Pasión por la pesca con mosca

Transcripción

Pasión por la pesca con mosca
ENTREVISTA
Por Wilmar Merino
Víctor Heredia
Pasión por la pesca
con mosca
El multipremiado cantautor argentino
repite con sus hijos una historia familiar heredada de su padre:
inculcarles su amor por la pesca. Un costado poco conocido
del artista que pasó de pescar tarariras en el río Reconquista, al experto
en pesca de truchas en fly. Y ahora, también le apunta sus lances mosqueros al dorado y el pacú.
| AIRE LIBRE Nº 5
o es posible hablar de
música popular en la
Argentina sin evocar a
uno de los cantautores más reconocidos a nivel nacional e internacional, cuya pluma y melodías han defendido las más no-
N
bles causas humanitarias. Su
fina sensibilidad, manifiesta en
los versos de sus canciones y en
su flamante pasión por la literatura, tienen un correlato en su
hobby-pasión: la pesca deportiva. Porque Víctor es un fervien-
te amante de la pesca con mosca, cuya técnica y sutileza no se
cansa de elogiar. Pero como en
la música y otras disciplinas artísticas, para llegar a niveles elevados de técnica y filosofía hay
que ir subiendo escalones. Y en
el arte de la pesca, Heredia los
fue sorteando. Atando, como a
una ninfa en la morsa, su pasión
por el aire libre y su sensibilidad
a una técnica que es la que mejor le cuadra a su lugar en el
mundo: San Martín de los An-
AIRE LIBRE Nº 5 |
ENTREVISTA
des, su escenario favorito para
el fly cast.
—¿Cómo te iniciaste en la
pesca deportiva, Víctor?
—Es una pasión que tenía
mi padre y que disfrutamos cada
vez que teníamos vacaciones en
la costa atlántica. A él le encantaba llevarme y siempre me ponía
una caña en la mano. Me enseñó
a armar los equipos, a cuidar el
reel, a limpiarlo después de una
salida. Hacíamos pesca de costa
en Mar del Plata, en Necochea y
Mar Chiquita. Después, cuando
las cosas no le funcionaron económicamente a mi familia, cambiamos el mar por el río y nos
íbamos en una carpita al Paraná
de las Palmas. Ahí nos pasábamos dos o tres días. A mis padres
les encantaba el aire libre, así
que siempre compartíamos programas de ese tipo. Pero mi papá fue mi iniciador.
—Donde transcurrió tu
infancia, ¿tenías algún curso
acuático a mano para pescar?
| AIRE LIBRE Nº 5
—Nací en plena Capital Federal, en el barrio de Monserrat,
calle Salta esquina Belgrano,
justo frente a la iglesia de Nuestra Señora de Monserrat. Pero
cuando yo tenía 8 años nos mudamos a Paso del Rey. Allí estaba el río Reconquista y ahí me
divertía pescando bagres, tarariras y anguilas.
—Estás hablando de pesca en el río Reconquista, que
hoy es un río muerto. Pero en
aquel momento fue importante en tu infancia vinculada
a la naturaleza…
—Es un río muerto, sí, lamentablemente. En aquel momento ya empezaba a contaminarse. Había dos o tres curtiembres que tiraban los desechos al
agua y nos dábamos cuenta en
seguida si el agua venía limpia
o sucia. Por eso, había días en
donde no podíamos pescar ni
bañarnos. Pero cuando venía
limpia era una fiesta, pescábamos y disfrutábamos de esa
maravilla que es tener un río
cerca.
—Pasó esa etapa de la infancia en donde alternaste un
poco de pesca de río o salidas
al mar cuando te ibas de vacaciones. ¿En tu adolescencia
empezaste a hacer viajes de
pesca o te dedicaste de lleno
a la música y abandonaste el
pasatiempo?
—La música ocupaba prácticamente toda mi vida, pero
cuando tenía oportunidad y
tiempo repetía la historia familiar. Uno repite las historias familiares. Y esta propuesta de mi
viejo se ve que se hizo carne en
mí y volví a repetir la historia
con mis hijos. Cuando podía me
iba al sur. A pescar con mosca,
que es lo que me gustaba. Fui
pasando varios niveles en la
pesca, pero cuando descubrí la
mosca la abracé con pasión. Y
hoy me gusta con locura. Es una
pesca extraordinaria, de mucha
sutileza.
que las tenía escondidas detrás
de las piedras a las truchas!
—¿Cuál fue la sensación
que tuviste al pescar tu
primera trucha?
—Fue muy fuerte, porque
yo me había dado cuenta de
que esto es un pasatiempo hermoso, pero podía ser mucho
más divertido con un pez detrás
de la línea. Y se tarda en pescar.
Pero después arranqué con mucho ímpetu. Cuando estuve solo me costó y traté de recordar
todos los pasos, como que el
bicho no te vea, tratar de presentar bien la mosca y ver si en
el entorno hay eclosión de determinado insecto para tratar
de imitarlo con tu mosca. En fin,
una enorme cantidad de cuestiones que tienen que ver con la
sutileza de la técnica. Luego, la
primera grande que pesqué la
cobré en el río grande de Valle
Hermoso, cerca de Las Leñas.
Ahí pesqué una trucha de 4,5
kilos, una bestialidad.
Víctor Heredia
—¿Qué persona o circunstancia influyó para dar ese
salto de calidad?
—Ese salto de calidad me lo
hace Marcelo Illodo, que fue
campeón sudamericano de pesca con mosca, un chico que vive
en Villa La Angostura. Me lo recomendaron como un gran profesor de mosca y yo quería aprender seriamente a pescar con mosca. Él fue un gran profesor; no
sólo en la técnica, sino en la filosofía del mosquero. Yo, por ejemplo, no mato una sola trucha. Si
tengo ganas de comerla voy a un
restaurante. En aquel momento,
años 84 u 85, estuve con él varias
semanas de toda una temporada
instruyéndome y luego salimos a
pescar al Pichi Traful y demostré
que tenía capacidad, que podía
tirar con el revés o esquivar los
árboles. ¡Y pesqué! Lo más sorprendente para un novato es ver
que él también puede pescar.
Claro que en las salidas Marcelo
se pescaba todo… ¡Yo le decía
NUEVA!!!
STREAMER
MAX
(RIDGE Y
PERSONALIZABLE)
ALMA “POWER CORE”
(6% low strech)
PUNTA ULTRA FAST level
BELLY compensador Intermediate
RUNNING de flote
Para cañas 5 - 6 - 7 - 8 - 9 wt.
DEPTH
FINDER
ALMA “POWER CORE”
RUNNING estándar de flote con ¨power core¨.
CABEZA DE HUNDIMIENTO RÁPIDO 9 metros
aprox. Es la línea ideal para bajar y manejar
streamers y ninfas grandes.
EXTREME
DISTANCE
A!
AD
OR
EJ
M
FORTY PLUS
2011
ALMA “POWER CORE”
RUNNING RIDGE.
La mejor línea para llegar más lejos.
Innovadora unión y colores del shooting con el
running. En opciones de Cabezas en Flote/Interm./
Sinking 3,5 y 7.
Ventas sólo por mayor a representantes
www.davalls.com.ar
Tel.: 0299-4482916 - Neuquén Capital
AIRE LIBRE Nº 5 |
ENTREVISTA
—¿Desde entonces tomaste por costumbre viajar al sur?
—Siempre. Y no sólo viajo,
sino que me construí una cabaña pequeñita en San Martín de
Los Andes para estar con mi
familia cuando voy.
—Fijate vos cómo la pesca
puede ser motor de la reactivación económica de una
zona que sufrió la tragedia de
las cenizas volcánicas. Las truchas siguen allí, esperando
visitantes…
—¡Y con una combatividad
extraordinaria! Estuve pescándolas hace poco. Están gordas, con
muchísima fuerza. Por eso hay
que cuidar mucho ese patrimonio. Mucha gente va y depreda,
no tiene conciencia. No presta
atención a las indicaciones de los
permisos de pesca. Es lamentable ver gente pescando con
carnada haciendo spinning en
lugares prohibidos y matan sin
ninguna compasión. A veces están a salvo, porque no hay demasiados guardias, pero esto es una
cuestión de conciencia. Por eso
en algunos casos, como en el
lago Meliquina, se pierde un
incentivo turístico extraordinario.
—¿Llevaste tu pasión
mosquera a otras especies
como la tararira o el dorado?
—Justamente el año pasado debuté con el dorado. Estuvimos en Itatí pescando dorados en el Paraná y también pacúes, con la misma mosca que
usamos para el dorado. Lo bue-
no es que dimos con un guía
que tiene la misma filosofía que
nosotros, llamado Peto. Él no te
deja matar un solo bicho. Me
parece extraordinario, porque la
razón de su trabajo es cuidarlo.
Y por otra parte, no tiene sentido comerte un doradito de dos
kilos cuando dentro de la oferta
del paquete que te ofrecen con
la lancha, el hospedaje y las salidas guiadas también hay una
gastronomía regional magnífica.
Una razón más que hace que no
tenga sentido matar peces.
—¿Tuviste la oportunidad
de aprovechar tus viajes al
exterior para pescar?
—En el exterior no pude
pescar, pero me hicieron ofertas
de salidas en México y en Venezuela. Así que, si Dios quiere, en
julio voy a México y allí intentaré pescar. En México hice un
intento, pero tras una hora y
media de navegación vimos
que se venía una tormenta fuerte y nos tuvimos que volver.
—Al hablar del río Reconquista me vino a la mente tu
tema Sobreviviendo. ¿No te
da la sensación de que, a pesar de tanta agresión, la naturaleza te devuelve una oportunidad de reconciliación si le
das una chance?
—Yo le enseño eso a mis
hijos más chicos cuando vamos
a Córdoba a visitar familiares. Allí
solemos ir a los ríos a hacer un
picnic y ellos pescan mojarritas.
Yo les pido que las pongan en
un balde, las muestren si quieren y luego las devuelvan. Ellos
comprenden cuando uno les
explica que a ese animalito le
está costando sobrevivir, sobre
todo en tiempos de sequía, y no
tiene sentido matarlo sin razón.
—Me hablaste de repetir
las historias familiares y de
que uno tiende a circular por
los mismos caminos por donde pasaron sus ancestros.
¿Vos inculcaste esta pasión
por la pesca a tus hijos?
Postales del alma:
águilas, arco iris y marrones, al pie del Filo Hua Hum
Puesto a hablar de los beneficios mentales que le brinda la pesca
deportiva a este artista atareado por múltiples compromisos, Heredia
nos describe una sucesión de momentos únicos que —dice— hacen
que su vida entera cobre sentido al estar inmerso en determinadas
situaciones. Dejemos que sea él mismo quien las describa en
sus palabras: “Yo suelo ir a pescar al Filo Hua Hum y estoy
desesperado por meter una de esas truchas marrones
grandes, de cuatro o cinco kilos, que te pasan de largo, te
hacen invisible y todo lo que le tirás no existe. Son ‘minas
difíciles’ [risas]. Cuando te metés ahí con el wader y el agua
te llega al pecho entendés que todo eso lo tenés que querer
y respetar… De golpe la cabeza se te va. Yo he visto atardeceres que, con la caña en la mano, no pude fotografiar,
pero lo fotografié con la memoria… Por ejemplo, ver un arco
iris, como me tocó ver, con la lluvia en la punta del lago, me ha
emocionado al punto de llamar a mi mujer por radio para ver si ella
estaba viendo y sintiendo lo mismo que yo.
| AIRE LIBRE Nº 5
Otra cosa increíble y divertida fue dar con unas golondrinitas
nocturnas, que cuando estás pescando al ocaso se le tiran a la
mosca confundiéndola con un insecto… ¡O sea que el engaño
funciona también arriba del agua! Es muy divertido.
Pero el momento de mayor emoción de mi vida fue estar con
mi hijo Tahiel pescando en el Filo Hua Hum, al costado de una
ladera escarpada, y ver a un águila enseñándole a volar a dos
pichones. En realidad, primero sentimos el grito de un pájaro
y pensamos que el águila lo estaba atacando… y no, era un
pichón que venía cayendo, y venía el águila, le ponía el ala
debajo y lo estabilizaba. Y no conforme con eso, volvió al nido,
empujó a otro pichón y se repitió la situación: el pichón caía
gritando, el águila tranquila la dejaba caer un poco, luego se
le ponía debajo y le abría el ala y le enseñaba a volar. Eso fue
tremendo, no sólo me pagó el viaje, sino mi vida entera. Y lo compartí
con mi hijo, pescando. Esas cosas son las que puede vivir un tipo que
disfruta del aire libre. Y los mosqueros las disfrutamos especialmente.
Víctor Heredia
—Tengo tres varones y dos
mujeres. Los tres varones, Lautaro de 29, Tahiel de 20 y Camilo de 9, son mosqueros y
pescadores que devuelven.
Cuando hacen campamento,
siempre van a pescar. El otro día
Lautaro me contó compungido
que en uno de sus campamentos se les habían acabado las
hamburguesas, no tenían qué
comer y él pescó una trucha y
se la comieron. Bueno, una no
pasa nada, pero le dolió sacrificarla. Los tres tienen esa conciencia. Los tres buscan también el sur. Los dos grandes se
van solos y el chiquito vive preguntado: “¿Cuándo vamos a la
casita de la montaña?”. ¿Ves?
Las historias se repiten.
—¿Con quién compartís
tus salidas?
—Mi pata de pesca es
Juan Ader, y vamos en la lancha al Paraná o pescamos en el
sur. Luego, están mis hijos,
desde ya.
AIRE LIBRE Nº 5 |
ENTREVISTA
Un 2012 entre la música
y la literatura
—Arrancaste 2012 de manera especial. Con un Cosquín a
pleno y homenajeando a Mercedes Sosa.
—Cosquín fue impresionante, con el homenaje a la “Negra” Sosa
con un grupo de músicos colombianos del grupo Suramérica. La gente
lo recibió con amor, afecto, pasión, una ovación para cada tema, no nos
dejaban ir del escenario. Fue muy hermoso.
—Has hecho libros y discos. ¿Qué proyectos tenés para este
2012?
—Estoy preparando el nuevo CD, así que estoy en etapa de hacer
los demos. Mi director musical, Panchi Quesada, está renovando su
equipo en el estudio de grabación para hacer este disco antes de mayo.
Sigo en la vertiente de la raíz folclórica, pero hago fusión. Sería una falta
de respeto para los folcloristas decir que va a ser un disco de folclore.
Por otro lado, en la Feria del Libro, en abril, presentaré mi última novela,
Los Perros, que fue finalista de los premios Emecé de Literatura 2011.
—¿Podés contarnos de qué se trata, darnos aunque sea un
anticipo, un bosquejo?
—Es interesante. Es la historia de un chiquito apodado El Sabio,
que vive en un basural en cercanías de Quilmes y que protagoniza una
serie de situaciones muy estresantes. Es un chico que se autoalfabetiza con las revistas y libros que encuentra en el basural. Es una suerte de homenaje a uno de nuestro poetas más grandes, Armando Tejada Gómez, que se autoalfabetizó leyendo libros y recortes que encontraba en el basural de Guaymallén, en Mendoza.
—¿Te mantenés actualizado consumiendo medios
de pesca deportiva?
—No compro revistas ni
veo programas, pero veo mucha
información por Internet, eso sí.
—¿Atás tus propias moscas?
—No, no tengo paciencia
para eso ni el tiempo disponible; pero mi hijo de 20 sí, y a él
le encargo alguna mosca que
me interesa.
—No solamente practicás
la pesca con mosca, sino que
difundís sus bondades: hace
poco te tocó prologar un libro
de pesca con mosca…
—Sí; acabo de escribir un
prólogo para otro gran amigo
mosquero y profesor de pesca
con mosca que es Mariano
Ravizza. Él sacó un libro sobre
técnica de mosca y yo escribí un
prólogo hablando de la razón o
el porqué uno se hace pescador
con mosca y disfruta de eso. Y la
filosofía es maravillosa, porque la
adquirís con la experiencia: uno
entra a la mosca todavía con
espíritu depredador. Pero cuando estás en el lago, con el agua al
pecho y sentís lo que te rodea, el
silencio, el sonido de los pájaros
y hasta una mariposa aleteando
detrás de vos, entendés que todo eso lo tenés que cuidar. O sea,
no hay ninguna otra razón por la
que estás ahí. El pescado puede
estar o no, eso es harina de otro
costal. Pero si te toca pescar,
después viene el respeto por ese
bicho que tanto buscaste. De eso
hablo en ese prólogo ■
MAXIMA SENSIBILIDAD DE PIQUE
MIMIMA RESISTENCIA AL HUNDIMIENTO
BOYAS DE POLIESTIRENO EXPANDIDO EN TODAS SUS FORMAS Y TAMAÑOS
PARA PEJERREY – DORADOS – TARARIRAS Y OTRAS ESPECIES
• Materiales importados de primera calidad
icio
Al Serv cador, • Armado de líneas especiales a pedido
• Paternóster ensamblados desde el interior
del Pes
• Acero inoxidable importado
e
pr
Siem
FABRICA DE BOYAS
PARA PESCA DEPORTIVA
| AIRE LIBRE Nº 5
ESTANISLAO DEL CAMPO 97 QUILMES (1879) BUENOS AIRES
[email protected] / www.boyasdoble-t.com.ar
Tel / Fax: (54-11)4259.1971

Documentos relacionados