¿Qué pasa con Honduras?
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¿Qué pasa con Honduras?
¿Qué pasa con Honduras? Mauricio Díaz Burdett - Mayo, 2007 FOSDEH Honduras hoy El actual mandatario, Manuel Zelaya se convirtió en el séptimo presidente civil electo desde 1980, pero su administración es una de las que comenzó con mayores niveles de conflictividad, lo que contrasta con un contexto macroeconómico estable que le da la oportunidad de impulsar reformas pendientes y nuevas. Sin embargo, esto le supone enfrentar y/o negociar con grupos fácticos poderosos y de gran influencia presentes en toda la administración del Estado y de su propio partido político. En resumen, si hay un principio rige a la Honduras de hoy es el de “incertidumbre” Esta incertidumbre está presente en la vida económica, política, social del país y se evidencia en las decisiones públicas que se toman y que, en la mayoría de los casos, benefician a un pequeño sector de la población ya privilegiado, provocando una gobernabilidad mínima. Incertidumbre económica: • Para FOSDEH los “buenos” indicadores macroeconómicos que muestra Honduras no son el resultado de políticas internas acertadas y planificadas, más bien se derivan de coyunturas, internacionales y nacionales, que responden a sus propias dinámicas. Por ejemplo: • La paridad cambiaria y el nivel de reservas internacionales se mantiene por el flujo de remesas como por la debilidad del dólar frente a monedas internacionales fuertes (euro, yen), lo que favorece la “competitividad” de las exportaciones nacionales. Si no fuera así las presiones internas para una devaluación serían más fuertes. La política económica impulsada y aprobada por la cooperación internacional a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) NO ha cambiado y Honduras lo que verdaderamente exporta son migrantes; sin remesas no existiría la tan afamada “estabilidad macroeconómica” Las remesas representan el 24% del PIB. Para el 2006 sumaron US$ 2,362 millones y para el 2007 se estiman en 3.100 millones En ese contexto, el actual crecimiento económico no es sólido, ni sostenible y las consecuencias productivas, sociales y culturales de la emigración masiva, en el mediano plazo, serán más negativas que positivas. Balanza de Bienes Abril a Diciembre de 2006 5000 En millones de $ 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 Expotaciones Importaciones Deficit Balanza de bienes ¿De qué manera aprovecha el Presidente Zelaya esta bonanza económica? Básicamente le permite sostener una gobernabilidad mínima, basada en subsidios, compensaciones salariales y la aplicación de controles de precios ocasionales a algunos productos de consumo. Ello explica que la cuenta de salarios en el primer trimestre del 2007 haya aumentado en un 53% en comparación al mismo período en el 2006 y que los subsidios a los precios internos del combustible y al transporte promedian 2.3% del PIB. El presidente encontró la fórmula de una Gobernabilidad precaria accediendo a la mayoría de las demandas de los gremios más fuertes debido a la falta de un programa de gobierno. Su gestión se ha caracterizado por apagar fuegos a costa de los recursos fiscales, y, en particular, de los fondos de alivio a la pobreza Una de las críticas principales al Presidente Zelaya es desaprovechar la coyuntura para impulsar algunas de las reformas a fondo que necesita el país (sociales, políticas, productivas, fiscales, financieras y de seguridad) que son necesarias para romper el estancamiento del país en desarrollo humano e institucionalidad democrática. Una de estas coyunturas desaprovechadas es la desencadenada a partir de los procesos de condonación de la deuda externa. Alivio de deuda externa En junio de 2000, se logró el denominado Punto de Decisión y en marzo del 2005 se obtuvo el Punto de Culminación en la Iniciativa HIPC, con lo cual el país comenzó a percibir recursos de alivio interino de su deuda. El objetivo era que todos los recursos condonados sirvieran única y exclusivamente en el combate a la pobreza, lamentablemente esto no se ha logrado Sin embargo, la denuncia que ha hecho el FOSDEH es sencilla: los recursos de la condonación de la deuda están sirviendo para financiar más de lo mismo, para superar los baches financieros del gobierno, especialmente, en gasto corriente, y lo más delicado para cumplir con promesas electorales. • La deuda externa total de Honduras a diciembre de 2005, es de US $5,223.4 millones (Fuente: Banco Central), que representan el 62.3% del PIB • A mayo de 2007 el monto total de la condonación asciende a US$ 3,788 millones, sin embargo la misma se hará efectiva en un plazo de 40 años • Entre el 2006 y el 2008 será el período de mayor nivel de recursos condonados anualmente, alrededor de US$ 145 millones Sin embargo, aunque nominalmente, los fondos para atender la deuda social en el país e impulsar la Estrategia para la Reducción a la Pobreza (ERP) existen estos no han provocado cambios significativos y esto se explica porque: Ausencia de una clara voluntad política del Poder Ejecutivo y Legislativo para convertir a la ERP en una Política Pública Algunos elementos que lo confirman: Cifras de la Secretaría de Finanzas indican que entre el 2000 y el 2006 se han gastado en nombre de la ERP 73 mil 203 millones de lempiras (US$ 4 mil millones) en contraste el Instituto Nacional de Estadísticas reporta que en este período la pobreza ha bajado en menos de un 4% mediante una manipulación estadística FOSDEH ha calculado que de mantener este ritmo, Honduras necesitaría invertir entre el 2007 y el 2015, año en el cual concluye la ERP y los ODM, alrededor de 353 mil 517 millones de lempiras (US$ 19 mil millones): lo anterior para logar cumplir con la meta de reducir a 42% el porcentaje de pobres en el país. •Pero si se mantienen los niveles de recursos que se han establecido hasta el momento, los municipios más pobres del país como San Marcos de la Sierra, cumplirían con la meta de reducir la pobreza a 42% hasta en el año 2250. Es decir dentro de 243 años •Utilizando las mismas cifras oficiales se desprende que el 45% del gasto llamado ERP no llegue a los pobres lo que contrasta con el índice de desigualdad (59% - el 3ro. más alto de América Latina en el 2005 y que indica que el 20% de la población en Honduras que se considera rica concentra el 58% de los ingresos totales del país. Desvío de los recursos FOSDEH ha venido señalado reiteradamente que existe un desvío premeditado de los recursos de la ERP. Esta aseveración ha sido apoyada por algunos alcaldes, la ciudadanía, por los representantes de sociedad civil ante el CCERP y recientemente por una investigación contratada por la cooperación sueca; quienes textualmente han dicho que: “ Dos de cada tres lempiras de los fondos de condonación estimados para el 2006 se destinaron a asuntos relacionados con las promesas de campaña del presidente Zelaya, tales como el salario para aumentar la fuerza policial, salarios a maestros, médicos y otros rubros relacionados” Del total de 23,213 millones que se gastarán en nombre de la ERP en el 2007, únicamente el 4.5% (1,041 millones) se invertirán en proyectos sociales, el resto se irá en gasto corriente, especialmente en sueldos y salarios ¿Centralización o descentralización? FOSDEH sostiene que no existe un interés real por parte del gobierno central en descentralizar la ERP. Los hechos lo constatan: 1. Del total del presupuesto de la ERP únicamente se descentraliza el 3%, es decir 700 millones en el 2006; de este monto a abril de 2007 sólo se habían desembolsado 293 millones. Los recursos correspondientes al 2007 ni siquiera están previstos en el Presupuesto General de la República 2007 2. El proceso para acceder a los 700 millones en el 2006 era burocrático y complejo, debían seguirse 45 pasos, pero en el 2007 se está proponiendo que se incrementen a 76 pasos Incertidumbre política: Conforme la tradición política-administrativa del Estado hondureño, al Presidente Zelaya le resta, a lo sumo, año y medio para adoptar las decisiones fundamentales. El tiempo histórico-político para los cambios es breve por la capacidad de reacción de los sectores opuestos a las reformas, por la campaña política electoral inminente y por la vulnerabilidad del país ante su dependencia internacional. El punto es que ya se advierten signos económicos, políticos y sociales preocupantes, que demandan del Presidente y su equipo sentarse a pensar para priorizar sus decisiones. Aunque su discurso suele ser social y hasta confrontativo con los grupos de poder, los incentivos reales que aprueban los poderes Ejecutivo y Legislativo se orientan a beneficiar más las inversiones privadas rentables, como las telecomunicaciones y generación de energía y servicios portuarios. Actualmente hay un anteproyecto de Ley para la generación de energía “limpia” (en base a recursos renovales) que libra de obligaciones fiscales e impositivas por 12 o 15 años a los mismos empresarios de la energía térmica, ahora en vías de convertirse en dueños de bienes públicos nacionales y universales (ríos, cuencas) • En ese sentido, FOSDEH reitera que mientras los poderes fácticos se fortalecen con políticas públicas más que generosas, el gobierno no presta similar atención a los sectores sociales desposeídos, como ya hemos dicho la ERP se desmorona, los fondos de la condonación se diluyen en el gasto corriente • La agitación social puede ser cuestión de tiempo en este año. Prudencia en el manejo de las promesas gubernamentales y de las finanzas públicas se recomienda al Gobierno. Si la aparente estabilidad económica ha contribuido a una relativa estabilidad social; la inestabilidad económica puede precipitar la inestabilidad social. • Además de los riesgos fiscales, Honduras debe afrontar otros problemas no menos graves: la corrupción (que anualmente se roba el 15% del Presupuesto General de la República), la inseguridad ciudadana y jurídica, la permanente amenaza de la sequía o las inundaciones, las tormentas tropicales y los huracanes, la expansión de la pobreza, las campañas electorales prematuras o la tensión que provocará la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Cuentas, el Instituto de Acceso a la Información Pública y otros organismos claves de la institucionalidad democrática. • Gracias