El Via Matris - Ayuda a la Iglesia que Sufre

Transcripción

El Via Matris - Ayuda a la Iglesia que Sufre
Via Matris
El camino de la Virgen Dolorosa
Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
Autor: Jaime Noguera Tejedor, consejero de AIN España.
Introducción y guía litúrgica: P. Manuel González López-Corps
Imágenes: Ayuda a la Iglesia Necesitada España
© 2015, Jaime Noguera Tejedor.
© 2015, Manuel González López-Corps, de la Introducción
Maquetación: Antonio Santos.
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Índice
Introducción: el Via Matris ..........................................................................................
5
Cuándo se reza ................................................................................................................
6
Cómo se reza ..................................................................................................................
7
El Via Matris
Oración preparatoria................................................................................................
9
Ritos introductivos ..................................................................................................
9
Esquema A.
I Estación .............................................................................................................. 11
II Estación.............................................................................................................. 13
III Estación ............................................................................................................ 15
IV Estación ............................................................................................................ 17
V Estación ............................................................................................................ 19
VI Estación ............................................................................................................ 21
VII Estación .......................................................................................................... 23
Despedida ............................................................................................................ 25
Esquema B.
I Estación .............................................................................................................. 26
II Estación.............................................................................................................. 28
III Estación ............................................................................................................ 30
IV Estación ............................................................................................................ 32
V Estación ............................................................................................................ 34
VI Estación ............................................................................................................ 36
VII Estación .......................................................................................................... 38
Despedida ............................................................................................................ 41
Epílogo .............................................................................................................................. 42
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
Tabla de abreviaturas
I. Libros de la Sagrada Escritura
1 Cor
Ap
Col
Éx
Gal
Hch
Heb
Is
Jn
Lam
Lc
Mc
Mt
Os
Rom
Rut
Sal
1 Corintios
Apocalipsis
Colosenses
Éxodo
Gálatas
Hechos de los apóstoles
Hebreos
Isaías
Evangelio según san Juan
Lamentaciones
Evangelio según san Lucas
Evangelio según san Marcos
Evangelio según san Mateo
Oseas
Romanos
Rut
Salmos
II. Documentos y libros
LG
SD
CEC
4
Lumen Gentium
Salvifici Doloris
Catecismo de la Iglesia Católica
Via Matris - El camino de la Virgen Dolorosa
Introducción: El Via Matris
Devoción…
En el plan salvífico de Dios (cf. Lc 2,34-35) están asociados Cristo crucificado y la
Virgen dolorosa, y consecuentemente también lo están en la liturgia, en la espiritualidad y en la piedad popular. Así lo expresó magistralmente el Concilio Vaticano II:
También la Virgen bienaventurada avanzó en esta peregrinación de la fe y mantuvo
fielmente su comunión con el Hijo hasta la cruz ante la cual resistió en pie (cf Jn 19,25),
no sin cierto designio divino, sufriendo profundamente con su Unigénito y asociándose
a su sacrificio con ánimo maternal, consintiendo amorosamente en la inmolación de
la víctima que ella había engendrado (LG 58).
Por ello, como Cristo es el hombre de dolores (Is 53,3), por medio del cual Dios ha
querido reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la
paz por la sangre de su cruz (Col 1,20), así María es contemplada y celebrada como la
mujer del dolor, que Dios ha querido asociar a su Hijo, como madre y partícipe de su
Pasión: Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre
en el templo; sufriendo con su Hijo moribundo en la cruz, cooperó de un modo muy especial a la obra del Salvador, con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad
para restaurar la vida sobrenatural de las almas (LG 61).
El sufrimiento de María ya había comenzado cuando la Sagrada Familia se vio obligada a huir a Egipto (Mt 2,13-15). En otra ocasión, cuando Jesús tenía doce años, sus
padres le perdieron durante una visita a Jerusalén. Después de tres días de búsqueda
desesperada, José y María le hallaron en el templo, donde estaba ocupado escuchando y hablando con los maestros judíos. También en este caso, María conservaba todo
esto en su corazón (Lc 2,51). Siempre mantuvo la fe en Dios. María estuvo al pie de la
cruz en que su hijo fue clavado.
Cuando Jesús le dijo a Juan, ahí tienes a tu madre (Jn 19,27), no sólo quería que
cuidase de su madre. Al entregarla como madre a Juan, María se convirtió en madre
de todos nosotros, porque todos somos hermanos y hermanas en Cristo. ‘Com-pasión’
significa literalmente sufrir con. El Papa Juan Pablo II nos enseñó que el sufrimiento
de María con su hijo, su compasión, sobre todo al pie de la cruz, alcanzó un vértice ya
difícilmente imaginable en su profundidad desde el punto de vista humano, pero ciertamente misterioso y sobrenaturalmente fecundo para los fines de la salvación universal (Salvifici doloris 25).
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
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Los” siete” dolores…
Desde la Encarnación, toda la vida de María transcurrió bajo el signo de la espada,
participando del rechazo de que era objeto su Hijo (cf. Lc 2, 34s). Sin embargo, la piedad del pueblo cristiano ha señalado siete episodios principales en la vida dolorosa
de la Madre y los ha denominado popularmente los siete dolores de la Virgen. Y así,
según el modelo del Vía Crucis, y con variadas expresiones (con las influencias de
santa Brígida de Suecia, santa Isabel de Hungría, etc.), nació el ejercicio de piedad
del Vía Matris dolorosae, aprobado también por la Sede Apostólica.
… de un camino de fe pascual
El Vía Matris, que en su forma actual no es anterior al siglo XIX, propone considerar
la vida de la Virgen, desde el anuncio profético de Simeón hasta la muerte y sepultura
del Hijo, como un camino de fe y de dolor jalonado por los siguientes episodios:
1. María recibe con fe la profecía de Simeón (Lc 2, 34-35)
Jesús, signo de contradicción
2. María huye a Egipto con Jesús y José (Mt 2, 13-14)
Jesús perseguido por Herodes
3. María busca a Jesús perdido en Jerusalén (Lc 2, 43-45)
Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre
4. María encuentra a Jesús en el camino del Calvario (Lc 23, 26-27;
Is 52,13-53,12)
Jesús, Siervo de Dios, varón de dolores
5. María permanece junto a la Cruz del Hijo (Jn 19, 25-27)
Jesús, cordero levantado en la cruz
6. María acoge en su seno al Jesús que fue bajado de la cruz (Mt 27, 57-58;
Jn 1, 11; Lc 2,7; 4, 28.39; Mt 26, 47-56)
Jesús, Salvador rechazado por su propio pueblo
7. María acompaña a la sepultura del cuerpo de Jesús, en espera de la resurrección
(Jn 19, 40-42)
Jesús, primicia de los resucitados
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Via Matris - El camino de la Virgen Dolorosa
Este ejercicio, muy apropiado para el último Viernes de Cuaresma, con las antífonas tomadas preferentemente del Libro de las Lamentaciones y el canto de textos
de siete salmos, presenta la causa del dolor de la Virgen en el rechazo que Cristo ha
sufrido por parte de los hombres. Y remite también al misterio de la Iglesia: las estaciones del “Vía Matris” son etapas del camino de fe y dolor en el que la Virgen ha precedido a la Iglesia y que esta deberá recorrer hasta el final de los tiempos (Directorio
Piedad y liturgia, n. 137).
Cuándo se reza el Via Matris
A partir del siglo XV, gracias a los frailes Servitas, la devoción de los dolores de
María entró en la liturgia de la Iglesia. Lo hizo por primera vez en Colonia en 1423
como Conmemoración de la angustia y los dolores de la Virgen María celebrándose
fundamentalmente en dos fechas:
• La primera, antes del Triduo Pascual, el viernes V de Cuaresma, denominado
popularmente Viernes de Dolores y que prepara al creyente la entrada en la
Gran Semana de la Pasión y Resurrección del Señor con los mismos sentimientos de la Madre; • Y la segunda, el 15 de septiembre, tras la fiesta de la Exaltación de la Cruz, en
que celebra a Nuestra Señora como Virgen de los Dolores. Memoria que Pablo
VI calificaba como ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar junto con el Hijo exaltado en la cruz a la Madre que comparte su dolor (Marialis cultus, n. 7).
• Hoy, además de en estas fechas, se puede incorporar en alguna fiesta mariana
donde se quieran resaltar los aspectos pascuales de la Virgen. También en celebraciones o vigilias por los cristianos perseguidos, a los que la Iglesia pone
bajo el amparo de la Madre.
Manuel González López-Corps1
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El P. Manuel González López-Corps, capellán de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada España, es doctor en liturgia y profesor de dicha disciplina en la Facultad de Teología de la Universidad «San Dámaso» de Madrid, España.
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Cómo se reza el Via Matris
Proponemos dos esquemas celebrativos para la oración y meditación de este
Via Matris.
El Esquema A se corresponde con una oración que, a partir de la palabra de Dios
en los evangelios, provoca la meditación considerando lo que nos dice el Catecismo
(CEC), para acercarnos con amor a la Iglesia perseguida en diferentes lugares del mundo, a los misioneros que les acompañan, a nuestros hermanos en la fe.
El Esquema B propone la oración, igualmente a partir de la palabra de Dios en los
evangelios, a través de una meditación poética apoyada en los Salmos, en poemas
de los autores, en los libros de las Lamentaciones y de Rut, relacionando a la Madre
con el Hijo en la invocación final.
El Esquema A es adecuado para una oración más breve; el Esquema B requiere una
mayor dedicación de tiempo. Ambos esquemas están orientados a rezar, pidiendo la intercesión de la Virgen María, por la Iglesia necesitada y perseguida en todo el mundo.
Esquema A
• Cada estación viene encabezada con un título.
• En primer lugar se hace referencia a la palabra de Dios, con una cita del evangelio.
• A continuación se presenta lo que dice la Iglesia al respecto, citando el número
del CEC en el que se explica el contenido de la estación.
• Se propone una meditación, dirigida a la Virgen María, a la luz de la realidad de
la Iglesia que sufre y relacionada con la estación.
• Por último, finaliza la estación con una petición cristológica, dirigida a la Iglesia
que sufre un país concreto.
Esquema B
• Cada estación viene encabezada con un título.
• En primer lugar se hace referencia a la palabra de Dios, con una cita del evangelio.
Inmediatamente después, se incluye una segunda cita (un poema del libro de
los Salmos o del libro de Isaías).
• A continuación de propone una meditación en forma de poesía: una sextina en
la que habla la Madre y un pareado con el que responde el Hijo (al final del Via
Matris se recogen todos los poemas que, conjuntamente, forman un canto de la
Madre y un soneto con el que responde el Hijo).
• Después se propone una oración con una cita del libro de las Lamentaciones o
del libro de Ruth.
• Por último, finaliza la estación con una invocación a Nuestro Señor Jesucristo.
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Via Matris - El camino de la Virgen Dolorosa
El Via Matris
Oracion preparatoria
Señor,
tú has querido que la Madre
compartiera los dolores del Hijo al pie de la Cruz;
haz que la Iglesia,
asociándose a la Pasión de Cristo,
merezca participar de su resurrección.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen.
Ritos introductivos
En el lugar donde se pretende celebrar el Via Matris se prepara una imagen de la
Santísima Virgen María y un ramo de flores, símbolo de la vida.
V/ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
SALUDO
V/ Contemplamos el dolor de Santa María.
R/ Para seguir a Cristo su Hijo en el camino de la fe.
MONICIÓN
Se puede motivar brevemente la oración que se va a realizar.
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
María recibe con fe la profecía de Simeón
Jesús, signo de contradicción
ESQUEMA A
I Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos
en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, –y a ti misma
una espada te traspasará el alma– para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones» (Lc 2, 34-35).
Lector 2
La fe de la Iglesia
La Presentación de Jesús en el templo (cf. Lc 2, 22-39) lo muestra como el Primogénito que pertenece al Señor (cf. Ex 13,2.12-13). Con Simeón y Ana toda la expectación de Israel es la que viene al Encuentro de su Salvador (la tradición bizantina llama así a este acontecimiento). Jesús es reconocido como el Mesías tan esperado,
«luz de las naciones» y «gloria de Israel», pero también «signo de contradicción».
La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación, perfecta y única, la de la
Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado «ante todos los pueblos».
Catecismo de la Iglesia Católica, 529
Presidente
Meditación
Madre, tú sabes lo que es que te digan que lo más bello te lo arrebatarán, y que nada
te pertenece. Mira a nuestros hermanos recién bautizados, los que con amor acaban
de entrar en la Iglesia, y cuida de ellos, porque nos los están quitando aquellos que
no quieren entender la verdad del amor que trae la libertad.
Petición
Oremos por los cristianos de China, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
María huye a Egipto con Jesús y José
Jesús perseguido por Herodes
ESQUEMA A
II Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te
avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó al
niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto (Mt 2, 13-14).
Lector 2
La fe de la Iglesia
La Huida a Egipto y la matanza de los inocentes (cf. Mt 2, 13-18) manifiestan la oposición de las tinieblas a la luz: «Vino a su Casa, y los suyos no lo recibieron» (Jn 1,
11). Toda la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución. Los suyos la comparten con él (cf. Jn 15, 20). Su vuelta de Egipto (cf. Mt 2, 15) recuerda el Éxodo (cf.
Os 11, 1) y presenta a Jesús como el liberador definitivo.
Catecismo de la Iglesia Católica, 530
Presidente
Meditación
Madre, tú que sabes lo que es tener que escapar, lo que es sentirte despojada y al
mismo tiempo segura de que tu marido te cuida y tu Hijo te protege, mira con amor
a nuestros hermanos que se ven obligados a salir de sus casas, a huir de su tierra,
intercede por ellos ante tu Hijo Jesucristo y pide a San José que les acompañe.
Petición
Oremos por los cristianos de Irak, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Fundación de la Santa Sede
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
María busca a Jesús perdido en Jerusalén
Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre
ESQUEMA A
III Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación.
Lector 1
Palabra de Dios
«Y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo» (Lc 2, 43-45).
Lector 2
La fe de la Iglesia
El hallazgo de Jesús en el Templo (cf. Lc 2, 41-52) es el único suceso que rompe el
silencio de los Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en
ello el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina:
«¿No sabíais que me debo a los asuntos de mi Padre?» María y José «no comprendieron» esta palabra, pero la acogieron en la fe, y María «conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón», a lo largo de todos los años en que Jesús permaneció oculto en el silencio de una vida ordinaria.
Catecismo de la Iglesia Católica, 534
Presidente
Meditación
Madre, tú que sabes escuchar con el corazón, mira a los misioneros que están con
los enfermos, los que no abandonan a sus hermanos, los que saben dar preferencia
a las cosas del Padre, y enséñanos a leer las bienaventuranzas con la brisa del Espíritu.
Petición
Oremos por los misioneros, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA A
IV Estación
María encuentra a Jesús en el camino del Calvario
Jesús, siervo de Dios, Varón de Dolores
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del
campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús. Lo seguía un gran
gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por
él» (Lc 23, 26-27).
Lector 2
La fe de la Iglesia
Este designio divino de salvación a través de la muerte del «Siervo, el Justo» (Is 53,
11; cf. Hch 3, 14) había sido anunciado antes en la Escritura como un misterio de redención universal, es decir, de rescate que libera a los hombres de la esclavitud del
pecado (cf. Is 53, 11-12; Jn 8, 34-36). S. Pablo profesa en una confesión de fe que
dice haber «recibido» (1 Co 15, 3) que «Cristo ha muerto por nuestros pecados según las Escrituras» (ibidem: cf. también Hch 3, 18; 7, 52; 13, 29; 26, 22-23). La muerte
redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente (cf. Is 53, 78 y Hch 8, 32-35). Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la
luz del Siervo doliente (cf. Mt 20, 28). Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 25-27), luego a los propios apóstoles (cf. Lc 24, 44-45).
Catecismo de la Iglesia Católica, 601
Presidente
Meditación
Madre, tú que has mirado a la cara del dolor y has sabido acompañarle, ayúdanos a
mirar a Jesucristo cuando violentan a nuestros hermanos, a no esperar que nuestras
solas fuerzas puedan con el odio, a descansar en el amor de Dios.
Petición
Oremos por las mujeres secuestradas en África, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
18
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
María permanece junto a la Cruz del Hijo
Jesús, cordero levantado en la cruz
ESQUEMA A
V Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de
Cleofás, y María, Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo
a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio» (Jn 19, 25-27).
Lector 2
La fe de la Iglesia
Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de María se extiende
(cf. Jn 19, 26-27; Ap 12, 17) a todos los hombres a los cuales Él vino a salvar: «Dio a
luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos hermanos (Rom 8,29), es decir,
de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con amor de madre» (LG
63).
Catecismo de la Iglesia Católica, 501
Presidente
Meditación
Madre, tú que acompañaste a tu Hijo al pie de la cruz, enséñanos a querer de verdad
a nuestros hermanos que sufren el sinsentido de la guerra y el odio, y a comprender
que nuestras oraciones son tan poderosas que les llevarán consuelo; ayúdanos a no
caer en la aceptación de las fatalidades, sino a esperar el triunfo del amor.
Petición
Oremos por los cristianos de Siria, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Fundación de la Santa Sede
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA A
VI Estación
María acoge en su seno al Jesús que fue bajado de la cruz
Jesús, Salvador rechazado por su propio pueblo
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó
que se lo entregaran» (Mt 27, 57-58) (Cfr. Jn 1,11; Lc 2,7; 4, 28.39; Mt 26, 47-56).
Lector 2
La fe de la Iglesia
En Cristo, y por medio de su voluntad humana, la voluntad del Padre fue cumplida
perfectamente y de una vez por todas. Jesús dijo al entrar en el mundo: «He aquí
que yo vengo [...] oh Dios, a hacer tu voluntad» (Hb 10, 7; Sal 40, 8-9). Sólo Jesús
puede decir: «Yo hago siempre lo que le agrada a Él» (Jn 8, 29).
En la oración de su agonía, acoge totalmente esta Voluntad: «No se haga mi voluntad
sino la tuya» (Lc 22, 42; cf Jn 4, 34; 5, 30; 6, 38). He aquí por qué Jesús «se entregó
a sí mismo por nuestros pecados [...] según la voluntad de Dios» (Ga 1, 4). «Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo» (Hb 10, 10).
Catecismo de la Iglesia Católica, 2284
Presidente
Meditación
Madre, tú que recogiste en tus brazos el dolor y lo sumaste al que ya estaba en tu
corazón, enséñanos a tener fe, a esperar sin flaqueza y a querer sin límites.
Petición
Oremos por los cristianos de India y Paquistán, por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA A
VII Estación
María acompaña a la sepultura del cuerpo de Jesús, en
espera de la resurrección
Jesús, primicia de los resucitados
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según
se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de , y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí
a Jesús» (Jn 19, 40-42).
Lector 2
La fe de la Iglesia
La permanencia de Cristo en el sepulcro constituye el vínculo real entre el estado
pasible de Cristo antes de Pascua y su actual estado glorioso de resucitado. Es la
misma persona de «El que vive» que puede decir: «estuve muerto, pero ahora estoy
vivo por los siglos de los siglos» (Ap 1, 18): Dios [el Hijo] no impidió a la muerte separar el alma del cuerpo, según el orden necesario de la naturaleza pero los reunió
de nuevo, uno con otro, por medio de la Resurrección, a fin de ser El mismo en persona el punto de encuentro de la muerte y de la vida deteniendo en él la descomposición de la naturaleza que produce la muerte y resultando él mismo el principio
de reunión de las partes separadas (S. Gregorio Niceno, or. catech. 16).
Catecismo de la Iglesia Católica, 625
Presidente
Meditación
Madre, tú que supiste convertir las lágrimas en fuente de confianza, enséñanos a
aceptar la voluntad de Dios y a comprender que no estamos solos, que nunca estaremos abandonados, que siempre nos miras cuando miras a tu Hijo.
Petición
Oremos por todos los cristianos que sufren persecución a causa de la fe, por
Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén
[Se puede añadir algún canto]
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA A
DESPEDIDA
V/ La cruz de Cristo sea consuelo en nuestro camino, para que siguiendo las
huellas de la Virgen Madre y compartiendo la pasión de su Hijo, lleguemos a la
gloria del Reino.
R/Amén.
Si quien preside es un presbítero o un diácono, bendice a los fieles diciendo:
V/ Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda
sobre vosotros.
R/ Amén.
V/ Nos proteja Santa María, y nos guíe benignamente por el camino de la vida.
R/ Amén.
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
María recibe con fe la profecía de Simeón
Jesús, signo de contradicción
I Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Este ha sido puesto para que muchos
en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, –y a ti misma
una espada te traspasará el alma– para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones”» (Lc 2, 34-35).
Lector 2
Salmo 128
«Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!».
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ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
Qué paradojas tiene la alegría:
apenas la recoges,
no sabes ya si es tuya o es debida.
Le miras, reconoces
al hijo que es de Dios, y aunque sonría
te arropas de dolor y le acaricias.
El Hijo responde:
Para esto vengo a quien me necesita:
Para decirle que el dolor escoge
Presidente
Oración
«¿A quién te compararé? ¿A quién te asemejaré, hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá
salvar y consolar, Virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu quebranto: ¿quién
te podrá curar?» (Lam 2, 13). Invocación
Jesús, tú que fuiste signo de contradicción, ten piedad.
R/ Señor ten piedad.
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Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
María huye a Egipto con Jesús y José
Jesús perseguido por Herodes
II Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
“Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te
avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó al
niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto» (Mt 2, 13-14).
Lector 2
Salmo 123
«A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos».
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ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
Un no parar: mi vida ya no es mía,
es dócilmente tuya;
con una indicación basta: me llamas
para salir de casa,
yo tomo al niño Dios, ¡qué digo!, albricias
yo llevo en mi regazo a donde digas.
El Hijo responde:
Al inocente, al pobre y al que acoge
la luz que nunca, nunca se marchita
Presidente
Oración
«Mira, Señor, que vivo angustiado! ¡Sufren mis entrañas, mi corazón está conturbado, estoy llena de amargura! Fuera golpea la espada asesina, y en casa te alcanza
una muerte semejante» (Lam 1, 20).
Petición
Jesús, tú que fuiste perseguido por Herodes, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
29
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Fundación de la Santa Sede
III Estación
María busca a Jesús perdido en Jerusalén
Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el
camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no
encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo» (Lc 2, 43-45).
Lector 2
Salmo 62
«Solo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón:
Dios es nuestro refugio».
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Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA B
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
El Hijo responde:
Te busco entre los hombres, no te encuentro; La voluntad del Padre me recoge
te lloro acongojada y es tu Padre,
llamándome a la libertad escrita,
preocupado, en silencio,
quien deshace los pasos hasta el Templo,
allí te vemos: tú no estás perdido.
Yo guardo tus consejos en mi cuerpo.
Presidente
Oración
«Por la noche llora y llora y las lágrimas surcan sus mejillas. Ni uno hay que la consuele entre todos sus seres queridos» (Lam 1, 2).
Petición
Jesús, tú que viniste a cumplir la voluntad del Padre, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
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Fundación de la Santa Sede
IV Estación
María encuentra a Jesús en el camino del Calvario
Jesús, siervo de Dios, Varón de Dolores
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía
del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús. Lo seguía un
gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él» (Lc 23, 26-27).
Lector 2
Is 52, 13-53, 12
Lo vimos sin aspecto atrayente,
despreciado y evitado de los hombres,
como un hombre de dolores,
acostumbrado a sufrimientos,
ante el cual se ocultaban los rostros,
despreciado y desestimado.
Maltratado, voluntariamente se humillaba
y no abría la boca:
como cordero llevado al matadero,
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron,
¿quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos,
por los pecados de mi pueblo lo hirieron.
32
ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
No me cura el dolor verte ofrecido,
pero aprendo de ti:
sufro contigo tus laceraciones,
doy todo lo de mí,
miro con otros ojos y repaso
tu devoción de amor… y te bendigo.
El Hijo responde:
revelación de Dios, la voz que invita
a darlo todo sin que te acongoje.
Presidente
Oración
«Oh vosotros los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor comparable
a mi dolor» (Lam 1, 2).
Petición
Jesús, siervo de Dios, Varón de dolores, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
33
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María permanece junto a la Cruz del Hijo
Jesús, cordero levantado en la cruz
V Estación
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de
Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que
tanto quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dijo al discípulo:
“Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo
propio» (Jn 19, 25-27).
Lector 2
Salmo 129
«¡Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud
–que lo diga Israel–,
cuánta guerra me han hecho desde mi juventud,
pero no pudieron conmigo!
En mis espaldas metieron el arado
y alargaron los surcos.
Pero el Señor, que es justo,
rompió las coyundas de los malvados.
Retrocedan avergonzados los que odian a Sión;
sean como la hierba del tejado,
que se seca y nadie la siega;
que no llena la mano del segador
ni la brazada del que agavilla;
ni le dicen los que pasan:
“Que el Señor te bendiga.
Os bendecimos en el nombre del Señor”».
34
ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
®CaroleAlFarah
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
Todo lo has entregado y yo contigo.
Así quisiste hacerlo
y yo te dije sí desde el principio.
Aquí estoy para verlo,
para saber lo que es una oblación
completa, sin auxilio, sin abrigo.
El Hijo responde:
Nadie nos ha vencido, madre mía,
hemos borrado todos los pecados
Presidente
Oración
«¡Mira, Señor, mi miseria, que el enemigo se agiganta! El adversario se ha apoderado de todo lo que me era deseable» (Lam 1, 9-10
Petición
Jesús, cordero levantado en la Cruz, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
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VI Estación
María acoge en su seno al Jesús que fue bajado de la cruz
Jesús, Salvador rechazado por su propio pueblo
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también
discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó
que se lo entregaran» (Mt 27, 57-58) (Cfr. Jn 1,11; Lc 2,7; 4, 28.39; Mt 26, 47-56).
Lector 2
Salmo 73
Qué bueno es Dios para el justo,
Dios para los limpios de corazón!
Pero yo por poco doy un mal paso,
casi resbalaron mis pisadas:
porque envidiaba a los perversos,
viendo prosperar a los malvados.
¿No te tengo a ti en el cielo?
Y contigo, ¿qué me importa la tierra?
Se consumen mi corazón y mi carne;
pero Dios es la roca de mi corazón y mi lote perpetuo.
Sí: los que se alejan de ti se pierden;
tú destruyes a los que te son infieles.
Para mí lo bueno es estar junto a Dios,
hacer del Señor Dios mi refugio,
y contar todas tus acciones
en las puertas de Sión.
36
ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
No sé cómo acogerte entre mis brazos,
no sé si te haré daño
al sujetar tu cuerpo destrozado.
Las lágrimas me velan
los ojos y no sé dónde tocarte
para no lacerarte en mis abrazos.
El Hijo responde:
Mi Padre y yo, ya todos perdonados
aguardarán la voz que les recría.
Presidente
Oración
«Mas ella respondía: ¡No me llaméis Noemí, (la hermosa), llamadme Mará (la amarga), porque el Altísimo me ha llenado de amargura!» (Ruth 1, 20).
Petición
Jesús, Salvador rechazado por su propio pueblo, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
37
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Fundación de la Santa Sede
VII Estación
María acompaña a la sepultura del cuerpo de Jesús, en
espera de la resurrección.
Jesús, primicia de los resucitados
V/ Por ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la salvación
Lector 1
Palabra de Dios
«Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según
se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de , y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a
Jesús» (Jn 19, 40-42).
Lector 2
Salmo 26
Escrútame, Señor, ponme a prueba,
sondea mis entrañas y mi corazón,
porque tengo ante los ojos tu bondad,
y camino en tu verdad.
No arrebates mi alma con los pecadores,
ni mi vida con los sanguinarios,
que en su izquierda llevan infamias,
y su derecha está llena de sobornos.
Yo, en cambio, camino en la integridad;
sálvame, ten misericordia de mí.
Mi pie se mantiene en el camino llano;
en la asamblea bendeciré al Señor.
38
ESQUEMA B
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
Lector 3
Meditación
La Madre dice:
¿Lloro por mí?, ¿lloro por ti?, ¿no lloro?
Mi pérdida no es tal,
porque has llegado al fin para salvarnos,
a un fin que ya no es fin,
que es el comienzo de una creación
que debo conservar como un tesoro.
El Hijo responde:
El mundo es nuevo y tú me has ayudado:
Cuídalo, madre, te lo he encomendado
Presidente
Oración
«Por eso lloro y mis ojos son un torrente de agua, porque mi Consuelo, el descanso
de mi alma, está lejos de mí». (Lam 1, 16)
Petición
Jesús, primicia de los resucitados, ten piedad.
R./ Señor ten piedad.
39
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Fundación de la Santa Sede
40
Via Matris ­ El camino de la Virgen Dolorosa
ESQUEMA B
DESPEDIDA
V/ La cruz de Cristo sea consuelo en nuestro camino, para que siguiendo las huellas
de la Virgen Madre y compartiendo la pasión de su Hijo, lleguemos a la gloria del
Reino.
R/Amén.
Si quien preside es un presbítero o un diácono, bendice a los fieles diciendo:
V/ Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
R/ Amén.
V/ Nos proteja Santa María, y nos guíe benignamente por el camino de la vida.
R/ Amén.
41
Ayuda a la Iglesia que Sufre
Fundación de la Santa Sede
Epílogo
Con este Via Matris queremos ilustrar y fomentar de forma especial el pilar de la
oración, que junto con la información y la caridad, constituyen los tres pilares fundamentales del carisma de Ayuda a la Iglesia que Sufre.
La oración es auténtico combustible de nuestra fe y de nuestra acción, y especialmente necesaria en nuestro mundo occidental, donde parece que solo se venera
lo meramente material. Y nuestra oración, esa que nos piden insistentemente nuestros hermanos que sufren en tantos países, recurre muchas veces al mejor atajo que
nos da nuestra fe católica, que es la Virgen María. Ella es la debilidad de Jesús, ella
es bendita entre todas las mujeres, es la llena de gracia. En las bodas de Caná, Jesús
no pudo decirle que no a María cuando le pidió su ayuda. Ella fue la oración sin entender cuando el ángel le anunció que iba a ser la Madre de Dios. Ella fue sagrario y
adoración en su embarazo, obediencia y aceptación de la voluntad de Dios en toda
su vida, ella fue maestra del Maestro pero no se conformó con soltarle de la mano
cuando Jesús creció sino que se convirtió en discípula y ciertamente en madre de los
apóstoles y de la Iglesia. Ella estuvo con Jesús en su Pasión y jamás le abandonó y su
misión siempre estuvo ligada al dolor hecho amor hasta la muerte.
Una de las cosas más bonitas que observamos cuando visitamos países de Iglesia
perseguida es comprobar que la devoción a la Virgen María está increíblemente presente en todos ellos. Son muchos los lugares en que, antes de iniciar cualquier construcción de una iglesia o edificio religioso, preparan una gruta para la Virgen y a ella
le piden su protección y a ella le rezan muchos, incluso personas de otras religiones.
En AIN nuestro fundador el P. Werenfried van Straten nos puso bajo la especial
protección de Nuestra Señora de Fátima y a ella a la que se pidió la conversión de
Rusia le seguimos pidiendo la conversión de tantas personas que con corazones de
piedra no hacen sino agredir la fe de los cristianos. A ella le invocamos de manera
especial y le pedimos que convierta en corazones de carne, en corazones de misericordia a todos los hombres de este mundo.
Ojalá que esta oración que les presentamos les ayude a que María les ponga con
Jesús.
Javier Menéndez Ros2
2
Javier Menéndez Ros es Director de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, México.
42
Via Matris - El camino de la Virgen Dolorosa
La Madre dice:
El Hijo responde:
Qué paradojas tiene la alegría:
apenas la recoges,
no sabes ya si es tuya o es debida.
Le miras, reconoces
al hijo que es de Dios, y aunque sonría
te arropas de dolor y le acaricias.
Para esto vengo a quien me necesita:
Para decirle que el dolor escoge
al inocente, al pobre y al que acoge
la luz que nunca, nunca se marchita.
Un no parar: mi vida ya no es mía,
es dócilmente tuya;
con una indicación basta: me llamas
para salir de casa,
yo tomo al niño Dios, ¡qué digo!, albricias
yo llevo en mi regazo a donde digas.
Te busco entre los hombres, no te encuentro;
te lloro acongojada y es tu Padre,
preocupado, en silencio,
quien deshace los pasos hasta el Templo;
allí te vemos: tú no estás perdido.
Yo guardo tus consejos en mi cuerpo.
La voluntad del Padre me recoge
llamándome a la libertad escrita,
revelación de Dios, la voz que invita
a darlo todo sin que te acongoje.
Nadie nos ha vencido, madre mía,
hemos borrado todos los pecados
mi Padre y yo, ya todos perdonados
aguardarán la Voz que les recría.
El mundo es nuevo y tú me has ayudado:
Cuídalo, madre, te lo he encomendado.
No me cura el dolor verte ofrecido,
pero aprendo de ti:
sufro contigo tus laceraciones,
doy todo lo de mí,
miro con otros ojos y repaso
tu devoción de amor… y te bendigo.
Todo lo has entregado y yo contigo.
Así quisiste hacerlo
y yo te dije sí desde el principio.
Aquí estoy para verlo,
para saber lo que es una oblación
completa, sin auxilio, sin abrigo.
No sé cómo acogerte entre mis brazos,
no sé si te haré daño
al sujetar tu cuerpo destrozado.
Las lágrimas me velan
los ojos y no sé dónde tocarte
para no lacerarte en mis abrazos.
¿Lloro por mí?, ¿lloro por ti?, ¿no lloro?
Mi pérdida no es tal,
porque has llegado al fin para salvarnos,
a un fin que ya no es fin,
que es el comienzo de una creación
que debo conservar como un tesoro.
Jaime Noguera Tejedor
Consejero de AIN - España
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C/ San Juan de Dios, 222 C
Col. Villa Lázaro Cárdenas. Del. Tlalpan
14370 México D. F.
( (55) 4161 3331
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