de la tarde, estallara
la Tercera Guerra Mundial, en
La Opinión publicaremos un
breve recuadro en tapa con el
siguiente texto: ‘Ayer a las cinco
de la tarde comenzó la Tercera
Guerra Mundial, mañana ampliaremos’”. Hay dos modelos
de diario: especializado (en el
análisis, las primicias políticas,
la economía, los policiales o
bajado en un diario que parecía del Primer Mundo, por su
infraestructura, pero también
por tus exigencias: hicimos 84
ediciones de prueba –números
“cero”– antes de salir, tuvimos
más tiempo de ensayo que de
aparición pública. Era vencer
o morir, no había muchas al-
“Julio Ramos me
aseguró que no se
puede competir
con La Nación
o con Clarín.”
ternativas. ¿No hay un poco de
fantasía “primermundista” en
el Fontevecchia de esa época?
—Los sueldos del periodismo
en dólares fueron mucho más
altos en los noventa que en
cualquier otra época. No se trata sólo de una elección, en los
noventa ésos eran los sueldos.
No solamente los periodistas de
PERFIL ganaban esos montos.
En líneas generales, ésos eran
los salarios en todos los medios. La ilusión de un país del
Primer Mundo no era del diario PERFIL sólo, sino también
de todos los demás. Hay sí una
característica particular: como
a mí me tocó vivir, por distintos
motivos, muchas veces fuera
de la Argentina, tiendo a crear
organizaciones con parámetros
más cosmopolitas. Eso es cierto y en varias oportunidades
eso nos ha traído dolores de
cabeza porque algunas de esas
técnicas o aspiraciones no son
muy aplicables en nuestro país.
Pero también la mayoría de los
éxitos de la editorial obedecen
La ilusión de un
país del Primer
Mundo no era sólo
nuestra, sino
de todos.”
a que se fijó expectativas que
parecían superiores a las de la
industria local en cada momento. Cuando sacamos la primera revista semanal a color, el
mencionado caso de Noticias,
muchos sostenían que no sería
sustentable; cuando salió Caras, la primera revista semanal
en papel ilustración, también se
la veía como algo anormal. Recuerdo que, al lanzar Noticias,
Aníbal Vigil, histórico editor de
Atlántida, me dijo: “Pero, Fontevecchia, usted siempre igual,
siempre viene con esas ideas
del hemisferio norte”. Y agregó
una frase, que por supuesto no
comparto en absoluto y hasta
me resultó muy chocante: “¿No
se da cuenta de que éste es un
país de indios”. Y sí, muchas
veces nos equivocamos por
eso, pero otras también fueron
ésas las diferencias que hicieron que los lectores adhirieran
a productos de Editorial Perfil.
Respecto del precio de tapa de
PERFIL, era el mismo que el de
Clarín y La Nación y los sueldos
también eran similares.
—Lo que intentaba era ejemplificar con los parámetros de
la época los enormes costos
que representaba un proyecto
de semejante magnitud...
—En términos de dólares,
sin ninguna duda. Otra forma
de análisis surge de la relación
entre el precio de tapa y el sueldo de los periodistas de 1998
comparado con los actuales.
En 1998, el diario costaba de
lunes a sábado un peso, que era
un dólar, y hoy cuesta 1,70, que
son 50 centavos de dólar. Tanto
los salarios de los periodistas,
como el precio de tapa, como
la tarifa de publicidad, son la
mitad tomados en dólares.
Mientras que el papel, que es
el principal costo de un diario
–por lo menos para los de muchas páginas y mucha tirada–,
sigue costando en dólares exactamente lo mismo. Eso explica
los problemas de los diarios
hoy. Porque, obviamente, era
mucho mejor para los diarios
pagar sueldos altos y tener un
precio de tapa alto en la misma
proporción. La frase clásica de
Henry Ford cuando decía que
prefería pagar salarios altos para que los trabajadores pudieran comprar autos. Para todos
los medios, pero para los gráficos en particular, sería mucho
mejor, porque el papel sigue
teniendo precio en dólares.
—Cuando finalmente PERFIL salió a la calle, el 9 de mayo de 1998, si mal no recuerdo
vendió algo así como 130 mil
ejemplares…
—No, no… El pasado se novela a sí mismo porque la maravillosa fuerza de la nostalgia
agranda todo. En la primera
ESPECIAL 10 AÑOS - 39
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
edición vendimos algo menos
de 80 mil ejemplares.
—La percepción que teníamos los editores ese día era
que habíamos tenido un éxito
muy importante, estábamos
exultantes. Sin embargo, vos
te deprimiste. ¿Ese primer día
ya percibías que algo no funcionaba?
—No me deprimí ese día, pero sí a lo largo del primer mes.
Y es cierto que durante ese período había una diferencia entre la percepción que yo tenía y
la que tenían todos los demás.
Desde el punto de vista creativo, PERFIL tuvo varios méritos
que justificaban esa percepción
de éxito en alguno de sus objetivos. Pero lo que yo veía era
lo que Magnetto me había advertido unos años antes: “Sos
un chico muy creativo, pero sin
una empresa la creatividad sola
no alcanza”. Lo que yo observaba era un diario muy elogiado
por los colegas, muy valorado
por las personas con un grado
de instrucción más alto que la
media, pero que al público en
general no lo dejaba satisfecho.
Después de la primera semana
–donde todo diario nuevo vende
más por la novedad que representa– y de la semana en que se
suicidó Yabrán, cuando alcanzamos una circulación similar
a la de la primera, nuestras ventas se estabilizaron en un poco
menos de 30 mil ejemplares de
lunes a domingo. El plan económico y financiero del diario
estaba construido sobre una
premisa que antes de salir nos
parecía conservadora: vender
50 mil ejemplares de lunes a
sábado y 100 mil los domingos;
el doble de los días laborables,
como sucede con todos los diarios argentinos. ¿Por qué digo
que era un plan conservador?
Por un lado, porque esas aspiraciones representaban el 10 por
ciento de las ventas de Clarín,
tanto para días hábiles como
para fines de semana, pero
también porque varias de las
revistas de Editorial Perfil superaban largamente los cien mil
ejemplares. Como construcción
cultural, 30 mil o 50 mil ejemplares podía parecer lo mismo,
pero desde el punto de vista económico y financiero era casi la
mitad de los ingresos previstos
de lunes a sábado y menos de
un tercio los domingos, día en
que cometimos el error de salir
sin revista aunque a un precio
menor que los competidores.
Y en lugar de vender lo que teníamos previsto de publicidad,
que eran dos millones de pesos
por mes, vendíamos 500 mil. La
diferencia entre mi ánimo apesadumbrado en contraste con la
alegría del resto de la redacción
radicaba en que yo veía eso que
no se ve como lector del diario,
y que hasta es contradictorio,
si encima el diario es medianamente bueno o transmite alguna percepción de éxito. Vos, que
fuiste del Partido Comunista, lo
vas a comprender si lo expreso en términos marxistas: yo
veía la infraestructura y ustedes veían la superestructura.
La superestructura precisaba
correcciones y estaba lejos de
ser ideal, pero realmente era
bastante buena. Lo cual, para
mí, agravaba la situación por-
que si el producto hubiera sido
muy malo y los resultados no
acompañaban podía quedar la
esperanza de cambiarlo y mejorar los resultados. Lo que me
deprimió fue que el mercado,
tanto de lectores como de publicidad, fuera tanto más pequeño
de lo que nosotros imaginábamos, y eso era lo que nosotros
no podíamos corregir.
—El sabor retroactivo que
tengo es que rápidamente llegaste a la conclusión de que
nada se podía hacer y te predispusiste para el repliegue,
para la retirada…
—Percibí que había un problema estructural, que hacíamos un periódico que aspiraba
joras que podríamos haberle
introducido eran las normales
de cualquier proyecto donde,
por prueba y error, con el paso
del tiempo se va avanzando. Pero no se podía multiplicar por
dos la circulación y por cuatro
la publicidad en el primer año.
Mi tristeza era también porque
comencé a ver que no había
sólo un problema en PERFIL
sino de toda la “industria” de
diarios. Algo que obviamente
se intuía pero yo no quería ver.
Tampoco era tan fácil darse
cuenta entonces, como lo fue
después: la Web recién nacía
en 1996. Ese es otro ejemplo
del cambio de contexto del
que hablábamos al comienzo.
MARCELO ABALLAY
que lo mantiene en un lugar de
liderazgo.
—Sí, pero sería injusto decir
que Clarín es Clarín sólo por
eso. Es uno de sus componentes.
—¿Cómo reaccionó “Clarín”
frente a la salida del diario
PERFIL?
—Reaccionó… no sé si la palabra es con agresividad, pero sí
muy activo. Se lo tomó en serio.
Lo consideró un desafío importante e hizo todo lo que hacen
las empresas hegemónicas en
esos casos. Pero no es culpa de
Clarín que PERFIL haya fracasado en el ’98. Es culpa de PERFIL. Era esperable que Clarín
reaccionara de esa manera.
Para ganarse su lugar, toda
obra nueva tiene que superar
la resistencia de las existentes.
Y PERFIL no pudo porque, además de los embates de Clarín,
que fundamentalmente fueron
efectivos para hacerle vender
menos avisos, vendía menos
ejemplares y llegaba a menos
lectores de los necesarios para
subsistir.
—¿Pero fue la reacción de
un competidor leal? No sé si
estás en condiciones de contarlo, claro.
—Sí, no hay nada que no pueda contar. La verdad es que no
tengo reproches porque Clarín
es eso. Está en su naturaleza.
No digo que no me haya sorprendido la contundencia de
sus técnicas, pero esa reacción
fue acorde a lo que es su natural
estilo. Ahora, si la pregunta es
si yo aplico ese método en las
revistas de Editorial Perfil –que
son líderes en su género– para
dificultar el nacimiento de competidores, mi respuesta es no.
Esas prácticas yo no las llevaría
adelante.
—Me refería a ciertos beneficios para quien anuncia “sólo en mi medio”. O, yendo más
lejos, para quien no anuncie
en los de mi competencia…
—A ver… Hay dos formas de
concebir el estilo de una empresa. Es creativa o es reactiva. Y
“Hacíamos un diario
con costos de un
primer diario pero
con ingresos de un
segundo diario.”
BAJON . “Me empecé a deprimir a lo largo del primer mes de nuestra
salida, porque no estaba funcionando. Sólo yo percibía eso”.
a ser un primer diario, con los
costos que eso significa, y los
resultados que obteníamos
eran de un segundo diario. O
sea, nosotros vendíamos un poco más que Ambito Financiero
y que Página/12 pero nuestros
costos eran mucho mayores
que los de ellos. Cuando los
problemas son estructurales
y de enorme magnitud, no se
los corrige con táctica. Las me-
En 1995, cuando se encargó la
fabricación de la máquina, la
Web aún no existía.
—Ya que utilizaste categorías marxistas, sigamos.
“Clarín” es, para el mercado
periodístico, lo que los países
hegemónicos representan para
los periféricos, es decir que reaccionan frente al competidor
con mucha ofensiva. Supongo
que ese comportamiento es el
son dos ciclos muy claros en la
historia de una organización.
Cuando es joven, la organización es creativa, tiene más para
avanzar dedicándose a su propio progreso que impidiendo el
progreso ajeno. No está preocupada por lo que hacen los otros
sino por lo que hace ella misma.
Cuando alcanza cierto grado
de madurez, la proporción de
lo reactivo tiende a aumentar,
comienza a jugar a la defensiva.
Se vuelve conservador quien
tiene qué conservar. No es extraño que una empresa como
Clarín sea reactiva. El estilo de
Perfil nunca lo fue. A lo mejor
no por virtud sino por el ciclo vital en el que está, pero te puedo
decir que si algún día llegara a
ese ciclo yo no sería la persona
adecuada para conducirla porque esa técnica no me saldría
naturalmente. Todas las redac-
ciones de Editorial Perfil siempre me han escuchado repetir
lo mismo: no miren al competidor, no sean reactivas, concéntrense en hacer mejor las cosas.
“La reacción de
Clarín a nuestra
salida fue acorde
a lo que es su
natural estilo.”
Probablemente, a Clarín no le
quede otra alternativa que ser
reactivo. Probablemente, cualquier empresa que llegara a ese
tamaño tendría que serlo.
—¿Cuándo fue que tomaste
la decisión de no seguir? ¿Consultaste con alguien?
—Durante el primer mes, traté de entender el problema. En
el segundo, superado el impacto, tuve que digerir la realidad.
En Duelo y melancolía, Freud
describe los pasos del duelo.
El primero es la negación, después el echarse la culpa y, finalmente, llega “la sustitución del
objeto de amor”. Pero yo estaba
muy lejos de eso. En un principio, cargaba con la culpa pero
no atinaba a pasar a la acción.
Luego, durante el segundo mes,
comencé a trabajar sobre posibles alternativas de corrección.
Le pedí al área que producía
lo que en la jerga llamamos
“anabólicos” (productos que
aumentan la venta de publicaciones, como por ejemplo CD o
DVD) que propusiera un plan
para incluir una colección de
discos. Llegaron a la conclusión
de que el costo de aumentar la
circulación de esa forma sólo
aceleraría nuestros problemas
económicos. En una revista se
podía hacer porque el precio
de tapa es cuatro veces mayor
al de un diario. Luego analizamos la posibilidad de reducir
todos los costos –editoriales y
cantidad de páginas– en un 30
por ciento. Vos debés recordar
que la redacción se oponía a
ese achicamiento. Obviamente, nadie quería reducirse. E,
incluso, hasta se filtraron mails
de algunos editores que fueron
publicados, creo que en Página/12 y en la revista Veintiuno,
acusándonos de insensibles.
Paralelamente, comencé la búsqueda para vender Caras Brasil y, de esa manera, conseguir
más fondos…
—¿Evaluaste seriamente la
posibilidad de vender “Caras”
Brasil para mantener el diario?
—No sólo la evalué seriamente sino que traté de llevarla
adelante. Viajé dos veces a San
Pablo –vos sabés lo que significaba alejarse de la redacción
en el medio de aquel nacimiento– y, en otra oportunidad, vino
a la Argentina Roberto Civita,
el presidente de Editorial Abril,
socio de Caras en Brasil. Esas
negociaciones fueron a lo largo de un mes y recuerdo que,
a mediados de julio, o sea del
tercer mes del diario, Civita
dio por terminada cualquier
esperanza de la siguiente forma: “Vos estás embarazado de
tu diario, al que amás como a
un hijo –dijo–, y yo no me voy a
perdonar nunca si acepto com-
40 - ESPECIAL 10 AÑOS
prar tu parte. En este momento no estás en condiciones de
decidir con sensatez”. Más allá
de la anécdota, lo cierto es que
su respuesta fue negativa. En
paralelo, la Administración de
Perfil hizo contacto con bancos
“Para intentar
salvar el diario
intenté vender
Caras Brasil.
No lo logré.”
internacionales de inversión.
En una de las reuniones con
esas entidades, un banquero
me dijo algo muy duro, pero
aleccionador: “No se le puede
prestar plata de terceros a una
empresa que no cuida la propia”. Y recuerdo especialmente
la visita desde Nueva York del
responsable para Latinoamérica del banco norteamericano
Bear Stearns, quien –con la
frialdad de un banquero– me
dijo: “Ningún proyecto fracasa
por malo sino porque le falta
dinero; si contaran con los recursos financieros suficientes
podrían corregir el producto
tantas veces como fuera necesario hasta adecuarlo al mercado. En esos casos el problema
nunca es creativo, siempre es
financiero”. Volví a rememorar esa frase hace pocos meses
cuando justamente fue el Bear
Stearns –el quinto de mayor importancia de Wall Street– quien
prácticamente se fundió en la
crisis de las hipotecas de Estados Unidos.
—¿Tuviste en ese ínterin propuestas de compra o de asociación de medios argentinos?
—Ese es un punto interesante, que no tiene que ver directamente con el diario sino con
las revistas y que vale la pena
aclarar para completar el contexto. Antes de que lanzáramos
PERFIL, lo que por entonces se
llamaba CEI, un grupo construido por gente de Citibank y
que era dueño de la mitad de la
empresa de cable Multicanal en
sociedad con Clarín, se distancia de Clarín y decide hacerle
la competencia comprando varios medios. Querían construir
su propio multimedios, alentados por Menem, quien para esa
época estaba peleado con Clarín. Entonces, compran Telefe
y Editorial Atlántida, nuestra
competidora en el mercado de
revistas. Además, uno de sus
accionistas era uno de los propietarios de Cablevisión.
—¿Estamos hablando de
Raúl Moneta, verdad?
—Exactamente, pero dejame
completar el cuadro. El Citibank
de Brasil era el principal banco
de Editorial Abril y su presidente era amigo de Roberto Civita.
Poco antes de lanzar PERFIL,
Civita me llama para decirme
que el Citi le había pedido que
les hiciera un contacto conmigo
porque en Argentina el CEI no
estaba muy interesado en las
revistas de Editorial Atlántida
ya que, por su orientación femenina, no eran influyentes entre
los formadores de opinión.
¿Qué proponían? Querían venderle las revistas de Atlántida a
Perfil a cambio de un porcen-
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
taje de acciones minoritario,
pero igualmente significativo.
Según Civita, decían lo mismo
que Magnetto: “Las revistas son
difíciles y quien más sabe de
ese mercado es Fontevecchia”.
Como vos recordarás, Noticias,
la publicación más crítica del
menemismo en todo su gobierno, tenía también una posición
muy cuestionadora hacia Moneta y le dedicaba tapas nada
elogiosas. Le expliqué a Civita
la situación. Le dije que había
incompatibilidad entre el CEI y
nosotros. Además, le conté que
yo estaba en una etapa de mi
vida profesional que precisaba
recorrer sin socios y que mi cabeza estaba en el lanzamiento
del diario. El me pidió: “Por
lo menos atendelos, mínimamente tengo que cumplir con
el compromiso que asumí de
que puedan reunirse con vos”.
Cumplí con esa promesa. Fue
eran una referencia obligada y
son también parte de mi vida.
Nada tuvo que ver entonces
aquella reunión con la situación del diario PERFIL. Pero,
como el CEI estaba enfrentado
a Clarín y nosotros habíamos
lanzado un diario que aspiraba
a competirle a Clarín, comenzaron a publicarse versiones
de que el CEI quería comprar
nuestro diario.
—¿Se sumó a esa especulación el hecho de que PERFIL
había realizado investigaciones sobre el candidato Fernando de la Rúa, la nueva “esperanza blanca” de la sociedad
argentina?
—Siempre hicimos periodismo crítico, pero con Menem,
por su propios desatinos, más
que con ninguno…
—Pero hubo rumores de
que el diario pasaba a manos
del menemismo y que por eso
que no sucedía con frecuencia.
Entonces, me dice: “Jorge, sé
que vos te reuniste con la gente
del CEI y que estás considerando venderle tu diario. Quiero
decirte que no necesitás hacer
eso. De la misma forma que hace algunos años propuse que
Clarín comprara una parte de
Editorial Perfil y vos rechazaste
esa oferta, te reitero ahora que
Clarín sigue interesado en asociarse con vos. Antes de que le
vendas el diario PERFIL, nos
gustaría que escucharas nuestra oferta”. Recuerdo que lo
miré sorprendido y respondí:
“Héctor, tantos años y todavía
no me conocés. El nombre Perfil se le ocurrió a mi mamá hace
25 años para una editorial que
recién nacía. Para mí, vender
Perfil es como vender a mi vieja. Además nunca vendí nada,
ni siquiera una marca. Ahorrate
la plata, quedate absolutamente
JUAN OBREGON
JUAN OBREGON
FIN. “Cerrar no fue una decisión instantánea ni fácil, hasta me costaba pensarla. Verbalizarla fue otro escalón.
Primero, a mis viejos, luego al sector administrativo y al final a los tres directores asociados.”
en una reunión muy formal,
para que a nadie le quedaran
dudas, hecha aquí mismo en
estas oficinas. Además de Moneta y de Richard Handley, del
Citibank, vino Constancio Vigil,
presidente y descendiente del
fundador de Editorial Atlántida.
De lo que único que se habló fue
de revistas. Cuando se concretó esa reunión, yo ya estaba en
el segundo mes del diario, con
mi cabeza aún más lejos de las
revistas. Propuse limitar eventuales acercamientos a áreas
que no fueran periodísticas:
por ejemplo, que en lugar de
que las revistas de cada una de
las empresas fueran en transportes separados, duplicando
los costos de fletes al interior,
pudieran compartir el mismo
camión. Lo mismo en cuanto a
la compra y depósito del papel.
Antes de continuar, deseo aclarar que varios años después, en
2001, busqué comprar las revistas de Atlántida, pero ya no
eran de Moneta ni del CEI sino
nuevamente de la familia Vigil.
Lo mismo intenté el año pasado
cuando finalmente las compró
Televisa de México. Tengo respeto por las revistas de Atlántida e incluso afecto porque
cuando comencé como editor,
por muchos años, las revistas
de esa editorial superaban en
porcentaje a las incipientes de
Editorial Perfil. Por lo tanto,
PERFIL investigó a los hijos
de De la Rúa…
—No sabés cómo me dolían
esos rumores… Comprobar
que no se podía hacer periodismo crítico sobre De la Rúa
sin ser acusado de menemista
me generaba un tremendo dolor: parecía una venganza del
menemismo a sus mayores
críticos. Era la vieja técnica de
ensuciar con lo mismo que se
denuncia… En las conferencias
internacionales de periodismo
siempre lo exponían los periodistas colombianos: los carteles
de la droga acusaban de tener
vinculaciones con ellos a todo
aquel que investigara a los narcos. Un ejemplo cercano fue la
tapa del número uno del diario
PERFIL, donde dimos la primicia del caso del juez Oyarbide
con Luciano Garbellano, el dueño del boliche gay Spartacus.
Poco tiempo después, Garbellano publicó un libro en que
me acusaba a mí de frecuentar
Spartacus. Hasta que lo falso se
comprueba falso pasa un tiempo. Mientras, en lo inmediato,
logran algún impacto. El rumor
de que PERFIL se vendía al menemismo, a través del CEI, llamó a engaño incluso al propio
Héctor Magnetto, alguien habitualmente muy informado. En
julio de 1998, o sea en el tercero
y último mes de PERFIL, Magnetto me invita a almorzar, algo
tranquilo que no voy a venderle
el diario a tus adversarios ni a
nadie”. Sorprendido, Magnetto
agregó: “¿Cómo que no lo vas
a vender? Si no lo podés sostener, lo vas a tener que vender”.
Nuevamente, para ubicarnos
en el tiempo, estábamos en julio, semanas antes del cierre.
Insistí: “Héctor, si no puedo
seguir, tendré que cerrarlo. Yo
sé que no me vas a creer, pero
es la verdad”. No creo que haya
quedado muy convencido porque él sabía que sólo el costo de
las indemnizaciones al personal
era de diez millones de pesos
de entonces. Además de los infinitos costos de otro tipo que
tiene un final así... Si bien es
difícil sacar un diario, más difícil aún es cerrarlo. Por eso la
mayoría de estas experiencias
termina siempre en una venta;
a veces hasta sin recibir nada a
cambio, como cuando Amalita
quiso pasarle el problema de La
Prensa a un tercero. Fijate que
hasta un diario relativamente
nuevo como Bae ya pasó por
tres dueños diferentes. Pero
nadie lo cierra. Esta historia de
Magnetto viene a cuento también para tu pregunta sobre en
qué momento tomé la decisión
de cerrarlo. Como te decía, en
el segundo mes trabajé sobre
diversas alternativas, pero en
el tercero pude comprobar que
no podía aplicarlas: las promo-
ciones de circulación, en lugar
de solucionar nuestro problema financiero, lo agravaban; la
reducción del 30 por ciento de
los costos era muy resistida por
la redacción e iba a ser aprovechada para desprestigiarnos cada vez que publicáramos una
investigación que molestase.
Finalmente, mi última esperanza se cae cuando no puedo
vender Caras Brasil. Cerrar no
fue una decisión instantánea, ni
fácil. Primero me costaba pensarla: cuando aparecía la idea
en mi mente, el cuerpo respondía haciéndome sentir mal de
alguna manera. Verbalizar esa
posibilidad fue otro escalón.
Son grados de aceptación de
una idea tan dolorosa que no
se alcanza de una sola vez. Eso
se produjo a lo largo del tercer
mes; primero me animé a decirles a mis viejos que estaba
considerando la posibilidad.
Luego, a un pequeño grupo de
personas del área administrativa para que evaluaran cómo
serían los costos. A la semana
siguiente, ya con la respuesta
negativa de Caras Brasil, tomé
la determinación. Y, dos días
antes del cierre, se lo comuniqué a los tres directores adjuntos de la redacción: Edgardo
Martolio, Daniel Pliner y Andrés Wolberg-Stok. Fue en una
cena, a la medianoche, después
de cerrar la edición de ese día.
—En esa última edición,
escribiste una polémica contratapa. El título fue “Hasta
pronto”. Es decir, en medio de
la despedida estabas dando un
anuncio: que volverías a intentarlo. Además, explicabas que
la sociedad argentina no estaba madura para un diario de
tipo “europeo”, con gran cantidad de lectura, que había un
problema cultural y de tiempo para afrontar un producto
como PERFIL. ¿Pensabas así
realmente?
—Respondo primero por el
“Hasta pronto”. Era difícil de
comprender, pero yo no usaba
en esa época la palabra cerrar
sino discontinuar. Discontinuar
era un término que siempre utilizaba César Civita –fundador
de Editorial Abril en Argentina
y tío de Roberto– cada vez que
dejaba de salir una publica-
“Es difícil sacar un
diario, pero peor
es cerrarlo. Por eso
terminan en una
venta. Yo no quise.”
ción. Cuando él empleaba esa
fórmula, yo recién comenzaba
mi carrera y tenía sentimientos ambiguos sobre su uso:
sorpresa porque no perdían la
confianza ni aun al comunicar
un fracaso, y distancia porque
había cierta hipocresía por la
falaz continuidad que la palabra prometía. Pero en 1998, yo
realmente estaba discontinuando algo que creía que tenía posibilidades de volver. Desde mi
percepción, había muchas más
posibilidades de que el diario
PERFIL volviera a salir en el futuro, y quizás tener larga vida,
si en ese momento asumíamos
que no podíamos continuarlo.
ESPECIAL 10 AÑOS - 41
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
Por el contrario, pensaba que
sería muy difícil volver si se
cerraba cuando ya no nos quedaran más fuerzas. Recuerdo
que Andrés Wolberg-Stok,
días después de las controversias que generó aquel “Hasta
“No escapo al pecado
de soberbia. Pero el
‘hasta pronto’ lucía
falta de sentido
de la realidad.”
pronto”, me consoló diciendo:
“No hay forma de comunicar
bien una mala noticia”. Pero
yo realmente pensaba que al
mantener intactas las revistas,
la máquina de impresión del
diario y todas sus instalaciones,
teníamos posibilidades en el futuro de volver a publicarlo. No
pensaba que el diario PERFIL
se terminaba para siempre ese
31 de julio de 1998. Por eso no
vendí la máquina de impresión,
ni aquellos escritorios e instalaciones que son las mismas que
usamos ahora en el diario PERFIL de los sábados y domingos.
Por eso, mantuvimos vigente
la sociedad Diario PERFIL SA,
presentando balances y cumpliendo con todos los requisitos
que una persona jurídica precisa para mantenerse vigente.
Pero comprendo perfectamente
que ése no fuera el sentimiento
de los 171 periodistas que se
quedaron sin trabajo. Vos recordarás que éramos más de
doscientos cincuenta en la redacción y 85 periodistas fueron
distribuidos en diversas revistas de la editorial. Para aquellos
que el 31 de julio se quedaron
sin trabajo habría sido mejor alternativa que el diario PERFIL
se vendiese, se transformara en
lo que fuese necesario pero que
continuase. Mi explicación tampoco servía a los dirigentes sindicales. Aun cuando Editorial
Perfil había sido la mayor creadora de empleos en el periodismo gráfico. Incluso sabiendo
que, por su constante vocación
de crear publicaciones, una
vez que se recuperara, PERFIL
volvería a tomar más personal
del que en ese momento le tocaba despedir. Tenía razón la
gente en decir que nada de eso
les servía en aquel momento.
Volviendo al “Hasta pronto”,
teníamos que asumir que habíamos fracasado, que el proyecto
precisaba correcciones y que
esas correcciones no se podían
producir simultáneamente con
la continuidad del diario. Pero
también necesitábamos explicar que el proyecto continuaba
vigente, a la espera de recomponer fuerzas y en la búsqueda
de soluciones para corregir lo
que fuera necesario. En medio
de una frustración tan enorme,
una idea así pudo haber sido tomada como una manifestación
excéntrica.
—O de soberbia…
—Más que de soberbia, de
estupidez. No quiero escapar
al pecado de soberbia, que lo
tuve al comienzo del diario
cuando mis expectativas estaban intactas. Pero el “Hasta
pronto” lo que lucía era falta
de sentido de la realidad. Antes
vos mencionabas que, cuando
se lanzó, mucha gente estaba
muy satisfecha con el diario y le
auguraba un futuro promisorio
mientras yo estaba preocupado.
Y al final, nadie daba dos pesos
porque el diario pudiera volver
a salir. Quizás en ambos casos
fue el mismo problema: los juicios se construían desde la superestructura, lo que emerge;
y yo tenía la obligación de ver
también la infraestructura, lo
que está sumergido pero que
sostiene todo lo demás. Respecto de la segunda parte de la
pregunta, “las críticas al lector
argentino”, así entre comillas,
porque no fueron tales, yo dije que los diarios de Europa,
donde sus habitantes tienen
jornadas laborales más cortas,
traen más texto que los americanos, que los de todos los países del continente, incluyendo
a Estados Unidos. Lo que era y
tampoco surgió como un rayo
o en un acto de inspiración
momentánea. Tras el cierre del
primer intento de 1998, yo seguí yendo todos los años a las
conferencias anuales de la Asociación Mundial de Diarios. Allí
comenzaron a repetirse exposiciones de los mayores diarios
del mundo sobre la creciente y
sostenida migración de lectores
de lunes a viernes al sábado y
al domingo. Y también, que los
anunciantes estaban acompañando esa migración al ver que
los lectores le prestaban más
atención a la publicidad los fines de semana. Obviamente,
hay alguna relación entre esta
fuga con el desarrollo de Internet. Porque los portales de noticias tienen el doble de audiencia
de lunes a viernes y la mitad los
sábados y domingos. No hace
mucho, los representantes de El
País de España explicaban en la
el problema. Lo que en nuestro
caso se podría traducir como:
en lugar de hacer un diario
dominical todos los días, hagámoslo los fines de semana. Vos
conociste bien la experiencia
del ’98. Te consta que el diario
que relanzamos en 2005 tiene la
misma conformación que aquel
de hace diez años, sólo que la
frecuencia es distinta.
—Vayamos a los aspectos
doctrinales o ideológicos que
guiaban el diario del ’98. Intuyo que ambos temas, el de
las ideas y el de la realización
práctica, están vinculados. Me
refiero a tu liberalismo, a tu
concepción sobre la libertad,
el libre mercado y las libertades cívicas. PERFIL era el
primer diario con un Código
de Etica. Esa ley suprema del
medio establecía obligaciones inapelables, entre ellas: la
consideración del periodismo
JUAN OBREGON
“No pensaba que el diario se terminaba para siempre el 31 de julio de 1998. Pero
comprendo perfectamente que ése no fuera el sentimiento de todos los que se quedaron sin trabajo.”
DIFERENCIAS.
es absolutamente cierto. Pero
no puede ser entendido como
una crítica al lector argentino
cuando, además, se menciona a
todos los países del continente
y no sólo a la Argentina. Fue mi
error hacer un diario con la cantidad de texto de los europeos.
Aquí, la gente nos decía que
no tenía tiempo de terminar
de leerlo. En otro párrafo, que
ahora recuerdo especialmente
porque desde el hoy puede resultar una señal retrospectiva
casi inequívoca –en relación con
la cantidad de lectura– dije que
“habíamos tratado de hacer un
diario dominical todos los días”,
y que hacer un diario dominical
todos los días, lejos de resultar
un beneficio para el lector, resultó un problema porque no tenía tiempo para leerlo. Siempre
se dice que la solución está en el
problema, pero nunca imaginé,
en 1998, que si lo que sabíamos
hacer era un diario dominical
más días por semana, teníamos
que comenzar sacándolo sólo
los domingos. Ahora nos animamos un poco más y estamos
sacando dos diarios dominicales por semana: agregamos el
sábado. Lo de los sábados no es
muy original ya que en muchos
países del mundo los diarios
gordos salen ese día.
—Así surgió finalmente, en
2005, la idea de volver…
—La idea de volver con PERFIL sin la frecuencia diaria
Asociación Mundial de Diarios
que, de lunes a viernes, pierden
dinero. Estamos hablando del
mayor diario del décimo país
más rico del mundo. Y ése no
es un caso aislado, se repite en
casi todas partes. Aquí mismo,
un diario tan importante como
La Nación no alcanza a cubrir
sus costos de lunes a viernes
pero lo sostiene con creces con
sus ediciones de fin de semana.
Quien le haya tocado estar en
Nueva York habrá podido ver
que cualquier edición de fin
de semana del The New York
Times tiene, no el doble, sino
diez veces más páginas que un
martes, día que normalmente
sale con muy pocas páginas. De
esas reuniones de la Asociación
Mundial, recuerdo la exposición de un diario que propuso
salir gratis de lunes a viernes y
duplicar el precio actual para
los sábados y domingos. Otros
comparaban a los diarios con
los supermercados, que están
abiertos todos los días pero la
gente acostumbra ir de compras
los fines de semana. Algunos
estudios pronostican que en el
futuro podrían llegar a salir solamente los viernes, sábados y
domingos. Volviendo al problema del diario PERFIL de 1998
con su excesiva cantidad de
contenido, hay un viejo dicho:
“Si está en un laberinto, salga
por donde entró”. Es otra forma
de decir que la solución está en
como “función pública que excede las metas económicas de
cualquier empresa”, la publicación “de la verdad sin analizar ventajas o desventajas, públicas o privadas” y la promesa de “actuar con integridad,
buena fe y neutralidad en la
búsqueda de informaciones”.
Además, el diario contaba con
un “defensor del lector” que
tenía un sistema de contratación renovable, no dependía
de la redacción y podía emitir
juicios sobre todo con absoluta
libertad, sujeto a la ley suprema, el Código de Etica. ¿No es
parte de la misma concepción
que te llevó a evaluar como
viable un diario de Primer
Mundo en un país emergente
o del Tercero? Otra vez: ¿ilusión o realidad? Insisto: ¿no
son ideas impracticables?
—Y desde una posición escéptica podría agregarse a tu
pregunta si incluso no es hipócrita. Impracticable no es porque lo hace, desde hace más
de 15 años, la revista Noticias.
Publicar, por ejemplo, ideas
contrarias a las propias opiniones, lo que no quiere decir que
no haya una línea editorial. O
publicar notas verdaderamente inconvenientes para personas con las que se tiene algún
grado de afinidad, cuando esa
información sea de indudable
interés público o derive en un
delito de acción pública. O pu-
blicar sin guiarse por el cálculo
de que se esté beneficiando con
ello “al malo” y perjudicando
“al bueno” como sucedió con
el tema de De la Rúa. No, los
años han demostrado que no
es inaplicable. Lo que no quiere decir que lo hagamos bien
o que no nos equivoquemos.
Tampoco creo que sea romántico ni motivado por virtudes
especiales. Así como todas las
empresas acumulan capital,
una empresa periodística acumula capital intelectual, ese
capital intelectual se construye
por la credibilidad que le asignan sus lectores. En la medida
que determinados comportamientos sean más valorados
por el lector, una empresa periodística podrá ir cumpliendo
con su objetivo de acrecentar
su capital intelectual, el que
conceden los lectores, y estar
cumpliendo también el objetivo de obtener una rentabilidad
que le permita progresar como
estructura económica. Que lo
que termina siendo bueno para
el lector, termine siendo bueno para el medio que produce
esos mensajes. Pero, para que
eso ocurra, es necesario que
el mercado no esté dominado
por monopolios u oligopolios o
por factores tan poderosos que
impidan su desarrollo. Es decir,
que sea un verdadero mercado.
Y es obvio que en la Argentina,
y no sólo en la Argentina, no es
fácil. Tampoco es imposible.
Los problemas que impidieron
la continuidad del diario PERFIL en 1998 no fueron creados
por su Código de Etica sino por
todos los errores ya mencionados.
—PERFIL ha denunciado en
muchas oportunidades la discriminación que sufre con la
pauta oficial. ¿Se puede hacer
“periodismo puro” y pretender anuncios manejados por
un gobierno?
—El eslogan del diario en
su relanzamiento en 2005 fue
“Periodismo puro”. El hecho de
que inmediatamente después
se haya transformado en el único diario sin publicidad oficial
pudo haber sido interpretado
como que PERFIL era puro porque no tenía publicidad oficial,
o puro de “esa impureza”, o que
“La idea de
volver pero sin la
frecuencia diaria
tampoco surgió
como un rayo.”
era puro porque quienes lo hacíamos éramos puros. Ni nosotros somos puros, ni la publicidad oficial es una impureza, ni
los demás diarios son impuros
por tener esa publicidad. Es
puro en el sentido de que nuestra actividad es puro periodismo. Si los lectores, como creo,
premian la coherencia, quizá
el Gobierno, con la manipulación de la publicidad oficial,
va a terminar beneficiando a
quien más esperaba castigar.
Y no habría que descartar que,
con su arbitrariedad, pudiera
haber llamado la atención de
los lectores, favoreciendo a un
diario que recién reaparecía. La
42 - ESPECIAL 10 AÑOS
madurez pública y privada lleva
años. Pero la publicidad oficial
es un buen ejemplo porque en
el pasado era un tema que estaba fuera de la agenda y después
de tanta controversia no le será
tan fácil a futuros gobiernos
manipularla como hasta ahora. Incluso no habría que descartar que al próximo gobierno
ya le toque ajustarse a una ley
que limite su margen de discrecionalidad con esa publicidad.
La arbitrariedad con la pauta
oficial partió del error de creer
que se puede comprar a todos
los periodistas durante todo el
tiempo, a algunos periodistas
durante bastante tiempo. Eso
es no entender cómo funciona
este oficio. ¿Por qué alguien se
hace periodista? Y lo mismo
vale para un editor. La mayoría de las personas que tienen
a cargo una sección en un diario de cierta importancia, o una
publicación de cierta importancia, ganaría cuatro o cinco veces más si en lugar de trabajar
de periodista se dedicara a ser
gerente de comunicaciones de
una multinacional o asesor de
prensa de un empresario o de
un político. ¿Por qué entonces
la gran mayoría de esas personas siguen haciendo periodismo? ¿Para hacerse rica? Obviamente, a los periodistas, como
a cualquier persona, les gusta
ganar dinero, pero no es su fin
único ni generalmente el principal. Como en todas las partes,
hay personas que eligieron la
profesión equivocada, hay periodistas a quienes se los compra con dinero. Pero confundir
la parte equivocada con toda la
profesión, esa sí es una equivocación mayúscula.
—¿No creés que esa vocación ha sufrido muchas fisuras en los últimos años? ¿No
hay hoy más posibilidades de
“comprar” la voluntad de los
periodistas que en otras épocas?
—Aunque no en todos los
países en la misma proporción,
está probado que cuando aumenta mucho el desempleo aumentan también algunos tipos
de delitos. En condiciones económicas paupérrimas, cuando
no hay otra forma de sobrevivir, la gente honrada también
acepta cometer algún grado de
delito. La crisis económica casi
“Salimos sólo dos
días, pero en ellos
reproducimos el
modelo de un
primer diario.”
terminal de 2002 dejó a muchos
periodistas, como a tantas personas de otras profesiones, sin
ninguna red y a no pocos obligados a hacer cosas que nunca
antes habían hecho. Así encontró este gobierno al periodismo
en 2003, y se aprovechó. Ahora,
los propios éxitos económicos
del Gobierno cambiaron su
capacidad de ejercer presión
y cada vez más periodistas y
medios asumen una voz más
independiente. Las herramientas con las que en 2004 se podía
amordazar a periodistas son cada vez menos efectivas.
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
—¿Pensás que la “guerra”
que se ha desatado últimamente entre el Gobierno y
“Clarín” se debe a la mejor situación financiera del grupo?
¿O es porque hay sectores del
oficialismo que quieren quedarse con ese multimedio?
—Podrían darse ambas hipótesis simultáneamente sin
que fueran contradictorias. Incluyo también a los medios en
la descripción de mi repuesta
anterior. Hace tres años, Clarín
tenía una situación de debilidad
que hoy no tiene. Y podría ser
también que el oficialismo quiera comprar un medio del peso
de Clarín.
—¿Vos creés que esta “guerra” termina con sangre o que
el Gobierno está sobreactuando para luego negociar?
—Escribí sobre ese tema en
el diario. Apelaba a una metáfora: el Gobierno dice que va en
respondí que estaba perdiendo
su tiempo porque nuestra posición sobre el tema era muy
conocida. “Transmitiles que no
tenemos ningún interés”, le dije.
Avila admitió que él sabía que
esa iba a ser mi respuesta, pero
que igual tenía que cumplir la
gestión que le pidieron porque
para el sí era muy importante la
publicidad oficial.
—Ahora, si Perfil es la excepción, ¿quiere decir que los
demás medios hacen concesiones al Gobierno para sostener
la pauta oficial?
—No, sería muy injusto decir que los medios que reciben
publicidad oficial hacen concesiones. Ni que el hecho de que
hayamos sido los únicos que no
la recibimos nos ha colocado en
algún grado de virtud mayor. La
Nación recibe publicidad oficial
y es obvio que no va cambiar su
pensamiento por eso. Si vos me
den a diversificar la cantidad de
proveedores y de clientes; de tal
manera que, si uno de ellos tiene problemas, no afecte la continuidad de la tarea. Este es un
principio básico. Si hubiera un
cliente, no importa si es estatal
o privado, que representara el
50 por ciento de las ventas –en
este caso ventas de publicidad–
ese medio de comunicación
no podría ser totalmente independiente. Tiene una amenaza
latente: si se le va ese cliente deberá cerrar. Ninguna empresa
sobrevive a la caída de la mitad
de sus ventas. Los canales de
televisión importantes, los diarios y las revistas importantes,
pueden soportar que cualquier
anunciante se enoje porque ninguno de ellos representa más
que una mínima proporción de
sus ventas. En Editorial Perfil
jamás un anunciante superó
el 2 o 3 por ciento. Un privado
JUAN OBREGON
TIEMPO Y ESPACIO. “Algo
cambió para que el resultado, ahora, sea distinto. Sobre si yo cambié, a lo
mejor no me doy cuenta porque nadie es buen juez de sí mismo. Pero, francamente, creo que no.”
un auto sin marcha atrás, pero
cuesta creer que el auto que lo
trasporta tampoco tenga freno.
—¿Tuviste alguna vez la posibilidad de sentarte con alguien
del Gobierno para arreglar el
tema de la pauta publicitaria?
¿Intentó algún funcionario
llegar a un entendimiento con
vos?
—Vos sabés que yo trato de
no tener contactos con funcionarios de ningún gobierno, salvo por cuestiones periodísticas,
como sería hacer un reportaje.
Hace dos años, Carlos Avila, el
fundador de Torneos y Competencias, me pide tomar un café
urgente. El episodio ya salió
publicado. Avila me dice: “Vengo en nombre del que ustedes
siempre sacan en la tapa (sic).
Le gustaría encontrar un mecanismo para que pueda poner
publicidad oficial en los distintos medios de Perfil, y ustedes
bajen el tono de crítica. Me pidieron a mí que hiciera la gestión porque saben que vos no
los vas a atender y saben que yo
te conozco”. En ese momento,
Avila era el principal accionista
de América TV y por entonces
el Gobierno colocaba mucha
publicidad en ese canal. Yo le
pedís un termómetro que marque dónde puede haber problema con la publicidad oficial o
por la falta de ella te diría que
mires los extremos. En aquellos
medios donde están todos los
avisos comerciales –lo que quiere decir que el medio resulta un
vehículo interesante para los
anunciantes– y justo faltan los
oficiales, allí tenés una anomalía. En ese caso, de discriminación del Gobierno. Al revés, en
aquellos medios donde no hay
ningún aviso comercial o casi
ninguno –lo que quiere decir
que no es un vehículo atractivo para los anunciantes– y sólo
hay pauta oficial, allí hay una
anomalía. Otro termómetro lo
indica el grado de dependencia
de un proveedor con un cliente.
En cualquier empresa, tanto un
gerente de compras como uno
de ventas buscará no depender
de un solo proveedor o de alguien que lo abastezca mayoritariamente; tampoco permitirá
que un solo cliente represente
una porción determinante de
sus ingresos. Se trata de una
cuestión de subsistencia. Porque, en cualquiera de los casos,
estaría en una situación de debilidad muy grande. Todos tien-
no se comportaría mejor que el
Gobierno si él solo representara
el 50 por ciento de las ventas.
También exigiría un tratamiento preferencial. La única forma
de lograr independencia es
distribuir las amenazas, de tal
forma que ninguna establezca
una situación de servidumbre.
No hay anunciante que pueda
dominar a Clarín o a La Nación,
a Telefe o a Canal 13. Esto no
quiere decir que no se trate de
mantener una cordial relación
con un anunciante que representa el 2 por ciento de las ventas de publicidad, pero si afecta
al interés del lector o al interés
público, todo medio importante preferirá perderlo, como se
pierden tantos anunciantes tantas veces porque no les gusta
una nota o una posición sobre
su industria.
—Hasta hace muy poco, en
el diario de los domingos escribía Jorge Lanata. ¿Qué significó trabajar con él? ¿Cómo
te sentiste?
—Nos conocemos desde hace
muchos años, por lo que no hubo ninguna sorpresa. Yo te conté conversaciones con él acerca
de Página/12, a comienzos de
los 90. Creo que tu pregunta
apunta a qué sentí el día que
Lanata se fue…
—Además, perdías una estrella que se iba a fundar otro
diario…
—A nadie le gusta perder de
“No sé cómo sigue
esto. Mi impulso
natural es salir
todos los días. No
sé si podremos.”
su equipo al mejor periodista de
la Argentina.
—¿Para vos es el mejor?
—Sí, por supuesto. Lo que
sentí fue tristeza. Después la fui
elaborando, lo entendí. Entendí
que lo mismo que me pasaba a
mí, le pasaba a él. Que si yo no
podía vivir sin un diario, cómo
no lo iba a entender a él. Entonces, dejé de mirarme el ombligo
y esa tristeza por perder al mejor periodista de la Argentina
dejó espacio para sentimientos
más amplios. Pasé a pensar
que para el periodismo es algo
bueno, y es bueno para él para
que se pueda dar el gusto. De
cualquier forma la tristeza por
la pérdida de su talento no desaparece.
—¿Te preocupa tenerlo como competidor?
—No. Pero no por Lanata, sino porque con todo lo que pasé,
no puedo ignorar las limitaciones económicas que te impone
cualquier diario nuevo. Quizá
me equivoque, pero la amenaza
para un diario no viene por la
aparición de otro, que incluso
puede motivar a más público a
acercarse a los diarios, sino por
la limitada cantidad de publicidad que hay.
—¿Pensás que Lanata posicionó “Crítica” como un segundo diario?
—Creo que es lo que buscaba.
A él no le gusta hacer diarios
con suplementos: deportes, propiedades, espectáculos… y los
amplios menús de los primeros
diarios de todo el mundo.
—Bueno, pero si él se ubicara entre los segundos diarios,
ambos estarán compitiendo, al
menos los fines de semana…
—Creo que no. PERFIL sale
solamente sábados y domingos,
pero en esos dos días reproduce
el modelo de un primer diario,
pretende cubrir todas las temáticas con kilos y kilos de papel.
Dentro de nuestras posibilidades y sólo fines de semana, la
estrategia de PERFIL se toca
más con Clarín y La Nación.
—Empezaste con los domingos, ahora agregaste los
sábados. ¿Cómo sigue esta
historia?
—La verdad es que no lo sé.
Mi impulso natural es sacarlo
todos los días. No sé si podremos. Hoy no podemos, no nos
da el cuero. No sé si con el tiempo, cuando logremos obtener los
recursos necesarios, terminará
siendo tan tarde que la gente ya
no quiera diarios todos los días.
Quizá se llega a un punto en el
que confluyen viernes, sábado
y domingo con diarios largos y
profundos en papel, y el resto
de los días con Internet. Ojalá
no sea así porque mi vocación
es sacarlo todos los días. Me
ESPECIAL 10 AÑOS - 43
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
gustaría. Pero, después de haber tenido que cerrarlo una vez,
no puedo equivocarme.
—En el ’98 decías que Internet jamás iba a reemplazar a
los diarios de papel. Tu frase
era: “la gente necesita átomos…”. ¿Seguís pensando
lo mismo, a pesar de que las
nuevas tecnologías son flexibles, más amigables, más portátiles?
—Sigo pensando que van a
existir los diarios en papel, aún
cuando estén nuestros nietos,
pero en cantidades menores a
las actuales. El diario fue progresivamente dejando de ser
un vehículo de masas como
era al principio del siglo pasado, cuando no había ni radio ni
televisión, pero ha demostrado
mucha capacidad de adaptación a los cambios.
—Entonces, ¿serán más interpretativos y menos informativos?
— Creo que sí, y a mí como
lector eso me gusta más. Los
diarios de fin de semana ya son
más interpretativos.
—En el diario del ’98, tu trabajo era fundamentalmente
empresarial y de edición. En
esta etapa escribís más. ¿Qué
te hizo cambiar?
—No creas que hubo tal cambio. Al comienzo de la revista
Noticias también escribía mucho, dedicaba mucho tiempo
a la redacción y, aunque no
con la periodicidad de ahora,
hasta hacía reportajes largos:
recuerdo, al cumplirse 10 años
de la democracia, uno doble a
Alfonsín y Menem que fue tapa. Lo que sucedió fue, como
conté en este reportaje, que en
1994 viví en Brasil, y al regresar,
los dos años siguientes estuve
preparando el diario PERFIL.
En 1998, cuando lanzamos el
diario, no pude disfrutar de la
escritura porque a pocas semanas del inicio comenzaron los
problemas y desde aquel 31 de
julio hasta mediados de 2004
tuve que dedicar todo mi tiempo a hacer de bombero. Una
vez que se superó la crisis volví
a planificar el lanzamiento de
PERFIL y, ya sin los apremios
del ’98, volví a escribir
—Cuáles son las diferencias
entre el Fontevecchia del ’98 y
el de hoy?
—Sabiendo que vos venías,
ayer me puse a ver algunas partes de la filmación que hicimos
durante el día del lanzamiento
de 1998. Comenzaba con la reunión de sumarios de las 11 de la
mañana, en la misma sala de la
redacción donde se hace hoy.
Me impresionó ver que tengo
exactamente las mismas rutinas, que la discusión creativa es
del mismo tipo… Kierkegaard
decía: “Lo verdadero del ser está en la repetición”. Hacemos el
mismo diario, la misma tipografía, las mismas secciones, en algunos casos, con exactamente
las mismas personas. ¿Es todo
igual? Algo cambió, sin dudas,
para que el resultado fuera distinto. Cambió esencialmente la
dosis. Y cambió el momento. No
es poca cosa: tiempo y espacio.
Desde el punto de vista de si yo
cambié en algo, a lo mejor no
me doy cuenta porque nadie
es buen juez de sí mismo. Pero
francamente, creo que no. ■
Lo que dijo en el ’98
EL REPORTAJE QUE FONTEVECCHIA DIO TRAS CERRAR EL DIARIO
Horas después de la famosa contratapa con el “Hasta pronto”, el director de
PERFIL hizo su única aparición televisiva, en el programa que por entonces
Joaquín Morales Solá tenía en Canal 9,
para explicar qué había pasado. Aquí
se ofrece la desgrabación completa de
aquella emisión, para corrobar en el
tiempo si los argumentos brindados por
el fundador de este diario se sostienen.
Y para descubrir que no mentía cuando
aseguraba que PERFIL volvería.
POR TV. Imagen con la captura de pantalla de la entrevista que Morales Solá le hizo hace una década a Fontevecchia. Hoy esos mismos
dichos alcanzan una dimensión diferente a la que tenían por entonces, en medio de la convulsión general por el cierre del diario.
JOAQUIN MORALES SOLA
—Está con nosotros el dueño y director del diario
PERFIL, Jorge Fontevecchia, a quien agradezco
personalmente que haya
aceptado mi invitación.
Nos conocemos desde
hace mucho tiempo y sé
lo renuente que es a esta
clase de exposiciones públicas. Recién le contaba
que, desde el año 1983,
creo –¿no, Jorge?–, no
concurría a la televisión.
Es así, ¿no?
—Sí, fue el día antes de
las elecciones de Alfonsín.
Yo volvía del exilio durante
el gobierno militar, el último año, y fue la última vez
que fui a un programa de
televisión.
—Bueno, sos el hombre
que abrió y cerró PERFIL
en 3 meses. O sea, yo también por esta larga relación
nuestra sé que este no es
un proyecto improvisado
para vos. Me contaste de
él hace 4 o 5 años. ¿A qué
razón, fundamentalmente,
le atribuís, digamos, esta
corta vida de PERFIL?
—Bueno...primero, yo
pensaba, cuando venía pa- dieron. Entendieron que había
ra acá, me decía: “Qué difícil un mínimo de cantidad que haexplicar el éxito y el fracaso”, bía que tener para poder tener
¿no? En 25 años de redaccio- acceso a un determinado tipo
nes he lanzado 80 revistas. de publicidad. Y, finalmente,
Tengo 20 que han funcionado; se hizo inviable desde el punto
6 de las 12 revistas de mayor de vista económico.
circulación en Argentina las
—Ahora eso es un poco...
lancé a lo largo de estos 25 también leyendo tu explicaaños. Al haber lanzado 80, hay ción pública, un poco de esto,
60 que fracasaron. Y siempre ¿no?: “Yo hice un diario europreguntaba: ¿por qué fracasa- peo y resulta que la sociedad
ron las que fracasaron? ¿Por argentina no estaba preparaqué tuvieron
da para un meéxitos las que
“A la conclusión dio periodístico
tuvieron éxitos?
así”. ¿Vos creés
que llego con
Y a la concluque fue ese un
sión que llego
los años es que el poco el error?
con los años es
—No. Yo no diéxito y el fracaso je que “no estaba
que es inexplicable. Que hay son inexplicables.” preparada” . Dije
determinados
que, “nosotros
productos que
hicimos un dianacen con una
rio europeo” y
estrella que se constituyen, y también digo que “en Europa
hay otros que no. En cuanto a el ritmo de vida es distinto”. Es
los motivos por los cuales se decir, en Europa la persona a la
cierra PERFIL, el fundamental que se denomina ABC1 –la partiene que ver con el ingreso pu- te más alta de la población– es
blicitario. Comentábamos re- la que, generalmente, tiene más
cién, antes de cámara, que hay tendencia a consumir periódiuna calificación de audiencia, y cos de calidad, y tiene un ritmo
que yo había planteado un dia- de vida menos intenso que en
rio para gente muy calificada. América latina. Trabaja menos
Los anunciantes no lo enten- horas...
—Y tiene más tiempo para
leer...
—Incluso, esto no se da en
Estados Unidos. Porque cuando nosotros hablamos de Estados Unidos, pensamos en el
New York Times, en el Washington Post, pero es una pequeña área, en el norte de Estados Unidos. Pero en el resto
de Estados Unidos, los diarios
son todos de contextos breves,
nada parecidos al New York
Times o al Washington Post. Y
creo que en América, en toda
América latina, y en el resto
de Estados Unidos –excepto
el noreste–, el ritmo de vida,
quizá propio de una cultura de
inmigrantes, es muy intenso, la
gente trabaja mucho tiempo.
Le dedica equis cantidades de
minutos a la mañana de real
life...
—Y eso es un poco lo que
se refleja acá en Argentina.
La gente le dedica poco tiempo...
—Sí, igual en Argentina se le
dedica más que en el resto de
América latina. Esto fue lo que
a mí me impulsó a creer que
se podía hacer un diario europeo. O sea, hay una media de
tiempo de lectura de diarios;
44 - ESPECIAL 10 AÑOS
por ejemplo, en Estados Unidos el promedio de lectura es
de 10 o 12 minutos por día; en
Europa es 40 minutos por día.
En Argentina es 20 minutos;
en Brasil, por ejemplo, es 10
minutos.
—Decime, Jorge: también
–según la explicación que vos
diste– el diario estaba vendiendo 30 mil ejemplares.
—Sí.
—Más o menos en cifras redondas por día. Sinceramente, no me parece una cifra
baja, ¿no? Creo que a todos
los diarios, si uno recuerda la
historia de todos los diarios
en Argentina, les costó instalarse y llegar a ser lo que
hoy son. Los diarios que han
perdurado, ¿no? Yo digo, ¿no
podía haber un margen más
de espera?
—Mirá, Joaquín: en los diarios de los que nosotros hablamos, que se fueron construyendo a lo largo de los años,
fueron lanzados todos antes
de la revolución de los medios
electrónicos. Entonces, comenzaron como diarios con una estructura muy pequeña y fueron avanzando a lo largo de los
años y a veces de las décadas.
A fin de siglo, la única manera
de poder conseguir un espacio
que construyera una audiencia que pudiera ser interesante
para los anunciantes, era salir
con un diario que, desde el inicio, tuviese un tamaño que le
permitiera competir. Claro, para pagar ese tamaño era necesario tener éxito. Entonces, es
cierto que hay muchos diarios
que venden menos de 30 mil
ejemplares. Incluso diarios de
cierta importancia que venden
la mitad de esa cantidad, y que
subsisten. ¡Pero claro! con costos incomparables a los costos
de PERFIL porque no se plantearon ser un primer diario.
Son diarios que cubren algún
tipo de necesidad, o no tienen
deportes, o no tienen...
—Claro. Yo iba a eso. Para
eso de ser el “primer diario”
por ahí lo que se necesita es
mucho tiempo. Porque la gen-
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
50 mil ejemplares y aspirar a
tener la facturación de publicidad de Ambito Financiero, y
terminamos vendiendo el 10%
de la publicidad de Ambito Financiero.
—Es decir, la publicidad no
te permitió esa espera para
luchar por el primer puesto.
—Probablemente, los anunciantes consideraron, y seguramente deben tener motivos
muy serios para esto, que
—Jorge, hubo muchas versiones sobre la “venta” de PERFIL. ¿Hubo alguna propuesta
concreta para comprar total o
parcialmente el diario?
—Mirá, Joaquín: yo no dudo
que sería vendible. Pero, vos
que me conocés desde hace
muchos años sabés lo que es
para mí la independencia periodística. Al punto, incluso,
de llevarla al paroxismo. Y la
idea de vender un diario que
tlántida, revistas como “Gente”, “Para Ti”... y hay una
versión que dice que se fusionarían. Que hay un proyecto
para fusionar las dos editoriales. ¿Eso es cierto?
—No tiene nada que ver una
cosa con la otra. Como bien
decís, la Editorial Perfil es la
empresa de mayor cantidad
de revistas y de circulación
en Argentina. Tiene también
otra editorial, de libros, que se
“Fue el día más
triste de mi vida. El
abatimiento no me
permite estar lo
lúcido que debería.”
“Nuestros cálculos
eran vender 50 mil
ejemplares y tener
la publicidad de
Ambito Financiero.”
te tiene con los medios gráficos una lealtad que no se
adjudica en los otros medios,
¿no? Es decir, por ahí compra
hasta por herencia familiar.
—Inclusive los estudios de
mercados reflejaban...yo siempre lo decía, solo un 8%, por
ejemplo, de personas habían
cambiado Clarín a lo largo de
su historia. La gran mayoría de
los lectores de La Nación, sus
padres leían La Nación. Esa
era un inconveniente conocido
y difícil. Yo nunca me plantee
tener una circulación como la
de Clarín y La Nación al inicio. Pero pensaba que con una
circulación de 50 mil ejemplares podíamos aspirar a tener
una cantidad de publicidad.
Nuestros cálculos eran vender
—¿Y qué es lo que te dijeron?
—Nunca dije eso. Y además
de eso, no hay conexión entre una empresa y la otra en
este sentido. Son empresas
separadas, con infraestructuras separadas. Y bueno, no
entiendo por qué, además, como bien vos decís, si nosotros
tenemos la mayor editorial de
revistas, tenemos que aceptar
condiciones de una que es más
pequeña. No resulta verosímil.
Yo lo que creo es que cerrar
un diario es como cerrar una
escuela o una iglesia, y que a
la gente le duele mucho, y que
necesita...
LIMITE. “La
independencia periodística yo la llevo hasta el paroxismo. La idea de vender un diario que
uno creó con tanto cariño desde hace tiempo, me parecía una traición. Así que nunca lo analicé.”
nuestros 30 mil ejemplares
(supongo que con el reader
ship eran 100 mil lectores) no
nos permitían calificar como
Ambito Financiero, que tiene
una audiencia muy calificada.
Y a nosotros nos comparaban
con Clarín y Nación. Entonces, en términos cuantitativos,
con Clarín y Nación nosotros
no éramos competitivos. Sí somos competitivos con los otros
diarios. De los otros diarios el
único que tiene publicidad es
Ambito Financiero. Los demás, no.
vos creaste con tanto cariño de
hace tiempo, me parecía una
traición. Así que nunca analicé
la venta del diario.
—Otra versión fue que... Y
en esto voy a aclarar un poco:
la Editorial Perfil no sólo es
el diario PERFIL. La Editorial
es la más grande que hay en
Argentina en revistas, seguida muy de cerca por otra gran
editorial de revistas, que es
Atlántida. Perfil edita revistas
como “Noticias”, “Caras”...
—Luna.
—Sí, “Luna” también. A-
llama Perfil Libros; tiene una
empresa en Brasil y Portugal;
y tiene, también, un diario, el
diario PERFIL, que es otra Sociedad Anónima. Desde hace
un tiempo hay conversaciones con la gente de Editorial
Atlántida para producir sinergia de distribución, de venta
de publicidad, pero es una
conversación preliminar que
no tiene...
—Es decir, nunca te dijeron
“sigamos conversando pero
cerrá el diario”.
—¡Nunca!
—A los periodistas nos duele mucho.
—A mí también. Fue el día
más triste de mi vida, y estoy
con una sensación de abatimiento que, incluso, no me
permite estar todo lo lúcido
que debería estar en estas circunstancias. Me doy cuenta de
que cerrar un diario tiene una
significancia que transciende
a la lógica. Entonces, hay que
llenar ese espacio con alguna
idea, que es: “Hay algo más”.
—Jorge, antes de entrar
al tema de la publicidad me
gustaría que me contaras por
qué esta notificación es tan
extemporánea al personal,
¿no? Digo porque hay un
asunto que me duele especialmente: es que sé que hay
periodistas que habían recibido propuestas muy interesantes días previos al cierre
del diario y, como no sabían
de esto, directamente las rechazaron. Todos los despidos
son dolorosos; yo sé que vos,
seguramente, estás dolido por
eso, pero cuando se tuvo una
posibilidad y no se la aprovechó, puede parecer más doloroso aun, ¿no?
—Sí, y te explico: cuando salió el diario, al segundo día me
di cuenta de que algo estaba
pasando. Nosotros vendimos
70 mil ejemplares el primer
número. Yo pensaba que íbamos a agotar los 120 mil ejemplares que habíamos colocado.
Al cuarto día, estabamos vendiendo 38 mil; el primer jueves
el diario vendió 38 mil. Ahí me
dije: “Acá está pasando algo
grave”, y cuando se produjo, a
la semana siguiente, la detención de Yabrán y su posterior
suicidio el diario aumentó significativamente la circulación.
Otra vez recuperó los 70 mil. Y
me dije: “Bueno, ahora la gente
probará el diario por un hecho
circunstancial y verá que tiene
calidad y se quedará...”, y después de eso volvimos a seguir
el proceso de deterioro. Entonces, me empecé a preocupar.
La primera semana vendimos
la publicidad que teníamos
prevista. Es decir, se ve que
los anunciantes tenían una
expectativa, y si esa expecta-
ESPECIAL 10 AÑOS - 45
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
tiva hubiera sido satisfecha,
habríamos conseguido cumplir nuestro plan, que era de
dos años a pérdida con estos
números que yo te conté, para
recién en el tercer año entrar
en punto de equilibrio. Y cuando vi que la publicidad bajaba,
bajaba, bajaba, y llegó al 10%
de nuestras previsiones y que
la venta se estacionaba en 30
mil ejemplares, busqué alternativas de reducción de costos,
busqué alternativas de conseguir establecer cuánta inversión iba a ser necesaria para
poder cruzar esos dos años, y
llegué a la conclusión de que
nosotros necesitábamos alrededor de 2 millones de dólares
más por mes (a lo largo de dos
años esto representaba 25 millones de dólares) y me puse
con el mayor esfuerzo a tratar
de conseguirlos de la única
manera que me parecía lícito:
con recursos genuinos. Para
serte sincero, traté hasta el último minuto de vender nuestra
empresa en Brasil, que vende
mucho más que esa cifra, pero estaba dispuesto a venderla
para continuar con el diario. Y
hasta el último minuto traté de
conseguir eso; tenía expectativas de conseguirlo pero no lo
logré. También sabía, además,
que pasado el 31 de julio no
iba a tener condiciones para
responder financieramente a
todas las demandas que iba a
tener. Y por tanto, no me parecía serio colocar todo el resto
de la empresa en una situación
de riesgo financiero, y yo quería financiar con recursos genuinos. Tampoco me parecía
serio salir a buscar socios. Entonces, hasta dos días antes del
cierre del diario, yo estaba con
la ilusión de continuarlo, aunque el martes anterior recibí la
última respuesta con respecto
a que no había un interesado
para comprar nuestra editorial en Brasil, en los tiempos
en que yo lo necesitaba. Pero
estaba dispuesto, a pesar de
la oposición de la estructura
corporativa de Perfil, que me
decía que no se podía cambiar
dio lo de las cintas grabadas
clandestinamente. Digamos,
estas dos cosas, ¿afectaron tu
proyecto?
—Creo que son coherentes.
Son coherentes con el proyecto. Probablemente, todo
el proyecto esté viciado de
nulidad, que haya errores estructurales en la concepción.
O sea, yo plantee un diario
que fuera antidemagógico y
que se planteara una neutralidad informativa, que no fuera
que ver con la falta de tiempo.
Creo que el factor tiempo... El
otro día un director muy sagazmente me decía que sería
mejor hacer un diario, que en
vez de que costara cincuenta
centavos, costara dos pesos,
pero para ni ser leído. Como si
fuera una pastilla...
—Con las informaciones
muy cortas, digamos.
—O con esa cantidad... sería
una fantasía... O sea, tomás
una pastilla y leíste todo eso.
nada está exento de error. La
virtud reside en cuánto antes
uno lo corrige”. Entonces, desde el punto de vista de todos
los medios de comunicación
en Argentina durante el gobierno militar, todos tuvieron
comportamientos criticables.
Pero hay grados, hay quienes
se dieron cuenta de que el gobierno militar era un desastre
en el año ’79, hay quienes se
dieron cuenta recién en el año
’82, y hay quienes se dieron
“Necesito hacer
una catarsis y
descubrir en qué
cosas me
equivoqué.”
“Planteé un diario
antidemagógico.
Eso pudo
confundir a alguno
de los lectores.”
un negocio seguro y excelente como es el de la empresa
que tenemos en Brasil por un
negocio incierto como era el
diario. Sin embargo, yo quería hacerlo. Entonces, quizá la
sorpresa fue que a mí siempre
se me veía con ganas de seguir.
Siempre las tuve. Nada me
gustaría más en este momento
que estar cerrando la edición
del diario.
—Dos preguntas. ¿Te afectó esa publicidad que decía
“Donde se dijo tal cosa, se
debió decir...”?, ¿te afectó
mucho frente a tus competidores? ¿Lo considerás un
error? Y el otro tema al que
vos aludís en tu explicación,
es el tema de los hijos de De
la Rúa, ¿no? En tu diario se
me pusieron a disposición del
Poder Ejecutivo. Digo, cuando
a mí me dan el premio Moors
Cabot en Columbia, lo que remarcan es casualmente eso,
que hubo distintas actitudes
frente al gobierno militar. Ninguna perfecta, pero tiene un
problema de grado, y que dentro de ese grado fue Editorial
Perfil la que tuvo una actitud
en promedio más adecuada.
—Jorge, una pregunta por
sí o por no, porque no tenemos mucho tiempo: ¿PERFIL
vuelve a salir?
—Mirá, yo lo coloqué en el
diario. La gente cree que es una
utopía. Nosotros tenemos –co-
ILUSION. “Yo
lo coloqué en el diario. La gente cree que es una utopía, pero PERFIL va a volver a salir,
Demorará años, no meses, pero seguramente lo haré. Es un proceso científico de prueba y error.”
opositor a alguien sino que se
planteara que todos los políticos tenían que ser juzgados
desde el prisma del país normal. Entonces, si era grave,
en su momento, que la hija de
Menem se copiara, tiene que
ser también grave que los hijos
de De la Rúa pudieran realizar
tráfico de influencias. Independientemente de la simpatía
que yo le tenga a De la Rúa.
Y este exceso de neutralidad,
probablemente, confundió a
algunos lectores. Pero yo creo
que el mayor problema tiene
Se podría pagar el doble porque te ahorra todo ese tiempo.
Esto parte de un valor tiempo.
El valor tiempo es el valor más
escaso. La gente está bombardeada por cantidad de alternativas mediáticas, entonces, el
tiempo es el valor más escaso.
La primera campaña publicitaria sí me generó problemas con
los colegas. Algunos recordaron artículos que yo había publicado en los años ’78 y ’77. Yo
le doy respuesta en el editorial,
donde digo que “en realidad,
para este diario evolucionista,
cuenta cuando los militares se
dieron cuenta, cuando recién
se fueron, o en los últimos seis
meses. Aquel artículo que me
recuerdan, de la época del
Mundial de fútbol, en un clima muy particular que estaba
Argentina... se olvidan de mencionar que 6 meses después a
mí me secuestran, por orden
de un general, y estoy desaparecido, detenido en El Olimpo
durante una semana. Se olvidan de decir que después,
seis veces me clausuraron La
Semana, y que en el año ’83
mo te comentaba recién en el
corte– una infraestructura, una
gráfica armada. Con tecnología
de primer nivel que está intacta. Y que no sirve para ninguna
otra cosa que no sea para sacar
un diario. No podés imprimir
ninguna otra cosa que no sea
un diario como este que no sea
de calidad, a color, en este papel. No sirve para hacer revistas, no sirve para hacer nada
más. Y tenemos toda la logística intacta. Yo preferí algo: “No
voy degradar este producto”;
preferí, creo, suspenderlo con
dignidad y con una calidad
maravillosa. Yo sigo pensando
que PERFIL, desde mi gusto, es
el mejor diario, o fue el mejor
diario en sus breves 84 días.
Pero, al mismo tiempo, tengo
que reconocer que al no tener
el éxito... el suceso que nosotros esperábamos, yo necesito
hacer una catarsis y descubrir
en qué me equivoqué. Cosa
que, desde el punto de vista del
producto, no logro pasar del
factor tiempo. Y, probablemente, cuando reconstruyamos el
músculo financiero, y cuando
en algún tiempo –te hablo de
años, no estoy hablando de
meses– logre realizar los activos que desee realizar en el
tiempo que me permitan continuarlo, seguramente. Yo llevo
25 años en redacciones, no sé
hacer otra cosa, amo estar en
una redacción, y quiero sacar
un diario. Voy a intentarlo. Te
quiero contar esto: antes de sacar Noticias, yo cerré tres revistas, magazines que no me funcionaron. La primera vez que
fui a Brasil, tampoco funcionó.
La primera vez que saqué una
revista femenina, tampoco
funcionó. Saqué tres revistas
femeninas antes de llegar a
Luna. Antes que sacara Caras
salieron dos revistas: Fama y
Vidriera, que no funcionaron.
Como el método científico, era
un proceso de prueba y error,
prueba y error, y aproximaciones sucesivas.
—El próximo diario va a ser
un éxito.
—(Sonrisas) Muchas gracias. Si puedo intentarlo, lo voy
a intentar. No te quepa ninguna duda.
■
46 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
LA SECCION QUADRUM
Personajes de la
realidad vistos
como verdaderas
obras de arte
Caracterizados protagonistas de la vida argentina durante el
año 1998 fueron incorporados por la mano mágica del director
de Arte, Pablo Temes, a reconocidas pinturas de la pinacoteca
universal. Con las disculpas que merecen los geniales artistas
que alumbraron cuadros excepcionales, PERFIL se ocupó con
respeto e imaginación de incorporar estos rostros inequívocos
de la política y de la farándula a un ámbito poco usual.
Rafael cedió un espacio para Carlos Corach, Carlos
Menem y Alberto Kohan. Eduardo Menem, por Goya. Armando Gostanian, por Velázquez. Claudia
Bello, por Van Dongen. Velázquez vuelve a ser utilizado para ilustrar al ex presidente Menem y a
los entonces jueces Norberto Oyarbide, Francisco Trovato y Carlos Branca.
FIRMAS Y CARAS QUE DEJAN SU MARCA.
ESPECIAL 10 AÑOS - 47
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
Omar Fassi Lavalle y su esposa, Liz, cuentan monedas
en un cuadro de Holbein. Mientras que Susana Giménez, su pareja de entonces, Jorge
“Corcho” Rodríguez, y su socio, el ya fallecido Rodolfo Galimberti, trataban de encontrar
una salida al entuerto de los juegos telefónicos, según un almuerzo campestre de Manet.
MIRADAS QUE LO DICEN TODO.
El ex
ministro Carlos
Corach, en “la mano”
de Velázquez. El vía
crucis de la sindicalista
docente Marta Maffei,
por El Greco. El ex
juez de la mayoría
automática de la Corte
Suprema Rodolfo Barra,
también por Velázquez.
Y de una obra de Rubens
surge el inconfundible
rostro del ex presidente
de Estados Unidos Bill
Clinton.
MAS Y MAS.
48 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
RENOVACION
INCONDICIONAL
Y sí, es amor
F
ue amor a primera vista.
Demasiado racional, o reprimido, vaya uno a saber, en
aquellos tiempos solía burlarme
de esos excesivos guiones de las
telenovelas venezolanas. Pero
en un par de meses se me cayó
la teoría al diablo: me enamoré
a primera vista, de una mujer de
ojos verdes y de un diario que
era puro color. Lo supe a los 10
segundos. No terminaron tan
bien ambas historias, pero valieron todas las penas.
El amor es así. No quería irme
de Tucumán, donde dirigía un
grupo de prensa. Estaba cómodo, feliz. Pero charlar más de
media hora con Fontevecchia
es... todo un tema. El hombre
me conoce desde hace muchos
años; pero también parece conocer desde siempre a todo
HUGO ASCH*
aquel que pretenda seducir pa- imposible entre el diario más
ra que se sume a sus proyectos. lindo del mundo y el impiadoMe convenció. Dije que no un so país de las crisis perpetuas.
par de veces, como esas chicas Y un día volvió. Nadie le creía
histéricas de maa Fontevecchia,
nual, pero finalque mantuvo
No importa
mente llegué a la
ese monstruo
redacción de la
dónde esté. Estoy alemán de casi
mano de Daniel
metros de alenamorado de este 13
Pliner, uno de los
tura imprimiendirectores adjundiario, aquí y en do otros diarios;
tos. Entré y abrí la
pero lo sacó de
todas partes
boca, como chico
nuevo, nomás.
en Disneyworld.
En 2005 yo es“¡Wow, esto es el siglo XXI!”, taba haciendo una revista de
pensé. Parecía, nomás.
moda en Canal 9 pero quise esFue hermoso mientras duró, cribir. Quería ser, desde afuera,
como las bellas pasiones.
un amante de mi viejo amor.
Y hablé y hablé durante ocho
Pasó el tiempo y después de
largos años de ese romance esas cartas de amor... otro ca-
samiento. Prosecretario de redacción, dice la libreta. No sé
lo que pueda durar esta formalidad. Los amores profundos,
sí: eso es para siempre. Así fue
siempre con la Editorial Perfil, y
mucho más con el diario.
El hombre elige, ésa es su libertad. Sartre dice que la existencia precede a la esencia:
somos lo que hacemos. Lo vivido. Estamos condenados a ser
libres para seguir siendo. Ese
existencialismo está presente
en PERFIL. Se hace y hace, para
ser y para seguir siendo.
No importa dónde esté hoy,
ni mañana. Si me quede o me
vaya o regrese, siempre. Estoy
enamorado de este diario, aquí,
allá y en todas partes.
■
*Editor de PERFIL en 1998.
CEDOC PERFIL
Marcas de
época
FERNANDO J. RUIZ*
E
n los setenta fue La Opinión, en los ochenta Página/12 y en los noventa le tocó
a ese primer y recordado PERFIL. Siempre hay un diario que
marca época y sintetiza nuevos
valores culturales y profesionales. Aquella apuesta de varios
millones de dólares de Jorge
Fontevecchia renovó al periodismo y también a la empresa
periodística.
El ADN de PERFIL fue el
cambio. En el acto de presentación del diario en 1998
estuvieron Jacobo Timerman
y Alan Neurath, creador del
USA Today, quizás el último
modelo de diario exitoso inventado en Estados Unidos.
En esa línea, el primer PERFIL
hizo muchas cosas: hacer periodismo contra todos y no sólo sobre los “enemigos” ideológicos; hacer más periodismo
de ideas; intentar cambiar la
empresa periodística (en su
Manual de Estilo dice: “Resulta inútil discurrir sobre ética periodística sin analizar la
ética empresaria”); o transparentar la información (incorporó una sección de Medios,
Pretendió perforar
una máxima de la
censura social:
la esperanza
no se investiga
REDACCION. Más
de 200 periodistas componían el staff permanente del diario. El volumen era similar al de Clarín o La Nación.
LA MISTICA
De estreno
S
i no me equivoco era el 5
de enero de 1998 y llovía
fuerte. Un grupo de periodistas, menos de una docena, nos
reunimos en cierta dirección de
la calle Chacabuco. Curtidos en
la escuela del escepticismo y la
prescindencia, disimulábamos
como podíamos todo rasgo de
emoción. No sólo íbamos a fundar un diario: también inaugurábamos un edificio. La planta
baja estaba sin terminar, tuvimos que hacer equilibrio sobre
unas tablas puestas en forma
precaria para que pudiéramos
llegar a los ascensores. Y así,
casi sin hablar, subimos hasta
el piso 13, un espacio gigantesco donde todo era blanco,
nuevo y lleno de luz. El aire
CECILIA ABSATZ*
acondicionado todavía no es- hacerse; se discutían criterios,
taba instalado, pero nadie se temáticas, estilos. El director,
quejó del calor.
por ejemplo, mostraba cierto
Quien suscribe nunca había estupor por los apodos de los
trabajado en un diario. Desco- jugadores de fútbol. De hecho,
nocía los ateneos
le parecía poco
y espectaculares
elegante llamar
Fue una
debates que se
P i o j o, M o n o
experiencia de
producían bajo el
o Burro a un
misterioso nomciudadano que
alto
voltaje,
algo
bre de “reunioademás era una
muy bueno
nes de blanco”.
figura nacional.
Esos mediodías
Se incorpo mientras duró
se convirtieron
raron nuevos
en una rutina
editores y más
apasionante y también en un periodistas; se designaron codesafío profesional de alta rresponsales en el extranjero.
exposición. Todo estaba por Hubo secciones nuevas, sofisti-
cadas, ambiciosas. Trabajamos
doce, catorce horas diarias estimulados por la más potente
de las drogas: la mística. Y el 10
de mayo salimos a la calle. Hubo errores, por supuesto, en mi
sección más que en otras. Pero
el diario era, sigo creyendo hasta hoy, un lujo.
En mi suplemento (Espectáculos) trabajaban, entre otros,
Osvaldo Bazán, Jorge Novoa,
Norberto Chab y Marcelo Fernández Bitar. Mi jefe era Daniel
Pliner, que me educaba a los
tortazos, estilo Clint Eastwood.
El diario PERFIL del ’98 fue una
experiencia de alto voltaje, algo
muy bueno mientras duró. ■
en varias notas se revelaba, y
también tenía ombudsman)
Lo disfrutamos el tiempo
que duró. La actual década está desierta. El nuevo PERFIL y
el nuevo Crítica quieren ser “el
último diario de papel” –expresión lanatista– pero es posible
que ese trono sea para Página/12, pues es el único que en
los últimos treinta años cambió
el periodismo y pudo sobrevivir,
aun con respiración artificial.
Una virtud que ostentan todos los medios nuevos es que se
diferencian haciendo periodismo sobre los temas tabúes. La
investigación de PERFIL sobre
Skanska o la de Crítica sobre
Papel Prensa dan a los ciudadanos información que estaba
solamente en el poder.
El primer PERFIL investigó
a los hijos de De la Rúa, llamó
dictador a Fidel Castro y dijo
en su campaña de lanzamiento
que Maradona había hecho un
gol con la mano. De esa forma,
pretendía perforar una de las
máximas de la censura social:
la esperanza no se investiga.
Cada diario nuevo suele ser
una bocanada de aire fresco por
partida doble: trae nuevo aire al
espacio público y da poder a los
innovadores internos que hay
en todas las redacciones.
■
*Profesor de Comunicación
*Editora de PERFIL en 1998.
en la Universidad Austral.
50 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
El desdoblamiento de los protagonistas
IDENTIKIT
Este tan simple como original juego de rostros sumados y contrapuestos en una sola imagen fue creado por el director de Arte de Editorial Perfil, Pablo
Temes, y rindió frutos inesperados. Los lectores te-
nían que reconocer, y finalmente adivinar, a quién
pertenecía cada mitad de la foto del caso. Método
mnemotécnico y polémica de por medio, se trataba de establecer identidades, tanto las afines como
las dispares, que habíamos reunido en un one shot
visual tras largos cabildeos de quiénes y por qué.
Naturalmente, por la actualidad de las partes en, fue
dicho, su vinculación o su antinomia.
AH, LA PELOTA. Carlos Bianchi
POLITICA Y COSMETICA. La
diputada Claudia Bello y Corach.
HERMANOS TRASANDINOS.
FOLK, ROCK Y AÑOS. Bob Dylan
y José Luis Chilavert.
Marcelo Ríos y Guillermo Vilas.
y Mick Jagger, ya veteranos.
SE NON E VERO. El juez Branca
con Trovato en el banquillo.
COLORES PRIMARIOS. Bill
VECINOS O NO. Collor de Melo y
DOS A QUERERSE. Cúneo
IMPARES PERO PARES. Decibe
UNA DE CAL, UNA DE ARENA.
Libarona y el juez Oyarbide.
y Meijide, señoras educadas.
Ramón Díaz y el Bambino Veira.
OJO CON EL FMI. Miss Teresa
AL FIN JUNTOS. Granillo
MARIDOS ILUSTRES. Alejandro
Gravier y Huberto Roviralta.
GOLES SON AMORES. Mauricio
HEROES EN ACCION. Moreno
Ocampo y Eduardo Menem.
LE CRECIO LA NARIZ. Carlos
PIE VELOZ. El chileno Marcelo
COMIERON PERDICES. Valeria
SAN RATING. Marcelo Tinelli y
ADIOS DEL PADRINO. Yabrán y
Jorge Yoma, que no se la cree.
Clinton y John Travolta, al cine.
Terminassian y Erman González.
Menem fue Pinocho en EE.UU.
el general Domingo Bussi.
Salas y el Pájaro Caniggia.
Mazza y Alejandro Gravier.
Macri y don Julio Grondona.
Susana Giménez, imbatibles.
Ocampo y Pierce Brosnan.
52 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
LAZOS FAMILIARES
El cuento del tío
N
o cometeré la imprudencia de
repetir hasta el hartazgo toda la
historia que me une a PERFIL desde
hace 25 años.
De hecho ya hallarán parte de mis
testimonios en otras páginas de este
suplemento.
Aunque sí, es importante para que el
lector comprenda mejor, situarnos en
1995. En los prolegómenos de la gestación del diario PERFIL.
Para mí significó el desafío profesional más importante de mi carrera,
aún mayor que el de diseñar Noticias
y otras tantas revistas. Fueron más de
dos años de elaborar cientos y cientos
de diseños.
Una y otra vez, le recordaba a Jorge
Fontevecchia que si él era el padre natural del diario mi lazo familiar era el
de un tío.
Sin embargo, la vida del diario PERFIL, como muchos de los lectores saben, fue efímera. Sólo tres meses. Tres
maravillosos meses de estrés, angustia,
alegría y orgullo.
Luego del cierre del diario sobrevino
una etapa algo errática en todos nosotros. De cierto duelo y reflexión.
Cuando Jorge Fontevecchia anuncia
el relanzamiento del diario, en abril de
2005, el efecto fue automático.
Comencé a recibir decenas de llamados a mi casa, felicitándome por el regreso de “mi sobrino” al mundo de los
medios y la posibilidad de poder volver
a ser su director de Arte.
Esta es la parte de la historia que hace ¡clack! y narra por sí sola la identificación mía vista por los demás, con
diario PERFIL.
Mi respuesta se repetía una y otra
vez: “No estoy más en PERFIL”, tenía
mi estudio, mis clientes y mi manejo de
JOSE PABLO TEMES*
FOTOS: CEDOC PERFIL
LECTURA. El
primer ejemplar de PERFIL, en manos de uno de sus miles de lectores.
los tiempos de otro modo.
Al poco tiempo, recibo la propuesta oficial, a través de Claudio Gurmindo, de volver a dirigir el equipo
de Arte del diario.
Me tomé un tiempo para pensarlo.
Mis interrogantes eran:
1- Si mi bien más preciable es mi
tiempo, mis ratos de ocio creativo, poder pintar y recorrer tranquilamente
galerías de arte, poder elegir a mis
clientes y, a la vez, seleccionar aquellos
trabajos que prefiero por sobre otros.
2- ¿Por qué debería volver a sentarme en una redacción durante más de 9
horas por día?
3- ¿Había alguna causa que me incitara a volver a cargar de adrenalina y
stress mi vida?
4- ¿Por qué motivo tendría que estar
tan decidido a participar de discusiones
interminables en la edición de notas,
fotos, infografías, ilustraciones…?
5- ¿Había algún motivo para sacrificar los fines de semana, tan caros para
el resto de los mortales?
Y, obviamente, no había mucho que
pensar. La respuesta fue sí, acepto.
Y volví. Volví porque sentía un compromiso ético y moral con ese diario.
Volví a pesar de todo y de muchos.
Volví a cuidar a “mi sobrino” (hijo natural de Jorge Fonteveccchia).
A aquel ahijado, que sólo sobrevivió
tres meses, había que enseñarle a caminar una vez más.
Sentí que debía estar allí, a pesar del
dolor que significó la experiencia de
1998.
Esto como verán es lo que denomino
“el cuento del tío”.
Hoy PERFIL está más crecido. Con
orgullo disfruto y sufro por igual cada
uno de sus cierres. Gozo con el alto juicio que tienen de él los lectores.
Volví. A pesar de los golpes, los años
y los fracasos, volví.
Creo que valió la pena.
¿No es cierto, “sobrino”?
■
* Director de Arte en 1998 y ahora.
DECENCIA
C
uando aquel PERFIL comenzó a concebirse y se me invitó como columnista, tuve un ataque de incertidumbre.
Ese otoño de 1998 yo conducía mis programas en Radio del Plata y en televisión.
Cuando PERFIL me dijo que la columna
semanal era de tema libre, la duda cartesiana se me hizo abrumadora.
¿Volver a ser internacionalista, como
en Análisis, Reuter’s, El Descamisado,
El Cronista Comercial y The Associated
Press? De regreso del exilio, mi pasión
por los asuntos del planeta me había llevado a terminar la maestría en relaciones internacionales de Flacso, pero algo
ya me decía que esa pasión era un poco
melancólica.
Ante mis dudas y mi voluntad de no
regresar a los temas internacionales,
PERFIL me sugirió que me zambullera
a la pileta de las envidias, competencias, rivalidades y odios del gremio.
Acepté escribir una columna sobre
periodismo, sin trabas ni limitaciones,
destinada a evaluar de manera crítica
diarios, radio, libros y TV.
Así, PERFIL me hizo columnista de
temas de mi propio oficio, hurgador profesional de nidos viperinos y tejemanejes
opacos en una profesión dada a golpearse el pecho en su compromiso de transparencia, pero neuróticamente irritable
cuando se trata de enumerar sus errores,
horrores, incompetencias y limitaciones.
Pavos reales
PEPE ELIASCHEV *
ORGANIZACION. Detrás
de un diario, se esconde un esquema de trabajo necesario.
Faltaban cinco años para que los Kirchner nos vinieran a dar lecciones, con
los dedos levantados, sobre la “falta de
autocrítica” del periodismo, cuando,
luego de recorrer un amplio espectro
de casos en los que advertía casos de
mala praxis, negligencia y chapucería
en mis colegas, me ocupé de PERFIL.
Molesto por una nota que acusaba
a los hijos de Fernando de la Rúa de
comprar exámenes en la Facultad de
Derecho, a partir de grabaciones que
me resultaban truchas y carentes de
certificación sustentable (o sea, clan-
destinas), cargué contra el periodismo “de capucha”. Acusé a PERFIL de
usar desde el periodismo las técnicas
del terror de estado. La nota se tituló
“Nuestro romance con la ilegalidad” y
se publicó el 8 de junio de 1998.
El diario se tomó su tiempo. La respuesta firmada vino recién el 14 de junio, de la mano del ombudsman Abel
González (“PERFIL y la libertad de pluma”), que con dureza pero implacable
decoro, me replicó desde las mismas
páginas y en la misma sección en las
que yo había sacudido al diario, inolvidable lección de pluralismo.
Lleno de limitaciones y errores,
nuestro oficio permite estos destellos
de libertad adulta. PERFIL, en particular, ha sido y es escenario propicio
para esta idea apasionante, la libertad.
En esa primera etapa escribían semanalmente, sin temor de trabajar para
“generales mediáticos”, altos funcionarios del actual Gobierno, cuyo nombre
no cito por pudor.
Ese mérito formidable de PERFIL me
reconcilia un poco con las amarguras
que nuestra profesión depara a quienes, aún a riesgo de ser calificados de
“pavos reales”, seguimos pensando que
la decencia es posible en el negocio de
los medios.
■
* Columnista de PERFIL en 1998 y ahora.
54 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
LA METAMORFOSIS
Caras y caretas detrás de la actualidad
Ya en 1998, el diario innovó en la presentación
de las imágenes a través de múltiples entradas.
Y en la contratapa impuso un sello distintivo: la
metamorfosis, a través de la cual los personajes
de hechos que marcan la agenda periodística se
vinculan visualmente. Los protagonistas de la Argentina y el mundo pasaron y pasan por ese tamiz.
El recurso, novedoso, tuvo tanto peso hace diez
años que se mantiene en las actuales ediciones de
PERFIL, tanto de sábado como de domingo. Otra
variante periodística para observar y analizar la
realidad con ironía y creatividad.
DE JUECES Y JUECES. El federal Adolfo Bagnasco y el español Baltasar Garzón.
ESCONDIDOS. El entonces juez Hernán Bernasconi y el ya fallecido Alfredo Yabrán.
SOCIALES. Eva Duarte de Perón y el ex ministro de Desarrollo Social Palito Ortega.
MULTICASADAS. La argentina Susana Giménez y la norteamericana Elizabeth Taylor.
OTRO, PERO EL MISMO. Carlos Menem, post-avispa en la Rosada y antes en La Rioja.
WINNERS. Ex goleador Gabriel Batistuta y ex secretario de Turismo Omar Fassi Lavalle.
GALANES. Diego Armando Maradona y el astro cinematográfico Leonardo DiCaprio.
TELEVISIVO. Santo Biasatti, conductor de informativos, y Marcelo Tinelli, el Sr. Show.
MAGISTRADA. La fallecida camarista Riva Aramayo y la jueza federal Servini de Cubría.
PISTOLAS. El ex presidente cubano Fidel Castro y el “vaquero” del cine John Wayne.
NO TAN SANTITOS.
Ex presidente Bill Clinton y el actor inglés Roger Moore.
PALO Y ASTILLA. Marcela Tinayre y su madre, Mirtha Legrand, dueña de los almuerzos.
56 - ESPECIAL 10 AÑOS
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
La sorpresiva contratapa de despedida
EL FINAL DE LA PRIMERA ETAPA
El 31 de julio de 1998, en la edición número 84,
Jorge Fontevecchia decidió cambiar el artículo
que estaba previsto inicialmente. Lo reemplazó por el texto en el que explicaba la decisión
de discontinuar las ediciones diarias de PERFIL.
Una década después y a la luz de la reaparición
del diario, esa contratapa adquiere otro valor. Un
documento que marca a fuego
la historia de esta publicación y permite comprender el origen y realización de esta nueva etapa.
58 - ESPECIAL 10 AÑOS
CONFLICTO.
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
El intempestivo final de PERFIL el último día del mes de julio de 1998 dejó sin trabajo a gran cantidad de personas, que tomaron el edificio de la editorial.
La autopsia periodística para
explicar por qué no funcionó
ANALISIS RESERVADO DEL OMBUDSMAN TRAS EL CIERRE
He aquí el excepcional balance redactado por el ombudsman de PERFIL en
1998, apenas cerrado el diario. Paso a
paso, con profundidad inusual y sinceri-
ABEL GONZALEZ
1. Metodología
Este informe se basa en distintas fuentes, que paso a enumerar: a) contacto diario con
los lectores a través de cartas,
faxes, conversaciones telefónicas, correo electrónico y entrevistas personales; b) charlas
con periodistas de otros medios
(gráfica, radio y televisión), muchos de los cuales me hicieron
entrevistas para que hablara de
PERFIL; c) conversaciones con
redactores, jefes y editores de
dad a prueba de excusas, Abel González
instituyó con aquel informe una auténtica exhumación de intenciones, esfuerzos y resultados, donde es, hoy más que
PERFIL; d) acabada lectura de
la colección completa del diario, apreciaciones y conclusiones propias.
2. Introducción y objetivos
Esta no es la autopsia de un
fracaso sino la descripción de
una fascinante experiencia
que, por diversas razones (que
luego se verán), debió ser interrumpida abruptamente. Es
indudable que PERFIL produjo
un profundo impacto en la sociedad argentina y que su breve
nunca, aleccionador repasar los ítems
de una despareja preocupación por las
libertades de expresión y mercado, sin
sopesar el real interés del público.
trayectoria será recordada por
periodistas y especialistas en
medios durante largos años.
En este informe demostraremos que, a pesar de haber
nacido –creemos– fuera de un
favorable tiempo histórico y de
no alcanzar casi ninguna de las
metas fijadas, PERFIL puede
ser considerado, en gran medida, un producto francamente exitoso. Quizás hubo en su
gestación, y sobre todo en su
instrumentación, eventuales
circunstancias que lo hicieron
fracasar como negocio. Es probable que se cometieran, sobre
la marcha, muchos errores debido a múltiples impericias y a
un exceso de voluntarismo en
variados sectores. Es factible,
también, que no se lograra una
inserción adecuada en círculos
más amplios de lectores (única
cosa que justificaba su aparición) porque su postura fáctica
frente a los acontecimientos
resultó muchas veces ambigua
y hasta contradictoria con los
principios declarados. Aunque
a la larga podría haber mejorado –dado que tenía todas las
condiciones como para hacerlo,
con un staff de lujo–, lo cierto es
que en el corto plazo no respondió a las expectativas creadas.
Desde el comienzo dejó de lado
a grandes sectores de opinión y
pagó un elevado precio al querer imponer una agenda propia
(y un estilo típico de sectores
más esclarecidos y por lo tanto
más reducidos) a una sociedad
cuyas demandas pasan actualmente por otro lado. El mensaje
de modernidad y progresismo
(el mundo interrelacionado,
la globalidad, el horizonte cibernético, la apertura de una
nueva etapa histórica, una
sociedad más liberal, tolerante e inteligente) chocó con la
realidad y eso alejó a mucha
gente. Aunque despertó grandes fidelidades... los corazones
que ganó resultaron pocos... y
la mayor parte de ellos fueron
inadecuados. De todas formas,
como se verá en el capítulo correspondiente, las huellas que
dejó fueron muy profundas y
abrió enormes posibilidades
que podrían concretarse en algún momento futuro.
ESPECIAL 10 AÑOS - 59
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
FOTOS: CEDOC PERFIL
3. El progresismo de PERFIL
Pensado para ser un diario de
referencia, PERFIL –como se
dice en el Manual de Estilo,
página 54– salió a buscar un
lector “contemporáneo, cosmopolita, ya informado. Un lector
crítico que espera un valor
agregado en la oferta de información, para quien es prioritario captar las claves de la época
ya que es consciente de su relevancia para la anticipación necesaria del suceder. Quiere ser
partícipe del debate de ideas y
construir su punto de vista con
información relevante que se
eleve de lo anecdótico hacia lo
conceptual, corriendo el velo
de las apariencias”. ¿Consiguió
PERFIL ese lector? Según mi
experiencia, lo logró en muy
pequeña medida.
¿Cuáles fueron las causas
para que ese objetivo no se
cumpliera acabadamente? La
mayoría de los lectores que
se comunicaron conmigo era
gente grande (más de 50 años,
gustaba el tono marcadamente
digresivo de los textos. Les resultaba difícil distinguir los recuadros, donde habitualmente
los diarios efectúan el análisis
de la noticia, del resto de los
comentarios. Por otra parte es
cierto, como señalaron muchos,
que todos los textos, y aun los
copetes y hasta los epígrafes,
estaban cargados de opinión.
Se nos señaló, reiteradas veces,
que las firmas de los periodistas se duplicaban y hasta triplicaban en una misma página, lo
cual causaba bastante confusión, ya que es de uso corriente
que quienes analicen la noticia
sean los periodistas especializados y no los noteros o los cronistas que cuentan los hechos.
Si la noticia y el recuadro son
del mismo autor, si en ambos
se tejen opiniones que muchas
veces se repiten, como ocurrió
en PERFIL no pocas veces, el
lector se ve obligado a leer todo
y no sabe bien cuál es la parte
conceptual y cuál la parte des-
¿Cuáles fueron
las causas para
que el objetivo
de PERFIL no se
cumpliera?
Tal vez sea cierto
que los editores
no dispusieron
de suficientes
recursos humanos
gran proporción de jubilados,
funcionarios jerárquicos o comerciantes minoristas), que
encontraron en el diario abundante lectura en que ocupar su
tiempo y su curiosidad. Es decir
que no leían el diario para anticiparse a los hechos y operar en
consecuencia...
El abigarramiento de textos,
la longitud de las noticias, la ausencia de facilitadores de lectura, la poca síntesis expositiva,
el subido tono analítico de las
notas de opinión (a veces más
propio del ensayo o del libro
que del periódico) expulsaron
al lector joven y a otros sectores
consumidores de diarios que esperaban verse reflejados en sus
páginas.
Una gran proporción de los
que hablaron conmigo para
quejarse de algo o para reclamar el abordaje de algunos
temas faltantes manifestó una
gran ambivalencia frente al diario. Por un lado, les resultaba
atractivo desde el punto de vista
formal, pero, por otro, les dis-
criptiva. Como eso, obviamente, no formó parte de un estilo
deliberado, sino que más bien
se lo señaló en el Manual como
algo que debía evitarse, se llega
a la conclusión de que, si eso
ocurrió, así fue por impericia
o por la acumulación de tareas
que impidieron una edición
más rigurosa de los textos. Tal
vez sea cierto que los editores
(según manifestaron algunos
de ellos) no dispusieron de los
recursos humanos suficientes
como para poder cumplir esa
tarea de un modo más eficaz.
Estas circunstancias nos llevan a formular una pregunta
antes de pasar a analizar el
tiempo histórico y el entorno
político en los cuales apareció
PERFIL. ¿Era posible editar
todos los días un diario de la
magnitud de PERFIL con el material humano y el presupuesto
disponibles? La respuesta es
que sí, pero que no era sustentable. Puede ser que los recursos hayan sido insuficientes
para elaborar un producto tan
INDUSTRIAL. Pese
al cierre de hace una década, la empresa mantuvo sus activos de impresión.
60 - ESPECIAL 10 AÑOS
nicaciones, la fibra óptica, la superconductividad... produjeron,
al menos en esta etapa inicial
del desarrollo de las nuevas
tecnologías, más exclusiones
que beneficios sociales. La tesis tatcherista de que el fin del
Estado protector iba a traducirse en una mejoría de todos los
diario profesó claramente, sino
más bien a la distancia, rayana casi en la indiferencia, que
–sin quererlo– tomó frente a los
problemas de la gente común.
Al privilegiar lo general sobre
lo particular expresó una cosmovisión que no se compadeció
con eso que llya Prigogine llama
Hay muchos ejemplos prácticos de esto que digo. El avalúo
inmobiliario en la Ciudad de
Buenos Aires, que afecta a cientos y cientos de pequeños propietarios (que es lo individual),
no mereció ni siquiera una línea
de texto en el diario. En cambio,
las megafusiones de compañías
Evolución de la venta de ejemplares y de publicidad
80.000
Publicidad
Promedio diario por semana. En pesos.
46.100
PUBLICIDAD
50.000
EJEMPLARES
sofisticado, y que eso debió ser
compensado por un esfuerzo
desmesurado por parte de todo
el personal... pero también es
verdad que en muchos sectores
se careció de la experiencia necesaria para hacer un diario de
mayor calidad, más ágil, más
imaginativo, más astuto y más
creíble.
El diario apareció en un momento difícil, no obstante lo
cual produjo un alto impacto
en la sociedad. A partir de su
moderno diseño de avanzada,
elegante, relativamente silencioso, transmitió un mensaje
que sólo fue aceptado por una
pequeña proporción de sus potenciales consumidores. El liberalismo y el pluralismo de que
hizo gala desde su inicio (ver el
suplemento Económico número uno; el personaje reporteado
fue el empresario Macri) actuaron en contra de una difusión
más masiva. Los reproches que
hemos escuchado de muchísimos lectores (a través de unos
diez contactos diarios durante
casi tres meses) podrían sintetizarse en una frase que nos
dijo uno de ellos: “PERFIL se
congratula de sus defectos y sin
darse cuenta los convierte en
cualidades”.
El diario salió a transmitir
una idea de progreso que hace
diez años hubiese sido recibida
con entusiasmo. En ese entonces, con el liberalismo en auge,
la creencia de que la política de
mercado era una puerta abierta
al progreso individual de cada
uno ilusionó a vastas capas de
la sociedad. Eso explica el éxito
de las revistas de divulgación
científica, que en la Argentina
llegaron a vender (hace una década) 500 mil ejemplares mensuales. Estas revistas le “vendieron” a la gente un mensaje
muy optimista, mostrándoles el
cambiante, vertiginoso mundo
del futuro que no tardaría en
llegar para todos. Esas revistas,
y esas ilusiones, ya no existen
porque los sueños que anunciaban nunca se cumplieron.
El atraso, la degradación de la
vida comunitaria, la desvalorización del trabajo y la exclusión
social escandalosa las hicieron
poco creíbles y las que aún sobreviven se transformaron en
reductos de minorías. Todavía
hoy, hay quienes siguen confundiendo la real modificación
de las estructuras sociales,
científicas y tecnológicas con
los síntomas del progreso. Lo
mismo le pasó a Charles Darwin, en sus últimos trabajos,
cuando afirmó que la evolución
de las especies conducía siempre a etapas más altas de perfección. Ahora se sabe que las
especies se modifican por azar
y que la evolución progresiva es
algo absolutamente aleatorio.
Por eso, ningún biólogo habla
actualmente de progreso evolutivo. Solamente los pocos darwinistas sociales que quedan
–herederos del precepto spengleriano de la supervivencia
del más fuerte, adoptado como
lema por el capitalismo salvaje– le imaginan un sentido a la
naturaleza. La globalidad, la
cibernética, la proliferación de
las computadoras, la robótica,
las nuevas formas de producción, la velocidad de las comu-
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
Ejemplares
Promedio diario por semana.
70.000
44.800
65.700
60.000
41.000
40.000
50.000
35.400
40.000
30.300
29.800
30.000
28.700 29.000
27.000
23.900
20.300
19.300
26.100
20.900
20.000
16.600
15.300
12.400
11.000 10.500
10.300
20.000
1
2
3
4
30.000
27.500 27.500
5
6
7
8
9
10
11
13.600
10.000
12
SEMANAS
Infografía: S.U.
DEPOSITO. Las
bobinas de papel para diario se apilaban para ser utilizadas en las ediciones diarias.
sectores sociales está en crisis
en todo el mundo. Como ideología, el fundamentalismo liberal
se encuentra en retirada y ya
nadie habla de Francis Fukuyama sino de Jeremy Rifkin y de
Viviane Forrester. Como tampoco se piensa más en Lenin o
en Stalin pero sí, en Bernstein
y Lassalle.
Eso explica, como hemos dicho, que en países emergentes
como la Argentina las revistas
de divulgación científica hayan
casi desaparecido y la gente ya
no se ilusione más con la vaga
idea del progreso. El diario PERFIL mostró –en este sentido– una
postura que, según la experiencia que recogí en mis contactos
con los lectores, pareció fuera
de época. Me refiero no sólo al
liberalismo económico, que el
“la flecha del tiempo”: es decir,
el rumbo cambiante de la complejidad, la indeterminación y
el caos en la formación de las
estructuras sociales. Así, se
mostró estático a pesar de que
quiso ser actual y moderno... y
El diario PERFIL
mostró una postura
que a los lectores
les pareció
fuera de época
entonces, sin buscarlo, se distanció de los individuos. Que
son quienes forman las mayorías y quienes, finalmente, compran los diarios.
internacionales (que es lo general) ocuparon páginas y páginas en la sección Economía,
día tras día. Otro caso fueron
los intereses que cobran las
tarjetas de créditos, donde la
opinión de los usuarios (otra
vez lo individual) quedó de lado frente al análisis del negocio
(otra vez lo general). Quizá por
esta manera de ver la historia
es que no hubo investigaciones
sobre temas cruciales para la
sociedad moderna, como el fin
del trabajo o de qué modo evolucionará el mercado laboral
para los jóvenes en este fin de
milenio. En ningún momento se
analizaron las numerosas tensiones sociales derivadas de las
modificaciones en la economía
y en los medios de producción.
En Europa y en los Estados
Unidos hay una gran discusión
(académica y política) sobre
estas cuestiones y el diario no
las registró. Así, resultó difícil entender un liberalismo y
un progresismo cuyos nuevos
paradigmas pasan por un lado
diferente al proclamado (ver
los trabajos de Edgard Morin y
André Gorz).
Tampoco se explicó adecuadamente la independencia política del diario. Al no tener editoriales, el excesivo pluralismo de
sus colaboradores se convirtió
en un bumerán. A todos nos
gustó, por ejemplo, la columna
del primer número sobre Malvinas, de Carlos Escudé, pero
dio origen a decenas de protestas y tuve que explicar que ésa,
en todo caso, era la opinión de
un columnista. La aclaración
no alcanzó y muchos nos reprocharon que se abrieran las
páginas de PERFIL a quienes
“quieren vender nuestra soberanía”. Creo que en los momentos iniciales esas cosas nos hicieron perder muchos lectores
entre las personas que no están
habituadas a los pensamientos
complejos. Me parece un error
haberla publicado en el número uno. Su inclusión no sumó
sino que restó. Otras columnas
de la sección Ideas tampoco se
entendieron. Lejos de causar
polémica (como tal vez ingenuamente se pretendió) las opiniones de Eduardo Goligorsky
sobre la izquierda, por ejemplo, despertaron la antipatía de
muchos, según me lo hicieron
saber en numerosos contactos.
No porque la posición expresada no fuera justa sino porque
estaba notoriamente sesgada
por los resentimientos del autor, un ex militante del PC. En
esta ocasión fuimos tildados
de derechistas y hasta de fascistas. También la carta del ex
mayor Abete, un carapintada
no arrepentido, que dio origen
a un comentario adverso en mi
columna, causó una indignada
repulsa por parte de lectores de
todo el país, que me hicieron
llegar su descontento.
Otros lectores alimentaron
la sospecha de que algunos
columnistas estaban en connivencia con el menemismo,
según dijeron. Señalaron que
José Antonio Díaz no pasaba
una oportunidad para criticar
a la Alianza y especialmente a
Fernández Meijide.
Fue inútil que yo explicara
la independencia de nuestros
periodistas y la ecuanimidad
con la cual José Antonio analizaba los hechos políticos. No
me creyeron. A pesar de que la
cobertura sobre los hijos de De
la Rúa fue impecable desde el
punto de vista periodístico, fue
vista también como una “operación de prensa” contra la oposición. Muchos menemistas,
por otra parte, nos acusaron
de “amarillos” y “poco serios”
cuando el diario informó que
sectores del gobierno y del
masserismo (Octavio Frigerio
mediante) se habían unido para
lanzar una campaña sucia contra la Alianza (ver número 2).
Fue la forma en que se editaron
esos temas (y no su contenido)
lo que levantó la mayor parte
de las críticas. Ocurre que al
tener un solo título en la tapa,
ESPECIAL 10 AÑOS - 61
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
FOTOS: CEDOC PERFIL
rio salió a la calle con muchísimos errores tipográficos, de
sintaxis y ortográficos. Eso es
algo que los lectores no perdonan, como me lo hicieron saber
constantemente. Sobre todo no
lo disculparon en un medio como PERFIL, que se caracterizó
por la pulcritud de sus formas.
Hubo epígrafes cambiados,
fotos equivocadas, infografías
mal hechas, se mató a personas
que están vivas y se hizo resucitar a otras que hace años ya están muertas. Ningún sector del
diario (incluso la tapa) se salvó
de estos errores, que recorren
la colección como un estigma.
Se acumularon desde el primer
número (cuando en la tapa de
El diario salió a la
calle con errores
tipográficos y
hasta con fotos
equivocadas
CUPULA. Una
de las reuniones de editores del diario. Lunghi, Fontevecchia, Martolio, Pliner, Sigal, Absatz y Fernández Díaz, visibles.
cualquier cosa sonaba como un
cañonazo. El diario, en vez de
susurrar, como se quiso, gritaba
permanentemente.
PERFIL pretendió ser un
transmisor del progreso y fuimos catalogados de cavallistas y conservadores; se quiso
ser pluralista y se nos motejó
de menemistas; se buscó ser
independiente del poder y se
nos motejó de sensacionalistas. Mi opinión personal es que
muchas veces –en el diseño del
sumario– hubo un desmedido
voluntarismo para tratar de establecer una agenda propia y
exclusiva. Además, la excesiva
libertad de pluma que acompañó cada una de esas decisiones
sonó a disculpas o a oportunis-
mo (una de cal y otra de arena, que la gente lo que busca en un
una mano lava la otra). Permi- diario es, además de noticias,
tir, por ejemplo, que Eliaschev un lugar de pertenencia, un
escribiera duramente contra el sitio de referencia que lo ubidiario en el propio diario me que en el mundo. Sintetizando,
se podría decir
pareció un error
No se auscultaron que el diario no
muy grande.
sintonizó bien
Era lógico que
las demandas
el momento
con todo esto los
histórico en que
lectores se confunde la sociedad
salió a la calle
dieran, porque ser
en tiempos de
(las modificamoderno y liberal
ciones técnicas
no significa que
polarización
de los modos
uno se olvide de
de producción
los problemas de
la gente. Respetar la libertad de y comunicación no se transopinión no implica transformar forman mecánicamente en
el diario en un híbrido político progreso; no hay vasos comudifícil de catalogar... sobre todo nicantes entre la riqueza de
en los tiempos preelectorales en algunos países y la pobreza de
que salió PERFIL. Y ya se sabe otros) ni tampoco auscultó en
forma adecuada las demandas
de la sociedad argentina (sobre
todo en estos tiempos de aguda
polarización), que pasan actualmente por un fuerte reclamo de
más integración social y justicia
distributiva.
Si en verdad comprendió todo y no obstante salió a transmitir una posición contra la corriente, entonces se equivocó al
creer que en pocos años podía
vender 300 mil ejemplares. Tal
cual se lo concibió y editó, es
justo –y hasta fantástico– que
vendiera 30 mil ejemplares.
4. Errores y contradicciones
Por una serie de factores (como
no tener correctores entrenados desde el comienzo), el dia-
Espectáculos se dejó una tipografía de prueba en lugar del
texto real que correspondía) y
no cesaron nunca. Hasta la grilla del crucigrama salió mal en
dos o tres ocasiones. Un lector
se burló ácidamente de esto con
una frase irónica: escribió que
donde decía “palabra de cuatro
letras, horizontal”, debió decir
“palabra de tres letras, vertical”.
El colmo fue el primer número
del suplemento Agro: se deslizó un error de ortografía en el
chiste gráfico.
Muchos lectores juzgaron
contradictorias algunas posturas del diario. Por ejemplo, la
cobertura que se hizo del caso
de Soledad Rosas, la anarquista
argentina (líder de los “okupas”
italianos) que se suicidó en una
cárcel de Turín. Su muerte ocupó 10 páginas en siete ediciones sucesivas (una vez sus fotos
en la tapa y dos veces la central
completa) donde se abordó su
historia con simpatía, dejando
el tema político de fondo en la
simple anécdota. Un lector señaló que “la Sole” (como se la
llamó invariablemente en los
textos) integraba un grupo de
violentos inadaptados sociales
que operan en contra del orden
establecido y que no entendía
por qué, si eso era así (como incluso lo reconocían los propios
protagonistas) el diario los tra-
62 - ESPECIAL 10 AÑOS
taba con simpatía en lugar de tá atento a esta vertiente no
condenarlos (de hecho, ahora común de la información. Falestán tirando bombas y man- tó audacia (o no hubo tiempo
dando explosivos por correo). de desplegarla) para abordar
No es que la cobertura no se temas marginales sin abandojustificara; a los lectores que nar los principios generales
llamaron les pareció contra- del diario. Quizá, más allá de la
dictorio que un diario que, en sección Ideas, se debió incluir
su número 19, puso en tapa el un comentario semanal, por
siguiente título: “Nace una es- lo menos, que contuviera –en
trella: el fondo texano HMT&F todas las secciones– eso que
compró un tercio del CEI y los norteamericanos llaman
quiere Molinos”, se preocupara trends. Citaré algunos ejemtanto por una noticia que, de no plos. En Cultura, por ejemplo,
haber sido protagonizada por no se habló nunca de una nueuna argentina, habría merecido va tendencia mundial llamada
apenas unas líneas o un modes- “arte cárnico” (una expresión
to comentario en Breves. Algo plástica que trabaja con carne
similar ocurrió con el tema de humana, excrementos, sangre
los travestis y prostitutas de y cadáveres), del cual hubo una
Buenos Aires. Se los contem- pequeña muestra hace poco en
pló con indudable simpatía y se Bellas Artes. Quizá eso hubiese
le dio al tema una importancia interesado tanto como la elecdesmesurada. Eso también apa- ción del nuevo director del mureció como una ambigüedad seo. En Economía nunca anade PERFIL. No hay coberturas lizaron el libro ¿Cuánta gente
inocentes, escribió un lector, puede alimentar el mundo?, de
sobre todo cuando se publican Vaclav Smil. Calcula que a meinfografías que incitan a rea- diados del siglo XXI una cifra
lizar un tour familiar turístico razonable sería de 12 mil millopor la zona roja.
nes de personas si se mantienen
En cambio, no hubo cabida las actuales pautas de consumo.
en las páginas del diario para Dice que la tecnología y la prolos temas referidos a la educa- ducción crecen más lentamención. Todos los medios publica- te que la población (se agregan
ron, por ejemplo,
mil millones de
No hubo
una sorprendente
personas cada
evaluación escodiez años). Aunreferencias
a
la
lar donde el meque no es un neo
educación, ni a
jor rendimiento
malthusiano, su
lo habían tenido
es muy
la Iglesia, ni a las visión
alumnos de una
pesimista, pero
escuelita pública
también aparedes sociales
de la Pampa. Los
sionante. En la
lectores de PERsección PolítiFIL nunca se enteraron. Tam- ca no se dieron noticias de un
bién los debates académicos fenómeno creciente que dice
sobre la Ley Federal de Educa- mucho de la opinión de la gención estuvieron ausentes. Algo te sobre el Estado y los partidos
sorprendente en un medio que políticos. En muchos rincones
incluyó varias páginas diarias del país nacen todos los días las
de ciencia, medios y cultura. llamadas “redes sociales”, que
Otro tanto pasó con las noticias son organizaciones no gubersobre la Iglesia. No se incluye- namentales sin fines de lucro y
ron referencias sobre la aper- sin intenciones partidistas. Hay
tura de los archivos vaticanos y cientos de ellas en la Argentina,
no se dijo nada del importante forman una suerte de Internet
documento que firmó Roma social y constituyen una nueva
con las iglesias protestantes militancia para muchos sectopara acelerar su unificación, res jóvenes de la clase media.
cosa que anula –luego de varios No hacen beneficencia sino un
siglos de luchas y guerras– las curioso intercambio de serviconsecuencias cismáticas de cios y productos. Los sociólola Reforma y opaca la figura gos que estudian la marginalide Lutero. Es indudable que dad y la exclusión social saben
estas falencias se hubiesen so- cómo actúan estas redes de
lucionado con el tiempo, pero contención social. En Ciencia
no haber resuelto las posibles no se dijo nada de un informe
contradicciones desde el inicio de varios especialistas argentifue dar mucho hándicap a la nos que calcularon los efectos
competencia.
que se producirían en nuestro
Según el gusto de muchos país si la temperatura ambiente
lectores –que yo comparto–, fal- aumentara unos pocos grados.
taron notas con gracia, temas Nuestro territorio se convertiría
divertidos y curiosos, apuntes en un desierto desde el norte
de historia que rescataran con hasta más o menos Río Negro,
inteligencia crítica la memoria y la Patagonia se volvería férde sitios y personajes, algunos til. El Río de la Plata se saliniservicios gratificantes como son zaría por el avance del mar, y
los comentarios de restaurantes para proveer de agua potable a
o vinos, y tópicos relacionados Buenos Aires habría que tender
con las modas y el consumo. No una cañería hasta la altura de
hubo casi nada para los jóvenes Rosario para obtener agua del
y nunca se puso ni una línea so- Paraná.
bre la movida bizarra, como si
Como éstos (que cito a la lino existiese.
gera y de memoria), hay otros
En general, en el diario se no- ejemplos, otros temas y otros
tó la ausencia de temas de pun- recursos. Lo cierto es que el
ta, que por lo común no vienen pensamiento de avanzada, que
por las agencias. Para colocarlo hubiese dado al diario un plus
como un diario de vanguardia, que lo habría colocado por enpor ejemplo, se debió contar cima de sus competidores, no
con un servicio como el de Le figuró en la agenda de PERFIL.
Monde Diplomatique, que es- Así, el pacto de lectura con sus
Sábado 10 de mayo de 2008 - PERFIL
compradores no adquirió un
signo distintivo y moderno,
por más que se lo declaró en su
Manual de Estilo y en los editoriales de los números 1 y 8 (ver
contratapa). De esa manera,
muchos no entendieron desde qué lugar hablaba PERFIL.
Carencias y ambigüedad que
EJEMPLARES. Salida
no fue totalmente confiable y
hubo muchos casos en que se
anunció una película que ya no
se daba o una función especial
donde no se ponía el horario.
Tengo la certeza de que nunca
se contó con los elementos necesarios como para poder hacer bien algo tan complicado.
de una de las 84 ediciones del PERFIL 98.
también conspiraron contra la
mayor difusión del diario.
5. Los suplementos
Un breve apartado dedicado a
los suplementos. El más vulnerable fue el de Espectáculos,
por el simple hecho de salir
todos los días. Tuvo muchísimos errores, especialmente
donde no debieron producirse. La cartelera, por ejemplo,
Tenía dobles entradas, buscaba
ser abarcativa de todas las actividades, se incluían estrellas
de calificación de las obras,
tenía el título en inglés de las
películas, se decían las semanas de exhibición y se ponían
las recomendaciones. Todo eso
cambiaba todos los días y era
de una complejidad tan grande
que la editora hubiese necesitado un ejército de personas
altamente especializadas. Fue
un error mantener esas complicaciones, ya que no se podía garantizar su exactitud. Nadie le
pide a una cartelera todas esas
cosas juntas: alcanza con que
figuren los cines y los teatros y
se den los horarios. El resto es
para especialistas. Quizá porque no se dio con el colaborador indicado, tampoco se entendió bien el mundo de la música
clásica, que supuestamente no
debió tener errores en un diario
de este tipo. Se escribieron mal
los títulos de algunas óperas, la
cartelera del Colón resultó durante la mayor parte del tiempo
poco menos que incomprensible y las críticas no alcanzaron
un nivel de referencia. En cambio, todo lo que tuvo que ver
con el teatro, con el cine y con
la televisión fue de un altísimo
nivel. Por primera vez en un
diario se escribió sobre estos
temas sin ningún compromiso
comercial o ideológico. Fue un
gran mérito.
El suplemento de Deportes,
aunque tuvo errores en textos
y a veces en alguna que otra
infografía, gustó a la mayoría
de los lectores y casi no recibió
críticas. Objetaron mucho la
pequeña tipografía de las tablas
y de los cuadros, pero eso fue
un mal general del diario que
yo señalé oportunamente. El
de Turismo padeció de fuertes
errores (se dijo que en Nueva
York había que visitar una gran
librería que hace cinco años que
está cerrada, o que en Londres
los Bed and Breakfast están en
la periferia cuando en verdad
están en el centro), pero la idea
de que fuera temático fue muy
bien aceptada. No gustó que se
autodeclarara “sofisticado”, término con cierta carga peyorativa. El Tekné no fue entendido
del todo y muchos criticaron
que no fuera un suplemento
de computación tradicional y
que tampoco fuera uno de tecnología simple y corriente sino
una mezcla de ambos. Pareció
innecesariamente complicado.
El Domingo gustó en forma
despareja y muchos dijeron que
aparecía como poco definido.
Creo que le faltó tiempo. Agro
no mereció nunca una mención
de los lectores, lo mismo que
Indicadores, salvo una vez que
se señaló que la cotización de
la soja estaba equivocada. En
general, el diario de los fines de
semana fue bien recibido por
todos menos por los canillitas.
Muchos lectores se quejaron
porque los quiosqueros, como
valía un peso, lo escondían para
vender en su lugar Clarín, que
costaba $ 2,50. Lo que aparecía
como una ventaja pudo ser una
dificultad.
6. El PERFIL que hicimos
De todas formas, quienes participaron en la gestación y publicación de PERFIL no debieran
estar descontentos con el diario
que hicieron. Viendo los 84 números juntos, es totalmente legítimo afirmar que PERFIL fue
un lujo para el mediocre mercado periodístico argentino. Van a
pasar muchos años hasta que
vuelva a salir un diario de esa
calidad. Todos los defectos que
se señalaron (algunos bobos y
otros más serios) podían su-
ESPECIAL 10 AÑOS - 63
PERFIL - Sábado 10 de mayo de 2008
FOTOS: CEDOC PERFIL
RESOLUCION.
Después de una semana de toma del edificio, los trabajadores y la empresa llegaron a un acuerdo ante el cierre. Hubo reubicaciones e indemnizaciones.
perarse en poco tiempo. En el
breve lapso de tres meses consiguió seguidores muy fieles,
pero creo que los corazones
que conquistó fueron muy diferentes a los que se esperaba
seducir. Muy pocos jóvenes llamaron para comunicarse conmigo, lo cual no puede extrañar
mucho si se tiene en cuenta que
–según los editores norteamericanos– sólo el 19,5 por ciento
de las personas entre 19 y 29
años se informa por los diarios.
Los pocos jóvenes que se comunicaron conmigo eran estudiantes o empleados. Salvo tres
o cuatro, no hubo profesionales
ni ejecutivos. La gran mayoría
fueron hombres de más de 50
años. Una gran proporción de
ellos eran jubilados, funcionarios públicos o pequeños comerciantes. Pero esto no es un
dato científico sino una simple
experiencia personal.
7. Conclusiones
Creo, en verdad, que el diario fracasó antes de salir. El
emprendimiento falló, creo yo,
El diario fracasó
antes de salir:
desde el arranque,
dejó a mucha
gente de lado
porque desde el arranque dejó
a mucha gente de lado. Declaró
demasiado su Código de Etica
y se ganó muchas enemistades antes de salir: no se puede
decir que uno es el único justo
entre miles de pecadores. El
lanzamiento lo malquistó con
los sectores progresistas (caso
de Fidel Castro), con los comerciantes minoristas (elogio
de los supermercados), con
los admiradores de Maradona
(tiro libre para Inglaterra), con
los alfonsinistas (la casa está
en orden), con el menemismo
(donde decía revolución productiva) y con grandes sectores
de católicos que no perdonaron
que se usara la comparación
con Jesucristo.
Si no vendió la totalidad de
su primera edición no fue por
culpa del producto (que hasta
ese momento nadie conocía)
sino porque la propuesta no
llegó a todos los que supuestamente debía interesar. Está
claro que no despertó la suficiente curiosidad como para
impulsar su compra. Resulta
sugestivo que, con esa inversión publicitaria, el primer
número no agotara 120 mil
ejemplares. Tal vez fue porque
no ofreció a los lectores otra
cosa que una conducta recta
y eso resultó poco en la ávida
Inteligente y veraz,
consiguió sus
objetivos a medias,
lo cual no es poco
y fue un orgullo
y empobrecida Argentina actual. Creo que al lanzamiento
le pasó lo mismo que a la dama de Shalott, ese personaje
de Tennyson, que por mirarse tanto al espejo permanecía
ajena al clamor y al bullicio de
las cosas que pasaban a su espalda. Por eso digo al principio
de este informe que PERFIL
apareció fuera de su tiempo
histórico. No es que la publicidad estuviese mal hecha, al
contrario: correspondió a lo
que quería ser el diario, pero
la mayoría de la gente ahora
demanda más trabajo, mayor
seguridad y menos pobreza y
marginacíón social.
Creo que el desafío era hacer en la Argentina actual un
diario completo, importante,
independiente, moderno, inteligente, distinto, veraz, que
no fuera demagógico pero que
al mismo tiempo se mostrara
altamente sensible y hablara
fuerte. PERFIL consiguió sus
objetivos a medias. Lo cual no
fue poco. Para mí, fue un orgullo escribir en él.
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