Impulso Febrero

“Gracias a ustedes y al curso de Psicología he podido ayudar a algunas mujeres
y he logrado sacarles el dolor que han llevado por años. Mi objetivo es apoyar
a quienes más lo necesitan y formar un grupo de ayuda para mujeres
maltratadas, y jóvenes drogadictos y alcohólicos. La carrera que estoy llevando
no es para mí, es para mis semejantes. Gracias y reciban un gran abrazo.”
Thelma Cecilia Portillo.
Magdalena de Kino, Son.
“Le confieso que he experimentado con mucha alegría que la forma de
enseñanza del Instituto Maurer es valiosa, ya que promueve la auto disciplina,
que es un arma que todo ser humano de éxito debe tener para triunfar en la
vida.”
Heberto Ávalos Sánchez.
Minatitlán, Ver.
“Gracias Instituto Maurer por alentarme a seguir adelante y dar su
conocimiento a personas como yo, que no podemos asistir a una escuela
tradicional por falta de tiempo. Me llena de satisfacción saber que puedo
confeccionar ropa para mis pequeños y para mí, que puedo ayudar
económicamente a mi esposo. Estoy feliz porque este curso de Modista me
abrió las puertas económicamente.”
Flor Larios López.
México, D. F.
“Definitivamente, lo que hasta el momento he aprendido con el curso de Yoga
supera mis expectativas. No imaginaba que el Yoga fuera un conocimiento tan
integral que me ha ayudado a mejorar mi calidad de vida. De este curso he
obtenido muchísimos beneficios, especialmente en mi salud.”
María Isabel Loza de Jesús.
Poncitlán, Jal.
“Su método de Inglés es extraordinariamente práctico y sencillo. Me hizo
pensar y ejercitar mi mente, lo cual hoy en día con la tecnología es muy difícil.”
Manuel Chan.
Campeche, Cam.
“En verdad los beneficios del curso de Educadora de Preescolar y Puericultura
han sido grandiosos, me ha ayudado a desenvolverme más y ampliar mis
conocimientos para desarrollar esta actividad. Ya empecé a recoger la buena
cosecha de esta enseñanza.”
Genoveva Bolaños G.
Chalco, Edo. De Méx.
SIN ETIQUETA
Aquella podría ser una mañana más, como cualquier otra. Una persona baja en el
metro de Nueva York, vistiendo jeans y camiseta. Se para cerca de la entrada. Saca el
violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para la multitud que pasa por ahí
en la hora pico del día. Tocó durante 45 minutos, y fue prácticamente ignorado por
todas las personas que pasaron.
Nadie sabía que el músico era Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo
ejecutando piezas musicales consagradas, en un instrumento rarísimo, un
Stradivarius de 1713, estimado en más de 3 millones de dólares.
Algunos días antes, Bell había tocado en el Symphony Hall de Boston, donde los lugares costaban mas de mil dólares. La
experiencia en el metro, grabada en video, muestra hombres y mujeres de andar ligero, taza de café en la mano y celular
al oído. Indiferentes al sonido del violín.
La iniciativa, realizada por The Washington Post, era la de lanzar un debate sobre valor, contexto y arte. La conclusión
es que estamos acostumbrados a dar valor a las cosas, cuando están en un contexto. Bell, en el metro, era una obra de
arte sin moldura. Un artefacto de lujo sin etiqueta del diseñador.
Este es un ejemplo de tantas cosas que pasan en nuestras vidas, que son únicas, singulares y que no les damos
importancia, porque no vienen con la etiqueta de precio. Al final, lo que tiene
valor real para nosotros, independientemente de marcas, precios y etiquetas, ¿es lo que el mercado dice que podemos
tener, sentir, vestir o ser? ¿Será que nuestros sentimientos y nuestra apreciación de belleza son manipulados por el
mercado, por los medios de comunicación y por las instituciones que tienen poder financeiro? ¿Será que estamos
valorizando solamente aquello que está con etiqueta de precio?
Una empresa de tarjetas de crédito está invirtiendo, hace algún tiempo, en propaganda donde, después de mostrar
varios ítems, con sus respectivos precios, presenta una cena de afecto, de alegría e informa: NO TIENE PRECIO. Y es eso
lo que precisamos: aprender a valorar aquello que no tiene precio, porque no se compra.
No se compra la amistad, el amor, el afecto. No se compra cariño, dedicación, abrazos y besos.
No se compra el rayo de sol, ni las gotas de lluvia. La canción del viento que pasa silbando por el tronco hueco de un árbol
es gratis. El niño que corre, en forma espontánea a nuestro encuentro y se cuelga en nuestro cuello, no tiene precio, el
collar que él hace alrededor en nuestro cuello con sus bracitos, no está en venta en ninguna joyeria. Y el calor que
transmite dura lo que dure nuestro recuerdo. El aire que respiramos, la brisa que enreda nuestros cabellos, el verde de
los árboles y el colorido de las flores nos es dado gratuitamente.
Pensemos en esto y aprovechemos más todo lo que está a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta
del diseñador. Usufructuemos de los momentos de ternura que los amores nos ofertan,
intensamente, entendiendo que siempre la manifestación del afecto es única,
extraordinaria, especial.
Estemos mas atentos a lo que nos acerca, seamos agradecidos por lo que nos es dado y
seamos felices, desde hoy, mientras el día nos sonríe y el sol despliega luz en nuestro
corazón apasionado por la vida.
[email protected]
Yo pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que hace a cada amigo tan
importante. Las amistades se construyen a pedacitos.
Pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona.
No importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que
vivimos con cada persona.
Cinco minutos pueden ser más importante que un día entero.
Así, hay amistades hechas de risas y dolores compartidos; otras de la escuela, otras de salidas,
cine y diversión; también están aquellas que nacen y no sabemos de qué o por qué, pero
sabemos que están presentes. Tal vez éstas estén hechas de silencios compartidos, o de mutua
simpatia que no tiene explicación.
Hoy también hay muchas amistades hechas sólo de e-­‐mails, nuestras “amistades virtuales” nos
hacen reir, pensar, reflexionar. Aprendemos a amar a las personas sin juzgarlas por su apariencia
o modo de ser, sin poder etiquetarlas (como a veces hacemos inconcientemente). Hay
amistades profundas que nacen así.
Saint-­‐Exupéry dijo: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante".
Pienso que el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que lo hace tan importante. Porque el
tiempo “perdido” con amigos no existe es tiempo ganado, aprovechado, vivido.
Son recuerdos para un momento o para toda una vida. Un amigo se torna importante
para
nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces, aún en su ausencia, de reír o llorar, de
extrañar o querer estar bien cerca de él sólo para disfrutar de su compañía.
Podemos tener varios mejores amigos de diversas maneras. Lo importante es saber aprovechar
al máximo cada minuto vivido y tener después, en nuestros recuerdos, horas para recordarlos
cuando estén lejos.
Tú eres responsable de lo que cosechas “aprende a cosechar las cosas buenas.”
Kurt D. Cobain dijo:
El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre tí y sigue siendo tu amigo.
Esta palabra “elegir”, puede ser la más importante de tu vida…¿por qué? Elegir significa seleccionar algo de múltiples
opciones, preferir o decidir hacer algo, querer o desear algo, hacer una elección, sentirse inclinado hacia algo.
Comencemos con querer o desear. Todos tenemos algo que queremos o deseamos. Puedes elegir amar o no amar.
Puedes elegir ir tras aquello que deseas, o simplemente esperar que mágicamente aparezca un día en tu vida. Es
importante que elijas tomar acción respecto a tus metas en la vida, para hacerlo realidad.
Seleccionar de múltiples opciones. Esto es muy poderoso, podríamos decir que esto es casi ilimitado, y aquí te doy
algunos ejemplos:
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Puedes elegir una vida sedentaria o una activa.
Puedes elegir imaginar tu vida como un éxito, o creer que el éxito nunca te llegará.
Puedes elegir creer en algo, cuando todos a tu alrededor te digan que no debes.
Puedes elegir llevar a cabo aquello que deseas o no.
Puedes elegir obtener más conocimientos leyendo sobre temas que te interesen en revistas y libros, lo que te dará
la posibilidad de asimilar información que puede cambiar tu vida, o puedes elegir ver más televisión. (Como
comentario, todos aquellos que ves en la televisión son personas a las que les pagan por estar ahí, ¿cuánto te
pagan a ti por verla?)
Preferir o decidir. En esta opción, eres tú el que toma la decisión. Tú tienes el poder de decidir la dirección de tu vida
y eso determinará las metas que logres.
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Puedes decidir ir en busca del éxito.
Puedes decidir tener un cuerpo sano, eligiendo tus alimentos y lo que haces con él.
Puedes decidir utilizar el poder de la atracción, creando una película en tu mente de ti mismo teniendo éxito y
creyendo que eso que visualizas ya es tuyo.
Puedes decidir tomar ese trabajo en esa nueva ciudad.
Puedes decidir perdonar.
Esta es la clave, eres tú el que debe decidir, nadie más lo puede hacer por ti.
¿Qué elecciones harás en tu vida? Y no te equivoques, porque aún cuando decidas no elegir, has decidido una dirección
en tu vida. Como puedes ver esto es muy poderoso.
Así que hoy te reto a que revises tu vida y ¡elijas!
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Elige el éxito.
Elige el amor incondicional.
Elige la salud y la energía.
Elige tomarte el tiempo de enseñar a tus hijos lo que has aprendido acerca de elegir.
Elige las buenas relaciones con todos los que te rodean.
Elige dejar de juzgar a los demás y aprender de ellos.
Elige conseguir todo aquello que siempre has tenido en la lista de “sueños”.
Tú sabes que hay áreas en tu vida en estos momentos, en las que has fallado por no haber tomado una decisión o elegido
un camino. Cambia eso ahora, revisa tu vida, todo lo que tienes pendiente, tus metas y tus deseos, para que te des cuenta,
cuáles de ellos los tienes rezagados por falta de una decisión. Medita si realmente lo quieres y en ese caso, conviértelo
en una meta, para que deje de ser un deseo, y anota en tu agenda los días que decidas trabajar en ello hasta lograrlo.
Es la única manera de convertir en realidad lo que tanto anhelas, no lo dejes en pendiente, en “algún día” ¡échate a andar
y vívelo en la realidad!
Maca Hernández.
Organizateya.com