Muy Antigua, Venerable y Pontificia Archicofradía

Transcripción

Muy Antigua, Venerable y Pontificia Archicofradía
sin miedo a vivir
SFDK
PORQUE TODO SALTO NUNCA CAE EN EL VACÍO
Por: Sebastián Arteaga
Decía Kierkegaard que “El momento de la decisión es siempre el momento de
la locura”. Sobra decir que en la actualidad, vivimos tiempos en los que toca
decidir sobre diversos aspectos, a cada cuál de ellos más importante, pero de
la forma más irracional. Y no, no es cuestión de ponernos filosóficos ni de
hablar en abstracto —o quizás sí, quién sabe. Porque al contemplar la portada
(o ‘cover’) del último disco de SFDK, uno entiende y ve reflejada perfectamente la afirmación del filósofo existencialista: la locura de decidir y dar un desgarrador salto cargado de literalidad, fruto del impulso que sostiene la condición
humana. Hablamos de elegir luchar por lo(s) que queremos; permitiéndonos
el uso de la aliteración, de la voluntad de (sobre) vivir Sin Miedo a Vivir.
La crisis, con su desempleo, sus desahucios, sus inseguridades, sus suicidios,
sus cuchillas en Melilla, etc., genera aislamiento y miedo, mucho miedo. Ante esta situación, siempre nos
asaltan dos opciones a modo de solución: pertenecer a lo colectivo abandonando la pasividad de la soledad,
y conseguir buen alimento mental a través del ocio y la cultura. Es aquí donde el hip-hop tiene un papel
crucial que jugar, pues combina ambas respuestas como ninguna otra arte. Sin embargo, la acelerada vida
que llevamos nos impide a veces disfrutar de todo cuanto merece la pena, y la música es una de esas afectadas: lo efímero nos invade, y Sin Miedo a Vivir tiene que luchar contra ese titán contemporáneo.
Suele suceder con frecuencia, que la fortuna crítica de un grupo musical es directamente proporcional a la
trayectoria artística de la formación. Y es que en el hip-hop, a menudo no se piensa demasiado sobre el paso
del tiempo tanto para los artistas como para los oyentes. Si una letra que escuchaste a los dieciséis no te
impacta de la misma manera con veinticinco, no hay nada de lo que asustarse: significa que tanto tú como
el artista habéis crecido personalmente. El rap, como cualquier otro género musical, es un arte temporal, no
es un cuadro renacentista que cuyos valores pretenden perdurar durante siglos. Quedémonos con esta
frase: cambia la estética, no la poética. Con ello queremos decir que tras veinte años de carrera, si SFDK
transmitiera lo mismo a adolescentes que a ancianos, todos tendríamos un problema. Cada etapa en la vida
exige mirar el mundo con nuevos ojos. ¿Pero sabéis qué? Sin Miedo a Vivir habla de todo esto, y más.
Lanzado al mercado el 16 de diciembre del pasado 2014
bajo BOA, Sin Miedo a Vivir consta de 15 tracks más dos
temas extra (El Viaje, junto a Kriss, y Orgullo Banderillero,
canción que puso la guinda al pastel en el final de Malviviendo, conocida serie sevillana emitida a través de la red y
en la que Zatu ha aparecido varias veces). El LP cuenta con
las producciones de cómo no, Acción Sánchez, más las colaboraciones de Niggaswing, Hazhe, Baghira y Cam Bluff. Al
micrófono, Zatu permite compartirlo con sus amigos y colegas más afines de entre sus últimos trabajos: Little Pepe,
Juaninacka, Capaz, Alberto Gambino, Swan Fyahbwoy y
Shabu. Hasta la fecha, dos son los clips que pertenecen al
nuevo disco: los correspondientes a los temas Lo intenté y
Todo lo que importa (feat. Fyahbwoy).
Tanto en el aspecto lírico y sonoro, en Sin Miedo a Vivir pareciera dar la sensación de que el LP ha sido
cocinado a fuego lento. Conscientes de sus dos décadas de experiencia musical, Zatu y Óscar transmiten
mayor complicidad que nunca. Puede decirse que Sin Miedo a Vivir expresa la paz, serenidad y convicción de dos artistas plenamente dedicados a su vocación.
En el plano puramente auditivo, Sin Miedo a Vivir consigue que incluso personas ajenas al rap, sepan
que están escuchando a SFDK sin ni siquiera oír la voz de Zatu. En ese sentido, estamos seguros en
afirmar que pocas veces hemos visto a un Acción Sánchez tan convencido de su propio estilo (fruto
quizás del autoconocimiento que le ha otorgado trabajar con Mala Juntera): felinos scratches, bombos,
baterías y cajas con esa cadencia tan singular, que juega entre el sonido de finales de los 70 y comienzos
de los 2000. Trompetas que evocan el hip-hop más primitivo, deudor del jazz, el funk y el soul, samplers
de cánticos de block parties ochenteras, etc. Como ejemplo, recomendamos encarecidamente que se
escuchen con detalle los dos primeros temas del disco agachando la cabeza, únicamente poniendo
atención en la instrumental. Suena al barco de SFDK atracando en el puerto.
Por su parte, el estilo de Zatu sigue tan en plena forma como siempre, o
quizás no. Con esto nos referimos a que a pesar de haber experimentado
con diferentes tipos de flow y skills, en Sin Miedo a Vivir hallamos algo
nuevo en la voz de Zatu, una especie de “profundidad pulida” no vista, en
nuestra opinión, en trabajos anteriores. En cada canción, Zatu parece
disfrutar exprimiendo y marcando cada letra de las palabras que pronuncia, y eso se contagia al exterior ofreciendo una musicalidad y contundencia absoluta. A diferencia de por ejemplo, Siempre Fuertes 2 (BOA, SFDK
Records, 2009), en este disco el timbre, la voz, el flow y las líneas de Zatu
son más incisivas y mordaces, en el sentido de incidir directamente en la
memoria auditiva del oyente.
Los seseos, el sonido de las “erres”, las aspiraciones…Todas sus
skills parecen confluir en una suerte de “unidad heterogénea” a lo
largo de las 18 canciones totales. Pensamos que lograr esto es uno
de los aspectos más complicados para un MC. En este álbum, la
voz de Zatu parece el caucho de una rueda que se adapta a todo
tipo de asfalto, pero es más reconocible que nunca. Clasicismo
renovado. Una mezcla entre las innovaciones de 2005 (SFDK
Record, 2005) y Siempre Fuertes 2 (BOA/SFDK Records, 2009), con
la marcada esencia de Los Veteranos (BOA/SFDK Records, 2007).
En lo que respecta a las temáticas de las canciones, el mismo Zatu ha subido recientemente a la web oficial
del grupo algunas anécdotas y el sentido de algunos de los versos más herméticos del disco. En nuestra
opinión, Sin Miedo a Vivir también es el trabajo más conceptual a nivel temático. Tal es así, que tras haber
escuchado el disco una multitud de veces, nos hemos atrevido a dividir conceptualmente el LP en cinco
bloques distintos, uno por cada tres canciones:
1. Confianza. Personal Trainer y Sin Miedo a Vivir dan la bienvenida al disco: dos auténticos manifiestos, a
través de los cuales exponen el estado mental de SFDK, es decir, el clásico lema del “siempre fuertes”. Zatu
parece ir despachando línea a línea cada tópico, rumor y habladuría. Con Lo Intenté, Zatu desborda su
honestidad y egotrip por partes iguales, desencadenando un tema hardcore que para todos ha sido una
grata sorpresa. Habla un hombre y padre descreído con el mundo, que ha sufrido y visto demasiado dolor.
Eso también lo vuelve inmune y sabedor de sus cualidades.
2. Vitalismo. En las siguientes tres canciones, se nos narra la importancia de afrontar toda adversidad con
optimismo y buenas dosis de energía. O mejor aún, de saber detectar lo bueno y lo malo de cada situación,
sin perder la perspectiva y el potencial que todos llevamos dentro para cambiar las cosas. El sol de Little
Pepe, Green Valley ayudando a exprimir cada etapa vital y Mala Juntera con Shabu destapando los engranajes del sistema, son una combinación excelente para comenzar a tomar las riendas de la vida.
3. Lo esencial. Tocar fondo a veces es la mejor manera de asegurar que irás hacia arriba. Por el camino de la
vida, vamos acumulando lastre en nuestras pesadas mochilas. La madurez consiste en saber de qué deshacernos y quedarnos con lo verdaderamente importante, con la esencia de las cosas. Despacito pero voy,
Todo lo que importa y Latidos son los tres temas del disco que, entre líneas, hablan de la redención y la paz
de la conciencia, cual Dante recorriendo círculos en la Divina Comedia de la vida.
4. Los orígenes. Toda persona que desee subir desde abajo sin caer, debe reconocer de dónde viene: cuáles
son sus orígenes, tanto materiales como espirituales. En Si el rap fuera un juego, a priori podemos pensar
que Zatu vuelve a la carga demostrando quién manda en el micrófono, pero si nos fijamos con detalle, cada
punchline habla de una caída y una subida; una suerte de alquimia existencial cíclica, en la que el plomo se
convierte en oro, y viceversa. Niños Especiales, por su parte, es uno de los ejercicios de honestidad y humildad que más claramente pueden apreciarse en el sevillano. Pura introspección en las heridas que hoy tatúan
cicatrices. Como expone Apología del llanto (y El club de la lucha), expresar el dolor acumulado, y una vez
vaciado el vaso de la amargura, empezar a llenarlo de positividad.
5. Amor. A la música (Ella feat. Alberto Gambino), a la ciudad que te ha visto crecer y que tan buenos y malos
momentos ha sabido darte, pero todos enriquecedores (La Puñalá). Pero también a los tuyos: familiares,
amigos, pareja… y a todos esos desconocidos que sin saberlo, dan su granito de arena y contribuyen a que
el paso por la vida sea un poco más placentero, o al menos, interesante (Agradecimientos).
En definitiva: Sin Miedo a Vivir es SFDK en estado puro, lo nuevo y lo viejo. Al respecto, podemos afirmar
sin temor a equivocarnos que será uno de los trabajos que mejor van a saber envejecer, ya que contiene
ese eco de atemporalidad y cierta nostalgia sana exigida inconscientemente por el público más adulto
(y desengañado con el mundo), consiguiendo alzarse victorioso en estos tiempos que corren; en esta
Odisea en el lodo.
Publicación redactada por Sebastian Arteaga / Diseño y maquetación por Luis M. Salido
Para ElCuaderno.es

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