Rincón alumn@s curso 11-12

Rincón alumn@s curso 11-12
Navidad
BELÉN DE MAZORCAS
Con la participación de todos los niños y niñas de Primaria construimos este Belén tan bonito que fue
galardonado con el tercer premio del concurso de Belenes organizado por el Ayuntamiento de Ponferrada.
Los niños y niñas del Primer Ciclo cortaron hojas secas y las hojas de las mazorcas pintadas. Así formarón
el río, el camino y los prados.
Tercero colocó el cielo de estrellas haciendo cadenetas con palomitas de maíz.
Cuarto hizo las casitas, la plaza del pueblo, las gallinas y la estrella.
Quinto y sexto realizaron los personajes del Belén con las mazorcas de maíz....
Y éste fue el resultado...
Rincón alumn@s curso 11-12
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Navidad
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VISITAMOS LA RESIDENCIA DE MAYORES
Como todos los años los alumnos de tercero felicitan las fiestas a nuestros mayores cantando con mucho
cariño.
FUNCIÓN DE NAVIDAD
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Si quieres ver las actuaciones de Primaria entra en la Bitácora o pincha en el siguiente enlace
http://ceipvalentingyebra.centros.educa.jcyl.es/bitacora/index.cgi?wIdCategoria=2
MÁS ACTIVIDADES...
Nnos visitó Papá Noel y nos entregó un regalo para cada clase (como hemos sido buenos...)
También llegó hasta nuestro cole el Mago Chalupa. Todos le llevamos nuestras cartas para que se las hiciera
llegar a los Reyes Magos.
Hicimos nuestro tradicional concurso de felicitaciones navideñas. Hubo tantas postales chulísimas que al
jurado del AMPA les costó un montón elegir a los ganadores...
Y el último día la AMPA nos invitó a un riquísimo chocolate con churros. ¡Gracias!
¿Quieres leer un cuento?
Aquí os dejamos el cuento "Vamos, amigo bosque, todos juntos a Belén" escrito por Lucía Rodríguez de
la Fuente de 4º B, que ha sido galardonado con el primer premio en el concurso de cuentos de Navidad
organizado por el Ayuntamiento. ¡Enhorabuena, Lucía!
Navidad
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Me gustaría mucho presentaros a mi abuelo. Como todos los abuelos es muy sabio. Los años te
proporcionan sabiduría y él tiene muchos, pero que muchos años. Aunque nació después de Cristo...¡no vayáis
a pensar mal!
Pues todos los años, mi abuelo, me cuenta historias sobre personas que le llevan regalos al Niños Jesús. Se
trata de personas pobres, que hacen un gran esfuerzo y ponen muy buena intención para compartir lo poco que
poseen. Porque, dice mi a buelo, que si tienes buena intención pues ya tienes la mitad del camino hecho.
Y, este año 2011, que ya está terminando y que recuerdo que fue el "Año Internacional de los bosques", le
tocó precisamente a todos los habitantes del bosque, llevarle ofrendas al reción nacido:
El castaño, orgulloso, comentó que él iba a llevarle sus frutos, las castañas, con los que la Virgen María
podría hacerle una nutritiva papilla.
La palmera se ofreció a llevar sus hojas con las que podría abanicar al Niño.
Los cerezos, sus bonitas flores que perfumarían el portal.
Los pajaritos, algunas de sus plumas para hacerle cosquillas en el pie cuando llorase. No hay mejor
medicina para curar el llanto, que unas buenas cosquillas en la planta del pie.
Las hormiguitas, algunas de las migas que ten afanosamente habían recogido durante el verano.
Caperucita Roja, su cesta con comida. Su abuela le había dicho que porque comiera el Niño, ella se ponía
a dieta.
El lobo, su buen propósito de portarse bien y no perseguir más a Caperucita.
Robin Hood de los bosques, sus servicios para seguir ayudando a los necesitados.
Y así podría continuar con todos los millones de seres que podemos encontrar en el bosque, la música del
bosque, los hermosos colores del bosque, el aire puro del bosque...
Todos tenían algo que llevarle al Niño Jesús.
¡Uy! ¿He dicho todos? Todos, no. Allí en le fondo, escondido y abatido, se hallaba un pequeño pino. Él no
poseía nada para llevarle al Niño.
Navidad
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-Yo sólo tengo mis hojas y son como agujas - no paraba de repetir.
Sus compañeros trataron de animarle pero sin éxito.
Esa noche, Pequeño Pino, durmió muy mal, tuvo unas horribles pesadillas en las que veía su cuerpo cubierto
de espadas y lanzas, persiguiendo a un bebé que lloraba desconsolado.
Las estrellas del cielo observaron a Pequeño Pino y decidieron ayudarle. Bajaron a la tierra para consolarlo
y se posaron en sus ramas. Una era la estrella de la bondad, otra la de la sabiduría, otra la de la confianza, la
alegría, la amista, la verdad, la generosidad... Toas eran estrellas de valores positivos y por ello su brillo era
grandioso. ¡No os lo podéis ni imaginar!
Cuando el Niño Jesús vió ese árbol tan bonito lleno de lucecitas sus ojitos se iluminaron y sus labios
sonrieron. Todos se maravillaron y lanzaron un sonoro ¡ooooh!, porque no hay ni habrá nada más cautivador
que la sonrisa de un bebé. Y durante todos los días de Navidad, en que Pequeño Pino estuvo adornado con
estrellas, nadie se acordó de la miseria ni de la maldad.
Desde entonces todo el mundo quiere tener un pino adornado en su casa durante las fiestas. Y no hay ningún
niño cuyos ojos no brillen de alegría al verlo. podéis comprobarlo cuando queráis...
¡Qué suerte tenemos de contar con los abuelos tan sabios!
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