colegio de dibujo y modelado. modelado ii

Transcripción

colegio de dibujo y modelado. modelado ii
COLEGIO DE DIBUJO Y MODELADO.
GRADO: 6°
CLAVE:1708
PLAN: 1996
MODELADO II
AUTORES:
Carolina Fraire Benitez
Ángel Huitrón Bernal
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
México, 2010
ÍNDICE
La Función de a escultura
Historia de la Escultura Occidental
Escultura Prehistórica
Escultura egipcia
Escultura mesopotámica
Arte Precolombino
Área Mesoamericana
Periodo Pre Clásico
Olmecas
Colima, Jalisco, Nayarit
Periodo Clásico
Teotihuacán
Mayas
Zapotecas
Veracruz
Periodo Post Clásico
Toltecas y Maya - Toltecas
Tarascos
Huastecas
Mixtecos
Aztecas
Área central Andina
Periodo Pre Clásico
Chavín
Paracas
Periodo Clásico
Moches
Nazcas
Tiahuanaco
Huari
Periodo Post Clásico
Chimú
Incas
Área Intermedia
Sur de Centroamérica
Colombia
Ecuador
Área Periférica
Cuenca amazónica
Zona del Caribe
Escultura Egea y Griega
Escultura Etrusca y romana
Escultura Paleocristiana
Escultura Escandinava y carolingia
Escultura Otónica
Escultura Románica
Escultura Gótica
Francia
Alemania
Italia
España
Escultura Renacentista Italiana
Escultura Manierista
Italia
Francia
España
Escultura Barroca y rococó
Italia
Francia y Alemania
Escultura Neoclásica
Escultura Romántica
Escultura Europea del Siglo XX
Escultura biomorfica
Escultura Cubista
Escultura Continuadores del Cubismo
Escultura Constructivista
Escultura Dadá y Surrealista
Escultura Futurista
Escultura Figurativa
Escultura estadounidense del siglo XX
Escultura Figurativa
Escultura Abstracta
Assemblage y Escultura Chatarra
Escultura en espacios naturales
Ultimas tendencias
Técnicas, medios y materiales de creación plástica más usuales
Técnicas más habituales del modelado
Técnicas cerámicas
Torneado
Sustracción
Tipos de Talla
Puntómetro
Técnicas de construcción y assemblage
Encofrado
Deformación
Técnica de vaciado
Fundición
Escultura actual
Escultura estatuaria y ornamental
Clasificación de la escultura de bulto en función de la parte del cuerpo
representada.
Posición
Tamaño
Grupo
Ambiental
Relieve
Alto
Medio
Bajo
Hueco
Materiales y Técnicas Tradicionales
Arcilla
Piedra
Hierro
Madera
Herramientas para trabajar la madera
Modelado y otras técnicas
Esculpir
Moldear
Vaciar
Cincelar
Repujar
Grabar
Estampar o troquelar
Embutir
Embutido e incrustado
Se llama escultura al arte de moldear el barro, tallar en piedra, madera u otros materiales.
Es una de las Bellas Artes en la cual el escultor se expresa creando volúmenes y
conformando espacios. En la escultura se incluyen todas las artes de talla y cincel, junto con
las de fundición y moldeado, y a veces el arte de la alfarería.
La Función de la escultura
Las funciones que puede cumplir la escultura son variadas. A lo largo de la historia, y
dependiendo de cada cultura o civilización, han preponderado unas u otras. Entre ellas se
destacan la función religiosa, la funeraria, la conmemorativa, la didáctica y la ornamental.
Las primeras muestras de escultura de que se disponen corresponden al Paleolítico
Superior y en ellas destacan las llamadas «Venus paleolíticas», al parecer de función
mágico-religiosa.
La Función Religiosa queda patente a lo largo de toda la historia de la humanidad. Se trata
de representar a los dioses de los diversos pueblos, desde el Egipto antiguo, a
Mesopotamia, la civilización hindú, etc., hasta casi nuestros días.
La Función Funeraria de la escultura tenemos constancia desde el Egipto antiguo,
revitalizada después mediante numerosos mausoleos y monumentos funerarios que
recorren desde el Imperio Romano, al gótico, el barroco e incluso la época contemporánea,
incluyendo culturas orientales, como es bien visible en el Taj Mahal.
La Función Conmemorativa la han empleado muchas civilizaciones y regímenes políticos.
Con ella se trata de realzar la figura de un personaje importante (emperadores, reyes,
gobernantes, héroes...), o sus gestas u obras. También las gestas de algún pueblo o un
algún hecho destacable de su historia. Suele ocupar espacios públicos abiertos como
plazas, cumpliendo además una función ornamental. Aunque predomina el bulto redondo,
puede ser también en relieve como ocurre con la Columna Trajana o el Arco de Tito en
Roma.
Si tenemos en cuenta que a largo de la mayor parte de la historia de la humanidad, la gran
mayoría de personas eran iletradas, no resulta extraño que la escultura haya cumplido
también una Función Didáctica o Pedagógica, mediante la que explicar al pueblo
determinados aspectos. Así por ejemplo en la Edad Media, para la época del románico es
frecuente referirse a los relieves de los tímpanos de las portadas como «catecismos
pétreos» o « Bíblicas en piedra » ejecutados para ilustrar a la población analfabeta.
La Función Ornamental puede estar ligada a alguna de las otras funciones, aunque a veces
puede ser el objetivo principal, como ocurre con la decoración vegetal o la geométrica. En
los estilos anicónicos, como el islámico o el hebreo, cumple un papel fundamental. También
en gran medida la escultura del siglo XX, sobre todo la abstracta, cumple principalmente
esta función.
Los antiguos griegos y romanos plasmaron en sus estatuas su concepción de 'belleza ideal',
aunque la escultura como obra de arte, con valor propio, es un concepto moderno
Historia del modelado
Historia de la escultura Occidental
35,000 A. C. - 10 ,0 0 0? A. C
Escultura Prehistórica
Desde los periodos más antiguos de la humanidad, se ha empleado el barro para la
escultura. El modelado hace su aparición durante el periodo neolítico, con efigies de arcilla
(barro) como los bisontes de Tuc d´ Audoubert en Ariéges
La pareja de animales –una hembra a la que sigue un macho– constituye un magnífico
ejemplo de los inicios de la escultura: con el barro de la cueva, un anónimo artista del
Paleolítico labró a base de cortes y arañazos dos espléndidos ejemplares de Bison bonasus,
el bisonte característico de la Europa de los hielos, Sus rasgos escuetamente marcados,
pero bien definidos en sus detalles –el hocico, los ojos, la crin, los cuernos, la típica joroba y
la cortina de pelo de debajo del cuello y de la cabeza–, permiten diferenciarlo sin ningún
género de dudas de otros bóvidos. Se trata del animal que, tras el caballo, más veces se ha
representado en el arte rupestre europeo del Magdaleniense, el período de apogeo del arte
paleolítico
Unos pequeños puntos marcados sobre los cuerpos de los bisontes de Tuc d‟Audoubert han
sido interpretados como heridas de armas arrojadizas producidas durante una cacería ritual,
lo que ha llevado a algunos autores a pensar que estas imágenes fueron ideadas con un
sentido simbólico, es decir, como los ídolos de una especie de rito mágico que propiciaría la
caza de estos animales.
El arte rupestre es fundamentalmente un arte figurativo donde aparecen representados
principalmente animales y, en muy pocas ocasiones, personas. Los animales representados
son en su mayoría herbívoros y presas frecuentes de estos humanos: caballos, bisontes,
uros, ciervos, cabras... Mientras que son mucho menos frecuentes los carnívoros, peces y
aves. Las imágenes se presentan aisladas, con muy pocos elementos que se refieran al
entorno, y en muchas ocasiones se aprovecha el relieve de las paredes de la cueva para
conseguir las formas deseadas.
El arte rupestre también aparece en forma de grabados, pinturas o esculturas sobre objetos
de piedra y huesos, y se denomina arte mobiliar o mueble, que es aquel que puede ser
transportado, llevado de un lugar a otro, como por ejemplo instrumentos de pequeño tamaño
de hueso o marfil, estatuillas como las Venus, bastones de mando, etc.
Estos objetos están representados por toda Europa y por toda la Península Ibérica, llegando
incluso hasta Siberia. Su diversidad implica a los materiales (hueso, asta, marfil, plaquetas
de piedra, cantos rodados, arcilla), a las técnicas de fabricación (grabado, dibujo, escultura)
y a la forma y función de los soportes. Hay cierta variedad geográfica que se refleja en la
concentración de algunos materiales, temas y objetos en alguna de las zonas. En ellos
aparecen representados los mismos motivos y animales representados en las paredes de
las cuevas.
Las primeras manifestaciones artísticas del homo sapiens que se han encontrado, muestran
una gran perfección técnica y aparecen avanzadas en el tiempo, por lo que se cree que las
creaciones más antiguas se han perdido. La cronología las sitúa en el Paleolítico Superior
desde el 35.000 a C., en torno al 23.000 a. C. se datan las Venus de Willendorf y Laussel;
sobre el 17.000 a.C. la cueva de Lascaux y en torno al 15.00 a.C. las cuevas de Niaux, Trois
Frères y Altamira.
Los objetos escultóricos conocidos más antiguos, tallados en marfil, asta, hueso o piedra,
tienen entre 27,000 y 32,000 años de antigüedad. De los detritos (fragmentos rocosos)
acumulados en los suelos de cuevas prehistóricas también se han extraído figurillas
femeninas en piedra que enfatizan la representación de los órganos reproductores, los
pechos y las nalgas. Se cree que representaban a diosas de la fertilidad y por ello se las
llama Venus. Una de ellas, la llamada Venus de Willendorf (c. 30,000-25,000 a.C., Museo de
Historia Natural, Viena), de formas muy abombadas a pesar de medir sólo 11.5 cm de altura,
estaba pintada de color rojo. Hace unos 9,000 años, en Jericó, se realizaban
representaciones de calaveras humanas cubiertas de yeso, con un gran naturalismo.
Venus de Willendorf
La Venus de Willendorf, fechada hacia el 30,000-25,000 a.C., constituye uno de los primeros ejemplos escultóricos del mundo.
Esculpida en piedra caliza, con una altura de 11,5 cm, está considerada como un símbolo de la fertilidad por sus exageradas
formas anatómicas femeninas.
Escultura egipcia
Ajnatón y Nefertiti
La estatua en piedra caliza policromada de Ajnatón, soberano de Egipto durante el periodo Amarna (c. 1350-1334 a.C.), y su
esposa Nefertiti, muestra el interés del arte egipcio de este momento por el presente, más que por la otra vida o el más allá,
creando un estilo escultórico más naturalista, que aunque mantiene la posición frontal no idealiza sus representaciones.
Entre las esculturas egipcias más antiguas se cuenta un fragmento de pizarra tallado en
bajorrelieve, conocido como la Paleta del rey Narmer (3,100a.C., Museo de El Cairo), que
rememora la victoria del Alto sobre el Bajo Egipto. En ella aparecen representados faraones,
ejércitos, sirvientes y diversos animales. Los faraones fueron también motivo de
representaciones conmemorativas con magníficas estatuas a tamaño natural, que se
ubicaron en tumbas y templos funerarios.
Paleta del rey Narmer
La paleta del rey Narmer (c. 3100 a.C.) de Hierakonpolis, Alto Egipto, de 62,5 cm de altura, muestra de forma simbólica la
unificación del alto y bajo Egipto. Narmer está representado con la corona blanca de Aphroditopolis (emblema posterior de los
reyes del Alto Egipto), a punto de sacrificar un cautivo ante el rey celeste Horus, representado por el halcón sobre un conjunto
de papiros que simbolizan el Bajo Egipto. En el registro inferior tenemos dos figuras enemigas esperando la muerte.
Estas esculturas no eran auténticos retratos sino representaciones idealizadas, con rasgos
predeterminados y mirada al frente, siempre se les representaba en una pose frontal. El
cuerpo recibía un tratamiento marcadamente geométrico, con hombros y pecho planos que
recuerdan la forma de un triángulo invertido, como se aprecia en una escultura de diorita
tallada del faraón Kefrén (c. 2530 a.C., Museo de El Cairo). Durante el reinado de Ajnatón se
alcanzó un mayor naturalismo, como puede apreciarse en el exquisito busto pintado en
piedra caliza de la reina Nefertiti (c. 1,365 a.C., Museo de Berlín).
Estatua de Kefrén
La estatua en piedra de tamaño natural de Kefrén (c. 2,530
a.C.) de Gizeh, fue esculpida a partir de un sólido bloque de
diorita, la piedra más resistente que se podía obtener en el
Egipto del Imperio Antiguo. Mide 1.65 cm y representa al
soberano de forma idealizada, con unas fuertes líneas
geométricas y unas proporciones dramáticas.
Nefertiti
Los retratos encontrados, tales como el de Nefertiti, esposa
de Ajnatón, hacen más tangible un periodo fascinante de la
historia de la civilización.
Escultura mesopotámica
El arte mesopotámico es producto de varias civilizaciones: la sumeria, la acadia, la
babilónica y la asiria. Alrededor del 2,600 a.C. los sumerios ya tallaban estatuillas de dioses
en mármol, caracterizadas por sus ojos grandes y su mirada fija. Otros detalles como el
pelo, la expresión facial, el cuerpo y el ropaje muestran un tratamiento esquemático y
denotan que se prestaba poca atención al parecido con el modelo. Dichas características se
mantienen en la escultura mesopotámica posterior.
Rey acadio
Esta cabeza de bronce hallada en la ciudad de Nínive, fechada aproximadamente hacia el 2200 a.C., y que representa a un rey
acadio, posiblemente a Naram-Sin, mide 30 cm. Las cuencas de los ojos estuvieron en su origen rellenas con piedras
preciosas. El pelo y la barba estilizados son típicos del arte mesopotámico.
Las culturas de Mesopotamia también muestran una inclinación hacia la representación de
animales fantásticos, maestría que ejecutaban con gran arte como puede verse en las
entradas de los palacios y en los relieves realizados en las paredes durante el periodo asirio
(1,000 a.C.-612 d.C., existen ejemplos de ello en el Museo Británico de Londres y en el
Museo Metropolitano de Nueva York).
Relieve mesopotámico
Los palacios de Mesopotamia se revistieron con relieves
narrativos esculpidos sobre láminas de alabastro. Por lo
general representaban escenas de las vidas de los reyes.
Este relieve que formó parte del palacio de Dur Sharrukin,
actual Jorsabad, muestra a Sargon II (721-705 a.C.) con uno
de sus súbditos.
Vasija mesopotámica
Esta vasija mesopotámica de terracota (Museo de Irak,
Bagdad) está fechada entre el 5,000 y el 3,000 a.C. Está
decorada en un estilo animalista, donde los animales se
representan de forma esquemática. Ese estilo está asociado
con las tribus nómadas del periodo neolítico y se extendió en
una zona que abarca desde Oriente Próximo a la Rusia
meridional.
1800? a. C.
Arte Precolombino
Las primeras civilizaciones andinas surgen en los valles costeros. En el emplazamiento de
Las Haldas, se construyen alrededor del 1800 a.C. las primeras pirámides y templos de toda
América. Otros centros importantes de este periodo son El Paraíso o Chuquitanta, en la
zona central, y Kotosh, ubicado en la altiplanicie del norte del Perú.
Arte Precolombino
Cabeza colosal olmeca
Las cabezas colosales, como la que muestra la fotografía, son características del arte de los olmecas, que vivieron en México
entre los años 1500 y 300 a.C. Estas esculturas megalíticas están labradas en piedra basáltica y su altura oscila entre 2,4 y 3,6
metros.
Arte, de las civilizaciones indígenas de Mesoamérica, los Andes y de las culturas vecinas
anteriores al siglo XVI d.C.
Los pobladores nativos de la América precolombina desarrollaron un conjunto de
civilizaciones cuyos logros artísticos e intelectuales podían rivalizar con los de la antigua
China, de la India, Mesopotamia y el mundo mediterráneo. Estos logros resultan aún más
sorprendentes si tenemos en cuenta que la mayoría de las técnicas de las civilizaciones del
hemisferio oriental no eran conocidas en el Nuevo Mundo. La rueda, por ejemplo, se usaba
en Mesoamérica solamente en los juguetes y nunca llegó a aplicarse a la alfarería, a la
construcción de carretas o como sistema de arrastre. El uso de herramientas de metal no
era frecuente y, además, no empezaron a utilizarse hasta las últimas etapas de la historia
precolombina. Los mayas realizaban elaboradas esculturas y complejos ornamentos de jade
golpeando una piedra con otra.
Tradicionalmente se ha establecido una división cronológica de tres periodos u horizontes
que comprenden las fases más importantes:
El preclásico o de formación, (c. 1,500 a.C.- c. 300 d.C.);
El clásico o de florecimiento, (c. 300 - c. 900 d. C.);
Y el posclásico (c.900-1,540 d. C.).
Durante el periodo clásico se desarrollaron imperios muy complejos. Sus dirigentes eran
generalmente sacerdotes, en lugar de los sacerdotes-guerreros que gobernaron las
civilizaciones posclásicas, y las culturas se difundían o asimilaban más rápidamente.
Aunque suele considerarse un periodo pacífico, los estudios arqueológicos más recientes
han demostrado que la mayoría de las civilizaciones del periodo clásico eran guerreras. Las
conquistas y el comercio extensivo produjeron una riqueza que se utilizó para la
construcción de centros ceremoniales o ciudades, así como para la creación de efectos
personales cada vez más lujosos y objetos funerarios o rituales de gran calidad.
El periodo posclásico se caracteriza por las frecuentes guerras provocadas por presiones
socioeconómicas como el aumento de la población y el desarrollo técnico. Las culturas y
civilizaciones de este periodo son las mejor documentadas, debido a que los cronistas
españoles recogieron sus impresiones personales o recopilaron historias de los
conquistados.
TIPOS DE ARTE
Los aspectos más sobresalientes del desarrollo artístico precolombino se encuentran en la
arquitectura, la escultura, las pinturas murales y las artes decorativas como la cerámica, la
metalistería y los tejidos.
Arquitectura
Pirámide del Sol en Teotihuacán
La Pirámide del Sol de Teotihuacán (México) se erigió entre los años 50 y 200 de la era cristiana. Está construida con adobe
recubierto de piedra volcánica, y alcanza una altura de 61 metros. Una escalera ceremonial conduce a su cima, donde se
alzaba el templo del dios del Sol Huitzilopochtli.
La pirámide precolombina era considerada como algo diferente a su equivalente egipcia, ya
que no estaba construida con fines funerarios sino como residencia de una deidad. Sin
embargo, excavaciones recientes confirman de modo reiterado que solían incorporarse
tumbas a las pirámides. Los pictogramas de los códices, permiten suponer que las
pirámides tenían gran importancia cívica y cultural. El símbolo azteca para representar la
conquista era una pirámide en llamas en la que el calli, o casa del dios (el templo mayor),
había sido derribado por el conquistador. Para hacerlas aún más monumentales e
incrementar así el prestigio del gobernante, muchas de las pirámides mesoamericanas se
reconstruían periódicamente sobre una estructura ya existente si bien esta práctica se
relacionaba con cada cambio de era y se conmemoraba construyendo una pirámide nueva
encima de las anteriores.
Escultura
La mayor parte de las esculturas precolombinas que se conservan son figurillas de barro o
arcilla y efigies con forma de vasija. Las esculturas de piedra se encuentran principalmente
en Mesoamérica y, con menos frecuencia, en las áreas intermedias y centroandinas, que
son regiones en las que la metalurgia se desarrolló antes y se utilizó más ampliamente.
Aunque la técnica de trabajar los metales estaba muy evolucionada, seguían utilizando los
instrumentos de piedra para tallar.
Artes decorativas
Muchos de los objetos procedentes de excavaciones precolombinas están relacionados con
lo funerario y tienen una función más utilitaria o ceremonial que decorativa. Aún sin contar
con las ventajas de técnicas mecánicas básicas, son objetos de una calidad de ejecución y
diseño equiparable a cualquier ejemplo artístico destacado de cualquier parte del mundo
preindustrial.
Cerámica
De todo el mundo precolombino son los objetos de cerámica los que en mayor número han
llegado hasta nuestros días. Se cree que la cerámica surgió en Colombia o Ecuador y que
sustituyó a las canastas y vasijas de calabaza seca utilizadas como recipientes. Se hacían
objetos de cerámica y arcilla tanto a mano como utilizando moldes para luego decorarse con
diseños estampados mediante un bloque de terracota o piedra, relieves o bajorrelieves y
diferentes técnicas de pintura y pulido. Aunque existen algunos ejemplos de cerámica
policromada, la mayor parte estaba pintada con uno o dos colores o se dejaba sin pintar.
Metalistería
Pendiente mochica
La existencia de oro permitió el florecimiento de la orfebrería de la cultura mochica, que habitaba el Perú precolombino. Este
pendiente mochica representa una figura bicéfala con cabezas de pájaro y cuerpo de felino. Está datado entre los años 200 y
700 d.C. y se conserva en el Museo del Oro de Perú.
Desde su supuesto origen en el norte de la zona central andina alrededor del 700 a.C., el
trabajo del metal se extendió hacia el área intermedia y alcanzó Mesoamérica alrededor del
1000 d.C. Debido a la insaciable sed de oro y plata de los europeos durante la conquista y
después de ella, la mayoría de los objetos que no estaban enterrados o escondidos fueron
fundidos por los conquistadores españoles y transportados como lingotes a España. Aunque
las culturas prehispánicas no conocían el hierro ni el acero, habían trabajado mucho el cobre
y habían descubierto la aleación del bronce alrededor del 1,000 d.C. La tumbaga, una
aleación de cobre y oro, se utilizó en Perú, Colombia y Ecuador. Se aplicaron muchas
técnicas para trabajar el metal, que iban desde la cera perdida, hasta la soldadura, el
repujado y el grabado. Los trabajos en metal solían estar grabados, chapados en oro o
decorados con incrustaciones de piedras y conchas de mar.
EL ÁREA MESOAMERICANA
La mayor parte de los emplazamientos mesoamericanos precolombinos se
encuentran en lo que actualmente es México.
1,500 a.C.- 300 d.C.
Periodo preclásico
Las culturas preclásicas más importantes de México fueron la olmeca y las culturas
occidentales de Colima, Jalisco y Nayarit.
Los olmecas
Hacha ceremonial olmeca
Esta cabeza de un hacha ceremonial olmeca, tallada en jade, combina rasgos humanos y felinos, quizá como representación
de una deidad. Data de alguna fecha entre los años 700 y 300 a.C. y se conserva en el Museo Británico de Londres.
Instalados en la región costera central del golfo de México, los olmecas desarrollaron la
primera civilización mesoamericana importante, entre aproximadamente el 1,500 y el 600
a.C. En las cuencas pantanosas y selváticas de los actuales estados mexicanos de
Veracruz y Tabasco había grandes centros ceremoniales como La Venta, Tres Zapotes y
San Lorenzo. Muchos de los elementos más característicos de la civilización
mesoamericana se originaron con los olmecas, como ha quedado demostrado
especialmente en La Venta, que es la capital administrativa y ceremonial más conocida de
esta cultura.
Los olmecas fueron los primeros en utilizar la piedra en arquitectura y escultura, a pesar de
la dificultad de su extracción y transporte desde las montañas de Los Tuxtlas a 97 km al
oeste. Fueron también los primeros creadores de mosaicos en piedra de América.
Los objetos olmecas más impresionantes son las cabezas colosales de piedra, de alrededor
de 2,7 m de altura que, por su realismo, parecen retratos. Se han descubierto relieves de
gran tamaño y detalle que representan deidades o hechos mitológicos, al igual que
estatuillas de basalto y de jade talladas de modo exquisito. Sin embargo, a pesar de su
importancia, la escultura no se combinó con la arquitectura como en civilizaciones
mesoamericanas posteriores. Se erigieron estelas de piedra o lápidas de roca aisladas,
posiblemente para conmemorar hechos significativos, y se grabaron con inscripciones de
símbolos iconográficos, precursores de la escritura mesoamericana posterior.
El arte olmeca, como el de los mayas, se caracteriza por un alto grado de naturalismo.
Predomina lo curvilíneo por encima de lo rectilíneo, lo cual crea formas rítmicas y fluidas que
parecen mantener una armonía con un entorno tropical, en contraste con el arte estilizado y
anguloso que suele encontrarse en los valles relativamente austeros de las montañas del
centro y sur de México.
La esfera de influencia de los olmecas se extendió desde su centro en el golfo de México a
través de la altiplanicie mexicana, el valle de México conocido como Anáhuac, la región de
Oaxaca, y por el oeste hacia el estado de Guerrero. Aunque la cerámica olmeca que se
elaboró en el centro es de menor importancia, en los emplazamientos olmecas de la
altiplanicie, Tlatilco y Tlapacoya, se han encontrado estatuillas huecas de arcilla que son,
probablemente, las primeras de Mesoamérica y se cuentan entre los mejores ejemplos de
escultura en cerámica mesoamericana. La cultura indígena de Tlatilco produjo también una
gran cantidad de estatuillas de mujeres con elaborados peinados y una ornamentación
corporal muy detallada que se conocen genéricamente como „mujeres bonitas‟. Los rasgos
femeninos exagerados de su anatomía parecen indicar que se utilizaban como símbolos de
la fertilidad tanto para la fecundidad humana, como para la de la tierra puesto que se
enterraban en los campos de cultivo.
Estuatillas de Tlatilco: estatuillas de mujeres con elaborados peinados y una ornamentación corporal muy detallada que se
conocen genéricamente como „mujeres bonitas‟.
En los estados mexicanos de Morelos y Guerrero, se aprecia la influencia olmeca en las
figurillas de barro de Xochipala, en la pintura de la cueva de Oxtotitlán, en Guerrero, y en los
bajorrelieves de las paredes de la cueva de Chalcatzingo, en Morelos. Estos dos últimos
lugares estaban consagrados al culto de una divinidad encarnada en el jaguar, cuyo poder y
relación con los jefes gobernantes constituía el tema de la mayor parte del arte olmeca.
Colima, Jalisco y Nayarit
Botella en forma de perro, de Colima
Esta botella en forma de perro sentado (100 a.C.-250 d.C.) procede del estado mexicano de Colima. Está realizada en barro
cocido y entre sus características más relevantes destaca la rotunda sencillez de su forma. La cerámica prehispánica solía
producir este tipo de objetos zoomorfos o antropomorfos.
A finales del periodo preclásico y principios del clásico se desarrollaron importantes culturas
en la zona occidental de México. Aunque antaño se denominaron tarascas por error,
actualmente se les conoce con los nombres de los estados mexicanos donde se encuentran
los emplazamientos: Colima, Jalisco y Nayarit.
No se construyeron emplazamientos arquitectónicos importantes y se realizó muy poca
escultura en piedra, pero de allí provienen algunas de las figurillas de barro y vasijas en
forma de efigie mejor realizadas de Mesoamérica. En Ixtlán del Río, Nayarit, los artesanos
crearon esculturas de género muy detalladas, llegando incluso a la caricatura, en las que se
representaban todos los aspectos de la vida urbana; las figurillas de Colima son también
realistas, pero de un realismo con formas más monumentales y contornos más
redondeados. Las más conocidas son las de los perros techichi o tepescuintli, que se
modelaban en todas las formas y posturas imaginables. Las estatuillas de Jalisco son las
más ingenuas de estilo aunque se caracterizan por su llamativa presencia. El realismo vital
de las esculturas de barro de la zona occidental mexicana las ha convertido en los ejemplos
más conocidos del arte precolombino. Gracias a haber sido enterradas en tumbas con
cámaras huecas, se ha conservado una cantidad de piezas inusualmente elevada.
Figurilla de Colima
Olla ehecatl : Vasija Efigie. Barro: Procedencia desconocida.
Perteneciente al período Postclásico. Cultura Mixteca.
300 - 900 d. C.
Periodo clásico o de florecimiento
Monte Albán, México
Monte Albán, situado sobre una meseta en el valle de Oaxaca, fue la capital de la cultura zapoteca desde el 500 a.C. hasta
fechas cercanas a la conquista española. Muchos de los restos arqueológicos que se han excavado datan del siglo VII, cuando
esta ciudad alcanzó su apogeo.
Teotihuacán, las ciudades mayas, el centro zapoteca en Monte Albán y la cultura clásica de
Veracruz fueron las civilizaciones dominantes en el horizonte clásico.
Teotihuacán (Lugar de los dioses).
Es la primera civilización auténticamente urbana de Mesoamérica. En Teotihuacán se
desarrolló una estética clásica, basada en el orden y el refinamiento. La elegancia austera y
el diseño estilizado caracterizan el arte monumental, que produce el efecto de una serena
sencillez y una noble grandeza. Los edificios, por ejemplo, se diseñaron con el sistema de
talud y tablero formando plataformas escalonadas. Mediante este sistema de construcción
se lograba controlar y unificar totalmente los elementos horizontales y los verticales, así
como las partes salientes y las recesivas, los efectos de luz y sombra, además de la
ornamentación ilustrativa y geométrica.
Se conservan unos pocos ejemplos monumentales de escultura en piedra. De estas
esculturas la más famosa es un monolito arquitectónico dedicado a la diosa del agua, de la
fecundidad y del maíz Chalchiuhtlicue. Por su parte, los ejemplos más característicos del
tallado en piedra en Teotihuacán son las estilizadas máscaras antropomorfas.
Diosa Chalchiuhtlicue teotihuacan, Mex.300-400 d. C.
Se produjeron dos tipos diferentes de cerámica. Una cerámica anaranjada de moldeado fino
y delicado (llamada cáscara de naranja), que se comercializó mucho en toda Mesoamérica,
y los objetos ceremoniales hechos con cerámica recubierta con una capa delgada de estuco
que se trabajaba con la técnica del campeado y se pintaba después de modo parecido a los
murales de los edificios ceremoniales. Inventaron el vaso trípode (una vasija de caras planas
apoyada en tres vástagos planos) que fue uno de los objetos que más produjeron los
ceramistas de Teotihuacán. También crearon figurillas, muchas de ellas retratos de gente de
la época y otras representaciones de los espíritus de los muertos.
Cerámica recubierta con una capa delgada de estuco que se
trabajaba con la técnica del campeado y se pintaba después
de modo parecido a los murales de los edificios ceremoniales
Vaso Trípode
Clásico temprano (250 DC- 600 DC) El conjunto de
símbolos estampados con molde en este vaso se ha
interpretado como un texto en el sistema de escritura de
Teotihuacán. Alto 20.6 cm; diámetro 20.8 cm
Mayas
Estatuilla de cerámica maya
Uno de los productos más importantes de la economía maya fue el maíz. Esta figura (c. 600-800) representa el dios del
preciado cereal, con sus joyas y su tocado característicos. La pieza era originalmente polícroma, y su sencillez formal
caracteriza la cerámica maya.
La civilización maya dominó el sur de Mesoamérica durante la segunda mitad del primer
milenio de nuestra era. Aunque se originó en el periodo preclásico, la cultura maya alcanzó
su apogeo artístico e intelectual durante la última etapa clásica, desde alrededor del año 600
hasta aproximadamente el 900. En la época de la conquista española ya se encontraba en
decadencia.
La mayoría de las zonas arqueológicas Mayas están en México. Entre ellas se puede
mencionar Palenque, Yaxchilán y Bonampak y en la península de Yucatán, Chichén Itzá,
Cobá, Dzibilchaltún, Edzná, Hochab, Kabah, Labná, Sayil, Uxmal y Xpuhil. Otros
emplazamientos importantes son los de Copán, en Honduras, y los de Guatemala: Piedras
Negras, Quiriguá y Tikal, el mayor de todos los centros ceremoniales mayas.
Los mayas utilizaron la escultura más ampliamente en la decoración arquitectónica que
todas las demás civilizaciones precolombinas. La bóveda de saledizo se empleó no sólo
para cubrir espacios interiores sino también para construir arcos apuntados o trilobulados.
Templo de Cobá
El antiguo centro mesoamericano de Cobá se desarrolló especialmente durante el final del periodo clásico maya y el principio
del posclásico, es decir, aproximadamente entre los años 800 y 1000. Sus ruinas, entre las que se hallan las del templo que
aparece en esta fotografía aérea, se encuentran en el estado mexicano de Quintana Roo.
El arte maya es el más refinado y elegante de todos los desarrollados por las civilizaciones
precolombinas. Es digno y majestuoso, exuberante y sensual, y presenta una
ornamentación espléndida.
Estela: La estela es un monolito que, empieza por ser una referencia calendárica y acaba por ser una obra de arte. En sus
inicios la estela no pasaría de ser un "marcador". Su función es fungir como un libro de registro siendo su principal objetivo
anotar una fecha. El numeral, poco a poco, se transformó en glifo poético
Las estelas con relieves figurativos e inscripciones son los ejemplos más característicos de
las esculturas conmemorativas exentas realizadas en piedra por los mayas. Los ejemplos
más elaborados se encuentran en Copán, donde la maleabilidad de la piedra permitió una
exuberancia ornamental barroca. La mayor parte de los emplazamientos importantes cuenta
con una evolucionada tradición en la realización de paramentos de piedra decorados con
relieves. En Palenque se utilizó el estuco para crear relieves de gran complejidad que
decoraban los templos y palacios, como las célebres cabezas de la cripta de la pirámide de
las Inscripciones.
Bajorrelieve maya
Los mayas esculpieron elaborados bajorrelieves, como esta obra del periodo clásico tardío (siglos VII al IX). Los relieves se
disponían en los muros de los edificios o en las características estelas mayas (pilares o losas exentas con inscripciones).
Los mayas dominaron todas las formas artísticas precolombinas conocidas, menos el
trabajo en metal. Aunque no se conservan telas tejidas por los mayas, su calidad y
decoración pueden apreciarse a través de las representaciones en pinturas, figurillas y
esculturas. Tallaban con maestría el jade, la madera, el hueso y las conchas, pero fue en los
trabajos realizados con arcilla donde más destacaron. Sus figurillas de un realismo
extraordinario (especialmente las provenientes de la isla de Jaina, Campeche) y su cerámica
policromada en la que se representan escenas mitológicas o de la vida cotidiana (producida
en champlevé, Guatemala) se cuentan entre las mejores piezas de cerámica pintada
precolombina.
Zapotecas
Urna zapoteca
La influencia de las culturas teotihuacana y maya se percibe en esta urna funeraria zapoteca labrada en piedra caliza. El rostro
central presenta rasgos felinos, que pueden tener alguna relación con el dios jaguar de la civilización olmeca.
La cultura zapoteca (también denominada cultura de Monte Albán) dominó el valle de
Oaxaca. Se originó en el periodo preclásico (comenzó c. 1500 a.C.) y alcanzó su apogeo
entre el año 300 d.C., aproximadamente, y el 700 d.C. En Monte Albán (alrededor del 500
a.C. y el 500 d.C.), es el mayor conjunto urbano zapoteca, se aprecia que esta civilización
mantuvo lazos primero con los olmecas y después con Teotihuacán. Dado que concedían
gran importancia a la adoración de sus antepasados más ilustres, los zapotecas tienen una
gran producción artística relacionada con los ritos funerarios. Las tumbas de Monte Albán y
de toda la zona de Oaxaca poseen elaboradas urnas funerarias con figuras que representan
divinidades asociadas con fuerzas naturales como la lluvia y el viento.
También hay estelas con relieves e inscripciones jeroglíficas diseminadas por la zona.
Estela Cultura zapoteca. Clásico. Río Grande, Oaxaca.
Lápida con el gobernante 11 Lluvia. Cultura zapoteca.
Clásico. Monte Albán, Oaxaca.
Cultura clásica de Veracruz
Figura cerámica del periodo clásico de Veracruz
Esta estatuilla cerámica del periodo clásico de Veracruz (c. 600-800) representa a un hombre jugando al juego ritual de la
pelota (tlachtli). La influencia de otras culturas mesoamericanas se aprecia en los rasgos de la figura, pero su sencillez es única
del periodo clásico veracruzano.
A lo largo del golfo de México se desarrolló una cultura que en el pasado se denominó
erróneamente totonaca, y que actualmente conocemos como cultura clásica de Veracruz.
Recibe su nombre del actual estado mexicano de Veracruz, que corresponde a la zona
donde se concentró la actividad de dicha cultura. En El Tajín, principal centro ceremonial, se
encuentran siete edificaciones para el juego de pelota, que indican la importancia que tenía
para la cultura clásica de Veracruz el juego de pelota mesoamericano, un deporte alegórico
de carácter ritual, el tlachtli. Muchos de los relieves más importantes de esa civilización
decoran las edificaciones destinadas a este juego, y en algunos se representa el sacrificio
ritual de los participantes.
Relieve de el Tajín decoran las edificaciones destinadas a el juego de pelota, y en algunos se representa el sacrificio ritual de
los participantes.
Los objetos más importantes de la cultura clásica de Veracruz son las hachas, yugos y
palmas, todos ellos realizados en piedra. Aunque se asocian con el juego de pelota, la
función precisa de esos instrumentos ha sido objeto de grandes controversias. Sin embargo,
la mayoría de los expertos creen que les eran concedidos a los mejores jugadores, que no
los utilizaban durante el juego sino en celebraciones y procesiones ceremoniales. Las
hachas también podrían haberse utilizado para delimitar las zonas del juego. Destacan
asimismo las figuras de barro que representan a los jugadores ataviados con todos sus
atributos, desde los complicados peinados, las faldas con símbolos distintivos y gruesos
cinturones, hasta el calzado y todos los accesorios como rodilleras, coderas y elementos
necesarios para practicar el deporte sagrado del juego de pelota.
Hacha en forma de perico, ornamento de juego de pelota, el
Tajín, Ver., 600-900 d.C., basalto, 25.4 x 53.34 x 6.35 cm
En la ofrenda mortuoria de El Zapotal, en la zona de la
Mixtequilla, se han localizado extraordinarias figuras de barro
de diferentes tamaños entre las que destacan las llamadas
“caritas sonrientes” y representaciones de Mictlantecuhtli,
Huehuetéotl y las cihuateteo.
Existe también una amplia producción de figurillas de barro de gran calidad, especialmente
en la región de Remojadas, famosa por sus estatuillas de rostro amplio y sonriente
conocidas como „caritas sonrientes‟. Las figurillas huecas, de gran realismo, producidas en
su totalidad o en parte utilizando moldes, se cuentan entre las esculturas de barro a gran
escala más significativas del periodo precolombino. Los rasgos y los detalles ornamentales
de las llamadas „caritas sonrientes‟ se caracterizan por estar resaltados con la aplicación de
chapopote (asfalto) después de la cocción.
Carita sonriente (Museo Nacional de Antropología, México) También llamada cara de niño, es una escultura procedente de la
costa del Golfo. Estas figurillas de arcilla representan una excepción en el arte del México precolombino dominado por la idea
de la muerte
Probablemente por estar ubicada en las rutas comerciales y entre otras culturas mexicanas,
la clásica de Veracruz era una cultura ecléctica. Su arte y arquitectura, especialmente los de
Cerro de Las Mesas, denotan influencias olmeca, de Teotihuacán, zapoteca y maya.
900 - 1,540 d. C.
Periodo posclásico
Durante el periodo posclásico se desarrollaron varias culturas importantes: la tolteca, la
purépecha o tarasca, la huasteca y totonaca, la mixteca y la azteca.
Toltecas y maya-toltecas
Tzompantli o „altar de cráneos‟
Edificio construido con varias hileras de cráneos humanos de los prisioneros de guerra que habían sido sacrificados.
Ensartados en pértigas de madera, se contaban por miles. Este tipo de construcción se hallaba en todas las poblaciones de la
época.
Tula, era la capital de los militaristas toltecas, que establecieron su imperio a principios del
periodo posclásico, en el siglo X d.C. Se trataba de una sociedad austera de guerreros
pragmáticos, que parecían más interesados por la función que por la forma, de modo que
produjeron pocos objetos lujosos. La cerámica más apreciada, por ejemplo, fue la llamada
plomiza o plumbate y la anaranjada fina importada de artesanos no toltecas que vivían en la
costa del Pacífico, cerca de la actual frontera entre México y Guatemala. La cerámica
plomiza, única cerámica vidriada de Mesoamérica, tiene una superficie metálica,
habitualmente gris verdosa resultado de la vitrificación de una barbotina de arcilla durante la
cocción para obtener el brillo.
Cerámica plomiza: Recipientes sin pintar con un aspecto esmaltado. El color superficial se extiende de marrón-negro oscuro a
conducir-coloreado a salmón-anaranjado, y todos se encuentran a veces en un solo recipiente. Algunas áreas pueden ser
iridiscentes. Éste es un recipiente de cerámica extremadamente duro y “suena” cuando le golpean ligeramente. Las formas del
recipiente incluyen una variedad de formas
Zona arqueológica de Tulum, México
Tulum fue una de las ciudades más importantes de la civilización maya, situada en la costa noroeste de la península de
Yucatán. Los arqueólogos no saben cuáles fueron las verdaderas causas de la decadencia de la civilización maya; sin
embargo, las ruinas de ciudades como Tulum revelan aspectos fascinantes de esa cultura.
La arquitectura y la escultura toltecas reflejan la influencia de la cercana Teotihuacán. Sin
embargo, los estetas toltecas pretendían inspirar temor en vez de aspirar a la armonía
espiritual que perseguía la civilización de Teotihuacán. El templo que se encuentra en la
cima de la pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli o de la Estrella Matutina en Tula tiene unas
columnas de 4,6 m de alto, modeladas como imponentes guerreros rígidos, llamados
atlantes, que guardan el recinto sagrado. Alrededor de la base de esta pirámide existen
palacios y recintos ceremoniales, probablemente para la elite militar. Al pie de la cara norte
de la pirámide hay un elemento arquitectónico ideado por los toltecas que puede haber
servido para encerrar un espacio ceremonial secreto que se denomina coatepantli o muralla
de serpientes. El coatepantli consiste en un friso labrado en piedra que muestra una
sucesión de serpientes que persiguen y devoran esqueletos. Otro elemento arquitectónico
tolteca fue el tzompantli, o altar de cráneos, una plataforma baja, cercana a la pirámide
principal, provista de soportes para apilar o ensartar las cabezas cercenadas de los
sacrificados. El recio arte tolteca muestra una faceta de vigor en las formas que anuncian el
predominio del guerrero sobre el sacerdote, una visión que se mantendría a lo largo del
horizonte posclásico mesoamericano.
Atlantes de Tula
Coatepantli o muralla de serpientes
El Caracol, Chichén Itzá
El Caracol de Chichén Itzá (c. 1050, Yucatán, México) se compone de una torre con dos muros concéntricos y una escalera de
caracol que conduce a una pequeña sala en lo alto del edificio. Las ventanas a lo largo de la escalera y en la abertura de la
cúspide se empleaban para la observación astronómica, por lo que el Caracol se conoce también como el Observatorio.
Según narraciones mítico-históricas posteriores, los toltecas invadieron la península de
Yucatán alrededor del 1,000 d.C. y establecieron su capital en la ciudad maya de Chichén
Itzá. Una parte importante de la arquitectura e iconografía de este lugar refleja la fusión de la
cultura maya tardía con la cultura tolteca temprana. Algunos elementos arquitectónicos
encontrados en Tula, como las columnas con forma de serpiente que aluden a Quetzalcóatl
(la serpiente emplumada) y al Chac-mool (una figura reclinada que sostiene vasijas para las
ofrendas en los sacrificios) se repiten en Chichén Itzá. Hay frescos con imágenes del
asentamiento de un grupo tolteca. La calidad del diseño y del arte en Chichén Itzá es
superior a los de Tula, lo cual refleja el mayor grado de evolución de la capacidad artística
de los arquitectos y artesanos mayas además de la influencia que ejercieron sobre ellos las
numerosas culturas con las que tuvieron contacto.
Quetzalcóatl (la serpiente emplumada)
Chac - Mool
Purépechas o tarascos
La cultura purépecha o tarasca floreció en el oeste de México desde comienzos del periodo
posclásico hasta la conquista española. En su capital, Tzintzuntzan, sobre el lago de
Pátzcuaro, se han encontrado las yácatas (templos circulares y escalonados dispuestos en
línea sobre un basamento rectangular). Se cree que los purépechas fueron los primeros que
trabajaron el metal en Mesoamérica. Es probable que aprendieran las técnicas de la
metalurgia gracias al comercio con las civilizaciones de América Central y las andinas a
través del océano Pacífico. Los ornamentos de cobre, oro, bronce y otras aleaciones hechos
por los purépechas eran tan apreciados como sus trabajos con plumas y sus telas.
yácatas templos circulares y escalonados dispuestos en línea sobre un basamento rectangular.
Huastecas y totonacas
Los huastecas eran conocidos por sus esculturas en piedra y por trabajar las conchas con
intrincados dibujos recortados.
Mixtecos
Yagul
A unas decenas de kilómetros al sureste de la ciudad mexicana de Oaxaca de Juárez se encuentran las ruinas de una antigua
ciudad mesoamericana de origen zapoteca, Yagul, posteriormente absorbida por los mixtecos. Uno de sus más notables
edificios es este enorme tlachtli o juego de pelota.
Hacia el siglo X, los mixtecos (habitantes del país de las nubes) se asentaron en ciudades
fortificadas como Yagul y Mitla, que fue un importante centro religioso. Las edificaciones
mixtecas están decoradas con unos mosaicos geométricos de piedra que son
característicos.
Patio de mosaicos Yagul
La de los mixtecos demuestran la habilidad artística de esa cultura. También fueron los más
destacados en el trabajo de metalurgia en Mesoamérica, y la cerámica que se hacía en
Cholula al estilo mixteco-poblano era la más apreciada en México durante los siglos XIV y
XV.
Jarra con mariposa
cerámica pintada
En las tumbas de Monte Albán han aparecido ofrendas extraordinarias compuestas por
vasijas de tecali (mármol), copas de cristal de roca, collares, perlas, objetos de ópalo, ágata,
jade, ámbar, turquesa y elaborada joyería de filigrana de plata y oro. Los mixtecos
sobresalieron también en la decoración de máscaras, cuchillos ceremoniales y otros objetos
con incrustaciones de coral, conchas, turquesa, obsidiana y otras piedras. Se especializaron
en el labrado de la madera, destinado principalmente a las complejas decoraciones de los
átlatl (instrumento utilizado para lanzar flechas) y en el tallado de los teponaztli
(instrumentos horizontales de percusión de forma cilíndrica y ahuecados), de uso
ceremonial.
Aztecas
Las ruinas del Templo Mayor
En el Templo Mayor de México-Tenochtitlan los arqueólogos han descubierto algunas de las piezas arqueológicas
prehispánicas más espectaculares del siglo XX. En 1913 el antropólogo mexicano Manuel Gamio localizó el lugar exacto en el
que se hallaban los restos de este templo mexica. Sin embargo, no fue sino hasta 1978, con el descubrimiento de la efigie de la
diosa Coyolxauhqui por unos obreros de la compañía eléctrica, cuando se iniciaron nuevas excavaciones que finalizaron en
1982 con la pública inauguración de este destacadísimo recinto.
La última civilización mesoamericana importante fue la de los aztecas, también llamados
mexicas (de donde proviene el nombre de México). Entre 1428 y 1521 los aztecas
produjeron y reunieron, a través de los tributos imperiales, objetos que hoy constituyen
algunos de los mejores ejemplos del arte precolombino que ha llegado hasta nuestros días.
Bajorrelieve azteca
Los artesanos aztecas fueron bastante diestros en el arte de la cantería. Esta obra del 1500, esculpida en piedra, representa al
dios azteca Quetzalcóatl, la serpiente emplumada que, de acuerdo con la mitología azteca, creó todas las formas vivientes.
En la época de la conquista española, el corazón del Imperio azteca era Tenochtitlan,
ubicada donde está hoy la ciudad de México, era probablemente la población más grande y
una de las más hermosas del mundo. Construida en el lago de Texcoco sobre islas
naturales y artificiales llamadas chinampas, la Gran Tenochtitlan .Las calles eran
básicamente canales y el medio principal de transporte eran las canoas. Hoy día, la plaza
central (el zócalo) de la capital mexicana se extiende encima del principal centro ceremonial
azteca. Excavaciones recientes, llevadas a cabo por arqueólogos mexicanos en el templo
Mayor de los aztecas, han sacado a la luz algunos de los hallazgos arqueológicos más
espectaculares de este siglo en México.
Máscara azteca
Los artistas prehispánicos emplearon a menudo la técnica musivaria. Esta máscara azteca de madera está recubierta por un
mosaico de turquesas, con ojos y dientes de madreperla. Las teselas están adheridas al soporte con una resina natural.
Los aztecas produjeron esculturas exentas en piedra con carácter monumental. En ellas
utilizaron tanto expresiones abstractas como realistas para revelar el carácter interno y
externo de la divinidad, persona o animal retratados. La mayor parte de la escultura en
piedra se utilizó para la decoración arquitectónica y las representaciones de dioses.
También se empleó en los altares para sacrificios humanos, en los cuauhxicalli (recipientes
para la sangre y el corazón), calendarios de piedra y otros objetos ceremoniales
importantes. Ejemplos ilustrativos de la monumentalidad de la escultura mexicana son la
extraordinaria figura de la diosa Coatlicue, símbolo de la dualidad que caracterizaba las
religiones mesoamericanas; el enorme disco labrado de la Coyolxauhqui desmembrada y el
universalmente conocido calendario azteca o Piedra del Sol.
Cuauhxicalli jaguar recipientes para la sangre y el corazón
Calendario azteca
ÁREA CENTRAL ANDINA
El florecimiento de las culturas, en Mesoamérica, va acompañado por el desarrollo de las
técnicas de cerámica que preceden a la evolución de las ciudades, no obstante, en el área
central andina la arquitectura monumental es anterior a las primeras cerámicas hechas en la
región.
2,500 a. C.
Periodo pre cerámico
Se construyeron túmulos ceremoniales de carácter monumental en Huaca Prieta, en el Valle
de Chicama, que está al norte de la costa peruana. En el mismo sitio también fueron
halladas calabazas labradas con estilizados motivos geométricos. Otro emplazamiento del
periodo pre cerámico es Las Haldas, donde tal vez fueran levantadas las primeras pirámides
y basamentos de templos de toda América. Estos fueron construidos con tierra y datan de
alrededor del 1,800 a.C. En Kotosh, otro centro importante del periodo pre cerámico,
ubicado en la altiplanicie del norte del Perú, se levantaron templos con terrazas en piedra
revestida de arcilla y decorados con relieves de manos cruzadas.
calabazas labradas de Chicama con estilizados motivos
geométricos
Relieve de manos cruzadas, realizado en arcilla.
1,200 a.C.- 200 d.C.
Periodo preclásico
En el Perú se desarrollaron dos culturas importantes durante el periodo preclásico, la de
Chavín y la de Paracas.
Chavín
Lanzón de Chavín de Huantar
El antiguo centro ceremonial precolombino de Chavín de Huantar se encuentra al norte de los Andes peruanos. Distintas
habitaciones y pasadizos subterráneos de estructura laberíntica forman un complejo templo, en cuyo interior se encuentra
clavado al suelo la escultura de más de dos metros de altura que reproduce esta fotografía, llamada El Lanzón o 'felino
sonriente'.
Entre el 1,200 y el 200 a.C., floreció en el norte del altiplano peruano, el centro ceremonial
de Chavín, una civilización paralela en muchos sentidos a su contemporánea
mesoamericana de los olmecas. Ambas fueron importantes culturas dentro de sus áreas
arqueológicas, y usaron imágenes felinas en sus iconografías religiosas. La influencia
artística de Chavín se extendió por difusión religiosa y cultural. Pueden encontrarse
muestras de la influencia artística e iconográfica de la cultura Chavín en emplazamientos
que van desde Ecuador hasta el sur de la costa peruana.
Chavín de Huantar está compuesto por una serie de plataformas y templos con arcos
saledizos en algunos corredores. Los ejemplos más sobresalientes de escultura en piedra
dentro del área central andina se encuentran en Chavín de Huantar o en emplazamientos
relacionados con la cultura chavín como Cerro Blanco y Cerro Sechín. Sin embargo, a
diferencia de la cultura olmeca y otras culturas mesoamericanas, la chavín y otras
civilizaciones peruanas posteriores produjeron muy pocas esculturas exentas en piedra o
figurillas de barro. El relieve plano chavín alcanzó su apogeo en el estilizado diseño
rectilíneo de la estela conocida como Raimondi, que debe su nombre al naturalista y
profesor italiano Antonio Raimondi, estudioso de Perú desde que llegó en 1849.
La vasija de asa de estribo, o caño estribo (un recipiente cerrado que tiene un asa hueca en
forma de U coronada por un pico tubular), se originó en el norte del Perú y se convirtió en la
vasija más característica de la cerámica chavín. Al igual que la olmeca, la buena cerámica
chavín se hacía en enclaves alejados de los principales centros ceremoniales. En
Cupisnique, Chongoyape y Tembladera, situados en los valles costeros del norte del Perú,
se hacían vasijas de gran calidad en forma de efigie, con diseños abstractos y realistas.
Vasijas con asa estribo cultura Chavín
Con el desarrollo de la metalurgia, la civilización chavín destacó en la elaboración de
adornos corporales en oro repujado. Las piezas más características son las placas
decorativas para adornar la ropa y las altas coronas cilíndricas con relieves de tema
mitológico que usaba la nobleza chavín.
Adornos corporales en oro repujado cultura Chavín
Paracas
Entre el año 900 y el 400 a.C. floreció la civilización de Paracas en la costa sur del Perú, el
estilo general de los objetos producidos se inclina más por los motivos sencillos y angulares
que se aprecian en los tejidos de Paracas, que por el detallado realismo y las formas
redondeadas de las esculturas de arcilla y de metal características del arte de la zona norte
peruana. Por lo tanto, la decoración de la cerámica de Paracas es muy estilizada, con
diseños realizados mediante incisiones, y policromada con colores brillantes. Las vasijas
suelen ser de doble pico y base redondeada, en lugar de tener asa de estribo y fondo plano
como las de la costa norte.
Vasija
Cerámica
Periodo clásico
El periodo clásico estaba dominado por las culturas moche y Nazca, y posteriormente las
culturas de Tiahuanaco y las relacionadas con Huari.
Moches
Vaso-retrato mochica
Los vasos-retrato fueron característicos de la cultura mochica, especialmente entre los siglos V y VI. Estas obras, que solían
representar a guerreros o sacerdotes, se decoraban con vidrio esmaltado de dos colores.
La sociedad militarista moche o mochica floreció entre los años 200 a.C. y 700 d.C. en la
costa norte de Perú. Toma el nombre del principal centro ceremonial y administrativo de esta
cultura, aunque también se la ha denominado mochica en referencia a su lengua.
A pesar de que la cultura moche era una sociedad militar, poseía un gusto artístico muy
refinado. En sus tumbas se han hallado objetos de cerámica y orfebrería que superan en
delicadeza y perfección a los de otras regiones del área central andina.
Vasija mochica
En esta vasija mochica del siglo V o VI tres deidades enseñan sus colmillos en lo alto de unas mazorcas de maíz. Esta pieza
tuvo seguramente una función ceremonial, como la mayoría de la cerámica de esta cultura centroandina.
La cerámica moche es una de las más populares de Perú por su realismo y carácter
escultórico que la sitúa entre las más refinadas del periodo precolombino. Los llamados
jarros retrato, son recipientes en los que el ceramista ha modelado los rasgos faciales y
psicológicos de una persona. En otras piezas se representan escenas de la vida religiosa y
militar, pintadas en finos tonos siena y rojos sobre fondo amarillo. La cerámica erótica
moche es una de las más abundantes del periodo precolombino. Se cree que tenía una
finalidad ceremonial, y mediante ella se establecía un verdadero código moral.
Un gran jefe , acompañado de un
pequeño ocelote, signo de poder y
fuerza
cerámica moche popular por su realismo y
carácter escultórico
cerámica erótica moche
Los trabajos en metal de los moches eran más elaborados y de una técnica más avanzada
que los de civilizaciones precolombinas anteriores. Los adornos corporales realizados con
oro, plata, cobre y aleaciones solían tener incrustaciones de turquesas y lapislázuli. Los
motivos eran geométricos y mitológicos, especialmente de la deidad felina.
Pendiente de oro con incrustaciones de turquesa
cabeza hecha en oro
Nazca
La cultura Nazca, del sur de la costa peruana, era casi coetánea de la de los moches. Como
sus predecesores, los paracas, los Nazca destacaron en los tejidos y la cerámica de diseños
estilizados y colores brillantes, totalmente diferente a la del norte del Perú, de diseño realista
y colores sobrios. La cerámica Nazca es de exuberante policromía y con diseños y
decoración audaces. Ya no utiliza incisiones profundas como la de Paracas y el color se
aplica antes de la cocción y no después de ella. Aunque tanto los moches como los Nazca
hicieron vasijas en las que combinaban elementos modelados y dibujados, los primeros
preferían la cerámica escultural y los segundos la pintada.
Vasija en forma de llama. Cultura Nazca
Vasija con figura de danzantes. La cerámica Nazca tuvo un
gran desarrollo, ya que fue utilizada como transmisor de
ideas y mensajes
Tiahuanaco
Puerta del Sol en Tiahuanaco
La parte central del dintel de la Puerta del Sol en Tiahuanaco (Bolivia) está decorada con bajorrelieves geométricos. El dios
que representa luce un tocado con cabezas de pumas. Esta puerta ceremonial se construyó en el siglo IX.
Tiahuanaco es un emplazamiento boliviano próximo al lago Titicaca, en el sur del altiplano
central andino, que data de fecha tan temprana entre el año 200 a.C y el 600 d.C., este
complejo urbanístico se convirtió en el centro de otra importante civilización del periodo
preclásico.
Fue una de las pocas culturas del área central andina que utilizó la piedra de forma masiva en arquitectura, escultura y objetos
ceremoniales.
El arte y la arquitectura de Tiahuanaco concedían mayor importancia al hecho de que las
obras fueran austeras y perdurables. Los motivos decorativos y las imágenes religiosas son
de gran rigidez. Tanto las edificaciones como las esculturas se caracterizan por su aspecto
monolítico y monumental. La Puerta del Sol de Tiahuanaco, hecha de un solo bloque de
piedra y decorada con relieves de espléndida ejecución, tiene 3 metros de altura y 4 de
ancho, y debe su monumentalidad a la grandiosidad del diseño. Diseminadas por toda la
zona de Tiahuanaco hay estatuas monolíticas antropomórficas que alcanzan alturas de más
de 6 metros y están decoradas con bajorrelieves.
Cerámica con detalles simétricos
realista y con combinación de los
colores negro, rojo, ocre blanco y gris
Cabezas Tiahuanaco
Escultura monumental Monolito que
representa a un jefe divinizado con
sus atributos
Huari
La civilización huari (o wari), aunque tenía la misma religión e iconografía que la civilización
de Tiahuanaco, presentaba características socioeconómicas distintas. Aproximadamente
entre el año 750 y el 1,000 el imperio huari puso fin al regionalismo cultural en Perú,
preparando así la unificación cultural del periodo inca.
Al igual que la moche, la huari era una sociedad guerrera que apreciaba el arte y el diseño.
Las culturas huari costeras (conocidas antaño como tiahuanacos de la costa) produjeron
tejidos de la más alta calidad. Muchos de los diseños, especialmente el de los ponchos, eran
abstracciones de los motivos pintados en la cerámica de Tiahuanaco. Aunque menos
refinada que ésta, la cerámica huari se caracteriza por su solidez, lo audaz de sus diseños y
la riqueza de la policromía.
La cerámica huari se caracteriza por su solidez, lo audaz de sus diseños y la riqueza de la policromía
Periodo posclásico
Durante el periodo posclásico la civilización más preeminente de la Sudamérica
precolombina era la inca, sólo comparable a la chimú.
Chimú
Pared e ídolo de Chan Chan, ciudad Chimú.
Desde el año 1000, hasta el 1470, el norte de Perú estuvo dominado por los chimú. La
capital imperial, Chan Chan, estaba compuesta por grupos de edificaciones con paredes de
adobe; es el emplazamiento urbano más grande de la zona andina Las edificaciones están
decoradas con mosaicos hechos con ladrillos de adobe o con bajorrelieves moldeados en un
enlucido de arcilla, que representan animales, pájaros y figuras mitológicas.
La cerámica chimú se producía principalmente usando moldes. Su característico color negro
se obtenía sofocando prácticamente la llama al reducir la cantidad de oxígeno del horno
durante la cocción. Se decoraba con relieves hechos en moldes y, después de cocida, la
superficie de la vasija se pulía para darle un reflejo plateado.
En la cerámica como el resto de las tradiciones de la zona, la
combinación entre el rito, el uso y el arte
Cerámica chimú que representa un pelícano
Los orfebres chimús producían objetos mediante técnicas muy variadas como el martillado,
de origen colombiano, la soldadura o la cera perdida. Comparada con la cerámica, la
metalistería chimú resulta más original en lo que se refiere al diseño y ejecución artística.
Típicas de este trabajo son las máscaras, los antebrazos, los collares, los aretes e los
incluso vestidos con incrustaciones de oro.
Incas
Machu Picchu, Perú
Los incas fueron maestros en el aparejo de grandes bloques de piedra a hueso. La fortaleza fronteriza de Machu Picchu es uno
de los ejemplos mejor conservados de su arquitectura.
Desde su capital, Cuzco o Cosco, en quechua „ombligo del mundo‟, los incas dirigieron un
imperio que se extendía desde Ecuador hasta Chile. Ellos se autodenominaban
tahuantinsuyo, y el nombre de incas significaba en quechua „señor‟ o „alteza‟. No sólo los
objetos sino también toda la estructura de la civilización inca sufrió una suerte similar a la de
los aztecas de México. El fervor religioso y la codicia por los metales preciosos son
responsables de la destrucción de gran parte de los objetos incas de oro y plata, que
fundidos y convertidos en lingotes, fueron embarcados rumbo a Europa.
Era un pueblo guerrero del altiplano, cuyo arte y arquitectura se caracteriza por la
simplicidad de formas, la escasa decoración y la funcionalidad.
Los incas no produjeron estatuas exentas de gran tamaño ni esculturas ornamentales. Las
figurillas de metal y las pequeñas vasijas de piedra ceremoniales con representaciones de
llamas y alpacas constituyen los ejemplos más destacados de su escultura.
La cerámica, al igual que la chimú, se producía mediante moldes, aunque no era de tanta
calidad. La pieza más característica fue el aribalo, recipiente policromado para transportar
líquidos. Tanto en los textiles como en la metalurgia los incas continuaron la tradición
centroandina de alta calidad en el diseño y la ejecución.
Aríbalo: Gran vasija de la cultura Inca con cuello largo, base en punta y dos pequeñas asas para pasar por ellas una soga y
utilizarla como mochila. Es probable que haya servido para el transporte de agua y chicha por parte de los funcionarios incas.
ÁREA INTERMEDIA
En el sur de Centroamérica, en Colombia y Ecuador, también se desarrollaron estilos
artísticos y arquitectónicos notables.
Sur de Centroamérica
En Costa Rica y Nicaragua se encuentran esculturas de piedra monumentales y de
magnífica realización. Además de las estatuas de dioses que reflejan la influencia
mesoamericana, las culturas de Centroamérica realizaron metates ceremoniales de piedra
(superficies para moler el maíz y otros granos) con diseños muy elaborados y hachas
ceremoniales de jade muy trabajado.
Artefacto de piedra, 800-1500 d.C. (período tardío). Mesa o
taburete circundado por pequeñas cabezas de jaguar.
Hachas-deidades de piedra pulida, 300-500 d.C., halladas en
el noroeste de Costa Rica. Museo Nacional de Costa Rica
La metalistería, de amplia difusión, refleja la influencia del norte de Sudamérica. Entre los
ejemplos más destacados se cuentan los objetos de adorno corporal de la cultura panameña
de Veraguas y la de Chiriquí, de Panamá y sur de Costa Rica.
La metalistería, de amplia difusión, refleja la influencia del norte de Sudamérica.
Audaz en colorido y diseño, la cerámica coclé de Panamá muestra un parecido
sorprendente con los modernos molas, o apliques invertidos, que los cuna de la cordillera de
San Blas cosen en sus telas, por sus dibujos de ritmo dinámico. La cultura chorotega
produjo los mejores jarros retrato policromados de toda Centroamérica en la península
costarricense de Nicoya.
Cerámica, Papagayo Polícromo, variedad serpiente, 8001350 d.C., hallada en el noroeste de Costa Rica
cerámica coclé
Colombia
Yacimiento arqueológico de Tierradentro
Situado en el departamento de Cauca, se le dió el nombre de Tierradentro en el siglo XVI, al encontrar serios obstáculos en su
penetración conquistadora por parte de los indígenas paeces. Lo más destacado de las creencias religiosas de estos es el
culto a la muerte y su preocupación por el más allá. De ahí que en sus construcciones y decoraciones se destaquen los
grandes recintos funerarios policromados.
En Colombia el yacimiento arqueológico más antiguo y más extenso de la zona se halla
ubicado en San Agustín, lugar en el que abundan esculturas exentas en piedra,
relacionadas muchas de ellas con el culto a divinidades felinas. También hay templos y
tumbas subterráneas. En Tierradentro, se han hallado tumbas ricamente decoradas,
excavadas en la roca.
Cultura de San Agustín en Huila
En Colombia eEl yacimiento arqueológico más antiguo y más extenso de la zona se halla en San Agustín, cerca de las fuentes
del río Magdalena, en el departamento de Huila. Se caracteriza por una arquitectura interesante pero poco desarrollada, una
cerámica de variada tipología y especialmente por una gran riqueza de esculturas exentas de piedra, relacionadas muchas de
ellas con el culto a divinidades felinas.
La cerámica colombiana rara vez alcanzó el nivel estético de la orfebrería, excepto en
culturas como la quimbaya, cuyas robustas figurillas y vasijas de barro eran de tan alta
calidad como los objetos que hacían en oro.
Cerámica Quimbaya
Recipiente para guardar cal con forma
humana.
Recipiente para guardar Cal.
Objetos de oro quimbaya
Casco Quimbaya en oro y tumbaga, usados por los lideres
Ecuador
Cerámica de Chorrera
La cultura neolítica precolombina de Chorrera tuvo lugar en la costa ecuatoriana en un periodo cronológico mal datado todavía
pero que sin duda se desarrolló, al menos, desde el 800 hasta el 300 a.C. La cerámica antropomorfa que se reproduce aquí es
una buena muestra de su más característica actividad artística.
En Ecuador se encuentra una cerámica de mejor calidad que en Colombia. En Chorrera,
Guangala, Bahía, Jama Coaque, La Tolita, Mantano y Carchi se elaboraron figurillas y jarros
retrato.
Bahía
Chorrera
Jama Coaque
Guangala
Tolita
Apenas se hallan restos de esculturas de piedra. Los mejores ejemplos se encuentran en los
bajorrelieves de Manta, en Cerro Jaboncillo.
Restos de esculturas de piedra bajorrelieves de Manta
ÁREA PERIFÉRICA
En la cuenca amazónica se han encontrado objetos de cerámica en diversos yacimientos
arqueológicos, y en la zona del Caribe los arawak y los taínos desarrollaron una cultura y un
arte propios.
Cuenca amazónica
La mayor parte del arte amazónico se realizaba con materiales perecederos como la
madera, las plumas y las fibras vegetales. La cerámica precolombina más importante de
esta región se ha encontrado en Brasil, en el delta del río Amazonas. En Santarém se han
descubierto vasijas que datan de 1250 al 1500 d.C. con elaboradas formas figurativas.
Cerámica precolombina de Brasil, Urna
Cerámica precolombina de Brasil
De los túmulos fechados entre el año 1000 y el 1250 de la isla de Marajó se han extraído
objetos de cerámica pintada, decorados con incisiones y complicados dibujos, así como
enormes urnas funerarias. En la isla de Maracá se han encontrado jarros retrato de hombres
sentados.
Escudilla ceremonial con figuras zoomorfas estilizadas, Isla
de Marajó, Brasil
Plato Marajó 400- 1,300 d. C.
Zona del Caribe
Estatuilla arahuaca
Esta estatuilla de una figura humana con cabeza de pájaro, procede de la civilización precolombina del pueblo arawak,
extendido por el área del mar Caribe. La madera tallada y pulida de esta pieza no tiene precedentes en otras culturas
precolombinas.
La mayor parte de los objetos precolombinos de la zona caribeña proceden de las islas
antillanas de Puerto Rico, Jamaica, Haití y República Dominicana. Estas islas estaban
habitadas principalmente por los arawak, procedentes de la desembocadura del río Orinoco
en Venezuela. Por esa razón su arte está íntimamente relacionado con el del norte de
Sudamérica. Los arawak se establecieron en Puerto Rico alrededor del 200 d.C. y su cultura
perduró hasta la conquista española. Los objetos característicos de este pueblo están
hechos de hueso, madera y piedra. Incluyen espátulas para provocar el vómito como
purificación por motivos religiosos, dijos o bancos ceremoniales de madera tallada para los
sacerdotes o jefes, y los cemíes o trigonolitos, piedras triangulares labradas con figuras de
animales o seres humanos que representan a los dioses más importantes y espíritus de la
naturaleza. Dentro de la cerámica aparecen vasijas decoradas con incisiones que forman
dibujos geométricos y jarros antropomorfos.
Cerámica arawak
Escultura egea y griega
Apolo Strangford
El Apolo Strangford, estatua de mármol de Limnos, Grecia, fechado hacia el 500 a.C., representa uno de los modelos de
estatua masculina de pie desnuda o kouros, que se pueden encontrar en la escultura del periodo arcaico. Apolo, dios de la luz,
de la pureza y del Sol fue muy representado en el arte antiguo griego.
Dentro del arte egeo se incluye la escultura minoica, con sus estatuillas de diosas en
terracota y marfil, y las obras micénicas, entre las que se cuentan tallas pequeñas de
divinidades esculpidas en marfil.
Los griegos, maestros de la escultura tanto en piedra como en bronce, crearon algunas de
las piezas escultóricas más importantes de todos los tiempos. Entre los siglos VII y I a.C.
alcanzaron la perfección en la representación de la figura humana a escala monumental.
Venus de Milo
La Venus de Milo (c. 150-100 a.C.), descubierta en Melos en 1,820, está considerada como la escultura clásica realizada en
mármol más conocida del mundo antiguo. Mide 2.05 m de altura y representa a Afrodita (Venus en la mitología romana), la
diosa griega del amor y la belleza.
En el periodo más antiguo, el arcaico, las figuras eran rígidas y los cuerpos presentaban una
esquematización geométrica, como en el arte egipcio. Sin embargo, en la época clásica,
entre los siglos V y IV a.C., su arte se tornó más naturalista, buscando la perfección en la
representación del cuerpo humano. Las figuras estaban bien proporcionadas y expresaban
movimiento, aunque los rostros continuaban siendo estáticos.
Auriga
Esta estatua en bronce de un auriga (c. 470 a.C.) formó en un principio parte de un grupo escultórico que incluía un carro y
caballos. La figura representa a un auriga real. Su estilo es más naturalista que la escultura del periodo arcaico griego. Sus
ojos están realizados con pasta vítrea y las pestañas con pequeñas piezas de bronce.
Los temas preferidos durante este periodo fueron los dioses y los atletas. Los escultores
más famosos eran Fidias, Policleto, Praxíteles y Lisipo. Entre los grupos escultóricos
realizados como decoración arquitectónica los más apreciados son los del Partenón de la
Acrópolis de Atenas, como Las tres diosas (Museo Británico), cuyo ropaje arremolinado de
manera rítmica, técnica denominada „de paños húmedos‟, se ciñe a sus cuerpos reclinados.
Pórtico de las Cariátides, Erecteion
El Erecteion es un templo jónico construido hacia el 421-405 a.C. en la Acrópolis de Atenas. El pequeño pórtico del lado sur del
templo, conocido como pórtico de las Cariátides, muestra a seis figuras femeninas soportando un entablamento jónico. El
templo, se denominó de esta manera a partir de Erecteo, un héroe mítico ateniense, y supuestamente marca el lugar donde los
dioses griegos Atenea y Poseidón se disputaron el dominio de Atenas.
Durante el periodo helenístico (siglos IV a I a.C.) aumenta la expresividad en las obras,
como puede apreciarse en los gestos faciales y en la contorsión de las poses. La Victoria de
Samotracia o Victoria alada (c. 190 a.C., Louvre, París) es una obra maestra de gran
dramatismo de este periodo.
La Victoria de Samotracia
La Victoria de Samotracia o Victoria alada (c.190 a.C., Louvre, París), es una de las obras maestras de la escultura griega del
periodo helenístico. Realizada en mármol, mide aproximadamente 2,4 m de altura. Formaba parte de un conjunto escultórico
mayor que representaba una enorme nave con la diosa Niké situada en la proa. El monumento también incluía una fuente
escalonada en dos pisos.
Escultura etrusca y romana
Los etruscos, que habitaron la zona entre Florencia y Roma en Italia desde el siglo VIII hasta
el III a.C., realizaron esculturas de sus dioses en terracota a tamaño natural, así como
figuras humanas reclinadas sobre las tapas de los sarcófagos de terracota. También
realizaron soberbios vaciados en bronce, como la Loba capitolina (c. 500 a.C., Museo del
Capitolio, Roma), que se convirtió en el símbolo de Roma.
Sarcófago Cerveteri" en La Tumba de los Esposos (Museo del Louvre), en el que domina el relieve y el arte plástico.
Muestra las figuras sonrientes, con la llamada "Sonrisa Etrusca", ojos almendrados, todo ello de gran influencia del arte griego
arcaico. Representa a un matrimonio, los pies son prácticamente de relieve, pero de cintura para arriba es prácticamente de
bulto redondo. Con su 1,14 m. de alto por 1,9 m. de ancho, el Sarcófago de los Esposos data de finales del siglo VI a. C. Fue
realizado de terracota pintada por partes y luego ensambladas, mostrando a la pareja de esposos reclinados sobre el
denominado kliné, una suerte de cama muy sencillas que se utilizaba para comer, de las que derivan los triclinios como lechos
más amplios. Asimismo, merece la pena aclarar que en realidad no se trata de un sarcófago, sino de una urna cineraria.
La escultura de la Loba Capitolina, es una obra realizada en el 470 a.C. y pertenece al periodo Etrusco. No se puede saber
con exactitud el autor de la obra, pero se le atribuye a Vulca de Veii (la escultura Etrusca es prácticamente anónima, sólo se
conoce el nombre de Vulca, un escultor muy importante que trabajó sobretodo en Veyes). La obra presenta rasgos de
arcaísmo. El material empleado es el bronce y su complexión es aproximadamente de unos 114x75 cm.
Los romanos fueron ávidos coleccionistas e imitadores de la escultura griega. Los
historiadores modernos conocen los originales griegos perdidos gracias a las copias
realizadas por ellos. La contribución característica de los romanos al arte de la escultura fue
el retrato realista, en el que registraron hasta los detalles faciales menos atractivos.
El sentido de la importancia de los hechos históricos que poseían los romanos queda
reflejado en las esculturas exentas y en los relieves. Entre los monumentos conmemorativos
de Roma se pueden citar el arco de Tito (81 d.C.), la columna de Trajano (c. 106-113) y la
estatua ecuestre de Marco Aurelio (c. 175). Ésta última se convirtió en prototipo de la
mayoría de las esculturas ecuestres posteriores.
Relieve del arco de Tito en Roma (81 d.C.) donde se representa la procesión triunfal de soldados romanos, llevando la
menorah como botín de guerra.
Escultura paleocristiana
Los ejemplos que se conservan de la escultura paleocristiana datan del siglo IV; y, por su
estilo, estas obras ya no se corresponden con el ideal clásico de belleza.
En el sarcófago de mármol de Junio Basso (c. 359, Grutas Vaticanas, Roma) se representan
diez escenas bíblicas; los personajes tienen proporciones extrañas y llevan ropajes que
caen en pliegues con una excesiva monotonía. Este estilo, llamado a veces „antiguo tardío‟,
es tal vez el resultado de las influencias de las invasiones germánicas y del trabajo de
artistas menos cualificados.
Con el paso de los siglos, la prohibición bíblica de esculpir imágenes hizo que disminuyera
la importancia de la escultura. En vez de una estatuaria a tamaño natural se hicieron
esculturas a escala reducida: retablos de marfil transportables, dípticos (dos paneles de
marfil tallados unidos por bisagras) o pequeñas urnas esmaltadas al gusto bizantino.
Ejemplo de éstas últimas es el relicario de Limburg (Limburg an der Lahn, Alemania),
relicario de plata con joyas y esmaltes del siglo X. La escultura se utilizó como
ornamentación de superficies hasta bien entrada la edad media.
Escultura escandinava y carolingia
En el norte de Europa los artesanos escandinavos fueron maestros en la metalurgia y en el
tallado de la madera al principio de la edad media, sobre todo entre los siglos IX y XII.
Decoraban los tajamares y los codastes de los barcos vikingos, los trineos y otros objetos de
uso diario, con figuras de animales que fueron transformando en diseños lineales
semiabstractos. Las iglesias noruegas (siglos XI y XII) están profusamente decoradas con
esos mismos diseños en madera tallada. Ese estilo, que combina formas naturales con
formas abstractas, tuvo también mucha importancia en el arte celta-germánico como puede
verse en un relieve del siglo VIII que representa una escena de la crucifixión muy primitiva
Los antiguos escandinavos - “Los vikingos”, adornaban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón.
Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus que vigilaban las costas a las que llegaban.
Del periodo carolingio nos han llegado muy pocas esculturas, a pesar del gran interés que
Carlomagno (Carlos I) tuvo por las artes y el resurgimiento del clasicismo. Una estatuilla de
bronce del siglo IX le representa a caballo con su corona, su espada y un globo imperial que
demuestra que el artista conocía la escultura romana. El libro de los Evangelios de Lindau,
con tapas de oro y joyas en las que se representa la crucifixión (c. 870, Biblioteca Pierpont
Morgan, Nueva York), demuestra más influencia clásica que céltico-germánica.
Capitel de mármol con lucha de
animales
Adan y Eva, S IX marfil Los artistas carolingios
medievales se encontraron con la dicotomía de necesitar
plasmar el cuerpo desnudo de los padres de la
humanidad, pero eliminando cualquier concesión erótica
que apartara la atención del mensaje evangélico que
precisaban dar.
Estatuilla ecuestre de
Carlomagno, Arte
carolingio, siglo IX
Bronce, huellas de
dorado alto 23,5 cm
Escultura otónica
El crucifijo de san Gereón
Mientras que del periodo carolingio no conservamos casi piezas exentas, del periodo otónico
nos han llegado algunas esculturas extraordinarias, fechadas entre mediados del siglo X y
comienzos del siglo XI en Alemania. El crucifijo de san Gereón (catedral de Colonia),
esculpida en madera y a tamaño natural, representa con gran expresividad el sufrimiento de
Cristo. El arzobispo Bernward de Hildesheim encargó un par de puertas de bronce (c. 1,015,
catedral de Hildesheim, Alemania) con 16 paneles ricamente esculpidos que representan la
caída y redención del ser humano, realizados en un altorrelieve expresionista. Es probable
que el viaje que realizó a Roma le procurase la inspiración para estas puertas ya que
también encargó una gran columna de bronce (principios del siglo XI, catedral de
Hildesheim) con varias franjas de escenas talladas, siguiendo un esquema similar al de la
columna de Trajano de Roma.
Uno de los muchos notables tesoros medievales que guarda la
Catedral de Hildesheim, es la Puerta de Bernward
(Bernwardstüren), el primer conjunto de puertas de bronce
desde la época romana que se adornará con escultura
la "Columna de Cristo" (Christussäule) data de 1015 DC
y perteneció originalmente a la Iglesia de San Miguel,
permaneciendo en su emplazamiento original hasta finales
del siglo XVIII columna de bronce (principios del siglo XI,
catedral de Hildesheim)
Escultura románica
Pórtico de la Gloria
El pórtico de la Gloria, obra maestra de la escultura románica, es el nombre de una de las puertas de la catedral de Santiago
de Compostela (España). Fue realizado en mármol y granito por el maestro Mateo entre 1168 y 1188.
Durante los siglos XI y XII el románico recuperó la escultura monumental en piedra, arte que
en la práctica había desaparecido desde la antigüedad.
Las iglesias del sur de Francia tienen en el exterior abundantes esculturas, destinadas a
atraer e instruir a los fieles. Estas imágenes no eran exentas sino que solían realizarse
sobre el propio muro de piedra, convirtiéndose en parte integral de la arquitectura y
adaptándose al diseño del lugar en el que se colocaban puertas, tímpanos o jambas. El
tema favorito era el Juicio Final que incluía ángeles y demonios de gran expresividad.
Aparecen diferentes estilos que se manifestaban en algunas iglesias, como las de Moissac,
Autun o Vézelay donde se alcanza una gran intensidad; y en otras, como las de Toulouse o
Saint-Gilles-du-Gard lo que se evidencia es un sereno clasicismo. En España podemos
encontrar interesantes muestras de escultura románica en los capiteles del claustro del
monasterio de San Juan de la Peña, el conjunto decorativo de los capiteles y el sepulcro de
Doña Sancha en la catedral de Jaca y en la magnífica obra protogótica del maestro Mateo
en el pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, donde la escultura
alcanzó un alto grado de perfección.
Fachada de la Catedral de
Moissac (Francia)
Eva de Autun del escultor Gislebert.
Considerada la primera mujer
seductora del arte occidental desde
la Caída del Imperio Romano
La visión de uno de los tímpanos de la basílica
de Santa María Magdalena de Vézelay
(Francia) debió causar pavor entre los
contemporáneos que la contemplaron. Aún
hoy, esta magnífica representación del Juicio
Final sigue inquietando al espectador.
Escultura gótica
Durante el periodo gótico se da una producción escultórica excepcional en Francia,
Alemania e Italia. Al igual que en el románico, gran parte se realizó en combinación con la
arquitectura religiosa, aunque también se encuentran figuras esculpidas en tumbas, púlpitos
y demás mobiliario eclesiástico.
Francia
Estatuas-columna de la catedral de Chartres
Los santos del transepto norte de la catedral de Chartres (1,132-1,240) son estatuas-columnas que, aunque están todavía
realizadas bajo la influencia del estilo románico, muestran un carácter tridimensional, mayor que las esculturas de dicho
periodo escultórico.
La catedral de Chartres es un ejemplo de la evolución del gótico, como puede apreciarse
observando sus portadas. La occidental, la más antigua, construida a mediados del siglo XII,
contiene figuras rígidas en columnas, con ropajes esquemáticos y expresiones faciales
similares, casi indiferenciadas; las portadas posteriores, en las fachadas norte y sur del
crucero, muestran una mayor diferenciación en las expresiones y los ropajes, e incluso
sugieren movimiento mediante la utilización de la curva gótica con forma de S en el eje del
cuerpo. Además, las esculturas de la catedral de Chartres son una verdadera enciclopedia
del conocimiento medieval; junto a narraciones bíblicas y escenas de la vida de diversos
santos, se representa la astrología, los trabajos según los meses, las artes liberales, las
virtudes y los vicios.
Grupos escultóricos similares adornan muchas catedrales góticas francesas y, al igual que
en Chartres, la identidad de sus escultores nos es desconocida. Sin embargo, conocemos el
nombre del escultor flamenco que trabajó en la ciudad de Dijon para el duque de Borgoña,
se llamaba Claus Sluter. Entre sus obras se encuentra el Pozo de Moisés (1395-1403,
cartuja de Champmol, Dijon) en piedra policromada, que muestra a Moisés y otros profetas.
Es una obra única por los detalles realistas de la anatomía, la textura de los ropajes y la
gran variedad de rasgos.
También conocemos el nombre de una de las primeras mujeres escultoras de la historia del
arte occidental, Sabina von Steinbach que en el siglo XIII ayudaba a su padre, constructor
de la catedral de Estrasburgo. Fue la autora de las estatuas que personifican a la iglesia y a
la sinagoga, ubicadas cerca de la portada sur de la catedral.
Esculturas de la catedral de Chartres
El Pozo de Moisés (1,395-1,403, cartuja de Champmol,
Dijon)
Sabine de Pierrefonds fue una escultora medieval. que
esculpió el pórtico de la catedral de Estrasburgo y algunas de
las estatuas góticas más notables de la catedral de Notre
Dame de París.
Alemania
La escultura gótica muestra en Alemania una intensidad emocional y un expresionismo
característicos de la cultura germánica. El grado máximo de patetismo se alcanza en las
escenas de la crucifixión y el beso de Judas del coro de la catedral de Naumburg, del siglo
XIII. Las representaciones medievales de la Pasión fueron fuente de inspiración para
muchos escultores góticos del norte de Europa.
Interior del coro, pared norte, detalle de Ekekhard de Meissen y de su esposa Uta, fundadores de Naumburgo.
Detalle de la puerta meridional de la catedral de Bamberg. Escena en la que aparecen el emperador San Enrique el Cazador y
su esposa Santa Cunegunda, quien, de acuerdo con su esposo, hizo voto de castidad
Italia
Nicola Pisano realizó un púlpito en mármol siglo XIII
No resulta sorprendente que, dado que los artistas que trabajaban en Italia se hallaban en
contacto con obras romanas de la antigüedad, como por ejemplo los sarcófagos, se
manifiesten tendencias clásicas en el estilo gótico italiano. A mediados del siglo XIII Nicola
Pisano realizó un púlpito en mármol de marcado gusto clásico en sus elementos
arquitectónicos y en sus paneles esculpidos para el baptisterio de la catedral de Pisa.
Puerta sur del Baptisterio de Florencia, detalle, Pisano. Representación de El Bautismo de Cristo.
España
Puertas del Sarmental en la catedral de Burgos
La escultura en España tendía hacia un severo misticismo lleno de intenso realismo. La
escultura de portadas siguió el modelo francés y destacan las puertas del Sarmental y la
Coroneña de la catedral de Burgos o la Virgen Blanca en el parteluz de la fachada
occidental de la catedral de León.
El parteluz de la puerta principal de la Catedral de León está la conocidísima Virgen Blanca. Es una típica Virgen gótica plena
de belleza, alegría, armonía, humanización y naturalismo.
En el siglo XVI la escultura gótica adquirió su carácter más localista y se manifestaba, sobre
todo, en retablos y monumentos funerarios. Asimismo, por influencia del arte mudéjar, la
escultura exterior de las catedrales se hizo más menuda. En el siglo XV se extendió el arte
borgoñón y flamenco por la península Ibérica y destacaron numerosos maestros escultores:
Gil de Siloé, Juan Guas y Guillermo Sagrera, entre otros.
Escultura Borgoñona
Sepulcro de Juan II en la cartuja de Miraflores Burgos de Gil
de Siloé
Escultura renacentista italiana
Análisis de una escultura renacentista
La Pietà de Miguel Ángel (1,498-1,500) resume las novedades escultóricas de sus predecesores durante todo el quattrocento.
En este sentido, esta obra muestra un perfecto equilibrio entre las dos figuras y un alto grado de lirismo e idealismo (sobre todo
en el rostro de la joven Virgen, que muestra una piadosa resignación). Destaca también el contraste entre las luces y las
sombras y el perfecto acabado de la obra.
A comienzos del siglo XV en Italia tanto los eruditos como los artistas comenzaron a
interesarse por el pasado clásico; esto condujo al renacimiento-resurgimiento de la cultura
clásica. Lorenzo Ghiberti realizó dos puertas de bronce para el baptisterio de Florencia; en
ambas resulta evidente su conocimiento de la escultura antigua. La Puerta del Paraíso
(1425-1452) también muestra su dominio de las leyes de la perspectiva, que se habían
codificado de forma matemática hacía muy poco tiempo. También existía un gran interés por
las estatuas exentas de gran tamaño y Ghiberti, Nanni di Banco y Donatello realizaron
figuras monumentales de santos, que se emplazaron en los nichos de los muros de
Orsanmichele, oratorio de los gremios de Florencia.
Puerta del Baptisterio de Florencia - Ghiberti
Donatello fue el escultor más importante de comienzos del renacimiento; sus obras
evidencian que no sólo fue un maestro en el arte de la escultura en piedra, sino que también
poseía un profundo conocimiento de la psicología humana. Por ejemplo, su San Jorge (c.
1,415-1,416, realizada para el Orsanmichele, Bargello, Florencia) está representado con
armadura, pero en su rostro se trasluce una clara expresión de vulnerabilidad. Más
sorprendente aún resulta su innovadora María Magdalena (1,454-1,455, baptisterio de
Florencia), talla en madera dorada y policromada. Aunque de forma habitual se la
representa como una joven hermosa con una espléndida cabellera, la Magdalena de
Donatello resulta revolucionaria y asombrosa, es una mujer vieja, semidesdentada y
demacrada, con un cabello enmarañado que le llega casi hasta los pies.
San Jorge, Donatello
María Magdalena, Donatello
Aparte de los florentinos, el escultor más notable de principios del renacimiento fue Jacopo
della Quercia de Siena. Su maestría en la ejecución de desnudos en los relieves en mármol
La creación de Adán, La tentación y La expulsión del paraíso (1,425-1,438) para la portada
principal de San Petronio de Bolonia, muestra un gran conocimiento del arte de la
antigüedad. Adán aparece con un cuerpo idealizado, musculoso, semejante a las estatuas
griegas de dioses y atletas; el cuerpo y la pose de Eva están inspirados en la llamada Venus
púdica.
La creación de Adán, Jacopo della Quercia de Siena.
La expulsión del paraíso, Jacopo della Quercia de Siena.
El genio máximo de la escultura, no sólo del siglo XVI italiano sino tal vez de todos los
tiempos, es Miguel Ángel. Su maestría se manifestó muy pronto, ya que sólo tenía veinte
años cuando esculpió la Pietà (1498-1500, basílica de San Pedro, Roma) y el heroico David,
primeras esculturas monumentales del renacimiento pleno. Realizó el majestuoso Moisés (c.
1,515, San Pietro in Vincoli, Roma) y otras figuras exentas de gran expresividad para la
tumba del papa Julio II, proyecto que nunca llegó a terminarse. Durante la década de 1520
cambió de estilo, como queda patente en las tumbas de los Medici (1,519-1,534), ubicadas
en la sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia. Mientras que los primeros desnudos de
Miguel Ángel muestran proporciones armoniosas, las figuras alegóricas reclinadas de las
tumbas, que representan los cuatro momentos del día, ofrecen una distorsión en los cuerpos
y unas poses complejas que indican un alejamiento de los ideales del renacimiento pleno y
un anuncio del manierismo. Sus obras posteriores, como otra Pietà (1,554-1,564, castillo
Sforzesco, Milán) son también anticlásicas. De ese modo las últimas esculturas de Miguel
Ángel y las de otros artistas del siglo XVI evidencian la evolución hacia nuevas tendencias.
Moisés (c. 1,515, San Pietro in Vincoli, Roma)
Tumba del papa Julio II
tumbas de los Medici (1,519-1,534)
En España el renacimiento adquirió unas características particulares debido, en gran parte,
al inmovilismo de las tradiciones. Así nació el plateresco cuya manifestación más
significativa la encontramos en la fachada de la Universidad de Salamanca, de Juan de
Álava. No hay que olvidar a los grandes escultores Alonso Berruguete, Damián Forment y
Juan de Juni, que se formaron en Roma y en Florencia.
Escultura manierista
El manierismo, que convirtió la complejidad, la distorsión y el artificio en virtud, surgió del
estilo renacentista tardío.
Italia
Entre los escultores manieristas italianos se incluyen Benvenuto Cellini, Francesco
Primaticcio y Juan de Bolonia. Cellini es célebre por la realización de un elegante salero en
oro y esmalte (1539-1543, Museo de Viena) para Francisco I de Francia, en el que esculpió
gráciles figuras desnudas de proporciones alargadas. Primaticcio también trabajó para la
corte francesa dentro de un grupo de artistas conocido como la Escuela de Fontainebleau y
sus elaboradas esculturas en estuco (c. década de 1,540) decoran las principales salas del
palacio de Fontainebleau.
Juan de Bolonia, originario de Francia, fue el escultor más importante que trabajaba en
Florencia a finales del siglo XVI. Entre sus obras se cuenta El rapto de las sabinas (1583,
Loggia dei Lanzi, Florencia), grupo escultórico en mármol de proporciones mayores a la
humana, interesante desde todos los puntos de vista. Consiste en tres figuras con posturas
entrelazadas en una espiral ascendente que son ejemplo del ideal manierista de dramatismo
y complejidad de las formas.
Juan de Bolonia El rapto de las sabinas (1583, Loggia dei Lanzi, Florencia),
Francia
Ninfa de la Fuente de los Inocentes
Obra de Jean Goujon realizada entre 1548 y 1549, la fuente de los Inocentes fue construida en la Rue des Fers, en honor de la
entrada solemne de Enrique II en París. El relieve muestra una de las seis ninfas que decoraban el monumento. El tratamiento
sutil del drapeado refuerza el carácter gracioso y sensual de la figura. Una réplica de la obra se construyó en 1788 en la Place
des Innocents, en París.
Los mejores escultores que trabajaron en Francia durante el siglo XVI estuvieron
influenciados por el manierismo de la Escuela de Fontainebleau. Jean Goujon realizó
algunas esculturas para tumbas, pero es más conocido por sus relieves que representan
náyades elegantemente ataviadas para la fuente de los Inocentes (1548-1549, Louvre). Otro
destacado escultor fue Germain Pilon que también realizó esculturas funerarias. La más
impresionante por su realismo y su técnica es la figura de la tumba de Valentina Balbiani (c.
1581, Louvre), en la que representa el deteriorado cadáver en un relieve delicadamente
tallado en mármol.
Ninfas de la fuente de Los Inocentes, Paris. Obra de Jean Goujon
Germain Pilon, Tumba de Valentina Balbiani (c. 1581, Louvre).
España
El escultor español manierista más destacado fue Alonso Berruguete, cuya influencia se
dejó sentir en toda la escultura castellana. Entre sus obras destacan La anunciación y su
célebre San Sebastián ambas en el Museo Nacional de Escultura (Valladolid), y la sillería
alta de la catedral de Toledo, su obra más virtuosa y pulida.
La anunciación
San Sebastián
Alonso Berruguete. Sillería alta de la catedral de Toledo
Sacrificio de Isaac
Escultura barroca y rococó
El barroco, que abarca más o menos el siglo XVII y tiene su origen en Roma, se caracteriza
por la intensidad dinámica. La expresión decorativa, más delicada, característica de la
primera parte del siglo XVIII, nació en Francia y se conoce como rococó.
Italia
Éxtasis de santa Teresa
El Éxtasis de santa Teresa, obra realizada en el siglo XVII por el escultor italiano Gian Lorenzo Bernini, constituye uno de los
ejemplos más dramáticos de la escultura barroca. Esculpida en mármol, con los rayos de luz y la flecha en bronce, está
iluminada por una ventana oculta. Fue realizada para la capilla Cornaro de la iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma.
Gian Lorenzo Bernini, pintor, escultor y arquitecto, fue el artista más destacado del barroco
italiano. Sus obras expresan un dramatismo y una profundidad emocional acordes con la
intensidad espiritual de la Contrarreforma. Se caracterizan también por la interrelación de
luces y sombras y por la forma dinámica de plasmar el movimiento. Su Apolo y Dafne (16221624, Galería Borghese, Roma), demuestra que también poseía un gran virtuosismo técnico
al trabajar el mármol. El David (1623-1624, Galería Borghese) es una de sus primeras obras
y contrasta con el David más clásico y contenido de Miguel Ángel, que nos mostraba una
figura contemplativa y reservada, antes de su encuentro con Goliat. La versión de Bernini es
una figura en pleno movimiento, con la atención fija en el punto donde aparecerá el
adversario y el cuerpo contorsionado para efectuar el disparo.
Apolo y Dafne (1622-1624, Galería Borghese, Roma)
El David (1623-1624, Galería Borghese)
Muchas de las esculturas de gran tamaño de Bernini se encuentran en la basílica de San
Pedro, para cuya plaza diseñó también la columnata. Entre estas obras se incluye el
gigantesco baldaquino de San Pedro (1624-1633) que se halla sobre el altar mayor; la
enorme cátedra del Apóstol (silla gestatoria de San Pedro, 1657-1666); varias estatuas
monumentales de santos y dos sepulcros papales. Una de sus obras más apreciadas es la
ornamentada capilla Cornaro de la iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma, donde se
encuentra su espectacular Éxtasis de santa Teresa (1645-1652), grupo escultórico en el que
logra la máxima teatralidad y en donde funde lo espiritual y lo sensual de manera inaudita.
Entre su abundante producción se incluyen también bustos y varias fuentes escultóricas
espléndidas, como la famosa fuente de los Cuatro ríos (1648-1651) de la plaza Navona.
Baldaquino de San Pedro (1624-1633)
Altar de la beata Lodovica Albertoni, 1671-1674. San Francesco a Ripa, Roma.
Francia y Alemania
Las alas de Mercurio
Inspirada en una obra del pintor flamenco Jacob Jordaens (1593-1678), la pequeña estatua de Mercurio, en el acto de
ajustarse los talares (alas en los talones), permitió al escultor Jean-Baptiste Pigalle su ingreso en la Academia. Realizada en
mármol en 1744, la escultura tiene una altura de 59 cm y se encuentra en el Museo del Louvre, París.
Los escultores barrocos más sobresalientes de Francia fueron François Girardon, que
realizó abundantes esculturas para los jardines del palacio de Versalles, Antoine Coysevox y
Pierre Puget. Estos dos últimos, influenciados por Bernini. Las esculturas más notables de
Puget son las puertas del ayuntamiento de Tolón y el Milón de Crotona (1671-1683, Louvre),
cuya pose en contrapposto junto con su intensa expresividad emotiva constituyen un
ejemplo de la estética barroca. Puget influyó en los escultores posteriores del rococó francés
del siglo XVIII, Étienne-Maurice Falconet, Jean Baptiste Pigalle y Clodion (Claude Michel).
François Girardon, Apolo y las ninfas. Este hermoso grupo escultórico de Versalles, que representa a Apolo bañado por las
ninfas, es un buen ejemplo del clasicismo francés del XVII, que, al menos en escultura, se aleja de las exageraciones barrocas
de otros países. No le falta dinamismo, pero la composición, con Apolo en el centro, está perfectamente ordenada y
equilibrada; el oportuno contraste del mármol blanco con la oscuridad del fondo de la gruta resalta las figuras.
Antoine Coysevox ,Fame Mounted on
Pegasus, 1699-1702
Asunción de la virgen,1664-65, Pierre
Puget
Pedro el Grande
Estatua ecuestre en bronce de
Étienne-Maurice Falconet que
representa al zar de Rusia Pedro
I el Grande (1778, San
Petersburgo).
Los mejores ejemplos de la teatralidad del rococó en Alemania se encuentran en las
ornamentadísimas obras de los hermanos Egid Quirino Assam y Cosme Damian Assam
que, además de escultores, eran pintores y arquitectos. Su obra más conocida es la profusa
decoración de la iglesia de San Juan Nepomuceno (1733-1746) de Munich.
Iglesia de San Juan Nepomuceno Interior de la Iglesia –Altar ricamente decorado – Primera mitad del siglo XVIII Obra de
Assam Hermanos
Escultura neoclásica
Venus, de Antonio Canova
El estilo neoclásico, basado en el arte antiguo de Grecia y Roma, alcanzó su apogeo máximo a finales del siglo XVIII. Antonio
Canova, autor de esta Venus, está considerado como el mejor escultor de este estilo artístico.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se produjo una vuelta al gusto por lo clásico. El
neoclasicismo tomó su inspiración de las excavaciones arqueológicas que en aquel
momento se estaban llevando a cabo en Italia y otros puntos de la zona mediterránea.
También tuvo una importante influencia un ensayo del historiador del arte alemán Johann
Joachim Winckelmann, que alababa la escultura griega de la antigüedad. La obra antigua
favorita durante el siglo XVIII fue el Apolo de Belvedere (copia romana del original griego del
siglo IV a.C., Museos Vaticanos, Roma) que el escultor italiano Antonio Canova adaptó en
su escultura en mármol Perseo con la cabeza de Medusa (1801, Museo Metropolitano de
Arte, Nueva York). Canova también se inspiró en la antigüedad para realizar la escultura de
la hermana de Napoleón, Paulina Bonaparte Borghese como Venus (1805-1807, Galería
Borghese).
Antonio Canova adaptó en su escultura en
mármol Perseo con la cabeza de Medusa
(1801, Museo Metropolitano de Arte, Nueva
York).
Paulina Bonaparte Borghese como Venus El veneciano Canova fue
retratista de Napoleón y su familia. Utilizó para sus esculturas el mármol,
como en la antigüedad clásica, en vez de la madera, que había sido materia
principal empleada en el barroco
Bertel Thorvaldsen, escultor danés que vivía en Roma, logró tanta fama en su época
realizando obras inspiradas en las de la antigüedad, que en Copenhague se construyó un
museo, cuyas obras comenzaron en 1839, dedicado especialmente a él. El contacto entre
Thorvaldsen y Canova resulta evidente en la primera obra de aquel, Jason (1803, Museo
Thorvaldsen, Copenhague), de estilo deliberadamente clasicista, basado en la copia romana
de la antigua obra Doríforo (siglo V a.C., Museo Nacional, Nápoles), del griego Policleto. Sus
demás obras estuvieron muy influidas por las restauraciones que efectuó en los mármoles
del frontón del templo de Afaya, de estilo griego arcaico, en la isla de Egina. Aunque no muy
conocido fuera de los confines de su Suecia natal, Johan Tobias Sergel fue un excelente
escultor de finales del siglo XVIII, que unió la temática neoclásica con el dinamismo barroco,
tal como puede verse en su Fauno (1770-1774) y en Marte y Venus (1804), ambos en el
Museo Nacional de Estocolmo. Al artista inglés John Flaxman se le recuerda quizá más por
sus relieves clásicos, modelados de forma muy delicada, que por sus cerámicas de
Wedgwood, aunque también realizó monumentos funerarios. Sin embargo, logró mayor
impacto en el arte europeo con sus ilustraciones, de fino dibujo, de obras clásicas de
Homero, Esquilo, Hesíodo y Dante que con sus esculturas.
Ganímedes con su gorro frigio (obra de Bertel
Thorvaldsen, 1817).
Centauro abrazando a una ninfa Johan Tobias Sergel.
Estocolmo, 1740 – 1814. Terracota. Alt. 0,365 m; ancho
0,395 m
El escultor francés Jean Antoine Houdon incorporó conceptos clásicos en la realización de la
estatua en mármol de tamaño natural de George Washington (1788-1792, Capitolio de
Richmond, Virginia) y en su Diana (1777, Museo del Louvre). Sin embargo, sus mejores
obras fueron los bustos, cuya viveza y naturalismo van más allá de los confines del
clasicismo.
Jean Antoine Houdon, George Washington (1788-1792,
Capitolio de Richmond, Virginia)
Jean Antoine Houdon, Diana, 1,777, Museo del Louvre
Escultura romántica
Balzac
Auguste Rodin realizó en bronce esta escultura del escritor francés Honoré de Balzac, que mide aproximadamente 2,95
metros. Aunque Rodin era capaz de crear esculturas de carácter naturalista, eligió de forma deliberada la representación de
Balzac en un estilo distorsionado y ligeramente tosco para transmitirnos el estado emocional del escritor.
El romanticismo es otro de los grandes movimientos artísticos del siglo XIX, que permitió a
los escultores liberarse de los modelos del pasado. Se crearon obras nuevas basadas en la
imaginación y en las emociones. En Francia el liderazgo de la escultura romántica lo
ostentan François Rude, Antoine Louis Barye y Jean Baptiste Carpeaux. Rude es conocido
por las conmovedoras esculturas monumentales del arco de triunfo de L'Etoile, sobre todo
por la Partida de voluntarios en 1792, también llamada La Marsellesa, ejecutada en 18331836. Una figura alada de gran tamaño que personifica la Libertad se halla ante un grupo de
hombres animándoles, gritándoles, urgiéndoles a la batalla. Barye fue tal vez el mejor
escultor de animales desde la antigüedad. Sus bronces, trabajados de forma meticulosa,
poseen tal vitalidad que parece como si hubiera estado observando a los animales salvajes
en sus hábitats cuando en realidad lo que hacía era visitar con mucha frecuencia el zoo de
París. El más famoso grupo escultórico de Carpeaux, La danza, adorna la fachada de la
Ópera de París. La vivacidad de las figuras y el efecto de luces y sombras rizadas que creó
al modelar las superficies tienen una gran afinidad con el arte rococó.
François Rude, escultura monumental del
arco de triunfo de L'Etoile
Louis Barye , Leon y serpiente
bronce, 1832
"La danza", Jean Baptiste Carpeaux
La figura cumbre de la escultura del siglo XIX y el escultor más importante desde Bernini fue
el artista francés Auguste Rodin. Su genialidad estriba en la habilidad que tenía para poner
de manifiesto la vida interior de los seres humanos mediante gestos y actitudes físicas. A
pesar de ser un escultor muy original, Rodin recibió influencias de diversas fuentes: del arte
gótico del norte de Europa, de Donatello, de Miguel Ángel y hasta incluso del rococó. Su
afinidad con algunas facetas del estilo clásico se manifiesta en su Hombre de la nariz rota
(1864, Museo Rodin, Museo de Arte de Filadelfia), obra de tipo naturalista que muestra un
rostro tosco, inspirada en los bustos romanos, y más adelante en la escultura en mármol de
fina terminación e idealizado erotismo, El beso (1886, Museo Rodin, París). En 1880 recibió
el encargo de realizar una serie de puertas para un nuevo museo, que nunca llegó a
terminarse. El proyecto, conocido como Las puertas del infierno (1880-1917, Museo Rodin),
con numerosas figurillas de escayola, fue la base de obras independientes, realizadas en
bronce a tamaño natural, como El pensador (1880), Adán (1880) y Eva (1881), todas ellas
en el Museo Rodin. El discípulo y ayudante de Rodin, Antoine Bourdelle, fue también un
soberbio escultor de la figura humana y en sus bronces expresionistas convergen
sentimientos de poderío y solidez, como en su Gran guerrero de Montauban (1888, Museo
Hirshhorn, ciudad de Washington).
Auguste Rodin, El beso (1886, Museo
Rodin, París).
Hombre de nariz rota
Eva
En Estados Unidos, William Rimmer, Augustus Saint-Gaudens y Daniel Chester French
comparten el enfoque romántico en sus esculturas de carácter alegórico. El Centauro
moribundo de Rimmer (1871, Museo de Bellas Artes, Boston), el Mausoleo de Adams de
Saint-Gaudens (1886-1891, Cementerio de Rock Creek, Washington, D.C.) y El ángel de la
muerte y el escultor de French (1891-1892, Cementerio de Forest Hill, Roxbury,
Massachusetts) son obras conmovedoras que demuestran la excelente técnica de los
artistas románticos estadounidenses.
Mausoleo de Adams de Saint-Gaudens (1886-1891, Cementerio de Rock Creek, Washington, D.C.)
Escultura europea del siglo XX
La mayor parte de las esculturas realizadas en el siglo XX difieren radicalmente en forma y
contenido de las de épocas anteriores. En algunos casos son producto de investigaciones
en la misma dirección que las de la pintura y comparten la misma denominación, como en el
caso del cubismo, el futurismo, el constructivismo, el dadaísmo y el surrealismo, por
mencionar sólo algunas. Entre las influencias dominantes que recibieron los escultores
europeos de comienzos del siglo XX pueden citarse la del arte primitivo y la escultura de
África y Oceanía, pues muchas de dichas obras se exponían en los museos de Ciencias
Naturales de Francia y Alemania.
Escultura biomórfica. Brancusi y Modigliani
Mademoiselle Pogany
El escultor Constantin Brancusi simplificó sus temas escultóricos, reduciéndolos a su forma más pura y básica. Está
considerado como un precursor de la escultura abstracta moderna debido a que estuvo más interesado en la forma interior de
su obra que en su apariencia exterior.
Constantin Brancusi, nacido en Rumania, llegó a París en 1902; obras como Figura antigua
(1908, Instituto de Arte, Chicago) y El beso (1908, Museo de Arte, Filadelfia) evidencian su
admiración por el arte antiguo y primitivo. En El beso, siguiendo su propósito de “dar al
espectador puro disfrute”, demuestra además un ingenio lúdico, igual que en el Torso de un
joven (1924, Museo Hirshhorn, Washington D.C.) y la obra de tipo totémico Adán y Eva
(1912, Museo Guggenheim, Nueva York). Está claro que las dos últimas esculturas, a pesar
de su apariencia abstracta, están basadas en los órganos sexuales femenino y masculino.
La reducción de las formas a lo esencial y su habilidad para extraer la belleza intrínseca de
los materiales ya fuera madera, piedra o metal que logró Brancusi ejerció una profunda
influencia en los escultores del siglo XX. También trabajó en París el italiano Amedeo
Modigliani y allí, a instancias de Brancusi, estudió el arte primitivo y el cicládico (arte
originario de las Cícladas). Entre 1909 y 1914 realizó esculturas en piedra caliza como
Cabeza de mujer (1912, Centro George Pompidou, París) que, inspirada en el arte cicládico,
influyó a su vez en su modo de pintar.
El Beso
Adan y Eva
Torso de mujer joven
Escultura cubista. Picasso
El arte africano desempeñó un papel muy significativo en el desarrollo del cubismo del pintor
francés Braque y del español Picasso. De hecho, este último realizó algunas pequeñas
tallas en madera en 1907 que evidencian la influencia de las máscaras africanas. Influido
también por la escultura ibérica, ejecutó algunas obras en bronce con rostros que parecen
máscaras, como Cabeza de un toro (1943, Museo Picasso, París); en ellos se aprecia la
evolución del estilo cubista que desarrollaba de manera simultánea en pintura. Una mayor
distorsión puede verse en Cabeza de mujer (c. 1909, Galería de Arte Albright-Knox, Buffalo,
Nueva York) cuyos rasgos faciales contraídos la convierten en la primera escultura
auténticamente cubista de Picasso. En los años siguientes hizo numerosas construcciones y
esculturas que pueden considerarse cubistas, como la Guitarra (1912, Museo de Arte
Moderno, Nueva York) de chapas metálicas y alambre, y la obra en madera Vaso de vino y
dado (1914, Museo Picasso, París). Sin embargo, sus obras posteriores están más dentro
de la línea figurativa tradicional, como el bronce Hombre del cordero (1944, Museo de Arte
de Filadelfia).
Cabeza de un toro (1943, Museo Picasso, París)
“Cabeza de mujer” (1909/10). Un traslado de la dinámica del
cubismo a la forma tridimensional. Mide 40,5 x 23 x 26 cm y
se conserva en el Musée Picasso de París.
Bronce de George Braque
Continuadores del cubismo
Caballo
Símbolo de la potencia y el poder de la máquina, el tema del caballo es una constante en la obra de Raymond Duchamp-Villon.
Esta pieza en bronce, titulada Caballo (1914, Tate Gallery, Londres), es sin lugar a dudas la primera obra francesa de
inspiración futurista.
Durante las primeras décadas del siglo XX muchos de los escultores que trabajaban en
París se vieron influidos por el cubismo, como Raymond Duchamp-Villon, Alexander
Archipenko y Jacques Lipchitz. Todos ellos trabajaban estilos en cierta medida figurativos,
enfatizando los planos volumétricos, como puede verse, por ejemplo, en el Marinero con
guitarra de Lipchitz (1914, colección del artista). En España reciben la influencia del cubismo
de Picasso dos grandes artistas de la escultura en metal, Julio González y Pablo Gargallo.
El primero fue uno de los grandes pioneros en ese campo, y su influencia en la escultura
contemporánea construida en acero ha sido decisiva.
Alexander Archipenko. "Mujer caminando" (1912). Denver.
Julio Gonzalez “Bailarina pequeña” Madrid, museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofia
Jacques Lipchitz (1981 - 1973), Reclining woman with Guitar,
1928
Pablo Gargallo “Gran bailarina” Museos Reales de Bellas
Artes. Bruselas
Escultura constructivista
Maqueta para Columna
Naum Gabo creó con métodos de diseño industrial una abstracta y geométrica Columna (Tate Gallery, Londres) de cristal,
plástico y metal, como obra representativa de la escultura constructivista. Sirvió de modelo para una obra mayor que Gabo
realizó en 1923.
El constructivismo, que da prioridad a la dinámica del espacio escultórico sobre lo estático
de la masa, fue una tendencia nueva que se desarrolló sobre todo en Rusia. Su fundador,
inspirado en sus comienzos por la obra de Picasso, fue Vladímir Tatlin; alcanzó gran
renombre con la maqueta en espiral de madera, hierro y vidrio para su Monumento a la III
Internacional (1919-1920, Museos Estatales Rusos, San Petersburgo). Hacia esa misma
época los hermanos Naum Gabo y Antoine Pevsner también se dedicaban a la escultura
constructivista en Rusia, pero el vanguardismo de su obra no gustaba al régimen comunista
y por ello emigraron y extendieron sus ideas por la Europa occidental y Estados Unidos.
Vladimir Tatlin. Monumento a la III
Internacional
Naum Gabo Head No. 2 1916, enlarged
version 1964
Materializar los orígenes, Antonie
Pevsner 1,886 – 1,962
Escultura Dadá y surrealista
Coquille baillante
Coquille baillante es una escultura biomórfica realizada por el escultor dadaísta francés Jean Arp. Creada en mármol, es una
copia de una escayola o yeso original. Arp, que fue uno de los primeros escultores en crear formas de este tipo, las denominó
„concreciones‟.
Durante los años de la I Guerra Mundial el artista Dadá Marcel Duchamp expresaba su
nihilismo estético seleccionando objetos industriales, que luego utilizaba como esculturas y a
los que denominaba ready-mades. Duchamp consideraba temas artísticos objetos como
secadores de botellas, palas para quitar la nieve y urinarios. El hincapié que hacían los
dadaístas en el papel de la casualidad, la suerte y el inconsciente en la creación del arte,
como en la obra de Duchamp Tres zurcidos patrón (1913-1914, Museo de Arte Moderno),
influyó en el movimiento surrealista que se desarrolló con posterioridad.
Botellero, Marcel Duchamp
El artista francés Jean Arp utilizó la casualidad en varios relieves en madera pintada a los
que dio títulos ingeniosos y sugestivos. Sin embargo, es más conocido por sus esculturas
abstractas posteriores, de formas biomórficas redondeadas, que denominó Concreciones,
como por ejemplo Concreción humana (1935, versión en piedra, 1949, Museo de Arte
Moderno). El pintor nacido en Alemania Max Ernst, al igual que Arp, fue un pionero del Dadá
y del surrealismo; su Espárrago lunar (1935, Museo de Arte Moderno), obra deliciosa en
escayola, representa dos figuras alargadas como si fueran plantas. El escultor suizo Alberto
Giacometti dio forma a sus fantasías en obras inquietantes como la construcción El palacio a
las cuatro de la madrugada (1932-1933) y el bronce Mujer con la garganta cortada (1932),
ambas en el Museo de Arte Moderno. Frecuente colaborador de Duchamp y también
relacionado con el Dadá y el surrealismo, fue el artista estadounidense de nacimiento Man
Ray, cuya obra queda bien ilustrada con el fascinante Objeto para ser destruido (1923,
destruido en 1957) que consistía en un metrónomo con una varilla oscilante en la que había
adherida la fotografía de un ojo.
Estrella, Jean Arp
Mujer, Jean Arp
Alberto Giacometti: "El palacio a las cuatro de la madrugada".
(1932). Nueva York.
La pequeña muñeca, Jean Arp
1957 Objeto para ser destruido 1923, destruido en 1957
En España uno de los máximos representantes de la escultura surrealista es el canario
Óscar Domínguez; en su obra, que adoptó la figura femenina como tema principal, se puede
apreciar la influencia de otra de las grandes figuras de este movimiento, Salvador Dalí. En
1938, este artista catalán sembró el desconcierto entre el público asistente a la inauguración
de la Exposición Internacional del Surrealismo en París con su Taxi lluvioso. Se trataba de
un viejo automóvil en cuyo interior había situado dos maniquíes: uno de ellos era un chófer
con cabeza de cocodrilo y el otro, situado en la parte posterior, era una mujer rubia en traje
de noche sentada sobre un lecho de verduras sobre la que caía constantemente un copioso
aguacero. A todo esto se añadían numerosas plantas y 200 caracoles vivos. También son
de inspiración surrealista las formas fantásticas de las esculturas del madrileño Alberto
Sánchez.
Escultura futurista
Otra de las direcciones que tomaron los escultores de vanguardia del siglo XX fue la del
futurismo, estilo surgido en Italia que hace hincapié en la expresión del movimiento en el
arte. Uno de sus principales exponentes, Umberto Boccioni, realizó bronces muy originales
como Desarrollo de una botella en el espacio (1912) y Formas únicas de continuidad en el
espacio (1913), ambas en el Museo de Arte Moderno.
Formas únicas de continuidad en el espacio (1913)
Desarrollo de una botella en el espacio (1912)
Escultura figurativa
Figura reclinada, nº 2
Henry Moore realizó en bronce (1963) esta gran escultura Figura reclinada, nº 2. Se inspiró en una fotografía de una escultura
precolombina. Las formas de mujer reclinada constituye uno de sus temas escultóricos más recurrentes.
A pesar de las tendencias de los nuevos estilos, numerosos escultores europeos
continuaron trabajando dentro del estilo figurativo a principios del siglo XX, cada uno con
distintas formas características, aunque la mayor parte giraba en torno a la figura humana.
En Francia, Aristide Maillol volvió al sosiego clásico con bronces impresionantes de figuras
femeninas. Una de estas obras, Acción en cadena (1906, Museo Nacional de Arte Moderno,
París) es un torso femenino que demuestra el perfecto equilibrio, característico de Maillol,
entre tensión y relajación. Al igual que Maillol, el artista francés de nacimiento Gaston
Lachaise, que más tarde emigraría a Estados Unidos, también hizo de la figura femenina su
vehículo de expresión, dotando a sus esculturas de una enorme gracia y delicadeza a pesar
de las descomunales proporciones de sus torsos. El pintor francés Henri Matisse también
llevó a cabo varias series de figuras en bronce con diferentes grados de distorsión que
expresan tensiones musculares internas.
Torso , 1900
Aristide Maillol
Torso
En Alemania Wilhelm Lehmbruck realizó figuras alargadas que transmiten sosiego,
recogimiento y resignación. Por el contrario, la obra del también alemán Ernst Barlach es
más expresionista; elegía temas modestos e ilustraba un amplio espectro de emociones que
iban de la alegría, como en Hombre cantando (1928, colección privada, Alemania) a la
venganza, como en El vengador (1914, Museo Hirshhorn, Washington, D.C.). Los escultores
escandinavos más importantes fueron el sueco Carl Milles y el noruego Gustav Vigeland;
ambos crearon figuras alegóricas para fuentes y otros monumentos públicos en sus
respectivos países de origen. Milles también vivió en Estados Unidos e hizo fuentes en
Nueva York, Saint Louis, Missouri y otras ciudades estadounidenses. El escultor de origen
polaco Elie Nadelman, después de estudiar en París, emigró a Estados Unidos donde
realizó figuras en bronce de suaves contornos y volúmenes simples, como Hombre al aire
libre (c. 1915, Museo de Arte Moderno, Nueva York). Jacob Epstein, nacido en Estados
Unidos y afincado en Londres, alcanzó fama internacional con retratos figurativos en bronce
cuya característica principal es las superficies toscas e irregulares que confieren gran
expresividad a sus obras. El español Manuel Martínez Hugué, también conocido como
Manolo, crea figuras de toreros, animales, campesinos y mujeres, de inspiración claramente
mediterránea, influidas por la escultura de Mesopotamia y el antiguo Egipto.
Wilhelm Lehmbruck , El expresivo alargamiento de la figura
tal vez se inspire en Rodin, pero sin duda pesa la tradición
alemana
Ernst Barlach, Hombre cantando, 1928
Carl Milles escultura para jardín
Gustav Vigeland, hombre con niños
Pero el más importante de los artistas ingleses modernos fue Henry Moore. En sus inicios su
obra estaba influida por la escultura precolombina, lo cual queda patente si se compara la
escultura en piedra maya-tolteca del dios de la lluvia Chac, llamada Chacmool (c. 1000,
Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México), con su escultura Figura reclinada
(1929, Museo Municipal, Leeds). Durante toda su vida Moore trabajó el tema de la figura
femenina yacente, que siempre representó con gran frescura y originalidad. Muchas de sus
elegantes obras monumentales están concebidas para colocarse al aire libre. Otra escultora
inglesa de talla internacional es Barbara Hepworth que, aunque trabajó por lo general dentro
de un estilo orgánico próximo a la abstracción, tiene algunas esculturas sobre la figura
humana, como Grupo II (Evocación) (1952, Colección Margaret Gardner, Inglaterra).
Figura reclinada, 1929, una de las esculturas de Henry
Moore incluidas en la retrospectiva del artista británico
que se abrirá mañana en la galería Tate, en Londres
Henry Moore figura reclinada 1951
Chacmool (c. 1000, Museo Nacional de Antropología, Ciudad
de México)
Barbara Hepworth, madre e hijo 1934
Escultura estadounidense del siglo XX
La escultura estadounidense de la primera mitad del siglo XX no puede clasificarse, como la
europea, por movimientos artísticos; sin embargo, durante la segunda mitad del siglo si
surgieron muchos movimientos nuevos relacionados con diferentes medios de expresión
modernos.
Escultura figurativa
Gran parte de los escultores estadounidenses de principios del siglo XX trabajaron siguiendo
un estilo bastante académico y, aunque sus obras son interesantes porque expresan el
espíritu de la época en que fueron realizadas, la mayoría de ellos no logró dar un impulso
técnico ni formal al arte de la escultura. Entre los que trabajaban dentro de una línea
tradicional están, Malvina Hoffman, George Grey Barnard, William Zorach, Paul Manship,
John B. Flannagan, Mahonri M. Young, Gertrude Vanderbilt Whitney y Jo Davidson.
Malvina Hoffman, columna de
vida
Paul Manship, diana, 1921
"The Burden of Life / The Broken Law"
Dragón, John B. Flannagan, 1933
William Zorach
Right to the Jaw Mahonri M. Young,
American, Bronze 1926-1927
Escultura abstracta
Amarillo horizontal
Amarillo horizontal (1972) es una de las muchas esculturas abstractas móviles que Alexander Calder construyó con metal,
varillas metálicas y alambre. Calder describió su obra como "dibujos de cuatro dimensiones", reflejando de esta manera su
interés por las formas cinéticas.
La escultura estadounidense empezó a desarrollar líneas más abstractas de expresión
durante la década de 1930, cuando los artistas entraron en contacto con obras europeas
contemporáneas, bien de forma directa o a través de fotografías. Alexander Calder, por
ejemplo, recibió una gran influencia del pintor holandés Piet Mondrian que se reflejaría luego
en sus esculturas y pinturas abstractas realizadas con colores puros. Calder alcanzó fama
internacional con su escultura móvil, y sus stábiles o esculturas inmóviles. Inspirado en las
esculturas hechas con piezas soldadas de Picasso y Julio González, David Smith realizó
obras en acero soldado como Paisaje del río Hudson (1951, Museo Whitney de Arte
Americano, Nueva York). Su serie titulada Cubi, a la que pertenece Cubi I (1963, Instituto de
Arte de Detroit), consiste en varias obras de grandes dimensiones inspiradas en el cubismo.
En dicha serie se puede apreciar cómo pule y corroe las superficies de acero inoxidable con
un diseño caligráfico repetitivo para reflejar la luz.
Alexander Calder, escultura inmóvil
Cubi, Homage, David Smith 1999 Stainless Steel
David Smith , Cubi I
En la década de 1930 Joseph Cornell, muy influenciado por el surrealismo, realizó
esculturas tridimensionales de cajas pintadas y assemblage de objetos heterogéneos, con
los que lograba una atmósfera de misterio. De inspiración contraria son los de Louise
Nevelson, grandes construcciones abstractas y monocromáticas, diseñadas como
instalaciones. Están compuestas de objetos utilitarios, por lo general trozos de muebles
contenidos dentro de marcos de madera como si fuesen cajas. Isamu Noguchi realizó obras
de una elegante sencillez en las que combina la abstracción europea con las formas
tradicionales japonesas.
Cajas de arte de Joseph Cornell
Louise Nevelson, caja negra
Isamu Noguchi, Diversidad
Reuben Nakian, que en la década de 1940 pasó del estilo figurativo a una semi-abstracción,
trabajó tanto en metal como en terracota y realizó esculturas inspiradas en la mitología.
Otros escultores abstractos son Richard Lippold, conocido por sus construcciones colgantes
en metal y alambre y Harry Bertoia, que utilizó varillas de acero muy finas ensambladas de
forma que pudieran vibrar. Theodore Roszak realizó construcciones de formas muy libres en
las que utilizaba el acero soldado con otros metales, como en Flor de espiga (1948, Museo
Whitney de Arte Americano). Herbert Ferber, influenciado por el expresionismo abstracto,
creó una construcción de metal de grandes dimensiones, Y el arbusto no se consumió
(1951), para la fachada de la sinagoga B‟nai Israel, en Millburn, Nueva Jersey. La obra de
Ferber fue uno de los primeros ejemplos del nuevo renacimiento que combinaba escultura y
arquitectura en las iglesias. Seymour Lipton hizo escultura biomórfica compuesta de
planchas de metal soldadas, como en Floración selvática (1954, Galería de Arte de la
Universidad de Yale, New Haven, Connecticut), y Mark di Suvero es conocido por sus
enormes construcciones al aire libre, en las que a veces utiliza vigas de acero, como en Ik
Ook (1971-1972, colección privada) y elementos móviles.
Reuben Nakian - Goddess of the Golden Thighs
Richard Lippold, Bird of paradise # 3
Harry Bertoia
Theodore Roszak, Icaro
Assemblage y escultura de chatarra
Odalisca, de Rauschenberg
Odalisca del artista estadounidense del siglo XX Robert Rauschenberg, incorpora fotos y pinturas con objetos reales
tridimensionales. Esta escultura de técnica mixta está creada a partir del ensamblaje de madera, metal y plumas.
Muchos escultores han realizado obras, tanto abstractas como figurativas, utilizando el
assemblage y los objetos de desecho, llegando a crear en muchos casos grandes
ambientes que permiten al espectador moverse dentro de la obra. La chatarra, utilizada por
primera vez por los dadaístas a principios del siglo XX, se convirtió en la base de las
expresivas esculturas que Richard Stankiewicz hizo durante la década de 1960. Durante
dicha década surgió el Pop Art en Estados Unidos, impulsado por artistas como Robert
Rauschenberg, Jasper Johns, George Segal, Marisol Escobar, Red Grooms, Claes
Oldenburg, Edward Kienholz y Lucas Samaras.
Richard Stankiewicz, Speckle Bird
Shy, 1957–58
Bronce de Jasper Johns
Claes Oldenburg puente cuchara con cereza
Edward Kienholz
George Segal
Lucas Samaras , Caja Nº 54
Rauschenberg introdujo lo que él llamaba “pinturas combinadas”, cuyos últimos ejemplos
presentan la tridimensionalidad de la escultura, incorporando chatarra y objetos encontrados
a la superficie del lienzo. Entre sus obras más destacadas se cuenta Monograma (19551959, Museo Moderno, Estocolmo), construcción en la que se combinan una cabra de
Angora disecada, una rueda de automóvil, una pelota de tenis y unas puertas de madera
con bisagras sobre las que realizó pinturas expresionistas abstractas. Johns, discípulo de
Duchamp, hizo una escultura en bronce a base de latas de cerveza, Bronce pintado (1960,
colección privada), en la que planteaba el problema estético de la utilización de objetos
cotidianos como forma artística. Segal utilizó a sus amigos como modelos para crear figuras
en escayola blanca que representaban acciones y gestos cotidianos. Su grupo escultórico
La cena (1964-1966, Walker Art Center, Minneapolis, Minnesota) se caracteriza por su
sosegado clasicismo y su poder de evocación. Marisol (nombre por el cual se la conoce)
hace assemblages con maderas, pintura y diversos materiales más, como pares de zapatos.
Grooms construye obras ambientales enormes, como la deliciosa Rukus Manhattan (19751976, Galería Marlborough, Nueva York). Oldenburg, que se dedicó a reproducir alimentos
en escayola pintada, creó objetos pop llenos de humor, como Hamburguesa doble (1962,
Museo de Arte Moderno). De muchas de sus primeras esculturas rígidas de objetos, como
interruptores de luz, ha hecho después copias en vinilo blando.
Rauschenberg, Monograma (1955-1959, Museo Moderno, Estocolmo)
Las composiciones de Kienholz en técnica mixta, tales como El hospital estatal (1964-1966,
Museo Moderno, Estocolmo) que representa a los pacientes postrados en camas, llaman la
atención de modo gráfico sobre los aspectos más terribles de la sociedad contemporánea.
También Samaras ha realizado obras inquietantes aunque visualmente atractivas como La
silla (1965, Galería Smart, Universidad de Chicago), cubierta con miles de alfileres
amenazadores. Las figuras en fibra de vidrio y poliéster creadas por Hanson son de un
realismo asombroso, y en ellas se aprecia una evolución que va de los retratos satíricos de
turistas y tenderos obesos a las representaciones más sencillas de obreros y gente corriente
de Estados Unidos.
Silla en el parque Lucas Samaras
Arte en espacios naturales
Durante los últimos años de la década de 1960 varios escultores estadounidenses se
dedicaron a la creación de espacios naturales. Entre estos artistas estaban Robert Morris,
Michael Heizer y Robert Smithson, quienes abandonando sus talleres se volcaron en la
investigación de temas geológicos y minerales. Un proyecto impresionante dentro de esta
línea es El malecón en espiral de Smithson, espiral de 4,6 m de ancho, compuesta de rocas,
cristales salinos, tierra y algas, y que se interna 457 m en el lago Great Salt de Utah. La obra
se finalizó en 1970 pero en la actualidad ya no puede verse pues ha quedado cubierta por
las aguas.
El malecón en espiral de Smithson, 1970
Últimas tendencias
Richard Serra
La obra del artista estadounidense Richard Serra se adscribe al movimiento minimalista que surgió durante la década de 1960.
El entorno desempeña un papel fundamental en la concepción de los volúmenes escultóricos, construidos en su mayor parte
con pesadas planchas de acero yuxtapuestas, que invitan al espectador a deambular alrededor de ellos.
A partir de la década de 1960 los escultores continuaron trabajando con materiales y estilos
diversos. El venezolano Jesús Rafael Soto, pionero de la escultura cinética, crea las
primeras obras vibrantes a base de varillas que cuelgan de hilos de nylon frente a un fondo
trama, y que al moverse producen un efecto de vibración óptica. En Inglaterra Anthony Caro
crea construcciones en metal de gran fuerza expresiva, que suelen presentar un eje
horizontal. En España el escultor vasco Eduardo Chillida realizó en la década de 1960
esculturas en hierro forjado y estructuras con grandes bloques de madera, aunque fue
introduciendo nuevos materiales como mármol, cemento y granito. Entre los
estadounidenses que trabajan en metal se encuentran George Rickey, que realiza delicadas
estructuras en acero inoxidable que se mueven con el viento, y Richard Serra, que
construye enormes estructuras de acero para colocar al aire libre, como su Arco circular de
San Juan, de 61 metros, ubicada en la salida del túnel Holland, bajo el río Hudson, en
Nueva York. Entre los escultores estadounidenses que trabajan con luz artificial se cuentan
Chryssa, que utiliza tubos de neón, y Dan Flavin, que define los huecos espaciales usando
tubos fluorescentes. Otros artistas estadounidenses, como Donald Judd y Sol LeWitt, basan
sus obras en la repetición de unidades idénticas, formas simples y precisas, con una
absoluta simetría.
Sir Anthony Caro: On his metal
Eduardo Chillida
Esfera de Bale, Jesus Rafael
Soto, 1997
George Rickey "Open
Rectangles One Up One Down,
Excentric II,"
Paseo de Eduardo Chirida
Dan Flavin
Judd, artista minimalista, trabaja con formas sólidas, como en Sin título (1965, Museo
Nacional de Arte Moderno, París); LeWitt, pionero del arte conceptual, crea espacios huecos
cuadrados definidos por delgados contornos realizados en aluminio, como en Cubo modular
en nueve partes (1977, Instituto de Arte de Chicago). El arte conceptual, corriente de gran
importancia durante la década de 1970, estuvo muy influido por la obra y los escritos de
Duchamp. Con el fin de dar prioridad estética a las ideas de los artistas, el arte conceptual a
veces prescinde en gran parte de las obras sustanciales y utiliza la performance (forma
artística que combina elementos del teatro, la música y las artes visuales). El artista
conceptual contemporáneo de mayor influencia fue el alemán Joseph Beuys, cuya obra
satiriza a la sociedad alemana de posguerra y recuerda su experiencia como piloto de la
Luftwaffe cuyo avión fue derribado durante la II Guerra Mundial.
LeWitt
Judd
Joseph Beuys
Durante la década de 1980 los escultores empezaron a apartarse de la austeridad del
minimalismo y del conceptualismo. Empezaron a reaparecer formas orgánicas y excéntricas,
tendencia que se conoce como escultura posmoderna o postminimalista. En las obras
sencillas, a pequeña escala, de Joël Shapiro pueden verse motivos figurativos, mientras que
los assemblage de enrejados abiertos de Nancy Graves destacan por su colorido brillante y
su fantasía.
Joël Shapiro
Nancy Graves
Técnicas, medios y materiales de creación plástica más
usuales
Pueden hacerse esculturas con casi todos los materiales orgánicos o inorgánicos. Los
procesos específicos para su elaboración se remontan a la antigüedad y han experimentado
pocas variaciones en su evolución hasta el siglo XX. Estos procesos pueden clasificarse
según el material empleado sea piedra, metal, arcilla o madera; los métodos que se utilizan
son la talla, el modelado y el vaciado. En el siglo XX el campo de la escultura se ha
ampliado enormemente y se ha visto enriquecido por técnicas nuevas, como la soldadura y
el assemblage, y por la utilización de nuevos materiales, como el tubo de neón.
Hay muchas posibilidades distintas de crear.
Algunas son muy antiguas, de la prehistoria, a estas las podemos llamar tradicionales o
artesanales.
Otras han aparecido más recientemente, como todas las técnicas derivadas de la fotografía
o de las Tecnologías de Información Computacionales.
Todas estas técnicas son válidas. No podemos decir que una técnica es mejor que otra.
Vamos a nombrar una serie de técnicas, no todas, pero sí algunas importantes.
La primera tiene que ver con la familia del volumen -3D. y está compuesto por:
Adición. Significa añadir, ir poniendo más. Esto se conoce también como modelado.
El modelado consiste en añadir o elaborar formas. Se utilizan para ello materiales blandos y
flexibles a los que se puede dar forma sin dificultad, lo que permite una ejecución rápida. Así
el escultor puede captar y registrar impresiones en un tiempo aproximado al que un pintor
necesitaría para hacer un boceto. Los materiales utilizados desde la antigüedad para
modelar una escultura han sido la cera, la escayola y la arcilla o sustancias de tipo parecido
a ésta que, en ese caso, se cuecen para incrementar su resistencia.
Si las piezas que se desean modelar son muy grandes, es conveniente poner armazones,
ya que si no se ponen, la figura se caerá.
Las técnicas más habituales de modelado son:
Cilindros (también llamados churros),
Placas,
Macizo
Manteniendo hueco
y técnicas cerámicas como por ejemplo;
El torneado
Se considera una técnica especial. Esta técnica permite mucha libertad porque podemos
poner y quitar lo que queramos en la figura.
Dependiendo del material, habrá unas técnicas de conservación u otras:
La arcilla, tiene dos técnicas, el secado al aire, que es la más antigua, y la cocción.
La cera, el yeso y la escayola mediante el enfriado o el secado al aire.
La plastilina, por lo general no endurece, a no ser que se cueza o se le aplique algo
parecido; y otros materiales no nombrados aquí naturalmente endurecen al aire.
Sustracción. Significa quitar.
Las técnicas de talla son las técnicas usuales de sustracción.
Los materiales usados por excelencia son la piedra, como el mármol, la caliza, etc. y la
madera. Esta última tiene como desventajas con respecto a la piedra que se deteriora, que
se pueden pudrir y que se la pueden comer los xilófagos; aunque también tiene una serie de
ventajas como que es más fácil de tallar y que es más barata.
Además de estos materiales, existen otros como el marfil (sacado de los colmillos de los
elefantes), el porex (poliespan, corcho blanco) y otros como el ladrillo. El corcho blanco,
nombrado anteriormente, es un material que no pesa por lo que se trabaja y retoca con
facilidad.
Hay dos modos diferentes de construir. Mediante un solo bloque (construcción monolítica) o
con más de un bloque pegados(ensamblada). Esto es muy frecuente en la madera.
A veces, también ocurre que dentro de varios bloques hay solo una estructura.
La talla permite muy poca libertad, es prácticamente imposible poder rectificar si te has
equivocado.
Ejemplos de modelado de Rodín
La escultura inacabada de Rodín, consigue romper con la escultura tradicional de líneas
cerradas, liberándola así de su masa y su volumen, que empiezan a ser autónomos, como el
color y las formas empezaban a serlo también en la pintura. Esa es su gran aportación y la
puerta que abre hacia el futuro el camino de la modernidad
Hay dos tipos de la talla
Directa. Donde se busca la forma directamente en el material.
Utilizada desde épocas prehistóricas, la talla directa es un proceso que requiere mucho
tiempo y esfuerzo. Está considerada como el paradigma de la técnica escultórica. El artista
da forma a una escultura cortando o extrayendo el material superfluo hasta conseguir la
forma deseada. El material es siempre duro y, con frecuencia, pesado; por lo general el
diseño es compacto y viene determinado por la naturaleza del material. Por ejemplo, la
estrechez del bloque de mármol que Miguel Ángel utilizó para esculpir el David (1501-1504,
Academia, Florencia) condicionó de forma notable la postura y limitó el movimiento espacial
de la figura.
Dependiendo del material sobre el que se va a esculpir y el estadio en que se halle la
elaboración, se utilizan diferentes herramientas. En el caso de la piedra, los primeros cortes
de desbaste para obtener las líneas generales de la forma deseada, puede llevarlos a cabo
un artesano auxiliar con herramientas muy afiladas, y después el escultor continúa la obra
tallando y cincelando. En pasos más avanzados se utilizan herramientas menos
penetrantes, como la gurbia y la escofina; los toques finales se dan con un escofinado
suave. Por último, se lija con piedra pómez o arena y en el caso de que se pretenda un
mayor grado de suavidad se añade una patina transparente, hecha con una base de aceite
o cera.
Indirecta o asistida. En este tipo, antes de tallar el material, se hace un modelo en barro y
de ahí se copia en la madera, la piedra o el material que sea mediante unas máquinas. Este
modelo del que he hablado no tiene por qué ser del mismo tamaño que la escultura
terminada.
Puntómetro
El procedimiento más utilizado para pasar del modelo al original es el puntómetro. Consiste
en marcar encima del modelo los puntos que son importantes. Esos puntos se taladran en el
material y de ahí se sacan las referencias para hacer la escultura.
Actualmente esto lo hace una máquina. Las más modernas están asistidas por ordenador.
Técnicas de construcción y assemblage
Consiste en pegar piezas que ya existen hasta formar la obra.
El procedimiento más conocido es la soldadura. La soldadura es un proceso de fabricación
en donde se realiza la unión de dos materiales
Consiste en unir piezas ya existentes para crear una figura nueva. Es una forma de
escultura compuesta de objetos “encontrados” arreglados de tal manera que crean una sola
obra.
Aunque se siguen utilizando técnicas tradicionales, en muchas obras del siglo XX
consideradas como esculturas se han utilizado la construcción y el assemblage. Estos
métodos tienen como punto de partida el collage, que consiste en pegar materiales
diferentes sobre una pintura. Picasso realizó también objetos tridimensionales, como
instrumentos musicales, de papel y trozos de otros materiales diversos, a los que se
denominan construcciones. Ejemplos de escultura constructivista abarcan desde las cajas
surrealistas de Joseph Cornell hasta las obras con chatarra de automóviles y partes de
máquinas de John Chamberlain, ambos estadounidenses. El término assemblage, que en la
actualidad se utiliza de manera indistinta al de construcción, fue acuñado por el pintor
francés Jean Dubuffet para referirse a su propia obra, surgida del collage.
Encofrado
Desde el siglo XX es muy utilizada la técnica de construcción del encofrado.
El encofrado consiste en hacer una forma y rellenarla de hormigón. Cuando el hormigón se
haya secado, se quitan los moldes y queda la escultura. Esta técnica es la más normal
utilizada en construcción.
Deformación
Es el cambio en el tamaño o forma de un cuerpo debido a la aplicación de una o más
fuerzas sobre el mismo. Se puede deformar dándole golpes, con una forja, etc.
La orfebrería, por ejemplo, usa muchos procedimientos de deformación. Se llama orfebrería
al trabajo artístico realizado sobre utensilios o adornos de metales preciosos.
Transformación
Una técnica de transformación espectacular es la del vidrio, que se funde y se deforma
soplando.
Transformación. Se trata de modificar un material hasta convertirlo en otra cosa
Técnicas de vaciado
El vaciado es una técnica para reproducir modelos mediante moldes. Muchos materiales,
como metales y argamasa, se han utilizado para vaciados, y el bronce ha sido el más
popular de todos a lo largo de los siglos.
Los materiales con los que se pueden rellenar estos moldes son, entre otros: barro para
cocer, escayola o yeso, cementos, resinas sintéticas, etc.
El único método para conseguir la perdurabilidad de una obra modelada es vaciarla, es
decir, fundirla en bronce o en cualquier otra sustancia imperecedera. Existen dos métodos
de vaciado: a la cera perdida y a la arena. Ambos métodos se han venido utilizando desde la
antigüedad, aunque el proceso a la cera perdida es el más corriente. El vaciado a la arena
es un proceso más complicado en el que se utiliza una clase de arena muy fina y de gran
cohesión, mezclada con una pequeña parte de arcilla para obtener un modelo positivo y un
molde negativo algo más grande que el original del artista, y entre ambos se vierte el metal y
se deja que al enfriarse endurezca.
Fundición
Los procesos de fundición son procesos muy complejos de vaciado.
Se denomina fundición al proceso de fabricación de piezas, comúnmente metálicas pero
también de plástico, consistente en fundir un material e introducirlo en una cavidad, llamada
molde, donde se solidifica.
Escultura Actual
En la actualidad se hacen esculturas con técnicas que no se habían usado nunca, como
coches prensados para hacer esculturas; hologramas, que son placas fotográficas que
memorizan la foto y la proyectan en 3D; etc.
Escultura estatuaria y ornamental
La escultura se divide en dos grandes ramas, la estatuaria y escultura ornamental, según
que represente la forma humana y exprese las concepciones suprasensibles del hombre o
se ocupe en reproducir artísticamente los demás seres de la naturaleza, animales o
vegetales. La primera lleva con propiedad el nombre de escultura y tiene un ideal propio,
desempeñando la segunda un papel secundario al servir de auxiliar a la primera y a la
Arquitectura.
La estatuaria a su vez comprende varios tipos: de bulto redondo y de relieve.
De bulto redondo. Es aquella que se puede contemplar desde cualquier punto de vista a su
alrededor. Si se representa la figura humana se denomina estatua. Si la estatua representa
a un personaje divino o está hecha para el culto religioso se llama imagen.
En función de la parte del cuerpo representada, la
escultura de bulto redondo se clasifica en:
Busto: si representa la
cabeza y la parte
superior del tórax
Medio cuerpo
Tres cuartos
Torso, si falta la cabeza,
piernas y brazos.
Cuerpo entero
En función de su posición la escultura se clasifica en:
Sedente: sentada
Yacente: tumbada
Orante: de rodillas
Oferente: ofreciendo presentes
Ecuestre: a caballo.
También puede denominarse:
Coloso, si es de grandes dimensiones
Grupo, o conjunto escultórico
Ambiental.
De relieve
Es aquella que está realizada o adherida a una superficie, por lo que tiene un único punto de
vista que es frontal. (Es un arte tridimensional, pero esta pegado a un soporte).
Según lo que sobresale del plano se clasifica en:
Alto relieve (las figuras salen del plano más de la mitad de su volumen) sin llegar a ser de
"bulto redondo".
Medio relieve (las figuras salen del plano la mitad de su grueso).
Bajorrelieve: si apenas sobresalen del entorno.
El bajorrelieve es una técnica escultórica para confeccionar imágenes o inscripciones en
los muros que se consigue remarcando los bordes del dibujo y tallando las figuras,
rebajando ligeramente el muro, sobresaliendo el "fondo" alrededor de la figura, obteniéndose
un efecto tridimensional.
Esta técnica, fue concebida y profusamente utilizada con maestría en el Antiguo Egipto,
donde una vez erigidos los muros y pilonos de los templos, un experto artista, buen
conocedor del canon de perfil y las proporciones sacras, procedía a dibujar el perímetro de
las figuras y los rasgos principales, incluso los jeroglíficos que describían la escena; una vez
rebajado el contorno, y tallado el interior de las figuras, se pintaba todo el conjunto en vivos
colores.
También se denomina bajorrelieve a las formas o figuras que resaltan levemente del plano
general. Son habituales en los trabajos de troquelado en monedas, o en las tallas realizadas
en tablas de madera.
Hueco relieve: no sobresale del plano del fondo. (Un relieve que se hunde, se excava por
algunas partes que se hunden en el fondo)
Materiales y Técnicas Tradicionales
ARCILLA
Es uno de los materiales más antiguos utilizados por el hombre por ser fácil de modelar y no
necesitar de utensilios especiales, ya que se pueden utilizar simplemente las manos. Con el
barro se pueden sacar moldes para después trabajar con otros materiales. Si es empleado
como material definitivo debe cocerse; en este caso recibe el nombre de terracota. Existen
varios tipos de barro: barro rojo, barro refractario, barro blanco (gris), hoy en día existen
otros colores en el barro o arcilla. Esto se debe a la impregnación de colorantes en el
material. Finalmente puede obtenerse una apariencia distinta cuando se lleva al horneado.
Es el material básico del arte y artesanía cerámica. sin embargo ,nunca debe usarse sola,
sino acompañada por un tercio de otros materiales que actúan modificando las propiedades
naturales de toda la arcilla. La mezcla de arcilla + antiplasticos = se denomina "pasta"
cerámica. El material arcilloso se utiliza también en otras artes como escultura; como
vehículo para llegar a una escultura por ejemplo, luego de un proceso por moldes, se
obtiene una reproducción exacta pero negativa del modelo en arcilla, donde luego se podrá
llenar en otro tipo de material, yeso, cemento, etc.
PIEDRA
Este material es usado desde muy antiguo por encontrarse abundantemente en la
naturaleza. Para manejar la piedra se necesitan herramientas especiales. Las piedras más
comunes en la escultura son:
Piedra caliza: roca sedimentaria blanda y fácil de trabajar, aunque las hay de extrema
dureza; se emplea en labores minuciosas. Su conservación depende mucho de la calidad de
las canteras. Se ha utilizado mucho en escultura monumental.
Mármol: piedra caliza metamórfica, de grano fino y compacto. Su tratamiento de la
superficie puede ser muy variado, obteniendo distintas texturas, como tersura, morbidez,
aspereza, etc. Por ser un material bastante perdurable fue uno de los preferidos por los
grandes artistas de la Antigüedad y el Renacimiento.
Arenisca: roca sedimentaria muy fácil de trabajar en cantera, con humedad natural; se
emplea en labores minuciosas. Tiene la particularidad de hacerse más dura y frágil con el
paso del tiempo. Se ha utilizado mucho en escultura de capiteles románicos.
Alabastro: es un mineral de yeso (aljez), de color amarillento, parecido al mármol a simple
vista. Es frágil y quebradizo, pero muy fácil de trabajar. Ligeramente translúcido.
Granito, basalto, diorita y otras piedras duras.
HIERRO
Es un metal que se utiliza para hacer esculturas, mediante distintas técnicas de trabajo,
estas son:
Repujado: consiste en golpear chapas o varillas de hierro, en frío o en caliente, para darle
las formas que el artista busca. Cuando se trata de chapas también se utiliza la palabra
batido que remite a "golpear".
Forja: es el arte que consiste en darle forma al hierro mediante el fuego y el martillo, por lo
general la forja no es representativa de la escultura, pero si es usada por pocos artistas para
crear piezas espectaculares.
Soldadura eléctrica: la soldadura eléctrica se utiliza fundiendo un electrodo de hierro en las
superficies que se desean unir, por obra del paso de corriente eléctrica. Se caracteriza por
efectuar una unión sumamente sólida y rígida. Esto permite unir objetos de hierro diversos
(chatarra, piezas preformadas mediante el repujado o la forja, etc.).
Soldadura autógena: este tipo de soldadura permite generar una escultura por aporte,
técnica similar a la que se practica con arcilla. La fortaleza de la soldadura es menor que
aquella lograda por la soldadura eléctrica, pero tiene la ventaja de permitir la creación de
obras más plásticas
Actualmente se utiliza el acero corten, para realizar esculturas que van a estar a la
intemperie.
MADERA
Es un material muy apreciado por los escultores, por sus propiedades físicas y buenos
resultados. Hay muchos tipos de madera y según sus cualidades puede dejarse la escultura
en su color natural o por el contrario pintarse en un policromado adecuado a cada textura.
Las maderas llamadas nobles se dejan en su color natural.
Son el nogal, roble, haya, cedro, caoba y otras. La madera se corta al menos cinco años
antes de ejecutar la obra, en la estación de invierno cuando la savia está en las raíces y de
esta manera se consigue que esté bien seca y sin dar lugar a descomposición de la materia.
Los árboles presentan unos troncos con diámetros más o menos limitados y eso obliga a
veces a que se hagan piezas diferentes y apropiadas para llevar a cabo la obra. Los trozos
se unen con espigas y se pegan a veces con una cola especial. Si la escultura tiene un
acabado de policromía, las juntas pueden disimularse más, ya que la pintura tapará el
material de relleno, de lo contrario hay que hacer una labor más prolija. A veces las
esculturas de madera se aligeran haciendo hueco su interior.
LAS HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR LA MADERA SON ESPECIALES:
Hacha y azuela para el desbastado.
Gubias y formones para la talla.
Maza de madera para golpear el mango de estos útiles
Escofinas de diferentes tamaños para el acabado.
Modelado y otras técnicas
Los escultores suelen preparar su obra formando un modelo (modelando) con arcilla o yeso
fino la figura que ha de servirles como tipo, este modelo equivale para ellos al boceto para el
pintor o el plano para el arquitecto. Después, el artista saca puntos de su obra con auxilio de
una cuadrícula haciéndola exactamente proporcional a su modelo. La materia sobre la cual
trabaja el escultor suele ser barro, piedra, madera, bronce, hierro, marfil, plata u oro.
El procedimiento fundamental y clásico seguido por los escultores es el esculpido,
sirviéndose de escoplo y buril o cincel según los casos pues incluso los otros procedimientos
de fundir y moldear exigen más o menos retoques de cincel si la obra ha de salir perfecta.
Se usan además el moldeado o vaciado, el cincelado, el repujado, el embutido, el grabado y
el estampado o troquelado.
Esculpir consiste en quitar partículas al bloque ya desbastado hasta lograr obtener la figura
que se pretende.
Moldear es dar a una pasta la deseada forma añadiendo o quitando porciones de masa.
Vaciar es obtener una forma en hueco o vacío para llenarla después con fundición o con
una pasta cualquiera y lograr la positiva.
Cincelar es retocar con cincel las figuras obtenidas por el vaciado y también formar bajo
relieves con el cincel en una lámina metálica.
Repujar es producir en una lámina de metal a fuerza de martillo sobre algún molde los
relieves y los huecos necesarios para conseguir la forma que se pretende.
Grabar es rehundir o fijar por incisión (mediante cincel, buril o agua fuerte) sobre material
duro un dibujo cualquiera.
Estampar o troquelar es imprimir sobre una lámina de metal o de pasta un cuño o troquel
con las figuras en hueco para que éstas resulten de relieve.
Embutir es aplicar sobre un molde duro una delgada chapa de metal precioso para que a
fuerza de golpes tome sus formas y después, quitando la chapa y uniendo los bordes de ella
quede una estatua u objeto artístico hueco pero con apariencia maciza. También se llama
embutido e incrustado el resultado de introducir algunas piezas en las aberturas o surcos
practicados en otras. Son variedades de estas incrustaciones muy usadas en artes
decorativas, la taracea que se hace con madera o marfil embutiéndolo en la superficie de
algún mueble de madera y la ataujía o damasquinado que se practica introduciendo
laminillas de metal precioso en los dibujos abiertos en bronce, hierro o acero. Con estas
formas decorativas se relaciona el granulado y la filigrana. Ésta se hace aplicando hilos o
cordoncillos de metal precioso encima de otro de la misma clase o inferior produciendo
dibujo y aquél sembrando de perlitas metálicas la superficie de la joya o pieza similar.

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