La experiencia literaria de la muerte. En torno a La muerte de Iván
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La experiencia literaria de la muerte. En torno a La muerte de Iván
Revista de la Utllversidad Autó!1Dma del EstadD de México UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO ---------Dr. en A. P.José Martínez Rector 5 M. en Como Luis Alfonso Guadarrama 15 AÑos Arriaga Rico • Jordán Secretario de Investigación y 11 Estudios Avanzados M. en C. Eduardo Gasca Pliego LITERATURA, 20 AMIGO COMÚN DE MANN) DE MONTAIGNE A PASCAL: ORIENTACIONES PARA LA ESCRITURA DEL ENSAYO FILOSÓFICO Pablo Lazo Briones M. Suárez Díaz Secretaria de Difusión Cultural PIEL DE LA FILOSOFÍA (SOBRE NUESTRO y LA MONTAÑA MÁGICA María Luisa Bacarlett Pérez DE DICKENS Secretario de Rectoría M. en A. y P. P. Graciela DE LA COLMENA. EL ESFUERZO EDITORIALY SUS CONTINGENCIAS Inocente Peñaloza Garda Secretario de Docencia Dr. Carlos Manuel .. Vilchis 26 LA EXPERIENCIA LITERARIA DE LA MUERTE. EN TORNO A LA MUERTE DE IvÁN IUCH DE LEÓN TOLSTOI la Colmena Aguirre Coordinador 34 LA MEMORIA EN LA FILOSOFÍA Y EN LA LITERATURA Francisco Castro Merrjfield Directora Virginia Luis Guerrero Martínez 41 LA "CRISIS KANTIANA" DE KLEIST Escamilla de edición Javier G. Paredes Carlos Mendiola M~jía 48 HACIA UNA FILOSOFÍA LITERARIA: LA FRÁGIL FRONTERA DE LAS PALABRAS Mendoza DE PABLO LAZO Jorge Camacho Camacho Corrección de estilo de Aguijón, Colmenario Elianne y • Libros Santiago 58 Edición gráfica y diseño de portada PEDRO SALVADOR ALE Magias Mayra Flores Mercado 60 Rita Ramírez Ruiz JAVIER ESPAÑA Postal; Hipalya Apoyo secretarial 62 FÉLIX SUÁREZ Al pie de las murallas; El día de la resurrección; Losfleles difuntos Consejo editorial: 64 ENRIQUE VILLADA 67 MIJAIL MALISHEV 72 RAFAEL CAUDURO Maricruz Castro Ricalde, Guillermo Fernández, Tiempo, destino y muerte Mijail Malishev, Eugenio Núñez Ang, Herminio Núñez Villavicencio, Juan Ma. Parent Jacc¡uemin, Inocente Peñaloza Garda, Luis Quintana Tejera, Lauro Zavala revista trimestral. La Colmena, blicación de la Universidad Autónoma del Estado de México, es una puDomicilio: Francisco de E Castañeda No. 105, Col. Universidad, Toluca, Estado de México, C.E 50130. Teléfono: (722) 277-3835 Y 277-3836. E-mail: [email protected] Todas las colaboraciones son de la exclusiva responsabilidad de los autores. Los trabajos publicados ref1ejan sólo el punto de vista de los autores. No se devuelven originales no solicitados. Reserva de derechos al uso exclusivo del título de licitud de título: No. 8133 y contenido: No. 5763 expedidos por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de de 1994. Distribución: Unidad de Comercialización Gobernación, el 13 de septiembre 002829/94. Certificado Revista indizada en la base de datos CLASE (Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades) de la UNAM. y Distribución Editorial. Impresión: Editorial Cigome, S. A. de C. V. Domicilio: Vialidad Alfredo del Mazo 1524, Col. Ex-hda. La Magdalena, Toluca, Méx. Tel.: 237-2757 C. E 50010. Tiraje: 500 ejemplares. Precio del ejemplar: $25.00. LUIS GUERRERO MARTÍNEZ No se trata del intestino ciego ni del riñón sino de la vida y ... de la muerte. La vida existe pero he aquí que se va y no soy capaz de retenerla. ¿Para que engañarse a sí mismo? ¿Acaso no están convencidos todos, excepto yo, de que me voy a morir y de que la cuestión estriba tan sólo en la cantidad de semanas o días que me quedan de vida? Tal vez, ahora mismo ... Aquello era la luz y esto son las tinieblas. Entonces estaba aquí y ahora me voy allí. Pero ... ¿A dónde? TOLSTOI, \ LA MUERTE DE lvÁN lUCHo n qué medida es posible reflexionar sobre la muerte? Para algunos filósofos esta es una de las preguntas más radicales que el ser humano puede hacerse, pues lo conduce al problema ontológico de la realidad. Para ~ ~ otros, en cambio, es una pregunta sin sentido, ya que pretender reflexionar sobre la muerte ha conducido a los seres humanos a elucubraciones carentes de fundamento. ~ En el parágrafo 6.4311 del Tractatus Logico-Philosophicus, :~ afirma que "La muerte no es un ningún acontecimiento 1 no se vive." (Wittgenstein, 1984: 199). Para entender Wittgenstein de la vida. La muerte en todo su sentido g esta lacónica afirmación '?;- debe tomarse en cuenta el prólogo del mismo Tractatus ... , donde Wittgenstein explica el propósito de la obra, que es el de trazar un límite al pensamiento para poder eliminar los pseudoproblemas que la filosofía a lo largo de su historia; 2G lO ha acumulado Luis Guerrero Martínez ese límite al La experiencia literaria de la muerte. En torno a La muerte ... pensamiento sólo puede ser trazado los hechos que constituyen desde el lenguaje y desde la totalidad del mundo. De ahí que lo que acontece con la muerte es impensable, en el sentido que no muerte es una horizonte mortales. La muerte de una persona cercana de reflexionar propia muerte la muerte misma. Siguiendo a Epicuro, Kierkegaard relación con esta imposibilidad lo siguiente: ella (la muerte) no está; y cuando estoy yo." (Kierkegaard, Esta objeción a afirmó en "Cuando estoy yo, está ella (la muerte), ya no 1997: 100 (SV1, IV 258)) considerar la muerte como filosófico se contrapone a la relevancia filosofía contemporánea dicho problema, especialmente fenomenología y el existencialismo, pretende o la proximidad o accidente, de nuestra por vejez, enfermedad pueden constituirse en una situación límite que nos ayuda a contrastar la realidad de nuestra vida con el hecho de su fragilidad. Para este problema que ha tenido para la para la como puede constatarse en Heidegger, Jaspers, Sartre, Levinas y Trías, entre otros. Ninguno de estos autores en cuanto vital, ya que nos sabemos podemos o, más bien, no estamos en la condición epistemológica sobre la muerte, pues habría que hacerlo desde realidad pensador alemán, las situaciones límite son una alarma, una luz roja, una señal que nos ayuda a saber que hay algo que nos concierne directamente a nosotros y que nos cuestiona el sentido ir más allá del límite o conocer lo que está más allá de la muerte; sin embargo, este acontecimiento x es para ellos punto clave para entender un rasgo antropológico fundamental forma fenomenológica y una de acceso al ser. Mientras Wittgenstein dedica en el Tractatus ... sólo unos pocos párrafos a la muerte, en aquellos autores el tema ocupa partes relevantes de sus respectivas obras. En El ser y el tiempo, Heidegger explica la posibilidad de reflexionar sobre la muerte manera: El tránsito de la siguiente al "ya no ser ahí" saca al "ser ahí" justamente la posibilidad este tránsito de experimentar y de comprenderlo como experimentado. cosa puede rehusada de estarle Semejante ciertamente al "ser ahí" del caso por lo que se refiere a él de nuestra vida. Las situaciones límite mismo: tanto más incisiva es, empero, la muerte de los otros. provocan en nosotros un proceso auto El "ser ahí" puede conseguir reflexivo, en donde se re-conoce que es una experiencia sobre todo dado que es esencialmente (Heidegger, de la muerte "ser con" los otros. 1986: § 47, 260) la propia existencia la que se encuentra en juego. Surgen entonces las preguntas Entre los filósofos del siglo XX que han abordado el tema de la más muerte, Karl Jaspers ocupa un lugar privilegiado por la forma como embona este tema con el resto de su filosofía. Para él la planteamos y, gracias enfrentamos a la fragilidad de nuestro La experiencia literaria de la muerte. En torno a La muerte ... fundamentales que Luis Guerrero IYIartínez podemos a ellas, nos 27 ser temporal. en "La existencia general es concebida como límite y experimenta la situación empírica intensa y tal vez más reflexiva que una muerte real, o al menos entonces preparamos este ser en límite, la cual patentiza para ser más receptivos ante ésta. Como es bien sabido, la literatura puede conducir al lector, por medio de la imaginación, a mundos que éste no había explorado, a el problematismo de! ser en e! mundo vivir dramas imaginarios como si fueran reales o bien a enfrentar y de mi ser en él." (Jaspers, 1959: 73). situaciones en las que no había estado. La literatura ofrece al lector Jaspers, al igual que Heidegger, insiste la posibilidad de involucrarse en el relato como si éste .fuera una en que la reflexión en torno a la muerte experiencia propia y que re-viva los sentimientos no puede resultar del hecho de nuestra propia muerte, como algo ya dado, pues que la trama recrea. Pondré de forma sucinta dos ejemplos de este efecto de la literatura antes de abordar directamente la obra de cuando ocurre nuestra propia muerte ya Tolstoi con referencia a la proximidad de la muerte como situación no estamos en condición de responder. La reflexión sobre la muerte o la muerte límite. El primero de estos ejemplos se refiere a la experiencia como situación los buenos relatos de tormentas). límite se refiere a la proximidad de lo que entendemos el término de la vida, en cuanto por al carácter temporal de ésta. Heidegger, Jaspers literaria de una tormenta (reconozco de antemano y las pasiones mi gusto por El autor canadiense Ross King describe en algunos de los capítulos de su novela Ex libns (King, 2002) las horas de angustia que viven los pasajeros y tripulantes de un barco durante una fuerte tormenta en los mares europeos en y Sartre coin- algún momento del siglo XVII. La descripción que realiza el autor ciden en afirmar, cada uno a su modo, en un contexto de drama y persecución, la importancia aquellas horas como si fuera un pasajero más de la embarcación de la muerte como reveladora de la propia existencia. Ante la muerte como situación límite mientras o valiosa biblioteca que es transportada experiencia fenomenológica fun- escucha el rugir de la tempestad maderas a punto de quebrarse; damental se percibe el carácter temporal y desea que los protagonistas del ser humano; descripción, a su paso, lo trivial hace que el lector viva y el rechinar de las siente temor de que se pierda la en las bodegas del barco no mueran. Gracias a la excelente el lector puede involucrarse intensamente en los cede, y surge el problema del sentido de acontecimientos, la existencia y de la realidad. un temporal en alta mar. El segundo ejemplo es El nombre de la A partir de estas reflexiones cabe la incluso si no ha vivido la experiencia de estar en rosa (Eco, 2005). La novela recrea con mucha viveza el fascinante pregunta de si un relato literario puede mundo de los libros y la enorme fuerza ideológica de éstos, la cual provocar justifica el esmero religioso con que se les cuida. En ese mundo, en el lector una límite; si la muerte situación de un personaje los laberintos que forman la biblioteca de una abadía medieval literario puede tener la fuerza de una hacen que el lector experimente muerte real prohibidos, pero también la persecución y la muerte. El suspenso propia posición que tambalea ante la respuesta a estas cuestiones nuestra vida. La solamente que producen la fascinación los fallecimientos intensifica por los libros la imaginación lector al hacerla sentirse parte de los acontecimientos del y favorece puede ser dada por cada lector, según su propia composición de cada uno de los rincones de la abadía su y su biblioteca. experiencia. Muchos, entre los Históricamente, que me incluyo, responderíamos afirmativamente. Si bien un relato lugar privilegiado. como La muerte de Iván llich, de León son muestras Tolstoi, no nos enfrenta directamente tradiciones con nuestra y los autores propia muerte o con la de un ser querido, su lectura puede llevamos a una situación límite tan 28 "" Luis Guerrero Martínez la literatura ha dado al tema de la muerte un La muerte de Aquiles o las tragedias griegas de ello, y lo mismo puede decirse de las grandes literarias, radican pero las diferencias que hay entre éstas en el papel que se asigna en cada obra. Hay diferencias la muerte como un acto heroico importantes a la muerte entre presentar (Hornero) y en hacerla La eX7)erzellczaliteraria de la muerte. EII torllo a La muerte ... a parte de la intriga en una novela contemporánea. podemos sentir la proximidad modos distintos; de la muerte mil veces y de mil sin embargo, no por esa proximidad es una situación límite en el sentido produzca este fenómeno la conjunción Con la literatura descrito. antropológico-existencial de dos factores fundamentales la muerte en el lector hacia el personaje central de la novela. El drama del sentido de Para que se la vida ante la cercanía de la muerte se es necesaria hace patente de la experiencia literaria. En primer lugar se necesita una obra en que, por su estilo o temática, la muerte constituya condición referida, pues generaempatía uno de los ejes centrales presenta en Iván Ilich. La novela la historia que encarna parámetros de una persona el estilo de vida y los existenciales de muchas de la concepción y la trama, pero no al modo de las novelas personas, de detectives o policíacas para cuestionados sino proximidad de la muerte. La lectura de La m uerte de Iván llich las investigaciones en que una muerte es ocasión realizadas por el personaje que la muerte sea presentada pueda conocer vívidamente que desaparece principal, como drama de la vida y el lector el mundo temporal de una persona al morir. Este punto está estrechamente a la sensibilidad ligado obra literaria no pueda causar el efecto de una situación límite, pues en realidad cualquier muerte lo podría hacer; sin embargo, esto no suele ser lo ordinario. también cierta disposición En segundo o sensibilidad o vivir en carne propia, mediante reflexiva, la situación lugar, se requiere del lector para re-vivir su imaginación y capacidad límite que la obra literaria puede producir en él. Lo que para un lector es trágico o conmovedor, es aburrido o desagradable. para otro por la enfermedad puede hacerse -entre y la otras formas- en tres niveles superpuestos: El primero es el nivel de la crítica social del autor: a la pasión de su propia existencia. Lo anterior no significa que una muerte aislada descrita en una los cuales son bruscamente que Tolstoi propone en la mayor parte de su obra. En el caso de La muerte ... dicha crítica recorre dos caminos; el primero es el de la insensibilidad social ante la muerte de los demás y el otro es el de la vida de una persona que refleja el vacío al que habitúan sociales. los convencionalismos El segundo nivel es el del recorrido Lo que para un lector puede resultar resto de su vida, para otro puede reducirse a una lectura más, sin existencial ante la proximidad de la muerte, El relato abarca los últimos mayores consecuencias meses de la vida de Iván Ilich en todo una experiencia que lo lleve a la reflexión y lo marque por el para su propia concepción del mundo.! La muerte de Iván llich, escrita por León Tolstoi en 1886, es una obra paradigmática sobre la muerte como situación Por ello es una obra privilegiada en el sentido límite. de la primera su paroxismo. Tolstoi acentúa el drama con el doble contraste que establece en el relato. Por una parte, presenta a una persona que se apaga mientras El problema que puede presentarse con la lectura como ocasión para una si- tuación límite es el de la mayor fugacidad del impacto literario con respecto a la realidad. Cuando se concluye la lectura de una obra. y más en el caso La muerte de lván J/lich, que es una novela corta, los sentimientos que provoca la lectura aquí donde se observa aunque pueden diluirse fácilmente una clara distinción el lector se sienta consternado y reflexiones al paso de los días. Es entre literatura y realidad, pues recuerda los momentos confronta Lo mismo puede decirse de padecimiento con la de los demás: su esposa, hijos, médicos, colegas, etcétera. por el relato de Ja vida y la muerte de cercana y querida. su indiferencia El tercer nivel tiene que ver con Iván Ilich, la vida diaria no Je impone el luto que es obligado cuando se trata de la muerte de una persona en que gozaba de salud, éxito y riquezas; y por otra, la brevedad y contundencia del la enfermedad del personaje, que dura únicamente Jo que el lector tarda en hacer Ja lectura. En cambio, si éste debiera sufrir la enfermedad o el pade- parágrafo cimiento de una persona principio: el último pensamiento de Iván es "Ha terminado la muerte. Ya que le es cercana, real, por así decirlo, e incluso lentamente Sin embargo, y se extiende la sensación de que transcurre más allá de lo que marcan el reloj y el calendario. los parámetros existenciales reflexiva, pueden ser modificados que le provoque eJ tiempo tendría una extensión se produciría de una persona, de manera definitiva sobre todo si es por las impresiones la lectura. La ext>enellc¡a literaria de la 1Il1le¡1e.t'll torno a La muerte ... no existe," de Wittgenstein al (Tolstoi, 1975: 1170). En este nivel -en sentimiento citado el que está presente un de extrañeza- Luis Guerrero Martínez hay una 29 propuesta muy del estilo de Tolstoi, en este caso en relación con el significado de la muerte. LA VIDA Y LA MUERTE COMO UN ASUNTO TRIVIAL La literatura rusa del siglo de oro -que incluye a Tolstoi, Dostoievsky, Gogol y Chejov, entre los principaleses calificada como realista no solamente porque expone con mucha nitidez las pasiones de la naturaleza humana y la enorme variedad de personalidades de seres humanos en que éstos porque y las circunstancias se desenvuelven, también presenta sino los usos sociales como un reflejo de los vicios de la sociedad. El ejemplo de esta narrativa propuesto aquí es el relato de la muerte de Iván Ilich. El dramatismo existencial con el que Iván Ilich vive la proximidad su muerte tiene un contrapunto, sólo acentúa ese dramatismo, de que cuando de otra persona como algo que nos atañe, al fin y al cabo el Tolstoi expone la trivialidad con la que se enfrenta la muerte de los demás. que se muere es otro. "Aparte de las reflexiones Si bien Heidegger mencionaba consigo ese fallecimiento, que la nombramientos y cambios en el servicio, sobre posibles que podría traer el hecho mismo de la muerte de un muerte de otro puede ser ocasión para conocido provocó en cuantos recibieron la noticia, según ocurre reflexionar sobre el carácter temporal siempre, un sentimiento del ser humano, no ellos." (Tolstoi, 1975: 1135). Jaspers explica este fenómeno a menudo ocurre que de alegría, porque había muerto otro y la muerte de otra persona se convierte de distanciamiento en un acontecimiento hombre que sabe que ha de morir, considera este acontecimiento que despierta el hacia la muerte de la siguiente manera: "El morbo: ¿cómo fue su muerte?, ¿cuántos como una expectación para un indeterminado punto del tiempo; hijos deja?, ¿qué va a ser de su mujer?, etcétera. En el relato, las cavilaciones pero, en tanto que la muerte no desempeña para él otro papel que tener cuidado de evitada, de otros están dirigidas a las vacantes hombre una si~w::cién límite." (Jaspers, 1959: 91) laborales que el fallecimiento de Iván Illich producirá. Una parte del contexto :~ en que estas reacciones son detalladas Incluso obligación además, la muerte el sepelio resulta fastidiosa, pues no saben qué hacer ni qué decir; interrumpe para sigue sin ser para el sus rutinas los amigos y compromisos de Iván una sociales más es el de los convencionalismo s fúnebres agradables que Tolstoi deja al descubierto. de la esposa en el velorio se resume en guardar las apariencias En cualquier tendencia natural de ocasión, ya que la principal preocupación 30 caso, hay una a evadir la muerte Luis Guerrero Martínez en los que se sentirían cómodos. En tanto, la actitud que tiene en mente no es la muerte de su esposo sino el futuro de ella; en especial, La experiencia literaria de la muerte. En torno a La muerte ... le preocupa la forma de obtener todo el dinero posible de los pensaban seguros de vida. Pero la crítica de Tolstoi va mucho más allá con el recorrido siempre. Eso era lo que más hacía sufrir a Iván Ilich." (Tolstoi, 1975: 1152). En que hace por la vida de Iván y, en especial, especial es sensible a la soledad que le meses. A Iván Illich le enfadan de sus últimos los rituales y la hipocresía los médicos, quienes no atinan a hacer un diagnóstico un remedio; y sin embargo, ni a dar siempre tienen la falsa actitud de tenerlo todo bajo control y se dan aires de importancia, si de ellos dependiera de como la vida del paciente, a lo que se suma la molesta simplificación que hace el resto de los personajes de los sufrimientos de Iván, para quienes el enfermo no sigue al pie de la letra las indicaciones médicas. El derrumbe espiritual de Iván está motivado, lugar, por los dolores que experimenta en una convicción que su muerte ocasionado padecimientos. y que se le presentan, que crece en el paciente, está próxima, por la indiferencia en primer pero también como señales ese derrumbe que los demás sienten que todo seguía resulta de la indiferencia igual que de su propia familia, pues para su esposa y su hija la enfermedad y quejas de Iván, así como los cuidados que requiere, son molestos en la medida que alteran su vida diaria. Uno de los fragmentos más dramáticos de la obra sobre la soledad es el que describe la actitud de su hija. En una ocasión, al regresar de un médico, Iván comienza a relatar de a su mujer las opiniones es a medio relato, "entró su hija, con el por sus La convicción de que se está muriendo y de que sombrero puesto: con Praskovia se disponía Fiodorovna lo rodeaban escuchar las palabras aburridas de Iván comprenderlo, y para [su madreJ. Hizo o no querían esfuerzo a salir a nadie le importa se traduce en una enorme soledad. "Los que no lo comprendían un del médico, sentarse a Ilich; pero no pudo resistirlas hasta el final, ni la madre tampoco" (Tolstoi. 1975: 1151). Para la hija, fuerte, sana y enamorada, la enfermedad padre es irritante felicidad. porque Por su parte, de su estorba su Iván quiere que alguien lo compadezca y le tenga lástima, la que se le tiene a un niño enfermo. LA MUERTE COMO REVELADORA El contraste DE LA VIDA entre los intereses vida ordinaria de la que la sociedad impone y el drama de una vida que se apaga se manifiestan en la soledad de Iván Ilich. Gracias a la recreación x sentimiento posible de este por parte de Tolstoi es comprender suele constituir de la muerte. la trampa que el rejuego de la vida y El miedo a la muerte no es sino una proyección del deseo de vivir y suele encerrar La exp>ertl?llclaliteraria de la 1/luerte. EIl tomo a La muerte ... la trágica paradoja Luis Guerrero Martínez de que ••• 31 _ mientras cercena los impulsos de la vida Por su parte, Nietzsche insiste en esta misma idea a lo largo de se dejan de asumir los riesgos que ésta su obra. En un texto muy similar al de Kierkegaard incluye. De esta forma, al protegemos de siguiente: la muerte imposibilitamos de la vida. En esta paradoja el desarrollo la sociedad afirma lo En el fondo todo hombre sabe muy bien que sólo está una vez, en cuanto único, ejemplar sobre la tierra. Lo sabe, y pero lo esconde, los estereotipos culturales favorecen el adormecimiento de la vida. En la convencionalismo y se oculta tras él. Pero ¿qué es lo que sociedad lleva al individuo [a] temer a su vecino, a pensar y obrar con es muy fácil protegerse, al menos en apariencia, de los peligros de la de conciencia. como si se tratara de un remordimiento ¿Por qué? Por miedo al vecino, que exige el el rebaño y a no estar contento de sí mismo? En algunos, vida, pero esa protección tiene un costo: pocos y raros, tal vez el pudor. En los más, la comodidad, la vitalidad cede ante los parámetros y inercia, en una palabra, convencionalismo s sociales. Kierkegaard (Nietzsche, 2000: 25) la tendencia la a la pereza. y Nietzsche coincidieron en este punto. En el ámbito literario, Saint-Exupéry Para ambos existe un peligro mayor que descripciones esta misma idea; baste recordar el siguiente pasaje de Tierra de hombres: el de la muerte: la pérdida del yo por miedo a la vida o, en otras palabras, por Viejo burócrata, la comodidad que produce ser uno más en la sociedad. con cemento, Kierkegaard, a través de uno de sus seudónimos, manera: lo expresa de la siguiente primitiva en su estrucestá cuidadosamente natural dispuesto para has como una bola en tu seguridad en los ritos asfixiantes de tu vida esa humilde contra alzado y las mareas y las estrellas. con los graves problemas, olvidar tu condición planeta errante, todas las salidas bastante de hombre. no planteas muralla No quieres trabajo inquietarte has tenido con No eres el habitante preguntas los sin respuesta. de un Nadie ser un yo, por lo que no debe, te ha sacudido por los hombros cuando aún era tiempo. Ahora de ninguna la arcilla con la cual estás hecho se ha secado y endurecido manera, renunciar a ser sí mismo por miedo a los nada en ti podría, en adelante, hombres. o al poeta, o al astrónomo Sin embargo, con tan- to mirar a la muchedumbre los hombres tanto de en torno suyo, con ajetreo negocios en toda clase de mundanos, con tanto afán por llegar a ser prudente el conocimiento en de la marcha de (Saint-Exupéry, despertar y al músico dormido, que quizá te habitaban al principio. 1977: 19) La muerte de lván llich está en la misma línea reflexiva que los textos anteriormente citados. Tolstoi relata la vida de Iván Ilich como una vida muy afianzada profesión, los éxitos laborales, en los estereotipos sociales: la la influencia que tiene, el estatus social que ha adquirido y el ajetreo diario de un hombre citadino todas las cosas en el mundo, el en la Rusia decimonónica. yo va olvidándose ante la vida encierra un contrasentido. En un primer momento, a Iván Ilich le aterroriza de la muerte, sobre todo sin atreverse mismo, mucho pues de sí mismo, ya a tener fe en sí es infinitamente más fácil y seguro como los demás, mono de imitación, 32 y en tus rutinas, provinciana, tu paz a fuerza de bloquear como lo hacen las termitas, la luz. Has rodado burguesa; vientos Todo ser humano tura hacia has construido recoge en muchas de sus ser es decir, un un número Sin embargo, la aparente la posibilidad porque se siente cómodamente instalado en la vida. El ejemplo del silogismo que había aprendido Kiseveter: 'Cayo es un hombre; Por tanto, Cayo es mortal', seguridad en la lógica de los hombres son mortales. le parecía aplicable solamente a en medio de la multitud. Cayo, pero de ningún (Kierkegaard, como todos, yeso era perfectamente justo; pero él no era Cayo, 1969: 81) Luis Guerrero Martínez modo a sí mismo. Cayo era un hombre La experiencia literaria de la lIll/crte. Entorno a La muerte ... no era un hombre como todos, sino que siempre había sido la clara conciencia y aceptación de que completamente los parámetros distinto de los demás."2 (Tolstoi, 1975: 1156) Su estilo de vida constituye puede despojado un bien preciado del que la muerte que transcurren por la vida de Iván eran equivocados. En este sentido, el miedo a la muerte como de la muerte. En los pocos meses sujeción a esos parámetros ya no tenía súbitamente, enfermedad y la proximidad pero es confrontado desde los primeros síntomas hasta el día de su fallecimiento, del sinsentido paulatinamente en enfermedad lo que le angustia de la muerte ya no es la pérdida sino el vacío de su propia vida; de morir sin haber vivido, no quiere morir teniendo una fuerte deuda con la vida. "Luchaba a sus ideas de antes, cabida, aquellas por volver ideas que le ocultaban la de la y en consecuencia, tampoco tenía ya sentido el miedo a la muerte que lo atormentaba. de tal suerte que hacia el final de su de sus éxitos y sus comodidades, se siente incapaz de su enfermedad Iván Ilich va cobrando conciencia de su vida, se va gestando él una transformación, que habían guiado la El segundo motivo y tal vez el más fuerte es la conciencia de que aún había tiempo de corregir; la convicción de que aún era posible hacer algo por los demás, al menos para no causades daño y liberados de los sufrimientos muerte. Pero cosa rara: lo que antes velaba, ocultaba y destruía que su situación la conciencia de la muerte no producía ahora el mismo efecto." ambos casos, los últimos pensamientos (Tolstoi, 1975: 1156) de Iván atestiguan Finalmente perder habían comprende que aquellas constituido durante cosas que no quería gran parte de su existencia el medio para perder su vida. Paradójicamente, su seguridad lo que constituía les provocaba. En la convicción de Tolstoi de que la muerte que se teme es la misma muerte que impide la vida y la convierte en vacío. ante la vida había sido su ruina. El último día de su vida, lván aceptó su situación: "Su carrera, su modo de vivir, su familia y aquellos intereses de la sociedad y del servicio, todo BIBLIOGRAFÍA podía haber sido distinto de lo que debía ser. Trató de defender todo aquello ante la inconsistencia sí mismo. Súbitamente, de lo que defendía; se dio cuenta de y ya no quedó nada por México, Debolsillo. Heidegger, defender." (Tolstoi, 1975: 1168) La novela concluye que parecen des- )aspers, y e! tiempo, la muerte, pensó lo siguiente: de su vida, se dijo: "Ha terminado la muerte. Ya no Karl (1959), Fi!osQ/la, Madrid, Revista Vela]. S0ren (1969), La erifermedad mor- Kierkegaard, ta!, Madrid, Guadarrama, '¿Qué hago con él? Wónde estás, dolor?'" (Tolstoi, 1975: 1170). Y minutos después, en los últimos instantes (1986), E! ser de Occidente, 2 T., [trad. Fernando concertantes en una primera lectura. De pronto aquel hombre que '''¿y el dolor?', se preguntó. Martin México, FCE, [trad. José Gaos]. con dos párrafos había sufrido y había rechazado (2005), El nombre de !a rosa, Eco, Umberto [trad. Demetrio G. Rivera]. __ (1997), Trotta, Migqjas fi!osQ/icas, King, Ross (2002), Ex fibris, Barcelona, existe." (Tolstoi, 1975: 1170) Madrid, [trad. Rafael Larrañeta]. Seix Ba- rral, [trad. R. M. Bassols]. Lo que hasta un día antes desapareció súbitamente. había atormentado La misma narración motivos detrás del acontecimiento. a Iván, nos muestra El primero tiene que ver dos Friedrich (2000), Schopenhauer como educador, Madrid, Editorial Biblioteca Nue- COh va, [trad. )acobo Muñoz]. Nietzsche, Antoine (1977), Tierra de hombres, Buenos Aires, Editorial Traquel, [trad. Saint-Exupéry, 2 )aspers insiste en que el individuo da que desea conservar busca desligarse los intereses de la muerte en la medi- y bienes que posee en la temporalidad. "Cuando me comporto sólo como individuo viviente, persigo finalidades, tendo la duración y consistencia ge la aniquilación del bien realizado, tengo que experimentar de todo." (Jaspers, La pre- de todo lo que para mí tiene valor. Me aflila desaparición el fin, pero vivo olvidando de los seres queridos; su inevitabilidad 1959, II: 91). literaria de la lIluerte. En torno a La muerte ... y el fin Eduardo Paz]. Tolstoi, León (1975), La muerte de lván lfich, en Obras, 4a ed., Madrid, Aguilar, [trad. [rene y Laura Andresco]. Wittgenstein, Ludwig (1984), Tractatus Lógico- Phifosoph icus, 6a ed., Madrid, Alianza Edi- torial, [trad. Enrique Tierno Galván]. Luis Guerrero Martínez 33